Teixeira - Pluralismo
Teixeira - Pluralismo
Teixeira - Pluralismo
Una visin
panormica
Faustino TEXEIRA
par^ obllg^r a los que son distintos a ser miembros de la lglesial'5; y de Paul
Knitter, quien aftma que esta tesis <<irttroduce a los no cristianos a la
Iglesia por la puerta de sercio as>>1a6. Para Knittet, la solucin encon-
trada por Rahner apunta hacn una aprobacin parcial y provisionab> de
las dems tradiciones lgligiosas, justo hasta el momento e que entra en
escena el cristianismo y el Evangelio'o'. Aun reconociendo todas estas
objeciones, no puede negarse que la reflexin de Rahner fue muy impor-
tante en el mbito intetno de la propia Iglesia para desbloque^r cota;zones
y mentes de cara al valor de la alteridad.
Esta corriente cristocntdca, presentada en sus dos versiones, se va
enriqueciendo y desarrollando actualmente en el sentido de un inclusivis-
mo cristocntrico abierto. Para
Jacques
Dupuis, que se sita en esta pers-
pectiva, el cristocentrismo abierto represeflta, probablemente, el nico
camino pzra :una teologa de las religiones verdaderamente digna de este
nombfe148.
C. El pluralisno
En la teologa catltca es comn tabajar con la nocin del cristia-
nismo como religin absoluta. Normalmente, este carcter absoluto se
entiende as: El cristianismo no es slo de hecho la religrn superior a
todas las dems que existen, sino que representa la auto-revelacin defini-
tiva de Dios, esencialmente insuperable, de validez exclusiva y universal
para todos los seres humanos deiodos los tiempos>1as.La posicin inclu-
sivista ms tradicional, incluso rompiendo con la dinmica ms cerrada del
54
-
Captulo l. Teologia cristiana de las rclgones
145 KNo, H., Sercnsfo, Rlo de Janeiro: lmago 1976, 80 (trad. cast: Sercrisfrano. Madrid: 1977).
lo., Projefo de tica mundal; uma moral ecumnica em vista da sobrevivncia humana, So
Paulo: Paulinas 1992, 115 (trad. cast: Una tica mundial para la economia y para la paltica,
Madrid: Trofta
'1999).
146 KNrrrER, Paul, O cristianismo como religio verdadeira e absoluta?, Concilium 156/6 (1980) 27.
147 KNn-rER, A teologia catlica, 107. Para este autor, la tesis de Rahner no se diferencia, en la
pctica, de la tesis tradicional que entende las religiones no cristianas como <<praeparatio
evangelica (preparacin del Evangelio). Cf. tambin la crtica d'lgnace PurHroeu, F e vida
crists num mundo de pluralismo religioso, Concilium 155i5 (1980) 104-105 y 109.
148 DuPUls, Ges Crisfo ncontro, 146. Ms adelante apuntaremos el desanollo terico de este
inclusivismo, particularmente en el campo de la cristologa.
149 KAspERs, Walter, Cristianesimo, carattere assoluto..., en Sacramentum Mundi ll, Brescia:
Morcelliana 1974,735. Reaccionando contra esta posicin, el misilogo Henri Muntea subra-
ya: Si el cristianismo es la verdad definitiva,.la revelacin absoluta de Dios a la humanidad,
slo queda un camino para las otras relgones: convertirse al cristianismo... De hecho, esta-
mos ante un dilogo entre el elefante y el ratn. Thologie chrtienne des religions non
chrtiennes, Lumen Vitae 31/l (1976) 89.
Tros perspoctivas en el debate
.
55
cxclusivismo, tiende a confirmar eI carcter absoluto del cristianismor50.
