Ancient Rome">
Ricotí21
Ricotí21
Ricotí21
Editorial. ...............................................................................................................................................2
Adriano. Las memorias de un emperador.
Enrique Gozalves Cravioto............................................................................................................ 4
Pregón 2015.
Esther Atienza Suarez................................................................................................................. 11
Sociedad y asociacionsmo.
Antonio Contreras Lerín.........................................................................................................................14
Los nombres del abuelo.
Luis Villacé Vazquez ................................................................................................................................24
Valeria, recuerdos del pasado.
Miguel Romero..........................................................................................................................................28
.“Libros de fábrica” de la iglesia de Valeria (1761-2013)
Eduardo Domínguez Suay.....................................................................................................................34
Los jesuitas conquenses y la arqueología.
Laura Lara Martínez..............................................................................................................................58
Curso de Formación en Arqueología. Valeria. Campaña 2015.
Santiago D. Domínguez y Michel Muñoz..........................................................................................60
Juan Parra, Pionero de la interpreción virtual en Valeria
Juana Caballero........................................................................................................................................81
Interpretación virtual del yacimiento de Valeria.
Juana Caballero........................................................................................................................................81
Reconstrucción del hormigón romano “opus caementicium” de la ciudad
romana de Valeria (Cuenca, España).
Martín Cifuentes, P., Ferrandis Martínez, F.J.,
Naharro Martínez, J. y Naranjo Camuñas, F....................................................................................88
El origen de Roma: realidad y leyenda.
Jaime García-Torres Entrala...................................................................................................................94
Si los perros hablaran… Los mastines más allá de la Antigua Roma. María
Lara Martínez....................................................................................................................................... 102
Viejas y nuevas derivas del PÉPLUM. Entre la Biblia
y la fantasía galáctica.
Pepe Alfaro.............................................................................................................................................. 106
Pompeya en el cine. Péplum, melodrama y justicia divina.
Pablo Pérez................................................................................................................................. 112
La cocina romana.
Julián Torrecillas y Mª José López.............................................................................................. 118
Valeria Condita.
Ángel Trifón............................................................................................................................................ 120
EDITORIAL
A veces, cuando se pasea junto al viejo foro y la basílica
–tan tranquila ahora, como ajetreada hace veintiún siglos- de
esta ciudad, o sobre el cerro que encierra el secreto de la pri-
mera y humilde iglesia -hecha deprisa, con la humildad del
románico popular, por gentes pendientes, siempre y al mis-
mo tiempo, del arado y de la espada, cuando por estas tierras
resonaba aún el grito orgulloso del último adalid moro de
Alarcón saltando desde su torre albarrana al vacío- a veces,
sólo a veces, al paseante, tranquilo pero anonadado por lo
que ve, por lo que imagina, se le acumulan en la memoria,
urgentes, como las nubes de Los Llanos, unos versos que de-
finen, la majestuosa soledad del momento:
Publio Aelio Hadriano ocupó el cargo imperial en Roma desde el 118 al 138. Su tra-
yectoria política y personal está íntimamente ligada a varios hechos fundamentales en su
devenir y en el de Roma, pero también a varios nombres de personajes. De estos, dos de
ellos los conoció personalmente, de los otros sin embargo ignoró su existencia futura.
Los primeros fueron su predecesor y autor final de su elevación al trono imperial, su
predecesor el emperador Trajano (98-118), así como su colaborador, consejero y amante
el gran y desconocido Antinoo. Aquellos a los que no conoció fueron los que escribieron
acerca de él. En la antigüedad el biógrafo Aelio Espartiano recogió datos de su vida y es la
principal fuente histórica acerca de su imperio, pese a lo cual debe indicarse que escribió
en el siglo IV. Sus referencias se complementan con datos recogidos por el historiador
Dion Cassio, y en ambos casos utilizaron una biografía del emperador escrita por uno de
sus libertos. Pero sobre todo, sobre todo, una gran literata contemporánea nuestra.
Las “Memorias de Adriano” constituyen una de las noveles históricas más importantes.
Su autora fue Marguerite Yourcenar (1903-1987), escritora francesa nacida en Bélgica y
nacionalizada norteamericana. Se trata de un relato en primera persona por parte del
emperador, escrito de forma fidedigna a través de las fuentes antiguas. De hecho, Yourcenar
sigue el testimonio de la bibliografía del emperador escrita por Elio Espartiano, con
datos también tomados de Dion Cassio, puesto que estos dos escritores de época romana
utilizaron la biografía que de su señor había escrito el liberto Flegón. La edición española
de las “Memorias de Adriano” fue realizada a partir de la espléndida traducción de Julio
Cortazar, y se trata de una auténtica obra maestra que por su estilo, es un auténtico reportaje
documentado, sin embargo es visto de formas diferentes: se trata de un “libro de culto” para
mucha gente, pero sin embargo aburrido para otros.
Entre los hechos destacables de Adriano destaca su evidente vinculación con Hispa-
nia. Entre todos los emperadores romanos, Adriano es uno de aquellos escasos que en
teoría pudo en algún momento visitar la ciudad de Valeria. Según la gran mayoría de los
testimonios de la antigüedad, Adriano era natural de la ciudad bética de Itálica, actual
pueblo de Santiponce ubicado a escasos kilómetros de Sevilla. Era miembro de una fami-
lia que mezclaba su prosapia de esa ciudad con la gaditana, en este caso por vía materna.
Sin duda mantuvo un extraño acento, podemos con una simpatía imaginativa conside-
rar que “andaluz”, durante toda su vida: siendo ya emperador, a partir de sus aficiones
literarias, quiso declamar en público en uno de los teatros de Roma, en una actuación
de relación intelectual con el pueblo como tribuno que no le salió precisamente bien,
puesto que el público se rió y burló de ese extraño acento que tenía un provinciano que
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Adriano fue un emperador viajero, y por ello fue uno de los que estuvo en Hispania,
en un concepto de modernidad: su predecesor Trajano había inaugurado el estilo del em-
perador fuera de Roma, pero en ese caso en campañas militares, Adriano por el contrario
fue el emperador fuera de Roma, pero en este caso en visita a las provincias, en las que
tomaba nota de los problemas, se preocupaba de las mejoras de los servicios, y natural-
mente recibía el homenaje de las gentes. En el caso de su viaje a las Hispanias, sabemos
de un rasgo de modernidad. Como es sabido, la visita de las más altas autoridades supone
limpiar las ciudades y en parte embellecerlas, “ponerlas como un pincel”. No sabemos si
Adriano estuvo en Valeria, por su situación lejos de grandes capitales y puertos es impro-
bable, pero de ser así no cabe duda de que Valeria fue “puesta como un pincel”. Además
en Valeria en este momento los arqueólogos e historiadores conocemos más testimonios
de su predecesor Trajano que del propio Adriano. De Trajano se conserva una muy cono-
cida estatua, con su peinado típico, y sin embargo no de Adriano. Y además de Trajano
se conocen más monedas descubiertas en Valeria y proximidades que de Adriano, justo al
contrario de lo que se tenemos documentado en Segobriga. La epigrafía latina tampoco
apunta a que bajo Adriano la ciudad de Valeria tuviera un aumento de importancia res-
pecto a momentos anteriores.
Hemos aludido a la mejora en las provincias visitadas. Este es un hecho muy bien cono-
cido en relación a los viajes de Adriano, que significaron una nueva re-monumentalización
nada menos que de la ciudad de Atenas, de lo que se conserva su puerta urbana y su biblio-
teca, pero también en Egipto, o de ciudades muy diversas de la provincia de Asia (Turquía)
en especial Éfeso. En Hispania, la revisión de los repertorios epigráficos, como por ejemplo
el catálogo de José Vives, permite observar el repunte extraordinario de los miliarios de
caminos a nombre de Adriano. Este hecho refiere históricamente un momento de arreglo
considerable de las calzadas romanas, obras en los caminos que se pueden poner en relación
con la estancia de Adriano en Hispania. Muy posiblemente no corresponde a una simple
casualidad el hecho de que precisamente un miliario a nombre de Adriano se haya descu-
bierto en la zona de Segobriga, por donde transitaba una de las principales calzadas de la
Hispania romana (la conocida después como “Camino Murciano”).
En cualquier caso, al parecer Adriano en su viaje, por las razones que fueran, no quiso
entrar en su Italica natal y prefirió continuar el camino hasta el puerto de Gades (Cádiz),
ciudad de su familia materna. Ello no fue obstáculo para que con posterioridad en Italica
se realizara la obra e inversión más potente, la recreación de la ciudad como una nueva co-
lonia romana con el nombre de Aelia Italica. Ésta había sido la primera de las fundaciones
romanas en Hispania, creada por Escipión hacia el año 206 a. C. para residencia de los
soldados heridos en la guerra contra los cartagineses. Pero la ciudad tuvo una refunda-
ción ahora con estatus colonial y de hecho el campo arqueológico que visitamos hoy día
es producto de la nueva creación de Adriano.
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En la división de emperadores “buenos” y “malos” sin duda Adriano ocupa una posi-
ción muy señera entre los primeros. Con toda probabilidad mejoró la actitud de su pre-
decesor Trajano y señaló la dirección del optimus princeps, doctrina política en la que el
ejercicio del poder se efectuaba desde una posición del “mejor de los ciudadanos roma-
nos”. Accedió al poder en medio de una polémica que se plasmó poco tiempo después en
una auténtica conjura encabezada por Lucio Quieto, un militar que había reprimido con
dureza la revuelta en Judea, y que se sublevó cuando ejercía el mando de las Mauretanias
(Marruecos y Argelia). En la conjura participaron varios senadores y todos ellos fueron
Ricotí 8
eliminados sin recurso a un proceso judicial. Pero sin embargo Adriano fue un empera-
dor benigno, practicante de lo que podríamos llamar “buen despotismo”, con voluntad
de ser “padre” de los ciudadanos en ejercicio del cargo de P(ater) P(atriae). Pero fue mu-
cho más querido en las ciudades de las provincias que en Roma debido sobre todo a sus
constantes ausencias, además de gozar de muy pocas simpatías en el Senado romano. “Mi
vida misma empezaba fuera de los muros de Roma….. Roma ya no está en Roma”, pondrá
en su boca la novela de Yourcenar. Cuando ya se decida a dejar de viajar, afectado por la
enfermedad, se hará construir su palacio a bastantes kilómetros de Roma, en Villa Tivoli,
aumentando con ello el rencor de muchos habitantes de la ciudad.
Teatro circular en el Pero además Adriano fue un buen y eficaz gobernante. Reformó el gobierno de
palacio de Adriano en Roma y la administración, quitando definitivamente competencias al Senado, y ha-
Tívoli. ciendo una administración más eficaz y técnica: “somos funcionarios del Estado, no
Césares” dirá el Adriano de Yourcenar. Frenó la expansión militar del imperio para
racionalizar su propia extensión. Para ello fijó las fronteras con pueblos externos, cons-
truyendo sistemas de limes. De todos ellos el más conocido sin duda es el muro de
Adriano en Britania que separaba la parte romana del dominio de los temibles pictos.
Fomentó el desarrollo de las provincias, y como símbolo de su reconocimiento, inició
una serie de acuñaciones de monedas con su nombre. Ciertamente este hecho se inte-
graba en la propaganda, pero mostraba el interés por un reconocimiento. Conocida es
una moneda emitida con el nombre de Hispania que presenta en el anverso el retrato
barbado del emperador, y en el reverso la imagen de Hispania: una noble mujer que
lleva finas trenzas como peinado con su túnica, recostada con los montes Pirineos en
su espalda, que tiene en la mano una rama de olivo, como símbolo de la riqueza aceitera
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hispana, y también aparece un conejito como símbolo de la cuniculosa Celtiberia men- Una de las monedas
cionada por los poetas. acuñadas por Adriano
con el nombre y alegoría
Otra última iniciativa política merece el reconocimiento. Roma tenía un evidente de Hispania.
problema constitucional en el hecho de que, en realidad, el sistema de sucesión en la cús-
pide del imperio se encontraba sin establecer. Trajano no había fijado sucesor, aunque
es cierto que había dado señales pero no evidencias de su preferencia por quien era su
sobrino segundo. La sucesión dependía de la “colocación” pero también de una serie de
azares en los movimientos de la Corte. Adriano consideró que había que fijar una forma
para evitar polémicas y conjuras, por lo que todavía en vida designó como su sucesor a
Antonino Pio: por tanto estableció el “dedazo” al estilo mexicano. Como estaban las
cosas fue una bendición para Roma, porque evitó las polémicas y las conjuras y, de he-
cho, el sistema fue eficaz y dotó al imperio de estabilidad durante muchas décadas de sus
inmediatos sucesores. Roma no era una democracia, ni siquiera la concebía, por lo que el
sistema de la asociación al trono, como emperador delegado, significó un avance político
y estabilidad para el imperio.
Aún y así, es cierto que el principal punto negro en un emperador relativamente pa-
cífico fue el de la política judía. En efecto, después de unos primeros momentos muy
convulsos en Judea, traspasado el ecuador de su mandato se produjo una formidable re-
belión de carácter nacional, encabezada por el dirigente Bar Kochba, que pretendía echar
a los romanos de Judea. La misma partió según Dion Cassio de la decisión de Adriano de
establecer una colonia romana en Jerusalén, pero es cierto que junto a ello deben citarse
medidas de imposición religiosa destinadas a asimilar a los hebreos. La situación fue muy
grave pues temporalmente llegó a establecerse un Estado judío. La reacción militar llevó
a Judea a varios legiones romanas que de forma particularmente sangrienta por ambas
partes terminó por dominar la situación. Según Dion Cassio en la guerra murió más de
medio millón de judíos, pero más allá de la realidad o no de esta cifra, los judíos fueron
expulsados de Jerusalén y de su tierra. Sin duda fue este ya el momento definitivo de la
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llegada de los hebreos al Occidente romano, por lo que fue un capítulo fundamental en
la llamada Diáspora. Incluso relatos medievales como la historia del andalusí Ahmad
al-Razi, tratando de las ruinas de Italica, habla de este episodio y de la expulsión y disper-
sión de los hebreos.
Nunca nos desvinculamos de Valeria, pues allí quedaban los abuelos, tíos, primos, ami- Esther, Juli,
gos..., es decir, nuestras raíces. Cada verano, y siempre que podíamos, preparábamos el Amparo, Luz...
regreso al pueblo, en principio en la Catalana y Cubillo, y más tarde por otros medios.
Era una alegría volver a ver a la familia, a los amigos y caminar por sus calles sin arreglar,
yo me pasaba todo el verano, como decían mis abuelas, con las rodillas y los codos “exo-
llaos”. Pasábamos el día en la calle, íbamos a los riscos, al río, a las cuevas... Creyéndonos
sin supervisión, aunque la vigilancia era intensa, no solo por nuestros padres y familiares,
sino por cualquier vecino del pueblo, esa era una responsabilidad compartida por todos.
Dicen que la información ahora, con el Whatsapp, el Twitter, etc... es rápida, aquello sí
que era rápido con el boca a boca, antes de que llegarás a casa todo el pueblo sabía dónde
habías estado, cómo y con quien.
Estábamos en la plaza, lugar de paso, pero sobre todo, lugar de encuentro, de intercambio
generacional, allí nos juntábamos los guachos, los jóvenes y los mayores. Nos reuníamos
allí cada día a jugar al bali-bala, a las perolas, al bote-bolero, al corro, juegos muy distintos
a los de hoy, sin cables ni conexiones. Saltábamos el reguero, hoy ya desaparecido, usando
como pértiga un tronco de girasol de los de entonces. Y cruzar la Gruda cada noche para
llegar a casa de los abuelos nos suponía un reto, atravesar ese arco oscuro que desemboca-
ba en una calle, oscura también, solo iluminada por una bombilla de bajo voltaje.
