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Schwartz y Jacobs 002 PDF

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Schwart, Howard

Sociologa Cualitativa.

Segunda Parte.

La reconstruccin de la realidad. Cmo hacerla.



Las estrategias de investigacin que se analizan en esta parte consisten bsicamente en
formas de obtener informacin. Son los principales medios utilizados para obtener acceso
"al interior" y a los especialistas. Para algunos, este acceso es un fin en s mismo; buscan no
analizar y predecir, sino comprender. Si logran reconstruir !a realidad de otro ser humano,
grupo o sistema de vida, esto se acepta como un conocimiento sociolgico satisfactorio por
s mismo.

Sin embargo, el conocimiento ntimo de la perspectiva del especialista puede ser utilizado
en otros aspectos para integrar la base de formas ms tcnicas de sociologa cualitativa.
Estas formas, que se discutirn en captulos posteriores, tambin emplean los mtodos para
obtener informacin que estamos a punto de explorar.

Lo observacin participativa y la entrevista.
Reconstruccin de lo realidad de grupos sociales.

Al suponer que una meta (o la meta) de la investigacin sociolgica es obtener acceso al
"punto de vista del miembro", surge la pregunta: Qu queremos decir cuando hablamos de
"punto de vista del miembro? Los diferentes problemas de investigacin y las orientaciones
conceptuales distintas, dan por resultado respuestas diferentes.

Nos ocuparemos primero de las estrategias que son mejores para llegar a lo que podramos
denominar vida del grupo. El problema es similar al que enfrenta un extranjero que ingresa
en una cultura nueva sin conocer el idioma, las costumbres, las formas de actuar y de
razonar, etctera. Cules son algunas formas prcticas y efectivas de comprender el mundo
que los individuos construyen y sostienen dentro de una sociedad, subcultura, institucin o
lugar de trabajo dados, o bien en otros grupo social "natural"? Tales estrategias deben
permitir el acceso a los significados de los otros en un periodo razonable. Es obvio que la
prueba de las hiptesis, los experimentos controlados y los anlisis extensos por
computadora estn fuera de la cuestin. Ciertamente, se necesitara un ejrcito de
investigadores para llegar a los significados de una cultura en un periodo razonable con
tales tcnicas.

La observacin participativa y la entrevista son en su mayor parte variantes y extensiones
de los mtodos prcticos que cualquier lego inteligente podra utilizar para llegar a los
significados aceptados de un grupo de personas con el cual no est familiarizado. Un
supuesto tcito de cada uno de estos mtodos es que existe una especie de consenso o
conocimiento comn acerca del significado en los grupos, y dicho conocimiento es
sostenido en el transcurso del tiempo por los procesos sociales. Por ejemplo, el investigador
cuenta con un grupo que tiene cierta concepcin de "extrao" y alguna forma de socializar
a los extraos de manera que puedan obtener e! "conocimiento del miembro" acerca del
grupo. Sin esto, no habra forma prctica de que el investigador estudiara al grupo. La
forma en que el investigador busca acceso a este conocimiento y los problemas con que se
encuentra en tal actividad, sern considerados ahora con respecto a su uso de la observacin
participativa y a las tcnicas de entrevista.

LA ENTREV1STA

Cuando se utiliza la entrevista para reconstruir la realidad de un grupo social, los
entrevistados individuales son datados como fuentes de informacin "general". Esto es, se
les pide que hablen en nombre de gente distinta de ellos mismos y que proporcionen
informacin acerca de los procesos sociales y las convenciones culturales que trascienden a
sus propias vidas personales. En el escenario de una entrevista, se pide al entrevistado que
asuma la identidad de un miembro de su grupo al formular contestaciones; que "se
convierta" en una mujer, en un anciano, en un recluso. O bien el investigador pregunta
dilectamente acerca de problemas generales o interpreta las respuestas individuales en tal
forma que arrojen luz sobre las actitudes, las situaciones y los patrones generales.

El muestreo

Los investigadores por encuestas por lo regular seleccionan a los entrevistados al hacer un
muestreo estadstico (aleatorio) de la poblacin a la cual estudian. Los miembros de la
muestra representan" a todo el grupo, no en trminos de la estructura del grupo sino en
trminos de su relacin matemtica con la totalidad de la cual forman parte.

Los investigadores cualitativos por lo regular son menos conservadores; cuenta con los
propios patrones de interaccin del grupo para asegurar la validez de su "lgica de
muestreo", de su mtodo de seleccionar con quien hablar. Por ejemplo, en un estudio de un
departamento de sociologa, las secretarias del departamento pueden convertirse en la meta
de la entrevista intensiva. En contraste con los miembros del personal docente
individualmente considera dos, ellas estn presentes lodos los das de trabajo, interactan
con prcticamente todos los miembros del personal docente, y procesan la mayor parte del
trabajo de oficina relacionado con la contratacin, la enseanza, la investigacin y otras
actividades del departamento. Pero. paradjicamente, para saber cules son las personas
que probablemente posean los distintos tipos de informacin general, para comenzar, se
debe estar familiarizado con los procesos internos del grupo. sta es la razn de que la
entrevista se desarrolle mejor conjuntamente con una estrategia como la observacin
participativa, que puede indicar a quien se puede entrevistar, cundo y sobre que, y puede
actuar como una verificacin independiente de la informacin obtenida.

Las entrevistas estructuradas

Las entrevistas por lo general toman una de dos formas bsicas: estructuradas o no
estructuradas. La primera supone, en un grado o en otro, que el investigador ya conoce la
cosa exacta que la entrevista debe descubrir. Esto tambin vale para los socilogos
cuantitativos que utilizan cuestionarios. El entrevistador supone que las preguntas
contenidas en el "cuestionario estructurado" o "programa de entrevista" son adecuadas al
tema sobre el cual espera saber algo, que las preguntas estn redactadas en forma
inequvoca, que el "entrevistado" (el que responde) comprender las preguntas y no las
encontrar intimidatorias, que las preguntas no suscitarn respuestas del entrevistado que
este considere apropiadas para la pregunta pero que en otros sentidos tienen poca relacin
con lo que cree el entrevistado, que las elecciones forzosas que aparecen en el programa a
ttulo de un fcil procesamiento estadstico y anlisis futuros, no excluirn respuestas ms
vlidas que el entrevistado podra haber proporcionado si sus respuestas no fuesen
obligadas, y que el entrevistador presentar una posicin neutral hacia el entrevistado a fin
de no sesgar la respuesta que reciba e invalidar los datos del grupo.

Las entrevistas estructuradas estn organizadas con frecuencia de manera que hagan surgir,
por medio de una serie de preguntas previamente sometidas a prueba y previamente
determinadas, lo que el entrevistado piensa acerca de diversas situaciones o preguntas
hipotticas o lo que hara en ellas. Sin embargo, son pocos los investigadores que estn
interesados en las actitudes per se; la mayora considera, ms bien, que las actitudes son
indicativas del futuro comportamiento del grupo. Esto es, dichas encuestas por lo regular
suponen que existe una relacin positiva entre las palabras y los actos.

Entrevistas no estructuradas.

Los que utilizan las tcnicas de la entrevista no estructurada por lo general sostienen
diferentes series de supuestos. Aqu se considera que el entrevistador no conoce
anticipadamente qu preguntas resulta adecuado presentar, cmo deben ser redactadas de
manera que no resulten intimidatorias ni poco claras, qu preguntas se deben incluir o
excluir para enterarse mejor acerca del tema que se estudia, o qu constituye una respuesta
(lo que podra ser el rango de respuestas a cualquier pregunta). Las respuestas a estos
problemas se considera que surgen de las entrevistas mismas, del contexto social en el cual
ocurrieron, y del grado de armona que el entrevistador pueda establecer durante la
entrevista.

En resumen, las preguntas apropiadas o pertinentes se supone que surgen del proceso de
interaccin que tiene lugar entre el entrevistador y los entrevistados. Por medio de este
proceso informal de dar y recibir, el investigador llega a "sensibilizarse"
2
respecto de las
preguntas que constituyen problemas importantes y con sentido para el entrevistado (y para
otros semejantes a l). En un momento posterior stas se incorporan en la "gua de la
entrevista". En esta forma no slo surge una diversidad de preguntas significativas sino
tambin, desde el punto de vista del entrevistado, una importante diversidad de probables
respuestas que tienen sentido.

