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Temas para La Segunda Parcial de Problemáticas Sociales
Temas para La Segunda Parcial de Problemáticas Sociales
Temas para La Segunda Parcial de Problemáticas Sociales
- Cultura
De los últimos tres sólo lo que compete al sistema de DDHH es decir a la protección de los
DDHH (su importancia sobre todo, todo lo que hablamos en clase)
Evolución histórica de los derechos humanos Bien puede afirmarse que la historia de la especie
humana es la apasionante historia de la larga, y a veces trágica, lucha de hombres y mujeres
por lograr el pleno disfrute de sus derechos fundamentales, es decir, de aquellos que les
corresponden por el simple hecho de ser personas, miembros de la gran familia humana A
esos derechos los llamamos hoy día "derechos humanos" Su concepto, alcance y protección,
como lo veremos después, se ha ido ampliando cada vez más, como resultado de esa
aspiración universal que en diferentes épocas y latitudes ha conducido a todos los pueblos de
la tierra a participar en la maravillosa aventura del espíritu de lograr su reconocimiento y
respeto
• En efecto, los derechos humanos se han tornado parcialmente efectivos sólo a fines
del siglo xx, siendo su inserción producto de las secuelas de violencia generalizada y en
forma concomitante del apoyo creciente en nuestras sociedades a un ideario universal
de justicia y rendición de cuentas. Fue entonces cuando los derechos humanos
pasaron de ser un mero registro formal para cobrar densidad en el imaginario de
sectores amplios de la población en torno a la lucha contra las dictaduras dentro y
fuera del territorio nacional, así como durante las transiciones democráticas y las
disputas entre movimientos sociales y élites políticas, intelectuales y económicas,
hasta su fluctuante definición en nuevas normativas y arreglos institucionales.
• Además, de manera creciente, distintos países han reconocido el estatus legal
preferencial de los pactos que han suscrito y ratificado, por ejemplo, al jerarquizar la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (de 1969, con un protocolo adicional
sobre derechos económicos y sociales), reconociéndola como fuente de obligaciones
dentro de los estados. Sin embargo, aun en la actualidad, el efectivo anclaje de los
derechos humanos no está asegurado y dista de ser pleno y efectivo
• ORGANIZACIONES EN PARAGUAY:
• Ambientalistas
• La Red Agroecológica.
• Mercadito Campesino
Campesinas
Cultiva Paraguay
• Diversidad
La Mansión 108 .
PANAMBI
Somos Gay
Indígenas
Uno de los ejes que nos permite analizar la relación entre democracia y movimientos sociales
tiene que ver con la construcción de derechos y prácticas ciudadanas. Partimos de que la
ciudadanía es algo más que una sumatoria de prerrogativas que se han ido acumulando desde
del siglo XVIII en los rubros civiles (dentro del plano individual), políticos (referidos
fundamentalmente a la capacidad de votar y ser votado), y sociales (que incluyen “un mínimo
de bienestar económico” y el “vivir la vida de un ser civilizado conforme a estándares
predominantes en la sociedad”) (Marshall, 1998: 22-23),
Desde tal perspectiva, interesa constatar su presencia en diversas formas de protesta que se
han desplegado en América Latina durante los últimos años, con la idea de contribuir a una
reflexión conceptual en la que debe profundizarse, para dar cuenta de la dualidad que parece
acompañar a las luchas sociales en la región: por un lado su principal meta continúa siendo la
mejora de las condiciones de vida de núcleos de población severamente afectados por la
brutalidad de la nueva ola del capitalismo salvaje, y por el otro, ha emergido en el escenario un
objetivo complementario centrado en la creación de nuevas formas de gestión social, que
apuntan hacia la modificación de las instituciones del Estado alrededor de una práctica
ciudadana que no se restringe a votar y ser votado
La revisión del contexto en el que resurge la noción de ciudadanía como parte del repertorio
de los movimientos sociales nos da también la pauta para examinar las características que
dicha noción presenta. Primero que nada, destaca el hecho de que la reivindicación ciudadana
viene asociada a la emergencia de movimientos pluriclasistas y multisectoriales, que se
conforman como tales no por definición intencional, sino como resultado de la simultaneidad
del ataque que genera el despliegue de la reestructuración neoliberal capitalista en la forma
salvaje a la que hacíamos referencia.
Pero más allá de la inestabilidad que genera, esta conflictividad refleja el cuestionamiento de
la legitimidad de gobiernos que acaban no representando a nadie (de allí la caída de varios de
ellos)4 . Las crisis de representación parecen extenderse por toda el área y al tiempo que las
agrupaciones estrictamente políticas (incluidos los partidos) dan cuenta de su incapacidad para
asumir el papel articulador que les corresponde, han aparecido en el horizonte movilizaciones
cuyos objetivos incluyen la creación de nuevas formas de gestión social, que no sólo pasan por
la organización de núcleos alternativos al mercado, sino también por la modificación de las
instituciones del Estado. Podría afirmarse que como contrapartida de este deterioro, ocurre un
empoderamiento de la sociedad, en la medida en que, a través de múltiples actores, se
ostenta como la legítima depositaria de los derechos de la colectividad. En este proceso se va
reformulando la noción de ciudadanía, desbordando los límites definidos por el liberalismo y
estableciendo nuevos contornos y nuevos contenidos. La emancipación por la que luchan no
es sólo política sino también personal, social y cultural. No plantean un rechazo de la política,
sino una ampliación de la misma más allá del marco liberal de la distinción entre Estado y
sociedad. (De Sousa, 2001)
Entre ellos se mantiene la vertiente electoral, pero sin que necesariamente se torne central,
pues los grupos y movimientos que ejercen esos derechos, lo hacen de nuevas maneras, sin
conducir a la fusión y desintegración de los movimientos de masas en las formas partidarias o
en los gobiernos que sustentan. Ello tampoco implica que los mecanismos asociados con las
elecciones tengan por fuerza que desaparecer; aun cuando haya razones de peso que explican
el desencanto con respecto a este ámbito de la política5 , lo que debe replantearse son sus
cimientos, más que sus manifestaciones y cualquier derecho vinculado con la democracia
incluso en su versión procedimental, sigue siendo irrenunciable
Los ciudadanos son personas con nombre y apellido a los que se reconoce individualmente. Sin
embargo, la ciudadanía como proyecto siempre ha catalizado aspiraciones sociales de
participación pública y para ello, ha exigido requisitos, ha otorgado derechos y ha delegado
responsabilidades que corresponden al tipo y correlación de fuerzas societales en los que se
sustenta. Eso es precisamente uno de los elementos que desde nuestro punto de vista articula
las luchas populares con las que ha arrancado el milenio en América Latina; por un lado apunta
a la apropiación de espacios ciudadanos tradicionales (es decir, en el sentido liberal del
término), pero por el otro lado está abriendo camino para ampliar los márgenes de la
participación social en la vida pública y para, eventualmente, modificar el tipo de requisitos, de
derechos y de responsabilidades que ello conlleva.