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Tema 1 - Kerygma y Evangelización

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Tema 1: Kerygma y evangelización

1. Objetivo
Tomar conciencia que como testigos del Evangelio, de la experiencia personal del amor de Dios, estamos
llamados a anunciar con alegría el Reino de Dios a todos.

2. Introducción

Dios es quien se reveló a su pueblo desde el Antiguo Testamento, a través de sus elegidos que eran
portavoces de la preparación hacia una alianza nueva y eterna. Y este mensaje se personifica en el
mesianismo de su Unigénito, revelado a través de su mensajero a una joven mujer. Juan el Bautista
el último profeta del Antiguo Testamento fue quien lo proclamaba: «Detrás de mí viene el que es
más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias.(Marcos
1,7).

Jesús es el anunciador y también el anuncio, la Buena Noticia. Luego con la venida del Espíritu
Santo, su Iglesia asumirá esa misión evangelizadora hasta el final de los tiempos, en obediencia al
mandato de hacer a todos los pueblos discípulos suyos.

3. Mensaje central

4.1 Kerygma

Toda evangelización tiene como centro el Kerygma. La palabra griega "kerygma", utilizada en el
Nuevo Testamento para la difusión pública de una verdad o un mensaje recibido de Dios, en
realidad significa "proclamación"; se usaba para la proclamación en voz alta de algo
extremadamente importante, como los emperadores de la antigüedad a veces ordenaban en las
grandes plazas de las ciudades. El contenido de la proclamación y el comienzo de toda existencia
cristiana es: “Jesucristo como Señor" (2 Cor 4:5).

El kerigma de Cristo es el anuncio de la paternidad de Dios, es la instauración del Reino de Dios. Y


el kerigma de los apóstoles ayer, hoy y siempre es el anuncio de Jesucristo, con una invitación a la
conversión y a la fe en Él muerto y resucitado, salvador personal y de todos y señor de la historia.

Jesús no sólo anuncia el Reino de Dios sino que también es anuncio, es Kerygma, él mismo se ha
hecho mensaje del Padre para la humanidad. Nos lleva a la fuente, que estamos llamados a estar
en comunión con el Padre. Y nos revela que Dios ya estaba presente en toda persona, por tanto no
es un Dios lejano, distante.

Jn. 14, 1- ss. Jesús nos guarda un lugar en la Casa del Padre, nos prepara un lugar existencial, una
manera de relacionarnos con el Padre y que podemos hacerlo posible aquí y ahora con su Espíritu
(cohabitación).

El Kerygma es también experiencia. Anunciar el kerygma es generar encuentros con el Mesías, que
me lleva a conocerlo y tomar una decisión. Es también contenido experiencial: maneras de ver, de
actuar que da criterios de acción porque vive una experiencia transformadora. No son ideas
abstractas, es una experiencia sopesada y que da referentes concretos del Anuncio.

Dadas sus características y su fuerza virtual podemos decir que el primer anuncio o kerigma es
una concentración o síntesis viva de la fe cristiana que tiene la capacidad de generar la
primera fe y de renovarla a lo largo de la vida del cristiano.
El rol que juega el primer anuncio o kerigma en la vida cristiana podemos formularlo en tres
funciones.
● El primer anuncio es puerta de entrada normal en la experiencia cristiana (por eso decimos
que es primero);
● es fundamento permanente de toda la vida cristiana (por eso decimos que es principal) y
● es criterio de interpretación de la catequesis, la teología, la moral, de toda formación cristiana
y de toda renovación de la actividad evangelizadora de la Iglesia (cfr. EG 165)

4.2 La alegría del Evangelio

Así como la vida de la persona de Jesús se hace predicación, también la nuestra se hace anuncio
para los demás. Pues, quien ha experimentado el encuentro amoroso con Jesús quiere anunciar a
todos de esta experiencia salvífica. Como lo profetizó Isaías:
“Súbete a un alto monte, alegre mensajero para Sión; clama con voz poderosa, alegre mensajero
para Jerusalén”. (40,9)

En su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, el Papa Francisco va más allá de responder al


llamado de la misión evangelizadora que nos hace Jesús como miembro de su Iglesia. Es un
mandato sí pero es más una respuesta gozosa del encuentro con el amado. Por tanto, el mensaje
es fuente de gozo: «Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría
sea plena » (Jn 15,11).

El evangelizador es quien tuvo primero su encuentro con la alegría del Evangelio, con ese Jesús
lleno de misericordia. Y su vida irradiará ese fervor de quienes han recibido la alegría de Cristo. Es
como la mujer samaritana (Jn. 4, 28-30) o aquel hombre con lepra (Mc. 1, 43-45a) que una vez
tuvieron su encuentro con Jesús, de recibir su amor, su perdón y acoger su Palabra, fueron llenos
de entusiasmo y gozo a divulgar la noticia a todos, de que estaba entre ellos el Hijo del Hombre.

