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ISSN 0719-7543
e[ad] PUCV
www.ead.pucv.cl
– ¡oh mi ciudad
enseña o destino
Revista acto & forma
Nº 3 – año 2 – volumen 2 / julio 2017
e[ad] PUCV
Escuela de Arquitectura y Diseño
ISSN 0719-7543
1
acto & forma
Revista de la Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV
issn 0719-7543
director
David Luza
comité editorial
Iván Ivelic
Mauricio Puentes
Juan Carlos Jeldes
Jaime Reyes
Herbert Spencer
Manuel Sanfuentes
Adriana Marín
Félix González
diseño
Taller de Ediciones e[ad]
actoyforma@ead.cl
Índice ámbito académico
6 Ciudad legible
Michèle Wilkomirsky
10 Espacio multidimensional:
vías de integración e inclusión
David Luza
investigación
18 Baldosas de Valparaíso
Marcelo Araya / Katherine Exss
22 Formalidad e informalidad en
Valparaíso y Río de Janeiro
Fernando Espósito
postgrado
memoria
36 Tour
José Vial Armstrong
Editorial
Con este número 3 de la revista acto & forma, recuer-
do una clase que nos hiciera Fraçois Fédier, filósofo
francés de extensa obra en torno al pensamiento de
Martin Heidegger. En tal ocasión, apeló a una imagen
para hablarnos de la palabra “abertura” y la asoció a
un esfuerzo constante de mantener con las manos
un hueco en una tela que tiende a cerrarse dada la
tracción del tejido. Distinto al ejercicio de abrir una
puerta, que mientras menor sea el esfuerzo, mejor es
la calidad de la puerta.
Tener de forma escrita nuestro quehacer, ha requerido
y seguirá exigiéndonos un esfuerzo constante. No sólo
lo referido a la labor que implica su producción, sino al
convencimiento de su pertinencia y al cuestionamiento
de los contenidos que se incluyen en el número, pues
de cierta forma da cuenta de un presente interno.
Ahora bien, sabemos que nuestro presente se consti-
tuye con hospitalidad y en tal sentido, con más pujanza
se insinúa la posibilidad de que otros participen en
sus páginas. Por ahora contemplamos que se trata de
la tercera versión de acto & forma bajo la estructura
de sus antecesoras.
Recordando a Jorge Sánchez –o “Pino” Sánchez como
se lo nombraba habitualmente– arquitecto, fundador
de la guía Turistel, en una de sus clases nos indicó la
relación de los números y su visibilidad en el espacio,
en cuanto pueden ser una “medida” que distinga un
trayecto de lo próximo a lo lejano. Él nos comentaba que
se parte con el número 2, “pues uno no cuenta cuántos
ojos se ven en un rostro, o la cantidad de brazos, orejas,
en fin”, mencionaba que el “golpe de vista se ve en un
rostro, un cuerpo”; luego viene el número 3, que sería
una primera extensión de lo contable, el inicio de lo
contable: “cuando uno está cerca de la orilla es posible
ver y contabilizar hitos, sin necesidad de enumerar”;
luego viene lo innumerable y finalmente lo difuso.
Celebramos este 3, luego del primer impulso que dio
origen a las dos números del 2016, y quedamos reflexi-
vos y expectantes en su presente para recibir a otros.
David Luza
Decano
Facultad de Arquitectura y Urbanismo PUCV
6 acto & forma 3
Ciudad legible
El diseño gráfico como disciplina para la comunicación
de contenidos urbanos
El paisaje gráfico de una ciudad puede recibir estos • La transversalidad del diseño con las disciplinas con
objetos que, cuidadamente, hacen legibles los contenidos las que debe trabajar.
sin necesidad de sobreinformar o contaminar con más • El modo de aparecer formas que proponga para
elementos de los necesarios; y la legibilidad se puede lograr los objetivos de comunicación y por tanto su
dar en diferentes profundidades, dependiendo de los responsabilidad con respecto al entorno
tipos de lenguajes visuales con los que el diseñador • La responsabilidad de entregar un mensaje verdadero,
decida construir los mensajes. certero y en lo posible de accesibilidad universal.
El tratamiento de la información por parte del diseño
gráfico aprovecha las potencialidades del ojo y la mi- Los soportes informativos urbanos entregan infor-
rada, convirtiendo al ícono visual en un instrumento maciones de distinta índole. Nuestra mirada salta de
de cognición y acción (Ledesma, 2003). forma en forma y se detiene en aquellas que requeri-
Para ello cuenta con tres tipos de lenguaje que mos para desenvolvernos en la ciudad o que llaman
combinados entre sí pueden hacen que la información nuestra atención.
sea inteligible. Así un caminante podrá encontrarse con los siguientes
tipos de mensajes en el paisaje gráfico que le rodea:
• Lenguaje figurativo: en donde el lenguaje visual
representa objetos. • Señalizaciones
• Lenguaje ideográfico: en donde el lenguaje visual • Mensajes nominales o toponimia
representa ideas abstractas y simbólicas. • Mensajes informativos
• Lenguaje fonético o fonográfico: en donde el lenguaje • Mensajes descriptivos
visual es la construcción de la fonética de la palabra. • Mensajes propagandísticos
• Mensajes expresivos
El diseñador puede crear un sistema de información
coherente donde el mensaje en su medio informe, Las señalizaciones para quien habita en una ciudad
oriente y/o genere conductas esperables en los habi- incluso podrían volverse innecesarias. Sin embargo, es
tantes y visitantes. Los lectores urbanos que requieren probable que un visitante que llega a una ciudad por
estas necesidades son nuestros usuarios. A ellos se les primera vez requiera de ellas como forma de orienta-
debe permitir acceder al patrimonio urbano. ción básica en el espacio. Entonces mediante la pura
Esta accesibilidad debiera ser transversal tanto para señal de dirección es que podemos desenvolvernos
quienes habitan una ciudad como para quienes la visi- porque el signo fundamental, la flecha, es un código
tan. Estos usuarios necesitan que las ciudades no sean universalmente conocido.
mudas. Nosotros llamamos a la relación de coherencia El desarrollo de las tecnologías de información
entre mensaje y forma, la elocuencia del diseño. permiten hoy “navegar” gracias al sistema de posicio-
El diseñador es entonces un mediador, un centro en namiento global (GPS) desde un dispositivo al conducir
la comunicación. Su responsabilidad cultural (Frascara, un automóvil o al caminar. Sin embargo, el espacio
1997) con respecto al patrimonio urbano –en tanto que vemos en estos dispositivos es abstracto: se le ha
un sistema visual que pueda diseñar- requiere tener restado la dimensión de la profundidad y a la vez los
muy presente los siguientes aspectos: fragmentos muestran límites de un polígono siempre
ámbito académico 9
igual. Con la profundidad esos límites visuales son tectónicas, junto con los elementos de la publicidad
diversos, incluso pueden formar polígonos. y el consumo masivo moderno. El espacio urbano
La velocidad del desplazamiento también influye con sus imágenes urbanas resultantes es entonces un
en la velocidad de comprensión de la representación contenedor de información y de comunicación para
fragmentada. crear nuevas identidades culturales (Timmling, 2012).
