Jesus">
María
María
María
146 idiomas
Artículo
Discusión
Leer
Editar
Ver historial
Herramientas
María de Nazaret
María rezando, por Sassoferrato
Nombre en
ܡܪܝܡ
arameo
Nombre en
מרים
hebreo
Residencia Nazaret
Etnia Judía
Religión Judaísmo
Información religiosa
Títulos y
reconocimientos[mostrar]
El Evangelio de Lucas es el que más datos da sobre María, al desarrollar con más
detalle los temas de la infancia de Jesús, algunos de los cuales se amplían más
abajo: la Anunciación, la Visita a Isabel, el Nacimiento de Jesús, la Presentación
de Jesús en el Templo (aquí el anciano Simeón le profetiza: «a ti misma una
espada te atravesará el corazón»,38 aludiendo al dolor de María durante la Pasión
de su Hijo) y la pérdida de Jesús y su hallazgo en el templo. También es el autor
de este evangelio quien dice que María conservaba estas cosas y las meditaba en
su corazón.39 En el Evangelio de Juan, Jesús hace su primer milagro a petición de
ella, en Caná. Y en la cruz, la entrega como madre al "discípulo amado", y él es
entregado a María como hijo (por estos hechos, las teologías católica y ortodoxa
destacan la intercesión de María ante su Hijo; y la proclamación simbólica de
María como «Madre de la Iglesia», es decir, «de todos los cristianos», figurados en
la persona del discípulo amado). También se la menciona brevemente en
los Hechos de los Apóstoles9como miembro de la familia de Jesús en la
comunidad cristiana primitiva.
Fuera de la Biblia canónica, un evangelio apócrifo denominado Protoevangelio de
Santiago contiene un extenso relato sobre los orígenes y la vida de María que ha
sido aceptada en gran parte por la tradición cristiana.404Por ejemplo, de ahí se
tomó el llamar Joaquín y Ana a los progenitores de María.
Familia[editar]
Artículo principal: Hermanos de Jesús
En el Nuevo Testamento, algunos pasajes mencionan a los hermanos de Jesús.
En concreto, se mencionan dos veces en el Evangelio de Mateo,5 dos en
el Evangelio de Marcos,6 una en el Evangelio de Lucas7 y dos en el Evangelio de
Juan,8 así como una vez en los Hechos de los Apóstoles9 y en dos epístolas
paulinas.10 La interpretación de si estos hermanos eran hijos de María y de José,
solo de José de un matrimonio anterior, o primos de Jesús, hijos de la hermana de
María divide a las distintas iglesias cristianas.
La Iglesia católica, la mayoría de
los anglicanos, luteranos, metodistas y reformados, siguiendo a Jerónimo, afirman
que los "hermanos" de Jesús eran en realidad sus primos, hijos de una hermana
de María que a veces se identifica como María de Cleofás. Así no solo María sino
también José serían vírgenes.41 El argumento de Jerónimo se basa en que en
el idioma arameo y así también en el hebreo no existe un término para
indicar primo o un familiar cercano,42 lo que llevó a que los traductores al griego de
la Biblia de los Setenta, tradujesen cada término hebreo "hermano" ( )בןa ἄδελφος,
incluso cuando este término designaba a parientes incluso no muy cercanos; así,
se comprende entonces que Asaía tuviera “doscientos veinte hermanos”.43nota 7
La Iglesia ortodoxa y otras Iglesias orientales, siguiendo a Eusebio y Epifanio, que
a su vez se basaban en el Protoevangelio de Santiago, afirman que estos
"hermanos" eran hijos de José de un matrimonio anterior.4445Por ello en el arte
cristiano (no solo en el ortodoxo) se suele representar a José como un hombre
mucho mayor que María.41
Las denominaciones protestantes que no creen en la perpetua virginidad de María
siguiendo a Helvidio afirman que los hermanos de Jesús eran hijos carnales de
José y María, basando su argumentación en que en griego no hay ambigüedad
posible entre las palabras "hermanos" (adelphoi), que es la que utilizan tanto
Pablo de Tarso como los evangelios, y "primos".41
Matrimonio de María y José[editar]
Los evangelios de Mateo y Lucas hacen aparecer a María cuando narran
la concepción de Jesús, afirmando que era prometida de José de Nazaret,
carpintero.
