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Anatomía, Semiología y Pruebas de Imagen de La Rodilla

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Capítulo 5

Anatomía, semiología y pruebas


de imagen de la rodilla
Samuel Hernández García, José Luis González Montané, Alberto D. Delgado Martínez

Rótula
Resumen
Es el hueso sesamoideo más largo del cuerpo y forma parte del
En este capítulo se expone con detalle la anatomía de los aparato extensor de la rodilla actuando como fulcro. La rótula
huesos, ligamentos, meniscos, vasos y sanguíneos y nervios
está embebida en el tendón cuadricipital que continúa con el
de la rodilla. A continuación se explican los aspectos más
relevantes de la anamnesis y las principales maniobras de
tendón rotuliano.2
exploración de la rodilla para detectar inestabilidad por le- Tiene forma triangular de base superior, donde se inserta el
siones ligamentosas, roturas meniscales y trastornos femoro- tendón del cuádriceps crural, un ápex rugoso distal, donde con‑
patelares. Por último se analizan los hallazgos más frecuen- tinúa el tendón rotuliano, una superficie anterior y una superfi‑
tes en las pruebas de imagen como las radiografías, la cie posterior que se divide en dos facetas: lateral y medial, esta
ecografía, la tomografía computarizada, la resonancia mag- última más pequeña. Ambas divididas por una cresta vertical
nética y las gammagrafías, así como las técnicas guiadas por prominente y redondeada. Además, en los bordes lateral y me‑
imagen. dial de la rótula se insertan las expansiones del vasto interno y
externo, que se conocen como retináculos.

Anatomía de la rodilla
La anatomía de la rodilla se puede dividir en estructuras óseas,
ligamentosas, meniscos y resto.
Zona medial Zona lateral

Estructura ósea
La articulación de la rodilla se compone de cuatro huesos: fémur
distal, tibia proximal, peroné proximal y rótula (fig. 5‑1). Se Epicóndilo lateral
clasifica como una articulación de tipo troclear1 y se puede Epicóndilo Rótula
diferenciar en tres compartimentos: femorotibial medial, lateral medial
y femoropatelar.
Se trata de una articulación con gran incongruencia ósea; Platillos tibiales
aun así, cuenta con gran estabilidad proveniente de las estruc‑
Espinas tibiales Apófisis
turas ligamentosas y meniscos.2
La articulación femorotibial medial es más estable, debido estiloides
del peroné
a que el cóndilo femoral medial es convexo y el platillo tibial
Tuberosidad
cóncavo, que junto con el menisco, el cual está íntimamente anterior
anclado al platillo tibial, le aporta mayor estabilidad a la rodilla de la tibia
que la articulación femorotibial lateral, con un menisco más
móvil y un platillo tibial convexo.1
La rodilla presenta su máxima estabilidad en extensión
completa, ya que pierde su capacidad de rotación.
Principalmente tiene seis grados de movimientos:1
Figura 5‑1 Estructura ósea de la rodilla. (Tomado de Delgado Martí‑
• Flexión-extensión. nez AD. Manual de anatomía funcional y exploración clínica del aparato
• Rotación interna-externa. locomotor para médicos de atención primaria. Jaén: Ed. Caeala; 2005, con
• Traslación anterior-posterior. autorización.)

© 2022. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos 189

Descargado para Juan Antonio Farfan (farfanlara@hotmail.com) en Monterrey Institute of Technology and Higher Education de ClinicalKey.es por Elsevier en junio
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190 Parte II Rodilla

En la zona articular del tendón rotuliano y distal al ápex En la tabla 5‑1 se exponen los ligamentos de la rodilla y sus
rotuliano se encuentra una almohadilla grasa que recubre esta funciones principales.
zona, llamada grasa de Hoffa.2
Ligamento cruzado anterior
Fémur El ligamento cruzado anterior se inserta en el fémur en la zona
El fémur distal forma parte de las tres articulaciones dentro de más posterior de la superficie medial del cóndilo femoral late‑
la rodilla: femorotibial medial, lateral y femoropatelar. ral, justo detrás de la cresta intercondílea lateral, que también
Los cóndilos femorales son asimétricos entre sí, tanto en se conoce como la cresta del residente. En la parte tibial se
tamaño como en curvatura; el medial es el más grande y con la inserta en una zona deprimida justo delante de la espina tibial
concavidad más simétrica. Entre ellos se separan por la fosa medial. La fijación tibial es un 120% más ancha y más fuerte
intercondílea, donde se alojan los ligamentos cruzados. En ca‑ que la inserción femoral.
da uno de los cóndilos hay varias referencias anatómicas im‑ De forma más concreta, el ligamento cruzado anterior se ha
portantes, dos de ellas son los epicóndilos lateral y medial, descrito desde hace años como bifascicular,5,6 en el que se di‑
donde se insertan el ligamento colateral lateral y medial, res‑ ferencian el fascículo anteromedial y posterolateral, denomina‑
pectivamente. Proximal a este último se encuentra el tubérculo dos según sus posiciones anatómicas relativas al sitio de unión
del aductor, en el que se inserta el tendón del músculo aductor tibial. Así, de forma más específica, el fascículo anteromedial
mayor. se origina en la parte más anterior y proximal de la inserción
La superficie articular del fémur para la rótula se llama femoral y se inserta en la cara anteromedial de la inserción ti‑
tróclea y se encuentra anterior a ambos cóndilos femorales en bial. Por el contrario, los haces del fascículo posterolateral se
forma de surco.2 fijan en la parte posterior y distal de la inserción femoral y en
la cara posterolateral de la inserción tibial.2,6
Tibia Durante la rotación interna de rodilla, el fascículo antero‑
La superficie tibial proximal se puede dividir en tres zonas: los medial del ligamento es sometido a estiramiento, con su mayor
dos cóndilos y el área intercondílea. pico entre 10 y 15°. El fascículo anteromedial se encuentra
Las superficies articulares tienen forma de platillos circu‑ tenso tanto en flexión como en extensión, mientras que el fas‑
lares. El cóndilo lateral se encuentra sobreelevado con respec‑ cículo posterolateral solo se somete a tensión durante la exten‑
to a la superficie articular medial y tiene un eje anteroposterior sión (fig. 5‑2).2,5
que pasa desde la concavidad hacia la convexidad, sin embargo La función primordial del ligamento cruzado anterior es
es cóncavo en su eje mediolateral. Esto no ocurre en el platillo restringir la traslación anterior de la tibia, aunque también con‑
medial, que es cóncavo en todos sus ejes. Por ello el comparti‑ trola la rotación tibial y evita la hiperextensión de la rodilla.1,6,7
mento femorotibial medial es más estable y posee menor mo‑
vilidad intrínseca. En ambos platillos se alojan los meniscos. Ligamento cruzado posterior
En el área intercondílea se evidencian dos prominencias El ligamento cruzado posterior es más corto, grueso y resisten‑
óseas llamadas espinas tibiales, en las que se insertan ambos te que el anterior y se inserta en el fémur en el lado lateral del
ligamentos cruzados y los meniscos. cóndilo femoral medial y techo de la escotadura intercondílea
En la zona anterior y extraarticular de la tibia se sitúa una y hace su recorrido hacia posterior y lateral hasta insertarse en
prominencia donde se inserta el tendón rotuliano llamado tu‑ la superficie posterior de la tibia íntimamente relacionado con
berosidad tibial anterior. Lateral a este se encuentra el tubércu‑ los cuernos posteriores de ambos meniscos.
lo de Gerdy como referencia ósea importante en la tibia, en el El ligamento cruzado posterior también ha sido estudiado
cual se inserta la banda o tracto iliotibial. como un ligamento bifascicular que se divide en el fascículo

