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jueves, 29 de noviembre de 2012

Mandalay no vale la pena / Mandalay is not worthy


Cualquier guía de Birmania incuye en sus itinerarios la ciudad de Mandalay, y no sabemos porqué. Llegamos con la intención de quedarnos una semana, pero cada vez que lo comentábamos con alguien nos decían que era demasiado. No entendíamos; en la guía salen muchas cosas que ver.

El primer día salimos muy diligentes camino del palacio real. Junto al foso vimos la concentración urbana de palomas más grande del mundo. Aunque no os lo creáis, esto es lo más remarcable de la ciudad. De camino también vimos una vaca atada a la puerta de un templo hinduista.


En el palacio real no había más que unos edificios de madera sin nada dentro; muy decepcionante.
Los templos y monasterios incluidos en la entrada del palacio tampoco son gran cosa, pero os ponemos una foto de uno de ellos con unas monjas pasando.



Decidimos darnos una vuelta en bici por los suburbios a ver si mejoraba nuestra impresión de Mandalay. Descubrimos dos cosas. La primera, que las vacas de Mandalay comen basura. La segunda, cómo se trabaja el oro. En esta ciudad un@ puede asomarse a los distintos talleres de oro, jade y piedra, y ver el proceso de producción. Una de las cosas más interesantes de una ciudad que se coló en las guías por casualidad.





Every guidebook of Myanmar includes in its itineraries the city of Mandalay, and we don't know why. We arrived intending to stay one week, but every time we talked about it with somebody they will tell us that it was too much. We didn't understand; in the guidebook figure plenty of things to do.

The first day we went out to see the royal palace. Next to the moat we saw the biggest urban concentration of pidgeons in the world. Believe it or not , this is the most remarkable thing in the city. On our way we also saw a cow tied up at the entrance of a Hindu temple.

In the royal palace they were only a few buildings made of woodwith nothing inside; very disappointing.

The temples and monasteries included in the palace ticket aren't a big deal, but we put a picture of one of them with nuns passing.

We decided to go for a ride cycling in the outskirts of the city hoping that our impression of Mandalay would be improved. We found out two things. The first one is that the cows in Mandalay eat rubbish. The second one are the gold workshops. In this city you can have a look in the different workshops of gold, jade and stone, and see the production process. One of the most interesting things in a city that ended up in the guidebooks by chance.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Yangon es diversidad / Yangon is diversity


Contrariamente a lo que se puede esperar de un país que ha sido tan hermético los últimos cincuenta años, Yangon, la antigua capital, es una ciudad que destaca por su diversidad.

Siendo el budismo teravada la religión mayoritaria, la atracción principal de Yangon es la Shwedagon Paya, una dagoba dorada de más de cien metros de altura. Es además el lugar más sagrado de Birmania. Lo que llama la atención en este enorme complejo es la cantidad de templos, santuarios y estupas que rodean a la gran Paya. Alvaro no se aguanta las ganas de decir lo feo y hortera que le pareció el lugar, y para eso tenemos un blog.




Paseando por las calles del centro entre los mercados disfrutamos de la mezcla que caracteriza a la ciudad. Nos perdimos entre mezquitas, templos hinduistas, iglesias y estupas, entre velos, turbantes, longyis y el maquillaje típico (una pasta amarilla aplicada con brocha).

También abunda la variedad en sabores: restaurantes indios, bamares, étnicos birmanos, chinos, thais... Y la favorita: los puestos de la calle. No vamos a mentir, ahí no comimos (un@ se hace especialit@ tras cinco meses viajando).


Y por último, un tipo de puesto callejero muy particular: el sex shop ambulante. Alargadores de pene, viagra, consoladores y preservativos en un metro cuadrado.




Contrary to what can be expected from a country that has been so closed in the last fifty years, Yangon, the former capital, is a city  where diversity is the most distinct feature.

Because Theravada Buddhism is the majoritary  religion, Yangon's main attraction is the Shwedagon Paya, a golden dagoba that rises over one hundred metres. It is moreover the most sacred place in Burma. What draws your attention in this enormous compound is the amount of temples, shrines and stupas that surround the big Paya. Alvaro can't stop himself from saying how ugly and gaudy the place is, and that's why we have a blog.

Strolling around the city centre's street, through the markets, we enjoyed the mix that characterizes the place We lost ourselves amidst mosques, Hindu temples, churches and stupas, amidst headscarfs, turbants, longyis and the traditional makeup (a yellow paste applied with a brush).

The variety of flavours is also remarkable: Indian restaurants, Bamar, ethnic Burmeses, Chinese, Thais... And the favourite one: street food. We are not going to lie, we didn't eat there (one becomes a bit picky after five months travelling).

And finally, a very peculiar kind of hawker, the sex shop vendor. Penis enlarger, viagra, dildos and condoms in one square metre.

martes, 27 de noviembre de 2012

Aterrizando en Yangon


Estamos aterrizando en Yangon tras hora y media de vuelo desde Bangkok cuando se nos acerca un italiano de unos cuarenta y tantos y nos dice en perfecto castellano que si queremos compartir un taxi al centro. Nosotr@s encantad@s porque la broma cuesta el precio estándar de 10USD. 