Ricotí 12
La familia de
Esther Atienza
Una visita casi diaria a la fuente de la Huerta con nuestros botijos, yendo a por agua con
la pandilla, las chicas con los botijos y los chicos apedreándonos ¡cosas de la edad!, luego
estableceríamos con ellos relaciones más amistosas.
Íbamos a las Ruinas, que, para nosotros entonces, nada tenían que ver con Roma y su
imperio, a merendar con la señora Justina, y corríamos por allí y saltábamos de piedra
en piedra, inconscientes de que saltábamos sobre miles de años de historia. Ajenos a ese
detalle histórico, nos encantaba ir allí para disfrutar de ese entorno maravilloso.
Con el tiempo hemos aprendido que estas ruinas son una baza importante para relanzar
el pueblo, que esta ciudad romana es uno de los yacimientos arqueológicos más impor-
tantes de la provincia.
Pero lo que de verdad es importante y nos hace volver cada año es, sin lugar a dudas, su
gente, gente que hace de este pueblo un pueblo abierto, acogedor, hospitalario, gente so-
lidaria, sencilla, luchadora, que en momentos de dificultad han sabido unirse para pelear
por las cosas justas, la pelea por el agua, por el ayuntamiento, apostando por la cultura
que marca nuestras señas de identidad y se han organizado en asociaciones como la Aso-
ciación Cultural La Gruda y la Asociación de Vecinos para conseguirlo.
Me gustaría, como mujer que soy, hacer una mención especial a las mujeres de Valeria, a
estas mujeres que han trabajado duro durante toda su vida, trabajando en el campo como
uno más, y luego haciéndose cargo de la casa, de los hijos y de los maridos.
Cuántas veces hemos oído a mi madre y a mis tías contarnos como rompían el hielo en el
río para poder lavar la ropa, como traían el agua de la fuente con un botijo en cada mano
y un cántaro en la cabeza, fregando los cacharros con arena que recogían de las cuevas.
Mujeres que han sabido transmitirnos su sabiduría, el respeto a los mayores para mante-
ner las costumbres, pero también a tener un espíritu crítico y a cuestionarnos aquello que
está basado solo en convencionalismos. Nos han transmitido la importancia de saber, de
estudiar, el valor del esfuerzo, que han sabido darle la vuelta a la educación y sustituir
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Desfile
de Bacantes
Sociedad
y asociacionismo
Valeria de Arriba, Cuenca
Antonio J. L. Contreras Lerín
Introducción
Añada de la Parra
1,75 ptas., en 1920: 2,50 ptas. Se llevaba el trigo a moler, se volvía con harina, sin dinero
en metálico.
La riqueza fundamental de Valera de Arriba en el período del estudio, quizás tam-
bién durante unos siglos antes y algunos años después, se basó en el cultivo de los ce-
reales, donde el rey era el trigo. Cebada, centeno, legumbres y otros productos agrícolas
acompañaban al trigo. Para completar y hacer algo variable esta orientación cerealista se
acompañaba la agricultura con algunas cabezas de ganado ovino de carne, obteniendo
también algunos beneficios con la lana. Azafrán, miel, patata y remolacha en secano,
huertos en verano se añadían a este reducido abanico de bienes de producción. Uva tinta
y vino tenían alguna importancia.
La mayor parte de la mano de obra, de profesiones, estaba constituida por los cono-
cidos labradores, suponían alrededor del 80 % de las ocupaciones de la población. He-
rreros, barberos, paleros, médico, veterinario, sastre, farmacéutico, sacerdote, molineros,
etc. eran otras de las profesiones u oficios. Destacar que la mayoría de las personas dedi-
cadas a la agricultura o a la ganadería trabajaban en tierras propias o arrendadas, por lo
tanto había pocos jornaleros en Valera de Arriba. Es cierto que la extensión de la tierra
a trabajar era escasa, completándose este trabajo de agricultor con algo de ganadería, de
colmenas, etc.
Una gran parte de la superficie del término era improductiva: eriales, monte bajo,
terrenos con exceso de cal, terrenos desnudos sin casi suelo, pendientes elevadas, etc.
Además las siembras se efectuaban de año y vez; un año se sembraba un determinado
terreno o pedazo, al año siguiente se dejaba de barbecho, como pasto para el ganado,
se dejaba descansar. El término se dividía en dos añadas: la de La Parra de las Vegas y la
de La Olmeda del Rey. Así la poca superficie de cultivo se reducía a la mitad, a esperar
lluvias adecuadas en cuanto a cantidad, al período de distribución. Dos elementos eran
fundamentales para este trabajo duro e ingrato: el ganado de labor y el apero secular: el
arado romano. El ganado de labor preferente era el mular, casa con un par de mulas, con
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Principios de siglo XX
dos pares de mulas… Donde escaseaba la economía para el ganado mular, se sustituía por
asnos o burros. La parcelación era grande, los pedazos de reducida extensión y ubicados
algunos de ellos a kilómetros del pueblo. Tiempos de recorrido de ida y vuelta prolon-
gados. Otro instrumento importante a tener en cuenta y necesario: el carro. Carro para
acarrear, para transportar toda clase de objetos y productos.
El arado romano marcaba un surco más o menos profundo según la textura y estruc-
tura del terreno. Servía en un principio para trazar el surco donde iría a parar la semilla,
se abría cara a la primavera. La siembra en el otoño, luego se tapaba la semilla con un
segundo pase de arado. En terrenos buenos se pasaban más de dos pases. Trigo, centeno,
cebada… siembras en otoño; otras cebadas de ciclo más corto se sembraban durante el
invierno. Uno de los complementos en la economía familiar era el huerto; huerto con
posibilidades de agua para el riego; productos hortícolas variados: tomates y pimientos,
algún frutal. Con mano de obra suficiente se decidía la familia a la plantación del aza-
Ricotí 20
Fiesta de San Isidro frán; la recolección de “la rosa” en el mes de octubre. Siembra de legumbres: garbanzos,
judías, almortas…
La ganadería lanar, las colmenas eran otros complementos importantes de la agricul-
tura. Carne, lana, miel, cera… elementos de cierta importancia para algunas de las fami-
lias. Por el término se distribuían numerosos corrales y tinadas para el recogimiento o al-
bergue del ganado; los pastores, los zagales se encargaban de estas tareas. Leña del monte;
caza variada. Los animales domésticos tenían su importancia: ganado de cerda, gallinas,
conejos… determinaban una seguridad añadida, complementaria de la subsistencia.
La herencia tradicional: la propiedad se dividía en partes iguales para todos los hijos
sin distinción de sexo. Salvo excepciones la herencia se recibía a partir del fallecimiento
del propietario; aunque en algunos casos la entrega o el usufructo se realizase en vida
del dueño, era a modo de dote o entrega a los recién casados para ayudarles a iniciar su
trayectoria laboral independiente. Pocas escrituras de herencia pasaban por la Notaría o
Escribanía; lo normal era la cumplimentación de las “hijuelas”, contratos privados, tanto
para las herencias redactadas por los padres y los hijos, o para los casos de compra-ventas
entre particulares con testigos y firmas. Esta forma tradicional del reparto de bienes tenía
una grave consecuencia: la extrema parcelación del terreno de cultivo; además las parcelas
solían dividirse longitudinalmente con el fin de repartir también calidad, dando lugar a
parcelas muy alargadas. Lo existente era una situación clara de minifundio. Por último
destacar que: aunque la propiedad se mantenía en el caso de las mujeres, sin embargo la
administración de esta propiedad correspondía al marido o cabeza de familia.
La sociedad en general se dividía en dos diferentes apartados: por una parte el grupo
de labradores y ganaderos, suponiendo una mayoría social; por otra: el grupo de profesio-
21
Virgilio y Teófila
nales y oficios varios. Otro pequeño apartado en el caso de Valera de Arriba era el de los
jornaleros, pero tenía menor importancia; en casi todos los casos se trataba de jornaleros
temporales. De esta manera, la sociedad, las tradiciones, las costumbres emanaban sobre
todo del numeroso grupo del sector agrario. Al tener los trabajos una estacionalidad
concreta y repetitiva anual, la educación primaria hasta los 13 o 14 años casi siempre se
cumplía. Existía una escuela de niños, otra de niñas. El personal analfabeto era reducido.
Personas, familias, vecinos cercanos se reunían en las tardes templadas del año, en la
calle o en la plaza; o en el interior de las casas, en veladas nocturnas al abrigo de alguna
lumbre o estufa, bajo la luz de algún candil o vela. Se reunían, hablaban, escuchaban.
Escuchaban a sus mayores: costumbres, tradiciones, chascarrillos, sucesos. Era la forma
tradicional de la transmisión de conocimientos, de la vida… Más tarde llegó la electrici-
dad al municipio y a los hogares; en el número del 25 de enero de 1921 de la revista “La
energía eléctrica” se lee: “El salto de El Castellar”. En fecha próxima empezará a funcio-
nar la fábrica de electricidad. Construida por D. Francisco Ochoa, sobre el antiguo mo-
lino y salto de El Castellar, a 38 Km. de Cuenca. Los pueblos de Villar de Olalla, Mota
de Altarejos, Valdeganga, Valera de Abajo y Valera de Arriba, etc. tendrán luz eléctrica
dentro de un par de meses”.
Aparte de estas actividades cotidianas: trabajo en el campo o con el ganado; tareas
domésticas de las mujeres en la casa o en el corral; lavado de ropa en el río Zahorra;
asistencia de los pequeños a las escuelas; asistencia a las funciones religiosas; trabajos en
las casas en tiempos de nieve, helada o lluvia, con el arreglo de aparejos de las caballe-
rías, con trabajos de esparto…; desplazamientos a las fuentes (Navarro, Nueva, etc.), a los
abrevaderos; visitas cada 15 días al horno para cocer las hogazas después mantenidas bajo
manta, o para hacer magdalenas y pastas en días señalados. Aparte de algunas activida-
Ricotí 22
des extraordinarias con el fin de reparar caminos, fuentes, puentes, con jornales gratuitos
de la población, dado que los recursos institucionales eran escasos o nulos. Aparte de
todo lo anterior, estaban establecidas unas fechas anuales conmemorativas: en enero,
San Antón (hogueras); el 28, San Julián (cesteros). Semana Santa. San Isidro el 15 de
mayo. El 8 de septiembre, la patrona, la Virgen de la Sey, esta fecha festiva era distinta de
la fiesta principal de los pueblos limítrofes. En diciembre, Navidad.
Las bodas con la previa petición de mano, con la celebración festiva durante tres días
consecutivos. Los bailes en los salones, con asistencia vigilante de madres y vecinos, acor-
deón, batería, trompeta… la rutina anual de la medición de los mozos de reemplazo; la
asistencia a las funciones religiosas, las mujeres y niñas en los bancos del lado derecho,
con sus respectivos velos negros y blancos; los hombres en los bancos de la izquierda.
Algún que otro espectáculo sencillo en la plaza del pueblo. Los toques de trompetilla del
aguacil publicando alguna disposición superior, alguna venta…
Allí se situaba Valera de Arriba con los pueblos cercanos conocidos: Olmeda del Rey,
Valera de Abajo, La Parra de las Vegas; y con sus centros comarcales: Cuenca a unos 35
km., Valverde de Júcar a unos 15. Unos municipios, unas sociedades, unas personas sin
ningún tipo de cobertura social.
***
Algunos acontecimientos y datos relacionados con el periodo del estudio.
Desde 1876 hasta 1923 liberales y conservadores se iban alternando en el Gobierno
Español. En 1885 se inaugura el ferrocarril: Madrid-Aranjuez-Cuenca. En 1914 se inicia
la Primera Guerra Mundial, finaliza en 1918. El 13 de septiembre de 1923 se produce el
Golpe de Estado por el General Primo de Rivera, se prolongó durante seis años. El 14 de
abril de 1931 se proclama la Segunda República.
La orientación productiva fundamental en la provincia de Cuenca era la agraria, agri-
cultores y ganaderos distribuidos por las tres comarcas: La Serranía, la Alcarria y La
Mancha. En la Serranía y en La Alcarria predominaba el minifundio, en La Mancha se
daba el latifundio. La industria era minoritaria, destacando la madera. Algunos oficios
varios y artesanales completaban el panorama de esta sociedad conservadora y casi está-
tica. La provincia, paso entre Madrid y Valencia. En Cuenca capital algunos empleados
públicos. La capital, avanzadilla de municipios de la provincia en varios aspectos, tam-
bién en el asunto del asociacionismo. En general, se puede concretar: Una deficiente ca-
lidad de vida; inseguridad en las producciones agrarias; paro estacional; alto porcentaje
de analfabetismo.
*****
Asociacionismo.
Se pueden datar los inicios del cooperativismo en España durante la segunda mitad
del siglo XIX. En general, el asociacionismo o movimiento cooperativo agrario en Espa-
ña, durante la segunda mitad del siglo XIX y primer tercio del XX, se concreta en dos
orientaciones o movimientos diferentes: uno de carácter socialista, republicano, anar-
quista; el otro, Estatal, conservador, aliado con la Iglesia Católica. Por lo que respecta a
la provincia de Cuenca, los inicios del asociacionismo son tardíos e imprecisos. A conti-
nuación señalo algunas de las normativas establecidas al respecto: Real Decreto para las
Cámaras Agrícolas, de 14 de noviembre de 1890, creadas e incentivadas por el Estado y
organizadas por líderes locales, provinciales o regionales; Ley de Sindicatos Agrícolas, de
28 de enero de 1906, con el fin de fomentar el espíritu rural, difundir la cooperación y
23
***
Por lo que se refiere a esta Ley y en concreto a la provincia de Cuenca, la relación de los
Sindicatos Agrícolas en fecha 1 de abril de 1923, así como el número de socios, recursos
y préstamos de los Sindicatos Agrícolas eran: Provincia: Cuenca; Nº de socios: 2.236;
Recursos del Banco de España: 10.000 (ptas.); Recursos de otras entidades: 77.000; prés-
tamos a los labradores: en metálico: 48.920, en especie: 57.087; Nº de Sindicatos: 45.
NOTA Nº 2.- Reglamento del Sindicato Agrícola de Valera de Arriba.- Cuenca: Impren-
ta Seminario Conciliar.
Art. 1.- Domicilio: calle del Val nº 3.
Art. 2.- Esta sociedad se compondrá de: labradores, propietarios, arrendatarios, obre-
ros y de cuantos individuos ejerzan profesiones anejas a la Agricultura y Ganadería.
Art. 3.- Comenta los diversos y generales fines…
Art. 5.- Socios 10 o más…
Art. 7.- Su carácter no puede ser político, sino católico, fundándose en los principios
del catolicismo social. El patrón del Sindicato: San Isidro labrador.
Art. 11.- Cuota de entrada: 5 ptas. más 1 pta. de cuota mensual.
Art. 15.- Las mujeres no tendrán voto ni derecho a cargo alguno, y solo podrán tomar
parte en las deliberaciones de la Junta General por medio de un socio delegado.
Arts. 29 y 50.-… un Consiliario formará parte de la Junta directiva, con voz pero sin
voto.
Art. 30.- No podrán ser elegidos para los cargos de la directiva los socios que no sepan
leer y escribir.
