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Análisis Comparativo

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Lugar, 00 de septiembre de 2022

Instituto Creativo Digital

Materia: Historia Del Arte I

Nombre: Karla Lira

Análisis Comparativo
El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli (1482-1485) y Discóbolo, de Mirón (450 a.C.)

I. El nacimiento de Venus (en italiano: La Nascita di Venere) es un cuadro


realizado por el pintor renacentista Sandro Botticelli, una de las obras cumbre
del maestro florentino y del Quattrocento italiano. Está ejecutado al temple
sobre lienzo y mide 278,5 cm de ancho por 172,5 cm de alto. Se conserva en
la Galería Uffizi, en Florencia, donde está expuesto en la sala 10-14, llamada
«de Botticelli»

La diosa pagana Venus (o Afrodita, para los griegos) ha sido el símbolo, desde tiempos
inmemoriales, de la fertilidad y el erotismo en la mitología grecorromana. Se trata de un
personaje caracterizado por el erotismo arrasador sobre y por los otros, y por ser una
mujer con voz de mando, firmeza e inteligencia.

El cuadro El nacimiento de Venus fue famoso porque, desafiando las costumbres de su


tiempo, legitimó la representación del desnudo femenino de cuerpo completo en el arte.
Esto no era muy común en el pasado, aunque ya se había hecho en algunas piezas con
fines moralizantes. De hecho, no era común ni siquiera en el arte grecorromano, donde
era el hombre quien se representaba completamente desnudo y, en caso de que se
tratase de una mujer, normalmente solo se descubría su torso. Aún así, en la antigüedad
existieron algunos casos como la Afrodita de Cnido o Venus de Cnido, esculpida por
Praxíteles hacia el año 360 a.C., de la que solo queda una copia romana.

La Venus de Cnido, al igual que la de Botticelli, se enmarca en el tipo de la Venus púdica


que, tras su nacimiento y revelación, esconde sus partes íntimas de la mirada humana,
como corresponde a una mujer virtuosa. Así, a pesar de un cierto atrevimiento, Botticelli
justifica el desnudo desde un punto de vista filosófico, apelando al neoplatonismo de
Marsilio Ficino que consagra la virtud como un valor supremo.

II. La Afrodita de Milo, más conocida como Venus de Milo, es una de las estatuas
más representativas del periodo helenístico de la escultura griega, y una de las
más famosas esculturas de la antigua Grecia. Fue creada en algún momento
entre los años 130 a. C. y 100 a. C., y se cree que representa a Afrodita
(denominada Venus en la mitología romana), diosa del amor y la belleza; mide,
aproximadamente, 2,11 m de alto.

La escultura fue hecha en mármol blanco, en varios bloques cuyas uniones no son
visibles, en un tamaño ligeramente superior al natural. Se desconoce su autor, pero se ha
sugerido que pudiera ser obra de Alejandro de Antioquía. Esta escultura posee un estilo
característico del final de la época helenística, que retoma el interés por los temas
clásicos al tiempo que los renueva. El aspecto clasicista de sus formas hacen suponer
que su autor se inspiró en la estatua del siglo IV a. C.
ANÁLISIS COMPARATIVO

Cuando habla del contexto en el que se crearon estas dos obras, son muy diferentes
entre sí, ya que evidentemente existe una distancia temporal clara entre las dos piezas.

Si nos centramos en la obra de Botticelli, esta fue pintada en un contexto muy específico.
Con la aparición del renacimiento empezó a surgir, con más notoriedad, una nueva
corriente de pensamiento que se aleja del teocentrismo. Esta corriente es del humanismo
antropocéntrico, que se centra más en ubicar al hombre como el centro de las cosas. En
el contexto artístico que nos ocupa, encontramos que en el renacimiento se vuelven a
representar los mitos clásicos, como es la venus de lienzo de Botticelli, en los cuales se
encontraban las verdades escondidas de la naturaleza humana. Gracias al amparo que
brindó la familia Médici al autor de la obra, pudo pintar este lienzo sin temor a las
represalias que pudieran surgir por parte de la iglesia católica. El encargo de este cuadro
lo recibió Botticelli por parte de Lorenzo Pierfrancesco de Médicis, quien le encomendó
representar el nacimiento de esta diosa pagana.

En cuanto al contexto en el que se realizó la Venus de Milo se trata de una figura con
estilo artístico propio del periodo Helenístico de la antigua Grecia. Durante este periodo en
el arte griego vemos como las esculturas se crean con un realismo exagerado, por los
cánones de belleza que se tenían en la época, hecho que podemos apreciar en esta
escultura y en esa voluptuosidad tanto en su figura como en la pronunciación de las
caderas, la cual acentúa de muy buena manera el contraste que se da con respecto a la
cintura de la escultura.

En ambas obras se nos presenta una diosa Venus que transmite una sensación de calma
y relajo, pero con fines diferentes. En la escultura de Milo observamos como se nos
presenta a la deidad con unas postura pasiva, además que su rostro expresa tristeza,
esta se puede apreciar claramente en su mirada perdida.

En el caso de la obra de Botticelli, se nos presenta una diosa desnuda en el centro de la


obra, creando una composición armoniosa. Se nos intenta naturalizar el desnudo de
Venus ya que en épocas anteriores al renacimiento no era común la aparición de la mujer
desnuda. Pero el autor nos muestra a una diosa en una postura relajada, con una mirada
perdida que se fuga del lienzo, intentado así legitimar la representación del desnudo
femenino en una obra de arte, utilizando a la diosa del amor y la fertilidad para tal fin.

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