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Tolin Cap 2 El Sistema Conductual y Cómo Puede Perturbarse
Tolin Cap 2 El Sistema Conductual y Cómo Puede Perturbarse
Tolin Cap 2 El Sistema Conductual y Cómo Puede Perturbarse
El escape (que Skinner llamó refuerzo negativo, que se muestra en la parte inferior
izquierda de la Tabla 2.1) se produce cuando el comportamiento es seguido por algo
que se retira (negativo), lo que hace que el comportamiento aumente posteriormente
(refuerzo). En un experimento básico de condicionamiento operante, el escape se
demuestra cuando un ruido fuerte suena continuamente dentro de la jaula de una rata
hasta que presiona una palanca y el ruido se elimina durante 30 segundos, lo que
hace que la rata presione la palanca más frecuentemente. En este caso, el ruido es
negativo (se retira siguiendo el comportamiento) y un reforzador (aumenta la
probabilidad de que vuelva a ocurrir el comportamiento de presionar la palanca). La
rata aprende que puede terminar un estímulo desagradable involucrando en la
conducta. Este fenómeno también sucede en nuestros pacientes:
• Blaise descubre que cuando no usa drogas, sus síntomas de abstinencia son
intolerables. Cuando usa, los sentimientos intolerables disminuyen y ella se siente
más "normal". Como resultado, usa con más frecuencia. El comportamiento aumentó
con el tiempo (fue reforzado) porque fue seguido de escapar de algo (negativo).
• Ana experimenta síntomas de pánico en el centro comercial. Salir del centro
comercial alivia los síntomas de pánico. Como resultado, Ana deja las situaciones
amenazantes con más frecuencia. El comportamiento aumentó con el tiempo
(reforzador) porque fue seguido de un escape de algo (negativo).
• Como se mencionó anteriormente, cuando Nick grita, Juana obedece y, por lo tanto,
se refuerza positivamente el comportamiento de gritos de Nick. Al mismo tiempo,
desde la perspectiva de Juana, cuando ella obedece, Nick deja de gritar. Entonces su
comportamiento de sometimiento aumenta con el tiempo (reforzador) porque le sigue
el escapa de algo (negativo). Entonces el comportamiento de Nick está influido por el
refuerzo, mientras que el comportamiento de Juana está influido por el escape. ¡Se
vuelve complicado cuando se trata de sistemas familiares!
• En casa, Isabel está experimentando fuertes sentimientos de tristeza y enojo. Se
corta sus muñecas superficialmente, y los sentimientos de tristeza y enojo disminuyen
a medida que se distrae (momentáneamente) de ellos. Como resultado, Isabel se
corta más a menudo. El comportamiento aumentó con el tiempo (fue reforzado)
porque le siguió un escape de algo (negativo).
Puse este ejemplo último a propósito. Tenga en cuenta que en algún momento, el
comportamiento de cortarse de Isabel fue reforzado positivamente; en otro momento,
fue reforzado negativamente. El mismo comportamiento puede mantenerse por más
de una contingencia, simultáneamente o en momentos diferentes.
El castigo (que Skinner denominó castigo positivo, que se muestra en la parte
superior derecha de la Tabla 2.1) ocurre cuando el comportamiento es seguido por
algo que se agrega (positivo), causando que el comportamiento disminuya
posteriormente (castigo). En un experimento básico de condicionamiento operante, se
demuestra un castigo positivo cuando una rata escucha un ruido fuerte desagradable
cada vez que presiona una palanca, lo que resulta en que la rata presione la palanca
con menos frecuencia. En este caso, el ruido es positivo (se agrega luego del
comportamiento) y un castigo (disminuye la probabilidad de que el comportamiento
vuelva a ocurrir). El castigo aparece en muchos casos en los que un comportamiento
deseado es escaso o se ha suprimido:
• Guillermo nos dice que mientras crecía, intentó ser asertivo y expresar sus deseos
a sus padres. Cuando intentó actuar asertivamente, a menudo lo abofeteaban y le
ordenaban que se callara. Como resultado, Guillermo se volvió inseguro (es decir,
ahora usa el comportamiento asertivo con menos frecuencia). El comportamiento
disminuyó (castigo) debido a un historial de malas consecuencias (positivo).