Aun reconociendo las dems lsligiones como caminos autnticos de sal-
vacin, afrma sin embargo que da salvacin mediada por esas sligiones
cs, en todos los aspectos, deficiente e incompleta>'s'. Las diversas religro-
nes son presentadas normalmente como formas de adento,
9re-estfe-
nos)) o <<guas; reflejan <<chispas de la verdad
OJE
2) o, en la frmula con-
sagrada por el Vaticano II, Constituyen una preparacin evanglica> pG
16). La secreta presencia de Dios (AG 9) que se manifiesta en ellas,
cncuentra su.verdadera revelacin en el cristianismo y en la Iglesials2.
La posicin plualista surge exactamente como una reaccin contra
csta reivindicacin del cristianismo como <<religin de supedoridad ulti-
rna. En Ia bsqueda de un <<nuevo ngulo de comprensin del clstianis-
rno, los telogos pluralistas proponen un cambio de paragma, ms d7
tlel exclusismo y del inclusivismo. Un cambio que implica <aenunciar a la
visin tolemaica uadicional -segn la cual todas las leligiones giran en
tr)rno a Cdsto- y al cristianismc! como su centro, pan adoptar una visin
scgn la cual todas l2s sligiones, incluso el cristianismo, giran en torno al
sol, que es el misterio de Dios como realidad suprema's'. En este teocen-
trismo propugnado por Ios telogos pluralistas, el cristianismo deja de ser
150 RAHNER, Karl, Sulla pretesa del cristianesimo di poiedere un valore assoluto, en Scr'enza
efedecristiana, Roma: Paoline 1984,237-256 (Nuovi Saggi lX); lo., La chiesa, lechiesee
le religioni; en Scienza e fede cristiana, 428.
151 KNtrrER, O cristianismo como religio verdadeira e absoluta?, 26. Un ejemplo sugerente de
esa perspectiva la encontramos en Jean Galot: La gracia dada a los que no pueden benefi-
ciarse de la evangelizacin no puede desanollarse en ellos con la misma riqueza espiritual
que se aprecia en los bautizados, en los cuales esa gracia se nutre y se refuerza a travs de
los sacramentos y participa en la vida de la lglesia. Esta gracia muy suficiente para procurar
a todo hombre la salvacin en la medida en que la libertad personal no la rechace pero est
contenida en un cuadro ms estrecho del de una vida cristiana: Gnlor, Jean, L'unico salva-
tore e I'attivit missionia della Chiesa, en La Civilt Caftolica, luglio 1991, 135-136.
152 Como indica John Hick, cuando comenta la posicin inclusivista: <Los no cristianos se pue-
den salvar porque, aunque desconocido para ellos, Crsto est, en "cierta manera", secreta-
mente "unido" a ellos. Pero la verdad salvfica que les es desconocida es conocida por la
lglesia, que es el instrumento de Dios para hacer conocida la redencin. O carater no
absoluto do cristianismon, Numen,l/1 (1998) 23. Vase tambin KNrrren, O cristianismo...>r,
26. Para Hick, en este inclusivsmo benevolente tambin contina en vigor la conciencia de
la superioridad final de la religin cristiana, porque la salvacin, ocurra donde ocuna, es sal-
vacin cristiana, Htcx, J., A metfora do Deus encamado, Petrpolis: Vozes 2000, 198.
153 GEFFRE, Claude, Af na era do pluralismo religioso, en TExErne, Faustino, (ed., Dilogo de
pssaros, nos caminhos do dilogo inter-rcligioso, So Paulo: Paulinas 1993, 66. Este autor
retoma aqu la tesis de la revolucin copernicana en teologa propuesta per John Hick en
su libro God and the Universe of Faiths (1977). John Hick relaciona este cambio de paradig-
ma con el paso de un Rubicn teolgico, que permite la entrada a un teritorio nuevo, a
partir del cual el campo de la verdad cristiana est destinado a tener facciones distinas. En
este nueva perspectiva, la tradicin cristiana es vista ahora como una ms entre una plura-
lidad de contextos de salvacin, contextos
-hay
que decirlo- en cuyo interior se esta reali-
el nico y exclusivo meo de salvacio> y las dems tradiciones religio-
sas apafeen como instancias legtimas y autnomas de sah'acin, como
religrnes verdaderas y no como un cristianismo disminuido.
