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Tradición e Historia en La Narrativa Femenina en Chile. Petit y Valdivieso Frente A La Quintrala
Tradición e Historia en La Narrativa Femenina en Chile. Petit y Valdivieso Frente A La Quintrala
Tradición e Historia en La Narrativa Femenina en Chile. Petit y Valdivieso Frente A La Quintrala
POR
BERNARDITA LLANOS
Denison University
Mercedes Valdivieso, y la
representacion
(1946) y Malditayo entre las mujeres (1991), respectivamente. Dicho personaje ejemplifica
el poder ejercido por una mujer en tiempos coloniales y pertenece a Iatradicibn histbrica y
folcl6rica heredada del pasado. El nombre y presencia de la Quintrala ha sobrevivido
desde el siglo XVII hasta el presente en Santiago y sus alrededores, como parte de una
tradicibn oral que se transmite y aprende desde la infancia. A travds de conversaciones
con amigos y vecinos de Talagante, mi propia infancia conoci6 a esta figura, a quien la
memoria y la tradicibn oral no han olvidado. Este fenhmeno cultural quizis sea uno de los
mis significativos en la continuacion de una leyenda que auin hoy pervive de manera oral,
paralelamente al discurso escrito que se elabora sobre la misma en el XIX. En la transmision
oral de dicha tradicibn puede percibirse su naturaleza opositora al orden moral, puesto que
la "perversidad" femenina que narra, representa la historia de un monumental desaflo al
origenes
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LLANOS
antiguas
Lisperguery La
antecedentes
TRADICI6N E
HISTORIA EN LA NARRATIVA
FEMENINA EN CHILE
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ejemplificada
lo
colonial dominado por el oscurantismo y los prejuicios sociales. Sin embargo, por encima
de supersticiones y restricciones morales sobresale la Quintrala, mujer acostumbrada al
ejercicio del poder por su posicion social y su naturaleza pasional y dominante. Hasta aqui
ambas novelas comparten la leyenda y la historia escrita por Vicufla Mackenna, concordando
en ciertas
anecdotas,
quidn y como es Catalina de los Rios, cuAles son sus pasiones y debilidades, y cual es el
fundamento del odio y temor que infunde en sus contemporaneos. La diferencia fundamental se da en la interpretacion que ambas autoras hacen de la personalidad y deseos de
esta mujer, como de las motivaciones de sus actos.
(Agosin,
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la marca desde su origen. En medio de artes ocultas liega al mundo una noche de tempestad
con un nacimiento que trae la muerte de su madre y los malos presagios de la esclava
Josefa al sentir los graznidos del chonch6n. Bajo la tutela de la esclava, Catalina aprendarA
el oficio de hechicera y de experta en maleficios, envenenamientos y embrujos aplicados a
los hombres.
En la narraci6n de Petit la creencia en las fuerzas sobrenaturales diabolicas se apodera
incluso del padre de Catalina, autoridad impotente frente a la inexplicable parflisis que
sufre su hija y que s6lo la "bruja" Josefa puede curar. La esclava logra la recuperacion
inmediata de Catalina, y le asegura al padre que s6lo ella tiene el poder de sacarle el
demonio del cuerpo:
En la noche, su abuela, que la tenia en su dormitorio, la ofa desvariar, diciendo que vefa
las luces y sentia los silbidos del Diablo; que dste se le metla en las piemas y por eso no
las podia mover. Poco a poco, en efecto, las piernecitas quedaron completamente tullidas;
la chica iloraba y lamaba a la Josefa para que le quitara al Demonio (Petit 29).