El Evangelio de Lucas dedica dos capítulos a la concepción e infancia de Jesús.
Es en Lucas también donde María es llamada "bendita entre todas las mujeres",
"madre del Señor" y "llena de gracia" o "muy favorecida" según las traducciones.
Esta última expresión en el griego original es κεχαριτωμένη, que se
lee kecharito̱ méni̱ y que es participio perfecto pasivo de χαριτον (chariton). En las
versiones protestantes de la Biblia se traduce como "muy favorecida", mientras
que en las católicas se suele traducir como "llena de gracia" siguiendo el "gratia
plena" de la Vulgata. La Nueva Biblia de Jerusalén, por ejemplo, afirma que este
saludo en forma literal significa: "tú que has estado y sigues estando llena del
favor divino".46 Esto se debe a que en griego un verbo factitivo como χαριτόω en
perfecto indica completamiento del acto que indica el verbo.
Según la tradición judía de aquel momento, los jóvenes varones se desposaban
entre los dieciocho y veinticuatro años, mientras que las jóvenes mujeres a partir
de los doce años eran consideradas doncellas (na'arah); a partir de esa edad
podían desposarse. El matrimonio judío tenía dos momentos, desposorio y
matrimonio propiamente dicho: el primero era celebrado en la casa de la novia y
traía consigo acuerdos y obligaciones, aunque la vida en común era posterior. Si
la novia no había estado casada antes se esperaba un año después del
desposorio para llegar a la segunda parte, el matrimonio propiamente dicho,
donde el novio llevaba solemnemente a la novia desde la casa de sus padres a la
de él.
Anunciación[editar]
María y Jesús en Nazaret, por el
estadounidense William Hole.
Artículo principal: Anunciación
El autor de este evangelio resalta las reacciones de María ante las revelaciones
divinas: su turbación47 y su dificultad,48 al igual que posteriormente la mostrará
asombrada ante el oráculo de Simeón49 e incapaz de comprender la palabra de
Jesús en el templo.50
Tras la Anunciación, cuando el proyecto inicial de vida de María parece
trastocarse, comienza una secuencia de riesgos y de inseguridades señalada por
los evangelios de Lucas y de Mateo.51 La primera inseguridad se presenta en
relación con el origen de su concepción. En efecto, la incertidumbre parece atacar
el corazón de su prometido José, y lo conduce a su intención de repudiar a María
en secreto para no ponerla en evidencia.52 Así lo tiene planificado José cuando
Dios le hace conocer sus designios por un sueño: «José, hijo de David, no temas
tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo.
Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su
pueblo de sus pecados.»53 A partir de entonces, José coparticipa de los riesgos
que se presentan en la vida de María, como se detalla más adelante.
Visita de María a Isabel[editar]
Artículo principal: Visitación
Según el Evangelio de Lucas, María, ya embarazada, visita luego a su
prima Isabel, ya que el ángel Gabriel le había anunciado que también ella, aunque
ya anciana, estaba encinta. El destino de María es una población de la montaña
de Judea, cuyo nombre no se explicita, pero que una tradición, recogida por los
primeros peregrinos cristianos, identifica con la actual Ain Karim a seis kilómetros
y medio al oeste de Jerusalén.