Art. 31.- Para los cargos de vocales serán elegidos siempre dos obreros del campo de los
más pobres.
*********
Los nombres
del abuelo
Luis Villacé Vázquez
En la escritura siempre llevaba el abuelo los nombres de Dalmacio y Eulogio. Sus nom-
bres habían sido elegidos por los progenitores en un pueblo con historia. Eran nombres
grecorromanos mantenidos por los siglos de una secular villa romana. Probablemente
esos nombres eran los últimos vestigios de la clásica cultura, al igual que lo eran las ruinas
de la ilustre villa de Valeria. En los nombres iba la solera de la historia ante el precipicio
del crepúsculo, ya que la historia ni siquiera pervivía en la memoria de los hogareños de la
villa. Habían transcurrido siglos desde el esplendor a la decadencia, desde la magnánima
memoria al olvido selectivo para no recordar todo lo perdido. Allí continuaba el testimo-
nio de las piedras civilizadas con la misma vocación de eternidad con la que los nombres
configuraban su historia. Eran piedras marginadas y olvidadas cuando los nombres del
abuelo testimoniaban sin conciencia las grandezas de otros tiempos. El nacimiento del
abuelo ocurría a principios del siglo XX, cuando las ruinas romanas de Valeria eran solo
recuerdos de la muerte y los nombres eran tradición de significados olvidados.
No ligaba el abuelo sus nombres con las andanzas de las grandezas clásicas. Tenía en
la memoria desde la infancia que el nombre de Dalmacio había sido un capricho de su
abuelo veterinario en honor de las excelencias de su homónimo profesor. Y el nombre de
Eulogio había sido un nombre registrado y olvidado para todos, hasta que en burocracias
de la mayoría de edad requerían la identidad que constaba en documentos oficiales.
En los tiempos más recientes se buscan los nombres para niños o niñas en función de
la eufonía, de la originalidad o del esnobismo de las nuevas tendencias. Sin embargo, en
aquellos lugares, donde se había parado el tiempo, los nombres estaban en función del
significado de la tradición o del significado léxico. Los nombres del abuelo no fueron
nombres en vano. Los nombres no eran simples melodías. Encerraban en sus letras el
testimonio de la historia o la premonición de un deseo. Corrientes filosóficas hubo que
ratificaban que los nombres conllevaban la esencia de las cosas y que el conocimiento de
los nombres conllevaba su dominio. Así ocurría también en el lenguaje pictórico de cier-
27
nes como dogmas de sabiduría popular, o retruécanos que jugaban con las palabras por
delante y por detrás. Todos los contenidos de los temas más variados alcanzaban en
sus copias un mayor esplendor, pues la belleza caligráfica enriquecía los fondos. Sus cua-
dernos eran como las enciclopedias con las que él había estudiado. En ellos había escrito
cosas de la vida cotidiana, respecto a fechas de acontecimientos familiares del pasado o
del presente, de herencias y compraventas de propiedades, de cualquier suceso reciente
que hubiera despertado su curiosidad...Asimismo, en ellos se encontraban textos bíblicos
o de las religiones orientales, así como párrafos seleccionados de El Quijote, su lectura
favorita, recreándose con las locuras cuerdas de Don Quijote y con las perogrulladas de
Sancho. Todavía siguen sonando en las ondas las sonoras carcajadas que tales locuras y
simplezas le producían.
Con el paso del tiempo, y con el acceso al avance en los medios de comunicación, el El Quijote,
abuelo abría los ojos de par en par cuando algún erudito de la tele o de la radio soltaba lectura preferia
algún discurso sobre geografía, sobre historia o sobre cualquier lección de la vida. Se em- del abuelo
belesaba tanto que parecía que oía con los ojos, dejando los oídos inmersos en las palabras
del orador ilustre. Aunque estaba limitado por formación, su vocación por la erudición
era su único pecado capital. Envidiaba con codicia el saber del erudito. Su concentrada
atención le hacía descubrir las lagunas que le parecían océanos de ignorancia. Y entonces
lamentaba su destino. Pero siempre encontraba algún amigo que le tranquilizaba el espí-
ritu con la reflexión de que los sabios sabían que era mucho más grande su ignorancia que
su sabiduría.
Sus nombres fueron su testamento y con ellos dejó la mejor herencia para las genera-
ciones venideras. Con ellos dejó el coraje del guerrero para evitar la guerra y vivir en paz,
la austeridad para vencer las tentaciones de la usura, la sabiduría del bien vivir, en el de-
sarrollo del conocimiento y en el amor a la palabra bella. La fidelidad a sus nombres, sin
pasarla por el tamiz de la conciencia, fue el testimonio de su vida. Vivió con dos nombres
y pasó por la vida como anónimo, como se hace la cultura de los pueblos. Formó parte
de las muchedumbres sin historia que estoicamente aprenden la vida en las palabras y
calladamente la viven.
Valeria
recuerdos del pasado
(Algunos datos de interés)
“En el presente es donde está el secreto. Pero tienes que prestar atención al pasado para po-
der mejorar este presente porque si lo mejoras, lo que sucederá después también será mejor.”
En 1587 se encuentra formando parte del Sexmo de Altarejos y figura con una iglesia Mujeres de
parroquial propia, una feligresía de 150 vecinos y un buen lugar de oración. Valeria de Arriba
En la visita que el Obispado realizará en el año 1654 nos cuenta que don Fernando de
Alarcón, caballero de la Orden de Santiago, es el señor del lugar, que habitan 170 veci-
nos y que el beneficio curado está anexo a la Dignidad de la Seo, sita en la Santa Iglesia
de Cuenca, siendo el Vicario que sirve a la iglesia de Valera el que percibe, solamente, la
administración de los curatos de la cuarta parte de frutos, tercería y diezmos menudos.
Igualmente, en este tiempo, “el Préstamo pertenece al Obispo y el Refitor, como en todas
las demás iglesias que lo tienen, pertenece a la Catedral conquense. La capilla mayor de
la iglesia es del Sr. de Alarcón, por compra que hizo de ella en el año 1583, con licencia del
Ordinario y por ella pagaría 400 ducados por una vez, haciendo la torre y obligándose a
reparar todo lo necesario, tanto de la citada Capilla Mayor como la Sacristía vieja, la cual
compró para hacer un relicario, haciendo una Sacristía nueva que adornaría muy bien con
elementos de plata y con un buen servicio de capellanes.”
Los que en ese momento eran sus capellanes: el Obispo de Pamplona, don Francisco de
Alarcón como Capellán Mayor; luego Domingo Chicano, Antonio Castillejo y Alonso
Ricotí 32
Interior de la Iglesia de Soria. Tienen cuatro misas a cargo cada semana, cada uno de ellos, y la dicen con pun-
de la Sey tualidad, excepto la del señor Obispo que la dice el propio Vicario de la iglesia por estar
ausente. Curiosamente, este Francisco de Alarcón fue hombre de alto prestigio, siendo
además obispo de Ciudad Rodrigo, Salamanca, Pamplona y Córdoba, habiendo fundan-
do unas Capellanías también en Palomares del Campo.
La iglesia de la Sey de Valeria tiene en este silgo XVI, dos relicarios muy ricos a los lados
de la dicha capilla, el del al lado de la Epístola está lleno de reliquias y el del al lado del
Evangelio tiene un Santo Cristo nuevo, de tamaño natural, cosa admirable por entonces.
Entre los demás papeles de esta capilla, el señor Visitador del Obispado dice observar un
Codicilo de don Diego Fernández de Alarcón, del Consejo de su Majestad en el Real de
Castilla, hecho en Toledo a 9 de abril de 1604, ante Álvaro Pérez de Cuentas, escribano
de número, por el cual manda por si faltare un Prior, doce canónigos, tres dignidades y
ocho Racioneros, seis capellanes y mozos de capilla y coro, además de un oficial.
“Se dice haber tres ermitas en esta villa: San Sebastián, Santa Catalina y San Miguel, y la
fábrica de la iglesia se compone con las limosnas que dan los fieles. Hay un Hospital muy po-
bre que solo tiene 12 reales de renta y se está cayendo y por esta razón no se guarda hospitali-
dad en él. Se dice que hay cinco estudiantes y de entre ellos, digo que, uno se llamaba Matías
Martínez, hijo de Julián Martínez, Sacristán, que estudia en el Castillo de Garcímuñoz,
del cual tiene noticias que es niño virtuoso y que estudia con codicia y que sus padres son muy
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pobres y tiene siete hijos, todos pequeños, y sería buena limosna meterlo en el “Desaminario”
en Cuenca para que no se pierda. Otro de los estudiantes es Bernabé Guijarro, mozo de 20
años, es heredero del Vicario de esta villa y ha comenzado a estudiar las artes en Alcalá. Es
modesto y virtuoso.”
De los pobres, y por la curiosidad en la forma de nombrarlos, los reflejo a todos, hacien-
do constar que estos pobres eran conocidos como pobres Ostiatim, y que su oficio para
poder subsistir era el de pedir de puerta en puerta y de casa en casa. En cuanto al apellido
de alguna de las mujeres debo decir que no debemos extrañarnos el que aparezca alguna
Rubia, Navarra o Romera, esto es debido a que por aquellas fechas y por lo menos hasta
finales del siglo XVIII, los apellidos que eran susceptibles de ser feminizados se femini-
zaban, apellidos que no siempre se correspondían con los de los padres. Así pues, y hechos
estos breves incisos digo que los pobres de solemnidad eran: María Maya, Ana Asensio,
Laurencia y María Chumillas, Francisca Vélez, Ana Martínez, maría Gil, Ana Parrilla,
Pedro Cabero y Damián Pérez, la de Mateo Robredo y María Martínez de España, La de
Monteagudo, La de Pedro escribano, Ana Martínez de Juan Cavero, Ana de Belmonte,
Alonso de Cuenca, Pedro de Contreras Maya, Francisco Pérez, Águeda García, María
Hidalga, Quiteria Navarra, Francisco del Olmo, Los nietos de Lucas Contreras, La Pas-
cuala, La Chumillana, La de Juan de Valverde y Miguel de Valverde, Bárbala la Coja,
Ana Rubia, Hilaria Romera, La de Vega, Alegría y Juan Castillejo, que se encuentra en-
fermo, los cuales, y aunque el Obispo de Pamplona le remite cada año 100 ducados, (el
importe del salario correspondiente a unos 400 jornales) se comprende y se ve que no
solamente no es suficiente, sino que ni se acerca a poder serlo.
Se dice “también que están cumplidas todas las misas de testamentos de las cuales el Vicario
exhibió las corrientes cartas de pago y que la última vez que le confirmó fue el año anterior, Plaza Ruíz de Alarcón
y lo hizo el Obispo de Osala.”
Ricotí 34
DOSSIER
“LIBROS DE FABRICA”
DE LA IGLESIA
DE VALERIA (1563 - 2013)
En la revista Ricotí del año 2015, publiqué un artículo sobre los “Li-
bros de Fábrica” de Valeria, que abarcaban desde el año 1563 hasta
el año 2013. Por su extensión, en dicho artículo solo se incluyeron
los Libros I y II, cuyo contenido comprendía desde 1563 hasta 1761.
En el artículo I, se hizo una introducción general sobre los Libros
de Fábrica de las iglesias y luego un desarrollo específico de la Igle-
sia de Valeria durante los periodos de 1563 a 1591 y de 1664 a 1761,
ya que el libro correspondiente a los años de 1592 a 1663, se en-
cuentra desaparecido.
En esta segunda parte del artículo, incluimos los Libros III, IV y V,
que abarcan desde 1762 hasta 1927, y que se encuentran deposita-
dos en el archivo Diocesano de Cuenca, complementados con los
Libros de Fábrica existentes en el archivo de la Iglesia de Nuestra
Señora de la Sey, que corresponde a los periodos 1876 a 1933 y 1944
a 2013, incluyendo además referencias a inventarios de ropas y
alhajas de la iglesia de Valeria y un pliego de condiciones de obras
realizadas en 1911.
Este tercer libro abarca un periodo de 90 años. Como en el primer y segundo libro, pode-
mos extraer información que quedó registrada y que es de interés para el conocimiento
de la Iglesia, del pueblo y de sus habitantes.
Hay que recordar, que en el año 1739, hubo un mandato del obispado de Cuenca a todas
las parroquias de su diócesis, indicando que “debido a la dificultad de mantener una frecuen-
cia anual de las visitas, por la extensión de la diócesis y con el fin de no perjudicar el control de las
cuentas, estas serán “tomadas” por los vicarios a los mayordomos, en los años en que no
haya visitador”.
El primer registro que aparece en la página 1 de este Libro III, corresponde al control de
cuentas del año 1762, que Don Pedro Santillana, vicario perpetuo de la iglesia de Valeria
hace a Joseph León Ibáñez, mayordomo de ella y cuya reseña dice:
“En la villa de Valera en catorce días del mes de julio de 1762 ante mí el vicario perpetuo de ella
pareció Joseph León Ibáñez mayordomo de fábrica a dar quentas de las rentas de ella, las que se le
formaron en la manera siguiente:
Ricotí Dossier 38
Cargo: Primeramente se le cargan 675 reales del Alcance de las cuentas antecedentes.
Ittem: 2.279 reales y 18 maravedíes de 113 fanegas, 11 celemines y 3 quartillos de trigo que que-
daron de pro en las quentas antecedentes y se vendieron a 20 reales fanega.
Por venta de trigo, camuñas (zevada, zentena y avena), corderos, mosto, memoria de Juan Con-
treras, réditos de censos, capillos, rompimientos, enlucimiento de sepulturas, sepultura vendida a
María Lucas, mujer que fue de Pedro Ruiz, otra a Alonso Cavallero Quijano, sacristán que fue de
ella.
Total Cargo: 4.475 reales y 18 maravedíes.
Datta: Por pagos de cera, aceite, limosnas a varios cristianos nuevos, compostura de badajo,
incienso, sogas y cintas, medio tapiz, manteles y hechuras de manteles, derechos parroquiales, si-
tiado al sacristán, lavado de ropa y añalejo, vino, ramos y santos óleos, pilas y mesadas, subsidio.
Total data: 997 reales y 2 maravedíes.
Alcance al mayordomo: 3478 reales y 16 maravedíes.
Firma el vicario Don Pedro de Santillana y el mayordomo Joseph León Ibáñez.
Observamos, que los ingresos y pagos de la iglesia son parecidos a los de años anteriores.
En el año 1764 se produce de nuevo la presencia del visitador, en este caso, Don Marcelo
López Ximénez, cuya reseña dice:
“En la villa de Valera de Arriba ocho días del mes de noviembre de 1764, el Sr. Licenciado Don
Marcelo López Ximénez, Presbítero del Gremio de la Universidad de Alcalá, opositor a sus
Cáthedras de cánones, abogado de los reales consexos, examinador sinodal y visitador general de
este obispado, por el Ilmo. Sr. Isidro Carvajal y Lancaster, obispo de Cuenca, del consexo
de su Majestad, estando celebrando la visita eclesiástica hordinaria de esta villa, pasé a la
iglesia parroquial, bajo la advocación de Nuestra Señora del Asei y echa oración asistió a la misa
combentual que se celebró en la que por mí el notario se leio el edicto de vicios y pecados públicos,
y acabada la misa, se puso sobrepelliz, estola y capa y visitó el santísimo sacramento, que hallo
colocado el sagrario del altar maior en un copón de plata dorada por dentro y en formas grandes
y pequeñas, y habiéndolo adorado con profunda reverencia lo
manifestó al pueblo, les echó la bendición y volvió a colocar en
dicho sagrario, en donde encontró una cajita de plata dorada
por dentro, con formas pequeñas para llevar el santo viático a
los enfermos, y todo con la debida decencia, limpieza y custodia
necesaria, se puso capa morada y pasó procesionalmente a
la pila bautismal (recinto cerrado debajo del coro en la
nave de la epístola, cuyas puertas eran las existentes ac-
tualmente en la Sacristía), y visitó los santos óleos que hallo
en sus chrismeras de plata, y hecha la regular experiencia los
encontró convenientes, y dichos los versículos y oraciones que
el ritual romano dispone, los colocó en su alacena.