El conflicto ideol6gico de La Quintrala aparece en dos niveles discursivos que se
entrecruzan para problematizar la figura central. Por una parte, el conflicto religioso que
vive Catalina de los Rios se manifiesta en una agonica lucha contra el pecado, y en un
intento desesperado por alcanzar la salvaci6n. El ascetismo y la vida conventual aparecen
por un tiempo, pero al
como verdaderas vias de perfeccionamiento para la Catalina
experimentarlas resultan ineficaces contra el aburrimiento y la falta de vocacion. Los
deseos de perfecci6n espiritual se yen imposibilitados por un temperamento lujurioso,
iracundo y vengativo que va acentuandose con el tiempo. Victima de su propia naturaleza,
la Quintrala sucumbe irremediablemente a la lascivia o la ira, estados que ella misma
interpreta como efectos del mal que la posee y condena. Desde la mentalidad colonial y de
acuerdo a su religiosidad, esa fuerza que desvia a Catalina hacia el camino del pecado es
signo del poder diabolico que la domina. Su comportamiento se rige exclusivamente por
su deseo y se instala fuera de la ley y de la moral colonial, rompiendo los tabiies y
prohibiciones de la dpoca -el sexo, la violencia y el asesinato. Los momentos de
"perversion" van desde la violencia fisica hasta la muerte de aquellos hombres mtas cercanos
a ella
esclavos, sus amantes y su padre. La serie de crimenes que comete Catalina
aparece como culminacion del pacto con el diablo, que desde nifia adquiriera guiada por su
esclava y maestra. Es Ia mulata quien le ensefla el significado de la yenta del alma al
diablo y de los beneficios de pactar con dl:
nifia
-sus
-Quiere decir que debemos dejarnos llevar por el pecado en vez de sujetarlo. Por ejemplo:
vas a echar una mentira y luego te la tragas pensando que esta mal ... Pues debes decirte:
ya que eso es malo, voy a hacerlo, voy a mentir, y te lo ofrezco, Demonio. Naturalmente
que mientras mayor es el pecado ma.s te alivias del Diablo que se va contento con el
"Sacrificio de pecado" que le has ofrecido (Petit 48).
lo
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ninguna resistencia al deseo. Dentro de este nuevo orden, la autoridad paterna se feminiza
al presenciar pasivarente los efectos de la fuerza que se apodera del cuerpo de Catalina y
el nuevo papel de Josefa. Catalina sufre tanto la paralisis de sus piernas como la epilepsia,
trastornos que atribuye al poder diab6lico y que su padre termina por creerse. Frente al
terror y la impotencia del padre, se produce una transferencia de poder, donde Josefa
controla la posesi6n de Catalina. El corregidor de Santiago, confiesa aterrado al sacerdote
haber presenciado la obra del demonio en las convulsiones epiiepticas de su hija:
... sea por coincidencia o por verdadero poder de brujerfa, cuando me acerque a su alcoba,
mi hija yacia en un estado de horribles convulsiones, echando espuma sangrienta por la
boca, moviendo los ojos para todos los lados, realmente poseida del Demonio. Yo
estaba aterrado! (Petit 34).
frente
lo
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iPerderse,
flotan
cirio. ...
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ante
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inscrita tambidn bajo los prejuicios morales y raciales de la colonia. Fray Pedro,
representante de la iglesia colonial, la contempla extatico en una ambivalencia que conjuga
la admiraci6n y el horror frente a la sensualidad racialmente mixta de la encomendera:
El sacerdote la contempl6 unos instantes con mirada de artista, pensando que su fama de
belleza era en verdad merecida: belleza extrafia, casi monstruosa en sus contrastes. Algo
mefistofelico en la combinaci6n de las facciones: la barbilla en punta, altas cejas oblicuas;
luego la liamarada de la cabellera colorina sobre ia tez cobriza y el reflejo verde de los
ojos ... (76).
lo
asexuada.
establecida por las dem s mujeres de su familia, quienes por generaciones se han enfrentado
al hombre y han sido acusadas de brujas. Valdivieso nos presenta una mujer independiente,
a quien se imputa la brujeria como forma de marginacibn y castigo por no temer ni respetar
a los amos coloniales. En ella, el parricidio se da como resultado de la larga persecuci6n
y acoso del padre, quien sospecha la naturaleza bastarda de Catalina por los adulterios de
su esposa. El delito de la Quintrala queda, pues, justificado como un acto de rebeldia,
frente a Ia dominacion injusticia de la figura patriarcal de quien solo se libera por la
muerte.
