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“Libros de fábrica”de la iglesia de Valeria (1762-2013)

Adriano, Las memorias de un emperador · Sociedad y asociacionismo · Los nombres


del abuelo · Valeria, recuerdos del pasado · Los jesuitas conquenses y la arqueología
Curso de Formación en Arqueología · Juan Parra... · Interpretación virtual
del yacimiento de Valeria · “opus caementicium” · El origen de Roma...
Si los perros hablaran… · Viejas y nuevas derivas del péplum · Pompeya en el cine
La cocina romana · Valeria Condita
© Tofiño
Sumario

Editorial. ...............................................................................................................................................2
Adriano. Las memorias de un emperador.
Enrique Gozalves Cravioto............................................................................................................ 4
Pregón 2015.
Esther Atienza Suarez................................................................................................................. 11
Sociedad y asociacionsmo.
Antonio Contreras Lerín.........................................................................................................................14
Los nombres del abuelo.
Luis Villacé Vazquez ................................................................................................................................24
Valeria, recuerdos del pasado.
Miguel Romero..........................................................................................................................................28
.“Libros de fábrica” de la iglesia de Valeria (1761-2013)
Eduardo Domínguez Suay.....................................................................................................................34
Los jesuitas conquenses y la arqueología.
Laura Lara Martínez..............................................................................................................................58
Curso de Formación en Arqueología. Valeria. Campaña 2015.
Santiago D. Domínguez y Michel Muñoz..........................................................................................60
Juan Parra, Pionero de la interpreción virtual en Valeria
Juana Caballero........................................................................................................................................81
Interpretación virtual del yacimiento de Valeria.
Juana Caballero........................................................................................................................................81
Reconstrucción del hormigón romano “opus caementicium” de la ciudad
romana de Valeria (Cuenca, España).
Martín Cifuentes, P., Ferrandis Martínez, F.J.,
Naharro Martínez, J. y Naranjo Camuñas, F....................................................................................88
El origen de Roma: realidad y leyenda.
Jaime García-Torres Entrala...................................................................................................................94
Si los perros hablaran… Los mastines más allá de la Antigua Roma. María
Lara Martínez....................................................................................................................................... 102
Viejas y nuevas derivas del PÉPLUM. Entre la Biblia
y la fantasía galáctica.
Pepe Alfaro.............................................................................................................................................. 106
Pompeya en el cine. Péplum, melodrama y justicia divina.
Pablo Pérez................................................................................................................................. 112
La cocina romana.
Julián Torrecillas y Mª José López.............................................................................................. 118
Valeria Condita.
Ángel Trifón............................................................................................................................................ 120
EDITORIAL
A veces, cuando se pasea junto al viejo foro y la basílica
–tan tranquila ahora, como ajetreada hace veintiún siglos- de
esta ciudad, o sobre el cerro que encierra el secreto de la pri-
mera y humilde iglesia -hecha deprisa, con la humildad del
románico popular, por gentes pendientes, siempre y al mis-
mo tiempo, del arado y de la espada, cuando por estas tierras
resonaba aún el grito orgulloso del último adalid moro de
Alarcón saltando desde su torre albarrana al vacío- a veces,
sólo a veces, al paseante, tranquilo pero anonadado por lo
que ve, por lo que imagina, se le acumulan en la memoria,
urgentes, como las nubes de Los Llanos, unos versos que de-
finen, la majestuosa soledad del momento:

Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora


CRÉDITOS campos de soledad, mustio collado,
Foto de Adriano fueron, un tiempo, Itálica famosa….
Edita: Asociación Cultural Martín Cifuentes
“La Gruda” Don Rodrigo Caro, uno de tantos genios de nuestro si-
F.S. Ferrandis
Dirección: Castrum J. N. Naharro glo de oro, empezaba así su conocida y magistral “Canción
Altum,2 F. Naranjo a las ruinas de Itálica”, su elogio, casi fúnebre, por aquella
16216, VALERIA María Lara ciudad, colonia del bravo, pese a Numancia, Escipión, la pa-
(Cuenca) Laura Lara tria de Adriano, uno de los emperadores buenos. El Adria-
no del Mausoleo o del Muro britano,… el Adriano al que
Coordinadores: Fotografías:
Julián Torrecillas esta ciudad dedica este año sus jornadas romanas.
Archivo A.C.
Teodomiro Ibáñez “La Gruda” La diferencia entre Itálica y Valeria es que mientras una,
Aurelio Loriente la primera, se dejó vencer por el tiempo y la historia, a Vale-
Colaboradores: Juana Caballero ria no le rindió esa dejadez suicida que invade, en los malos
Antonio Contreras Zoom 3000
Enrique Gozalbes Teodomiro Ibáñez
Miguel Romero Félix Mateo
Pepe Alfaro Eduardo Domínguez
Jaime García-Torres Ares arqueología
Eduardo Domínguez Enrique Gozalbes
Julián Torrecillas
María José Collado Maquetación:
Saniago D. Domínguez Jesús Caballero
Michel Muñoz Juan Ramón Fernández
Juana Caballero
Carlos Calvo Imprime: Excma.
Esther Atienza Diputación Provincial
Pablo Pérez de Cuenca
Ángel Trifón Depósito Legal:
Luis Villacé
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momentos, a las gentes de un lugar animándoles a


levantar lares y altares, hasta las cenizas de los ante-
pasados, hacia otros asentamientos donde la identi-
dad acaba perdiéndose.
Si Adriano, nuestro Adriano de este año, volvie-
ra por Itálica, se sorprendería por ver los restos de su
casa, o de su jardín, visitados en horas marcadas por
gentes extrañas, casi como si se tratara de la infame
exposición de un extraño botín robado al más allá.
Pero no escucharía risas de niños en la noche, ni en
invierno olería la carrasca quemada que parece que-
rer perfumar a la Osa Polar.
Si Adriano, el emperador viajero, volviera por
Valeria, que seguro que estuvo, aunque sólo fuera
por disfrutar de la Perla de los Claudios, vería a ni-
ños jugando a lo mismo que tal vez jugara él mismo, en las veloces noches de verano, Portada restaurada
y en invierno se asombraría al reconocerse en los rostros de hombres como olmos, de la iglesia
de mujeres con el gesto de su madre, con nombres familiares: Félix, Dedicación,
Dominador, Domitila, Claudio, Julia…
Valeria aún vive.
Convertida en una democrática EATIM: un concejo abierto -al fin y al cabo la
base más íntima de la democracia- trabaja por seguir adelante.
Fruto de ello son desde iniciativas ciudadanas, como el Día del Árbol, o las comi-
das de ciudadanía en varios momentos del año, a realidades concretas como el Plan
de Empleo, los trabajos de acondicionamiento para facilitar la visita a Los Aljibes, el
arreglo de la portada de la Iglesia, el trabajo para seguir aflorando las descubiertas
Termas, el arreglo del camino de las Higuerillas…
Valeria, sueña.
Lo hace con proyectos como la ampliación del Centro de Interpretación, los Cur-
sos a Estudiantes de Arqueología con presupuesto a cargo de la administración local
y provincial y los de la UIMP como el de este verano. Se aprovecha la cultura como
recurso.
A Adriano, uno de los emperadores sabios, se le atribuye una frase tremendamente
actual:”En tiempos de crisis, la administración civil si está bien organizada, podrá seguir
atendiendo lo esencial llenando el intervalo, a veces demasiado largo, entre uno y otro
gobernante prudente”
Vivimos tiempos en los que “las cosas por un oído entran y por el otro salen“, como
decían los abuelos.
Pero cuando parece que se está advirtiendo el maldito error que supuso y supone la
despoblación rural, es necesario recuperar la máxima imperial en favor de aquellas co-
munidades castigadas por ese abandono, sobre todo por aquellas que en un momento
de la historia dieron todo, sin pedir nada a cambio.
Como Valeria, que cedió hasta sede episcopal, a favor de una naciente ciudad lla-
mada Cuenca.

Y eso no es sueño: es simplemente deuda de justicia.


ADRIANO
LAS MEMORIAS
DE UN EMPERADOR

Enrique Gonzalbes Gravioto


Catedrático acreditado de Historia Antigua
Universidad de Castilla-La Mancha

Publio Aelio Hadriano ocupó el cargo imperial en Roma desde el 118 al 138. Su tra-
yectoria política y personal está íntimamente ligada a varios hechos fundamentales en su
devenir y en el de Roma, pero también a varios nombres de personajes. De estos, dos de
ellos los conoció personalmente, de los otros sin embargo ignoró su existencia futura.
Los primeros fueron su predecesor y autor final de su elevación al trono imperial, su
predecesor el emperador Trajano (98-118), así como su colaborador, consejero y amante
el gran y desconocido Antinoo. Aquellos a los que no conoció fueron los que escribieron
acerca de él. En la antigüedad el biógrafo Aelio Espartiano recogió datos de su vida y es la
principal fuente histórica acerca de su imperio, pese a lo cual debe indicarse que escribió
en el siglo IV. Sus referencias se complementan con datos recogidos por el historiador
Dion Cassio, y en ambos casos utilizaron una biografía del emperador escrita por uno de
sus libertos. Pero sobre todo, sobre todo, una gran literata contemporánea nuestra.

En el siglo XX sin duda debe destacarse a la insigne escritora francesa Marguerite


Yourcenar, autora de una de las principales novelas históricas que se han publicado; sus
Memorias de Adriano hacen que la imagen que en la actualidad tengamos del empera-
dor Adriano sea inseparable de su lectura del personaje. Algo así como la reivindicación
de uno de sus antecesores más capaces, el
El emperador Adriano.
emperador Claudio, valorizado sobre todo
Estatua en el Museo del
a partir de la relectura que del personaje
Louvre (foto del autor).
realizó Robert Greaves en su Yo Claudio
(1934), como la anterior importante novela
histórica pero que tuvo un mayor éxito al ser
llevado a una exitosa serie televisiva (1976).
Y también, en el terreno negativo, la imagen
de crueldad y de locura reflejada en otra no-
vela histórica importante como es Quo Vadis
(1896) de Henryk Sienkiewicz ambientada
en la primera expansión del cristianismo en
Roma y su persecución, igualmente llevada
al cine con cierto éxito en 1951.
5

MARGUERITE YOURCENAR Y LAS MEMORIAS DE ADRIANO

Las “Memorias de Adriano” constituyen una de las noveles históricas más importantes.
Su autora fue Marguerite Yourcenar (1903-1987), escritora francesa nacida en Bélgica y
nacionalizada norteamericana. Se trata de un relato en primera persona por parte del
emperador, escrito de forma fidedigna a través de las fuentes antiguas. De hecho, Yourcenar
sigue el testimonio de la bibliografía del emperador escrita por Elio Espartiano, con
datos también tomados de Dion Cassio, puesto que estos dos escritores de época romana
utilizaron la biografía que de su señor había escrito el liberto Flegón. La edición española
de las “Memorias de Adriano” fue realizada a partir de la espléndida traducción de Julio
Cortazar, y se trata de una auténtica obra maestra que por su estilo, es un auténtico reportaje
documentado, sin embargo es visto de formas diferentes: se trata de un “libro de culto” para
mucha gente, pero sin embargo aburrido para otros.

En las “Memorias de Adriano”, una obra cumbre de la novela histórica, la gran


escritora hace narrar al emperador Adriano diversos elementos de su vida; pone en su boca
una serie de reflexiones acerca de su gobierno y sensaciones, de su enorme afición por la
poesía, por la música, por los viajes que fueron otra
de sus constantes. Y como no podía ser de otra forma,
Adriano explicita el amor por su joven y desgraciado
amante, Antinoo, así como la tristeza ocasionada por
su pérdida irreparable para él, naturalmente sin dar
una solución al misterio de su desaparición.

En suma, Yourcenar mostraba su gran atracción


hacia la frase laudatoria de la antigua Roma que
expresó en el siglo XIX el novelista francés Gustave
Flaubert: “cuando los dioses ya no existían y Cristo
no había aparecido aún, hubo un momento único,
desde Cicerón a Marco Aurelio, en que sólo estuvo
el hombre”. Y daba su opinión literaria: “los que
consideran la novela histórica como una categoría
diferente olvidan que el novelista no hace más que
interpretar, mediante procedimientos de su época,
cierto número de hechos pasados….”.

Entre los hechos destacables de Adriano destaca su evidente vinculación con Hispa-
nia. Entre todos los emperadores romanos, Adriano es uno de aquellos escasos que en
teoría pudo en algún momento visitar la ciudad de Valeria. Según la gran mayoría de los
testimonios de la antigüedad, Adriano era natural de la ciudad bética de Itálica, actual
pueblo de Santiponce ubicado a escasos kilómetros de Sevilla. Era miembro de una fami-
lia que mezclaba su prosapia de esa ciudad con la gaditana, en este caso por vía materna.
Sin duda mantuvo un extraño acento, podemos con una simpatía imaginativa conside-
rar que “andaluz”, durante toda su vida: siendo ya emperador, a partir de sus aficiones
literarias, quiso declamar en público en uno de los teatros de Roma, en una actuación
de relación intelectual con el pueblo como tribuno que no le salió precisamente bien,
puesto que el público se rió y burló de ese extraño acento que tenía un provinciano que
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había accedido al imperio. Yourcenar lo reflejaría en primera persona en la novela: “había


conservado yo mi acento provinciano, mi primer discurso en el tribunal hizo reír a car-
cajadas”. Pero fue también un innovador en la moda: fue el primer emperador portador
de barba, hasta ese momento despreciado como “bárbaro”. Y además fue un emperador
especialmente culto y, sobre todo, fascinado por todo lo que significara el mundo griego
y helenístico. Constituye una prueba de cómo la filosofía estoica se había impuesto en las
elites romanas.

Adriano fue un emperador viajero, y por ello fue uno de los que estuvo en Hispania,
en un concepto de modernidad: su predecesor Trajano había inaugurado el estilo del em-
perador fuera de Roma, pero en ese caso en campañas militares, Adriano por el contrario
fue el emperador fuera de Roma, pero en este caso en visita a las provincias, en las que
tomaba nota de los problemas, se preocupaba de las mejoras de los servicios, y natural-
mente recibía el homenaje de las gentes. En el caso de su viaje a las Hispanias, sabemos
de un rasgo de modernidad. Como es sabido, la visita de las más altas autoridades supone
limpiar las ciudades y en parte embellecerlas, “ponerlas como un pincel”. No sabemos si
Adriano estuvo en Valeria, por su situación lejos de grandes capitales y puertos es impro-
bable, pero de ser así no cabe duda de que Valeria fue “puesta como un pincel”. Además
en Valeria en este momento los arqueólogos e historiadores conocemos más testimonios
de su predecesor Trajano que del propio Adriano. De Trajano se conserva una muy cono-
cida estatua, con su peinado típico, y sin embargo no de Adriano. Y además de Trajano
se conocen más monedas descubiertas en Valeria y proximidades que de Adriano, justo al
contrario de lo que se tenemos documentado en Segobriga. La epigrafía latina tampoco
apunta a que bajo Adriano la ciudad de Valeria tuviera un aumento de importancia res-
pecto a momentos anteriores.

Hemos aludido a la mejora en las provincias visitadas. Este es un hecho muy bien cono-
cido en relación a los viajes de Adriano, que significaron una nueva re-monumentalización
nada menos que de la ciudad de Atenas, de lo que se conserva su puerta urbana y su biblio-
teca, pero también en Egipto, o de ciudades muy diversas de la provincia de Asia (Turquía)
en especial Éfeso. En Hispania, la revisión de los repertorios epigráficos, como por ejemplo
el catálogo de José Vives, permite observar el repunte extraordinario de los miliarios de
caminos a nombre de Adriano. Este hecho refiere históricamente un momento de arreglo
considerable de las calzadas romanas, obras en los caminos que se pueden poner en relación
con la estancia de Adriano en Hispania. Muy posiblemente no corresponde a una simple
casualidad el hecho de que precisamente un miliario a nombre de Adriano se haya descu-
bierto en la zona de Segobriga, por donde transitaba una de las principales calzadas de la
Hispania romana (la conocida después como “Camino Murciano”).

En cualquier caso, al parecer Adriano en su viaje, por las razones que fueran, no quiso
entrar en su Italica natal y prefirió continuar el camino hasta el puerto de Gades (Cádiz),
ciudad de su familia materna. Ello no fue obstáculo para que con posterioridad en Italica
se realizara la obra e inversión más potente, la recreación de la ciudad como una nueva co-
lonia romana con el nombre de Aelia Italica. Ésta había sido la primera de las fundaciones
romanas en Hispania, creada por Escipión hacia el año 206 a. C. para residencia de los
soldados heridos en la guerra contra los cartagineses. Pero la ciudad tuvo una refunda-
ción ahora con estatus colonial y de hecho el campo arqueológico que visitamos hoy día
es producto de la nueva creación de Adriano.
7

EL MISTERIOSO CASO DE ANTINOO

Antinoo constituye uno de los grandes mis-


terios del imperio de Adriano. A su muerte,
sin duda por impulso del emperador, en mu-
chas ciudades romanas se elevaron estatuas
en su honor, como ésta que se conserva en el
Museo del Prado. Antinoo fue un adolescente
de la provincia de Bitinia, en Asia Menor, del
que sin duda se enamoró Adriano a la luz de
los hechos. Lo acompañó en todo momento y
se convirtió en su principal apoyo. Ello no es
obstáculo para que Adriano mantuviera a su
esposa y no diera otras muestras, por lo me-
nos no documentadas, de homosexualidad.
Pero la propia iconología del personaje, cómo
aparece en las estatuas, refleja esa belleza que
sugiere no tanto un amor espiritual como uno
físico.

Pero la desgracia se cernió sobre la pareja. Antinoo falleció en muy extrañas


circunstancias. Lo que parece seguro es que durante una travesía en barco por el Nilo,
Antinoo cayó al agua y murió ahogado al parecer ante la vista misma de Adriano. Lo
más probable es que se tratara de un accidente. Pero otra versión señalaba que, no se
sabe bien por qué, Antinoo se habría suicidado para garantizar la vida y la seguridad
del emperador, y se afirma que para ello siguió lo que le había dicho un astrólogo
como remedio necesario. Finalmente, otra versión más escabrosa, que es precisa-
mente la recogida por Elio Espartiano, apunta a un suicidio para librarse del acoso
sexual del emperador. Sin embargo, lo más probable es que la muerte se debiera a un
accidente, quizás acontecido en un estado de embriaguez. El sentimiento de Adriano
fue muy fuerte, de forma extraordinario lo convirtió en dios, y en el lugar en el que
se había ahogado ordenó la construcción de la ciudad de Antinópolis. En años poste-
riores su recreación hace verosímil que incluso en Valeria se pusiera una estatua en su
honor (que estaría por encontrar).

En la división de emperadores “buenos” y “malos” sin duda Adriano ocupa una posi-
ción muy señera entre los primeros. Con toda probabilidad mejoró la actitud de su pre-
decesor Trajano y señaló la dirección del optimus princeps, doctrina política en la que el
ejercicio del poder se efectuaba desde una posición del “mejor de los ciudadanos roma-
nos”. Accedió al poder en medio de una polémica que se plasmó poco tiempo después en
una auténtica conjura encabezada por Lucio Quieto, un militar que había reprimido con
dureza la revuelta en Judea, y que se sublevó cuando ejercía el mando de las Mauretanias
(Marruecos y Argelia). En la conjura participaron varios senadores y todos ellos fueron
Ricotí 8

eliminados sin recurso a un proceso judicial. Pero sin embargo Adriano fue un empera-
dor benigno, practicante de lo que podríamos llamar “buen despotismo”, con voluntad
de ser “padre” de los ciudadanos en ejercicio del cargo de P(ater) P(atriae). Pero fue mu-
cho más querido en las ciudades de las provincias que en Roma debido sobre todo a sus
constantes ausencias, además de gozar de muy pocas simpatías en el Senado romano. “Mi
vida misma empezaba fuera de los muros de Roma….. Roma ya no está en Roma”, pondrá
en su boca la novela de Yourcenar. Cuando ya se decida a dejar de viajar, afectado por la
enfermedad, se hará construir su palacio a bastantes kilómetros de Roma, en Villa Tivoli,
aumentando con ello el rencor de muchos habitantes de la ciudad.

Teatro circular en el Pero además Adriano fue un buen y eficaz gobernante. Reformó el gobierno de
palacio de Adriano en Roma y la administración, quitando definitivamente competencias al Senado, y ha-
Tívoli. ciendo una administración más eficaz y técnica: “somos funcionarios del Estado, no
Césares” dirá el Adriano de Yourcenar. Frenó la expansión militar del imperio para
racionalizar su propia extensión. Para ello fijó las fronteras con pueblos externos, cons-
truyendo sistemas de limes. De todos ellos el más conocido sin duda es el muro de
Adriano en Britania que separaba la parte romana del dominio de los temibles pictos.
Fomentó el desarrollo de las provincias, y como símbolo de su reconocimiento, inició
una serie de acuñaciones de monedas con su nombre. Ciertamente este hecho se inte-
graba en la propaganda, pero mostraba el interés por un reconocimiento. Conocida es
una moneda emitida con el nombre de Hispania que presenta en el anverso el retrato
barbado del emperador, y en el reverso la imagen de Hispania: una noble mujer que
lleva finas trenzas como peinado con su túnica, recostada con los montes Pirineos en
su espalda, que tiene en la mano una rama de olivo, como símbolo de la riqueza aceitera
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hispana, y también aparece un conejito como símbolo de la cuniculosa Celtiberia men- Una de las monedas
cionada por los poetas. acuñadas por Adriano
con el nombre y alegoría
Otra última iniciativa política merece el reconocimiento. Roma tenía un evidente de Hispania.
problema constitucional en el hecho de que, en realidad, el sistema de sucesión en la cús-
pide del imperio se encontraba sin establecer. Trajano no había fijado sucesor, aunque
es cierto que había dado señales pero no evidencias de su preferencia por quien era su
sobrino segundo. La sucesión dependía de la “colocación” pero también de una serie de
azares en los movimientos de la Corte. Adriano consideró que había que fijar una forma
para evitar polémicas y conjuras, por lo que todavía en vida designó como su sucesor a
Antonino Pio: por tanto estableció el “dedazo” al estilo mexicano. Como estaban las
cosas fue una bendición para Roma, porque evitó las polémicas y las conjuras y, de he-
cho, el sistema fue eficaz y dotó al imperio de estabilidad durante muchas décadas de sus
inmediatos sucesores. Roma no era una democracia, ni siquiera la concebía, por lo que el
sistema de la asociación al trono, como emperador delegado, significó un avance político
y estabilidad para el imperio.

Aún y así, es cierto que el principal punto negro en un emperador relativamente pa-
cífico fue el de la política judía. En efecto, después de unos primeros momentos muy
convulsos en Judea, traspasado el ecuador de su mandato se produjo una formidable re-
belión de carácter nacional, encabezada por el dirigente Bar Kochba, que pretendía echar
a los romanos de Judea. La misma partió según Dion Cassio de la decisión de Adriano de
establecer una colonia romana en Jerusalén, pero es cierto que junto a ello deben citarse
medidas de imposición religiosa destinadas a asimilar a los hebreos. La situación fue muy
grave pues temporalmente llegó a establecerse un Estado judío. La reacción militar llevó
a Judea a varios legiones romanas que de forma particularmente sangrienta por ambas
partes terminó por dominar la situación. Según Dion Cassio en la guerra murió más de
medio millón de judíos, pero más allá de la realidad o no de esta cifra, los judíos fueron
expulsados de Jerusalén y de su tierra. Sin duda fue este ya el momento definitivo de la
Ricotí 10

llegada de los hebreos al Occidente romano, por lo que fue un capítulo fundamental en
la llamada Diáspora. Incluso relatos medievales como la historia del andalusí Ahmad
al-Razi, tratando de las ruinas de Italica, habla de este episodio y de la expulsión y disper-
sión de los hebreos.

Adriano fue un emperador entero intelectualmente y en decisiones hasta el final de


sus días. Enfermo se hizo conducir en litera al Senado, y allí recostado pronunció su
último discurso. Yourcenar pone en su boca el relato mismo “rogué a los senadores que
se agruparan en torno a mi para no verme obligado a forzar la voz…. Anuncié mi de-
cisión: nombré a Antonino y pronuncié su nombre. Había contado con una adhesión
unánime y la obtuve. Expresé entonces una última voluntad que fue aceptada como las
otras, pedí que Antonino adoptara asimismo al hijo de Lucio, que tendrá en esa forma
a Marco Aurelio por hermano….”. Arreglada la sucesión primera, e incluso la sucesión
de la sucesión, Adriano pudo encaminarse en los días siguientes hacia lo que sabía que
era destino pronto: “tratemos de entrar en la muerte con los ojos abiertos”.

La tumba de Adriano es la más monumental de Roma, siguiendo con el estilo de


Trajano de ser enterrado no lejos de la ciudad. De forma circular, en sus propias medi-
das estaba destinada a superar ampliamente a la de Augusto, aunque siguió el mismo
estilo. En la Edad Media fue transformada para convertirse en una de las residencias
del Papa que es conocida como castillo de Sant´Angelo. Además en Roma se le elevó
una gigantesca estatua ecuestre que no se conserva. Esparciano recoge en su biografía
La tumba de Adriano, el poema que el emperador llegó a escribir en su lecho de muerte, otra muestra más de
convertida en la Edad su amor por la cultura y la literatura. Y sin duda, si en el más allá hay reencuentro del
Media en el castillo de fallecido con los seres más queridos, allí fue recibido por un bello jovencito con una
Sant´Angelo. cálida sonrisa. Su nombre: Antinoo.
Pregón
XIV Jornadas
Romanas de Valeria
Esther Atienza Suárez

Buenas tardes y bienvenidos a todos, vecinos y ve-


cinas de Valeria, a estas jornadas romanas de 2015.
Mi primera reacción, cuando me propusieron ser la
pregonera de estas jornadas, fue un NO rotundo,
afloraron a mí, sentimientos diversos: vergüenza,
ilusión y una gran responsabilidad. Ese NO final-
mente no fue tan rotundo, pues ¡aquí estoy!

Creo que todos me conocéis, pero para los que no,


soy la hija de Secun y Amparo, la nieta de Elpidio y
Socorro y de Virgilio y Teófila. Mi familia, como
muchas otras, en los años sesenta se vio obligada a
emigrar a una gran ciudad en busca de un futuro
mejor.

Nunca nos desvinculamos de Valeria, pues allí quedaban los abuelos, tíos, primos, ami- Esther, Juli,
gos..., es decir, nuestras raíces. Cada verano, y siempre que podíamos, preparábamos el Amparo, Luz...
regreso al pueblo, en principio en la Catalana y Cubillo, y más tarde por otros medios.
Era una alegría volver a ver a la familia, a los amigos y caminar por sus calles sin arreglar,
yo me pasaba todo el verano, como decían mis abuelas, con las rodillas y los codos “exo-
llaos”. Pasábamos el día en la calle, íbamos a los riscos, al río, a las cuevas... Creyéndonos
sin supervisión, aunque la vigilancia era intensa, no solo por nuestros padres y familiares,
sino por cualquier vecino del pueblo, esa era una responsabilidad compartida por todos.
Dicen que la información ahora, con el Whatsapp, el Twitter, etc... es rápida, aquello sí
que era rápido con el boca a boca, antes de que llegarás a casa todo el pueblo sabía dónde
habías estado, cómo y con quien.

Estábamos en la plaza, lugar de paso, pero sobre todo, lugar de encuentro, de intercambio
generacional, allí nos juntábamos los guachos, los jóvenes y los mayores. Nos reuníamos
allí cada día a jugar al bali-bala, a las perolas, al bote-bolero, al corro, juegos muy distintos
a los de hoy, sin cables ni conexiones. Saltábamos el reguero, hoy ya desaparecido, usando
como pértiga un tronco de girasol de los de entonces. Y cruzar la Gruda cada noche para
llegar a casa de los abuelos nos suponía un reto, atravesar ese arco oscuro que desemboca-
ba en una calle, oscura también, solo iluminada por una bombilla de bajo voltaje.
Ricotí 12

La familia de
Esther Atienza

Una visita casi diaria a la fuente de la Huerta con nuestros botijos, yendo a por agua con
la pandilla, las chicas con los botijos y los chicos apedreándonos ¡cosas de la edad!, luego
estableceríamos con ellos relaciones más amistosas.