Tomó capa de difuntos y por ellos se cantaron los tres res-
ponsos acostumbrados. Pasó a la sacristía y echo el secreto
excrutinio, visitó los ornamentos, vasos sagrados y demás ala-
xas en ella existentes. Y en la iglesia los altares, aras, imági-
nes, capillas y quanto se debe visitar, y lo halló con la devida
decencia y limpieza, y reservó para el final de esta visita el dar
las providencias que tuviere por combenientes.
Y en dicha iglesia, halló las piezas eclesiásticas siguientes:
Un Beneficio Curado que está anexo a la Dignidad de Abad
del Asei de la Santa Iglesia de Cuenca, que oi goza Don Pedro
Cristo, con lo comprado al tío Dorotheo de Cuenca, para ponerlo en la sacristía 100 reales”. Lám-
paras, otros gastos, doscientas baldosas, cada ciento a 24 reales, del tejar de Valera de Abajo”.
Foto 6.- Pago a Miguel de la Orden, maestro organero, de Barchín del Hoyo, por componer órgano de la iglesia en 1776.
De los años 1778 a 1784 no hay revisión de cuentas, siendo 1785 el año en el que se hace la
visita y revisión del año y anteriores, por el visitador Thomás Martín Domínguez, siendo
mayordomo Francisco Aguilar. Los conceptos son similares a los de otros años:
Cargo: Rentas de los años 1778 a 1784 con todos los conceptos de esos años, limosnas, cebada,
centeno, avena, corderos, mosto, censos nominativos, multas (trabajar en fiestas sin licencia),
la haza de San Sebastián que se agregó a esta iglesia en la anterior visita, capillos, rompimien-
tos, sepulturas.
Data: Cera 1778 a 1784, igual en otros conceptos, aceite, una gradilla que hizo Juan Cabo maes-
tro carpintero de Cuenca, blanqueo de la iglesia, limpiar y componer las custodias y la cruz de
filigrana, componer órgano (1781) a Vicente Espina, maestro organero de la nación Romana,
palerías, compostura del brocal del pozo (1782), torna voz del púlpito (1783), retejar (1779),
sepultura, composición de la cubierta de la torre (1782) por Joseph Marcelino Lucas, de Valera
de Abajo, quitar cerraja, componer gotera, arreglar cerraja, badajo, aceite, cristiano nuevo, vasijas
de cristal, encajes corporales, compostura del osario (133 reales de costo de abrir el barranco
para enterrar los huesos que se sacaron en el osario y tabicarlo con cuatro caices de ieso, y
siete peonadas, y tres en el Maestro que lo fue Christobal Lerin). Compostura hierros campana, vi-
drios, ladrillos, broches de plata, compostura atril, compostura del banco de la torre, compostura
del caldero del agua, ladrillos, tela, vinageras, incienso, 850 tejas, vidrieras, subsidio, vino, santos
óleos, cartillas, ramos, lavar la ropa, derechos parroquiales.
Resumen Cargo, Data y Alcance.
Otrosi. Que no se toquen las campanas a los entierros, sean adultos o sean párvulos, sin la
licencia del vicario, entregando antes los derechos parroquiales. Diligencia: “Certifico
como vicario perpetuo que soi de esta parroquial de Valera de Arriba, que se fixen los edictos en
las puertas de la Iglesia Parroquial, para que llegue la noticia a todos y no aleguen ignorancia
en su cumplimiento”.
En la revisión de las cuentas de los años 1786 hasta 1791, se mantienen los conceptos de Cargos
y Dattas ordinarios. En el año 1792, destacan en la Datta: Compostura de las campanas y de las
cabezas y el cuarto del reloj, limpiar la torre de la obra que se hizo, compostura del pozo, 2.000
reales a cuenta del confesionario, facistol, púlpito y sillería que se está haciendo. En 1793 des-
tacamos la Data por la composición de los libros de archivo por el maestro Julián Lesmes, librero
General de este obispado.
En el año 1794, es decir casi diez años después de la anterior, se produce
la presencia del Sr. Dr. D. Roque Valverde Alamanzón, Beneficiado de la Iglesia Parroquial de
la villa de Garci-Muñoz, examinador Synodal y Visitador General de este obispado por el Illmo.
Señor Don Phelipe Antonio Solano, Obispo de Cuenca. Sigue el protocolo acostumbrado y se
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Foto 7.- Diligencia para que no se toquen las campanas a los entierros, sin la licencia del vicario.
Desde el año 1803 hasta 1807, no vuelve a producirse una nueva visita. En la rendición de cuentas
de estos años, además de los Cargos y Datas ordinarios, destacamos:
Del año 1805, hay gran número de censos. Santiago Pérez, Juan Vlasco Pérez, Enrique de Moya,
Alonso Piqueras, Manuel Martínez Alamanzón, Pasqual Olmeda, Juan Antonio Martínez García,
Antonio Coronado y Cathalina del Barco, vecinos de la Olmeda, Antonio Esquivias, Bernavé
Pérez, Vicente Ruvio y Ana María Morillas, Santiago Levrero, Miguel Lerín y Ana Atienza, Fran-
cisco de Moya Torrijos, Rafael Reyllo y María Villar, vecinos de la Olmeda, Julián Esquivias Sáiz,
Josef Atienza y compañeros, Juan de Dios Parrilla, Juan Manuel Huerta, vecino de la Alverca y
Antonio Thomás Molina. Un barrón nuevo que se hizo para la campana mediada que hizo el Se-
ñor Mathías Ardid maestro herrero en la ciudad de Cuenca. Cinco reales de derechos que se paga
en Cuenca por la pila bautismal, un palo a la
campana mayor para voltearla, composición
de los huesarios y empedrado alrededor de la
Santa Iglesia.
Del año 1806. En Cargos: Sepultura vendida
a Bruno Pastor, cirujano en esta villa, para
enterrar a su tía María Víllora, vecina de la
Alberca, en la nave de Jesús Nazareno.
En el año 1807, aprueba las cuentas el obis-
po de la diócesis de Cuenca. En la ciudad de
Cuenca a 26 de octubre de 1807 el Ilmo. Sr.
Don Ramón Falcón Salcedo, obispo de la
misma y su diócesis, del consejo de su Majes-
tad, mi Señor, en continuación de la visita or-
dinaria de la iglesia parroquial de la iglesia
de Valera de Arriva, procedió a la del presente
libro de rentas de su Fábrica, y habiéndose
reconocido las cuentas dadas desde la anterior
visita, con mérito, buen orden, justificación y
legalidad las aprobó en quanto ha lugar de
derecho, sin perjuicio, con interposición de su
autoridad ordinaria y judicial decreto, decla-
rando tener oy de cuadal propio, los dos mil
setecientos veynte y seis reales con siete mara-
Foto 8.- Libro de Difuntos de la parroquia de Valera de Arriba. vedíes que resultan de Alcance en última pre-
cedente cuenta, contra el actual mayordomo
Miguel Cantero, por quién está convencido y
se cargará en cuenta inmediata. Hágase a la posible brevedad inventario de los vasos sagrados,
ornamentos, alajas y demás utensilio de esta Parroquial. Así lo mando y firmo S.I. de que certifico.
Ramón Obispo de Cuenta.
En esta ocasión y hasta enero de 1853, que finaliza este libro, no se produce ninguna visita.
De los años siguientes a 1807, señalaremos como aspectos de interés de la revisión de cuentas, los
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Foto 9.- Presencia en la iglesia del Regimiento de Tiradores de Cádiz y ejércitos del Duque del Infantado.
siguientes:
Año 1808. Data: Libro en blanco para sentar decretos de visitas, un manual para administrar a
los enfermos el Santo Viático y Extremaunción, 800 tejas y retejar, 200 baldosas compradas en
Valera de Abajo, tejas maestras compradas en la Olmeda para la torre, a Josef Castellanos por
el trabajo de hacer y poner el brocal del pozo, así como yeso, losas, piedras grandes, tapa de
madera y hierros para dicho brocal.
Año 1809. Nota: que en la tercia de dicho año no se le a entregado cosa ninguna de granos a
dicho mayordomo, por causa de que las tropas españolas y francesas, se los comieron y llevaron
todos.
En la Data de las cuentas de 1809, figura la siguiente anotación: “Composición de las sepulturas
y limpieza de la iglesia. Item. Son Data cincuenta reales que he dado a Casimiro Calbo, Maestro
alarife, por la ocupación y trabajo que a tenido en componer las sepulturas, y limpiar la iglesia
cuando estuvo el Regimiento de los Tiradores de Cádiz alojado en dicha Santa Iglesia, y el Se-
ñor Duque del Infantado estuvo en esta villa con todos con todos sus exercitos aquí alojados”.
Año 1810. Data: 800 reales de la campana nueva que se fundió por el maestro Juan Gar-
gollo, vecino de Cuenca, parte de traerla a Tórtola 30 reales y paste de traerla a Valera 40 reales,
campanilla para el altar, 300 baldosas, teja, apagador de velas, arreglo de barrón y cabeza de cam-
pana vieja, argollas y tornos, comprar barrón nuevo para la campana mayor.
Año 1813. Data: Erraje y plomo a la campana mayor, acerle cabeza a la campana mayor,
composición de tornos de la campana mayor, coste de fabricar dos pinos maderables para la esca-
lera del coro que se a echo nueva Guillermo y Casimiro Calbo, maestro de carpintería, coste de
tirar los pinos, coste de dos criados para quitar y poner la campana mayor.
Año 1819. Data. Caveza de la campana de hacer señal a misa, herraje de las campanas de las
misas privadas, pago al maestro Antonio Almazán, herrero de la Olmeda, contribución real a los
Sres. Alcaldes 36 reales y 23 maravedies., que le ha correspondido a dicha iglesia,
Año 1821. Data. Libro en blanco para partidas de Difuntos.
Año 1823. Data. Contribución real de las tierras y demás cargas: 45 reales pagados al Sr. Ju-
lián Cañadas, Alcalde Constitucional en el año de veinte y dos, que le han cargado a la iglesia
por sus tierras y utilidades y demás cargo.
Año 1824. Data. 34 reales de las vidrieras que se han puesto en las ventanas de la iglesia.
No hay cuentas de los años 1825 a 1830 y se formulan posteriormente las de los años
Ricotí Dossier 46
Juan Josef Muñiz, Francisco Moya Gómez, Timoteo Ruiz, Diego Martín Segobia, Ansel-
mo López y Vicente Painco.
Visitadores: Marcelo López Ximénez, Thomás Martín Domínguez, Roque Valverde Ala-
manzón y Emeterio Martí.
Obispos de Cuenca: Isidro Carvajal y Lancaster, Sebastián Flores Pabón, Phelipe Anto-
nio Solano, Antonio de Palafox y Croij, Ramón Falcón Salcedo y Roque Martínez.
Desde el año 1852, final del Libro III de Fábrica, hasta el año 1871, no hay registros de las
cuentas de la Iglesia. Empiezan de nuevo con el Libro IV, que abarca el periodo de 1872
hasta 1902, es decir 30 años y que se solapa parcialmente con el Libro V (1878-1927) y
Libro VI (1876-1933).
En la primera página de dicho libro, datada en Valera de Arriba a 2 de enero de 1874, se
recogen el Cargo y la Data de los años 1872 y 1873, destacando los conceptos:
Año 1872. Cargo: Habilitación de la asignación y rompimientos. Data: Sacristán, cera, aceite,
oblata, lavado ropa, santos óleos, 3 días de retejo, sobrepelliz, blanqueo de la sacristía, encuader-
nar boletines 1871, pliego de papel para la formación de cuentas de 1871 y derechos de agencia de
1872, papel de un libro de Cargo y Data, coser un alba.
Año 1873. Conceptos de Cargo y Data similares a 1872. Alcance 484 pesetas y 35 cénti-
mos.
Año 1874. Cargo: Rompimiento de Marcos Rubio y nicho de Narciso Rubio. Total Cargo
64 reales. Data: Conceptos ordinarios. Total 624 reales. Queda en contra de la fábrica 560
reales (primer año que sucede). Vicario: Juan Antonio Martínez y Mayordomo: Julito
Beltrán.
En estos años, el Cargo corresponde fundamentalmente a: Habilitación por meses de la
iglesia y a rompimientos de sepulturas de adultos y párvulos.
En la Data también suelen repetirse la mayor parte de los conceptos, aunque en algunos
años hay gastos específicos. Año 1876: Maestro albañil para la composición del coro, cinco
Foto 11.- Página 294 cierre del Libro III de Fábrica, año 1853.
Ricotí Dossier 48
hierro; a Tomás Parejo por encarnar a Nuestra Señora del Rosario y al Santo Niño y ponerle ojos
de cristal; a Víctor Calvo por cuatro día y medio como maestro albañil y además siete fanegas de
yeso empleadas en esta iglesia y camposanto retejando la iglesia; por 450 tejas traídas de Valera
de Abajo por Felipe Hergueta de esta vecindad; a Bruno Atienza, herrero para una llave para el
órgano; a Gregorio Pérez por traer los óleos; por encuadernar el Boletín de 1882; por unas vina-
geras; a Fermín García por una llave para el arca del Rosario; a Bernardino Pérez, carpintero, por
una escalera para la iglesia; a Casiana Beltrán por lavar y planchar la ropa; a Sebastián Piqueras
por el vino y oblata; por traer los ramos para el Domingo de Ramos; a Sebastián Piqueras, por su
dotación como sacristán; por una cartilla de rezo para la iglesia; al sacristán de la Catedral por los
óleos de dicho año.
En el año 1883, figura como Cargo: Nichos en el camposanto y rompimientos y en 1885 como
Data: Gastos en la ampliación del cementerio: A Inocente y Julián Pérez por trece cahices, a
diez reales cahiz. En el año 1886, Gasto de arreglar los fuelles del órgano; en 1887 por una
tapa de la pila bautismal y en 1888 a Juan Solera del Castillo de Garcimuñoz por tres crista-
les para las ventanas de la iglesia, siendo Mayordomo, Eusebio Contreras y Vicario, Jacinto
Romero.
En el año 1890. Data: 42 pesetas a Don Joaquín Jiménez por un misal de Ratisbona, como
corresponsal de una librería de Barcelona. Año 1892. Data: Obra de reparación autorizada por el
Ilmo. Sr. Obispo en la techumbre del tejado y ventana encima del coro. Año 1895. Data: Libro de
Bautismo y 400 tejas.
En el año 1897, el detalle de Cargo: Recibido por los 12 meses de administración de Valverde
292, 52 pesetas, por 34 bautizos, 3 pobres, a 35 céntimos, importan 7,75 pesetas, por 5 matrimo-
nios canónicos y unos desposorios sin velaciones 5,50 pesetas, derechos de la fábrica por enterra-
mientos 20,75 pesetas, y por 3 honras de tercera clase, 3 pesetas. Data: Tejas, retejo, aceite, cera,
lavar ropa, a Juan Solera por colocar siete cristales en la capilla y ventana del altar mayor.
