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La Entrevista Psicológica - Charles Nahoum - Cap2

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Reporte: La Entrevista Psicológica, Capítulo II

Introducción

Como hemos podido observar en el capítulo anterior, además de obtener


información más completa y profunda, la entrevista nos ofrece la posibilidad de
aclarar dudas durante el proceso, asegurando respuestas más útiles.

En este segundo capítulo de Nahoum, podremos observar más claramente la


veracidad de dicho argumento, las ventajas que tiene al ser aplicada en estudios
descriptivos y de investigación, así como la importancia de un buen diseño en los
instrumentos de recolección de datos. Nos plantea las diversas características y
reglas de esta, como lo es el desarrollo de un propósito para obtener información
en relación con un tema determinado, la búsqueda de la precisión de la
información recabada, la pesquisa de los significados que los informantes
atribuyen a los temas en cuestión, la actitud activa que el entrevistador debe
mantener durante el desarrollo de la entrevista, en la que la interpretación sea
continua con la finalidad de obtener una compresión profunda del discurso del
entrevistad.

A través de una serie de ejemplos, Nahoum devela que la entrevista se


complementa con otras técnicas de acuerdo a la naturaleza específica de sus
objetivos y que de estas se destacan dos: la entrevista estandarizada y la
entrevista clínica o no estructurada, la cual es preferida por muchos por su grado
de flexibilidad y uniformidad para alcanzar interpretaciones acordes con los
propósitos del estudio, en contraposición de una entrevista estandarizada o
cuestionario, al permitir que los sujetos entrevistados expresen sus puntos de vista
de manera relativamente abierta. Mientras que la entrevista estandarizada nos
ofrece un tipo de preguntas y respuestas más normalizadas, pues estas son en
esencia rectas o fijadas previamente.

Con un sistema muy estructurado y esquematizado, también nos explica las fases
de la entrevistas con base en su clasificación y peculiaridad, a la vez que hace
hincapié a las actitudes que debe adoptar el entrevistador a lo largo de la
aplicación de la técnica.
Capítulo II: La entrevista de encuesta o de investigación

La entrevista en la encuesta de opinión publica


Se le llama "encuesta de opinión publica" a la técnica que recoge del "público"
(población definida de manera más o menos precisa según la naturaleza de la
encuesta) las opiniones o actitudes de un grupo de población representativo,
sobre problemas llamados de interés general.

Cualquier sujeto puede ser sometido a la entrevista, sin embargo el entrevistado


en cuestión no es un solicitante; el entrevistador es quien provoca la relación
psicosocial de entrevista y debe justificarla ante los sujetos interrogados.

La legitimidad de la entrevista de encuesta

Como hemos visto en el capítulo 1, es importante explicar al entrevistado de que


va la situación, sin embargo el develar el objetivo exacto de la entrevista podría
introducir una importante fuente de error, las cuales se refieren ya sea a la
"percepción" de la situación de entrevista y del sujeto por el entrevistador, o bien a
la "percepción" de la situación de entrevista y del entrevistador por el sujeto.

Parte de esas percepciones está formada por racionalizaciones que interesan al


entrevistador dominar. No se debe permitir al sujeto escapar de la situación
dejándolo en la incertidumbre o proponiéndole explicaciones inadecuadas que
constituirán su contexto mental. Las creerá o fingirá creerlas, lo que introducirá
variaciones en sus respuestas. La mejor estrategia en estos casos es la que
considera la entrevista como un proceso de exacta toma de conciencia de la
situación por el sujeto.

La mejor estrategia en la entrevista de en cuesta

El objetivo de la encuesta siempre será la encuesta recabar información sobre las


opiniones o actitudes de cierto grupo humano, con el propósito de predecir
comportamientos psicosociales. Sin embargo entre lo que se recoge y el
fenómeno que se ha de pronosticar existen diferencias importantes.
Una de estas es el enfrentarse meramente a aspectos del comportamiento
psicosocial como los comportamientos verbales, los que por su misma naturaleza,
son relativamente racionalizados y pertenecen al campo de la conciencia clara.

Existen distintas maneras de organizar y conducir la entrevista para la encuesta y


es por esto que pueden dar resultados diferentes acerca del mismo problema. La
estrategia y la técnica de la entrevista deben uniformarse o estandarizarse al
máximo, para limitar los errores debidos al instrumento y proceder de tal modo que
cada sujeto pueda expresar libre y enteramente su opinión, con todas sus
relaciones.

El cuestionario o entrevista estrictamente normalizada

En este tipo de entrevista, la estrategia y la táctica son distintas, pues la estrategia


será es anotando las diferentes etapas de elaboración del cuestionario siguiendo
una serie de reglas.

La estrategia debe plantearse el problema preguntándose ¿qué categorías de


información han de reunirse? Posteriormente se deben elegir y formular las
preguntas, ya sea que estas sean directas o indirectas según el tipo de
información que se desee reunir. Las preguntas pueden originar respuestas ya
formuladas de entre las cuales el sujeto debe escoger o respuestas libres.

En esta etapa es preciso posesionarse de la idea de que la elección entre estos


diferentes tipos de preguntas no es libre y debe adaptarse al modo de conducción
del cuestionario, al contenido de la pregunta, a las características del grupo
representativo de población y al tipo de análisis e interpretación que se quiere
efectuar, con los resultados. Para esto debe preguntarse si el punto que presenta
la pregunta es necesario para la encuesta; si el punto presentado no requiere ser
analizado y considerado por medio de varias preguntas; si los sujetos tienen los
conocimientos necesarios para contestar a la pregunta; si la pregunta no sugiere
una respuesta en un contexto demasiado personal o bien si es tan general que
comparte respuestas estereotipadas; si el marco de referencia que la pregunta
implica no orienta las respuestas en direcciones particulares; si la pregunta no es
susceptible de provocar resistencias o una liberación de la expresión porque
choca al sujeto o lo induce a desarrollos inútiles; si las palabras empleadas tienen
una significación clara o son claramente definidas, y si la sintaxis no es ambigua.
Las alternativas deben ser bien marcadas y finalmente si el orden de las preguntas
lleva un orden psicológico y no uno lógico. Para pasar de una pregunta a la
siguiente no debe estar obligado el sujeto a realizar un esfuerzo de análisis y
reestructuración del pensamiento.