• Scott se arma de valor para presentarse a un extraño en una fiesta. La persona le
hace un comentario mordaz y condescendiente, lo que lo hace sentir avergonzado.
Como resultado, Scott se acerca a los demás con menos frecuencia. El
comportamiento disminuyó (castigo) debido a un historial de malas consecuencias
(positivo).
Tal vez se pregunte, al mirar a algunos de nuestros pacientes, por qué algunas cosas
que podríamos llamar "castigo" en realidad no disminuyen el comportamiento. Por
ejemplo:
• Cada vez que se atraca, Shari vomita. ¿Por qué la desagradable sensación de
vomitar no hace que deje los atracones?
• Después de una noche de consumo de drogas, Blaise se siente mal. Tiene resaca y
se enfrenta al desastre en que se ha convertido su vida. Entonces, ¿por qué eso no
detiene el uso de drogas?
• Isabel a veces dice que se corta a sí misma para "castigarse" por cometer errores
de juicio, como irse a casa con un extraño. ¿Por qué ese "castigo" no la lleva a tomar
sus decisiones con más cuidado?
• Cuando el hijo de Nick y Juana, James, obtiene una mala calificación en la escuela,
lo "castigan" enviándolo a su habitación y quitándole sus videojuegos. Entonces, ¿por
qué eso no lo hace mejorar en la escuela?
Estas cosas no son "punitivas" en el sentido técnico de la palabra. En la TCC,
llamamos a algo castigo sólo si realmente reduce la probabilidad de que el
comportamiento vuelva a suceder. La mayoría de estos comportamientos no
deseados, desde las purgas de Shari hasta el uso de drogas de Blaise y los malos
hábitos escolares de James, están bajo el control de refuerzos más inmediatos
(beneficios a corto plazo). Todos obtienen algo del comportamiento; ya sea un
aumento en algo deseado (refuerzo positivo) o una reducción en algo no deseado
(refuerzo negativo). Administrar consecuencias desagradables después del hecho, sin
atender a los reforzadores, es una batalla perdida. Esta es la razón por la cual la tos
seca no suele evitar que las personas fumen y el aumento de peso generalmente no
impide que se consuma comida chatarra. Todos somos esclavos de lo inmediato, a
menos que nos obliguemos a no serlo.
La penalización (que Skinner llamó castigo negativo, que se muestra en la parte
inferior derecha de Tabla 2.1) ocurre cuando el comportamiento es seguido por algo
que se quita (negativo), lo que hace que disminuya posteriormente (castigo). En un
experimento básico de condicionamiento operante, se demuestra un castigo negativo
cuando a una rata le quitan bolitas de comida de su suministro cada vez que presiona
una palanca y eso resulta en que la rata presione la palanca con menos frecuencia.
En este caso, retirar las bolitas de comida es negativo (se eliminan luego del
comportamiento) y un castigo (disminuye la probabilidad de que el comportamiento
vuelva a ocurrir).
Sobre intencionalidad y contingencias
A menudo es tentador inferir que debido a que hay contingencias presentes, la
persona debe estar actuando deliberadamente para obtener ciertas contingencias o
evitar otras. Por ejemplo, vimos que a veces el comportamiento auto-lesivo de Isabel
aumentaba cuando recibía más atención de los demás. Algunos concluirían que Isabel
estaba siendo "manipuladora"; es decir, sabía que recibiría más atención si se cortaba,
así que lo hizo. Isabel ciertamente había escuchado esa acusación de los miembros
de su familia y el personal de la unidad. Pero, ¿era cierta la acusación?
