Este documento describe las tradiciones del Día de Muertos en la comunidad de Puácuaro, Michoacán, México. Se celebra de una manera única, comenzando el 31 de octubre con flores colocadas en las puertas y campanas sonando toda la noche del 1 de noviembre. Los niños van de casa en casa ese día pidiendo ofrendas. Otra tradición es el intercambio de ofrendas entre familias cuando alguien fallece. Los altares se construyen con varios niveles según los años que ha falle
Este documento describe las tradiciones del Día de Muertos en la comunidad de Puácuaro, Michoacán, México. Se celebra de una manera única, comenzando el 31 de octubre con flores colocadas en las puertas y campanas sonando toda la noche del 1 de noviembre. Los niños van de casa en casa ese día pidiendo ofrendas. Otra tradición es el intercambio de ofrendas entre familias cuando alguien fallece. Los altares se construyen con varios niveles según los años que ha falle
Descripción original:
Breve reseña acerca de la celebración del día de muertos en el pueblo de Puácuaro, en Michoacán.
Este documento describe las tradiciones del Día de Muertos en la comunidad de Puácuaro, Michoacán, México. Se celebra de una manera única, comenzando el 31 de octubre con flores colocadas en las puertas y campanas sonando toda la noche del 1 de noviembre. Los niños van de casa en casa ese día pidiendo ofrendas. Otra tradición es el intercambio de ofrendas entre familias cuando alguien fallece. Los altares se construyen con varios niveles según los años que ha falle
Este documento describe las tradiciones del Día de Muertos en la comunidad de Puácuaro, Michoacán, México. Se celebra de una manera única, comenzando el 31 de octubre con flores colocadas en las puertas y campanas sonando toda la noche del 1 de noviembre. Los niños van de casa en casa ese día pidiendo ofrendas. Otra tradición es el intercambio de ofrendas entre familias cuando alguien fallece. Los altares se construyen con varios niveles según los años que ha falle
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PREPARATORIA FEDERAL POR
COOPERACIÓN “MELCHOR OCAMPO”
TRADICIÓN DE DÍA DE MUERTOS
PUÁCUARO
GRUPO: 131-1
TURNO VESPERTINO
OCTUBRE 2014 DÍA DE MUERTOS
En México, las culturas indígenas concebían a la muerte como una
unidad dialéctica: el binomio vida-muerte, lo que hacía que la muerte conviviera en todas las manifestaciones de su cultura. Que su símbolo o glifo apareciera por doquier, que se le invocara en todo momento y que se representara en una sola figura, es lo que ha hecho que su celebración siga viva en el tiempo.
Es así, una ardua tarea entender la muerte y su significado, labor
que abarca momentos de innumerables reflexiones, rituales y ceremonias de diversa índole, lo que ha erigido el máximo símbolo plástico de la representación de esta festividad: el altar de muertos. Dicha representación es quizá la tradición más importante de la cultura popular mexicana y una de las más conocidas internacionalmente; incluso es considerada y protegida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
El día de Muertos en México es una fiesta que vale la pena vivir.
Por eso desde el 2003 la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoce esta tradición mexicana como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
En el calendario agrícola, la festividad de día de muertos coincide
con el final del ciclo del maíz y esto se reitera de alguna manera el homenaje que se le hace a la muerte a través de ofrendas llenas de comida, donde la base es el mismo maíz. Las ofrendas forman parte fundamental de la festividad del Día de Muertos, pues es una manera de hacer que nuestros difuntos nos visiten para volver a gozar de los placeres mundanos. Así es como una vez al año, las casas mexicanas y muy en especial las de los pueblos indígenas, abren la puerta para recibir a sus antepasados.
También se conoce esta festividad como los Fieles Difuntos y se
divide entre los difuntos chiquitos y los adultos, pues a cada uno se le ofrendan cosas diferentes. A los niños o angelitos se les pone dulce, chocolate y juguetes; mientras a lo difuntos adultos se les pone comida más elaborada y en su mayoría la bebida alcohólica de su preferencia, sin que pueda faltar las flores que complementan la belleza de los altares. Cada región del país posee una manera particular de celebrar a sus muertos por ello es importante conocer la diversidad de ofrendas y sus significados más cercanos.