Al llegar María, el evangelio narra que el niño que tenía Isabel en su vientre dio un
salto, que fue interpretado como de alegría. Isabel saludó a María como la "Madre
de su Señor"54 y la alabó. María respondió con un canto de alabanza, ahora
llamado "Magnificat",55 inspirado en el cántico de Ana del Primer Libro de
Samuel,56 en varios salmos y en otros pasajes del Antiguo Testamento. El
"Magnificat" incluye un texto que se interpreta como una profecía: "Todas las
generaciones me llamarán bienaventurada".57 La "Anunciación" y el "Magnificat"
son los dos pasajes de los evangelios canónicos en que María expresa
verbalmente con más detalle su pensamiento,58 tal como los concebían los autores
de los mismos y las comunidades para los que fueron escritos.59
Nacimiento de Jesús[editar]
Artículo principal: Natividad
Al definir este dogma, Pío XII no hizo más que definir solemnemente lo que los
fieles siempre habían creído, es decir que la carne de la mujer que había dado
carne al Hijo de Dios escapó a la corrupción de la carne humana. Las
confesiones protestantes niegan esta proposición.
María en la Reforma[editar]
Artículo principal: Perspectivas protestantes sobre la Virgen María
Postura de los reformadores[editar]
Los primeros líderes protestantes, incluido el fundador de la Iglesia
luterana, Martín Lutero,93 y el teólogo reformado Ulrico Zuinglio,94 sostenían la
perpetua virgnidad de María, de la misma manera John Wesley,95 uno de los
fundadores del metodismo. Juan Calvino también creía que era posible que
María permaneciera virgen, pero creía que la evidencia bíblica no era
concluyente.96 El resto de las demás denominaciones protestantes no creen en
la perpetua virginidad de María.
Martín Lutero dijo entre otras cosas:
María es la Madre de Jesús y Madre de todos nosotros aunque Cristo solamente fue
quien reposó en su regazo... Si Él es nuestro, debiéramos estar en su lugar; ya que
donde Él está debemos estar también nosotros y todo lo que Él tiene debe ser nuestro, y
su madre es también nuestra madre.
Sermón, Navidad, 1529
(Ella es) la mujer más encumbrada y la joya más noble de la cristiandad después de
Cristo... ella es la nobleza, sabiduría y santidad personificadas. Nunca podremos
honrarla lo suficiente. Aun cuando ese honor y alabanza debe serle dado en un modo
que no falte a Cristo ni a las Escrituras.
Sermón, Navidad 1531
Otra importante figura del Protestantismo, Juan Calvino, escribió sobre este
punto:
Helvidius mostró excesiva ignorancia al concluir que María debe haber tenido muchos
hijos porque el término "hermanos" de Cristo es mencionado varias veces"
Harmony of Matthew, Mark & Luke, sec. 39 (Geneva, 1562), vol. 2 / From Calvin's
Commentaries, tr. William Pringle, Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1949, p.215; on
Matthew 13:55
(Sobre Mateo 1,25): La deducción que él [Helvidius] hizo, de que María no permaneció
virgen más que hasta su primer parto, y que después tuvo otros hijos de su esposo...
Ninguna justa y sólidamente fundada inferencia puede ser lograda a partir de esas
palabras... como que tomara lugar después del nacimiento de Cristo. El es llamado el
"Primogénito"; pero por el solo propósito de informarnos que nació de una virgen... lo
que ocurrió después no nos es informado por los historiadores... nadie podrá sostener
este argumento obstinadamente, excepto por un extremo apego a las disputas.
Pringle, ibid., vol. I, p. 107
Desarrollo posterior[editar]
Las iglesias surgidas de la Reforma, conocidas como protestantes, rechazan
por lo general la veneración e invocación de los santos. Comparten con el
resto del cristianismo la creencia de que María es la madre de Jesús y "bendita
entre las mujeres" pero no están de acuerdo con que María sea venerada; si
bien se la considera un ejemplo sobresaliente de una vida dedicada a Dios.