Íbamos a las Ruinas, que, para nosotros entonces, nada tenían que ver con Roma y su
imperio, a merendar con la señora Justina, y corríamos por allí y saltábamos de piedra
en piedra, inconscientes de que saltábamos sobre miles de años de historia. Ajenos a ese
detalle histórico, nos encantaba ir allí para disfrutar de ese entorno maravilloso.
Con el tiempo hemos aprendido que estas ruinas son una baza importante para relanzar
el pueblo, que esta ciudad romana es uno de los yacimientos arqueológicos más impor-
tantes de la provincia.

Pero lo que de verdad es importante y nos hace volver cada año es, sin lugar a dudas, su
gente, gente que hace de este pueblo un pueblo abierto, acogedor, hospitalario, gente so-
lidaria, sencilla, luchadora, que en momentos de dificultad han sabido unirse para pelear
por las cosas justas, la pelea por el agua, por el ayuntamiento, apostando por la cultura
que marca nuestras señas de identidad y se han organizado en asociaciones como la Aso-
ciación Cultural La Gruda y la Asociación de Vecinos para conseguirlo.
Me gustaría, como mujer que soy, hacer una mención especial a las mujeres de Valeria, a
estas mujeres que han trabajado duro durante toda su vida, trabajando en el campo como
uno más, y luego haciéndose cargo de la casa, de los hijos y de los maridos.

Cuántas veces hemos oído a mi madre y a mis tías contarnos como rompían el hielo en el
río para poder lavar la ropa, como traían el agua de la fuente con un botijo en cada mano
y un cántaro en la cabeza, fregando los cacharros con arena que recogían de las cuevas.
Mujeres que han sabido transmitirnos su sabiduría, el respeto a los mayores para mante-
ner las costumbres, pero también a tener un espíritu crítico y a cuestionarnos aquello que
está basado solo en convencionalismos. Nos han transmitido la importancia de saber, de
estudiar, el valor del esfuerzo, que han sabido darle la vuelta a la educación y sustituir
13

aquello de que “la letra con sangre entra” y que “quien


más te quiere te hace llorar”, por la paciencia, la escu-
cha y el diálogo.

Personas que estamos hoy aquí, en nuestra Iglesia, y


persona que ya no están, pero que con su historia han
hecho que este pueblo sea más grande, personas que re-
cordamos y llevamos siempre con nosotros.
Como sabéis, las personas somos pasajeras, no pode-
mos quedarnos para siempre, pero esta iglesia, la plaza,
las calles, las ruinas... son duraderas y para siempre si las
defendemos, las cuidamos, si nos ponemos de acuerdo
arrimando el hombro para protegerlas, si le transmiti-
mos a nuestros hijos que es su sitio, su lugar, su pueblo.
Me complace ver como mis hijos vienen cada año con
ilusión y disfrutan con sus amigos, ver como el pueblo En las ruinas
se llena de niños y jóvenes y sus calles de algarabía gracias a fiestas como esta.

Reconozcamos pues a Roma y a un puñado de entusiastas el impulso que le han dado a


este pequeño pueblo que no quiere de ninguna manera desaparecer.
Esta semana, tan solo 7 días, pero que llevan detrás una gran labor de organización, esto
solo puede llevarse a cabo gracias a la colaboración de todos, cada uno según sus posibi-
lidades y capacidades, semana fundamentalmente cultural, pero siempre con un espíritu
lúdico y de convivencia.
Esperanzados también con la idea de poder pasar el testigo a generaciones más jóvenes,
que poco a poco ellos vayan asumiendo responsabilidades.
Y ya solo me queda decir: De parte del Señor Alcaldeeee..., se hace sabeeeer...., que que-
dan inauguradaaaas, las Jornadas Romanas de dos mil quiiiince.

¡¡¡Animaos a participar y disfrutar, para que sean de todos!!!

Desfile
de Bacantes
Sociedad
y asociacionismo
Valeria de Arriba, Cuenca
Antonio J. L. Contreras Lerín

(Finales del XIX y principios del XX)

Vista aérea de Valeira

Introducción

El estudio hace mención a dos apartados: sociedad y asociacionismo, centrados prin-


cipalmente en el municipio de Valera de Arriba (actual Valeria), en el período compren-
dido entre los últimos años del siglo XIX y 1935. El apartado sobre sociedad se refiere al
municipio de Valera de Arriba, aunque entiendo que lo expuesto puede extenderse en casi
todo a municipios situados en la Sierra Baja de Cuenca. Solo Cuenca, por su población,
por ser la capital de la provincia, tiene unas características singulares.
***
Valera de Arriba: medio físico.
Considero que es un error enclavar a este municipio dentro de la zona de La Mancha.
Pienso que la idiosincrasia de la Serranía alcanza por el sur hasta el municipio: El Caña-
vate. Valverde de Júcar, Honrubia ¿son términos de La Mancha? Concluyo en situar a
15

Valera de Arriba en La Serranía, dada la


orografía de su término con diferencias
amplias en cotas de altura, con una alti-
tud en su núcleo de población de unos
1000 metros, con la hoz del río Gritos,
montes, oteros, valles… Su término está
ubicado en el centro de la actual provin-
cia de Cuenca. Con una pluviometría
media anual de 650 mm. Con vegas,
fuentes artesianas, abrevaderos. Con
pinares, monte bajo, terrenos de culti-
vo, algunos huertos enriquecidos con
estiércol, extensiones de erial, lugares
donde la roca caliza y los yesos aparecen
con frecuencia, tierras blancas arcillo-
sas. Está claro, su orografía, su idiosin-
crasia, sus circunstancias manifiestan
una actitud serrana.

Valera de Arriba: historia.


La historia nos lleva hasta tiempos de la romanización en España: Valeria, sus monu-
mentos, sus huellas, asunto indiscutible. Seguro con pobladores anteriores, dada la situa-
ción y las circunstancias del lugar. Nombrada también en tiempo de los Visigodos, Sede
Episcopal, Obispos desplazándose hacia la Imperial Toledo. Árabes y Alfonso VIII: re-
población y origen de muchos de los pobladores del período de este estudio. Municipio
castellano sin duda, con tradiciones arraigadas y asumidas por las distintas generaciones
durante los últimos siglos. Cambia de realengo a señorío, a independiente, pero, seguro que
costumbres y actuaciones de sus habitantes serían muy semejantes a través de los años.

Valera de Arriba: medio humano.


La mayoría de los habitantes de Valera de Arriba en las décadas comprendidas en este
estudio tendrían genéticamente antepasados llegados después de la repoblación, durante
varios siglos: desde finales del siglo XII hasta el XV. Muchos de sus apellidos lo indican,
también después en los libros de archivos, y en ese mantenerse en el lugar de nacimiento.
Solo en pocas ocasiones la nupcialidad se realiza con personas distintas del propio muni-
cipio, si acaso con personas de municipios cercanos.
Para hacernos una idea de los habitantes en el municipio, voy a situar algunos censos y
datos relacionados con los mismos de una manera cronológica; nos servirán de guía para
aseveraciones posteriores.

Año: 1877… 1041 habitantes.


Año: 1878… 996 habitantes. Unas 100 tinadas o albergues para el ganado situados en
el término. 3 molinos harineros. 1 casa de guarda.
Año: 1882… 258 cabezas de familia. 319 casas en total, de ellas: 153 casas de un piso,
163 casas de 2 pisos y 3 casas de 3 pisos. 1 casa-posada. 2 hornos. 1 molino de agua. 18 ti-
nadas para el ganado. 22 corrales. 1300 hectáreas de cereales año y vez. 913 ha. de monte
bajo. 400 ha. de pino carrasco y dehesa. 53 ha.de viña. 2 ha. de hortalizas y legumbres de
Ricotí 16

regadío. 1907 ovejas. 356 colmenas. 183 mulas. 63 cabras. 39 asnos.


Año 1885… 984 habitantes, de ellos 155 fallecieron por el cólera (muerte rápida) sobre
todo en agosto.
Año 1893… 3 vendedores de géneros varios. 3 tabernas. 2 mesones. 2 molinos de una
piedra con más de 6 meses de trabajo al año. 2 herreros. 2 soladores (revisten el suelo). 2
zapateros. 1 veterinario.
Año 1900… 908 habitantes: 449 varones y 459 hembras.
Año 1920… 967 habitantes: 476 varones y 491 hembras.
***
Estas personas se organizaban en familias. La familia era el núcleo de actividades
productivo, de vida. Generalmente estaba formado por el padre –cabeza de familia–, la
madre y una media de 1 o 2 hijos. La natalidad media era más alta, pero la mortalidad
sobre todo infantil reducía el número medio indicado de hijos. Pocas eran las personas
solteras con más de 30 años. Era normal el contraer matrimonio, los varones a una edad
entre los 25 y 27 años, las hembras entre los 23 y 25. La mayoría de los matrimonios se
celebraban entre personas del mismo municipio; en algunos casos con personas de muni-
cipios próximos; como excepciones con personas de municipios más alejados. El padre se
dedicaba a los trabajos agrarios; la madre a las tareas domésticas, en ocasiones también a
ayudar en determinadas tareas agrarias. Los hijos, a partir de los 8 años de manera más o
menos eventual a trabajos agrícolas o ganaderos; a partir de los 13 o 14 años su incorpo-
ración a las tareas familiares era completa.
La nupcialidad, la natalidad y la mortalidad son conceptos fundamentales en el reco-
rrido vital de la sociedad. Partimos del momento de la nupcialidad con su importancia
para el nacimiento de una nueva familia; con el establecimiento en una nueva casa (el ca-
sado casa quiere), también podía ser casa heredada de algún abuelo; con una posible dote
o herencia, pues es fácil que de los cuatro padres de los cónyuges alguno hubiese fallecido
antes del enlace. Ya se ha formado una nueva familia, un nuevo núcleo familiar. Después
llegaría la natalidad, los nuevos descendientes. También por desgracia, con asiduidad y
pronto, llegaba en ocasiones inesperadas la mortalidad. La mortalidad de uno de los cón-
Añada de la Olmeda
17

yuges, dando lugar en algunos casos a unas segundas nupcias.


Todo este entramado biológico originaba una demografía
más o menos estable desprendiendo pequeñas variaciones en
el número de la población.
La mortalidad temprana, más de la esposa que del esposo,
originaba un trastorno grave en la familia recién formada. La
mortalidad de la madre o del hijo o de ambos en el período
de la gestación o en el parto. La mortalidad sobre todo de los
recién nacidos, su número en aquellos años era elevado, en
especial en el mes de septiembre, el toque de campanas asig-
nado (toque de gloria) era frecuente; las causas posibles: una
deficitaria alimentación; una falta en la calidad del agua no
hervida en ocasiones, originando las conocidas diarreas de ve-
rano, con la deshidratación subsiguiente; un déficit en cuanto
a higiene; una peor conservación de los alimentos por el calor
durante el estío…

Las casas estaban construidas con materiales de la zona,


con adobes; en ocasiones con sillerías de la ciudad histórica,
colocadas en los puntos cruciales de la estructura: esquinas
y bajos. Las casas tenían una o dos alturas, acondicionadas a
sus fines: vivienda en sí y apartados relacionados con el tra-
bajo y la producción. Así una casa con dos alturas, disponía de dos entradas, una puerta Familia Lerín Lacalle
reducida para la entrada a la vivienda, otra amplia para la entrada de caballerías, carro,
etc. La vivienda tenía varias dependencias: cocina, sala, dormitorios… El pozo con agua
impotable podía estar en la vivienda, pero lo más normal es que se ubicase en el corral o
patio. El corral disponía de una entrada a la cuadra, de una dependencia para animales
domésticos (gallinas, conejos…), de cochiqueras, etc. En la planta superior o cámara se
distribuían distintos apartados para colocar los granos, la paja, los aperos… En ocasiones
el grano de la cámara se dejaba caer por gravedad a una dependencia de la zona inferior,
a través de un orificio realizado en el techo, con el fin de facilitar el desplazamiento del
mismo. Las dos plantas tenían algunas ventanas de reducido tamaño. En la parte inferior
de algunas de las casas se hallaba la cueva para conservar los alimentos, situar el vino en
las tinajas de barro…
La economía familiar era de subsistencia, nada de progreso. Ir acumulando productos
alimenticios: pan, legumbres, algo de carne, miel, etc. para ir pasando los días y los meses.
El problema surgía cuando las previsiones normales se incumplían: un año de sequía,
un pedrisco…; tal como ocurrió el 19 de mayo de 1897, cuando un gran pedrisco afectó
a cereales, legumbres y viñas ocasionando unas pérdidas en las dos terceras partes del
término. Era también una economía monótona, estancada, intentando resolver los pro-
blemas de la temporada o del año. El dinero en metálico era casi inexistente. Las compras
en la mayoría de los casos se realizaban por medio del intercambio de productos, por el
trueque: toma huevos a cambio de fruta, chocolate, etc. El trigo suponía la moneda más
corriente, casi todo se pagaba con el grano de trigo; también las “igualas”, igualas con el
médico, veterinario, herrero, barbero, sastre, paleros (trabajos de palería o arreglos y lim-
pieza de ríos o cauces de agua)… El ahorro casi inexistente. El jornal a principios del siglo
XX era menor a una peseta al día; en 1917 un bracero o jornalero sin cualificar cobraba
Ricotí 18

Añada de la Parra

1,75 ptas., en 1920: 2,50 ptas. Se llevaba el trigo a moler, se volvía con harina, sin dinero
en metálico.
La riqueza fundamental de Valera de Arriba en el período del estudio, quizás tam-
bién durante unos siglos antes y algunos años después, se basó en el cultivo de los ce-
reales, donde el rey era el trigo. Cebada, centeno, legumbres y otros productos agrícolas
acompañaban al trigo. Para completar y hacer algo variable esta orientación cerealista se
acompañaba la agricultura con algunas cabezas de ganado ovino de carne, obteniendo
también algunos beneficios con la lana. Azafrán, miel, patata y remolacha en secano,
huertos en verano se añadían a este reducido abanico de bienes de producción. Uva tinta
y vino tenían alguna importancia.
La mayor parte de la mano de obra, de profesiones, estaba constituida por los cono-
cidos labradores, suponían alrededor del 80 % de las ocupaciones de la población. He-
rreros, barberos, paleros, médico, veterinario, sastre, farmacéutico, sacerdote, molineros,
etc. eran otras de las profesiones u oficios. Destacar que la mayoría de las personas dedi-
cadas a la agricultura o a la ganadería trabajaban en tierras propias o arrendadas, por lo
tanto había pocos jornaleros en Valera de Arriba. Es cierto que la extensión de la tierra
a trabajar era escasa, completándose este trabajo de agricultor con algo de ganadería, de
colmenas, etc.
Una gran parte de la superficie del término era improductiva: eriales, monte bajo,
terrenos con exceso de cal, terrenos desnudos sin casi suelo, pendientes elevadas, etc.
Además las siembras se efectuaban de año y vez; un año se sembraba un determinado
terreno o pedazo, al año siguiente se dejaba de barbecho, como pasto para el ganado,
se dejaba descansar. El término se dividía en dos añadas: la de La Parra de las Vegas y la
de La Olmeda del Rey. Así la poca superficie de cultivo se reducía a la mitad, a esperar
lluvias adecuadas en cuanto a cantidad, al período de distribución. Dos elementos eran
fundamentales para este trabajo duro e ingrato: el ganado de labor y el apero secular: el
arado romano. El ganado de labor preferente era el mular, casa con un par de mulas, con
19

Principios de siglo XX

dos pares de mulas… Donde escaseaba la economía para el ganado mular, se sustituía por
asnos o burros. La parcelación era grande, los pedazos de reducida extensión y ubicados
algunos de ellos a kilómetros del pueblo. Tiempos de recorrido de ida y vuelta prolon-
gados. Otro instrumento importante a tener en cuenta y necesario: el carro. Carro para
acarrear, para transportar toda clase de objetos y productos.
El arado romano marcaba un surco más o menos profundo según la textura y estruc-
tura del terreno. Servía en un principio para trazar el surco donde iría a parar la semilla,
se abría cara a la primavera. La siembra en el otoño, luego se tapaba la semilla con un
segundo pase de arado. En terrenos buenos se pasaban más de dos pases. Trigo, centeno,
cebada… siembras en otoño; otras cebadas de ciclo más corto se sembraban durante el
invierno. Uno de los complementos en la economía familiar era el huerto; huerto con
posibilidades de agua para el riego; productos hortícolas variados: tomates y pimientos,
algún frutal. Con mano de obra suficiente se decidía la familia a la plantación del aza-
Ricotí 20

Fiesta de San Isidro frán; la recolección de “la rosa” en el mes de octubre. Siembra de legumbres: garbanzos,
judías, almortas…
La ganadería lanar, las colmenas eran otros complementos importantes de la agricul-
tura. Carne, lana, miel, cera… elementos de cierta importancia para algunas de las fami-
lias. Por el término se distribuían numerosos corrales y tinadas para el recogimiento o al-
bergue del ganado; los pastores, los zagales se encargaban de estas tareas. Leña del monte;
caza variada. Los animales domésticos tenían su importancia: ganado de cerda, gallinas,
conejos… determinaban una seguridad añadida, complementaria de la subsistencia.
La herencia tradicional: la propiedad se dividía en partes iguales para todos los hijos
sin distinción de sexo. Salvo excepciones la herencia se recibía a partir del fallecimiento
del propietario; aunque en algunos casos la entrega o el usufructo se realizase en vida
del dueño, era a modo de dote o entrega a los recién casados para ayudarles a iniciar su
trayectoria laboral independiente. Pocas escrituras de herencia pasaban por la Notaría o
Escribanía; lo normal era la cumplimentación de las “hijuelas”, contratos privados, tanto
para las herencias redactadas por los padres y los hijos, o para los casos de compra-ventas
entre particulares con testigos y firmas. Esta forma tradicional del reparto de bienes tenía
una grave consecuencia: la extrema parcelación del terreno de cultivo; además las parcelas
solían dividirse longitudinalmente con el fin de repartir también calidad, dando lugar a
parcelas muy alargadas. Lo existente era una situación clara de minifundio. Por último
destacar que: aunque la propiedad se mantenía en el caso de las mujeres, sin embargo la
administración de esta propiedad correspondía al marido o cabeza de familia.
La sociedad en general se dividía en dos diferentes apartados: por una parte el grupo
de labradores y ganaderos, suponiendo una mayoría social; por otra: el grupo de profesio-
21

Virgilio y Teófila

nales y oficios varios. Otro pequeño apartado en el caso de Valera de Arriba era el de los
jornaleros, pero tenía menor importancia; en casi todos los casos se trataba de jornaleros
temporales. De esta manera, la sociedad, las tradiciones, las costumbres emanaban sobre
todo del numeroso grupo del sector agrario. Al tener los trabajos una estacionalidad
concreta y repetitiva anual, la educación primaria hasta los 13 o 14 años casi siempre se
cumplía. Existía una escuela de niños, otra de niñas. El personal analfabeto era reducido.
Personas, familias, vecinos cercanos se reunían en las tardes templadas del año, en la
calle o en la plaza; o en el interior de las casas, en veladas nocturnas al abrigo de alguna
lumbre o estufa, bajo la luz de algún candil o vela. Se reunían, hablaban, escuchaban.
Escuchaban a sus mayores: costumbres, tradiciones, chascarrillos, sucesos. Era la forma
tradicional de la transmisión de conocimientos, de la vida… Más tarde llegó la electrici-
dad al municipio y a los hogares; en el número del 25 de enero de 1921 de la revista “La
energía eléctrica” se lee: “El salto de El Castellar”. En fecha próxima empezará a funcio-
nar la fábrica de electricidad. Construida por D. Francisco Ochoa, sobre el antiguo mo-
lino y salto de El Castellar, a 38 Km. de Cuenca. Los pueblos de Villar de Olalla, Mota
de Altarejos, Valdeganga, Valera de Abajo y Valera de Arriba, etc. tendrán luz eléctrica
dentro de un par de meses”.
Aparte de estas actividades cotidianas: trabajo en el campo o con el ganado; tareas
domésticas de las mujeres en la casa o en el corral; lavado de ropa en el río Zahorra;
asistencia de los pequeños a las escuelas; asistencia a las funciones religiosas; trabajos en
las casas en tiempos de nieve, helada o lluvia, con el arreglo de aparejos de las caballe-
rías, con trabajos de esparto…; desplazamientos a las fuentes (Navarro, Nueva, etc.), a los
abrevaderos; visitas cada 15 días al horno para cocer las hogazas después mantenidas bajo
manta, o para hacer magdalenas y pastas en días señalados. Aparte de algunas activida-
Ricotí 22

des extraordinarias con el fin de reparar caminos, fuentes, puentes, con jornales gratuitos
de la población, dado que los recursos institucionales eran escasos o nulos. Aparte de
todo lo anterior, estaban establecidas unas fechas anuales conmemorativas: en enero,
San Antón (hogueras); el 28, San Julián (cesteros). Semana Santa. San Isidro el 15 de
mayo. El 8 de septiembre, la patrona, la Virgen de la Sey, esta fecha festiva era distinta de
la fiesta principal de los pueblos limítrofes. En diciembre, Navidad.
Las bodas con la previa petición de mano, con la celebración festiva durante tres días
consecutivos. Los bailes en los salones, con asistencia vigilante de madres y vecinos, acor-
deón, batería, trompeta… la rutina anual de la medición de los mozos de reemplazo; la
asistencia a las funciones religiosas, las mujeres y niñas en los bancos del lado derecho,
con sus respectivos velos negros y blancos; los hombres en los bancos de la izquierda.
Algún que otro espectáculo sencillo en la plaza del pueblo. Los toques de trompetilla del
aguacil publicando alguna disposición superior, alguna venta…
Allí se situaba Valera de Arriba con los pueblos cercanos conocidos: Olmeda del Rey,
Valera de Abajo, La Parra de las Vegas; y con sus centros comarcales: Cuenca a unos 35
km., Valverde de Júcar a unos 15. Unos municipios, unas sociedades, unas personas sin
ningún tipo de cobertura social.

***
Algunos acontecimientos y datos relacionados con el periodo del estudio.
Desde 1876 hasta 1923 liberales y conservadores se iban alternando en el Gobierno
Español. En 1885 se inaugura el ferrocarril: Madrid-Aranjuez-Cuenca. En 1914 se inicia
la Primera Guerra Mundial, finaliza en 1918. El 13 de septiembre de 1923 se produce el
Golpe de Estado por el General Primo de Rivera, se prolongó durante seis años. El 14 de
abril de 1931 se proclama la Segunda República.
La orientación productiva fundamental en la provincia de Cuenca era la agraria, agri-
cultores y ganaderos distribuidos por las tres comarcas: La Serranía, la Alcarria y La
Mancha. En la Serranía y en La Alcarria predominaba el minifundio, en La Mancha se
daba el latifundio. La industria era minoritaria, destacando la madera. Algunos oficios
varios y artesanales completaban el panorama de esta sociedad conservadora y casi está-
tica. La provincia, paso entre Madrid y Valencia. En Cuenca capital algunos empleados
públicos. La capital, avanzadilla de municipios de la provincia en varios aspectos, tam-
bién en el asunto del asociacionismo. En general, se puede concretar: Una deficiente ca-
lidad de vida; inseguridad en las producciones agrarias; paro estacional; alto porcentaje
de analfabetismo.
*****
Asociacionismo.
Se pueden datar los inicios del cooperativismo en España durante la segunda mitad
del siglo XIX. En general, el asociacionismo o movimiento cooperativo agrario en Espa-
ña, durante la segunda mitad del siglo XIX y primer tercio del XX, se concreta en dos
orientaciones o movimientos diferentes: uno de carácter socialista, republicano, anar-
quista; el otro, Estatal, conservador, aliado con la Iglesia Católica. Por lo que respecta a
la provincia de Cuenca, los inicios del asociacionismo son tardíos e imprecisos. A conti-
nuación señalo algunas de las normativas establecidas al respecto: Real Decreto para las
Cámaras Agrícolas, de 14 de noviembre de 1890, creadas e incentivadas por el Estado y
organizadas por líderes locales, provinciales o regionales; Ley de Sindicatos Agrícolas, de
28 de enero de 1906, con el fin de fomentar el espíritu rural, difundir la cooperación y
23

los servicios necesarios para la agricultura, esta Ley se desarrolló en el Reglamento de 16


de enero de 1908, se apuntan exenciones tributarias, los Sindicatos deben aprobarse por
los Ministerios de Fomento y de Hacienda; en 1906 se crean las Cajas Rurales, Coope-
rativas de Crédito, con un carácter confesional Católico; por último, el 9 de septiembre
de 1931 se dicta la Ley de Cooperativas de España. Algunas de estas normas algo se
desarrollan más adelante, en las notas finales números 1 y 2.

El asociacionismo en la provincia de Cuenca.


Este apartado se desarrolla de forma cronológica. Solo se reflejan algunos datos, en
especial: los más destacados y los referentes a Valera de Arriba y a municipios cercanos a
Valeria. Los datos se plasman en un esquema para su mejor comprensión, con unas ano-
taciones desarrolladas al final del estudio.

FECHA MUNICIPIO DENOMINACIÓN OBJETIVOS SOCIOS OBSERVACIONES


Socorros mu-
27/04/1903 Cuenca La Fraternal Sdad. benéfico obrera
tuos
Tienda regula- Sdad. Coop.- 80 acciones
--/08/1904 Cuenca Cívico Militar 80
dora de precios de 50 ptas./u.
Coop. de
17/04/1909 El peral Sindicato Agrícola consumos y 81
abonos
Sdad. de dependientes
07/06/1913 Cuenca La Unión de comercio, farmacia e
industria
Asociacionismo de clase,
La Aurora o Casa Bolsa de tra-
18/07/1914 Cuenca germen de la UGT y la
del Pueblo bajo
CNT de Cuenca
Auxilio de los
Olmeda del socios y mejora
--/12/1918 51 Sindicato Agrícola
Rey de la Agricul-
tura
Fomento de
Albaladejo del
--/02/1919 los intereses 81 Sindicato Agrícola.-Abonos
Cuende
agrícolas
Mejoramiento de la Agri-
Fomento agrí-
cultura y la Ganadería.-
Valera de cola y socorros
--/02/1919 16 Sindicato Agrícola acogido
Arriba mutuos. Econo-
a la Ley de 28 de enero de
mato
1906.- NOTA Nº 1.
Numerosos,
entre ellos Benéficos.-Cooperativas.-
1917/1922 Varios
Valverde de Asociacionismo de clase
Júcar
Albaladejo del
31/10/1919 46 Sindicato Agrícola Católico
Cuende
Ntra. Sra. de las Maestras y
--/--/1920 Cuenca Asociación femenina
Angustias empleadas
Ricotí 24

Socorros mu- Sdad. Obrera.- impulsada


--/01/1921 Cuenca La Fraternidad tuos. Educa- por La Aurora.- Versión
tivos femenina de La Fraternal
Socorros mu-
--/--/1922 Cuenca La Esperanza
tuos
Sindicato Agrícola Ca-
tólico.- Presidente: José
Cantorné; Secretario: Juan
Suárez; Vto. Bº: Cruz (Cruz
Valera de Fomento de la
08/01/1924 64 Laplana Laguna).- Regis-
Arriba Agricultura
trada en el Gobierno Civil
de la provincia con el nº 66
del Libro correspondiente.-
NOTA Nº 2
Sdad. de camareros, coci-
--/--/1927 Cuenca La Alianza
neros y similares
Fomento de la
03/01/1928 Landete 36 Sindicato Agrícola Católico
Agricultura
Adquisición
Sindicato liga de pequeños
de abonos,
16/10/1929 Salvacañete 86 y medianos propietarios
maquinaria y
campesinos
semillas
Sindicato liga de pequeños
Olmedilla de Fomento de la
11/061931 12 y medianos propietarios
Eliz Agricultura
campesinos
Sindicato liga de pequeños
Villanueva de Fomento de la
30/07/1932 34 y medianos propietarios
los Escuderos Agricultura
campesinos
Sindicato liga de pequeños
Fomento de la
30/07/1932 Altarejos 25 y medianos propietarios
Agricultura
campesinos
Sindicato liga de pequeños
Fresneda de Fomento de la
30/07/1932 66 y medianos propietarios
Altarejos Agricultura
campesinos
Sindicato liga de pequeños
Fomento de la
07/01/1933 Chumillas 25 y medianos propietarios
Agricultura
campesinos

NOTA Nº 1.- Ley de Sindicatos Agrícolas de 28 de enero de 1906.


