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José Gregorio Bello Porras - Vacío Optimismo

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JOSÉ GREGORIO BELLO PORRAS

VACÍO OPTIMISMO

CARAVASAR LIBROS
1

Pero Panglós los consolaba sustentando


que no podían suceder las cosas de otra manera;
porque todo esto, decía, es lo mejor que hay (…)
porque no es posible que no estén las cosas
donde están; porque todo está bien.
Voltaire. CÁNDIDO.
2

Panglós continúa su historia

Panglós sería decapitado muy poco tiempo


después de su desproporcionada y final declaración
de optimismo a la manera de Leibniz, tras ser
ahorcado, disecado, molido a palos y enviado a remar
en galeras.

Todo el mundo creyó, por esa condición hasta ese


momento indestructible, que siempre se salvaría de
cualquier atentado de la vida. Pero alguien lo aguardó
entre las sombras de la tarde, a la hora donde sólo la
cimitarra brilla como la primera estrella.

No por ser optimista, precisamente, le librarían de la


cabeza y sus dolores sino por creer, aceptar y
predicar, casi como un clérigo laico, que lo que existe
es lo mejor que puede existir y que no hay otra
posibilidad ¡Siempre hay alguien que quiere
contradecir los postulados del optimismo!

Pero ¡qué importaba! ya había perdido la cabeza


mucho antes de que esta hubiese saltado de su
cuello, creyendo que tan sólo era una momentánea
caída de la que se recuperaría en un salto.

Mas sus manos no le obedecerían para


incorporarse y escribir otra historia, si se le hubiese
ocurrido alguna vez escribir. Ni siquiera su boca se
atrevería a decir alguna otra sentencia.
3

Ni siquiera sus ojos se cerraron, quedando como


dos puntos suspensivos… extraños, angustiantes…

Si Panglós hubiera sido optimista, verdaderamente


optimista, habría corrido sin asomo de vergüenza a la
menor señal de peligro. Pues sabría que las señales de la
intuición suelen ser el único optimismo posible. Y también
que éstas a veces pueden salvar de lo casi inevitable a
quien las observe o las escuche.

Por fortuna, Panglós no supo nada de ello. Así que,


momentáneamente, esta cándida continuación de su
historia nos divierte morbosamente en su triste
optimismo
4

Soy optimista
en el fondo de mi corazón
No tanto en mis pulmones
que deben resistir el humo del deterioro aéreo

Optimista y fuerte
Como quien dice
con estómago
de hierro
imprescindible
para aguantar
un mundo erigido
por destrucciones
injusticias
valores
y bellezas naturales

Soy optimista:
No creo
que la gente cambiará
mirando flores
5

puestas de sol
paisajes
animales y niños
a los que su memoria pronto desmoronará
en el olvido
entre el humo de la destrucción general

Soy optimista
porque sé
que tenemos una oportunidad
de descubrir la conciencia oculta
el tenue poder
escondido
entre la belleza y la estupidez,
el tenue poder
que nos salvará de la desintegración
6

Creo
en tus palabras
como hechuras del viento

En tus pensamientos,
porque no los veo
y están allí agazapados

Pero más en tus obras


que dicen cosas pensadas
aunque a veces no las comprenda
7

El tiempo le quita optimismo


a algunos seres
que languidecen en sus edades provectas

No piensan que han sido afortunados


en vivir
todo ese largo espacio,
en poseer el mundo de las posibilidades
para derrocharlas como hubiesen preferido
o hacer algo con ellas.

Pero tal vez no han sido tan afortunados


y Cronos se los ha devorado
como hot dogs callejeros
junto a las posibilidades que tenían.

Así que acuden al desespero


Cuando no hay prisa por llegar al final,
convirtiéndose en angustia potable,
que deja sus huesos como las gaseosas,
llenos de necedad hueca
8

Ahítos de melancólicos suspiros,


ecos de olvidada reflexiones,
plenos de confusiones erráticas
de lo que creyeron ser
y no fueron
se entregan a la nada
sin la fortuna de una esperanza
9

Deben existir
errancias menos atropelladas.

