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Cuentovaras (Digital) 2022

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CUENTO VARAS 2022

XVII Edición

Colegios Participantes:

Colegio Alemán de Puerto Varas


Colegio Inmaculada Concepción
Escuela Diferencial ASPADEP
Colegio Germania del Verbo Divino
Colegio Patagonia Puerto Varas
Colegio Waldorf Puerto Varas
Comunidad Educativa Cayuman
Escuela Colonia Río Sur
Colegio Puerto Varas
Home School

Diseño y diagramación: Valentina Arcos French


Edición: Equipo Cuento Varas

Distribución gratuita, prohibida su venta

2
CUENTO VARAS 2022
ÍNDICE

Prólogo 7

CATEGORÍA A
Merengue en Pelmehue 11
Rosi la pirata 13
El gato y el narval 15
Un día fantástico 17
Una larva conoce a un gusano 19
El tesoro perdido 21

CATEGORÍA B
La Biblioteca 23
Viaje por Los Andes 25
Los niños y la máquina del tiempo 27
El monstruo del pantano 29
La planta exótica 32
El bosque de los deseos 33
El niño que sólo quería respeto 36

CATEGORÍA C
María 40
La chica de otro lugar 44
La huerta 46
Alexa y su máquina del tiempo 48
La casa de mi barrio 51
El niño solitario 56

4
CATEGORÍA D
El cochayuyo 58
Guinda 59
Imaginación dominante 62
Sombrero de copa 65
Génesis 68
Sombrío 71

CATEGORÍA E
Una flor llamada Roberta 75
El bosque escondido 76
La gata Luna 77
Pedrito y Juanito los globitos 78
Martín era diferente 80
Trinidad, Sergio y Renato y gato y ratón 82
Mi talento escondido 83

Agradecimientos 86

5
Este libro está dedicado a todos esos niños que escriben
y no se atreven a mostrar sus creaciones.
PRÓLOGO

Como Fundación para la Cultura y las Artes Bosque Nativo, nos


complace profundamente apoyar iniciativas tan valiosas como
lo es el Concurso Cuento Varas. A lo largo del tiempo, hemos sido
testigos de la entrega, dedicación y pasión con que las mujeres
y madres que forman parte del equipo organizador, gestionan
este concurso que busca motivar a niños, niñas y jóvenes de
nuestra comuna a adentrarse en el maravilloso mundo de la
lectura y la escritura.

Son ellas quienes, a través de Cuento Varas, han logrado abrir


una puerta que nunca se volverá a cerrar; un niño que lee, es
un adulto libre. La labor de fomentar la escritura y la lectura en
niños, niñas y jóvenes, así como la de visibilizar y potenciar el
surgimiento de nuevos talentos literarios, merece toda nuestra
admiración y respeto.

Porque así como sucede en las artes visuales, el acercamiento


a la lectura y la escritura forma seres humanos pensantes,
reflexivos e íntegros, cualidades tan valiosas para enfrentarse
al mundo de hoy.

Como Fundación Bosque Nativo les deseamos el mayor de los


éxitos y que Cuento Varas perdure por muchos años más.

María Angélica Lapostol Luco


Directora
Fundación para la Cultura y las Artes Bosque Nativo

7
“Desde mi corazón, la compasión me hizo entender que lo
único que se tiene es el amor que se da... y mi experiencia
me dice que lo imposible, es posible…”

Marcela Paz.
CATEGORÍA A
1º a 2º Básico
MERENGUE EN PELMEHUE

PRIMER LUGAR
Magdalena Isabel Apablaza Daetz
Colegio Alemán de Puerto Varas - 2º Básico

Había una vez un caballito blanco llamado Merengue que


vivía en un lugar llamado Pelmehue. Era un campo hermoso.
El pelaje de Merengue era cálido y sedoso, tan suave como la
nieve. Una noche Merengue fue a caminar por la pampa y de
pronto llegaron los cazadores. Merengue corrió para escapar,
tan rápido que llegó al bosque y los cazadores se perdieron.
Merengue encontró un huevo que tenía más de 100 años, lo
tomó y al día siguiente lo colocó al sol.

Con el calor se rompió el cascarón y salió un dragón, entonces


gritó: “¡Es un dragón!” El dragón lo miró y le dijo: “Soy un
dragón mágico, y esperé 100 años que alguien me encontrara
y me colocara al sol para poder salir. Te concedo 3 deseos”.
Merengue se puso a pensar y dijo: “Mi primer deseo es ir al
espacio”, y dragoncito lo llevó. Fueron a las nubes, eran tan
suaves como algodón. Después fueron más lejos y llegaron a las
estrellas que eran muy brillantes. Luego fueron más lejos hasta
los planetas, ahí descubrieron minerales y rocas lunares.

Después dragoncito le concedió su segundo deseo: “Una estrella


fugaz embotellada para que exista para siempre y cada vez
que la abra salga magia”. “¿Y tu tercer deseo?” dijo el dragón,
Merengue le dijo: “Volver a casa”. Entonces dragoncito chasqueó
los dedos y Merengue estaba en casa. Tomó su estrella fugaz, la
abrió y pidió que nunca más vengan cazadores.
Chasquillitas.

11
ROSI LA PIRATA

SEGUNDO LUGAR
Ignacia Isabel Godoy Oyarzún
Escuela Colonia Río Sur - 2º Básico

Había una vez una niña que se llamaba Rosa, pero le decían
Rosi, tenía el pelo rubio y siempre usaba una cola.

Rosi era amable y tenía muchos amigos, su mejor amigo se


llamaba Andrés, los dos eran vecinos y jugaban todos los fines
de semana juntos. Lo que más les gustaba era jugar en el parque
que tenían al frente de su casa. Rosi y Andrés eran muy amigos
y así como eran vecinos también eran compañeros de curso. Les
encantaba su escuela porque tenían clases divertidas.

Un día lunes, Andrés y Rosi fueron a jugar al patio, a los piratas,


tal cual como lo hacían en su parque. Pero esta vez se dieron
cuenta que dos niños estaban tirando basura a su “mar”, que era
el patio de la escuela. No podían seguir navegando y buscando
tesoros con el mar todo sucio, Rosi se enojó mucho y se puso
a llorar. Entonces Andrés le preguntó: “¿Porqué lloras Rosi?”,
y Rosi con lágrimas y muy apenada dijo: “Me da rabia y pena
tanta basura en el mar”. Entonces Andrés tuvo una idea. Fueron
donde la directora a pedirle armar un grupo para limpiar el
patio, cuando les dijeron que sí, partieron con su plan. Pegaron
carteles en toda la escuela para formar un grupo.

La semana siguiente habían formado un equipo de diez personas


y en los recreos recolectaban basura. Rosi estaba muy feliz
porque ya no había basura y podría volver a ser pirata, recorrer
los mares, buscar tesoros y navegar sin encontrar basura.
Nacha.

13
EL GATO Y EL NARVAL

TERCER LUGAR
Martina del Pilar Rojas Sepúlveda
Colegio Puerto Varas - 2º Básico

Había una vez en una ciudad de algodón de azúcar, un gato con


alas y un narval con cuerno. El narval quería las alas del gato y
el gato quería el cuerno del narval.

Entonces una noche de luna llena, el gato pidió un deseo:


“Desearía tener el cuerno del narval” y el narval dijo: “Desearía
tener las alas del gato”.

Cuando se despertaron, sus sueños se hicieron realidad, pero el


gato intentó volar pero no pudo porque el cuerno era demasiado
grande y el narval intentó nadar pero no pudo porque las alas
eran demasiado pesadas. Entonces fueron a visitar al mago
Alfonso. Él les dió un algodón mágico de azúcar y los envolvió
una burbuja de chocolate y el gato apareció con sus alas y el
narval apareció con su cuerno, así ambos aprendieron a valorar
lo que tienen.

Marti.

15
UN DÍA FANTÁSTICO

PRIMERA MENCIÓN HONROSA


Clara Ugarte Herrera
Colegio Puerto Varas – 1º Básico

Había una vez una mamá que quería tener un día fantástico, se
levantó y se puso su ropa favorita.

Salió de la casa y fue a comprar flores y después fue a caminar


al parque. Cuando miró la hora, se dió cuenta que tenía que
volver a su casa.

Cuando llegó todas las luces estaban apagadas y derrepente


escuchó: ¡Sorpresaaaa!

Había salido tan temprano que había olvidado que era su


cumpleaños. Sin duda había sido un día fantástico.

Clarita.

17
UNA LARVA CONOCE A UN GUSANO

SEGUNDA MENCIÓN HONROSA


Asunción Larraín Fernández
Colegio Puerto Varas – 1º Básico

Había una vez una larva que estaba comiendo un huevo podrido
y de la nada apareció un gusano, los dos se miraron y gritaron
“¡Aaaaaaaaaaaaaaah! ¿Quién eres tú?”

Entonces compartieron el huevo podrido, porque se conocieron.

Conejo-Unicornio.

19
EL TESORO PERDIDO

TERCERA MENCIÓN HONROSA


Josefa Wensioe Peragallo
Colegio Puerto Varas - 2º Básico

Había una vez una niña llamada Eva, ella tenía la misión de
encontrar el tesoro perdido en el bosque de las lagunas. Un día
Eva fue al bosque y se encontró con un hombre llamado Alex
que la ayudó a buscar el tesoro. Unas horas después se dieron
cuenta de que los estaba persiguiendo un señor de barba negra
y traje con cadenas. Eva creía que también querían encontrar
el tesoro, entonces escaparon y se quedaron en un refugio para
pasar la noche. A la mañana siguiente, siguieron en busca del
tesoro, tuvieron que pasar por un río lleno de cocodrilos, uno de
los cocodrilos mordió a Alex en la pierna y en el brazo. Eva llevó
a Alex a algún lugar seguro, lo dejó en una cueva protegida de
animales salvajes y siguió buscando el tesoro ella misma por su
cuenta.

Después de unas horas buscando, se encontró con un oso,


“Hola” le dijo en su idioma, entonces Eva se dió cuenta que
entendía su idioma y que el oso sería un buen ayudante. Eva le
puso Brillitos y aceptó ayudar a Eva. Ella notó que las manchas
en su piel eran el mapa. Siguieron el mapa pasando por ríos,
pueblos, cascadas, animales salvajes y aún les quedaba mucho
por recorrer. De tanto caminar les dió hambre y se alimentaron
de un manzano; encontraron un panal de abejas, Brillitos muy
astuto quizo comer miel y se quedó conversando con las abejas.
rato más tarde encontraron el tesoro: ¡Era Alex! Minutos más
tarde llegó el hombre misterioso de barba y se dieron cuenta
que se llamaba Esteban y él había creado todo el misterio, él
sanó a Alex y finalmente todos se fueron a casa felices.

21
CATEGORÍA B
3º a 5º Básico
LA BIBLIOTECA

PRIMER LUGAR
Pascuala Guzmán Pérez
Colegio Puerto Varas – 3º Básico

Hola, mi nombre es Candelaria, pero me dicen Cande. Bueno,


esta es la historia de cómo me convertí en escritora. Todo
comenzó en las vacaciones de invierno.

Un día mi papá y mis dos hermanos fueron de compra mientras


yo y mi mamá nos fuimos a la biblioteca. Al llegar le pregunté a
la señora dónde estaba la sección de niños.

Estaba revisando los libros, pero nada me interesó. Fue cuando


un libro me llamó la atención porque en la portada había una
chica igual a mí. Luego, me senté y al abrirlo, ¡Había una chica
sentada igual que yo! ¿Qué estaba pasando? Di vuelta a la
siguiente página y me di cuenta de que estaba dentro del libro.

Al principio, me sentí nerviosa y muy asustada. Empecé a


observar a mi alrededor, a avanzar lentamente. Vi a lo lejos
algo que se movía y decidí acercarme. Al llegar me di cuenta
de que eran los personajes de mis libros favoritos. Estaba Greg,
Judy, la bruja Winnie y muchos más.

¡Ellos sabían quién era yo! No lo podía creer, estaba con los
personajes de todos los libros que había leído. Ellos me dijeron
que me ayudarían a encontrar el camino de regreso a casa, pero
antes tendría que ayudarlos en una misión muy importante y
que yo no era la única niña ahí, sino que había uno de cada país
para poder lograr la misión de que todos los niños del mundo
volvieran a leer y a creer en la magia de la lectura, ya que cada

23
vez se lee menos y están siempre en las pantallas.

