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HIPERTIROIDISMO

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA CAMPUS

AZOGUES FACULTAD DE MEDICINA


TEMA:
HIPERTIROIDISMO

INTEGRANTES
DIAZ VARGAS JHERLING KARINE
ESPINOZA LOZADO DAYANA LISSETH
FREIRE SEGURA KELLY MELISSA
GONZÁLEZ GONZÁLEZ DAYANA AIDEE

DOCENTE:
DRA. MARIA CALLE

ASIGNATURA:
ENDOCRINOLOGÍA

CICLO/PARALELO:
NOVENO “A”

FECHA:
27 DE OCTUBRE DE 2023
INTRODUCCIÓN
La glándula tiroidea, una pequeña glándula que mide alrededor de 5 centímetros (cm) de
diámetro, está situada bajo la piel del cuello, por debajo de la nuez de Adán (llamada
también bocado de Adán). Las dos mitades (lóbulos) de la glándula tiroidea están
conectadas en su parte central (istmo), lo que le da el aspecto de una corbata de lazo. Por
lo general, no se puede ver ni apenas percibir. Si aumenta de tamaño, se palpa con
facilidad como un bulto prominente (bocio) que aparece debajo o a los lados de la nuez
de Adán (1).
El hipertiroidismo es la hiperactividad de la glándula tiroidea, que da lugar a
concentraciones elevadas de las hormonas tiroideas y a la aceleración de las funciones
corporales vitales. En los países desarrollados, el hipertiroidismo afecta a alrededor del
1% de la población. Puede ocurrir a cualquier edad, pero es más frecuente en mujeres de
20 a 50 años de edad (1).
En este documento redactaremos los factores de riesgo que puede tener una persona para
padecer hipertiroidismo, las principales manifestaciones clínicas del hipertiroidismo,
como realizar su diagnostico y correcto tratamiento con ayuda de documentos científicos
para la correcta recolección de información.
HIPERTIROIDISMO
El hipertiroidismo es una afección en la que la tiroides produce excesiva hormona tiroidea
(más de la que el cuerpo precisa para un correcto funcionamiento entre la demanda y las
necesidades), llamada tiroides hiperactiva. Se describe como el síndrome clínico derivado
de una actividad aumentada de la tiroides, que produce más hormonas tiroideas
circulantes como la tiroxina, la T4 y la triyodotironina, la T3, de las que el cuerpo necesita.
En condiciones de hipertiroidismo, la glándula tiroides produce y libera un exceso de T4
y T3, lo que acelera significativamente el metabolismo del cuerpo. Como respuesta, la
glándula tiroides deja de recibir la señal de la TSH, que normalmente debería inhibirse en
presencia de niveles elevados de T4 y T3. Este desequilibrio hormonal da lugar a síntomas
característicos, como taquicardia, pérdida de peso no deseada, sudoración excesiva y
ansiedad (2)
Causas
Las afecciones que pueden ocasionar un hipertiroidismo pueden ser:
• Enfermedad de Graves: Es una de las causas más frecuentes, ya que tiene una
incidencia en más del 70% de las personas, esta enfermedad está causada por
anticuerpos en la sangre, siendo así que estos van a estimular a la glándula tiroides
a crecer y secretar hormonas tiroideas en exceso (3).
• Tiroiditis: se refiere a una inflamación de la tiroides, puede ser debido a un
trastorno autoinmunitario, la inflamación puede provocar que un exceso de
hormona tiroidea almacenada en la glándula se filtre al torrente sanguíneo (3).
• Bocio multinodular tóxico: se describe como un agrandamiento de la glándula
tiroides, formando nódulos, en donde uno o más de ellos producen hormona
tiroidea en grandes cantidades, la cual deriva en la enfermedad de jodbasedow,
que está relacionada con la presencia de anticuerpos estimuladores de tiroides (3).
• Tirotoxicosis facticia: se define como la tirotoxicosis causada por la ingestión de
hormona tiroidea exógena. Puede ser de forma intencionada, habitualmente en
pacientes con trastornos psiquiátricos, o de manera accidental, sobre todo durante
la edad pediátrica (3).
• Adenoma hipofisiario: se manifiesta con signos y síntomas de hipertiroidismo de
leve a moderado (3).
• Carcinoma Tiroideo (3).
Factores de riesgo
• Edad avanzada,
• Sexo femenino,
• Raza blanca,
• Fumar, stress,
• Baja o alta ingesta de yodo,
• Historia familiar de enfermedad tiroidea o autoinmune,
• Antecedentes de radiaciones y de cirugía de tiroides,
• Ingestión de medicamentos antitiroideos,
• Nivel basal de TSH,
• Presencia de anticuerpos antitiroideos (2)
Epidemiología
El hipertiroidismo es más común en mujeres que en hombres. Un estudio encontró una
incidencia de hipertiroidismo clínico de 0,8 por 1000 mujeres al año es decir un porcentaje
del 85% aproximadamente. El estudio informó que la incidencia fue insignificante en los
hombres con un 15%. En Ecuador se demostró que el 25% de las mujeres de Pichincha
padecen hipertiroidismo y también se encontró que tiene mayor prevalencia en mujeres
de 50 a 65 años (2,4).
Signos
• Taquicardia
• Temblores
• Sudoración excesiva
• Retracción palpebral
• Bocio
• Trastornos menstruales
• Pelo fino y quebradizo
• Insomnio
• Sensibilidad a la luz y lagrimeo
Síntomas
• Hiperactividad
• Palpitaciones
• Pérdida de peso
• Diarrea
• Fatiga y debilidad
• Aumento de apetito
• Visión doble (1).
Diagnóstico
El diagnóstico de hipertiroidismo se basa en los siguientes parámetros:
