Termorregulacion en RN
Termorregulacion en RN
Termorregulacion en RN
TERMORREGULACIÓN NEONATAL
El cambio sustancial que significa para el feto pasar de un ambiente cálido, oscuro y confortable como es
el intrauterino- a otro luminoso, ruidoso y con una temperatura muy inferior, lo obliga a efectuar una rápida
adaptación a ese medio externo hostil.
Los seres vivos homeotermos tienen la capacidad de mantener una temperatura corporal estable por medio
de mecanismos que regulan las perdidas y la producción de calor.
El conocimiento de los factores que condicionan la pérdida de calor del organismo al medio ambiente y los
factores que condicionan la producción de calor en el organismo; nos permiten comprender, prevenir y
tratar adecuadamente los problemas de regulación de la temperatura en el neonato.
En el momento del nacimiento, el feto pasa de un ambiente de 37ºC a otro más frío.
Este enfriamiento de los receptores cutáneos, estimula el comienzo de la respiración, aumenta la secreción
de la hormona tiroidea y produce una vasoconstricción arteriolar y produce una vasoconstricción periférica,
por lo que disminuye el flujo de sangre de derecha a izquierda a través del foramen oval y el ductus
arterioso.
Estos hechos son beneficiosos y forman parte de la normal adaptación.
El recién nacido debe permanecer luego en un ambiente en el cual su temperatura se mantenga dentro de
los límites fisiológicos; entre 36 y 37ºC
Por otra parte, una de las primeras observaciones realizadas por quienes primero se ocuparon de los
problemas del recién nacido, fue la facilidad que este tenía para enfriarse. El hecho era especialmente
llamativo en los niños prematuros y de bajo peso. El Dr. Dubín a comienzos del siglo XX observó que los
prematuros de menos de 1500g que se enfriaban tenían una mortalidad significativamente alta.
Posteriormente el Dr. W Silverman en estudios controlados dejó establecida la importancia del ambiente
térmico en la sobrevida de los recién nacidos. De estas primeras observaciones surgió el uso de la
incubadora destinada a proporcionar al prematuro un ambiente térmico adecuado que lo aislara de las
variaciones de la temperatura ambiental. Estas medidas relativamente simples significaron probablemente
la más importante mejoría en la sobrevida de niños prematuros en la historia de la neonatología.
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Se define, como la temperatura ambiental en la que el recién nacido mantiene una temperatura corporal
normal, con un consumo de oxígeno mínimo; y es de gran importancia en términos de regular y controlar
la morbimortalidad.
El RNT normal no requiere de un ambiente térmico neutral y está preparado para mantener su temperatura
y desarrollarse adecuadamente en condiciones de temperatura ambiental que están por debajo de este rango.
Sin embargo en las primeras horas de vida requiere tener una temperatura ambiental de alrededor de 27 a
28 C°. Posteriormente este logra mantener una temperatura estable en ambientes con una temperatura
ambiental de alrededor de 24 a 25°. En el caso del RNT enfermo, este debe ser cuidado en un ambiente
térmico neutral.
En el manejo del ambiente térmico hay que considerar siempre los siguientes factores:
Por parte del recién nacido:
▪ Edad gestacional
▪ Peso
▪ Edad postnatal
▪ Vestimenta
▪ Si está enfermo
El ambiente térmico adecuado y en especial el ATN varían con todos estos factores. Debe tenerse en cuenta
la importancia de la vestimenta adecuada, la cual crea una capa aislante frente a las variaciones de la
temperatura ambiental.
Habitualmente se toma solo la temperatura ambiental. Pero es importante tener presente que también
influyen los otros factores recién mencionados, especialmente la temperatura de las superficies radiantes
que se encuentran cerca del RN.
