Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Introduccion Sobre La Significacion de La Poesia en El Romanticismo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

Introducción: Sobre la significación

de la poesía en el Romanticismo
El tema central de nuestro VII Congreso -la poesía romántica-, además de
exigir investigaciones concretas sobre su acontecer históri-co-literario cuyos
resultados se exponen en diversas comunicaciones aquí reunidas, reclama una
reflexión sobre la especificación que determina la naturaleza y fin de la poesía
en el ámbito histórico, cultural y estético que llamamos Romanticismo. ¿Cuál
es la significación de la poesía en ese periodo determinado? Es una cuestión
general que, desde distintos puntos de vista, parece estar subyacente
teóricamente en la mayor parte de las intervenciones de los distintos
especialistas que participaron en nuestras jornadas napolitanas.
El Romanticismo nace de la Ilustración haciendo frente a lo que de
insatisfactorio se siente en los resultados de su propio proyecto. Es un
enfrentamiento de la Ilustración con ella misma que, inevitablemente, inspira
con desasosiego la poesía romántica en sus fundamentos. A ello se refiere
Octavio Paz cuando considera los orígenes románticos de la poesía moderna
señalando su situación conflictiva con la modernidad despoblada
espiritualmente: "Desde su origen la poesía moderna ha sido una reacción
frente, hacia y contra la modernidad"1 . Su origen es, por lo tanto, la poesía
romántica, entendiendo el Romanticismo, de acuerdo con los mismos
románticos, como "tentativa de la imaginación poética por repoblar las almas
que había despoblado la razón crítica" (p. 121). Despoblación espiritual por la
razón crítica como la conciben los románticos en los primeros usos de la
palabra modernidad en los textos de Heine y Chateaubriand que luego
citamos; pero sus efectos baldíos se perciben desde los primeros románticos
alemanes, en Novalis ("Hay que romantizar el mundo para volver a encontrar
su sentido original"), en Friedrich Schlegel ("La poesía romántica es una
poesía universal progresiva" que deberá "hacer la poesía viva y sociable y
poetizar la vida y la sociedad"),2 por ejemplo. Expresaron la necesidad de
poetizar (romantizar) el mundo, la vida y la sociedad. Inspirada por estos
anhelos románticos, la poesía debe infundir la idealidad perdida a la prosa del
mundo, confundir la poesía con la prosa.

5
La poesía romántica aparece como una negación del presente en el que el
poeta se siente desterrado, y como una ansia de libertad vital que transcienda
las limitaciones impuestas por los intereses materiales y positivos, de que habla
Larra, en la moderna sociedad burguesa. En un mundo moderno de
"civilización extremada" (II, 117a),3 "estéril y nada creadora" (II, 119b) el
ideal inalcanzable de su visión romántica, el "bello ideal de la sociedad", sería
el reunir "a las ventajas aritméticas de la civilización, el encanto y las ilusiones,
la poesía de un pueblo primitivo" (II, 117a). Es la poesía que expresaría el
encanto mítico de un momento originario de armonía primigenia. En ella se
hallaría el sentido original que Novalis consideraba perdido y que anhelaba
recuperar romantizando el mundo. Es la nostalgia causada por la pérdida de
una unidad armónica premoderna, expresada por la poesía popular, en la
España romántica representada por la recuperación del romancero tradicional.
Si el Romanticismo es una reacción a la modernidad representada por el
proyecto ilustrado, la cuestión será dilucidar de qué manera la poesía expresa
la problemática que entraña esa situación conflictiva de insatisfacción con el
presente, con la actualidad construida mediante el proceso de la revolución
cultural burguesa. Problema central de la poesía romántica es su situación en
la sociedad burguesa en que se desarrolla el Romanticismo. ¿Cuál es la misión
del poeta y de la poesía en la nueva sociedad burguesa, en la "vida civil" que
la Ilustración dieciochesca, en ese proceso revolucionario, ha propuesto como
objeto de la imitación estética, en la literatura y en el arte en general? ¿Qué
objeto tiene la poesía en el yermo de un mundo prosaico?
Los poetas y críticos románticos se plantean el problema de la situación de
la poesía y de los poetas en la sociedad moderna preguntándose por la
pertinencia de la poesía en su propio tiempo, en un momento europeo en ese
momento que Larra llama de "civilización extremada", dominada por
"intereses positivos", "intereses materiales" (II, 117a), en que como había
dicho Heine impera el culto al dinero como valor supremo y que el egoísmo
siempre al acecho había impulsado a los literatos de la escuela romántica
alemana a abominar del presente y refugiarse en el pasado propugnando la
restauración de los valores medievales, en busca de la espiritualidad perdida.