Y en el año 1898, Cargo: 6 matrimonios, 8 bautizos, uno pobre, entierro de 8 párvulos, 1 pobre,
un entierro de 1ª clase, 1 de 2ª, 1 de 3ª y 9 de 4ª clase, dos pobres y 4 misas y dos honras de 3ª.
Año 1899. Cargo: 12 matrimonios, 35 bautizos, uno pobre, entierro de 13 párvulos, un entierro
de 1ª, 8 de 3ª y dos de 4ª clase, uno pobre. Data: Obra autorizada por el Ilmo. Sr. Obispo:
Primeramente al pintor Segundo Gascón por arreglar la capilla y pintarla y blanquear la iglesia,
según recibo nº1……….…. 185,0 pesetas.
Por cuatro días de trabajo del maestro albañil Estanislao Calvo y del peón, en la reparación de la te-
chumbre de la parroquia según comprobante nº2………………………………………….……….
19,0 pesetas.
A Eusebia Martínez por una viga sesma labrada de treinta pies de largo para la techumbre de la
iglesia, según comprobante nº3.….. 10,0 pesetas.
A Eustasio Pérez por una viga en rollo de treinta pies y un rollizo de veinte, para la misma igle-
sia, según comprobante nº 4..…... 8,50 pesetas.
Es interesante destacar el Cargo correspondiente en estos años en los conceptos de Bauti-
zos, Matrimonios y Entierros, ya que nos permite conocer la demografía existente en ese
periodo. Según el Padrón, la población de Valeria en el año 1900 era de 908 habitantes de
hecho y 919 de derecho.
Año 1900. Cargo: 14 matrimonios ordinarios, uno pobre, 30 bautizos, entierro de 8 párvulos, un
entierro de 1ª con sus honras, 2 de 2ª, uno con honras, 4 de 3ª y 4 de 4ª clase, dos pobres. Data:
A Gregorio Sirola, maestro organero, por desarmar, reparar y afinar las tuberías del órgano, y por
variar el sistema de fuelles, 185 pesetas y por la reparación de la techumbre de la parroquia, 19
pesetas.
Año 1901. Cargo: 39 bautizos, 10 matrimonios, 12 entierros de adultos y 11 de párvulos. Año
1902. Cargo: 28 bautizos, 8 matrimonios, 16 entierros y 20 de párvulos. Data: Por 15 rollizos
para la techumbre de la parroquia, 15 pesetas y por 600 tejas, 21 pesetas.
En la Data de estos años, suele figurar también, el nombre de las personas que prestan los
diferentes servicios y así tenemos por ejemplo en el año 1902: A Pedro Segovia, yesero, por
siete cahices de yeso; a Antonino Martínez, por cuatro días de trabajo como peón de albañil; a Es-
tanislao Calvo, maestro albañil y a su hijo Máximo, también albañil, por cuatro días de trabajo
en la Parroquia; a Sinforosa Romero por el lavado y planchado de ropa; por entonar y tocar las
campanas; al sacristán Felipe Chumillas por la 3ª parte de la dotación de la fábrica; por un Libro
de Matrimonios; por la aprobación de las cuentas; al sacristán por el vino y la oblata; por los ramos
y una cartilla de rezo; por traer los óleos y 0,5 pesetas al sacristán de la Catedral; por encuaderna-
ción del boletín de 1900 y 1901; a Juan Pérez Revuelta, comerciante, por dos varas de angelina; a
Laureano López, aceitero de la Parrilla; a Alarcón y García, comerciante de Valverde por unos
cordeles para las campanas. Diferencia a favor de la fábrica en el año 1902: 95,17 pesetas.
Los responsables de las cuentas de Fábrica en estos años fueron: En 1874 el Vicario fue
Juan Antonio Martínez y Mayordomo Julito Beltrán, hasta 1878 en que se nombra mayor-
domo a Juan Miguel García. Desde 1880 y hasta 1902 ejerce de Vicario, Jacinto Romero
y como Mayordomo Eusebio Contreras desde 1882 hasta 1902, es decir algo más de 20
años.
Este quinto libro abarca un periodo de 49 años y se solapa con parte del Libro IV (1872-
51
1902). El Libro consta de 59 folios, de los que solo están escritos los tres primeros.
En la página 1ª, se resume la aprobación de las cuentas de Fábrica de los años 1878 a
1886, sin ningún detalle, ni observación y en la página 1ª vuelta, se recogen los datos de
los años 1887 a 1907, aunque realmente, el detalle de las cuentas hasta 1902, figuran en el
Libro IV de Fábrica. En el año 1903 se adquieren 800 tejas por 39,50 pesetas para retejar y
en 1904 otras 600 tejas, además de hacer el entarimado de la Sacristía.
Las cuentas de 1878, las firman el 20 de marzo de 1879, el Vicario, Juan Antonio Martínez
y el Mayordomo, Juan Miguel García, con un saldo a favor de la Fábrica, de 319 pesetas
y 76 céntimos.
En la cabecera de las páginas figuran varias casillas, en las que se indican: Años a que co-
rresponden las cuentas; Prevenciones y Observaciones; Fecha de la aprobación y el Saldo
en pesetas y céntimos, a favor de la Fábrica o del Mayordomo.
Foto 17.- Detalle de la cabecera del Libro V de Fábrica.
En la página 2ª, figura la aprobación de las cuentas de los años 1908 a 1912, que se realiza
para todos estos años, el 3 de junio de 1913, con un saldo a favor del Mayordomo de 20
pesetas y 84 céntimos.
En la página 2ªv, figura la aprobación de las cuentas de los años 1913 a 1921, aprobándo-
se las de este último año el 10 de mayo de 1922, presentado un saldo a favor de la Fábrica
de 13 pesetas y 53 céntimos. De estos años, se repite como gasto la compra de tejas (300
en 1916 por 15 pesetas y 700 en 1918 por 87 pesetas) y jornales de albañiles, en 1913 se
efectúa el blanqueo de la sacristía y restauración de unas andas.
Por último y en la página 3ª, figura la aprobación de las cuentas de los años 1922 a 1927,
siendo las de este último año aprobadas el 8 de noviembre de 1928 y presentando un
saldo a favor de la Fábrica de 120 pesetas y 63 céntimos. De estos años destacamos que
en 1923 se cambia el formato de impreso de las cuentas de Fábrica, que en 1924 se compra
una tapa para la pila bautismal por 2,50 pesetas y que en 1927 se repara el bolo de la torre
con las 80 pesetas recibidas
del fondo de reserva.
Foto 16.- Portada del Libro V de Fábrica (1878-1927)
“LIBRO VI DE FÁBRICA”
DE VALERIA 1876-1933.
Este Libro, se encuentra en el
archivo de la Sacristía de la
Iglesia Parroquial de Valeria.
De nuevo se repiten concep-
tos contenidos en los Libros
IV (1872-1902) y V (1878-
1927) de Fábrica, en los años
que se solapan, que es hasta
1927.
De los años 1928 a 1933 hay
pocos conceptos que desta-
car, figurando prácticamente
en casi todos ellos el gasto
Ricotí Dossier 52
del retejado de la Iglesia. En el año 1928, por 2 jornales para retejado y 3 celemines
Este Libro se inicia en el año 1944, siendo cura Párroco de la Iglesia de Nuestra Señora
de la Sey, Don Angel Mochales Cebrián. Aunque no hay conceptos destacables, figuran
como Ingresos: 499,99 pesetas; como Gastos: 412,90 pesetas y siendo la Diferencia:
87,09 pesetas.
El 13 marzo de 1945 hay un Informe del contador diocesano, Don Eleuterio Cruz, dando
conformidad a las cuentas, y siendo el Provisor, el Ilustre Señor Don Trifón Beltrán.
En el año1955 figura como cura Párroco Don Julio Peñalver Bayo: en 1957, Don Angel Sarrión
Plaza: en 1967, Don Aurelio Patón Castellanos; en 1968, Don Primitivo Huerta Moreno, en 1979,
Don Francisco Moreno Martínez y en 1989, Don Miguel Angel Frontera Porles.
En el año1956, figura: En la villa de Valera de Arriba, Arciprestazgo y Diócesis de Cuenca. En
el año 1957: En la villa de Valera de Arriba, Arciprestazgo de San Lorenzo de la Parrilla y Dió-
cesis de Cuenca. Y en el año 1969: En la villa de Valera de Arriba, Arzipreztazgo de Valverde
del Júcar.
En el año 1990, siendo cura Párroco Don Virgilio Marín Valentín, figura como Ingresos el im-
porte de 2.134.459 pesetas, en los cuales, se incluyen los saldos de los Mayordomos del Señor
y de la Virgen. Los Gastos de este año ascienden a 344.368 pesetas, destacando como más sig-
nificativos: un armario para la Sacristía por 110.000 pesetas y ropa litúrgica por 184.200 pesetas.
En el año 1991 se adquiere un manto para la Virgen, pagando este año una entrada de 210.000
pesetas y completando su importe total en 1992 con otras 580.000 pesetas, ascendiendo su coste
total a 790.000 pesetas.
Entre los años 1993 y 1996, se llevan a efecto una serie de gastos, dedicados especialmente a me-
jorar el equipamiento de la Iglesia. Así, en el año 1993 se realizan Gastos por 1.621.819 pesetas,
53
destacando como más significativos: Bancos por 288.000 pesetas; Rejas, por 103.000 pesetas;
Pintura de bancos, por 144.000 pesetas; Alarma, por 106.253 pesetas; Lampadario eléctrico, por
136.233 pesetas; Puerta del museo, por 172.000 pesetas; Albañil, 70.000 pesetas; Pintor, 63.000
pesetas e Instalación eléctrica, por 250.000 pesetas.
Del año 1994 destacamos como Gastos, la Megafonía, por 203.000 pesetas y el resto de la insta-
lación eléctrica por 253.000 pesetas. En el año 1995, la compra de un Belén y portal por 103.985
pesetas y en el año 1996, la compra de bancos por 480.000 pesetas, su pintura por 160.000 pesetas
y un Porta incensario por 142.500 pesetas.
Este Libro, finaliza el 31 de diciembre de 1996.
Entro los documentos existentes en el archivo de la Parroquia, con fecha de abril de 1999, figura
una Memoria para la rehabilitación de la portada de acceso a la Iglesia de Valeria, solicitada
por el Ayuntamiento de las Valeras, elaborada por el Arquitecto Técnico D. Juan Enrique mateo
Giraldos, valoradas las obras en 2,2 millones de pesetas, que no se llevó a efecto.
A partir de este momento, las cuentas de la Parroquia se registran en un formulario elaborado
por el Obispado de Cuenca, donde se indica: Estado de Situación de Cuentas, con aplicación
Ricotí Dossier 54
del Plan General de Contabilidad de la Iglesia Española, indicando el año correspondiente, el nom-
bre de la Parroquia y el Arciprestazgo al que pertenece, que en el caso de Valeria, es el de Motilla
del Palancar. Figura por un lado el detalle de los Ingresos del año, a los que se suma la Tesorería
del año anterior y por otro lado figura el detalle de los Gastos y la Tesorería final del ejercicio.
En estos años, los Ingresos están formados fundamentalmente por la venta de objetos religiosos,
donaciones, lampadario, colectas, mayordomía, subvenciones y Sacramentos (bautizos, entierros).
En cuanto a los Gastos, los conceptos más importantes lo suelen formar, reparaciones de la iglesia,
compras objetos religiosos y material para culto, actividades pastorales, gastos de funcionamiento
(electricidad y agua), contribución a campañas de Hambre, Infancia, Domund, Caridad, Semina-
rio, Santos Lugares y otras.
Como observamos en el formulario, la Parroquia de Valeria pertenece al Arciprestazgo
de Motilla del Palancar, obispado de Cuenca y las cuentas que venían presentándose en
pesetas, a partir del año 2002 se presentan en euros. Desde el año 2002 hasta el año 2010,
los servicios de la Parroquia de Valeria son atendidos por D. Fernando Fernández Cano,
Párroco de la Olmeda, y que cubre a varias parroquias. Desde el año 2011 hasta la actua-
lidad, los servicios de la Parroquia de Valeria son atendidas por D. Emilio de la Fuente de
la Fuente, Párroco de Valera de Abajo y que cubre asimismo otras parroquias.
A partir del año 2000, es decir, ya en el siglo XXI, podemos destacar como aspectos más
significativos de las actuaciones en la iglesia de Valeria, las siguientes:
En el año 2002 se llevó a efecto la restauración del campanilo, mediante la refundición
del campanilo fabricado en 1957, con un coste total de 4.178 €, que fue totalmente sufra-
gado con donativos de particulares.
En el año 2004, se inician las obras del Museo de la Iglesia, con un costo aproximado
de 5.000 €, que fue cubierto con una subvención de 3.000 € y el resto con fondos recau-
dados por la iglesia, debiendo destacar
además, el trabajo personal aportado
por algunos vecinos. Su inauguración
se produjo en el mes de septiembre del
año 2005.
En los primeros meses del año 2013 se
produjo la caída de parte del muro in-
terior de la nave Mayor de la iglesia,
sin que afortunadamente se produjera
ninguna desgracia personal, aunque sí
daños materiales y una situación con
posibilidad de riesgos futuros.
Aprovechando esta circunstancia des-
favorable, se establece un plan de con-
solidación del muro, revocado de pare-
des, mejora de la cubierta para evitar
goteras y se aprovecha para iniciar un
plan de restauración del artesanado de
las naves, que se encontraba también
muy deteriorado.
Coincide por otra parte, que la arquitec-
to Ana Martínez Rodríguez, elabora un Foto 19.- Control cuentas Parroquia de Valeria año 2000.
55
Existe además en el archivo de la Iglesia parroquial, una carpeta de pastas duras con ho-
jas sueltas, que contiene la siguiente información:
Inventario y fe dada por el notario Diego Millana de los relicarios existentes en Valera de
Arriba el 17 de noviembre de 1.617. Forma de exponerlos, ubicación, devoción, santos, etc.(8
folios sueltos).
Indulgencias concedidas por nuestro Santo Padre Inocencio X a las imágenes, cruces, me-
dallas, coronas o rosarios que señalase el secretario D. Francisco de Arana Alarcón, para otras
tantas personas, parientes y amigos suyos. Adviértese que las imágenes, cruces, medallas, coro-
nas o rosarios en que se impusieron estas indulgencias han de ser las que sugiere D. Francisco de
Arana Alarcón, Secretario de la Embajada extraordinaria del Rey Católico con que ha venido de
la Corte de Roma. A F. Duque del Infantado, por haberse concedido a instancia y suplicación de
dicho secretario, con la prohibición de que no se puede imprimir la memoria de ellas por ser tan
extraordinaria (...piedra de ágata...). (dos hojas).
Reclamación del Presbitero de Valera de Abajo D. Julián Sáiz López a Pedro de Moya Ra-
mírez “mayor” y a Pedro de Moya “menor” vecinos de Valera de Arriba, del alquiler de un mo-
Foto 20.- Estado del muro interior en junio de 2013 y marzo 2014.
Ricotí Dossier 56
Foto 21.- Andamiaje para arreglo de artesonado (septiembre 2013) y arreglo cubierta sur (noviembre 2013).
lino “arinero” perteneciente a la Capellanía de los Alarcones. Año 1.744 (2 folios sueltos).
