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Como Puedo Entrenar Mis Emociones

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Isabel Cortés del Valle

¿Cómo puedo entrenar


mis emociones?


ISABEL CORTÉS DEL VALLE

¿CÓMO PUEDO
ENTRENAR MIS
EMOCIONES?

2
¿Cómo puedo entrenar mis emociones?
1 edición
© 2019 Isabel Cortés del Valle & bookboon.com
ISBN 978-87-403-2900-1

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Contenido

CONTENIDO
Sobre la autora 6

Introducción 9

1 ¿Qué son las emociones? 10


1.1 ¿Por qué nos cuesta expresar las emociones? 13
1.2 ¿Qué pasa cuando vivimos a merced de las emociones? 15
1.3 La importancia de las emociones 16

2 Objetivos emocionales 18
2.1 Identifica el “ruido mental” 20
2.2 ¿Cómo puedes cambiar tu estado emocional? 21

3 Coherencia de vida, bienestar emocional 26

4 Establecer nuevas rutas de pensamiento 34

4
¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Contenido

5 El poder de las preguntas poderosas 40

6 Conclusión 44

7 Bibliografía 46

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Sobre la autora

SOBRE LA AUTORA

Los principios
Isabel (Santander – España) lleva en el campo del crecimiento personal casi toda la vida
y, en principio, fue por propia necesidad. De adolescente y jovencita pasó varios años en
un bucle emocional que la hacía somatizar en exceso y su salud estaba seriamente afectada,
hasta el punto de que su médico de cabecera le dijo que la medicina convencional no la
podía ayudar y que tenía que encontrar la forma de controlar su mente y sus emociones o,
de lo contrario, ¡se mataría a sí misma!
Así que se puso manos a la obra. A buscar. A estudiar. A abrir sus posibilidades. Buscó en
otros modos de entender la enfermedad, en otras formas de medicina, en terapias emocionales
y, sobre todo, realizó un gran trabajo personal.

En lo personal
De grandes inquietudes personales y espirituales, algo que caracteriza la vida de Isabel es la
constante búsqueda. Búsqueda de Dios, de la verdad, del sentido de las cosas, del propósito de
la vida, de la trascendencia del ser humano. Buscadora de posibilidades, de las oportunidades
que ofrecen los retos y dificultades. Y, sobre todo, buscadora de esperanza y de paz interior.

Durante 20 años padeció una endometriosis muy severa que la llevó en dos ocasiones a
ser operada “a vida o muerte”. Como consecuencia, y dada la gravedad de su situación,
el médico la expuso tres posibilidades como únicas opciones, y en cualquiera de las tres
había de asumir un alto riesgo para su vida. Isabel optó por arriesgar su vida por otra vida.
Tratando de dar vida. Y así fue como entró al programa de fertilidad para ser mamá. La
opción más arriesgada, ¡pero la que más merecía la pena!
En total, fue un proceso de algo más de dos años. Duro, difícil… pero también intenso.
Un proceso y un tiempo que aprovechó para crecer y realizar una gran transformación vital.
También, un tiempo en el que profundizó en su relación con Dios.

En lo profesional
Además de trabajar 12 años en el Hospital Marqués de Valdecilla como auxiliar de enfermería,
se fue formando en Naturopatía, Flores de Bach y diversas terapias hasta que se certificó
como Coach Personal y de Vida en el International Coaching Group (ICG). Además, es
Experta en Control Emocional y entrenadora de la mujer en el embarazo y el postparto.
Puedes ver más sobre su formación en el siguiente enlace:
http://www.guiadevidaycoaching.com/index.php/sobre-mi/formacion

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Sobre la autora

Fue diagnosticada del Síndrome de Sjogren en el 2013, y dadas las limitaciones que le
suponía a la hora de continuar trabajando en el hospital, apostó por hacer aquello en lo
que creía y ayudar a otras personas en sus periplos emocionales y espirituales, así como a
mujeres que desearan prepararse para acoger la vida.

Su mayor deseo es el de llevar ESPERANZA a las personas y acompañarlas a encontrar el


sentido de sus vidas. Para ello, pone a disposición de sus clientes:

→→Consulta de Flores de Bach (también como refuerzo al trabajo de coaching


emocional)
→→Acompañamiento en épocas de desierto personal
→→Entrenamiento emocional
→→Procesos de maternidad consciente
→→Acompañamiento en la búsqueda del propósito y la coherencia de vida
→→Profundización espiritual
→→Crecimiento personal desde la esencia cristiana

Por su dedicación y dado el gran valor que aporta a los demás por medio de su labor, recibió
en noviembre del 2016 la Medalla de Oro del Foro Europa 2001 en reconocimiento al
PRESTIGIO PROFESIONAL.

Además, Isabel es miembro de la Cámara Internacional de Conferencistas

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Sobre la autora

Puedes seguirla en Redes Sociales

Twitter: @IsabelCV_Coach

LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/isacoachyvida/

Facebook personal: https://www.facebook.com/IsabelCoach

Facebook escritora: https://www.facebook.com/Isabelautora/

Página web principal: http://isabelcortesdelvalle.com/

Web de maternidad consciente: http://coachingdematernidad.com/

Web de crecimiento personal desde la esencia cristiana: http://www.guiadevidaycoaching.com/

Correo electrónico: contacto@isabelcortesdelvalle.com

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Introducción

INTRODUCCIÓN
Como conocedora de primera mano de los estragos que puede causar en nuestra vida la falta
de control emocional, he decidido mostrarte en este pequeño libro unas herramientas potentes
y valiosas para ayudarte a comprenderlas, de manera que las puedas emplear a tu favor.
Incorporo todo lo que he ido aprendiendo y experimentando, comprobando la utilidad de
todo cuanto aquí comparto.

Las emociones tienen una gran importancia en nuestra vida, en nuestras decisiones y, por
consiguiente, en los resultados que obtenemos. No es que nuestra vida sea como es por
caprichos del azar, sino que es lo que se ha ido configurando en base a nuestras pequeñas
y grandes decisiones.

El control emocional, el control mental y la coherencia de vida van irremediablemente unidos.


Mi intención es hacer que en estas páginas encuentres utilidad y pautas para poder hacer
una transformación efectiva y que puedas tomar las riendas sobre tu campo emocional, de
forma que vivas con un mayor equilibrio, plenitud y sabiendo que en todo momento tú
puedes hacer los cambios necesarios en tu vida, en tu mente y en tu realidad.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? ¿Qué son las emociones?

1 ¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?


En este primer capítulo, vamos a dar un repaso rápido a la parte más teórica y más básica
respecto a las emociones.

Comencemos por dar respuesta a la pregunta: ¿Qué son las emociones?

Según el Oxford English Dictionary, “la emoción es una agitación o perturbación de la mente;
sentimiento; pasión; cualquier estado mental vehementemente agitado”.
Daniel Goleman en su libro “Inteligencia Emocional”, opina que “la emoción se refiere a
un sentimiento, a los pensamientos, los estados biológicos, los estados psicológicos, y el tipo de
tendencias a la acción que lo caracterizan”.

Suelen gustarme las definiciones sencillas y, para mí, las emociones son respuestas a estímulos.
Así de simple y de complicado al mismo tiempo. Reacciones internas instantáneas, cuando
se trata de estímulos que nos activan la respuesta inmediata. También quiero mencionar
que las emociones que se van generando en nosotros cuando alimentamos una serie de
pensamientos o actitudes, aunque de estos nos ocuparemos más adelante.

Basado en el principio de acción-reacción, si toda acción provoca una reacción, el estímulo


sería la acción, y la reacción la respuesta emocional.
Las emociones nos ayudan a responder a lo que nos sucede y a tomar decisiones. También
facilitan nuestras relaciones con los demás. Nos sirven de guía, nos ayudan a adaptarnos a
las distintas situaciones, nos previenen de peligros, y además, lo que más me gusta de este
tema es que:
¡¡La calidad de nuestra vida la determinan las emociones que sentimos la mayor parte del
tiempo!!

Clasificación de las emociones


A la hora de clasificar las emociones y dividirlas por grupos, no existe un consenso claro,
así que he elegido cuatro maneras de las muchas que se proponen:

→→Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Glasgow afirma que las
emociones primarias son 4: cólera, alegría, miedo, tristeza.

Las emociones secundarias serían los distintos grados en los que experimentamos la emoción
primaria. Vemos en la siguiente tabla unas cuantas “posibilidades emocionales”:

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? ¿Qué son las emociones?

CÓLERA ALEGRÍA MIEDO TRISTEZA

Rabia Incertidumbre
Gozo Aflicción
Enojo Preocupación
Diversión Pena
Resentimiento Inquietud
Contento Autocompasión
Furia Desasosiego
Deleite Soledad
Exasperación Temor
Gratificación Desaliento
Indignación Ansiedad
Placer Pesimismo
Animosidad Angustia
Satisfacción Melancolía
Irritabilidad Aprensión
Euforia Depresión
Hostilidad Fobia
Éxtasis Desconsuelo
Odio Pánico
Felicidad Desesperación
Violencia Terror

Figura 1.1: Tabla de las emociones según la investigación realizada por la Universidad de Glasgow

Podemos ver cómo se van transformando según el grado de intensidad en el que se


experimenta la emoción.