2
La nocin de concepto sensibilizador fue inventada por Herbert Blumer. Analizamos detalladamente la
idea en el captulo 2, en la seccin sobre la teora fundamentada. Hay ms detalles en la obra de Herbert
Blumer, Symbolic Interactionism: Perspective and Method, Prentice-Hall. Englewood Cliffs, N. J., 1969.
El xito de esta actividad depende en ltima instancia de la destreza y la sensibilidad del
entrevistador, quien debe presentar las preguntas "correctas" en el momento correcto,
abstenerse, en el momento correcto, de hacer preguntas y en general aparecer como oyente
no amenazador, comprensivo y emptico. La capacidad propia para alcanzar xito en esta
actividad puede descansar ms en la competencia social preexistente que en la capacidad de
entrevistar que se ha aprendido. Lofland hace notar:

Yo dira que el entrevistador que alcanza xito no es probable que sea incapaz de amenazar,
autocontrolado, consecuente, educado, y amigo de la interaccin cordial en la vida cotidiana.
Si alguien llegara a ser as. ya tendra las principales habilidades interpersonales para realizar
entrevistas.

Sin embargo, es mi impresin personal que los que interactan y practican estas habilidades
(aun cuando las posean), francamente no son numerosos en nuestra sociedad.
3


Aunque en parte este punto de vista nos simpatiza, diferirnos de Lofland en el sentido de
que: l atribuye la capacidad de lograr la clase de interaccin que antes se describe,
exclusivamente a las habilidades interpersonales del entrevistador. Consideramos que esta
es una condicin necesaria pero no suficiente. Creemos que la capacidad del entrevistador
para alcanzar esta clase de interaccin es especfica de las poblaciones particulares de
entrevistados.

En algunos casos son obvias las razones de esto. Tanto el conocimiento como la
familiaridad del entrevistador con respecto al estilo de vida de los entrevistados, su
subcultura, sus costumbres tnicas, as como el hecho de compartir con el entrevistado
algunas categoras sociales (como son la raza, el sexo o el tipo de personalidad) afecta a su
capacidad de establecer la armona. En otros casos, las razones de esta relacin
comunicativa (o la falta de ella) son mas vagas. Por ejemplo, en un estudio de las
instituciones de salud mental, un autor se encontr con que poda comunicarse fcilmente y
con provecho con una poblacin dada de entrevistados. Sin embargo, haba unas cuantas
personas de esta poblacin, sustancialmente iguales a las dems en lo que se refiere a la
personalidad, antecedentes y posicin social, a los cuales el autor no poda hablar. Es
sorprendente que no haya forma de asegurar con anticipacin que una entrevista particular
funcionar bien.

En cualquier clase de entrevista existe posibilidad de que haya discrepancia entre lo que la
gente dice y lo que quiere decir. Esto puede explicarse en muchas formas, algunas de las
cuales sern consideradas con posterioridad en el presente captulo. Si es cierto que la gente
no siempre dice lo que quiere decir o que dice lo que no quiere decir, entonces puede
afirmarse que el investigador en una entrevista informal de persona o persona puede ser
engaado con tanta habilidad como los que utilizan entrevistas estructuradas o
cuestionarios.
*
Esta retroalimentacin puede utilizarse como una forma de evaluar la
posicin de las declaraciones de los entrevistados. Adems, la organizacin social de esta

3
John Lofland, Analyzing Social Settings, Wadsworth, Belmont, Calif., 1971. Pg. 90.
*
Sin embargo, existe una diferencia bsica: el entrevistador informal en una interaccin de persona a persona,
tiene un grado mayor de retroalimentacin que los que utilizan entrevistas estructuradas o cuestionarios por
correo.
clase de situacin en la entrevista permite alterar su propio curso. A medida que la
informacin fluye del entrevistado al entrevistador, ste es libre de alterar en consonancia
su lnea de interrogatorio. El entrevistador puede, desde luego, estar equivocado en su
evaluacin y puede extraer conclusiones errneas sobre la base de la "definicin de la
situacin" que surja. Sin embargo, cuando todo est dicho y hecho, ste es el nico medio
disponible para evaluar las intenciones y el comportamiento actuales de otros (as como
hacer proyecciones acerca de sus intenciones y comportamiento futuros). Si bien se puede
estar equivocado en la evaluacin total sobre la base de la interpretacin y la
reinterpretacin de lo que dicen otros, de la forma en que lo dicen, as como de los indicios
no verbales, los fundamentos de tal evaluacin son mucho ms fuertes en las interacciones
que tienen lugar frente a frente que en el caso de la investigacin por encuestas, en donde
no existe una base directa para ponderar y evaluar las palabras de otras personas.

El contexto etnogrfico de una entrevista

An con todo lo que hemos dicho, el lector puede objetar seriamente nuestra afirmacin
anterior. Exactamente en qu forma la entrevista no estructurada de persona a persona
proporciona una base ms slida, para determinar las metas, las intenciones, los propsitos
y el comportamiento de otras personas, que la entrevista estructurada o los cuestionarios?
Cicourel recalca una con testacin a esto. Seala una diferencia clave entre el investigador
y el investigado en una situacin de entrevista. El entrevistado, dado que conoce la historia
de su propia vida. los huecos y recovecos del medio cultural del cual forma parte, as como
el concepto que tiene de s mismo y sus propsitos prcticos dentro de la entrevista, tiene
un "contexto etnogrfico"
4
en el cual decide tanto lo que debe decir al entrevistador como
el sentido y el significado precisos de lo que dice (tal como lo ve el que est adentro). A
menos que se disponga expresamente, el entrevistador no tiene tal contexto etnogrfico
dentro del cual interpretar lo que el entrevistado quiere decir (como opuesto a lo que dice) y
decidir cmo emprender las pautas, qu es importante o carece de importancia, o cundo
obtiene la versin oficial (en oposicin a la real) de la informacin buscada. Como
consecuencia, est destinado a interpretar lo que le dice el entrevistado en cualquier forma
que est acostumbrado a comprender las expresiones del idioma, sin tener acceso a los
significados y a los matices que son distintivos del fenmeno social y de la clase de
entrevistados que se estudia.

En este sentido, Cicourel recomienda que durante la entrevista se presenten al entrevistado
una serie de preguntas etnogrficas detalladas acerca de los principales problemas que se
cubren en una entrevista, en forma similar a la actividad de repreguntar qu baliza un
abogado que examina a un testigo y le hace evocar detalles. En esta forma, el entrevistador
puede adquirir el "contexto etnogrfico" vago antes de que comience la entrevista, por
medio de alguna clase de observacin previa del mundo de la vida del sujeto y de la
participacin en aquel. En este sentido existe una pregunta importante: Debe el observador
participante conducir entrevistas sistemticas, o debe hacerlo otra persona? En el caso
mencionado en segundo termino, el observador participante podra comunicar lo mejor que
pudiera, el contexto etnogrfico a oda persona que sirve como entrevistador. La persona

4
Hay un anlisis del contexto etnogrfico en la obra de Aarn Y. Cicourel, Cognitive Sociology: Language
and Meaning in Social Interaction, Free Press, Nueva York, 1974, pgs. 150-154.
que funcionara como entrevistador podra combinar las ventajas de ser un "conocedor" (por
medio de la comunicacin con el observador participante) con las de ser un "marciano" en
la situacin (de manera que pueda pensar en problemas nuevos, que los que estn
demasiado cerca de un fenmeno seran incapaces de advertir). Por otra parte, el
observador participante, por medio de su familiaridad con los suidos y de su habilidad para
interactuar con ellos, puede manejar la situacin de la entrevista mejor que un extrao. No
podemos tratar aqu todos los detalles. Sin embargo, debe advertirse que cualquier cosa que
se decida acerca de lo que hemos dicho, probablemente tendr que incidir seriamente sobre
el estudio.

Conservacin y recuperacin de los datos de la entrevista

El conservar y recuperar la informacin que proporciona la entrevista es esencial para
adquirir una serie de preguntas significativas que puedan ser utilizadas en el futuro, as
como para descubrir los "conceptos sensibilizadores" que se utilizarn en la organizacin
de los datos. Existen dos procedimientos bsicos para hacer esto. Uno de ellos consiste en
tomar notas durante la entrevista: si esta actividad se considera como desorganizadora, y
tan pronto como su conclusin lo permita se puede utilizar un magnetfono y
posteriormente transcribir la entrevista.

El uso de cinta magnetofnica permite al investigador concentrarse en la entrevista sin
distraer al entrevistado (o sin distraerse a s mismo) al tomar notas y todava retener todo lo
que refiri el entrevistado. Sin embargo, el aparato utilizado para grabar puede resultar
intimidatorio para el entrevistado (y para el entrevistador, en todo caso) y puede afectar a su
exposicin. Al utilizar el sistema de grabacin existe adems el riesgo de que el
entrevistador, al saber que tiene un registro hablado de toda la entrevista para su anlisis
futuro, pueda descuidarse y dejar de poner suficiente atencin a lo que se dice.

