Performing Arts">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Mexico A Traves de Su Musica Saraí Torres López

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

México a través de su Música

El pasado sábado 17 de septiembre del 2022, a las 12 horas del día, se presentó un concierto
en el Museo Sumaya de la Plaza Carso ubicado en "Nuevo Polanco", Blvd. Miguel de
Cervantes Saavedra esquina Presa Falcón, Ampliación Granada, C. P. 11529, Ciudad de
México, el cual alberga una gran cantidad de obras de arte tanto de México como del
mundo. El concierto tuvo una duración de aproximadamente una hora. El concierto recibió
el título de:

México a través de su Música

En este concierto se presentó la Orquesta Filarmónica Infantil y Juvenil del Estado de


México, quienes interpretaron el siguiente programa:

 Obertura Mexicana – Rodrigo Lomán


 Tristes jardines – José de Jesús Martínez
 Dios nunca muere -
 Recuerdo – Alberto M. Alvarado
 Morir por amor – Belisario de Jesús García
 Sobre las olas – Juventino Rosas
 La llorona – autor por identificar
 La bruja – autor por identificar
 Son de la negra – Blas Galindo
 Florecita – Mariano Mercerón
 Nereidas – Amador Pérez
 Huapango – Jose Pablo Moncayo

Se presentó en el museo Sumaya, es una institución cultural que pertenece a la Fundación


Carlos Slim, A. C. Esta institución tiene distintas sedes, entre ellas la de Plaza Carso, ubicada
en la zona conocida como “Nuevo Polanco”. La intención de esta iniciativa es coleccionar y
difundir obras y testimonios artísticos tanto de México como del mundo. Este museo es una
obra de arte por sí mismo; su estructura vanguardista permite apreciar un edificio asimétrico
poco convencional, está cubierto por placas de aluminio en forma de hexágono que nos
hacen pensar en la piel escamosa de una serpiente, fue diseñado por Fernando Romero,
arquitecto mexicano reconocido por crear otros edificios de carácter vanguardista.

El concierto fue muy apreciado por el público, al término del concierto, la orquesta recibió
calurosos, enérgicos, y continuos aplausos además de aclamaciones de entre el público, al
ser música “popular” mexicana, y piezas muy bien conocidas por el público, fue un concierto
al que acudió mucha gente, además de que, debido al ambiente generado por las fiestas
patrias y la relación entre el programa que se presentó y las festividades, la gente lo disfrutó
bastante y escuchaban emocionados, algunos movían alguna parte de su cuerpo (cabeza, pie,
dedos) al ritmo de la música.
Rodrigo Lomán es un compositor y guitarrista mexicano, nació en Xalapa, Veracruz en 1986,
egresado con mención honorífica de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana.
Comenzó con una instrucción dentro de la música clásica de concierto, pero poco después,
tras conocer la música de Silvio Rodríguez y la llamada “nueva trova”, descubre una ventana
a otros estilos musicales, entre ellos el son jarocho y el son huasteco. Por lo que su música se
caracteriza por ser una mezcla entre la música clásica de concierto y la música tradicional
mexicana. Un de sus grandes composiciones es la Obertura Mexicana, la cual se estrenó el 18
de agosto del 2017 el mismo Rodrigo dijo sobre esta obra:

“Escribí la Obertura Mexicana concibiéndola como un breve recorrido por algunas regiones de
México: el sotavento veracruzano, la tierra caliente de Guerrero y Michoacán, el norte del país
y el Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, tejiendo así un viaje que honra a nuestra identidad
resaltando la enorme riqueza cultural que esta nación posee. A lo largo de la obra plasmé
reminiscencias de las bandas oaxaqueñas y norteñas, de las músicas de las fiestas patronales,
de las danzas mestizas, tratando de evocar las peregrinaciones en los pueblos, las ferias, los
fandangos, las comidas típicas, las formas de vestir, de hablar, de vivir. Todo esto se halla
estructurado dentro de una forma clásica de sonata, empleando recursos propios de la técnica
de la música clásica europea. Utilicé un nutrido contrapunto para aludir a la diversidad de
nuestras tradiciones; procuré emplear los timbres de forma muy colorida para emular lo
pintoresco de nuestras festividades; en algunos pasajes me basé en melodías características del
violín calentano, en otros imité figuras de la tuba tradicional del noroeste y del bajo sexto del
noreste, refiriéndome asimismo a sones, canciones y corridos originarios de estas regiones,
todos ellos acervo indispensable de mi ser mexicano”