Para el RNT normal, basta en las primeras horas de vida una temperatura ambiental de alrededor de 27 a
28° y luego en puerperio una temperatura de alrededor de 24°. En épocas muy calurosas es frecuente que
los RNT tengan alzas de temperatura por efectos del calor ambiental. Sin embargo, debe siempre tenerse
enguanta la influencia de las superficies radiantes y las corrientes de aire que pueden alterar el ambiente
térmico aun cuando la temperatura ambiental (del aire) sea aparentemente adecuada.
En el caso del prematuro, hay tablas de referencia que dan la temperatura a la que se debe colocar
inicialmente la incubadora para aproximarse al ATN considerando el peso, la edad gestacional y la edad
postnatal.
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La forma práctica de evaluar si el niño se encuentra en un ambiente térmico neutral es tomando su
temperatura axilar y verificando que esta se encuentra entre 36.5 y 37°C. La temperatura rectal no es un
buen indicador del ATN. La temperatura asolar es la primera que desciende frente a un ambiente frío debido
a la vasoconstricción de la piel. Cuando la temperatura rectal desciende, significa que los mecanismos de
defensa frente al frío han sido sobrepasados y se produce un descenso de la temperatura corporal con los
efectos negativos ella conlleva.
Además, trata de conservar calor por vasoconstricción periférica, curvándose para adoptar una postura
flexionada la cual reduce su área expuesta.
Estos hechos son beneficiosos y forman parte de la normal adaptación.
El recién nacido debe permanecer luego en un ambiente en el cual su temperatura se mantenga dentro de
los límites fisiológicos; entre 36º C a 37º C
La evaporación (22%) es la pérdida de calor que se observa cuando el agua se convierte en vapor. El
neonato está especialmente expuesto a perder calor por evaporación inmediatamente después del
nacimiento (cuando está mojado por el líquido amniótico) y durante los baños; debido a ello, es muy
importante secar bien a los neonatos.
Las pérdidas por radiación (60%) se producen cuando el calor se transfiere de la superficie corporal caliente
a objetos y superficies más fríos que no están en contacto directo con el cuerpo. Las paredes de una
habitación o de una incubadora son causas potenciales de pérdida de calor por radiación, aun cuando la
temperatura ambiente de la incubadora se sitúe dentro del intervalo térmico neutro para ese lactante. La
colocación de objetos fríos (como hielo para los gases sanguíneos) dentro de la incubadora o cerca del
lactante en el calefactor radiante incrementa las pérdidas por radiación. Se reducen envolviendo al neonato
con toallas precalentadas.
En conclusión, la labilidad térmica del recién nacido se debe principalmente a que este tiene mayores
pérdidas de calor y en menor grado a las limitaciones en la producción de calor especialmente en las
primeras horas de vida. Todos estos factores aumentan en el prematuro proporcionalmente al grado de su
bajo peso y prematurez.
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Así como el recién nacido tiene facilidad para enfriarse en ambientes fríos, también tiene mayor facilidad
para absorber calor en ambientes cálidos. El principal mecanismo de defensa en estos casos es la
sudoración. Esta función está limitada en el recién nacido a término y más en el prematuro por inmadurez
de las glándulas sudoríparas. De tal manera que estos tienen también dificultad para mantener su
temperatura en ambientes cálidos y por ende mayor riesgo de que suba su temperatura corporal en estas
situaciones.
EL MANEJO DEL AMBIENTE TÉRMICO DEL RECIÉN NACIDO.
El buen manejo del ambiente térmico es un aspecto fundamental en el cuidado del recién nacido,
especialmente del prematuro.
En el caso de un niño que nace con problema o que es prematuro, es de regla atenderlo bajo un calefactor
radiante, con lo cual el niño no se enfriará y podrá ser evaluado y tratado sin necesidad que esté totalmente
cubierto.
En todos los casos de alteración de la temperatura debe efectuarse un seguimiento del RN controlando su
temperatura axilar cada media a una hora hasta que ésta se estabilice y evaluando las condiciones clínicas
de éste.