Los que prefieren grabar afirman que la conversacin de informacin esencial y la fidelidad
que proporciona este mtodo compensa con creces estos obstculos potenciales. Sin
embargo, existen algunas desventajas menos obvias en el sistema. Para comenzar, el
registro grabado de una interaccin, por lo regular se toma como un registro completo de lo
que se dijo. Segn este punto de vista, si algo se ha grabado en la cinta magnetofnica, en
principio siempre est disponible para el investigador, y este no corre el riesgo de carecer
de datos que posteriormente resultan importantes y en ocasiones incluso decisivos. Sin
embargo, esta posicin puede ser atacada en varias formas. Una grabacin contiene una
cantidad enorme de informacin que, en cierta forma, es similar a una gran biblioteca con
libros sin catalogar.

El simple hedi de que algo este en una cinta (tal vez en una entre una docena de cintas que
se grabaron durante un estudio particular) no significa que la informacin pueda
recuperarse con facilidad. Muchos investigadores se encuentran con este problema al tomar
notas de campo. Ellos escriben todos sus pensamientos relativos a un problema de manera
que no se pierda nada. De esa forma llega a juntarse una gran cantidad de material
heterogneo que resulta ser casi intil. No existe una forma prctica de revisar todas las
notas acumuladas con el fin de encontrar conceptos que tengan relacin con un tema
determinado que, en algn punto de la investigacin, llegue a constituir un foco de inters.
Un concepto entenado en una masa de material no clasificado est tan fuera de nuestro
alcance como algo que no existe.

En segundo lugar, "lo que se dijo" consiste no slo en una serie de sonidos sino un
complejo de significados. Numerosos estudios han demostrado que los recuerdos de las
personas y la reconstruccin de lo que dijeron durante una interaccin se alteran
radicalmente con el transcurso del tiempo.
5
Cuando la gente escucha una conversacin en
ocasiones posteriores y en situaciones sociales diferentes, no interpreta su sentido de la
misma forma en que lo hizo cuando tuvo lugar el intercambio original. Las mismas
palabras y oraciones que fueron pronunciadas, puede parecer que cambian con el transcurso
del tiempo. Como ejemplo, consideremos el siguiente resumen de una cinta grabada en una
sesin de terapia de grupo.

"No s si la medicacin me molesta o no. Slo que siguiendo la forma en que l (usted}
siente piensa. Y si la medicacin tiene algo que ver con eso en el momento".

Esta cinta fue escrita por alguien que haba estado transcribiendo conversaciones naturales
durante muchos aos. Al escuchar este resumen grabado mientras lea la transcripcin, el
autor escuch la palabra "l" en la cinta grabada, que corresponda al "l" en la
transcripcin adjunta. Sin embargo, el autor estaba presente cuando se hizo la grabacin y
conoca a la gente que particip en la conversacin. Despus de escuchar la grabacin unas
cuantas veces, comenz a recuperar el "contexto etnogrfico" de la sesin, esto es, comenz
a recordar los significados. Se le ocurri que el pronombre "l" era extrao en este contexto
y que debi haber sido "usted", as que escuch de nuevo la cinta. En forma increble, ahora
escuchaba que se deca "usted" en lugar de "l". Hizo repetir la cinta por lo menos una
docena de veces. En cada ocasin se escuch "usted", en forma no del todo inequvoca. Sin
embargo era innegable que al escuchar la grabacin por primera vez, en realidad escuch
que deca "l".

Est claro que las palabras pronunciadas durante una conversacin no permanecern en una
cinta grabada, de manera que puedan ser recuperadas en la misma forma cada vez que se
escuche la cinta, independientemente del periodo transcurrido, de la persona en particular
que escuche, o de la situacin social en la cual se escuche la grabacin. Supuestos
antecedentes acerca de "lo que sucede", "quin es quin", o 'de qu tratan las cosas" inciden
de una manera tan decisiva que literalmente pueden afectar al sentido de lo que se escucha.
Aqu, como en la mayor parte de los casos en la integracin de la creencia social, "nada es
tan sencillo".

Una forma de contrarrestar estos problemas es hacer un ndice con los significados, tan
pronto corno sea posible despus de la entrevista, grabando en la cinta al concluir cada
entrevista lo que surgi como significativo en ella y por qu.

En el ltimo anlisis, el que se recurra a la grabacin en cinta, a tomar notas, o a alguna
combinacin de ambos, depender del estilo, la memoria y la situacin inmediatas del
investigador.

5
Ibid., pg. 124.
Preguntas que se definen en forma recurrente

En la actualidad, el hacer una dicotoma de la actividad de realizar entrevistas en forma
estructurada y no estructurada, puede ser algo as como una simplificacin excesiva. Hasta
ahora hemos mencionado varios tipos de preguntas que podran emplearse en una
entrevista:

1. Preguntas que fueron decididas con anticipacin y que tienen posibilidades fijas
como respuestas.
2. Preguntas que fueron decididas con anticipacin con respuestas "abiertas".
a) Preguntas de este tipo con disposiciones para interrogatorios futuros o
"pruebas" que dependen de la respuesta inicial a la pregunta principal.
3. Preguntas que no fueron decididas con anticipacin sino que se hacen en forma
espontnea en el transcurso de la entrevista, debido a que parecen adecuadas o
importantes.

Una entrevista real puede consistir slo en uno de estos tipos de preguntas, o puede emplear
alguna combinacin de ellas. La diferencia principal entre estas preguntas est en el grado
en que son "definidas de manera recurrente" en una frase que utilizan los matemticos. Esto
es, en qu medida se utiliza lo que ya se ha dicho en una entrevista dada, para determinar o
definir la siguiente pregunta que va a presentarse? Cuando un investigador decide lo
"recurrente" que quiere que sea su proceso de entrevista, debe hacerlo al menos en dos
niveles: 1) hasta qu punto debe permitirse que la interaccin previa en una entrevista
particular determine lo que se pregunta despus durante esa misma entrevista? y 2) en qu
medida debe permitirse que las experiencias y la informacin de entrevistas anteriores
determinan la estructura y el contenido de las entrevistas actuales?

Debe quedar claro que el hacer una entrevista recurrente permite al investigador tratar a las
personas y a las situaciones como nicas, con el fin de alterar la tcnica de investigacin a
la luz de la informacin retroalimentada durante el proceso mismo de investigacin. Esto,
en principio, es consecuente con la posicin de la interaccin simblica. Por otra parte,
cuanto ms varen el orden, la naturaleza y el contenido de las preguntas de un
entrevistador entre una entrevista y otra (o durante el curso de una entrevista en particular)
menores son sus oportunidades de obtener "datos cientficos". Si sus preguntas no estn
estandarizadas, entonces las respuestas de quienes entrevista no pueden ser fcilmente
contadas, clasificadas, o comparadas una con la otra.

Sin embargo, el permitir la retroalimentacin y la flexibilidad no siempre se opone a la
obtencin de conclusiones generales. En lugar de entrevistar a los individuos por separado,
el socilogo puede hablarle; en grupos. A medida que se hablan entre s, pueden
proporcionar una retroalimentacin detallada que les permita descubrir puntos afines y
experiencia'' comunes (retroalimentacin que sera imposible que proporcionara el
entrevistador). Esta estrategia de grupo resulta especialmente atractiva cuando se estudian
personas tales como camareras o estudiantes, que pueden tener formas individuales de
tratar problemas comunes pero que nunca han hablado acerca de esto entre ellos. Desde
luego, el consenso a que se llega en tales discusiones puede producirse debido a la dinmica
de la discusin y por lo tanto pueda ser irreal. Aqu, como en otras partes, no se obtienen
recursos nuevos sin sufrir problemas nuevos.

El estudio de caso A (pg. 175) es un tanto inusitado, pues se trata de un estudio acerca de
la entrevista estructurada que utiliza la entrevista grabada, no estructurada, con el fin de
obtener informacin. En l Jacobs habla a los investigadores de mercado acerca de las
tcnicas de stos para enterarse de las reacciones del pblico ante un producto que ha sido
anunciado a escala nacional.

LA OBSERVACIN PARTICIPATIVA

Mucha gente que se dedica a la actividad de reconstruir la realidad afirma que la entrevista
(en cualquier forma) no debera utilizarse de manera exclusiva, sino que debera ser usada
en combinacin con la observacin participativa. Este ltimo termino significa estar en
presencia de otros sobre una base de actualidad y tener algn tipo de posicin nominal para
ellos como alguien que forma parle de su vida diaria.