En esta nueva posicin teolgica se pone en cuestin el cristocen-
trismo tradicional, v, q,re en el teocentrismo es Dios, y no
Jesucristo,
quien
se convierte en el'centro del designio salvfico de la humanidad. Desde
esta nueva perspectiva se cuestiona la unicidad de
Jesucristo
como irnico
mediador entre-Dios y la humanidad. De aqu viene Ia polmica que esta
reflexin ha suscitado en la actualidad, especialmente entre los telogos
inclusistas: <<Para salvar un plurdismo salvfico, haca falta fomPef el n-
culo salvfico de
Jesucristo
o., Dios como nico y exclusivo, haba que
sepafaf la cristolga de la teologa. Con todo, la fe cristiana afitma que
Jeiuctisto
no es slo una mediacin manifestativa o normativa sino sobre
iodo la mediacin constitutiva de salvacio'un. Los telogos pluralistas
consideran que incluso la perspectiva inclusivista es insuficiente, por el
hecho de qu no valora las dems sligiones por ellas mismas' sio siem-
pfe con la <<unidad de medida del cristinismo1ss, bloqueando as cualquiet
posibilidad de dilogo interreligioso.
56 Captulo l. Teologa cristiana de las religiones
zando la transformacin de la existencia humana pasando de un centrarse en s mismo a un
centrarse en Dios (o en aquello que es Real de manera ltima). El cristianismo pierde as su
cariz de exclusividad salvfica, y pasa a ser una de ias corrientes de vida religiosa por las que
los seres humanos pueden ser salvficamente relacionadas con aquella realidad ltima cono-
cida por los cristianos como Padre Celestial, Hrcx, John, O carter no-absoluto do cristia-
nismo, 23-24. En un artculo sobre el tema, Hans Kng indica que esta nueva posicin teo-
lgica no es tan novsima sino que retoma a antigua doctrina del esprito del protestantis-
mo liberal: Prcjeto de tica mundial, 137.
154 MTRANDA,MriodeFranqa,Oencontrodasreligies, Perspectivateolgica68(f994) 20.
Este mismo autor, que se inscribe en la perspectiva inclusivista, resume uno de los aspectos
clave que cuestionan esta perspectiva: La dificultad ms grande de esta posicin es conci-
liar estas afirmaciones con los textos del Nuevo Tstamento, que expresan que Cristo es el
nico mediador entre Dios y los hombres.(1Tm 2,5; Hch 4,12) y la revelacin plena y definiti-
va de Dios. Querer relativizarlos como cbnsecuencia de un contexto cultural semita es, en el
fndo, cuestionar la veracidad de todo el Nuevo Testamento y quitar los fundamentos de la
piopia fe cristiana, lo., A salvaqo crist na modernidade>>, Perspectiva teolgica 59 (19S1)
30. Vase tambin WoNc, Joseph H., ll Dio de Ges Cristo in prospettiva pneumatologica,
en cnrrone, carlo (ed.), La svofta planetaria di Dio, Roma: Borla 1992, 247. Bsicamente
todos los telogos inclusivistias plantean problemas en esta direccin de manera ms o menos
matizada.
'l55
Duputs, Jacques, O debate cristolgico no contexto do pluralismo relgioso, en Telxetu,
Faustino L.C., Ditogo depssaros,8't. Para Hick, la posicin inclusivista expresa actual-
mente la manera de abordar el tema que ha conseguido ms consenso entre los telogos cris-
tianos, pero, al considerar la salvacin como una realidad exclusivamente cristiana, se man-
tiene deudora del antiguo imperialismo teolgico. Cf . A metfon do Deus encamado,'121.
Traduccin: La metfora del Dios encamado, Abya Yala, Quito 2004, coleccin T'iemp
axial.
Tres perspectivas en el debate
.