6
Como ya sabemos, es la insatisfacción romántica a que el poeta alemán alude
con el neologismo modernidad: "unerfreuliche Modernität",4 desagradable e
insatisfactoria modernidad de la sociedad postrevolucionaria que se estaba
construyendo en Europa y que produce el desasosiego de los poetas román-
ticos revolucionarios, como Heine y Espronceda, que expresan en su poesía
el intento de compaginar contradictoriamente los logros de la moderna
"civilización extremada", según los principios de la Ilustración, con la
rebelión angustiosa contra esa misma civilización. Es lo que se ha llamado el
mal del siglo en el tono de la poesía romántica: el mal del siglo burgués que
infunde la poesía angustiada de los jóvenes poetas románticos liberales y el mal
del siglo aristocrático de los primeros románticos a los que se refiere Heine -
sus maestros- que ven desvastados sus castillos y sus templos por el furor
revolucionario y sienten nostalgia por una armonía premoderna que había
quedado fragmentada. Chateaubriand expresa la melancolía del mal del siglo
aristocrático cuando al cruzar el paisaje sublime de los Alpes contrasta la
poesía de la naturaleza y del antiguo espíritu religioso medieval con el
prosaísmo vulgar de la sociedad secularizada -la "desagradable modernidad"-
cuyo símbolo es la moderna burocracia: "La vulgaridad, la modernidad de la
aduana y del pasaporte, contrastaban con la tormenta, la puerta gótica, el
sonido del coro y el fragor del torrente".5
En este mundo prosaico, despoblado de espiritualidad ¿cuál es la misión
del poeta? Hölderling en su elegía Pan y vino se pregunta si acaso su tiempo,
en un mundo abandonado por los dioses, es un tiempo de poetas:
Pero llegamos tarde, amigo. Ciertamente los dioses viven todavía,
pero allá arriba, sobre nuestras cabezas, en un mundo distinto. Allí
actúan sin tregua, y no parece que les inquiete si vivimos o no, ¡tanto
los celestiales cuidan de nosotros!
Y ante este abandono expresa su decepción:
[...] y ¿para qué poetas en tiempos de miseria?
Pero, me dices, son como los santos sacerdotes del dios de los viñedos
que de una tierra vagan a otra tierra en la noche sagrada.6

7
En España se perciben resonancias de estas inquietudes en la crítica de
Larra que en su artículo (del que proceden las citas anteriores, II,117-119)
sobre los tesoros artísticos en los conventos desamortizados,7 símbolo de la
secularización moderna, se pregunta si su tiempo de grandes adelantos es
tiempo favorable para las artes. Hace ya años, en uno de nuestros congresos
{Entre Siglos, 1990), recordaba yo cómo para él su propio siglo XIX es un
"siglo harto matemático y positivo", apagador del entusiasmo poético,
sofocado no sólo por "los intereses especuladores de financieros como
Rotschild y Aguado (el culto al dinero al que se refería Heine), sino también
por la mecanización del hombre que "se vuelve máquina él mismo a fuerza de
hacer máquinas" (I,416-417). En un artículo de El Español (3 de julio de 1836)
que hasta ahora no había sido coleccionado, en cuyo título anuncia unas "Re-
flexiones acerca de nuestra poesía moderna",8 el crítico comienza señalando
cómo esta sensación de vivir en un mundo moderno despoetizado, ya es,
según él, opinión generalizada: "Dícese con frecuencia que éste no es el siglo
de la poesía". Y con su sarcasmo característico caracteriza la situación de los
poetas diciendo que "si no es nuestro siglo el de la poesía es al menos
innegable que es el de los poetas", "abastecedores de poesía sonetesca y
encomiástica" , en que la trivialización de la poesía es lo predominante: "Tal
es el carácter de nuestra época". Por encima de la frivolidad de los poetas de
su tiempo Larra sitúa a Espronceda ("Marcha sin duda a la cabeza de nuestra
moderna poesía romántica el joven don José de Espronceda"), señalando cómo
"entre los aficionados corren con general y justísima admiración las canciones
del Pirata, El mendigo, El reo de muerte y otras que honrarían aun a las
primeras plumas de Europa". Para Larra la preeminencia de la poesía
romántica de Espronceda, llena de musicalidad poética, consiste "en una
calidad más esencial en este siglo, en que se busca algo más que canturía en
los versos... una tendencia filosófica y política que da suma importancia a sus
composiciones". Es decir, la misión poética que se debe exigir al poeta
romántico como manifestación de una literatura -recordemos "apostólica y de
propaganda".

JOSÉ ESCOBAR Glendon


College, York University (Toronto)

8
1
Los hijos del limo, Barcelona, Seix Barral, 1987, p. 10.
2
He traducido los textos de Novalis y Schlegel incluidos por Lilian R. Furst en su
antología bilingüe European Romanticism. Self-Definition, London & New York,
1980, pp. 2-4.
3
Si no se indica lo contrario, cito a Larra por la edición de Carlos Seco Serrano en la
BAE, Madrid, Atlas, 1960.
4
H. Heine, "Die Nordsee", Reisebilder, Werke, Säkularausgabe, 6. V, p. 79. Véase J.
Escobar, "Ilustración, romanticismo, modernidad", EntreSiglos 2, pp. 23-24.
5
El texto de Chateaubriand procede de sus Memorias de ultratumba, según
"Ilustración, romanticismo y modernidad", art. cit., pp. 126-127.
6
Versión castellana de Jenaro Talens, en Friedrich Hölderling, Las grandes elegías
(1800-1801), Madrid, Hiperión, 1983, p. 117.
7
Ahora puede leerse la primera versión manuscrita de este artículo, en Fígaro,
edición de Alejandro Pérez Vidal, estudio preliminar de Leonardo Romero,
Barcelona, Crítica, pp. 751-752. En esta versión manuscrita se insiste en la idea de
que los intereses materiales, positivos de la civilización moderna más adelantada, en
Inglaterra y los Estados Unidos , "ahogan el genio".
8
"'Blanca'. Cuento romántico en verso, original de don J. F. Díaz. Reflexiones acerca
de nuestra poesía moderna. Poetas jóvenes que más se distinguen", en la edición
citada de Alejandro Pérez Vidal, pp. 690-693.

También podría gustarte