Este documento describe los principios éticos y valores fundamentales que guían la práctica del trabajo social. Estos incluyen el respeto por la autodeterminación de los clientes, la individualización del tratamiento, la confidencialidad, la responsabilidad profesional y el compromiso con la comunidad. El trabajo social se basa en normas como el secreto profesional, la honestidad, la eficiencia y el respeto hacia los clientes, colegas e instituciones.
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Este documento describe los principios éticos y valores fundamentales que guían la práctica del trabajo social. Estos incluyen el respeto por la autodeterminación de los clientes, la individualización del tratamiento, la confidencialidad, la responsabilidad profesional y el compromiso con la comunidad. El trabajo social se basa en normas como el secreto profesional, la honestidad, la eficiencia y el respeto hacia los clientes, colegas e instituciones.
Este documento describe los principios éticos y valores fundamentales que guían la práctica del trabajo social. Estos incluyen el respeto por la autodeterminación de los clientes, la individualización del tratamiento, la confidencialidad, la responsabilidad profesional y el compromiso con la comunidad. El trabajo social se basa en normas como el secreto profesional, la honestidad, la eficiencia y el respeto hacia los clientes, colegas e instituciones.
Este documento describe los principios éticos y valores fundamentales que guían la práctica del trabajo social. Estos incluyen el respeto por la autodeterminación de los clientes, la individualización del tratamiento, la confidencialidad, la responsabilidad profesional y el compromiso con la comunidad. El trabajo social se basa en normas como el secreto profesional, la honestidad, la eficiencia y el respeto hacia los clientes, colegas e instituciones.
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Filosofía, valores y principios del trabajo social: Ética Profesional
Ética profesional. La ética profesional se refiere a las normas que guían la conducta de los profesionales durante el ejercicio de su profesión. Estas normas incluyen actitudes y obligaciones hacia los individuos, los grupos y las comunidades a los que sirven, así como hacia otros profesionales, colegas, instituciones y la sociedad en general. La autodeterminación. Este principio se basa en el derecho del beneficiario a tomar sus propias decisiones. Implica la libertad para resolver problemas y actuar, sin imponer el criterio del Trabajador Social, sino más bien ofreciendo alternativas para que la persona pueda tomar decisiones por sí misma, motivarse a tomar acciones, evaluar sus capacidades y movilizarse. La individualización. Este principio se centra en el individuo como ser único, con experiencias, personalidad y sentimientos diferentes a los demás. En el trabajo social, su estudio involucra aspectos como la persona, su situación, problemas y entorno, con el fin de integrar elementos que den lugar a un enfoque único, lo que resultara en un diagnóstico y tratamiento individualizado. Aceptación y respeto. El trabajador social debe mostrar respeto hacia el ser humano, independientemente de su condición, clase, raza u otros aspectos. Se busca comprender la situación de la persona dentro de sus circunstancias para brindar la ayuda necesaria, incluso si no se comparten sus puntos de vistas o acciones previas. Secreto profesional. Este principio se refiere a la confidencialidad que debe mantener el trabajador social, discutiendo las confidencias únicamente con otros profesionales y solicitando autorización de la persona cuando sea estrictamente necesario para compartir la información con terceros. El trabajador social se compromete a ofrecer solo la información confidencial necesaria para brindar un buen servicio profesional. Eficiencia profesional. Este principio exige una serie de factores personales como la inteligencia, vocación, espíritu crítico, diligencia, hábitos de orden y organización, además del desarrollo de conocimientos y habilidades necesarios para ejercer el trabajo social de manera efectiva. Responsabilidad. Este principio implica no solo cumplir con los deberes hacia los beneficiarios, la institución y otros profesionales, sino también asumir una responsabilidad frente a la sociedad, la situación social actual y el futuro de la misma. Honradez profesional. Este principio implica ser franco, leal, valiente y digno. Esto impide engañar al beneficiario y busca las mejores posibilidades de solución para cada problema. Integridad personal. Se refiere al desarrollo armónico de todas las cualidades positivas y negativas del ser humano, como el desinterés y la corrección para ayudar en una causa justa. Las normas con relación a colegas y a otras profesionales. Este principio se refiere a reconocer la labor de otros profesionales y a no emitir juicios perjudiciales sobre su rendimiento salvo en casos necesarios y a través de los canales adecuados. También implica respetar las diferencias de opinión de los demás y asegurarse de que el comportamiento signifique apoyo en lugar de obstáculos para ellos. Normas para la relación con la institución. Este principio implica que al postularse para un cargo es importante proporcionar información veraz sobre uno mismo a la institución. También incluye la observancia de las normas de la organización, así como el conocimiento de leyes, normas y procedimientos pertinentes. Normas para la relación con otras instituciones. Estas relaciones deben basarse en el respeto mutuo, la rectitud y la franqueza. Es importante evitar competencias usando medios indecorosos y mantener relaciones directas, suministrando información estrictamente necesaria para abstenerse de proporcionar datos confidenciales que no hayan sido solicitados. Normas para la relación entre el trabajador social y la comunidad. Es deber del trabajador social llevar a cabo una labor preventiva y educativa de los servicios que presta. Debe preocuparse por los grandes problemas sociales y colaborar para establecer condiciones sociales que garanticen el máximo desarrollo del ser humano. Además, debe favorecer las iniciativas que busquen alcanzar este fin Normas en relación con la profesión. Es fundamental apoyar los esfuerzos de mejoramiento para elevar el nivel de la profesión. También se debe mantener la confianza pública en la profesión a través de la eficiencia e integridad profesional, defendiendo la profesión de ataques injustos y evaluando objetivamente las críticas para realizar las correcciones necesarias.
