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Esto Es Puro Marketing
Esto Es Puro Marketing
Esto Es Puro Marketing
Mala fama. Esto es lo que lamentablemente indica la normalización de la frase “es puro marketing” en
nuestros diálogos cotidianos. Fama seguramente ganada en buena ley, a juicio del cliente insatisfecho
tras alguna (nueva) experiencia alejada de sus expectativas. Un sinnúmero de promesas incumplidas
por tantas empresas a más que tantos clientes, no ha hecho más que nublar el entendimiento que existe
sobre el Marketing. Promesas fallidas que, afortunadamente para muchas empresas, como indicara el
estudio realizado por el ESE Business School y BBK Group en marzo de 2022, el 59% de los clientes
perdonan.
Sin embargo, esta frase estigmatizante puede que para muchos sea una puñalada. Porque cuando se
logra visualizar el tremendo impacto que tiene en el negocio una gestión consistente de la estrategia
comercial, surge como una necesidad imperiosa el compartir algunas herramientas complementarias a
los marcos metodológicos existentes. Todo esto con la finalidad de ponerlas al servicio de lo que ya en
el siglo pasado Peter F. Drucker definía como el único propósito de negocio válido: mejorar el valor
entregado a los clientes, para que nos elijan una y otra vez.
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Figura 1 – Esquema conceptual de la estrategia comercial del profesor Robert J. Dolan
Es indudable que las empresas necesitan contar con una metodología que les facilite el ordenar las
piezas y partes del rompecabezas de la gestión comercial. Sin embargo, a pesar de que el modelo
clarifica los elementos y la secuencia correcta de la estrategia de Marketing, la misma deja abiertos
espacios de incertidumbre relativos a cómo diagnosticar las definiciones que hechas para cada una de
las variables de la estrategia.
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o Existencia de una priorización de los segmentos de clientes y definición de segmento/s
objetivo (Targeting).
o Existencia, entendimiento y valoración de una promesa explícita de la empresa al
segmento objetivo (Posicionamiento).
• Ámbito de materialización de la propuesta de valor: la capacidad de la empresa de cumplir o
superar las expectativas de los clientes a partir de su portafolios de productos y/o servicios,
sus canales de venta, sus formas de comunicación con los clientes (tanto publicitaria como
relacional)
• Ámbito de la captura de valor: la capacidad de fijar precios por parte de la empresa en el
mercado y maximizar su captura de valor.
• Ámbito del sostenimiento de valor: la capacidad de la empresa de gestionar la experiencia de
sus clientes, tanto facilitando sus decisiones de compra (adquisición) como entendiendo,
midiendo y gestionando las palancas de satisfacción de los clientes, con la finalidad de
estimularlos a volver a comprar y recomendar su experiencia (fidelización).
A partir de frases que describen una situación ideal de cada aspecto evaluado de la estrategia comercial,
y utilizando la escala de Likert con evaluaciones de 1 a 5, se genera en primer término un diagnóstico
priorizado en dos ejes: 1) Áreas de fortaleza de la organización; y 2) Necesidad de cambio para la
organización. Este diagnóstico priorizado se vuelca en una matriz de cuatro cuadrantes, que identifica
las áreas de mayor y menor fortaleza, en sintonía con aquellas de mayor y menor necesidad de cambio:
1. Mejora Estratégica: áreas de alta fortaleza y necesidad de cambio.
2. Mejora Continua: áreas de alta fortaleza y baja necesidad de cambio.
3. Mejora Deseable: áreas de baja fortaleza y necesidad de cambio.
4. Mejora Urgente: áreas de baja fortaleza y alta necesidad de cambio.
Este diagnóstico priorizado se complementa con la evaluación de otros dos aspectos fundamentales
para cualquier organización: 1) Impacto de realizar un cambio; y 2) Facilidad de realizar un cambio.
Nuevamente, empleando la escala de Likert, los ejecutivos determinan a través de este análisis una
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matriz de implementación de las iniciativas de mejora de la estrategia comercial, identificando otros
cuatro cuadrantes producto de esta matriz:
1. Iniciativas Estratégicas: aquellas que tendrían un alto impacto pero que requerirían un alto
esfuerzo.
2. Iniciativas Clave: aquellas que tendrían un alto impacto y que requerirían un bajo esfuerzo.
3. Iniciativas al Alcance: aquellas que tendrían un bajo impacto pero que requerirían un bajo
esfuerzo.
4. Iniciativas no prioritarias: aquellas que tendrían un bajo impacto y que además requerirían un
alto esfuerzo.
Figura 3 – Matriz de priorización de iniciativas
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La figura ejemplificada en el diamante #1,
indicaría que la organización evalúa su
situación estratégica por debajo de sus
capacidades de creación, captura y
sostenimiento de valor actuales. Una situación
como esta podría implicar que existen factores
en el entorno competitivo que no están siendo
incorporados en la propuesta de valor del
negocio, abriendo interrogantes a mediano
plazo.
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Una estrategia de Marketing ganadora
Indudablemente, el gran desafío es lograr
diseñar e implementar una estrategia de
Marketing ganadora, que sea balanceada y
robusta en sus cuatro vectores. Cualquier
organización que se precie de cautivar a los
clientes al punto de desarrollar verdaderos
promotores de su marca, deberá asumir el
desafío permanente de sostener altos niveles de
gestión en todos los elementos de la estrategia
comercial integrada.
Un desafío que de la mano de la digitalización
puede ser aún mayor. Como lo indicara el padre del Marketing moderno, Philip Kotler, en su libro
Marketing 4.0 (Wiley, 2017), la estrategia de marketing tradicional y el marketing digital están llamados
a coexistir con roles que se combinan a lo largo del viaje del cliente. El marketing tradicional juega un
rol central en la construcción estratégica y el desarrollo del conocimiento e interés por una marca. A
medida que las interacciones avanzan y que los clientes demandan relaciones más cercanas con las
empresas, las herramientas de marketing digital aumentan su importancia, fundamentalmente para
impulsar la acción y la recomendación. La esencia está en la capacidad de reconocer estos nuevos roles
complementarios, y alternarlos adecuadamente para construir la fidelidad y la recomendación de los
clientes. Algo que sólo se logra entendiendo y gestionando todos los ámbitos del más puro marketing.
Ese que permite crear, capturar y sostener el valor en el tiempo.