REFLEX I O N ES
Ref lexiones
C O M U N ICA R 16,
2001; pp. 120-130
Nuevas cor r ient es comunicat ivas,
nuevos escenar ios didáct icos
José Igna cio Agua ded y M a r ía Am or Pér ez
Huelva
Los autores de este trabajo recogen en estas reflexiones sus consideraciones acerca
de la importancia de las nuevas tendencias comunicativas y los nuevos contextos didácticos como dos referentes conceptuales clave para entender el sentido cada vez más
definido de la Educación en Medios de Comunicación, entendida ésta como eje central para la percepción de un currículum comprensivo que prepare a los chicos y chicas de hoy
para ser ciudadanos autónomos e inteligentes en el universo mediático de la sociedad de
nuestros días.
1. Las Ciencias de la Comunicación
Una de las orientaciones que más auge está
teniendo en los últimos tiempos dentro de las
Ciencias de la Comunicación, es precisamente
la perspectiva del espectador.
Nuestro análisis de los medios no debe
circunscribirse, con ser extremamente importante e imprescindible, sólo a una perspectiva
didáctica y a las potencialidades educativas
que los seres humanos tienen en conocer estos
nuevos lenguajes, apropiarse de ellos, comprenderlos juiciosamente, consumirlos inteligentemente y hacer usos creativos con los mismos, sino que además es prioritario el conocimiento de los medios como hecho comunicativo.
En este artículo no podemos ofrecer un
análisis, por limitaciones obvias de formato, ni
La construcción de una sociedad más democrática, donde cada vez son más las complejas, múltiples y profundas interacciones que se
producen de los ciudadanos con el universo
mediático, requiere un proceso de análisis e interpretación, tanto desde el ámbito de la investigación y la intervención pedagógica y didáctica como desde los estudios de las Ciencias de
la Información, preocupados no tanto por los
medios de comunicación en sí sino por las relaciones e interacciones que éstos tienen con sus
espectadores.
Se hace necesario, así, educar para que los
individuos participen de una forma más activa
en sus interacciones con los medios, dada la
creciente influencia de éstos en la sociedad
actual, para superar el mero papel receptivo
que hasta ahora se les ha asignado.
120
C O M U N ICA R 16, 2001
siquiera somero, de este conjunto de Ciencias,
Los medios de comunicación, en general,
por lo que remitimos a estudios como los de
son hoy día y al mismo tiempo, un «imporDavara (1990), Moles (1985) o Feldmann
tantísimo sector industrial, un universo simbó(1977), entre otros muchos, para la conceptualico, un objeto de consumo masivo, una inverlización de las mismas y el análisis de sus
sión tecnológica en continua expansión, una
diferentes paradigmas. A nosotros nos interesa
experiencia individual cotidiana, un terreno de
especialmente, en el vasto campo de la comuenfrentamiento político, un sistema de medianicación, el ámbito específico del proceso de
ción cultural y de agregación social, una manerecepción comunicativa, esto es, en términos de
ra de pasar el tiempo, etc.» (Wolf, 1994a: 11).
Orozco (1996), la «perspectiva
Estas múltiples realidades y
de las audiencias»: cómo se
dimensiones de «objetos máproducen las relaciones de los
gicos», es lo que explica en
individuos con los medios y
parte que Wolton (1995: 42)
La const r ucción de una
cómo son sus prácticas comulos haya categorizado como
sociedad m ás dem onicativas dentro del complejo
«medios difíciles de aprehencr át ica, donde cada
mundo de interacciones que
der y complejos de analizar».
éstos provocan y todo con la
En este sentido sabemos muy
vez son más las comfinalidad de desarrollar las espoco sobre sus efectos con resplejas, múlt iples y
trategias precisas para mejorar
pecto a las posiciones del púpr ofundas int er estas relaciones y adquirir las
blico, los modos de formación
necesarias competencias para acciones que se pr odude las audiencias, cómo el púcen de los ciudadanos
apropiarse de forma crítica y
blico usa los medios y cómo los
creativa de los mismos.