Al escuchar esta obra se percibe de inmediato el carácter rapsódico de la obra, es decir, el


encadenamiento de diversos episodios en los que el compositor hace claras referencias a
diversas sonoridades, gestos, ritmos, armonías y trazos melódicos de la clara raíz popular. En
particular, se escuchan con claridad en la obra las referencias a las bandas de pueblo, la
sonoridad de música de mariachi, etc. logradas por Lomán a través de una hábil y eficaz
orquestación. En este sentido, las trompetas tienen un rol muy importante en varias
secciones de la pieza. La Obertura mexicana de Rodrigo Lomán, fue seleccionada en la
Convocatoria Jóvenes Compositores de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, y la presentaron
bajo la dirección de Lanfranco Marcelletti, en su estreno en la Sala de conciertos del Centro
Cultural Tlaqná en Xalapa, en el marco del concierto conmemorativo del 88 aniversario de la
OSX.

José de Jesús Martínez Pérez fue un pianista y compositor mexicano considerado como un
precursor del moderno nacionalismo musical mexicano; nació en Guadalajara, México el 17
de mayo de 1888 y murió en Cuernavaca el 2 de mayo de 1916. Estudió piano en Guadalajara
y en la ciudad de México, donde estuvo bajo la influencia romántica de Elorduy, Villanueva,
Castro, entre otros. Integró el quinteto Cosío Robelo, que tocaba en Chapultepec los
domingos por la mañana cerca de la avenida de los Poetas. También era inspector de bandas
de música del ejército federal, cuando el tren en que viajaba fue asaltado por los zapatistas,
quienes lo acribillaron a balazos cerca del Ajusco. Su obra musical sobrepasa las 50
composiciones, de las cuales son muy representativos sus valses Tristes jardines, Magdalena
y Corazón mexicano, grabados por pianistas como Manuel De la flor, Miguel García Mora y
Carlos Vázquez. Algunas de sus obras, parafrasean dentro de la corriente romanticista
salonesca, pregones, cantos y bailes tradicionales de su país. Tristes jardines es uno de sus
valses, y sin imaginarlo sería su vals póstumo, ya que cuando iba en el ferrocarril de México
a Cuernavaca, tuvo el lamentable suceso de toparse en media batalla entre Zapatistas contra
Carrancistas el 2 de mayo de 1916, donde trágicamente encontró su muerte; imprimiendo en
su partitura, lo que sería su triste destino, plasmado en una ejecución. Es un vals orquestal,
aunque hay arreglos para piano solo. Es de tempo Lento, en una tonalidad menor; la melodía
es profunda, intensa, de carácter triste, ya que pues narra la muerte del compositor.
Constantemente se repite el tema principal de la obra en distintos instrumentos, es muy
fácil escuchar esta obra y reconocer su estructura, ya que se repite lo mismo. Parece haber
cierta alternancia a lo largo de la obra entre partes alegres, y secciones en tonalidad menor
llegando a un clímax donde las percusiones y los timbales, así como la melodía en la parte de
los violines en notas muy agudas le dan mucha profundidad e intensidad en cuanto a
carácter, es una obra ternaria, ya que repite tres veces exactamente lo mismo, el mismo
tema, melodía, motivos rítmicos y armónicos exactamente igual. Es una composición que en
lo personal llega al alma, y transmite perfectamente su objetivo.

Alberto M. Alvarado fue un notable músico y compositor que dejó obras de fama
internacional como sus valses “Recuerdo” y “Río Rosa”. Nació en Durango el 10 de diciembre
de 1864 y falleció el 18 de junio de 1939. Los músicos de su orquesta Jesús Moreno y Mauro
Ricarti, recogieron del cuarto de estudio del difunto, la “Marcha Fúnebre”, que había escrito
para que fuera tocada en su sepelio, también se interpretaron sus valses “Recuerdo” y “Río
Rosa”. En julio de 1963, fecha de la celebración del IV Centenario de la fundación de la
ciudad de Durango, fue declarado el Vals “Recuerdo” himno regional de Durango. Su
nombre está escrito con letras de bronce en el kiosco de cantera rosa de la Plaza de armas de
la ciudad de Durango. Esta obra, vals Recuerdo, es valorada como una bella composición que
pertenece a lista de las mejores canciones de México y elaborada con interesantes versos a
partir del sentimiento de su compositor.