Peroné
El peroné proximal forma parte de la articulación tibioperonea
proximal, aunque sin repercusión en la estructura ósea de la Tabla 5‑1 Ligamentos y estabilidad
rodilla. En la cabeza del peroné se insertan estructuras impor‑
tantes para la biomecánica y estabilidad posterolateral de la Ligamento Estabilidad
rodilla, como el ligamento colateral lateral, el tendón del bíceps LCA Traslación anterior de la tibia
femoral, el ligamento peroneo-poplíteo y el ligamento arcuato.2-4 (principal) rotación e
hiperextensión de la rodilla
Estructuras ligamentosas LCP Traslación posterior de la tibia

Se pueden diferenciar entre ligamentos intraarticulares y extra­ LCM Apertura en valgo


articulares.1 Los ligamentos intraarticulares son los ligamentos LCL Apertura en varo
cruzados anterior y posterior. Tienen forma acintada y se en‑ L anterolateral Rotación interna a partir de 30°
cuentran recubiertos por una membrana sinovial, por lo que son
intraarticulares y extrasinoviales.2,5 PAPE Varo, rotación externa a partir de 30°
Los ligamentos colaterales son extraarticulares.2 Existen Si hay lesión de LCP, añadir traslación
posterior tibial
otros ligamentos extraarticulares menos importantes de forma
individual, pero juntos forman auténticos complejos que esta‑ PAPI Rotación anteromedial
bilizan los movimientos de la rodilla.

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Capítulo 5 Anatomía, semiología y pruebas de imagen de la rodilla 191

2
un complejo denominado ángulo posteromedial de la rodilla
1 (PAPI). Este complejo está compuesto por el ligamento colate‑
ral medial (LCM) profundo y superficial, el ligamento oblicuo
1 posterior (POL), el ligamento poplíteo oblicuo, el cuerno pos‑
2 terior del menisco interno y otros menos importantes, como son
la inserción del semimembranoso, la inserción de la pata de
ganso, el gemelo medial y el aductor mayor. La principal fun‑
ción de este complejo posteromedial es la estabilidad a la ro­
tación anteromedial.
Además, en esta zona encontramos otra estructura impor‑
tante como es el ligamento patelofemoral medial (LPFM) co‑
mo principal restrictor a la luxación lateral de la rótula.
El ligamento colateral medial es una delgada y resistente
banda fibrosa, acintada y diferenciada en fibras superficiales,
ligamento colateral medial superficial y fibras profundas que
1 2 se denominan ligamento colateral medial profundo.
Figura 5‑2 Ligamento cruzado anterior: doble fascículo. 1, haz ante‑ Anatómicamente, la principal diferencia es la inserción del
romedial; 2, haz posterolateral. (Tomado de Delgado Martínez AD. Cirugía LCM profundo en el menisco por los llamados ligamentos me‑
Ortopédica y Traumatología, 4.ª ed. Madrid: Editorial Médica Panameri‑ niscofemoral y meniscotibial (ligamento coronario).
cana; 2018, con autorización.) La inserción femoral del LCM (fig. 5‑4) se encuentra proxi‑
mal y posterior al epicóndilo medial y la distal se encuentra
anterolateral y posteromedial (fig. 5‑3). El primero ocupa casi unos 6 cm distal a la articulación. Su función principal es la
todo el techo de la fosa intercondílea y el segundo ocupa la restricción al valgo.
cara medial del cóndilo femoral, desde ahí sus fibras se funden
para insertarse en la tibia. Ángulo posterolateral o complejo
La función principal de este ligamento es la restricción de la posterolateral (PAPE)
traslación posterior de la tibia así como participar, aunque en me‑ En la zona posterolateral de la rodilla nos encontramos con un
nor medida, en la restricción a la rotación externa de la rodilla.1,2 complejo grupo de estructuras tendinosas y ligamentosas bien
Anterior y posterior a este ligamento cruzado posterior se estudiadas en los últimos años y que, junto con el ligamento
encuentran los ligamentos meniscofemorales anterior (Hum‑ cruzado posterior, actúan como sus estabilizadores de la rodilla
phrey) y posterior (Wrisberg), más inconstante. al varo, rotación externa a partir de los 30° de flexión y trasla‑
ción posterior.1,9
Ligamento colateral medial2,8 y complejo Las estructuras que forman este complejo se muestran en
posteromedial las figura s 5‑5 y 5‑6 y son:1,2,10
Cuando hablamos de la zona medial de la rodilla podemos en‑
contrar un conjunto de estructuras ligamentosas que se unen en • Ligamento colateral lateral.
• Tendón del músculo poplíteo.
2
• Ligamento poplíteo-fibular.
1
1 • Ligamento arcuato.

Lligamento
colateral
lateral
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Lligamento
colateral
medial

1 1
2 2
Figura 5‑3 Ligamento cruzado posterior: doble fascículo. 1, haz ante‑
rolateral; 2, haz posteromedial. (Tomado de Delgado Martínez, AD. Ciru‑ Figura 5‑4 Ligamentos colaterales de la rodilla. (Tomado de Delgado
gía Ortopédica y Traumatología, 4.ª ed. Madrid: Editorial Médica Paname‑ Martínez AD. Cirugía Ortopédica y Traumatología, 4.ª ed. Madrid: Edito‑
ricana; 2018, con autorización.) rial Médica Panamericana; 2018, con autorización.)

