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En El Año 1497 Apareció Un Libro de Ajedrez Del Eclesiástico y Ajedrecista Español

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En el año 1497 apareció un libro de ajedrez del eclesiástico y ajedrecista

español Luis Ramírez de Lucena: Repetición de Amores y Arte de Ajedrez, con


150 juegos de partido, publicado en Salamanca ese mismo año. Pero la caligrafía
gótica con que está escrito solo surge hacia 1500, con lo que la autoría y la
datación no están claras. Contiene doce aperturas según las nuevas reglas y
treinta problemas de ajedrez. Hacia 1512 aparece en Roma el libro de aprendizaje
de Pedro Damiano titulado Questo libro e da imparare giocare a scachi et de le
partite. Esta primera edición marcó el comienzo del ajedrez moderno. Como
consecuencia parece que surgieron círculos ajedrecistas especialmente en la
península ibérica y en Italia. A finales del siglo décimo sexto era Ruy López de
Segura el mejor jugador del mundo. Fue derrotado en 1575 en el primer torneo
internacional de la historia organizado en la corte de Felipe II por
el calabrés Giovanni Leonardo da Cutro, quien a continuación venció también al
mejor jugador portugués, El Morro, y de regreso en Madrid, a su paisano Paolo
Boi. De entre los mejores ajedrecistas de su tiempo destaca también Giulio Cesare
Polerio.

Introducción al juego[editar]

Juego de ajedrez con las piezas en su


posición inicial al lado de un reloj reglamentario
Una partida de ajedrez se disputa entre dos jugadores; cada uno posee
dieciséis piezas, siendo las de un jugador de color claro, llamadas blancas, y las
de su oponente de color oscuro, llamadas negras. Las piezas se mueven sobre
un tablero de ajedrez cuadrado de 8×8 = 64 escaques o casillas también
cuadradas, alternando colores claro y oscuro (32 y 32). Las piezas de cada
jugador al principio de la partida son:

Piezas

Blancas Negras Descripción

Un rey
Una dama, también conocida como reina19

Dos alfiles

Dos caballos

Dos torres, también conocidas como roques20

Ocho peones

Cada tipo de pieza se mueve de una forma diferente, lo que determinará su


potencia y su importancia en el desarrollo del juego.

El ajedrez no es un juego de azar, sino un juego racional y de estrategia, ya que


cada jugador decidirá el movimiento de sus piezas en cada turno. El desarrollo del
juego es tan complejo que ni siquiera los mejores jugadores (o los más potentes
ordenadores existentes) pueden llegar a considerar todas las posibles
combinaciones: aunque el juego solo pueda desarrollarse en un tablero con solo
sesenta y cuatro casillas y treinta y dos piezas al inicio, el número de diferentes
partidas que pueden jugarse excede el número estimado de átomos en el universo
observable (véase: Número de Shannon).

Comienza a jugar quien lleve las blancas, lo que le concede una ventaja
pequeña pero esencial en los niveles altos de competición, por lo que el color de
las piezas suele sortearse antes de la partida; y en el caso de los torneos se busca
que un jugador tenga la misma cantidad de partidas con las piezas blancas que
con las negras. A partir de entonces ambos jugadores se turnan para mover
alguna de sus piezas. Cada jugador intentará obtener ventaja sobre su oponente,
ya sea material o posicional; aunque el objetivo final es atacar al rey de modo que
no pueda ser defendido, lo que es conocido como jaque mate.

La victoria puede obtenerse además, si el rival abandona o se le agota el tiempo.


En los torneos también se declara perdedor a quien muestre conducta
antideportiva, por ejemplo al negarse a saludar al comienzo de la partida o si
suena el teléfono móvil durante esta.21

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