Belisario de Jesús García fue un compositor, letrista y director nacido 13 noviembre 1894en
Montemorelos, Nuevo León, fallecido el 31 agosto 1952. Debido a sus grandes dotes artísticas,
fue subjefe de Músicas Militares en la República, y director de varias bandas de música;
compuso más de cien melodías, entre las que se encuentran Marcha a Monterrey, Tango
Negro la cual fue un éxito en Argentina, Las cuatro milpas que se inspiró en la Hacienda
García en Montemorelos Nuevo León su pueblo natal, Ojos verdes y La mañana está de
fiesta, y Morir por amor la cual fue un éxito en Alemania, estas son algunas otras de sus
famosas composiciones. Morir por tu amor se trata de una peculiar obra y canción con tinte
romántico, concebida en medio de la Revolución Mexicana México. Es una obra musical que
posee un alto carácter romanticista., esto puede detallarse a la hora de la escucha con cada
uno de sus textos liricos en la forma de un melodioso canto; tornado a su vez como una
posible fusión de sonoridades armónicas y cadencias que forman ese estilo de vals a lo largo
del tema; además de sonar romántico, denota un amplio reflejo de nuestra propia identidad
como nación a lo largo de su contenido. Su estructura es percibida como un vals vernáculo a
los estilos mexicanos, con determinados caracteres que posteriormente serian considerados
como nacionalistas en aquel entonces. Comúnmente esta pieza suele encontrarse adaptada
para voz y acompañamiento de piano o de guitarra; e incluso con arreglos instrumentales
para piano solo; así como también para orquesta y voces solistas y/o coros.

Juventino Rosas (Santa Cruz, Guanajuato, 25 de enero de 1868 - Surgidero de Batabanó,


Mayabeque, Cuba; 9 de julio de 1894), fue un músico compositor mexicano, desde niño
mostró una gran disposición y talento para el aprendizaje de la música, siendo enseñado por
su padre a tocar el violín, su instrumento preferido. Vivió de joven en una vecindad del
barrio de Tepito en la Ciudad de México y trabajó de campanero, violinista, y cantor en los
servicios religiosos de la Iglesia de San Sebastián; es mundialmente conocido por el vals
Sobre las olas. Fue compuesto alrededor de 1885 y es hasta nuestros días, una de las piezas
musicales mexicanas más populares y que más ha trascendido a nivel internacional. Hay
distintas anécdotas sobre el momento en el que Juventino habría compuesto el vals: una dice
que lo hizo estando ante la mesa de la cocina mientras escuchaba el ruido del agua de una
fábrica cercana; y la otra, más apegada al romanticismo amoroso con el que luego se
identificará el vals, es la que nos narra el escritor y folklorista Rubén M. Campos con base a
testimonios de contemporáneos al compositor: Juventino estaba enamorado de la señorita
Mariana Carvajal, hermana de su amigo Fidencio, y los amigos supervivientes del músico
dicen que mientras ella lavaba en el río, Juventino, sentado en el ribazo norte, compuso para
ella en su violín el vals Sobre las olas, que primero se llamó A la orilla del arroyo, esto
ocurrió en el año de 1885. En todo caso, ambas versiones coinciden en que fue en el pueblo
de Santa María Cuautepec. Durante un año el vals se tocó solamente en Cuautepec, pero al
interpretarlo Juventino en la Ciudad de México, se hizo popular entre las orquestas
capitalinas. Miguel Ríos Toledano transcribió al piano el vals y lo renombro como Sobre las
olas. En términos melódicos y en relación con el resto de los valses de Juventino Rosas,
Sobre las olas es el más sencillo, en su sentido rítmico, también es sencillo, ya que Rosas
empleó solamente las figuras más sencillas del vals: la blanca con punto, la blanca y la negra.