En un pestañeo nos fuimos a París donde estaban los otros niños


que habían sido reclutados para la misión. Estábamos todos
nerviosos y curiosos ya que nadie sabía qué iba a pasar.

Los personajes de los libros nos dieron el poder de volar para


llevar a cada niño un libro de su interés. Eso era maravilloso.

Fue así como conocimos los gustos de Sofía que tenía muchos
aviones de papel en su habitación, a Martín y su gusto por los
dinosaurios, a Luz por su interés en los unicornios, a Elisa y el
mundo de los gatos, a María que le obsesionan los perros y así a
muchos niños más.

Al entregar todos los libros de los niños, los personajes nos


juntaron en Puerto Varas para decirnos algo, pero justo en ese
momento sentí una voz que me decía: “Candelaria, Candelaria,
despierta, acaba de llegar un libro con tu nombre, estaba en la
entrada de la casa”.

En fin, lo que decía ese libro mágico fue la aventura que me


llevó a ser la escritora que soy hoy.

Candelaria.

24
VIAJE POR LOS ANDES

SEGUNDO LUGAR
Victoria Eugenia Staudt Ravilet
Colegio Alemán de Puerto Varas – 4º Básico

Todo Chile está orgulloso de nuestra magnífica cordillera, pero


casi nadie tiene el privilegio de conocerla. Sin embargo, yo tuve
la suerte de conocerla. Me acuerdo como si fuera ayer. Alta,
rocosa, orgullosa y simplemente magnífica. Pero lo que más me
gustó, fue su misterio que envolvía ciudad por ciudad, país por
país y mundo por mundo.

Un día, estaba buscando unas cosas en mi desván cuando vi algo


tapado por una tela. Lo destapé y me encontré con el avión de mi
padre. Una ola de recuerdos me vino a la cabeza al ver aquella
antigua máquina que había pertenecido a aquel ser querido. Mi
padre había atravesado la cordillera de los Andes numerosas
veces y yo había heredado su sentido de curiosidad. Lo empecé
a revisar y de repente, me encontré con un compartimento que
tenía cartas, postales y folletos antiguos que le mandábamos
cuando estaba de viaje. Al final encontré una carta de mi padre
que decía en la cubierta: “A cualquier hijo mío”
La abrí y decía:
“Dejé algo en la cordillera para ti, hijo mío. Ve a buscar lo que
te pertenece con este avión que una vez me perteneció a mí y
ahora, a ti.”

Al leerla, se me llenaron los ojos de lágrimas al pensar sobre


él. Pero me hacía feliz. Salí corriendo de mi desván a hacer mi
maleta y a echarle bencina al avión. Antes de irme, fui a buscar
una foto de mi padre para que me acompañara en el viaje.
Subí al avión y despegué.

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Es maravilloso. Sentir el aire en el pelo y las nubes en tus manos
es como estar en un paraíso.

Sobrevolando un campo, escuché un ladrido. Pero no cualquier


ladrido, uno con miedo. Miré para abajo y vi a un perro siendo
atacado por unos perros más grandes. Aterricé inmediatamente
a buscar al perro y lo encontré muerto de miedo. Decidí
llevármelo para que sea mi compañero de viajes. Me di cuenta
que tenía un espíritu líder y lo bauticé Mapa, para que me guíe
hasta el final.

Nunca me había dado cuenta de lo hermoso que es nuestro país.


El verde del sur, los áridos desiertos del norte y las orgullosas
montañas.

Finalmente llegué a mi destino. Era más hermosa de lo que


imaginé. La nieve, tan blanca como la harina y las rocas tan
grandes como elefantes. Con Mapa estuvimos buscando horas
lo que me había dejado mi padre (Bueno, Mapa estuvo jugando
en la nieve) hasta que vi algo tallado en una roca. Eran los
nombres de mis 2 hermanos y yo. Vi que algo sobresalía de
la roca y lo empujé. De repente se abrió la roca que dio a
una cueva. Entramos y vimos que la cueva entera tenía letras
que decían cosas como “refugio” o “cueva” con la letra de mi
padre. De repente vi una caja que decía:
“A cualquier hijo mío”
La abrí y vi una carta de mi padre que decía:
“Si has llegado aquí, has demostrado ser hijo mío. Aquí te dejo
mi tesoro más preciado.”

Era su cuaderno de viajes. Tenía todas las cosas que había


probado, sentido y visto en sus viajes y se lo había dejado a su
hijo con más sentido de curiosidad, yo.

Salí de la cueva, me subí al avión y volví a casa con Mapa. Desde


ese día voy a todos los lugares que tiene el cuaderno y donde
fue él, siguiendo sus pasos y enorgulleciéndome de ser su hijo.

Hermione Earhart.

26
LOS NIÑOS Y LA MÁQUINA DEL TIEMPO

TERCER LUGAR
María Gracia Figueroa Orrego
Colegio Puerto Varas – 5º Básico

Había una vez siete niños, que se llamaban: Lucía, Gracia,


Jesu, Lupe, Payo, Martín y Nico.

Un día ellos estaban en misa, ya que era el aniversario de la


muerte de su abuelo “el Tata Patricio”, al que nunca conocieron.

Cuando salieron de misa, Martín dijo: “Oigan ¿y si hacemos una


máquina del tiempo para conocer al Tata Patricio?”. Nico pensó
que era una buena idea, pero Lucía dijo: “Eso es imposible,
eso solo pasa en películas o cuentos”. “Podría funcionar” dijo
Jesu. “Está bien” dijo Lucía. Luego, Gracia dijo: “Oigan ¿y si
hacemos que nuestros tíos Pato, Juan Pablo, la Lore, la Pili,
Pela, la Carola y Nicolás puedan ver a su papá?”. La Lupe dijo:
“¡Deberíamos, hacer una máquina del tiempo gigante, nos
tomará años!”.
“Tienes razón Lupe”, dijo Payo.
“Entonces... ¿Qué hacemos?”, dijo Jesu.
“¿Y si mejor nosotros grabamos un video del Tata Patricio
saludando a nuestros tíos?”, dijo Lucía.
“¡Buena idea!”: dijeron todos al mismo tiempo.

Desde ese día todos empezaron a trabajar, hasta que después de


un mes y medio lo lograron, habían creado la primera máquina
del tiempo.

Los niños entraron a la máquina. Cuando Lucía apretó un botón


la máquina empezó a hacer ruidos y a moverse, cuando paró,

27
Martín preguntó: “¿Ya llegamos?, ¿Dónde estamos?” preguntó
con curiosidad.

“No lo sé” respondió Lucía. Todos sacaron un cuchillo por


seguridad, excepto Martín y Nico. Cuando salieron de la máquina
solo había una solitaria jungla, luego un arbusto se empezó a
mover y de ahí salió ¡un t-rex! “¡Corran por sus vidas!”, gritó
Gracia, luego todos empezaron a correr, cuando entraron a la
máquina Lucía apretó otro botón, la máquina empezó a moverse
y a hacer ruidos otra vez.

Cuando bajaron no podían creer lo que sus ojos veían, ahí estaba
el Tata Patricio, en carne y hueso. Lo fueron a saludar y la
Gracia dijo: “Hola somos tus nietos Lucía, Gracia, Jesu, Lupe,
Payo, Martín y Nico”, luego la Jesu dijo: “Yo, la Lucía, Payo y
Martin somos hijos de Pelayo, la Gracia, la Lupe y Nico son hijos
de Nicolás”, y Payo dijo: “Y venimos aquí con una máquina del
tiempo para conocerte”. La Lucía dijo: “Y queríamos grabarte
saludando a nuestros tíos porque hace mucho que no te ven”.
Al Tata Patricio le pareció buena idea.

Así lo grabaron diciendo: “Queridos Pato, Juan Pablo, Lore, Pili,


Pela, Carola y Nico me encantaría estar ahí con ustedes, pero
no puedo, pero quiero que siempre recuerden que yo siempre
estaré ahí para ustedes” después de esas palabras le dieron
un abrazo gigante y se despidieron. Lucía apretó un botón y
volvieron a casa.

Cuando le mostraron el video a sus tíos les dieron un abrazo


gigante ya que no lo habían visto hace años.

Ojo de Águila.

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EL MONSTRUO DEL PANTANO

PRIMERA MENCIÓN HONROSA


Rafaela Fernanda Mejías Peralta
Colegio Germania del Verbo Divino – 5º Básico

El Monstruo del pantano atormentó a los habitantes de un


árido pero próspero pueblo en Estados Unidos en el año 1717,
los habitantes eran astutos y lograron encauzar los pequeños
riachuelos existentes por lo que la vida allí era abundante y
llena de flora y fauna.

Todo comenzó cuando durante la fría noche de año nuevo


muchos de los habitantes escucharon rasguños y rugidos. Al día
siguiente el suceso de aquella noche era de lo único que se
hablaba en las pequeñas calles del pueblo:
- ¿Escuchaste los aterradores ruidos de ayer?- Preguntó Mary la
dueña de un pequeño puesto de frutas.
-Si, lo escuché, por un momento pensé que era algún cocodrilo
tratando de comerse mis gallinas- contestó Anne la dueña del
gallinero más exitoso de la zona.

Había más charlas acerca de esos aquellos extraños ruidos,


pero luego de la cena todos lo olvidaron y el pequeño pueblo
se fue a dormir, pero algunos eran muy curiosos y se quedaron
despiertos. Al otro día los que quedaron despiertos parecían
aterrados ya que esos ruidos espeluznantes no cesaron, uno de
ellos fue un pequeño niño de 9 años quien le contó a su hermana
que los ruidos no cesaban:
- ¡Angela, los ruidos extraños no pararon! - le dijo el pequeño
niño llamado Alex
- ¿Acaso eres tonto? ¿No recuerdas que me quedé despierta
contigo asustada?- dijo la niña.

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-Igualmente tengo miedo, y si es… emmm ¿¡un cocodrilo!?- dijo
el pequeño Alex verdaderamente asustado.

Otros en cambio decían que era una broma de mal gusto,


había millones de cosas que se inventaban los habitantes, si
pudiéramos pesar las ideas éstas serían unos 19 kilogramos,
nadie sabe cómo pero luego del almuerzo todo el pueblo
sabía lo que pasaba, un grupo pequeño de tres personas fue a
investigar el pantano, al día siguiente sólo llegó una persona
llamada Harry, y dijo inquieto:
-¡El pueblo está maldito, hay que salir de aquí, vimos una cola
muy grande que parecía cubierta de lodo y luego algo nos atacó,
sólo yo sobreviví!- dijo Harry.
-¿Qué acaso estás loco? No dejaremos nuestros hogares, en las
ciudades todo es más caro y no tenemos dinero. Además, no
puedo dejar mi negocio de zanahorias- dijo Ann.
-¡No nos iremos!- Le gritó todo el pueblo casi al mismo tiempo.
-Está bien, si quieren quédense aquí, están todos ustedes locos-
Exclamó Harry muy enojado.

Igualmente, el pueblo estaba aterrado con aquella noticia,


pasaron los días y los aterradores ruidos no cesaban, un día el
pueblo decidió ir a ver qué causaba los ruidos, al caer la noche
sólo los habitantes mayores de 18 años podían ir al pantano
junto a la ayuda de antorchas:
-¿Ves algo?- dijo Will un chico joven.
-Silencio, podríamos asustar a la criatura y no descubrir qué
aterra el pueblo- dijo el viejo sabio del pueblo.

En eso un gran gruñido se escuchó muy cerca del lugar que


estaban porque al parecer la bestia estaba muy cerca o tenía
un gran oído:
-¡Roooaaar!- gruñó la bestia

En eso todos empezaron a correr y gritar como locos al ver


una gran bestia, de brazos y pies exageradamente musculosos,
un poco gordo de unos 5 metros de altura, ojos amarillos que
brillaban en la gran oscuridad del pantano con unas pupilas muy

30
extrañas y emergía de un gran charco de lodo y lanzó un gran
gruñido:
-¡Roooaaarrr!-
Algunos habitantes casi se quedan sordos luego de aquel gruñido
fue tan fuerte que se escuchó hasta el pueblo, cabe aclarar que
caminaron tanto que estaban a 4 kilómetros del pueblo, muchos
niños que dormían profundamente escucharon el gruñido como
un susurro al oído, cuando el sol traspasaba las ventanas de las
bonitas pero pequeñas casas, todos habían llegado al pueblo,
todos los habitantes se les veía muy inquietos y aterrados por la
gran bestia que habían observado.