57
Sera, sin embargq ingenuo coflsiderar el modelo pluralista como
rrn bloque monoltico y sin matices diferenciados. De hecho, este modelo
( ()mprende
posiciones teolgicas diferentes, desde la forma ms extrema,
:,r'gn la cual
Jesucristo
no es ni constitutivo ni normativo de la salvacin,
lr;rsta la ms moderada, que preserva el catcter normativo deJesucristo,
.urnque abandonando su caracterstica salvfica constitutiva y universall56.
a.
John
Hick la metfon del Dios encarnado
Como representaflte significativo de la primera vetsin del pluralis-
rrrr, podemos rencionar al filsofo y telogo evanglico
John
Hick,'r,
,tricn ya en 7973158 propuso una
(cevolucin
copernicana en la teologo>,
,lt' superacin del cristocenftismo por el teocentrismo. Este cambio de
r;rragma,
como subray el mismo telogo, implica <da apertura de la
, ,rcstin teolgica e indica un propuesta de superacin de las reflexiones
',, rlrre el tema desarrolladas en el mbito de un cdstocentrismo inclusivo y
rlrit:rto. I-os telogos defensores del teocentrismo formulan su propuesta
,1. cambio en funcin de una revisin o reinterpretacin de la cristologa,
( n ol contexto del pluralismo religioso. En este campo particular,
John
I lrt'k pone en cuestin la docuina cristiana de la encarnacin divina de
l,
sris, que segn l tiene que entenderse en sentido metafrico y no te-
r,rl""'. En esta lnea de reflexin,
Jess
aparece romo (rn
ser humano
, \traordinariamente abierto a la influencia de Dios y.que, en ese sentido,
r',ri Dupuls, Ges cr.sfo incontro alle religioni, 143 y 274; lo., Rumo a uma teologia crist do ptu-
mlismo religioso, 261. lD., O debate cristolgico..., en Dialogo de pssaros, 82-83. El telo-
1o Paul Knitter cuestiona la imagen estereotipada, acuada durante la pasada dcada, sobre
la teologa pluralista de las religiones, que en realidad comprende una pluralidad de pluralis-
tas. lndica cmo determinadas declaraciones de lelogos fueron puestas de relieve por los
crticos y universalizadas como si fuesen representativas de todos los telogos pluralistias. A
la base de estas generalizaciones est el desconocimiento de la realidad plural de los plura-
listas. Cf. KNtrrER, Paul, Uma terra molte religioni, Asssi: Cittadella Editrice 1998, 51.
l"/ l)e entre [a vasta obra publicada poreste prestgioso filosofo y telogo de la religin, prove-
rriente de la tradicin presbiteriana de la lglesia de lnglaterra, podemos destacar: Hlcx, John,
God and the Universe of Faiths (1973); An lnteryretation of Religion (,1989); Essays in fhe
Philosophy of Religion (1973); God Has Many Names (1980); The Myth of God lncamate
(1977); A Christian Theology of Religions (1995); The Metaphor of God Incamate (1993); Ihe
f ifth Dimension (1999).
l',rl llrcK, GodandthelJniverseof Faiths,l3l,citatenKlrrren,Paul,Nessun altronome?,gof . i
r','t l)ara Hick, el sentido metafrlco se distingue del sentido literal. El discurso metafrico implica
rrna transferencia de sentdo. Con relacin al tema de la metfora de la encarnacin divina,
oste autor quiere indicar la singularidad especial de Jess, en cuanto abertura y sensibilidad
rr la presencia de Dios. Ei sentido de <<encarnacin aqu es, para 1, metafrico: en Jess se
r:trmple la voluntad de Dios, en l se realiza la encamacin de un ideal de vida de apertura
y respuesta a Dios: su vida es expresin definida de un amor de gape, que traduce en la fini-
lud del amor infinito de Dios. Cf. A metfora do Deus encamado,'136-144.
58 ' Captuto L Teotoga cristiana de las religiones
Tres perspoctivas en el debate
.