medios usan al público. Sin emcon el univer so
Este imprescindible e irrem- mediát ico, r equier e un
bargo, el fenómeno comunicaplazable esfuerzo interpretivo es un verdadero mundo de
pr oceso de análisis e
tativo por conocer el papel de
paradojas, porque junto a las
int er pr et ación, t ant o
las audiencias en el contexto
opiniones que consideran estos
desde el ámbit o de la
de las sociedades contemporámedios como «objetos no penneas (Cebrián Herreros, 1995:
sados», encontramos en la biinvest igación y la
136; Salomon, 1984: 59 y ss.) int er vención pedagógi- bliografía miles de referencias
tiene como finalidad esencial
de trabajos, estudios, investica com o desde los
no tanto predecir o determinar
gaciones y reflexiones en torno
objetivamente el complejo pro- est udios de las Ciencias a ellos. La historia de la invesde la Infor mación.
ceso del visionado mediático,
tigación de los medios está llesino más bien, como indica
na, como indica Vilches (1993:
Orozco (1996: 20), «lograr un
13), de «avances, retrocesos y
entendimiento de la audiencia
dispersiones» y sus resultados
y su televidencia», como un medio necesario
son muchas veces desconcertantes sobre el papel
para su transformación, y por ende, de los
jugado en nuestra sociedad. Nos aventuramos
sistemas comunicativos actuales y en conseahora a hacer un breve balance de la perspectiva
cuencia de los propios modelos democráticos
histórica de los estudios sobre la influencia de los
de las sociedades contemporáneas. Los impacmedios, siguiendo especialmente las aportaciotos y efectos que el consumo de los medios tienen
nes de Rodrigues (1992), Sarmiento (1993),
especialmente en la comprensión de las audienWolf (1994a), Piette (1990) y Vilches (1993) en
cias infantiles y juveniles es el objeto de muchas
un resumen de las principales corrientes que han
investigaciones y estudios que indagan sobre las
interpretado las relaciones entre medios y aurelaciones entre medios y espectadores.
diencia.
121
REFLEX I O N ES
La historia de la investigación sobre la
comunicación y en concreto el medio televisión se ha desarrollado en dos estadios principales: «La primera generación de ensayos está
marcada por el interés del medio en sí. La
cuestión de los contenidos vehiculados por el
medio no interesa en ese momento a la investigación, porque se cree que la función de la
televisión es por esencia la de un perfeccionamiento cultural. Para la segunda generación, en
cambio, las investigaciones se han de centrar
sobre el comportamiento del público: cómo
actúa la audiencia cuando se encuentra expuesta al medio» (Vilches, 1993: 25).
Las primeras corrientes de investigación
que se desarrollan en el campo de la comunicación se centran en los modelos behavioristas de
los efectos directos. La llamada «teoría hipodérmica» (Wolf, 1994a: 22 y ss.; Wolf, 1994b:
42 y ss.) o de la «bala mágica» (Rodrigues, 1992:
16 y ss.; De Fleur y Ball-Rokeach, 1993: 193 y
ss.) partían de la base de que los mensajes de los
medios actuaban como estímulos que influenciaban directamente y de manera homogénea a
todos los individuos. Se postulaba, por tanto, la
existencia de un público pasivo, compuesto
por individuos atomizados, vulnerables y expuestos de forma sistemática y determinista a la
poderosa influencia de los medios de comunicación (Sarmiento, 1993: 30). Esta concepción
«victimizante» se basaba en que cada individuo era un «átomo aislado que reacciona por
separado a las órdenes y a las sugerencias de los
medios de comunicación» (Wright, 1963: 203).
Esta manera de describir los efectos de los
medios fue progresivamente abandonada en la
década de los cuarenta y cincuenta (Dorr, 1985:
60 y ss.). Los investigadores comienzan a interrogarse sobre la complejidad del proceso que
conlleva la interacción social que los individuos realizan con el medio.
Así Beltrán (1990: 8) señala que «las nuevas investigaciones encontraron que en realidad no había tal influjo directo y avasallador,
pues los efectos de la comunicación masiva se
producían por intermediación de la influencia
personal de los líderes de opinión». Por ello, se
llegó a la conclusión de que «los mensajes de
los medios no ‘traspasan’ al individuo como
una ‘jeringa hipodérmica’, sino que los mismos son interpretados de diferentes maneras»
(Sarmiento, 1993: 31; De Fleur y Ball-Rokeach,
1993: 221 y ss.).