Cuenta la leyenda que luego del gran avistamiento todos


emigraron del pueblo. Hoy en día el lugar está completamente
abandonado, todos los que trataron de vivir tanto en el pueblo
como cerca del pantano han huido con los años. A este lugar
ahora lo llaman el “Área 51”.

Ela.

31
LA PLANTA EXÓTICA

SEGUNDA MENCIÓN HONROSA


Santiago Granda Turull
Colegio Puerto Varas – 4º Básico

Un día, la mamá de Juan iba a ir a una tienda de plantas exóticas


y Juan la acompañó. En la tienda, a Juan le gustó mucho una
planta y le preguntó a su mamá si se la podía comprar. La mamá
de Juan le respondió: “Ya Juan, pero esta es una planta muy
especial, si no la riegas y la cuidas, te puede comer”. Juan
incrédulo le dijo: “Mamá, cómo que me va a comer, qué mentira.
Igual te prometo que la voy a cuidar”.

Juan regó muy bien la planta, pero un día se olvidó de regarla,


al siguiente tampoco la regó y pasaron varios días en que Juan
no regó su planta. Una semana después, Juan vio la planta y
esta ya no era una planta, se había convertido en un gran huevo
verde. Frente a sus ojos, el huevo se abrió y salió de golpe una
gran planta carnívora que lo empezó a perseguir por toda su
casa. Juan se tropezó con una barra de chocolate que estaba
en el piso, cuando pensó que era su fin, un pedazo de la barra
cayó en la boca de la planta carnívora. Juan se dio cuenta que
le gustó mucho el chocolate y le dio un poco más. Ese día Juan
y la planta carnívora se hicieron muy amigos y desde entonces
Juan le da chocolates todos los días.

Santi Granda.

32
EL BOSQUE DE LOS DESEOS

TERCERA MENCIÓN HONROSA


Sebastián José Abud di Girolamo
Colegio Puerto Varas – 4º Básico

Había una vez en una aldea alejada de Shanghái, un aprendiz


ninja llamado Jitsuk, que estaba entrenando para el cinturón
naranjo en Kung-fu. Pero el día de su pase de cinturón, él falló
y no lo consiguió. Entonces se fue al bosque como un objeto
insignificante. Pero a lo lejos vislumbró una luz cegadora y el
bosque le habló susurrando:
“¿Necesitas más fuerza? ¿o energía? Ven acá y lo tendrás”.
Jitsuk fue hacia el camino de la luz y encontró una roca de jade
con un símbolo encima: un círculo con un lado blanco con un
punto negro y un lado negro con un punto blanco. Era el yin-
yang. Y el bosque le habló de nuevo:
“Entonces viniste por la energía vital o chi”, dijo.
“Ehhh… sí”, contestó Jitsuk con voz temblorosa. Y el bosque le
respondió:
“¿Estás dispuesto a pagar el precio…?”
“Sí, ¿pero cuál es? interrumpió Jitsuk. Entonces el bosque
dijo: “El precio es mantener un equilibrio entre el bien y el
mal. Significa que también tendrás que equilibrar tus buenas
emociones y tus malas. ¿Estas de acuerdo?”
“Sí, dijo firme”.
“Entonces será tu primer deseo…” dijo unas palabras y se le fue
concedido con el precio incluido.

Jitsuk se fue del bosque y se sentía más fuerte que nunca,


con una energía corriendo por su cuerpo. Y se fue directo al
entrenamiento a dar la prueba de nuevo (o a ver si le dejaban
dar la prueba de nuevo) y resultó que sí. Entonces se esforzó y

33
pasó la prueba. Ahora tenía el cinturón naranjo. Y fue pasando
cinturón por cinturón hasta llegar al cinturón negro de Kung-fu.
Ahora era un ninja.

Pasaron dos años y Jitsuk estaba en el templo leyendo un


pergamino sobre el yin-yang. Entonces una persona lo sorprendió
por detrás con un “¡Bu!”. Pero no se asustó y lo miro con cara
de “¿qué te pasa? ¡estoy leyendo!” Y la persona le dijo:
“¡Soy tu fan número uno! ¡Eres increíble! Pasaste todos los
cinturones en un año”. Y Jitsuk le respondió “¡Sí!”.
Y no sabes esto, dijo el visitante: “Yo también soy un maestro
del yin-yang”.
Jitsuk, sorprendido, le preguntó: “¿Cómo te llamas?” Y dijo: “Me
llamo Chaing”. Y Jitsuk le preguntó: “¿Quieres ser mi amigo?”.
Chaing lo pensó, y dijo: “Sí”.

Un año después escucharon una leyenda sobre un dragón


del yang, es decir, el mal. Este dragón estaba amenazando a
toda China de la destrucción. Era una fuerza muy malvada.
Entonces, se armaron con katanas y pergaminos poderosos para
enfrentarlo. Fueron a visitar al bosque para pedirle que tuvieran
suerte en la batalla y fueron camino a su aventura. Pasaron
por bosques, cordilleras, lagos, y la ciudad de Shanghái, hasta
llegar a su destino: el lago oscuro del dragón del yang. El agua
era literalmente negra y según la leyenda, en el fondo estaba
el dragón para que nadie lo viera. Pero de repente emergió del
agua y empezaron a pelear contra él. Jitsuk y Chaing le lanzaron
un golpe yin (del bien) y el dragón les devolvió un golpe yang (del
mal), pero lo esquivaron y tomaron un pergamino de resistencia
que los hizo más fuertes. Pero el dragón tenía más aliados, por
lo que la batalla se puso más difícil y siguieron peleando.

Después de media hora de batalla estaban muy débiles y ya no


tenían más energía, porque el efecto del pergamino se había
acabado. Pero no se rindieron.
Jitsuk grito:

“Lucharemos por la paz de toda China, por las buenas o por las

34
malas”. Pero el dragón le dio un colazo a Chaing y lo lanzó al
fondo del lago.

Jitsuk lo quería salvar, pero su lado malo le decía que se


preocupara de sí mismo y su lado bueno, que lo fuera a salvar.
Lo meditó y decidió que sí. Entonces, se lanzó al lago, pero la
oscuridad del agua no lo dejaba ver nada. Y de repente, vio
un destello que lo guió hacia Chaing. Lo tomó y nadó a toda
velocidad hacia arriba. Y cuando llegó arriba, le dio un fuerte
codazo al dragón que lo mandó al fondo, débil y derrotado. Los
aliados del dragón también desaparecieron.

Jitsuk partió de vuelta a la aldea. Pasó por la ciudad, lagos,


cordilleras y bosques con Chaing al lado suyo. En la aldea los
recibieron felices y agradecidos por lo que hicieron. Chaing
era el más agradecido de todos, por lo que le dio a Jitsuk una
medalla del yin-yang. De vez en cuando vale la pena lanzarse
a un lago por un amigo. Después de todo, no hay vínculo más
fuerte que la amistad.

The Ninja Eabuuu.

35
EL NIÑO QUE SÓLO QUERÍA RESPETO

CUARTA MENCIÓN HONROSA


Emily Simoney Aribel Vargas
Escuela Colonia Río Sur – 4º Básico

Era una vez un niño llamado Felipe, era un niño muy educado
con todas las personas que lo rodeaban, él siempre saludaba
muy cortésmente a todo aquel que pasaba por el camino, él
estudiaba en un colegio muy hermoso, con grandes jardines;
los alumnos, alumnas y profesores también eran muy educados
con todos, se saludaban, pedían permiso y se despedían
amablemente. Un día a Felipe lo cambiaron de colegio por
temas de trabajo de su papá, sus padres lo matricularon en
un colegio muy diferente del cual estaba. Allí nadie saludaba,
eran todos muy irrespetuosos, desde los mismos profesores y
compañeros, pasaban a su lado sin saludar. Felipe se sentía muy
incómodo en ese colegio, él no estaba acostumbrado a estas
faltas de respeto.

De pronto, de la nada, aparece una niña llamada Dania, la cual


lo saluda muy cariñosamente y lo lleva a conocer el colegio.
Felipe se sorprende mucho ya que nadie se había acercado a
él, comienza a caminar por el colegio nuevo y se da cuenta que
no era algo en contra de él, aquí nadie se trataba con respeto.
Todos se empujaban, se hacían bromas pesadas, molestaban a
los más pequeños, hasta decían garabatos.

Dania nota a Felipe muy triste, él le comenta que no le gustaba


el colegio porque eran todos muy mal educados. Al pasar el día
Felipe se va a su salón de clases y la profesora le pide que pase
adelante a presentarse.

36
Felipe dice su nombre, su edad y donde vive, pero nadie lo
mira ni lo escucha. Felipe vuelve a su asiento muy triste porque
ninguno de sus compañeros y compañeras le prestó atención
a lo que dijo. Terminó la clase y se encontró con Dania, por
supuesto Dania le pregunta cómo estuvo su primera clase y
Felipe inmediatamente le responde que no había sido tan
agradable, ya que fueron muy groseros con él y que pensaría en
una idea para poder cambiar esto.

Entonces él y Dania decidieron realizar un concurso, repartieron


varios afiches en los cuales decía: “El que NO se saluda, tendrá
que comer acelgas”.

Los repartieron y pegaron por todo el colegio, tanto Dania como


Felipe al finalizar se fueron a sus casas muy ansiosos por saber
que sucedería la mañana siguiente.

Al día siguiente, Dania y Felipe llegaron muy contentos para ver


si su idea daría resultado, al percatarse que sólo unos pocos se
saludaban, todos se sentían muy extraños, porque hace mucho
que no sucedía algo así en ese colegio. Dania se puso muy
contenta, de hecho saltaba de alegría, pero no fue suficiente,
todo lo demás continuaba, continuaban los empujones a los más
pequeños, las groserías y seguían molestando a los compañeros.
Entonces a Felipe se le ocurrió otra idea, “El que ayudaba a los
más pequeños sería reconocido por el colegio como el mejor
compañero” pero para concretar su idea, Felipe y Dania fueron
a conversar con la directora, entran a su oficina y ambos la
saludan: “Hola señora directora Amanda”.

Ella muy cordialmente los invita a sentarse y les pregunta:


“¿qué es lo que sucede?”. Ambos le comentan lo que ellos han
observado durante los primeros días desde que Felipe se ha
integrado al colegio, le informan que muchos alumnos y alumnas
no saludan, no piden permiso y hablan con muchas groserías
hacia los demás y que por supuesto también son muy bruscos
con los más pequeños, y obviamente no permiten integrarse a
los juegos de grupo como el fútbol, que era lo que más jugaban

37
en el patio. Le comentaron sobre su idea de reconocer como
mejor alumno del colegio al que siga todas las instrucciones,
incluyendo tener buenas calificaciones y ser amable con los
demás, La directora Amanda les dice que apoyará su idea y los
ayudaría en lo que necesitaran.

Dania y Felipe salen muy contentos de la oficina de la directora


y van inmediatamente a realizar afiches con las instrucciones
para poner en marcha su idea. Una vez pegados los afiches
todos se acercan a leer. Cada afiche decía: “Se busca al mejor
compañero, que sea educado, que no diga groserías y ayude
a los más pequeños, será reconocido por la misma directora,
señora Amanda”.

Al otro día todos eran amables y se saludaban muy cordialmente,


ya no hablaban con groserías, sino que muy formalmente y
respetaban a los demás, sobre todo a los más pequeños, ahora
pedían permiso y hasta los invitaban a jugar. Dania da un grito
de alegría, la idea de Felipe había resultado, ahora todos eran
más amables con todos, así pasaron los días y meses, llegó el
último día de clases, todos estaban ansiosos de saber quién
era el mejor compañero. Entonces sube la directora y dice:
“Este año ha pasado algo increíblemente positivo, todos hemos
aprendido a respetar a los demás y ayudar a los más pequeños,
he visto que todos lo han hecho, se ayudan entre sí, por eso el
reconocimiento es para ¡Todos!”. Todos quedaron en silencio,
Dania y Felipe ya no podían más de felicidad. Los compañeros
de verdad habían cambiado, todo era mejor, ahora daba gusto
asistir a este colegio.

Felipe llegó muy contento a su casa el último día de clases, ya


que él sólo quería ser respetado y respetar a los demás. Y que
mejor poder traspasar esto a los demás.

Emily.