Es importante reconocer que las contingencias funcionan ya sea que se tenga
conciencia de ellas o no, y funcionan, quiera uno o no. Nuestro comportamiento es
impulsado y moldeado por una miríada de contingencias, y en muchos casos el efecto
no tiene nada que ver con nuestros deseos o incluso con nuestra conciencia.
Entonces, ¿Isabel sabía que cortarse era una forma de llamar la atención y decidía
activamente que así era como quería llamar la atención? Tal vez sí, tal vez no. Es
igualmente probable que la atención del personal haya aumentado su comportamiento
de cortarse a lo largo del tiempo sin que ni ella ni el personal de la unidad lo notaran.
Demos vuelta la ecuación: ¿quería el personal hacer que Isabel se cortara más? ¿Se
juntaron y decidieron que la manera de hacer que ella se cortara más era prodigarle
atención cada vez que lo hacía? Seriamente, lo dudo. Pero las contingencias estaban
allí. Entonces, antes de saltar a la conclusion que Isabel manipulaba, es más exacto
decir que tanto Isabel como el personal estaban siendo manipulados por las
contingencias. Estaban atrapados en un sistema insalubre de reforzamiento recíproco
que no entendían ni podían controlar por completo.
La Ciencia Detrás
El malestar en las parejas se ve, en parte, como una falla de refuerzo mutuo. Las
parejas con problemas exhiben habitualmente altas tasas de comportamiento
desagradable y/o bajas tasas de comportamiento agradable entre sí (Gottman,
Markman y Notarius, 1977). Mientras que las parejas satisfechas utilizan
principalmente el refuerzo para modificar el comportamiento del otro, las parejas en
dificultades dependen principalmente del escape (refuerzo negativo) y el castigo
como un medio de influencia conductual (N. S. Jacobson y Margolin, 1979). Las
parejas responder a las contingencias del otro en una forma "ojo por ojo" (a veces
llamada reciprocidad), de modo que el refuerzo de un miembro por lo general es
seguido por el refuerzo del otro, y el castigo de uno generalmente es seguido por el
castigo del otro (Gottman et al., 1977). Con el tiempo, las contingencias entre los
miembros de la pareja se equilibran (Gottman et al., 1976), de tal manera que "un
cónyuge que da mucho, obtiene mucho; un cónyuge que da un poco, obtiene un
poco" (N. S. Jacobson y Margolin, 1979, p.15).
En forma semejante, el malestar familiar, particularmente en el caso de un niño que
demuestra un comportamiento de oposición o trastorno de conducta, se asocia
frecuentemente con un proceso familiar coercitivo. Cuando observamos a estas
familias, a menudo vemos que la disciplina es dura e inconsistente, con poca
interacción positiva entre los miembros (Patterson, DeBaryshe y Ramsey, 1989).
Las explicaciones conductuales no niegan la presencia de factores
temperamentales propios del niño; sin embargo, enfatizan que los problemas de
comportamiento infantil se desarrollan dentro de un contexto, como la familia y la
escuela, y que existe una interacción entre las tendencias básicas del niño y las
contingencias de las conductas deseables y no deseables (Strand, 2000). Se ha
sugerido que dentro de estos sistemas familiares, los miembros entrenan al niño a
comportarse mal, a veces con refuerzos positivos, pero generalmente a través del
escape (refuerzo negativo), en el que el niño usa un comportamiento inapropiado
para detener las intrusiones desagradables de otros miembros de la familia. El niño,
a su vez, está entrenando a los familiares para intensificar sus conductas
desagradables. Por ejemplo, el malestar conyugal de Juana y Nick a menudo "se
derrama" en sus interacciones con su hijo James, ya que con frecuencia le gritan y
regañan. Él tiene una conducta desagradable, lo que hace que temporalmente lo
dejen de molestar. También le prestan más atención después que se involucra en
un mal comportamiento. Entonces James está aprendiendo que puede controlar a
Juana y Nick con una conducta indeseable. Juana y Nick, al no darse cuenta de las
contingencias que existen, sienten que su única opción es gritar y regañar aún más,
de modo que tanto los padres como el niño se vean atrapados en una escalada.