→→Paul Ekman clasificó 6 emociones básicas: alegría, miedo, ira, tristeza, asco,
sorpresa.
→→Santo Tomás de Aquino dice que existen 11 pasiones básicas: amor y odio;
deleite o alegría; dolor o tristeza; deseo y aversión; esperanza y desesperación;
temor y audacia; ira.
→→El psicólogo estadounidense Robert Plutchik dividió las emociones en 8
categorías básicas o primarias, que corresponden a funciones específicas para la
supervivencia:

Alegría Tristeza

Confianza Disgusto/aversión

Miedo Enojo/ira

Sorpresa Anticipación

Figura 1.2: Tabla que muestra las categorías básicas de las emociones según Robert Plutchik

11
1
¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? ¿Qué son las emociones?

El resto de emociones serían el resultado de la mezcla entre estas emociones primarias,


dando lugar a nuevos estados emocionales, que contienen elementos de dos de las emociones
primarias.
En el siguiente dibujo, tenemos la rueda de las emociones que diseñó Plutchik:

optimismo amor

serenidad

Intéres alegría aprobación

anticipación conflanza
alevosía extasis sumisión

vigilancia admiración

enfado Ira furia terror miedo temor

odio asombro

pena
desprecio aversión sorpresa susto

tedio tristeza distracción

melancolia

remordimiento decepción

Figura 1.3: Rueda de las emociones de R. Plutchik

En la “rueda de las emociones”, cada emoción tiene su opuesta. Es imposible sentir


emociones opuestas al mismo tiempo. No puedes sentir ira y paz a la vez.
Es importante que sepamos dar nombre a nuestras emociones y saber en qué grado estamos.
No es lo mismo estar contento que eufórico, ni estar enojado a sentir furia. Vemos también
que no es lo mismo, dentro de sentir MIEDO, estar en la fase de la preocupación, a estar
en la angustia, y nada que ver con haber entrado en pánico.

No me gusta clasificar las emociones como positivas o negativas. Entiendo que no son buenas
o malas en sí mismas, ya que todas ellas cumplen una función importante para nosotros.
Más bien, me gusta hablar de ellas en cuanto a qué emociones nos gustan más y cuáles nos
gustan menos. Cuáles perseguimos y de cuáles huimos. Para mí, cuando las encasillamos en
“buenas o malas”, “positivas o negativas”, el problema es que esto nos lleva a alejarnos del
sentido y del mensaje que guardan para nosotros.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? ¿Qué son las emociones?

Creo que resulta evidente que a nadie le gusta sentir tristeza. No obstante, no sentirnos tristes
ante la pérdida de un ser querido sería algo tremendo y poco acorde a nuestra naturaleza humana.
Positivo o negativo, en todo caso, sería lo que las provoca (su causa) o el cómo nuestras
emociones afectan nuestra vida, nuestras decisiones y nuestro estado físico. La buena o mala,
la eficiente o deficiente gestión emocional.

1.1 ¿POR QUÉ NOS CUESTA EXPRESAR LAS EMOCIONES?


Podemos ver que existen varios motivos o factores, como pueden ser:

→→porque no sabemos identificarlas o expresarlas


→→porque hemos sido “adiestrados” para no mostrar cómo nos sentimos
→→porque pensamos o creemos que expresar nuestras emociones nos colocará en
una posición vulnerable
→→porque nuestras propias emociones son las que nos bloquean la expresión
→→por miedo
→→por vergüenza
→→por inmadurez o falta de conocimiento/conexión de sí mismo

Casi todo lo que nos impide expresar y mostrar nuestras emociones, vemos que está
relacionado con una misma fuente: el miedo.

Miedos básicos
Si bien todas las personas somos diferentes y tenemos distintas metas, distintas maneras al
percibir, de hacer las cosas y de expresarnos o de relacionarnos, en el fondo nos parecemos
más de lo que creemos. Todos tenemos en común la raíz de los miedos.

Existen tres miedos básicos:

1- Miedo a no ser suficiente > Este miedo se nos dispara cuando creemos no ser merecedores
de alguna cosa, bien sea cariño, reconocimiento, éxito… Cuando tenemos la sensación de
que, hagamos lo que hagamos, nunca cubrimos las expectativas, nunca acertamos, nunca
conseguimos llegar al nivel de aceptación que esperamos.

Cuando nuestra valía la ponemos o la sentimos en duda, inconscientemente nos protegemos.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? ¿Qué son las emociones?

2- Miedo a ser descubierto > Aquí podríamos incluir el miedo al ridículo, a sentirnos
juzgados, a que nuestros errores o limitaciones sea evidenciados. Cuando sentimos que
tenemos algo que demostrar, cuando quedamos expuestos. Cuando nuestras debilidades
son mostradas o sentimos que nos volvemos vulnerables. ¿Quién no tiene miedo a que se
descubra que no es tan perfecto, tan fuerte, tan capaz, tan listo o tan merecedor?

3- Miedo a no ser amado > ¿Quién no quiere ser amado? ¿Para quién no es importante
saberse querido y aceptado? ¿Quién no tiene miedo a sentir que el amor está en juego y que
puede ser perdido ante un error, ante un defecto o ante cualquier otra cuestión? Todos de
alguna manera buscamos el afecto, el cariño, el amor, buscamos y necesitamos sentir que
somos importantes para alguien, y el hecho de tener miedo a perder el amor y la seguridad
que este nos aporta puede llevarnos a tomar decisiones equivocadas y que a largo plazo
pueden ser muy perjudiciales para nuestra vida.

Finalmente, estos tres miedos básicos componen lo que sería un miedo mayor que los engloba
a todos ellos en el miedo a desaparecer; a no ser, a morir simbólicamente para los demás.
Al rechazo. A la más absoluta soledad y olvido.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? ¿Qué son las emociones?

Los grandes motivadores: el dolor y el placer


Las personas no actuamos por azar. La misma palabra “motivación” nos indica que es necesario
tener un motivo para la acción; lo que nos mueve a hacer algo. La mayor parte del tiempo
nos movemos en una de estas dos direcciones: o buscamos el placer o huimos del dolor.
Así a priori, ¿cuál dirías que es tu gran motivador? ¿Con cuál te identificas más?

Las emociones que nos dan placer son: éxito, pasión, alegría, aventura, satisfacción, paz,
dicha, libertad, seguridad, amor, complicidad...

En cambio, las que normalmente queremos evitar son: frustración, tristeza, rechazo, miedo,
rabia, debilidad...

Cuando nos planteamos hacer un esfuerzo extra, salir de la que conocemos como “zona de
confort” y realizar un estiramiento hacia un objetivo, es más común encontrar personas que
toman acción para evitar el dolor que para alcanzar el placer. Por ejemplo, si le decimos a
una persona que con una determinada acción va a evitar perder una cantidad “x” de dinero,
y que con la acción contraria conseguirá ganar la misma cantidad, encontramos que la
reacción de la mayoría de las personas estaría enfocada en evitar perder el dinero.

También es bastante frecuente que al iniciar una relación sentimental pongamos cierto esfuerzo
en controlar nuestras emociones tratando de huir del dolor, motivados por el miedo a que
nos hagan daño. Esto nos impide disfrutar muchas veces de los momentos que estamos
viviendo y de las emociones positivas y agradables que nos brindan esos momentos.

Pese a que nos cueste admitirlo, muchas veces somos capaces de renunciar a sentir emociones
maravillosas cuando intentamos proteger nuestro corazón. El miedo se convierte, entonces,
en un ladrón de vida.
¿Cuántas emociones agradables has dejado de experimentar por miedo a ser herido?

1.2 ¿QUÉ PASA CUANDO VIVIMOS A


MERCED DE LAS EMOCIONES?
Aristóteles escribió: “Enojarse es fácil, cualquiera puede hacerlo. Pero enojarse con la persona
correcta, en el momento correcto, con la intensidad correcta, por el motivo correcto, y de la
forma correcta... Eso no es fácil”.

Cuando vivimos a merced de nuestras emociones, podemos llegar a tener la sensación


de estar metidos en un bucle sin salida en el que es impredecible saber en qué momento
vamos a caer al vacío o en qué momento vamos a sentirnos en un mayor equilibrio. Es una
sensación interior bastante caótica y angustiosa que, quienes la hemos sufrido, sabemos del
alto precio que hemos tenido que pagar por ella.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? ¿Qué son las emociones?

También, además, podemos hablar de que nuestras emociones, cuando están desatadas y
campan a sus anchas en nuestra vida, pueden jugarnos “malas pasadas”, como las que vemos
a continuación:

→→provocando cambios radicales en los estados mentales que, por supuesto, no


controlamos
→→modificando los pensamientos, distorsionando nuestros recuerdos
→→generando actitudes imprevistas hasta para nosotros
→→malogrando la consecución de objetivos
→→provocando conflictos en las relaciones
→→dañando nuestro organismo
→→entrando en estados depresivos/ansiedad/angustia

Y es que cuando vivimos a merced de nuestras emociones nos convertimos en verdaderos


esclavos de nuestras pasiones. No somos capaces de dirigir nuestra vida, no tenemos el
control ni siquiera sobre nosotros mismos ni tomamos nuestras decisiones al 100%, ya que
estas van a depender de nuestros estados emocionales, los cuales no controlamos. Por lo
tanto, toda nuestra vida depende de unas emociones que nos controlan y que parecen tener
vida propia por encima de nuestros deseos y voluntad.

¿Qué ocurre cuando tratamos de evitar nuestras emociones negativas?


Cuando evitamos, negamos o reprimimos nuestras emociones negativas, no logramos que
desaparezcan, al contrario, les estamos dando el poder de controlar nuestras vidas puesto
que ni desaparecen ni se evaporan, sino que se transforman y pasan a un lugar en nosotros
donde comienzan a dañar nuestro organismo, provocando alteraciones orgánicas, actos
motores reflejos, irritaciones, alergias y una gran cantidad de enfermedades.