Artículo 1.-… Se consideran Sindicatos agrícolas, las Asociaciones, Sociedades, Comu-
nidades y Cámaras agrícolas que se constituyan para…
1º.- Adquisición de aperos y máquinas agrícolas y ejemplares reproductores de animales
útiles para el aprovechamiento por el Sindicato.
2º.- Adquisición de abonos, plantas, semillas, animales y demás elementos de la produc-
ción y el fomento agrícola o pecuario.
3º.- Venta, exportación, conservación, elaboración o mejora de productos de productos del cultivo o de la ganadería.
25

4º.- Roturación, explotación y saneamiento de terrenos incultos.


5º.- Construcción o explotación de obras aplicables a la agricultura, la ganadería o las
industrias derivadas o auxiliares de ellas.
6º.- Aplicación de remedios contra las plagas del campo.
7º.- Creación o fomento de institutos o combinaciones de crédito agrícola…
8º.- Instituciones de cooperación, de mutualidad, de seguro, de auxilio o de retiro
para inválidos o ancianos, aplicadas a la agricultura o la ganadería.
9º.- Enseñanzas, publicaciones, experiencias, exposiciones, certámenes y cuantos me-
dios conduzcan a difundir los conocimientos útiles a la agricultura y la ganadería…
10º.- El estudio y la defensa de los intereses agrícolas comunes a los Sindicatos y la
resolución de sus desacuerdos por medio del arbitraje…
Artículo 2.- Para la constitución de un Sindicato Agrícola bastará que lo pidan, en
solicitud dirigida al Gobernador de la provincia, en número de diez en adelante, o una
Asociación agrícola legalmente organizada.
Se acompañará una copia de los Estatutos y una lista de las personas que formen el
Sindicato, indicando las que pertenezcan al Comité directivo y los recursos con que ha
de contar para su sostenimiento.

***

Por lo que se refiere a esta Ley y en concreto a la provincia de Cuenca, la relación de los
Sindicatos Agrícolas en fecha 1 de abril de 1923, así como el número de socios, recursos
y préstamos de los Sindicatos Agrícolas eran: Provincia: Cuenca; Nº de socios: 2.236;
Recursos del Banco de España: 10.000 (ptas.); Recursos de otras entidades: 77.000; prés-
tamos a los labradores: en metálico: 48.920, en especie: 57.087; Nº de Sindicatos: 45.

NOTA Nº 2.- Reglamento del Sindicato Agrícola de Valera de Arriba.- Cuenca: Impren-
ta Seminario Conciliar.
Art. 1.- Domicilio: calle del Val nº 3.
Art. 2.- Esta sociedad se compondrá de: labradores, propietarios, arrendatarios, obre-
ros y de cuantos individuos ejerzan profesiones anejas a la Agricultura y Ganadería.
Art. 3.- Comenta los diversos y generales fines…
Art. 5.- Socios 10 o más…
Art. 7.- Su carácter no puede ser político, sino católico, fundándose en los principios
del catolicismo social. El patrón del Sindicato: San Isidro labrador.
Art. 11.- Cuota de entrada: 5 ptas. más 1 pta. de cuota mensual.
Art. 15.- Las mujeres no tendrán voto ni derecho a cargo alguno, y solo podrán tomar
parte en las deliberaciones de la Junta General por medio de un socio delegado.
Arts. 29 y 50.-… un Consiliario formará parte de la Junta directiva, con voz pero sin
voto.
Art. 30.- No podrán ser elegidos para los cargos de la directiva los socios que no sepan
leer y escribir.
Art. 31.- Para los cargos de vocales serán elegidos siempre dos obreros del campo de los
más pobres.
*********
Los nombres
del abuelo
Luis Villacé Vázquez

“No hay nada general, excepto nombres”.



John Stuart Mill

En la escritura siempre llevaba el abuelo los nombres de Dalmacio y Eulogio. Sus nom-
bres habían sido elegidos por los progenitores en un pueblo con historia. Eran nombres
grecorromanos mantenidos por los siglos de una secular villa romana. Probablemente
esos nombres eran los últimos vestigios de la clásica cultura, al igual que lo eran las ruinas
de la ilustre villa de Valeria. En los nombres iba la solera de la historia ante el precipicio
del crepúsculo, ya que la historia ni siquiera pervivía en la memoria de los hogareños de la
villa. Habían transcurrido siglos desde el esplendor a la decadencia, desde la magnánima
memoria al olvido selectivo para no recordar todo lo perdido. Allí continuaba el testimo-
nio de las piedras civilizadas con la misma vocación de eternidad con la que los nombres
configuraban su historia. Eran piedras marginadas y olvidadas cuando los nombres del
abuelo testimoniaban sin conciencia las grandezas de otros tiempos. El nacimiento del
abuelo ocurría a principios del siglo XX, cuando las ruinas romanas de Valeria eran solo
recuerdos de la muerte y los nombres eran tradición de significados olvidados.

No ligaba el abuelo sus nombres con las andanzas de las grandezas clásicas. Tenía en
la memoria desde la infancia que el nombre de Dalmacio había sido un capricho de su
abuelo veterinario en honor de las excelencias de su homónimo profesor. Y el nombre de
Eulogio había sido un nombre registrado y olvidado para todos, hasta que en burocracias
de la mayoría de edad requerían la identidad que constaba en documentos oficiales.

En los tiempos más recientes se buscan los nombres para niños o niñas en función de
la eufonía, de la originalidad o del esnobismo de las nuevas tendencias. Sin embargo, en
aquellos lugares, donde se había parado el tiempo, los nombres estaban en función del
significado de la tradición o del significado léxico. Los nombres del abuelo no fueron
nombres en vano. Los nombres no eran simples melodías. Encerraban en sus letras el
testimonio de la historia o la premonición de un deseo. Corrientes filosóficas hubo que
ratificaban que los nombres conllevaban la esencia de las cosas y que el conocimiento de
los nombres conllevaba su dominio. Así ocurría también en el lenguaje pictórico de cier-
27

vos o bisontes de las cavernas, donde los pintores de las escenas de


caza imaginaban las escenas reales del día siguiente.

No es menospreciable la consonancia que tienen los nombres


con las personas o las cosas. El abuelo llevaba el nombre de Dal-
macio con el orgullo generacional del deseo de su abuelo veteri-
nario y, sin saberlo, como un testimonio presente de la historia.
Ignoraba el abuelo, y el abuelo del abuelo, la historia bélica de los
romanos y dálmatas cuya etimología habría dado origen al nom-
bre de Dalmacio y por qué desde tan lejos había llegado a asentar-
se tal nombre en la villa de Valeria. Ignoraba también el abuelo,
y el abuelo del abuelo, la probable raigambre del nombre en San
Dalmacio, militar de la pompa imperial bizantina que, insatisfe-
cho con el lujo, optó por la vida más austera. Demasiado lejos en
el espacio y en el tiempo para explicar y justificar el primer nom-
bre del abuelo. Sin embargo, el abuelo veterinario había recibido
directamente las influencias de Dalmacio García Izcara, paisano
conquense y profesor, a quien veneraba por ser figura destacada
en los más elevados medios de la ciencia.

En el abuelo el nombre de Dalmacio le había dejado impresa la


historia antigua y la moderna. Como los dálmatas vivió la guerra,
aunque llevara la paz en sus tuétanos y tatuada en su piel. Como el
santo, fue austero por vocación, por educación y por la ayuda del destino. Y, sobre todo,
fue amante de la sabiduría por la naturaleza sabia de su abuelo.
Antigua casa de los
padres de Dalmacio
El nombre desusado de Eulogio era el que mejor reflejaba la esencia del abuelo. En él
residía el buen decir o la buena palabra como riqueza protegida. Era la veneración por el
buen léxico y por el hilo del buen discurso de cualquier locutor o interlocutor en el uso de
la palabra. Era disciplinado en la selección de la palabra más elegante, muy por encima de
quien se supone inepto por los pocos años dedicados a la escuela.

En su boca nunca tuvo cabida la blasfemia ni otras cacofonías. Era un idólatra de la


palabra bella. Era un esteticista de la belleza formal de las palabras, las cuales recreaba con
perfecta caligrafía recordando a los amanuenses medievales. Al igual que ellos, nunca
el tiempo fue enemigo para darle forma perfecta a la palabra. Incluso en la firma de sus
escritos reflejaba su nombre con desprecio al garabato.

Haciendo honor al nombre de Eulogio, y por necesidades de oficio, era conocedor


de todas las reglas de ortografía con sus excepciones. Recitaba las reglas que deben llevar
“b”, “v”, “g”, “j”, “h”..., con la misma melodía con que los niños recitan los primeros versos
aprendidos. Con la bella forma de las grafías y con la rectitud de la correcta ortografía se
sentía seguro. Pisaba más firme por los senderos escritos que por los caminos orales.

No fue un creador de poesía, pero se recreaba con el ingenio de combinación de las


palabras. En sus cuadernos copiaba frases de profundos contenidos filosóficos, o refra-
Ricotí 28

nes como dogmas de sabiduría popular, o retruécanos que jugaban con las palabras por
delante y por detrás. Todos los contenidos de los temas más variados alcanzaban en
sus copias un mayor esplendor, pues la belleza caligráfica enriquecía los fondos. Sus cua-
dernos eran como las enciclopedias con las que él había estudiado. En ellos había escrito
cosas de la vida cotidiana, respecto a fechas de acontecimientos familiares del pasado o
del presente, de herencias y compraventas de propiedades, de cualquier suceso reciente
que hubiera despertado su curiosidad...Asimismo, en ellos se encontraban textos bíblicos
o de las religiones orientales, así como párrafos seleccionados de El Quijote, su lectura
favorita, recreándose con las locuras cuerdas de Don Quijote y con las perogrulladas de
Sancho. Todavía siguen sonando en las ondas las sonoras carcajadas que tales locuras y
simplezas le producían.

Era el abuelo un autodidacta. Su punto de partida en la formación estaba limitada a


la enciclopedia básica que había cursado en la escuela de Valeria, cuando todavía había
niños. Después de muchos avatares, ya adulto, se reencontró con las letras. Desde la cul-
tura elemental iba conformando su obra a través de la sabiduría popular. Y, al contrario
que muchos sofistas de la historia considerados sabios, puso coherencia entre el saber y el
vivir. Era transparente en sus ideas siempre desnudas y su conducta se visionaba siempre
en un espejo plano. A veces encontraba algunos problemas con la metáfora porque su for-

Actual Rubio Piqueras


Calle de Dalmacio
29

mación se basaba fundamentalmente en la


concreción de las cosas y en el lenguaje de
la vida sencilla.

Había configurado su memoria al es-


tilo de un juglar, de aquellos que iban re-
citando poemas de gestas por los pueblos,
o de los actores que representan el prota-
gonismo en los dramas, o de los rabinos
cuyas cabezas eran el depósito de culturas
milenarias. Además de la memorización
de las reglas de ortografía, el abuelo hacía
gala de recitar todos los pueblos de España
con estafeta de correos, provincia por pro-
vincia, en riguroso orden alfabético. Re-
petía oralmente anécdotas e historias con
la misma literalidad que en lengua escrita.
Con frecuencia expresaba sus argumentos
en los textos del diálogo cotidiano con tex-
tos aprendidos. Estos textos reproducían
la convicción del momento en que habían
sido llevados a la escritura. A partir de en-
tonces ya estaban en el cajón de la memoria
y su uso en la comunicación prestaba más
obediencia a la autoridad de la pausada re-
flexión escrita que a los vaivenes de la ra-
zón improvisada.

Con el paso del tiempo, y con el acceso al avance en los medios de comunicación, el El Quijote,
abuelo abría los ojos de par en par cuando algún erudito de la tele o de la radio soltaba lectura preferia
algún discurso sobre geografía, sobre historia o sobre cualquier lección de la vida. Se em- del abuelo
belesaba tanto que parecía que oía con los ojos, dejando los oídos inmersos en las palabras
del orador ilustre. Aunque estaba limitado por formación, su vocación por la erudición
era su único pecado capital. Envidiaba con codicia el saber del erudito. Su concentrada
atención le hacía descubrir las lagunas que le parecían océanos de ignorancia. Y entonces
lamentaba su destino. Pero siempre encontraba algún amigo que le tranquilizaba el espí-
ritu con la reflexión de que los sabios sabían que era mucho más grande su ignorancia que
su sabiduría.

Sus nombres fueron su testamento y con ellos dejó la mejor herencia para las genera-
ciones venideras. Con ellos dejó el coraje del guerrero para evitar la guerra y vivir en paz,
la austeridad para vencer las tentaciones de la usura, la sabiduría del bien vivir, en el de-
sarrollo del conocimiento y en el amor a la palabra bella. La fidelidad a sus nombres, sin
pasarla por el tamiz de la conciencia, fue el testimonio de su vida. Vivió con dos nombres
y pasó por la vida como anónimo, como se hace la cultura de los pueblos. Formó parte
de las muchedumbres sin historia que estoicamente aprenden la vida en las palabras y
calladamente la viven.
Valeria
recuerdos del pasado
(Algunos datos de interés)

Miguel Romero Saiz


Historiador

“En el presente es donde está el secreto. Pero tienes que prestar atención al pasado para po-
der mejorar este presente porque si lo mejoras, lo que sucederá después también será mejor.”

Esta máxima de Elías Canetti, mi paisano, siempre me advierte de la necesidad de dar


a conocer todo lo que ha acontecido en nuestras vidas, en nuestros pueblos, en nuestros
modelos familiares. Conocer la riqueza de ese pasado, histórico, político, económico y
social, nos permitirá evitar cometer los mismos errores de atrás.
Año tras año, la revista Ricotí, nos sirve de foro de conocimiento, nos ayuda a rebuscar
en los arcones de la historia y nos permite mantener siempre viva esa ilusión que hace
sellar la identidad de un lugar que ha crecido en perseverancia y proyectos. Valeria hace
que sus Jornadas Romanas revivan la grandeza de un tiempo pasado, pero ha hecho sobre
todo, creer en una seña de identidad como camino de progreso y ese valor añadido le ha
hecho prevalecer en los cánones de un futuro mejor. Yo me siento parte de ese proyecto,
por sentirlo como tal y por revivirlo año tras año, por eso mi enhorabuena a todos los que
hacen posible que Valeria haya crecido en su ideario de cultura.
Leía a Braulio Marcos Huerta, uno de tantos amantes de la Historia de nuestra Tierra y
conocía aspectos interesantes que cada lugar de nuestra provincia encierra.
Valeria fue villa como tal aparecida en el Censo Real de Castilla, aunque primeramente
figurase como Valera de Arriba o de Suso, como bien refleja el citado Censo, contando
con 130 vecinos, de los cuales 125 eran pecheros, 2 hidalgos y 3 clérigos.
En el año 1570, el señor Visitador del Obispado nos dice que “Valera de Suso tiene 120
vecinos y 400 personas de comunión. La Abadía de la Sey tiene las tres partes de cuatro de
los diezmos pertenecientes al beneficio curado de Valera, Préstamo y Prestameras y la cuarta
parte pertenece a la Vicaría y las primicias y tercería, todo lo cual vale 200 ducados. Su cura,
don Ignacio, es licenciado en Cánones, hombre de vuena fama y vida, tiene 44 años. Hay un
clérigo llamado Juan López, de 66 años, hombre ejemplar en virtud y buen trato. se había
confirmado en 1567 y había 58 misas rezagadas.”
31

En 1587 se encuentra formando parte del Sexmo de Altarejos y figura con una iglesia Mujeres de
parroquial propia, una feligresía de 150 vecinos y un buen lugar de oración. Valeria de Arriba
En la visita que el Obispado realizará en el año 1654 nos cuenta que don Fernando de
Alarcón, caballero de la Orden de Santiago, es el señor del lugar, que habitan 170 veci-
nos y que el beneficio curado está anexo a la Dignidad de la Seo, sita en la Santa Iglesia
de Cuenca, siendo el Vicario que sirve a la iglesia de Valera el que percibe, solamente, la
administración de los curatos de la cuarta parte de frutos, tercería y diezmos menudos.
Igualmente, en este tiempo, “el Préstamo pertenece al Obispo y el Refitor, como en todas
las demás iglesias que lo tienen, pertenece a la Catedral conquense. La capilla mayor de
la iglesia es del Sr. de Alarcón, por compra que hizo de ella en el año 1583, con licencia del
Ordinario y por ella pagaría 400 ducados por una vez, haciendo la torre y obligándose a
reparar todo lo necesario, tanto de la citada Capilla Mayor como la Sacristía vieja, la cual
compró para hacer un relicario, haciendo una Sacristía nueva que adornaría muy bien con
elementos de plata y con un buen servicio de capellanes.”
Los que en ese momento eran sus capellanes: el Obispo de Pamplona, don Francisco de
Alarcón como Capellán Mayor; luego Domingo Chicano, Antonio Castillejo y Alonso
Ricotí 32

Interior de la Iglesia de Soria. Tienen cuatro misas a cargo cada semana, cada uno de ellos, y la dicen con pun-
de la Sey tualidad, excepto la del señor Obispo que la dice el propio Vicario de la iglesia por estar
ausente. Curiosamente, este Francisco de Alarcón fue hombre de alto prestigio, siendo
además obispo de Ciudad Rodrigo, Salamanca, Pamplona y Córdoba, habiendo fundan-
do unas Capellanías también en Palomares del Campo.
La iglesia de la Sey de Valeria tiene en este silgo XVI, dos relicarios muy ricos a los lados
de la dicha capilla, el del al lado de la Epístola está lleno de reliquias y el del al lado del
Evangelio tiene un Santo Cristo nuevo, de tamaño natural, cosa admirable por entonces.
Entre los demás papeles de esta capilla, el señor Visitador del Obispado dice observar un
Codicilo de don Diego Fernández de Alarcón, del Consejo de su Majestad en el Real de
Castilla, hecho en Toledo a 9 de abril de 1604, ante Álvaro Pérez de Cuentas, escribano
de número, por el cual manda por si faltare un Prior, doce canónigos, tres dignidades y
ocho Racioneros, seis capellanes y mozos de capilla y coro, además de un oficial.
“Se dice haber tres ermitas en esta villa: San Sebastián, Santa Catalina y San Miguel, y la
fábrica de la iglesia se compone con las limosnas que dan los fieles. Hay un Hospital muy po-
bre que solo tiene 12 reales de renta y se está cayendo y por esta razón no se guarda hospitali-
dad en él. Se dice que hay cinco estudiantes y de entre ellos, digo que, uno se llamaba Matías
Martínez, hijo de Julián Martínez, Sacristán, que estudia en el Castillo de Garcímuñoz,
del cual tiene noticias que es niño virtuoso y que estudia con codicia y que sus padres son muy
33

pobres y tiene siete hijos, todos pequeños, y sería buena limosna meterlo en el “Desaminario”
en Cuenca para que no se pierda. Otro de los estudiantes es Bernabé Guijarro, mozo de 20
años, es heredero del Vicario de esta villa y ha comenzado a estudiar las artes en Alcalá. Es
modesto y virtuoso.”
De los pobres, y por la curiosidad en la forma de nombrarlos, los reflejo a todos, hacien-
do constar que estos pobres eran conocidos como pobres Ostiatim, y que su oficio para
poder subsistir era el de pedir de puerta en puerta y de casa en casa. En cuanto al apellido
de alguna de las mujeres debo decir que no debemos extrañarnos el que aparezca alguna
Rubia, Navarra o Romera, esto es debido a que por aquellas fechas y por lo menos hasta
finales del siglo XVIII, los apellidos que eran susceptibles de ser feminizados se femini-
zaban, apellidos que no siempre se correspondían con los de los padres. Así pues, y hechos
estos breves incisos digo que los pobres de solemnidad eran: María Maya, Ana Asensio,
Laurencia y María Chumillas, Francisca Vélez, Ana Martínez, maría Gil, Ana Parrilla,
Pedro Cabero y Damián Pérez, la de Mateo Robredo y María Martínez de España, La de
Monteagudo, La de Pedro escribano, Ana Martínez de Juan Cavero, Ana de Belmonte,
Alonso de Cuenca, Pedro de Contreras Maya, Francisco Pérez, Águeda García, María
Hidalga, Quiteria Navarra, Francisco del Olmo, Los nietos de Lucas Contreras, La Pas-
cuala, La Chumillana, La de Juan de Valverde y Miguel de Valverde, Bárbala la Coja,
Ana Rubia, Hilaria Romera, La de Vega, Alegría y Juan Castillejo, que se encuentra en-
fermo, los cuales, y aunque el Obispo de Pamplona le remite cada año 100 ducados, (el
importe del salario correspondiente a unos 400 jornales) se comprende y se ve que no
solamente no es suficiente, sino que ni se acerca a poder serlo.
Se dice “también que están cumplidas todas las misas de testamentos de las cuales el Vicario
exhibió las corrientes cartas de pago y que la última vez que le confirmó fue el año anterior, Plaza Ruíz de Alarcón
y lo hizo el Obispo de Osala.”
Ricotí 34

Casullas y relicario El 4 de diciembre de 1708


se dice que hay una Cape-
llanía Colativa que fundó
el licenciado Julián Gui-
jarro, cura que fue de ella,
con cargo de doce misas
rezadas en los días de los
Santos Apóstoles de cada
un año, siendo sus bienes
unas heredades, unas viñas
y unos olivos en este tér-
mino, que rentan cada un
año 100 fanegas de trigo y
10 ducados. Hay otra Ca-
pellanía, la cual es de libre
presentación y la fundó
Bárbara del Castillo, veci-
na de esta villa, con cargo
a una misa rezada cada se-
mana y una fiesta de San
Benito, siendo sus bienes una heredad en este término que renta 16 fanegas de trigo y 325
ducados de principal de Censo, los veinticinco para el Patrón y 4 reales para el Capellán.
Es curioso porque en estos tiempos, el Señor Visitador del Obispado venía varias veces,
posiblemente por ser bien tratado por el lugar. Cierto es, que aquí había dineros porque
se iban modificando las estructuras de la Iglesia, creando Capellanías nuevas y el propio
Señor de Alarcón potenciando su parroquial. Cuando el visitador vino y vio la capilla de
los Alarcones, cuya advocación es de Nuestra Señora de la Asunción, en 1654, colocada
en una hornacina central de la iglesia que fundase el propio don Fernando Ruiz de Alar-
cón, Señor de la Villa y caballero de la Orden de Santiago, le concedió muchas alhajas de
plata, ricos ternos y decente en ropa blanca, de que queda hecho inventario puesto donde
le toca y firmado por sus capellanes. Tiene muchas reliquias en dos relicarios dentro de su
capilla, cuya llave tiene por la fundación el Capellán Mayor, con las licencias necesarias
para su culto y veneración.
“Es Patrona de esta capilla Doña Juana Ruiz de Alarcón, Señora de esta villa y otros esta-
dos, residente en Pamplona y habiendo visto su merced la fundación y sus ordenamientos,
hallo que los Patronos de ella están obligados luego que toman la posesión a dos mil du-
cados por una vez, para el aumento de esta, y no habiéndolos dado esta Señora habiendo
gozado el Patronato más de 30 años, mando su Merced el Capellán mayor que procedien-
do a dar aviso cortesano a dicha Patrona, para que cumpla con el tener de su Fundación
y no resultando cumplimiento, haga embargo de las Alcabalas y Tercios Reales y demás
rentas que dicha Señora goza por el Señorío de esta villa, hasta que se efectúe el pago de
esta cantidad, para lo cual se libro el despacho necesario que aceptó y firmó.”
En el Censo del Marqués de la Ensenada, en 1752, se dice que el mayor hacendado de
la villa es el Excmo. Sr. Conde de Valverde. Dice que pertenece al partido de Cuenca
35

y que tiene 2 vecinos que eran no-


bles, 142 pecheros, 45 jornaleros
que eran pecheros, 10 pobres de
solemnidad que eran pecheros, 17
viudas pecheras y que 9 eran po-
bres. Había 8 menores pecheros
y 3 pobres bajo tutela. total 236
vecinos. Además había 3 eclesiás-
ticos. Sus vecinos obtenían una
renta valorada en 220.354 reales
de vellón, de los cuales las mayo-
res pérdidas corresponden a los
labradores con 90.000 reales; a
los arrieros con 30.800 reales; a
los jornaleros con 23.040 reales
y a los colonos de los Bienes de la
Iglesia con 20.670 reales y las me-
nores al Mesonero con 200 reales,
al Carnicero con 600 reales y al
Escribano con 1.500 reales.
Un tiempo después, en el conoci-
do Censo de Floridablanca, su población es de 1.016 personas, de las cuales, 1 es cura,
1 teniente de cura, 1 sacristán, 4 ordenados de menores, 14 hidalgos, 1 abogado, 1
escribano, 2 estudiantes, 78 labradores, 33 jornaleros, 88 comerciantes, 8 fabricantes,
32 criados, y de oficios varios como boticario, zapatero, sastre, carpintero, cortador
de carne, con aprendices; luego 29 personas más y otras 723 que, o son menores o no
tienen profesión específica.
En el censo de 1877, con el nombre de Valera de Arriba, cuenta con 1041 habitantes; en
1885 se dice que tiene un maestro de niños y una maestra de niñas, dotados con unos ingre-
sos de 1.031,25 y 962,50 pesetas, respectivamente, al año.
En el Censo de 1940, su población es de 942 habitantes y estaba formada por los 939 habi-
tantes de la villa y los 3 del caserío Casa del Noguerol.
Y tal vez, me quedaría aquí en estos años de posguerra, momentos difíciles, pero también
momentos en los que Valeria empieza a caminar como núcleo poblacional con identidad. D.
Francisco Suay, maestro del lugar, insigne entre los insignes, inicia la investigación de lo que
será después su Museo Arqueológico de Valeria, dando a conocer al mundo, el magnífico
yacimiento romano de la primitiva ciudad y sus Termas. Ahora vive y habita entre el recuer-
do de su pasado y la viabilidad de su presente, sin olvidar que en el futuro estará el pleno
objetivo de la grandeza cuando en la pequeñez del alma se vierte la ilusión por conseguirlo.
Y quisiera acabar este artículo con lo que nos dice Marcos Braulio Huerta: “Valeria es nom-
brada por Ptolomeo y Plinio como ciudad y república en tiempo de los romanos y figura como
cabeza de un obispado en tiempo de los godos. Valeria pertenecía a la provincia romana de
Cartagena hasta que nombrado emir de España Yusuf-el-fheri, en 746, hizo nueva división
territorial que destruyó la que se conservaba desde los tiempos de Constantino el Grande y Va-
leria junto a Segóbriga, Ercávica y Cuenca se incluyen en la de Tolaitola o Toledo.”
Ricotí 36

DOSSIER
“LIBROS DE FABRICA”

DE LA IGLESIA
DE VALERIA (1563 - 2013)

SEGUNDA PARTE (1761-2013)

EDUARDO DOMÍNGUEZ SUAY


37

En la revista Ricotí del año 2015, publiqué un artículo sobre los “Li-
bros de Fábrica” de Valeria, que abarcaban desde el año 1563 hasta
el año 2013. Por su extensión, en dicho artículo solo se incluyeron
los Libros I y II, cuyo contenido comprendía desde 1563 hasta 1761.
En el artículo I, se hizo una introducción general sobre los Libros
de Fábrica de las iglesias y luego un desarrollo específico de la Igle-
sia de Valeria durante los periodos de 1563 a 1591 y de 1664 a 1761,
ya que el libro correspondiente a los años de 1592 a 1663, se en-
cuentra desaparecido.
En esta segunda parte del artículo, incluimos los Libros III, IV y V,
que abarcan desde 1762 hasta 1927, y que se encuentran deposita-
dos en el archivo Diocesano de Cuenca, complementados con los
Libros de Fábrica existentes en el archivo de la Iglesia de Nuestra
Señora de la Sey, que corresponde a los periodos 1876 a 1933 y 1944
a 2013, incluyendo además referencias a inventarios de ropas y
alhajas de la iglesia de Valeria y un pliego de condiciones de obras
realizadas en 1911.