Los mensajes nominales e informativos por lo ge-
neral corresponden a señalizaciones que entregan una Para Joseph Isaac pareciera que el paisaje gráfico
segunda capa de información. Tomemos el ejemplo de es una suerte de déspota de los sentidos, pero reco-
una señal más elaborada que la anterior: con nombre, noce que este espacio del signo escrito a nivel barrial
sentido de dirección del tránsito y numeración de calles. permite la expresión e identificación de la identidad
El mensaje descriptivo nos aporta una capa de infor- (Joseph, 2009).
mación en la que comenzamos a incorporar contenidos
más complejos sobre lo que nos rodea. Una placa re- El diseño cierra así el círculo, invistiendo el espacio de
cordatoria o una señalización turística informan con la vida privada, modelando no sólo los cuerpos en su
distintos lenguajes un contenido más extenso. “apariencia”, en la exhibición gestual y ritual cotidiana
El mensaje propagandístico se relaciona con la oferta de –siluetas “dibujadas” al mínimo detalle, sumisas al look,
bienes y servicios donde la forma varía desde la simpleza deseosas de una singularidad que, paradójicamente,
de una pizarra escrita con tiza a una gigantografía de sólo es aprehensible en la repetición- sino interviniendo
alta calidad de impresión cubriendo una fachada. Para en cada uno de los registros de la experiencia, en ese
nuestro lector transeúnte este tipo de mensajes –que conglomerado de imágenes dispersas, sensaciones,
puede coincidir con el lugar en el que lo vemos o no– le vivencias, cuyo anclaje en algún punto reconocible
entrega una lectura sobre la actualidad de la ciudad. llamamos identidad (Cháves, et. al. 1999).
El mensaje expresivo es cerrado en sí mismo. No
informa directamente sobre un contenido pero permite Es en este sentido que puede hablarse del diseño
interpretar cualidades de la ciudad. Un ejemplo de como configurador de identidades (culturales, grupales,
esto son los grafitis, ya que constituyen una forma de generacionales, etc.) en tanto está involucrado en los
expresión cerrada pero que nos pueden indicar sobre procesos de subjetivación, en una serie de prácticas
ciertas periferias de la ciudad. sociales que trazan espacios de pertenencia e iden-
El nivel de lectura va en ascenso desde que percibimos tificación.
señalizaciones, donde la interpretación del contenido Teniendo claro lo anterior es que podemos y proponer
es mínima pues requiere inmediatez, luego reconoce- una nueva mirada.
mos un código asociado al contexto ciudad en que los
mensajes informativos, nominales y descriptivos nos
vinculan al espacio urbano por su contenido, hasta llegar
a un nivel de comprensión mayor, donde incluimos
textos de propaganda y expresivo, que utilizan carac-
terísticas gráficas para influir en un mensaje sujeto a FUENTES
una interpretación pues comprendemos un código Cháves, N., ledesma, M., & Aurfuch, L. (1999). Diseño y
escrito que puede estar desvinculado del contexto. Comunicación. Teoría y enfoques críticos. Buenos Aires:
La ciudad es un medio expresivo público y como Paidós.
tal trascendente, puesto que en este medio es donde Frascara, J. (1997). Diseño gráfico para la gente:
nos encontramos con referentes culturales que nos comunicaciones de masa y cambio social. Buenos Aires:
identifican. Infinito.
Joseph, I. (2009). El transeúnte y el espacio urbano. Madrid:
Para el ciudadano común y corriente, es sumamente Gedisa.
importante poder descifrar, vale decir, hacer una Ledesma, M. (2003). El diseño gráfico: una voz pública.
decodificación, por simple que sea, de los significa- Buenos Aires: Argonauta.
dos asociados a los diferentes “medios expresivos” Timmling, H. (2012). “Memorias urbanas. Cotidianeidad,
colocados en los espacios urbanos principales de una identidad y trascendencia en la ciudad”. Urbano Vol.
ciudad. Estamos hablando de signos “significantes” 15(25), p. 25.
relacionados con los usos del suelo, las actividades, el Vitta, M. (2003). El sistema de las imágenes. Estética de las
transporte, la estructura espacial, y las formas arqui- representaciones cotidianas. Barcelona: Paidós.
10 acto & forma 3
Espacio multidimensional:
vías de integración e inclusión
Estaciones de Metrotren Valparaíso
david luza
Arquitecto
Doctor Universidad Politécnica de Cataluña
Profesor e[ad] PUCV
Quiero partir con una observación: “despuntar para contribuyan a los espacios de recreación, comercio o
ver el despuntamiento, un leve ir del cuerpo para educación, en cuanto asuman arquitectónicamente el eje
que aparezca aquello que vemos, no es lo mismo que trasversal de la línea que constituye el paso del andén
asomarse: dejarse ver desde atrás de algo”. a la ciudad, aportando a través de la complementación
Se trata de un croquis hecho al interior del bus de sus programas, la generación de subcentralidades
mientras regresábamos de la travesía a Puerto Cisnes, o consolidación de centros cívicos.
sentado junto a la ventana, una enorme ventana, lo Para este análisis fueron seleccionadas las estaciones
suficientemente grande para suponer que satisface Portales, Quilpué, Villa Alemana y Peñablanca.
mirar “todo” hacia fuera, pero no, ocurre que cuando me En investigaciones que se inclinan por indagar a
quiero fijar, en este caso la altitud del día, me despunto través de las percepciones, o aspectos más bien cua-
del asiento, de tal forma que quedo casi en contacto litativos, advierten que en reiteradas ocasiones no se
con el vidrio, me ubico entre el asiento y la ventana, se asume el movimiento como la superficie desde la cual
avanza para ver, como dijo Alberto Cruz, en texto, forma se establece un tipo de relación entre las personas, el
y figura. Quiero pensar que los asientos son suficientes espacio, el material, comúnmente se aborda este campo
para ver sentados desde el estándar que no incluye la espacial con la mirada segmentada en tipologías de
contemplación, pero no basta, como expuso Alejandro perfiles. La gente está dispuesta a caminar más si es
Pacheco, todavía desde lo mínimo. El acto se ubica compensada por una experiencia segura y entretenida.
entre el asiento y el vidrio, al modo del “medio paso”, Steve Mouzon lo llama “Propulsión de peatones”: un
cuando uno se encima a ver un precio o una prenda, efecto secundario beneficioso que atrae personas a
entre el corredor y el objeto observado, los vendedores caminar más allá del tiempo o distancia promedio si
son avezados en advertir estos medios pasos. están disfrutando de su paseo (2016).
En salidas de observación, a propósito de calles y Metrotren Valparaíso facilitó un diagnóstico realizado
vías en zonas periféricas de las denominadas ciudades por la Corporación Ciudad Accesible, llevado a cabo
intermedias, se ve aquello que en una clase de presen- el año 2015 para todas las estaciones. Por su parte, el
tación de la arquitectura se nombró “salir a tronar el taller levantó el entorno de las estaciones, determi-
día”, refiriéndose a esa silla que se ubica en la vereda nando un polígono que se delimita en el encuentro
junto a la puerta, ver pasar a los que pasan, en este con otros límites para la movilidad masiva o individual,
caso también le permite juntarse con su vecina y ver paraderos y estacionamientos, tramos que permiten
a los niños jugar. tener una ruta a desarrollar, definiendo intervenciones
Me tocó discutir con el Seremi del Ministerio de con las cuales dar cabida a una cadena de accesibilidad
Transporte por la negativa de participar en el diseño dentro del área. Un dato interesante es que el 38%
de refugios para locomoción colectiva de la comuna de de los usuarios de Metrotren Valparaíso utilizan otro
Valparaíso, la idea de la autoridad era que obedecieran modo al inicio y al término de su viaje, luego existe
a dos tipologías que representaran la “imagen” cerro el margen para multimodalidad urbana y la llamada
y plan principalmente. No se llegó a acuerdo pues se movilidad activa. Así, por ejemplo, una zona de calma
desestimó un estudio de entorno. Nuestro intento fue de tráfico, bajo 30km/h, que según norma permite la
considerar que un paradero es más que un refugio, se convivencia de la rueda de bicicleta con la del auto, el
requiere ver integralmente acera, calzada y entorno coche, y un paso deambulatorio, etc.
edificado, el problema es que los manuales hablan Se contó para este levantamiento con la participación
de estética y significado para los equipamientos y de la directora de Sectra Valparaíso y especialistas del
aun cuando son exhaustivos puede pasar por alto la área operaciones de estaciones de Metrotren Valpa-
dicotomía que se observa. raíso, sumado a un especialista o profesional del área
En el 2015 suscribimos un convenio con Metrotren audiovisual, pues quisimos manifestar las proposiciones
Valparaíso, servicio de transporte masivo para el gran en un storyboard ah doc con lo móvil.