1.3 LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES


Cuando perseguimos un sueño, cuando nos proponemos metas, cuando diseñamos nuestra
vida, ¿qué estamos buscando en realidad? ¿Qué buscamos cuando queremos un cambio de
trabajo, una relación, unas vacaciones, o reuniones con amigos? ¿Cuál es el objetivo REAL?

Buscamos las emociones que esperamos sentir cuando alcancemos esos sueños, esas metas,
ese trabajo, esa relación o esa vida que imaginamos.
Algo nos atrae o nos repele en base a la emoción que nos produce. Una persona nos gusta o
nos disgusta en función de lo que sentimos cuando estamos con ella. Recordamos nuestras
vacaciones, nuestros viajes, no por la situación en sí, ni el lugar ni las condiciones, sino por
lo que sentimos en ese tiempo. Todo o casi todo podemos reducirlo al plano emocional y
es que nuestras emociones dirigen toda nuestra existencia.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? ¿Qué son las emociones?

Dependiendo del estado emocional en el que nos movamos, conseguiremos favorecer aspectos
positivos o negativos, como los que vemos a continuación:

Cuando nuestras emociones nos mantienen en un estado positivo, favorecen:

→→La creatividad
→→La concentración
→→Las ganas de participar
→→La perseverancia
→→Somos más pacientes y nos sentimos más comprensivos con los demás
→→Tenemos una mayor claridad en nuestras ideas
→→Tenemos más ganas de hacer cosas

Cuando nuestras emociones nos mantienen en un estado negativo, favorecen:

→→La apatía
→→Falta de paciencia hacia los demás
→→Sensación de estar encerrados en pensamientos negativos
→→Falta de sociabilidad
→→Falta de motivación
→→Victimismo

Veamos algunas de las formas en las que nuestras emociones dirigen nuestra vida:

-- nos llevan al movimiento o hacia la inacción


-- nos aportan o nos roban la energía para la acción
-- nos acercan o nos alejan de otras personas
-- nos motivan o nos desmotivan frente a los retos
-- nos hacen recordar u olvidar
-- nos impulsan hacia delante o nos mantienen estancados en el pasado
-- activan o limitan nuestro pensamiento
-- nos mantienen en la salud o nos llegan a enfermar
-- nos mantienen en la “zona de confort” y nos crean resistencias al cambio, o nos
impulsan hacia nuevas situaciones en las que es posible una transformación

“Somos inteligencias emocionales. Nada nos interesa más que los sentimientos, porque en
ellos consiste la felicidad o la desdicha. Actuamos para mantener un estado de ánimo, para
cambiarlo, para conseguirlo. Son lo más íntimo de nosotros y lo más ajeno” (Marina, 1997).

Al final, como vemos, las emociones…


¡¡¡DIRIGEN NUESTRA VIDA!!!

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Objetivos emocionales

2 OBJETIVOS EMOCIONALES
Seguramente estés familiarizado con la idea de que para conseguir algo, hay que empezar por
definir cuáles son los objetivos a alcanzar. Que tengas claro hacia dónde te diriges. Cuanto
más sepamos concretar, mejor. Sobre todo en lo que a emociones se refiere, es importante
realizar el ejercicio de elegir, concretar y definir para no continuar moviéndonos en estados
emocionales que no deseamos. Para no quedarnos a merced de nuestras pasiones sino que
seamos nosotros quienes decidamos cómo nos queremos sentir.

Valores
Reflexionemos por un momento y demos una vuelta por el tema de los valores.
Existen dos tipos de valores: de medio y de resultado.
Los valores de medio serían, por ejemplo, la familia, el trabajo, la pareja, los amigos, la
salud, el dinero, en definitiva, todas aquellas cosas que consideramos importantes, ¿verdad?
Ahora, con “valores de resultado” nos referimos a lo que vamos a conseguir con los valores
de medio. Porque los “valores de medio” únicamente son MEDIOS para alcanzar lo que
realmente nos mueve en la vida: lo que sentimos.
Tener una familia no es un fin, sino un medio para experimentar seguridad, intimidad,
protección, unidad, complicidad, conexión, amistad, amor, comprensión, pertenencia,
continuidad...
Igual pasa con el trabajo o el dinero. No buscamos tener dinero sin más, sino por lo que
con él podremos conseguir: libertad, comodidad, seguridad, posibilidad de ayudar y de
compartir...

Habitualmente, cuando le preguntamos a alguien qué es lo que quiere alcanzar en la vida,


nos responde con “valores de medio”.

Pero no es esa la respuesta que espero de ti. Si te pregunto a qué aspiras en tu vida, ¿qué
me responderás?
Primero quiero que tengas claro cuáles son las emociones que son importantes, realmente
importantes para ti. Ya después veremos de qué manera, por qué medio, las puedes satisfacer
y experimentar.
Entonces... ¿Cómo te quieres sentir?

18
¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Objetivos emocionales

Tabla para emociones


En la siguiente tabla te invito a enumerar las principales emociones que quisieras experimentar
y sentir la mayor parte del tiempo, en orden de prioridad. ¿Cuál sería para ti la emoción más
urgente, más importante, la que deseas que forme parte de tu vida de manera permanente?

Después, a su lado, escribe cuál crees que es el medio o los medios más indicados para
lograrla.

* Por ejemplo (emoción) amor (medio) pareja

EMOCIÓN MEDIO

1-

2-

3-

4-

5-

6-

7-
Figura 2.1: Tabla para emociones

Una vez terminada la tabla, te dejo en el aire unas preguntas:

→→¿Qué decisiones tendrás que tomar para experimentar estas emociones?


→→¿Cuáles son los medios/las opciones que tienes para satisfacerlas?
→→¿Crees que tus pensamientos, en general, están enfocados en experimentar las
emociones que acabas de elegir?
→→¿Qué crees que le falta a tu vida para que esas emociones sean las más
abundantes?
→→¿Cuál sería la primera acción que tendrías que realizar para poder sentirte como
deseas?
→→¿A qué deberías renunciar, qué deberías eliminar de tu vida que haría un gran
cambio en tu estado emocional?

19
¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Objetivos emocionales

2.1 IDENTIFICA EL “RUIDO MENTAL”


→→¿Te has parado a pensar alguna vez en lo que piensas?
→→¿Alguna vez te has detenido a escuchar de qué te habla tu mente cuando estás
relajado, distraído, cuando te envuelve y te lleva a donde ella quiere?
→→¿Alguna vez has analizado la calidad de tus pensamientos?

Varias personas me han comentado que son incapaces de estar en silencio porque, cuando
se detienen, su mente comienza a aumentar las revoluciones, y no logran concentrarse
ni relajarse.
El ruido mental es un gran enemigo de la paz interior. El ruido mental es el gran “incordiador”
que aparece siempre que ansiamos encontrarnos con los momentos de calma.

Cuando guiaba meditaciones, no eran pocas las personas que me hablaban de sus dificultades
para disfrutar del silencio, y la idea de dejar la mente en blanco se antojaba una quimera
imposible.

¿Qué hacemos entonces con nuestros pensamientos?

En principio (y aparentemente), nada. Observarlos y desarrollar un ejercicio básico de


autoconciencia:

→→Piensa en lo que piensas.


→→Escucha a tu mente.
→→Escucha a tus pensamientos.
→→Date cuenta de cuáles son y de cómo te afectan.

Es importante ser consciente de en qué piensas la mayor parte del día y cuál es la naturaleza
de tus pensamientos.
Observa de qué está llena tu cabeza. Qué pensamientos alimentas y cuáles se repiten una y
otra vez por encima de tu voluntad. En cuáles te detienes y en cuáles, incluso, te regodeas
(aún sin querer hacerlo).

¿Alguna vez has tenido la sensación de tener en tu cabeza un “disco rayado”? A este tipo
de pensamientos los conocemos como “parásitos”. Parece como que se enquistan en nuestra
mente y no hay manera de librarnos de ellos. Desde luego, sin trabajo personal y esfuerzo,
no es posible.
No basta con darte cuenta de que piensas en algo. Lo importante es que seas tú quien
dirija tu mente. Eres tú el que debe “sembrar” las semillas de tus pensamientos, porque
ellos serán quienes hagan brotar tus emociones. De ellas vendrán tus decisiones, acciones...
Y, en función de ello, obtendrás unos u otros resultados.

Todo empieza en el pensamiento.

20
¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Objetivos emocionales

2.2 ¿CÓMO PUEDES CAMBIAR TU ESTADO EMOCIONAL?


Quiero darte unas herramientas sencillas, pero muy poderosas y útiles para romper un
estado emocional no deseado.

→→Respiración abdominal Respirar es una acción tan sencilla y cotidiana, tan


fisiológica y natural que la mayor parte del tiempo ni siquiera somos conscientes
de estar respirando. Tener el control sobre nuestra respiración significa poner
bajo control nuestro estado emocional.
Respirar es tan importante que, si dejamos de hacerlo, en dos o tres minutos estaremos
muertos. La respiración es la acción por la que todo en nosotros funciona. Es la
acción que nos trae la vida, lo que permite que el aire llegue a nuestros pulmones
y que todo nuestro cuerpo pueda funcionar correctamente.
Cuando realizas una respiración profunda, no solo estás oxigenando tu organismo y
aportando grandes beneficios a nivel físico, sino que además, estás aportando calma,
claridad, devolviendo a tu mente a un espacio “sin prisa” donde puede relajarse.