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192 Parte II Rodilla

donde sus fibras se entrelazan con las del bíceps femoral. Este
ligamento, a diferencia del LCM, no tiene unión al menisco
lateral (v. figs. 5‑4 y 5‑5).2
Tendón poplíteo
Tendón del músculo poplíteo
El músculo poplíteo se origina como un tendón fuerte en la cara
Ligamento lateral del fémur justo debajo y delante del LCL. El tendón, que
colateral se encuentra intraarticular, pasa por debajo del ligamento arcua‑
lateral
to y forma un músculo triangular plano que se inserta en la zona
posterior de la tibia, justo encima de la línea del sóleo. El tendón,
en su incursión intraarticular por el hiato poplíteo, se une al me‑
nisco lateral con uniones poplíteo-meniscales, y aunque la fun‑
ción de estas uniones es controvertida se postula que controlan
el movimiento del menisco lateral cuando la rodilla se flexiona.2,10
Ligamento
Músculo poplíteo fibulopoplíteo
Ligamento poplíteo-fibular
Ligamento formado por dos divisiones fibrosas, una anterior y
otra posterior, sobre el tendón poplíteo a nivel de la cabeza del
peroné. Se trata verdaderamente de una estructura que une el
Figura 5‑5 Complejo posterolateral de la rodilla. (Tomado de Delgado
tendón del poplíteo con la estiloides del peroné y que forman
Martínez AD. Cirugía Ortopédica y Traumatología, 4.ª ed. Madrid: Edito‑
juntos una Y.2,4,10
rial Médica Panamericana; 2018, con autorización.)

Resto de estructuras
• Ligamento fabelofibular. Del resto de estructuras, mencionar que el bíceps femoral está
• Banda iliotibial. formado por dos cabezas. La cabeza larga se origina en la tu‑
• Tendón del bíceps femoral. berosidad isquiática y la cabeza corta se origina medial a la lí‑
nea áspera del fémur. Su inserción distal es conjunta en la c­ abeza
Ligamento colateral lateral del peroné junto con el LCL y su trayecto es posterior a la
El ligamento colateral lateral (LCL) es el ligamento tubular banda iliotibial.
extraarticular que se inserta proximalmente en el epicóndilo La banda o tracto iliotibial se describe como la extensión
lateral y discurre hacia distal y posterior hasta la cabeza del de la fascia lata conectando la cresta ilíaca con el tubérculo de
peroné en su zona lateral justo delante de la apófisis estiloides, Gerdy en la tibia.2

Epicóndilo Visión lateral


femoral
lateral Epicóndilo
femoral lateral

Ligamento
colateral Ligamento
lateral colateral
lateral
Tendón
poplíteo
Tendón Ligamento
poplíteo anterolateral Ligamento
Ligamento colateral
anterolateral lateral

Ligamento
Ligamento anterolateral
Ligamento poplíteo
poplíteo peroneo
peroneo

A B
Figura 5‑6 Dibujos (A) y fotografía de una pieza anatómica (B) de la relación del ligamento anterolateral con el resto de estructuras del complejo
posterolateral en flexión y en extensión. (Tomado de Delgado Martínez AD. Cirugía Ortopédica y Traumatología, 4.ª ed. Madrid: Editorial Médica Pana‑
mericana; 2018, con autorización.)

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Capítulo 5 Anatomía, semiología y pruebas de imagen de la rodilla 193

Ligamento anterolateral sus únicas uniones periféricas son a la cápsula y al tendón


El ligamento anterolateral se origina cerca del epicóndilo lateral poplíteo, con uniones mucho más débiles que el medial. El
y hace su recorrido hacia anteroinferior para insertarse en la tibia, cuerno posterior se inserta posterior a la eminencia intercon‑
entre el tubérculo de Gerdy y la cabeza del peroné (v. fig. 5‑6).11,12 dílea, por delante de la inserción del cuerno posterior del me‑
La función de este ligamento es la estabilización en rota‑ nisco medial, además se encuentran insertos en el cuerno pos‑
ción interna de la rodilla en la flexión mayor de 30° y en mucha terior los ligamentos meniscofemorales anterior y posterior. El
menor medida de la traslación anterior de la rodilla.2,12,13 cuerno anterior se inserta en la fosa intercondílea detrás del
LCA.1,2
Meniscos
Vascularización e inervación
Los meniscos son dos estructuras intraarticulares, fibrocartilagi‑
nosas, de forma triangular, con base en la periferia, y su principal La articulación de la rodilla está vascularizada por varios ramos
función es amortiguar y repartir las cargas de la rodilla además arteriales que provienen de distintas arterias, aunque la más
de permitir la congruencia articular, ya que ocupan entre la mitad importante y en la que más vamos a profundizar es en la arteria
y dos tercios de la superficie articular. La zona más periférica de poplítea por ser la de mayor importancia.
ambos meniscos no es móvil y está anclada a la cápsula articular, La arteria poplítea entra en la fosa poplítea por su vértice
por lo que posee mayor vascularización (zona roja), desde ahí superior a nivel de la unión del tercio medio y distal del fémur.
hasta el margen más interno el menisco es más móvil y con En el borde inferior del tendón poplíteo la arteria se divide en
menos vascularización, se diferencian la zona rojo-blanca y la las arterias tibiales anterior y posterior. Posee numerosas ramas
blanca. Además de esta división, el menisco habitualmente se musculares y cinco ramas articulares. Las más importantes
divide en tres zonas para su estudio y tratamiento, como son el son:1,2
cuerno anterior, con la raíz meniscal anterior; el cuerpo y el cuer‑
no posterior, con la raíz meniscal posterior. • La arteria genicular media, que directamente recorre la ro‑
dilla de atrás adelante, atraviesa el ligamento posterior obli‑
Menisco medial cuo poplíteo un poco por arriba de la articulación de la
El menisco medial tiene forma semicircular en forma de C y rodilla y termina irrigando las estructuras intracapsulares y
ocupa un poco más de la mitad de la meseta tibial medial. El los ligamentos cruzados.
cuerno posterior es más ancho que el anterior y se inserta en la • Las arterias geniculadas medial y lateral, con su subdivi‑
fosa intercondílea inmediatamente posterior a la inserción del sión en inferiores y superiores.
cuerno posterior del menisco lateral y anterior al ligamento
cruzado posterior (LCP). El cuerno anterior se inserta justo La vena poplítea entra en la fosa poplítea lateral a la arteria y
delante del ligamento cruzado anterior (LCA). Este menisco se la cruza superficialmente para situarse medial a ella en la parte
encuentra fuertemente anclado en su zona periférica a la cáp‑ inferior del espacio poplíteo.
sula y al LCM en su porción profunda.1,2 La inervación de la rodilla se resume en la tabla 5‑2.
Aparte de la función principal de ambos meniscos, el me‑ Es importante recordar la relación de la rodilla con algunos
nisco medial tiene una función secundaria estabilizadora a la nervios que discurren alrededor de la articulación y que son
traslación anterior de la tibia cuando hay déficit del LCA.2 importantes tenerlos en cuenta para los abordajes, sobre todo
el ciático poplíteo externo o nervio peroneo común cuando cru‑
Menisco lateral za el tendón del bíceps y por otro lado la rama infrapatelar del
El menisco lateral tiene forma más cerrada, casi de O. La su‑ nervio safeno, rama puramente sensitiva y con una alta posibi‑
perficie es más uniforme y más móvil que el medial, ya que lidad de lesión iatrogénica.

