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Tesis Patricio Spencer Final
Tesis Patricio Spencer Final
Tesis Patricio Spencer Final
FACULTAD DE INGENIERÍA
Departamento de Ingeniería Industrial
FACULTAD DE QUÍMICA Y BIOLOGÍA
Departamento de Biología
Santiago – Chile
2015
© PATRICIO ANDRÉS SPENCER MOYA, 2015
Se autoriza la reproducción parcial o total de esta obra, con fines académicos, por
cualquier forma, medio o procedimiento, siempre y cuando se incluya la cita
bibliográfica del documento. Algunos derechos reservados. Esta obra está bajo
Licencia Creative Commons. Atribución-No Comercial-Chile.
MODELO DE INTERVENCIÓN E.C.R.O-ANT PARA UN CENTRO DE
INVESTIGACIÓN EN UNA INSTITUCIÓN ESTATAL CHILENA.
Este trabajo fue elaborado bajo la supervisión de la Dra. Gloria Baigorrotegui del Instituto de
Estudios Avanzados, de la Universidad de Santiago de Chile y aprobado por la comisión de
seguimiento.
________________________________
Dr. Rodolfo Madrid Montecinos
Vicedecano de Investigación y Postgrado
MODELO DE INTERVENCIÓN E.C.R.O-ANT PARA UN CENTRO DE
INVESTIGACIÓN EN UNA INSTITUCIÓN ESTATAL CHILENA.
Doy fe de que esta Tesis no incorpora material de otros autores sin identificar
debidamente la fuente
Fecha:
i
RESUMEN
Entendiendo que el desarrollo de la innovación incide positivamente en el Factor Total de
Productividad FTP y comprendiendo que, para lograr promover dicha innovación en los centros
de investigación chilenos, consideramos apropiado promover acciones creativas en ellas a
partir de intervenirlas en base a un modelo que dialogue tanto con las personas, sus grupos,
sus tareas y sus materialidades. Por esta razón, proponemos en este trabajo la intervención en
base a un modelo que contemple tanto lógicas dialécticas, del psicoanálisis, como las
semiótico-materiales. Para ello tomaremos como antecedentes el modelo de Esquema,
Conceptual, Referencial y Operativo (E.C.R.O.), del psicoanalista Enrique Pichón Rivière y la
teoría socio-tecnológica del actor-red o ANT (Actor Network Theory) del sociólogo Bruno
Latour.
Presentamos para ello el trabajo teórico-metodológico de acompasar y vincular ambas lógicas
considerando el diseño, ajuste e implementación piloto del modelo E.C.R.O-ANT, el cual fue
concebido idealmente para ser implementado en un centro de investigación de una institución
estatal, donde se vinculasen los mundos relativos a la experimentación científica y los
negocios. Después de la selección, la toma de contacto y el acuerdo con el gerente
departamento de I+D del centro de investigación estatal chileno, presentamos un plan de
intervención de 20 sesiones, congregando en cada sesión a 7 participantes con diversos
cargos, dentro de los cuales se incluyó al propio gerente. Para el desarrollo de cada sesión, la
metodología que presentamos contempla la participación entendida en un sentido amplio, es
decir, una participación humano-artefactual conformando un grupo-tarea, el cual definimos
como un colectivo de personas y agentes no-humanos, que articulados por representaciones
internas y negociaciones materiales externas, implícita y explícitamente, realizan una tarea que
conforma su finalidad, interactuando y re-codificando sus disposiciones humano-materiales, a
través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación de roles. Así, en base a los
supuestos psicoanalíticos del enfoque E.C.R.O. proponemos trabajar en un encuadre
específico, el cual permitirá reprogramar los vínculos humano-materiales en el equipo del
departamento de I+D del centro de investigación estatal chileno.
Los resultados de esta tesis nos señalan que el modelo E.C.R.O-ANT logró evaluaciones
positivas en el centro de investigación intervenido, basadas en mecanismos de evaluación
cuali-cuantitativos que adaptamos previamente. Finalmente, dejamos abiertos espacios de
discusión teórico-metodológica para la retroalimentación continua del modelo E.C.R.O-ANT.
ABSTRACT
Understanding that the development of innovation positively affects the Total Factor Productivity
FTP and understanding that in order to promote such innovation in Chilean center R & D, we
consider appropriate to promote creative actions on them from altering them based on a model
that dialogue with both individuals, their groups, their tasks and their materiality. For this reason,
we propose in this paper the intervention based on a model that includes both logical dialectic,
form psychoanalysis, as semiotic-materials. We will take as background model Scheme,
Conceptual, Referential and Operative (SCRO), the psychoanalyst Enrique Pichón Rivière and
socio-technological actor-network theory or ANT (Actor Network Theory) sociologist Bruno
Latour.
We present to it the theoretical and methodological work synchronize and link both logical
considering the design, adjustment and pilot E.C.R.O-ANT model, which was designed ideally
for an R & D center that would link the worlds relating to scientific experimentation and business
implementation. After selection, making contact and agreement with the manager of the R & D
center in Chile, presented an intervention plan 20 sessions, congregating in each session to 7
participants with various charges, among which was included the manager himself. For the
development of each session presented the methodology includes participation in a broad
sense, that is, a human-artefactual participation forming a group-task. Thus, based on
assumptions of psychoanalytical approach E.C.R.O. intend to work in a specific framework,
which seeks to reprogram attitudes in the group defined in terms of membership, relevance,
cooperation, communication, order and learning.
The results of this thesis show us that the E.C.R.O.-ANT model achieved positive evaluations in
organizing R & D operated, based on mechanisms of quali-quantitative assessment previously
adapt. Finally, we open spaces of theoretical and methodological discussion for continuous
feedback E.C.R.O-ANT model.
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTOS
TABLA DE CONTENIDOS
RESUMEN .................................................................................................. I
ABSTRACT ............................................................................................... II
AGRADECIMIENTOS ..............................................................................IV
APÉNDICE 1 ........................................................................................... 74
ANEXO 1 ................................................................................................. 76
ANEXO 2 ................................................................................................. 78
ANEXO 3 ................................................................................................. 81
vii
1.- Antecedentes
Comenzamos el trabajo de tesis abordando una problemática presente en el país desde los
años 2000 en adelante, vinculada principalmente con la necesidad que Chile pueda alcanzar
los estándares de vida de las naciones desarrolladas. En este sentido, la presidenta en el año
2007 (CORFO, 2007) señaló: “Para alcanzar los estándares de vida de las naciones
desarrolladas es indispensable convertirnos en un país más innovador”.
Asimismo, Jean-Jacques Duhart, Director Ejecutivo del Comité INNOVA Chile de CORFO, del
año 2007, planteó que “hoy la innovación comienza a permear de manera transversal
empresas de distintos tamaños -pequeñas, medianas y grandes- y en muchos casos es el
resultado de la colaboración y de esfuerzos compartidos entre empresas integrantes de una
misma cadena o industria” (CORFO, 2007, pág. 7).
Para el logro del desarrollo de dicho lenguaje común, CONICYT lanzó durante el 2008 un
manual de conceptos básicos de ciencia, tecnología e innovación, cuyo objetivo fue el
establecimiento de un vocabulario base, sobre el cual construir una visión compartida de los
aspectos principales del desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación, articulada a
través de los diversos actores que forman parte de la tarea de impulsar la innovación en Chile.
1
Las actividades innovativas son los principales insumos del proceso innovativo, es decir, son todas aquellas
actividades, incluidas las actividades de I+D, que conducen efectivamente o tienen por objetivo conducir a la
introducción de innovaciones (fuente: Manual de Oslo, 2005, OCDE). Si bien las actividades innovativas son un insumo
para la innovación, éstas no necesariamente conducen a realizar innovaciones durante los años en que se efectuaron
estas actividades. Es decir, puede suceder que se realicen esfuerzos en actividades innovativas, sin embargo, éstas no
generen innovaciones. A través de estos insumos, excluida la I+D, la empresa puede adquirir lo que la bibliografía
especializada denomina un “cambio técnico incorporado” y un “cambio técnico desincorporado”. El primero está
asociado a las máquinas y equipos y el segundo al pago de licencias y royalties.
3
Chile ha ido avanzando hacia los niveles de innovación de países desarrollados, ya que
la tasa de innovación nacional aumenta de un 19% a un 24%. Esto se explica
principalmente por el aumento en el número de empresas que realizan algún tipo de
innovación en 10 de los 13 sectores para los años 2011 y 2012.
En Chile, son mayoritariamente las Grandes Empresas las que realizan algún tipo de
innovación, seguidas de las Medianas y de las Pequeñas Empresas. Lo mismo sucede
con el esfuerzo en actividades innovativas que realizan las empresas.
Siguiendo la tendencia de la encuesta anterior, las empresas declaran que los altos
costos para innovar y la falta de fondos, son los principales obstáculos para que
realicen algún tipo de innovación.
Si bien dentro de las conclusiones se destaca que Chile ha ido avanzando en los niveles de
innovación de países desarrollados, hacemos notar que dicho avance podría estar impulsado
por la compra de equipos más modernos y por el desarrollo de actividades I+D al interior de las
grandes empresas. No obstante, para dar el siguiente paso, se debería fortalecer el vínculo
entre la empresa y las actividades científico-tecnológicas; vínculo que todavía se encuentra
débil según nos muestran los datos de la OCDE, donde se enfatiza que el gasto en I+D e
innovación, sobre todo por parte del sector empresarial, sigue siendo muy bajo (OCDE, 2015).
Al respecto, nos interesa señalar de forma general los lineamientos propuestos por el plan de
innovación 2014-2018 a cargo de la División de Innovación del Ministerio de Economía
Fomento y Turismo, los que enfatizan el des-alineamiento de la inversión en I+D en Chile, la
cual, además, se concentra en las universidades. Así, se señala en dicho programa:
“La arquitectura del gasto en I+D que se realiza en Chile no se ha desarrollado en torno a los
sectores productivos donde el país más los requiere. La actividad minera representó el 2013 el
12% del PIB, gastando en I+D sólo el 0,04% del PIB minero con 429 investigadores en I+D en
todo el país, lo que representa al menos 10 veces menos que países comparables en este
sector, como Australia.
Tanto el personal I+D como los investigadores tienen una escasa relación con la industria
productiva. Mientras el promedio en la OCDE de personal dedicado a I+D en empresas es el
53%, en Chile sólo 32% de los investigadores trabaja en empresas (2013). En los países
desarrollados, donde el sector privado es el que concentra tanto el gasto como el personal que
realiza investigación productiva, la ciencia y la tecnología está mucho más cerca de la industria.
Esta mayor presencia del sector privado en I+D refleja capacidades mayores para crear nuevos
productos y servicios basados en nuevo conocimiento que en Chile escasean en forma crítica”
(Ministerio de Economía, 2015, pág. 8).
