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El Pecado
El Pecado
El Pecado
EL PECADO
EXPOSICIÓN
Introducción
2. Pecado definido
7. conclusiones
INTRODUCCIÓN
El primer libro del AT revela cómo los seres humanos fueron creados por Dios sin pecado,
mas escogieron actuar en contra de su voluntad revelada y por lo tanto hicieron que el
pecado llegase a ser un rasgo endémico de la existencia humana (Génesis 3; Salmo 14:1-3).
El pecado es una rebelión en contra de la santidad y de la soberana voluntad de Dios. Por
consiguiente, es tanto una condición del corazón, de la mente, voluntad y sentimientos
(Isaías 29:13; Jeremías 17:9)
La Biblia culpa al primer hombre, Adán, del pecado y la muerte en el mundo (Ro. 5:12). Sin
embargo, en Génesis 3 y su relato de la caída del hombre, una oscura figura espiritual
acecha con malvadas intenciones. Esta criatura tentó a los portadores de la imagen de
Dios, y puso en duda lo que Él les había dicho. Los sedujo para interpretar el mundo desde
su perspectiva y no desde la de Dios. Aunque esta criatura era una serpiente literal (Gn.
3:1), la fuerza subyacente a ella era el ángel caído, Lucifer, ahora conocido como Satanás,
que significa “adversario”.
El pecado es imposible de negar, pues vasta dar una mirada a la historia de la raza humana
o mirar la condición del ser humano en la actualidad para poder afirmar que es una
realidad. Es únicamente cuando el ser humano esta consciente de la santidad de Dios que
en verdad se dan cuenta de su pecado.
REALIDAD DEL PECADO EN LA
CIVILIZACION OCCIDENTAL
La civilización occidental se ha vuelto cada vez más contraria a la realidad del pecado, en especial tal
como se lo define bíblicamente. La modernidad tiende a considerar a los seres humanos como
naturalmente buenos. Antes de los cambios filosóficos del siglo XVIII prevalecía un entendimiento
general de la depravación humana. La Reforma protestante, por ejemplo, tuvo relación con la
angustia de Martín Lutero por su propia pecaminosidad. Con la llegada de la era moderna, sin
embargo, la visión tradicional de la pecaminosidad humana comenzó a disiparse, y se consideró que
el hombre era inherentemente bueno.
Es evidente que el siglo XX destruyó esa ilusión, y la depravación del hombre se manifestó cuando el mundo
explotó con guerras y el derramamiento de sangre a mayor escala de la historia, incluidas dos guerras
mundiales devastadoras, el holocausto y la guerra fría. Hasta ahora, el siglo XXI también ha sido
prolífico en guerras, naciones inestables que buscan tener o tienen armas nucleares, y el creciente
terrorismo islámico. Los medios de comunicación han dejado al descubierto, de un modo
exponencial, la depravación humana a un nivel inimaginado. Las sociedades son cada vez más
contrarias a los estándares de Dios, y hasta llegan a redefinir aspectos básicos de la identidad
humana como el género y el matrimonio.
Con el auge del posmodernismo, nuestra sociedad ha cambiado de dirección y tiende ahora hacia el
relativismo moral. Hoy, lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, no se definen en términos
absolutos, sino que se consideran de forma subjetiva. Se considera que son los individuos y las
sociedades, y no Dios, quienes tienen la autoridad para determinar qué es incorrecto. Una gran
mayoría de personas cree ahora que la verdad y la moral son flexibles, subjetivas, no fijas, y no
tienen interés alguno en lo que declaran las Escrituras.
PECADO DEFINIDO
Todo el mal surge a través de las caídas de Satanás y de Adán. Por consiguiente, el mal
natural se deriva del mal moral. En última instancia, toda enfermedad procede del pecado;
no siempre del pecado del que está enfermo (Juan 9:1–3), aunque también es posible (Salmo
107:17; Isaías 3:17; Hechos 12:23). La gran ironía de Génesis 1–3 es que tanto Dios como
Satanás utilizan el lenguaje: el uno de manera creativa para sacar la realidad y el orden, y el
otro de manera imitativa para hacer brotar el engaño y el desorden. El mal depende del bien,
y la obra de Satanás no es más que imitación.
Se han hecho muchas sugerencias sobre la esencia del pecado: la incredulidad, el orgullo, el
egoísmo, la rebelión, la corrupción moral, la lucha entre la carne y el espíritu, la idolatría, o
combinaciones de las características anteriores.
Quizá la mejor definición del pecado sea la que aparece en (1 Juan 3:4), donde dice: “El
pecado es infracción de la ley.” Cualquier otra cosa que sea el pecado, en su centro mismo
es una infracción de la ley de Dios. También puesto que “toda injusticia es pecado (1 Juan
5:17), toda injusticia quebranta la ley de Dios. Por eso David confiesa: “Contra ti, contra ti
solo he pecado” (Salmo 51:4; Lucas 15:18, 21). Además, la transgresión obliga a una
separación del Dios de vida y santidad, lo cual trae como consecuencia necesaria la
corrupción (muerte incluida) de la naturaleza humana, dependiente y finita.