Nuestro nuevo compañero nos cuenta que habla tan bien porque ha vivido veinte años en Ibiza, aunque ahora reside en Bangkok y viene a Birmania con frecuencia por motivos de negocios.

Ya en el taxi nos cuenta qué le trae por aquí: las mejores piedras preciosas del mundo. ¡Resulta que estamos con un contrabandista la mar de simpático! 

Nos separamos de él en busca de una habitación de hotel; todo está lleno. Intentamos reservar hace una semana pero los pocos sitios con página web o email ya estaban ocupados.

Un par de vueltas después tenemos una habitación oscura con agua caliente y aire acondicionado por la friolera de 30USD (pagábamos 12USD por lo mismo en Camboya). 

Mientras nos registramos llega una pareja agobiada; no encuentran nada. En nuestro hotel les quedan habitaciones libres, pero la chica es birmana. "Imposible", les dicen, "este hotel es solamente para extranjeros". Y es que en este país turistas y locales no pueden dormir en los mismos hoteles. Nos preguntamos cómo lo van a hacer, porque él es inglés.

Tampoco los teléfonos móviles extranjeros tienen cobertura, y conseguir una tarjeta sim birmana cuesta unos mil euros. Conectarse a Internet no es fácil, pero sobre todo, es muy lento. 

Además hay muchas zonas restringidas para l@s turistas, que generalmente limitan su itinerario a Bagan, Mandalay y el lago Inle. Como solo disponemos de tres semanas y no queremos movernos mucho, eso es lo que vamos a hacer.


lunes, 19 de noviembre de 2012

Yo quiero ir a Birmania / I want to go to Burma



El verano pasado, hablando de a qué sitio irías si pudieras, Andrea me dijo “yo quiero ir a Birmania”. Unas imágenes de unos templos en ruinas en medio de la naturaleza se habían metido en su cabeza.

Yo le contesté “hagámoslo”. Entonces no tenía mucho sentido cruzarse medio mundo para pasarse un mes en Birmania. Sin embargo, la idea del viaje que os estamos contando había nacido.

Ese verano decidimos irnos a Grecia y a Turquía en bicicleta.

Como nuestras cabezas no se pueden parar en los planes de un solo verano seguimos pensando a dónde y cuándo ir. Acordamos que el verano siguiente, después de que terminara la universidad en Estambul, iríamos a Birmania, aprovechando que estaríamos más cerca.

Y así ha sido, después de Estambul nos hemos ido a Birmania…

Pero claro, como ya estábamos en la zona, las cosas por aquí son más baratas y teníamos tiempo y ganas, paramos en unos cuantos sitios antes.

Ahora, por fin, tras cinco meses de un viaje increíble y único, hemos llegado a Birmania, y el sueño –que ya era de l@s dos- se ha hecho realidad.


Last summer, talking about the place you’d go to if you could, Andrea told me “I want to go to Burma”. Images from ruined temples in the middle of the nature had gotten into her head.

I answered “let’s do it”. Then it didn’t make much sense to cross half the world to stay one month in Burma. Nevertheless, the idea of the journey we are telling you about had been born.

That summer we decided to go to Greece and Turkey with our bicycles.

Because our minds can’t keep still and only think about the plans of one summer, we were still thinking of where and when to go. We agreed that the next summer, after I finished university in Istanbul, we would go to Burma, making the most out of the fact that we would be closer.

And that’s how it has been, after Istanbul we have gone to Burma…

But you know, because we were already in the area, the things here are cheaper and we had time and the desire, we have stopped in a few places in the meantime.

Now, finally, after five months of an incredible and unique journey, we’ve arrived to Burma, and the dream –that we both shared- has become true.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Ta Prohm: redescubriendo Angkor


Imagínate la sorpresa que se llevó el francés de turno al redescubrir los templos de Angkor en la segunda mitad del siglo XIX. Como no debe ser fácil, l@s conservador@s del yacimiento han decidido dejar uno de los templos más o menos como lo encontraron.


Si bien han quitado la maleza, en el Ta Prohm han dejado los árboles más grandes con sus raíces entre los muros. Esto nos da una idea del poder de la naturaleza.


Más que para admirar la arquitectura, la visita a este templo es para sentirse como un/a pequeñ@ aventurer@. Toda una generación entusiasmada con las películas de Indiana Jones ve sus sueños de juventud realizados. Suponemos que l@s nacid@s en los noventa estarán content@s al pisar uno de los escenarios de Tomb Raider.


Las  hordas de chin@s no impiden disfrutar del lugar. Nos lo hemos pasado como enanos.


jueves, 15 de noviembre de 2012

Bayon: El templo preferido de Álvaro / Álvaro’s favourite temple


Angkor Thom (la Gran Ciudad) es un recinto amurallado de 10km cuadrados que albergaba el palacio real, el Baphuon (un templo), el Bayon, y otros muchos edificios.


De sus cinco entradas, la sur es la más espectacular. Primero se atraviesa una plataforma sobre el foso de 100 metros de ancho hasta la puerta, de 20 metros de altura. A los lados, guerreros sujetan una naga (serpiente mítica) gigantesca. Sobre el dintel reposa una cabeza con cuatro caras de Avalokiteshvara, mirando en las direcciones cardinales.