Un primer nivel de estudio de los medios
fue partir del contenido ideológico de sus mensajes y de sus efectos sobre la conducta de los
espectadores. Así, como indica Quiroz (1993:
53), la televisión, por ejemplo, fue considerada
«como un medio omnipotente, todopoderoso,
capaz de producir una serie de efectos directos
sobre el público, alterando su comportamiento». Podemos destacar entre los investigadores
principales de esta primera época a Carl Hovland, Bernard Berelson, Paul Lazarfeld, y especialmente Harold Lasswell, que, «en el seno
del período dorado de la teoría hipodérmica»
(Wolf, 1994a: 30 y ss.), desarrolla la teoría de
la información que va a sentar las bases de los
estudios posteriores en cuanto que va a proponer el análisis de la comunicación, tanto desde
la perspectiva de sus contenidos, como desde la
reflexión sobre sus efectos.
La superación, en el ámbito de la investigación, de la teoría hipodérmica supone la
contemplación de diferentes campos: el quién
(estudio sociológico de los medios), el qué (análisis de contenido de los mensajes), el canal
(aspectos técnicos), el segundo quién (los públicos y audiencias) y finalmente la identificación y
valoración de los efectos (Sarmiento, 1993:
31). Se produce así un redimensionamiento de
la capacidad indiscriminada de los medios de
comunicación de manipular al público, teniéndose presente la complejidad de factores que
intervienen.
Surge así otro nivel, el de los estudios
empíricos de «los efectos limitados», y se pasa
de esta forma de lo que gráficamente Rodrigues
(1992: 7) denomina «comunicação omnipotente» a la «comunicação impotente». Los estudios empíricos sobre los efectos limitados constituyen una fase fundamental de la «Communication Research», ya que frente a los acuñados conceptos de «manipulación» (de la teoría
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hipodérmica) y de «persuasión» (de las teorías
los estudios de las interacciones medios/espsicológico-experimentales), ahora se asienta
pectadores pasan, en la clásica cita de Katz
el término de «influencias» (Wolf, 1994a: 51).
(citado por Wolf, 1994a: 78), de la pregunta
Como apunta Sarmiento (1993: 33), este perío«¿qué es lo que hacen los medios a las persodo –fundamental para entender las interacciones
nas?» a la de «¿qué hacen las personas con los
entre medios y audiencias– conlleva el debilitamedios?». Se instaura así la corriente de «los
miento de la creencia de la influencia directa, y
usos y gratificaciones» (Bertrand: 1993: 10;
se traduce en la consideración de un efecto
Grandi, 1995: 248 y ss.; Vilches, 1993: 46 y
mínimo de los mensajes, que está estrechamenss.).
te vinculado al análisis del contexto social en el
El enfoque de «los usos y gratificaciones»
que actúan, pues éste provoca efectos de activadefiende el efecto moderado de los medios y
ción, reforzamiento o efectos de conversión
postula que los hábitos de frecuencia de la
(Lazarsfeld, 1944: 98). Los efectelevisión, que citamos por su
tos de los media se analizan
especial relevancia en los usos
como parte de un proceso más
de los medios, son determinacomplejo, basado en un amLos m edios de com uni- dos por diferencias psicolóbiente social (Dorr, 1985: 89).
gicas individuales y por la percación en gener al, son
A partir de este momento la
tenencia a distintas categorías
hoy día, al mismo
influencia de la comunicación
sociales. Se produce, en cont iempo, un impor de masas se va a entender mesecuencia, un desplazamiento
jor en el sentido del reforza- t ant ísim o sect or indus- del origen del efecto, del conmiento de valores, actitudes,
tenido del mensaje a todo el
t r ial, un univer so
posturas, y el modelo de la incontexto comunicativo. Y ensimbólico, un objet o de
fluencia interpersonal subrayatonces cobra sentido la famosa
consumo masivo, una
rá, por un lado, la no linealidad
frase de McLuhan, «el mensainver sión t ecnológica
del proceso en el que se deterje es el medio», que parte de la
minan los efectos sociales de en cont inua expansión, base de que los medios, lejos
los media y por otro la selecti- una exper iencia individe ser neutros, determinan la
vidad intrínseca de la dinámica
forma de pensar y los sistemas
dual cot idiana, un
comunicativa (Wolf, 1994a:
de valores.
t er r eno de enf r ent a63-64).
Sin embargo, las corrienmient o polít ico, un
En los años setenta se protes de «los usos y gratificacioduce una reorganización de la
nes» no han supuesto la supesist em a de m ediación
investigación sobre los medios
ración total de las teorías de
cult ur al y de agr egade comunicación por el impullos efectos. Basadas en la tración social, una maneso de las teorías funcionalistas.
dición psicológica del aprenr a de pasar el
Los medios de comunicación
dizaje social (Social Learning
t iem po, et c.
son considerados como parte
Theory) y de la sociológica
integrante de la «cultura sode la naturaleza de interacción
cial», por lo que es necesario
simbólica y la construcción
revelar las funciones latentes o manifiestas que
social del significado (Social Construction of
cumplen (Sarmiento, 1993: 33-34).