DÍA DE MUERTOS EN PUÁCUARO.
En la comunidad de Puácuaro, Michoacán, la celebración del día de muertos se festeja de manera diferente al resto de las comunidades del estado. La noche de ánimas –conocida así la festividad del día de muertos en Puácuaro-, comienza desde el 31 de octubre, en esa noche se esperan las almas de los infantes que como comúnmente se dice “se nos adelantaron”.
A partir del 31 de octubre se colocan alrededor de las puertas
de las casas unas flores a manera de adorno en simbolización de la festividad de la noche de ánimas. Estas flores son conocidas como flor de paracua, es una flor que crece en los árboles del campo y son una especie de jaras con flor blanca.
El 1 de noviembre se acostumbra a hacer sonar las campanas
durante toda la noche. Según las creencias de la comunidad, estas campanadas sirven para que el difunto reconozca cuál es su comunidad.
Ese mismo día, cerca de las 8:00 de la noche, grupos de
niños y jóvenes salen a la calle tocando de puerta en puerta y diciendo: “llegaron las ánimas” en purépecha: “inserta la frase xd”. Generalmente se acostumbraba a repartirles pan hecho en casa, y a los niños se les preparaba un chilacayote recortado a manera de un rostro cómico para recibir ahí el pan que les regalaban, aunque hoy en día se regalan también frutas y dulces y algunos niños se disfrazan debido a las influencias de las tradiciones de otros países.
Otra de las costumbres de esta localidad es el intercambio de
ofrendas; ésta consiste en que justo el día en el que fallece una persona, los familiares llevan ofrendas (pan, chayotes, elotes, calabaza, así como también los platillos que el difunto prefería cuando estaba en vida), una vez intercambiadas las ofrendas, los familiares del difunto comen los alimentos intercambiados no sin antes rezar un padre nuestro.
En la noche de ánimas se acostumbra lanzar cuetes,
simbolizando la felicidad del encuentro de los difuntos con sus seres queridos. OFRENDAS EN PUÁCUARO.
En Puácuaro, como en todas las comunidades donde se tiene
esta tradición, los altares se colocan de manera diferente; si la persona falleció en ese mismo año o es su primer año de difunto, para montar su altar se coloca únicamente un nivel – una mesa-. Si la persona ha cumplido más años de muerto se agregan más niveles y el límite es de tres niveles por ofrenda.
Como ya se sabe, altar cuenta con elementos importantes los
cuales tienen distintos significados, entre las ofrendas importantes se encuentran los siguientes elementos:
Veladoras blancas: Simbolizan la luz que necesita el
difunto para llegar al camino. En Puácuaro, se coloca un camino de veladoras frente al altar para que el difunto sepa adonde deba de llegar.
Sal: Se coloca en un contenedor y significa la
purificación, es decir, que el altar está bendito y evitar que las malas vibras entren.
Agua: Se utiliza para saciar la sed del difunto, se coloca
en vasos u ollas. Copal e incienso: Significa que las oraciones rezadas llegarán al ruedo con Dios, es decir, al cielo.
Flores de cempasúchil: Simboliza los rayos del Sol y, en
ocasiones, se colocan caminos con los pétalos para guiar al alma su altar.
Alimentos: Se colocan chayotes, calabaza, elotes, pan,
manzana, plátanos, mandarinas, naranjas y también los alimentos que el difunto prefería en vida.
Papel picado: Se utiliza para darle folklore, representa el
viento. Los colores morado y amarillo simbolizan la dualidad entre la vida y la muerte. En Puácuaro se utilizan principalmente los colores de la bandera purépecha.
ELABORACIÓN DEL ALTAR
Para la elaboración del altar en Puácuaro se comienza por los
niveles según los años de fallecido del difunto, sin exceder los 3 niveles ya mencionados.
Se coloca sobre los niveles manteles bordados, principalmente
de punto de cruz. Sobre cada nivel se distribuyen los elementos antes mencionados, en cada casa se le añade su estilo familiar.
Los elementos no son colocados en lugares específicos del
altar, sino de la manera en que la familia lo prefiera. Sin embargo, es tradición colocar el camino de veladoras y pétalos de cempasúchil.