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ENSAYO Depresion y Suicidio

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Introducción

La ciencia médica define la muerte como el «cese irreversible de las funciones


cardiorrespiratorias o de todas las funciones del encéfalo», Para la biología, es un
suceso resultante de la incapacidad orgánica de sostener la homeostasis.

La Tanatología es la ciencia de la muerte y sus manifestaciones. Gira alrededor del


enfermo terminal y se basa en las descripciones y observaciones que sobre él se
realizan para ofrecer un diagnóstico y mediante éste, determinar las acciones a
seguir (Kubler, 1972).

Entre esos 2 grandes y complejos conceptos, tenemos la inteligencia emocional que


es la capacidad de reconocer sentimientos propios y ajenos, de motivarnos y de
manejar adecuadamente las relaciones.

Esto se maneja en toda la profesión de medicina y enfermería, pero específicamente


se ve de una manera más concreta en enfermería, al brinda los cuidados de manera
tan personal, se crean relaciones de amistad entre los px y los profesionales.
El concepto de muerte puede ser tomado de mil y un maneras distintas,
dependiendo de cada persona varia. Puede coincidir en cosas y tener diferencias
mínimas.

Según múltiples fuentes científicas, la muerte es el cese total de los signos vitales,
hay una ausencia de indicadores de vida en la persona. Para unas personas es el
momento de descanso eterno, la oportunidad de reunirse con sus seres amados en
un plano celestial, en la espera de la resurrección. Un momento final, donde todo
se acaba; sin segundas oportunidades ni la reencarnación.

Según el contexto cultural y social en que cada persona ha sido criada, lograron
descifrar un conjunto de acciones en contra de situaciones difíciles o que no se
comprenden con facilidad, esto también con os sentimientos. En las sociedades
patriarcales, la carga emocional de los hombres fue minimizada hasta casi
extinguirla, privándolos de tener cualquier experiencia relacionada con emociones
angustiantes o felices.

Para las mujeres, se les permitió vivir sus emociones, pero no tomando en cuenta
lo que implicaban, se minimizaron todos los sentimientos y experiencias que podían
ser consecuencia del origen.

Esto se modificó a lo largo de los años, pero continuo con ciertos patrones que aun
hoy son vistos. Dentro de esto se ve envuelto el proceso de duelo, como es que
estas personas con una percepción de la muerte muy particular reaccionan a la
pérdida de un ser querido, como es que vive esto.

La inteligencia emocional se desarrolla con el paso del tiempo, dependiendo de la


crianza que nos dan nuestros padres y nuestro entorno. Culturalmente esta
inteligencia a menudo se ve truncada, dañada por creencias de cómo debemos
comportarnos ante el dolor.

Las etapas del duelo son cumplidas con negligencia e ignorancia, no se les permite
vivir el momento. Se limita lo que sienten.

Pero cuando tenemos una inteligencia emocional, estos procesos de duelo son
vividos de manera sana, podemos seguir adelante después del momento
angustiante; podemos reconocer las emociones que están presentes, les podemos
poner nombre e idear una manera de trabajarlas y vivirlas. Esto nos permite
movernos sobre el dolor y no estancarnos.

Cuando se es un trabajador del área de salud, la muerte es una constate de la


profesión, las personas simplemente empeoran y terminan falleciendo. Hay
profesionales que manejan la teoría de que debemos ser 2 entidades diferentes,
una persona dentro del área de trabajo y otra por fuera; aun sabiendo que cuando
es de conocimiento público a lo que nos dedicamos, se espera un código de ética y
comportamiento estricto.

Lo que pase en nuestra vida privada tiene que afectar de alguna manera nuestra
estancia laboral, es ahí donde entra nuestra inteligencia emocional, la capacidad de
separar unas emociones de otras, encontrar el origen y atacarlo de la manera
correcta.

Esta inteligencia no solo nos va a permitir vivir nuestro duelo de pérdidas del núcleo
familiar o de pacientes, sino también el lograr trasmitir esto a los familiares de esas
personas que murieron. Es importante ser un faro no solo para los enfermos,
también para sus acompañantes, que a menudo buscan el apoyo o consuelo en
personas ajenas a ellos pero que comprender la situación que viven; buscan la
empatía que les es negada en otros lados y la sensación de ser comprendidos.

Para esto nos es de gran ayuda una disciplina, la Tanatología, el estudio de a muerte
y los procesos subyacentes a ella. El saber de y aprender de esto nos abre a
grandes posibilidades de atención a nuestras personas de cuidado, cuando son más
vulnerables (entiéndase en situaciones de enfermedad, muerte y desesperanza).

El aceptar que se tiene na enfermedad muchas veces no es la parte difícil, pero si


el escuchar los diagnósticos médicos, escuchar como poco a poco se van agotando
las posibilidades y solo queda un desenlace que nos negamos a ver, la muerte. En
el caso de las enfermedades terminales, es una labor titánica el manejo de las
emociones que nos hacen sentir débiles y nos inundas de malos pensamientos.
Como enfermeras es parte de nuestro trabajo, es casi una obligación el ser un
“espejo” donde las personas puedan verse y encontrarse a sí mismos, ver las
respuestas que necesitan sin involucrarnos, solo permitiéndoles saber que es un
proceso que se tiene que vivir y que está bien.

Hay también situaciones vulnerables que no provienen de un proceso como tal,


puede ser un accidente o el desenlace de una enfermedad psicológica como un
suicidio.

Es difícil imaginar incluso una situación cercana al suicidio, no sabemos de qué


manera esto puede ocurrir, quien podría ser y como nos afectaría.

Una vez leí que no debíamos decir que comprendíamos lo que las personas decían.
Cuando alguien nos cuenta una cosa que le angustia, algo que lo hace sentir mal,
tendemos a decir que hemos pasado por algo similar y que los comprendemos. Pero
no es así, no sabemos cómo se sienten realmente, como lo afrontan, que los llevo
a esa situación. No podemos encasillar de esa manera sus emociones.

La gran mayoría de las veces que se nos cuenta algo es porque buscan ser
escuchados, no catalogados y disminuidos.

Hay que escuchas activos y saber las palabras correctas el propósito es que la
persona reconozca que necesita ayuda profesional, sin sentirse atacados. Es
importante ser una guía para estar personas.
Conclusión

Cuando entre a la carrera no sabía todo lo que implicaba, tenía una idea que era
muy reducida.

Enfermería es tan universal que no se alcanza a comprender todos los campos


académicos y profesionales que toca en su desarrollo.

Somos cuidadores, pero también conocidos, amigos, terapeutas (aficionados) y


ahora agregue una nueva, tanatologos.

Es tan importante el conocimiento de esta profesión, que no alcanzamos a


imaginarnos como se podría aplicar. Es necesario en todo momento, como
profesionales y como personas que conviven en ambientes familiares y tienen lazos
con otras personas.

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