La idea del pecado como quebrantamiento de la ley se halla metida dentro del lenguaje
mismo de las Escrituras. El grupo afín a la palabra jatta’t, el más importante en hebreo para
expresar la idea de “pecado”, lleva en sí la idea básica de “no dar en el blanco” (Jueces
20:16; Proverbios 19:2). Con esta idea de un blanco objetivo, o norma, se puede referir a los
pecados voluntarios (Éxodo 10:17; Deuteronomio 9:18; Salmo 25:7), a una realidad externa
de pecado (Génesis 4:7), a una forma de pecado (Génesis 18:20; 1 Reyes 8:36), a los errores
(Levítico 4:2) y a las ofrendas exigidas por ellos (Levítico 4:8). Avóun, “iniquidad”, derivado
de la idea de “torcer” o “deformar”, habla de pecados serios, y con frecuencia se pone en
paralelo con el término jatta’t (Isaías 43:24). El verbo abar se refiere a cruzar unos límites, de
manera que, en sentido metafórico, se refiere a una transgresión (Números 14:41;
Deuteronomio 17:2) . Reshá puede significar mal (Proverbios 11:10) o injusticia (Proverbios
28:3–4).
Depravación total
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Sociedad
L
TRES FORMAS DE MUERTE
El pecado trae consigo tres formas de muerte: la
muerte espiritual, la muerte física y la muerte eterna.
La muerte espiritual es la separación de Dios y todos
nacemos en este estado a causa del pecado de Adán.
Solo a través de la regeneración divina podemos ser
vivificados espiritualmente. La muerte física, aunque
no ocurrió inmediatamente para Adán y Eva, comenzó
a partir de su pecado y es el destino de toda vida
humana. La muerte eterna aguarda a aquellos que
mueren en incredulidad y se enfrentan al lago de fuego.
Solo aquellos que son liberados por la obra de Jesús
escapan de la muerte eterna.
CONSECUENCIAS DEL PECADO ORIGINAL
¿Cómo afecta el pecado del 1° hombre a todos los nacidos después de él?
El
Humanidad Que
Salmos 51:5
A la Afectó Impacto
Efesios 2:3
Se
Y que
Encuentra
Engloba
En (12) Por tanto, como el pecado entró en el
La mundo por un hombre, y por el pecado la
Del Romanos muerte, así la muerte pasó a todos los
Hombre Pecaminosidad 5:12-21 hombres, por cuanto, por cuanto todos
pecaron
Por tanto, existe una conexión directa entre el pecado de Adán y la pecaminosidad de sus descendientes. ¿Pero
cuál es esta conexión? Se han ofrecido varias respuestas.
1.Solidaridad no explicada: Algunos sugieren que hay una conexión confusa no explicada entre Adán y las personas, pero no se especifica
cómo.
2.Mal ejemplo: Se plantea que el pecado de Adán es simplemente un mal ejemplo seguido por sus descendientes, sin una transmisión
directa de culpa.
3.Naturaleza pecaminosa heredada: Esta perspectiva afirma que las personas heredan una naturaleza pecaminosa de Adán, pero no su
culpa.
4.Realismo: Conocido como el punto de vista agustino o seminal, sostiene que toda la humanidad estaba presente en Adán cuando pecó,
participando todos en su pecado.
5.Liderazgo representativo: Esta perspectiva, también llamada liderazgo federal, enseña que Adán y Cristo actuaron como representantes
legales de la humanidad. La culpa de Adán se imputa a todos los que estaban en él, al igual que la justicia de Cristo se imputa a los
creyentes.
La posición más aceptada es el liderazgo representativo, que reconoce la transmisión de una naturaleza pecaminosa pero también afirma
EL VIEJO HOMBRE Y EL NUEVO HOMBRE
En los escritos de Pablo, la relación de Adán y Jesús con la humanidad se vincula con
los conceptos del "viejo hombre" y el "nuevo hombre". En Efesios 4:22-24 y
Colosenses 3:9-10, se insta a los cristianos a despojarse del viejo hombre y revestirse
del nuevo. En Colosenses, se destaca que este cambio ya ocurrió con la fe en Cristo.
En Efesios, hay debate sobre si Pablo ordena este cambio o simplemente afirma que
los cristianos ya son un nuevo hombre. Sea como sea, Pablo resalta la transformación
en Cristo, moviéndose del viejo hombre al nuevo. Estos conceptos representan la
naturaleza no regenerada en Adán y la naturaleza regenerada en Cristo. Al
convertirse, una persona se convierte en una "nueva criatura" en Cristo, dejando
atrás al viejo hombre. Aunque la glorificación del cuerpo no ha ocurrido, los
creyentes deben rechazar constantemente los deseos carnales, caminando en el poder
del Espíritu Santo para no satisfacer "los deseos de la carne" (Gálatas 5:16). Estos
paradigmas destacan la distinción entre la humanidad en Adán, que significa muerte
y condenación, y la humanidad en Cristo, que implica vida, justificación y justicia
según Romanos 5:18-19.