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CATEGORÍA C
6º a 8º Básico
MARÍA

PRIMER LUGAR
Anónimo
Puerto Varas

María era igual a todos, una persona, y como todas las personas,
María tenía pensamientos que la atormentaban.

María era una mujer transgénero que hizo la transición a los 17


años, ella nunca había sido tan feliz en su vida hasta que a los
4 meses se empezó a llenar de dudas.

¿Era ella una mujer real?

Estos pensamientos hacían que María se sintiera mal con ella


misma, dejó de salir de su casa por miedo a ser rechazada por
la sociedad.

Estos pensamientos hicieron que María se sumergiera en una


depresión profunda, llegando a pensar que su única salida de
todo esto era el suicidio.

Josefina era una amiga de la infancia de María y su única


amiga después de la transición, ella veía como María cada vez
se aislaba más del mundo y cada segundo se preocupaba más
por la salud mental de su amiga. Un día Josefina recibió un
mensaje de María pidiéndole que viniera a su casa, Josefina fue
lo mas rápido que pudo y al llegar vio a María tirada en el suelo
en muy mal estado, casi desmayada, ella reconoció que había
intentado suicidarse con una sobredosis de estrógenos. Josefina
al ver esto prometió ayudar a María.

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Después de meses de investigar y de ir a la casa de María
diariamente, encontró una posible solución.

Leyó acerca de una montaña a la cual mucha gente con problemas


de identidad y problemas mentales había ido y vuelto con todos
sus problemas resueltos y sus dudas aclaradas.

Josefina le habló de esta montaña a María, pero María no estaba


muy convencida de que el viaje fuera a ayudarla en algo.
Después de pensarlo por unos días María llamó a Josefina y le
dijo que sí iría.

Las dos llegaron a la montaña, se encontraron a un viejo que


parecía ser tan viejo como el tiempo mismo, él les preguntó
por qué habían venido, María le explicó al viejo todo por lo que
había pasado y que su razón para venir era intentar entender
¿Quién era?.

El viejo dejó pasar solo a María porque los problemas eran de


ella, no de Josefina.

María se sentía insegura, le daba miedo ir sin Josefina, ella


sentía que la necesitaba para poder vivir.

Se armó de valor y empezó a subir, había un sendero que era


bastante fácil de seguir.

A la mitad de la subida María sintió una voz que le susurraba en


la oreja mensajes desagradables, ella se dio vuelta pero no vio
nada así que decidió parar y descansar un rato.

María se sentó a pensar y a recordar como era su vida antes de


la transición, era una vida llena de dudas y de malentendidos,
mientras ella pensaba empezó a escuchar esas voces de nuevo,
María se dio vuelta y vio una figura oscura que le susurraba
a la oreja, María se empezó a hiperventilar, se acostó en el
suelo y empezó a llorar, estaba empezando a arrepentirse de
todo lo que había hecho en su vida, se arrepentía de haber

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escapado de su casa, se arrepentía de haber hecho la transición
y se arrepentía de no haberse suicidado la noche que llamó
a Josefina, entonces vio de reojo a una figura oscura que se
acercaba a ella.

María pensó que era el viejo de la entrada y se relajó un poco


hasta que la figura le puso una mano en el pelo.

María se dio cuenta de que ya no estaba en el suelo, estaba


parada sobre su cuerpo, se demoró un poco en darse cuenta de
que había muerto, María se dio cuenta de que la figura que la
había tocado era la misma Muerte.

-María- dijo la Muerte

-¿Sí?- dijo María

-¿Sabes por qué te saqué el alma?- preguntó la Muerte

-Porque morí- dijo María

-No- dijo la Muerte

Entonces la Muerte tomó de la mano a María y le dijo

-Tú todavía tienes mucho por vivir-

-¿Entonces por qué, señora Muerte, por qué vino?-

La Muerte no respondió, se quedó mirando a María fijamente y


le preguntó:

-¿Qué haces en esta montaña, María?-

-Estoy acá para intentar aclarar mi mente, pero esas figuras


oscuras que me encontraron antes que usted ya me dejaron
claras las cosas-

42
-¿Cuáles figuras?- preguntó la Muerte

Entonces María se dio cuenta de algo, esas figuras que le hablaron


durante su viaje estaban en su cabeza y no eran reales.

-Pero, podría jurar que yo las escuché, ellas me dijeron cosas


horribles- dijo María

Entonces la Muerte soltó la mano de María

-Es hora de volver, María- dijo la Muerte

-Muchas gracias, señora Muerte- dijo María

-De nada-

María se despertó en el mismo suelo en que se había tirado


hace unos minutos, se levantó y decidió seguir subiendo, en su
camino no volvió a escuchar a las figuras oscuras.

Después de una caminata de una hora, María llegó a la parte


más alta de la montaña y admiró el paisaje, se sentó a pensar
en su experiencia y en su charla con la Muerte.

María se paró y se dio cuenta de quien era.

Era María, y era una mujer como cualquiera.

Keren.

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LA CHICA DE OTRO LUGAR

SEGUNDO LUGAR
Antonella Vittoria Stingo Opitz
Colegio Germania del Verbo Divino – 8º Básico

Hola, me llamo Sophie y soy de Puerto Varas, Chile, les quiero


contar una historia que me pasó hace un par de años cuando aún
seguía en el colegio. Esto me pasó cuando yo iba en 2° medio,
llegó una niña nueva que venía de E.E.U.U., hablaba muy bien
el español (claro, con algunas imperfecciones, como algunas
palabras las decía en inglés cuando no se acordaba de ellas
o que a veces le tenías que hablar inglés para que entienda,
pero en general hablaba muy bien), ella recién había llegado al
país, cuando se presentó dijo: “Hi, me llamo Carol, vengo de
E.E.U.U., y vengo de una familia muy rich (rica)”. La mayoría
entendimos y nos quedamos como: “0k, pero no presumas”.

Luego, a la hora del recreo ella se me acercó y me preguntó


que quién era el chico popular de esta escuela y que en dónde
era la siguiente clase, yo le corregí que se dice colegio (no fue
de mala pero es que me da un poco de toc) y que aquí no había
“chico popular” y que todas las clases eran en esta sala por
todo el año y quedó un poco confundida y se fue. En las horas
siguientes, a la hora del almuerzo, se me acercó de nuevo y me
preguntó dónde era la cafetería para comprarse la comida, yo
le dije que aquí no había cafetería, que era un comedor y que
solo había sándwich para comprar, ella respondió que no comía
carbohidratos por que le engordaba y me pidió si la podía llevar
al comedor.

Se sentó junto a mí y se quedó mirando a la nada, me dio pena


que no comiera nada así que le ofrecí de mi comida pero ella se

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negó ya que eran fideos, me dio pena pero le ofrecí mi ensalada
(me dio pena ya que amo la ensalada, pero bueno), ella la
aceptó y me preguntó que de qué clase “social” soy en la sala
de clases, yo le dije que aquí no hay ese tipo de cosas pero en
caso sería la callada del salón, ella puso en blanco los ojos y me
dijo que ella llegaría a ser la chica popular, me agradeció por
la ensalada y se fue, me disgustó que hiciera eso pero lo dejé
pasar.

Pasaron los días y no se juntó más conmigo hasta que un día


llegó y se sentó a mi lado en la sala, yo le pregunté a qué se
debía este magnifico honor (con sarcasmo notorio), ella rodó los
ojos y me dijo que era a la única que le dejaba estar con ella,
ya que las demás le decían que era muy mandona y presumida,
yo le dije que sí lo era un poco y por qué no intentaba cambiar,
y ella dijo que era “natural porque era rica”, le puse una cara
de disgusto y se disculpó conmigo, me preguntó si yo le podría
enseñar a como ser “normal” y yo le dije que no tenía que ser
“normal” solo no tenía que ser tan mandona y presumida, tenía
que dejar de hablar tanto de la riqueza de sus padres y dejar
que otros opinen de sus cosas sin que ella los esté criticando,
dijo que era muy difícil pero que lo iba a intentar.

Pasaron los días y fue mejorando, después de un tiempo era


más amigable y era amiga de más personas, según ella yo era su
mejor amiga, aunque no se juntaba mucho conmigo yo igual la
consideraba buena amiga.

Nelibelly.

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LA HUERTA

TERCER LUGAR
Ana Rosa Iñiguez Perl
Colegio Puerto Varas – 6º Básico

Había una vez un zapallo llamado Charlotte, era tímida,


desconfiada y algo tartamuda. Ella no tenía muchos amigos ni
cualidades, pero tenía unos vecinos muy detestables: Tomate,
Lechuga, Pepino y Alcachofa.

En la huerta había un sauce llorón, un sauce consejero, alguien


que aconseja a las verduras del condominio la huerta. Al Tomate
no le gustaba que el sauce sea el consejero de la huerta. Dice
que él es muy callado y eso no sirve para aconsejar (el Tomate
obviamente está celoso del sauce, o sea, él quiere ser el nuevo
y atento consejero). A los padres de Charlotte les preocupaba
la comunicación de su hija con las verduras así que la llevaron
donde el sauce llorón el cual le dijo a los padres de Charlotte que
a las 5:00 pm empezaba el consejo, a esa hora vino Charlotte,
(bueno siendo honesta 10 minutos tarde, es difícil moverse
siendo una verdura).

Charlotte le dijo al sauce: “Y… y tú… tú que… que me… a…


aconsej… aconsejas… sa… sauce”. El sauce no le contestó
solo movió sus ramas de una forma linda de ver, Charlotte
quedó impresionada por el movimiento de esas ramas largas
y estrechas con sus hojas acompañando las ramas. Después de
unos minutos el sabio sauce le dijo al zapallo Charlotte, que no
le importe lo que digan los demás de ella. A Charlotte le sirvió
mucho ese consejo y empezó a ver el sauce seguidamente, no
solo por sus consejos también pintaba sus ramas y sus hojas
en un cuadro, así es un zapallo que dibuja y pinta, pero no lo

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tomen del sentido gracioso si no que se deberían sentir bien
por Charlotte que al fin le gusta hacer algo que la entretiene,
cuando se aburría siempre acudía con el sauce (Charlotte se
aburría mucho, no tenía hermanos ni vecinos de la edad).

Sus padres estaban muy felices por ella, no solo por vencer su
timidez, también, por encontrar nuevos hobbies como dibujar y
pintar. Pero un día, uno con mucha lluvia, fue a buscar su amigo
como todos los días y no lo encontró, se dio la vuelta y divisó un
camión enorme ¡con su amigo sauce! Ella no podía correr ya que
le dificultaba por ser una verdura, lo único que Charlotte podía
hacer era ver como su amigo se perdía en la lluvia desolada.

Todos los días eran iguales para Charlotte, pero sus vecinos no
extrañaban ni un poco la ausencia del sauce, ahora el nuevo
consejero es el Tomate, el zapallo Charlotte no le dio mucha
importancia ya que no tenía a su amigo, Charlotte no se movía,
hablaba ni miraba... era como una simple verdura.

Trompetas Religiosas.

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ALEXA Y SU MÁQUINA DEL TIEMPO

PRIMERA MENCIÓN HONROSA


Julieta Eva Cabello Corrales
Colegio Germania Del Verbo Divino - 6º Básico

Había una vez una niña de 11 años que se llamaba Alexa.


Ella siempre se sacaba malas notas, pero era una muy buena
inventora, y para poder corregir sus notas, quería construir una
máquina del tiempo. Pasó mucho tiempo y Alexa ya tenía 15
años, pero se seguía sacando muy malas notas: 3.6, 4.0, 2,4
etc… Lo único que necesitaba, era una joya mágica para ponerle
a su máquina del tiempo, que solo se encontraba en una cueva
llamada: “la cueva de las joyas”, pero nadie había descubierto
cual de todas las joyas preciosas que había en aquel lugar era la
mágica, solo se sabía que era parecida a una amatista.

Esa joya tenía el poder de hacer que todo lo que no funcione


a su alrededor pueda funcionar, por lo que Alexa había soñado
toda su vida con encontrarla. Cuando era pequeña, con su
muñeca jugaba a que la encontraba, le decía a su mamá que
algún día la iba a encontrar y su mamá le decía que era su
pequeña aventurera. Que lo iba a lograr.