Historia clínica: es esencial para considerar la posibilidad de esta enfermedad y para
determinar qué pruebas son apropiadas. Es importante recordar que esta enfermedad es
común, por lo tanto, debemos tenerla en mente, especialmente si existen antecedentes
familiares de problemas tiroideos (5).
Examen físico: es esencial en las enfermedades tiroideas y debe realizarse de manera
meticulosa. Comienza con una revisión general en busca de signos que puedan indicar un
problema tiroideo, como ojos prominentes o piel húmeda y suave, temblor de los dedos,
también sus reflejos suelen estar aumentados. Luego, se enfoca en el cuello para examinar
la glándula tiroides. La palpación del tiroides se realiza desde la parte posterior del
paciente, y los hallazgos pueden incluir, un pulso rápido, un agrandamiento simétrico y
difuso (posiblemente indicativo de enfermedad de Graves), un nódulo tiroideo solitario
(sugerente de adenoma tóxico) o varios nódulos (posiblemente un bocio multinodular
tóxico). Además, el dolor localizado en el tiroides y la consistencia del nódulo pueden
proporcionar pistas sobre la causa subyacente de la afección, como tiroiditis subaguda o
tiroiditis crónica (5).
Pruebas tiroideas: Esta prueba de laboratorio permite medir las concentraciones de
hormonas tiroideas, específicamente tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), así como la
hormona estimulante de la tiroides (TSH) en el torrente sanguíneo. La característica de
esta afección es un nivel elevado de hormonas tiroideas, junto con un nivel reducido de
TSH. Esta combinación es una manifestación común cuando la glándula tiroides se
encuentra en un estado de hiperactividad (5).
Pruebas de imagen.
La prueba que se usa principalmente es el centello grama tiroidea, también llamado
gammagrafía tiroidea, es una prueba de diagnóstico que se utiliza para evaluar la función
y estructura de la glándula tiroides. Implica la administración de una pequeña cantidad de
un isótopo radiactivo (Tecnecio- 99m) que se absorbe en la tiroides y posterior a esto se
toma de imágenes con una cámara especial que capta las radiaciones emitidas por isótopo.
Esta prueba ayuda a diferenciar trastornos tiroideos, localizar tejido tiroideo anormal y
evaluar la función global de la tiroides, lo que es esencial para el diagnóstico y tratamiento
de afecciones tiroideas (5).
La ecografía tiroidea es fundamental para evaluar la forma de la glándula tiroidea y
detectar nódulos pequeños, aunque no puede distinguir con certeza si un nódulo es
benigno o maligno. En casos de hipertiroidismo, la ecografía ayuda a diferenciar entre
enfermedad nodular y enfermedad tiroidea difusa, evaluando el tamaño de la glándula y
su extensión. Además, se utiliza como guía para realizar punciones-aspiraciones con
aguja fina (5).
La tomografía computarizada (TAC) y la resonancia magnética (RNM) son menos
efectivos para detectar lesiones en la glándula tiroidea, pero son útiles para evaluar su
extensión hacia el mediastino y detectar metástasis en casos de neoplasia avanzada (5).
Estudios histológicos: los diagnósticos definitivos en afecciones tiroideas se obtienen
mediante punciones-aspiraciones con aguja fina (PAAF), que proporcionan una
evaluación citológica. En el hipertiroidismo, su uso es limitado, ya que los síntomas
clínicos y las pruebas hormonales suelen ser suficientes para el diagnóstico. Sin embargo,
en nódulos palpables, se realiza una PAAF debido a la posibilidad de un cáncer
subyacente en el nódulo (5).
Tratamiento
Para el tratamiento del hipertiroidismo es importante conocer la causa, dado que las
opciones terapéuticas difieren dependiendo su causa:
1. Medicamentos antitiroideos: Los medicamentos antitiroideos, como el metimazol
o el propiltiouracilo, se utilizan para reducir la producción de hormona tiroidea.
Estos medicamentos bloquean la capacidad de la glándula tiroides para producir
hormonas en exceso. El tratamiento suele durar de 6 meses a 1 año o más,
dependiendo de la causa y la gravedad del hipertiroidismo (6).
2. Yodo radioactivo (yodo-131): Este tratamiento se utiliza comúnmente para
afecciones graves o recurrentes de hipertiroidismo. Consiste en tomar una cápsula
o líquido que contiene yodo radiactivo. El yodo radioactivo destruye parte de la
glándula tiroides, reduciendo su actividad. Sin embargo, este tratamiento a
menudo conduce al hipotiroidismo (baja producción de hormona tiroidea), que
requiere reemplazo hormonal de por vida (6).
3. Cirugía (tiroidectomía): En casos graves de hipertiroidismo o cuando otros
tratamientos no son efectivos, la cirugía para extirpar parte o la totalidad de la
glándula tiroides puede ser necesaria. Después de una tiroidectomía total, el
paciente debe tomar hormona tiroidea de reemplazo de por vida. Actualmente,
esta opción se usa menos por los riesgos asociados (6).
4. Tratamiento de apoyo: Dependiendo de los síntomas y la gravedad del
hipertiroidismo, pueden ser necesarios otros tratamientos de apoyo, como
betabloqueantes, que ayudan a controlar los síntomas como la taquicardia y la
ansiedad mientras se aborda la causa subyacente (6).
BIBLIOGRAFÍA