La Llorona es una canción popular mexicana originada en la región del istmo de


Tehuantepec, en Oaxaca. No existe una versión única de la canción y su fecha de creación,
así como su compositor son desconocidos. Aunque a menudo es asociada con la leyenda de
la Llorona, su relación es incierta. Muchos autores han creado o derivado diversos versos
sobre su armonía, convirtiéndola en una historia de amor y/o dolor representativa de la
música tradicional. En su versión más común, La Llorona pertenece al género de los sones
istmeños, con un compás de 3/4 con cierta semejanza al vals. La bruja es un son tradicional
jarocho o canción popular veracruzana de autor desconocido. Es uno de los sones más
reconocidos de la región jarocha o de sotavento, y forma parte de la tradición del fandango
de esa región. Al igual que otros sones veracruzanos tradicionales, su letra ha sido
modificada a través del tiempo y enriquecida con añadidos e improvisaciones, por ello
existen distintas versiones, ya que en el son jarocho son muy tradicionales las
improvisaciones, agregando o quitando palabras de más de algún verso. Se canta en primera
persona cambiando desde la perspectiva de la "víctima" o de la "bruja", tiene una letra jocosa
y picaresca, manejando el doble sentido entre el tema de la brujería y el de la seducción;
utiliza este símbolo de modo jocoso para connotar lo inusual, en el tiempo de antaño, del
cortejo por parte de una dama; de ese modo, puede recrear la interpretación del símbolo
"bruja" como ponderación de "lo diferente" o "lo otro", y de algún modo como aceptación e
incluso regocijo ante la diferencia o novedad. Al igual que su autoría, también se desconoce
su fecha de creación, pero se sabe que es uno de los sones jarochos más antiguos, y forma
parte del sincretismo entre los símbolos del Viejo y Nuevo Mundo.

Blas Galindo (San Gabriel, Jalisco, 3 de febrero de 1910 - Ciudad de México, 19 de abril de
1993), fue un compositor, director de orquesta y profesor de música mexicano. Perteneció al
“grupo de los cuatro” al lado de Daniel Ayala Pérez, Salvador Contreras y José Pablo
Moncayo. Comenzó sus estudios musicales en su pueblo natal San Gabriel, antes de
trasladarse a la Ciudad de México, para ingresar a los 21 años al Conservatorio Nacional de
Música, donde estudió con Carlos Chávez, y se graduó doce años después con el grado más
alto. En 1941-1942, asistió en Tanglewood a un curso con Aaron Copland, y en 1966, cofundó
la Academia Mexicana de las Artes. Su obra, influida por la musical mexicana, indígena y
mestiza, incluye música para la escena, sinfónica, coral y de cámara. Asimismo, compuso
numerosas obras para piano, muchas de ellas buenos ejemplos del repertorio atonal
modernista latinoamericano. Como director de orquesta, se presentó en numerosos países
de Europa y América, donde dio a conocer repertorio nuevo propio y de otros compositores
mexicanos e hispanoamericanos. Una de sus composiciones es El son de la negra, un son
tradicional del sur de Jalisco, famoso por sus distintas versiones, en particular la de mariachi.
Fue popularizado luego de que Blas Galindo lo incluyera en su obra para orquesta de cámara
Sones de mariachi. La pieza fue presentada por primera vez en el Programa de Música
Mexicana del Museo de Arte Moderno de Nueva York, aunque, según el etnólogo Jesús
Jáuregui, durante su historia se le han realizado modificaciones y arreglos, lo que hace difícil
atribuirla a un solo autor o época. Ha llegado a convertirse en representativa del folclore
mexicano o relativa a México a nivel internacional; de hecho, es tradicional que la entrada
de un mariachi a una casa, fiesta, o evento se haga caminando e interpretando El son de la
negra. Se supone que el inicio de la canción, se imita a una locomotora, ya que una de sus
estrofas, cuando dice: hojas de papel volando, es una metáfora que hace referencia a las
banderas que casi todas las locomotoras de la época solían llevar en el frente, y que, a
medida que avanzaban, se movían con el viento.

Mariano Mercerón (Santiago de Cuba 19 de abril de 1907 — 26 de diciembre de 1975,


México) fue un compositor y saxofonista cubano. Realizó una labor importante como
director de orquesta en Cuba y fue un difusor de la música popular cubana en México. El
repertorio de su orquesta, formado casi por completo por sus composiciones, incluyó
géneros diversos de la música cubana como afro, rumba, son y boleros. Su pieza La Florecita
demuestra claramente su estilo característico compositivo, tiene un carácter muy bailable y
relajado, de un estilo parecido en un inicio al jazz, aunque efectivamente como sus demás
composiciones tiene un estilo parecido a los géneros musicales que el empleaba, son, bolero,
afro. En esta pieza únicamente participan instrumentos de aliento y percusión.