En el centro del complejo se encuentra el Bayon, templo favorito de Álvaro, y según él, el más chulo del mundo. Este templo-montaña se caracteriza por sus 54 torres decoradas con 216 caras enormes de Avalokiteshvara, el bodhisattva (ser iluminado) de la compasión (una de las cuatro virtudes de Buda junto con la benevolencia, la empatía y la igualdad).


Alvaro en su templo favorito.

Estés donde estés, las misteriosas caras sonrientes no dejan de mirarte. Nuestra interpretación nada profesional es que un día un rey egocéntrico y algo paranoico se fumó algo y de ahí nació la idea. Quien sabe, a lo mejor realmente ocurrió así.




Angkor Thom (the Great City) is a 10km squared enclosed area that housed the royal palace, the Baphuon (a temple), the Bayon, and many other buildings.

Of its five entrances, the southern one is the most spectacular. First you go through a causeway over the 100 metres long moat until you reach the gate, which rises up 20 metres. On the causeway’s sides, warriors hold a gigantic naga (mythical snake). On the lintelt of the gate lies a four faced head depicting Avalokiteshvara, looking at the cardinal directions.

On the centre of the compound you can find the Bayon, Alvaro’s favourite temple, and according to him, the world’s greatest one. This temple-mountain characterizes itself for its 54 towers decorated with 216 enormous faces of Avalokiteshvara, the compassion’s (one of the Buddha’s four virtues along with the loving-kindness, empathetic joy and equanimity) bodhisattva (enlightened being).

Wherever you are, the mysterious smiling faces never stop looking at you. Our non-professional interpretation is that one day an egocentric and somehow paranoid king smoked something and then the idea emerged. Who knows, it maybe happened that way.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Angkor What? Angkor Wat


Los templos de Angkor fueron construidos por la civilización jemer (el Imperio romano del sudeste asiático en cuanto a conquistas, y la Grecia clásica en cuanto a creaciones artísticas) entre los siglos IX y XIII d.C.

El templo de Angkor, Angkor Wat, es el más conocido y admirado. Construido en el siglo XII, se dice que es la estructura religiosa más grande del mundo. El templo está rodeado por un foso de 190 metros de ancho que forma un rectángulo de 1,5km por 1,3km. Para que os vayáis haciendo una idea de las dimensiones del templo.


Lo primero que hicimos fue visitar Angkor Wat al atardecer y nos dejó con la boca abierta. Por un lado, porque fue nuestro primer contacto con el yacimiento, pero sobre todo, porque es maravilloso.


Para acceder al recinto hay que cruzar la pasarela sobre el foso, y luego atravesar la magnífica entrada. Solamente esto ya vale la pena. A pesar de que hay mucha gente, es muy emocionante.

Una vez dentro hay que seguir caminando por otra pasarela de piedra hacia el edificio principal. Tras unas cuantas escaleras y unos patios simétricos se llega al santuario interior. Solamente entonces se aprecia la verdadera envergadura del templo.



Es algo que hay que vivir.


The Angkor temples were built by the Khemer civilization (Southeast Asia’s Roman Empire as far as conquests go, and Classical Greece for the artistic creations) between the IX and XIII centuries A.D.

The temple of Angkor, Angkor Wat, is the most well-known and admired. Built in the twelfth century, it is said to be the biggest religious structure of the world. The temple is surrounded by a 190 metres wide moat that makes a rectangle measuring 1,5 km by 1,3 km. So you can have an idea of the temple’s dimensions.

The first thing we did was to visit Angkor Wat at sunset, and we were stunned. On the one hand, because it was our first contact with the archeological site, but mostly because it is simply marvelous.

To enter the complex you have to cross a causeway over the moat, and then go through the magnificent entrance. This alone is well worth it. Even if there are many people it is very exciting.

Once inside, you continue walking over another rock causeway towards the main building. After some stairs and four symmetrical courtyards you arrive to the inner sanctuary. Only then you can appreciate the temple’s sheer size.

It is something you have to live.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Una visita a Angkor / A visit to Angkor



Como vamos a hacer varias entradas sobre los templos de Angkor, queremos dedicar la primera a las cuestiones prácticas.

Pasarela hacia Angkor Wat

Hay tres tipos de entrada: un día, tres días y una semana. La entrada para un día cuesta veinte dólares mientras que la de tres días cuesta cuarenta y es válida durante una semana, y la de siete días se puede utilizar a lo largo de un mes por sesenta dólares. Además, si se compran entre las 4:30 y las 5:30 de la tarde se puede acceder a los templos hasta que cierran (sobre las seis). Esto permite ver el atardecer y tener un primer un contacto con el yacimiento. Si estáis pensando en colaros, sabed que no es una opción. A pesar de que el yacimiento se extiende sobre varios kilómetros, todos los accesos están bien controlados.


La ciudad más cercana a Angkor es Siem Reap, a ocho kilómetros del famoso Angkor Wat. Ahí se encuentran los alojamientos más cercanos por lo que los templos se pueden visitar en tuk tuk o en bicicleta. La verdad es que la mayoría opta por la primera opción porque en bicicleta se hacen cuarenta kilómetros al día fácilmente. Ir en moto no es posible ya que el gremio de los tuk tuks ha presionado lo suficiente para impedir los alquileres. Vimos a un señor que iba andando, pero realmente hay que echarle ganas. Como os imagináis, nosotrxs hemos ido en bicicleta.