Simultáneamente, las conductas positivas (prosociales) se ignoran o incluso
castigan (Kazdin, 2008; Patterson, 1982). Juana y Nick no refuerzan
sistemáticamente a James por pedir permiso, hacer su tarea, limpiar su habitación,
etc., por lo que es menos probable que haga esos comportamientos. El proceso
familiar coercitivo parece empeorar en condiciones de estrés familiar, como el
desempleo, la discordia matrimonial y el divorcio (Conger, Ge, Elder, Lorenz y
Simons, 1994). Lamentablemente, este patrón parece continuar a través de
múltiples generaciones, ya que una generación utiliza la crianza deficiente que
presenciaron como hijos en sus propios hijos (Elder, Caspi y Downey, 1983).
Programas de refuerzo
La frecuencia del refuerzo juega un papel importante en la adquisición y
mantenimiento del comportamiento. Skinner (1938) identificó varios programas
distintos: continuo, intervalo fijo, razón fija, intervalo variable y razón variable. Para
nuestros propósitos, sin embargo, los resumiremos en dos grupos básicos: refuerzos
continuos y refuerzos intermitentes.
El refuerzo es continuo cuando siempre sigue al comportamiento. Por ejemplo, la rata
recibe una bolita de comida cada vez que presiona la palanca, o el paciente recibe
mayor atención de los demás cada vez que se corta.
El efecto más importante del refuerzo continuo es que hace que el comportamiento
aumente rápidamente, es decir, está más fuertemente implicado en la etiología o
adquisición del comportamiento. De modo que muchos comportamientos
desadaptados comenzarán bajo un cronograma de refuerzo continuo. El corte de
Isabel, el uso de sustancias de Blaise, el tirón de pelo de Samanta y las compulsiones
de Betania comenzaron bajo un programa de refuerzo continuo, por lo que los
comportamientos se adquirieron y aumentaron rápidamente.
El refuerzo es intermitente cuando a veces sigue al comportamiento. Por ejemplo, la
rata recibe una bolita de comida sólo algunas de las veces que presiona la palanca, o
el paciente gana dinero sólo algunas de las veces que juega.
El efecto más importante del refuerzo intermitente es que hace que el comportamiento
se "adhiera", incluso cuando no se proporciona ningún reforzador. Cuando el
reforzador no sigue al comportamiento, la persona sabe que si sigue haciendo la
conducta el reforzador llegará en algún momento. El refuerzo intermitente, por lo tanto,
está implicado en el mantenimiento o persistencia del comportamiento. De modo que
muchos comportamientos desadaptados pueden haber comenzado bajo un programa
de refuerzo continuo, pero persisten bajo un programa de refuerzo intermitente (ver
Figura 2.2). Susana, por ejemplo, revisa constantemente las puertas y ventanas de su
casa para asegurarse de que estén cerradas. De vez en cuando, encuentra una sin
cerrar. Este refuerzo intermitente asegura que siga controlando. Nick a veces puede
(aunque no siempre) sacarse de encima a Juana gritándole, por lo que lo seguirá
haciendo, incluso cuando claramente no funciona.
Extinción
Además del refuerzo y el castigo, existen otros principios importantes del
condicionamiento operante que juegan un papel clave en los trastornos mentales. La
extinción ocurre cuando un comportamiento que previamente se había reforzado ya
no resulta en refuerzo. En un experimento básico, por ejemplo, después de enseñar a
una rata a presionar una palanca para obtener bolitas de alimento, dejamos de darlos
(es decir, el comportamiento ya no es efectivo). Es probable que ocurran dos cosas
en este caso (ver Figura 2.3):
La Ciencia Detrás
Los déficits de habilidades sociales desempeñan un papel importante en los
sistemas interpersonales perturbados, como las parejas y las familias. Aunque los
miembros del sistema pueden conocer las habilidades apropiadas para usar, tienen
dificultades para implementarlas de manera consistente.