4
De esta cita podemos enfatizar que en Chile existe aún demasiada distancia entre la Ciencia y
Tecnología respecto de la industria. Aún así, el informe enfatiza que “la calidad y productividad
de la investigación realizada en Chile es buena y creciente. Para generar I+D de calidad,
construir las capacidades idóneas se hace imprescindible, comenzando por tener el capital
humano avanzado de punta requerido, materia en la cual Chile se ha movido en la dirección
correcta sin embargo, a escalas todavía pequeñas” (Ministerio de Economía, 2015, pag.8).
En este sentido, podemos observar que ambas áreas de producción por un lado la Industria y
por otro la Ciencia y Tecnología, están trabajando con gran exigencia en sus labores, pero sin
converger en necesidades comunes. De esta manera, por ejemplo, los científicos-tecnológicos
son altamente capacitados en el conocimiento de la ciencia, mas no en el de las negociaciones
tecnológicas, lo que involucraría el desarrollo de nuevas habilidades. Lo mismo sucedería en el
caso de los cargos empresariales que, enfocados en la producción, sólo se sostienen en el
manejo de modelos de negocios, dejando de lado la posibilidad de desarrollar innovaciones
tecnológicas asociadas con centros de investigación nacionales
“La investigación que se realiza en las universidades se relaciona en muy baja proporción con
los sectores productivos del país. Hay dos fallas principales en el sistema de transferencia
tecnológica. Por un lado las áreas donde se realiza investigación no están alineadas con la
realidad productiva del país y, por otro lado, dichos esfuerzos no transforman conocimiento en
innovación. Lo anterior se explica en parte por la débil relación entre el sector privado y los
centros de conocimiento. Sólo un 9,47% de nuestras empresas grandes colaboran en
innovación con instituciones de educación superior o instituciones públicas de investigación y
apenas un 2,68% de nuestras pymes lo hacen. Las relaciones entre las universidades/centros
de investigación y la industria productiva son el corazón de las redes de innovación, sin
embargo, en Chile estas relaciones están todavía en una etapa incipiente” (Ministerio de
Economía, 2015, pág 10)
En esta línea de reflexión, el Plan de Innovación 2014-2018 se hace cargo a través de 4 ejes
de acción (Ministerio de Economía, 2015, pág. 11):
Desde esta mirada estratégica, comprendemos que para impulsar la innovación basada en
ciencia y tecnología “el recurso humano altamente calificado es la base sobre la que se
sustenta toda la actividad científica, de desarrollo tecnológico e innovación” (CPCDC, 2015,
pág. 30) siendo crucial para fomentar los vínculos entre la industria y la Ciencia y Tecnología,
ya que “sin ellas, poco se puede obtener incrementando los recursos dirigidos a financiar mayor
investigación o a fomentar la innovación empresarial” (CPCDC, 2015, pág. 30). Dado lo
anterior, es que consideramos que se requiere una nueva mirada en relación con la concepción
de lo que es sociedad y tecnología. En este sentido, comprendemos que la sociedad no está
separada de la tecnología, sino que se interconecta a través mutuas relaciones socio-
materiales entre los recursos humanos (actores) y los recursos tecnológicos (actantes) (Latour,
1999, 2005). De esta manera, la alta especialización del recurso humano es el resultado de
reiteradas vinculaciones con los recursos tecnológicos, que en la medida que han persistido en
6
el tiempo, permite identificarlos como “especialista en….”. En relación con ello, es que la
presente tesis propone un modelo de intervención en centros de investigación, que trabajen
con el vínculo entre organizaciones con o sin fines de lucro, centrando su acción en la
promoción de actividades innovadores, lo que permitirá articular soluciones creativas de
manera multi e interdisciplinaria.
Como hemos mencionado con anterioridad, para promover los vínculos entre la industria con
los centros de investigación estatales, proponemos considerar tanto a los recursos materiales
como a los recursos humanos. Tal como se sabe, actualmente existe una gran variedad de
modelos usados (Ontológicos, Sistémicos, Neurolingüísticos, entre otros), centrándose la
mayoría de ellos principalmente en tres factores; pensar, sentir y actuar. Para estos modelos,
los artefactos son considerados como herramientas que los recursos humanos necesitan para
actuar, al respecto destacamos:
2
Para el desarrollo de nuestro modelo ECRO-ANT concebimos la relación artefactual entre actores humanos y no
humanos, en este sentido los artefactos se hacen presentes no como resultado de la acción de los actores humanos
sino como co-partícipes en una relación humano-artefactual, la cual al desplegarse requiere de tiempos y recursos, los
cuales se consideran en el modelo ECRO-ANT a través de las negociaciones humano-materiales.
7
Coaching Ontológico (Cocrear, 2106): modelo creado en Chile por el Dr. Echeverría el que
centra su metodología en el dominio del Ser, en el que los participantes y las organizaciones
re-aprenden, a través de un aprendizaje transformacional que cuestiona, respetuosamente, los
modos tradicionales de percibir e interpretar. Para este modelo, la tarea del facilitador o Coach
es hacer que su coacheado aprenda a ser un observador diferente, es decir, que aprenda a
percibir su entorno con un campo de acción más amplio. Para lograr dicho aprendizaje el coach
trabaja sobre una de tres áreas de acción, la emoción, el lenguaje o el cuerpo. Este modelo
concibe que, si una de las tres áreas cambia, entonces las otras dos también cambiarán. Este
modelo centra su acción en el ser ontológico de cada uno de los participantes. Un ejemplo de
esto se muestra en la siguiente cita: “El lenguaje es lo que nos define como seres humanos.
Nos sirve para coordinar acciones. Destaca cómo podemos nosotros desde las declaraciones
rediseñarnos a nosotros mismos. En la medida en que yo sea coherente con mis acciones voy
a poder diseñarme o rediseñarme de tal manera” (Papapelo, 2011, en línea).
En nuestro caso el modelo E.C.R.O-ANT coordinaría a las personas, a través de los artefactos
con los cuales se vinculan, reconociendo el lenguaje a modo de códigos entre personas y
artefactos. Este lenguaje es abordado a través un encuadre que le permitiría a la coordinación
evaluar el síntoma grupal y coordinar los obstáculos epistemológicos, usando la escucha
psicoanalítica del E.C.R.O y los aspectos socio-materiales presentes en el ANT, promoviendo
de esta manera un aprendizaje creativo.
i) Modelo conceptual, es decir, una comprensión fácil que identificaría los asuntos
subyacentes que evitan que los individuos y las organizaciones alcancen sus objetivos,
sumado a la incorporación de una mirada más integral de lo que hace la organización,
entendiendo los desafíos adaptativos que ésta enfrenta.
8
En una línea similar pero algo distinta, nuestro modelo E.C.R.O-ANT lo entendemos de una
forma adaptativa, pero de forma extendida, es decir lo consideramos como humano-en-vínculo-
con-sus-materialidades y así, la intervención misma (pre)dispondría configuraciones humano-
materiales que quebrarían los patrones nuevos y con ello enriqueceríamos la labor de imaginar
otros escenarios. En este sentido, la tensión natural entre liderazgos que se presentan en los
aspectos teórico-metodológicos del modelo E.C.R.O-ANT (liderazgo del progreso versus
liderazgo de la resistencia), coordinada a través de una escucha psicoanalítica interpretativa
que considera las relaciones humano-materiales, dispondría en los participantes el deseo y la
emergencia de nuevos prototipos o proyectos, por lo que dicho aprendizaje ocurre en un
contexto situacional en el aquí y el ahora, movilizando las actitudes de los participantes.
De esta manera, podemos señalar que la propuesta de intervención de esta tesis se configura
a través de una mirada psico-socio-tecnológica, que es articulada principalmente por un
encuadre que contiene lo artefactual y lo emergente, en el que se vinculan tanto los recursos
humanos (actores humanos) como los tecnológicos (actantes). En este sentido, el modelo
E.C.R.O-ANT, es propuesto como la síntesis de una nueva mirada a través de la convergencia
de dos modelos teórico-metodológicos, por una parte, el modelo de Esquema Conceptual
Referencial y Operativo, cuyo acrónimo es E.C.R.O creado por Enrique Pichón Rivière y por
otro, la teoría de Actor Red o Actor Network Theory (ANT) de Bruno Latour.
cual permite puntualizar y anudar tanto los deseos de los actores humanos, como la
participación de los no-humanos a través de una nueva idea, de una nueva manera de
confrontar líneas de pensamiento diversas, dentro de la cual se incluye a la diferencia como
área principal de reflexión crítica.
Consideramos que el gran aporte de articular en un modelo conjunto a las teorías de Pichón-
Rivière y Latour, reside en su capacidad de entregar una nueva forma de entrelazar ideas entre
redes de relaciones humano-materiales tan diferentes, como son las redes del ámbito de la
Industria respecto de las redes en el ámbito de la ciencia y la tecnología. En este sentido, la
materialidad se va haciendo presente en las negociaciones de poder, mostrándose como un
agente participante en dichas relaciones, en la que se transan normas y hábitos plasmados a
través lógicas-humano-materiales-protocolares, diferenciadoras para cada institución.
Por último, enfatizamos que el lenguaje, la acción corporal y los artefactos, son los
articuladores que convergen a través del modelo E.C.R.O-ANT en un propósito común, en este
caso, el de crear un nuevo proyecto orientado a promover una red humano-material centrada
en la innovación.
10
El modelo E.C.R.O concibe al grupo como un campo de trabajo. Tal como sostuviera Pichón-
Rivière, el grupo será entendido como “el conjunto de personas que ligadas por constantes de
tiempo y espacio, y articuladas por su mutua representación interna, se proponen explícita o
implícitamente, una tarea que constituye su finalidad, (Pichón- Rivière, 1983, págs. 142), a lo
que agrega el autor “interactuando a través de complejos mecanismos de asunción y
adjudicación de roles” (Pichón- Rivière, 1983, págs. 189), en este sentido, no habría grupo sin
tarea, sea ésta explícita o implícita.
De lo antes señalado, entendemos que las nociones de grupo centrado en la tarea (grupo-
tarea) y el concepto de equipos de trabajo, son similares dado que ambos consideran estar
constituidos estructuralmente en relación a una tarea u objetivo. No obstante, para el modelo
E.C.R.O la estructura estaría representada en términos de modelos centrados en la psique que
reconocería el coordinador y sobre la cual actuaría, mientras que los para los equipos de
trabajo, la representación estructural estaría principalmente alrededor del trabajo que se
estabiliza entre los individuos y las las instituciones y organizaciones que los alojan. De este
modo se irían distinguiendo los modos de hacer particulares de empresas, centros de
investigación entre otros. Los requerimientos asentados por las prácticas y formas de hacer
previas e históricas son las que alojarían y le darían un sentido, propiedad y urgencia, a quipos
de trabajo, prioritariamente.