Meaning), en las décadas de los sesenta y setenta
La idea inicial de la comunicación, como
han retornado a concepciones basadas en los
generadora de inmediata influencia en una relaefectos indirectos de los medios, tanto desde una
ción estímulo-respuesta, da paso a un estudio
perspectiva individual como colectiva.
más profundo de los contextos y de las interacEl modelo psicológico ha intentando inciones sociales. La problemática se invierte y
terpretar, basándose en las corrientes de
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REFLEX I O N ES
Bandura (1996), la influencia de los medios
sobre las personas, partiendo de la premisa de
que la influencia no se ejerce de la misma
manera y de forma uniforme en todos los individuos. En cambio, el modelo sociológico trabaja con la idea de que los medios se han
convertido en lugares privilegiados para las
nuevas convenciones simbólicas (Sarmiento,
1993: 38), a través de nuevas formas culturales.
Por ello, frente a los períodos anteriores en que
la televisión fue estudiada como medio electrónico que transmitía ideas, contenidos, y no en
términos de una comunicación, ignorándose
que entre el público y el medio se producen
relaciones de intercambio, ahora ya los medios, en estas nuevas corrientes, no se entienden como un proceso único de emisión y de
recepción, sino que entre la producción (emisión) y el consumo (recepción) operan una
serie de momentos, circunstancias, personas,
grupos, lugares que «median» la relación de
comunicación.
Paralelamente a las corrientes norteamericanas, en Europa se han desarrollado también
concepciones específicas en torno a las relaciones entre los medios, especialmente la televisión, y sus públicos, destacándose de manera
singular las que han dado en llamarse corrientes críticas, desde un enfoque semiológico y
cultural.
Entre las primeras corrientes desarrolladas de forma autónoma en Europa después de
la II Guerra Mundial, destaca entre todas la
llamada «Escuela de Francfort» –dentro de lo
que Rodrigues (1992: 39 y ss.) identifica como
crítica marxista–, cuya premisa básica es la
consideración de los medios de comunicación
como instrumentos de las clases dominantes
para asegurar su dominación social. Así, debemos a Marcuse el concepto de «el hombre unidimensional», adorno de la «barbarie estilizada» y
a Horkheimer la idea de «la sociedad totalmente administrada» (Sarmiento, 1993: 43). Cerca
de los esquemas behavioristas americanos, esta
Escuela incide en la enorme potencia manipuladora de los medios y su capacidad de
adoctrinamiento a través de unas poderosas
industrias culturales que convierten la comunicación y la cultura en mercancías. En este
contexto, ha de entenderse también la consideración de los medios como instrumentos de
dominación cultural, concepto desarrollado por
teóricos como Mattelart, Schiller o Hamelink.
Althusser incluye a los medios, y de manera
específica a la televisión, como aparatos ideológicos del Estado, dentro de lo que López
Garzón (1994: 8) denomina la «teoría hegemónica de los medios».
El enfoque semiológico es otra de las grandes corrientes desarrolladas en Europa para
explicar las interacciones de los medios con sus
públicos. Capitaneada por Roland Barthes
(1957; 1986; 1993), la semiología, como ciencia general de los signos, pretende denunciar el
carácter místico de los mensajes y sus representaciones, ya que los medios se han convertido en fábricas de nuevos mitos. Piette (1990:
25) apunta que «si los teóricos de la Escuela de
Francfort intentaban demostrar el carácter ideológico de las industrias culturales de la sociedad capitalista, Barthes intenta revelar el funcionamiento mismo de la ideología»: cómo se
produce y cómo se impone en la conciencia de
los individuos y de las sociedades. Esta propuesta, por tanto, pretende descifrar los mensajes a la vez que aporta elementos básicos para
establecer y delimitar el concepto de «competencia comunicativa» en el uso de los medios,
deslindando sus niveles denotativo y connotativo y los códigos culturales e ideológicos de
la sociedad.
Se han desarrollado también otras corrientes investigativas que sitúan a los medios en el
contexto de la nueva cultura contemporánea,
entre ellas las interpretaciones de Abraham
Moles (1967) de «cultura mosaico» o de Edgar
Morin (1976) del «imaginario colectivo».