Puerta sur de acceso a Angkor Thom

Por las mañanas hace calor, hay mucha gente y somos muy perezos@s, por eso hemos ido por las tardes. Ahora en serio, la visita por las tardes se hace mucho más agradable y te da tiempo de sobra. Odiamos madrugar, sobre todo de vacaciones.

Angkor Wat


Because we are going to do various posts about the Angkor temples, we want to dedicate the first one to the practical aspects.

There are three types of tickets: one, three or seven days. The one-day ticket costs twenty dollars, meanwhile the three days one costs forty and it is valid throughout a week, and the seven days ticket can be used in one month and costs sixty dollars. Moreover, if you buy them between four thirty and five thirty in the afternoon you can access the temples until they close (around six). This allows you to see the sunset and to have a first contact with the archeological site. If you are thinking about sneaking in, you should know that it is not an option. Even if the place extends for kilometres, all the access points are well watched over.

The closest city to Angkor is Siem Reap, eight kilometres away from the famous Angkor Wat. There you can find the nearest accommodation options, so the temples can be visited either on tuk tuk or cycling. The truth is that the majority of the people choose the first option because you can do up to forty kilometres cycling in a day. Renting a motorbike isn’t possible because the tuk tuk guild has pressured to forbid them. We saw a man that was walking, but you really have to be into it. As you can imagine, we cycled.

During the mornings it is hot, there are lots of people and we are very lazy, that’s the reason why we have gone in the afternoon. Now, seriously, the visit is much more pleasant during the afternoon and you have more than enough time. We hate waking up early, even more on holidays.

sábado, 10 de noviembre de 2012

“The Killing Fields”



La película “The Killing Fields” (1984), traducida al castellano como "Los gritos del silencio", fue dirigida  por Roland Joffé y es, en nuestra opinión, un excelente retrato de lo que ocurrió en la Camboya de los años setenta.


Si bien es cierto que conviene tener una idea de lo que pasó antes de verla, “The Killing Fields” repasa uno por uno los grandes hitos de la historia de los jemeres rojos.

Introduciendo brillantemente la situación previa a la toma del poder por los jemeres rojos, en un contexto de guerra civil en Camboya paralela a la guerra de Vietnam, y con la intromisión velada de las fuerzas norteamericanas, el director nos muestra el caos previo a la llegada del Angkar (nombre del partido) a Phnom Penh.

Algo que se aprecia muy claramente es la alegría con la que la población recibe a los jemeres rojos en la capital, pues lo asociaron al final de la guerra civil y de la violencia.

Nada más lejos de la realidad; con el pretexto de un bombardeo inminente, los jemeres rojos evacuaron completamente la ciudad de Phnom Penh.

El episodio de la embajada francesa es digno de ver, pues es fiel a la realidad de los hechos.

En lo que llamaríamos la segunda parte de la película, es posible ver los problemas y las desconfianzas en el seno del partido, la explotación de la población en los campos, la existencia de las minas antipersona que hoy en día siguen constituyendo un enorme peligro, y los campos de la muerte…

“The Killing Fields” es una obra para comprender, interpretada por un hombre que vivió cuatro años de suplicios en los campos de los jemeres rojos.


The film “The Killing Fields” (1984) was directed by Roland Joffé and it is, in our opinion, an excellent portrait of what happened in Cambodia in the seventies.

Even if it’s true that it is convenient to have some knowledge of what happened before watching it, “The Killing Fields” goes through all the Khemer Rouge’s historic milestones.

It introduces brilliantly the previous situation before the Khemer Rouge rose to power. In a context of civil war in Cambodia, going on at the same time with the Vietnam War, and with the secret intervention of the American forces, the director shows the reigning chaos previous to Angkar’s (the party’s name) arrival in Phnom Penh.

Something that can be very clearly appreciated is they joy with which the population receives the Khemer Rouge when they enter in the capital, because they associated it with the end of the civil war and the violence.

Far from it; with the pretext of imminent bombing, the Khemer Rouge completely evacuated the city of Phnom Penh.

The French’s embassy episode is worth watching, because it sticks closely to what happened.
In what could be called the second part of the film, it is possible to see the problems and the lack of trust inside the party, the people’s exploitation in the fields, the existence of landmines that still today are very serious problem, the killing fields…

“The Killing Fields” is a work to understand, interpreted by a man who lived four years of torment in the Khemer Rouge’s fields.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Memoria histórica en Phnom Penh / Historical memory in Phnom Penh



Todxs hemos oído hablar alguna vez de los jemeres rojos y de las atrocidades que cometieron entre 1975 y 1979. Como esa información es bastante accesible queremos centrarnos en cómo se está tratando la memoria histórica de este oscuro episodio de la historia camboyana.

Dos sitios son clave para comprender como la sociedad se sigue recuperando de este trauma; el S-21 y los campos de la muerte (Killing Fields).

Fotografías de detenid@s en S21.

Tuol Sleng o S-21 fue el nombre que se le dio a un colegio convertido en prisión por los jemeres rojos en la ciudad de Phnom Penh. A pesar de que en ese lugar se cometieron las mayores atrocidades la visita invita a la reconciliación. Puesto que lxs sospechosxs eran detenidxs con toda su familia (embarazadas, niñxs, mayores, enfermxs, discapacitadxs…), en esta cárcel se torturó indiscriminadamente. Electroshocks, extracción de uñas y dientes, ahogamientos, golpes con varas de bambú, palizas… de todo.