Tal vez sí llenas de aventuras


y confusiones
pero menos adoloridas
y exentas de estos empujones
precipitados y abofeteantes
de la vida.

Las debe haber incluso como para disfrutar


de sus pasajeras estancias
en lugares exóticos.
O simples
como un horizonte marino en el atardecer

Las de quienes van en pos


de un ideal inalcanzable
y duermen con la ilusión
del rescate de su princesa
o de su alma
10

sin importar que la aurora


los despierte yaciendo junto al vacío.

La de quienes recorren el camino


de Santiago
para luego contarlo a sus nietos
y gozar de la indulgencia plenaria
de ese deleite perdurable de narrar
cada vez historias distintas.

Pero ésta,
ésta de mudarse
de un sitio a otro
sin llegar a ninguno,
ésta de pensar
que solo en el cementerio
se hallará la paz definitiva
es amarga
y oscura
como la noche
primigenia
11

Porque ni siquiera en el camposanto


hay lugar perdurable
para el errante sin sitio,
a quien temprano le espera
un osario común
y tarde, el polvo del camino
12

Cae la luz
en el filo de la medianoche.

Se rebana
en hemisferios
que se desploman lateralmente
sobre la tierra
y corren por sus desniveles,
desmoronados por el impacto,
inundando las tinieblas
con sus resplandores
de dispersas ideas.
13

Al final del horizonte


un bosque de palabras
me aguarda.

Al acercarme
veré que están plantadas
en un desierto.

Reconoceré allí,
olvidadas,
aquellas que se perdieron en la memoria
antes de ser balbucidas.

Y las no dichas
que nos libraron del mal
de la verbal impulsividad.
Exiladas todas, mas satisfechas de su estado.

Pero también
Me toparé con la mala hierba oral u escrita
Con aquellas palabras
14

que socavaron
raíces de hondas relaciones,
las de semilla de fácil raíz
para malentendidos,
las de intención torva,
de tronco torcido
y horrendo sentimiento de desastre.

Descubriré allí todas las palabras


que trataron de convertir
en un infierno
la vida.
Si no existieran las otras palabras
15

A las puertas del sueño


te aguardo
para compartir tus ausencias
y conversar con la parte de ti
que aún persiste en mis recuerdos oníricos

A las puertas del sueño


te aguardo
para que me acompañes por los caminos
de la oscuridad
donde encontraremos la luz del día
en ese preciso recodo del despertar

A las puertas del sueño


te aguardo.
Iremos tomados de la mano,
engancharemos nuestros cuerpos
delirantes y disfrutaremos de la dulce melancolía
aún cuando el destino nos separó
con amarguras diversas
16

A las puertas del sueño


te aguardo
para olvidar y crearnos otra vida posible
17

Creo en otra vida


En otra vida que ya comenzó
con los desatinos,
con los errores,
con las estupideces
de la presente.

Creo en una vida mejor


Más allá de esta inmensa disolución,
de esta inacabable fragmentación
de problemas
disfrazados de individuos

Creo en otra vida


Una,
de la persona
que realmente soy
desde siempre
y que seré
cuando ya no sea
esta sombra que camina
18

en el inerte desierto
de este mundo
El tiempo no pasa
Inmóvil observa
cómo la vida muta
silenciosa
en el espacio donde se expande
y contrae

Calla sus misterios.


Se muda en las estaciones,
como perseguido
por la tierra
en eterno movimiento
sin que ésta nunca lo alcance

Pero, como todo,


llegará el momento
en que acabe

Y nadie esté para contarlo


19

Encuentro algunas páginas


amarillas,
guía telefónica
del pasado.
Invocaciones a presencias distantes,
murmullos del otro lado de la existencia.

