Taller 3 - El Día Señalado
Taller 3 - El Día Señalado
Taller 3 - El Día Señalado
este escenario como nico camino; entonces intenta sembrar flores en los acantilados, redimir las almas desahuciadas por los otros y llevar consigo el recuerdo de El Hombre, su padre, a quien har presente por siempre en sus sueos materializados en cosas concretas como el cultivo de la cabuya; su fe lo convierte en un hombre sin miedos que enfrenta por igual a unos y a otros, que convive con la traicin, pero que perdona; un mrtir que no se deja crucificar. Es el drama tambin de las mujeres invisibles condenadas a vivir para llorar sus hombres o para llorar por ellos (los ausentes, los presentes y los que se irn ); la mujer/objeto que en casos como los de Martha, son la excusa perfecta para que la venganza siga su curso, se reescriba, se restructure y nunca acabe; o como Otilia, condenada a la eterna espera que no tiene fin ni con el regreso del hombre/objeto; o como el eterno suplicio del Ama de llaves de la sacrista, esclava de una fidelidad a una fe mal intencionada que la usa, que la abusa y que le cobra en vida sus errores. El da sealado es una mezcla de destreza literaria, de mirada crtica a la historia de una nacin, pero ante todo es un ejercicio que intenta ponerle rostro a las violencias que confluyen en las distintas geografas de este pas. Es decir, tan importante es la lucha entre los guerrilleros que habitan en el pramo con los soldados que obedecen los caprichos de los poderosos y con los matones ocasionales que protegen al pueblo de ellos mismos, como los dramas por la soledad y las ausencias que lloran Otilia, el Alafrero, el sepulturero y el mismo Gallero vengador. No hay hroes tradicionales inmaculados e indestructibles, pues los seres mticos que acompaan el relato Pedro Canales y Antonio Roble medio aparecen al final para desdibujarse, e incluso no aparecen ms all en las voces de quienes los nombran; su lugar es cedido a seres humanos como el Cura Barrios que se atreve a cantar las verdades y transformar los espritus daados (Otilia, El Cojo Chtez, el Sargento Mataya), o al tendero Joaqun que un momento dado, aflora el valor que
desconoce en defensa de la vida del hijo a quien, sin estar totalmente de acuerdo con sus pensamientos, ama y respeta. El da sealado es tambin un relato que da cuenta de una violencia que lo toca y transforma todo. Un pueblo que traduce y traslada los grandes conflictos a sus ms locales tradiciones: los gallos, los desencuentros en lo moral y las discusiones por las formas de vivir la fe, para nombrar tan solo algunas cosas. Pero tambin es un relato que le da un especial tratamiento a la violencia, mostrndola, en el campo de la ficcin con el estatus de realidad que merece. Por eso es una historia donde los buenos y los malos se mezclan, mutan, se suplantan, no se dejan clasificar con claridad y contundencia: don Joaqun, un hombre de paz, vctima de la violencia que le ha robado su hijo, se transforma al final y guiado por el amor, en el ngel de la muerte que acaba con todo un regimiento; Don Heraclio Chtez, hombre desalmado, condenado a morir, termina cediendo ante el llamado divino que le hace el padre Barrios y en la escena final, ante la inminente presencia de su hijo con quien pierde no solo la pelea de gallos sino su aparente naturaleza indolente y violenta; y finalmente, el gallero vengador, que ha sido el adalid de la justicia y la reivindicacin, termina demostrando que lo violento no tiene fin, se renueva, se reescribe, se extiende en el tiempo, se repite en otros espacios y con otros nombres, pero con el mismo objetivo-excusa: sembrar el odio para cosechar la muerte.