Dispensa matrimonial por parentesco el 18 de mayo 1837 de Pedro José Martínez y María
Catalina Martínez, solteros naturales y vecinos de la Villa de Valera de Arriba.....(2 hojas).
Inventario de 1902, otro de 1905 y otro de 1910). Incluye carta del Obispo de Cuenca
Wenceslao, de 25 de noviembre de 1910, con informe favorable para la enajenación de los
objetos y ornamentos sagrados de la Parroquia que se detallan y en el precio convenido.
Firmado el Cura Párroco y por vecinos, se entregarán al anticuario D. León Leví, dándose de baja
del inventario general de la iglesia (un cáliz, un porta paz sobredecorado, una sacra de plata, un
terno de terciopelo en carnado, bordado al parecer en oro, una casulla de damasco encarnado, una
capa blanca, otra negra y un frontal del mismo color de terciopelo, una casulla de terciopelo verde,
Foto 22.- Memoria de las reliquias y relicarios existentes en la iglesia de Valeria en 1617.
57
Foto 23.- Inventario de alhajas y otros efectos de la Parroquia de Valera de Arriba en el año 1879.
un fragmento de tapiz, dos misales en pergamino y una urna de madera valorado todo en 12.000
pesetas), para restaurar la iglesia en estado de ruina.
Pliego de condiciones y presupuesto para las reparaciones en la Iglesia Parroquial del pue-
blo de Valera de Arriba (Obras de la Iglesia 1911). (Cuadernilla con 10 hojas):
Capítulo 1º. Descripción de la obra: (Art.1º Comprende esta contrata las obras para la demo-
lición de toda la cubierta que resguarda la armadura decorada de la Iglesia Parroquial del
pueblo de Valera de Arriba y su nueva colocación; Art.2º. Restauración de la antedicha ar-
madura decorada que es lo que más precisa; Art.3º En lo que afecta a la demolición de la cubierta
y Artículos 4º, 5º y 6º).
Capítulo 2º. Condiciones que deben satisfacer los materiales: (Art.7º Tejas; Art.8º Arena;
Art.9º Cuajado de cubierta; Art.10º Madera).
Capítulo 3º. De la ejecución de las obras: (Art. 11º a 17º).
Capítulo 4º. Condiciones Generales y económicas: (Art. 18º a 25º).
Existe otro inventario de 16 de diciembre de 1930. Una vez finalizada la Guerra Civil en
1939, se hace una relación de ornamentos y demás efectos existentes hoy día de la fecha en
esta Parroquia (28 agosto de 1939). Cuya entrega la realiza Fidel Martínez y la recibe Bonifacio
Martínez Montero. Existe nota posterior de 8 de julio de 1.941 (Entrega Bonifacio Martínez, re-
cibe Angel Mochales).
Relación de las ropas de la Virgen existentes hoy día de la fecha en esta parroquia: Mantos,
Ropa blanca (1 hoja. 1949).
Hoja suelta sobre relación de reliquias que se hallan en este lugar en Valera de Arriba. (2 de
diciembre de 1958. Firmado Angel Sarrión).
Cuaderno 1960-1961. Funciones mayordomos de la Mayordomía del Señor (2 hojas escri-
tas).
Dos hojas sueltas DIN A-3, de Estadística parroquial de Valeria (Cuenca), años 1862 a 1921
y 1922 a 1980, sobre: Bautismos, Confirmaciones, Matrimonios, Comuniones, Muertos,
Niños, ... Sacerdotes, Seminaristas, Habitantes,..Misiones.
Igualmente, existe una relación nominativa de todo clero nativo de Valera de Arriba desde
mediados del siglo XIX, indicando fechas de nacimiento y defunción, así como sus cargos y
residencias. En dicha relación figuran: D. Cecilio, D. Desiderio Collado Beltrán, D. Cayo Collado
Contreras, Don Felipe Piqueras Rubio (organista y martirizado en 1936), D. Alejandro Arri-
bas Blasco, Don Florentino García Contreras, Don Juan Antonio Martínez Ibáñez, D. Francisco
Moya Collado, D. José Ibáñez (Capellán de Ánimas y Alarcones. Murió asesinado en su casa en
1836), D. José Chumillas, D. Marcelino Moya Rubio, D. Francisco Atienza Martínez, Hipólito
Lerín Moya, D. Wenceslao Contreras Esquivias, D. Emiliano y D. Angel Martínez Moya.
LOS JESUITAS
CONQUENSES
Y LA ARQUEOLOGÍA
Lorenzo Hervás y Panduro
Cuando en el año 1540 Ignacio de Loyola veía aprobada en Roma la Compañía de Jesús
no podía sospechar que su orden revolucionaría el mundo, suscitando apegos y recelos a
partes iguales. Aunque el propósito docente no existió como motivación fundamental
sino que vino, al poco, cuando San Francisco Javier fue consultado para dar forma a co-
legios en Goa, el jesuita fue desde el siglo XVI hasta nuestros días un hombre interesado
por todas las facetas del saber y, máxime, por el conocimiento del pasado, propósito en
el que en el ocaso de la Modernidad adquirieron fama dos conquenses alistados en la
Compañía.
En el Siglo de las Luces, a falta en España del “gran siglo educador”, en palabras de Ortega
y Gasset, sobresale en la pasión por la Antigüedad Andrés Marcos Burriel (1719-1762),
nacido en Buenache de Alarcón y fallecido en Cuenca.
nares, donde pudo restaurar su frágil salud a causa de la tuberculosis, mientras redactaba
el prólogo para el tomo tercero de la España Sagrada de Enrique Flórez.
Aunque Burriel había hecho voto de marchar a las misiones de California si se recupera-
ba de la enfermedad, pues además el clima podría ayudarle, no lo logró. Y es que su fama
de sabio lo retuvo en España. En el reinado de Fernando VI, el ministro José de Carvajal
y el confesor Rávago lo eligieron para dirigir la comisión de Archivos.
No obstante, desde su despacho concedió credibilidad a los datos que llegaban sobre las
características geográficas de aquel enclave que anhelaba pisar, escribiendo la Noticia de
la California y de su conquista temporal y espiritual (Madrid, 1757, 3 volúmenes tradu-
cidos a diversos idiomas). Mantuvo una activa correspondencia con Gregorio Mayáns
y Siscar, quien es considerado el mayor representante de la primera Ilustración española
junto a Feijoo.
Decía Chateaubriand que “ los jesuitas que partían para la China se armaban de un tele-
scopio y de un compás, se aparecían en las cortes de Pekín con la urbanidad de las cortes de
Luis XIV y rodeados del aparataje de las ciencias”. Ni Burriel ni Hervás se desplazaron
físicamente al Extremo Oriente, pero desde los gabinetes “se aparecieron” por sus arenas
natales de Cuenca con ingenio y enigma, rescatando el mundo subterráneo que abrazaba
miliarios, gradas y ciertos nombres de estirpes nunca caducas. Verdaderamente, por ha-
cer presente el telón de Cronos en la romanidad fueron jesuitas.
ANTECEDENTES
Una vez identificada la piscina, ésta se cubrió provisionalmente con una lona, tie-
rra y piedras. Los trabajos de control arqueológico del camino, que ahora da acceso
a los restos de las termas, prosiguieron durante la construcción del mismo.
63
ambientes. Sólo hemos empezado a retirar la capa vegetal del cuadro NW, que ha
quedado como testigo y como base a la cubrición.
Ambiente 1:
Se trata de la piscina que, dado que no tiene hipocausto bajo ella, pero sí un re-
vestimiento de ladrillo que se entiende con funciones de mantenimiento de calor,
podemos confirmar como un tepidarium o piscina de agua templada. Se accede
por las escaleras de ladrillo macizo de su lado S, en el lado W apenas quedan 10
cm. de pared por el deterioro de la ruina, en su lado E se conserva su alzado com-
pleto, dando a una plataforma de ladrillo y piezas de mármol y en su lado N hemos
exhumado un pequeño escalón o banco de servicio (sentarse, poder salir por este
lado hacia fuera) en el interior de la piscina. Los extremos N y el W estarían ado-
sados a sendos muros derruidos (CF o Cuerpo de Fábrica 1 y 2), que separarían
la piscina Ambiente 1 de los otros dos ambientes. El fondo de la piscina estaría
rematado por una moldura de hormigón en todo su perímetro y las paredes con
placas de mármol adosadas, que se entienden como decoración. La estructura de
las paredes de la piscina consiste en enlucido de hormigón sobre muros de cante-
ría y ladrillo preexistentes, con ladrillos de barro macizos adosados (revestimiento
térmico), un nuevo enlucido homogéneo y los consabidos restos de mármoles.
Se aprecian en el lado E placas de mármol rotas bajo capas de enlucido y már-
mol posteriores, lo que indica elocuentemente reparaciones o reformas de la
decoración.
Ambiente 2:
Se trata de un espacio al W de la piscina, parcialmente excavado. En él hemos
documentado una hornacina de encofrado en el muro de hormigón derruido
CF1, cuya base es un sillar de cantería de planta cuadrada. Sabemos que es una
hornacina dado que se conserva el arranque del arco. No sabemos cuál sería el
acabado de dicha hornacina, dado que sus paredes se encuentran meteorizadas
en el escombro resultante. Posiblemente algunos de los restos de pintura al fres-
co exhumados puedan proceder de esta parte.
65
Ambiente 3:
Con los anteriores apuntes queda explicado el aspecto que pudo tener el espa-
cio antes de su abandono y colapso.
Primero precisar que en esta campaña no hemos contado con medios para rea-
lizar una datación absoluta para concretar la fecha de nacimiento y uso de los ba-
ños más allá de que por las técnicas constructivas puedan ponerse en relación con
las estructuras del Foro Imperial, ni tampoco con indicios que nos indicasen con
precisión el final de su vida útil. Sólo podemos indicar y prever que el complejo ha
de dejar de estar operativo (que no derruido totalmente) en paralelo al abandono
del resto de la ciudad romana y sin continuidad en época musulmana o medieval
cristiana.
• Fase I = Altoimperial.
• Fase II = De ruina y abandono.
• Fase III = Uso agrícola.
Ambiente 1.
Ilustración 7. Foto aérea –con dron doméstico- del área excavada en la campaña 2015. (Foto: Santiago
David Domínguez.)
Ricotí 74
Ilustración 8. Detalles de la piscina y dirección de los derrumbes sobre foto aérea con dron doméstico. (Santiago
David Domínguez.)
75
Fase II.
• UE 519 I. Fosa que corta las UEM 515, 516 y 517 y que permitió identi-
ficar estas dos últimas. La fosa estaban rellena por la UE.510 y no presenta
ninguna característica que permita identificar la utilidad de la misma.
• UE 518 I. Huellas del deterioro sufrido en el suelo de la piscina (UEM
515 y 516) durante la deposición de la UE 510.
• UE 510. Capa de relleno de tonalidad anaranjada, situada bajo la UE
503 y comprendida entre las dos estructuras murarías, la de opus signi-
num (UEM 501, 502 y 504) y la estructura opuesta, interpretada como
cierre de la piscina (UEM 505, 506, 507, 508 y 509). Presenta el mis-
mo contenido que la UE 503, aunque muestra mayor compactación y un
color mucho más oscuro. En zonas aisladas, la concentración de restos
constructivos -principalmente tegula, ímbrices, piedra y mármol- es muy
considerable y superior a la documentada en esta UE.503.
• UE 503. Relleno de consistencia suelta, situado bajo la UE 2 y que se
extiende por toda la superficie de la piscina. La tonalidad es marrón claro.
Se caracteriza por la presencia de gran cantidad de restos constructivos,
como fragmentos de tegula o sillares de piedra, ladrillos teselas de mosai-
co y, ocasionalmente, algunos restos metálicos. La concentración de res-
tos cerámicos de uso cotidiano es muy baja. No obstante, se ha localizado
una sigillata con grafito. Tiene una cota superior de -18 cm e inferior de
– 64 cm.
Fase III.
• UE 1. Tapiz vegetal.
• UE 2. Capa de relleno del deterioro del yacimiento en general que se repi-
te en toda el área y se documenta en las secciones Norte y Oeste.
• UEM 520. Paredón para aterrazamiento de cultivo, que básicamente se
localiza en la sección Este. Tiene una dirección Este-Oeste. Únicamente
conserva dos hiladas, se apareja en seco y tiene unos mampuestos de 16 x
9, 34 x 16 x 11 y 33 x 22 x 20 cm.
Ambiente 2.
Fase I.
• UEM 533: Muro derruido que se localiza al pie de la sección Oeste de
la unidad de excavación. Es destacable un gran sillar que mide 115 x 48
cm.
Fase II.
• UE 527 I: Interfaz que marca una zanja de unos 70 cm. de ancho, que
viene a coincidir en parte con el ancho del muro UEM 533. Sin embar-
go, no es seguro que se trate de una acción de saqueo puesto que se le
adosa el revuelto UE 525.
Ricotí 76
Ilustración 9. Definición sobre plano de las unidades de deposición terrestre. (Santiago David Domínguez y San-
dra Lieda.)
77
Ambiente 3.
Fase I.
• UEM 534. Gran sillar.
Fase II.
• UEM 535 I. Interfaz que supone la destrucción de la hornacina
o la retirada del material que allí había.
• UE 519/530. Documentada en la sección Oeste, cubriría todo
el Ambiente 3. Se trata de tierra vegetal de textura arenosa, con-
sistencia compacta y de color marrón claro. Tiene una potencia
estratigráfica de unos 43 cm. Presenta una concentración de res-
tos pétreos junto a tégulas y ladrillos. También se han localizado
teselas, vidrio, cerámica, etc. Es la unidad que tiene también los
primeros restos de frescos.
• UE 531. Unidad de color anaranjado y textura arenosa compac-
ta, que sirve de apoyo a la UE 519/530. Tiene un ancho de unos
30 cm.
• UE 532. Unidad de derrumbe bajo UE 531 y 519/530. Presenta
restos de frescos.
Fase III.
• UE 1. Tapiz vegetal que se documenta también en las secciones Norte y
Oeste.
• UE 2. Capa de relleno general que se repite en toda el área y se documenta
en las secciones Norte y Oeste.
CONCLUSIONES
Durante el desarrollo de la presente campaña se han descubierto y exca-
vado unas termas en El Cañavate (Cuenca) por parte de la empresa CARPETA-
NIA. El director, José María López, nos ha facilitado personalmente un pequeño
79
informe para comparar nuestros trabajos con sus resultados allí, todavía inéditos.
Para ello hace falta una dotación de fondos más constante y de mayor
entidad que las soluciones provisionales con las que, hasta ahora, hemos podido
trabajar. Dicha dotación de fondos/personal también posibilitaría estudios ar-
queométricos ambiciosos centrados en el análisis de materiales y la datación por
C-14 de la ruina
JUAN PARRA
PIONERO EN LA
INTERPRETACIÓN
VIRTUAL DE VALERIA
Pionero en el uso del CAD, (programa de diseño asistido por computadora para dibujo
en 2D y 3D), es de los primeros que comienza a sustituir el tablero de dibujo por un
ordenador. No duda en aplicar estos novísimos medios de su trabajo como delineante
proyectista, en su otra gran pasión: la recreación del yacimiento de Valeria. Se documenta
y recoge información. Realiza planos y diseños. Va estudiando cómo podrían haber sido
el foro, la basílica y el ninfeo. Toma medidas de capiteles, basas y columnas. Poniendo su
empeño y entusiasmo en realizar un trabajo no sólo de calidad, sino como decimos ahora
en arqueología virtual: “con disciplina científica”.