En ellas poetas muertos,


casi como de película,
suicidas espectrales en sus fotos
blanquinegras,
expresan el hondo pesar
por la vida.

Pero ya están muertos.


Mas son muertos vivientes.
¡Qué tendrían que decir de lo que no son!
Pero lo dicen.

Perviven insistentes en sus palabras


sonando en el espacio de los ecos,
20

vivas en el oído interior


de quienes se asombran con ellas.

Llamadas lejanas al pasado,


llenas de olores y sombras en fuga
pero advertidas hoy.

No están los poetas suicidas


del otro lado de la línea
del poema.

Sólo perviven sus voces olvidadas


y vueltas a nacer
para aferrarse como espectros
a la vida ajena
casi eterna
del lector
y deambular en los campos interiores
de aquellos que osen leer
esas frases de muerte
vivas y resonantes en el papel de la mente.
21

Cuando se acaben las ideas


tendré una guardada
en un frasco de mayonesa
sumergida en formol.

No será una idea fresca


pero a quién le importa
si ya no hay ninguna otra
para atestiguar en su contra.

Será una idea tonta.


Después de tanto tiempo ahogada
en esos efluvios asfixiantes,
embalsamada,
no tendrá demasiado juicio
ni potencial para disertar en grandes aulas.

Pero a quién le importa


si las ideas se acabaron
y quedó sólo una,
22

tal vez ésta,


perdida y equivocada en su rumbo.

Parecerá rara atracción


de circo,
como lo que siempre
han parecido las ideas,
pero a quién le importa
si ya nadie piensa en ellas.
23

Hay días
en los que las horas
pacen en los campos
de la vida
Y las nubes marcan los segundos
creciendo sin esfuerzo
En esos días la eternidad nos toca levemente
con un silbido de flecha

Hay otros días


donde las horas corren furiosas,
levantando polvo,
intentando llegar al final
de un camino interminable
Los rayos marcan los segundos
ante la vista oscura
de asombradas nubes
En esos días el tiempo nos toca el hombro
con huesudas manos de muerto
24

Escribo estas palabras


para mí.
Pero si algún ojo nuevo
las descubre,
sepa que para él
estaban preparadas.
No porque yo tenga dotes de adivino,
sólo porque conozco
mis deseos
y esa inquietud de la palabra
por ser escuchada
25

He llegado nuevamente al punto


de partida,
trazo redondo expandido
en forma de cero
que intenta
calcar los límites
del universo.

Sin embargo,
pronto se revela su pretensión,
su vaciedad
y su contextura de línea delgada,
apenas boceto tembloroso
en la superficie
de mi vida.

Ante su trazo,
callada advertencia,
sólo sé que reiteradamente
debo avanzar
a grandes pasos
26

para darme alcance


a mí mismo.
27

Hoy aprendí
casi como una canción,
contigo, ser electrónico,
que el optimismo
son unas gafas
que uno se pone y se quita
y puede arrojar
de un edificio.

El optimismo puede suicidarse


tranquilamente
sin que pueda evitarlo
otro optimismo

Pero también
aprendí
que un rayo
ilumina la noche
a falta de estrellas.
Y en su segundo aterrador
revela todo lo que queramos ver
28

aunque no tengamos puestas


las gafas del optimismo
29

Jugar a las escondidas


con la muerte
tiene sus sorpresas
tiene sus riesgos

No que veamos el rostro


de una calavera sonriente
Sino que sintamos el verdadero vacío
de su extraña y apacible presencia

Toda la vida
se torna un susto
en este juego
hilvanado por risas amargas y hueras

Todo segundo
se transforma
en el primero
o el último
30

Toda supervivencia
es un alargamiento del contrato,
un plazo que vencerá
sin aviso y sin protesto