Al convertirse en observador participante se est en condiciones de ver si la gente "dice lo
que quiere decir y quiere decir lo que dice". La observacin participativa, cuando se utiliza
en combinacin con las entrevistas, ofrece una forma poderosa en potencia de poner en
duda la relacin entre las palabras y los actos. Ciertamente, existe una considerable
evidencia que apoya la informacin de que esta relacin no existe. Deustcher, en un artculo
que es ya clsico, clasifica diversos estudios que demuestran que no existe relacin, o que
existe una relacin inversa, entre las actitudes expresadas y los comportamientos.
6
A pesar
de esto, la mayor parte de las investigaciones por encuesta (la investigacin de mercados es
una subserie) continan adoptando una relacin positiva entre las palabras y los hechos. El
crdito en esta relacin no est en peligro de sufrir alteraciones dado que, como han
advertido Deutscher y otros, son pocos los socilogos que han combinado la observacin
participativa con las entrevistas tipo encuesta a los estudios de cuestionario. En cierto
sentido, esto no debe producir ninguna sorpresa. Los socilogos, como otras personas en
una diversidad de actividades que tienen modelos de trabajo vlidos, desean sostener estos
modelos y no socavarlos o trascender los. C. Wright Mills ha advertido lo difcil que es
adoptar un "vocabulario de motivos", y despus relacionarlo con vocabularios
competidores o hacer trascender el propio.
7


El problema de la evidencia contradictoria

Existe una razn menos obvia por la cual la observacin participativa habitualmente no se
combina con la entrevista tipo encuesta. Que deber hacer si se descubre, por medio de la
observacin participativa, que las palabras y los hechos no concuerdan? La observacin
participativa a menudo proporciona informacin que contradice la que se obtuvo por medio
de entrevistas, cuestionarios o bien por otros mtodos de investigacin, aunque la
informacin obtenida al utilizar cada uno de tales mtodos es consistente desde un punto de

6
Irwin Deutscher. "Words and Deeds", Social Problems 13, 1966, pgs. 235-254.
7
Vase C. Wright Mills, "Situated Actions and Vocabularies of Motive", American Sociological Review 5,
diciembre de 1940, pgs. 904-913.
vista interno. As, la resolucin de estas contradicciones plantea algunos problemas
sumamente desconcertantes para un investigador. Tales problemas nunca se hacen visibles
si uno se aterra a un solo mtodo para obtener informacin.

Tomemos un ejemplo. En un trabajo de investigacin en psicologa se decidi estudiar la
dinmica de una familia particular utilizando varios mtodos simultneamente.
8
Un
observador participante vivi con la familia durante un determinado periodo, expertos
psiclogos administraron el Inventario de la personalidad multifsica de Minnesota
(MMPI) y la Prueba de apercepcin temtica (TAT) a la familia, y finalmente un psiclogo
clnico entrevist a la familia sobre una base teraputica. La razn de utilizar diversos
mtodos fue que produciran informacin diferente, pero complementaria, que
proporcionara una imagen ms completa de la psicodinmica de la familia, que cualquier
otro mtodo utilizado aisladamente. En los resultados, los diferentes mtodos produjeron
informacin contradictoria en diversos aspectos. Los psiclogos que administraron las
pruebas psicolgicas (especialmente la TAT) encontraron que el padre era una personalidad
psictica, peligrosa, potencialmente violenta. Por otra parle, el psiclogo clnico y el
observador participante (que tuvo oportunidad de observar al padre en situaciones
potencialmente violentas, por ejemplo en cantinas, cuando estaba furioso y embriagado)
encontraron que el padre era una persona bsicamente normal, con una leve neurosis. En
particular lo caracterizaron como dcil y dominado por su mujer, en su papel de padre.

Qu sucede en tales casos de evidencia contradictoria? Como hicimos ver anteriormente
cada mtodo para llegar a "lo que sucede ah" puede ser consistente desde el punto de vista
interno. Por ejemplo, los reactivos empleados en la entrevista con el fin de detectar faltas de
honestidad (como hacer la misma pregunta en diferentes formas) pueden revelar que los
sujetos tratan de ser honestos y que no intentan engaar en forma consciente. Adems,
muchos sujetos diferentes podran coincidir al informar lo que "hacen" en alguna situacin,
lo cual indica consenso.

Por otra parle, simplemente al observar lo que hace la gente en distintas situaciones, el
observador participante podra ver que se hace una y otra vez precisamente lo contrario de
lo que se inform. Esta situacin representa lo que Pollner ha denominado "una disociacin
de la realidad".
9
Cuando dos mtodos de obtener la misma informacin real son aplicados
en forma competente pero en alguna forma producen dos respuestas contradictorias, que
debe hacerse?

Una respuesta a esto radica en la apreciacin ms refinada del significado de las
"declaraciones".
10
listas no deben considerarse anticipadamente como "informacin" que es
o "verdadera" o "falsa" segn se compare con algn "referente" que esta "fuera de all". En
cambio, debe hacerse un esfuerzo por determinar los propsitos, la comprensin y las
actividades que los miembros asocian con las declaraciones que presentan. Esto es, se debe

8
Tesis indita a la que se concedieron honores acadmicos en la Harvard University, primavera de 1971.
9
Melvin Pollner, "The Very Coinage of Your Brain: The resolution of Reality Disjunctures", The Philosophy
of the Social Sciences 5, 1975. pgs. 411-430.
10
Marvin B. Scott y Stanford M. Lyman. "Accounts, Deviance. and Social Order , en Deviance and
Respectability: The Social Construction of Moral Meanings, editada por Jack Douglas, Basic Books, Nueva
York, 1970 pgs 89-119.
encontrar no slo que preguntas hacer sino tambin los procedimientos que utilizan los
entrevistados, y qu utilizar el investigador, para traducir una respuesta al significado
pretendido. Este .significado puede ser algo mucho mas complicado que la manifestacin
verdica de "informacin".

Veamos un ejemplo: uno de los autores pregunt a un connotado investigador acerca de las
encuestas que haca en su profesin. Su primera respuesta fue que construa modelos
cuantitativos de fenmenos tales como la movilidad social y realizacin en la ocupacin en
diversas sociedades. Al considerar la cuestin desde otro punto de vista, decidi que lo que
hacia en realidad cuando trabajaba era "charlar''. Esto es, dedicaba muy poco de su tiempo
y su energa reales a examinar datos o construir ecuaciones. La mayor parte del tiempo
hablaba con los estudiantes y profesores acerca de otras personas, de sus carreras y de su
trabajo, "conversaciones de negocios" y realizaba actividades verbales similares que
podran, en trminos generales, ser calificadas como "charlas". Ambas respuestas eran
"correctas", en un sentido especfico. Cada una de ellas se diriga a un sentido diferente de
"lo que haca". En el primer caso, dio una definicin de su especialidad sociolgica, tal
como podra ser entendida dentro de la profesin. En el segundo, reflej algunas de sus
actividades durante un da cualquiera de trabajo, incluyendo actividades tales como ir al
caf, acudir al cuarto de bao y charlar. En ambos casos su comprensin de la pregunta y
nuestra comprensin correcta de su respuesta suponen un conocimiento etnogrfico
profundo, que consiste en las diferentes formas en las que los que estn dentro de la
actividad (los socilogos) piensan acerca de su trabajo. Idealmente, el investigador debi
tener una buena captacin del contexto etnogrfico antes de tratar de determinar la relacin
entre las palabras y los hechos. Sin embargo, no es tan obvio como parece el saber qu
palabras deben ser comparadas con qu hechos.

Hemos considerado algunas de las formas en que la observacin participativa ofrece otra
verificacin, ms poderosa que la entrevista frente a frente, sobre la cuestin de la relacin
entre palabras y hechos. Tratemos ahora las diversas formas que ha asumido esta estrategia
de investigacin y algunos de los problemas que estn asociados con ella.

Participacin contra aislamiento

Un problema bsico al hacer investigacin de observacin participativa gira alrededor del
delicado equilibrio que se supone necesita mantener el investigador entre "participacin" en
la bsqueda del "conocimiento de los miembros" (la necesidad de adquirir la perspectiva
del que est dentro") y la amenaza de "volverse nativo" (el peligro de que la participacin
"excesiva" pueda hacer que el investigador pierda su orientacin cientfica "objetiva" y
desapasionada).

Esta ultima amenaza supone que el investigador tiene metas mltiples. En primer lugar,
decide aprender la "definicin de la situacin" de los. actores, con el fin de ver lo que ve el
actor, conocer lo que l conoce y pensar como l piensa. En segundo lugar, una vez
realizada esta reconstruccin de la realidad del otro, el investigador espera ampliar este
punto de vista, ver lo que el actor no ve; las caractersticas formales, los procesos, los
patrones reales o bien los denominadores comunes que caracterizan el punto de vista y la
situacin del actor. Se espera que esto permitir al investigador generalizar sus hallazgos al
ser capaz de ver lo que tienen en comn el actor y otros que estn en situacin similar o
diferente, y que sostienen definiciones similares o diferentes de las situaciones.

La medida en que alguien est comprometido en el estudio cientfico, opuesto a "llegar a
ser" el objeto de estudio, influir en el grado en que est preparado para pretender
"participar" contra la amenaza de "volverse nativo" en la bsqueda del conocimiento del
miembro. Por otra parte, los que estn preocupados por la legitimacin cientfica buscarn
mantener una posicin de "hombre marginal",
11
participar (pero no demasiado) en tanto que
se mantiene un cierto grado de objetividad.