Veinte años después ante su trabajo, sin terminar, lleno de notas y apuntes. Sabiendo que
en el yacimiento se ha excavado más. Que en este tiempo trascurrido, el dibujo digital de
planos o la recreación de imágenes en 3D, ha evolucionado muchísimo. Comparando así
lo que él vio y sus medios de trabajo, me maravillo de su intuición y de su buen hacer. De
ese aparente pequeño legado que nos dejó y que ahora sirve para continuar trabajando.
Creo que se merece que vuelva a nuestra memoria y que ocupe un lugar en nuestro “La-
rario” junto a los Dii Manes.
Ricotí 84
INTERPRETACIÓN
VIRTUAL
DEL YACIMIENTO
DE VALERIA
Juana Caballero Bleda
Supone un trabajo enorme que produce vértigo, al mismo tiempo que sientes emoción al
contemplar los restos arqueológicos que aún perviven, los que intuyes siguen enterrados
y lo ilustrativo que sería esa interpretación virtual.
Plantearse la idea de una reconstrucción virtual (de una columna, un edificio o todo el
foro) del yacimiento de Valeria, es un pensamiento que existe desde hace tiempo en el
ánimo de bastantes personas, ya sean historiadores, arqueólogos o los mismos valerien-
ses, a los que, evidentemente, nos gustaría tener unas imágenes que nos aproximaran lo
85
Reconstrucción de columna toscana con Blender a partir de la fotogrametría de una basa toscana
Leemos su historia, nos explican cómo podría haber sido, pero son los especialistas los
que consiguen saber y entender los restos que resisten al paso del tiempo y que están a la
vista de todos. Por eso, una imagen nos ayudaría mucho más a aprender sobre ese patri-
monio, comprenderlo y difundirlo.
La arqueología trabaja para descubrir y que no se pierdan esos restos que asoman tími-
damente, para que sepamos quiénes éramos, para recuperar la historia perdida. Y como
ciencia viva que es, incorpora a ese trabajo nuevos métodos y herramientas, uno de ellos
la arqueología virtual la cual es en estos momentos bienvenida por muchos y en cierta
manera despreciada por otros más escépticos. ¿Pero qué significa “arqueología virtual”?
“La arqueología virtual es la disciplina científica que tiene por objeto la investi-
gación y el desarrollo de formas de aplicación de la visualización asistida por or-
denador a la gestión integral del patrimonio arqueológico” (Principios de Sevilla.
Principios internacionales de la arqueología virtual)
Esta definición nos coloca en el punto de salida para enfrentarnos a esta tarea y entender
todo lo que se puede obtener. Lo primero que buscas es un conocimiento en profundi-
dad del yacimiento para llegar a realizar una reconstrucción lo más científica posible.
Necesitas toda la documentación publicada, la información que te aportan arqueólogos
e historiadores. Y por supuesto quieres conocer palmo a palmo, piedra a piedra, el objeto
Ricotí 86
87
Fotogrametría de capitel
de estudio. Porque una reconstrucción debe contar con un conocimiento y una implica-
ción profunda de quien va a emprender esa tarea, para llegar a acercarse y asomarse lo más
fielmente posible a lo que ese objeto, lugar o espacio fueron en el tiempo.
A continuación, el uso de los medios tecnológicos necesarios para llegar a una visualiza-
ción lo más exacta posible de lo que pudo ser, utilizando sistemas de documentación 3D
aplicados a la arqueología:
-Pdf 3D, muy útil para la presentación de datos escalados, la toma de medidas y la
representación de secciones o vistas.
Por supuesto se puede, además, crear en la pantalla nuevos modelos tridimensionales, que
sean hipótesis aproximadas de un objeto, edificio o ciudad.
Estos procesos de trabajo se llevan a término con la utilización de software que existe en
el mercado como AUTODESK, 123 Catch, Agisofht Photoscan, Mheslab, Blender, etc.
Trabajar con estas nuevas herramientas es de gran ayuda. Lo primero es que se gana capa-
cidad de estudio, sin agredir en ningún momento al objeto o al yacimiento sobre el que se
está trabajando. Lo segundo es tiempo, que se gana en todas las fases, desde la obtención de
Ricotí 88
Reconstrucción de columnas estriadas sobre las que se han colocado los capiteles obtenidos con fotogrametría
89
Captura de pantalla
Sabemos que nos gustaría visualizar el yacimiento de Valeria y conocemos los medios
con los que podemos contar para realizarlo, así que en ello estamos. Ahora es el inicio,
esperamos dentro de un tiempo poder ofrecer el fruto de nuestro trabajo.
Pero es importante, como resumen, dejar muy claro el uso y significado de poder virtua-
lizar el yacimiento de Valeria y nada mejor que una frase que leí:
En proyecto: a partir de la fotogrametría (programa Photoscan) de dos tabernaes del ninfeo de Valeria se han reconstruido las
tabernaes en la planta baja. Sobre ellas estaría el ninfeo y un tercer nivel correspondería al foro (con el programa Blender)
“OPUS
CAEMENTCIUM”
RECONSTRUCCIÓN DEL
HORMIGÓN ROMANO DE LA CIUDAD RO-
MANA DE VALERIA (CUENCA, ESPAÑA)
RESUMEN
Este proyecto se ha desarrollado a partir de la visita a la ciudad romana de Valeria, situada
en Las Valeras (Cuenca), donde vimos los aljibes que estaban fabricados con un mortero
hidrófugo objeto de este estudio. El “Opus Caementicium”. Comenzamos analizando la
zona donde estaba situado y la historia, tomamos diferentes muestras del hormigón que
revestía los muros de los aljibes para analizarlas. Una de ellas la utilizamos para realizar
un estudio visual con el que comenzamos a investigar qué tipo de mortero se trataba,
obteniéndose propiedades físicas como densidad y porosidad. Otra de las muestras la tri-
turamos y mandamos a analizar a laboratorio para conocer su composición química y
mineralógica y comparar analíticamente si estábamos en lo cierto. Seguidamente, el resto
de muestra fue tratado para estudiar su granulometría y descubrir los tamaños de los ári-
dos. Con todos estos datos obtuvimos la información necesaria para poder elaborar una
réplica en laboratorio del “Opus Caementicium”.
93
INTRODUCCIÓN
Valeria es una de las tres ciudades romanas situadas en la provincia de Cuenca y se encen-
tra situada al sur de la provincia de Cuenca a unos xxx km de la capital de la provincia
(Fig. 1). Fue conquistada por el pretor Tiberio Sempronio Graco hacia 179 a.C. pero no
fue fundada como Valeria hasta cerca del año 90 a.C. cuando el procónsul Cayo Valerio
Flaco le dio su nombre y organizó la administración del territorio. Por esa época se cons-
truyó la primera basílica, donde se impartía justicia y también hacía las veces de mercado
y culto. Se conoce por Plinio El Viejo y diferentes textos epigráficos que era una ciudad
de Derecho Latino Viejo y que pertenecía al Convento Jurídico Cartaginense. A partir
de la segunda mitad del siglo I a.C. se comenzó a romanizar adquiriendo infraestructuras
administrativas que permitirían organizar y dirigir la ciudad.
El desarrollo definitivo de la ciudad vendría dado de la concesión de “ius latii”, lo que
podríamos llamar el derecho de ciudadanía latina. Así se llegó a una reorganización de
la ciudad, acorde con este nuevo status Valeria comenzó a adornarse como una autentica
ciudad romana y sus ciudadanos pudieron optar a puestos administrativos del Imperio.
Para este periodo se construyó la segunda basílica más grande que coronaba la plaza del
foro, rodeada por el ninfeo y las tabernaes, adornada por la entrada con la fuente más
grande del Imperio (10 metros de longitud) y bajo la plaza del foro encontramos los aljibes
que hemos analizado.
A partir del siglo II d.C. dejo de haber tanto movimiento en la ciudad abandonando los
edificios públicos y utilizándolos como viviendas, acabó siendo asolada por numerosos
incendios aunque no fue abandonada. Tras la caída del Imperios mantuvo su hegemonía
durante el periodo de los visigodos pero no llegó a tener la importancia de antaño.
A B
Figura. 1. A) Localización de la ciudad romana
de Valeria. B) vista área de la ciudad. En la parte
central se observan los aljibes.
La palabra aljibe proviene del árabe y significa “cisterna”. Entre las diferentes partes de
la ciudad romana de Valeria soterrado bajo el foro aparecen los aljibes de la ciudad. Se
componía de cuatro aljibes que se conectaban entre sí, cada uno de 4.60 m de altura ter-
minado con una bóveda de cañón de unos 3 metros de luz. Los muros divisorios son de
0.88m de espesor con un revestimiento del mortero que estamos analizando, el Opus
Caementicium, de 0.06m por cada cara y un pequeño rodapié que remata el encuentro del
muro con el solado para evitar fugas.
Ricotí 94
Figura 2. Esquema constructivo de los aljibes soterrados bajo el foro de la ciudad Romana de Valeria.
Mientras esperábamos los resultados, nos dispusimos a realizar una investigación sobre el
hormigón romano de esa Época. El utilizado en el foro era el hormigón puzolánico, forma-
do por cascotes cerámicos machacados, árido de arena de río, cal y como aditivo puzolana.
Esto se podía aprecian visualmente con facilidad, por lo que empezamos a investigar su
fabricación.
Con la ayuda del laboratorio de la politécnica de Cuenca, realizamos los ensayos físicos co-
rrespondientes. Primero cogimos una muestra seca y la pesamos. Luego pesamos la muestra
en saturación de agua y después el peso de la balanza hidrostática. Para la densidad real,
usamos el ensayo del volunómetro, consiguiendo una densidad de 2,63gr/mm3. Una vez
obtenidos estos valores, calculamos su porosidad, que era de 29`3%. Tras esto, trituramos
una muestra previamente pesada del hormigón para reparar los áridos, y lo lavamos con
HCl para quitarle la cal y ver el porcentaje de cal que llevaba. Para la resistencia a compre-
sión, fabricamos 3 probetas con la proporción 3; 2; 1; 1; 0,2 de cascotes, árido, cal, agua y
puzolana, para ensayarlas. Estas debían ser ensayadas a la prueba de resistencia a la compre-
sión para así saber su resistencia a la compresión.
Figura 4. Espectro de Difracción de rayos X de la muestra de Opus Caementicium en la ciudad Romana de Valeria.
Na₂O MgO Al₂O₃ SiO₂ P₂O₅ SO₃ Cl K₂O CaO TiO₂ MnO Fe₂O₃ CO₂
0.06 5.98 12.30 35.6 0.06 0.16 0.08 1.61 19.5 0.53 0.03 3.81 20.84
Tamiz Árido
>2 >1 >0,5 >0,25 >0,125 >0,063 <0,063
(mm) grueso
Peso
205,35 30,95 35,08 58,66 54 54,70 48,74 25,42
(g)
Tabla 2. Datos del ensayo granulométrico por tamizado del Opus Caementicium en la ciudad Romana de Valeria.
y 15 mm, una cantidad de 1,125 kg y pulverizamos hasta conseguir una tamaño de grano
inferior a 0,063 mm, un total de 74 gr. Cogimos 750gr de arena de sílice normalizada y
375 gr de agua. Con todos los materiales, empezamos mezclando los cascotes con la are-
na de sílice, y le añadimos la cal. Tras removerlo 30 s, procedimos a añadir la puzolana y
removimos durante otros 30 s. Tras esto, fuimos añadiendo poco a poco el agua mientras
amasábamos durante 1 min aproximadamente. Una vez obtenida la masa, procedimos a
rellenar los moldes por tongadas y con la ayuda de un pisón metálico, semejando el méto-
do romano, presionando para expulsar el aire y rellene todo el molde. Seguimos con este
proceso hasta rellenar el molde y enrasamos para conseguir una superficie lisa. Dejamos
fraguar la cal a temperatura ambiente durante 24 horas y las desmoldamos.
A B
C D
Figura. 4. A) Mezcla de los cascotes, la arena y la cal. B) Adición de polvo de ladrillo y el agua y seguimos
mezclando. C) Relleno de los moldes por capas y compactación. D) Enrasamos y dejamos fraguar. E) Aspecto
final de las probetas de hormigón Opus Caementicium realizadas en laboratorio.
REFERENCIAS
EL ORIGEN
DE ROMA
Realidad y leyenda
Etruscos
99
Peninsula Itálica
Isla Tiberina
Según esta leyenda, después de que los griegos arrasaran la ciudad de Troya y
acabaran con todo vestigio de vida, se apiadaron del joven Eneas, uno de los pocos
supervivientes, y le permitieron marcharse para vivir en otro lugar. Conviene
aclarar que lo perdonaron, entre otros motivos, porque al parecer la madre de
Eneas era la diosa Venus, y los griegos no deseaban problemas con las divinidades.
Así que Eneas, tal y como relata Virgilio en la Eneida, después de surcar el
Mediterráneo durante varios años buscando un sitio donde instalarse, acabó
desembarcando en las costas italianas.
Ricotí 102
Rómulo y Remo
Tras este suceso, y en vez de quedarse en Alba Longa esperando su turno para poder
reinar, decidieron fundar una ciudad en aquel lugar donde fueron amamantados
por la loba, en las inmediaciones del Palatino. La tradición establecía que el mayor
de los hermanos debía elegir el nombre de la nueva ciudad pero, al ser ambos
gemelos, tal decisión resultaba complicada. Por ello, convinieron recurrir a los
augurios, de tal suerte que, aquel de los dos que más pájaros viese, tendría la última
palabra. Rómulo desde el monte Palatino avistó doce aves y venció a Remo quien,
desde el Aventino, tan solo llegó a ver seis. Pero Remo no dio su conformidad al
resultado, alegó que él había avistado primero las aves y, en un acto de ira, saltó el
surco que su hermano había trazado para delimitar la muralla. Tal fue el enfado
de Rómulo por la afrenta que lo mató allí mismo, y pronunció una frase que
quedó para la posteridad: “así muera en adelante cualquier otro que franquee mis
murallas”.
Haciendo Rómulo uso de su derecho, y siendo el día 23 de abril del año 753 antes
de Cristo, puso el nombre de Roma a la nueva ciudad. Y a partir de esta fecha, ab
urbe condita, se inició el cómputo de la historia de Roma.
Fundada ya la ciudad, se instituyeron los ritos religiosos, se dictaron las leyes y
se nombraron cien senadores que integraron el Senado, el consejo de ancianos
formado por los más respetados entre los paterfamilias.
Pero enseguida surgió en los habitantes de la urbe un nuevo problema. La
Ricotí 104
María Lara
Historiadora y Escritora
Premio de Novela Histórica “Ciudad de Valeria”
2011 y Premio Algaba 2015
Tiempo atrás, en ese otro Imperio que precedió al Español, el Romano, se puso de moda
entre las más clases acomodadas la tenencia de perros con la finalidad de que sirvieran
de guardianes del hogar. También en la monarquía y en la República. En su obra didác-
tica De re rustica, el polígrafo Varrón aconsejaba no educar con cazadores a los que iban a
estar destinados al pastoreo, y el gaditano Columela, en su tratado homónimo, advertía
de que el perro que fuera a guardar el caserío había de ser grande, con ladrido espacioso y
sonoro para amedrentar al malhechor y de color oscuro a fin de ser visto de día y poder
camuflarse por la noche.