Amador Pérez Torres "Dimas" fue un músico mexicano, nacido en Zaáchila, Oaxaca el 15 de
abril de 1902 y fallecido en la Ciudad de México el 30 de enero de 1976. Entre sus obras más
destacadas se encuentra el danzón Nereidas, cuyo nombre evoca de inmediato el ritmo
cadencioso, tropical y sensual del "danzón". Obra compuesta por encargo al compositor para
luego convertirse en una pieza musical sumamente popular y representativa del género. Su
nombre alude a las Ninfas del mar mediterráneo. En los salones de baile es famoso el estreno
de Nereidas, cuando Daniel Sidney encargó al maestro Amador Pérez Torres una
composición especial para inaugurar su nuevo cabaret que estaría ubicado en la populosa
colonia Guerrero en la CDMX; la gran apertura del salón Nereidas reunió a lo más selecto
del público, se dice que desde la primera interpretación de la esperada pieza, los aplausos y
la aceptación fueron inmediatos; tanto así que tuvo que repetirse en varias ocasiones
durante esa velada. Nereidas tiene una fina inspiración, cadencia excepcional y una delicada
esencia mexicana, y poco a poco fue integrándose en el gusto de todas las clases sociales de
la capital, luego en cada rincón de México y en muchos países.

José Pablo Moncayo fue un pianista, percusionista, maestro de música, compositor y director
de orquesta mexicano. Como compositor representa uno de los más importantes legados del
nacionalismo mexicano en la música, junto a Silvestre Revueltas, Carlos Chávez y Julián
Carrillo. Produjo algunas de las obras maestras que simbolizan de mejor manera la esencia
de las aspiraciones nacionales, así como de las contradicciones en el México del siglo XX; su
obra más conocida, Huapango, para orquesta sinfónica, es una obra inspirada en los sones
veracruzanos que estudió durante una visita al puerto de Alvarado (junto con Blas Galindo),
Veracruz y que incluye motivos tanto melódicos como rítmicos de varios sones, entre los
que son más evidentes: "El Siquisiri", "El Balajú" y "El Gavilancito", junto con otras obras,
representa la cúspide del nacionalismo musical mexicano de mediados del siglo XX. El
Huapango se estrenó el 15 de agosto de 1941 en el palacio de Bellas Artes, interpretada por la
Orquesta Sinfónica de México bajo la dirección de Carlos Chávez, es sin duda alguna, la obra
más conocida de Moncayo. Es asociada a la producción cultural y audiovisual nacionalista de
México, a tal punto que se le ha considerado el segundo Himno Nacional Mexicano. Fue
compuesta a partir de la reinterpretación de los ritmos tradicionales del huapango,
principalmente veracruzanos, y de piezas de dicha región como El siquisirí, El Balajú y El
gavilancillo. Tras una escucha atenta a esta obra, se puede identificar que el compositor
logró transportar a la orquesta algunos de los sonidos del conjunto instrumental típico del
huapango. Tiene una rítmica bastante compleja, con un compás de dos contra tres. Es una
melodía tan apreciada, que es tradición que se interprete en las fechas septembrinas, el 15 y
16 de septiembre, aunque no tenga una relación aparente con la Independencia de México.

En lo personal aprecié bastante la interpretación de la orquesta sobre estás piezas tan


tradicionales mexicanas, aunque no fue un trabajo limpio de su parte, hubo varios errores de
tiempo, e inclusive de afinación. Creo que la selección del programa fue acertada para las
fechas, tradiciones y festividades, aunque un poco repetitivo. Fue un concierto lleno de
alegría, por parte de los intérpretes, es decir los de la orquesta hicieron una buena
interpretación, podía verse en ellos entusiasmo y motivación. Una crítica que tengo es sobre
la ejecución del Huapango, falto un poco más de precisión en el ritmo y la métrica, así como
del tempo de la obra. Fuera de eso me pareció un muy buen concierto, (aunque muy
personalmente, este tipo de música no es de mi gusto ni de mucho agrado, claro, con
excepciones de algunas obras). con muy buenas interpretaciones de cada una de las piezas
presentadas.

Saraí Torres López


Alumna activa del Conservatorio de Música del Estado de México.
Tel. 7228516102
(No pongo redes sociales, porque no tengo debido a que pienso que las mismas son perdida
de tiempo. también no hago uso de ellas por temas de seguridad)

También podría gustarte