Un ejemplo: el estudio de los cultos religiosos

Tal vez el conflicto entre estas estrategias y los subsiguientes nfasis de la investigacin no
sea tan agudo en ninguna parte, como en el estudio de la religin. Robbins, Anthony y
Curts, ilustran perfectamente esta situacin mediante un caso que contiene su estudio de
una secta de los "fanticos de Jess".
12
Roben Bellah propuso una orientacin
epistemolgica hacia las creencias religiosas, llamada "realismo simblico" que afirma la
realidad existencial de estas creencias sin aceptar necesariamente su realidad emprica.
13
En
la investigacin, se intentan comprender las creencias religiosas de una secta en forma
emptica, pero sin interiorizarlas hasta el grado de llegar a convertirse, y, mientras, traducir
estas creencias (con sus causas y sus funciones) a una teora cientfica de la religin.

Puede hacerse esto? Robbins y sus colegas informan del siguiente dilema: Los miembros
de la secta de los fanticos de Jess no consideraban sus creencias como "existencialmente
verdaderas", como le ocurra al investigador, sino "empricamente verdaderas". Adems,
pensaban que las creencias competidoras eran empricamente falsas. Finalmente, crean que
cualquier persona que en verdad comprendiera y apreciara sus creencias se convertira
naturalmente a la secta. Esto planteaba un gran dilema para el investigador. Ciertamente
poda comprender y demostrar su comprensin de las creencias a los "nativos". Hizo esto
en parte por medio de sus experiencias y compromisos con una religin similar pero
diferente, pero no se convirti! Esto planteaba dilema desconcertante para la secta: O sus
creencias acerca de la comprensin y su relacin con la conversin estaban equivocadas, o
bien el investigador "realmente" no comprenda sus creencias. Aunque haba muchas
indicaciones de que l realmente comprenda, sin embargo no se converta. Cmo era
posible esto?

O bien 1. el investigador no era tan bueno como lo haba parecido y en alguna forma
deliberada se opona a Cristo; o 2. ellos no eran verdaderos cristianos y el Espritu Santo no
haba hablado por medio de ellos al investigador; o 3. algo andaba mal con su ideologa
sectaria y posiblemente haba buenas personas que no eran cristianas o haba muchos caminos
a la salvacin, etc.
14


11
Everett V. Stonequist. The Marginal Man, Scribner, Nueva York, 1937.
12
Thomas Robbins et al., "The Limits of Symbolic Realism: Problems of Empathetic Field Observation in a
Sectarian Context", Journal of the Scientific Study of Religion 12, 3 septiembre de 1973, pgs. 259-271.
13
Robert Bellah, "Christianity and Symbolic Realism, Journal for the Scientific Study of Religion 9, verano
de 1970, pgs. 89-96.
14
Robbins et al., "The Limits of Symbolic Realism", pg. 267.

Como resultado de este dilema, los miembros de la secta hicieron intentos frecuentes por
convenir al investigador. Debido a que dichos intentos aumentaron, las interacciones entre
el investigador y los miembros de la secta se redujeron, y el investigador perdi su
apreciacin empalica de la secta, sustituyndola con antagonismo y sentimientos hostiles.

As hemos visto en pocas palabras algunos de los principales problemas de la observacin
participativa. Cmo se puede comprender empticamente a otros mientras se mantiene un
compromiso con la comprensin y la teorizacin cientficas? Los autores de este estudio
advierten que el problema fue cmo aceptar tener empata con un grupo cuyo sistema
propio de creencias contradeca directamente los de los investigadores y su concepcin
"cientfica" y "tolerante" del grupo. Al intentar ser emptico, y sin embargo seguir siendo
cientfico e imparcial, los investigadores plantearon un dilema a sus sujetos que podra
haber cambiado radicalmente a la gente y a las mismas prcticas que estudiaban. Un intento
"cientfico" y sistemtico de alcanzar la empata, a fin de cuentas, produjo exactamente lo
contrario. Como hicieron notar los investigadores:

El grado de tal tolerancia, como el grado de otras virtudes religiosas que una persona de su
vida interior "espiritual" que del compromiso con un sistema tolerante de creencias.
15


Tambin puede ocurrir que la sociedad y la gente estn organizados de tal manera que las
metas de la comprensin cientfica y empalica (el acceso a los sentidos) sean competitivas
en principio; no es posible ser al mismo tiempo participante y cientfico.

El investigador. Seleccin de una identidad social

El estudio citado ames ilustra algunas peculiaridades y recurre a una antigua mxima
sociolgica. Si la gente que integra un mundo social es "parte" de ese mundo, entonces ste
se muestra en forma diferente a sus distintas partes. El quien sea usted y en dnde est
dentro de tal mundo tienen un papel en la creacin de ese mundo y en la conformacin de
los cristales de colores con los cuales usted ve y l lo ve a usted.

Como procedimiento para reunir informacin, la observacin participativa est casi aislada
en su capacidad de tomar en serio esta antigua mxima. Puede hacer esto debido a que el
observador participante en realidad puede seleccionar a una de muchas identidades desde
las cuales puede aprender acerca del mundo cultural. Literalmente puede escoger quin va a
ser en ese mundo. Y puede hacer su eleccin con la vista dirigida hacia diferentes tipos y
grados de conocimiento que concuerdan con las diferentes identidades.

Al escoger una identidad, tenemos presentes cosas tales como:

1. Aprender, o poner en servicio, series de habilidades sociales para tratar con los otros
y actuar de forma apropiada en las diferentes situaciones culturales.

15
Dick Anthony et al., "Reply to Bellah", Journal for the Scientific Study of Religion 13, diciembre de 1974,
pgs. 491-495.
2. Obtener y desempear papeles sociales legtimos, tales como puestos de trabajo o
afiliaciones a grupos.
3. Cultivar e incorporarse uno mismo en las redes de las relaciones sociales.
4. Identificarse psicolgicamente con tipos de personas, con determinadas imgenes de
s mismo, valores morales y estilos de vida.

En una identidad social est comprendido todo esto y mas. Los anteriores aspectos de la
identidad pueden hasta cierto punto cultivarse deliberadamente. Ilustraremos primero
algunas consecuencias de uno de los aspectos de la identidad social; el papel social.
Despus analizaremos algunos problemas clsicos que tradicionalmente han ocupado a los
socilogos cuando emprenden la tarea de seleccionar una identidad con la finalidad de
hacer investigacin.

Los efectos del papel social del investigador

Los medios de comunicacin en determinada poca dieron publicidad a dos libros, uno de
ellos relativo a los hombres el otro relativo a las mujeres. Se afirmaba que el libro que
trataba sobre mujeres, contena informacin valiosa para los hombres que desearan
encontrar y conocer a las "mujeres de sus sueos". Los autores seleccionaron ms o menos
unas veinte mujeres que fueron consideradas como inusitadamente atractivas de acuerdo
con diversos criterios, como inteligencia, aspecto, personalidad y situacin profesional.
Entrevistaron a estas mujeres y les hicieron preguntas tales como: En dnde puede
encontrar la gente a alguien como usted? (esto es, qu establecimientos pblicos y
recreativos frecuentas usted?) Qu podra decirle a usted un extrao para que captara su
inters? Qu clase de vestido y de aspecto encuentra usted atractivos en un hombre? A
qu lugares le gusta ir? Qu actividades le gustan? Los resultados de estas entrevistas
fueron tabulados y presentados en forma de libro como informacin general para los
hombres que desearan encontrar y conocer a tales mujeres. El libro que versaba sobre los
hombres simplemente reverta este procedimiento.

Por qu haba personas que gastaban dinero en adquirir tal libro? Est claro que esto era
debido a la creencia de que contena informacin que no tenan ni podran obtener de otra
forma. Por que no? La diferencia principal entre los autores y los lectores potenciales fue
su papel social. El papel de los autores les permiti acercarse a diversas personas, escogidas
en forma arbitraria, que eran totalmente extraas a ellos, y hacer que estas personas les
dieran informacin bastante ntima acerca de s mismas y de sus actividades. Para la
mayora de las dems personas, la informacin no habra estado disponible por diversas
razones.

El principio de reflexividad

Muchas de las razones pueden resumirse por un principio que Garfinkel ha destacado: el
principio de la reflexividad.
16
Este principio postula que las descripciones relativas a algn
aspecto del mundo social estn simultneamente dentro del mundo mismo que describen

16
La naturaleza y la importancia de la reflexividad fueron resaltadas por primera vez por Garfinkel. Vase
Harold Garfinkel, Studies in Ethnomethodology, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, N. J., 1967, pgs. 7-9.
(son parte de l). Como resultado, segn plantea un socilogo, no hay lugar para el mundo
social simplemente para describir algo. Las descripciones en el mundo social, como estn
dentro de ese mundo, afectan simultneamente a las relaciones sociales, ejecutan
valoraciones morales, producen consecuencias polticas, morales y sociales, etctera. Las
descripciones casi siempre "hacen" muchas ms cosas en una situacin social que
simplemente "informar" de una serie de hechos.