Cuando trabajamos la respiración consciente, profunda y abdominal, descubrimos


en nuestras manos el que es casi con total seguridad el mejor ansiolítico que existe.
El más natural y accesible a todo el mundo. Todos sabemos que ante un cambio
emocional importante, lo primero que se ve afectado es nuestra respiración. De
hecho, en cualquier crisis de ansiedad, la respiración se altera y la persona comienza
a hiperventilar, llegando a marearse y a tener la sensación de que no puede tomar
aire. Siente pinchazos en el costado o en la zona del corazón, y lo que urge es que
la persona retome cuanto antes un ritmo respiratorio normal.

Te recomiendo que desarrolles la práctica diaria de 10 minutos de respiración


consciente. Puedes hacerlo tumbado, de pie o caminando, mientras cocinas o
realizas cualquier actividad, aunque para empezar yo recomiendo hacerlo sentado.
Si te tumbas es muy probable que acabes dormido, y si estás haciendo otra cosa
es fácil que te distraigas. Al principio, procura buscar un lugar donde puedas estar
tranquilo y donde no vayas a sufrir interrupciones.
Haz respiraciones lentas y profundas, llevando el aire hasta el fondo del estómago, y
pon toda tu atención en el aire que estás tomando. Cuenta hasta 5 al inspirar, retén
el aire durante otros cinco (5) segundos y, después, suelta el aire muy despacio, si
es posible contando hasta ocho (8) segundos.
Lo ideal sería que realices este ejercicio tres veces al día (o todas las veces que lo
necesites).

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Objetivos emocionales

∗∗ Quiero compartir contigo que tengo cierta claustrofobia, sobre todo no soporto
tener cosas por la cara o que me dejen sin espacio vital. Todos los años tengo
que hacerme una resonancia magnética, para lo que me ponen una especie
de máscara alrededor de la cabeza y después me meten en ese túnel estrecho
que parece no tener fin. Pues, amigo mío, lo soporto gracias al control de la
respiración. Sé que mientras me centre en respirar consciente y profundamente
estaré controlando el pánico que me provoca estar en esa situación.

-- Cuida de tu postura ¿Te has fijado en cómo caminas por la calle cuando
estás sumido en pensamientos que te preocupan? ¿Te has fijado en cómo caminas
cuando te sientes contento y seguro de ti mismo?
Apuesto a que ambas formas de caminar son radicalmente distintas.
Nuestro cuerpo reacciona a nuestros pensamientos y emociones y, por lo mismo,
nuestras emociones y pensamientos también reaccionan a nuestro cuerpo.
Si quieres saber cómo se siente alguien, copia su postura, su actitud, su lenguaje
corporal, y ya verás...

Nuestra postura invita a nuestra mente a centrarse en ciertos pensamientos. Cuando


caminamos mirando hacia el suelo o adquirimos una postura cerrada sobre nosotros
mismos, estamos reduciendo nuestra perspectiva, cerrando opciones, invitando a
un recogimiento. Aquí la respiración se vuelve dificultosa o superficial y fácilmente
nos centraremos en nuestro ombligo.
En cambio, cuando caminamos con la mirada hacia delante, cuando abrimos la
postura echando los hombros hacia atrás y levantamos la cabeza, para empezar
ya estamos abriendo nuestra caja pulmonar y podemos tomar aire de forma más
amplia y profunda, lo cual de forma inmediata nos va a proporcionar una agradable
sensación de bienestar. Desde esta postura, es sencillo que se generen pensamientos
positivos, ya que nos estamos abriendo al mundo, a nuevas posibilidades, ponemos
la vista y la atención más allá de nosotros mismos.

Me gustaría mucho que hicieras la prueba y que prestes atención a los pensamientos
y emociones que te generan las distintas posiciones que adoptas al caminar o al
sentarte. Sobre todo, que experimentes lo distinto de la sensación de adoptar una
postura abierta o cerrada; de caminar de una u otra forma.

-- Rompe el momento ¿Qué puedes hacer cuando te das cuenta de que llevas
un rato con el “run-run” en la cabeza y que no puedes detenerlo?
¡Rompe el momento! Deja de hacer lo que estás haciendo. ¡Ya! Ponte a hacer otra
cosa totalmente diferente. Respira hondo, corrige tu postura, revisa qué tipo de
música estás escuchando, qué conversaciones estás teniendo o has tenido. En qué

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Objetivos emocionales

pensamientos estás enroscado. ¿Llevas mucho tiempo sentado trabajando? Levántate,


camina 5 minutos o acércate a la ventana. Pon una canción alegre, llama por
teléfono a una persona de esas que siempre están contentas y deja que te contagie
su positivismo.
Busca tu propio estilo para romper el momento y salirte de la oscuridad del
pensamiento y de la emoción que no deseas.

-- Revisa tus amistades/relaciones Igual que para mantener una buena


salud es importante hacer ejercicio y cuidar la alimentación, si deseamos
tener y mantener una buena salud que abarque todas las áreas de nuestra
vida, deberemos poner especial atención a todo lo que consumimos: no solo
consumimos comida o bebida sino también información (lectura, música o
televisión), y nuestras relaciones personales son una gran fuente de consumo y
generadoras de emociones.

Básicamente, existen dos tipos de personas: las energizantes (aportan energía) y


las energívoras (roban energía). Es posible que te suene la expresión de “vampiro
emocional”, o la de “personas tóxicas”.
Por ahora, piensa en todas las personas con las que sueles relacionarte a lo largo
del día y colócalas en una lista, determinando qué tipo de personas son, si de las
que te aportan o de las que te roban energía.

¿De qué sueles hablar con tus compañeros de trabajo, con tus amigos, con tu familia?
Fomenta los momentos y las conversaciones con personas con las que te sientas
bien, con las que los problemas parezcan más pequeños, o con quienes te ayuden
a abrir posibilidades a la vida. Con quienes te rías.
Sé que es muy tentador, cuando uno está triste o preocupado, buscar a personas
con las que poder hablar de los problemas, y darles vuelta una y otra vez. Hay que
salirse de esto. Una cosa es hablar de los problemas o escuchar los problemas de los
demás, y otra, regodearse en ellos o dejar que otros se regodeen. Esto es agotador
y nos consume la energía a grandes velocidades.

Es importante darnos cuenta de qué pasa realmente cuando hablamos de nuestros


problemas:
¿Nos estamos desahogando, o regodeando?
¿Nos sentimos mejor después de haberlos compartido o, por el contrario, nos
sentimos más tristes, preocupados o hundidos?
¿Realmente nos está sirviendo continuar hablando del mismo tema?
¿Los estamos compartiendo con las personas más adecuadas?
¿Cómo crees que se siente alguien después de haberte contado sus problemas?
¿Mejor o peor?

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Objetivos emocionales

Revisa también si por casualidad tú te robas energía a ti mismo, si se la estás


robando a los demás, cómo es la conversación que buscas con los otros, si es de
las que aportan valor, o si es de las que te regodean en pensamientos, emociones
o situaciones de las que supuestamente no quieres experimentar.

-- Estar presente A veces caemos en darle vueltas, demasiadas vueltas, a


cosas que YA han pasado o a cosas que aún no han llegado, y dejamos de ser
proactivos o precavidos para vivir eternamente amargados y con la preocupación
insertada en el alma.
Podemos, en cambio, vivir el hoy como el día más importante, porque ni en el
pasado ni en el futuro podemos hacer cambios. Únicamente hoy, ahora, es cuando
podemos cambiar todo lo que sea necesario; solamente en este momento (¡en este
segundo!) tenemos poder para desviar nuestros pensamientos, para elegir nuestras
opciones, para hacer lo que tengamos que hacer.

Es importante desarrollar la capacidad de centrarnos en lo que podemos solucionar


ahora, dejando fuera de nuestro campo de preocupación todo aquello que no es
susceptible de ser solucionado en este momento. Todo aquello que se escapa de
nuestro poder.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Objetivos emocionales

Por eso, te invito a decidir poner sobre tu mesa de trabajo personal únicamente lo
que puedes resolver hoy. Ahora.
¿Sabes por qué al hoy se le llama “presente”? ¡Porque es un regalo!

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Coherencia de vida, bienestar emocional

3 COHERENCIA DE VIDA,
BIENESTAR EMOCIONAL
¡¡Cuántas veces tenemos la sensación de que nuestras emociones van por un lado, nuestros
pensamientos por otro, que todo en nosotros está desconectado y que los distintos “apartados”
no logran comunicarse ni andar juntos en una misma dirección!!
Nuestra mente dice “a” pero sentimos “b” y hacemos “c” y, en consecuencia, conseguimos
“d”. Vivimos en una incoherencia total.
Ya hemos hablado de los objetivos emocionales. Ahora vamos a ir hacia un objetivo mayor.
El más importante. El verdadero objetivo no se centra en una emoción ni en lo que hacemos
con ella. Lo que tratamos de conseguir es llevar nuestro campo emocional a un espacio
de equilibrio sostenible, cuyo equilibrio y estabilidad se mantienen dentro de unos valores
saludables, más allá de las fluctuaciones y cambios normales causados por las circunstancias
diarias de la vida.