59
de salvacin humanar'63. Si, por una parte, Dios puede ser encontrado ver-
daderamente en
Jess
(tatus Deast>), quien para los cristianos constituye el
centro y la norma de sus vidas, por otra, Dios tambin puede ser encon-
trado fuera de
Jess
(que no eta el totum Dei), en el contexto amplio del
igape de Dios. Este gape divino, que se manifiesta en las acciones de
Jess,
no se agota. El amor de Dios no se agota en
Jess.
En sus obras posteriores,
John
Hick tata de mazar y perfeccionar
su reflexin, con el fin de responder mejor a la comprensin de la realidad
xsligioso) presente en las tradiciones testas y no testas. Este telogo
:rdopta el concepto de centraiidad de lo reab pan referise a la realidad
trascendente. Segn este nuevo concepto, la <aealidad centrab) hacia la que
t>das las tradiciones lsligiosas estaran orientadas no se encuadra en las
tradicionales categodas <<personab> o <<impersonab>. Tomando como base la
-< rncepcin epistemolgi ca kanfiana, Hick establece una distincin entre
l,r real-en-s, inaccesible a los seres humanos, y lo <eal-manifiesto, que
';t: experimenta como fenmeno en las distintas comunidades humanas.
As, a las diferentes tradiciones religiosas, corresponderan diferentes res-
lluestas
a lo real. Lo <<real-en-si> no se encuadta, como indica Hick, en nin-
r,,una de 7as categorias testas presentes en las tradiciones hebraica, cristia-
rr:r, musulmana o hind ni en cualquier otra manifestacin impersonal.
lrst <<ms all de cualquiera de sus manifestaciones en la conciencia
lrrmana. En este sentido, <<las "afirmaciones primatias" de las diversas tra-
,ltciones rel-igiosas -el iat taan asilind,las cuatro nobles verdades de Buda,
,l hem judaico, el reconocimiento cristiano deJess como Cristo, la decla-
r.rt'in islmica que no hay oro dios fuera de Dios y que Mahoma es su
rrofeta-
reflejan experiencias que constituyen modos distintos a travs de
l,,s cuales la realidad ltima actu en la vtda humana'uo.
Con
John
Hick se inaugura una verdadera escuela de pensamien-
r,,,,r('s, con acentos diversificados. Entre los ms ardorosos defensores de
Lr'; lcsis de Hick se encuentra el telogo Perry Schimidt-Leukel, para quien
lriur parte de las objeciones puestas al autor rcflejan una incorrecta iter-
'rctacin
de su pensamientol6. Hay que subrayar tambin las inumera-
rr,rtJrcK,John,Ocarterno-absolutodocristianismo,23.EnsulibroGodandtheUniverse
of Faiths ( 59), Hick afirma: Queremos afirmar qu Jess era fofus Deus, completiamente
Dios, en el sentido de que su gape era autnticamente el gape de Dios actuando en ef
mundo pero no que fuera el totum Dei, el todo Dios en el sentido de que el gape divino se
t--xpresaba totalmente en cada una o quiz slo en alguna de sus acciones, citat en Krurrren,
Paul, Nessun aftro nome?,90-91.
rr,.l I)upurs, Rumo a uma teologia,359.
l{;' l)upuls, Rumo a uma teologia,263.
rr,r, l)ara una descripcn de la posicin de Schimidt-Leukel, cf. AeelscHeR-Cner-ro\ Vers un
t,ccumnisme interreligieux, 433435 y 470-47 1.
vivi en una med-ida extraordioaria
como Lgierfie de Dios en la tie(ra'
"encarnando"
l, ,rolotl,Tdi;;"
parulavida
umana'
As' en- las circuns-
ancias de su poca
V
.lii|at
n'" t'rnt tl ideal de Ia humanidad que vive
;t.r* v..,
^.tiru
aL i.pt"t" a Dios, y al hacerlo
'eocarn'un
amot que
#;fl." ;J;;;;
*irir'no.