Valparaíso y se espera con los anuncios de extensión Todo lo anterior no presenta dificultad en compar-
de línea y creación de otras, un medio de transporte tirlo, pero hay una dificultad que es más bien oculta y
acorde con la expansión metropolitana. que se presenta a la hora de proyectar, algo que sucede
Haciendo un símil entre los paraderos y las esta- normalmente, pero en este caso es aún más intenso:
ciones, estas últimas son consideradas más allá de su ponerse en el lugar del otro. Al taller se le encargó,
contribución al flujo de movilidad, es decir, que podrían que entre martes y miércoles expusieran el proyecto
dar señales de apropiación en sectores que han estado a un potencial usuario relacionado a la inclusión en
segregados espacialmente y carentes de servicios que accesibilidad universal. Quiero mencionar una opinión
ámbito académico 13
de un habitante que ocupa una silla con ruedas que Esta dimensión es más palpable en los talleres de obra
media con la ciudad: “Encuentro bueno que el esta- en Ciudad Abierta, donde conducimos a los estudiantes
cionamiento esté cerca del acceso, pues no es cómodo a que definan detalles, no con el afán de obtener lo
cuando tienes que bajarte de un auto y tener que completo de la proyección, sino que elaborar un detalle
recorrer varios metros para sentir que estás entrando es ya habitar. Quisimos hacer un artefacto cinético
a un lugar”. Llegar y sentir que se está dentro, da para que se sometiera a una ruta que alude a lo propio de
pensar a la hora de proyectar. habitar en altura, el llegar a un mirador, esta vez desde
un paradero de micro.
Lateralmente nos dio la lección respecto a la diferencia
entre figura y forma, la diferencia entre los vínculos en
una artificio móvil y uno fijo. Hay un relato sobre un
barco hecho por albañiles, buenos albañiles pero no de
astilleros; terminado el barco fue lanzado al mar, pero
el barco se desarmó apenas tocó el agua, precisamente,
en el sometimiento a las cargas variables y en varias
direcciones aleatoriamente.
Debo confesar que hice un cambio en la última semana
que presumo perjudicó más que benefició, cambié el
diseño del cigüeñal de 2 a 3 tiempos, pensando que
disminuiría el esfuerzo de torque, pero agregó más
inestabilidad, lo que trajo más “arrastre de patas”; fue
más sensible el pavimento, las pruebas anteriores en
el plano del taller, la calle con su curvatura , era obvio
y estaba en lo que se debía vivir, junto a ello se debe
mejorar en chasis indeformable, articulaciones que
no varíen de carga axial a radial, conformar para que
los esfuerzos sean más co-planares, lo que permite
estudiar lo que provoca el pandeo a diferencia del
esfuerzo de rotura, es decir, no es el caso de ley del
cubo cuadrado cuando el tema es el cambio de sección,
sino que estabilidad. ¿Cómo lograrlo sin agregar peso?
Pregunta para el ciclo de construcción.
mundial, son responsables del 70% de la emisión de densidad de habitación (menos de 70 habitantes por
gases de efecto invernadero y del 70% de la emisión hectárea, cuando los estándares promovidos por la ONU
de residuos en el globo. proponen 300) producto de diversos factores, entre
El caso de las ciudades latinoamericanas presenta los cuales podemos destacar el alto valor del suelo y
un crecimiento extensivo en el suelo disponible, lo una norma urbana estricta en la altura máxima, que
que ha demandado enormes inversiones en energía no promueve la inversión privada (actual modelo de
e infraestructura, ha ocupado suelos productivos o crecimiento urbano), muchos sitios vacíos o eriazos
naturales, aumentando la segregación física y social. La producto de los últimos terremotos e incendios, entre
vivienda colectiva aborda la densificación de las áreas los más relevantes. Sin embargo, existe un potencial
urbanas y por tanto la optimización del suelo disponi- que puede ser puesto en valor y corresponde a los
ble, propendiendo al modelo de la ciudad compacta. Inmuebles de Conservación Histórica (ICH) que en la
En el contexto de Valparaíso nos encontramos que ciudad de Valparaíso suman 1.025. Esta denominación
los mejores suelos de la ciudad (Almendral y barrio es una protección que se hace efectiva a través del plan
Puerto), bien conectados al sistema comunal y regio- regulador a zonas o inmuebles de valor patrimonial
nal (a través de la Av. Argentina y Av. España) dotados o cultural que constituyen un hito de significación
de infraestructura y equipamientos, poseen una baja urbana, establecen una relación armónica con el resto
y mantienen predominantemente su forma y mate-
rialidad original, siendo un factor de identidad local y
desarrollo humano. Muchos de estos inmuebles están
Fig. Lámina de fundamento y propuesta. deteriorados, abandonados, y no pueden demolerse
16
dada la protección que poseen en el plan regulador, por Para llevar adelante el taller nos estructuramos
su valor histórico como patrimonio urbano identitario. en 3 ciclos. El primero individual, de observación e
Lo propio de este caso de estudio (Edificio Meyer, introducción al área de estudio, el barrio Puerto. Un
del año 1900 ubicado en calle Cochrane 301, a un segundo ciclo de trabajo como taller, donde se levantó
costado de la plaza Echaurren) plantea el desafío de información del área desde sus aspectos territoriales,
lo que significa intervenir una edificación preexisten- socio-económicos y normativos. Y un tercer ciclo de
te, a partir del reconocimiento de su valor. ¿Cómo se proyecto donde se estudia y propone nuestro caso arqui-
identifica el valor? Primero desde la observación de sus tectónico; el Edificio Meyer, inmueble de conservación
singularidades y potencial espacial, y complementa- histórica (ICH), ubicado en una Zona de Conservación
riamente a partir de diversas metodologías existentes, Histórica y tipología de vivienda colectiva.
que abordan la dimensión histórica, tipológica, social, En el primer ciclo, se buscó introducir a los estu-
cultural, económica, entre las más relevantes. ¿Hasta diantes en temas patrimoniales, el deterioro de los
dónde se puede intervenir, cómo se actualizan las centros urbanos y las dinámicas barriales. Para esto
funciones por las cuales quedaron obsoletos? Soste- se contó con la presencia de diferentes profesionales
nemos que desde la observación del contexto o área invitados, entre ellos Paz Undurraga que nos habló del
de influencia relacionada al potencial que ofrece el patrimonio en general y su valorización en Valparaíso;
inmueble y fundamentalmente, en el desarrollo del
proyecto, teniendo claridad de cuál es la operación o
elemento espacial sobre el cual gravita la intervención
o propuesta. Se trata de darle forma al espacio y la luz, Fig. Propuestas de intervención en inmueble de
esencia de la arquitectura. conservación histórico.