Foto 1 .- Libro II de Fábrica (1664-1761) de la iglesia de Valeria

“LIBRO III DE FÁBRICA” DE VALERIA AÑOS 1762-1852.

Este tercer libro abarca un periodo de 90 años. Como en el primer y segundo libro, pode-
mos extraer información que quedó registrada y que es de interés para el conocimiento
de la Iglesia, del pueblo y de sus habitantes.
Hay que recordar, que en el año 1739, hubo un mandato del obispado de Cuenca a todas
las parroquias de su diócesis, indicando que “debido a la dificultad de mantener una frecuen-
cia anual de las visitas, por la extensión de la diócesis y con el fin de no perjudicar el control de las
cuentas, estas serán “tomadas” por los vicarios a los mayordomos, en los años en que no
haya visitador”.

Foto 2.- Control de cuentas de la iglesia de Valeria en 1762.

El primer registro que aparece en la página 1 de este Libro III, corresponde al control de
cuentas del año 1762, que Don Pedro Santillana, vicario perpetuo de la iglesia de Valeria
hace a Joseph León Ibáñez, mayordomo de ella y cuya reseña dice:
“En la villa de Valera en catorce días del mes de julio de 1762 ante mí el vicario perpetuo de ella
pareció Joseph León Ibáñez mayordomo de fábrica a dar quentas de las rentas de ella, las que se le
formaron en la manera siguiente:
Ricotí Dossier 38

Cargo: Primeramente se le cargan 675 reales del Alcance de las cuentas antecedentes.
Ittem: 2.279 reales y 18 maravedíes de 113 fanegas, 11 celemines y 3 quartillos de trigo que que-
daron de pro en las quentas antecedentes y se vendieron a 20 reales fanega.
Por venta de trigo, camuñas (zevada, zentena y avena), corderos, mosto, memoria de Juan Con-
treras, réditos de censos, capillos, rompimientos, enlucimiento de sepulturas, sepultura vendida a
María Lucas, mujer que fue de Pedro Ruiz, otra a Alonso Cavallero Quijano, sacristán que fue de
ella.
Total Cargo: 4.475 reales y 18 maravedíes.
Datta: Por pagos de cera, aceite, limosnas a varios cristianos nuevos, compostura de badajo,
incienso, sogas y cintas, medio tapiz, manteles y hechuras de manteles, derechos parroquiales, si-
tiado al sacristán, lavado de ropa y añalejo, vino, ramos y santos óleos, pilas y mesadas, subsidio.
Total data: 997 reales y 2 maravedíes.
Alcance al mayordomo: 3478 reales y 16 maravedíes.
Firma el vicario Don Pedro de Santillana y el mayordomo Joseph León Ibáñez.
Observamos, que los ingresos y pagos de la iglesia son parecidos a los de años anteriores.
En el año 1764 se produce de nuevo la presencia del visitador, en este caso, Don Marcelo
López Ximénez, cuya reseña dice:
“En la villa de Valera de Arriba ocho días del mes de noviembre de 1764, el Sr. Licenciado Don
Marcelo López Ximénez, Presbítero del Gremio de la Universidad de Alcalá, opositor a sus
Cáthedras de cánones, abogado de los reales consexos, examinador sinodal y visitador general de
este obispado, por el Ilmo. Sr. Isidro Carvajal y Lancaster, obispo de Cuenca, del consexo
de su Majestad, estando celebrando la visita eclesiástica hordinaria de esta villa, pasé a la
iglesia parroquial, bajo la advocación de Nuestra Señora del Asei y echa oración asistió a la misa
combentual que se celebró en la que por mí el notario se leio el edicto de vicios y pecados públicos,
y acabada la misa, se puso sobrepelliz, estola y capa y visitó el santísimo sacramento, que hallo
colocado el sagrario del altar maior en un copón de plata dorada por dentro y en formas grandes
y pequeñas, y habiéndolo adorado con profunda reverencia lo
manifestó al pueblo, les echó la bendición y volvió a colocar en
dicho sagrario, en donde encontró una cajita de plata dorada
por dentro, con formas pequeñas para llevar el santo viático a
los enfermos, y todo con la debida decencia, limpieza y custodia
necesaria, se puso capa morada y pasó procesionalmente a
la pila bautismal (recinto cerrado debajo del coro en la
nave de la epístola, cuyas puertas eran las existentes ac-
tualmente en la Sacristía), y visitó los santos óleos que hallo
en sus chrismeras de plata, y hecha la regular experiencia los
encontró convenientes, y dichos los versículos y oraciones que
el ritual romano dispone, los colocó en su alacena.
Tomó capa de difuntos y por ellos se cantaron los tres res-
ponsos acostumbrados. Pasó a la sacristía y echo el secreto
excrutinio, visitó los ornamentos, vasos sagrados y demás ala-
xas en ella existentes. Y en la iglesia los altares, aras, imági-
nes, capillas y quanto se debe visitar, y lo halló con la devida
decencia y limpieza, y reservó para el final de esta visita el dar
las providencias que tuviere por combenientes.
Y en dicha iglesia, halló las piezas eclesiásticas siguientes:
Un Beneficio Curado que está anexo a la Dignidad de Abad
del Asei de la Santa Iglesia de Cuenca, que oi goza Don Pedro

Foto 3.- Casulla para rito de difuntos.


39

Enriquez, el que vale de renta


anual según informes, junto
con el Préstamo que tam-
bién goza, quinientos Duca-
dos.
Una Vicaría perpetua que
goza Don Pedro Santillana,
natural de la villa de Salas de
Bureba, obispado de Burgos,
edad de zinquenta y dos años
quién la obtuvo por oposición
y le bale de renta anual tres-
cientos Ducados.
Un Préstamo que está anexo
a la dicha Dignidad de Abad
del Asei.
Un Refitor que gozan los Se-
ñores Dean y Cavildo de la
Santa Iglesia de Cuenca.
Y que la Provisión de la Vi-
caría toca y pertenece a S.I. el Foto 4.- Reseña de la Visita a la iglesia de Valeria en 1764.
Obispo mi Señor en los meses
hordinarios, y en todo tiempo la corrección y castigo de vicios y pecados públicos, y en su nombre
al Sr. Provisor y Sres. Visitadores.
Hallo que los Diezmos se reparten según y como consta en la visita del año 1747, colocada en el
anterior libro.
Y últimamente halló a esta Iglesia en quieta y pacífica posesión de sus terruelos, frutos y rentas,
y por mayordomo de su fábrica reelegido en su anterior a Joseph León, a quién el Vicario le tiene
anualmente recibidas sus cuentas y que las últimas se formaron en cinco del presente mes siendo
en ellas el Cargo 5.211 reales y 7 maravedíes, la Data 939 reales y 19 maravedíes. Alcance 4.271
reales y 22 maravedíes. Y conocidas todas las cuentas la halló conformes, arregladas y sin fraude,
por lo que las aprobó con la reserva hordinaria, mandó se esté y pase por ellas, y condenó en el
Alcance al dicho mayordomo el que tenga a disposición de su merced para lo que se mandara…….
Se nombra mayordomo a Juan Antonio Martínez.. y en consecuencia y en el plazo de quince días,
Joseph León deposite el Alcance en el Archivo parroquial, y lo cumpla vajo la pena de excomunión
maior ……”.
“……y se limpie la Iglesia del ladrillo que han amontonado a los pies de ella quitando al mismo
tiempo la madera y demás trastos, y para su custodia se componga el cuarto antiguo echándole
cubierta…..
Otrosi: Mediante escritura de compra y edificación de la capilla maior consta que el Señor de esta
villa se halla obligado a los reparos de ella y a mas tiene de su cargo el contribuir anualmente a la
Iglesia con 20 ducados…. y que la techumbre de dicha capilla maior que cae encima del retablo
se halla amenazando ruina, y algunas tablas fuera de sus sitio, y el dicho retablo devorado, siendo
todo el cargo del maiorazgo que goza el Señor….. Que el Vicario envíe testimonio de este hecho
al Señor y si no cumple con lo que es de su cargo, haga sacar otro testimonio y lo remita al Fiscal
General Eclesiástico y Defensor de Obras Pías de este Obispado para que pida en justicia lo que
tenga por conveniente”.
Ricotí Dossier 40

De la revisión de cuentas de 1765, reseñamos en Cargos, la relación nominativa de cen-


sos, que permiten conocer nombres de vecinos del pueblo: Julio de Sotoca y María Zamora,
Julián Cañadas el maior, Lucas Chicano, Ana Rodrigo, Francisco Alamanzón, Antonio Parrilla,
Francisco de Moia, Julián de Molina, Juan de Vlasco, Joseph Esquivias, Zebrian Lerín, Pedro So-
toca y Juan de Moia, Juan García Acebrón, Alonso Esquivias, Bernavé Pérez menor, Joseph León
Ibáñez y otros.
En la Datta destacamos: Hundimiento del quarto existente debajo del coro y construcción
de un quarto nuevo (situado en la nave del evangelio), con sus puertas, baldosas, cerradura
y pasador, yeso para blanquear, 1.750 tejas, reja para la ventana del quarto, arena para el suelo,
limpiarlo y allanarlo y a Juan López, maestro de obras. Madera para el quarto y para entablonado
de la Sacristía. Coste de empedrar la calzada de las Puertas principales de la Iglesia.
En el año 1768 se produce una nueva visita con el mismo protocolo que las anteriores, por
parte del Licenciado Don Marcelo López Cabrejas, Presbítero del Gremio de la Universidad
de Alcalá y visitador general de este Obispado por el Illmo. Sr. Don Isidro de Carvajal y Lan-
caster, Obispo de Cuenca. Se nombra mayordomo a Diego Pelado.
Otrosi: Respecto de habérsele informado a su Señor que en la peana del Altar de San Antonio
de Paula y bajo de ella se contienen algunos huesos enterrados por cuia causa no deve celebrarse
el Santo Sacrificio de la Misa en dicho Altar conforme a la declaración de la Santa Congregación
de ritos, mandó su Señor que el Vicario de esta Parroquial haga abrir dicho sepulcro y exhumar
los huesos que en él se hallen, prohibiendo que en lo sucesivo se entierren bajo las tarimas
y peanas de los Altares.
Recordamos a estos efectos, que según referencia de los libros de Fábrica, en el año 1690
ya existían en la iglesia siete altares, a saber: Altar Mayor (nave Mayor), altar de la San-
tísima Trinidad (nave Santísima Trinidad y capilla, iniciada en 1665), altar de Santa Ana
(nave Santa Ana), altar de Nuestra Señora del Rosario, altar de la Santa Vera Cruz, altar
de San Diego y altar de San Antonio de Paula.
Diez reales por penas que se han llevado a los vecinos por trabajar las fiestas y entrar en la
Iglesia con el pelo atado y gorros.
Sepulturas. 22 reales por la venta de una sepultura que se vendió a Cathalina Chumillas en la
Nave Maior junto a la Pila del Agua Bendita.
Rompimientos. 35 rompimientos que se hicieron y 14 que quedaron por hacer hasta el día de San
Juan.
Componer sepulturas. 81 reales que se han pagado al mayordomo por la composición y enlucir
162 sepulturas desde el año 1764 hasta el 4 de junio de 1768.
Campana.184 reales que tubo de coste fundir la campana, traerla y llevarla a la Parra y 80
reales que importó el erraje para la cabeza de dicha campana. 51 reales que se pagó al maestro que
hizo la cabeza de dicha campana y puesta en la torre. Y 17 reales que di a Thomás Martínez por
una viga en la que está puesta la campana y 3 reales de aserrarla.34 reales en la composición de
yerros de la campana y vadajo.24 reales que tubo de la composición de los badajos de las campanas
grandes.
En la revisión de cuentas de 1772 destacamos: Un cáliz que se a echo para esta Iglesia, su
peso con la patena, veinte y dos onzas y quarta de plata, que vale 445 reales y la echura y dorado
200 reales.
En la revisión de cuentas de 1773 destacamos en Cargos: “Cera gastada en la función de
Abadía. Doce reales que yo el Vicario le di al mayordomo por la cera que se gastó y demás cossas
en la función de Abadía, como consta de dicho libro de Abadía”. Datta:”Una efigie del Santo
41

Foto 5.- Nota sobre cera gastada en la función de la Abadía.

Cristo, con lo comprado al tío Dorotheo de Cuenca, para ponerlo en la sacristía 100 reales”. Lám-
paras, otros gastos, doscientas baldosas, cada ciento a 24 reales, del tejar de Valera de Abajo”.

En el año 1775 se produce de nuevo la presencia de un visitador, que no lo hacía desde


1768. En este caso el visitador es el Sr. Licenciado Don Thomás Martín Domínguez, Cole-
gial en el Insigne de Santa María Magdalena de la Unibersidad de Salamanca, Cathedrático por
su Magestad en ella, Dignidad de Prior, Canónigo Presidente de su Cavildo, en la Insigne Colegial
de la villa de Belmonte, Arcipreste de Alarcón, examinador Sinodal y Vissitador general de este
Obispado por el Ilmo. Sr. Don Sebastián Flores Pabón, Obispo de Cuenca…..”.Realizó la
visita de acuerdo con el protocolo establecido.
Otrosi: Por cuanto el retablo de la Capilla Maior está amenazando ruina y que se teme
prudentemente puedan ocurrir algunas desgracias si sucediese en algún día clásico al tiempo de
la misa combentual ……… se dice ser Patrono de dicha Capilla Maior el Excmo. Sr. Duque de
Granada, lo que se da a entender por existir en dicha Capilla Maior las Armas de su Casa, mandó
su Merced que el Vicario lo ponga en noticia de dicho ….”
Otrosi. Por quanto la Hermita de San Sebastián, que ya hace años no existe, tenía una
tierra, su cavida seis celemines de trigo, sita encima de la cañada de las viñas que linda al oriente
tierra del vínculo que goza Simón Blasco, al poniente con Lucas Grande de Molina y al norte la
limosna de San Julián la que lleva con renta Diego Pelado pagando al tercer año tres almudes de
trigo, su Merced dijo que por ahora y en el interín no se reedifique la dicha Hermita devía
agregar y agregó a esta fábrica y sus caudales la dicha tierra y sus rentas de las que se le haga
cargo al maiordomo. Y lo firmo. Doi fe. Licenciado Dominguez.
Según consta en la visita a la Iglesia en el año 1667, en esa fecha, se encontraba en fun-
cionamiento en el pueblo, un Hospital y tres Ermitas: San Sebastián, San Miguel y Santa
Catalina y en el año 1706, hace referencia al menos, a la existencia de las Ermitas.
En las cuentas del año 1777 figura: Componer el órgano en 1776. Y de componer el órgano,
desmontarlo y sentarlo, 400 reales a Miguel de la Orden, maestro organero, vecino de la vi-
lla de Barchín del Oio.
Ricotí Dossier 42

Foto 6.- Pago a Miguel de la Orden, maestro organero, de Barchín del Hoyo, por componer órgano de la iglesia en 1776.

De los años 1778 a 1784 no hay revisión de cuentas, siendo 1785 el año en el que se hace la
visita y revisión del año y anteriores, por el visitador Thomás Martín Domínguez, siendo
mayordomo Francisco Aguilar. Los conceptos son similares a los de otros años:
Cargo: Rentas de los años 1778 a 1784 con todos los conceptos de esos años, limosnas, cebada,
centeno, avena, corderos, mosto, censos nominativos, multas (trabajar en fiestas sin licencia),
la haza de San Sebastián que se agregó a esta iglesia en la anterior visita, capillos, rompimien-
tos, sepulturas.
Data: Cera 1778 a 1784, igual en otros conceptos, aceite, una gradilla que hizo Juan Cabo maes-
tro carpintero de Cuenca, blanqueo de la iglesia, limpiar y componer las custodias y la cruz de
filigrana, componer órgano (1781) a Vicente Espina, maestro organero de la nación Romana,
palerías, compostura del brocal del pozo (1782), torna voz del púlpito (1783), retejar (1779),
sepultura, composición de la cubierta de la torre (1782) por Joseph Marcelino Lucas, de Valera
de Abajo, quitar cerraja, componer gotera, arreglar cerraja, badajo, aceite, cristiano nuevo, vasijas
de cristal, encajes corporales, compostura del osario (133 reales de costo de abrir el barranco
para enterrar los huesos que se sacaron en el osario y tabicarlo con cuatro caices de ieso, y
siete peonadas, y tres en el Maestro que lo fue Christobal Lerin). Compostura hierros campana, vi-
drios, ladrillos, broches de plata, compostura atril, compostura del banco de la torre, compostura
del caldero del agua, ladrillos, tela, vinageras, incienso, 850 tejas, vidrieras, subsidio, vino, santos
óleos, cartillas, ramos, lavar la ropa, derechos parroquiales.
Resumen Cargo, Data y Alcance.
Otrosi. Que no se toquen las campanas a los entierros, sean adultos o sean párvulos, sin la
licencia del vicario, entregando antes los derechos parroquiales. Diligencia: “Certifico
como vicario perpetuo que soi de esta parroquial de Valera de Arriba, que se fixen los edictos en
las puertas de la Iglesia Parroquial, para que llegue la noticia a todos y no aleguen ignorancia
en su cumplimiento”.
En la revisión de las cuentas de los años 1786 hasta 1791, se mantienen los conceptos de Cargos
y Dattas ordinarios. En el año 1792, destacan en la Datta: Compostura de las campanas y de las
cabezas y el cuarto del reloj, limpiar la torre de la obra que se hizo, compostura del pozo, 2.000
reales a cuenta del confesionario, facistol, púlpito y sillería que se está haciendo. En 1793 des-
tacamos la Data por la composición de los libros de archivo por el maestro Julián Lesmes, librero
General de este obispado.
En el año 1794, es decir casi diez años después de la anterior, se produce
la presencia del Sr. Dr. D. Roque Valverde Alamanzón, Beneficiado de la Iglesia Parroquial de
la villa de Garci-Muñoz, examinador Synodal y Visitador General de este obispado por el Illmo.
Señor Don Phelipe Antonio Solano, Obispo de Cuenca. Sigue el protocolo acostumbrado y se
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Foto 7.- Diligencia para que no se toquen las campanas a los entierros, sin la licencia del vicario.

mantienen el Beneficio Curado, Préstamo, Vicaría, Refitor, Probisión, Diezmos, Posesión. En la


revisión de cuentas, figura en la Data: Pago 1.950 reales a Thadeo Montoya vecino de Cuenca,
resto que se le debía de obra de sillería y púlpito, 14 reales del coste de la campana que se caio el
día 8 de septiembre, que se le dio a Guillermo Calbo, maestro alarife por ponerla, 155 reales por
colocación del púlpito y retejo, 11 reales a Thadeo Montoya maestro arquitecto, vecino de Cuenca
por el reconocimiento de las puertas de dicha fábrica, y 200 reales por las obras de las puertas.
Durante el periodo de 1795 hasta el año 1802, no hay nueva visita a la Iglesia, constando sola-
mente la rendición de cuentas del mayordomo al vicario, manteniéndose los mismos conceptos de
Gasto y Data usuales y destacando únicamente:
Año 1795: En la villa de Valera de Arriba a 20 de julio 1795 compareció ante mí, fray Juan Apa-
ricio religioso de Nuestro Padre San Francisco, del convento de Valera de Abajo y predicador
en esta dicha villa, y representando esta parroquia por ausencia del Sr. Don Juan Josef Muñoz,
vicario perpetuo de esta parroquial y Vicente Pérez, mayordomo, para dar la cuentas. En la Data
figura, madera para el tambanillo de esta iglesia, 1.255 reales a Thadeo Montoya, maestro car-
pintero mayor, por la obra de las puertas de la iglesia y composición de las puertas viejas para
la ermita de Santa Catalina.
Año 1796: En el libro de Difuntos constan los rompimientos que se hacen cada año. En la Data:
Subsidio de millones, 102 reales, importe del repartimiento del Subsidio de Millones para su Ma-
jestad (que Dios guie), como costa por recibo dado por el Sr. Abad, cura de la Parra.
Año 1797: En la Data figura pago de 350 reales mitad de la obra de la sacristía que se le dieron
a la capilla de los Señores Alarcones, como pago al maestro mayor Matheo López, y 350 reales
por la composición de una custodia, una cruz de filigrana y otra pequeña, a Manuel Vizcayno,
maestro platero, vecino de Valera de Abajo.
De nuevo, en el año 1802, es decir ocho años después de la anterior, se produce la visita de él Dr.
Don Emeterio Martí, visitador general de este obispado de Cuenca, por el Ilmo. Sr. D. Antonio
Ricotí Dossier 44

de Palafox y Croij, siguiendo el protocolo tradicional, conservándose el Beneficio Curado, Prés-


tamo, Vicaría, Refitor, Provisión, Diezmos y Posesión.
De propuesta del Ayuntamiento, esto es los Alcaldes; eligió el cura vicario por mayordomo a Mi-
guel Cantero vecino de esta villa y sacristán de la misma Iglesia y se aprobó esta elección.
Las cuentas recogen en general los mismos conceptos de Cargo y Data de años anteriores, además
de la compra de un libro blanco para sentar partidas de Bautismo, retejar y compostura de la
nave de la Santísima Trinidad y la gradilla del púlpito.

Desde el año 1803 hasta 1807, no vuelve a producirse una nueva visita. En la rendición de cuentas
de estos años, además de los Cargos y Datas ordinarios, destacamos:
Del año 1805, hay gran número de censos. Santiago Pérez, Juan Vlasco Pérez, Enrique de Moya,
Alonso Piqueras, Manuel Martínez Alamanzón, Pasqual Olmeda, Juan Antonio Martínez García,
Antonio Coronado y Cathalina del Barco, vecinos de la Olmeda, Antonio Esquivias, Bernavé
Pérez, Vicente Ruvio y Ana María Morillas, Santiago Levrero, Miguel Lerín y Ana Atienza, Fran-
cisco de Moya Torrijos, Rafael Reyllo y María Villar, vecinos de la Olmeda, Julián Esquivias Sáiz,
Josef Atienza y compañeros, Juan de Dios Parrilla, Juan Manuel Huerta, vecino de la Alverca y
Antonio Thomás Molina. Un barrón nuevo que se hizo para la campana mediada que hizo el Se-
ñor Mathías Ardid maestro herrero en la ciudad de Cuenca. Cinco reales de derechos que se paga
en Cuenca por la pila bautismal, un palo a la
campana mayor para voltearla, composición
de los huesarios y empedrado alrededor de la
Santa Iglesia.
Del año 1806. En Cargos: Sepultura vendida
a Bruno Pastor, cirujano en esta villa, para
enterrar a su tía María Víllora, vecina de la
Alberca, en la nave de Jesús Nazareno.
En el año 1807, aprueba las cuentas el obis-
po de la diócesis de Cuenca. En la ciudad de
Cuenca a 26 de octubre de 1807 el Ilmo. Sr.
Don Ramón Falcón Salcedo, obispo de la
misma y su diócesis, del consejo de su Majes-
tad, mi Señor, en continuación de la visita or-
dinaria de la iglesia parroquial de la iglesia
de Valera de Arriva, procedió a la del presente
libro de rentas de su Fábrica, y habiéndose
reconocido las cuentas dadas desde la anterior
visita, con mérito, buen orden, justificación y
legalidad las aprobó en quanto ha lugar de
derecho, sin perjuicio, con interposición de su
autoridad ordinaria y judicial decreto, decla-
rando tener oy de cuadal propio, los dos mil
setecientos veynte y seis reales con siete mara-
Foto 8.- Libro de Difuntos de la parroquia de Valera de Arriba. vedíes que resultan de Alcance en última pre-
cedente cuenta, contra el actual mayordomo
Miguel Cantero, por quién está convencido y
se cargará en cuenta inmediata. Hágase a la posible brevedad inventario de los vasos sagrados,
ornamentos, alajas y demás utensilio de esta Parroquial. Así lo mando y firmo S.I. de que certifico.
Ramón Obispo de Cuenta.
En esta ocasión y hasta enero de 1853, que finaliza este libro, no se produce ninguna visita.
De los años siguientes a 1807, señalaremos como aspectos de interés de la revisión de cuentas, los
45

Foto 9.- Presencia en la iglesia del Regimiento de Tiradores de Cádiz y ejércitos del Duque del Infantado.

siguientes:
Año 1808. Data: Libro en blanco para sentar decretos de visitas, un manual para administrar a
los enfermos el Santo Viático y Extremaunción, 800 tejas y retejar, 200 baldosas compradas en
Valera de Abajo, tejas maestras compradas en la Olmeda para la torre, a Josef Castellanos por
el trabajo de hacer y poner el brocal del pozo, así como yeso, losas, piedras grandes, tapa de
madera y hierros para dicho brocal.
Año 1809. Nota: que en la tercia de dicho año no se le a entregado cosa ninguna de granos a
dicho mayordomo, por causa de que las tropas españolas y francesas, se los comieron y llevaron
todos.
En la Data de las cuentas de 1809, figura la siguiente anotación: “Composición de las sepulturas
y limpieza de la iglesia. Item. Son Data cincuenta reales que he dado a Casimiro Calbo, Maestro
alarife, por la ocupación y trabajo que a tenido en componer las sepulturas, y limpiar la iglesia
cuando estuvo el Regimiento de los Tiradores de Cádiz alojado en dicha Santa Iglesia, y el Se-
ñor Duque del Infantado estuvo en esta villa con todos con todos sus exercitos aquí alojados”.

