Diario de Campo
Diario de Campo
Diario de Campo
Programa RED
“El trabajo intelectual es la elección de un tipo de vida tanto como de una carrera (…)
Lo que significa esto es que debéis aprender a usar vuestra experiencia de la vida
en vuestro trabajo intelectual, examinándola e interpretándola sin cesar (…).
Pero, ¿cómo podréis hacerlo? (…): llevad un diario”
C. Wrigh Mills
El trabajo de campo tiene el propósito de profundizar en el conocimiento sobre las relaciones que se
establecen entre diversas formas de incorporación de los problemas y los saberes locales en el currículo
y en las prácticas pedagógicas en la educación básica y media, y las diversas formas de entender y
construir lo público en la escuela. En esta primera fase de trabajo de campo se pretende hacer una
exploración amplia sobre las formas en que las problemáticas locales se han formalizado en el currículo
y en las prácticas pedagógicas. De igual manera se busca conocer la manera en que los actores
entienden y construyen lo público, a la vez que se quiere indagar sobre la forma en que se definen ellos
en lo público.
Por otro lado se quiere conocer a través del trabajo de campo algunos factores contextuales que inciden
tanto en la incorporación de saberes locales como en la construcción de lo público en la escuela.
Esta guía es un apoyo –no una camisa de fuerza- para los investigadores que participan en el trabajo de
campo, establece unos criterios y orienta el proceso de recolección de información en cada institución.
El diario de campo y los seminarios van a ser los mecanismos fundamentales de trabajo en este proceso
investigativo. Los seminarios van a permitir profundizar la reflexión sobre la temática, problematizar las
concepciones que los investigadores tienen sobre ella y adoptar herramientas teóricas y conceptos
fundamentales para la observación y el análisis.
El diario es simplemente un cuaderno personal, una libreta en la que cada investigador escribe a diario
su proceso investigativo, incluyendo tanto observaciones, conversaciones sostenidas con diferentes
personas, consultas documentales, reflexiones personales, todas ellas referidas al objeto de
investigación. Preferiblemente debe ser una libreta pequeña o un cuaderno, de unos 15x10 cm., de modo
que pueda llevarse fácilmente a todas partes. No se recomienda que sea anillada pues los anillos pueden
enredarse y, si se lleva en un bolsillo, dañar la ropa. Las hojas deben estar cosidas por la mitad para que
se pueda abrir, y escribir con comodidad sin que se desprendan.
El diario que proponemos no es un diario personal, intimista, a la manera de los diarios que
frecuentemente inician los adolescentes, sino un diario de tipo investigativo, lo cual no quiere decir que no
incorporemos reflexiones y situaciones personales que afectan la investigación.
Por ello, cada inscripción en el diario debe comenzar con la fecha, la hora y el lugar en que se está
escribiendo.
Como dice Honorio Velasco, el diario es en realidad no sólo un lugar de inscripción y de registro
de información, sino un “banco de trabajo”, a la manera de un carpintero, una mesa de trabajo
donde vamos colocando los materiales y los vamos procesando y manipulando.
A partir de los diarios que vamos escribiendo a diario, realizaremos una reunión cada quince días
en cada colegio en la que leeremos algunos apartes que consideremos más interesantes de
nuestro diario y, a partir de allí, generaremos debates y reflexiones sobre los que se redactará un
acta.
Con el fin de sugerir algunas pistas de escritura en el diario, se presenta a continuación un texto
sobre la descripción:
Bibliografía