En este sentido, desde lo explícito del grupo-tarea se trabajaría en son de reconocer como
“surgen ciertos tipos de dificultades, de lagunas, de cortes en la red de comunicación, montos
de exigencia que aparecen como signos emergentes de obstáculos epistemológicos… Este
obstáculo o dificultad denuncia una actitud de resistencia al cambio” (Pichón- Rivière, 1985,
pág. 235). La práctica explícita del grupo-tarea vista desde la acción, permite distinguir y
señalar al coordinador, desde lo implícito de la práctica, tipos de dificultades comunicativas, las
que permiten al coordinador traducirse en términos de resistencia al cambio. Es en este
aspecto de la condición de grupo centrado en la tarea en la que el rol de coordinador articula la
tarea latente, con el fin de promover un cambio operativo (de una situación a otra) en que lo
explícito, de esta manera el coordinador interpreta hasta que aparezca algo nuevo, un nuevo
descubrimiento o un nuevo aspecto del obstáculo.
Un aspecto destacable del modelo E.C.R.O es desde dónde se sitúa el análisis para la
intervención y cómo reflexivamente requeriría concebirse.
integrantes de un grupo-tarea, relaciones vinculadas tanto en relación con la tarea como con
cada uno de los integrantes y con el equipo coordinador, el cual coordinará la formación de un
grupo-tarea. El equipo coordinador debería estar atento y “pensar siempre en la relación entre
cuerpo, espacio, tiempo y ubicación de los objetos”. (Pichón-Rivière, 1985, pág. 104). En este
sentido, el modelo E.C.R.O concibe en los integrantes de un grupo-tarea el modelo mental de
espacio-tiempo en estructuración, un modo de ser corporal de los integrantes y una ubicación
de los objetos en relación con cada uno de los integrantes, los que a su vez estarían vinculados
con sus modos de ser.
Para la aplicación del modelo E.C.R.O, el Dr. Pichón Rivière creó una técnica a la que llamó
Grupo Operativo, esta técnica consiste en hacer consciente lo inconsciente, o explícito lo
implícito (Andrade,2011). Para su construcción ha diagramado un encuadre con cuatro
dimensiones presentes en la Tabla 1.1:
3° El equipo coordinador, formado por los roles fijos o estatus, tales como el coordinador y el
observador (forman parte del círculo concéntrico).
14
4° El eje de la tarea explícita e implícita, en la cual trabajan tanto los integrantes como la
coordinación.
La articulación de este dispositivo, a través del equipo coordinador, permite abordar a través
del campo de trabajo, tanto los problemas de la tarea como los problemas personales
relacionados con la tarea, permitiendo realizar un aprendizaje que tiene carácter grupal. En
este sentido, podemos señalar que el proceso de esclarecimiento en un grupo tiende a ser
dialéctico, es decir, a romper las situaciones dilemáticas, las que se caracterizan “como
situaciones que impiden el cambio, porque los problemas se plantean en forma dilemática
como opción entre el sí y el no, donde no hay posibilidades de solución” (Pichón-Rivière, 1985,
pág. 238). Estos aspectos, una vez abordados permiten operar en el campo de trabajo (pro)
moviendo “situaciones con solución, que son las situaciones dialécticas, donde a través del
proceso de inter-juego se maneja sin problema hasta resolverlo en forma de una solución”
(Pichón-Rivière, 1985, pág. 238). Ahora bien, como hemos señalado anteriormente, siendo el
E.C.R.O un modelo en movimiento, entendemos que el conflicto resuelto antes a través de una
síntesis, puede volver otra vez a funcionar como tesis, generando una operación, pues allí
mismo se establecen nuevas situaciones de contradicción describiéndose un nuevo momento
dilemático.
psíquico, que opera entre cada uno de los integrantes del grupo-tarea con la
coordinación.
Más aún, si la novedad de la tarea no es aceptada por los integrantes del grupo-tarea, esto se
manifestará como resistencia al cambio a través de la presencia de dos miedos, el miedo a la
pérdida y el miedo al ataque. El primero de estos miedos se relaciona, con la pérdida de un
logro previo, y por tanto con una seguridad previa para los integrantes del grupo, y el segundo,
se relaciona con el sentimiento de verse vulnerable o indefenso ante la pérdida anterior. Ambos
miedos, se encontrarían permanentemente articulados entre los integrantes del grupo durante
todo el proceso grupal (Pichón-Rivière, 1985).
Para Bion (1979) los miedos manifestados por la persona, tanto al ataque como a la pérdida, y
por el grupo de forma manifiesta (esquizo-paranoide) o de forma latente (actitud depresiva) se
acompañan de mecanismos compensatorios. Estos se reconocerían en la conformación de
dinámicas sub-grupales reconocidas como apareamiento, y en cada integrante del grupo se
16
3) Líder del progreso: es aquel líder de carácter democrático que admite y promueve la
productividad grupal y la tarea en conjunto.
El aporte de estos autores es importante en la actualización del modelo E.C.R.O, puesto que
investigaciones posteriores (Pons Verdú & Ramos López, 2012) han señalado que la
incorporación de los estilos de liderazgo relacionados con la Inspiración Motivacional y la
Estimulación Intelectual son importantes dado que facilitarían en los integrantes de un grupo
modos de hacer novedosos y menos temerosos.
Desde la concepción del modelo E.C.R.O estos estilos de liderazgos serían promovidos en los
integrantes de un grupo a través de los mecanismos de defensa presentes en el grupo (Bion,
1979) y en cada integrante (Liendo, 1974) (Grinberg, Langer, & Rodrigué, 1988). Para
comprender la organización de estos estilos de liderazgo en las estrategias del modelo E.C.R.O
proponemos la siguiente tabla:
Tabla 1.3: Organización de los estilos de liderazgo según la inclinación del deseo
Uno de los roles importantes para la instrumentación operativa del modelo E.C.R.O, es el rol de
portavoz el cual se define como aquella(s) persona(s) que en el grupo, en un determinado
momento denuncia(n) los aspectos latentes en el grupo-tarea, que hasta ese momento han
permanecido escondidos dentro de la totalidad del grupo y habían supuestamente sido vividas
como propias por el o los portavoces. De este modo, el portavoz opera como el cronista de las
fantasías inconscientes del grupo, y la tarea del equipo coordinador será decodificar esta
denuncia, develando su aspecto latente.
Una forma de representar el rol de portavoz suele utilizarse la metáfora del actor performando
una escena trágica. Esto porque la tragedia, sería una de las instancias donde se manifiesten y
reconozcan en la práctica interventiva del E.C.R.O determinados miedos y reacciones a ellos
en los grupos.
momento, ciertos montos de afectos no pueden ser verbalizados por los integrantes, por lo que
son ubicados en los aspectos latentes del grupo-tarea (horizontalidad).
Cuando uno o más de los integrantes se sienten sobrepasados por un cierto monto de carga
afectiva, ellos pueden verse exaltados por un gran bienestar o por una gran desgracia,
promoviendo en ellos el rol de portavoz en-cargado de denunciar el acontecer latente en el
grupo-tarea. Quien recibe este acto de denunciar, cargado de afectos, es el actor secundario
es decir, el equipo coordinador, el cual se encuentra en-cargado de decodificar y reorientar la
participación de los miembros del grupo-tarea (si esta carga no alcanza a ser procesada la
coordinación podría ser chivatizada). Para promover la dinámica de los roles en el grupo, la
coordinación deposita esta carga afectiva en el aquí y ahora, centrándolo en la tarea que el
grupo debe realizar. Al momento de reorganizarse las cargas afectivas en torno a la tarea, se
hace presente el subgrupo saboteador, guiado por el líder de la resistencia, que prepara la
trampa para sabotear la tarea. En este momento, se da paso al segundo acto en donde el
grupo coordinador interpreta dichas acciones ubicándolas en las posiciones esquizo-
paranoides y depresivas presentes en el grupo-tarea (horizontalidad) (Bion, 1979) (Grinberg,
Langer, & Rodrigué, 1988). Una vez interpretados los movimientos de sabotaje, el grupo-tarea
en el plano latente, reorganiza sus roles actanciales, implementando nuevas estrategias para
abordar una nueva situación grupal. En esta nueva situación grupal, tercer acto, los integrantes
del grupo-tarea han incorporado aspectos de la tarea y de sus compañeros (verticalidad) para
re-diseñar tácticas y técnicas las que son organizadas, en el plano inconsciente, a través de
una organización témporo-espacial (logística) de los recursos para abordar una nueva situación
grupal, en la que puede o no aparecer el líder del progreso.
Este simulacro trágico, junto a los actores partícipes en estos tres actos, son los que se
presentan traspasando los modos latentes y emergentes (explícitos) en el modelo E.C.R.O
focalizado en el grupo-tarea.
22
EL EMERGENTE
Portavoz
El depositante o El depositario
el que entrega o el que recibe
cargas afectivas La tarea cargas
INTERPRETACIÓN
afectivas
Las fantasías o
cargas afectivas
Líder de la Líder del progreso
depositadas
resistencia
EL EXISTENTE
Fig. 1.1: Campo de trabajo. Elaboración propia.
En este sentido, el E.C.R.O funciona como instrumento operativo esclarecedor de los dilemas
presentes el campo de trabajo; dilemas que se ubicarían entre la fantasía inconsciente y la
realidad. En este escenario, en el que el portavoz es el actor principal, diríamos que el grupo-
tarea ha “logrado una adaptación activa a la realidad cuando se hace consciente de ciertos
aspectos de su estructura” (Pichón-Rivière, 1983, pág 72), adecuando su nivel de aspiración a
su estatus real que determina sus posibilidades de aprendizaje.
Para precisar cómo es que el grupo coordinador podría interpretar e intervenir en las
dimensiones de la persona (o sea, en forma vertical) o en el grupo (o sea, en forma horizontal),
en términos manifiestos y latentes el modelo E.C.R.O propone una representación denominada
cono invertido.
La propuesta sería reconocer cómo en el grupo-tarea se irían configurando los roles de los
actantes en la forma de una espiral, la que representaría el modo en que ellos van haciendo
explícitos sus miedos y, por ende, sus resistencias al cambio.
Este cono invertido se encuentra estructurado principalmente por seis vectores psicosociales,
es decir, por seis fuerzas que conducirían a la acción del grupo-tarea operando sobre la
resistencia al cambio (Rambaut, 2007). Cada vector estaría constituido por:
Un punto de aplicación: el que se concibe como la tarea que realiza el grupo, por el que
se hacen presentes las resistencias al cambio.
Una magnitud: que refleja la intensidad con la que los participantes del grupo-tarea
abordaron ciertos aspectos de la tarea.
Una dirección y un sentido: aspecto del vector que señala la orientación del grupo-tarea
en torno a la aprehensión de la tarea, y posterior concreción en un proyecto colectivo.
Cada fuerza o vector se encuentra organizado en el cono según la actitud social que conduce
en relación con la tarea grupal.