Fotografía de una mujer con su bebé ingresando en S21.

Sin embargo cuando se avanza en la visita ver un documental muy interesante. En este vídeo tiene lugar el encuentro de uno de los pocos supervivientes con uno de los guardas de la prisión. Además hay una parte dedicada a lxs más jóvenes, que aunque sirvieran a los jemeres rojos, también son consideradxs víctimas. Para todxs estxs niñxs soldado la reinserción en la sociedad fue extremadamente difícil.

Una de las celdas de la prisión.

Algo que nos desconcertó fue que en el patio de la escuela/cárcel uno de los siete supervivientes que se encontraron al liberar la capital estaba vendiendo su libro. Si bien es verdad que hay una importante literatura de víctimas, nos chocó ver que ese hombre, que tanto había sufrido en S-21 se pasara allí sus días.

Preso de Tuol Sleng.

El segundo lugar para la memoria se encuentra a 15 kilómetros de la ciudad de Phnom Penh y es conocido como los campos de la muerte, uno de los múltiples lugares que se escogieron para matar indiscriminadamente.

Una de las características del régimen jemer fue el traslado forzoso de gente desde los núcleos urbanos hacia el campo. El objetivo era ampliar la superficie cultivada y no les importó esclavizar a la población para lograrlo. Todas las personas consideradas sospechosas o culpables acababan asesinadas en los campos de la muerte. Como no querían gastar balas mataban a la gente a golpes.

Una buena referencia es la película de 1984 “The Killing Fields”, dirigida por Roland Joffé. Se trata de una excelente forma de acercarse a la realidad que vivieron muchas personas en Camboya. Hay que verla.


We’ve all heard about Khemer Rouge and the atrocities they committed between 1975 and 1979. Because that information is easily accessible we want to focus on how the historical memory of this dark episode of Cambodia’s history is being dealt with.

Two places are key to understand how the society is still trying to recover from this trauma; S-21 and the Killing Fields.

Tuol Sleng or S-21 is the name given to school that became a prison for the Khemer Rouge in Phnom Penh. Despite the fact that it was precisely there where the biggest atrocities were committed the visit invites to reconciliation. Because the suspects were arrested with all their family (pregnant women, children, old people, sick and handicapped…), in this prison people were tortured indiscriminately. Anything you could imagine, electrical shocks, pulling of nails and teeth, drownings, beatings…

However, as the visit continues you can watch a very interesting documentary. In this video one of the few survivors meets one of the prison’s guards. Moreover there is a part dedicated to the youngest one, who even if they served the Khemer Rouge are considered to be victims too. For all these soldier children getting back again into society was extremely hard.

We were bewildered because in the prison-school’s courtyard one of the seven survivors that were found in the prison was selling his book. Although there is an important victim’s literature, we were shocked to see this man, who had suffered so much in the S-21, spend there his days.

The second place for remembering is located fifteen kilometres away from Phnom Penh and it is known as the Killing Fields. It is one of the multiple places chosen to kill indiscriminately.

One of the Khemer Rouge regime’s characteristic was the massive forced relocation of the people from the cities into the countryside. The goal was to increase the land for agricultural purposes and they enslaved the people in order to do so. All the people who were considered suspects or guilty ended up being assassinated in the killing fields. Because they wanted to save bullets they beat the people to death.

A good reference is the film “The Killing Fields”, directed in 1984 by Roland Joffé. It is an excellent way to approach the reality that many Cambodians lived. You have to see it.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Tramitar el visado indio en Phnom Penh / Indian visa application in Phnom Penh



Nuestra siguiente parada después de Camboya es Birmania, por lo que tramitamos el visado con tiempo (dos meses antes) en Vientiane. Fue muy fácil y rápido, cosa que nos sorprendió conociendo las dificultades que sufren las personas que quieren visitar el país, donde todo parece ser muy complicado.

En la misma línea, hemos querido tramitar el visado indio en Phnom Penh con más de un mes de antelación. No ha sido ni fácil ni rápido.

El 26 de octubre nos presentamos inocentemente en la embajada de la India para hacer los papeles. Tras esperar un buen rato, una chica que estaba haciendo su visado nos explicó que teníamos que completar el formulario online y obtener una cita. A ella le dieron la cita para dentro de cinco días.

De vuelta en el hotel rellenamos el formulario y obtuvimos una cita… para el 2 de noviembre. Esto explica que hayamos pasado ocho días en la capital camboyana.

Llegado el gran día, nos presentamos en la embajada con el formulario impreso, la foto, y las fotocopias pertinentes. La cita era a las diez de la mañana; nos atendieron pasadas las doce.

Aunque el coste del visado es de 40USD, las personas no camboyanas deben pagar 17 dólares extra para que envíen un fax a nuestra embajada comprobando que no somos terroristas.

La fecha de recogida que os dieron fue el 7 de noviembre. Total, casi dos semanas para hacer el visado en un país con muy poca población y menos solicitudes. En las horas que pasamos en la embajada nunca vimos a más de cuatro personas.