ámbito académico 17
Adriana Marín que nos introdujo los temas socio-eco- planimétrica, trabajando en plantas, cortes y elevaciones
nómicos del barrio Puerto; y Mario Ferrada que expuso y la espacial a través de la formulación de dos maquetas,
su experiencia con respecto a la vivienda colectiva en una primera maqueta de la Estructura Radical de la
Chile, específicamente en Valparaíso. Extensión (ERE) y programática donde se trabaja con
En paralelo, los alumnos realizaron permanentes colores para comprender el uso del espacio a partir de
salidas de observación al barrio Puerto, deteniéndose la cual se avanza a una segunda maqueta final.
en sus dinámicas y aconteceres sociales, económicos Al tratarse de un edificio preexistente y con valor
y cotidianos; sus cualidades espaciales y luminosas, el patrimonial, iniciamos la etapa (apoyándonos en la
modo de conformarse los espacios y la influencia de anterior) identificando los valores históricos, arqui-
éstos en las actividades humanas; y finalmente sus tectónicos, urbanos, sociales y económicos de interés
límites, definiendo desde lo observado nuevos límites de cada grupo, para de esta manera hacerse cargo de
para el barrio, señalando su extensión a partir de las ellos y justificar la propuesta programática general
dinámicas que identifican el lugar y los horizontes bajo la cual se actualizarán las funciones del edificio.
identificados. Posteriormente, y a partir de los valores arquitec-
En el segundo ciclo, el taller trabaja como un gran tónicos, urbanos e históricos, se definen los criterios
equipo para conformar el levantamiento de información de intervención que orientarán la intervención del
territorial del barrio Puerto, abarcando principalmente edificio, estos corresponden a aquellos aspectos que
seis dimensiones: los aspectos históricos, socio-eco- se pondrán en valor, rescatarán y mantendrán en la
nómicos, tipologías urbanas y arquitectónicas, usos de intervención al inmueble.
suelo, vialidad y transporte y aspectos normativos. De De esta forma, llegamos a la definición de los propó-
esta forma, se obtiene un panorama integral del territorio, sitos arquitectónicos, los cuales se identifican a partir
permitiendo a los alumnos además de conocer las distintas del cruce entre los criterios previamente definidos y
fuentes de información e instituciones que intervienen la construcción del fundamento arquitectónico desde
el territorio, hacer un diagnóstico de las problemáticas la observación y las relaciones que se realizan a partir
que lo afectan y aquellos valores a potenciar. de éstas que nos llevan a la definición de un primer
Finalmente, en el tercer ciclo abordamos el proyecto, ERE de proyecto, a la configuración programática de
para lo cual se trabaja sobre un inmueble preexistente, la intervención y finalmente a una maqueta espacial
el Edificio Meyer, edificio construido por la Caja de donde se plasman las definiciones anteriores.
Compensación a comienzos de 1900 y que forma Es así, como a través de este taller, los alumnos
parte de un conjunto de edificios de 3 a 4 pisos que aprenden sobre metodologías de levantamiento de
conforman la manzana. información territorial y de intervención de inmuebles
Como metodología se insiste en la configuración con carácter patrimonial, presentando diferentes pro-
del proyecto a partir de tres lenguajes, la formulación puestas programáticas para un mismo inmueble con
arquitectónica (el dibujo) y la definición de valores, la finalidad de revitalizar un centro urbano degradado,
criterios y propósitos arquitectónicos; la formulación como es el barrio Puerto de Valparaíso.
FUENTES
1. https://es.unhabitat.org/sobre-nosotros/historia-mandato-y-mision-en-el-sistema-de-la-onu
2. http://habitat.aq.upm.es/aghab
3. https://unhabitat.org
4. https://es.unhabitat.org/temas-urbanos/cambio-climatico
5. http://www.patrimoniourbano.cl/inmuebles-y-zonas-patrimoniales/
6. http://www.icomoscr.org/doc/teoria/DOC.2011.declaracion.paris.patrimonio.motor.desarrollo.pdf
7. http://www.patrimoniourbano.cl/wp-content/uploads/2014/07/Cochrane-N%C2%BA-301.pdf
18 acto & forma 3
Baldosas de Valparaíso
marcelo araya
Diseñador Industrial
Doctor Universidad Rey Juan Carlos
Profesor e[ad] PUCV
katherine exss
Diseñadora Gráfica
Ma. Information Design, University of Reading
Profesora e[ad] PUCV
Junto a lo anterior, en los primeros años de la ciudad, de cobertura de espacios de transición entre el exterior
algunos suelos de las veredas del centro se cubrieron e interior, espacios húmedos como cocina y baño, y
con maderas nobles, así como los suelos de proyección zonas al aire libre como patios y suelo bajo parronales,
sobre la orilla del mar, como muelles y embarcaderos. corredores, etc.1
Al interior de las casas y en los suelos de las plazas La producción de baldosas se basó inicialmente
(que son los interiores de la ciudad) se comienzan a en el trabajo con una prensa de tornillo manual, que
importar, en una primera instancia, y a fabricar pos- luego fue reemplazada por la prensa hidráulica lo que
teriormente baldosas de cemento compactado y co- permitió acelerar los procesos, disminuir los costos
loreado, transformándose en el principal material de y, con ello, aumentar la producción. Este método de
cobertura de espacios de transición de la casa entre el producción sigue existiendo, aunque la baldosa fue
espacio exterior e interior. mayoritariamente reemplazada por otros tipos de suelos
En Valparaíso, la casa del valle central sufre mo- más económicos, hasta el punto de casi desaparecer.
dificaciones en sus proporciones, pero conserva los Sin embargo, existe una nueva valoración de las
elementos característicos: patios interiores, galería baldosas que se demuestra con el resurgimiento de
enfrentada al norte, corredores con hortensias y un fábricas como Baldosas Córdoba2 en Santiago de Chile
espacio de ingreso gradual a la casa. Este espacio o Mosaicos del Sur3 en Montevideo, quienes recuperan
cuadrangular de alrededor de 1 m², se transformó en una tradición y técnica al borde de la obsolescencia.
una característica simbólica de la casa. Una especie El valor de la baldosa es evidenciado también en un
de blasón familiar, distinto a todas las otras entradas. naciente interés por investigar sobre su técnica de
producción4 y sobre la identidad visual de las ciudades
Sobre las baldosas a partir de sus suelos5.
Las baldosas de cemento, también llamadas pisos Baldosas El Sol Collado en Valparaíso
hidráulicos, son un tipo de suelo coloreado altamente
usado en Chile y Latinoamérica desde las primeras La fábrica de baldosas Collado-Jaume fundada alrede-
décadas del siglo XX. En Chile, se usaron al interior de dor de 1920 en Valparaíso, inició su producción con
las casas y en los suelos de las plazas, como material prensas de impacto a partir de un tornillo, las cuales
eran presumiblemente construidas en Chile pero ba-
sadas en modelos europeos. Asimismo, los marcos de
forma y tamaño, las matrices de diseño y color, fueron
Fig. Matrices de color, fábrica de baldosas Córdoba, importadas en un primer momento desde Europa, pero
Santiago de Chile. con el paso del tiempo, en la medida que los operarios
20 acto & forma 3
1-2
3-4
y maestros ganaron experiencia, se pudieron construir rubia de río y agua, para luego ser vibrada dentro
y diseñar en Valparaíso. del marco, permitiendo que los colores se unifiquen,
La fábrica contaba con alrededor de 100 matrices de expandan y alisen.
diseño y color, cada una con 4 ó 5 colores promedio, y 3. Al retirar la matriz, los colores quedan apoyados
con una paleta cromática de alrededor de 30 pigmentos, unos contra otros sin mezclarse, estáticos y bri-
que arrojan 15.000 posibilidades. llantes.