3
Extraídas del manual de observador para grupos operativos (Pichón-Rivière & Pamplona de Quiroga,
1969 (revisado y actualizado durante el 2009))
24
En este sentido, lo emergente se asume como parte de un proceso implícito. Su salida hacia la
dimensión manifiesta del grupo sería lo que se identifica como emergente. En términos
cibernéticos, tal como los sistemas de circuito abierto, esta manifestación explícita o emergente
dinamizaría distintos vectores psicosociales y, por lo tanto, distintos esquemas E.C.R.O en
modo de retroalimentación y cambio. Así, lo emergente adquiere una connotación fundamental
ya que es la manifestación explícita de las conductas latentes de los integrantes del grupo-
tarea. En este sentido, los integrantes del grupo-tarea, van articulando las dimensiones
horizontales y verticales en torno a una tarea común coordinada por el modelo E.C.R.O que lo
va acercando a su punto de urgencia, momento de emergencia en la que los integrantes del
grupo-tarea apoyados por la coordinación, interceptan el plano horizontal con el vertical,
intentando elaborar las resistencias a través de su proceso de cambio.
El secreto grupal: situación del grupo-tarea en la que los integrantes participan de manera
inconsciente para mantener oculto aquello que les inquieta por temor a ser develado.
Los silencios: situación del grupo-tarea en la que los participantes comparten el silencio de
manera prolongada, con el sentido de elaborar las interpretaciones de la coordinación.
28
Las negaciones: situaciones grupales en el que los participantes expresan con fuerza la
negativa de un señalamiento, no teniendo coherencia con sus posteriores acciones grupales
posiblemente por su afiliación al secreto grupal.
Actitud frente al encuadre: movimientos corporales entre los integrantes articulados a través
de la disposición de los objetos materiales y de las personas presentes, en respuesta a una
nueva situación grupal ya sea por las expectativas de los integrantes al momento de iniciar la
sesión (emergente de apertura) o por respuesta a señalamientos de la coordinación durante la
actividad.
Alianzas y sub grupos: fenómeno que tiene relación con el surgimiento de los liderazgos
grupales como son los líderes del progreso y de la resistencia. Este fenómeno se considera un
emergente porque aluda a las respuestas que el grupo se da para neutralizar las angustias
presentes durante el abordaje de la tarea.
Considerando que las acciones antes mencionadas se vinculan con la emergencia o urgencia
del actuar, aspectos que el Dr. Pichón Rivière ha trabajado en torno al concepto de punto de
urgencia, hemos de incluir también un segundo aspecto -no abordado en profundidad por
Pichón Rivière- el cual alude a la noción de artefacto en tanto que agente de cambio en el
campo grupal. Al respecto, destacamos las siguientes citas:
“Frente al móvil de Di Segni se produce en cada uno de nosotros esta prueba y este
aprendizaje de nuevas estructuras sociales que están emergiendo y podemos hablar de un
carácter operativo del móvil desde un punto de vista social en cuanto nos acostumbra a un
cambio social en marcha” (Pichón-Rivière, 1987, págs 16-17).
Estas dos citas nos entregan ciertos énfasis que nos permitirían incluir al entorno o al
ecosistema de actores no humanos dentro de la dimensión interpretativa del esquema E.C.R.O.
lógica dialéctica entre el sí mismo y los otros en un todo dinámico, busca destrabar los miedos
que emergen y se encarnan en los grupos-tarea, entendiéndolos como resistencias al cambio.
Gracias a las herramientas del cono invertido y la identificación de los llamados vectores
psicosociales, el E.C.R.O va reconociendo ciertos sentimientos, actitudes y comportamientos
manifestados explícitamente en el grupo-tarea.
Si bien las emergencias o lo que aparece en la acción misma configurada por el E.C.R.O es
reconocida en el rol del portavoz en el campo de trabajo (figura 1), consideramos que éstas
podrían verse favorecidas con nuevos aportes teóricos, con el fin de enriquecer al propio
modelo E.C.R.O.
Dado que el trabajo del Dr. Enrique Pichón Rivière no concentró sus esfuerzos en abordar esta
problemática, incluyéndola tangencialmente en su modelo E.C.R.O, mostramos a continuación
el trabajo de Bruno Latour quien ha trabajado los aspectos de la sociología desde una mirada
actancial, es decir, incluyendo en un esquema simétrico a los actores humanos y no humanos
como agentes de cambio, los que se interrelacionarían performativamente constituyendo
grupos que se arman y desarman, característica que para Bruno Latour es fundamental para
considerarlos actores sociales.
30
El rol de los no humanos en la experimentación del trabajo científico ha sido una preocupación
importante en los estudios ciencia, tecnología y sociedad (Pickering, 1995; Knor-Cetina, 2005).
La práctica científica vista como una práctica socio-cultural más, ha logrado presentar a la
práctica científica no sólo como una práctica humana y colectiva, sino como una práctica
humano-material colectiva (Latour, 1992, 1993, 1995, 1999, 2005; Callon, 1991, 1995; Law J. ,
1987, 1995).
Así los actores no son entendidos de antemano, sino que se configuran por las redes en las
que están inmersos. Tampoco son actores en redes, sino actores-red al mismo tiempo (Latour,
2005). Esto de manera tangencial plantea la posibilidad de que roles (actanciales) del modelo
E.C.R.O sean enriquecidos con roles actanciales no-humanos.
Pensamos que esta teoría enriquece la concepción teórica de lo emergente y del encuadre en
el modelo E.C.R.O de Pichón Rivière, en la que un colectivo heterogéneo de actores, vinculado
entre sí a través de “códigos” y complejas negociaciones forman alianzas y contra alianzas.
Tomando en consideración las citas antes señaladas nos parece pertinente reflexionar sobre
algunos puntos relevantes de la teoría del actor-red (ANT) como son los conceptos de
asociaciones, agencias, actantes, simetría, traducción y urgencia. Consideramos que estos
aspectos reflejan nociones fundamentales.
Como hemos señalado anteriormente, la teoría del Actor-Red reubica el lugar de los actores
humanos en un mismo nivel de relación con los no humanos.
En este sentido, los vínculos entre actores humanos y no humanos son dinámicos y no rígidos.
El dinamismo de la red se explicaría rastreando las asociaciones entre actores heterogéneos. Y
es esa misma sucesión de asociaciones, lo que conformaría un grupo, y éste a la vez no podría
explicarse por la existencia de una red o estructura previa, sino en la descripción de la red en
acción.
La mutación, el cambio son necesarios para reconocer a los no humanos en sus asociaciones
con los humanos. Porque es a partir de lo que ocurre en una escena o un espacio-tiempo
determinado, donde se comprenden los objetos de forma performativa, diría Latour que “los
agregados sociales no son el objeto de una definición ostensiva -como jarros, gatos y sillas a
los que se puede señalar con el dedo índice- sino sólo de una definición performativa. Están
constituidos por los diversos modos y maneras en que se dice que existen" (Latour, 2005, pág.
61).
También las asociaciones entre actores humanos y no humanos trascienden el aquí y el ahora
por medio de la concreción de un trabajo determinado, el cual logra estabilizar ciertas
asociaciones por un tiempo, pero que no siempre son fijas y estables. Destacamos este
dinamismo de las asociaciones entre humanos y no humanos con la sugerencia de Latour de
cómo rastrear los objetos de un supermercado: “no llamaremos “social” a un estante o fila
específica, sino a las múltiples modificaciones en la organización de toda la mercancía -su
empaquetado, su precio, su etiquetado- porque esos mínimos cambios revelan al observador
qué nuevas combinaciones se están explorando y qué caminos se tomarán… Así social, para
la ANT, es el nombre de un tipo de asociación momentánea que se caracteriza por la manera
en que reúnen y generan nuevas formas” (Latour, 2005, pág. 97).
De esta manera, para la Teoría del Actor-Red "sin trabajo no hay grupo" (Latour, 2005, págs.
57-60), es decir que el trabajo es el factor en el que convergen las asociaciones conformando
grupos de trabajo heterogéneos y dinámicos los cuales se hacen y rehacen.
Conceptos relevantes en la teoría del Actor-Red, son las nociones de agencia y actantes.
Comenzamos describiendo la definición de agencia citando a Bruno Latour:
32
“Siempre se presenta a las agencias en una explicación como que hacen algo, es decir,
inciden de alguna manera en un estado de cosas, transformando algunas A en B a través de
pruebas con C”. (Latour, 2005, pág. 82)
A diferencia del uso usual de la sociología y las teorías semióticas, las agencias y los actantes
pueden presentarse en sentido figurado como una misma cosa o individuo. Las agencias hacen
cosas y los actantes actúan. Así, humanos y no humanos se embarcan en ejercicios de
agenciamiento.
“EI imperialismo busca el unilateralismo; Estados Unidos desea retirarse de la ONU; Bush
quiere retirarse de la ONU; muchos oficiales del ejército y dos docenas de líderes
neoconservadores quieren retirarse de la ONU. Por supuesto que implica una gran diferencia
para el relato que el primero sea un rasgo estructural, el segundo un cuerpo colectivo, el
tercero un individuo, el cuarto un agregado no vinculante de individuos, pero todos aportan
distintas figuraciones de las mismas acciones. Ninguno de los cuatro es más o menos
"realista", "concreto", "abstracto" o "artificial" que los otros. Simplemente llevan al afianzamiento
de diferentes grupos y así ayudan a resolver la primera incertidumbre acerca de la formación
de grupos” (Latour, 2005, pág. 84).
Por esta razón, la teoría del actor red se configura en un plano descriptivo a través de las
asociaciones entre humanos y no-humanos, no por ello siendo intimidados por el tipo de
33
figuración, ideo- o tecno- o biomorfismos, ya que la teoría señala que todas estas figuraciones
“son "morfismos" tanto como lo es la encarnación de un actante en un solo individuo” (Latour,
2005, pág. 84).
A continuación describimos, las principales situaciones en las que los actantes se revelan como
agentes de cambio socio-tecnológico vinculados con la participación de actores humanos.
Siguiendo la lógica plana de la ANT podemos encontrar estos agentes de cambio, por ejemplo,
en los talleres de los artesanos, en el departamento de diseño de ingeniería, en el laboratorio
del científico, en los paneles de pruebas de productos de los especialistas en marketing y en el
hogar del usuario, “en estos sitios los objetos viven una vida claramente múltiple y compleja, a
través de reuniones, planes, bosquejos, reglamentos y pruebas” (Latour, 1999), sólo cuando
están ubicados en su lugar desaparecen de la vista. Otro ejemplo en el que encontramos
agentes de cambio se encuentra en los accidentes, en las fallas y los golpes, en estas
situaciones “objetos que hace un minuto parecían ser totalmente automáticos, autónomos y
exentos de agentes humanos, ahora están compuestos por multitudes de humanos que se
mueven con frenesí, provistos de equipos” (Latour, 1999), de estas dos situaciones podemos
apreciar cómo la lógica plana enriquece la concepción de emergente grupal, ya que nos
permite observar con mayor claridad la relación entre agentes de cambio en el plano horizontal
del grupo-tarea y de esta manera traducir los momentos de cambio durante dinámica del grupo-
tarea.