El control emocional no se refiere a no sentir, o a vivir en una especia de congelación en la


que nada nos mueve. Al contrario, se trata de saber movernos en nuestro campo emocional,
de experimentar nuestras emociones y de aprender a dirigirlas o canalizarlas, gestionando
así las distintas situaciones que vivimos. Cuando nos salimos de ese espacio saludable, es
cuando nuestras emociones se nos disparan escapando a nuestro control.
Es posible que en algún momento, aun cuando hemos aprendido a mantenernos la mayor
parte del tiempo dentro de ese espacio de equilibrio, ocurra algún evento que nos saque
completamente de él, bien por un accidente, una mala noticia, una pérdida, un shock emocional...
Hay y habrá circunstancias que nos desbordarán emocionalmente. Lo malo será que nos
quedemos por fuera de ese espacio demasiado tiempo y no sepamos volver.
A continuación, vemos en un sencillo dibujo cómo sería ese espacio:

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Coherencia de vida, bienestar emocional

Exceso de emocionalidad, euforia desmedida, subidones de falsa alegría

Estabilidad emocional – Espacio para las fluctuaciones saludables

Emocionalidad excesivamente baja: tristeza, apatía, depresión

Figura 3.1: Muestra del espacio de equilibrio emocional sostenible

Conquistar el equilibrio emocional nos permite:

→→ser más objetivos en nuestros juicios


→→ser más coherentes a la hora de tomar nuestras decisiones: pensar “a”, sentir “a”,
decidir “a”, hacer “a” y obtener en función de “a”
→→ser comedidos en nuestras expresiones
→→actuar con un mayor valor y seguridad

Decía Daniel Goleman que el equilibrio emocional es una de las herramientas psíquicas
más importantes.
Por lo tanto, nuestra meta debe enfocarse en permanecer en el espacio de la estabilidad,
incluyendo las fluctuaciones emocionales que se derivan de las circunstancias del día a día.

¿Cómo podemos hacer esto?

-- Para empezar, tomando conciencia emocional Identificando y aceptando


nuestras emociones.
→→¿Cómo me siento?
→→¿Por qué me siento así?
→→¿En qué estoy pensando para sentirme así?
→→¿Cómo estoy alimentando estas emociones?

“Ser consciente de nuestros estados de ánimo y de los


pensamientos que tenemos acerca de esos estados de ánimo”

– J. Mayer y P. Salovey

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Coherencia de vida, bienestar emocional

La conciencia de uno mismo nos permite llegar a un estado mental capaz de reflejar
equilibrio y estabilidad emocional, gracias al autoconocimiento y una profunda
reflexión.
Para alcanzar el autocontrol es necesaria esta toma de conciencia de uno mismo y
de nuestras emociones, lo cual es una habilidad emocional esencial.

-- Desindentificación emocional Es importante que nos demos cuenta y de


que interioricemos que, aunque tenemos pensamientos y emociones, no somos ni
nuestros pensamientos ni nuestras emociones.
Ni los unos ni las otras son absolutas ni inamovibles, sino que dependen de muchos
factores, tanto externos como internos. Si te apuras, lo único realmente importante
son los comportamientos que tenemos y las decisiones que tomamos llevados por
esos pensamientos y emociones. Lo que nos mueven a hacer. La dirección que le
damos a nuestra vida en función de ellos. Cómo los manejamos.

Hace años, en una serie que vi, “Downton Abbey”, una chica le comentaba a su
madre que se sentía mala persona porque tenía malos pensamientos. Su madre
sonrió y le contestó que todo el mundo tiene malos pensamientos. Que eso no es
malo. Lo malo es dejarse llevar por ellos.
Y es que, al final, vamos viendo que no es tanto lo que sentimos. A lo largo de un
día podemos experimentar una gran diversidad de emociones. Lo que finalmente
importa es cómo las gestionamos y lo que hacemos con ellas. Lo que nos mueven
a hacer. Cuáles nos dan toques de atención o nos alertan y por cuáles decidimos
dejarnos llevar. Hacia dónde nos dirigen. Porque si bien son las emociones las que
determinan nuestra calidad de vida, somos nosotros los que debemos, precisamente,
determinar la calidad de nuestras emociones.

-- Desarrollar nuestras virtudes Sí. Somos mucho más que nuestra mente
y nuestro corazón. También tenemos VOLUNTAD. Capacidad de decidir.
Tenemos moral. Valores y virtudes, como el discernimiento o la fortaleza.
El trabajo personal y el desarrollo de todas estas cosas construirán las bases de
una vida equilibrada. Nos darán una dirección clara y concisa. Serán una especie
de brújula para nuestra vida, que nos indicará siempre hacia dónde ir, qué es lo
correcto, hasta dónde podemos llegar, dónde se encuentran los límites.

¿Qué virtudes podemos desarrollar? Son tantas y tantas, que vamos a recordar
aquellas que consideramos más importantes y útiles para la vida, la relación con
nosotros mismos, con Dios y con los demás:
paciencia, humildad, perseverancia, fortaleza, esperanza, caridad, fe, confianza, orden,
discernimiento, puntualidad, respeto, empatía, escucha, gratuidad, generosidad,
amabilidad, tenacidad, bondad, justicia, aceptación, comprensión, amor, fuerza de
voluntad, tolerancia a la frustración...

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Coherencia de vida, bienestar emocional

-- Menos culpas y más responsabilidad No gastes tiempo en buscar culpables


para las situaciones que no te gustan o que te preocupan. No busques culpables
para todo lo que te sale mal. Deja a un lado las culpas, la suerte, y toma las
riendas de las situaciones de tu vida. ¿Cómo? Haciéndote responsable de ellas.
Los demás no tienen la culpa de tus sentimientos, no son responsables de cómo tú
te sientes. De igual manera, tú no eres responsable de las emociones de los demás.
Únicamente somos responsables de nuestros actos, de nuestras palabras, y no de
cómo los interpretan o cómo se los toman los demás.

Esto no quiere decir que nos despreocupemos de las emociones de los otros, que
podamos tratarlos de cualquier manera o de que actuemos a la buena de Dios sin
mirar ni a derecha ni a izquierda. No. No es eso. Pero asumamos que nuestras
decisiones tienen unas consecuencias, toda acción provoca una reacción, y no le
gustarán a todo el mundo y será imposible actuar de forma que obtengamos la
aprobación de todos los demás. No dejemos que el miedo a no ser suficiente nos
convierta en una veleta. A veces, incluso, nuestros actos nos traerán rechazo, enfados,
incomprensión o soledad, por lo que has de tener muy claro qué es lo que te mueve
a hacer las cosas. Qué te motiva. Cuál es tu norte. Tienes que saber también que
los demás actúan según sus normas y motivaciones y que también son responsables
de las consecuencias de sus actos y decisiones.
Me gusta mucho la definición de responsabilidad como la “habilidad para responder”
a las distintas situaciones.

¿Qué vas a hacer con todo lo que no te gusta?


Incluso con las emociones que no te gustan, ¿qué vas a hacer?
¿Cómo lo vas a cambiar?
¿Qué estás dispuesto a hacer?
¿Y a dejar de hacer?
¿A qué estás dispuesto a renunciar?

-- Moralidad Si algo es importante para vivir de forma coherente y mantenerse


en ese espacio de equilibrio emocional sostenible, es el campo de la moral. Tener
claros cuáles son los límites y las diferencias entre el bien y el mal. No me refiero
a lo que yo considero bueno o malo, sino a BIEN o MAL con mayúsculas.
Actualmente vivimos en la era en la que el relativismo moral lo ha diluido todo,
parece como que algo es bueno si a mí me lo parece o si a mí me gusta. Parece
como que puedo hacer un mundo y una realidad a mi medida en donde yo
decido lo que es verdad, lo que es bueno o malo.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Coherencia de vida, bienestar emocional

Pero la verdad y la moral están muy por encima de nuestras apetencias, de cualquier
moda o ideología.
Si optamos por vivir en el relativismo, perderemos el norte, nunca podremos
mantenernos en un equilibrio real y sostenible, puesto que estaremos siempre
susceptibles de ser movidos por lo que podamos considerar en cada momento.
Por darle una forma metafórica, vivir en el relativismo es como construir nuestra casa
en la orilla de la arena y esperar que no se la lleve la primera marea. Si aspiramos a
que nuestra vida tenga una coherencia, deberemos construirla sobre una base sólida,
y esa base es la de la moral, el desarrollo de las virtudes, los valores y el control
emocional. Esta es la verdadera brújula. La más confiable y exacta.

Cuando todos los puntos cardinales se encuentran claros, ordenados, bien dirigidos,
y guardan coherencia unos con otros, el centro permanece en equilibrio y puede
amortiguar los vaivenes cotidianos con total suavidad.

NORTE

MORAL

OESTE ESTE

VALORES VIRTUDES

SUR

CONTROL EMOCIONAL

Figura 3.2: Brújula para la coherencia de vida

Un desarrollo moral satisfactorio significa tener emociones y conductas que reflejen


preocupación por los demás.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Coherencia de vida, bienestar emocional

El ser humano es bueno por naturaleza. Es indiscutible que todos, cuando hacemos lo
correcto, nos sentimos bien. Cuando hacemos bien a otra persona, cuando la hemos tenido
en cuenta, cuando hemos sido generosos, entonces nos sentimos satisfechos. Claro que no
siempre es sencillo hacerlo, ya que podemos quedar atrapados entre el “quiero-debo-tengo
que” y no sabemos muy bien a qué darle prioridad. La tentación de hacer lo que más nos
apetece es algo que siempre vamos a tener presente.