Apliquemos este principio a algunas de las cuestiones planteadas en el libro, que
describimos anteriormente. Una pregunta como "le gusta bailar?" tiene un significado
absolutamente diferente cuando la hace alguien que acaba de encontrarse con una de las
mujeres entrevistadas en el libro, que el que podra tener si la presentara uno de los autores
de dicho libro. La primera indagacin indudablemente sera escuchada como una
"preinvitacin". Si la mujer contesta que s, el hombre podra pedirle una cita. De modo que
la respuesta de ella no tan solo informara acerca de sus preferencias personales, sino que
tambin sealara su inters por el hombre, o su disposicin de iniciar una relacin, o
ambas cosas. Desde el punto de vista de la mujer, su contestacin puede escogerse para
reflejar estas consideraciones. Si ella desea evitar una futura reunin, podra argumentar
que "no disfruta" con ninguna de las actividades que el hombre mencione.

Las personas que participan en tal conversacin, en dicho escenario social y en una relacin
inicial como esa. encontrarn que "simplemente" no pueden pedir "simplemente" a otra
persona informacin acerca de cosas tales como las actividades que le gustan.

La cuestin es general. Los investigadores de ciencias sociales tienden a tratar sus
interacciones con otros como ocasiones en donde se da y se recibe informacin acerca de la
vida social. Sin embargo, tanto para el que hace las preguntas como para el que las
contesta, los papeles que entran en juego, la relacin social y el contexto social de la
interaccin a menudo hacen que esto sea imposible. En nuestro ejemplo, incluso una
pregunta tan inofensiva como "Qu hora s?" puede comprenderse como que constituya
algo ms que una solicitud de informacin. Como consecuencia, nos podemos encontrar
que en determinados lugares pblicos resulta imposible obtener la hora de toda una
poblacin de personas del sexo opuesto.

En el caso de nuestros investigadores, el acercarse a un extrao con el cuento de que se esta
escribiendo un libro acerca de "cmo conocer a otras personas" puede resultar por s mismo
como la mejor lnea inicial de "recoleccin de informacin" en el libro. Permite obtener
informacin que ordinariamente est cargada de implicaciones polticas y que puede ser
utilizada subsecuentemente para continuar la relacin. Como puede verse, el problema del
contexto social de la transferencia de informacin es sumamente delicado.

Los comentarios anteriores sugieren otra cuestin principal. Probablemente muy pocas
personas de nuestra sociedad pensaran en utilizar el pretexto de escribir un libro como
estrategia para obtener informacin, aunque se trata de un procedimiento elegante en varios
sentidos. De hecho, slo en el papel de autor de tal libro se podra pensar en presentar a un
conjunto de otras personas la clase de preguntas que hemos mencionado. A la mayora de
los dems, incluyendo al autor cuando est fuera de este papel, tal proyecto nunca se le
ocurrira. As, no es slo que el papel social de uno le de acceso a personas, situaciones y
clases de informacin que en el caso de otros papeles sociales sera inobtenible. La mera
incorporacin de un papel social dado ocasionar que uno tenga intereses y preguntas y que
adopte mtodos de indagacin que la misma persona nunca considerara en otros papeles
sociales.

Este problema plantea una cuestin delicada para el observador participante. Sea cual fuere
su papel, automticamente producir en l una serie de intereses, de formas de obtener y de
creer informacin, y preocupaciones que otro papel no habra producido. Esta cuestin
asume mayor importancia cuando se advierte que el papel social inicial (y la posicin
social, o ambos) adoptado por el observador participante, por lo regular permanece fijo a
todo lo largo del estudio. Definir para l y para otros la forma en que l es parte del mundo
social que estudia. A su vez, esto afectar de modo persistente su definicin, y las de los
dems, de adonde puede ir, con quin puede hablar y acerca de qu, el significado de sus
acciones y muchas otras contingencias. De hecho, una consideracin de muchos estudios de
observador participante supiere que el papel social particular adoptado podra ser el factor
determinante en el cuadro general que un investigador obtiene del grupo que estudia.

Los tipos de papeles sociales que un cientfico social podra adoptar, se catalogan en unas
cuantas formas sencillas en los libros sobre mtodos. Este catlogo est diseado para
permitir analizar los problemas de la investigacin tradicional y as proporcionar alguna
gua en la seleccin de papeles. Estos problemas tradicionales por lo general abarcan un
punto de vista "pasado de moda": el de que el mundo social es un mundo "real" que tiene
una organizacin y una estructura diferenciadas. La cuestin principal es cmo puede un
investigador de las ciencias sociales mezclarse en ese mundo de manera que encuentre las
cosas en que est interesado y simultneamente evite el peligro de que esta "implicacin" se
convierta en una fuente de informacin distorsionada? El punto de vista es anticuado ya que
no considera la posibilidad de que el nmero de mundos sociales "reales" corresponda al
nmero de identidades sociales dentro de ellos. Esto es, la estructura social consiste en las
construcciones de sentido comn de quienes estn dentro de ella. Como veremos, es este
ltimo punto de vista el que constituye el afianzamiento de la "sociologa formal" que se
estudia en los captulos 7 al 12.

Por ahora, revisemos las formas tradicionales de participacin tal como se relacionan con
los papeles de investigacin y sus consiguientes satisfacciones y contrariedades.

La observacin participativa. El observador desconocido

En algunas formas de la observacin participativa, el socilogo "se vuelve nativo" en varios
sentidos de la palabra. Se adapta a una identidad y a una forma de tratar con otros que son
partes normales y naturales de cierto mundo sociocultural. Dado que l no ser una persona
de clase especial, que har y pensar cosas atpicas, espera que su efecto sobre este mundo
se reducir al mnimo.

El "observador desconocido" puede ser un espa o un miembro ingenuo. En este ltimo
caso, se dedica a estudiar una situacin social de la cual es (o est llegando a ser) una parte
integral; por ejemplo, su lugar de trabajo, su hogar, una liga de boliche.

Entre las ventajas naturales que tienen aquellos que estudian los escenarios de que son
parte, est una que se relaciona con la nocin de los "porteros". La idea es que en todo
escenario existen ciertas personas de las cuales se requiere la aceptacin, a fin de ganar
acceso al escenario y a sus participaciones. Esto se hace por lo regular mediante el "ir a
travs de los canales" con la esperanza de obtener aprobacin oficial y con ello legitimar la
presencia propia. Un mtodo menos formal y ms directo es realizar el acercamiento por
medio de un amigo o de un cmplice cuya presencia ya ha sido legitimada. En cualquier
caso. el estudiar un escenario del cual ya se es parte representa una forma de ganar acceso a
un escenario sin tratar realmente con los porteros.

El problema de los porteros es solo un aspecto del problema de los "territorios sociales" a
los que se enfrenta el observador participante.
17
Algunos de los ejemplos mas notorios de la
investigacin moderna se han interesado en la forma en que se controla firmemente el
acceso al espacio fsico, de .auditorio y visual; esto es, como las recias culturales y los
grupos sociales controlan quien puede estar, donde, y que pueden escuchar u observar.
Complementaria a esta investigacin esta la urgente necesidad que tienen los socilogos de
observar aspectos de la vida social que hasta ahora han sido meramente objetos de
especulacin o inferencias basadas en informacin indirecta. En tal intento es seguro que el
observador desconocido tiene acceso a personas y a situaciones que no estn al alcance del
investigador conocido, y esto puede afectar profundamente a la investigacin.

Sin embargo, esta estrategia crea ciertos problemas. Cuando el investigador est
familiarizado ya con el escenario que estudia, y forma parte de el, no necesita preocuparse
por "convertirse en nativo", pues por definicin ya lo es; es uno de aquellos que espera
estudiar. La sociologa cientfica, en su inters por la objetividad, supone que a tal
investigador le faltan la distancia" y la "objetividad" para ver el bosque en lugar de los
rboles. Esto es, se supone que su participacin no le permitir trascender la comprensin
de miembro, acerca de la situacin a fin de ver "cientficamente" las caractersticas
formales o los procesos de la situacin y la forma en que estos se relacionan con otros
fenmenos sociales. Como dijo un investigador. la persona que "se vuelve nativa" sabe
demasiado acerca de sus fenmenos; da por supuestas tantas cosas, que va no sabe que las
sabe. Probablemente todos hemos experimentado el tener que ensear a alguien alguna
tcnica familiar, como la de conducir automviles. Estamos tan familiarizados con el "saber
cmo" conducir que literalmente no sabemos lo que hacernos cuando hay que decrselo a
otra persona. De hecho, el olvidar lo que estbamos haciendo, en trminos de estar
explcitamente conscientes de ello, fue prcticamente una condicin previa para convertirse
en un buen conductor. Aparentemente, tal condicin previa tambin vale para llegar a ser
un buen nativo.