Por otro lado, y especialmente en la Escuela de Birmingham en Gran Bretaña, se ha ido
reformulando el paradigma crítico, hasta llegar
a un enfoque cultural («Cultural Studies») que
instaba a considerar a los medios dentro de un
vasto sistema de interacción simbólica, abordando la relación con el público en la totalidad
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de sus dimensiones culturales (Grandi, 1995:
cuencia, se emplean para su análisis enfoques
93 y ss.). Los medios definen la realidad y no
de investigación cualitativos. Los nuevos mosólo la reflejan, por lo que es necesario abandodelos se centran, especialmente, no en la transnar la concepción reflexiva/denunciadora y
misión de la información, sino más bien en el
desarrollar el concepto de «representación»,
proceso de significación. Los medios construde notable trascendencia en una educaciónpara
yen la realidad y «la gente tiende a incluir o
la lectura crítica de és tos. Masterman (1980;
excluir de sus propios conocimientos los que
1993a) propone, en este sentido, que la enseéstos incluyen o excluyen» (Shaw, 1979: 96), los
ñanza crítica de los medios debe conducir a la
medios tienen la habilidad de «decirle a la gente
toma de conciencia de que la idea de transqué deben pensar, aunque no que deben pensar»
parencia de los medios es una mitificante ilu(Cohen, 1963; Vilches, 1993: 114 y ss.). La
sión. Por ello, «el análisis de los medios deberá
«agenda-setting» pone el acento en la creciente
ir siempre más allá de la consideración de los
dependencia cognitiva de los medios, establesignificados connotativos y adentrarse en el
ciendo «órdenes del día» que varían en los difeanálisis ideológico» (Masterman, 1993a: 219).
rentes medios, construyendo una imagen de la
Ideología y discurso son los dos términos básirealidad que el sujeto va estructurando (Wolf,
cos que nos introducen en la construcción y
1994a: 163 y ss.; Rodrigues, 1992: 96 y ss.). La
representación de la
importancia de los
realidad que realizan
«gatekeepers» como
los medios al tiemseleccionadores de la
ESQUEMA DE LAS TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN
po que demandan un
información, que deparadigma crítico de
ciden bloquear o de• La comunicación omnipotente:
Educación para los
jar pasar la informaLas «balas mágicas» y la teoría hipodérmica.
Medios.
El paradigma de Lasswell.
ción básica, adquiere
• La comunicación impotente:
Los estudios de
dentro de esta corrien«Two-Step Flow of Communication».
la comunicación en
te una importancia
Los estudios de la persuasión.
los últimos años se
crucial, no ya sólo
• La crítica marxista:
han movido entre
como «portero» punLa manipulación económica.
una tendencia sociotual, sino dentro del
La manipulación ideológica.
lógica y una tendenfuncionamiento rutiLa Escuela de Francfort.
cia comunicativa
nario que supone la
Los «Cultural Studies».
para explicar la inconstante selección
• La crítica no marxista:
vestigación medioEl lenguaje del inconsciente.
(«newsmaking»).
Los estudios semiológicos.
lógica en el contex• La escuela canadiense:
to de las interac2. Un nuevo escenaLa Galaxia McLuhan.
ciones entre medios
rio didáctico: los nue• Los estudios productivos:
y consumidores.
vos contextos para la
Los «gatekeepers».
Wolf (1994a:
enseñanza y el aprenLos «newsmaking».
158) señala otras
dizaje en el ecosis• Las teorías de los efectos a medio plazo:
nuevas corrientes y
tema comunicativo
La «agenda-setting».
paradigmas que van
El efecto que en
El modelo de dependencia.
emergiendo en las
• El neo-empirismo:
los últimos momenLos «usos y gratificaciones».
que el contexto de
tos del siglo produjo
El diferencial semántico.
los efectos tiene una
el impacto de las nueEl análisis de contenido.
especial trascendenvas tecnologías y los
cia y en las que, con
medios de comunica(Basado en Rodrigues, 1992)
cada vez mayor freción marcará el desti-
125
REFLEX I O N ES
no cultural y profesional de los adultos y de
toda la sociedad en el nuevo milenio, con lo que
la escuela no puede permanecer ajena a estas
profundas mutaciones. Se perfila un imprescindible proceso de reconversión docente estrechamente ligado a los cambios que se van
originando en nuestra sociedad conforme se
van generalizando el uso de las nuevas tecnologías. Indudablemente el modelo de escuela y
la formación de los docentes deberá actualizarse en tanto que ya empiezan a observarse
modificaciones en nuestra profesión que afectan no sólo a los medios, materiales y recursos
que se emplean en la enseñanza, sino también
a la propia conceptualización de lo que es la
escuela y los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Esta transformación de nuestro espacio
didáctico y doméstico, con la entrada de nuevos recursos mediáticos y virtuales para la
enseñanza, ha acelerado los análisis sobre la
necesidad de adaptar la escuela a los nuevos
tiempos.