Tabla 5‑2 Inervación de la rodilla


Músculo Acción Inervación
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Cuádriceps femoral Extensión N. femoral


Bíceps femoral Flexión y rotación externa N. ciático
Semimembranoso
Pata de ganso Semitendinoso N. ciático
Sartorio Flexión y rotación interna N. femoral
Recto interno (gracilis) N. obturador
Poplíteo
Gemelos N. tibial
Flexión
Plantar

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Semiología de la rodilla
La anamnesis y la exploración física siguen siendo hoy en día
pieza fundamental para llegar al diagnóstico correcto en la ma‑
yoría de las patologías, y no es menos en la patología de la
rodilla. No existe ninguna prueba complementaria que pueda
sustituir una buena anamnesis y exploración física, ya que es el
paciente el que mejor describe sus sensaciones, dolor y locali‑
zación de este y en qué circunstancias ocurren. Por todo ello en
este capítulo vamos a dar una orientación sobre aquellos signos
y síntomas que nos pueden ser de ayuda en nuestro día a día y
así establecer un protocolo para nuestra consulta diaria.

Anamnesis
La anamnesis en la rodilla es parte principal para empezar la
búsqueda de la patología del paciente y poder encaminar y en‑
casillarla dentro de las múltiples patologías de la rodilla. Por
ello deberemos hacer al paciente las tres preguntas hipocráticas
y, además, como mínimo deberíamos preguntar sobre derrames,
inestabilidad, bloqueos o pinzamientos y la existencia de pato‑
logías sistémicas. A partir de ahí deberemos indagar en antece‑
dentes traumáticos, cronicidad de la lesión o si esa molestia o
sensación ya ha sido conocida por el paciente anteriormente y
había remitido. Debemos también preguntar sobre la actividad
Figura 5‑7 Exploración en bipedestación. Se evidencia un genu valgo
física y si aumenta al hacer deporte y en qué momento de este
y múltiples cicatrices de cirugías previas.
ocurre. Es importante preguntar al paciente sobre torceduras
previas e inestabilidades, ya que nos hará sospechar lesiones
ligamentosas. El dolor al subir y bajar escaleras o ponerse de mes, aumento de temperatura o enrojecimiento. Además debe‑
cuclillas nos hará sospechar de una lesión femoropatelar o me‑ remos explorar el aumento de grosor de la pantorrilla o dolor a
niscal. la palpación buscando signos de trombosis venosa profunda
(TVP) y buscar signos de insuficiencia vascular periférica que
Exploración física nos puedan influenciar en nuestro tratamiento.

Existen en la rodilla múltiples patologías y cada una con sus Palpación14


maniobras exploratorias específicas, por ello en este tema vamos Se deben palpar las diferentes zonas de la rodilla en busca de
a desarrollar las más comunes, que sirvan para descartar las dolor:
patologías más prevalentes de la rodilla. Esta exploración se • Zona anterior:
hará en función de la patología sospechada según edad y anam‑ • Bolsa serosa prerrotuliana (distinguir de derrames arti‑
nesis, además deberemos tener un paciente colaborador. culares).
La exploración debe comenzar con un examen global de la • Derrame articular: evacuar si lo hay antes de seguir
extremidad, ya que la rodilla forma parte de un conjunto bio‑ (v. choque rotuliano más adelante).
mecánico muy complejo como es la extremidad inferior y en • Cuádriceps y tendón rotuliano: comprobar roturas. Va‑
la que cada estructura puede desencadenar patología en la si‑ lorar integridad elevando la pierna estirada y signo del
guiente. El paciente debe explorarse desvestido y descalzado, hachazo en cuádriceps (solución de continuidad en la
y además de ver su actitud estática en la camilla, deberíamos inserción distal del cuádriceps).
ver su actitud dinámica haciéndolo caminar, correr o saltar si • Rótula.
la patología que nos explica el paciente puede desencadenarse • Zona medial:
en estas circunstancias. Además de la deambulación, la posi‑ • Identificar primero la interlínea articular en flexión mo‑
ción en carga de la rodilla nos muestra la simetría de los miem‑ derada.
bros, la alineación de las piernas, el estado muscular o un genu • Meseta tibial y cóndilo femoral medial.
varo o valgo (fig. 5‑7). • Ligamento lateral interno: palpar epicóndilo e inserción
tibial.
Aspecto externo • Menisco medial: dolor en interlínea aunque es poco
Al explorar el aspecto externo deberemos fijarnos en la piel, sensible y específico.
que nos podrá dar información sobre cicatrices que nos indiquen • «Pata de ganso»: inserción de los isquiotibiales en la
una cirugía previa, rash cutáneos o dermatitis que nos puedan tibia.
hacer sospechar patologías sistémicas, etc. • Zona lateral:
Otros signos que deberemos buscar son la presencia de • Identificar primero la interlínea articular en flexión mo‑
atrofia muscular, aumento de grosor de partes blandas, derra‑ derada.

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Capítulo 5 Anatomía, semiología y pruebas de imagen de la rodilla 195

• Meseta tibial y cóndilo femoral lateral.


• Ligamento lateral externo: se palpa como una cuerda.
Mejor con las piernas cruzadas (en «4»).
• Menisco lateral: dolor en interlínea, aunque es poco
sensible y específico.
• Zona posterior (dolor inespecífico en la rodilla):
• Hueco poplíteo: palpar el pulso de la arteria poplítea y
buscar masas (quiste de Baker, la más frecuente).