Al día siguiente Alexa tomó la decisión de ir e intentar encontrarla


así que le dijo a su mamá, que muy amablemente le preparó
su bolso y una mochila con su comida. Entonces partió hacia un
bosque que se suponía que llevaba a la cueva de las joyas. Aquel
bosque era muy oscuro y tenebroso, pero ella no tenía miedo.
Se llevó todo el día pasando por el bosque, hasta que oscureció,
pero con unas ramas y unas hojas logró hacerse un pequeño
lugar para dormir. Al día siguiente Alexa continuó su camino,
atravesó todo el bosque y llegó a unas montañas gigantes. Cruzó

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y cruzó las montañas, hasta que llegó a la montaña que tenía la
cueva de las joyas. Se emocionó mucho, así que entró. Dentro
de la cueva, había muchas joyas, de diferentes colores, formas
y tamaños. Recorrió un poco la cueva, hasta llegar a un sector
que tenía muchas amatistas, y dijo: “A ver, si sé que la joya
mágica es parecida a una amatista, debe ser una de estas, pero
debe tener algo especial”. Miró varias amatistas hasta que vio
una que tenía una luz morada dando vueltas en su interior. ¡Esa
debe ser!, dijo ella, así que la tomó y se fue corriendo a su casa.
Un día después, llegó muy feliz a su casa gritando: “¡La encontré
mamá! ¡La encontré!” y abrazó muy fuerte a su mamá, quien
se puso muy orgullosa, pues su pequeña aventurera crearía la
primera máquina del tiempo. Cuando llegó, corrió a su cuarto
(ahí tenía la máquina del tiempo) y muy entusiasmada, sacó la
joya de su bolso y la colocó en un pequeño orificio dentro de la
máquina; unos instantes después, la máquina hizo ¡Bam! y se
prendió. Su invento, parecía estar funcionando.

Por un segundo se asustó, pero después se dio cuenta de que


la máquina había comenzado a funcionar. Se alegró demasiado
y comenzó a saltar y a gritar. Llamó a su mamá para que vaya
a ver su increíble logro, y su mamá comenzó a llorar de la
felicidad, ya que su hija, o más bien, su pequeña aventurera,
había cumplido su sueño.

Alexa ya estaba lista, preparada, más que dispuesta para viajar


al pasado y remediar sus notas, pero justo un segundo antes
de que viajara, algo dentro de ella le dijo que no lo hiciera.
Aquella sensación no era porque fuera algo malo, sino porque
algo le decía que no era necesario remediar sus notas. Fue
entonces cuando Alexa se dio cuenta de que, tal vez debería
usar la máquina para cosas más importantes que sus notas, ya
que estas no reflejaban lo lista que era, sino que el simple hecho
de haber logrado crear una MAQUINA DEL TIEMPO, la hacía ser
una chica BRILLANTE.

Al pasar el tiempo, Alexa se convirtió en la mejor inventora


del mundo. Ganó muchos concursos, participó en muchas

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investigaciones, e incluso, ganó el Premio Nobel.

Y bueno, era obvio, pues fue la creadora de la primera máquina


del tiempo.

July.

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LA CASA DE MI BARRIO

SEGUNDA MENCIÓN HONROSA


Maite Antonia Avendaño Ruiz-Tagle
Colegio Germania Del Verbo Divino – 7º Básico

Hola mi nombre es Sara, tengo 20 años y les contaré una


historia de cuando tenía 11 años. Recuerdo que en mi barrio
había una casa abandonada. Esta era enorme, el techo y las
paredes estaban rotas. También recuerdo que todos los martes
una ventana de la casa empezaba a rechinar muy fuerte y yo
me asustaba pensando en mil historias de terror cada vez que
pasaba por allí.

La casa la compró un hombre joven, de unos 30 años. Su idea


era arreglarla y que su familia viviera allí con él, pero se le
hacía imposible encontrar a alguien que quisiera restaurarla.
Pasados unos meses, decidió venderla; pero nadie se interesaba
y finalmente la terminó abandonando.

Después de que cumplí los 12 años, me armé de valor y entré


al terreno donde estaba la casa. Ingresé por atrás, justo donde
estaba el portón roto. Observaba el lugar por afuera y encontré
una casita como la de un perro. De pronto vino a mi memoria
que era martes, mi cuerpo sintió la adrenalina del miedo, corrí
a toda velocidad, mientras escuchaba la ventana rechinando
más fuerte que nunca. Logré salir, pero no paraba de ver una y
otra vez la ventana en mi mente.

Esa noche cuando me fuí a dormir, escuchaba aquella ventana


muy cerca, al lado de mi oído, como si gritara. Me mantuvo
despierta, como una pesadilla. Al día siguiente el sonido no
paraba, hubo una tormenta eléctrica, la lluvia no cesaba hasta

51
el tercer día, cuando la ventana paró de rechinar. Todo se sentía
más normal, pero algo me preocupaba. Sentía que algo estaba
mal.

En la noche no había luna, solo estrellas que apenas iluminaban.


Fue la noche más oscura que haya visto en mi vida. A la
mañana siguiente, observaba la casa y pude ver que el hombre
dueño de la casa, salió corriendo. Me puse rápido las botas
para preguntarle qué estaba pasando, pero al salir el hombre
desapareció; se esfumó como un fantasma.

Todo me pareció muy confuso y solo podía pensar en eso. Mis


padres estaban muy preocupados, hasta me preguntaron si me
quería mudar, pero mi respuesta fue un rotundo “No”. Quería
saber qué sucedía, tenía que saber qué estaba pasando.

Esos días me daba mucho temor ir a la casa, pero el miércoles en


la mañana, escuché claramente un ruido, tomé valor y decidí ir
a ver qué pasaba. Crucé por el portón roto y entré a la casa. Abrí
la puerta, encontré muchos muebles antiguos, loza quebrada y
cortinas arañadas por gatos. En la casa había tres habitaciones,
pero me llamaron la atención dos. La primera parecía de una
niña pequeña, tenía una cama rosa con mucho polvo y al
lado había una cuna blanca con juguetes de madera. La otra
habitación era de un hombre, estaba llena de trajes antiguos,
periódicos y libros; la mayoría de física. En la habitación había
un baúl muy grande, pero tenía un candado. La llave no estaba
a la vista, intenté abrirlo con todas mis fuerzas pero no pude.

Vino a mi mente un recuerdo de la última vez que vine, en la


casa del perro había algo que me llamó la atención; era muy
brillante. Salí de la casa y corrí lentamente para buscar aquello
que vino a mi mente. Clavado en el techo, junto a una placa de
metal, estaba la llave, muy oxidada por la lluvia pero brillaba
desde lejos.

Entré nuevamente a la casa, pero la puerta de la habitación


de la niña estaba cerrada. Mi corazón latía muy fuerte, me fui

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corriendo de aquel lugar, me llevé la llave en mi bolsillo.

Corrí tan fuerte, que al llegar a mi casa lo único que quería era
dormir, sentía que había pasado todo el día; pero miré la hora
y eran las 9:00 am ¿pero cómo pasaron solo diez minutos? Esto
era imposible, me senté en mi cama y ya no recuerdo más hasta
el siguiente día. En mi mente una y otra vez aparecía la imagen
de la placa de metal.

Me levanté y fuí a la casa a ver el baúl para probar si la llave


funcionaba. Estando allí, primero quería ver esa placa, fui a
la casa del perro y vi la placa que colgaba de un collar azul.
No tenía nombre, pero tenía grabado el número 3015, la placa
decía: “La calle del millón”, esa calle era del centro, en el
gimnasio.

Tomé rápidamente el collar y me dirigí a esa calle. En la entrada,


revisé nuevamente el collar, en la etiqueta decía que le dijera
al dueño, el número 5. El gimnasio estaba cumpliendo los cien
años, le dije al dueño el número y me dio una llave para abrir
un casillero, el 3015. Lo abrí y dentro había otra llave con el
número 5 ¿Qué significaba?

Quedé muy confundida. Me dirigí a la casa y traté de abrir el


baúl con la llave que tenía el número 5 y funcionó. Encontré
dentro del baúl muchos frascos con líquidos, que si los agitabas
brillaban, pero, ¿para qué servía la llave de la casa del perro?
me fui pensando en aquella pregunta. Ya se oscurecía y no
quería que se me hiciera de noche.

Al otro día, decidida a responder mi pregunta, busqué en el baúl


una pista, para saber el misterio de la llave. Esta vez con luz
de día, encontré dentro del baúl, pegado a uno de los frascos
un papel que tenía muchos años, en el que estaba escrito una
biografía sobre un hombre de unos 50 años. Al leerla pude
darme cuenta que era un físico, que tenía una niña de 7 años
y vivió en la casa. Luego me puse de pie y con la llave intenté
abrir todas las puertas de la casa, la de la niña era la única

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cerrada. Intenté abrirla y me sorprendió. La llave dió vueltas
sin problemas y la puerta se abrió. Entré y empecé a revisar
aquella habitación. Había ropa, cuentos para niños, juguetes y
una guitarra con partituras con canciones para niños. Todo se
veía normal. De pronto tomé un cuadro con el marco roto, de
pronto del marcó cayó una carta muy breve que decía:

Querida hija Paula:


Escribo esta carta para que sepas que te
quiero mucho y que lo que hice no fue tu culpa, solo mía. Te
dejo; me tengo que ir solo. Quería que supieras que te quiero y
que siempre tendrás esto para recordarme.

Tu padre Manuel.

En el sobre había una fotografía rota de un hombre y una niña.


Se veía el cuerpo de una mujer pero la cara estaba rota. Estuve
investigando y en la biografía decía algo de una mujer llamada
Margaret. Supuse que era la de la foto y no le tomé atención en
aquel momento.

Fue un gran error, porque al otro día la casa estaba llena de


ropa de mujer, vestidos antiguos en su mayoría; pero uno me
llamó la atención. Era un vestido rojo, hermoso. Me lo probé,
me gustó,pero estaba lleno de polvo así que decidí ir a mi casa
a lavarlo.

Tal fue mi sorpresa, el color del vestido no era rojo, sino negro.
Mi mente comenzó a imaginar tantas cosas que lo llevé de
vuelta a la casa. Revisé la foto y la mujer en la foto estaba con
el vestido rojo. Me confundí y salí de la casa. Me caí, tropecé
con lo que parecía la manilla de una puerta que llevaba a un
bunker. Entré muy despacio, el lugar era antiguo con cocina,
cama, baño y todo lo de una casa. Incluso con comida para toda
mi vida. Tenía una mesa de centro, con muchas fotos de una

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mujer y un cuaderno con un título que decía: Mi madre. Estaba
lleno de información de una mujer, Margaret seguramente. Vino
una pregunta a mi cabeza ¿Quién vivía allí?

Llena de miedo y preguntas me fui a mi casa, de pronto en la


mitad de la noche escuché un grito muy fuerte. Salí a ver, y
divisé una sombra, era de una pequeña. Quería descubrir quién
habitaba en aquella casa. Al acercarme y revisar el lugar no
había nadie.

Dormí pensando que quizás todo estaba en mi mente. Al otro


día le pregunté a mis padres si habían escuchado un grito en
la noche o alguno de los vecinos. Pero al parecer solo yo había
escuchado aquello. ¿Quién gritó? ¿Por qué solo yo lo escuché?
Se acerca mi vecina pequeña y me dice bajito al oído que ella
también lo escuchó y entra a su casa con una sonrisa riendo.

MAART.

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EL NIÑO SOLITARIO

TERCERA MENCIÓN HONROSA


Santiago Correa Ruiz-Tagle
Colegio Puerto Varas – 6º Básico

Hace unos cuantos años ha nacido un niño; amoroso cariñoso y


con muchos amigos. Uno de sus amigos se empezó a dar cuenta
que él no era sí mismo y no actuaba por su cuenta.

Casi todos sus amigos lo encontraron pesado y que él no los


había escuchado, nadie le hacía caso ni si quiera sus papás hasta
que un día se decidió marchar. Fue solo por la calle oliendo el
petricor viendo como todo el día iba cambiando de color.

Poco a poco en la mañana, solo con indecencia se dio cuenta que


al lado suyo había una iridiscencia. Mientras caminaba por el
camino, el niño se dijo a sí mismo: “no quieren estar conmigo”.

Demasiado desolado, cansado de caminar estaba tranquilito


observando al atisbar. Después se ha dado cuenta de toda su
soledad, el niño entonces decidió reflexionar.

Al día siguiente al colegio regresó; caminando, pensando,


rezándole a Dios. Después el niño cuenta se dio por qué todo
el problema sucedió. Luego de eso a sus amigos perdonó, ellos
también lo perdonaron y esta historia terminó, dejando en
enseñanza a quien lo leyó.