De ac'ero con Hick' no hav por parte del
Iess
histri.o ,r-gr.r^ incacin
del auibuto
de la divinidad' ni inten-
,;#jil;|;
""irgr."i,
determinadz.
Esra atribucin
slo vendr con el
oensamiento .rirtir.ro-
porot. Pero, de hecho,
la transparencia
de su
ffil:l=;**;i;;':Se;;;'
ti-; hizo posible en el acontecimiento
Jess
un iignificado
universal'
ParaJohn Hick, el tnrlo <iFlifo.de Dios' q"t
-j:-Tide
se transfot-
m en modelo ." i; ;.;-l%^-i u Iglesia,
:?."*?'d"',t"--ot::i:
i;;;o*", con el significado
e sirviente especid.d:
D'"t'l: L-o que
Paso
;;;;;1";;;d"
'"il;;'t"
"*ri" a' Dios acab trausformdose
en
eI concepto
-.rrr,rrJ
i.
"ffi;"
dt Diot"' O meior:
tU^
l"rt^t3
fue trans-
formada en prosa ,
y-l^
^r,itra
vivz fue congelad^
t"
Y"
d-"ry' tlsdo y
literab>''. La creencia cristiana en la encar'^tI-'
es fruto' segn Hick' de
;;; ;trtp..icin
del
-."1'p
dt
;
ess.en,un lengua! e mtico' realizado por
la tradicin
iontca V^p"r"UlUUi^
baio la inflriencia
del helenismo. No
quiere decir que este lenguaje sea necesanamente
falso; peto el error de la
;;;t";ir'tir.,"
f,.,. tJ-' en sentido literal Io que tendra que com-
orendetse en sentido metafrico; como consetoet'iiu
vino la cristologa
:i;;;;is,.;;
aeL mo de Dios hecho set humano>162'
TJnavezdenunciado el <<mito de la encarnacin'
se abre para Hick
el camino t.o.errtn.o.Jtt"ttt
deia de ser constitutivo
y normativo de la
salvacin, que se d";;;;h"
dtt'o de ouas tradiciones
religiosas' ade-
msdelcristiarusmo.p-,-rr,.r.esalgoarbitrarioeirrealistacontinuar
insistiendo
en que . ;;;Ji'*ento
eristo es la fuente
.untca y exclusiva
160 Hrcr, A metfora do Deus encarnado' 25-26'
161 HtcK, O carter no-absoluto do cristianismo ' 38' Con el concilio de Nicea (325) la lglesia
catlica adopta oorru."p-riirlo1i"."""pt"
no bblico de ousra, declarando Jess como el
Dios Hijo encarnuoo,
"orlrb"t"ncial
a!
padre. La metfora biblica cede ahora el sitio a la defi-
nicin filosfica: Un hijo de Dios metafrco se transforma en el Dios Hijo metafsico' segun-
da persona de la Trinia] rr.-',- A metfora do Deus encarnado'
66 y 55' Tambin KNlrrER'
Nessun a/fro nome?,87 '
162 DuPUls, 6esi Cnsfo inco ntro atle religioni'286' Har' Ges e le religioni del mondo' en HlcK'
John (ed.), tt mto et Oo icumrto, oggia, Edizioni Bastogi
'1982, 2O3'2O4 y 208' Para Hick'
una metfora
pr"a" ti"iir.nte desaillarse hasta adquirir la.forma de un mito, entendido
como un complejo
poao de ideas' normalmente en fbrma de narrativa'
que no es literal-
mente verdadero
pero que puede serlo en el sentido
prctico que tiende a evocar una actitud
de disposicin upropiro'J-"IJ
oujeto al que se dirige. Definido as, un mito es una metfo-
ra bastante extensiva lbd" |M'
60
.