En este punto de la obra laturiana, habría que distinguir los conceptos de intermediarios y
mediadores. El primero alude a la categoría de ser un “puente” que transfiere, sin cambio
alguno, los “designios”, los “códigos”, las “señales”; mientras que un mediador es la categoría
de ser el “no puente”, o el “puente en construcción”. De esta manera, el ser mediador (o actante
revelado), se manifiesta en relación con el otro, en la medida de la falta, la incompletitud. Para
describir con mayor detalle esta noción de mediador e intermediario, menciono el ejemplo del
“lomo de toro” presente en las afueras de un colegio. En este ejemplo se observa la presencia
de las decisiones municipales que han transferido el designio o la señal de “aquí, ahora, debes
reducir la velocidad”, a un artefacto inerte ocupando el rol de un “inspector de tránsito”. Este
artefacto sería un intermediario en la medida que entrega y transfiere el designio de manera
completa a su interlocutor, el Automovilista. Pero si, por el contrario, hubiera una demora en la
construcción del lomo de toro, entonces convergerían un gran número de actores (humanos y
no-humanos) desde los transeúntes, las cámaras de televisión, los programas de televisión, los
vehículos chocados, las personas lesionadas, el municipio, el costo, el dinero y el alcalde. De
34
esta manera, el lomo de toro pasaría de ser un intermediario pasivo a ser un mediador activo,
que concita controversias entre actores, develando los vínculos en la network.
Otro ejemplo relacionado con los conceptos de intermediario y mediador es como lo planteara
Bruno Latour, “una computadora que funciona correctamente puede tomarse como un buen
caso de intermediario complicado, mientras que una conversación banal puede convertirse en
una cadena terriblemente compleja de mediadores donde se bifurcan a cada paso las
pasiones, las opiniones y las actitudes” (Latour, 2005 pag. 63).
Asociado a esta cita, podríamos pensar que, bastaría un cambio significativo para impulsar las
relaciones humano-materiales y dar paso al surgimiento de múltiples mediadores a través del
cual se pudieran combinar diferentes intereses.
Una concepción relevante en la teoría del Actor-Red es la noción de simetría y traducción. Este
último concepto es comprensible en la teoría del Actor –Red gracias a la noción de simetría, la
cual permite ubicar tanto a los actores humanos y no humanos en un mismo plano de agencia
socio-tecnológica.
Al respecto, la simetría es un término definido por la ANT como “aquello que se conserva a
través de las transformaciones” (Latour, 1999, pág. 118). Para enfatizar en esta definición,
Bruno Latour señala: “en la simetría entre los humanos y los no humanos, mantengo constante
la serie de competencias, de propiedades que los agentes pueden intercambiar si se
superponen unos a otros (Latour, 1999).
En síntesis, la simetría es un supuesto que toma el modelo ANT para describir las situaciones y
acciones que ocurren entre humanos y no humanos. Las descripciones ANT que haga un
analista para que sean simétricas requieren no cambiar el registro de explicaciones desde un
humano a un no-humano y viceversa.
Por otro lado, el término de traducción es definido en la teoría del Actor-Red como la
articulación de un proceso relacional entre agencias que provocan y combinan intereses
diferentes, con el fin de obtener una única meta compuesta.
Los procesos de negociación y el hacer aparecer a los actores no-humanos en la vida social se
explica en este ejemplo:
35
Esta superposición la podríamos extrapolar para el caso de entender cuándo ocurre un punto
de urgencia en el que las metas de actores y agentes deben ser transformadas en un interés
común, lo que probablemente haga cambiar ligeramente la meta inicial de alguno de los
actores y actantes socio-tecnológicos. Como ejemplo, destacamos en la historia de la ciencia y
la tecnología el pasaje en la Segunda Guerra Mundial en el que el físico nuclear Joliot
necesitaba, con urgencia conseguir toneladas de grafito, uranio y litros de agua pesada para
comprobar la teoría de la fisión nuclear; por otro lado, encontramos a Dautry, el representante
de las necesidades políticas francesas en torno a la Segunda Guerra Mundial en que se debía
salir victorioso. Según plantea Latour (1999, pág. 19), estos dos hombres con metas distintas
se encuentran y Joliot diría: “Si utiliza usted mi laboratorio, podremos obtener una significativa
ventaja sobre otros países y quizá hasta seamos capaces de producir un explosivo que supere
todo lo conocido”. Con esta expresión, Joliot desea llamar la atención de Dautry para que
canalizara los recursos necesarios (personal, locales y contactos) de parte del Ministerio de
Armamento francés, con el fin de obtener, en medio de la guerra, los principales elementos
para comprobar la teoría de fisión nuclear. Al respecto de este alcance histórico, científico y
político, Latour señala: “teniendo en cuenta que, por separado, es igualmente imposible que
logren realizar directamente este objetivo, los dos hombres consideran que son vanas la
pureza científica y política y que por este motivo será mejor negociar un acuerdo que
modifique la relación de sus dos objetivos originales” (Latour, 1999, pág. 108).
Llegado hasta aquí, proponemos este proceso de negociación como los eventos descritos en el
E.C.R.O. Por ejemplo, en la cita anterior destacamos que se propone una negociación cuando
se hace presente -en un momento de urgencia-, la dificultad de mantener la pureza de los
conocimientos científicos y políticos dando paso a una negociación en la que se entrelazan
actores y actantes como el laboratorio, el agua pesada, el uranio, el deseo político de la
victoria, los actores científicos y políticos.
Para definir y comprender con mayor claridad el concepto de proceso de traducción podremos
decir que Callon lo caracteriza a través de 4 pasos (Machado & Teixeira, 2005, págs. 5-6):
Estos momentos en la negociación son movilizados por un sentido nuevo de urgencia, que
emerge en la medida en que actores humanos y no humanos se vinculan a través del
desplazamiento de los intereses de cada actor, agencia o actante.
Para que se lleven a cabo los procesos de traducción para la ANT, la resignificación de las
redes ensambladas y yuxtapuestas se instala en un momento de urgencia.
Un diminuto cambio en la cadencia del tiempo. La persona tiene que decidirse, involucrarse;
quizá comprometerse definitivamente. No nos sometemos aquí apenas a una experiencia entre
otras, sino a una alteración de la pulsación y de la andadura de la experiencia: kairos es la
palabra que los griegos habrían empleado para designar este sentido nuevo de urgencia”
(Latour, 2002, pág.).
Al respecto de esta cita, podemos señalar que el sentido de urgencia es uno de los rasgos que
se hace presente cuando nos encontramos cerca de un cambio significativo, de una
transformación, señalando que esa transformación es probablemente la transformación de las
metas que en un principio eran individuales, pasando luego a ser colectivas, en la que se
encuentran vinculados por una lógica plana actores humanos y no-humanos, los cuales son
articulados por normas negociadas a través de un proceso, en el que se encuentra presente el
sentido de urgencia.
1.5 Hipótesis:
1.6 Objetivos:
1.6.1 Objetivo General:
En este sentido consideramos plausible que, tanto la lógica semiótica-material como la lógica
dialéctica conformarían una reprogramación de los códigos presentes en las relaciones
humanos materiales, en el que ambos sistemas lógicos contradictorios podrían acompasarse
para la descripción de un fenómeno: la ocurrencia de una práctica específica.
referentes (Pichón-Rivière, 1983), entonces podríamos reconocer que dichas personas estarían
actuando operativamente, es decir, podrían concretar ciertas adaptaciones al reconocer
realidades cambiantes. Para que este cambio ocurra, la intervención E.C.R.O-ANT, en las
personas y los grupos se interpretaría como aquella intervención capaz de instalar en trabajo
colectivo, la condición de la espacialidad, con la intención de promover el desarrollo de un
proyecto en red. Esta instalación se concretaría mediante la posibilidad de generar una
disposición en las personas por medio de asumir las necesitadas de estar contenidas y
articuladas en redes heterogéneas. Consideramos que este supuesto más heterogéneo de la
red, posibilitaría la reprogramación de los esquemas conceptuales a través de la mutua
representación, entre todos los partícipes de la red, facultando la construcción de un
aprendizaje adaptativo innovador, en consonancia con las contingencias presentes en la
interacción entre actores y actantes.
El proceso de traducción de intereses, tal como se mencionó en el punto 1.4.4, hasta llegar a la
movilización de los aliados, requeriría de unos pasos previos. A partir de ellos podríamos
considerar cierta metodología inspirada en estos pasos previos asumidos para el Actor-red
como posibilidades metodológicas para el propio coordinador en la intervención E.C.R.O-ANT.
En primer lugar, el aspecto generativo del actor red puede ser escrito del siguiente modo:
“El término “actor-red” resume un doble proceso. En un primer momento, el actor produce una
hipótesis sobre la identidad de los otros actores y sobre sus relaciones. Al final de ese proceso,
compone su actor-mundo que constituye el segundo momento, el de la constitución de un
actor-red con relaciones concretas y coercitivas para cada una de las entidades envueltas en
ese proceso. Si un actor se convierte en el centro, es porque le fue atribuida la responsabilidad
de la circulación de los intermediarios que él produjo. El resultado de ese proceso es el fruto de
un trabajo colectivo” (Machado & Teixeira, 2005, pág. 6).
43
Así, los procesos de traducción de intereses hasta la movilización de aliados en este trabajo
colectivo podríamos traducirlo en términos performativos en el propio modelo E.C.R.O-ANT, a
través de tres momentos del proceso grupal, a saber:
Cierre: momento grupal que se encuentra cerca de la disolución o separación de la tarea que
los ha convocado, instancia en la que la coordinación, después de sucesivas interpretaciones
de los existentes grupales, da paso a la enunciación del emergente grupal, etapa en la que los
actores humanos y no humanos son descolocados y reunidos en un punto permitiendo la
movilización de lo instituido a lo instituyente perteneciente al grupo, convocado por una tarea
que ha finalizado.
4
Estos tipos de liderazgo son funcionales, es decir no se encuentran intrínsecamente en tal o cual actor
humano, sino que se encuentran presentes en todo grupo como un rol.
44
mensajes puedan ser decodificados por una afinidad o coincidencia de los esquemas
referenciales del emisor y el receptor” (Pichón-Rivière, 1983, pág. 125).
Respecto de esta cita, refiriéndonos a la implementación del modelo E.C.R.O-ANT a través del
grupo-tarea, se puede indicar que dicha configuración sucede cuando se da paso a la creación
de un colectivo heterogéneo en torno a un proyecto convocante.