Muchas son las críticas que el modelo de
escuela tradicional está recibiendo desde los
comunicólogos de la información que alegan la
impotencia de la institución escolar para asumir las nuevas necesidades sociales. Martín
Barbero (1999: 13-21), en un interesante artículo en el número trece de esta misma revista,
afirma que «la escuela se ha negado hasta ahora
a aceptar el descentramiento cultural que
atraviesa», por la pérdida de su eje cultural y
pedagógico –el libro– y por la ignorancia de la
presencia cada vez más abrumadora de otros
dispositivos de almacenamiento, clasificación,
difusión y circulación de la información mucho
más versátiles, disponibles e individualizables
que la escuela misma. Y añade que la irrupción
de los medios «ha deslocalizado los saberes,
deslegitimado su segmentación, modificado el
estatuto institucional de los lugares de saber y
de las figuras de razón». Para este autor, estamos entrando en una nueva era de conocimiento, la del «pensamiento visual», ya que los
medios no sólo descentralizan las formas de
transmisión y circulación del saber, sino que
hoy constituyen el escenario decisivo de la
socialización. En este contexto, ha de emerger
la figura del maestro que «de mero transmisor
de saberes ha de convertirse en formulador de
problemas, en provocador de interrogantes, en
coordinador de equipos de trabajo, en sistematizador de experiencias y en memoria viva de
todo lo que su sociedad necesita pasarle a la
nueva generación».
Si nos paramos a hacer una somera radiografía sobre nuestro sistema escolar, fácilmente llegaremos al acuerdo de que el modelo
didáctico predominante en nuestras aulas no
responde a estas necesidades y expectativas
que hoy la sociedad demanda y solicita de la
educación. El predominio absoluto de la transmisión de contenidos conceptuales, el estilo
transmisivo centrado en el profesor, la pasividad y acriticidad de los alumnos, la evaluación
sumativa y final exclusivamente de conceptos... unido a un modelo encorsetado de organización escolar, con escasa flexibilidad de
horarios, con nula movilidad de espacios, con
una fragmentación en compartimentos estancos de las disciplinas... conforman el marco
habitual de nuestros centros escolares. Es razonable que en este contexto educativo, los medios de comunicación no puedan tener un lugar
relevante, en cuanto que sólo es posible su uso
de forma esporádica como complemento y
auxiliar de algunas asignaturas. Esta utilización asistemática de los medios en los centros
escolares ha agudizado en la mayoría de los
casos el ya de por sí abusivo consumo de los
medios. En muchos colegios e institutos se han
utilizado períodos lectivos para ver en vídeo
largometrajes e incluso series de dibujos animados, sin una planificación didáctica previa y
sin acompañamiento de actividades complementarias al uso de los medios.
Una propuesta rigurosa de utilización didáctica, plural e innovadora, de los medios de
comunicación en los centros educativos ha de
partir de un proyecto educativo concreto, de
una filosofía educativa que no puede ser compatible con cualquier práctica y actuación escolar (Creel y Orozco, 1993: 199; García Ma-
126
C O M U N ICA R 16, 2001
tilla, 1993: 73). La educación para el uso de los
realidad y capaces de actuar libre, autónoma y
medios de comunicación tiene que enraizarse
juiciosamente. El papel de los medios de coen un marco ideológico que parta de un análisis
municación en esta enseñanza crítica y de valode la realidad social y se concrete en un proyecres tiene que ser necesariamente crucial. La
to educativo. Los medios de comunicación son
Asociación para la Alfabetización Audiovisual
–valga la redundancia– medios, recursos e insde Toronto cita como «estrategias para enseñar
trumentos que han de encuadrarse dentro de un
acerca de los medios: el pensamiento crítico,
marco social y contexto educativo particular
los modelos indagadores, los enfoques de estuque recoja pautas de intervención específicas
dios culturales, la educación de los valores, las
para el aula. Es evidente que en virtud de esas
estrategias interdisciplinarias, las experiencias
coordenadas sociales y educativas, los medios
creativas y la pedagogía democrática y centravan a adquirir roles específicos.
da en el alumno» (Tyner, 1993: 189).
