Psychology">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Cómo Cuidar Tu Salud Mental

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

Cómo cuidar tu salud mental

Consejos para las y los adolescentes

UNICEF México

Con la pandemia de COVID-19, más que nunca, quedó claro lo


vital que es cuidar nuestra salud mental y que hacerlo es tan
importante como cuidar nuestra salud física, pero ¿qué es la
salud mental?

Aquí te contamos.

Es el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-


cultural, y que garantiza su participación laboral, intelectual y de
relaciones con otras personas, con el fin de alcanzar bienestar y
calidad de vida. Cuando una persona no alcanza este bienestar,
es decir, que tiene alguna enfermedad o problema de salud
mental, puede incapacitar a una persona y afectar todos los
aspectos de salud y desarrollo: físico, mental y social.

¿Cómo cuidar mi salud mental?


1. Escucha, siente y entiende tus emociones, ¡cada
una tiene un mensaje para ti!
Hay tantas formas de sentir emociones como seres humanos en
el mundo. Es importante que sepamos que no son ni buenas ni
malas. Todas las emociones son necesarias y son una gran
forma para entender el mundo que te rodea.

Por ejemplo, el miedo sirve para estar alerta ante el peligro.


Tomar precauciones y hablar con alguien de confianza sobre lo
que tememos puede ayudarnos. Por otro lado, la frustración nos
permite ver cuando las cosas no salen como queremos y que
aprender a resolver problemas y a pedir ayuda cuando lo
necesitemos, es una solución.

La tristeza es la reacción que podemos tener cuando algo nos


conmovió; A la tristeza la podemos abrazar como a una emoción
más, recordando siempre que es una reacción que pasará y si no
es así, podemos pedir ayuda.

Y la alegría nos muestra que compartir lo que pienso y siento con


amistades, con mis padres, dibujar, cantar, escribir, o hacer
deporte, me hace sentir bien y que debería hacerlo más
frecuentemente.

Las emociones a veces pueden causarnos incomodidad, pero


¿cuál es la mejor forma de hacer frente a esos sentimientos?
Sintiéndolos y aceptándolos; así, las emociones fluyen y llegará
el momento en que comiences a sentirte mejor.

2. Mantén un estilo de vida saludable


Duerme en horarios adecuados y las horas necesarias, encuentra
actividades físicas que te motiven y realízalas cuando menos 15
minutos diariamente, mantén una alimentación balanceada y si
tienes algún problema de salud física, acude a un adulto de
confianza para que éste pueda atenderse.

3. Céntrate en ti
Encuentra espacios de recreación haz actividades que te hagan
feliz o que te diviertan. Sabemos que los amigos y amigas son
súper importantes para los adolescentes, pasa tiempo con ellos,
encuentren actividades divertidas para hacer en grupo.

Hay otras muchas formas de centrarte en ti, por ejemplo,


practicar algún deporte, ir al cine, mira tu película favorita varias
veces, pintar, escuchar podcasts que te permitan seguir
aprendiendo, pasar tiempo de calidad con tu familia, pasea a tu
mascota, etc. Recuerda que desconectarse un rato de las redes
sociales también es saludable.
Algo que es muy bueno para cuidar tu mente es escribir un diario
con tus pensamientos y sentimientos, puedes guárdalo y en unos
años podrás leerlo y será toda una experiencia recordar lo que
viviste hoy.

UNICEF / Schverdfinger

4. Reconoce cuando necesites ayuda


Sé consciente de tus redes de apoyo y comunícate con ellas, no
siempre debes poder con todo. Cuando encontramos apoyo y
ayuda en alguien más, estamos permitiéndonos encontrar
soluciones, abrir nuevas posibilidades y disminuir nuestra
vulnerabilidad

Recuerda que si sientes que no puedes manejar tú


solo/sola una emoción o ha permanecido mucho
tiempo contigo, debes pedir ayuda de un adulto
en quien confíes pues no siempre debes poder con
todo; y en cambio cuando encontramos apoyo y
ayuda en alguien más, estamos permitiéndonos
encontrar soluciones, y disminuir nuestra
vulnerabilidad.
5. Sé amable contigo.
A veces tendemos a ser muy duros con nosotros mismos/as, y
nos decimos cosas como “ay pero qué tonto estoy”, pero piensa
esto: ¿le hablarías así a tu mejor amigo o a tu hermana
pequeña?, ¿verdad que no?

Por eso te recomendamos hablarte bonito, ser flexible con lo que


se te presente, prioriza tu bienestar al tomar decisiones,
encuentra tu propio propósito y aquello que te ilusiona, se
autocompasivo y tente mucha paciencia.

También podría gustarte