Por ello, los teólogos reformados, tienden a no aceptar ciertas doctrinas de la
Iglesia católica, como la de la Inmaculada Concepción, es decir que María fue
preservada del pecado original. El teólogo Karl Barth escribió al respecto: "la
herejía de la Iglesia católica es su mariología".97
Si bien, como se cita más arriba, algunos de los primeros reformados
veneraban a María,98 también es cierto que esta práctica pronto cayó en
desuso, y, a partir de 1532, Lutero dejó de celebrar la fiesta de la Asunción de
María y tampoco volvió a sostener la creencia en la Inmaculada Concepción.99
Juan Calvino, aunque elogioso respecto de María,102 rechazó firmemente la
noción de que María puede interceder entre Cristo y el ser humano.103
Después del Concilio de Trento en el siglo XVI, cuando la veneración mariana
se asoció con los católicos, el interés de los protestantes por la figura de María
disminuyó y los pocos elementos de la antigua veneración de la Virgen
prácticamente desparecieron.
En el siglo XX, algunos protestantes reaccionaron fuertemente contra la
proclamación del dogma católico de la Asunción de María. Sin embargo, desde
mediados de los años 1960, con el Concilio Vaticano II y experiencias
ecuménicas como la de Taizé, los protestantes comenzaron a mostrar interés
en los temas marianos. No obstante, la mayoría de los protestantes no está de
acuerdo con la veneración mariana y algunos la ven como un desafío a
la autoridad de las Escrituras.
María en la Comunión anglicana[editar]
Las diversas iglesias que forman la Comunión anglicana y el Movimiento
Anglicano de Continuación tienen diferentes puntos de vista sobre las
doctrinas marianas y las prácticas cultuales relacionadas con ellas, dado que
no hay una sola iglesia con autoridad universal dentro de la Comunión y que la
iglesia madre (la Iglesia de Inglaterra) se entiende a sí misma a la vez como
"católica" (en su acepción original) y "reformada". Así, a diferencia de las
iglesias protestantes en general, la Comunión anglicana incluye segmentos
que aún conservan la veneración a la Virgen María.104105
La posición especial de María dentro del propósito de salvación de Dios como
"portadora de Dios" es reconocida de varias maneras por algunos cristianos
anglicanos.106 Todas las iglesias miembros de la Comunión Anglicana afirman
en los credos históricos que Jesús nació de la Virgen María y celebran las
fiestas de la Presentación de Cristo en el Templo, y la que en los libros de
oraciones más antiguos se denomina Purificación de la Santísima Virgen
María el 2 de febrero. La Anunciación de Nuestro Señor a la Santísima
Virgen el 25 de marzo fue, desde antes de la época de Beda hasta el
siglo XVIII, el día de Año Nuevo en Inglaterra. La Anunciación se llama
"Anunciación de Nuestra Señora" en el Libro de Oración Común de 1662. Los
anglicanos también celebran en la Visitación de la Santísima Virgen el 31 de
mayo, aunque en algunas regiones se mantiene la fecha tradicional del 2 de
julio. La fiesta de Santa María la Virgen se celebra el día tradicional de
la Asunción, el 15 de agosto. La Natividad de la Santísima Virgen se celebra el
8 de septiembre.105 La mayoría de los anglocatólicos creen en la Asunción de
María, pero los anglicanos moderados la consideran una opinión piadosa. Los
anglicanos de mentalidad protestante rechazan la celebración de estas
fiestas.105
Las oraciones y las prácticas de culto mariano varían en el seno de la
Comunión anglicana. Por ejemplo, a partir del siglo XIX, los anglo-católicos
rezan con frecuencia el Rosario, el Ángelus, el Regina caeli y otras oraciones e
himnos que honran a María y recuerdan las prácticas católicas.107 Además, los
anglicanos de la conocida como «alta iglesia» abrazan doctrinas y prácticas
que están más cerca de las de los católicos, por lo que conservan la
veneración por María, como las peregrinaciones anglicanas oficiales a Nuestra