En el contexto de una pedagogía transToda esta reflexión nos conduce a que un
misiva, como la que hasta ahora ha impregnado
uso integral e innovador de los medios de
prácticamente nuestro quehacomunicación en las aulas ha
cer educativo, los medios no
de sustentarse en una filosofía
son más que meros auxiliares
educativa y en un proyecto dique complementan la función
dáctico. No es posible planinformativa de los profesores, No es posible plant ear - tearse el uso de los medios, sin
ampliando el campo de cono- se el uso de los m edios, analizar previamente el marco
cimientos –conceptuales– a sin analizar pr eviamen- referencial, teleológico y ditravés del apoyo del lenguaje t e el m ar co r ef er encial, dáctico que esos medios van a
audiovisual. Sin embargo,
t eleológico y didáct ico tener en el contexto educativo.
donde realmente cobra sentiPara iniciar la integración de
que esos m edios van a los mass-media, se requiere un
do la educación para el uso de
t ener en el cont ext o
los medios de comunicación,
análisis del contexto social en
es en un modelo educativo educat ivo. Par a iniciar
que vivimos. Y si en este sentique parta de una teoría crítica
do acordamos que nuestra sola int egr ación de los
de la enseñanza. «La educamass-media, se r equie- ciedad es cada vez más consución emancipadora tiene una
midora de medios –sin por ello
r e un análisis del con- aumentar sus aptitudes para el
epistemología alternativa que,
t ext o social en que
en contraposición al conociconocimiento racional de sus
miento objetivo, se basa en el
vivim os.
códigos y lenguajes– hemos de
conocimiento comunicado.
convenir que toda comunidad
Este conocimiento es generaeducativa, que reflexiona sodor y no consumidor; se prebre esta realidad, ha de poner
ocupa de la percepción y no de la recepción...
en funcionamiento propuestas didácticas que
En un sistema así la inteligencia constituye un
permitan una intervención consciente del sisteproceso y no un producto» (Críticos, 1993,
ma educativo para «alfabetizar» a los chicos y
citando a Stanton). Por ello, frente a los estilos
chicas de hoy como consumidores y usuarios
tecnicistas y pragmáticos que han imperado
de los nuevos lenguajes de la comunicación y la
como modelos educativos, hay que fomentar el
información, con plena conciencia de uso y con
«aprendizaje experiencial reflexivo», que supotencialidad para su utilización crítica y
pere la educación bancaria (Freire) de deposicreativa.
tar conocimientos dentro de las cabezas de los
El marco curricular del actual sistema edualumnos y que promueva alumnos más críticos
cativo vigente en nuestro país –con sus defiy creativos con su entorno, conscientes de su
ciencias– es sin duda un modelo adecuado para
127
REFLEX I O N ES
fomentar esta necesaria introducción didácticuya máxima aspiración es la formación de
ca. Los más flexibles márgenes de autonomía
ciudadanos críticos y creativos con su entorno,
pedagógica y organizativa de los centros puecon plena conciencia de su actuación y con un
den favorecer el trabajo en equipo de los proconsolidado sentido personal, social y moral.
fesores y estimular la actividad investigadora
Los medios de comunicación no sólo prede los mismos a partir de su práctica docente,
sentan adecuadas estrategias para favorecer los
así como la posibilidad de que
objetivos fundamentales del
los centros completen y desanuevo sistema educativo, sino
rrollen el currículum medianque al mismo tiempo ofrecen
te la elaboración de proyectos Los m edios de com unipropuestas metodológicas, al
curriculares que respondan a
hilo de las últimas corrientes
cación audiovisual
las necesidades de los alumdidácticas.
est án en vías de
nos.