Santi SC.

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CATEGORÍA D
Iº a IVº Medio
EL COCHAYUYO

PRIMER LUGAR
Amelia Gutiérrez Ramsay
Colegio Puerto Varas - Iº Medio

Me sujeté con todas mis fuerzas de esa roca, el mar me golpeaba


con todo su poder, era tal mi desesperación que, gracias a la
adrenalina del momento generada por esas ganas de sobrevivir,
no noté cuando mis uñas empezaron a desprenderse de mis
delicados dedos. La fuerte corriente agitaba mis piernas de
lado a lado, el violento movimiento de las olas, el cual era
acompañado por mis piernas, hacía que ellas rasparan contra la
porosa roca, hasta tal punto de hacerme sangrar, mis intentos
de respirar con tranquilidad cada vez eran interrumpidos con
más frecuencia por el agua del mar que con las olas cubría todo
mi cuerpo al punto de poder permanecer más de un par de
segundos disfrutando la paz que los peces viven a diario, donde
lo único que quedaba era esa exquisita sensación de flotar, para
luego salir otra vez a la detestable tormenta que me esperaba
afuera. Las heridas se volvían cada vez más dolorosas, la mezcla
de estas con el agua salada hacía que ardieran cada vez más
las quemaduras generadas por el roce, ya no solo estaban en
mis piernas, si no que se habían expandido hacia mi desnudo
torso. No tenía ni la menor idea de cómo había llegado a esta
situación, solo sabía que debía llegar a tierra firme. Intentando
recordar que me había traído a esta angustiante situación, me
di cuenta de un detalle que cambiaría absolutamente todo,
estaba tan cegado por el dolor y mis ansias por sobrevivir que
había olvidado por completo la realidad… ¡yo soy un cochayuyo!

Amelia.

58
GUINDA

SEGUNDO LUGAR
Pía Monserrath Sandoval Villanueva
Colegio Puerto Varas - Iº Medio

Había salido apurada de casa.


La sedosa tela aterciopelada de aquel gabán rojo la protegía del
tormentoso frío de aquella noche. Como de costumbre había
dejado el botón superior abierto con la finalidad de hacer notar
las hermosas cadenas de oro que había escogido para conjugar
con su prenda. El punzante tacón de su calzado rojo generaba
eco al pasar, sus pasos eran rápidos y algo indecisos, lo que
provocaba que su cabello se moviera junto al vaivén del viento.
Su perfume, nuevamente, impregnaba las calles con aquel
intenso aroma a guinda.

Su torpe y tan característico andar dejaba en claro que venía de


una metrópolis donde la gente se irritaba fácilmente y habían
más autos que peatones al contar. Algo que también había sido
notorio ante su extravagante forma de vestir —atributo peligroso
ante los ojos de señoras que conservaban ideologías pasadas—.

El acogedor calor de aquel establecimiento la recibió


gustosamente. Una sola sonrisa bastó para que los múltiples
ojos curiosos que vagaban aburridamente entre las amplias
paredes de ladrillo se mantuvieran alerta ante aquella presencia
femenina. Pero solo una grisácea mirada fue notoria ante la
joven.

Algo dudosa y un poco tímida se sentó frente al de ojos grises.


Quién pensaría que aquel simple gesto daría inicio a una de

59
las relaciones más envidiadas de varios que transitaban por las
calles, pues su gran conexión y miradas de amor eran singulares.

Ambos se habían enamorado perdidamente del otro. Y… tal vez


ese fue su error; pues la diferencia de edad que los distanciaba
era uno de los puntos que frecuentemente daba inicio a choques
entre ellos. Él la amaba. Maldecía el día en que cayó bajo sus
encantos, pues una vez que parti, no hubo final.

Si bien aquel hombre de cabellera pelinegra no se llevaba bien


con el contacto físico, siempre trataba de demostrar lo mejor
de sí en pequeños afectos, mas sus muestras de amor no se
remontaban más allá de una deliciosa comida hecha en los
rincones de su hogareña cocina. Por lo que hoy estaba decidido
a hacer algo especial para que vuelva a recordar la razón de por
qué se había comprometido.

Por lo que con gran ilusión había limpiado sus manos y comenzado
todo su trabajo culinario. Con la mejor de sus afiladas hojas
comenzó a separar con mucho cuidado aquel trozo de pulpa;
unas cuantas especias para sazonar, un poco de limón para
abrasar el intenso olor que desprendía ese trozo, un poco de
mantequilla sobre su corteza y el horno habrá dado paso a
aquella bandeja que llenaba el hogar con su delicioso aroma.

Por su parte, la mesa se encontraba decorada con un bello


mantel de seda, unas cuantas velas blancas y los imprescindibles
cubiertos de plata que sólo eran ocupados en ocasiones
especiales (como lo era esta ocasión).

Una vez se encontraba todo listo, dejó caer todo su peso en


la tallada silla de madera con la esperanza de degustar ante
ella aquel gran festín culinario que estaba frente suyo. Estaba
orgulloso de aquella destreza que tanto tiempo tardó en dar
frutos.

Lamentablemente... ella no llegó… La joven de tan característico


abrigo rojo fue vista por última vez una tarde de Junio, cuando

60
los árboles aún mudaban sus hojas y la leve lluvia dejaba ese
petricor en el aire.

Nadie supo su paradero. O tal vez sí...

Pues el amor por ella fue tanto, que aquella cursi frase del “te
quiero comer a besos”, no fue suficiente para él. Quería más.
Quería probar esos dulces belfos entintados con tal pintalabios
color vino tan esencial de ella.
Y allí estaba; allí estaba ella. Justo frente a él. Tal vez no de la
manera en la que te imaginabas. Oh... no...

Pues solo un bocado de aquel distintivo plato lleno de umami lo


llevó al borde de la locura. Delicioso. Su sabor era más delicioso
de lo que pudo imaginar, aquel gusto resaltaba entre tanta
exquisita textura. Estaba completamente extasiado.

Y como si de un niño pequeño se tratase, terminó por comerse


aquella encantadora cena liberando un gran suspiro de
satisfacción.

Allí, lejos del alcance de sus manos, en la isla de esa cálida


cocina, se encontraba aquel característico gabán de color
escarlata, salpicado con un poco de plasma y unos ligeros
desgarros siendo testigos del forcejeo del que fue víctima. Esa
prenda aún desprendía el olor a guinda de la joven.

K.P

61
IMAGINACIÓN DOMINANTE

TERCER LUGAR
Francisca Puga Schmidt
Colegio Puerto Varas - IVº Medio

El frío de la mañana se colaba por la húmeda ventana


haciéndome imposible ver a los caminantes. Con mi tibia mano
limpié aquel frío vidrio, pude sentir como mi mano empezaba a
adaptarse con esa nueva temperatura que me embargaba.

Gente caminando fue lo que me encontré al otro lado de la


ventana. Gente tan ordenada sabientes de su futuro, iban
seguros por su camino. Eran demasiadas personas, muchas caras,
tantas caras que veo cada día por todos lados me hace pensar
si está normalizado. Normalizado el hecho de ser demasiados.

No puedo evitar preguntarme si todos estos seres son reales o


son producto de mi brillante imaginación y los he creado. Soy
demasiado creativo como para haberlos producido.

Una gota cayó surfeando por la ventana, tan diminuta, pero


llena de vida.

No puedo evitar pensar en una frase que domina en mí y refuerza


mi pensar: “Sé el personaje principal de tu propia historia o has
de fracasar”

Es inevitable deducir que nada es real, que quizás soy el


personaje principal y todos son una falla de la realidad. Pero,
¿Cómo podría dejar a todos atrás y brillar con la soledad? Quizás
es mi destino, me han elegido.

62
Quizás, logre grandes cosas y todos me están guiando con su
actuar para llegar a ese glorioso, pero inevitable final.

¿Cómo puedo ser un ser intelectual si no soy el personaje


principal? Otro punto que me afirma lo contrario.

Tal vez los otros personajes no piensan y solo actúan, quizás son
seres sin armadura. Nací para ser el príncipe de la historia, con
mi brillante armadura alcanzaré la gloria.

Sueño con el qué será de mi aburrida historia. Eso es un punto


en contra de mi amarrada historia. Los principales viven por
el hoy y no por el qué será. Viven para vivir y no sobrevivir.
Que ironía la mía, claramente no soy nada más que agonía. Es
transparente la verdad, no soy nada más que un personaje más.
¿Cómo podría serlo si estoy pensando ansiosamente lo que será
y no viviendo cada minuto como si fuera el final?

Observando aquella ventana dejé de mirar esas caras en


movimiento para centrarme en la mojada ventana. Luego,
observé mis manos analizando cuan reales eran.

¿Será que todo lo que veo es producido por mi imaginación?


Quizás si soy el único ser inteligente en este mundo y todos
nacen para formar mi propio universo.

Es como un juego en el computador: eres el único servidor real


que juega contra los demás robots que solo existen para darte
diversión.

Un perro ladrando en el exterior produjo que levantara la


mirada hacia su dirección.

Perros, tan buenos compañeros.

Nuevamente me distraje ¿Qué era lo que pesadamente pensaba


en mi gloriosa mente?

63
Una alarma suena retumbando en la pequeña, pero cómoda
habitación. Levanto mi cabeza fijándome en mi ametalado
amigo.
—Hora de tomar su medicina—dice mi robot.
Gracias a Dios, ya no aguantaba mi pesada imaginación.

Fran.

64
SOMBRERO DE COPA

PRIMERA MENCIÓN HONROSA


Justin Aaron Haugan Gallegos
Colegio Puerto Varas - IVº Medio

Los locales me trajeron a mi escritorio una niña. Aparentaba


unos 10 o 12 años. Contaban de ella que la encontraron robando
manzanas en el mercado local, haciendo el intento de morderlas
con dientes blandos. Aquella chica no se comunicaba mucho,
solo hacía señas y exagerados gestos faciales. Yo ya he llegado
a entender eso bastante bien con el tiempo. Pero a mí no me
hace nada. Ni siquiera una mueca. Hice que la dama de quien
robó la manzana intentara averiguar de dónde viene. De lo que
aquella niña le dijo, venía de un lugar muy muy frío, donde no
la dejaban salir y sentir la luz del día. Pasaba sus días sentada
frente a una ventana tomando pocos vasos de agua al día y
comiendo raciones. Señalaba que aquella persona que la tenía
encarcelada vestía un notable sombrero de copa y un afilado
bigote blanco. Y por lo que entendió la dama, la niña escapó
rompiendo la ventana de su pieza durante la noche, finalmente
se refugió un tiempo en el bosque, donde eventualmente llegó
al mercado.

Como este era mi trabajo, conduje un diagnóstico básico de la


niña. Medí su temperatura, reflejos, masa, saliva, en búsqueda
de algún índice de desnutrición o enfermedad. Finalmente
saqué de mi cajón un extracto de baba viscosa proveniente de
los Goolu Japoneses, criaturas de lodo de textura transparente,
altamente resbalosas y ricas en enzimas que descomponen la
carne, como tienen las piñas exóticas. Acerqué la muestra de
baba gelatinosa a su brazo. Obviamente usé guantes para este
procedimiento. Al acercar la muestra de gelatina grisácea esta

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pareció adherirse a la piel de la niña, diferente a lo esperado.
Luego de unos minutos la gelatina debería causar una leve
sensación de adormecimiento y hormigueo en la zona aplicada.
A su parecer no sentía nada. Le pregunté, y a mi asombro fue la
primera vez que me habló:

— Está… refrescante.

Y luego, silencio. Rápidamente dirijo la vista hacia mí escritorio


y tomo mi libro de mitologías. Lo abro donde tengo puesto mi
marcapáginas, Goolu Japoneses. Doy vuelta a la proxima página,
Cambiaformas. Estas criaturas comparten sus habilidades de
adoptar apariencias animales con la de los Dioses del norte,
pero se transforman gracias al poder de la genética. Son el
resultado del cruce directo entre un ser racional y un Goolu, o
cualquier otra criatura amorfa. Las enzimas de los Goolu no los
afectan y por experiencia sé que estas criaturas requieren un
alto consumo de líquido diario, casi cuatro veces más que el de
un ser humano.

Encontrar un cambiaformas no es algo que pasa habitualmente.