1. Braunstein GD. Hipertiroidismo [Internet]. Manual MSD versión para profesionales.


Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-
endocrinológicos-y-metabólicos/trastornos-tiroideos/hipertiroidismo

2. Sociedad Española De Endocrinología. Hipertoriodismo Disponible en:


https://www.seep.es/images/site/publicaciones/oficialesSEEP/consenso/cap15.pdf

3. Martín Vélez RM, Delgado Martín AE, Sánchez López J, Soto Blanco F, Jiménez
López AM, Maldonado Díaz I. Un paciente con hipertiroidismo. Med Integr [Internet].
202;37(9):383–9. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-
63-articulo-un-paciente-con-hipertiroidismo-13013884

4. Piera Fernández M. Hipo e hipertiroidismo. Farm Prof (Internet) [Internet].


2020;17(3):37–41. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-
profesional-3-articulo-hipo-e-hipertiroidismo-13044506

5. Rodriguez JH. Diagnóstico y tratamiento actual del hipertiroidismo. Medimay. 27 de


diciembre de 2022;29(4):634-50.

6. Corrales Hernández JJ, Sánchez Marcos AI, Recio Córdova JM, Iglesias López RA,
Mories Álvarez MT. Tratamiento médico del hipertiroidismo. Rev ORL.
2020;11(3):273-81.

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