Verdaderamente, “llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando
le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más
verdadero. Allí está el manantial de la acción evangelizadora. (...) si alguien ha acogido ese amor
que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puedes contener el deseo de comunicarlo a
otros?” EG N° 8

El que anuncia se reconoce como persona amada de Dios. Jn. 17, 22-23. Y Cristo siempre será
novedad, “Él siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aunque
atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece.” (EG N°
11)

4.3 La Iglesia, misión de evangelización

“Como ella es "convocatoria" de salvación para todos los hombres, la Iglesia es, por su misma
naturaleza, misionera enviada por Cristo a todas las naciones para hacer de ellas discípulos suyos.

La Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador y guardando fielmente sus mandamientos del
amor, la humildad y la renuncia, recibe la misión de anunciar y establecer en todos los pueblos el
Reino de Cristo y de Dios. Ella constituye el germen y el comienzo de este Reino en la tierra" (LG
5).” (CIC N° 767-768)

La iglesia es católica porque es universal, esparcida a todo el mundo y ofrece a todos la salvación
que Cristo ha traído, todos en la iglesia nos debemos sentir llamados a anunciar y dar testimonio de
la fe. ¿Qué hago para comunicar a otros la alegría de haber encontrado al señor y de
pertenecer a la iglesia? ¿Qué es lo que yo hago?
La Iglesia, como madre siempre atenta, se empeña para que vivan una conversión que les devuelva
la alegría de la fe y el deseo de comprometerse con el Evangelio.
● La Misión del Hijo se continúa en la Iglesia y esa Misión es la Salvación, es decir, la Iglesia
debe ofrecer los medios para la salvación.
● El Espíritu Santo desde Pentecostés habita en la Iglesia santificándola continuamente. Por
su misma naturaleza es misionera enviada por Cristo a todas las naciones para hacer de
ellas discípulos suyos.

Todos los hombres están llamados a formar parte del nuevo Pueblo de Dios. Por lo cual, este
pueblo, sin dejar de ser uno y único, debe extenderse a todo el mundo y en todos los tiempos, para
así cumplir el designio de la voluntad de Dios (Mc. 16, 15) Por ello la Iglesia tiene esa gran misión
de proclamar la Buena Nueva a todo el mundo. “Esto es bueno y agradable para Dios, nuestro
Salvador, porque él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.” 1 Tim. 2, 3-4
● Predicando el Evangelio, la Iglesia atrae a los oyentes a la fe y a la confesión de la fe, los
prepara al bautismo, los libra de la servidumbre del error y los incorpora a Cristo para que
por la caridad crezcan en Él hasta la plenitud.
● Quienes han sido incorporados a la Iglesia han de considerarse privilegiados y, por ello,
mayormente comprometidos en testimoniar la fe y la vida cristiana como servicio a los
hermanos y respuesta debida a Dios, recordando que « su excelente condición no deben
atribuirla a los méritos propios sino a una gracia singular de Cristo (R. M. N° 9)

Hay que remarcar que la evangelización está esencialmente conectada con la proclamación del
Evangelio a quienes no conocen a Jesucristo o siempre lo han rechazado. Muchos de ellos buscan
a Dios secretamente, movidos por la nostalgia de su rostro, aun en países de antigua tradición
cristiana. Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de
anunciarlo sin excluir a nadie (...) La Iglesia no crece por proselitismo sino «por atracción» Evangelii
Gaudium N° 13, 14

Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos
somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las
periferias que necesitan la luz del Evangelio. E. G. N° 20

4. Conclusiones

Cristo es el kerygma que siempre es novedad y trasciende el tiempo, transforma corazones y hace
posible la salvación de las almas. Cristo encomienda esta labor evangelizadora a sus discípulos
unidos en su Iglesia, que es portadora de ese mensaje vivificante y de los medios para encarnarse
en la vida de sus miembros.

Quien acoge y experimenta ese encuentro con Cristo no vuelve hacer lo mismo, algo cambia en su
ser y que lo invita a llevar esa novedad a otros. Así se cumple el mandato que nos dejó a través de
sus apóstoles y que se hace actual en todos los tiempos. Es un anuncio que brota de saberse
amado por Dios, de la alegría de encontrarse con Cristo. Es una alergia que desborda y debe
comunicarse a todos.

5. Bibliografía
https://laicos.conferenciaepiscopal.es/el-primer-anuncio-en-cinco-puntos/#:~:text=La%20esencia%20del%2
0primer%20anuncio,de%20la%20vida%20del%20cristiano.

Artículo “Kerygma”. Bernardo Parra Afanador. Pbro


/https://www.uco.edu.co/parroquia/mision-continental/Documents/kerigma-follet-Plegable-kerigma-1.pdf

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