En el ínterin nos hemos marchado a Siem Reap para visitar los templos de Angkor. Cuando regresamos ayer a  Phnom Penh no tenían el visado pues estaban a la espera de la respuesta española.

Preocupad@s porque tenemos que estar en Bangkok en cinco días, preguntamos qué opciones teníamos. Hablamos con el jefe. Nos dijo que no nos preocupáramos, que había tiempo. “Volved el viernes”. “El viernes cerramos”, dijo el conserje. “Entonces mañana”.

Así que hoy hemos vuelto y por fin tenemos nuestros visados, yuhuuuuuuuu.


Our next stop after Cambodia is Burma, so we applied for our visa with enough time (two months before) in Vientiane. It was very straight forward and fast, something that surprised us knowing the difficulties anyone visiting Burma faces at some point or another

Likewise, we wanted to apply for the Indian visa in Phnom Penh with more than one month in advance. It hasn’t been neither easy nor fast.

On the 26th of October we presented ourselves very innocently to do the paperwork. After waiting for a while, a girl that was doing her visa explained to us that we had to fill in an online application form to obtain an appointment. She had to wait for five days for the appointment date.

Back in our hotel we filled in the application form and we got our appointment… for the 2nd of November. This is the reason why we stayed eight days in Cambodia’s capital.

When the big day came, we went to the embassy with the printed form, the passport picture and the required photocopies. The appointment was for ten in the morning; they attended us well after twelve.

Despite the fact that visa costs 40USD, non-Cambodian people have to pay 17 extra dollars so they can send a fax to our embassy in order to confirm that we aren’t terrorists.

We were supposed to pick up our visa on the 7th of November. A total time of two weeks to obtain a visa in a sparsely populated country with even less applications. During the time we spent in the embassy we never saw more than four people.

In the meantime we left for Siem Reap to visit the Angkor temples. Yesterday, when we came back to Phnom Penh they didn’t have our visa because they were waiting a reply from the Spanish embassy.

We were worried because we have to be in Bangkok in five days, we asked what options we had. We spoke with the boss. He told us not to worry, that there was enough time. “Come back on Friday”. “We are closed on Friday”, the janitor said. “Tomorrow then”.

So today we have gone back again and we finally our visas, hurraaaaaay.

martes, 6 de noviembre de 2012

Separarse es muy duro / Getting separated is hard



Llegado el momento, separarse es muy duro. En Phnom Penh pusimos un anuncio en el foro de la Lonely Planet para vender nuestras queridas bicicletas. Salió muy bien pues al día siguiente una chica estaba interesada. Vendimos la bici de Andrea por 150 USD.

Intentamos vender la de Alvaro en el Grasshopper’s, una tienda de bicis de segunda mano especializada en tours por el sudeste asiático. Tenían hasta tours por Bután. El problema fue que eran muy careros vendiendo las bicis, y muy roñosos comprándolas.

Pero no desistimos y fuimos directamente a la tienda Giant. Rápido, fácil, y justo. El encargado dijo: “Nueva son 200 USD, te la compro por 100”. Estupendo, nos costó fingir que nos lo pensábamos.

Al final nos ha salido muy bien; pagamos 280€ y hemos recuperado 200€. Además hemos hecho lo que más nos gusta: viajar en bici.


When the moment came, getting separated was hard. In Phnom Penh we posted an advertisement in the Lonely Planet forum to sell our dear bicycles. It turned out really good, the next day a girl was interested. We sold Andrea’s bicycle for 150 USD.

We tried to sell Alvaro’s in Grasshopper’s, a second hand bicycle shop specialized in tours around South East Asia. They even have tours in Bhutan. The problem was that they were pricy selling the bicycles and very stingy buying them.

But we didn’t give up and headed directly to the Giant shop. Fast, easy, and fair. The manager said: “New it’s 200 USD, I’ll give you 100”. Awesome, it was hard to pretend that we were thinking about it.

Finally it has been a good deal; we paid 280€ and we’ve gotten back 200€. Besides, we’ve done the thing we most enjoy: travel by bicycle.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Celebra tu cumpleaños en Phnom Penh / Celebrate your birthday in Phnom Penh


Como sabéis hace unos días ha sido el cumpleaños de Andrea, y lo hemos celebrado a lo grande. Primero, porque cumplía un cuarto de siglo (el primero de muchos). Y segundo, porque ha sido su primer cumpleaños sin frío.

Os lo contamos en cinco pasos.

1- Cenar en un restaurante de Corea del Norte. Esta ha sido una de las experiencias más bizarras de nuestro viaje, por el personal, el espectáculo y la comida. Las personas que trabajan en estos restaurantes son casi las únicas que salen de su país. Como visitar Corea del Norte es difícil y caro, esta es una de las raras ocasiones en las que es posible interactuar con norcorean@s.


Nuestra camarera, muy amable, participaba junto con las otras en el espectáculo. El show se compone de música en directo, danza que suponemos será tradicional (aunque vimos castañuelas), y trajes muy llamativos. Duró aproximadamente una hora y nos dejó con la boca abierta.

Ummmm, rico perrooooo

La comida también es especial. El plato estrella: perro guisado. Como eran trozos de carne podían haber sido de ternera (estaban muy tiernos), y el guiso estaba bueno. Lo acompañamos con noodles fríos, tortitas de calabaza y ternera salteada con verduras. De beber, soju, el licor típico.


