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Plan Anual 2018 Matemáticas 1 Secundaria
Plan Anual 2018 Matemáticas 1 Secundaria
Plan Anual 2018 Matemáticas 1 Secundaria
MATEMÁTICAS 1
AGOSTO 2018
SECUNDARIA TÉCNICA
OSWALDO ALFREDO ALVEAR TRUJILLO
SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN SECUNDARIA TÉCNICA
DEPARTAMENTO DE PLANES Y PROGRAMAS DE ASIGNATURA ACADÉMICA
PLANEACION ANUAL
PROPÓSITOS GENERALES
1. Concebir las matemáticas como una construcción social en donde se formulan y argumentan hechos y
procedimientos matemáticos.
2. Adquirir actitudes positivas y críticas hacia las matemáticas: desarrollar confianza en sus propias capacidades
y perseverancia al enfrentarse a problemas; disposición para el trabajo colaborativo y autónomo; curiosidad e
interés por emprender procesos de búsqueda en la resolución de problemas.
3. Desarrollar habilidades que les permitan plantear y resolver problemas usando herramientas matemáticas,
tomar decisiones y enfrentar situaciones no rutinarias.
1. Utilizar de manera flexible la estimación, el cálculo mental y el cálculo escrito en las operaciones con números
enteros, fraccionarios y decimales positivos y negativos.
2. Perfeccionar las técnicas para calcular valores faltantes en problemas de proporcionalidad y cálculo de
porcentajes.
4. Modelar situaciones de variación lineal, cuadrática y de proporcionalidad inversa; y definir patrones mediante
expresiones algebraicas.
6. Expresar e interpretar medidas con distintos tipos de unidad, y utilizar herramientas como el teorema de
Pitágoras, la semejanza y las razones trigonométricas, para estimar y calcular longitudes.
7. Elegir la forma de organización y representación —tabular, algebraica o gráfica— más adecuada para
comunicar información matemática.
8. Conocer las medidas de tendencia central y decidir cuándo y cómo aplicarlas en el análisis de datos y la
resolución de problemas.
En la educación básica, la resolución de problemas es tanto una meta de aprendizaje como un medio para
aprender contenidos matemáticos y fomentar el gusto con actitudes positivas hacia su estudio.
En el primer caso, se trata de que los estudiantes usen de manera flexible conceptos, técnicas, métodos o
contenidos en general, aprendidos previamente; y en el segundo, los estudiantes desarrollan procedimientos de
resolución que no necesariamente les han sido enseñados con anterioridad.
En ambos casos, los estudiantes analizan, comparan y obtienen conclusiones con ayuda del profesor; defienden
sus ideas y aprenden a escuchar a los demás; relacionan lo que saben con nuevos conocimientos, de manera
general; y le encuentran sentido y se interesan en las actividades que el profesor les plantea, es decir, disfrutan
haciendo matemáticas.
La autenticidad de los contextos es crucial para que la resolución de problemas se convierta en una práctica más
allá de la clase de matemáticas. Los fenómenos de las ciencias naturales o sociales, algunas cuestiones de la vida
cotidiana y de las matemáticas mismas, así como determinadas situaciones lúdicas pueden ser contextos
auténticos, pues con base en ellos es posible formular problemas significativos para los estudiantes. Una de las
condiciones para que un problema resulte significativo es que represente un reto que el estudiante pueda hacer
suyo, lo cual está relacionado con su edad y nivel escolar.
Por lo general, la resolución de problemas en dichos contextos brinda oportunidades para hacer trabajo
colaborativo y para que los estudiantes desarrollen capacidades comunicativas.
En todo este proceso la tarea del profesor es fundamental, pues a él le corresponde seleccionar y adecuar los
problemas que propondrá a los estudiantes. Es el profesor quien los organiza para el trabajo en el aula, promueve
la reflexión sobre sus hipótesis a través de preguntas y contraejemplos, y los impulsa a buscar nuevas
explicaciones o nuevos procedimientos. Además, debe promover y coordinar la discusión sobre las ideas que
elaboran los estudiantes acerca de las situaciones planteadas, para que logren explicar el porqué de sus
respuestas y reflexionen acerca de su aprendizaje.
Por otra parte, el profesor debe participar en las tareas que se realizan en el aula como fuente de información,
para aclarar confusiones y vincular conceptos y procedimientos surgidos en los estudiantes con el lenguaje
convencional y formal de las matemáticas.
Visto así, el estudio de las matemáticas representa también un escenario muy favorable para la formación
ciudadana y para el fortalecimiento de la lectura y escritura, porque privilegia la comunicación, el trabajo en
equipo, la búsqueda de acuerdos y argumentos para mostrar que un procedimiento o resultado es correcto o
incorrecto, así como la disposición de escuchar y respetar las ideas de los demás y de modificar las propias.
Todo esto hace que la evaluación se convierta en un aspecto de mayor complejidad, tanto por sus implicaciones
en el proceso de estudio como por lo que significa para la autoestima del estudiante.
Es por ello que la evaluación no debe circunscribirse a la aplicación de exámenes en momentos fijos del curso,
sino que debe ser un medio que permita al profesor y al estudiante conocer las fortalezas y debilidades surgidas
en el proceso de aprendizaje. Esto se logra con la observación del profesor al trabajo en el aula, con la
recopilación de datos que le permitan proponer tareas para apuntalar donde encuentre fallas en la construcción
del conocimiento. En conclusión, la evaluación debe permitir mejorar los factores que intervienen en el proceso
didáctico.
Por otra parte, la transversalidad de la resolución de problemas en los programas de matemáticas no significa
que todos y cada uno de los temas deban tratarse con esta perspectiva, pues existen contenidos cuyo aprendizaje
puede resultar muy complicado si se abordan a partir de situaciones problemáticas —por ejemplo, algunas reglas
de transformación de expresiones algebraicas—.
No se debe olvidar que la aplicación de las matemáticas se da en muchos ámbitos que no necesariamente
corresponden a la vida cotidiana de los estudiantes, pero que pueden propiciar la construcción de estrategias y
conocimientos matemáticos, como en cierto tipo de juegos o algunas situaciones relacionadas con la fantasía.
Mediante actividades que utilizan herramientas tecnológicas es posible promover en los estudiantes la
exploración de ideas y conceptos matemáticos, así como el análisis y modelación de fenómenos y situaciones
problemáticas. Las herramientas de uso más frecuente en el diseño de actividades para el aprendizaje en
matemáticas son las hojas electrónicas de cálculo, los manipuladores simbólicos y los graficadores. El software
de uso libre Geogebra conjuga las características de los programas anteriores, lo cual permite trabajar con
distintas representaciones dinámicas de conceptos y situaciones, como la representación gráfica, la numérica y
la algebraica. Una de las potencialidades didácticas de los programas mencionados es que dichas
representaciones están dinámicamente vinculadas entre sí. Por medio de una selección adecuada de actividades
disponibles en internet, diseñadas con esas herramientas y con otras aplicaciones digitales, el profesor puede
incorporar su uso en la clase de matemáticas cuando el plantel cuente con la infraestructura necesaria.
ORGANIZADORES CURRICULARES
Para su estudio, este espacio curricular se organiza en tres ejes temáticos y doce temas:
tipos de variación.
Patrones, figuras Formula expresiones algebraicas de
geométricas y primer grado a partir de sucesiones y las Expresiones algebraicas
expresiones utiliza para analizar propiedades de la
equivalentes sucesión que representan.
Razón de cambio