Igual que hablamos de los valores, también existen los contra-valores, que son todo aquello
que nos aleja de lo correcto, de los demás y, por consiguiente, de nosotros mismos. Puede
ser que nos alcancen placeres rápidos y fáciles, que nos aporten satisfacción inmediata,
pero a medio y largo plazo nos dejarán, con absoluta seguridad, un vacío interno cada
vez más grande. Algunos de los contra-valores son: egoísmo, soberbia, falsedad, deslealtad,
ambición desmedida, usura, desconfianza, hedonismo, envidia, afán de notoriedad, vanidad,
personalización o endiosamiento del dinero, materialismo, pérdida de trascendencia o vivir
sin un propósito.
Traicionar nuestros valores o tomar decisiones al margen de la moral, creyendo que no
tendrá consecuencias, que “no pasa nada”, es un grave error que tarde o temprano vendrá
a cobrarnos una factura emocional y espiritual. El precio a pagar dependerá de cuánto nos
hayamos alejado de nuestra brújula, en la medida que hayamos sido incoherentes y desleales
a nuestros principios, valores y moralidad.

Por eso es tan importante para el equilibrio emocional y para una vida coherente, saber
dónde están los límites, hasta dónde podemos llegar y de dónde NO vamos a pasar. Hasta
dónde, también, permitiremos que lleguen los demás en nuestra vida. Qué es sagrado para
nosotros, qué no está en venta. Cuáles son los temas o los aspectos innegociables de nuestra
vida. Cuáles son las prioridades inamovibles.
Las emociones están naturalmente ligadas al campo de la moral y es sobre todo en este
campo donde podemos aprender a dirigir y controlar nuestras emociones.

Un ejemplo: todos pensamos que la alegría es una emoción positiva, ¿verdad? No obstante,
no es moral alegrarse de la desgracia ajena. Todos pensamos que la ira es una emoción
negativa, pero se convierte en justa y moralmente aceptable de sentir cuando observamos
una injusticia grave delante de nosotros.

Decía San Agustín que la esperanza tiene dos hermosas hijas: la ira y el coraje. Ira contra
las cosas que no están bien y coraje para luchar por cambiarlas.
Todos sabemos que por justa que pueda ser nuestra ira, no está bien dejarnos llevar por
ella, y esto no cabe duda que nos ahorra muchos problemas en la vida.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Coherencia de vida, bienestar emocional

Por lo tanto, seguimos viendo cómo no solamente se trata de lo que sentimos, sino de qué
causa nuestras emociones, hacia dónde nos dirigen y cómo podemos aprender a controlar
sus efectos. En qué las transformamos.
Podemos comprobar cómo tras ordenar y trabajar sobre nuestros valores, virtudes y
moral, incluso las emociones y acciones más instintivas y reflejas pueden ser controladas y
positivamente gestionadas en cuanto, simplemente, tienden a asomarse.

Podemos comprobar que, cuando nos esforzamos en desarrollar la paciencia, la serenidad y


aceptamos que es humano errar y que todos nos equivocamos, será más sencillo controlar la
ira, el enfado o que nos surja una mala palabra ante una situación potencialmente exasperante.
Estaremos mucho más preparados para responder con calma al estrés y nuestro reflejo ante
lo imprevisto se verá aumentado.
Por ejemplo, en los 10 mandamientos tenemos las mejores directrices para la convivencia y
saber dónde están los límites. Lo vemos, por nombrar solamente algunos, en “no matarás”,
“no robarás”, “no codiciarás bienes ajenos” o “no levantarás falso testimonio”. Saliéndonos
de las Tablas de la Ley, tenemos un principio estupendo que dice que debemos tratar a los
demás como nos gustaría que nos tratasen a nosotros.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Coherencia de vida, bienestar emocional

-- Ecología de las decisiones Ya que está en estos tiempos tan de moda la


ecología, ¿por qué no incluirla también en este tema? Nos referimos a tener
en cuenta que no somos seres aislados y que vivimos en sociedad. Que todos
nuestros actos inciden en mayor o menor medida en la vida de otras personas.
Que toda acción conlleva una reacción y que todo acto tiene consecuencias.
Hemos sido creados como seres sociales y también libres, sí, pero la libertad
va intrínsecamente unida a la responsabilidad. Somos seres con inteligencia,
conscientes de existir y capaces de decidir. También capaces de razonar y sopesar
el alcance de nuestras acciones. Para ello es fundamental, por ejemplo, el punto
anterior: la moral.

Una decisión “ecológica” nos lleva a tener en cuenta no solo lo que nosotros
queremos, lo que vamos a conseguir o lo que a nosotros nos importa o beneficia.
Sino a preguntarnos si es moralmente aceptable, y si además de para nosotros
también será bueno para los demás, cómo los afectará, si alguien saldrá herido o si
para alcanzar alguna meta nuestra acción requiere pasar por encima de los derechos
de otras personas.
Cuál es el precio de nuestra decisión. Recuerda que toda acción provoca una reacción.

Antes de tomar una decisión, es recomendable tener en cuenta estos factores y así
controlar acciones impulsivas o basadas únicamente en el YO. Sopesar los pros y
contras.
¿Qué espero o qué voy a conseguir?
¿Qué puedo perder?
¿A quién afectarán mis decisiones?
¿De qué forma lo harán?
¿Estoy seguro de asumir las consecuencias de lo que voy a hacer?
¿Es realmente tan importante hacer esto y hacerlo de esta manera?
¿De qué otra forma podría hacer las cosas para que resultase positivo al mayor
número de personas?

Si tu decisión únicamente va a afectarte a ti, adelante, asume el riesgo con la


tranquilidad de que solo tú entras en juego. Pero si otros pueden estar afectados,
sopesa, valora y siempre haz lo correcto.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Establecer nuevas rutas de pensamiento

4 ESTABLECER NUEVAS RUTAS


DE PENSAMIENTO
Sigamos viendo de qué manera podemos ayudarnos a crear un espacio para el equilibrio
emocional sostenible.
Sé que todos a estas alturas de la vida estamos acostumbrados a relacionarnos con nuestra
mente de una determinada manera. Todos podemos aprender a construir una nueva
relación más positiva y agradable con ella. Que no sea de resistencia o sumisión, sino de
colaboración. Se trata de hacernos “amigos” de nuestra mente y ponerla a trabajar a nuestro
favor. Porque, como ya sabemos, de nuestros pensamientos surgirán muchas (si no todas)
de nuestras emociones.

-- El foco En lo que nos enfocamos es lo que obtenemos. Nosotros podemos


decidir conscientemente en qué nos enfocamos, a qué le damos nuestra atención.
Al principio, puede resultar un poco difícil, pero comenzará a ser mucho más
sencillo cuando te des cuenta de a qué cosas les estás dando importancia. En qué
te fijas ante una determinada situación.
Pese a que dos personas puedan vivir la misma experiencia, cada una lo vivirá de
una forma distinta y puede ocurrir que para una sea algo terrible y para la otra
sea algo fantástico. Eso es así porque cada una le está dando peso a unos detalles.

Por ejemplo, cuando estás triste o deprimido, parece que todo lo que encuentras
son motivos para continuar en ese estado. Te fijas en los problemas, en las cosas
que no salen bien o en otras personas que están pasando por algo parecido a ti. En
cambio, cuando estás contento y positivo, todo te invita a alimentar ese estado. Te
fijas en las oportunidades, en las soluciones, en personas que te sirven de inspiración
y ejemplo.
Por lo mismo, cuando decides enfocarte en los problemas, irremediablemente pasarás
a estar preocupado, triste, malhumorado. Pero si decides enfocarte en encontrar
soluciones, vas a estar mucho más activo, creativo y positivo. Enfrentarás la adversidad
con esperanza, y te sentirás mucho más contento y lleno de energía.

Hay algo que es absolutamente cierto, y es que no se puede ser feliz cuando tenemos
puesta la atención en cosas que nos producen sufrimiento. Como hablábamos en
un capítulo anterior, hay que romper el patrón que nos impide sentirnos como
queremos y apostar por decisiones que nos lleven hacia donde queremos estar.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Establecer nuevas rutas de pensamiento

-- El narrador Sabemos que ser objetivos al 100% es una quimera imposible


de alcanzar, porque nuestra visión no es objetiva sino que está condicionada por
nuestros filtros sobre la realidad: borramos, generalizamos y distorsionamos. Y
esto lo hacemos todos inconscientemente.
Porque en todo momento nuestra mente va eligiendo, ya que no puede procesar
todo lo que nos sucede. Vamos colocando que tal o cual cosa es positiva o negativa,
eliminamos lo que de alguna forma consideramos que nos sobra o que no es
relevante, tomamos como normal/general ciertas cosas y al final percibimos una
realidad que, seguramente, dista en varios factores de la realidad que ha percibido
el de al lado. Y si ambos tuviéramos que contar nuestra experiencia, nuestras voces
contarían historias que, si bien pudieran ser similares, es casi seguro que en algunos
puntos no coincidirían en nada.

Ahora vienen las preguntas. Cuando cuentas tus vivencias:


¿Qué voz le estás dando a las historias?
¿Cómo cuentas las cosas?
¿Cómo es tu perspectiva sobre ellas?
¿En qué sueles fijarte?

Siempre hay, en torno a una historia, unos puntos centrales sobre los que te apoyas
para comunicarlo al otro. ¿En qué puntos sueles apoyarte tú?
¿Te fijas en lo positivo que ha ocurrido, o en lo negativo?
¿Le pones una voz trágica o tiendes más a quitar importancia a las cosas, a
desdramatizar e incluso a darle un toque de color por medio del humor?
¿Qué significado le estás dando a las experiencias que tienes?