Las parejas perturbadas frecuentemente caen en pautas de comportamiento
interpersonal poco habilidosas. Aunque pueden conocer los comportamientos
apropiados, muestran un déficit de desempeño o habilidad en cómo interactúan
entre sí. Gottman (1999) señala que cuatro categorías de comportamiento
interpersonal, que denominó los "Cuatro Jinetes del Apocalipsis", predijeron el
divorcio posterior:
• Crítica: hacer declaraciones que implican que algo es globalmente incorrecto en
el compañero, en lugar de abordar un comportamiento específico (por ejemplo,
"Olvidaste pagar la factura del teléfono nuevamente. ¿Cómo pudiste ser tan
estúpido?").
• Desprecio: palabras, acciones o expresiones que implican que uno es superior al
compañero de alguna manera (por ejemplo, "Bueno, supongo que como priorizo a
los niños más que tú, de alguna manera encontré el tiempo para ir a la fiesta de su
escuela").
• Defensividad/Negar la responsabilidad o intentar evitar un ataque verbal percibido
del compañero (por ejemplo, "¡Pero lo estoy intentando! ¡No es mi culpa! ¿Por qué
me echas la culpa a mí?").
• Atrincherarse: "Salirse" de la conversación o la interacción (por ejemplo, minimizar
las interacciones con la pareja o no participar de la conversación).
Las familias perturbadas también pueden caer en patrones de interacción negativos.
Un ejemplo importante es el fenómeno de la emoción expresada (Hooley, 1985; Leff
y Vaughn, 1985) en familias de pacientes con trastornos psiquiátricos. La emoción
expresada (que puede sonar como algo bueno, pero no lo es) se refiere a
comportamientos interpersonales negativos por parte de los miembros de la familia.
La emoción expresada incluye (Chambless, Bryan, Aiken, Steketee y Hooley, 1999):
• Crítica (descripta arriba).
• Sobre-involucración emocional: ser excesivamente intruso o sobreprotector, usar
elogios excesivos o la culpa, mostrar reacciones emocionales exageradas o asumir
demasiadas tareas que el paciente puede hacer.
• Poca interacción positiva o cálida.
El grado de emoción expresada en una familia es un fuerte predictor de recaída
después de la hospitalización para pacientes con diversas enfermedades mentales
como esquizofrenia, trastornos del estado de ánimo y trastornos de la alimentación
(Butzlaff y Hooley, 1998) y también pueden predecir el mal resultado del tratamiento
individual para el estado de ánimo y trastornos de ansiedad. Entre los adolescentes,
la emoción expresada en la familia también parece ser un factor de vulnerabilidad
para los síntomas externalizantes (Nelson, Hammen, Brennan y Ullman, 2003) y los
pensamientos y conductas suicidas (Wedig y Nock, 2007).
La Ciencia Detrás
La solución deficiente de los problemas es bastante omnipresente en los trastornos
mentales (Thoma, Friedmann y Suchan, 2013; Tisdelle y St. Lawrence, 1986). Aquí
se presentan sólo algunos ejemplos:
• Las personas con esquizofrenia y trastorno bipolar agudo muestran déficits
demostrables en la solución de problemas sociales. Generan soluciones deficiente
menos factibles y menos probables de resultar efectivas. Tienen dificultad para
implementar estrategias efectivas de solución de problemas en las conversaciones
con los demás. También son menos persistentes en la defensa de su punto de vista,
con argumentos poco claros y habilidad disminuida para negociar soluciones a los
problemas (Bellack, Sayers, Mueser, & Bennett, 1994).