De hecho, son criaturas rebuscadas y en ciertas partes son cazadas
por herejía, brujería, y todo del tal. No es que no entienda.
Pues, si estas criaturas pierden su humanidad o temperamento,
se convierten en quimeras indomables, impredecibles, y a veces
letales. Ver una niña tan pequeña tener que rellenar los zapatos
de una bruja o herética, perseguida por el mundo, una manzana
robada a la vez… Veía en mí una posibilidad de poder cambiar
tal vida mísera y entregarle una mejor a cambio.

Compartiremos la casa, los platos, hasta la dejaré comer en mi


mesa. Podré darle una educación apropiada como para cualquier
niña humana de su edad. Ella a cambio tendrá posibilidades
ilimitadas y podrá transformarse libremente en mi lote: Será mi
caballo cuando necesite transporte, mi cuervo cuando necesite
vigilancia, mi perro cuando vaya de caza, y mi ratón cuando
tenga que esconderla.

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Ha pasado un mes desde que invité a aquella criatura a
quedarse. Yo he tenido que mover su plato al suelo, pues prefiere
lengüetear su comida en vez de usar tenedores y cuchillos como
una dama. Sé que estos problemas desaparecerán en cuanto la
envíe para su educación en el otoño. Ella ni siquiera termina su
plato y ya empezó a perseguir su propia cola. Alarga su cuerpo
en intentos de atraparla pero falla. ¡Qué horror! No está nada
apta para mandarla lejos de casa, ¿qué dirán los otros si ven su
cuerpo contorsionarse así?

Lo mejor, tanto para su seguridad como la de la sociedad, sería


cuidarla aquí. Así que tomé a la niña del brazo y la llevé al
segundo piso. Llegado a cierto punto empieza a resistir. Le
crecen garras en los pies y en las manos, y la pequeña quimera
intenta adherirse a paredes que ya están rasguñadas.

No sabe que es para su propio bien. Pero tendrá que aprender


de alguna forma u otra. Abro la puerta de la pieza de invitados,
adentro va ella. La cierro y le pongo llave. Rasguños, gruñidos,
y chillidos. Silencio. Vuelvo al primer piso. Tendré que hacer un
par de compras necesarias para la semana que viene. Me miro en
el espejo y me cubro la boca con mi mano: al quitarla se puede
ver un bigote blanco y puntiagudo aparecer como por debajo de
mis dedos, cual cepillo. Me visto con mi sombrero favorito, uno
con forma de copa, y salgo al mercado nuevamente.

Estoy seguro de que ahora ella no dejará mi lado. Pues con clavos
en sus manos, tablones de madera cubren completamente con
sus abrazos el ventanal roto de aquella fría, fría pieza.

Askeladden.

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GÉNESIS

SEGUNDA MENCIÓN HONROSA


Matilda Antonia Maldonado Cáceres
Colegio Inmaculada Concepción Puerto Varas - Iº Medio

Con un asfixiante nudo en la garganta, Ada miró lo que alguna


vez había sido su hogar, su espacio, su vida. La tierra antes
fértil y llena de las más hermosas flores, ahora estaba reducida
a rocas y cenizas. Sintiendo sus rodillas temblar, se sentó en
la cima de la enorme colina donde se encontraba, mirando la
extensión del horizonte, una parte del Planeta Tierra.

Ya no quedaba nada.

Hace años ya había dejado de oír los agónicos gritos que


imploraban piedad, madres llorando desgarradoramente y
abrazando los cadáveres de sus hijos. Amigos, familia, parejas
buscándose, tratando de aferrarse a un vasto recuerdo de
felicidad, esperando en lo más profundo de su ser que un
milagro ocurriese y fuesen salvados.

Esperanza.

Era algo que había perdido con el sofocante pasar del tiempo.
Había visto su hogar y su planeta perecer en las llamas del
infierno, carbonizando todo a su paso, sin perdonar ni al más
fuerte ni al más débil. Había visto morir a su familia, amigos,
conocidos.

Ella era la última.

Ya no luchaba. Ya no se escondía ni trata de sobrevivir, aunque

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sea una hora más. Hace unos días la comida se había acabado, y
la última planta del lugar se había marchitado. Ni siquiera sabía
para qué se había esforzado por sobrevivir tanto tiempo. Tal vez
solo fuese el instinto de supervivencia, o que en el fondo de su
corazón anhelaba que algo cambiase. Pero eso nunca pasó.

Así que esperó.

Esperó, esperó y esperó. Pasaron los segundos, minutos, horas,


hasta pasar un día. Fue cuando finalmente los vio, y supo fue
por fin podría descansar. La luz blanca que se asomaba en el
horizonte se hacía cada vez más grande y luminosa. Para cuando
estaba frente a ella, ya solo podía ver blanco. De sus labios
agrietados se formó una sonrisa.

Tardaron en venir – Se sorprendió al oír su voz luego de tantos


años. No la había necesitado. Estaba sola.

Pudo sentir el calor de su mano acercándose a su garganta.


Cuando estaba a punto de ser ahorcada, detuvo su mano,
sintiendo como quemaba las suyas, inhalando el metálico olor
de la sangre, pero ya era incapaz de sentir dolor.

Antes de que me lleves, quiero saber algo – Pidió - ¿Por qué?


Eso bastó para dejar descolocado al ser de luz – Señor… - Habló
a la nada. Nunca en todos sus milenios había escuchado un alma
tan lista para morir, pero con tanta ansía de saber que había
más allá. Ahí entendió que era la elegida.

Déjamelo todo a mí, Gabriel, puedes ir a descansar – Al escuchar


esa voz, Ada supo que lo había encontrado. No era hombre ni
mujer, niño ni adulto.

Simplemente era.

Mi querida Ada, nos volvemos a encontrar – Por un pequeño,


diminuto momento, un tinte humano de tristeza matizó su voz.
Quiero saberlo – Exigió, sabiendo que no descansaría hasta tener

69
una respuesta.

“Ya lo sabes, hace milenios que lo sabes. Solamente tu mente


humana no lo ha podido entender, y lo has olvidado”
Pues recuérdamelo, las veces que sean necesarias – Oyó un
suspiro, antes de que su cabeza fuese invadida por el recuerdo
ajeno.

Y entonces lo vio.

Lágrimas abundantes caían por su cara, sufriendo,


compadeciéndose. Vio la creación, la belleza, la maravilla
en un solo latido, siendo contaminado por el ser que no logró
entender su propósito, manchando su mundo y su existencia en
un manto oscuro de negligencia, miedo y rabia.

Cuando creyó que su mente estallaría en mil pedazos, todo


cesó. Fue despojada de su voz, de sus recuerdos, de su cuerpo
y de su consciencia.

Fue entonces cuando abrió los ojos.

Se incorporó del mullido césped, admirando el paraíso a su


alrededor, sin saber quién era o para qué estaba allí. Una blanca
luz la envolvió, y lo escuchó:

“Bienvenida, Eva”

Library Mouse.

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SOMBRÍO

TERCERA MENCIÓN HONROSA


Sofía Lazarraga López
Colegio Alemán de Puerto Varas - IVº Medio

Esta fue una historia de amor, y ojalá lo siguiera siendo.


El cielo está de un borrascoso gris, enmarcando mi triste viaje.
Caminé a paso tranquilo entre los marchitos árboles, tocando
sus hojas con las yemas de los dedos. Cafés, naranjas y grises
caían al descuidado suelo. Nadie ha venido a cuidar el lugar en
ya mucho tiempo.

Al llegar empujé la gran puerta de ébano, la cual se abrió con


un rechinido hacia dentro. El tragaluz dejó ver la gran cantidad
de polvo que se levantó al abrirse la puerta. Tosí.

El viento cerró de un golpe la puerta tras de mí, pero no logré


verme interesado en eso. Mi mirada estaba al frente, al fin.

Las escaleras están rotas, cuesta subir, pero lo logro. Cada


paso genera un crujido y pareciera que los escalones fueran a
derrumbarse bajo mis pies. Ojalá así fuera.

El segundo piso está enmarcado en cuadros. Todos parecen


observarme mientras camino a la última puerta. La casa, mi
casa, está vacía y aún así miles de espectros me persiguen.

Ignoro todas las puertas hasta llegar a la última, a la derecha,


casi invisible si no se conoce su ubicación. Yo conozco todo el
establecimiento como la palma de mi mano, igual que ella.
Igual que a ella.

71
Entro. Ahí está. Su agonía me retumba en la memoria.

Antes de ir me dijo que no me preocupara. Que no guardara


rencor por aquellos culpables. Pero me es imposible. Ellos
arruinaron todo.

El parque, nuestro parque, donde ocurrió nuestra primera


cita y última también. Ellos decidieron que se instalarían ahí.
Tratando animosos de desmentir los efectos que ellos estaban
causando. En nuestra ciudad pusieron su pancarta. Mintieron.
Dijeron a todos que el efecto de sus industrias era mínimo. Algo
así nunca sería nocivo. Pero lo fue.

Ella, mi amada, dijo que no dejaría de pelear. Me repitió que


ella amaba su parque y no les dejaría ganárselo. Hasta cuando
este se recubrió de humo, el cual se le metió en los pulmones,
llenándolos. Aún cuando tosía sin parar, no dejó de ir, de
reclamar por lo que es suyo. De todos nosotros.

Fui un cobarde, al final. Me asusté, sus síntomas empeoraban y


ellos, los culpables, solo trataron de ofrecerle una mísera suma
de dinero como compensación. Pero ella nunca sería la misma.
La ciudad tampoco, ya no hay fauna y los pocos árboles que
quedan son grises y sombríos. Traté de cuidar los nuestros, pero
llegó un momento en el que ya no pude. Debería haber tratado
más, por ella.

Llegó un punto que aún ella queriendo ir a descansar al parque,


ya no le quedaban fuerzas. La cuidé en casa hasta que no pudo
más. Podría decir que no sufrió, pero no fue así. Sus gritos se
quedarán conmigo por siempre.

Al final, cuando ella me pidió que me fuera y que no mirara


atrás, que la dejara, no pude hacerlo. Miré atrás y en sus ojos
vi reflejada la decepción.

En ese momento la perdí no solo a ella, si no toda la vida que


habíamos tenido juntos. Perdí el parque y nuestro hogar, los

72
árboles que plantamos entre risas de enamorados. Lo perdí
todo.

Es por eso que ahora, mientras miro sus restos que nunca tuve
la fuerza de enterrar, aún sufriendo en la cama que fue nuestra
en tiempos más felices, que lloro. Trato de sostenerla como
alguna vez lo hice y bien no es más que un cadáver putrefacto.
La maldad y el egoísmo de una industria interesada me quitó a
quien más amaba y todo lo que ello conlleva y así pido, que no
dejes que te quiten nada a ti también.

Salí de la casa, donde el cielo sigue gris y nublado. Vi nuestro


marchito jardín. Ya es muy tarde para restaurar lo que antes
fue, pero con un último respiro puedo aportar al futuro de
otros. Es mi esperanza, si no puedo vivir con ella espero que
otros no sufran el mismo destino.

Camino por lo que parecen horas y de pronto me encuentro en


el parque. Mi corazón pesa como si fuera de plomo, aún así, sé
que esto es lo correcto, que podré estar con ella nuevamente.
Cuando esto termine encontrarán los restos del amor que nunca
fue, en la casa en la que viviríamos y en mi bolsillo una carta.
La escribí sabiendo lo que ocurrirá. En esta van mis deseos más
íntimos para lo que quiero que ocurra, para que se sepa quien
es el culpable de mi fin y del de ella. Con unas pocas palabras se
entenderá todo. La escribí con pluma y tinta, y empieza como
toda historia perdida.

“Esta fue una historia de amor y ojalá lo siguiera siendo…”

Al final, con un disparo en el corazón, lo acabé todo.

Samuel Laz.

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CATEGORÍA E
Alumnos con Necesidades Educativas Especiales
(A.C.N.E.E)
UNA FLOR LLAMADA ROBERTA

PRIMER LUGAR
Roberta Del Carmen Unicahuin Coñuecar
Escuela Diferencial ASPADEP - Laboral 3

En un lugar mágico, a orillas del bello mar vivía una pequeña


flor llamada Roberta, ella estaba rodeada de todas las flores de
su especie, pero sentía que algo le hacía falta.