Año 1810. Data: 800 reales de la campana nueva que se fundió por el maestro Juan Gar-
gollo, vecino de Cuenca, parte de traerla a Tórtola 30 reales y paste de traerla a Valera 40 reales,
campanilla para el altar, 300 baldosas, teja, apagador de velas, arreglo de barrón y cabeza de cam-
pana vieja, argollas y tornos, comprar barrón nuevo para la campana mayor.
Año 1813. Data: Erraje y plomo a la campana mayor, acerle cabeza a la campana mayor,
composición de tornos de la campana mayor, coste de fabricar dos pinos maderables para la esca-
lera del coro que se a echo nueva Guillermo y Casimiro Calbo, maestro de carpintería, coste de
tirar los pinos, coste de dos criados para quitar y poner la campana mayor.
Año 1819. Data. Caveza de la campana de hacer señal a misa, herraje de las campanas de las
misas privadas, pago al maestro Antonio Almazán, herrero de la Olmeda, contribución real a los
Sres. Alcaldes 36 reales y 23 maravedies., que le ha correspondido a dicha iglesia,
Año 1821. Data. Libro en blanco para partidas de Difuntos.
Año 1823. Data. Contribución real de las tierras y demás cargas: 45 reales pagados al Sr. Ju-
lián Cañadas, Alcalde Constitucional en el año de veinte y dos, que le han cargado a la iglesia
por sus tierras y utilidades y demás cargo.
Año 1824. Data. 34 reales de las vidrieras que se han puesto en las ventanas de la iglesia.
No hay cuentas de los años 1825 a 1830 y se formulan posteriormente las de los años
Ricotí Dossier 46

1830 a 1832. En el año 1831


se produce de nuevo la re-
visión de las cuentas, sien-
do mayordomo Gabriel
Martínez Alamanzón y
Vicario perpetuo Juan Jo-
sef Muñoz, donde se refle-
ja un Alcance de solo 176
reales.
Año 1833. Cargo: 22 rea-
les de una sepultura que se
vendió a Pedro Josef Gó-
mez, cirujano de esta villa
para enterrar a su mujer.
Año 1835. Data: Compra de
300 tejas, pago al carpintero
Angel Calbo por componer
Foto 10.- Restos de la Ermita de Santa Catalina
las entonaderas del órgano,
reparar badajo campana.
Año 1838: En la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Asey de Valera de Arriva a los ocho
días del mes de marzo de 1838, compareció ante mí el vicario ecónomo Don Timoteo Ruiz
de dicha parroquial nombrado por el Ilmo. Sr. Obispo de Cuenca Roque Martínez, como yo
Graviel Martínez Alamanzón y mayordomo que fue de esta Santa Iglesia por nombramiento
que fue de este año que principia desde el 24 de junio de 1830 hasta otro igual del día de 1831, con
cargo y data son así según aparecen firmadas por dicho mayordomo y Don Diego Martín Segovia.
Cargo: 786 reales. Data: 624 reales. Alcance: 162 reales.
Año 1840: Data: 30 reales pagados a Angel Calvo por su trabajo de hacer la tumba nueva para
llevar los muertos al cementerio.
Año 1841: Data: 20 reales pagados a Juan Eugenio Hergueta, Juan Eugenio Ximénez y Julián
Martínez por traer dos mil trescientas tejas de la Hermita de Santa Catalina a esta igle-
sia. 34 reales pagados a Angel Calvo, Vicente y Julián German Calvo, por seis peonadas para
retejar todo el tejado de la fávrica de la iglesia a canal abierto de 8 reales cada peonada y 4 por día
a dos ayudantes para subir la teja a lo alto. Alcance 32 reales.
Año 1842: Nombramiento nuevo mayordomo a Zacarías Vega para que se haga cargo de las
cuentas y cuyo cargo mantiene hasta el año 1852, final de este Libro III de Fábrica.
Año 1853: Nota de lo que me ha de abonar la fábrica por lo que llevo yo Vicente Painco ecónomo
de Valera de Arriba gastado desde el 19 de junio de 1852 al 22 de enero de 1853, cuando me hice
cargo Pastoral de dicha Parroquia. Total 48 reales.
A lo largo de los 90 años que van de 1762 a 1852, los cargos de Mayordomo y Vicario
perpetuo de la Iglesia de Valeria, así como los distintos Visitadores y Obispos de Cuenca,
que constan en este libro, han sido:
Mayordomos: Josef León Ibáñez. Juan Antonio Martínez, Diego Pelado, Julián Pérez
Olmo, Francisco Aguilar, Vicente Pérez, Julián Antonio Chumillas, Manuel Cantero, Eu-
sebio Sáiz, Marcos Sáiz Riaño, Gabriel Martínez Alamanzón, Faustino Gómez y Zacarias
Vega.
Vicarios: Pedro de Santillana, Juan Antonio Martínez, Phelipe Ferrer, Vicente Herreros,
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Juan Josef Muñiz, Francisco Moya Gómez, Timoteo Ruiz, Diego Martín Segobia, Ansel-
mo López y Vicente Painco.
Visitadores: Marcelo López Ximénez, Thomás Martín Domínguez, Roque Valverde Ala-
manzón y Emeterio Martí.
Obispos de Cuenca: Isidro Carvajal y Lancaster, Sebastián Flores Pabón, Phelipe Anto-
nio Solano, Antonio de Palafox y Croij, Ramón Falcón Salcedo y Roque Martínez.

“LIBRO IV DE FÁBRICA” DE VALERIA AÑOS 1872-1902.

Desde el año 1852, final del Libro III de Fábrica, hasta el año 1871, no hay registros de las
cuentas de la Iglesia. Empiezan de nuevo con el Libro IV, que abarca el periodo de 1872
hasta 1902, es decir 30 años y que se solapa parcialmente con el Libro V (1878-1927) y
Libro VI (1876-1933).
En la primera página de dicho libro, datada en Valera de Arriba a 2 de enero de 1874, se
recogen el Cargo y la Data de los años 1872 y 1873, destacando los conceptos:
Año 1872. Cargo: Habilitación de la asignación y rompimientos. Data: Sacristán, cera, aceite,
oblata, lavado ropa, santos óleos, 3 días de retejo, sobrepelliz, blanqueo de la sacristía, encuader-
nar boletines 1871, pliego de papel para la formación de cuentas de 1871 y derechos de agencia de
1872, papel de un libro de Cargo y Data, coser un alba.
Año 1873. Conceptos de Cargo y Data similares a 1872. Alcance 484 pesetas y 35 cénti-
mos.
Año 1874. Cargo: Rompimiento de Marcos Rubio y nicho de Narciso Rubio. Total Cargo
64 reales. Data: Conceptos ordinarios. Total 624 reales. Queda en contra de la fábrica 560
reales (primer año que sucede). Vicario: Juan Antonio Martínez y Mayordomo: Julito
Beltrán.
En estos años, el Cargo corresponde fundamentalmente a: Habilitación por meses de la
iglesia y a rompimientos de sepulturas de adultos y párvulos.
En la Data también suelen repetirse la mayor parte de los conceptos, aunque en algunos
años hay gastos específicos. Año 1876: Maestro albañil para la composición del coro, cinco

Foto 11.- Página 294 cierre del Libro III de Fábrica, año 1853.
Ricotí Dossier 48

cristales y ojalata para


los ciriales y candeleros.
Año 1877: Tejas, retejo,
sacristán, aceite, cera,
santos óleos, oblatas, la-
var ropa, añalejo, ramos,
papel para la matrícula,
350 varas pleita para el
presbiterio, aceite. Año
1878: Blanqueo de la
iglesia, siendo Vicario,
Juan Antonio Martínez
y Mayordomo, Juan Mi-
guel García. Año 1879:
Diario de cuentas de Fá- Foto 12.- Libro IV de Fábrica de Valeria (1872-1902).
brica, un añalejo, cuatro
cristales y unas crismeras, a Juan de Mata por unas peonadas en el cementerio y Parroquia, a
Sotero por la puerta del cementerio, al sacristán, por componer un crucifijo, tela, aceite, retejar.
En la mayor parte de los Gastos figura el nombre de las personas que realizan los traba-
jos, así por ejemplo en el año 1882, aparece el siguiente Detalle de Gastos: A Sandalio
Revuelta por limpiar el órgano; al cerero Antero Martínez, por doce libras de cera; a Julián
Guijarro por una arroba de aceite; a Juan Sáiz por otra arroba de aceite; a Felipe López por otra
arroba de aceite; a Casiana Beltrán por lavar y planchar la ropa; al sacristán por las hostias y el
vino; a Estanislao Calvo por retejar y arreglar la torre; a Víctor Calvo por retejar la iglesia; por
traer los óleos un hombre; al sacristán de la catedral por repartirlos; por escobas para la limpieza
y ramos para el Domingo de Ramos. Mayordomo: Eusebio Contreras y Vicario: Jacinto Romero.
Y en el año 1883. Detalle de Gastos: A Julián Guijarro, a Bernabé Palacios por una arroba de
aceite, a Juan Antonio Peláez por suministro de aceite; a Juan Peñalver por un libro y papel de ofi-
cio para asentar las partidas de Bautismo; a Antero Martínez, cerero, por doce libras de cera; a Sor
Isabel Moliní por cuatro pares de corporales y dos palios; a Sor Magdalena Noguet por
dos amitos, uno cordado con sus cintas correspondientes; a Cristóbal Alcón por ocho barras de

Foto 13.- Estado de cuenta de 1872. Libro IV de Fábrica.


49

hierro; a Tomás Parejo por encarnar a Nuestra Señora del Rosario y al Santo Niño y ponerle ojos
de cristal; a Víctor Calvo por cuatro día y medio como maestro albañil y además siete fanegas de
yeso empleadas en esta iglesia y camposanto retejando la iglesia; por 450 tejas traídas de Valera
de Abajo por Felipe Hergueta de esta vecindad; a Bruno Atienza, herrero para una llave para el
órgano; a Gregorio Pérez por traer los óleos; por encuadernar el Boletín de 1882; por unas vina-
geras; a Fermín García por una llave para el arca del Rosario; a Bernardino Pérez, carpintero, por
una escalera para la iglesia; a Casiana Beltrán por lavar y planchar la ropa; a Sebastián Piqueras
por el vino y oblata; por traer los ramos para el Domingo de Ramos; a Sebastián Piqueras, por su
dotación como sacristán; por una cartilla de rezo para la iglesia; al sacristán de la Catedral por los
óleos de dicho año.
En el año 1883, figura como Cargo: Nichos en el camposanto y rompimientos y en 1885 como
Data: Gastos en la ampliación del cementerio: A Inocente y Julián Pérez por trece cahices, a
diez reales cahiz. En el año 1886, Gasto de arreglar los fuelles del órgano; en 1887 por una
tapa de la pila bautismal y en 1888 a Juan Solera del Castillo de Garcimuñoz por tres crista-
les para las ventanas de la iglesia, siendo Mayordomo, Eusebio Contreras y Vicario, Jacinto
Romero.
En el año 1890. Data: 42 pesetas a Don Joaquín Jiménez por un misal de Ratisbona, como
corresponsal de una librería de Barcelona. Año 1892. Data: Obra de reparación autorizada por el
Ilmo. Sr. Obispo en la techumbre del tejado y ventana encima del coro. Año 1895. Data: Libro de
Bautismo y 400 tejas.
En el año 1897, el detalle de Cargo: Recibido por los 12 meses de administración de Valverde
292, 52 pesetas, por 34 bautizos, 3 pobres, a 35 céntimos, importan 7,75 pesetas, por 5 matrimo-
nios canónicos y unos desposorios sin velaciones 5,50 pesetas, derechos de la fábrica por enterra-
mientos 20,75 pesetas, y por 3 honras de tercera clase, 3 pesetas. Data: Tejas, retejo, aceite, cera,
lavar ropa, a Juan Solera por colocar siete cristales en la capilla y ventana del altar mayor.
Y en el año 1898, Cargo: 6 matrimonios, 8 bautizos, uno pobre, entierro de 8 párvulos, 1 pobre,
un entierro de 1ª clase, 1 de 2ª, 1 de 3ª y 9 de 4ª clase, dos pobres y 4 misas y dos honras de 3ª.
Año 1899. Cargo: 12 matrimonios, 35 bautizos, uno pobre, entierro de 13 párvulos, un entierro
de 1ª, 8 de 3ª y dos de 4ª clase, uno pobre. Data: Obra autorizada por el Ilmo. Sr. Obispo:
Primeramente al pintor Segundo Gascón por arreglar la capilla y pintarla y blanquear la iglesia,
según recibo nº1……….…. 185,0 pesetas.
Por cuatro días de trabajo del maestro albañil Estanislao Calvo y del peón, en la reparación de la te-
chumbre de la parroquia según comprobante nº2………………………………………….……….
19,0 pesetas.

Foto 14.- Cargo de


1896 y sello del archivo
Diocesano.
Ricotí Dossier 50

Foto 15. Página 20 del


Libro IV del año 1898.

A Eusebia Martínez por una viga sesma labrada de treinta pies de largo para la techumbre de la
iglesia, según comprobante nº3.….. 10,0 pesetas.
A Eustasio Pérez por una viga en rollo de treinta pies y un rollizo de veinte, para la misma igle-
sia, según comprobante nº 4..…... 8,50 pesetas.
Es interesante destacar el Cargo correspondiente en estos años en los conceptos de Bauti-
zos, Matrimonios y Entierros, ya que nos permite conocer la demografía existente en ese
periodo. Según el Padrón, la población de Valeria en el año 1900 era de 908 habitantes de
hecho y 919 de derecho.
Año 1900. Cargo: 14 matrimonios ordinarios, uno pobre, 30 bautizos, entierro de 8 párvulos, un
entierro de 1ª con sus honras, 2 de 2ª, uno con honras, 4 de 3ª y 4 de 4ª clase, dos pobres. Data:
A Gregorio Sirola, maestro organero, por desarmar, reparar y afinar las tuberías del órgano, y por
variar el sistema de fuelles, 185 pesetas y por la reparación de la techumbre de la parroquia, 19
pesetas.
Año 1901. Cargo: 39 bautizos, 10 matrimonios, 12 entierros de adultos y 11 de párvulos. Año
1902. Cargo: 28 bautizos, 8 matrimonios, 16 entierros y 20 de párvulos. Data: Por 15 rollizos
para la techumbre de la parroquia, 15 pesetas y por 600 tejas, 21 pesetas.
En la Data de estos años, suele figurar también, el nombre de las personas que prestan los
diferentes servicios y así tenemos por ejemplo en el año 1902: A Pedro Segovia, yesero, por
siete cahices de yeso; a Antonino Martínez, por cuatro días de trabajo como peón de albañil; a Es-
tanislao Calvo, maestro albañil y a su hijo Máximo, también albañil, por cuatro días de trabajo
en la Parroquia; a Sinforosa Romero por el lavado y planchado de ropa; por entonar y tocar las
campanas; al sacristán Felipe Chumillas por la 3ª parte de la dotación de la fábrica; por un Libro
de Matrimonios; por la aprobación de las cuentas; al sacristán por el vino y la oblata; por los ramos
y una cartilla de rezo; por traer los óleos y 0,5 pesetas al sacristán de la Catedral; por encuaderna-
ción del boletín de 1900 y 1901; a Juan Pérez Revuelta, comerciante, por dos varas de angelina; a
Laureano López, aceitero de la Parrilla; a Alarcón y García, comerciante de Valverde por unos
cordeles para las campanas. Diferencia a favor de la fábrica en el año 1902: 95,17 pesetas.
Los responsables de las cuentas de Fábrica en estos años fueron: En 1874 el Vicario fue
Juan Antonio Martínez y Mayordomo Julito Beltrán, hasta 1878 en que se nombra mayor-
domo a Juan Miguel García. Desde 1880 y hasta 1902 ejerce de Vicario, Jacinto Romero
y como Mayordomo Eusebio Contreras desde 1882 hasta 1902, es decir algo más de 20
años.

“LIBRO V DE FÁBRICA” DE VALERIA AÑOS 1878-1927.

Este quinto libro abarca un periodo de 49 años y se solapa con parte del Libro IV (1872-
51

1902). El Libro consta de 59 folios, de los que solo están escritos los tres primeros.
En la página 1ª, se resume la aprobación de las cuentas de Fábrica de los años 1878 a
1886, sin ningún detalle, ni observación y en la página 1ª vuelta, se recogen los datos de
los años 1887 a 1907, aunque realmente, el detalle de las cuentas hasta 1902, figuran en el
Libro IV de Fábrica. En el año 1903 se adquieren 800 tejas por 39,50 pesetas para retejar y
en 1904 otras 600 tejas, además de hacer el entarimado de la Sacristía.

Las cuentas de 1878, las firman el 20 de marzo de 1879, el Vicario, Juan Antonio Martínez
y el Mayordomo, Juan Miguel García, con un saldo a favor de la Fábrica, de 319 pesetas
y 76 céntimos.
En la cabecera de las páginas figuran varias casillas, en las que se indican: Años a que co-
rresponden las cuentas; Prevenciones y Observaciones; Fecha de la aprobación y el Saldo
en pesetas y céntimos, a favor de la Fábrica o del Mayordomo.
Foto 17.- Detalle de la cabecera del Libro V de Fábrica.

En la página 2ª, figura la aprobación de las cuentas de los años 1908 a 1912, que se realiza
para todos estos años, el 3 de junio de 1913, con un saldo a favor del Mayordomo de 20
pesetas y 84 céntimos.
En la página 2ªv, figura la aprobación de las cuentas de los años 1913 a 1921, aprobándo-
se las de este último año el 10 de mayo de 1922, presentado un saldo a favor de la Fábrica
de 13 pesetas y 53 céntimos. De estos años, se repite como gasto la compra de tejas (300
en 1916 por 15 pesetas y 700 en 1918 por 87 pesetas) y jornales de albañiles, en 1913 se
efectúa el blanqueo de la sacristía y restauración de unas andas.
Por último y en la página 3ª, figura la aprobación de las cuentas de los años 1922 a 1927,
siendo las de este último año aprobadas el 8 de noviembre de 1928 y presentando un
saldo a favor de la Fábrica de 120 pesetas y 63 céntimos. De estos años destacamos que
en 1923 se cambia el formato de impreso de las cuentas de Fábrica, que en 1924 se compra
una tapa para la pila bautismal por 2,50 pesetas y que en 1927 se repara el bolo de la torre
con las 80 pesetas recibidas
del fondo de reserva.
Foto 16.- Portada del Libro V de Fábrica (1878-1927)

“LIBRO VI DE FÁBRICA”
DE VALERIA 1876-1933.
Este Libro, se encuentra en el
archivo de la Sacristía de la
Iglesia Parroquial de Valeria.
De nuevo se repiten concep-
tos contenidos en los Libros
IV (1872-1902) y V (1878-
1927) de Fábrica, en los años
que se solapan, que es hasta
1927.
De los años 1928 a 1933 hay
pocos conceptos que desta-
car, figurando prácticamente
en casi todos ellos el gasto
Ricotí Dossier 52

del retejado de la Iglesia. En el año 1928, por 2 jornales para retejado y 3 celemines

Foto 18.- Cuentas de la Parroquia de Valera de Arriba de 1923.

de yeso, 12,5 pesetas.


En el año 1929 por retejar 3 días, 15 pesetas y por una repisa para Jesús de la Columna,
25 pesetas. En los años 1930 y 1932, por retejar dos día la Iglesia, 11 pesetas.

CUENTAS DE FABRICA DE VALERA DE ARRIBA AÑOS 1944 A 1996:

Este Libro se inicia en el año 1944, siendo cura Párroco de la Iglesia de Nuestra Señora
de la Sey, Don Angel Mochales Cebrián. Aunque no hay conceptos destacables, figuran
como Ingresos: 499,99 pesetas; como Gastos: 412,90 pesetas y siendo la Diferencia:
87,09 pesetas.
El 13 marzo de 1945 hay un Informe del contador diocesano, Don Eleuterio Cruz, dando
conformidad a las cuentas, y siendo el Provisor, el Ilustre Señor Don Trifón Beltrán.
En el año1955 figura como cura Párroco Don Julio Peñalver Bayo: en 1957, Don Angel Sarrión
Plaza: en 1967, Don Aurelio Patón Castellanos; en 1968, Don Primitivo Huerta Moreno, en 1979,
Don Francisco Moreno Martínez y en 1989, Don Miguel Angel Frontera Porles.
En el año1956, figura: En la villa de Valera de Arriba, Arciprestazgo y Diócesis de Cuenca. En
el año 1957: En la villa de Valera de Arriba, Arciprestazgo de San Lorenzo de la Parrilla y Dió-
cesis de Cuenca. Y en el año 1969: En la villa de Valera de Arriba, Arzipreztazgo de Valverde
del Júcar.
En el año 1990, siendo cura Párroco Don Virgilio Marín Valentín, figura como Ingresos el im-
porte de 2.134.459 pesetas, en los cuales, se incluyen los saldos de los Mayordomos del Señor
y de la Virgen. Los Gastos de este año ascienden a 344.368 pesetas, destacando como más sig-
nificativos: un armario para la Sacristía por 110.000 pesetas y ropa litúrgica por 184.200 pesetas.
En el año 1991 se adquiere un manto para la Virgen, pagando este año una entrada de 210.000
pesetas y completando su importe total en 1992 con otras 580.000 pesetas, ascendiendo su coste
total a 790.000 pesetas.
Entre los años 1993 y 1996, se llevan a efecto una serie de gastos, dedicados especialmente a me-
jorar el equipamiento de la Iglesia. Así, en el año 1993 se realizan Gastos por 1.621.819 pesetas,
53

destacando como más significativos: Bancos por 288.000 pesetas; Rejas, por 103.000 pesetas;
Pintura de bancos, por 144.000 pesetas; Alarma, por 106.253 pesetas; Lampadario eléctrico, por
136.233 pesetas; Puerta del museo, por 172.000 pesetas; Albañil, 70.000 pesetas; Pintor, 63.000
pesetas e Instalación eléctrica, por 250.000 pesetas.
Del año 1994 destacamos como Gastos, la Megafonía, por 203.000 pesetas y el resto de la insta-
lación eléctrica por 253.000 pesetas. En el año 1995, la compra de un Belén y portal por 103.985
pesetas y en el año 1996, la compra de bancos por 480.000 pesetas, su pintura por 160.000 pesetas
y un Porta incensario por 142.500 pesetas.
Este Libro, finaliza el 31 de diciembre de 1996.
Entro los documentos existentes en el archivo de la Parroquia, con fecha de abril de 1999, figura
una Memoria para la rehabilitación de la portada de acceso a la Iglesia de Valeria, solicitada
por el Ayuntamiento de las Valeras, elaborada por el Arquitecto Técnico D. Juan Enrique mateo
Giraldos, valoradas las obras en 2,2 millones de pesetas, que no se llevó a efecto.
A partir de este momento, las cuentas de la Parroquia se registran en un formulario elaborado
por el Obispado de Cuenca, donde se indica: Estado de Situación de Cuentas, con aplicación
Ricotí Dossier 54

del Plan General de Contabilidad de la Iglesia Española, indicando el año correspondiente, el nom-
bre de la Parroquia y el Arciprestazgo al que pertenece, que en el caso de Valeria, es el de Motilla
del Palancar. Figura por un lado el detalle de los Ingresos del año, a los que se suma la Tesorería
del año anterior y por otro lado figura el detalle de los Gastos y la Tesorería final del ejercicio.
En estos años, los Ingresos están formados fundamentalmente por la venta de objetos religiosos,
donaciones, lampadario, colectas, mayordomía, subvenciones y Sacramentos (bautizos, entierros).
En cuanto a los Gastos, los conceptos más importantes lo suelen formar, reparaciones de la iglesia,
compras objetos religiosos y material para culto, actividades pastorales, gastos de funcionamiento
(electricidad y agua), contribución a campañas de Hambre, Infancia, Domund, Caridad, Semina-
rio, Santos Lugares y otras.
Como observamos en el formulario, la Parroquia de Valeria pertenece al Arciprestazgo
de Motilla del Palancar, obispado de Cuenca y las cuentas que venían presentándose en
pesetas, a partir del año 2002 se presentan en euros. Desde el año 2002 hasta el año 2010,
los servicios de la Parroquia de Valeria son atendidos por D. Fernando Fernández Cano,
Párroco de la Olmeda, y que cubre a varias parroquias. Desde el año 2011 hasta la actua-
lidad, los servicios de la Parroquia de Valeria son atendidas por D. Emilio de la Fuente de
la Fuente, Párroco de Valera de Abajo y que cubre asimismo otras parroquias.
A partir del año 2000, es decir, ya en el siglo XXI, podemos destacar como aspectos más
significativos de las actuaciones en la iglesia de Valeria, las siguientes:
En el año 2002 se llevó a efecto la restauración del campanilo, mediante la refundición
del campanilo fabricado en 1957, con un coste total de 4.178 €, que fue totalmente sufra-
gado con donativos de particulares.
En el año 2004, se inician las obras del Museo de la Iglesia, con un costo aproximado
de 5.000 €, que fue cubierto con una subvención de 3.000 € y el resto con fondos recau-
dados por la iglesia, debiendo destacar
además, el trabajo personal aportado
por algunos vecinos. Su inauguración
se produjo en el mes de septiembre del
año 2005.
En los primeros meses del año 2013 se
produjo la caída de parte del muro in-
terior de la nave Mayor de la iglesia,
sin que afortunadamente se produjera
ninguna desgracia personal, aunque sí
daños materiales y una situación con
posibilidad de riesgos futuros.
Aprovechando esta circunstancia des-
favorable, se establece un plan de con-
solidación del muro, revocado de pare-
des, mejora de la cubierta para evitar
goteras y se aprovecha para iniciar un
plan de restauración del artesanado de
las naves, que se encontraba también
muy deteriorado.
Coincide por otra parte, que la arquitec-
to Ana Martínez Rodríguez, elabora un Foto 19.- Control cuentas Parroquia de Valeria año 2000.
55

proyecto de restauración del artesonado, mediante la creación de un Taller de Carpintera


en Valera de Abajo, que es aprobado por la Diputación de Cuenca con una subvención
de 15.000 € y el compromiso de que sea complementada dicha subvención por parte del
Obispado con otros 15.000€. Para captar dichos fondos de personas y entidades privadas,
elabora un Memoria explicando el proyecto.
En el mes de septiembre de 2013, se levanta el andamiaje para llevar a efecto la res-
tauración del artesonado de la nave de la Epístola. Desgraciadamente, al acabarse los
fondos disponibles, solo pudo restaurarse, aunque de forma muy satisfactoria, los ¾ del
artesonado de esa nave, debiendo proceder a partir de ese momento, al desmontaje del
andamiaje. A finales del año 2013, también se procede a la reparación de la cubierta de
la vertiente sur del tejado y se produce la consolidación del muro interior y se revocan
varias de los muros de la iglesia, quedando finalizado a primeros del año 2014.

CARPETA CON DOCUMENTOS DIVERSOS.

Existe además en el archivo de la Iglesia parroquial, una carpeta de pastas duras con ho-
jas sueltas, que contiene la siguiente información:

Inventario y fe dada por el notario Diego Millana de los relicarios existentes en Valera de
Arriba el 17 de noviembre de 1.617. Forma de exponerlos, ubicación, devoción, santos, etc.(8
folios sueltos).

Indulgencias concedidas por nuestro Santo Padre Inocencio X a las imágenes, cruces, me-
dallas, coronas o rosarios que señalase el secretario D. Francisco de Arana Alarcón, para otras
tantas personas, parientes y amigos suyos. Adviértese que las imágenes, cruces, medallas, coro-
nas o rosarios en que se impusieron estas indulgencias han de ser las que sugiere D. Francisco de
Arana Alarcón, Secretario de la Embajada extraordinaria del Rey Católico con que ha venido de
la Corte de Roma. A F. Duque del Infantado, por haberse concedido a instancia y suplicación de
dicho secretario, con la prohibición de que no se puede imprimir la memoria de ellas por ser tan
extraordinaria (...piedra de ágata...). (dos hojas).

Reclamación del Presbitero de Valera de Abajo D. Julián Sáiz López a Pedro de Moya Ra-
mírez “mayor” y a Pedro de Moya “menor” vecinos de Valera de Arriba, del alquiler de un mo-

Foto 20.- Estado del muro interior en junio de 2013 y marzo 2014.
Ricotí Dossier 56

Foto 21.- Andamiaje para arreglo de artesonado (septiembre 2013) y arreglo cubierta sur (noviembre 2013).

lino “arinero” perteneciente a la Capellanía de los Alarcones. Año 1.744 (2 folios sueltos).

Dispensa matrimonial por parentesco el 18 de mayo 1837 de Pedro José Martínez y María
Catalina Martínez, solteros naturales y vecinos de la Villa de Valera de Arriba.....(2 hojas).

Inventario de las alhajas y demás efectos existentes en la Parroquia de Valera de Arriba


al tomar posesión de este curato Jacinto Romero y Valencia en veinte y seis de setiembre de 1879.

Inventario de 1902, otro de 1905 y otro de 1910). Incluye carta del Obispo de Cuenca
Wenceslao, de 25 de noviembre de 1910, con informe favorable para la enajenación de los
objetos y ornamentos sagrados de la Parroquia que se detallan y en el precio convenido.
Firmado el Cura Párroco y por vecinos, se entregarán al anticuario D. León Leví, dándose de baja
del inventario general de la iglesia (un cáliz, un porta paz sobredecorado, una sacra de plata, un
terno de terciopelo en carnado, bordado al parecer en oro, una casulla de damasco encarnado, una
capa blanca, otra negra y un frontal del mismo color de terciopelo, una casulla de terciopelo verde,

Foto 22.- Memoria de las reliquias y relicarios existentes en la iglesia de Valeria en 1617.
57

Foto 23.- Inventario de alhajas y otros efectos de la Parroquia de Valera de Arriba en el año 1879.

un fragmento de tapiz, dos misales en pergamino y una urna de madera valorado todo en 12.000
pesetas), para restaurar la iglesia en estado de ruina.

Pliego de condiciones y presupuesto para las reparaciones en la Iglesia Parroquial del pue-
blo de Valera de Arriba (Obras de la Iglesia 1911). (Cuadernilla con 10 hojas):
Capítulo 1º. Descripción de la obra: (Art.1º Comprende esta contrata las obras para la demo-
lición de toda la cubierta que resguarda la armadura decorada de la Iglesia Parroquial del
pueblo de Valera de Arriba y su nueva colocación; Art.2º. Restauración de la antedicha ar-
madura decorada que es lo que más precisa; Art.3º En lo que afecta a la demolición de la cubierta
y Artículos 4º, 5º y 6º).
Capítulo 2º. Condiciones que deben satisfacer los materiales: (Art.7º Tejas; Art.8º Arena;
Art.9º Cuajado de cubierta; Art.10º Madera).
Capítulo 3º. De la ejecución de las obras: (Art. 11º a 17º).
Capítulo 4º. Condiciones Generales y económicas: (Art. 18º a 25º).