Maniobras especiales
Lo primero es descartar la existencia de derrame articular me‑
diante la maniobra del choque rotuliano: se presiona sobre la
rótula: si se nota un choque, indica que hay derrame articular. Figura 5‑9 Test de pivot shift. Se comienza en extensión completa
En este caso, si queremos seguir con la exploración, será nece‑ (con rotación interna y valgo) y se va flexionando.
sario evacuar el derrame mediante punción articular.
subluxación posterior por insuficiencia del LCP. Desde ahí y
Inestabilidad en rotación neutra el examinador bloquea el fémur distal con
La inestabilidad de rodilla es uno de los principales signos y una mano y usa la otra para forzar un desplazamiento anterior
síntomas que debemos buscar en la exploración de una rodilla. de la tibia. Si la traslación anterior termina con un tope blando,
La traslación anterior de la tibia es el síntoma más frecuente de supone un test de Lachman positivo (debe compararse con la
inestabilidad anterior y cuya causa más frecuente es la insufi‑ rodilla contralateral) (fig. 5‑8).
ciencia del LCA. Pero no es la única inestabilidad que podemos
encontrar en la rodilla, ya que existen inestabilidades mediola‑ Pivot shift o test del desplazamiento en flexión. El objetivo
terales en valgo y varo o rotatorias, como son las patologías de es demostrar un desplazamiento repentino de la tibia respecto
los ángulos posterolateral y posteromedial. del fémur al pasar de una situación de extensión a discreta fle‑
Si hablamos de la inestabilidad anterior de rodilla como la xión. Partiendo de extensión con discreto estrés en valgo y ro‑
patología más prevalente, podemos evidenciar que la traslación tación interna se flexionará progresivamente la rodilla (fig. 5‑9).
máxima ocurre a los 30° de flexión (test de Lachman) y se puede Si existiera una subluxación anterior (salto brusco) a partir de
cuantificar el grado de traslación de una forma numérica con el 30-40° de flexión, sería diagnóstico de rotura de LCA.
artrómetro KT-1000 o similar. Los estudios indican que el test
de Lachman es el que tiene mayor valor predictivo negativo y Cajón anterior y posterior. Se trata de demostrar la traslación
que el test de pivot shift tiene un mayor valor predictivo positivo, anterior o posterior de la tibia a los 90° de flexión. En la insu‑
con una especificidad del 97-99%, por lo que un test positivo ficiencia del LCP es el test más sensible y específico, y el resto
asegura el diagnóstico. El test de cajón anterior causa elevadas de pruebas (Lachman posterior, test de contracción activa del
cifras de falsos negativos, sobre todo en fase aguda. cuádriceps y test de hundimiento tibial posterior) solo se harán
A continuación detallamos las técnicas de las principales si este no pudiera realizarse.
maniobras exploratorias. El cajón posterior se realiza colocando al paciente en decú‑
bito supino con la rodilla a 90° de flexión y el pie fijo en posición
Test de Lachman. Paciente en decúbito supino con la rodilla neutra (fig. 5‑10). Se aplica presión hacia posterior sobre la tibia
en 30° de flexión, cuidando de no partir de una posición de proximal, vigilando el punto de partida, ya que, si partimos de
una posición inicial de subluxación posterior por una insuficien‑
cia crónica, nos podría dar un falso negativo en el test de cajón
posterior o un falso positivo en el test de cajón anterior.
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Figura 5‑10 Cajón posterior. El examinador empuja hacia atrás la par‑


Figura 5‑8 Test de Lachman. te proximal de la tibia.

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196 Parte II Rodilla

Test de hundimiento tibial posterior. El paciente se sitúa en


decúbito supino con las caderas flexionadas 45‑90°. Se flexio‑
na ambas rodillas a 90° y se dejan en reposo con los pies apo‑
yados. Si existiera insuficiencia del LCP se observaría un des‑
plazamiento hacia posterior en la zona del tubérculo anterior
de la tibia que no se visualizaría en la contralateral.

Test de dial a 30° y 90°. Se utiliza para valorar la inestabilidad


rotacional por lesión del complejo posterolateral (CPL).
Consiste en aplicar rotación externa en ambas rodillas a 30
y 90° y observar las diferencias. El paciente puede colocarse
en decúbito supino o prono, el examinador sujeta ambos pies
en rotación externa de los mismos y los compara a 30 y 90°
(fig. 5‑11). Una diferencia de más de 10° entre ambos pies es
patológico. Si la diferencia la encontráramos a 30° de flexión
de rodilla pero no a 90° nos indica una lesión aislada del CPL;
por el contrario, si nos encontráramos diferencias a 30 y 90°
nos indicaría una lesión combinada de LCP y CPL.
Figura 5‑12 Cajón anteromedial. El examinador empuja hacia delan‑
Pivot shift invertido. Se utiliza para evidenciar el desplaza‑ te la tibia, estando esta en rotación externa.
miento posterior de la tibia respecto al fémur que encontramos
en la inestabilidad posterolateral. Tiene baja especificidad con
alta tasa de falsos positivos. Test del cajón anteromedial.8 Para valorar la inestabilidad del
Para realizar esta prueba se parte de una flexión de 90° y complejo posteromedial no existen técnicas con alta especifici‑
máxima rotación externa de la rodilla aplicando estrés en valgo dad y sensibilidad, pero los más usados son el test de dial (igual
y se extiende progresivamente. En caso de inestabilidad rotacio‑ que el indicado anteriormente, pero observando mayor rotación
nal posterolateral, la maniobra subluxa posteriormente la tibia, interna de la pierna afectada) y test del cajón anteromedial.
al extenderse la tibia se reducirá a los 30° con un resalte visible. Se sitúa al paciente en decúbito supino con la rodilla en 90°
de flexión y el pie en rotación externa. El examinador ejerce
Test de recurvatum y rotación externa. Se utiliza también una fuerza rotatoria anterior y externa en el pie y la tibia y
para valorar inestabilidad posterolateral por lesiones del CPL. evalúa la cantidad de rotación anteromedial de la tibia
Se sitúa al paciente con las rodillas en extensión. Elevamos (fig. 5‑12). Es importante valorar la posición de la tibia al rea‑
las extremidades tomándolas por el primer dedo de ambas y si lizar el test para diferenciar entre una inestabilidad anterome‑
la rodilla cae en varo, hiperextensión y rotación externa com‑ dial de una posterolateral.
parada con la contralateral, el test será positivo.
Maniobra varo/valgo (bostezos). Cuando buscamos una ines‑
tabilidad mediolateral se deben realizar estos dos test en los que
forzamos el varo o el valgo de la rodilla y evidenciamos la
apertura o bostezo del compartimento contrario.
El paciente se sitúa en decúbito supino y el explorador suje‑
ta la tibia proximal con una mano y el fémur distal con la otra
con la rodilla en extensión completa y a 30° de flexión, a partir
de ahí se ejerce una fuerza medial o lateral según queramos ex‑
plorar la inestabilidad en valgo (fig. 5‑13) o en varo (fig. 5‑14).