En resumen, el observador desconocido que tambin es miembro no slo est en posicin
de acercarse al fenmeno que trata de estudiar, se convierte en l. En la medida en que uno
busca comprender los sentimientos y las intenciones de los que estn en un escenario, esto

17
Se presenta una exposicin de algunos de los problemas y de los temas inherentes a los territorios sociales
en Robert Sommer, Personal Space: The Behavioral Basis of Design, Prentice-Hall, Englewood Cliffs. N. J.,
1969.
parece constituir una clara ventaja. Por otra parte, cuando uno busca ampliar los datos, se
toma como una clara desventaja.

Una segunda forma del observador desconocido es el espa clsico. Aqu, como en la
condicin de novato o de miembro ingenuo, el investigador elude el problema de los
porteros al "pasar" como uno de aquellos a quienes busca estudiar. Sin embargo, el pasar y
ser realmente o convertirse en un miembro real son dos actividades muy diferentes, que
suponen habilidades sociales y competencias diferentes, distintos compromisos morales y
diferentes imgenes de s mismo.

Tanto los espas que obtienen xito como los que ya son miembros del grupo que estudian
son capaces de actuar como miembros competentes del grupo. Ninguno de ellos parece ni
acta como un "entorpecido cultural".
18
Sin embargo, el miembro es conocido por los
dems y a s mismo como miembro, en tanto que el espa es conocido por los dems como
miembro pero l mismo sabe que es un extrao.

El espa tiene el problema moral de pretender ser lo que no es y de utilizar la informacin
que recoge valindose de medios de que los miembros no estn enterados y que no han
sancionado. Existe el peligro ulterior para el espa de que puede convertirse. Sin embargo,
esto constituye una posibilidad remota; en el caso que se hizo notar previamente, es poco
probable que un espa sociolgico que pase por ser un miembro de la secta de los fanticos
de Jess se convierta y literalmente llegue a ser fantico de Jess. Una razn de esto es que
si uno decide deliberadamente ingresar en la secta y participar en una serie de situaciones
sociales sabiendo que intenta estudiarla, se convierte en algo ms que en un simple
participante. Hay muchas razones para pensar que sus interpretaciones y reacciones estarn
distorsionadas por la orientacin para investigar. No terminar con la misma opinin de la
situacin que habra obtenido si fuera un verdadero novato o un miembro ingenuo, esto es,
si tuviera las mismas razones, metas y propsitos para estar ah que alguien que fuera slo,
y totalmente, un participante. Si bien esto podra parecer una ventaja con respecto a evitar
la identificacin psicolgica, puede constituir un problema si uno se dirige al punto de vista
de un verdadero miembro, ya que el espa trae y lleva conceptos, intereses, evaluaciones e
interpretaciones que son extraas al escenario mismo y a sus verdaderos miembros.

Es verdad que tanto el espa como el miembro ingenuo pueden ser incapaces de ver el
bosque a travs de los rboles, en la medida en que ambos son una parte muy real de lo que
estudian. El espa tal vez est menos sujeto a este inconveniente que el miembro da buena
fe. A partir de ah, surge la siguiente cuestin: qu pasa con el observador conocido? Es
probable que l sea ms objetivo que el observador desconocido, y si es as, por qu?
Intuitivamente parecera que tiene un mayor potencial para la distancia y la objetividad,
pero un menor potencial para saber o comprender. En la prctica a menudo no ocurre as.

La observacin participativa.
El observador conocido


18
Garfinkel, Studies in Ethnomethodology, pgs. 67-68.
El observador conocido busca la objetividad a travs de la distancia y de la participacin
limitada. Los que son observados saben que el investigador est entre ellos y quin es. Esta
estrategia tiene como finalidad asegurarse que el investigador no "se convierte en nativo" y
sea capaz de ampliar los datos y de construir categoras cientficas generales. Los que
prefieren esta estrategia sostienen una especie de variacin cientfica de la homila artstica
"La distancia presta encanto al panorama".

Si bien el espa y el miembro ingenuo pueden pasar y obtener acceso slo si actan como
miembros competentes del grupo, esto no sucede en el caso del observador conocido. Este
obtiene acceso y aceptacin en virtud de su posicin como un cierto tipo de extrao. Como
l no pasa y no tiene que saber cmo comportarse en forma apropiada, no tiene que realizar
los deberes o los trabajos que corresponden a un miembro, ni tampoco su incompetencia o
ignorancia por lo regular merecen sancin o exclusin. Todo lo contrario, el observador
conocido tiene la inestimable ventaja de ser un incompetente conocido. Los que estn
dentro teorizarn para l, le- ensearn cosas y le dirn otras cosas que ellos no diran entre
s. Por todas estas razones, es menos probable que l d por supuesto el conocimiento de los
miembros y as evite el problema de "no ver el bosque por ver los rboles".

Como l no tiene que vivir la vida de ellos, es menos probable que se identifique con esa
vida y las creencias y acciones que la acompaan. Entonces, tambin, dado que otros
consideran que l es un extrao y actan en consecuencia, est menos sometido a la
atraccin de la solidaridad de grupo y a los consecuentes compromisos morales.

Sin embargo, los observadores conocidos tienen otros problemas. Ellos tienen que tratar
con los porteros o encontrar medios de eludirles, a fin de tener acceso al escenario. Por lo
general estn sometidos tambin a mayores restricciones, con respecto a aquello que
pudiera resultar prohibido para los extraos. Adicionalmente, la totalidad de un grupo
podra transfigurarse a s mismo cuando se presenta ante una persona que tiene la posicin
de observador conocido. Incluso cuando algunas de estas restricciones son superadas,
permanece el problema general de que alguien estar introduciendo indagaciones, intereses
y actividades en un mundo social que es ajeno a ellas. En efecto, el investigador mismo se
convierte en una variable interventora cuyos efectos permanecen desconocidos. En la
medida que l no "hace lo que debe ser naturalmente" en tal mundo, estos efectos podran
ser mucho ms pronunciados de lo que sera en la situacin del observador desconocido.

Finalmente, si la participacin est limitada a causa de la objetividad, surge otro problema.
Desde un punto de vista de la interaccin simblica, se debe tener una cierta participacin a
fin de comprender el comportamiento que se ha descrito. Despus de todo, son los
significados que los actores atribuyen a sus actos, y no los actos en s, lo que el investigador
busca descubrir. Estos significados pueden surgir slo despus del proceso mismo de
interaccin. Dejar fuera el proceso interpretativo que supone la interaccin, produce una
descripcin del mundo mucho ms cercana en forma a la de B. K. Skinner,
19
que a la de
Howard Becker.
20
Por qu ocurre esto?, el lector podra presentar la objecin clsica: "No
es necesario que yo ponga un huevo para distinguir a un huevo bueno de otro malo". Pero

19
B. F. Skinner, Science and Human Behavior, MacMillan, Nueva York, 1953.
20
Howard Becker (ed.), The Other Side: Perspectives on Deviance, Free Press,Nueva York, 1964.
parece que esta mxima no se aplica a la vida del grupo. A menudo es necesario que usted
sea capaz de poner un huevo social para decir qu se debe hacer con ese huevo desde el
punto de vista de uno de los miembros. Al interpretar los actos de otros y asignarles una
moral, significados y motivos, una persona utiliza tcnicas extremadamente complejas de
razonamiento y de percepcin. Los psiclogos todava no pueden explicar cmo las
personas traducen los sonidos a palabras y oraciones cuando conversan entre s.
21
Ninguna
computadora puede duplicar esta simple tarea interpretativa, por no mencionar otras ms
complejas. Adems, los que utilizan tales habilidades interpretativas no pueden decirnos
cmo lo hacen, por la simple razn de que no lo saben. En ocasiones tienen alguna idea
acerca de cmo lo hacen, pero estas ideas, estas interpretaciones de sus propias
interpretaciones, por lo regular son esquemticas e inadecuadas.