DEPREVACIÓN TOTAL
El pecado imperdonable
EL PECADO IMPERDONABLE
Jesús advierte sobre un pecado imperdonable: blasfemar contra el Espíritu Santo. Este
pecado implica un rechazo final y voluntario al Espíritu Santo, atribuyendo a Satanás
la obra de Dios en Cristo. En el contexto de Mateo 12, se refiere a la incredulidad
decidida de los líderes religiosos que, a pesar de presenciar los milagros de Jesús, lo
calificaron como satánico. Este pecado no puede perdonarse en esta era ni en la
venidera. Aunque limitado al ministerio terrenal de Jesús, hay paralelos en la
incredulidad persistente, como se sugiere en Hebreos 6:4-6. En general, el rechazo
impenitente a Jesús es un pecado sin perdón, ya que el perdón se obtiene a través de la
fe y el arrepentimiento en Cristo
EL PECADO QUE CONDUCE A LA MUERTE
En 1 Juan 5:16, el apóstol menciona dos tipos de pecados
respecto al "hermano" cristiano: uno que no conduce a la
muerte y otro que sí. La interpretación del "pecado de
muerte" varía. Algunos creen que se refiere a la apostasía, un
rechazo final de Jesús, mientras que otros sugieren que podría
ser un creyente disciplinado cuya vida vergonzosa resulta en
muerte prematura. Ambos puntos de vista son válidos, pero
Juan concluye que orar por aquellos que cometen un pecado
de muerte no siempre cumplirá su propósito, ya que no
siempre está de acuerdo con la voluntad de Dios (1 Jn. 5:14-
15)
El pecado tiene un impacto devastador en el pasado y presente de la humanidad, y la Biblia predice que en
el futuro surgirá un "hombre de pecado" durante el día del Señor. Este personaje, un anticristo, será la
LA VENIDA DEL personificación consumada del pecado y el mal. Condiciones detalladas en 2 Tesalonicenses 2 revelan que
HOMBRE DE este hombre de pecado se opondrá a Dios, exigirá adoración y se sentará en el templo de Dios en Jerusalén,
PECADO autodeclarándose Dios. Aunque actualmente el Espíritu Santo lo contiene, se manifestará en el tiempo
adecuado con señales y prodigios engañosos, empoderado por Satanás. Su carrera será breve, ya que será
derrotado por el Señor Jesucristo en su venida, siendo arrojado al lago de fuego
En la época de Noé, la evaluación que Dios realizó del hombre fue que siempre era malvado. Dios juzgó a la humanidad
pecadora por medio del diluvio global, y solo salvó a Noé, su familia y una pareja de cada animal. Israel fue llamado a
ser un reino de sacerdotes para las naciones, y su obediencia a Dios tendría que haber sido un testimonio a las
naciones. En su lugar, Israel pecó de forma atroz contra Dios en la adoración del becerro de oro, y continuó violando el
pacto mosaico.
No solo fracasó el pueblo de Israel, sino que también los reyes del linaje de David que debían ser un modelo de
obediencia a Dios demostraron ser pecadores fracasados. Los profetas reprendieron a Israel por desobedecer
continuamente el pacto mosaico y, por tanto, a Dios mismo.
EJEMPLO DE PERSONAJE BIBLICO
LA DESOBEDIENCIA DE JONÁS Y SUS CONSECUENCIAS
Jonás era un profeta enviado por Dios para advertir a la ciudad de Nínive sobre su gran maldad y el juicio inminente que
vendría sobre ellos si no se arrepentían.
Sin embargo, en lugar de obedecer a la palabra de Dios, Jonás decidió huir de su responsabilidad y tomó un barco en
dirección opuesta a Nínive, tratando de escapar de la presencia de Dios. Esa desobediencia trajo consecuencias no solo
para Jonás, sino también para los marineros que lo acompañaban.
La desobediencia y castigo es una lección de perseverancia y de reconocimiento de la autoridad divina. Jonás aprendió la
importancia de obedecer a Dios y llevar su mensaje a la ciudad de Nínive, donde finalmente cumplió su misión y la ciudad
se arrepintió de sus pecados.
La historia de Jonás y sus consecuencias nos muestra el amor y la paciencia de Dios, quien estaba dispuesto a perdonar y
dar una nueva oportunidad incluso a aquellos que habían desobedecido su mandato. Esta historia también nos enseña que
no podemos escapar de la presencia y autoridad de Dios, y que es mejor obedecer y seguir sus designios.
En el ámbito nacional, tenemos muchos personajes políticos que ocuparon la primera magistratura de la nación que
están siendo juzgados por cometer pecados (delitos) por el cual deberán pagar, perdiendo su libertad.
CONCLUSIONES