• La depresión también puede caracterizarse por déficits en la solución de
problemas. Una orientación negativa del problema se asocia con la desesperanza,
la depresión y la ideación suicida (D'Zurilla, Chang, Nottingham y Faccini, 1998), y
las personas con pobres habilidades de solución de problemas tienden a tener una
menor autoestima y apego inseguro (Davila, Hammen, Burge, Daley y Paley, 1996).
La capacidad de resolver un problema parece moderar la reacción depresiva ante
acontecimientos negativos importantes (Nezu, Nezu, Sarayadarian, Kalmar y
Ronan, 1986), así como ante las dificultades cotidianas (Nezu y Ronan, 1985). Por
lo tanto, las personas con pobres habilidades de solución de problemas parecen
más vulnerables a desarrollar depresión en circunstancias estresantes.
• Los déficits en solución de problemas también se han visto implicados en el
suicidio y la autolesión. Se identificó una orientación negativa ante los problemas
en individuos suicidas. Llamadas las "Tres I" (Chiles y Strosahl, 1995), esta
orientación asume que el dolor físico o emocional es intolerable y la situación en
que la persona se encuentra es interminable e ineludible. Los pacientes con
ideación suicida muestran una solución de problemas menos activa que otros
pacientes psiquiátricos (Linehan, Camper, Chiles, Strosahl y Shearin, 1987),
generan menos de la mitad de soluciones posibles a los problemas interpersonales,
se centran en los aspectos negativos de las posibles soluciones e implementan
menos alternativas (Schotte y Clum, 1987). Los adolescentes suicidas o que se
autolesionan muestran igualmente una pobre capacidad de solución de problemas
sociales (Speckens y Hawton, 2005), caracterizada en particular por elegir
soluciones negativas a los problemas y tener baja autoeficacia para llevar a cabo
soluciones adaptativas (Nock & Mendes, 2008).
• La solución de problemas, incluida la solución de problemas sociales, se deteriora
en las parejas perturbadas. Las habilidades usuales de solución de problemas de
la pareja se nublan por los altos niveles de afecto negativo y las distorsiones
cognitivas, como la sobre-generalización. Por ejemplo, una conversación que
comienza con un desacuerdo entre los cónyuges acerca de a quién le toca cuidar a
los niños puede convertirse rápidamente en una discusión sobre cuestiones más
grandes y potencialmente irresolubles, como el egoísmo y el amor (D'Zurilla y Nezu,
1982). Se ha observado que las parejas perturbadas se involucran en "quejas
cruzadas", en las que a la queja de un miembro le sigue la queja del otro, que puede
o no estar directamente relacionada con la queja original (Gottman et al., 1977). En
tal caso, nunca se llega a una solución real, y los problemas persisten.
Lo Esencial
-Las conductas (actos motrices) son desadaptadas cuando deterioran el
funcionamiento de la persona o su calidad de vida.
-Las conductas desadaptadas pueden categorizarse en excesos conductuales,
déficits conductuales y repertorios conductuales deficientes.
-Las conductas son influidas por nuestros pensamientos y emociones.
-Las contingencias ejercen una ponderosa influencia en la adquisición y
mantenimiento de las conductas. Las contingencias que conducen a los excesos
conductuales son el refuerzo y el escape. Las que conducen a deficits conductuales
son el castigo y la penalización.
-Las contingencias pueden ser continuas o intermitentes y tienen efectos diferentes
sobre la conducta.
-La extinción puede resultar en déficits conductuales.
-El aprendizaje de la evitación puede resultar en excesos o déficits conductuales.
-La conducta puede verse influida por el modelado.
-La conducta puede verse influida por la presencia de déficits de habilidades
conductuales, por ejemplo en la solución de problemas o en las habilidades sociales.
-La conducta influye en los pensamientos y las emociones.
-La conducta influyen en la situación y las experiencias subsiguientes.