De manera que cmo puede una persona ver lo que otras ven, escuchar lo que ellas
escuchan y comprender lo que ellas comprenden, si no se sabe cmo hacen los dems estas
cosas? La respuesta es que estas tcnicas son parte de las actividades sociales en un sentido
de definicin. Una parte de hacer una reparacin a un automvil consiste en advertir "qu
est mal", "funciona?", "estn sucias las bujas?", "estn pecadas las vlvulas?", etc. Una
parte del juego de ajedrez es determinar "la seguridad de mi rey", "si tengo el control del
centro", etctera. Al aprender tales actividades y al realizarlas, estas interpretaciones y
habilidades interpretativas surgir de manera natural y se usarn. Sin realizar las
actividades, se interpretarn las cosas en una forma diferente de como las interpretan
quienes las realizan. listo ocurrir debido a que l no "sabr cmo" interpretarlas en forma
natural, como lo hacen los que estn dentro, ni tampoco el podra encomiar, en forma
explcita, en qu consisten estas mltiples tcnicas interpretativas.

Qu forma de participacin?

En nuestro anlisis de los observadores conocidos y desconocidos, hemos tratado con las
implicaciones de slo dos preguntas: cmo debo yo ser conocido por los dems?, quin
deben ellos (y yo) pensar que soy? Pero existe una cuestin igualmente importante que hay
que considerar: qu har realmente mientras estoy con los dems? Cules sern las
actividades que se requerirn de m o en las cuales se me permitir participar?

En aras de la conveniencia conceptual, dividamos las actividades del cientfico social
mientras realiza la observacin participativa, en dos categoras: 1) hacer observaciones,
tales como "vagabundear", "mantener bien abiertos los ojos y los odos", hacer grabaciones
o investigar en documentos, y 2) la participacin normal, natural, tal como desempear las
actividades inherentes a un trabajo o meterse en ciertas ceremonias y rituales del grupo.
Despus podemos tratar con lo que los otros piensan que es l, y lo que realmente hace
entre ellos como dos variables dicotmicas, dando cuatro tipos puros de observacin
participativa, como se indica en la tabla de la pgina 57.


21
Una revisin de este problema en la psicologa experimental puede encontrarse en la obra de Donald A.
Norman, Memory and Attention: An Introduction to Human Information Processing. Wiley, Nueva York,
199.
Aunque el lector puede interpretar esta tabla y sus consecuencias por s mismo, podra ser
bueno presentar el significado de los cuatro apartados con un poco de mayor claridad.

1. El investigador es conocido por los otros como un cientfico social y limita sus
actividades, mientras est entre ellos, a recoger informacin y a observar.
2. El cientfico social da a conocer su identidad como tal, desde el principio, a todos.
Sin embargo, adopta el papel de un miembro de buena fe, tal como un paciente en
un hospital o como un empleado en una fbrica. Los dems saben que l
desempea el papel de ser un miembro con el fin de obtener el punto de vista de uno
de los que estn adentro.
3. El investigador oculta su identidad pero adopta un papel social que est
naturalmente definido por el grupo como alguien que recoge informacin acerca de
otras personas. Por ejemplo, se convierte en director de recreaciones de crucero, en
el cronista de una poblacin o en el psiclogo de una empresa.
4. Desconocido para otros como cientfico social, el investigador adopta algn papel
como el de trabajador de una fbrica y simplemente vive la vida de este trabajador
mientras deja que la naturaleza tome su curso. Aprende al ser un trabajador de la
fbrica, sin intento explcito alguno de observar o de recoger informacin acerca de
otros.

Los recuadros 1 y 2 muestran dos formas de ser un observador conocido., en tanto que los
nmeros 3 y 4 muestran dos de ser un observador desconocido. Con cuatro clases de
papeles sociales en lugar de dos, surgen formas nuevas de planificar y determinar
problemas antiguos, como la indiferencia y la participacin. El lector puede deducir por s
mismo estas clasificaciones, as como inventar variables nuevas e incluso papeles ms
complicados para seleccionar a partir de ellas.

Todo esto debe ser suficiente para recalcar que la seleccin de quin es el investigador
(para l mismo y para los dems) y en dnde est situado en un mundo social, bien vale la
pena de tratarse como una cuestin muy delicada. La atencin cuidadosa a este problema
tal vez puede producir un rendimiento mayor en esta clase de investigacin que casi
cualquier otra consideracin.

La mecnica actual de recoger y analizar datos en la observacin participativa supone
muchas tareas secretariales: tener y usar cuadernos de notas, grabar y transcribir cintas,
compilar diarios, escribir resmenes y apuntes, duplicarlos y catalogarlos con algn sistema
de archivo. Buena parte de esto supone el uso del sentido comn, junto con una sensibilidad
hacia la situacin y hacia los propios hbitos de trabajo del investigador.
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Sin embargo, existe una tarea final que realizar despus de elaborar un anlisis y de ponerlo
por escrito. Los estudios que utilizan la observacin participativa a menudo incluyen una

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Entre quienes han tratado bien este tema estn: Howard Becker, "Problems of Inference and Proof in
Participant Observation", American Sociological Review 23, 1958, pgs. 652-660; John Lofland, Analyzing
Social Settings, Wadsworth Belmont, Calif., 1971; y L. Schatzman y A. Strauss. Field Research: Strategies
for a Natural Sociology, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, N. J. 1973.
clase especial de apndice metodolgico; a continuacin presentamos lo que ste contiene
caractersticamente.

El mtodo de las confesiones verdaderas

Hay un procedimiento que a menudo se recomienda y se usa en la investigacin cualitativa
(y en la cuantitativa) para resolver o mitigar gran cantidad de los problemas comentados en
la seccin anterior. Muchos estudios cualitativos dedican una gran cantidad de espacio a
relatar en forma autobiogrfica cmo y por qu el autor condujo su investigacin en la
forma en que lo hizo. Tales apndices metodolgicos describen los prejuicios, los valores y
las teoras de la investigacin y proporcionan una descripcin paso a paso de cmo y por
qu las cosas progresaron en la forma en que lo hicieron. Describen los procesos de obtener
la entrada, de la gente con que se hizo contacto inicialmente, el proceso de las tareas de
continuidad, de cmo y cundo se tomaron notas, de las cambiantes perspectivas y
reacciones del investigador ante situaciones, gente y acontecimientos a medida que el
estudio progres, y de la forma en que las notas, las cintas y las ancdotas fueron traducidas
a hallazgos de la investigacin. Describen asimismo los errores, los fracasos, las
dificultades y las locuras que un mundo insensible impuso sobre el desventurado cientfico
social en su inocente intento de obtener informacin precisa acerca de un fenmeno social.

El valor de tales materiales narrativos se supone que es, primero, lo que dice al lector
acerca de cul fue el proceso que produjo los datos del investigador y, segundo, que
proporciona una reconstruccin cruda de la actividad de la investigacin que resulta til
para separar el hecho de la interpretacin y los patrones generales de los incidentes
idiosincrticos.

Existe un aspecto desconcertante en este procedimiento metodolgico. Al leer tal apndice
rpidamente se llega a la conclusin de que los diversos percances y las condiciones bajo
las cuales se hizo la investigacin han hecho que la sociologa objetiva y sin prejuicios sea
imposible. Sin embargo, el apndice a menudo va precedido de una descripcin
aparentemente objetiva de la estructura y la organizacin de una comunidad social. En este
sentido, lo que podra denominarse el uso real del apndice metodolgico es similar al de la
absolucin en la Iglesia Catlica. Una persona puede cometer (o verse obligada a cometer
por el mundo social) diversos "pecados" metodolgicos y cientficos durante la
investigacin. Sin embargo, si el investigador confiesa estos pecados a sus "sacerdotes"
sociolgicos, puede sufrir una penitencia y ser absuelto. Este ciclo de salvacin le permite
continuar como si sus pecados nunca hubieran sido cometidos. Esto es, puede dedicar el
resto del libro a recitar el conocimiento que obtuvo utilizando una retrica de "hecho",
como si informara lo que "realmente sucedi".

Al hacer estos comentarios de ninguna manera condenamos los apndices metodolgicos.
A menudo presentan datos ms interesantes que los que se ofrecen dentro del estudio
mismo. En lo que insistimos es que el material de los apndices metodolgicos no resuelve
el problema de que nuestros mtodos de observacin y anlisis en realidad pueden no
funcionar en el mundo social. Es posible que no haya solucin a este problema, lo cual
equivale a decir que el mundo social puede estar organizado de tal manera que ciertas cosas
relativas a l pueden no ser conocidas en forma sistemtica. Algunas de las razones de que
esto pueda ser cierto ya las hemos manejado anteriormente. En las acciones que siguen
consideraremos todava otros.

Ahora que hemos delineado el "por qu hacerlo", el "cmo hacerlo" y los "problemas de
hacerlo" en la observacin participativa, el lector puede considerar el estudio de caso B
(vase la pg. 187), que trata de un estudio de observacin participativa dirigido por Jerry
Jacobs acerca de una agencia de bienestar social, desde el punto de vista de un observador
desconocido. Ilustra no slo esta estrategia sino la forma en la cual los estudios de
observacin participativa pueden superar la acusacin de "ser estrechos de miras".

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