La tercera etapa es la de la prueba, la cual la deben realizar entrevistadores muy


hábiles y experimentados, psicólogos profesionales, a los que se debe informar
sobre todos los aspectos de la investigación que se realiza.

Luego, la táctica es más como una referencia en la que se tiene que seleccionar al
entrevistador para eliminar a aquellos que, por características de su personalidad,
podrían introducir errores en los resultados o imposibilitar una entrevista correcta.
Estos entrevistadores deberán dar una introducción corta y clara y otorgar a los
sujetos un ambiente cómodo. Hay que sonreír; recibir a la gente hablando, para
que se sienta cómoda, del tiempo bueno o malo; tomar notas intermitentemente;
remontar el curso del tiempo cuando se hace una biografía; cuidar el aspecto
personal, el lenguaje, etc. Un ambiente cómodo es capaz de crear y mantener la
cooperación y asegurar la validez de la entrevista.

Es cierto que la manera de dirigir una entrevista es dependiente del caso, Cantril
Handley describe la dificultad de formular las preguntas de dos maneras las cuales
proporcionan diferentes distribuciones de las respuestas, y dice que es raro que
exista un medio de determinar la formulación mas valedera, es decir, la que refleja
de la manera más precisa el estado real de la opinión sobre ese asunto. Además
explica: "la importancia de los efectos que producen diferentes formulaciones de
una misma pregunta, sobre la naturaleza de las respuestas obtenidas, es función
casi enteramente del grado y la estabilidad de la estructuración del contexto
mental de los sujetos. Si las personas poseen criterios de juicio que constituyan
marcos estables de referencias, se obtiene una misma respuesta, cualquiera sea
la manera de formular la pregunta o en cambio, si la gente carece de criterios de
juicio fieles y de marco de referencias estables, se torna muy sensible a las
implicaciones de la formulación de las preguntas, dado que las afirmaciones y los
símbolos en ellas contenidos les sirven de punto de referencia para fijar su
pensamiento”.

La entrevista clínica de investigación

También llamada entrevista no estructurada, entrevista profunda, entrevista libre,


no directiva, etc., por su ausencia de estandarización formal y la preocupación de
estructurar psicológicamente la entrevista de tal modo que el sujeto llegue a
expresar libre y completamente sus opiniones y actitudes con respecto al objeto
de la encuesta, así como los hechos y móviles que constituyen su contexto.

Puede que esta clase entrevista tenga sus orígenes de la técnica de C. Rogers.
Piaget ha comparado su técnica con la técnica psiquiátrica: "el arte del clínico no
consiste en hacer responder, sino en hacer hablar libremente y en describir las
tendencias espontaneas en lugar de canalizarlas y ponerles diques”. La técnica
exige a su entender, dos cualidades principales: saber observar (no detener nada,
no desviar nada) y saber buscar algo preciso, en otras palabras dominar la
situación sin dejar de seguir las tendencias espontaneas del sujeto situando cada
respuesta en su contexto mental. Así pues, se cumple el objetivo y la táctica
clínica o no directiva permite al sujeto expresarse libre y completamente en el
marco de su experiencia y su personalidad.

Al proponer sus temas de entrevista, el entrevistador deberá cumplir los objetivos


siguientes:

1) Dirigir lo menos posible el desarrollo de la entrevista: no debe expresar sus


sentimientos y opiniones (no denotará sorpresa ni desaprobación), que
podrían inhibir al sujeto o conducirlo y adoptar actitudes defensivas.
2) Ampliar los temas: el entrevistador deberá cuidar particularmente las
transiciones de un tema a otro y sus intervenciones deben ser tales que el
sujeto sienta no solo que puede hacer digresiones, sino también que son
apreciadas como puntos de vista nuevos e interesantes.
3) Especificar el marco de referencia: una vez que se haya encarado un tema
se deberá pedir al sujeto que precise las situaciones que, a su juicio, la
provocaron, así como la información en virtud de la cual toma posición.
4) Significaciones: un concepto, una situación o una actitud provocan
reacciones personales; el sujeto les concede más o menos importancia,
según su personalidad, su experiencia o su filosofía de la vida. Es
necesario proceder de modo que el sujeto pueda expresar las motivaciones
intelectuales o afectivas que lo impelen a contestar las preguntas
formuladas en un sentido o en otro.

Es importante que cualquiera sea la técnica de entrevista adoptada (estandarizada


o clínica), es esencial para el entrevistador que adquiera conciencia de que trata
con hombres o mujeres y no con "sujetos" de entrevista con los cuales no tiene
más relación que la psicológica.

La situación psicosocial de entrevista es compleja y la dominan dos factores: el


ámbito social, en primer término (relaciones sociales objetivas e instituciones), en
el cual debe justificarse la entrevista y en la búsqueda de las motivaciones
inherentes a la entrevista, o sea las razones o motivos psicológicos por los cuales
un sujeto consiente en conceder diez minutos o una hora de su tiempo.

Bibliografía
Nahoum, C. (1961). La entrevista de encuesta o de investigación. En C. Nahoum,
La entrevista psicológica (págs. 21-48). Buenos Aires: Editorial Kapelusz.

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