Resumen del Presupuesto:


Presupuesto de contrata 9.188,00 pesetas
Para pago de visitas dirección, pliego condiciones y
Presupuesto 500,00 pesetas
Total General 9.688,00 pesetas
Ricotí Dossier 58

Cuenca 27 de mayo de 1911 Firmado: Elicio González. (Ayuntamiento).


Al pie de la hoja hay una nota que dice: “Ejecutadas las obras a que se refiere el anterior pro-
yecto de reparación de la cubierta y artesonado, se le dio de llana a toda la iglesia y se embal-
dosó con baldosín fino, siendo su coste de 2.812,00 pesetas; de esta cantidad pagó el Sr. Obispo
500,00 pesetas, que faltaron hasta completar el total”.

Es importante destacar, que se embaldosó toda la planta de la iglesia, excepto lógicamen-


te el Altar Mayor y toda la superficie situada debajo del coro, (se puede apreciar que en
la actualidad se encuentra de cemento) dado que esta superficie estaba tabicada y donde
existía en espacio para la Pila Bautismal y un cuarto para almacenamiento de cosas.
Hay un inventario del mes de diciembre de 1916 solicitado por el Ministerio de la Gue-
rra que requiere:” Índice de los documentos que, con real orden de esta fecha, se remitan al Con-
sejo de Estado para que informe sobre Inventario de las alajas, ornamentos y demás efectos
existentes en esta parroquia en el doce de diciembre de 1916”.

Existe otro inventario de 16 de diciembre de 1930. Una vez finalizada la Guerra Civil en
1939, se hace una relación de ornamentos y demás efectos existentes hoy día de la fecha en
esta Parroquia (28 agosto de 1939). Cuya entrega la realiza Fidel Martínez y la recibe Bonifacio
Martínez Montero. Existe nota posterior de 8 de julio de 1.941 (Entrega Bonifacio Martínez, re-
cibe Angel Mochales).

Relación de las ropas de la Virgen existentes hoy día de la fecha en esta parroquia: Mantos,
Ropa blanca (1 hoja. 1949).

Foto 24.- Inventario de 1916 solicitado por el Ministerio de la Guerra.


59

Foto 25.- Inventario de la iglesia de Valeria en 1939.

Hoja suelta sobre relación de reliquias que se hallan en este lugar en Valera de Arriba. (2 de
diciembre de 1958. Firmado Angel Sarrión).
Cuaderno 1960-1961. Funciones mayordomos de la Mayordomía del Señor (2 hojas escri-
tas).

Dos hojas sueltas DIN A-3, de Estadística parroquial de Valeria (Cuenca), años 1862 a 1921
y 1922 a 1980, sobre: Bautismos, Confirmaciones, Matrimonios, Comuniones, Muertos,
Niños, ... Sacerdotes, Seminaristas, Habitantes,..Misiones.

Clero Parroquial de la Parroquia de Nuestra Señora de la Sey de Valeria. Existe una


relación nominativa de todos los Vicarios y Párrocos que han regido la Parroquia de Valera de
Arriba, desde el año 1700 hasta el año 1939.

Igualmente, existe una relación nominativa de todo clero nativo de Valera de Arriba desde
mediados del siglo XIX, indicando fechas de nacimiento y defunción, así como sus cargos y
residencias. En dicha relación figuran: D. Cecilio, D. Desiderio Collado Beltrán, D. Cayo Collado
Contreras, Don Felipe Piqueras Rubio (organista y martirizado en 1936), D. Alejandro Arri-
bas Blasco, Don Florentino García Contreras, Don Juan Antonio Martínez Ibáñez, D. Francisco
Moya Collado, D. José Ibáñez (Capellán de Ánimas y Alarcones. Murió asesinado en su casa en
1836), D. José Chumillas, D. Marcelino Moya Rubio, D. Francisco Atienza Martínez, Hipólito
Lerín Moya, D. Wenceslao Contreras Esquivias, D. Emiliano y D. Angel Martínez Moya.
LOS JESUITAS
CONQUENSES
Y LA ARQUEOLOGÍA
Lorenzo Hervás y Panduro

Laura Lara Martínez


Profesora de Historia Contemporánea y Escritora

Cuando en el año 1540 Ignacio de Loyola veía aprobada en Roma la Compañía de Jesús
no podía sospechar que su orden revolucionaría el mundo, suscitando apegos y recelos a
partes iguales. Aunque el propósito docente no existió como motivación fundamental
sino que vino, al poco, cuando San Francisco Javier fue consultado para dar forma a co-
legios en Goa, el jesuita fue desde el siglo XVI hasta nuestros días un hombre interesado
por todas las facetas del saber y, máxime, por el conocimiento del pasado, propósito en
el que en el ocaso de la Modernidad adquirieron fama dos conquenses alistados en la
Compañía.

En el Siglo de las Luces, a falta en España del “gran siglo educador”, en palabras de Ortega
y Gasset, sobresale en la pasión por la Antigüedad Andrés Marcos Burriel (1719-1762),
nacido en Buenache de Alarcón y fallecido en Cuenca.

Historiador, epigrafista y escritor, estudió en el Colegio Imperial de Madrid, pasando


en 1731 a hacer el noviciado en la calle Ancha de San Bernardo y en el Seminario de
Letras Humanas de Villarejo de Fuentes en 1733. Se instruiría en filosofía en Toledo y
en teología en Murcia, convirtiéndose en maestro de gramática en Toledo y en profesor
de filosofía del Colegio Imperial, así como fue director supernumerario del Seminario de
Nobles de Madrid y de filosofía en el Colegio Máximo de la Compañía en Alcalá de He-
61

nares, donde pudo restaurar su frágil salud a causa de la tuberculosis, mientras redactaba
el prólogo para el tomo tercero de la España Sagrada de Enrique Flórez.

Aunque Burriel había hecho voto de marchar a las misiones de California si se recupera-
ba de la enfermedad, pues además el clima podría ayudarle, no lo logró. Y es que su fama
de sabio lo retuvo en España. En el reinado de Fernando VI, el ministro José de Carvajal
y el confesor Rávago lo eligieron para dirigir la comisión de Archivos.

No obstante, desde su despacho concedió credibilidad a los datos que llegaban sobre las
características geográficas de aquel enclave que anhelaba pisar, escribiendo la Noticia de
la California y de su conquista temporal y espiritual (Madrid, 1757, 3 volúmenes tradu-
cidos a diversos idiomas). Mantuvo una activa correspondencia con Gregorio Mayáns
y Siscar, quien es considerado el mayor representante de la primera Ilustración española
junto a Feijoo.

Con el binomio conquense-romano prosiguió Lorenzo Hervás y Panduro (1735-1809),


jesuita oriundo de Horcajo de Santiago, padre de la lingüística comparada y portador de
una mentalidad enciclopédica pese a las amargas horas de la expulsión de la Compañía
por el despotismo de los gobiernos y los manejos de Floridablanca ante la Santa Sede. Fue
prefecto de la Biblioteca del Palacio del Quirinal por orden de Pío VII y, acogiéndose a
un decreto de Carlos IV, que permitía a los jesuitas regresar individualmente, volvió en
1798, avecindándose en Barcelona, aunque fenecería en Roma. En Cataluña colaboró
con en la fundación de la escuela municipal de sordomudos (1800) y, cerca de su loca-
lidad, visitó las “ruinas” de Cabeza de Griego que identificó con la ciudad romana de
Segóbriga. De los 90 volúmenes que compuso, cabe enfatizar la Idea del Universo, así
como su apostolado a favor de las mujeres y los discapacitados, no en vano propuso que
los niños percibieran una paga estatal para que sus familias no los retiraran de la escuela.

Decía Chateaubriand que “ los jesuitas que partían para la China se armaban de un tele-
scopio y de un compás, se aparecían en las cortes de Pekín con la urbanidad de las cortes de
Luis XIV y rodeados del aparataje de las ciencias”. Ni Burriel ni Hervás se desplazaron
físicamente al Extremo Oriente, pero desde los gabinetes “se aparecieron” por sus arenas
natales de Cuenca con ingenio y enigma, rescatando el mundo subterráneo que abrazaba
miliarios, gradas y ciertos nombres de estirpes nunca caducas. Verdaderamente, por ha-
cer presente el telón de Cronos en la romanidad fueron jesuitas.

Con el libro Ignacio y la Compañía.


Del castillo a la misión, las historiadoras y es-
critoras Laura Lara y María Lara han ganado
el prestigioso Premio Algaba,
concedido por la editorial EDAF y
El Corte Inglés.
LAS TERMAS
ROMANAS
Campaña arqueológica1 en 2015

Santiago David Domínguez-Solera y Míchel Muñoz


ARES Arqueología y Patrimonio Cultural

ANTECEDENTES

1. En nuestro anterior En el verano de 2014, aprovechando el control arqueológico para la rehabilita-


artículo para esta misma ción de un camino antiguo, el de “Las Higuerillas”, en el W/SW de Valeria (expe-
revista había una errata
en el título y se aludía
diente Nº 140711), realizamos las prácticas para la segunda edición del curso de
a la campaña de 2015, formación de arqueólogos promovido por los firmantes y por el Ayuntamiento de
cuando lo que exponía- Valeria. La labor de control arqueológico y trabajos previos consistía en la supre-
mos eran los resultados
de la campaña de 2014.
sión de unas estructuras recientes agropecuarias que hacían peligrar el paso por el
Ahora sí consignamos camino reabierto y la valoración mediante sondeos de las estructuras soterradas
los trabajos arqueológi- del margen del susodicho camino. El año anterior, habíamos aprovechado ya para
cos del verano de 2015.
el curso los trabajos de estudio previo y control arqueológico para la construcción
2. Domínguez-Solera, S. de la futura planta depuradora del pueblo en la misma zona, reencontrándose y ex-
D.; Álvarez, A. y Muñoz, cavándose uno de los conductos del acueducto romano (expediente Nº 120763).
M. (2015): Curso de
formación en Arqueolo-
gía en Valeria (Cuenca): Durante la ejecución de los sondeos de 2014, concretamente del último de
Campaña de 2014.
Ricoti, XX: 96-113.
ellos, se detectó una estructura de hormigón romano que, excavada, resultó ser
una piscina con escombros de mármol y mosaicos, dotada de unas escaleras de
acceso y que se entiende como parte de una de las diversas termas que hubo de
haber en Valeria2.

Una vez identificada la piscina, ésta se cubrió provisionalmente con una lona, tie-
rra y piedras. Los trabajos de control arqueológico del camino, que ahora da acceso
a los restos de las termas, prosiguieron durante la construcción del mismo.
63

Ilustración 1. Desarrollo de los trabajos. (Foto: Santiago David Domínguez.)

Solicitamos después permiso a la Consejería de Educación Cultura y Deportes


de la Junta de Castilla-La Mancha, para proseguir con la investigación arqueológi-
ca de este inmueble, dado el interés que tiene, como uno de los tipos principales de
los edificios característicos del urbanismo romano y que aún no se había estudiado
en Valeria. Para ello era necesario un expediente propio de investigación, ya no
constreñido por los límites de un control arqueológico. En esencia, planteamos
terminar de excavar la piscina y ampliar en área el sondeo de 2014 para contextua-
lizarla en su ámbito inmediato. Para ello se volvió a aprovechar la celebración del
tercer curso de formación de arqueólogos de Valeria.

DESARROLLO DE LOS TRABAJOS

Los trabajos se iniciaron con la retirada de la tierra, piedras y lona de protec-


ción. Los huecos existentes en el extremo Sur del fondo de la piscina se rellenaron
con gravilla para homogeneizar el suelo y permitir su percepción como el firme
uniforme que fuera antes de su abandono y ruina. Tal aporte es reversible y total-
mente distinguible de los elementos arqueológicos originales.

La siguiente acción fue la de la colocación del engomado con el área que se


podía excavar en 15 días y en atención a la concurrencia de los alumnos del curso.
Finalmente sólo se han excavado 6 nuevos cuadros hacia el N, para completar
la exhumación de la piscina. Además de conocer ya la morfología completa de
dicha estructura de contención de agua, también hemos detectado dos nuevos
Ricotí 64

ambientes. Sólo hemos empezado a retirar la capa vegetal del cuadro NW, que ha
quedado como testigo y como base a la cubrición.

Describimos, a continuación, los rasgos generales de tales ambientes gracias al


estudio estratigráfico de los mismos.

Ambiente 1:
Se trata de la piscina que, dado que no tiene hipocausto bajo ella, pero sí un re-
vestimiento de ladrillo que se entiende con funciones de mantenimiento de calor,
podemos confirmar como un tepidarium o piscina de agua templada. Se accede
por las escaleras de ladrillo macizo de su lado S, en el lado W apenas quedan 10
cm. de pared por el deterioro de la ruina, en su lado E se conserva su alzado com-
pleto, dando a una plataforma de ladrillo y piezas de mármol y en su lado N hemos
exhumado un pequeño escalón o banco de servicio (sentarse, poder salir por este
lado hacia fuera) en el interior de la piscina. Los extremos N y el W estarían ado-
sados a sendos muros derruidos (CF o Cuerpo de Fábrica 1 y 2), que separarían
la piscina Ambiente 1 de los otros dos ambientes. El fondo de la piscina estaría
rematado por una moldura de hormigón en todo su perímetro y las paredes con
placas de mármol adosadas, que se entienden como decoración. La estructura de
las paredes de la piscina consiste en enlucido de hormigón sobre muros de cante-
ría y ladrillo preexistentes, con ladrillos de barro macizos adosados (revestimiento
térmico), un nuevo enlucido homogéneo y los consabidos restos de mármoles.
Se aprecian en el lado E placas de mármol rotas bajo capas de enlucido y már-
mol posteriores, lo que indica elocuentemente reparaciones o reformas de la
decoración.

Dada la presencia en los niveles de escombro que colmataban la piscina de


restos de mosaicos y de conchas de berberecho pintadas, además de mármoles
con molduras finamente tallados, consideramos que tal era la decoración del
ambiente. Dado que abundan las teselas de mosaico de colores fríos (verdes y
azules) sobre las teselas de colores cálidos, se concluye que la decoración tuvo
que caracterizarse por temas marinos y/o acuáticos. Esto lo subraya la presencia
de las conchas como elemento muy presente en los motivos de paredes y techos.

Ambiente 2:
Se trata de un espacio al W de la piscina, parcialmente excavado. En él hemos
documentado una hornacina de encofrado en el muro de hormigón derruido
CF1, cuya base es un sillar de cantería de planta cuadrada. Sabemos que es una
hornacina dado que se conserva el arranque del arco. No sabemos cuál sería el
acabado de dicha hornacina, dado que sus paredes se encuentran meteorizadas
en el escombro resultante. Posiblemente algunos de los restos de pintura al fres-
co exhumados puedan proceder de esta parte.
65

Ilustración 2. Fin de la excavación. (Fotos: Santiago David Domínguez.)


Ricotí 66

Ilustración 3. Materiales de la UE 503. (Lámina: Vanesa Fernández.)


67

Se aprecia también la base geológica retallada en diagonal o talud en la que


apoyan tanto la piscina como el muro CF 1. Destaca también la presencia de una
gran plancha, de casi 50 cm. de grueso procedente del derrumbe del muro CF1,
que hemos tenido que dejar en el perfil por no poder excavar los dos cuadros en
los que permanece. Pensamos, dado que en este lado hemos descubierto restos
de cuatro tipos de pinturas al menos y muchas menos piezas de mosaico res-
pectivamente, que el ambiente estaba decorado con frescos diversos. También
pensamos que se trataría de un espacio interior o, cuanto menos, de un exterior
protegido por un porche, puesto que los frescos no podían estar expuestos a la
intemperie directa. Pero esta hipótesis habrá de confirmarse cuando se excave
más el espacio en futuras campañas.

Ambiente 3:

Se trata de un espacio existente al N de la piscina y que se ha excavado par-


cialmente, alcanzándose sólo cotas del nivel de escombros. Pese a todo, pode-
mos decir que es un espacio que estaría a una cota inferior del de la piscina con
respecto a su suelo y que la separaría de ésta el muro CF 2. Hemos encontrado
en él otro sillar cuadrado similar al del Ambiente 2 y, además de teselas con
baño o capa de oro entre el escombro, junto a otras piezas de mosaico. Aunque
tenemos parcialmente excavado el derrumbe, podemos pensar que ciertas piezas
de los mosaicos que luciesen en paredes y techos (el suelo aún no lo conocemos)
tendrían presencia de tales recursos o puntos de oro.

Con los anteriores apuntes queda explicado el aspecto que pudo tener el espa-
cio antes de su abandono y colapso.

DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE DERRUMBE

Primero precisar que en esta campaña no hemos contado con medios para rea-
lizar una datación absoluta para concretar la fecha de nacimiento y uso de los ba-
ños más allá de que por las técnicas constructivas puedan ponerse en relación con
las estructuras del Foro Imperial, ni tampoco con indicios que nos indicasen con
precisión el final de su vida útil. Sólo podemos indicar y prever que el complejo ha
de dejar de estar operativo (que no derruido totalmente) en paralelo al abandono
del resto de la ciudad romana y sin continuidad en época musulmana o medieval
cristiana.

Se ha estudiado la secuencia de derrumbe estratigráficamente y el proceso ló-


gico es el que sigue:

- Abandono y fin del mantenimiento cotidiano.


- Comienzo del deterioro de techos y paredes, meteorizándose progresiva-
Ricotí 68

Ilustración 4. Tesela de la UE 530. (Lámina: Vanesa Fernández.)


69

Ilustración 5. Fragmentos de distintos tipos de fresco. (Lámina: Santiago David Domínguez.)


Ricotí 70

3. García Sandoval, mente parte de su decoración y enlucidos al interior de la piscina y al fondo


J. (2004): Musivaria:
de los otros dos ambientes.
Arte y técnica. Taller
de Mosaicos Romanos.
- Antes de la caída de techos y paredes y en paralelo a la caída de mosaicos
Revista ArqueoMurcia, en el Ambiente 1 se haría el consabido pozo en el suelo de la piscina, que
2: 1 a 88. después se taparía por los estratos de derrumbe. Seguimos sin conocer cuál
fue la causa de su ejecución rompiendo las distintas capas de hormigón del
suelo. ¿Saqueo de alguna pieza escultórica o arquitectónica aquí situada?
- Colapso del techo.
- Colapso de los muros. El CF 1 caería hacia el E, el CF 2 hacia el N-NW y
otras estructuras aún desconocidas (por no haberse excavado) en el lado E
de la UN.EX. 5 caerían hacia el W quedando en la parte superior de la pis-
cina. Tal secuencia de derrumbe queda evidenciada en los planos de sección
y planta específicos realizados.

Después del derrumbe de la ruina, vendría la fase de deterioro de la dicha ruina


por los procesos agrícolas de esta parte del cerro y por la propia gravitación, ero-
sión o arrastre que opera en esta ladera del W de la ciudad. Por ello las estructuras
del lado W estarían más arrasadas que las del E.
RELACIÓN DE UNIDADES ESTRATIGRÁFICAS

Siguiendo la documentación estratigráfica de la anterior campaña, referimos


a continuación tanto las unidades murarias y de deposición ya dadas como las de
nueva atribución. Respecto a las fases de ocupación, no ha sido identificada nin-
guna más, por lo que la secuencia de la campaña anterior se repite.

• Fase I = Altoimperial.
• Fase II = De ruina y abandono.
• Fase III = Uso agrícola.

Ambiente 1.

Fase I: Se integra principalmente por unidades murarias estratigráficas que perte-


necen a la estructura arquitectónica de la piscina.
• UEM 501. Mortero de cal que aparece sobre la UE 502, adherido a ella,
por lo que ha sido identificado como una capa de revoco.
• UEM 502. Estructura de opus signinum que funciona como muro o cie-
rre Oeste de la piscina. En las zonas de la superficie del muro en las que ha
desaparecido la UEM 501, se aprecian golpes de talla, que revelan la pre-
paración previa hecha en el signinum para recibir, precisamente, el dicho
revoco de la UEM 501. En total mide un largo de 4,82 x 0,81 m.
• UEM 504. Capa de revestimiento de ladrillos que cubre la cara interna de
71

Ilustración 6. Detalles de los frescos. (Fotos: Santiago David Domínguez.)


Ricotí 72

la estructura de opus signinum (UEM 502). Cada pieza tiene un ancho de


unos 70 cm. y tiene marca de dedos en curvas y contracurvas. Es la misma
marca que presentan también los ladrillos constitutivos de las UEM lateri-
cias.
• UEM 505. Paramento de mampuestos de piedra que se corresponde con
la cara exterior de una estructura muraría situada en el lado opuesto a la es-
tructura de opus signinum. Las piezas miden 24 x 16, 32 x 17 y 23 x 18 cm.,
aparejándose con mortero y con una junta que va desde los 2 hasta los 8 cm.
• UEM 506. Núcleo compuesto con mortero de cal y piedras de diferentes
tamaños, que se corresponde con el relleno de la estructura muraría antes
mencionada, cuya cara exterior se corresponde con la UE 505.
• UEM 507. Paramento de mampuestos de piedra que se corresponde con la
cara interna de la estructura muraría a la que pertenecen también las UEM
505 y 506. Se apareja también con mortero de cal y sus mampuestos miden
17 x 20, 22 x 29, 16 x 23, 19 x 19,5 cm.
• UEM 508. Opus caementicium con mortero de cal y piedras de tamaño me-
nor, adosado a la UE 507 y que completa, junto con la UE 509, esta estruc-
tura muraría de cierre. Se prolonga tanto en el cerramiento Norte como en
el Oeste.
• UEM 509. Muro de ladrillo adosado a la UEM 508 y que marca la cara
interna de la estructura muraría formada también por las UEM 505, 506,
507 y 508. Funciona como un revestimiento interior de toda la estructura.
Los ladrillos son planos y presenta la marca de los dedos en curvas y contra-
curvas. Tienen unas dimensiones en plano de 32 x 14 cm.
• UEM 511. Fábrica de ladrillos que aparece sobre la cara superior de la
estructura encofrada de opus signinum (UEM 502). Las dimensiones son
mayores de 50 x 21 cm. y no sólo hay contracurvas en las marcas de los de-
dos, sino también cruces y “x”.
• UEM 512. Separador de mármol que aparece adosado a la UEM 511. To-
nos rojizos. Se trata de lajas fragmentadas puestas de canto con un largo de
40 cm. por un grosor de 5 cm.
• UEM 513. Piezas de cerámica situadas en la UEM 502, en el lado Sur del
recinto, que son interpretadas como peldaños de acceso a la piscina a modo
de pequeña escalera. Se aprecia un escalón modelado en el interior del opus
signinun que mide 50 x 25 cm.
• UEM 514. Moldura en mortero de cuarto de bocel que recorre la base de
las estructuras de encofrado que cierran la piscina, adosándose a la cara
interior de las mismas. Apoya directamente sobre la UEM 515.
• UEM 517. Capa inferior de opus signinum que forma el suelo del recinto.
Su cota inferior es de – 3,03 m.
• UEM 516. Capa superior de opus signinum que forma el suelo de la pis-
cina.
• UEM 515 I (Interfacial). Suelo del recinto, conseguido por el alisado de
una superficie de opus signinum.
73

Ilustración 7. Foto aérea –con dron doméstico- del área excavada en la campaña 2015. (Foto: Santiago
David Domínguez.)
Ricotí 74

Ilustración 8. Detalles de la piscina y dirección de los derrumbes sobre foto aérea con dron doméstico. (Santiago
David Domínguez.)
75

Fase II.
• UE 519 I. Fosa que corta las UEM 515, 516 y 517 y que permitió identi-
ficar estas dos últimas. La fosa estaban rellena por la UE.510 y no presenta
ninguna característica que permita identificar la utilidad de la misma.
• UE 518 I. Huellas del deterioro sufrido en el suelo de la piscina (UEM
515 y 516) durante la deposición de la UE 510.
• UE 510. Capa de relleno de tonalidad anaranjada, situada bajo la UE
503 y comprendida entre las dos estructuras murarías, la de opus signi-
num (UEM 501, 502 y 504) y la estructura opuesta, interpretada como
cierre de la piscina (UEM 505, 506, 507, 508 y 509). Presenta el mis-
mo contenido que la UE 503, aunque muestra mayor compactación y un
color mucho más oscuro. En zonas aisladas, la concentración de restos
constructivos -principalmente tegula, ímbrices, piedra y mármol- es muy
considerable y superior a la documentada en esta UE.503.
• UE 503. Relleno de consistencia suelta, situado bajo la UE 2 y que se
extiende por toda la superficie de la piscina. La tonalidad es marrón claro.
Se caracteriza por la presencia de gran cantidad de restos constructivos,
como fragmentos de tegula o sillares de piedra, ladrillos teselas de mosai-
co y, ocasionalmente, algunos restos metálicos. La concentración de res-
tos cerámicos de uso cotidiano es muy baja. No obstante, se ha localizado
una sigillata con grafito. Tiene una cota superior de -18 cm e inferior de
– 64 cm.

Fase III.
• UE 1. Tapiz vegetal.
• UE 2. Capa de relleno del deterioro del yacimiento en general que se repi-
te en toda el área y se documenta en las secciones Norte y Oeste.
• UEM 520. Paredón para aterrazamiento de cultivo, que básicamente se
localiza en la sección Este. Tiene una dirección Este-Oeste. Únicamente
conserva dos hiladas, se apareja en seco y tiene unos mampuestos de 16 x
9, 34 x 16 x 11 y 33 x 22 x 20 cm.

Ambiente 2.

Fase I.
• UEM 533: Muro derruido que se localiza al pie de la sección Oeste de
la unidad de excavación. Es destacable un gran sillar que mide 115 x 48
cm.

Fase II.
• UE 527 I: Interfaz que marca una zanja de unos 70 cm. de ancho, que
viene a coincidir en parte con el ancho del muro UEM 533. Sin embar-
go, no es seguro que se trate de una acción de saqueo puesto que se le
adosa el revuelto UE 525.
Ricotí 76

Ilustración 9. Definición sobre plano de las unidades de deposición terrestre. (Santiago David Domínguez y San-
dra Lieda.)
77

Ilustración 10. Definición sobre plano de las unidades de deposición terrestre.


(Santiago David Domínguez y Sandra Lieda.)
Ricotí 78

• UE 526: Relleno de la zanja 527 I.


• UE 521: Unidad con tierra y restos de cenizas producto de un posible
incendio de la ladera.
• UE 529: Unidad de derrumbe principalmente producto de esparci-
miento de las piedras que integraban el opus caementicium de UEM 508.
• UE 525. Depósito de derrumbe conformado por cal, arena y material
latericio y cubierto por la UE 2. Dispone de una tonalidad amarillenta y
se localiza en la cuadriculas Norte.
Fase III.
• UE 1. Tapiz vegetal común en todos los ambientes.
• UE 2. Capa de relleno general que se repite en toda el área y se docu-
menta en las secciones Norte y Oeste.

Ambiente 3.

Fase I.
• UEM 534. Gran sillar.

Fase II.
• UEM 535 I. Interfaz que supone la destrucción de la hornacina
o la retirada del material que allí había.
• UE 519/530. Documentada en la sección Oeste, cubriría todo
el Ambiente 3. Se trata de tierra vegetal de textura arenosa, con-
sistencia compacta y de color marrón claro. Tiene una potencia
estratigráfica de unos 43 cm. Presenta una concentración de res-
tos pétreos junto a tégulas y ladrillos. También se han localizado
teselas, vidrio, cerámica, etc. Es la unidad que tiene también los
primeros restos de frescos.
• UE 531. Unidad de color anaranjado y textura arenosa compac-
ta, que sirve de apoyo a la UE 519/530. Tiene un ancho de unos
30 cm.
• UE 532. Unidad de derrumbe bajo UE 531 y 519/530. Presenta
restos de frescos.