Así, la significatividad de
t r ansf or m ar nuest r a
Hasta ahora hemos padelos aprendizajes, la globalizacido la profunda paradoja de
ción de los contenidos, la actipr opia concepción de
comprobar que el consenso
vidad del discente, la fundasociedad. Si nuest r a
sobre la importancia de los
escuela ha de pr epar ar mentación en el entorno, la
medios en la sociedad y su
diversidad de los recursos, el
influencia en los chicos y jó- a los alum nos de hoy a inicio de los procesos a partir
vivir en la sociedad de de las ideas previas, el carácter
venes de hoy no ha ido parejo
con su presencia en la enseformativo de los procedimienf or m a aut ónom a y
ñanza y en el contexto escolar.
tos de valoración y evaluación,
libr e, no podemos
La importancia social y
el rol de orientador y estimuseguir ignor ando los
personal de la comunicación
lador de los docentes, la flexibimedios e incur r ir en el lidad organizativa, la adaptaen el marco de la vida moderanacr onismo que ya
na y la necesidad de desarroción curricular a las necesidallar propuestas críticas y
des particulares del alumnado,
int uyer a McLuhan de
creativas en el ámbito educatila interdisciplinariedad currique la pedagogía acvo por parte de nuestros alumt ual no se cor r esponda cular, la importancia de valores
nos y alumnas para saber comy actitudes... encuentran en los
prender, interpretar y utilizar con la er a de la elect r i- medios de comunicación unos
los medios, requiere la pre- cidad, sino que se haya recursos variados y de fuerte
sencia de éstos en los diferenimpacto y valor didáctico. Pero
quedado en la er a
tes ámbitos del saber, puesto
especialmente los medios, en el
de la escr it ur a.
que no se trata sólo de adquirir
contexto de la nueva metodoloconocimientos, ni de promogía didáctica, ofrecen al modever actitudes, sino de fomenlo curricular la posibilidad de
tar técnicas y procedimientos
poder acercar el proceso de
que permitan a los alumnos analizarlos y usaraprendizaje al modelo investigativo. Frente al
los como lenguajes propios.
estilo transmisivo y centrado en los contenidos,
Si el nuevo modelo curricular refleja en
los medios favorecen que los alumnos investitodas sus disciplinas y niveles el uso de los
guen su realidad, aprendiendo en el propio
medios de comunicación, tanto desde un ámbiproceso de descubrimiento. Las etapas de seto conceptual, como desde el desarrollo de
lección, construcción, mediación, representaestrategias y actitudes, es sin duda por las
ción y codificación (Masterman, 1993b: 19virtualidades que la comunicación audiovisual
28) convierten a los alumnos en investigadores
ofrece a un proceso de enseñanza-aprendizaje,
y protagonistas de su aprendizaje.
128
C O M U N ICA R 16, 2001
3. A modo de conclusión
Concluyendo podemos afirmar que los medios utilizados como auxiliares didácticos,
como técnicas de trabajo o ámbitos de conocimiento diversifican las fuentes de información,
partiendo de la «actualidad» y del entorno,
ofreciendo informaciones globales que afectan
integralmente a todas las áreas curriculares.
Definitivamente, permiten cambiar la dinámica tradicional del aula, reduciendo la función
informativa del profesor y reservándole competencias didácticas más genuinas, como las de
planificación, motivación y evaluación. En
suma, coincidimos con Len Masterman (1993a:
43) en que exigen «nuevas formas de trabajar»,
en la línea de una enseñanza no jerárquica,
«que fomente la reflexión y el pensamiento
crítico y que, al mismo tiempo, sea lo más viva,
democrática, centrada en el grupo y orientada
a la acción que el profesor pueda conseguir».
Los medios de comunicación audiovisual
están en vías de transformar nuestra propia
concepción de sociedad. Si nuestra escuela ha
de preparar a los alumnos de hoy a vivir en la
sociedad de forma autónoma y libre, no podemos seguir ignorando los medios e incurrir en
el anacronismo que ya intuyera McLuhan de
que la pedagogía actual no se corresponda con
la era de la electricidad, sino que se haya quedado
en la era de la escritura, o preservar una formación que secunde la tremenda paradoja de que
en la era de la información y la comunicación
no seamos competentes en el uso de los medios
y las tecnología, pues como decía Vallet «de
cara a los medios de comunicación, prácticamente todos somos analfabetos».
Parece que no queda otra alternativa que
integrarlos didácticamente y sacar de ellos
todo lo positivo que puedan ofrecernos. La
pedagogía audiovisual tiene que entrar en la
institución escolar para potenciar las dimensiones lúdicas, críticas y creativas de las nuevas
generaciones.
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• José Ignacio Aguaded Gómez es profesor de la Universidad de Huelva y presidente del
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• María Amor Pérez Rodríguez es profesora de la Universidad de Huelva y miembro del
Grupo Comunicar (amor.perez@dfesp.uhu.es).
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