4. Luego se espolvorea el secante, mezcla realizada
Proceso de producción idealmente con cuatro días de anticipación, compues-
ta de arena fina de duna seca y cemento.
Para la creación de baldosas se utiliza una prensa, ya sea 5. Cuando la cantidad vertida absorbe la humedad del
de tornillo manual o hidráulica, donde se añade presión color y la superficie parece estar seca, se añade la
uniforme a una mezcla de cemento y pigmentos. Las mezcla compuesta por arena de gravilla un poco
baldosas de cemento prensado con matriz de color más gruesa, cemento y agua.
se componen de 3 capas (color, secante y mezcla) y el 6. Se pone el tape o cubierta del marco en la parte
proceso es el siguiente: superior, que además contiene el emblema de la
fábrica y que se imprimirá al reverso de la baldosa
1. La matriz de dibujo de formato cuadrado, com- en bajo relieve.
puesta de pequeñas láminas verticales de latón
o bronce que demarcan los diferentes campos de
color que construyen la figura, se inserta en un
Fig. (1) Espesor de baldosa de la plaza Victoria.
marco de bronce de 20 x 20 cm sobre una base
lisa de acero. Fig. (2) Baldosa con la marca de la fábrica Collado en el
2. Los campos son rellenados con colores –según Teatro Mauri.
un diseño determinado– mediante una mezcla Fig. (3) Baldosa con patrón árabe.
compuesta de pigmentos, cemento blanco, arena Fig. (4) Matrices de color.
investigación 21
7. Con 3 golpes de tornillo la baldosa es compactada. (exploración de lo nuevo). Insertándose de este modo
8. Se retira el marco y el tape para desmoldar la baldosa en un campo de conocimiento artístico que permanece
de la base. inexplorado.
9. La baldosa debe permanecer vertical durante 12
horas tapada con polietileno.
10. Luego se transporta a tinajas donde se sumerge
por 48 horas en agua. NOTAS
11. Al retirarla debe volver a permanecer vertical para 1. Brancoli, B. y Bernstein, J. (2016). Baldosas de Santiago.
drenar lentamente el agua. La Baldosa decorada como elemento de identidad en antiguos
barrios de Santiago. Santiago de Chile: Universidad del
Este procedimiento para crear baldosas prensadas Desarrollo.
con matriz de color fue altamente usado y sigue vigente 2. Trabajo y misión de Baldosas Córdova (Chile) visible en
como sistema de fabricación sobre todo en las fábricas su sitio web www.baldosascordova.cl
que han revalorizado el objeto baldosa y su método 3. Trabajo y misión de Baldosas del Sur (Uruguay) visible en
de producción. su sitio web www.mosaicosdelsur.com
Desde el punto de vista del diseño, se cree que dada 4. Investigación UDD http://bit.ly/2jCA1QA
la historia siempre orientada a la eficiencia en la pro- 5. Jiménez, B. y Llanos, R. (2015). “Magia de formas y
ducción que ha caracterizado la fabricación de baldosas, colores: Las Baldosas de Barranquilla. Los Pisos Hidráulicos
la experimentación en el proceso de fabricación se ha del Barrio el Prado”. Memorias (25).
visto limitada. Si bien el proceso tradicional permite
una amplia gama de patrones y colores, se ve en este
contexto la oportunidad de explorar con la técnica, ya
sea a nivel académico (con estudiantes) como profe- Fig. Reverso de antigua baldosa de fábrica El Sol o Collado
sional (validado por la industria) y de investigación & Jaume, Padres Franceses de Valparaíso.
22 acto & forma 3
Formalidad e informalidad
en Valparaíso y Río de Janeiro
ciones de carácter urbano, concebidas para enfrentar problema de la migración a gran escala hacia las ciu-
los desafíos de movilidad, integración y habitación, dades, pues son ellas las que responden a la demanda
sobre todo hoy en un escenario en que la escala del por habitación.
problema es gigantesca. Esa división, ya recurrente entre ciudad informal y
Estos desafíos no pueden ser entendidos solamente ciudad formal, posiblemente es uno de los problemas
como aspectos técnicos que deben ser resueltos en principales, pues nos hace asumir la ciudad desde dos
base a estadísticas, pues, de una u otra forma, se trata puntos de vista aparentemente contrapuestos. Dicho
de dimensiones urbanas y arquitectónicas que inciden de una forma simple, la ciudad formal es la correcta
fuertemente en la percepción que el ciudadano tiene y la ciudad informal debe ser “corregida”. En varios
de su entorno, de su ciudad, y como consecuencia de sentidos esto puede ser así, pero es importante no
ello, en su calidad de vida. desconsiderar las dimensiones que definen fuertemente
Esta relación entre lo formal y lo informal muchas la identidad de esas áreas de la ciudad informal, pues
veces es lo que le otorga identidad a la ciudad, a partir de en ellas puede encontrarse el origen y sentido de la
las características positivas que ésta cobra en términos ciudad que habitamos hoy. La ciudad que consideramos
sociales, físicos e históricos. Y por otro lado, son esas informal tal vez tenga más puntos de compatibilidad
áreas de crecimiento informal las que posiblemente que de desencuentro con lo que consideramos formal,
se presenten como una oportunidad de solución al y que nos define en nuestra condición de ciudadanos.
El concepto de ciudadano de-
signa una diversidad de situa-
ciones. No se trata simplemente
de vivir o no en la ciudad, sino
de percatarnos en cuál ciudad
vivimos, cómo la asumimos e
interpretamos. El diccionario
de la Lengua Española recoge
cinco conceptos de ciudadano,
entre los cuales el segundo es
“perteneciente a la ciudad o a los
ciudadanos”, y el primero es “na-
tural o vecino de una ciudad”.
Para Durán (1998), “pertenecer”
a la ciudad no es más que una
simple relación gramatical, que
se extiende a cualquier objeto,
acontecimiento o idea de cone-
xión con la ciudad. En cambio,
la de “natural” o “vecino”, es
una condición del ciudadano,
colocando el énfasis en el origen
y en la residencia.
Como afirma Durán, la ciudad
recoge y hace suyos social y polí-
ticamente a los que en ella nacen
y a los que la eligen para vivir:
no sólo el azar, sino la voluntad
del propio sujeto determina esa
condición de vecino y ciudadano
a la vez.
¿Pero qué ocurre en aque-
llos casos en los que la ciudad
es difusa, aquella en la que se
discriminan ciertas áreas como
24 acto & forma 3
Esta ocupación comienza como una protesta por el no un territorio marginal. Una “no-ciudad” a la que nunca
cumplimiento de lo prometido en recompensa por su se le miró de frente con la voluntad de querer asumir
participación en el conflicto armado, que más que un el desafío –o para muchos de los representantes del
enfrentamiento, fue una masacre1. poder público, asumir la vergüenza– de reconocer que
A partir de 1903 se dio inicio a una serie de planes las favelas son también ciudad y que pocas veces se
de recuperación sanitaria y urbana de la ciudad, para les trató con la sinceridad, seriedad y voluntad política
así proyectar una imagen positiva frente al atraso que se merecen.
que vivía. Estas medidas en realidad fueron acciones Finalmente, se trata de reconocer que tal vez y a pesar
higienistas, cuyo propósito no declarado fue erradicar de todas las dificultades, en Valparaíso los porteños se
a los pobres del centro de la ciudad. La creación de han ganado su condición de vecino y ciudadano, algo que
avenidas, parques, un nuevo puerto y la demolición en Río de Janeiro, aparentemente, está lejos de ocurrir,
de viviendas precarias, desplazaron a los pobres a los si se sigue fomentando la idea de que las favelas son
suburbios, incrementando el crecimiento de las favelas, la tierra del narcotráfico, la violencia y la inseguridad.
esta vez en las periferias.