Señalamos además que la incorporación de ANT al no dar por sentado los supuestos
estructurales e institucionales del grupo-tarea presentes en el modelo E.C.R.O, realizaría el
trabajo de conectar a los individuos en sus tareas, funciones, cotidianamente. Así esta
perspectiva del día a día de los individuos y sus tareas en el grupo se vincularía de forma
adyacente a la estructura de las organizaciones, por medio de las prácticas socio-materiales
involucradas en el trabajo científico, por un lado, y por otro, en las prácticas vinculadas a los
negocios, los concursos, entre otros.
45
Este centro de investigación se encuentra formada por tres secciones: Extensión, Investigación
Científica y Finanzas. Vinculada a la sección de Finanzas se encuentra el departamento de I+D
(fig. 2.2) dirigido por un gerente quien tiene a su cargo 6 funcionarios con profesiones en el
campo de la ingeniería de alimentos, de la psicología y de las ciencias aplicadas. La misión del
departamento es, contribuir a mejorar la calidad de los alimentos, transfiriendo conocimiento
científico tecnológico, a la Industria de alimentos y a las empresas en Chile.
Para el logro de su misión, el departamento de I+D se organizó en dos áreas: una ligada con la
prestación de servicios, en el área de investigación científico-tecnológica alineada con el
desarrollo de alimentos; y la segunda, relacionada con la detección de las necesidades del
mercado nacional en el área de los alimentos, y el ofrecimiento de servicios vinculados con
promover conductas alimenticias más sanas. Cada área estaba formada por tres profesionales
con cargos específicos, los cuales eran coordinados por el gerente una vez por semana en la
sala de reuniones.
Cuando iniciamos las conversaciones con el gerente del departamento de I+D, para proponerle
la intervención E.C.R.O-ANT en su equipo de trabajo, éste se mostró interesado ya que, según
indicó, las actividades diarias consumían mucho tiempo al equipo, y no facilitaban el poder
detenerse y pensar juntos en nuevas estrategias que entregasen una mirada innovadora a los
servicios que ellos prestaban. En relación con este aspecto, el gerente acotaba que estas
dificultades se veían promovidas por tensiones y malestares de los funcionarios, los cuales no
podían ser conversados en la sala de reuniones, fomentando la separación del equipo en
grupos informales.
Otro aspecto considerado fue el diseño de un encuadre, basado en las premisas señaladas en
los puntos 1.3.2; 1.3.3; 1.3.6; 1.4.2; 1.4.3; 1.4.4. Dicho encuadre contempló la participación de
un cronista como rol de observador, el cual debía ser elegido por los integrantes del
departamento de I+D (definido posteriormente por la intervención como grupo-tarea), además
entendiendo que la relación humano-material incide en el movimiento (ver 1.4.1), y por ende en
la reprogramación de los esquemas conceptuales previos presentes en el departamento de
I+D, se incluyó también el diseño de la ubicación de las sillas en cuatro modalidades distintas:
Una vez diseñado el plan de intervención, éste fue negociado por un representante del centro
de investigación y el gerente del departamento de I+D, formalizando la intervención a través de
una carta de consentimiento informado (ver Apéndice).
Respecto a las condiciones del encuadre previamente planteado, nos parece pertinente señalar
que sólo en dos intervenciones los participantes no leyeron textos, sino que participaron de una
dinámica lúdico-relacional, favoreciendo en ellos el uso de sus recursos dramáticos (ver
1.3.4.1), dicha actividad estuvo a cargo del dramaturgo y actor Juan Curliem Fincheira, en
cuyas sesiones el coordinador ofició de observador.
Como hemos señalado en el punto 2.1, la evaluación de la intervención del modelo E.C.R.O-
ANT incluirá aspectos relacionados tanto con el plano horizontal del grupo en relación con la
tarea manifiesta, como con la verticalidad del gerente en relación con los estilos de liderazgo.
Para evaluar el aspecto vertical en el que los integrantes se ubican dentro del grupo-tarea, se
eligió, por tener un cargo de jefatura, al gerente como representante del grupo-tarea. Esta
elección nos permitirá analizar su grado de reprogramación, en relación con los estilos de
liderazgo que propician la innovación en equipos de trabajo (ver 1.3.5). Para esta evaluación,
aplicamos la encuesta diseñada por Bass y Avolio (ver Apéndice).
49
Otro aspecto asociado con la verticalidad en el departamento de I+D, tiene relación con la
percepción del gerente respecto de las actividades realizadas en el departamento de I+D
asociadas con la innovación. Para la evaluación de este criterio se usará la encuesta diseñada
por Simón Majaro (Majaro, 1995) (ver Apéndice).
Estos dos aspectos de la evaluación, tanto la horizontalidad como la verticalidad, nos permite
evaluar el grado de reprogramación del departamento de I+D en relación con la Innovación y el
grado de reconfiguración humano-material presente en los integrantes del equipo.
Respecto del lugar en el que se desarrolló la actividad, se nos hizo entrega de una amplia sala
en la que caben cerca de 30 sillas, organizadas en forma de clase, todas mirando hacia el
pizarrón.
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Siguiendo los pasos señalados en el punto 2.1 en relación con el plan de intervención,
exponemos a través de las notas de campo, las principales sesiones del grupo-tarea en el
departamento de I+D, elegidas según representan momentos significativos de la dinámica del
grupo. Así, consideramos que la primera, segunda y tercera sesión son representantes del
momento en el que los integrantes del grupo-tarea se encontraban definiendo sus posiciones
en relación con el encuadre. Luego, las sesiones quinta y décimo segunda aparecen como
representantes del momento en el que los participantes se encontraban elaborando con mayor
cercanía los vínculos humano-materiales comenzando a reprogramar su E.C.R.O grupal.
Finalmente, hemos elegido tanto la sesión décimo sexta como la décimo novena como
representantes del momento en el que los integrantes comienzan a construir un proyecto
colectivo, definiendo la participación tanto de los actores humanos como no-humanos en lo que
será un nuevo E.C.R.O grupal.
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Una vez entregada la tarea, el grupo manifiesta la necesidad de un guía o director que
conduzca el espacio de intervención. Esta demanda del grupo se hace presente a la
coordinación a través de la transferencia grupal. En la medida que la coordinación fue
interpretando las situaciones significativas el grupo-tarea, fue poco a poco reorganizándose
tomando los siguientes roles actanciales:
Líder del progreso: Mira con optimismo las posibles sesiones en la que él observa una tarea
formal en la que trabajar (los textos).
Chivo expiatorio: La pérdida del tiempo se la achaca al coordinador por no ser quien
direcciona y mandata las normas del grupo-tarea, de esta manera el coordinador es
chivatizado.
En esta sesión podemos mencionar que se manifestó un grado disociación entre el espacio
laboral y el espacio humano. En ambos espacios comprendemos lógicas de relación distintas,
en la primera las lógicas articuladas por protocolos acercan y fortalecen el vinculo humano-
material, mientras que en la segunda los mecanismos mentales (ver 1.3.4) vinculan la relación
entre las personas. Probablemente esta disociación, generó en la coordinación un grado de
tensión que se hacía presente, en especial en los momentos de silencio, en el que pareciera
que los integrantes depositaran en la coordinación un alto grado de exigencia, entendiéndola
52
como el deseo del grupo por ser dirigidos, luego al no ser cumplida por la coordinación, generó
ciertos grados de resistencia los cuales fueron compensados, durante la dinámica, con los roles
del progreso. De esta manera el grupo fue elaborando las tensiones, dando paso a una
escucha e internalización de los roles actanciales de cada integrante del grupo.
Esta sesión comienza con un retraso de 15 minutos, se aprecia una conversación previa
respecto de los quehaceres del trabajo en la que el gerente motiva dicha actividad, el ingreso
de los participantes fue por “goteo”. Se registra la participación solo de 6 integrantes dado que
el único varón no pudo asistir, una participante del grupo menciona que fue por temas de
capacitación. Dentro del desarrollo de la dinámica en la que se abordó el trabajo de Cortázar,
“La autopista al sur”.
Creemos importante destacar que hay otro participante que, durante la sesión, no había
hablado y sus ojos estaban llenos de lágrimas, en especial cuando se habló del tema de la
familia en el trabajo. Al termino de la sesión su participación fueron dos, diciendo: “uno debe
53
cambiar cuando viene al trabajo” y el otro fue aludido al cronista “observador” con el que
empatisa la relación de mantenerse en silencio indicando que: “si…es difícil no decir nada”.
Cando se observó las devoluciones entregadas por el observador, se apreció una ligera
preferencia emocional por el gerente, lo que podría probablemente indicar el alto peso de la
presencia del rol gerente en el grupo, que estuviera inmovilizando la actividad, lo que recuerda
la demanda del grupo en la primera sesión, demanda por “una guía”.
Reflexión
Durante esta reflexión creímos pertinente abordar el tema desde la siguiente estrategia: Dejar
que el grupo exponga toda su experticia laboral, para luego aludir a lo racional que oculta algún
conflicto, en este sentido nos preguntamos ¿qué conflicto será ese que no se puede decir?,
¿qué es tan ominoso como para que el grupo-tarea no lo pueda contener?
Se desarrolló la sesión en otro horario y otro lugar, además se incluyo galletas y café
(propuesta del gerente). En esta sesión se observó como la institución se hizo presente en la
dinámica, desde los cambios de hora y lugar. Con cada cierta periodicidad se presentaba un
auxiliar a ofrecer agua o bebida a los integrantes, entre los cuales se encontraba el único
varón (N), al cual se le habían asignado (por no haber participado en la reunión pasada) el
lugar de cronista. Cuando el auxiliar se hacía presente y le ofrecía al cronista alguna bebida o
agua, él se mostraba con cierta reticencia y con un cierto grado de hosquedad.
La mayoría de las personas observan que el texto fue difícil de abordar, fue muy complejo.
Algunos se reunieron para abordar el texto y trabajarlo en grupo, mientras que otros lo
abordaron a través de la conversación con otras personas (distintas del grupo, ej.
marido).También hubo una persona que se resistió a la lectura, no leyó el texto y participo poco
en la dinámica.
54
A este respecto es importante mencionar que la persona que más se había resistido a
participar en el grupo, empezó a compartir sus experiencias.
Reflexión
3.1.4 Quinta Sesión: Galileo Galilei, Pasajes De Una Obra De Teatro Escrita Por Bertol
Brecht.
Santiago 16/07/2013
Se inició la sesión sentándose cada integrante del grupo-tarea uno frente al otro, usando la
configuración rueda (ver punto 2.1), como coordinador doy comienzo a la sesión.
55
En esta sesión se abordan tres niveles de trabajo que se articulan; el institucional, el grupal y el
individual. Cada movimiento se fue desarrollando a través de las intervenciones de la
coordinación, movilizadas por la interpretación, dejando en momentos que el grupo se coordine
en relación con la institución, preguntándose respecto de las normas institucionales y del
espacio a la creatividad que la institución les ofrece. Luego se elabora una reflexión en torno a
la relaciones interpersonal entre los miembros del grupo logrando una diferenciación de los
roles en el que destacan la participación de algunas personas creativas y otras rutinarias o
conservadores. Los miembros del grupo reflexionan sobre el individualismo, enfatizando que en
el aspecto de la investigación los investigadores son muy individualistas. Luego de esta
reflexión vuelven a pensar en los términos de galileos y eclesiásticos señalando que si bien
algunos tienen una tendencia más creativa o innovadora requieren también de una norma para
saber por dónde ir, “no podemos ser puro telescopio”.