Malditayo entre las mujeres nos adentra en un mundo fantasmal dominado por una
atmosfera onirica que borra los contomnos entre realidad y
La irrealidad del entomno
posibilita la indiferenciacion temporal y espacial, creando pianos simultaneos donde Catalina
se encuentra y se comunica con su madre y su abuela muertas. La ruptura de las
sueflo.
creaci6n
lo
vista, donde se borran los linderos entre real y lo irreal. Catalina deambula en un mundo
que se desdibuja en tinieblas y figuras fantasmales, y bajo cuya mirada vivos y muertos lo
habitan por igual. En tanto que realidad y sueflo coexisten a travels de Ia simultaneidad
temporal, la imprecision temporal permite que las acciones, los deseos y los sueflos de
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desestabiliza las convenciones y 6rdenes del discurso dominante al hacer coexistir sueflo,
ensueflos y deseos, esferas que amplian lo real (Ivette Malverde Disselkoen 73).
Valdivieso retoma el dato hist6rico sobre la prActica de la brujeria en las mujeres de
la familia de Catalina, identificadas como las "brujas de Talagante" de acuerdo a latradicion.
Hoy en dia persiste este mito en su version popular en las pequefas figuras de brujas
multicolores de crin de caballo, ejemplos de la artesania tipica de la zona.
La identidad brujeril en el texto de Valdivieso, posibilita la confusion de identidades
entre madre e hija, como el contacto entre ellas fuera de los limites reales. Catalina tiene
apariciones frecuentes de su madre y su abuela, la cacica de Talagante, y ambas le dan
premoniciones, avisos o sefas para orientarse en un mundo que la condena al aislamiento.
Su abuela y su madre constituyen una especie de memoria colectiva (que incluye a otras
mujeres de la familia), donde se acumula La experiencia y el conocimiento de quienes han
querido ser "sus propias duefas", y no sirvientas del hombre. De ahi que la rebeldia social
de Catalina se manifieste primero, al no acatar las 6rdenes de su padre y en su rechazo del
regimen colonial (Valdivieso 85).
La brujeria desde la punto de vista de la mujer, aparece como voluntad de cambio del
orden establecido que privilegia al hombre espaflol y su descendencia masculina y legitima.
Asi, las liberadas son aquellas mujeres que tienen voluntad combativa, que no se doblegan
frente al deseo ni el poder masculino, y que encuentran en los hechizos una practica cultural que sirve como estrategia contra toda dominacion. En este sentido, la brujeria
representa una forma de politica sexual a partir de la mujer, quien se convierte en agente
de cambio en la perpetuaci6n de una contracultura que existe bajo el orden colonial.
Para la autoridad, en cambio, la rebeldia y Ia seduccion femeninas son instrumentos
diab6licos utilizados por las brujas. Desde el poder, la mujer que rechaza el poder y los
privilegios masculinos, es estigmatizada socialmente con el termino de bruja. El ser
denominada bruja no s6lo la seflala como desviada de la norma sino que la convierte en
criminal
ante
asesinatos,
luego por parricidio, siempre tienen el delito de la herejia implicito. A pesar de haber
salido invicta de los procesos, la sociedad colonial en su conjunto la cree bruja, razon a Ia
que achaca su libertad y poder. De acuerdo a la version de Vicufla Mackenna, Catalina
de hombres que se iniciaba con Maria de Encio (su
procedia de una familia de
abuela patemna), quien habia sido concubina de Pedro de Valdivia, y luego de casada habia
asesinado a traicion a su esposo, colocandole azogue en los oidos mientras dormia (Vicufla
Mackenna 78). La creencia popular afirma, segiin Vicufla Mackenna, que dos de las
Lisperguer eran brujas, refiridndose a la madre de Catalina y a su hermana, Maria Lisperguer.
asesinas
Ambas, de acuerdo a las investigaciones del historiador, habian sido tambidn acusadas de
intentar envenenar al gobernador Alonso de Ribera (ibid 70-7 1). Petit. siguiendo el texto
de Vicufla Mackenna, introduce estos mismos datos sobre Maria de Encio, madre de
Gonzalo de los Rios (padre de Catalina), y arcade su intervencion en el matrimonio arreglado
de su hijo con la "bruja"Catalina Lisperguer Flores (madre de la Quintrala) (Petit 21-22).