-- El lenguaje Precisamente, el lenguaje que usamos determina el significado


que le damos a las situaciones que vivimos.
Podemos considerar que las palabras tienen en su interior verdaderos poderes mágicos.
¿Sabes por qué? Porque las palabras hacen brotar sentimientos, y los sentimientos
mueven la vida de las personas y el mundo entero. Por eso es tan importante
emplear tiempo y esfuerzo en un profundo análisis y re-educación lingüística, para
que nuestras palabras sean coherentes, acordes a nuestros pensamientos, valores,
creencias, y que vayan en la dirección en la que están nuestras metas. Que transmitan
exactamente lo que sentimos y lo que queremos.
Te voy a pedir que a partir de este mismo momento te fijes en tu propio lenguaje y
en el lenguaje de quienes te rodean, y que te fijes sobremanera en el modo en que
lo emplean. Puedo asegurarte que casi todo el mundo emplea un lenguaje negativo.
¿Sabes por qué? Porque se enfocan en lo negativo, le dan voz al narrador negativo,
les dan a las cosas significados negativos y, además, pasan la vida tratando de huir
del dolor en vez de buscar el placer. ¿Recuerdas que hablamos de estos grandes
motivadores al principio del libro?

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Establecer nuevas rutas de pensamiento

Un entrenamiento emocional SIEMPRE ha de tener un gran espacio para el trabajo


del uso consciente del lenguaje.

Es muy llamativo, cuando le preguntas a las personas qué quieren en la vida, en


una relación, en un trabajo, etc., ¡¡que te respondan en negativo!! Con respuestas
del tipo: “no quiero sufrir”, “no quiero que me engañen”, “no quiero trabajar 12
horas al día”, “no quiero un sueldo pequeño”, “no quiero tener problemas”, “no
quiero pasar hambre”, “no quiero llegar justo a fin de mes”, “no quiero pasarme la
vida solo”, “no quiero que me hagan daño”... Como si fuera importante lo que no
quieres... ¡Lo que importa es lo que SÍ quieres! Por lo que estás dispuesto a luchar,
¿o es que pretendes pasarte la vida rodeado o huyendo de lo que no quieres?
¿Cuántas de tus frases comienzan por “no”, o emplean palabras de connotación negativa?

Piensa en qué tipo de orden le estás dando a tu mente cuando, ante una persona
que te gusta, lo que te dices a ti mismo es: “no quiero que me haga daño”. ¿Qué
decisiones vas a tomar respecto a eso? ¿Qué comportamiento tendrás que sea
coherente a esa orden? ¿No sería mejor decirte “quiero conocerla, quiero sentir,
quiero darme la oportunidad de ser feliz”?

Por lo mismo, nos pasamos el tiempo empleando expresiones que nos llevan justamente
a la emoción que estamos tratando de evitar. Como por ejemplo, cuando decimos
“no te preocupes”, llevamos a nuestra mente o a la mente del otro a los motivos
que le hacen estar preocupado. ¿Cuál sería la alternativa? Por ejemplo: “confía”,
“estate tranquilo”, “todo se arreglará”, “verás que todo irá bien”...
Emplea palabras que tengan una connotación positiva y verás el cambio que se
produce en tus emociones. Lleva a tu mente, por medio de tus palabras, a estados
de tranquilidad, a espacios positivos, esperanzadores, donde la posibilidad sea
más grande que la adversidad. Prueba hacer tus frases en positivo, en presente y
en primera persona. Prueba a comunicarte con los demás en positivo. Verás que
empiezan a ocurrir cosas estupendas.

Algunas sugerencias:
Cambia un “no tengo miedo” por un “me atrevo”;
Cambia un “no desespero” por un “tengo esperanza”;
Cambia un “no te haré daño” por un “yo cuidaré de ti”;
Cambia un “no te dejaré” por un “yo estaré contigo”;
Cambia un “no dudes de mí” por un “confía en mí”;
Cambia un “no estoy mal” por un “puedo estar mejor”;
Cambia un “no sé si puedo” por un “lo intentaré”;
Cambia un “no quiero estar triste” por un “yo quiero ser feliz”.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Establecer nuevas rutas de pensamiento

-- Polaridad Si obtenemos aquello en lo que nos enfocamos, la polaridad


significa que podemos cambiar nuestro estado emocional enfocando nuestra
mente en los pensamientos opuestos a la emoción que deseamos dejar de sentir.
Esto requiere, sencillamente, que si deseamos alejarnos de una emoción, por
ejemplo, de tristeza, debemos poner toda nuestra atención en dirigirnos hacia la
emoción contraria, que sería la alegría. Si deseamos dejar de sentir ira, tendremos
que tomar acciones que nos lleven hacia la calma. ¿Cómo? Con todas las
herramientas que hemos visto hasta ahora, prestando atención a nuestro enfoque,
comprendiendo de dónde están surgiendo nuestras emociones, de qué manera las
alimentamos, empleando un lenguaje positivo...

La polaridad nos indica que si deseamos salirnos de determinada emoción, no


podremos lograrlo si continuamos enredados en todo lo que nos genera ese
sentimiento. Habremos de tomar decisiones, habremos de romper ciertas conductas
y realizar cambios importantes en muchos aspectos de nuestra vida.
Mi consejo: enfrenta las dificultades con una actitud resolutiva. Busca soluciones.
Observa los problemas desde diferentes ángulos. Estudia posibilidades.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Establecer nuevas rutas de pensamiento

Los 12 pensamientos principales


¿Sabías que según un estudio se llegó a la conclusión de que cada día tenemos alrededor de
54.000 pensamientos? Una barbaridad, ¿verdad? Pues resulta que, de todos esos, únicamente
tenemos 12 pensamientos principales, los cuales se repiten una y otra vez a lo largo de todo
el día, sobre unas 4.500 veces cada uno. ¡¡Casi nada!!
Ahora, imagínate lo que es tener en la mente un pensamiento negativo, tremendista o
limitante, todas esas veces, sin parar. Como tener un parásito cerebral.

Piensa por un momento en que, si cada uno de esos pensamientos, en vez de impulsarnos
nos limitan y nos conectan con nuestros miedos y debilidades, imagina cómo estarás al
terminar el día.
La buena noticia de este dato es que podemos elegir conscientemente cuáles son los 12
pensamientos principales que deseamos tener en nuestra mente. Al principio cuesta un poco,
pero con entrenamiento verás que enseguida el ruido de tu cabeza comienza a descender y
te va resultando más sencillo controlar tus pensamientos y mantener alejados de tu mente
todos aquellos que no quieres.

Quiero que tengas algo muy presente, y es que nuestra mente es como un trozo de tierra
fértil en el que podemos tomar varias opciones: dejar que se llene de malas hierbas o cuidar
con esmero lo que plantamos en ella.

¿Cómo trabajar los 12 pensamientos principales?


Eligiendo. Es aconsejable que hagas una lista con los 12 pensamientos en los que deseas que
se centre tu mente. Tómate tiempo y elige. Ya sabes, elige en un lenguaje positivo, enfocado
en lo que quieres alcanzar, en las emociones que deseas experimentar. Ten en cuenta cuáles
son tus valores, tus virtudes, tu ética o moralidad. Piensa que cada uno de esos pensamientos
se repetirá ni más ni menos que 4.500 veces, y si tú no eliges, será tu propia mente la que
tomará esta decisión por ti.

Bien, cuando tengas hecha tu lista con los 12 pensamientos principales, duplícala y guarda
una copia en tu mesita de noche y otra en tu cartera.

Te ayudará mucho, sobre todo al principio, que sea esta lista lo que leas cuando te levantes,
al mediodía y antes de acostarte. Fuera de esos tiempos, siempre que lo necesites podrás leer
tu lista para recordarte cuáles son tus prioridades, en qué deseas enfocarte. Te recomiendo
que los leas en voz alta, ya que así, además los escucharás y eso aumenta el poder de la
orden para tu mente.

38
¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Establecer nuevas rutas de pensamiento

También, si tienes tiempo para hacerlo, yo recomiendo ayudarse del silencio, la visualización
y la respiración. Centra tu mente, uno a uno y sin prisa, en cada uno de esos pensamientos.
En ellos puedes descansar, regodearte, imaginarlos con mil detalles, dejar que te broten
sentimientos con ellos.
Y cuando te sientas bien con el primero, pasas al segundo y haces lo mismo. Te detienes,
lo imaginas, lo disfrutas e, igualmente, pasas al siguiente.

De esta manera, eres tú quien le dice a tu mente lo que deseas que anide, de qué deseas
que te hable. Y así, poco a poco, notarás que los pensamientos parásitos van desapareciendo,
que van metiendo mucho menos ruido y que se van abriendo en tu mente espacios de
verdadero silencio y paz, en los que te encontrarás más rápido y capaz para hallar soluciones,
alternativas, y verás cómo todo comienza a fluir de una manera más tranquila. Más sincera
y coherente. Que el espacio para el equilibrio emocional sostenible se hace más resistente.

39
¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? El poder de las preguntas poderosas

5 EL PODER DE LAS


PREGUNTAS PODEROSAS
En este último capítulo, quiero terminar con algo que siempre me ha llamado mucho la
atención y que me parece algo extraordinario: la capacidad que tenemos para cuestionarnos
a nosotros mismos, para ponernos retos y salir de la famosa “zona de confort”, para alejarnos
de la seguridad y adentrarnos en nuevas posibilidades; la capacidad de enfrentar la adversidad
desde una posición valiente, confiando plenamente en que todo se presenta en nuestra vida
en el momento perfecto y cuando estamos preparados para esa experiencia.