Fase III.
• UE 1. Tapiz vegetal que se documenta también en las secciones Norte y
Oeste.
• UE 2. Capa de relleno general que se repite en toda el área y se documenta
en las secciones Norte y Oeste.

CONCLUSIONES
Durante el desarrollo de la presente campaña se han descubierto y exca-
vado unas termas en El Cañavate (Cuenca) por parte de la empresa CARPETA-
NIA. El director, José María López, nos ha facilitado personalmente un pequeño
79

Ilustración 11. Secciones Este y Norte del ambiente 3. (Míchel Muñoz.)


Ricotí 80

Ilustración 12. Modelado 3D con unidades estratigráficas indicadas. (Míchel Muñoz.)


81

informe para comparar nuestros trabajos con sus resultados allí, todavía inéditos.

Descubrieron la estructura durante los trabajos de control de las más re-


cientes fases de los nuevos abastecimientos de la conducción del Tajo-Segura y re-
lacionan el edificio con una villa previamente encontrada en las cercanías gracias a
las obras del Ave en 2007. Se trata de las estructuras de una palestra, un caldarium,
un tepidarium un laconium y posibles hipocaustos. Presentan decoración diversa
y destacan un suelo calizo cuyas piezas están dispuestas en retícula. Datan amplia-
mente el edificio entre los siglos I y III d. C.

En una conversación telefónica mantenida con José María López, tam-


bién equiparamos la solución de mantenimiento de temperatura en el tepidarium
de El Cañavate con los restos que nosotros hemos analizado. En el futuro seguire-
mos cotejando y comparando ambos proyectos, intercambiando información en
colaboración directa.

Sumamos este hallazgo al inventario de baños romanos que conocemos


en la Provincia de Cuenca. Destacar la diversidad de formas decorativas que pare-
cen intuirse, hecho que no ha de sorprender a la hora de hablar de edificios cuya
decoración llamativa era uno de los principales reclamos para quienes las utili-
zaban. Ello abriría el abanico de recursos decorativos y fomentaría la búsqueda
de soluciones originales y que marcasen la diferencia entre unos baños y otros.
Siempre dentro de la lógica, los gustos estéticos y las modas del público romano al
que se dirigían.

En la presente intervención, aunque limitada, hemos corroborado las


conclusiones de la campaña anterior y aportado más datos sobre la entidad de
estos baños del W de Valeria. Sabemos no sólo las dimensiones (4 x 6 m.) de la
piscina que descubrimos en 2014, sino también que ésta está circundada de más
estancias profusamente decoradas. Falta por entender la funcionalidad de tales
estancias, pero ahora sí podemos hablar de un complejo. No obstante, aún no nos
sentimos capacitados para afirmar que se trate de un edificio público y exento de
alguna casa de entidad. Las opciones sobre a qué gente se destinaron estas casas de
baños siguen abiertas.

Quedan también abiertas cuestiones sobre la entidad y estilo de los fres-


cos constatados. Sólo conservamos fragmentos menores y necesitamos placas más
grandes o restos in situ para poder desarrollar este campo.

Del mismo modo tenemos previsión de cotejar el tipo de mármol y los


diversos materiales y técnicas de los mosaicos gracias a análisis especializados
cuando dispongamos de presupuesto para enviar muestras. Sí hemos iniciado un
estudio en colaboración con estudiantes de la Universidad de Castilla-La Mancha
(Ingeniería de la Edificación) para el análisis de materiales latericios, cementos y
algunos de los mármoles.
Ricotí 82

Distancia de las termas


al eje de la carretera

La presencia de teselas de oro es reseñable. Tal y como se hacen univer-


salmente en todo el área del Imperio, se trata de piezas vítreas con un recubrimiento de
oro. Igual se obraba con la plata. Se indica en la bibliografía general que es, sobre todo,
a partir de la Tardoantigüedad cuando más se generaliza el uso de teselas áureas
y también que continúa su uso por todo el Mediterráneo en época Bizantina y
Medieval3 . En cualquier caso, el uso de teselas de oro y plata es también anterior
a época Imperial y no puede emplearse en el caso que aquí nos ocupa para datar
el edificio.

Seguimos valorando como muy importante la continuidad de que los


trabajos arqueológicos futuros se dirijan en la línea de exhumar más metros cua-
drados del edificio, ya que sólo así lograremos identificarlo como unas termas pú-
blicas o unos baños privados y contextualizarlo adecuadamente dentro del urba-
nismo de Valeria.

Para ello hace falta una dotación de fondos más constante y de mayor
entidad que las soluciones provisionales con las que, hasta ahora, hemos podido
trabajar. Dicha dotación de fondos/personal también posibilitaría estudios ar-
queométricos ambiciosos centrados en el análisis de materiales y la datación por
C-14 de la ruina
JUAN PARRA
PIONERO EN LA
INTERPRETACIÓN
VIRTUAL DE VALERIA

Juana Caballero Bleda

Juan Parra Guijarro, (19/09/1947-19/09/2001), nació en Villarrobledo, Albacete. Pero se


casó con Petra. Y sintió el pueblo de su mujer, Valeria, como suyo. Quedó atrapado por
la historia del lugar y tuvo la necesidad de participar en contar qué significaban aquellos
restos que poco a poco aparecían ante los ojos de todos.

Pionero en el uso del CAD, (programa de diseño asistido por computadora para dibujo
en 2D y 3D), es de los primeros que comienza a sustituir el tablero de dibujo por un
ordenador. No duda en aplicar estos novísimos medios de su trabajo como delineante
proyectista, en su otra gran pasión: la recreación del yacimiento de Valeria. Se documenta
y recoge información. Realiza planos y diseños. Va estudiando cómo podrían haber sido
el foro, la basílica y el ninfeo. Toma medidas de capiteles, basas y columnas. Poniendo su
empeño y entusiasmo en realizar un trabajo no sólo de calidad, sino como decimos ahora
en arqueología virtual: “con disciplina científica”.

Veinte años después ante su trabajo, sin terminar, lleno de notas y apuntes. Sabiendo que
en el yacimiento se ha excavado más. Que en este tiempo trascurrido, el dibujo digital de
planos o la recreación de imágenes en 3D, ha evolucionado muchísimo. Comparando así
lo que él vio y sus medios de trabajo, me maravillo de su intuición y de su buen hacer. De
ese aparente pequeño legado que nos dejó y que ahora sirve para continuar trabajando.
Creo que se merece que vuelva a nuestra memoria y que ocupe un lugar en nuestro “La-
rario” junto a los Dii Manes.
Ricotí 84

INTERPRETACIÓN
VIRTUAL
DEL YACIMIENTO
DE VALERIA
Juana Caballero Bleda

fotogrametría del ninfeo de Valeria

Supone un trabajo enorme que produce vértigo, al mismo tiempo que sientes emoción al
contemplar los restos arqueológicos que aún perviven, los que intuyes siguen enterrados
y lo ilustrativo que sería esa interpretación virtual.

Plantearse la idea de una reconstrucción virtual (de una columna, un edificio o todo el
foro) del yacimiento de Valeria, es un pensamiento que existe desde hace tiempo en el
ánimo de bastantes personas, ya sean historiadores, arqueólogos o los mismos valerien-
ses, a los que, evidentemente, nos gustaría tener unas imágenes que nos aproximaran lo
85

Reconstrucción de columna toscana con Blender a partir de la fotogrametría de una basa toscana

más exactamente posible a cómo era y cómo se vivía en un momento determinado de la


historia de la ciudad romana de Valeria.

Leemos su historia, nos explican cómo podría haber sido, pero son los especialistas los
que consiguen saber y entender los restos que resisten al paso del tiempo y que están a la
vista de todos. Por eso, una imagen nos ayudaría mucho más a aprender sobre ese patri-
monio, comprenderlo y difundirlo.

La arqueología trabaja para descubrir y que no se pierdan esos restos que asoman tími-
damente, para que sepamos quiénes éramos, para recuperar la historia perdida. Y como
ciencia viva que es, incorpora a ese trabajo nuevos métodos y herramientas, uno de ellos
la arqueología virtual la cual es en estos momentos bienvenida por muchos y en cierta
manera despreciada por otros más escépticos. ¿Pero qué significa “arqueología virtual”?

“La arqueología virtual es la disciplina científica que tiene por objeto la investi-
gación y el desarrollo de formas de aplicación de la visualización asistida por or-
denador a la gestión integral del patrimonio arqueológico” (Principios de Sevilla.
Principios internacionales de la arqueología virtual)

Esta definición nos coloca en el punto de salida para enfrentarnos a esta tarea y entender
todo lo que se puede obtener. Lo primero que buscas es un conocimiento en profundi-
dad del yacimiento para llegar a realizar una reconstrucción lo más científica posible.
Necesitas toda la documentación publicada, la información que te aportan arqueólogos
e historiadores. Y por supuesto quieres conocer palmo a palmo, piedra a piedra, el objeto
Ricotí 86
87

Fotogrametría de capitel

de estudio. Porque una reconstrucción debe contar con un conocimiento y una implica-
ción profunda de quien va a emprender esa tarea, para llegar a acercarse y asomarse lo más
fielmente posible a lo que ese objeto, lugar o espacio fueron en el tiempo.
A continuación, el uso de los medios tecnológicos necesarios para llegar a una visualiza-
ción lo más exacta posible de lo que pudo ser, utilizando sistemas de documentación 3D
aplicados a la arqueología:

-Fotogrametría (generación semiautomática de modelos tridimensionales a partir


de fotografías) y escáner laser.

-Infografía o reconstrucción virtual, que supone editar y modificar nuestros mo-


delos fotogramétricos.

-Pdf 3D, muy útil para la presentación de datos escalados, la toma de medidas y la
representación de secciones o vistas.

Por supuesto se puede, además, crear en la pantalla nuevos modelos tridimensionales, que
sean hipótesis aproximadas de un objeto, edificio o ciudad.
Estos procesos de trabajo se llevan a término con la utilización de software que existe en
el mercado como AUTODESK, 123 Catch, Agisofht Photoscan, Mheslab, Blender, etc.

Trabajar con estas nuevas herramientas es de gran ayuda. Lo primero es que se gana capa-
cidad de estudio, sin agredir en ningún momento al objeto o al yacimiento sobre el que se
está trabajando. Lo segundo es tiempo, que se gana en todas las fases, desde la obtención de
Ricotí 88

Reconstrucción de columnas estriadas sobre las que se han colocado los capiteles obtenidos con fotogrametría
89

Captura de pantalla

resultados y datos hasta la comunicación, haciendo participe a más profesionales, dando


posibilidad a debates e incluso nuevas hipótesis y produciendo una riqueza y dinamismo
difícil de conseguir sin el uso de estos nuevos medios de trabajo. Entendido todo esto
como una herramienta arqueológica más que nos ayudan a investigar, preservar e inter-
pretar.

Sabemos que nos gustaría visualizar el yacimiento de Valeria y conocemos los medios
con los que podemos contar para realizarlo, así que en ello estamos. Ahora es el inicio,
esperamos dentro de un tiempo poder ofrecer el fruto de nuestro trabajo.

Pero es importante, como resumen, dejar muy claro el uso y significado de poder virtua-
lizar el yacimiento de Valeria y nada mejor que una frase que leí:

“La arqueología virtual debe ayudarnos a crear conocimiento histórico.


La historia siempre por delante” (Pablo A. Respo)
Ricotí 90
91

En proyecto: a partir de la fotogrametría (programa Photoscan) de dos tabernaes del ninfeo de Valeria se han reconstruido las
tabernaes en la planta baja. Sobre ellas estaría el ninfeo y un tercer nivel correspondería al foro (con el programa Blender)
“OPUS
CAEMENTCIUM”
RECONSTRUCCIÓN DEL
HORMIGÓN ROMANO DE LA CIUDAD RO-
MANA DE VALERIA (CUENCA, ESPAÑA)

Trabajo elaborado por los estudiantes:


Martín Cifuentes, P., Ferrandis Martínez, F.J., Naharro Martínez, J.
y Naranjo Camuñas, F.

Trabajo supervisado por los profesores:


Ruiz Rey M.A. y Sanz Martínez D.
Universidad de Castilla La Mancha (UCLM). Escuela Politécnica de Cuenca.

RESUMEN
Este proyecto se ha desarrollado a partir de la visita a la ciudad romana de Valeria, situada
en Las Valeras (Cuenca), donde vimos los aljibes que estaban fabricados con un mortero
hidrófugo objeto de este estudio. El “Opus Caementicium”. Comenzamos analizando la
zona donde estaba situado y la historia, tomamos diferentes muestras del hormigón que
revestía los muros de los aljibes para analizarlas. Una de ellas la utilizamos para realizar
un estudio visual con el que comenzamos a investigar qué tipo de mortero se trataba,
obteniéndose propiedades físicas como densidad y porosidad. Otra de las muestras la tri-
turamos y mandamos a analizar a laboratorio para conocer su composición química y
mineralógica y comparar analíticamente si estábamos en lo cierto. Seguidamente, el resto
de muestra fue tratado para estudiar su granulometría y descubrir los tamaños de los ári-
dos. Con todos estos datos obtuvimos la información necesaria para poder elaborar una
réplica en laboratorio del “Opus Caementicium”.
93

INTRODUCCIÓN
Valeria es una de las tres ciudades romanas situadas en la provincia de Cuenca y se encen-
tra situada al sur de la provincia de Cuenca a unos xxx km de la capital de la provincia
(Fig. 1). Fue conquistada por el pretor Tiberio Sempronio Graco hacia 179 a.C. pero no
fue fundada como Valeria hasta cerca del año 90 a.C. cuando el procónsul Cayo Valerio
Flaco le dio su nombre y organizó la administración del territorio. Por esa época se cons-
truyó la primera basílica, donde se impartía justicia y también hacía las veces de mercado
y culto. Se conoce por Plinio El Viejo y diferentes textos epigráficos que era una ciudad
de Derecho Latino Viejo y que pertenecía al Convento Jurídico Cartaginense. A partir
de la segunda mitad del siglo I a.C. se comenzó a romanizar adquiriendo infraestructuras
administrativas que permitirían organizar y dirigir la ciudad.
El desarrollo definitivo de la ciudad vendría dado de la concesión de “ius latii”, lo que
podríamos llamar el derecho de ciudadanía latina. Así se llegó a una reorganización de
la ciudad, acorde con este nuevo status Valeria comenzó a adornarse como una autentica
ciudad romana y sus ciudadanos pudieron optar a puestos administrativos del Imperio.
Para este periodo se construyó la segunda basílica más grande que coronaba la plaza del
foro, rodeada por el ninfeo y las tabernaes, adornada por la entrada con la fuente más
grande del Imperio (10 metros de longitud) y bajo la plaza del foro encontramos los aljibes
que hemos analizado.
A partir del siglo II d.C. dejo de haber tanto movimiento en la ciudad abandonando los
edificios públicos y utilizándolos como viviendas, acabó siendo asolada por numerosos
incendios aunque no fue abandonada. Tras la caída del Imperios mantuvo su hegemonía
durante el periodo de los visigodos pero no llegó a tener la importancia de antaño.

A B
Figura. 1. A) Localización de la ciudad romana
de Valeria. B) vista área de la ciudad. En la parte
central se observan los aljibes.

La palabra aljibe proviene del árabe y significa “cisterna”. Entre las diferentes partes de
la ciudad romana de Valeria soterrado bajo el foro aparecen los aljibes de la ciudad. Se
componía de cuatro aljibes que se conectaban entre sí, cada uno de 4.60 m de altura ter-
minado con una bóveda de cañón de unos 3 metros de luz. Los muros divisorios son de
0.88m de espesor con un revestimiento del mortero que estamos analizando, el Opus
Caementicium, de 0.06m por cada cara y un pequeño rodapié que remata el encuentro del
muro con el solado para evitar fugas.
Ricotí 94

Figura 2. Esquema constructivo de los aljibes soterrados bajo el foro de la ciudad Romana de Valeria.

La introducción del “Opus Caementicium” con propiedades hidráulicas supuso un gran


cambio en cuento a la estructura de los muros. Con anterioridad se construían de una sola
hoja, pero posteriormente se construirán mediante tres capas. Así destacan el “Opus Signi-
num”, compuesto por 3 o 4 capas de espesor decreciente. La capa inferior se constituía con
la mezcla de cascotes de ladrillo y un mortero confeccionado con arena de rio, cal hidráulica
y polvo de ladrillo. La segunda capa estaba formada con el mismo mortero pero con los
cascotes de menor tamaño, y la tercera solo estaba formada por mortero. La última capa,
era solamente un acabado superficial, constituida por polvo de ladrillo o polvo de mármol
(Alexandre Sánchez, 2002). El objetivo de este trabajo ha sido caracterizar y reconstruir
el “Opus Caementicium” utilizado para impermeabilizar los aljibes de la ciudad de Valeria

Figura 3. Muestra de METODOLOGÍA


“Opus Caementicium” Para alcanzar los objetivos propuestos se realizó la siguiente metodología.
recogida en la ciudad La difracción de rayos X, para saber primero el tipo de hormigón que era, y se concluyó que
Romana de Valeria. era el “Opus Caementicium”, la conseguimos gracias al Instituto de Investigación Cien-
tífica Aplica (IRICA). Estos resultados se han utilizado para determinar la composición
mineralógica del “Opus Caementicium”. La preparación de las muestra consiste en realizar
una molienda mediante el molino de bolas planetario modelo PM100, hasta un tamaño
menor de 0,053mm. La muestra obtenida se envió al laboratorio del Instituto Regional de
Investigación Científica y Aplicada (IRYCA) perteneciente a la Universidad de Castilla-La
Mancha, en Ciudad Real. El Difractómetro es un Philips modelo X´Pert MPD, con radia-
ción Cu KAlpha1, rendija de divergencia automática, monocromador de grafito y detector
sellado de gas xenón.
95

Para la determinación de la composición química (elementos mayoritarios) de del “Opus


Caementicium” se ha utilizado la técnica de Fluorescencia de Rayos X (FRX). Al igual
que los análisis de DRX estos se han efectuado en el IRYCA-UCLM, mediante el aparato:
Espectrómetro un Philips modelo Magix Pro, secuencial, dispersivo de longitud de onda,
con radiación Rh KAlpha, 8 cristales analizadores y dos detectores, uno de flujo (gas PR)
y otro de centelleo.

Mientras esperábamos los resultados, nos dispusimos a realizar una investigación sobre el
hormigón romano de esa Época. El utilizado en el foro era el hormigón puzolánico, forma-
do por cascotes cerámicos machacados, árido de arena de río, cal y como aditivo puzolana.
Esto se podía aprecian visualmente con facilidad, por lo que empezamos a investigar su
fabricación.

Con la ayuda del laboratorio de la politécnica de Cuenca, realizamos los ensayos físicos co-
rrespondientes. Primero cogimos una muestra seca y la pesamos. Luego pesamos la muestra
en saturación de agua y después el peso de la balanza hidrostática. Para la densidad real,
usamos el ensayo del volunómetro, consiguiendo una densidad de 2,63gr/mm3. Una vez
obtenidos estos valores, calculamos su porosidad, que era de 29`3%. Tras esto, trituramos
una muestra previamente pesada del hormigón para reparar los áridos, y lo lavamos con
HCl para quitarle la cal y ver el porcentaje de cal que llevaba. Para la resistencia a compre-
sión, fabricamos 3 probetas con la proporción 3; 2; 1; 1; 0,2 de cascotes, árido, cal, agua y
puzolana, para ensayarlas. Estas debían ser ensayadas a la prueba de resistencia a la compre-
sión para así saber su resistencia a la compresión.

CARACTERIZACIÓN DEL “Opus Caementicium”


El estudio de Difracción de Rayos X de las muestra de Opus Caementicium indica la
presencia de cuarzo, calcita, dolomita, filosilicatos, albita, hematites, anatasa y rutilo
(Figura 4). El difractograma es comparable con el de un mortero de cal y puzolana
con árido cuarzoso tal y como analizan en uno de los capítulos dedicado a morteros
históricos Fort y Pérez.-Monserrat (2011). En cuanto a la composición química la
Tabla 1, muestra los resultados obtenidos. Estos resultados indican que los compo-
nentes principales del Opus Caementicium son: CAL, PUZOLANA, ARIDO DE
CUARZO….
Ricotí 96

Figura 4. Espectro de Difracción de rayos X de la muestra de Opus Caementicium en la ciudad Romana de Valeria.

Na₂O MgO Al₂O₃ SiO₂ P₂O₅ SO₃ Cl K₂O CaO TiO₂ MnO Fe₂O₃ CO₂

0.06 5.98 12.30 35.6 0.06 0.16 0.08 1.61 19.5 0.53 0.03 3.81 20.84

Tabla 1. Composición química de a muestra de Opus Caementicium en la ciudad Romana de


Valeria en (%).

El comportamiento del Opus Caementicium dependerá de sus propiedades físicas, te-


niendo en cuenta los ensayos realizados de densidad real y aparente y la porosidad se
obtienen una serie de resultados. EL Opus Caementicium tiene una densidad de 2,63gr/
cm3 y una porosidad del 29,3%. Respecto a la granulometría, en la tabla 2 se observan las
siguientes fracciones de tamaño de los elementos que conforman el Opus Caementicium
tras haberse lavado con ácido clorhídrico para eliminar los carbonatos adheridos a ellos
(cal).

Tamiz Árido
>2 >1 >0,5 >0,25 >0,125 >0,063 <0,063
(mm) grueso
Peso
205,35 30,95 35,08 58,66 54 54,70 48,74 25,42
(g)

Tabla 2. Datos del ensayo granulométrico por tamizado del Opus Caementicium en la ciudad Romana de Valeria.

RECONSTRUCCIÓN DEL “Opus Caementicium”


EN EL LABORATORIO
Una vez obtuvimos la dosificación del hormigón, el primer paso fue conseguir los mate-
riales necesarios. El proceso de construcción se observa en la figura 4. Primero trituramos
ladrillos para conseguir los cascotes cerámicos con la granulometría deseada, entre 2 mm
97

y 15 mm, una cantidad de 1,125 kg y pulverizamos hasta conseguir una tamaño de grano
inferior a 0,063 mm, un total de 74 gr. Cogimos 750gr de arena de sílice normalizada y
375 gr de agua. Con todos los materiales, empezamos mezclando los cascotes con la are-
na de sílice, y le añadimos la cal. Tras removerlo 30 s, procedimos a añadir la puzolana y
removimos durante otros 30 s. Tras esto, fuimos añadiendo poco a poco el agua mientras
amasábamos durante 1 min aproximadamente. Una vez obtenida la masa, procedimos a
rellenar los moldes por tongadas y con la ayuda de un pisón metálico, semejando el méto-
do romano, presionando para expulsar el aire y rellene todo el molde. Seguimos con este
proceso hasta rellenar el molde y enrasamos para conseguir una superficie lisa. Dejamos
fraguar la cal a temperatura ambiente durante 24 horas y las desmoldamos.

A B

C D

Figura. 4. A) Mezcla de los cascotes, la arena y la cal. B) Adición de polvo de ladrillo y el agua y seguimos
mezclando. C) Relleno de los moldes por capas y compactación. D) Enrasamos y dejamos fraguar. E) Aspecto
final de las probetas de hormigón Opus Caementicium realizadas en laboratorio.

REFERENCIAS

Alejandre Sánchez F.J. (2002). Historia, Caracterización y restauración de Morteros.


Instituto Universitario de Ciencias de la Construcción. pp.146. ISBN:84-472-0773-0.
Sevilla, España.
Fort González, R. y Pérez-Monserrat, E.M. (2011). “La conservación de los geomateria-
les utilizados en el patrimonio.”
Ricotí 98

EL ORIGEN
DE ROMA
Realidad y leyenda

Jaime García-Torres Entrala


Fiscal de la Audiencia Provincial de Granada
Ganador del premio de novela histórica Ciudad de Valeria 2013

La península itálica fue, en su origen, un territorio de ocupación tardía. El hecho


de estar separada del continente por la cadena montañosa de los Alpes, y por ser
un terreno de naturaleza violenta y agitada, desde el punto de vista geológico,
provocaron que los movimientos migratorios indogermánicos se retrasaran hasta
una época avanzada. Parece lógico pensar que, si ya era difícil llegar hasta allí,
teniendo que atravesar los Alpes con total escasez de medios, más difícil resultaba
quedarse, con los volcanes en plena erupción y la tierra resquebrajándose bajo los
pies, lo que provocó que el asentamiento humano fuese tardío.

Etruscos
99

Peninsula Itálica

En cualquier caso, divagar acerca de si durante el paleolítico hubo o no gente


deambulando por la península itálica queda lejos de las pretensiones de este
artículo, pues, de haber existido pobladores autóctonos, a buen seguro habrían
estado dedicados a sus menesteres habituales como cazar, comer, reproducirse
y, principalmente, intentar sobrevivir, lo que carece de relevancia para esta
exposición. Por ello, evitando remontarnos más allá de lo prudente, iniciaremos
la apasionante historia del nacimiento de la ciudad de Roma a partir del año 1000
antes de Cristo.
Por aquel entonces, la península itálica estaba ocupada principalmente por tres
pueblos. Estos eran los yápigos, que ocupaban la zona sur de la península; los
italiotas, que se asentaron en la parte central; y los etruscos, que se situaron al
norte, separados del resto por el río Tíber.
El pueblo italiota, el que ocupaba el centro de la península, procedía de la
región centroeuropea y estaba integrado a su vez por dos ramas: los latinos, que
establecieron su capital en Alba Longa, y los sabinos, que se asentaron en la ciudad
de Sabinia, un poco más al norte.
Los latinos se establecieron en pequeñas ciudades en torno a Alba Longa y se
estructuraron a modo de confederación, lo que suponía que compartían unas
bases o principios fundamentales como la religión, el idioma y la raza. Si procedía
celebrar algún evento derivado de sus prácticas religiosas comunes, lo festejaban
juntos, como era el caso de las latinae feriae en los montes Albanos; pero, si
tenían que enfrentarse por una causa justa, lo hacían sin más contemplaciones. Se
trataba, pues, de una relación vecinal que se desarrollaba dentro de los límites de
la normalidad.
Ricotí 100

Isla Tiberina

El principal problema de los latinos no se derivaba, por tanto, de la convivencia


con los pueblos vecinos, sino de su situación geográfica. Parece ser que la tierra de
Alba Longa era muy fértil y favorecía la agricultura y la ganadería, pero carecía de
salida natural hacia el mar. Llegar desde los territorios de Alba Longa a la costa
resultaba harto complicado, y les impedía el aprovisionamiento de un elemento de
suma importancia como era la sal. Por ello, aprovechando que el curso del río Tíber
quedaba cerca, establecieron allí un pequeño asentamiento que les permitiera una
cómoda salida marítima, pues la costa quedaba a escasos veinte kilómetros y el
tramo final del río era navegable. Y, de esta forma, decidieron instalarse en uno
de los meandros del río Tíber, donde se ubica la isla Tiberina, ya que desde dicho
lugar, y en algunas épocas del año, coincidiendo con el descenso del caudal, podían
cruzar a pie el río y luego bajar hacia el mar por la otra orilla. De esta manera, en
aquel meandro del río, se establecieron los primeros asentamientos latinos.
Pero aquella zona, a diferencia de Alba Longa, aunque estaba muy bien situada
geográficamente, era de tierra poco fértil y excesivamente pantanosa. Además, al
tratarse de un terreno de aguas estancadas, estaba infestada de molestos mosquitos
que transmitían enfermedades diversas, como el paludismo, lo que en aquella
época suponía un salvoconducto directo hacia el inframundo. Por este motivo
decidieron instalarse, no en la misma ribera del río Tíber, sino en una de las colinas
próximas, el Monte Palatino, que además de alejarlos de las picaduras les daba la
opción de fortificarse, facilitando la defensa frente a potenciales enemigos.
Más tarde, los sabinos, siguiendo el ejemplo de los latinos, también se establecieron
junto a la isla Tiberina en pequeños asentamientos con mercados y, al igual
que aquellos, se instalaron en las colinas próximas para alejarse de los terrenos
pantanosos.
Por su parte, los etruscos que vivían en el otro lado del río, tiempo antes ya habían
llegado a las inmediaciones de la isla Tiberina. Etruria se constituyó como una
federación de ciudades que nunca llegaron a tener conciencia de nación. Estas
ciudades, urbanizadas y amuralladas, funcionaban de forma independiente con
un ejército organizado y disciplinado. Los etruscos, antes que los latinos, ya habían
comprobado la importante situación estratégica del meandro, ya que sus barcos
podían remontar con facilidad el curso desde el mar, por lo que establecieron allí
un puerto intermedio que servía de enlace entre sus ciudades portuarias y la costa
sur de Italia. A ese pequeño asentamiento y guarnición los etruscos lo llamaron
101

Rumon (que, traducido, significaba algo así como


ciudad de río).
Y así, poco a poco, con pequeños núcleos de
población distribuidos entre las siete colinas que
existían junto a la Isla Tiberina, se empezó a formar
la ciudad de Roma, constituyendo el origen de lo
que más tarde se convirtió en un gran imperio.
En un principio, como era de esperar, todos se
toleraron recíprocamente, comerciaron con sus
productos e hicieron todo cuanto suelen hacer los
pueblos cuando se llevan bien. Pero pronto surgieron
entre ellos las discusiones y las rencillas. Entre otros
motivos, porque los etruscos, que formaban parte
de una civilización mucho más culta y avanzada, y
con notable experiencia en el arte de la navegación,
consideraban inferiores a los latinos, eminentemente
agrícolas. Y estos, a su vez, recelaban de los del norte
por sus extrañas costumbres. Por ello, los latinos y
los sabinos, dado que en su condición de italiotas
tenían un tronco común, decidieron prescindir de
los vecinos etruscos y comenzaron a unirse entre sí
mediante vínculos matrimoniales. A través de dichas
uniones y, probablemente, con la intervención de
alguna que otra familia de origen etrusco, formaron
poco a poco una estructura que fue el origen de la
patria romana, naciendo los romanos quirites.
Los más notables entre estos primeros ciudadanos, antecesores de las más Eneas
influyentes familias, recibieron el nombre de patres; y sus descendientes se
denominaron patricios. Y cada una de las familias que se fue formando alrededor
de un antepasado común se denominó gens. Los que fueron llegando más tarde,
al asilo de una ciudad ya formada, consolidada y en continuo crecimiento,
generalmente artesanos y comerciantes que vieron en la ciudad un lugar idóneo
para sus transacciones y oficios, constituyeron la plebe y se denominaron plebeyos.