La brujeria, tanto en Petit como en Mackenna, es el signo que individualiza el
comportamiento cruel y supersticioso de las encomenderas de esta familia. Para Vicufla
Mackenna la falta de educacion ignorancia que pesa sobre las mujeres coloniales y, en
explica su mal comportamiento. Sin embargo, la
particular, sobre La Quintrala, en
eparte
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mezcla de sangres (espafola, alemana e indigena) tambidn se considera como posible causa
de la "predisposicibn al crimen y al mal" que la Ileva al parricidio, segin el historiador
(Vicuna Mackenna 85).
El texto de Valdivieso desde otros presupuestos ideol6gicos relaciona la figura de
Catalina y su rebeldia con un tiempo mitico e inmemorial de la colonia, en el cual Catalina
ya sobresalia por no obedecer la autoridad patriarcal ni sus instituciones: "Para esos
aconteceres, dicen que ya era hembra de mal ejemplo, Dona Catalina de los Rios, irreverente
con Dios, la ley y su padre" (Valdivieso 79). A partir de esta descripci6n, cada
comportamiento de la Quintrala se vera como una resistencia al poder que organiza una
sociedad desigual, donde las mujeres tienen una posici6n marginal y subordinada.
Valdivieso convierte la condici6n femenina de la rebeldia en una forma de bastardaje,
es decir, en una condici6n social que no proviene del padre, puesto que la identidad mestiza
que este
s6lo se constituye como tal en relaci6n a la presencia de la madre. Catalina
bastardaje es una marca de la casta que conforman todas las mujeres de su familia:
afirma
El bastardaje que nos marca a las mujeres de mi casta, empez6 en mi bisabuela doia
Elvira, cacica de Talagante. Y dofa Elvira se neg6 al casorio con Bartolome Blumen
para conservar sus tierras y seguir su propia vida. Al aflo de amancebada con el alemAn
y cuando su vientre enseflaba las consecuencias, este quiso dignarla su nombre, pero
manceba y libre seria ella misma en este mandar de varones, dijo sin afanarse (Valdivieso
33).
El tema del bastardaje como marca de la identidad mestiza en la novela tiene un
importante significado cultural. Es precisamente la experiencia de la ilegitimidad, el
huachaje o bastardaje, lo que define la constituci6n del mestizo y la mestiza, reconociendo
s6lo a la madre frente al padre espalol ausente. Para la mujer mestiza el amancebamiento
representaba una forma de vida marital frecuente, paralela a la instituci"n del matrimonio.
antrop6loga
por razones militares o mineras. Las mujeres quedaban solas a veces por aflos a cargo de
la familia, las haciendas y la crianza de los hijos, ayudadas por otras mujeres y familiares.
Vicufla Mackenna reitera el tema de la prolongada ausencia del padre espaflol como una
de las caracteristicas de la familia Lisperguer Flores, donde la madre Agueda Flores (abuela
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lo
las cartas de su mayor detractor, el obispo de Santiago, Francisco Salcedo, quien le escribe
al fiscal del Consejo de Indias durante la primera mitad del XVII, denunciando los delitos
y crimenes que la
De acuerdo
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Pero auin mss, la rebeldia es el rechazo a una situacibn cuando se es capaz de ver y de
tener conciencia de esa propia forma de ver, cuando se ye y se niega el mal contenido en
la situacibn anterior; cuando es posible sobrepasar los lmites opuestos por el Orden que
nos niega (Kirkwood, "Las palabras...;NOr'40).
lo
ifuera!, ifuera!
con un doble significado: desde el poder como categoria perseguida y condenada, y desde
la mujer rebelde como una zona fuera del orden, lugar de nadie donde puede ejercer su
asemejanti-heroina
a
de
el
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1(1982) 3-13.
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Zig Zag,