Cuando nos descubra


en nuestro nido de miedos
un suspiro
delatará
brevemente
que estábamos
vivos
31

Lapidado por epítetos,


insultos
y terribles deseos,
resurjo de entre las piedras
de ese infausto camino
de contrariedades
que me lleva al sitio
más opuesto de mi existencia

Pero nada hay que impida


mi resurrección
diaria
agobiado por la cotidiana
soledad
y empujado por la costumbre
de oponerme a lo adverso

Parecería el triunfo
del optimismo,
pero es solo la persistencia
de creer que todo podría ser peor
32

y por alguna circunstancia


aún no lo es
33

Los edulcorantes
ocultan su amargura
de no ser dulces verdaderos
por unos instantes.

Después dejan en la boca


una sensación
de palabras a destiempo
y amores contrariados.

Transforman
las creaciones que los portan
en urnas de repostería
para enterrar el vacío

Los edulcorantes
son muy educados
en el trato con los demás,
pero crueles con ellos mismos,
se apegan a sus fórmulas
químicas y sociales
34

sin aparentar un asomo de duda


pero sin sentir tampoco la menor convicción
[en su dulzor
35

Las mejores ideas


se deshacen fragmentadas en el sueño,
dejándonos la sensación de haber perdido
nuestra obra maestra
en las tinieblas desconocidas

Las peores pesadillas,


al contrario,
persisten en los sueños.

Se reiteran disfrazadas
de otros temas,
con otros escenarios.
Pero se les adivina la identidad
en sus ojos de fuego verde de miedo.

Al final también se esfuman


rociadas
por el agua bendita del amanecer.
36

Todo pasa
Y sin embargo nos queda
37

Las imágenes de la nada


son borrosas
Parecen vestigios
de una civilización muerta

Las imágenes de la nada


se disfrazan de sombras
para desfilar en las noches
como espectros extraviados

Las imágenes de la nada


se esconden en la memoria
de los amnésicos
despertando angustias,
presionando recuerdos inexistentes

Las imágenes de la nada


terminan creando
espacios vacíos
donde cabemos
perfectamente
38

en posición
fetal
39

No soy de ningún sitio


Estoy aquí
Ahora
Y eso aunque no es muy original
es el llamado de mi origen.
Un lugar que no encuentro,
que no recuerdo
pero al que intento regresar
en sueños
y vigilia
y que cada día de camino
me hace ver más distante,
como si marchara hacia atrás.

Pero algo me dice que avanzo,


me lo dice al oído interior,
pues ya reconozco
que no soy de ningún sitio
y estoy aquí,
ahora,
simplemente
40

pasando
41

Para qué hablar de optimismo


De eso no se habla,
se construye
transformando los hechos
impulsivos
desagradables
tristes,
decididamente infelices,
en acertijos de la vida
estímulos a la creatividad
rocas a ser superadas
en el camino,
suponiendo que la vida sea un camino

El optimismo no es un tema fácil


de sobremesa
Tal vez sí de pensamientos encima de la mesa
donde el papel se llena de trazos
que no pueden asir la sustancia
de su vivencia
42

El optimismo es una entelequia


Si no pasa de un discurso de ocasión.
Se hace cuando se supera la vida
sin que ella nos supere
por más cargada de malos hálitos que traiga

El optimismo
Falsificado
es una necedad
que desfila parloteando en libros

En realidad es una experiencia


que se transforma silenciosa
en vida,
una minúscula semilla
que germinará
en quien la riegue de posibilidades
43

Pruebo el optimismo
en las más densas dificultades,
de nada valdría ante el camino allanado,
ante el espléndido futuro
anunciado en las páginas sociales de los diarios

Lo hago frente a la pared de la montaña por subir


en hora inconveniente.
O ante el cerro, vértigo de escaleras hasta las favelas
o los ranchos
o los tugurios
donde la noche arropa de miedo la vida.