Términos y definiciones clave
Acción opuesta: comportarse de una manera que refute las creencias, en lugar de
confirmarlas.
Aprendizaje de evitación: aprender a realizar un comportamiento en anticipación de
un estímulo desagradable para prevenirlo.
Castigo (castigo positivo): una contingencia que agrega algo (no deseado) a la
experiencia del paciente, disminuyendo así la probabilidad de que el comportamiento
ocurra nuevamente.
Castigos: contingencias que disminuyen la probabilidad de que ocurra nuevamente
el comportamiento.
Condicionamiento operante: el aprendizaje de pautas de comportamiento a través
de contingencias.
Conducta: definida aquí como un acto motor que involucra los músculos esqueléticos.
Contingencia negativa: se retira algo de la experiencia de la persona luego del
comportamiento, que estaba allí antes del comportamiento.
Contingencia positiva: algo se agrega a la experiencia de la persona luego del
comportamiento, que no estaba allí antes del comportamiento.
Contingencias: el contexto en el que se produce un comportamiento, incluidas las
recompensas y castigos que siguen a un comportamiento determinado, que así
aumenta o disminuye su probabilidad de futura ocurrencia.
Déficit conductual: un comportamiento adaptativo que ocurre con muy poca
frecuencia.
Déficit de adquisición: un déficit de habilidad en el cual la persona no conoce la
habilidad apropiada.
Déficit de fluidez: un déficit de habilidad en el cual la persona conoce la habilidad
apropiada, pero es incapaz de llevarla a cabo de manera aceitada y natural.
Déficits de habilidades conductuales: la falta de conocimiento de, la
implementación deficiente de o el uso inconsistente de habilidades conductuales que
ayudarían al individuo a interactuar con éxito con el ambiente.
Déficit de desempeño: un déficit de habilidad en el que la persona conoce la habilidad
apropiada, pero se inhibe de llevarla a cabo debido a uno o más factores.
Escape (refuerzo negativo): una contingencia que quita algo (no deseado) de la
experiencia del paciente, lo que aumenta la probabilidad de que el comportamiento
ocurra nuevamente.
Exceso conductual: un comportamiento inadaptado que ocurre con demasiada
frecuencia.
Explosión de extinción: el aumento inicial en el comportamiento después de la
eliminación de los reforzadores.
Extinción: la eliminación de refuerzo de un comportamiento.
Habilidades sociales: conjunto complejo de habilidades de comportamiento que
incluye aspectos verbales y no verbales de la interacción social.
Hacer mejor para sentirse mejor: usar el cambio de comportamiento para afectar
las emociones y los pensamientos.
Modelado: desarrollo de conductas o creencias a través de la observación de otros.
Penalización (castigo negativo): una contingencia que resta algo (deseado) de la
experiencia del paciente, disminuyendo así la probabilidad de que el comportamiento
ocurra nuevamente.
Profecía autocumplida: Comportarse de una manera que afecte los acontecimientos
subsiguientes, de modo que las creencias de uno parece que se confirman.
Refuerzo (refuerzo positivo): una contingencia que agrega algo (deseado) a la
experiencia del paciente, incrementando así la probabilidad de que el comportamiento
ocurra nuevamente.
Refuerzo continuo: refuerzo que siempre sigue el comportamiento.
Refuerzo intermitente: refuerzo que a veces sigue al comportamiento.
Refuerzos: contingencias que aumentan la probabilidad de que el comportamiento
ocurra nuevamente.
Repertorio conductual deficiente: una incapacidad de seleccionar y/o realizar el
comportamiento requerido en la circunstancia apropiada.
Solución de problemas: abordar los problemas de la vida con una orientación
positiva hacia la solución de problemas, definir el problema y tratar de comprender su
causa, generar múltiples soluciones posibles, decidirse por una en particular y
determinar si la solución fue efectiva.
Tendencia de acción: una motivación impulsada por la emoción para llevar a cabo
ciertos comportamientos.