Figura 5‑11 Test de dial a 90°. Obsérvese la mayor rotación externa


de la rodilla izquierda. Figura 5‑13 Estrés en valgo en extensión completa.

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Capítulo 5 Anatomía, semiología y pruebas de imagen de la rodilla 197

Figura 5‑14 Estrés en varo en extensión completa.

El bostezo es patológico si la apertura es mayor que la rodilla


contralateral.
Si ocurre el bostezo a los 30° de flexión probablemente
la lesión es solo del LCL o LCM, si el bostezo ocurre a 30°
Figura 5‑15 Prueba de McMurray. Se realizan rotaciones internas y
y en extensión completa hay que investigar una probable
externas de la rodilla en diversos grados de flexión de esta. Si se palpa
lesión multiligamentosa asociada como rotura de LCA, LCP chasquido en zona meniscal, la prueba indica patología meniscal.
o CPL.

Lesión meniscal minador coloca su mano detrás de la pantorrilla y aplica trac‑


El objetivo es reproducir el movimiento donde ocurre el dolor ción anterior como en el cajón anterior (fig. 5‑17). El test es
o el crujido mediante el atrapamiento del menisco con movi‑ positivo si aparece un chasquido visible (e incluso audible)
miento en su mayoría de rotación. Son test poco específicos y cuando la tibia se desliza por debajo de los cóndilos femorales,
sensibles en su mayoría, y es el conjunto de síntomas y de test provocando una subluxación anterior.
lo que nos hará el diagnóstico de sospecha.
Dolor femoropatelar
Prueba de McMurray. El paciente se coloca en decúbito supi‑ La patología femoropatelar es de difícil diagnóstico, ya que no
no y el explorador homolateralmente a la rodilla, colocando el solo deberemos explorar al paciente de manera pasiva sino de
dedo pulgar en la interlínea articular. La otra mano controla el manera dinámica, porque la gran mayoría de las patologías son
grado de rotación tibial en el calcáneo. Posteriormente, en fle‑ un conjunto de alteraciones y no solo de la articulación. Se
xión máxima de rodilla, se efectúan rotaciones extremas en deben evaluar los ejes y la marcha para detectar anormalidades
ambos sentidos (fig. 5‑15). La maniobra puede repetirse a dis‑ rotacionales y además valorar la altura rotuliana, recorrido de
tintos grados de flexión, conservando siempre el componente la rótula desde la extensión a la flexión o la externalización de
rotacional. El test es positivo cuando al realizar la maniobra esta.
existe un chasquido al palpar la línea articular.

Test de Steinmann. Con la rodilla y cadera a 90° se realiza


rotación externa e interna del pie. La prueba es positiva si se
produce dolor en la interlínea (fig. 5‑16).

Test de Apley. Se utiliza para diferenciar dolor ligamentoso


del dolor meniscal aunque es poco específico y sensible.
Se coloca al paciente en decúbito prono y se flexiona la
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rodilla hasta los 90°, tras ello se ejerce presión axial y rotacio‑
nes sobre la rodilla. La misma maniobra se realiza pero con
distracción articular. Si el dolor ocurre a la distracción pero no
a la presión nos indica lesión ligamentosa, si es al contrario
(duele en las rotaciones a la presión pero no con la tracción),
nos indica lesión meniscal.

Test de Finocchietto.15 Se utiliza para el diagnóstico de la


lesión de la rampa meniscal medial y es patognomónico de
esta.
Se sitúa al paciente en decúbito supino con la rodilla a 90° Figura 5‑16 Test de Steinman. En la imagen se marca la zona de dolor
de flexión como para la realización del cajón anterior. El exa‑ cuando hay lesión del menisco externo.

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198 Parte II Rodilla

Una variante a este test es el de Zohlen, en el que se des‑


plaza la rótula hacia distal y se le pide al paciente que realice
una contracción del cuádriceps; es positivo si aparece dolor.

Signo de la aprehensión rotuliana. Con el paciente en decú‑


bito supino y la rodilla flexionada 30°, se desplaza la rótula
hacia lateral mientras se flexiona la rodilla (fig. 5‑18). Si el
paciente detiene la exploración o realiza una contracción brus‑
ca del cuádriceps, se considera la prueba positiva e indica ines‑
tabilidad rotuliana.

Pruebas de imagen
Radiología convencional
Es la primera prueba de imagen que debemos realizar ante la
sospecha de patología en la región de la rodilla. Es una técnica
barata, con amplia disponibilidad y alta sensibilidad para de‑
tectar la mayor parte de las lesiones óseas, especialmente de
origen traumático. Habitualmente se realizan dos proyecciones:
Figura 5‑17 Test de Finochietto.
anteroposterior (AP) y lateral (L). Existen proyecciones adicio‑
nales que se reservarán para situaciones especiales: axial de
rótula, oblicuas y de fosa intercondílea o también llamada de
Schuss (fig. 5‑19).
Permite identificar la mayor parte de las fracturas, avulsio‑
nes y luxaciones; es habitualmente la única exploración de
imagen necesaria. Siempre es necesario realizar al menos dos
proyecciones, habitualmente AP y L. En caso de sospecha de
fractura de rótula se añadirá una proyección axial. Debe hacer‑
se un análisis cuidadoso de las imágenes, ya que hallazgos su‑
tiles pueden ser indicadores de patología de mayor gravedad
(fig. 5‑20).
El derrame articular puede detectarse en la radiografía la‑
teral ocupando el receso suprapatelar. Puede aparecer un nivel
líquido-grasa en fracturas intraarticulares (fig. 5‑21).
Figura 5‑18 Test de aprehensión rotuliana.
Es la exploración de elección para la valoración de los pa‑
cientes con cambios degenerativos.16 Permite evaluar el espacio
Signo del cepillo. Se coloca al paciente en decúbito supino articular, los cambios óseos reactivos (osteofitos, esclerosis, ero‑
con la pierna en extensión completa y se aplica presión rotu‑ siones), la severidad de la osteoartritis y su progresión. Habitual‑
liana contra la tróclea en sentido proximal, distal y rotacional. mente se realizan proyecciones en carga para valorar las altera‑
Si existe dolor, nos indica patología condral. La fuerza apli‑ ciones de la alineación asociadas y una proyección de fosa
cada debe ser la suficiente para no producir dolor en rodillas intercondílea, que mejora la detección de osteofitos, cuerpos li‑
sanas. bres y del estrechamiento del espacio articular17 (v. fig. 5‑19).