Pero volteemos el mundo


No porque así mejore
Sólo por probar lo igual de las condiciones
de una y otra circunstancia

Pruebo el optimismo también ante el camino allanado


Y vacío
Ante el espléndido futuro
44

de clip publicitario
vacuo
Ante la página de sociales que rueda por las calles
llevando mi nombre
para que se arrope quien ninguna otra cosa tiene

Pruebo el optimismo en la cumbre del cerro


donde las estrellas de plomo detonan y silban
queriendo destrozar sin lograrlo
mi cabeza que piensa
y mi cuerpo que se siente en la cumbre del mundo

O en el pico más alto donde observo todo


Más acá del resplandor de los soles del universo:
Donde veo el cerro de la favela, el rancho y el tugurio,
el hombre y la mujer vestidos
de la desnudez y el olor de la pobreza.
Y la colina donde se alzan las mansiones
de hombres y mujeres vestidos de la desnudez
del olor de sus metales y riqueza
45

Cualquiera puede ser optimista


Unos u otros
Unas u otras
Porque el sitio del optimismo
es el corazón
Y todo lo que lo viste,
recubre,
rodea
y aísla es superfluo
46

Soñé,
porque eso debe ser un sueño,
que recorría un bosque de sinapsis
enviado por el propio Hermes
a llevar un confuso mensaje
hasta el otro lado de la mente

Pero indudablemente
me había equivocado de lugar
y estaba en el cerebro
entorpeciendo
las punzadas eléctricas
por donde se desliza
la información.

Ya sabían de mi intrusa presencia,


sin embargo,
los fagocitos de información
que se me encimaban por miles
ignoraron mi presencia.

Sería porque,
47

a pesar de mi naturaleza comunicativa,


nada dije.
Aislado
como prisionero de guerra
callé
hasta que todos hicieron
un silencio mortal.
Sólo entonces
dije
todo lo que me impresionó
su comunicación relampagueante
Aproveché el momento
de distención
para preguntarles
por la ubicación de la mente
ya que debía entregar mi recado
e irme
pero me confirmaron
que nada parecido moraba
allí
Así que regresé con estas nuevas
48

y al retornarlas
me di cuenta
que había cumplido mi misión
49

Si vacío mi optimismo
en el espacio humano
quedaré
con mucho más
de esa materia pegajosa
que sólo
secando el corazón
se acaba
50

Si pudiera congregar mis tristezas


en una gran explanada
las instaría a construir algo útil
Por ejemplo,
un inmenso mausoleo
donde pudiesen habitar
en su mundo exangüe.

Si llegara a congregar mis tristezas


las dirigiría hacia el mar a divertirse
No hay congoja que un baño
de saladas aguas marinas
no pueda disolver.

Si congregara mis tristezas


les contaría chistes,
simplemente les relataría mi vida,
y las vería retorcerse de la risa
hasta desaparecer satisfechas
de no ser.
51

Mas dejaría una de ellas


quieta, indemne,
la tristeza por tu inexcusable partida
52

Quiero encender
todos estos papeles,
todas estas palabras que flotan
en el espacio de la Nube

Que ardan en un segundo,


ofrendarlas en humo
a la lluvia
que hace crecer las semillas.

En ellas todas las palabras


brotarán silenciosas
prosperando
hasta ser alimentos
de la tierra misma
o de sus hijos.

Quiero llegar allí,


a la palabra germinal
y terrestre
53

sin otro motivo


mas que ella misma
54

Tal vez
La función del optimismo,
Sea la de cambiar el mundo
Retornando a los valores esenciales
El retorcido pensamiento humano

O servir de ilusión
De amarga ilusión
De pesimismo
A quien crea
Que solo el optimismo
Cambia el mundo
55

Vivimos para llegar a ser


polvo de los caminos
del mundo

Recuerdos que vuelan


mientras dure la frágil memoria
de quienes nos conocieron.