A pesar de ser un poco caro (pagamos 10€ por persona), merece la pena adentrarse  en el extraño universo de Corea del Norte.


2- Tratamiento en un spa. Si algo hay en el Sudeste Asiático son masajes a precios de ganga. Por menos de 5€ cada un@ nos dimos un masaje tradicional de hora y cuarto en un elegante spa con música relajante y perfumes florales. Además, la cumpleañera se hizo una manicura y pedicura por unos 4€ (lo acompañan de un breve masaje).


3- Comer en el restaurante de la ONG Friends (Child Safe). Este restaurante tiene como objetivo proporcionar a jóvenes desfavorecid@s una formación en el mundo de la hostelería. También tiene otros proyectos como salones de belleza e incluso una tienda con objetos realizados a partir de materiales reutilizados. El menú está compuesto por tapas creativas que rondan los 3€. Comimos estupendamente por una buena causa, que más se puede pedir.


4- De postre, tarta. Como el cumpleaños de Talia fue dos días antes, los chicos se encargaron de sorprendernos con una rica tarta y velas de las que no se apagan.



5- Darse un chapuzón. Este año he tenido un cumpleaños muy especial pues ha sido el primero en toda mi vida en el que he pasado calor. Tanto, que nos fuimos a la piscina.


Todo esto ha sido posible gracias a Alvaro, que siempre sabe cómo hacerme sonreír.



Like you already know it's been Andrea’s birthday a few days ago, and we have celebrated it in a big way. First, because she became a quarter of a century old (the first of many). And secondly, because it has been her first birthday without cold.

We will tell you about it in five steps.

1- Having dinner in a North Korean restaurant. This has been one of the weirdest experiences of our journey, due to the personnel, the show and the food. The people who work in these restaurants are one of the few that ever leave their country. Because visiting North Korea is difficult and expensive, this is one of the rare occasions in which it is possible to interact with North Korean people.

Our waitress, very kind, participated together with the others in the show. The show is a mixture of live music, dances which we suppose are traditional (even if we saw castanets), and very gaudy dresses. It lasted for about an hour and it was jaw-dropping.

The food is also special. The star dish: dog broth. We ate pieces of meat so it could have been beef (they were very tender), and the broth was good. We accompanied it with cold noodles, pumpkin pancakes and stir fried beef with vegetables. For drink, soju, the typical liquor.

Despite being a bit pricey (we paid ten euros per person), the experience of entering in North Korea’s weird universe is worth it.


2- Treatment in a spa. If there is something you can find everywhere in South East Asia is a cheap massage. For less than five euros each we enjoyed 75 minutes of massage in an elegant spa with relaxing music and floral fragrances. Moreover, the birthday girl had a manicure and a pedicure done for around four euros (accompanied with a short massage).


3- Eating in NGO Friends’s (Child Safe) restaurant. This restaurant has as its main goal to provide jobs for disadvantaged youths in the hospitality sector. It also has other projects such as beauty salons and a shop with articles made out of reused materials. The menu is made out of creative tapas that cost around three euros. We had a fantastic meal for a good cause, what else can you ask for?


4- For dessert, a cake. Because Talia’s birthday was two days before, the guys decided to surprise us with nice cake and candles that don’t blow out.


5- Go swimming. This year I’ve had a very special birthday because it has been the first one in my whole life in which the weather has been hot. So hot, that we went to a swimming pool.


All of this has been possible thanks to Alvaro, he always knows how to make me smile.

sábado, 3 de noviembre de 2012

En Stung Treng no hay nada / There is nothing in Stung Treng



Aunque parezca mentira nos hemos pasado tres noches en Stung Treng. Y como no había nada que hacer hemos estado descansando y pensando.

Desde que cruzamos la frontera notamos un aumento sustancial de las temperaturas con las que es imposible (o extremadamente desagradable) pedalear. Además nos estábamos quedando sin tiempo; el 12 de noviembre volamos a Yangon, Birmania.

Con mucho pesar hemos decidido coger un autobús a Phnom Penh para vender las bicicletas mientras tramitamos el visado indio.

Entretanto hemos vagado por el impresionante mercado de Stung Treng que apesta a podrido y es el hogar de montones de ratas como gatos. Las mujeres se pasean en pijama estampado de dos piezas (siempre conjuntado) sin importar su edad. Desde luego se las ve muy cómodas.

También nos asomamos al río, un afluente del Mekong, cuando caía la tarde.



As crazy as it may sound, we have spent three nights in Stung Treng. And because there was nothing to do we have been resting and thinking.

Since we crossed the border we noticed a substantial increase of the temperatures which makes cycling either impossible or extremely unpleasant. Besides, we were running out of time; the 12 of November we fly to Yangon, Burma.

With great sorrow we have decided to get a bus to Phnom Penh in order to sell the bicycles while we apply for the Indian visa.

In the meantime we have wandered around Stung Treng’s impressive market that stinks really bad and is the home of a bunch of rats as big as cats. The women walk around in matching and colourful pajamas. They seemed to be pretty comfortable.

We also went to see the river, a Mekong tributary, when the sun was setting.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Cruzando la frontera de Laos a Camboya / Crossing the Lao-Cambodian border


Salimos de Don Khong en barco rumbo a Ban Nakasang, a 18km de la frontera con Camboya. Ya habíamos odio rumores de las dificultades de cruzar la frontera sin pagar varios impuestos revolucionarios.