Otro momento de la sesión debaten sobre los juicios de valor si estos deben o no estar en un
equipo de trabajo, en ese momento Co interpeló a Je. Mencionan que habrían ciertos recursos
en la oratoria que permitirían comunicar aquello que incomoda del otro, cuidando del otro
“porque somos una persona completa”. En este momento reflexionan acerca de cómo
comunicar lo que les incomoda y ver la forma y el fondo.
En esta sesión, el gerente que ha ocupado el lugar del cronista-observador, señalando al final
de la sesión, que le ha costado muchísimo dicho rol, pero que se da cuenta que fue de mucha
utilidad para el grupo, ya que habían integrantes que se pudieron expresar más que en las
reuniones de trabajo.
Reflexión del coordinador: Importante sería señalar que en sesiones posteriores se supo que
Je renunció al equipo de trabajo de I+D.
3.1.5 Décimo Segunda Sesión: Momentos Grupales Por Pichón Rivière Y Elaborar
Interpretaciones (B) Por Ronald Heifetz
Reorganizo las sillas en forma de ampolleta (ver 2.1) y espero la llegada de los integrantes del
grupo-tarea. Señalo a los participantes que esta sesión se encuentra dividida en dos etapas, la
primera durará 27 minutos, trabajando con las sillas en ampolleta, mientras que la segunda
durará 33 minutos trabajando con la silla en configuración de rueda.
A) PRIMERA ETAPA
Durante 27 minutos de la primera etapa, se abordaron aspectos relacionados con la idea que
los participantes tenían del concepto de esquema conceptual referencial y operativo (E.C.R.O.),
presente en el documento “Momentos Grupales” (texto diseñado para la intervención con los
aportes teóricos de Pichón-Rivière, 1983, pág 126). El trabajo se realizó a través de las
56
Integrantes: “es como para meditarlo arto rato y leerlo muy lento”.
Integrantes: “el grupo tiene que ser operativo…..y para lograrlo cada uno tienen que sentir la
pertenencia, la pertinencia…..que alguien me ayude por favor”
Reflexión de la coordinación: en ese momento se observa como los integrantes del grupo
iban construyendo el E.C.R.O del grupo-tarea, es importante señalar que cuando el E.C.R.O
de los participantes cambiaba o se reprograma, se enfrentaban a nuevas cargas afectivas.
57
Integrantes: “puede haber más de un rol, el tema es que uno se apropia de forma súper
personal…”
Gerente: “tener que lidiar con investigadores que no saben de modelos de negocios”…es un
tremendo desafió poder conversar….”
Gerente: “Si hubiera alguna actividad incomoda para el plano afectivo, pero esa actividad es
pertinente para rol técnico, entonces habría que realizarla aunque sea incomoda”.
límites, al respecto hablan de las limitaciones que cada uno tiene, en ese momento el gerente
relaciona los límites entre los aspectos afectivos y los aspectos laborales.
B) SEGUNDA ETAPA
Durante la segunda etapa las sillas son giradas para volver a la conformación de círculo
concéntrico (o rueda), en esta oportunidad, el grupo-tarea trabaja sobre los emergentes
devueltos por el cronista, durante ese momento uno de los integrantes (el que en la primera
sesión había estado reticente a participar) reflexiona que en realidad le molestaba aquellos que
tenían una opinión distinta a la suya, hecho que lo percibe como frustrante y chocante, junto
con esta reflexión los integrantes abordaron el tema de los contratos y las normativas en
relación con las limitaciones y la posibilidad de decir que no.
Durante esta segunda etapa se elaboró el sentimiento de exclusión, para el cual los
participantes discuten la posibilidad de quedar o no afuera del grupo-tarea y sus implicancias al
decir que no, en este sentido el gerente señala “da mucha rabia cuando las personas no están
acordes con la tarea….sino aporta entonces se va”, en este momento la coordinación
preguntó cuál era objetivo del grupo-tarea, las respuestas de los integrantes fueron ambiguas
no explicitadas en el grupo-tarea, algunos señalaron que el objetivo debería tener relación con
la misión del departamento de I+D, pero nadie sabía explícitamente cual era la misión del
departamento. En relación a este nuevo momento de incerteza la coordinación vuelve a
intervenir, momento en el que uno de los integrantes toma la palabra señalando que si bien no
se sabe cuál es la misión del departamento de I+D, supone que el equipo del departamento de
I+D tiene un lema en relacionado con la búsqueda de excelencia y entregar un servicio
innovador. Posterior a esta intervención el grupo-tarea, trabajó el concepto de esquema
individual versus esquema grupal y reflexionan sobre el tipo de interpretaciones respecto de
problemas adaptativos o técnicos y el tipo de herramienta para resolver dichos problemas, al
respecto los participantes mencionan: “ Podrían haber múltiples interpretaciones y no solo una”,
destacamos que en este momento se dan cuenta que a veces las peleas sobre un aspecto de
experticia laboral son originadas por un aspecto afectivo el cual se encontraba vinculado con
sus roles en relación con la tarea grupal.
3.1.6 Décimo Sexta Sesión: Cap. 19: Mantenga La Conexión Con Sus Objetivos(A) Y Cap.
8: Aprender Innovación (B).
En esta sesión se trabajó con las sillas dispuestas en forma de media luna, ubicándose la
coordinación al centro del grupo de trabajo. Al comienzo abordamos una evaluación del equipo
respecto de cómo era la dinámica del equipo antes de haber iniciado la intervención E.C.R.O. -
59
En esta sesión el equipo se dispone de manera concéntrica (o rueda), el coordinador les señala
lo que hay que realizar, indicándoles que ahora él no estará en el grupo-tarea, sino que se
encontrará en otro punto de la sala (configuración que da lugar a la forma de palanca), pero
que al igual que en la otras sesiones entre ellos elegirán un cronista, de esta manera se
realizarán en el momento de la lectura de emergentes dos lecturas, la del cronista y la del
coordinador. Los participantes quedan sorprendidos con la señalización manifestando un cierto
grado de incomodidad “otra vez solitos”, esta incomodidad inicial fue elaborándose a través de
los recuerdos y de las percepciones sentidas por los integrantes del grupo-tarea durante las 18
sesiones, pasadas. En ese momento uno de los integrantes del grupo-tarea destacó el hecho
que, cuando se fue de post natal y volvió a participar del equipo de trabajo “notaba un clima
distinto”, consideramos que en este enunciado se hacen presente tanto los cambios
manifiestos de los participantes, en relación con la plasticidad para aceptar nuevos desafíos,
como con los aspectos latentes de una norma grupal altamente exigente, la cual tuvo como
resultado la chivatización de uno de sus miembros, el cual decidió no volver a trabajar en el
equipo, decisión propia, tomada por eventos en paralelo a la dinámica grupal de 20 sesiones.
60
Destacamos también que en esta penúltima sesión el grupo-tarea recuerda que los momentos
de incertidumbre al principio eran intolerables, solo cuando fueron avanzando en la dinámica la
incertidumbre se fue haciéndose más tolerable.
Las presentes notas de campo tuvieron por objetivo exponer las experiencias significativas de
los integrantes del departamento de I+D, para ello se consideró el reporte como un actante
importante en la explicitación de estas experiencias. Al respecto hacemos notar que estas
experiencias fueron mediatizadas por la disposición de las sillas, creando un vínculo material
con los integrantes del grupo-tarea fomentando la reprogramación de lógicas procedimentales
presentes en el departamento de I+D. Durante el desarrollo de las notas de campo fueron más
destacadas aquellas notas en las que los integrantes iniciaban su participación en un encuadre
diferente al conocido por ellos y aquellas notas en la que ellos fueron manifestando una
reprogramación de los esquemas conceptuales, iniciando una forma novedosa se integrar
nuevos actores a sus relaciones materiales.
61
Durante las 20 sesiones trabajadas por el modelo E.C.R.O-ANT, se puede apreciar cómo el
grupo-tarea, instalado en el departamento I+D, ha reconfigurado un E.C.R.O-ANT singular en
torno a la manera de vincularse con los actores no-humanos presentes en cada dispositivo
utilizado. Esta nueva vinculación permitió reprogramar tanto actitudes vinculadas con el
desarrollo de la tarea (ver 1.3.5.2) como con aquellos estilos de liderazgo, que como ya hemos
mencionado (ver 1.3.5) propician un ambiente orientado a la innovación.
En relación a estos aspectos, la evaluación se ordena contemplando tanto las nociones de
horizontalidad del equipo, aplicando el cono invertido, como las nociones de verticalidad
aplicando test de liderazgo y grados de innovación percibidos por el gerente. A continuación,
presentamos el resultado de dichas evaluaciones.
Como hemos señalado en el punto 1.3.5.2, los vectores psicosociales permiten señalar cómo el
departamento de I+D reprogramó sus esquemas conceptuales relacionados, en este caso, con
las actitudes vinculadas con la forma de trabajar en equipo. Al respecto, observamos que la
evaluación realizada en la décimo sexta sesión, presenta un equipo con una auto percepción
sostenidamente baja en lo que se refiere a cooperación, pertinencia, comunicación, aprendizaje
y disposición para trabajar las tareas presentes en su jornada laboral (ver tabla 3.1).
Entendiendo que estas tareas implican una relación performativa entre actores humanos y no-
humanos, considerando una lógica procedimental propia del departamento de I+D, entendemos
que estas lógicas una vez implementado e modelo E.C.R.O-ANT en departamento de I+D,
podrían verse modificadas favoreciendo el aumento de magnitudes de algunos de los vectores.
Al respecto, señalamos que una vez implementado el modelo E.C.R.O-ANT se puede apreciar
un aumento significativo en las actitudes de aprendizaje, comunicación y disposición a trabajar
con los otros en función de la tarea propuesta por la coordinación (Ver tabla 3.1). Estos
cambios significativos señalarían que los miedos al ataque (ver punto 1.3.4), presentes en el
equipo antes de la intervención, disminuyeron dando paso a la comunicación y a la escucha de
ideas diferentes en relación con la forma en que se vinculan materialmente, indicando un buen
pronóstico en el desarrollo de nuevos proyectos. Hacemos notar que el vector de aprendizaje
fue puntualizado con el máximo valor, señalando que las experiencias de novedad, a través de
un encuadre artefactual no habitual, fueron percibidas por el departamento de I+D como
significativas en su experiencia de equipo.