Durante la primera mitad de siglo XX la ciudad se
expandió y las favelas se desarrollaron aún más en
su interior.
Otro momento importante en el crecimiento de
los barrios informales ocurre con el fin de la Segunda NOTA
Guerra Mundial con el desarrollo de la actividad indus-
1. La Guerra o Campaña de Canudos fue un enfrentamiento
trial, lo que generó una alta inmigración de obreros. entre el ejército brasileño y un movimiento popular
Así surgieron nuevos barrios pobres en las laderas de liderado por Antonio Conselheiro, que ocurrió en el estado
las colinas y en los alrededores de la ciudad, siempre de Bahía, nordeste de Brasil. El movimiento, que comienza
con deficientes condiciones sanitarias y de vivienda. como una reacción a las precarias condiciones de vida de
En las décadas de 1940-1950, período en que se la población, se transformó en una aparente amenaza para
inician las políticas públicas relacionadas a las favelas la, en esa época, joven República de Brasil. Aunque sin
(Zaluar y Alvito, 2004), la ciudad siguió creciendo, lo pruebas de aquello, el gobierno envió a sus tropas ante una
que incrementó también la formación de periferias y aparente amenaza de la población que, supuestamente
armada, avanzaría contra las ciudades cercanas y luego
la autoconstrucción. Esto se agudiza en las décadas
contra la capital. Estos hechos acabaron con el movimiento
de 1960 y 1970 con la creación de conjuntos ha-
masacrado y la ciudad de Canudos totalmente destruida.
bitacionales que significaron remover más favelas, A su regreso, la vergüenza ante lo ocurrido, hizo que
aumentando el surgimiento de unas y el crecimiento las autoridades retrocedieran en las ofertas realizadas
de otras. Entre los antecedentes que se registran en previamente a los combatientes que volvieron victoriosos,
algunos estudios (Zaluar y Alvito en el libro Um Século lo que motivó la ocupación del morro de la Providencia.
de Favela), y que explicarían el inicio de algunas de Estos hechos son narrados detalladamente en el libro Os
las políticas de integración de las ocupaciones infor- Sertões, de Euclides da Cunha, publicado la primera década
males, se encuentra el hecho de que algunos artistas, de 1900.
autoridades o ciudadanos influyentes de la sociedad
carioca de la época, que participaban “discretamente” FUENTES
de encuentros y actividades con artistas de las favelas, Alvito e Zaluar. (2006). Um século de favela. Río de Janeiro:
habrían influido en esas decisiones. Editora FGV.
El caso de Valparaíso y el de Río de Janeiro, a pesar Coutinho M. da Silva, R. (2012). “Risco e Vulnerabilidade
de las grandes diferencias de escala, históricas y cul- na Pacificação das Favelas Cariocas” IN Coutinho M. da
turales, comparten una dimensión común, como es la Silva, R. Desafios Urbanos para a Sustentabilidade Ambiental
de tener una importante relación entre la formalidad nas Cidades Brasileiras. Río de Janeiro, PROURB/UFRJ, pp.
e informalidad, lo que ha influenciado fuertemente la 96-107.
evolución de la ciudad. Pero en esa relación, un aspecto Durán, M. (1998). La ciudad compartida: Afecto, usos y
que las diferencia en lo fundamental, es que la infor- costumbres. Madrid: Consejo Superior de los Colegios de
malidad porteña es parte de su origen reconocido. Una Arquitectos.
ciudad no fundada, que se reconoce como tal. En Río Puentes, M. (2013). La observación arquitectónica: La
de Janeiro, durante décadas y hasta hoy, y a pesar de periferia efímera de Valparaíso. Valparaíso: Ediciones
ser parte de su historia, las favelas han sido siempre Universitarias de Valparaíso.
26 acto & forma 3
habíamos visto en las casas en que vivían antes y en El proyecto arquitectónico propone límites, la ar-
las tomas. Podemos decir entonces que la presencia quitectura define límites, límites de distinta naturaleza
de lo aldeano junto a lo ciudadano es lo que propone que son los que le dan forma al condominio: las casas,
el proyecto. Creo que las características que tiene la las galerías, los patios, el pasaje, los juegos para niños,
acción aldeana (o rural) es que no reconoce límites y los estacionamientos, los accesos. Las casas se han
por eso los transgrede. Está en su cultura el extender- extendido en los terrenos y segundos pisos, eliminando
se. La ciudad es reglada y con límites. Otra cultura. Se en algunos casos galerías y patios, los terrenos se han
trata entonces de una transición cultural lo que hemos cerrado colocando rejas y puertas. Se han pintado de
planteado en el proyecto. rojo los muros de ladrillo que dan al pasaje, se han
cerrado los pequeños antejardines y los huecos bajo las
¿Cómo mirar, entonces, esta transición como una escalas. Sin embargo, esta, la del pasaje, es la “fachada”
abertura?, ¿entendiéndola como una transgresión de que menos ha cambiado.
los límites?, ¿otros límites?
¿Y qué importancia tienen todos estos cambios? ¡Se
ha ido la belleza! ¿Habrá llegado otra? Tal vez. Recuerdo
Fig. Pobladores cruzando el pasaje de una casa a otra. a Rimbaud1
28 acto & forma 3
¿Cuál belleza se habrá ido y cuál habrá llegado? Recuerdo ahora la capilla del fundo Los Pajaritos, la
luz de la ausencia3. Tal vez en esto pensaba Alberto Cruz
Las verticales de las fachadas enfrentadas, que con- cuando me lo dijo luego de su visita al condominio. La
forman el ritmo del pasaje que conduce a la explanada relación de la ausencia con la presencia. La ausencia da
de estacionamientos y al Balcón Productivo ante el lugar a la presencia. Esto significa límites, si se sobre-
horizonte de mar y cielo. Las fachadas laterales de las pasan, la presencia oculta la presencia de la ausencia.
casas, con las galerías recogidas y las salientes curvas Un equilibrio entonces se requiere. Pero lo aldeano,
de los clósets que conforman los patios. La ventana en como dijimos, no reconoce límites. Un tema cultural.
el descanso de la escala, en el interior de la casa que La vida invade la arquitectura. Pienso no sólo en las
asoma al pasaje. En estas estancias y recorridos estaba ampliaciones sino también en los muebles. Por eso
la belleza de la forma arquitectónica.2 tal vez pensamos los no-muebles. Pero no es sólo la
Después vi otra belleza. La gente que bajaba y subía, vida con sus acompañamientos que invade y oculta la
cruzaba el pasaje de una casa a otra, que se encontraba belleza de la arquitectura, sino que también la belleza
en el balcón con una empanada, que me invitaban a de la arquitectura (¿o más bien escultura?) no puede
un café con un queque en sus casas ampliadas, más no dar lugar a la vida. Esta es entonces la cuestión.
grandes, amobladas y equipadas. Aquí estaba la belleza La situación de equilibrio a la que me he referido
de la vida. La convivencia de la belleza de la arquitec- ciertamente se agudiza en situaciones como el caso
tura y de la vida ¿La primera dio lugar a la segunda y la de las 30 casas mínimas, tanto por lo mínimo como
segunda ocultó la primera? por la condición socioeconómica y cultural de sus
habitantes, la que es, sin embargo, la situación de las
periferias urbanas hispanoamericanas.
NOTAS
1. “Una noche, senté a la belleza en mis rodillas. Y la
encontré amarga”, en Una temporada en el Infierno, A.
Rimbaud.
2. Ver “Proyecto 30 casas mínimas en Valparaíso”, en acto
& forma nº2.