Cuando llegamos nos encontramos a Talia y Ricky, con quienes pasamos unos días en la isla. Como ellxs viajan en moto, habíamos quedado en encontrarnos en Stung Treng, la primera población tras pasar la frontera. Resulta que no podían entrar en Camboya con sus motos de matrícula de Laos. Aparentemente esto solo se aplica a lxs extranjerxs, pues lxs naturales de Laos si pueden hacerlo.


Tras estar un rato con ellxs mientras intentaban vender las motos en la frontera, decidieron volverse a las islas en busca de comprador@s.

Cuando fuimos a que nos sellaran el pasaporte para salir de Laos, el listo de turno nos dijo que teníamos que pagar 2 dólares cada un@. Como no le pagamos no nos selló los pasaportes. Nos fuimos muy cabread@s al lado camboyano para pagar el visado de entrada. Oficialmente son 20 dólares, pero se han hecho un cartel y lo han plastificado en el que pone que son 25 dólares por persona (soborno incluido).

Sin embargo, cuando ya nos iban a sellar la entrada en Camboya, se percataron de que no nos habían sellado la salida de Laos, y nos hicieron volver.

De muy mala hostia regresamos al puesto laosiano. El guarda no estaba todavía en la ventanilla cuando Andrea empezó a llamarle de todo y a decirle que quería irse de su país. Insistió en los dos dólares hasta que Andrea, y después yo, empezamos a darle  puñetazos y patadas a la ventanilla mientras nos cagábamos en todo.

Parece que nuestros modales le hicieron entrar en razón y rápidamente nos selló los pasaportes y nos dejó irnos.

De vuelta en el lado camboyano nos sellaron sin problemas.

Todavía nos quedaban más de 65km para llegar a Stung Treng y el calor nos estaba matando. Empezamos a progresar con mejor ritmo al atardecer, parando en los pocos sitios que había a beber algo. Al menos en el norte de Camboya hemos visto que los pueblos son mucho más pobres, y carecen en su mayoría de electricidad. Enfrían las bebidas a la antigua: un cajón con hielo.

En uno de los puestos una señora se empeñaba en enseñarnos una hoja con una foto de la luna con una cara (photoshop puro y duro) diciéndonos que era su rey. Y es que el antiguo rey de Camboya (hace tiempo que abdicó en su hijo) murió en Pekín hace unas semanas. Esa noche vimos cómo la gente miraba a  la luna y saludaban inclinándose. Estaban convencidísimxs de que la cara del difunto rey se reflejaba en la luna.


Se nos hizo de noche a casi 20km de la ciudad, y no teníamos más remedio que seguir, falt@s de dinero y comida. Un motorista nos quiso echar una mano, y nos acompañó hasta Stung Treng dándonos luz con su faro. Tuvimos mucha suerte.


We left Don Khong by boat to Ban Nakasang, 18 kilometres away from the Cambodian border. We had read about the difficulties of crossing the border without paying revolutionary taxes.

When we arrived there we met Talia and Ricky, with whom we had spent some days in the island. Because they travelled by motorbike, we had planned to meet in Stung Treng, the first town after the border. But they couldn’t enter into Cambodia with their motorbikes with a Laotian license plate. Apparently, this only applies to foreigners, because the people from Laos can do it.

After staying with them while they tried to sell their motorbikes, they decided to go back to the islands looking for buyers.

When we went to get our passports stamped to leave Laos, the policeman on duty told us that we had to pay two dollars each. He didn’t stamp our passports because we weren’t going to pay. We left in an angry mood to the Cambodian border to pay the entry visa. Officially it is twenty dollars, but they had made a sign and plasticized it in which it is written that you have to pay twenty five dollars per person (bribe included).

However, when we were going to have the entry stamp for Cambodia they realized that we hadn’t left Laos officially and they made us go back.

Very pissed off we returned to the Laotian checkpoint. The guard wasn’t still in his window when Andrea started shouting, calling him everything she could and telling him that she wanted to leave his country. He even insisted one final time in having the two dollars, but Andrea started, and I quickly followed, hitting and kicking his window while we went mad.

It seems that he understood our manners and he changed his minds; he quickly stamped our passports so we could leave.

Back in the Cambodian side we were stamped without further problems.

We still had sixty five kilometres to go to reach Stung Treng and the heat was killing us. We started progressing at a better rhythm when the sun was coming down; stopping in the few places we could find to drink something. At least in the northern part of Cambodia that we’ve seen the villages are much poorer and they lack in their majority electricity. They cool the beverages with the old method: a big plastic box with ice.

In one of the stands a woman insisted in showing us a piece of paper with a picture of the moon with a face (pure photoshop) saying it was her king. The thing is that the previous Cambodian king (he abdicated on his son some years before) died in Beijing a few weeks ago. That night we saw how the people watched the moon and paid their tribute with a bow. They were totally convinced that the face of their mourned king was reflected in the moon.

We were twenty kilometres away from the city and it was already dark. Our only option was to continue, lacking food and money. A guy in a motorbike decided to help us, and he came with us until Stung Treng illuminating our way with his light. We were really lucky.