Captulo l. Teologa cristiana de las religiones
bles crticas elaboradas por otros autores, que no estn de acuerdo con el
camino tomado
Por
Hick. Algunos telogos se oponen al paradigma teo-
cntrico porque sera <<ingenuamente relativista y ahistricamente ideas-
ta>'u'. Otrbs manifiestan su dificultad para aceptzf la reduccin de las dis-
tintas formas de creencia personal en Dios a simples manifestaciones de
un teal-en-si, totalmente inaccesiblel6s. Algunos otros, sustentan el catc-
ter auto-contradictorio del modelo propuesto que, definindose como
glutalista>, acaba postulando <<homogeneidad de medios y uniformidad
de fines en las distintas tradiciones religiosas16e. lncluso con la reformula-
cin de su teocentrismo,
John
Hick no se libra de los interrogantes crti-
cos de autores que creen que su visin permaflece deudom de un modelo
de divinidad relacionado con las religiones monotestas, y que acaba pot
desnaturalizaolas 6ligiones en su singularidad y atenuando el sentido de
las diferenci25 sligiosaslTo.
An dentro de una perspectiva pluralista, hay un gruPo de telogos
que mantienen una cristologa normativa, incluso sin considerar a
Jsucristo
como constitutivo de la salvacin. Para estos autores, sin ser
exclusiva (eclesiocentrismo) o constitutiva (cristocentrismo) de la salva-
cin, la persona y la da de
Jesucristo
revela de manera clara y decisiva el
amor de Dios pot los seres humanos. Sin
Jess
no faltaa Ia gracia de
Dios, pero s su manifestacin decisiva>"'.
167 Es el caso de los autores J.J. LtpNER y R. W. RoussEAU, citados en Dupuls, Rumo a uma teo-
logia,268.
'168
Se trata de una dificultad expresada per Dururs, Rumo a uma teologia,359"
169 Es la posicin defendida por Hrru, S. M., Sa/vafions. Truth and Difference in Religion,
Maryknoll/New York: Orbis Books 1995.
170 Ct. D'CosrA, Gavin, Theology of Religious Pluratism: The Challenge of Other Religions,
Oxford: Basil Blackwell 1986; O'Lennv, Joseph, La verit chrtienne l'ge du pluralisme reli-
gieux, Pars: Cerf 1994, 36-39. Drr.rorn, J. A., Teologia pluralista delle religioni: pluralista o non
pluralista?, en D'Cosr, Gavin (ed.), La teotogia plunlista delle religioni: un mto? Assisi:
Cittadella Edikice t994, 246-350; Sunrn, Kenneth, Una 'politica della parola'. Pluralismo reli-
gioso nell'era dell'hamburger, en D'Cosn, Gavin (ed.), La teologia pluralista delle religioni:
un mito?,337-365; AEBTscHER-CRETTot, Ver un oecumnisme interreligieux, 474480.
171 MTRANDA,Mrio,Oencontrodasreligies, 19.YtambinCoMrsrNTEoLcrcAlNrERNAcloNAL,
O cristianismo e as religies, 18 (n. f 9). Con los debidos matices, los telogos relacionados
con esta perspectva son Paul Tillich, E. Troeltsch, Knitter, R. Panikkar (en sus trabajos ms
recientes) y H. Kng. Cf. DuPUrs, Jacques, Ges Cnsfo incontro alle religioni, 282'283;
255.257-263;270-276. Es lmportante resaltar aqu la dificultad que existe en cualquier inten-
to de clasificacin, y no hay ninguna intencin de cerrar el crculo de las interpretaciones. En
los casos citados, algunos autores tienden a cuestionar, por ejemplo, el encuadramiento de
Hans Kng en la perspectiva pluralista, ponderando su inscripcin ms adecuada en el inclu-
sivismo abierto.
Tros porspoclivas en el debate
.
61
b. Paul Knitter: reinterpretacin de la unicidrrrl <lc.Jcss
Entre los autores mencionados en esta vcrsirin nriis nroclerada del
pluralismo, puede citarse al telogo Paul Knittcr.