3. Purcell J. (2014). Visión de Valparaíso 1953-2011.
Fig. Pobladores asomándose por la ventana. Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso, p. 275.
30 acto & forma 3
“Es imprescindible considerar atentamente la fisionomía de nuestro país: esta peculiar y estrecha franja
de tierra de casi 5.000 km. de largo por un ancho promedio de 180. Piénsese por un momento, que esta
figura extremadamente larga y esbelta, la acota, por el Norte, un enorme desierto de una aridez portentosa.
Imagínese que por el Sur, a través de un mar proceloso, se clava en la Antártica, polo helado que abre y
dificulta a la vez el paso del Levante al Ocaso. Observemos que por el Este un enorme muro de altura mítica
y de un ancho igual o mayor al del país, le cierra el paso en toda su extensión. Y finalmente veamos que
por el Oeste, paralizada por la orilla, la mirada se extiende sin interrupción hasta la brumosa ilusión del
horizonte.” (Balcells, 2009, p.19)
En este encuentro abisal hacia el Pacífico es que Chile Chile se conforma físicamente como una franja frente
no puede mirar la lejanía del mar interior, la cordillera al mar, es decir, nuestro destino es marítimo (Purcell,
irrumpe y lleva la vista hacia una lejanía forzada en 2014). El eje Norte-Sur nos trae a presencia la longitud
lo alto. Nuestro país se encuentra atrapado entre el del país, mientras que el eje transversal Este-Oeste
Pacífico y la cordillera, la vista se nos escapa hacia la contiene una dimensión mayor, atravesar el continente
lejanía del océano y el cuerpo queda direccionado con o cruzar el Pacífico para tener una conectividad global
la Cordillera de los Andes como gran respaldo que no (Purcell, 2014).
nos permite mirar hacia el interior. Es tal esta complejidad de ciudad-puerto que Val-
Entonces, en Valparaíso mirar al mar es mirar al paraíso se desborda de sí mismo, y hay una relación
origen, es no desarraigarse de lo que nos ha entregado hacia las dimensiones mayores de conectividad del
todo, el mar nos ha regalado la tierra. Y esta relación territorio. El Aconcagua aparece como monumento
va más allá de la estética, se agranda el anfiteatro de del continente americano.
Valparaíso, hace aparecer el territorio, que va con lo Valparaíso es un embudo de grandes flujos entre el
intangible, con la condición poética del hombre que mar y los corredores bioceánicos, por lo que actual-
le hace subir a contemplar el mar para encontrar su mente está en una situación de doble borde hacia
origen y destino. ambos frentes: el Océano Pacífico y el Mar Interior. La
ciudad-puerto queda en una condición de punto de
inflexión entre el agua y la tierra, donde se hace más
Fig. Cruz, A., et al. (1971). Fundamentos de la Escuela de presente la dimensión de globalización al ser una
Arquitectura Universidad Católica de Valparaíso 1971. Santiago ciudad de doble frente. Sin embargo, Valparaíso sigue
de Chile: Escuela de Arquitectura UCV, p. 6. teniendo un borde que no contiene, que separa al agua
postgrado 33
“Cómo podría ser de otro modo en este singular país de singular figura donde las direcciones Este y Oeste
no caben en su interior. Nuestro poeta Huidobro no hacía broma cuando escribió:
Los cuatro puntos cardinales
son tres: el sur y el norte” (Balcells, 2009, p.21)
de la tierra. ¿Cómo la ciudad logra encontrarse con la Abertura para que en un borde circulable se pueda
ola y el mar? Hay una importancia en la orilla que abre dar continuidad a la realidad natural de lo longitudinal
la posibilidad de encontrarse con la naturaleza para en nuestro país, y un borde de permanencia con el cual
recrearse, congregando a la gente a los bordes, cerro encontrarse ante mar y océano para abrir Valparaíso
y mar, para mirarlo y percibirlo con el cuerpo, pero, en el eje transversal Este-Oeste.
¿qué dimensión le regala a la ciudad estos espacios Lo longitudinal es lo inevitable, y lo transversal es
para poder recrearse? América se descubre desde el lo ganado.
mar, y ahora América se abre hacia el mundo a través La Cruz del Sur en Amereida propone la cardinalidad
del mar, por lo que el borde nos regala la abertura para del continente que traza sus ejes.
acceder y contemplar (Purcell, 2014).
Al Sur está el Norte; que ya no se llama Norte ni Sur. La
Habitante del borde, Cruz del Sur se llama Ancla Polar. El Atlántico aporta su
En una ciudad que mira al borde, luz. El Pacífico es la aventura. Mientras que el trópico
Borde que conecta ciudades y las Antillas son el origen: entonces 1 ancla, 2 luz, 3
Para traer a presencia el destino del país, origen, 4 aventura. (Amereida volumen segundo, 1986).
Que a su vez es orilla del continente
Y frontera de lo global con lo propio, el mar interior. Norte-Sur, donde Norte representa el Origen, la
llegada de Cristóbal Colón a las Antillas, y Sur que se
Podemos ver que ante lo acotado de nuestro país, y vuelca en nuestro propio norte, por eso es Ancla. En
la situación en la que nos encontramos, de estar aco- el eje Este-Oeste, el Este trae la Luz proveniente de
rralados y colgando ante el abismal Océano Pacífico, Europa, la inspiración de los originales que atraviesa
se nos hace necesario abrir el borde para relacionarnos América y se proyecta hacia el Oeste, lo desconocido
hacia el exterior. Eso es Valparaíso, una gran abertura y por lo tanto, la Aventura. Para que Valparaíso pueda
entre mar y tierra. recuperar su renombre como ciudad-puerto de la
cuenca del Pacífico, deberá abrirse transversalmente
considerando estas dimensiones en las cuales está
Fig. Purcell, J. (2014). Visión de Valparaíso: 1953-2011. contenido y atravesado, traer la Luz del Este y lanzarse
Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso, p. 92. a la Aventura.
ámbito acdémico 35
NOTA
Este texto corresponde a un trabajo desarrollado en la
asignatura Taller de Proyectos 3 del magíster Ciudad y
Territorio, durante el primer semestre de 2017.
FUENTES
VV. AA. (1967). Amereida. Santiago de Chile: Editorial
Cooperativa Lambda.
VV. AA. (1986). Amereida volumen II. Valparaíso: Talleres de
investigaciones Gráficas de la Escuela de Arquitectura de la
Universidad Católica de Valparaíso.
Balcells, J. (2009). Trece cachalotes o la dimensión poética de
un país. Valparaíso: Taller de Investigaciones Gráficas de la
Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV.
Cobos, M. T., et al. (1999). Cartografía histórica de Valparaíso.
Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso.
Cruz, A. (1956). “Estudio urbanístico para una población
obrera en Achupallas”. Anales de la Universidad Católica de
Valparaíso (1). Año 1954, p. 243-315.
Cruz, A., et al. (1971). Fundamentos de la Escuela de
Arquitectura Universidad Católica de Valparaíso 1971.
Santiago de Chile: Escuela de Arquitectura UCV.
Márquez, J. (2013). Senderos en el bosque urbano. Santiago
de Chile: ARQ ediciones.
Fig. VV. AA. (1967). Amereida. Santiago de Chile: Editorial Purcell, J. (2014). Visión de Valparaíso: 1953-2011.
Cooperativa Lambda, p. 35. Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso.
36 acto & forma 3
Tour
josé vial a. por esta imprevista visita. Pero todo tiende hoy a que
Carta fechada el 22 de agosto de 1969. esa visita no constituya una eventualidad imprevista.