A B C D
Figura 5‑19 Proyecciones radiográficas de la rodilla. A. Proyección anteroposterior, realizada en carga, que muestra el estrechamiento del espacio
articular femorotibial medial con esclerosis indicativo de osteoartritis. B. Proyección lateral. C. Proyección de fosa intercondílea. D. Proyección axial de
rótula.

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Capítulo 5 Anatomía, semiología y pruebas de imagen de la rodilla 199

A B
Figura 5‑20 Fractura de Segond. A. Radiografía que muestra una pequeña fractura por avulsión en la inserción tibial del ligamento anterolateral
(flecha). B. En la RM se aprecia el fragmento avulsionado en la inserción del ligamento anterolateral (flecha negra) y la rotura asociada del LCA (flecha
blanca); hay edema óseo en la metáfisis tibial.

A B
Figura 5‑21 Derrame articular. Radiografías laterales de rodilla de dos pacientes que han sufrido una caída. a. Se identifica un aumento de densidad
en el espacio suprarrotuliano (flechas) e infrarrotuliano improntando la grasa de Hoffa (h). B. Se asocia un nivel líquido-grasa (flechas azules) indicativo
de fractura intraarticular (flechas negras).
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En los tumores permite detectar gran parte de las lesiones con patología ósea, habitualmente traumática o menos frecuen‑
y valorar su agresividad biológica. Puede identificarse la inte‑ temente tumoral o infecciosa.
gridad de la cortical, la reacción perióstica y la transición entre Tiene como ventajas su amplia disponibilidad, la rapidez de
el tumor y el hueso normal18 (fig. 5‑22). adquisición de las imágenes y el exquisito detalle óseo con po‑
Es de gran utilidad para valorar la posición de las prótesis sibilidad de realizar reconstrucciones en múltiples planos (MPR)
y las posibles complicaciones. y en 3D, que son de gran utilidad en la valoración de las fractu‑
ras, especialmente las que son complejas o sutiles y difíciles de
Tomografía computarizada detectar en la radiografía, habitualmente fracturas de la meseta
tibial, donde valora muy bien los fragmentos, tamaño y grado de
La tomografía computarizada (TC) es una técnica de imagen separación, y las áreas de hundimiento19 (fig. 5‑23).
de segunda línea que está indicada cuando las radiografías con‑ En las luxaciones es recomendable la administración de
vencionales son insuficientes para la valoración de pacientes contraste durante la exploración (TC-angiografía), de forma

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200 Parte II Rodilla

A B C
Figura 5‑22 Osteosarcoma en un hombre de 13 años con dolor de meses de evolución en la rodilla y la pierna derechas. A. La radiografía en proyec‑
ción AP muestra una lesión blástica en metáfisis y tercio proximal de tibia con pérdida de la definición de la cortical e irregularidad en la metáfisis indi‑
cativas de lesión de alta agresividad. B. La RM en plano coronal en densidad protónica con supresión grasa permite ver el tumor en el hueso y la infiltra‑
ción de las partes blandas (flechas). C. La RM en plano coronal en T1 comparativa de ambas piernas muestra con gran detalle la extensión medular del
tumor (estrellas) que reemplaza la médula ósea normal hiperintensa.

que podamos identificar posibles lesiones de la arteria poplítea Aumenta la sensibilidad en la detección de áreas de afloja‑
a la vez que las lesiones óseas.20 miento protésico con respecto a la radiografía, así como en la va‑
Está indicada en la evaluación de pacientes con osteomie‑ loración de la posición del material de osteosíntesis y protésico.
litis o con dudas sobre el estado de consolidación de fracturas
tras radiografía no concluyente. Ecografía
En los tumores detecta la matriz ósea con mayor sensibili‑
dad que la radiografía, la afectación de la cortical ósea y de las Es una prueba de imagen con amplia disponibilidad y de bajo
partes blandas adyacentes. Es la exploración más sensible para coste, de gran utilidad para la evaluación de tejidos blandos
detectar el nidus del osteoma osteoide.21 superficiales y estructuras nerviosas.22,23 No utiliza radiaciones
En el estudio de la inestabilidad femoropatelar podemos rea‑ ionizantes y sirve de guía para procesos intervencionistas.
lizar mediciones de gran utilidad para la valoración prequirúrgica: Es excelente para valorar patología del tendón del cuádri‑
distancia TA-TG, ángulo del surco, basculación rotuliana, etc. ceps y rotuliano (fig. 5‑24) debido a su grosor y posición su‑

A B C
Figura 5‑23 Fractura de meseta tibial. A y B. TC con reconstrucciones MPR que muestran las líneas de fractura principal, los fragmentos desplazados,
el grado de separación entre ellos y el hundimiento de la superficie articular. C. Visión en 3D.

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Capítulo 5 Anatomía, semiología y pruebas de imagen de la rodilla 201

Con equipos de última generación la ecografía es una téc‑


nica excelente para evaluar el nervio periférico, especialmen‑
te los de localización superficial como el nervio tibial o el
nervio ciático poplíteo externo (fig. 5‑25). Permite evaluar de
forma rápida y con maniobras dinámicas largos trayectos del
nervio.24
R T Sus principales inconvenientes son: es una exploración
operador-dependiente con una curva de aprendizaje más larga
que otras técnicas de imagen, y la imposibilidad de valorar de
forma adecuada importantes estructuras internas de la rodilla
(meniscos, ligamentos cruzados y cartílago).