(lom<
I lick, cste autor
considera el modelo teocntrico como el ms promctcclor para una vli-
da reinterpretacin de la doctrina cristiana y p^ra un dil<>go inrcrreligioso
ms autntico172. Toda la reflen teolgica de Knitter cstri animada por
la exigencia del dilogo interreligioso y en ese horizontc hay que com-
prender sus forrnulaciones tericas. Constata que tanto la visin eclesio-
cntrica como la cristocntrica han obstaculizado el camino del dilogo.
Con la apertura ecumnica en el campo cathco, se dieron los primeros
pasos para la superacin del eclesiocentrismo, sobre todo con la distincin
entre Reino e Iglesia.
Junto
a este primer movimiento eclesiolgico,
Knitter subraya la importancia de un nuevo paso, ahora en la cristologa.
Segn 1, la manera de entender a Cristo, incluso con la novedad introdu-
cida por el inclusivismo, <<impide este dilogol73.
La propuesta de Knitter va en la lnea de una reinterpretacin de la
unicidad de
Jess,
teniendo en cuenta la diversidad de cristologas del
Nuevo Testamento. Partiendo de Ia constatacin de que la cristologa fue
desde el comienzo diversa, evolutiva y fruto de un dilogo, Knitter inda-
ga si la <<normativida y exclusivida> presente en algunos textos del
Nuevo Testamento (1T* 2,5;Jn1r,14;14,16) constituyen, de hecho, garte
del contenido principal de aquello que la Iglesia primitiva expedment y
ctey174. Lo que incomoda a este autof es la naturaleza de este lenguaje
exclusivista. Para 1, todos los calificativos "nico" y "solo" aadidos a los
diversos trulos cristolgicos pertenecen ms al medio usado por el Nuevo
Testamento que a su mensaie centrab)l75. Uno de los puntos de acuerdo
entre los especialistas del Nuevo Testamento se refiere a la comprensin
lel Reino de Dios como contenido central del mensaje originario deJess.
Partiendo de esta premisa, Knitter subraya que el mensaie central deJess
fue teocntrico.
Jess,
como profeta escatolgico, no toma nunca el lugar
de Dios. Tambin en los tres textos en que es proclamado Dios o divino
fln
1,1; 20,28; He 1,8-9), se mantiene una edente subordinaciruy''6. Slo
despus de la muerte de
Jess,
como indica Knitter, el proclamador se
transforma en proclamado, hacindose as un desplazamiento de la idea de
172 KNlt-rER, Nessun altra nome?,126.
173 KNrrrER, Paul, O cristianismo como religio verdadeira e ahsoluta?, Concilium 156/6 (1980)
29; lD., Nsssun aftro nome?, 123.
174 KNrrrER, Nessun a/ro nome?, 150.
175 tbd., 150.
r/6 tbd., 132,
62 ' Capitulo l. Teologia cristiana d las religiones
Reino de Dios hctala de Hijo de Dios"'. Con eI Nuevo Testamento, el
mensaje teocntrico de
Jess
se t-uelve cristocntrico.
A pesar de la polmica que apunta en el tema cristolgico, el mode-
lo propuesto
Por
Knittef no va por el camino de una ruPtura en la com-
prensin de la unicidad y de la normatividad de
Jess.
S siente de una
unicidad exclusiva o inclusiva pero cree en una <<unicidad relacional de
Jess"8.
En esta nueva corriprensin se afirma a
Jess
como nic, <{pero
con una unicidad caracteitzada por su capacidad de ponerse en telacin -
es decir, de incluir'y de ser incluido- con otros personajes religiosos ni-
cos17e. Para Knittet, la cuestin de la normatividad deJess tiene que per-
cibirse como una cuestin abierta->"o, sin implicar un juicio peyorativo en
lo que concierne a la superioridad de la tevelacin cristiana sobre las
dems. Segun Knitter, est cuesti n teica abierta de la unicidad de
Jess
slo podr aclararse de-hecho en la prctica del dilogo"'. En su posicin,
este autor
ProPofle
que toda pretensin del cristianismo sobre la unicidad
de Cristo quede provisionalmente en suspenso en el proceso dialogal