El significado que le damos a los eventos de nuestra vida está condicionado por nuestra
capacidad de hacernos grandes y poderosas preguntas.
Suele decirse que si no te gustan las respuestas que te da la vida, ¡prueba hacerle preguntas
diferentes!

¿De qué manera podemos hacer una transformación efectiva en nuestra realidad?
El misterio está en la forma que tengamos de interpretar lo que sucede en nuestra vida.
Encontrando un significado que nos impulse hacia delante y que sea positivo para nosotros.
Tengamos en cuenta que las cosas no tienen un significado en sí, sino el que le damos según
nuestro punto de vista.
Si queremos cambiar nuestra vida, hemos de empezar por cambiar el prisma a través del cual
observamos el mundo y los eventos que nos suceden. Hemos de ser capaces de modificar
nuestro diálogo interno. Hemos de desarrollar la capacidad de abrir la perspectiva sobre las
cosas para poder contemplarlas desde distintos ángulos.

A lo largo del libro, ya hemos ido planteando varios interrogantes, pero en este capítulo vamos
a dar un paso más. Ahora pensemos que todo cuanto nos ocurre puede ser contemplado de
diversas maneras y que nosotros podemos elegir desde donde nos posicionamos. Podemos
elegir el significado que le damos. Podemos elegir lo que pensamos sobre ello y, así, despertar
o alimentar unas u otras emociones.

Te dejo una batería de preguntas con el ánimo de que te sirvan para una profunda reflexión
y análisis, que puedan ayudarte a cambiar tu perspectiva y a plantearte las cosas desde
espacios que, tal vez hasta ahora, no abriste.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? El poder de las preguntas poderosas

De auto-conocimiento
-- Si tu vida tuviera una finalidad y un sentido, ¿cuál sería?
-- ¿Qué hay en ti de mayor valor?
-- ¿Cómo lo compartes con el resto del mundo?
-- ¿Qué tiene significado para ti?
-- ¿Qué te hace levantarte por la mañana?
-- ¿Qué te aporta bienestar completo?
-- ¿Cuáles son tus debilidades y tus fortalezas?
-- ¿En qué eres realmente bueno?
-- ¿De dónde surge tu motivación, de afuera o de dentro de ti?
-- ¿Cómo son las palabras que sueles emplear para referirte a ti mismo?
-- ¿Cómo es el lenguaje que empleas habitualmente, positivo o negativo?
-- ¿Cómo es la voz que le das al narrador que cuenta todas tus historias?
-- ¿Qué piensas que puedes ganar cuando contemplas una situación desde una
perspectiva positiva?
-- ¿Te consideras una persona afortunada?
-- ¿De quién consideras que es la responsabilidad de generar cambios en tu vida?
-- Cuando alguien te trata como sabes que no te mereces, ¿de quién piensas que es
la responsabilidad? ¿Quién debe incorporar más cambios en su actitud?

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? El poder de las preguntas poderosas

-- ¿Quién tiene todas las respuestas adecuadas para ti?


-- ¿Dónde se encuentran las respuestas a todos los interrogantes que se puedan
plantear en tu vida?
-- ¿Qué haces para escuchar a tu voz interior?
-- ¿Cómo alimentas tu vida espiritual?
-- Las decisiones que tomas, ¿están inspiradas en el amor hacia ti mismo?

Ante una dificultad


-- ¿Cómo puedes aprovechar esta situación a tu favor?
-- ¿Qué puedes aprender de esta experiencia /dificultad?
-- ¿Qué oportunidades de crecer te ofrece este momento?
-- ¿Qué estás dispuesto a hacer para superar esta dificultad?
-- ¿Qué estás dispuesto a dejar de hacer para superar esta dificultad?
-- ¿En qué eres responsable de haber generado esta situación?
-- ¿Qué herramientas emocionales necesitas para solucionar esto?
-- ¿Qué es lo que te falta, lo que te sobra y por lo que sigue presente esta situación
en tu vida?
-- ¿Qué te motiva para superar esta dificultad?
-- ¿Qué miedos debes enfrentar para terminar con esta experiencia?
-- ¿Con qué fortalezas te conecta esto que te está pasando?
-- ¿En qué pensamientos te estás enredando para permanecer en esta situación que
no quieres?
-- ¿Cuáles de tus pensamientos te están boicoteando a ti mismo?
-- Si esta situación tuviera un sentido, ¿cuál sería?
-- ¿Cuál es la diferencia si cambias el “por qué” por el “para qué” te está pasando esto?
-- ¿De qué forma puedes emplear esta situación para que te impulse hacia delante?
-- ¿Qué eliges pensar, creer y/o decir en este momento?
-- ¿Cuál suele ser tu posición ante las dificultades, víctima, héroe, te achantas o te
amilanas? ¿Tiendes a superarte o te empequeñeces?
-- ¿Qué puedes hacer hoy mismo, ahora mismo, para que esto sea diferente?
-- ¿Cuántas veces te has obcecado en un pensamiento que no te lleva a salir del
problema en el que estás?
-- ¿Crees que tu actitud frente a los problemas te ayuda a resolverlos antes, o a
mantenerlos en el tiempo?
-- ¿Dónde sueles estar más tiempo, en las excusas o en las razones para superar algo?
-- ¿En qué sueles poner tu atención, en el problema o en la solución?
-- ¿Qué podrías pensar en este momento que te ayudaría a ver la situación de una
manera totalmente distinta?

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? El poder de las preguntas poderosas

-- Si lo que te está ocurriendo tuviera algo de positivo, ¿qué piensas que podría ser?
-- ¿Estás siendo fiel a ti mismo con tus actitudes?
-- ¿Estás resolviendo esta dificultad siendo coherente contigo mismo?
-- ¿Cómo cambia el significado de un evento cuando eres capaz de cambiar tus
pensamientos sobre lo que ha ocurrido?
-- ¿Eres consciente de la estrecha relación que existe entre tus pensamientos, tus
emociones, tus actitudes, decisiones, y con los resultados que obtienes?

Finalmente...
-- ¿Estás preparado para tomar las riendas de tus pensamientos, emociones,
actitudes, decisiones y resultados?
-- ¿Estás listo para ser tú quien dirija tus pasos en la vida?

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Conclusión

6 CONCLUSIÓN
Ya hemos visto el gran poder de las emociones sobre nuestra vida y de cómo ellas determinan
las actitudes que tenemos, las decisiones que tomamos y de lo profundamente relacionados
que están nuestros pensamientos con los resultados que tenemos en la vida.
La comprensión de nuestras emociones, de dónde surgen o hacia dónde nos llevan es
fundamental para poderlas manejar y modificar.

El campo emocional es mucho más hondo y rico que solamente la emoción aislada. Vemos
que se trata de mucho más. Y, sobre todo, vemos que tenemos a nuestro alcance una serie de
herramientas con las que podemos trabajar para controlar nuestras emociones, para dirigirlas
y, en la medida de lo posible, mantenernos en un espacio de equilibrio emocional sostenible.

Incluso en las emociones reflejas e instantáneas que se supone que surgen sin que podamos
hacer nada para ello, vemos que sí es posible poder tener un mayor control cuando realizamos
un trabajo personal que ahonda en nuestros valores, virtudes o en nuestra moral. O podemos
comprobar el gran poder que tiene la respiración consciente y profunda cuando nos sentimos
alterados. Podemos comprobar cómo rápidamente nos ayuda a regularnos y a retomar un
estado de tranquilidad mientras nuestra mente se despeja.

Vemos cuán importante es cuidar de nuestro lenguaje y mantener una coherencia de vida
para que todo pueda funcionar como deseamos.
Hemos visto, también, que todos nos movemos más o menos por las mismas cosas, tenemos
las mismas necesidades de base, los mismos miedos. La gran diferencia está en lo que cada
uno hace con sus experiencias. El significado que le da a las situaciones que vive y a cómo
se relaciona consigo mismo, con los demás y en cómo responde a la adversidad.

Tal vez, no podamos cambiar lo que pasa fuera de nosotros, pero sí podemos cambiar nuestra
manera de percibir el mundo y de relacionarnos con él.
Siempre podemos elegir desde dónde nos posicionamos.

Pese a que la extensión del libro no me ha permitido profundizar demasiado en varios


aspectos, espero haber podido transmitirte algo importante. Sumamente importante. Y es que
tú tienes mucho más poder dentro de ti del que puedes imaginar. Que puedes hacer grandes
cambios en tu vida simplemente cambiando tu percepción sobre las cosas. Cambiando tu
lenguaje y eligiendo conscientemente tus pensamientos.
Siendo tú el jardinero que siembre bellas semillas en tu mente. Cuidando de tus emociones
y tratando de ser, cada día, un poquito mejor.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Conclusión

Con el deseo de haber sido de utilidad, me despido, quedando siempre a tu disposición.


Un fuerte abrazo.

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¿CÓMO PUEDO ENTRENAR MIS EMOCIONES? Bibliografía

7 BIBLIOGRAFÍA
-- “Inteligencia emocional” Daniel Goleman
-- Temario de estudio de ICG (International Coaching Group)
-- Temario de estudio de la Diplomatura en Inteligencia Emocional y Social para
Brain Emotion Formación
-- “Interacción entre la razón y las emociones en el ser humano” según Santo
Tomás de Aquino.
-- “Educación de las emociones” Ángela del Valle López

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