Archivo Histórico José Vial Armstrong, Escuela de Muy por el contrario.
Arquitectura y Diseño PUCV. Una fabulosa organización de grandes empresas,
dedican hoy millones de dólares a provocar el viaje,
a crear los incentivos y a “descubrir” los lugares que
motiven el desplazamiento de grandes masas hacia
el “Tour”, el cual devuelve generosamente las inver-
siones y acrecienta poderosamente las economías de
Desde Barón a Viña del Mar el camino no es propia- naciones aún productivamente fuertes. La magnitud
mente un ferrocarril, es una calzada y por esto formará del fenómeno del turismo es tal, que naciones como
con los años, una especie de agradable e higiénico Francia, Suiza, España, México, dependen decisivamente
paseo entre las dos ciudades, o más bien, entre los de los aportes de esta nueva industria. Así las cosas,
dos barrios más pintorescos del futuro Valparaíso: no es extraño constatar que se ha desencadenado una
el Almendral y Viña del Mar. 1 encarnizada competencia entre los países beneficiados,
para obtener los favores de esta corriente de inmigran-
tes transitorios. Es natura que para nosotros, alejados
Se puede decir que “tour”, en francés, quiere decir desde siempre de estas posibilidades, no apreciemos la
“vuelta”, un circuito que cierra su término en el mismo intensidad de esta lucha, y perdamos las proporciones
punto de partida. El Turismo, ha montado a partir de de nuestros propias reservas y potencialidades. Sin
esta característica, una actividad comercial que desde embargo, ante nuestros propios ojos se hace presente
un punto de vista económico, muchos la comparan con la versatilidad de esta importante competencia eco-
una industria: “la industria sin chimeneas”. nómica, en un momento en que nuestros vecinos se
Los medios de circulación, por efectos de la técnica, aprestan velozmente a crear focos de atracción que
han logrado independizarse gradualmente de los me- amenazan con dejarnos fuera del camino.
dios de propulsión “naturales, que antes implicaban un Basta echar una mirada a los planos de volumen de
buen grado de incertidumbre en cuanto a la duración tránsito desde Lima y desde Santiago, para comprender
de los viajes. Un buen ejemplo es la navegación a va- que si no media un esfuerzo inteligentemente coor-
por, que al sustituir a la vela, no dependió más de las dinado, dirigido a la explotación de nuestras posibi-
alternativas del viento, y abrió por primera vez a los lidades, quedaremos fuera de órbita del gran turismo
viajes transcontinentales, la certeza de un “itinerario” internacional, el cual, según los planes de desarrollo
fijo. Si a esto se agregan los sucesivos esfuerzos de la debe encontrar su centro básico en Valparaíso.
técnica contemporánea para alcanzar la conquista de Sin embargo, parece que nosotros, en vez de con-
la velocidad y la seguridad en el transporte, veremos centrar nuestro esfuerzo en esta coordinación, des-
reunidos los factores fundamentales que aseguran hoy echáramos nuestras propias experiencias nacionales y
la posibilidad de “darse una vuelta” —a un plazo fijo, nos abocáramos al esfuerzo contrario, la devastación.
velozmente y con seguridad— por el mundo. La ley creando el Casino de Invierno y los Consejos
¿Qué potencia es la que mueve a los hombres de hoy Regionales de Turismo, coincide con la ejecución de un
a emprender esta “vuelta”? Es difícil responder a esta proyecto de camino que a la par que nos trae el flujo
pregunta. Es un hecho, sin embargo, que hoy, toda ciudad turístico argentino, demuele prácticamente el 100% de
y toda región, por remota que sea, está expuesta a la nuestros balnearios y ciega las posibilidades futuras. Y
eventualidad de que su existencia sea convulsionada esto ocurre cuando —según testimonio de la prensa—
memoria 37
300.000 visitantes en dos meses de verano, nos están ¿Quién imaginaría que esa gran playa que prevé para
indicando que el gran flujo de turismo internacional Viña del Mar, y su propio balneario —“Miramar”— serían
hace sus primeros aprontes para ocupar nuestra ciudad. definitiva e implacablemente eliminados? Sin quererlo,
¿Vamos a limitarnos sólo a eso? ¿O intentaremos un y experimentando aquellas contradicciones que trae
salto de significación nacional que acoja una actividad aparejado todo proceso de crecimiento, hemos demolido
económica en gran escala y de inmensas posibilidades? valores insustituibles. Los pocos que hemos conservado,
Si todas nuestras esperanzas quedan centradas en el abriéndolos al uso, como Caleta Abarca, nos devuelven
Casino, querrá decir que hemos perdido toda pers- el ciento por uno en beneficios.
pectiva. Debemos recapitular que en 1969 estamos El Casino, hoy, debe ser visto como uno de tantos
disfrutando aún de un Viña del Mar planeado en 1874 factores para la ciudad; la ley de Turismo, persigue un
y del impulso constructor surgido de la llegada de casi fin mucho más amplio que el simple juego: la ciudad
50.000 habitantes que emigraban del terremoto de debe defender sus bienes naturales y sus reservas de
1906 desde Valparaíso. Las crónicas de 1913 revelan terrenos.
un plan preciso, exactamente aquel del cual hoy dis- La tarea, hoy, es más grande que la de antes: acoger
frutamos: “Ya veréis cómo llegan el Teatro Municipal, la competencia en el circuito internacional de turismo,
la Casa Consistorial, el gran balneario con su paseo acoger el turismo nacional, y abrir los bienes naturales
de un kilómetro de longitud, El Casino que imitará a a la propia vida de la ciudad. No debemos olvidar que,
Montecarlo”. Pero el tiempo ha pasado y una nueva a principios de siglo, se habilitó una ciudad completa
realidad de grandes magnitudes se está ofreciendo a a la recepción de la recreación.
nuestra iniciativa. ¿Qué hemos hecho desde entonces? Frente a la nueva tarea, no debemos olvidar que el
El gran sueño de Vicuña Mackenna, de que Valparaíso urbanismo, la construcción de la ciudad, será lo que
y Viña del Mar lleguen a ser una sola gran ciudad, se abrirá la puerta a las nuevas posibilidades.
cumple, pero el trazado ferroviario burla las expectativas Por eso, a nadie debe extrañarle que el Turismo sea
y su “agradable e higiénico paseo entre dos barrios” uno de los aspectos más importantes de la polémica
se constituye en un frente de ruinas de antiguas in- que sostiene la “Avenida del Mar” contra la “Vía Elevada”.
dustrias, de instalaciones en desuso, y un camino —la
avenida España— en un callejón que invita al olvido
de esa gran intuición.
José Vial A.
Viña del Mar, agosto 22 de 1969.
FUENTE
1. Vicuña Mackenna, B. (1877), De Valparaíso a Santiago:
datos, impresiones, noticias Episodios de viaje. Santiago:, Impr.
de la Librería del Mercurio, p. 18.
40 acto & forma 3
colofón
La presente edición de la revista acto & forma se terminó de imprimir en el mes de julio en los talleres de Ograma Impresores.
Para la composición de los textos se usó la fuente Libertad en sus distintas variantes. El interior fue impreso en High Brite
52 grs. y la portada en Hilado de 180 grs. Se usaron los pantones 206 U y Pantone Neutral Black U.
La imagen de portada es de Katherine Exss y corresponde a las baldosas de la plaza Victoria en Valparaíso.
Los versos al interior de la portada pertenecen al poema Amereida (VV. AA. Santiago de Chile: Editorial Cooperativa Lambda,
1967, p. 130).
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sólo entonces vemos abre o día ca-
be sol y noche y esta renovada aventura sin cuerpo ni paz