Polvo que se hunde en los ojos de unos pocos


que lloran sin saber el motivo
de sus lágrimas y tristezas

Que se molestan por la interrupción


de su camino
hacia ninguna parte

Seremos apenas una referencia


si cruzamos el umbral
del olvido
56

Una referencia perdida


en un mundo que vuela
hacia la nada
57

Yo quiero ser optimista


Sé que cada respiración
es una oportunidad
perdida
pero oportunidad

Cada latido es un impulso


a veces hacia el abismo
pero impulso al fin

Todo tiene un lado positivo


porque existe el otro polo oscuro
que lo resalta

Todo puede verse en colores


distorsionados y vacíos
pero agradables a los sentidos

Nada hay que no pueda mirarse


de otra forma,
por ejemplo,
58

como si viniese del cielo,


aunque luego nos aplaste
en su caída
59

Llevo treinta y tres días


sumido en la nada.
Nunca creí que me podía dar cuenta
de ello.
Al fin y al cabo la nada es la nada
Y supone no sentir ni advertir cosa alguna.

Pero navegar por la red


es
ese mismo estado.

Al principio de mi arrobado éxtasis


pensaba
en grandes ideas,
en construir obras maestras
y lograr que el mundo cambiase
con mis soberbios aportes
lanzados al vacío universal.

Pronto vi
Sentí
60

Vivencié
que ese espacio pegajoso
que ese fluido amniótico electrónico
nos hacía pensar a todos
que habíamos llegado al nirvana,
a la placenta
o algún otro estado de realización
trascendental.

Uf, cómo no pensarlo


si tan sólo hace pocos años
entrar en este río espectral era una fantasía

Miles de millones de ideas se cruzan


en este inexistente pero realísimo ámbito,
como chispazos de una formidable sinapsis
que pretende producir la madre de todas las ideas.

Miles de destellos brillantísimos


como el fluir de una megagalaxia
61

pretenden conformar un verdadero constructo


intelectual
digno de la capacidad humana.

Pero advertimos al final de nuestro esfuerzo


que éste es el acto
solitario de un ser
individual
humilde
ínfimo
que pretende comunicarse con otro igual
y ser escuchado
y obtener respuesta
y ser olvidado

Sólo al llegar a este punto


todo comienza a tener
real sentido
o ninguno.
No importa,
es casi lo mismo
62

Panglós revivió

Muy poco tiempo después de su decapitación,


jamás contada en la historia oficial, Panglós revivió.

Pero al no encontrar su cabeza y hallarse


abandonado de sus amigos se dedicó al pesimismo
más oscuro.

Además, estaba en lo profundo de una fosa, lo que


no favorecía el ánimo optimista ni la claridad de
pensamiento, (la ausencia capital no era causa u óbice
para ello, como lo había demostrado su pasada vida).

Ahora, como inútil muerto vivo, poco menos que


inerme, no tenía esperanzas de salir del oscuro
agujero donde, literalmente, se hallaba y ello lo
hundía más en sombríos sentimientos lastimosos. Sin
poder derramar una furtiva lágrima a falta de cabeza.
63

Mas, un profanador de tumbas, creyendo perpetrar


un horrible sacrilegio, sonriente, cavo el túmulo,
destapó el féretro y murió fulminado del susto ante el
espantoso hallazgo de vida en la muerte, ocupando
súbitamente el lugar del perdido metafísico.

Éste, lejos de alegrarse de su inesperada libertad,


se molestó, no tanto porque ahora entraban en
contradicción sus nuevas ideas pesimistas con sus
anteriores creencias sino por ser aplastado por el
rollizo malhechor quien le arrebataba in artículo mortis
su eterno descanso.

Porque eso de ser aplastado en estado


descompuesto es sumamente desagradable y viscoso
hasta para el propio difunto.

Pero la suerte es inexorable. Y Panglós emergió


aceptando su irremediable destino optimista para vivir
agriamente una muerte eterna en el mundo de los
vivos en apariencia, con la inevitable desventaja de
64

sólo imaginar esta tierra a través de su maltrecho


cuerpo, sin poder contar con su cabeza, ni las moscas
que lo perseguían.

