Erikson
Erikson
Erikson
La teoría del desarrollo psicosocial fue ideada por Erik Erikson a partir de la reinterpretación de las fases
psicosexuales desarrolladas por Freud en las cuales subrayó los aspectos sociales de cada una de ellas
en cuatro facetas principales:
Enfatizó la comprensión del ‘yo’ como una fuerza intensa, como una capacidad organizadora de la
persona, capaz de reconciliar las fuerzas sintónicas y distónicas, así como de resolver las crisis derivadas del
contexto genético, cultural e histórico de cada persona.
Puso en relieve las etapas de desarrollo psicosexual de Freud, integrando la dimensión social y el
desarrollo psicosocial.
Erikson entiende que el individuo, a medida que va transcurriendo por las diferentes etapas,
va desarrollando su conciencia gracias a la interacción social.
Si en cada una de las nuevas etapas de la vida la persona ha logrado la competencia correspondiente a ese
momento vital, esa persona experimentará una sensación de dominio que Erikson conceptualiza como fuerza
del ego. Haber adquirido la competencia ayuda a resolver las metas que se presentarán durante la siguiente
etapa vital.
Otro de los rasgos fundamentales de la teoría de Erikson es que cada una de las etapas se ven
determinadas por un conflicto que permite el desarrollo individual. Cuando la persona logra resolver cada
uno de los conflictos, crece psicológicamente.
En la resolución de estos conflictos la persona halla un gran potencial para el crecimiento, pero por otra
parte también podemos encontrar un gran potencial para el fracaso.
Este estadio transcurre desde el nacimiento hasta los dieciocho meses de vida, y depende de la relación o
vínculo que se haya creado con la madre.
La relación con la madre determinará los futuros vínculos que se establecerán con las personas a lo largo de
su vida. Es la sensación de confianza, vulnerabilidad, frustración, satisfacción, seguridad… la que puede
determinar la calidad de las relaciones.
Este estadio empieza desde los 18 meses hasta los 3 años de vida del niño.
Durante este estadio el niño emprende su desarrollo cognitivo y muscular, cuando comienza a controlar y
ejercitar los músculos que se relacionan con las excreciones corporales. Este proceso de aprendizaje puede
conducir a momentos de dudas y de vergüenza. Asimismo, los logros en esta etapa desencadenan
sensación de autonomía y de sentirse como un cuerpo independiente.
3. Iniciativa vs Culpa
El niño empieza a desarrollarse muy rápido, tanto física como intelectualmente. Crece su interés por
relacionarse con otros niños, poniendo a prueba sus habilidades y capacidades. Los niños sienten curiosidad y
es positivo motivarles para desarrollarse creativamente.
En caso de que los padres reaccionen de negativamente a las preguntas de los niños o a la iniciativa de éstos,
es probable que les genere sensación de culpabilidad.
4. Laboriosidad vs Inferioridad
Este estadio se produce entre los 6-7 años hasta los 12 años.
Los niños muestran un interés genuino por el funcionamiento de las cosas e intentan llevar a cabo muchas
actividades por sí mismos, con su propio esfuerzo y poniendo en uso sus conocimientos y habilidades. Por esa
razón es tan importante la estimulación positiva que pueda ofrecerle la escuela, en casa o por el grupo de
iguales. Éste último comienza a adquirir una relevancia trascendental para ellos.
En el caso de que esto no sea bien acogido o sus fracasos motiven las comparaciones con otros, el niño puede
desarrollar cierta sensación de inferioridad que le hará sentirse inseguro frente a los demás.
Este estadio tiene lugar durante la adolescencia. En esta etapa, una pregunta se formula de forma
insistente: ¿quién soy?
Los adolescentes empiezan a mostrarse más independientes y a tomar distancia de los padres. Prefieren pasar
más tiempo con sus amigos y comienzan a pensar en el futuro y a decidir qué quieren estudiar, en qué
trabajar, dónde vivir, etc.
La exploración de sus propias posibilidades se produce en esta etapa. Comienzan a apuntalar su propia
identidad basándose en el las experiencias vividas. Esta búsqueda va a causar que en múltiples ocasiones se
sientan confusos acerca de su propia identidad.
Este estadio comprende desde los 20 años hasta los 40, aproximadamente.
La forma de relacionarse con otras personas se modifica, el individuo empieza a priorizar relaciones más
íntimas que ofrezcan y requieran de un compromiso recíproco, una intimidad que genere una sensación de
seguridad, de compañía, de confianza.
Si se evade este tipo de intimidad, uno puede estar rozando la soledad o el aislamiento, situación que puede
acabar en depresión.
El estancamiento es esa pregunta que se hace el individuo: qué es lo que hace aquí sino sirve para nada; se
siente estancado y no logra canalizar su esfuerzo para poder ofrecer algo a los suyos o al mundo.
Es un momento en el que el individuo deja de ser productivo, o al menos no produce tanto como era capaz
anteriormente. Una etapa en la que la vida y la forma de vivir se ven alteradas totalmente, los amigos y
familiares fallecen, uno tiene que afrontar los duelos que causa la vejez, tanto en el propio cuerpo como en el
de los demás.