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1B - Sistema Muscular - Concepto, Funciones, Partes y e

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Sistema Muscular - Concepto, funciones, partes y

enfermedades
https://concepto.de/sistema-muscular/

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Te explicamos qué es el sistema muscular, sus partes y diferentes


funciones. Además, cómo se clasifica y enfermedades musculares.

El sistema muscular del ser humano constituye el 40% del peso de un


adulto.

¿Qué es el sistema muscular?

Al referirnos al sistema muscular, hablamos del conjunto de más de


650 músculos diferentes que componen el cuerpo humano, la
mayoría de los cuales pueden ser controlados a voluntad y que
permiten ejercer la fuerza suficiente sobre el esqueleto para
movernos.
El sistema muscular del ser humano es vasto y complejo,
constituyendo el 40% del peso de un adulto, generando además la
mayor parte de su calor corporal. Junto con el sistema óseo (huesos) y
el articular (articulaciones), constituye el llamado sistema locomotor,
encargado de los movimientos y desplazamientos del cuerpo.

Los músculos que componen este sistema están compuestos a su vez


por células con alto nivel de especificidad, lo cual les confiere
propiedades puntuales como la elasticidad. Estas células,
llamadas miocitos, pueden someterse a estiramientos y compresiones
intensas sin poner en riesgo (hasta cierto punto) su constitución. Por
ello las fibras musculares son tan resistentes y elásticas.

Los músculos, además, excitables eléctricamente, y es así como el


sistema nervioso los controla.

Existen tres tipos esenciales de músculos:

Músculos esqueléticos o estriados. Se llaman así porque bajo el


microscopio presentan estrías, así como una forma larga
característica. Además, son los que conectan con los huesos del
organismo y permiten el desplazamiento o el movimiento de las
extremidades.
Músculos cardíacos. Como su nombre lo indica, son los músculos
de la pared del corazón (miocardio), y son músculos estriados con
características precisas, ya que requieren estar interconectadas
para poder contraerse y expandirse de manera totalmente
sincronizada.
Músculos lisos. Se les conoce también como viscerales o
involuntarios, ya que no están comprometidos con el movimiento
voluntario del cuerpo, sino con sus funciones internas (sistema
nervioso vegetativo autónomo). Por ejemplo, el movimiento de los
intestinos o del tubo digestivo, o de apertura o cierre del iris en el
ojo. Se reconocen fácilmente pues carecen de estrías como los tipos
anteriores.

Ver además: Aptitud física

Partes del sistema muscular


El músculo orbicular que hay en nuestros párpados permite abrir y
cerrar los ojos.

El sistema muscular se compone de una variedad enorme de


músculos, entre los cuales encontramos:
Músculos fusiformes. Aquellos con forma de huso, gruesos en la
parte central y delgados en los extremos, como los presentes en los
miembros superiores e inferiores.
Músculos planos y anchos. Presentes sobre todo en la pared
abdominal, movilizan y protegen a los órganos internos inferiores.
Músculos abanicoides. Como su nombre lo indica tienen forma de
abanico, y dos ejemplos importantes son los pectorales (en el pecho)
y los temporales (en la mandíbula).

Músculos circulares. Presentan forma de anillo, por lo que sirven


para cerrar (al contraerse) o abrir (al relajarse) diversos conductos,
como el orificio anal por el que defecamos.
Músculos orbiculares. Semejantes a los fusiformes, pero tienen un
orificio en el centro, por lo que permiten abrir y cerrar otras
estructuras. Un ejemplo es el músculo orbicular que hay en
nuestros párpados.

Funciones del sistema muscular


Los músculos deben ser fuertes y estar diseñados para el ejercicio
continuo.
El sistema muscular es vital para el organismo, ya que se ocupa de
mantener las cosas en movimiento. Por ejemplo, el corazón es un
órgano que no puede cesar de bombear sangre, pues nos ocasionaría
la muerte.

Por ende, sus músculos deben ser fuertes y estar diseñados para el
ejercicio continuo. Del mismo modo, los movimientos digestivos, desde
la tráquea a los intestinos, son responsabilidad muscular, o los
respiratorios.

En segundo lugar, la musculatura permite el movimiento voluntario,


que es la mejor forma de lidiar con el entorno para los seres vivientes:
nos permite movilizar el esqueleto y desplazarnos para cambiar de
lugar, o usar de un modo específico nuestras extremidades y construir
alimentos, acariciar a nuestros seres queridos o defendernos de un
atacante.

Incluso gestos tan simples como mover nuestros ojos o sonreír, se


deben a la acción puntual de algún conjunto de músculos del cuerpo.

Enfermedades del sistema muscular

Los músculos pueden ser aquejados por dolencias de distinto tipo,


tales como:

Desgarros. Rupturas parciales del tejido muscular que, si bien


pueden repararse solas con el tiempo, por lo general disminuyen la
capacidad motriz y resultan sumamente dolorosas.
Calambres. Contracciones dolorosas e involuntarias de un músculo
puntual, debido a fatiga extrema o a desbalances en la química
muscular.
Atrofia. Debido a falta de uso prolongado, a enfermedades o a
traumatismos importantes, los músculos pueden cesar de funcionar
y volverse atrofiados, es decir, perder el volumen de su tejido.
Poliomielitis. Producida por un virus, esta enfermedad realmente
aqueja al sistema nervioso, pero al paralizar los impulsos eléctricos
ocasiona una atrofia artificial sobre la musculatura.

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