Tratando de encontrar su testa sin plan definido,


retrocedió en sus recuerdos y se topó, en un oscuro
cementerio de una época pasada, al mismísimo
Hamlet en pleno soliloquio.

Y tras el dilema de ser o no ser, decidió en un


instante arrebatarle la calavera y correr antes que el
dubitativo príncipe tuviese tiempo de tomar una
decisión.

Desde entonces la osamenta craneal de Yorick


sonríe vacía, pero satisfecha por su nuevo papel,
simulando ser el nuevo rostro optimista de Panglós.
65

ÍNDICE

Panglós continúa su historia 2


Soy optimista 4
Creo 6
El tiempo le quita optimismo 7
Deben existir 9
Cae la luz 12
Al final del horizonte 13
A las puertas del sueño 15
Creo en otra vida 17
Encuentro algunas páginas 19
Cuando se acaben las ideas 21
Hay días 23
Escribo estas palabras 24
He llegado nuevamente al punto 25
Hoy aprendí 27
Jugar a las escondidas 29
Lapidado por epítetos 31
Los edulcorantes 33
Las mejores ideas 35
Las imágenes de la nada 37
No soy de ningún sitio 39
Para qué hablar de optimismo 41
Pruebo el optimismo 43
Soñé 46
Si vacío mi optimismo 49
Si pudiera congregar mis tristezas 50
Quiero encender 52
Tal vez 54
66

Vivimos para llegar a ser 55


Yo quiero ser optimista 57
Llevo treinta y tres días 59
Panglós revivió 62
67

© De los textos: José Gregorio Bello Porras (2016)


© De la edición, Caravasar Libros (2016)

Portada y diseño: Armando José Sequera


Imagen de portada: Joseph Jefferson como el Dr. Panglós

Obra de distribución gratuita


por su autor y la editorial

SE PROHÍBE SU VENTA
68

José Gregorio Bello Porras, Caracas, 1953.


Psicólogo y comunicador social, fotógrafo y escritor.
Ha obtenido diversos premios literarios: el Concurso de Cuentos
de la Universidad de Carabobo (1976), la IV Bienal estudiantil de
la U.C.V. y el Concurso de Cuentos del diario EL NACIONAL de
Caracas (1989). Ha publicado diversos títulos de narrativa, entre
ellos: ANDAMIAJE (1977) UN LARGO OLOR A MUERTO (1980)
SALVAJES Y DOMÉSTICOS (2007) SEBASTIÁN Y EL SECRETO DE LA
MOMIA (2014) NÁUFRAGOS EN LA CALLE (2015). Ha escrito y
publicado más de treinta textos de desarrollo personal, entre los
69

que se cuentan QUERERSE ES PODER (1996) VALORES EN TU VIDA


(1997) REFLEXIONES MARAVILLOSAS (1998) VALORES ESENCIALES
PARA LA VIDA EN FAMILIA Y EN COMUNIDAD (2004) (con un tiraje de un
millón de ejemplares), COMUNICACIÓN PODEROSA CON PNL (2008)
y VALORES PARA CONSTRUIR UNA ÉTICA (2009). Es autor, igualmente,
de dos textos escolares, dos diccionarios especializados (2008) y de
cuentos para niños como UN GATO MUY DISTRAÍDO (2007). También ha
escrito doce libros de poesía, entre los que destacan ESPACIOS
TEMPORALES, EN EL INICIO DE LA VIDA, EL PASO DE LA SERPIENTE,
INSTANTÁNEOS, BREVE PESADUMBRE, VACÍO OPTIMISMO, VÍSCERAS PÚBLICAS
y EXTENSA BREVEDAD.
En Caravasar Libros ha publicado MICROCIDADES (2016) y EL PASO DE LA
SERPIENTE (2016).

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