El ocio representa el descanso, la negación de la rutina. A los romanos la cultura helénica
les legó el pilar de la filosofía y, aunque los del Lacio se esmeraron en bajar la Idea a la
realidad de la caverna mediante el Derecho o la Ingeniería, gozaron de largos ratos en
los que mantener vivo el fuego del hogar, dar culto a los dioses lares, recoger las aguas del
impluvium, pasear por los peristilos y animar sus existencias con palomas, patos, cuervos
y codornices. Otrosí con leones, como el de Caracalla, tan extravagante como su dueño, o
caballos cual Incitatus, al que Calígula colmaba de agasajos entre pesebres de perlas y ele-
vara a gobernador de Bitinia, la región donde, hacia el año 250 d.C., nacería la emperatriz
Helena, protagonista de El velo de la promesa.
Como en las poleis griegas, la primera finalidad que los perros tuvieron en Roma fue la
cinegética mas, a medida que la Urbe crecía, no sólo en altura por las insulae (bloques de
viviendas), sino en esplendor, surgió la acepción de “perro de familia”, un capricho que los
patricios podían permitirse, mientras que los plebeyos se arreglaban con ocas.
No obstante, la Historia, que es magistra vitae, como sentenciara Cicerón, enseña que
muchas veces más vale maña que fuerza y, así, fueron los gansos los que previnieron el
Capitolio de la ofensiva de los galos, de ahí que cada año las ceremonias exaltaran las
virtudes de estas plumas de nieve que, en verdad, hicieron con su respuesta, un ataque de
vanguardia.
De la caza y de la vigilancia, pronto saltaron los canes a la acción bélica y, por supuesto,
que no faltaron los “perros-soldado”, como los denomina Polieno. Para este fin se recurría
a los molosos, traídos por Alejandro Magno tras la conquista de Persia. Las Legiones de
César llevaban consigo al “canis pugnacis”, de mandíbula de acero y, a las vueltas, anda-
ban los gatos, símbolo de victoria por limpiar de ratones los cuarteles de invierno. Un
collar de puntas afiladas preservaba al moloso ora en el frente, ora en el circo, ora en el an-
fiteatro pues, en los espectáculos con gladiadores, se lucían con su enorme musculatura,
siendo honrados con idénticas distinciones a sus amos. Precisamente, del cruce de dogos
nació en Britannia el bulldog, nombre que procede de “bull” y “dog”, toro y perro, ya que
ambos se veían las fauces en las pendencias profanas.
El arte, capaz de captar a perpetuidad escenas fugaces de la mitología, nos revela las re-
sonancia que se confirió al perro en la mentalidad grecolatina, bien asistiendo a la Diana
cazadora y ejecutando la orden dada por ésta de devorar a Arteón por pillarla bañándose,
o trotando a la vera de Marte, dios de la guerra, quien sembraba la destrucción sobre el
rival mediante “genios voraces”.
La pasión por los perros corrió como un torrente por las venas de Hispania. Como el jo-
ven Lucio, de Apuleyo, convertido en El asno de oro por ingerir una rosa hechizada, en el
Siglo de Oro hallamos a una pareja cervantina rodeada del enloquecido lenguaje barroco
de las apariencias.
Se trata de Cipión y Berganza, dos niños convertidos en perros por una bruja cordobesa,
la Camacha, que les cogió manía por ser la madre, la Montiela, competidora suya en las
lides de Medea, a todo esto con otra estriga, la Cañizares, confirmando alternativa tra-
yendo y llevando informes.
El caso es que, desde esa condición de cachorros, los protagonistas de la Novela Ejemplar
dialogan sobre lo humano y lo divino en la centuria de la picaresca, y hasta ensalzan la
labor pedagógica de los jesuitas, quienes según testimoniaba el hijo de su amo- un nuevo
rico al que hasta la escuela llevaba un paje-, los discípulos de san Ignacio reñían con sua-
vidad a los pupilos y huían de la aplicación de castigos corporales.
Mucho más tarde, a la par que el laicismo expulsaba por enésima vez a la Compañía de
numerosos países, a finales del XIX Freud escogía el seudónimo de Cipión para cartearse
con su amigo Silberstein. De la mayéutica socrática... al psicoanálisis, pues la pregunta
como método alberga valor informativo y, a la par, catarsis. Interrogante que queda abier-
to al atisbar que hipotéticamente, en el primer boceto de Las Meninas, no era un mastín
el que ejercía de árbitro de las riñas infantiles sino que, junto a Nicolasillo y Maribárbola,
había un puerco engrasado. Y es que, etnográficamente, constituía un juego de niños el
portarlo en la cohorte como mascota.
La sorpresa de Felipe IV fue mayúscula al apreciar a tal mamífero incluido en la familia
de los Austrias: ¡Velázquez, pinta un perro!, exigió con voz bronca. Por un súbito instante
el artista sevillano se quedó pasmado. Y Margarita siguió posando sin perder la sonrisa.
Mas nunca llegó a comprender por qué hacia 1656- aquel tímido año en que las siluetas
quedaban fusionadas, a modo de constelación, sobre la rubia melena- su padre, el Rey
Planeta, se asustaba ante la amistosa presencia de una cerdita. Acabóse de escribir
este artículo en
la fiesta de santa
Priscila,
patrona de la
valeriense amiga de
Helena.
En la Subdelegación
de Defensa en
Guadalajara,
el día de la inaugu-
ración de mi poema
“Vivir de esta
manera”.
Entre la Biblia
y la fantasía
galáctica
Viejas y nuevas derivas del PÉPLUM
Pepe Alfaro
Biblias de celuloide
Por otra parte, el péplum continúa su mirada hacia una
Antigüedad representada con mayor o menor criterio
historicista, y donde las cámaras de cine siguen leyendo la
Biblia desde la óptica más diversa. Continúa pendiente el
estreno en nuestro país de la película dirigida por Rodrigo
García (hijo del insigne Gabriel García Márquez) titulada
Last days in the desert (2014), que imagina el paisaje bí-
blico de Jesús en el desierto a través de una reflexión con
sugerencias a Buñuel, Scorsese o Pasolini. Evocación de
una búsqueda interior, una propuesta personal en la que el
escocés Ewan McGregor interpreta el doble papel de Jesús
y del diablo, a priori interesante representación de la dua-
lidad entre el bien y el mal, aunque al parecer se presenta
lastrada por un desarrollo demasiado pausado.
Al tiempo que llegaba a las pantallas la película Resu-
citado el director y guionista conquense Juanra Fer-
nández comenzaba los trabajos de preparación de una
producción basada en su novela Yo maté a Cristo, acer-
camiento novedoso a precisamente al mismo momento
clave que marcará el desarrollo de la historia de la Hu-
manidad.
Resucitado
El día 23 de marzo (Miércoles Santo para más inri) lle-
gaba a las pantallas españolas (no así a Cuenca, una ciu-
dad especialmente arraigada en la tradición del drama
del Gólgota y su representación nazarena) la película
Resucitado, dirigida por el texano Kevin Reynolds, que
había tocado el cielo del éxito comercial con la enésima
visita a los bosques de Sherwood en Robin Hood prín-
cipe de los ladrones (1991), para acabar ahogado, junto
a la estrella de su homónimo amigo Kevin Costner, con
los fastos de esa especie de parque de atracciones acuáti-
cas que fue Waterworld (1995).
Resucitado se filmó entre el 7 de octubre y el 12 de
noviembre de 2014 en tierras almerienses, la provincia
española que definitivamente se ha hecho merecedora
al título de “tierra de cine”, especialmente desde que el
spaghetti-western transformó el único desierto del Con-
tinente Europeo en un provechoso y polivalente plató
con mil caras. Para la ocasión, la playa de los Genoveses
se transformó en el mar de Galilea, en el paraje de La
Hoya se construyó el decorado de una fortaleza y el de-
sierto de Tabernas ambientó las escenas de batalla, pero
la transformación más sorprendente la experimenta esa
atalaya defensiva de origen musulmán conocida como
la Alcazaba, convertida en baluarte y sede del palacio de Pilatos. Previamente al rodaje
en Almería, las escenas de la crucifixión se filmaron en la isla de Malta, donde a algún
responsable del diseño de producción se le ocurrió la “brillante” idea de equipar la base de
las cruces con un mecanismo articulado para bajar a los reos mediante un solo golpe que
desprende la amarra y deja caer el madero con el ajusticiado, permitiendo la reutilización
para un nuevo condenado sin apenas esfuerzo.
La ambientación en nuestro país ha permitido la participación de numerosos profesiona-
les en las más diversas tareas de producción, destacando la labor del compositor Roque
Baños, responsable de una banda sonora que recupera los sonidos característicos de la
Ricotí 114
música de tono místico combinados con otros que basculan entre la épica y el misterio.
La aportación española más reconocible figura en el casting, donde podemos identificar
varios rostros en papeles de diversa relevancia, entre los que sobresale la brillante com-
posición efectuada por el actor Luis Callejo en el papel del judío traidor que delata a los
discípulos de Jesús (Yeshúa, el nombre hebreo, en la versión original), aunque el personaje
femenino más relevante es para María Botto, encargada de dar vida a María Magdalena.
El planteamiento argumental de Resucitado nos propone una relectura bíblica en clave
sacramental centrada durante los días inmediatamente posteriores a la crucifixión de Je-
sús, para mostrarnos, a través de la mirada de un tribuno, la perspectiva hollywoodense de
un instante crucial de la historia sin salirse de la ortodoxia católica, aunque en la recrea-
ción histórica de espacios, ambientes y utensilios no hayan sido excesivamente cuidado-
sos, como demuestra la utilización de estribos por los jinetes romanos, con varios siglos
de anticipación respecto a su adopción por la caballería del Imperio.
Dioses de Egipto
Mientras esperamos para comprobar si la recreación digital de Ben-Hur supera la mítica
carrera de cuadrigas filmada sin artificios (solo sustituyendo las estrellas por especialis-
tas), tenemos la oportunidad de asistir a una aventura épica y mitológica titulada Dioses
de Egipto (Gods of Egypt, 2016), superproducción que reconstruye, con mayores dosis de
imaginación y fantasía que de cultura y arqueología, el mundo antiguo de los faraones
gracias al desarrollo de las técnicas de animación digital. La última derivación del pé-
plum nos lleva, pues, hacia unos héroes de artificio fabricados a base de efectos tan espec-
taculares visualmente como vacíos de personajes, emociones y sugestiones con capacidad
para sorprender.
115
dos años antes había producido la maravillosa e inolvidable King Kong: Ernest
B. Schoedsack y Merian C. Cooper como directores, este último también como
productor y Ruth Rose como guionista, todos bajo el paraguas de la RKO y la
creatividad de los efectos especiales de Willis O’Brien.
Se trata de la versión que más se aleja del original literario o de la letra de la
leyenda; de hecho, un cartel al final de los títulos de crédito avisa de que el relato no
adapta la novela de Bulwer-Lytton, y de que esta tan solo ha servido de inspiración
para la reconstrucción de la ciudad. La historia de Marco, un herrero que se convierte
en gladiador en época de Poncio Pilato, es un mero pretexto para conjugar en un
mismo film las luchas en el circo, la Judea de Jesucristo y la erupción vesubiana,
que es adelantada cronológicamente alrededor de cincuenta años: mera ilusión
hollywoodiense, pues. Los ingredientes melodramáticos inundan la primera parte
del film: el honrado y humilde herrero Marco pierde a su mujer y su hijo en un
accidente, se convierte en gladiador y, poco después, recoge y adopta a Flavio, un
huérfano que ha visto a su padre “cruzar el río”, y compra a Leaster, esclavo al que
tratará siempre con dignidad y nobleza (introito melodramático). Una pitonisa
augura que encontrarán la senda de la vida en Jerusalén, donde se toparán con un
hombre grande que les dará la gran revelación. El destino desempeña el papel de
la confusión moral, pues Marco cree que ese hombre es Poncio Pilato, justo en el
momento en que se lava las manos tras condenar a la crucifixión a un rebelde judío
(pugna entre paganismo y cristianismo). Curiosamente, Pilato devolverá años más
tarde la visita a Marco en Pompeya, cuando este ha enriquecido gracias a negocios
poco morales; en el momento de la celebración de una sesión de circo, con decenas
de esclavos inocentes —entre los que se encuentra Flavio, que se ha adherido a
la causa de los desfavorecidos— para diversión de la muchedumbre, explota el
volcán a modo de condena colectiva y justicia divina. Este es el momento en que la
película hace lucirse a Willis O’Brien con sus decorados y efectos artesanales pero
de gran eficacia y belleza.
De los protagonistas, el primero en morir, claro está, será el esclavo Leaster. El
fuego simbolizará el castigo, mientras el agua (el pueblo de Pompeya huye de la
ciudad en barcas) se erigirá en la salvación. También Marco morirá en los planos
finales, pero no sin antes tener una visión de Cristo, al que tiende la mano en señal
de súplica y de petición de perdón. Pompeya es ahora una metáfora bíblica, como
antes lo fueron Babilonia, Sodoma o Gomorra.
119
propias manos) y se oyen frases como “perros cristianos” mientras estos rezan y
cantan plegarias y se preparan para el sacrificio y el martirio. El volcán, como en el
film anterior, se ocupará de ejecutar la justicia divina en la ciudad.
¿Qué aporta a las anteriores la versión de 2014, Pompeya (Pompeii), dirigida
por el aparatoso cineasta británico Paul W S Anderson y que ya fue comentada
por Pepe Alfaro en el número anterior de esta revista? De entrada, por supuesto,
los efectos digitales, que en un film kolossal hollywoodiense no es poco; y, como
complemento y añadidura, la espectacularidad de lava, ceniza, derrumbamientos,
tsunamis, etc. en 3-D y la mostración más explícita de la violencia y la sangre. En
otros terrenos —narrativo, dramático, ideológico, fílmico— poco añade, salvo
el menor peso de la religión (la nueva religión cristiana está totalmente ausente
de la trama) en beneficio de una visión apocalíptica más acorde con los nuevos
tiempos. El relato es bien distinto a los anteriores, y ahora el protagonista es un
niño britano que, saqueada su aldea y asesinada su familia por los romanos, se
convertirá en esclavo gladiador y será conducido
a Pompeya, donde se enamora de Casia, la hija
del gobernador Severo, a su vez enemigo político
del senador Corvo. El trasfondo político
también es explícito: Roma ha caído en una
época corrupta por culpa del emperador Tito,
que es poco amado por su pueblo y que desprecia
la vida en las provincias para centrar su interés
en la metrópoli. Hay, por tanto, corrupción
política, pero también intereses inmobiliarios
(se quiere reconstruir Pompeya, aunque lo que
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Continuamos con la sección “La cocina de Roma” y las aportaciones de Apicio (S. I d.c.)
y su obra “De re coquinaria”.
Proponemos dos nuevos platos:
Piñones
PASTEL
(adaptación, para ocho o diez personas) Nueces
ALITER DVLCIA
SILIGINEOS RASOS FRANGIS, ET BVCELLAS MAIORES FACIES.
IN LACTE INFVNDIS, FRIGIS, EX (IN) OLEO, MEL
SVPERFVNDIS ET INFERES.
Pan
Valeria condita
Aúlla el viento que barre tus parajes,
solitarios secanos, desgarrados
barrancos, por los buitres dominados.
Y como un fondo al cuadro, tus paisajes
Ángel Trifón
Placa de cinturón procedente de Valeria. S. XIII.
Museo de Cuenca
Imagen. Aurelio Lorente