Resonancia magnética
A
La resonancia magnética (RM) es la técnica de elección para
la evaluación de las lesiones de partes blandas de la rodilla,
especialmente debido a su alta resolución de contraste; es capaz
de diferenciar los distintos tejidos y las estructuras anatómicas
en cualquier plano del espacio. Además tiene una alta sensibi‑
R
lidad para detectar los tejidos patológicos debido a la capacidad
de identificar el edema óseo y en los tejidos blandos. No emite
radiaciones ionizantes.
T
Habitualmente se obtienen imágenes en los tres planos del
espacio y secuencias en T1 y en densidad protónica (DP) o T2
con supresión grasa (muy sensibles al líquido, lo que facilita la
B detección de los tejidos patológicos). Los meniscos, ligamentos
Figura 5‑24 Tendinosis rotuliana (rodilla del saltador). Ecografía y cortical ósea se verán muy hipointensos en todas las secuen‑
comparativa de ambos tendones rotulianos en un deportista de 25 años con cias; el hueso medular con grasa hiperintenso en T1 e hipoin‑
dolor en la cara anterior de la rodilla derecha. A. El tendón rotuliano dere‑ tenso en DP/T2 con supresión grasa. El cartílago es de intensi‑
cho (flechas) presenta un aumento del grosor, pérdida del patrón fibrilar dad de señal intermedia (fig. 5‑26).
normal y disminución de la ecogenicidad (*) en su inserción proximal en Es esencial en la valoración de los meniscos y ligamentos
la rótula. B. El tendón rotuliano izquierdo (flechas) es de ecogenicidad y cruzados, que son una causa frecuente de lesiones no aborda‑
grosor normal. R, rótula; T, tibia. bles por otras técnicas de imagen.25
Detecta lesiones óseas no visibles en la radiografía: fracturas
ocultas, edemas óseos o lesiones osteocondrales26 (fig. 5‑27).
perficial, y especialmente útil en los pacientes portadores de Es esencial en el estadiaje de lesiones tumorales óseas ma‑
prótesis (artefactos en RM). También es útil para valorar los lignas, evalúa no solo la extensión a las partes blandas sino la
ligamentos colaterales. infiltración de la médula ósea27 (v. fig. 5‑22). Es posible evaluar
Es muy sensible para detectar derrames articulares, masas la respuesta tumoral tras los tratamientos de quimioterapia y
o colecciones periarticulares, y diferenciar entre lesiones quís‑ radioterapia previos a cirugía y establecer un pronóstico.
ticas, habitualmente gangliones o quistes de Baker, y lesiones Permite caracterizar lesiones sinoviales intraarticulares:
sólidas (tumores); y nos puede servir de guía para su drenaje o gangliones o sinovitis (focales o difusas) y valorar la extensión
toma de biopsia respectivamente. de estas para poder planificar el tratamiento.28 Es la técnica de
elección para valorar el cartílago articular.29
Tiene como inconvenientes: el mayor coste con respecto a
la radiografía, la ecografía o la TC; una menor disponibilidad;
mayores tiempos de adquisición de imágenes, incompatibili‑
dad con marcapasos, claustrofobia; y los artefactos ferromag‑
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néticos en pacientes con prótesis.

Medicina nuclear
Se utiliza para valorar las complicaciones de las prótesis de
P rodilla, en sospecha de infección o aflojamiento aséptico.30 La
gammagrafía con tecnecio tiene un valor predictivo negativo
muy alto, aunque su especificidad es baja, y es necesaria la
Figura 5‑25 Neuropatía compresiva del nervio ciático poplíteo exter‑ utilización de otros marcadores en caso de sospecha de infección
no (CPE) por quiste intraneural en su trayecto rodeando al peroné (P). Se (gammagrafía con leucocitos marcados); por esta razón la ten‑
aprecia el CPE (flecha blanca) aumentado de tamaño e hipoecoico con dencia es a abandonarla como técnica diagnóstica en este tipo
pérdida del patrón fascicular normal en la parte izquierda (flecha azul). de patología.31

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Tc

Lcm
Lcl
Tr Lca
Lcp

A B C
Figura 5‑26 Resonancia magnética que muestra la anatomía de la rodilla. A. Secuencia sagital en T1, con el tejido graso característicamente muy hiper‑
intenso. Las puntas de flecha negras indican el hueso cortical. B y C. Secuencia coronal en DP con supresión grasa, con el líquido articular de alta señal
(flecha blanca en B). La flecha azul indica el cartílago rotuliano y las puntas de flecha blancas los meniscos. Lca, ligamento cruzado anterior; Lcl, ligamento
colateral lateral; Lcm, ligamento colateral medial; Lcp, ligamento cruzado posterior; P, peroné; Tc, tendón del cuádriceps; Tr, tendón rotuliano.

A B
Figura 5‑27 Edema óseo con pequeña fractura yuxtacortical por insuficiencia en un paciente de 55 años con dolor sin traumatismo. A. Radiografía
normal. B. En la RM (DP con supresión grasa) se evidencia un área hiperintensa en el cóndilo femoral medial que corresponde a edema asociado a una
pequeña línea hipointensa de fractura trabecular (flecha).

Técnicas intervencionistas guiadas sume más tiempo. Permite realizar biopsias diagnósticas y tra‑
tamientos percutáneos: drenaje de colecciones, gangliones;
por imagen ablación tumoral con fines curativos, como es el caso del os‑
Las técnicas de imagen pueden usarse como guía para la reali‑ teoma osteoide, que es su tratamiento de elección; o paliativos,
zación de procesos intervencionistas diagnósticos y terapéuti‑ en lesiones metastásicas con dolor resistente a tratamiento con
cos. Las más utilizadas son la ecografía y la TC. radioterapia.
La ecografía tiene como ventajas su amplia disponibilidad,
menor coste y duración de la exploración, que permite visuali‑ Conclusiones
zar la lesión y la aguja en tiempo real.24 Su principal inconve‑
niente es la imposibilidad de biopsiar lesiones óseas sin afec‑ Para el diagnóstico y el tratamiento apropiado de los trastornos
tación de partes blandas. de la rodilla es fundamental un conocimiento profundo de la
La TC se reservará para lesiones óseas, que no pueden ser anatomía ósea, ligamentosa, meniscal, vascular y nerviosa de
abordadas por ecografía. El procedimiento es más caro y con‑ la rodilla. Una anamnesis meticulosa aporta información valio‑

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Capítulo 5 Anatomía, semiología y pruebas de imagen de la rodilla 203

sa sobre el trastorno subyacente. Las maniobras de exploración 15. Espejo-Baena A, Espejo-Reina A, Espejo-Reina MJ, Ruiz-Del Pino J.
específicas de inestabilidad, lesiones meniscales o alteraciones The Finochietto Sign as a Pathognomonic Finding of Ramp Lesion of
the Medial Meniscus. Arthrosc Tech 2020;9(4):e549-52.
femoropatelares son imprescindibles para identificar el trastor‑ 16. Melnic C. A Systematic Approach to Evaluating Knee Radio­
no causante de los síntomas. La RM ha supuesto un avance muy graphs with a Focus on Osteoarthritis. J Orthop Rheumatol 2014;01
importante en la evaluación por imagen de las lesiones de la (2):6.
rodilla. En los últimos años va en aumento el uso de técnicas 17. Babatunde OM, Danoff JR, Patrick DA, Lee JH, Kazam JK, Macau‑
lay W. The Combination of the Tunnel View and Weight-Bearing An‑
guiadas por imagen como la ecografía y la TC. teroposterior Radiographs Improves the Detection of Knee Arthritis.
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