62
Aprendizaje 3 5
Telé (disposición) 3 4,5
Para realizar una evaluación respecto del impacto de la intervención en relación con el grado
de innovación en el departamento de I+D, se encuestó al gerente del departamento antes y
después de la intervención. El formato de esta encuesta se encuentra en el anexo 3. Como nos
señala el gráfico 2, podemos observar que posterior a la intervención (barras en verde) las
preguntas fueron mejor evaluadas por el gerente, mostrándonos que en su mayoría se
encuentran por sobre el 50%, mientras que antes de implementar el modelo E.C.R.O-ANT
(barras en rojo), el gerente percibía los parámetros de la encuesta por debajo del 50%.
5
Pregunta que indaga sobre, si reacciona el área con rapidez ante cualquier nueva situación planteada
por el entorno; por ejemplo, competencia, nuevas leyes, ritmo económico.
64
I+D, lo que indicaría que respecto al año anterior, la reacción del departamento fue menor
frente a nuevas situación planteadas por el entorno.
Por último, analizando las diferencias de las respuestas entre la encuesta realizada al gerente
del departamento de I+D antes de la intervención E.C.R.O-ANT y después de la intervención,
observamos que las respuestas mejor evaluadas por la gerencia fueron:
De esta manera constatamos que la implementación del modelo E.C.R.O-ANT tuvo un impacto
positivo en la generación de nuevos vínculos humano-materiales posibilitando la disposición
para una red (o network) en innovación.
65
4.- Conclusión
Por último, podemos señalar que la perspectiva artefactual del modelo ANT, enriqueció al
modelo E.C.R.O en su lectura, permitiéndonos relacionar la figura de mediador artefactual
como símil a la noción de portavoz del emergente grupal, facilitando el acercamiento de dos
áreas diferentes, una relacionada con la ciencia-tecnología y la otra vinculada con el comercio
66
(ver punto 2.1). Esta cercanía entre las dos áreas permitió que nuevas propuestas promovidas
por los integrantes del equipo de trabajo en I+D, fueran escuchadas por la gerencia, lo cual se
verifica en los resultados evaluados con posterioridad a la intervención, donde se encuentra
que el personal se mostró más dispuesto a acciones creativas, incluso en situaciones
posteriores, incluyeron a nuevos integrantes del departamento.
De lo antes mencionado, podemos constatar que los aportes del ANT han contribuido en la
conceptualización metodológica del encuadre usado en modelo E.C.R.O, a través de concebir
la participación de los actores no-humanos, concebidos aquí como agentes de cambio, los que
negociarían sus propios tiempos y recursos. Esto lo podríamos constatar en particular a través
de la presencia disruptiva de los actores no-humanos en el encuadre, ofreciendo a los
participantes del grupo-tarea una forma distinta de disponerse. en la realización con las tareas
propuestas en la intervención. Esto lo podríamos reconocer en las prácticas científicas,
altamente dotadas de artefactos, por ejemplo, en los laboratorios. Allí el vínculo entre los
investigadores y sus materialidades los circunscribe a rutinas cargadas de mesones,
computadores artículos científicos, moléculas, microorganismos, que luego se ven presionados
por las solicitudes y urgencias de clientes en reuniones de negocios, que a su vez están
constituidos de otras prácticas materiales distintas. Consideramos que la representación de la
relación humano-artefactual que entrega la ANT al modelo ECRO, podría seguir mejorándose,
especialmente en lo que se refiere a la negociación de los tiempos y recursos para la obtención
de resultados.
Los resultados de esta tesis nos señalan que, el modelo E.C.R.O-ANT permite reprogramar las
lógicas procedimentales de las personas en sus grupos configurados socio-materialmente,
especialmente desde su cotidianeidad, reubicándolas, ayudadas por las interpretaciones y
preguntas del coordinador, en un E.C.R.O, común y singular. Esta reubicación asumimos que
67
podría generar, novedosas asociaciones humano-materiales, las cuales pueden resultar siendo
propicias para la generación de un ambiente propicio a la innovación, especialmente en centros
de investigación de instituciones públicas. Esperamos en siguientes versiones poder ir
vinculando cada vez más los aspectos cotidianos de prácticas específicas y diferenciadas,
como son las científicas y las de los negocios con las propias de instituciones y culturas
organizaciones particulares.
68
5.- Discusión
Entendiendo que el modelo E.C.R.O-ANT propuesto en esta tesis fue desarrollado a partir de
dos teorías distintas, constatamos que la vinculación de la ANT al modelo E.C.R.O enriqueció
los supuestos sobre los modos en que individuo participa en el grupo-tarea. Esto al permitir
ciertas programaciones humano-materiales, sobre la base de la presencia del otro, el cual, a
su vez, se encuentra vinculado a relaciones humano-materiales, que nuevamente se relacionan
con el individuo de forma recursiva y negociada materialmente también. En este sentido,
podemos señalar que dichas reprogramaciones las tradujimos en el encuadre-propuesto para
la intervención (ver punto 2.1), donde se diseñó la forma en que los actores no-humanos se
vincularían con los humanos facilitando la movilización de los roles actanciales (ver 1.3.5.1).
Constatamos el aporte de la teoría ANT a través de las reprogramaciones de los estilos de
liderazgo de la jefatura, quien cambia sus estilos de liderar reorientándolos a las necesidades
del equipo en el grupo-tarea, en función de la estimulación intelectual y la inspiración
motivacional, estilos que promueven el desarrollo de ambientes innovadores (ver 1.3.5). Sobre
esto último, es importante mencionar que, con posterioridad a la intervención, volvimos al
departamento de I+D y el gerente señaló que el equipo había quedado muy motivado,
habiéndose mejorado la comunicación para compartir el desarrollo de nuevas ideas. Además
de ello, nos señaló que la mayoría de sus funcionarios se encuentran postulando a postítulos
69
orientados al área de innovación. Estos aspectos junto con el rediseño de su portal web, en el
que se aprecian la incorporación de algunos tópicos discutidos en las sesiones, muestran que
el aporte de la ANT al modelo E.C.R.O posibilita una red que se identificaría en un entorno de
innovación, que sigue dando frutos en el equipo intervenido a pesar de haber culminado ya la
intervención, es decir, las herramientas conceptuales pudieron ser utilizadas creativa y
autónomamente por las personas, concebidas en términos de un grupo-tarea.
Otro aspecto que nos interesa señalar es el hecho que el modelo E.C.R.O-ANT, como prototipo
de intervención funcionó como prueba y aprendizaje para siguientes intervenciones, las cuales
se proponen de forma más oficial en el mercado de las asesorías de coaching y especialmente
en aquellas áreas del mercado en el que existen organizaciones vinculadas con la academia y
empresas interesadas en inversión en I+D.
Podríamos decir que como resultado de la intervención a partir del modelo ECRO-ANT se
constató el deseo de los integrantes del grupo para abordar nuevos desafíos, el cual se vio
corroborado por la reconfiguración del estilo de liderazgo de la gerencia del departamento de
I+D, pasando de un estilo carismático, a un estilo o motivador y de estimulación intelectual.
Estilos que según Pons y Ramos (2012), se relacionarían con el favorecimiento de un clima de
innovación.
El resultado preliminar también nos sitúa ante el desafío de seguir mejorando la herramienta
representacional ECRO-ANT, principalmente centrada en estructuras psíquico-humano-
materiales, reveladas en prácticas cotidianas en una unidad específica, responsable de las
actividades de I+D, propias de un centro de investigación, para escalar a niveles
organizacionales e institucionales más amplios en lo que a negocios en biotecnología se trata.
70
Referencia Bibliográfica
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27aa/GU%C3%8DA%20DEL%20PROCESO%20CREATIVO.pdf?sessionID=e29682c7
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72
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http://www.ucipfg.com/Repositorio/MSCG/MSCG-08/BLOQUE-
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de Chicago.
73
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Tirado, F., & Domenech, M. (2005). Asociaciones heterogéneas y actantes: el giro postsocial de
la teoría del actor-red. AIBR. Revista de Antropología Iberoamericana,Noviembre,1-26.
APÉNDICE 1
ANEXO 1
ENCUESTA DE ESTILOS DE LIDERAZGOS DE BASS Y AVOLIO
77
CLAVE:
0 = No, en absoluto 1 = De vez en cuando 2 = A veces 3 = Muy a menudo 4 = Frecuentemente, aunque no siempre
0 1 2 3 4
1. Hago que los demás se sientan bien al estar cerca de mí.
2. Quiero expresar con pocas y sencillas palabras lo que podemos y debemos
hacer.
3. Habilito a otros a pensar los viejos problemas de nuevas maneras.
4. Ayudo a los otros a desarrollarse a sí mismos.
5. Le digo a los otros lo que deben hacer si quieren ser recompensados por su
trabajo.
6. Estoy satisfecho cuando los demás logran estándares de calidad acordados.
7. Estoy contento de que los demás sigan trabajando de la misma manera que
siempre.
8. Otros tienen fe en mí.
9. Ofrezco atractivas imágenes acerca de lo que podemos hacer.
10. Entrego a los otros nuevas formas de ver las cosas que desconciertan.
11. Dejo que los demás sepan lo que pienso de ellos, respecto de lo que están
haciendo.
12. Ofrezco reconocimiento / recompensas cuando otros alcanzan sus metas.
13. Siempre y cuando las cosas están funcionando, yo no trato de cambiar nada.
14. Lo que otros quieren hacer esta bien para mí.
15. Otros se sienten orgullosos de estar asociados conmigo.
16. Ayudo a los demás a encontrar sentido a su trabajo.
17. Invito a los otros a repensar ideas que nunca se habían cuestionado antes.
18. Doy atención personal a otros que parecen rechazados.
19. Llamo la atención sobre lo que los demás pueden obtener por lo que logran.
20. Les digo a otros las normas que tienen que saber para realizar su trabajo.
21. No pido más a los demás de lo que es absolutamente esencial.
Fuente: Copyright © 1992 BM Bass y BJ Avolio
78
ANEXO 2
1 2 3 4 5 6 7
Los responsables del área ¿Se muestran receptivos y positivos ante las nuevas
4
ideas que les presentan sus subalternos?
Cuando un empleado tiene una idea que implique cambios en los productos,
5
servicios de trabajo ¿sabe cómo y a quién debe someterla?
Se estudian en el área las prácticas de otras empresas con el fin de detectar ideas
11
que puedan mejorar su eficiencia?
Las ideas que se han implementado en los últimos tiempos en el área, han
13
mejorado su eficiencia operativa en términos de costes-resultados?
Están los responsables del área siempre dispuestos a experimentar con nuevos
15
enfoques operativos y de gestión?
Ha sido capaz el área de mejorar la calidad y/o de reducir los costes de sus
16
actividades?
Reacciona el área con rapidez ante cualquier nueva situación planteada por el
19
entorno; por ejemplo, competencia, nuevas leyes, ritmo económico…?
ANEXO 3
CONSENTIMIENTO INFORMADO
82
83
84