Señora de Lourdes, que han tenido lugar desde 1963, y las peregrinaciones
a Nuestra Señora de Walsingham, que han tenido lugar desde hace cientos de
años.108 Por el contrario, los anglicanos de la llamada «iglesia baja» rara vez
invocan a la Virgen excepto en ciertos himnos, como la segunda estrofa de Ye
Watchers y en el Ye Holy Ones.106109
La Sociedad Anglicana de María se formó en 1931 y mantiene capítulos en
muchos países. El propósito de la sociedad es fomentar la devoción a María
entre los anglicanos.105110
Históricamente, ha habido suficientes puntos en común entre católicos y
anglicanos sobre cuestiones marianas que, en 2005, se produjo una
declaración conjunta de la ARCIC (Comisión Internacional Anglicano-Católica)
titulada: «María: gracia y esperanza en Cristo». Este documento, conocido
informalmente como la "Declaración de Seattle", no está respaldado
formalmente ni por la Iglesia católica ni por la Comunión anglicana, pero sus
autores lo ven como el comienzo de una comprensión conjunta de María. Una
de las conclusiones del mismo es que "es imposible ser fieles a las Escrituras
sin prestar la atención debida a María".105111
Profundizando el acercamiento anterior, el 24 de septiembre de 2008, el
arzobispo de Canterbury y primado de la Comunión anglicana Rowan
Williams peregrinó al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes para honrar a
la Inmaculada Concepción, predicando ante 20.000 personas en la Eucaristía
Internacional.112
Apariciones marianas[editar]
Véase también: Aparición mariana
Según la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa[cita requerida] y la Iglesia copta[cita requerida],
es posible que María y los santos puedan comunicarse privadamente con los
hombres. Los mensajes revelados a los videntes son considerados por la
Iglesia como revelaciones privadas (mensajes que pueden ayudar a la
salvación). Sin embargo, aunque la Iglesia católica llegue a aprobar una
aparición como auténtica manifestación sobrenatural y diga que los mensajes
están de acuerdo con la doctrina y tradición cristiana, estas revelaciones no
son consideradas como una verdad de fe, lo que deja en libertad a los
creyentes de aceptarlas o no. Las apariciones de María son indicadas en la
teología católica con el término mariofanías.
La historia del catolicismo recuerda numerosas apariciones, de las cuales solo
algunas han sido aprobadas oficialmente. Entre las más conocidas podemos
citar: del Pilar (España, 40 DC), Guadalupe —Reina de la Hispanidad—
(España, siglo XIII, y venerada en México, 1531), Coromoto (Venezuela,
1652), de la Medalla Milagrosa (Francia, 1830), Lourdes (Francia,
1858), Campinas (Brasil, 1930) y Fátima (Portugal, 1917); la que se refiere
a Medjugorje (Bosnia y Herzegovina, 1981), todavía es objeto de estudio por
parte de la Santa Sede.113
Estos fenómenos no han ocurrido solo en el catolicismo. Durante la historia de
casi todos los países de la cristiandad ortodoxa, tales apariciones se
manifestaron en gran número con la consiguiente construcción de santuarios.
[cita requerida]
Algunas de esas apariciones se reflejaron en los calendarios
litúrgicos de las iglesias ortodoxas (véase Protección de la Madre de Dios).
Oraciones marianas[editar]
La oración mariana de más antigüedad conocida es el Sub tuum
praesidium (español: Bajo tu protección o amparo).
Texto griego Texto en latín Traducción
Ὑπὸ τὴν σὴν
Sub tuum praesidium Bajo tu amparo nos
εὐσπλαγχνίαν,
confugimus, acogemos,,
καταφεύγομεν,
sancta Dei Genitrix. Santa Madre de Dios
Θεοτόκε.
Nostras deprecationes no deseches las súplicas
Τὰς ἡμῶν ἱκεσίας,
ne despicias que te dirigimos
μὴ παρίδῃς ἐν
in necessitatibus, en nuestras necesidades;
περιστάσει,
sed a periculis cunctis antes bien, líbranos
ἀλλ᾽ ἐκ κινδύνων
libera nos semper, siempre de todo peligro,
λύτρωσαι ἡμᾶς,
Virgo gloriosa et Oh Virgen gloriosa y
μόνη Ἁγνή, μόνη
benedicta bendita
εὐλογημένη.