Un día tuvo la gran idea de salir a pasear por otros lugares, ya


que quería conocer otras especies de flores. Al caminar tanto por
las orillas del mar, se encontró con un pueblo llamado Batuna.
Tuvo la curiosidad de ingresar al pueblo y se encontró con la
gran sorpresa de que por cada paso que daba, se encontraba
con distintas variedades de flores, eran todas muy bellas, con
características particulares, algunas tenían distintos colores,
distintos tamaños y eran muy amigables. Poco a poco fue
aprendiendo muchas cosas lindas que antes no conocía a través
de cada especie de flores. Se hizo amiga de la flor más grande
del pueblo, esta flor la acogió como parte de su familia y entre
todos le enseñaron a hacer un rico pan, unas ricas galletas y
todas las cosas que a Roberta le gustaban.

Finalmente, Roberta aprendió que en la vida se pueden hacer


muchas cosas lindas cuando uno se lo propone y que el más
bello jardín de todos es la familia.

Robertita.

75
EL BOSQUE ESCONDIDO

SEGUNDO LUGAR
Matías Gallardo González
Escuela Diferencial ASPADEP - Laboral 2

En la oscuridad del bosque se encontraba una diminuta senda.


Todos pasaban sin darse cuenta lo bello que se veía al llegar la
noche.

Una cascada que se iluminaba con la luna llena, sus habitantes,


elfos y hadas vivían en armonía con la naturaleza.

Un poquito por aquí y otro poquito por allá y el polvo de hadas


de Arleth, quien era el hada más pequeña del lugar que hacía
con su magia que todas las flores se llenaran de color.

Mas los elfos también hacían lo suyo como supervisar el trabajo,


pero Arleth le ponía su toque especial de amor y dedicación.

Tom y Jerry.

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LA GATA LUNA

TERCER LUGAR
Carolina del Carmen Reuquén Ruiz
Escuela Diferencial ASPADEP - Laboral 3

Había una vez una niña que se llamaba Carolina, ella vivía con
sus padres.

Carolina tenía un gato que se llamaba Nano, era muy regalón


y jugaba con ella, pero Nano también era muy callejero y se
escapaba para jugar con otros gatos, un día el gato Nano salió y
no regreso, Carolina y su familia lo salieron a buscar, pero no lo
encontraron, toda la familia estaba muy triste.

Sus primos Tamara y Carlitos al saber de la perdida de Nano


y lo triste que estaba Carolina, adoptaron dos gatitos para
regalárselos a Carolina, una gata blanca con amarillo que la
nombraron Luna y Mateo un gato negro con blanco, Carolina
esta feliz con sus nuevos amigos.

Carolina estaba feliz y jugaba con sus gatitos, la gata Luna


comenzó a ser muy especial para ella, la despertaba para ir al
colegio, la acompañaba en su pieza, le hacía cariño, cuando
llegaba del colegio la esperaba en la puerta, era una gran
compañía.

Carolina y su familia estaban muy felices con su gata Luna.

Caro.

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PEDRITO Y JUANITO LOS GLOBITOS

PRIMERA MENCIÓN HONROSA


Catalina Romero Miranda
Escuela Diferencial ASPADEP - Laboral 2

Esta era una vez dos globos, que se llamaban Pedrito y Juanito
los dos amigos iban volando por el aire escapando de una brisa
muy fuerte y buscando un lugar de refugio, pero era tan fuerte
la brisa que no encontraban ningún lugar donde refugiarse,
siguieron flotando hasta llegar a una planicie donde el viento
era más suave porque estaba rodeada de cerros y en ese lugar
encontraron un refugio perfecto.

Una vez que pasaron la noche, al día siguiente siguieron camino


al pueblo donde los esperaban sus amigos, pero en ese andar se
encontraron con muchos obstáculos; había mucho sol, no había
viento y se le hacía muy difícil avanzar, muchas veces estaban a
punto de topar el suelo, en otras ocasiones tenían que escapar
de los niños que querían atraparlos porque eran muy llamativos
Pedrito era como un arco-iris y Juanito era como un sol brillante.

Cuando llegaron al pueblo sus amigos los estaban esperando,


con una gran fiesta, que adornaban el lugar había globos de
todos los colores parecían racimos de flores de múltiples colores
ese día Juanito y Pedrito disfrutaron fueron el alma de la fiesta.

De regreso a su hogar decidieron tomar un atajo, cerca del


desierto, en el camino tuvieron que lidiar con una plantación
de cactus y allí ya se les hacía de noche y encontrar un refugio
le era casi imposible, la brisa no les acompañaba mucho
entonces decidieron continuar, a lo lejos vieron un viejo
globo amarillento y ya cansado se tambaleaba de un lado a

78
otro, entonces Pedrito y Juanito le gritaron: “Hey amigo ten
cuidado con el cactussssss” y el viejo globo le contesto: “Queee
cacctusssssssss” y se desinfló.

Pedrito y Juanito siguieron flotando hasta llegar a su casa,


felices de haber visto a sus amigos, pero decidieron nunca más
tomar riesgos innecesarios ya que habían visto como un viejo
globo amarillo se desinflaba ante sus ojos.

Colorín colorado este cuento se ha acabado Pedrito y Juanito a


su casa ya regresaron.

Lulu.

79
MARTÍN ERA DIFERENTE

SEGUNDA MENCIÓN HONROSA


Martina Victoria Smith Schnettler
Escuela Diferencial ASPADEP - Laboral 3

Había una vez un león llamado Martín. Este león era diferente
a los demás animales del zoológico porque juega a la pelota
con su familia. Un día se fue a jugar a la pelota en el bosque y
se perdió. Martín perdido solo en el bosque, un día se encontró
con un dinosaurio. Martín intentó escapar y no pudo y un día
el dueño fue caminando al bosque y vio a un dinosaurio y al
dinosaurio no le gusta que nadie esté en su ambiente. Nadie
supo dónde estaba Martín y después lo encontraron muerto.

El dueño dijo que se perdió y que fue el dinosaurio que mató


a Martín y por eso es que Martín se perdió, por el dinosaurio.
Finalmente el dueño se encontró de nuevo con el dinosaurio y
el dinosaurio mató al dueño y después fueron unos carabineros
de Chile al lugar donde fue el asesinato, pero no estaba el
dinosaurio. Se encontró con la familia de Martín el carabinero
le hizo una pregunta si habían visto al dinosaurio y la familia
de Martín respondió: “No hemos visto al dinosaurio”. Entonces
el carabinero siguió su camino. Era la 1:00 am y el carabinero
finalmente encontró al dinosaurio.

Habló con él, le dijo: “¿Usted cómo se llama?”, dinosaurio le


respondió: “Me llamo casa, me estas faltando el respeto, ¿acaso
yo te pregunté cómo te llamas?”.

El carabinero le dijo: “Te lo vuelvo a preguntar, ¿cómo te


llamas?”. “Me llamo payaso” le respondió el dinosaurio. “¿Estás
loco de la cabeza?, dime cómo te llamas”, le dijo el carabinero.

80
“Me llamo botella”, pero el carabinero se enojó y le dijo “ya no
importa, me hartaste. Usted está bajo arresto por el homicidio
por haber matado al león Martín y a su dueño y si usted habla
todo lo que diga estará en su contra”.

“Ya, le diré como me llamo señor, me llamo Cristóbal”, dijo


el dinosaurio. El carabinero respondió “gracias por decir tu
nombre, pero lo llevaré frente a la jueza Angélica”.

Finalmente la jueza Angélica le dio cuarenta años de prisión.

Marti.

81
TRINIDAD, SERGIO Y RENATO Y GATO Y RATÓN

TERCERA MENCIÓN HONROSA


María Trinidad Brahm Brahm
Colegio Puerto Varas - 4°Básico

Un día Trinidad encuentra un gatito. Le pregunta cómo se llama


y este le contesta “Loki”. Muy contenta se lo va a mostrar a
sus amigos Sergio y Renato. Trinidad los invita a todos a dar un
paseo en el auto de sus papás quienes los llevan hasta una casa
donde una persona le entrega al papá de Trinidad un libro sobre
el juego de AMONG US (el impostor).

Mientras los papás miraban el libro, los niños se escapan al


bosque cercano donde encuentran una curiosa piedra azul ... de
pronto se dan cuenta que Trinidad se habían convertido en gato
y Sergio y Renato, en ratones y sin querer se ponen a pelear!!!
Se dan cuenta de que son ellos, que se habían convertido en
animales y que lo mejor era volver con los papas de Trinidad
que estaban muy preocupados por ellos!!!

Cuando llegaron los reconocieron inmediatamente pero no


sabían cómo podían volver a ser niños. Así es que el papá decidió
regalarles un barco para que viajen por el mundo buscando más
aventuras!!! Y así Trinidad, Sergio y Renato se convirtieron en
los mejores navegantes y conocieron todo el mundo!

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MI TALENTO ESCONDIDO

CUARTA MENCIÓN HONROSA


Ignacia Correa Ruiz-Tagle
Home School

El gran campeonato.

Querido diario hoy es un gran día para mí, ya que hoy es el


último campeonato de tenis. Yo estoy un poco nervioso, ya que
me preocupan mis amigos quienes juegan junto conmigo, ya
que ellos están muy asustados de no poder jugar bien. Pero yo
trataba de subirles un poco el ánimo, faltaba cada vez menos
para el gran campeonato, pero no había caso de subirles el ánimo,
por lo que decidí llamar a Carla quien era una de las mejores
psicólogas de por aquí. A mí me costó un poco convencerlos,
hasta al final lo logré, en la sesión Carla nos preguntó qué nos
estaba pasando. Y yo sinceramente le contesté que estábamos
un poco preocupados por el partido de tenis de hoy, entonces
desde ahí que mis amigos no se han atrevido a volver a jugar.
Cris se paró y grito muy fuerte “eso no es cierto”, luego de
que esto sucediera todo el grupo empezó a discutir. Carla gritó
¡SILENCIO! y dijo: “pero ¿qué es esto?, ¿por qué discuten así,
no se supone que son un equipo?. Max contesto así es y luego
como de la nada Max se fue... ¿qué le habrá pasado?. Todos
nos quedamos en silencio y lo empezamos a buscar por todas
partes ¿dónde estará?. Luego exclame: “¡vamos, vamos, ya va a
empezar el campeonato!, ¿pero y Max?”. Luego nos dimos cuenta
que Max estaba hablando con un entrenador, de pelo blanco y
ojos claros. Y luego medí cuenta que era ¡ROD LAVER! el famoso
jugador de tenis, pero ¿qué hacía aquí? Max me contaba que él
había venido por que nos quería hablar algo super importante
antes del juego. Él nos viene a hablar sobre el compañerismo
y el trabajo en equipo, pero el anfitrión grito: “faltan solo dos

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minutos para empezar el campeonato” y Rod antes de irse
grito: “¡Vamos equipo de los montes!” y se marchó. Después
del campeonato nos fuimos a celebrar que salimos segundos en
el campeonato y nos dieron una de esas medallas brillantes,
gracias a mis amigos que jugaron como verdaderas estrellas y a
ti Rod Laver por hacernos entender que es el compañerismo y
el verdadero trabajo en equipo.

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AGRADECIMIENTOS

Estimados lectores y lectoras;

El libro que hoy tienes en tu mano es el resultado de la


creación literaria de niños y jóvenes que estudian en la
comuna de Puerto Varas.

La XVII edición del Concurso Literario “Cuento Varas”, ha sido


posible gracias a la entusiasta participación de estos escolares
y de todos quienes activa y dedicadamente participan de
esta iniciativa.

Nuestros agradecimientos a:
Centro de Padres del Colegio Puerto Varas.

Equipo de trabajo compuesto por:


Constanza Caerols Llamazares
María Cárdenas Villarroel
Gustavo Escalante Weinreich
Michelle Ide Nualart
Verena Perl Schmidt
Daniela Reyes Blanco
Paulina Ramsay Núñez

Al jurado 2022 compuesto por:


Daniella Balin Furst
Antonieta Rodríguez Paris
Camila Sobarzo Rodríguez

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Colaboradores:
Fundación Bosque Nativo
El Heraldo Austral
Librerías Sotavento
Librería Mac-Kay

Patrocinadores:
Colegio Puerto Varas

Agradecemos a las empresas que auspician y hacen posible


este proyecto:

Kaji
Óptica Harter
Stoffe
Keepex
Astecmar
Mowi
Blindatech
Tecnofast
Oxysur
Easywood
Mimo Arquitectos
Gráfica Andina

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...más de 16 años de sueños y escritura en Puerto Varas.
El Centro de Padres del Colegio Puerto Varas
auspicia el concurso literario Cuento Varas
desde el año 2003.

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