Pero a la historia que acabamos de exponer le faltaba una pátina de esplendor.


Con esos antecedentes de mosquitos, paludismo, guarniciones militares y
comercio marítimo, difícilmente se podía establecer un punto de partida digno
para una empresa imperial como la pretendida por los romanos. El pueblo de
Roma necesitaba un origen extraordinario, divino y mágico, y para ello debían
descender directamente de los dioses. Surgió así la leyenda de su fundación, que
fue transmitiéndose de padres a hijos y que más tarde Tito Livio, entre otros
muchos historiadores, recogió en su obra Ab Urbe Condita.

Según esta leyenda, después de que los griegos arrasaran la ciudad de Troya y
acabaran con todo vestigio de vida, se apiadaron del joven Eneas, uno de los pocos
supervivientes, y le permitieron marcharse para vivir en otro lugar. Conviene
aclarar que lo perdonaron, entre otros motivos, porque al parecer la madre de
Eneas era la diosa Venus, y los griegos no deseaban problemas con las divinidades.
Así que Eneas, tal y como relata Virgilio en la Eneida, después de surcar el
Mediterráneo durante varios años buscando un sitio donde instalarse, acabó
desembarcando en las costas italianas.
Ricotí 102

Nada más llegar a la península itálica


coincidió con un rey llamado Latino,
quien quiso darle muerte a Eneas por
invadir su territorio. Pero, al enterarse
de que era hijo de Venus, no solo le dio
su amistad, sino que le entregó también
a su hija Lavinia para que contrajeran
matrimonio. Eneas y Lavinia se casaron,
fundaron la ciudad de Lavinio, al sur de
lo que más tarde sería la ciudad de Roma,
fueron felices y tuvieron como hijo a
Ascanio.
Cuando el joven Ascanio se hizo mayor,
se dio cuenta de que la ciudad de Lavinio
estaba ya demasiado poblada y decidió
instalarse en otra al pie del monte Albano
Marte y Rea Silva a la que llamó Alba Longa. Al morir Ascanio y tras sucesivas generaciones con
alguna que otra muerte un tanto dramática (como le ocurrió a Tiberino, que se
ahogo intentando cruzar un río; o a Rómulo Silvio, que murió fulminado por
un rayo) llegó al poder Numitor, quien luego fue destronado por su hermano
Amulio.
Amulio, para asegurarse de que ningún pariente suyo le hiciera sombra, mató a
todos los descendientes de Numitor, salvo a la joven Rea Silva, a quien condenó
sin contemplaciones a la virginidad perpetua y la convirtió en vestal para asegurarse
de que no tuviera descendencia.
No contaba Amulio, sin embargo, con la pericia del dios Marte quien, de forma
que no ha quedado acreditada, dejó embarazada a Rea Silva y nada menos que
de gemelos. Cuando Amulio se enteró de dicho percance, aparte de no creerse
mucho la paternidad de Marte, mandó encarcelar a Rea Silva y ordenó que al
nacer los gemelos Rómulo y Remo fuesen arrojados al río Tíber en una canastilla
para que fuesen a parar directamente al mar.
Pero se ve que encomendó dicha misión a algún esbirro poco eficaz ya que, como el
Tíber se había desbordado y no se podía llegar hasta el cauce habitual, al empleado
no se le ocurrió mejor idea que dejar la canastilla en un charco próximo al Tíber.
Y, tal y como era previsible, la canastilla no se movió del sitio porque el charco se
secó enseguida. En esta situación, con la canastilla encallada junto al río, era de
tal intensidad el llanto de los gemelos que, al parecer, una loba se apiadó de ellos
nada más verlos. Y el animal, guiado por su instinto maternal, los amamantó para
que no lloraran. Más tarde apareció por allí un pastor llamado Fáustulo quien,
altamente sorprendido por el amamantamiento descrito, decidió llevarse consigo
a los gemelos para que cuidara de ellos su mujer llamada Laurentia.
Llegados a este punto conviene aclarar que ni el propio Tito Livio es capaz de
precisar si el amamantamiento de la loba fue real o si fue la propia Laurentia
quien los alimentó directamente, pues parece dato cierto y contrastado que la
mencionada Laurentia recibía también el apelativo de loba por su costumbre de
retozar, previo pago, con todos los pastores de la zona.
Sea como fuere, lo cierto es que con la ayuda de Fáustulo y Laurentia los gemelos
crecieron y se convirtieron en muchachos fuertes y sanos. Y, ya mayorcitos,
al descubrir el destino que les había proporcionado su tío abuelo Amulio, se
dirigieron a Alba Longa y lo mataron, reponiendo en el trono al abuelo Numitor.
103

Rómulo y Remo

Tras este suceso, y en vez de quedarse en Alba Longa esperando su turno para poder
reinar, decidieron fundar una ciudad en aquel lugar donde fueron amamantados
por la loba, en las inmediaciones del Palatino. La tradición establecía que el mayor
de los hermanos debía elegir el nombre de la nueva ciudad pero, al ser ambos
gemelos, tal decisión resultaba complicada. Por ello, convinieron recurrir a los
augurios, de tal suerte que, aquel de los dos que más pájaros viese, tendría la última
palabra. Rómulo desde el monte Palatino avistó doce aves y venció a Remo quien,
desde el Aventino, tan solo llegó a ver seis. Pero Remo no dio su conformidad al
resultado, alegó que él había avistado primero las aves y, en un acto de ira, saltó el
surco que su hermano había trazado para delimitar la muralla. Tal fue el enfado
de Rómulo por la afrenta que lo mató allí mismo, y pronunció una frase que
quedó para la posteridad: “así muera en adelante cualquier otro que franquee mis
murallas”.
Haciendo Rómulo uso de su derecho, y siendo el día 23 de abril del año 753 antes
de Cristo, puso el nombre de Roma a la nueva ciudad. Y a partir de esta fecha, ab
urbe condita, se inició el cómputo de la historia de Roma.
Fundada ya la ciudad, se instituyeron los ritos religiosos, se dictaron las leyes y
se nombraron cien senadores que integraron el Senado, el consejo de ancianos
formado por los más respetados entre los paterfamilias.
Pero enseguida surgió en los habitantes de la urbe un nuevo problema. La
Ricotí 104

Rapto de las Sabinas


escasez de mujeres ponía en peligro el mantenimiento de la población, pues los
nacimientos eran escasos y las muertes abundantes. Y fue por ello que convinieron
mandar delegaciones a las ciudades próximas para concertar matrimonios. Al ser
desatendida su petición, Rómulo decidió tenderles una trampa. Organizó unos
juegos en Roma e invitó a todas las poblaciones vecinas, entre ellas a Sabinia.
Una vez que se iniciaron los juegos, los romanos, por sorpresa, se hicieron con las
doncellas sabinas, las raptaron y echaron de la ciudad al resto de invitados. Según
Tito Livio, era tal la belleza de alguna de ellas que incluso hubo alteraciones de
orden público por ver quien se la quedaba.
Tras los primeros instantes de terror, con las sabinas suplicando que las dejasen
marchar y los romanos eligiendo esposas, Rómulo desplegó toda su diplomacia
y convenció a las sabinas de que lo mejor que les podía pasar era casarse con
un romano. Y se ve que lo hizo bien, porque enseguida cedieron las sabinas, se
adaptaron a las costumbres de la nueva ciudad y amaron a sus maridos sin mayor
oposición.
Los sabinos, no obstante, no se resistieron a tal afrenta y, tras diversos intentos
de entrar en Roma por la fuerza para llevarse a sus hijas y hermanas, ya no tan
doncellas, finalmente consiguieron acceder al interior del recinto amurallado
sobornando a una joven llamada Tarpeya, a la que prometieron darle lo que
portaban en sus brazos izquierdos si les mostraba una entrada a la ciudad. Como
Tarpeya vio que llevaban los brazos cargados de brazaletes de oro, accedió
a franquearles la entrada, pensando que esa sería su recompensa. Y cuando les
exigió el pago, los sabinos le dieron lo que llevaban en sus brazos izquierdos, pero
no el oro precisamente, sino el peso de los escudos que portaban. Huelga decir
105

que Tarpeya murió aplastada. Quizá fue el primer


aviso de que Roma no paga a traidores. Una vez
en la ciudad, se originó una cruenta batalla entre
sabinos y romanos. Pero, para sorpresa de todos,
en medio de la multitud e irrumpiendo en el
combate, aparecieron las mujeres sabinas quienes,
con los cabellos sueltos y las vestiduras rasgadas,
imploraban a unos y a otros que cesasen en la lucha,
pues no querían quedar huérfanas o viudas. Y como
tal gesto afectó sobremanera a los combatientes y
a sus jefes, dejaron las armas, hicieron las paces y
decidieron integrar los dos pueblos en uno solo, en
el que reinaron de forma conjunta Rómulo y el rey
de los sabinos Tito Tacio.
De esta manera tan poética, el nacimiento de los
romanos quírites y el origen de Roma fueron
adornados con el esplendor que rodea la leyenda,
prescindiendo de un pasado tras el cual sólo había
mosquitos, escasez de sal, rencillas portuarias y Tito Livio
matrimonios de conveniencia, que poco favorecía
el concepto de origen puro y divino que suele
justificar toda expansión imperial. Muerte de Rómulo
SI LOS PERROS
HABLARAN…
HISTORIAS DE MASTINES
MÁS ALLÁ DEL IMPERIO

María Lara
Historiadora y Escritora
Premio de Novela Histórica “Ciudad de Valeria”
2011 y Premio Algaba 2015

Hubo un tiempo en que en el Imperio sonaban los nombres de Becerrico y Leoncico.


Como alanos en las Indias eran terribles, en tanto que compañeros ejercían el cargo con
lealtad extrema a su dueño. Ya lo dice el refrán, advirtiendo de que necio es quien muerde
la mano de quien le da de comer y, de esto, cuánto podrían contarnos los animales, olfa-
teando caminos, suscitando apego, cuidando la casa romana en las fauces tatuada con un
rótulo que, por avisar, deja de ser traidor: cuidado con el perro, cave canem.
107

Tiempo atrás, en ese otro Imperio que precedió al Español, el Romano, se puso de moda
entre las más clases acomodadas la tenencia de perros con la finalidad de que sirvieran
de guardianes del hogar. También en la monarquía y en la República. En su obra didác-
tica De re rustica, el polígrafo Varrón aconsejaba no educar con cazadores a los que iban a
estar destinados al pastoreo, y el gaditano Columela, en su tratado homónimo, advertía
de que el perro que fuera a guardar el caserío había de ser grande, con ladrido espacioso y
sonoro para amedrentar al malhechor y de color oscuro a fin de ser visto de día y poder
camuflarse por la noche.
El ocio representa el descanso, la negación de la rutina. A los romanos la cultura helénica
les legó el pilar de la filosofía y, aunque los del Lacio se esmeraron en bajar la Idea a la
realidad de la caverna mediante el Derecho o la Ingeniería, gozaron de largos ratos en
los que mantener vivo el fuego del hogar, dar culto a los dioses lares, recoger las aguas del
impluvium, pasear por los peristilos y animar sus existencias con palomas, patos, cuervos
y codornices. Otrosí con leones, como el de Caracalla, tan extravagante como su dueño, o
caballos cual Incitatus, al que Calígula colmaba de agasajos entre pesebres de perlas y ele-
vara a gobernador de Bitinia, la región donde, hacia el año 250 d.C., nacería la emperatriz
Helena, protagonista de El velo de la promesa.
Como en las poleis griegas, la primera finalidad que los perros tuvieron en Roma fue la
cinegética mas, a medida que la Urbe crecía, no sólo en altura por las insulae (bloques de
viviendas), sino en esplendor, surgió la acepción de “perro de familia”, un capricho que los
patricios podían permitirse, mientras que los plebeyos se arreglaban con ocas.
No obstante, la Historia, que es magistra vitae, como sentenciara Cicerón, enseña que
muchas veces más vale maña que fuerza y, así, fueron los gansos los que previnieron el
Capitolio de la ofensiva de los galos, de ahí que cada año las ceremonias exaltaran las
virtudes de estas plumas de nieve que, en verdad, hicieron con su respuesta, un ataque de
vanguardia.
De la caza y de la vigilancia, pronto saltaron los canes a la acción bélica y, por supuesto,
que no faltaron los “perros-soldado”, como los denomina Polieno. Para este fin se recurría
a los molosos, traídos por Alejandro Magno tras la conquista de Persia. Las Legiones de
César llevaban consigo al “canis pugnacis”, de mandíbula de acero y, a las vueltas, anda-
ban los gatos, símbolo de victoria por limpiar de ratones los cuarteles de invierno. Un
collar de puntas afiladas preservaba al moloso ora en el frente, ora en el circo, ora en el an-
fiteatro pues, en los espectáculos con gladiadores, se lucían con su enorme musculatura,
siendo honrados con idénticas distinciones a sus amos. Precisamente, del cruce de dogos
nació en Britannia el bulldog, nombre que procede de “bull” y “dog”, toro y perro, ya que
ambos se veían las fauces en las pendencias profanas.
El arte, capaz de captar a perpetuidad escenas fugaces de la mitología, nos revela las re-
sonancia que se confirió al perro en la mentalidad grecolatina, bien asistiendo a la Diana
cazadora y ejecutando la orden dada por ésta de devorar a Arteón por pillarla bañándose,
o trotando a la vera de Marte, dios de la guerra, quien sembraba la destrucción sobre el
rival mediante “genios voraces”.
La pasión por los perros corrió como un torrente por las venas de Hispania. Como el jo-
ven Lucio, de Apuleyo, convertido en El asno de oro por ingerir una rosa hechizada, en el
Siglo de Oro hallamos a una pareja cervantina rodeada del enloquecido lenguaje barroco
de las apariencias.
Se trata de Cipión y Berganza, dos niños convertidos en perros por una bruja cordobesa,
la Camacha, que les cogió manía por ser la madre, la Montiela, competidora suya en las
lides de Medea, a todo esto con otra estriga, la Cañizares, confirmando alternativa tra-
yendo y llevando informes.
El caso es que, desde esa condición de cachorros, los protagonistas de la Novela Ejemplar
dialogan sobre lo humano y lo divino en la centuria de la picaresca, y hasta ensalzan la
labor pedagógica de los jesuitas, quienes según testimoniaba el hijo de su amo- un nuevo
rico al que hasta la escuela llevaba un paje-, los discípulos de san Ignacio reñían con sua-
vidad a los pupilos y huían de la aplicación de castigos corporales.
Mucho más tarde, a la par que el laicismo expulsaba por enésima vez a la Compañía de
numerosos países, a finales del XIX Freud escogía el seudónimo de Cipión para cartearse
con su amigo Silberstein. De la mayéutica socrática... al psicoanálisis, pues la pregunta
como método alberga valor informativo y, a la par, catarsis. Interrogante que queda abier-
to al atisbar que hipotéticamente, en el primer boceto de Las Meninas, no era un mastín
el que ejercía de árbitro de las riñas infantiles sino que, junto a Nicolasillo y Maribárbola,
había un puerco engrasado. Y es que, etnográficamente, constituía un juego de niños el
portarlo en la cohorte como mascota.
La sorpresa de Felipe IV fue mayúscula al apreciar a tal mamífero incluido en la familia
de los Austrias: ¡Velázquez, pinta un perro!, exigió con voz bronca. Por un súbito instante
el artista sevillano se quedó pasmado. Y Margarita siguió posando sin perder la sonrisa.
Mas nunca llegó a comprender por qué hacia 1656- aquel tímido año en que las siluetas
quedaban fusionadas, a modo de constelación, sobre la rubia melena- su padre, el Rey
Planeta, se asustaba ante la amistosa presencia de una cerdita. Acabóse de escribir
este artículo en
la fiesta de santa
Priscila,
patrona de la
valeriense amiga de
Helena.
En la Subdelegación
de Defensa en
Guadalajara,
el día de la inaugu-
ración de mi poema
“Vivir de esta
manera”.
Entre la Biblia
y la fantasía
galáctica
Viejas y nuevas derivas del PÉPLUM

Pepe Alfaro

El péplum sigue vivo. Quizás no en la misma medida de la época dorada de Hollywood,


como tratan de mostrar los hermanos Coen en ¡Ave, César!, donde se acercan a los gran-
des estudios de la Meca del Cine hace más de sesenta años, a través del trayecto a lo largo
de un día en la vida de un productor, para asomarnos a la intra-industria de aquella fá-
brica de sueños, y asistir, sin casi descanso, a los avatares de un estudio imaginariamente
llamado Capitol, pero con muchas correlaciones con la legendaria Metro. El productor
tendrá que vérselas con la estulticia y la ineptitud de sus estrellas, con las gacetilleras
cotillas oficiales de Hollywood (acertadamente encarnadas en dos hermanas casi siame-
sas), con los representantes de cada una de las confesiones religiosas a la hora de abordar
un péplum donde aparece Jesucristo… una película de ambiente bíblico con claras remi-
niscencias de Ben-Hur, y que cuenta con el protagonismo de una estrella como George
Clooney parodiando con ironía el verdadero papel de los astros de la pantalla.
111

Para atestiguar la pervivencia del péplum, en septiembre


llegará a las pantallas una nueva versión de Ben-Hur (Wi-
lliam Wyler, 1959), el clásico del cine de romanos protago-
nizado por Charlton Heston que a su vez era un remake de
otro film épico de la época del cine mudo dirigido por Fred
Niblo en 1925 con el mismo título.

Biblias de celuloide
Por otra parte, el péplum continúa su mirada hacia una
Antigüedad representada con mayor o menor criterio
historicista, y donde las cámaras de cine siguen leyendo la
Biblia desde la óptica más diversa. Continúa pendiente el
estreno en nuestro país de la película dirigida por Rodrigo
García (hijo del insigne Gabriel García Márquez) titulada
Last days in the desert (2014), que imagina el paisaje bí-
blico de Jesús en el desierto a través de una reflexión con
sugerencias a Buñuel, Scorsese o Pasolini. Evocación de
una búsqueda interior, una propuesta personal en la que el
escocés Ewan McGregor interpreta el doble papel de Jesús
y del diablo, a priori interesante representación de la dua-
lidad entre el bien y el mal, aunque al parecer se presenta
lastrada por un desarrollo demasiado pausado.
Al tiempo que llegaba a las pantallas la película Resu-
citado el director y guionista conquense Juanra Fer-
nández comenzaba los trabajos de preparación de una
producción basada en su novela Yo maté a Cristo, acer-
camiento novedoso a precisamente al mismo momento
clave que marcará el desarrollo de la historia de la Hu-
manidad.

El guionista y director conquense Juanra


Fernández ha publicado hasta la fecha tres
novelas ambientadas en la antigua Roma:
Quinto (2003), Más allá del Elíseo (con la
que obtuvo el premio de Novela Histórica
Ciudad de Valeria en 2006) y Yo maté a
Cristo (2010), donde reescribe un momento
clave de la historia de la Humanidad a través
de la intervención de un personaje llamado
Cneo Próculo, comandante de legión nacido
en Valeria en el año dos de nuestra Era.
Este Legado articula el relato y desempeña
un importante papel para desentrañar el
proceso, muerte y resurrección de Jesús,
todo desde una novedosa propuesta que
Ricotí 112

trasciende y humaniza la visión gloriosa R: No, son personalidades


y prodigiosa de los Evangelios. completamente diferentes, aunque los
Actualmente se encuentra trabajando dos son ficticios y se mueven por el
en el proceso inicial de producción de mismo mundo histórico, pero la relación
una película basada en la novela Yo de ambos con Pilato es completamente
maté a Cristo. El guion está terminado, opuesta. Cneo Próculo está más próximo
hay una parte del presupuesto necesario a la figura de un noble romano que
comprometido y se está barajando la el personaje encarnado por Joseph
participación de importantes actores en Fiennes. Mi protagonista es fiel a su
los principales papeles. Hablamos con condición latina, y simplemente actúa
Juanra Fernández sobre este importante como le ordenan, cumpliendo su deber,
proyecto. dejando de lado como buen soldado, su
convicción personal.
PREGUNTA: ¿Cuáles son tus péplums P: ¿Hay cambios en el guion respecto
o películas de romanos favoritas, tus a la novela? ¿Qué nos puedes decir al
referencias imprescindibles? respecto?
RESPUESTA: Sin duda Gladiator, fui a R: Muchos. Ahora, varios años después
verla siete veces al cine. Aunque de de la publicación de la novela, he
pequeño asistí a una reposición de Ben- tenido tiempo suficiente para revisar
Hur en el cine Xúcar y salí impactado con y completar la historia. Ha crecido;
la grandeza de las imágenes y la puesta los personajes son más redondos; y el
en escena. enfoque narrativo abandona la primera
P: ¿Qué te ha parecido la película persona para situarse en una posición
Resucitado, con la que Yo maté a más cinematográfica.
Cristo comparte paralelismo histórico? P: Quien haya visto una película titulada
Además, como sabes, está filmada en El juego de Hollywood sabe que desde
Almería, donde en principio, según que se comienza a elaborar el proyecto
parece, también piensas ambientar tu de un film hasta que finalmente se
película. proyecta en la pantalla los cambios
R: Todavía no hemos decidido las pueden dejarla irreconocible. Con
localizaciones, pero sí, podría ser esta premisa puedes decirnos ¿en qué
Almería. Respecto a la película momento se encuentran los trabajos de
Resucitado, cronológicamente serían preparación del proyecto?
hechos continuados de mi novela, pero R: Esa pregunta se la deberías hacer a
diferentes completamente en lo relativo los productores. Sólo puedo decir que
a la visión de los acontecimientos. es el proyecto más ambicioso en el que
P: ¿Has encontrado alguna confluencia me he embarcado, y con el respaldo
entre los personajes que en ambos casos de Miguel Martínez y Javier Palao de
sirven para construir el relato, el Tribuno Obstina Films, creo que la sacaremos
Clavius y el Legado Cneo Próculo? adelante muy pronto.
113

Resucitado
El día 23 de marzo (Miércoles Santo para más inri) lle-
gaba a las pantallas españolas (no así a Cuenca, una ciu-
dad especialmente arraigada en la tradición del drama
del Gólgota y su representación nazarena) la película
Resucitado, dirigida por el texano Kevin Reynolds, que
había tocado el cielo del éxito comercial con la enésima
visita a los bosques de Sherwood en Robin Hood prín-
cipe de los ladrones (1991), para acabar ahogado, junto
a la estrella de su homónimo amigo Kevin Costner, con
los fastos de esa especie de parque de atracciones acuáti-
cas que fue Waterworld (1995).
Resucitado se filmó entre el 7 de octubre y el 12 de
noviembre de 2014 en tierras almerienses, la provincia
española que definitivamente se ha hecho merecedora
al título de “tierra de cine”, especialmente desde que el
spaghetti-western transformó el único desierto del Con-
tinente Europeo en un provechoso y polivalente plató
con mil caras. Para la ocasión, la playa de los Genoveses
se transformó en el mar de Galilea, en el paraje de La
Hoya se construyó el decorado de una fortaleza y el de-
sierto de Tabernas ambientó las escenas de batalla, pero
la transformación más sorprendente la experimenta esa
atalaya defensiva de origen musulmán conocida como
la Alcazaba, convertida en baluarte y sede del palacio de Pilatos. Previamente al rodaje
en Almería, las escenas de la crucifixión se filmaron en la isla de Malta, donde a algún
responsable del diseño de producción se le ocurrió la “brillante” idea de equipar la base de
las cruces con un mecanismo articulado para bajar a los reos mediante un solo golpe que
desprende la amarra y deja caer el madero con el ajusticiado, permitiendo la reutilización
para un nuevo condenado sin apenas esfuerzo.
La ambientación en nuestro país ha permitido la participación de numerosos profesiona-
les en las más diversas tareas de producción, destacando la labor del compositor Roque
Baños, responsable de una banda sonora que recupera los sonidos característicos de la
Ricotí 114

música de tono místico combinados con otros que basculan entre la épica y el misterio.
La aportación española más reconocible figura en el casting, donde podemos identificar
varios rostros en papeles de diversa relevancia, entre los que sobresale la brillante com-
posición efectuada por el actor Luis Callejo en el papel del judío traidor que delata a los
discípulos de Jesús (Yeshúa, el nombre hebreo, en la versión original), aunque el personaje
femenino más relevante es para María Botto, encargada de dar vida a María Magdalena.
El planteamiento argumental de Resucitado nos propone una relectura bíblica en clave
sacramental centrada durante los días inmediatamente posteriores a la crucifixión de Je-
sús, para mostrarnos, a través de la mirada de un tribuno, la perspectiva hollywoodense de
un instante crucial de la historia sin salirse de la ortodoxia católica, aunque en la recrea-
ción histórica de espacios, ambientes y utensilios no hayan sido excesivamente cuidado-
sos, como demuestra la utilización de estribos por los jinetes romanos, con varios siglos
de anticipación respecto a su adopción por la caballería del Imperio.

Dioses de Egipto
Mientras esperamos para comprobar si la recreación digital de Ben-Hur supera la mítica
carrera de cuadrigas filmada sin artificios (solo sustituyendo las estrellas por especialis-
tas), tenemos la oportunidad de asistir a una aventura épica y mitológica titulada Dioses
de Egipto (Gods of Egypt, 2016), superproducción que reconstruye, con mayores dosis de
imaginación y fantasía que de cultura y arqueología, el mundo antiguo de los faraones
gracias al desarrollo de las técnicas de animación digital. La última derivación del pé-
plum nos lleva, pues, hacia unos héroes de artificio fabricados a base de efectos tan espec-
taculares visualmente como vacíos de personajes, emociones y sugestiones con capacidad
para sorprender.
115

El argumento dela película parte de la supuesta rivalidad, basada en la mitología griega,


entre los dioses Seth y Horus (tío y sobrino según los guionistas) por hacerse con el trono
del imperio de las pirámides. Osiris cede la corona a su hijo Horus (Nicolaj Coster-Waldau),
pero el hermano de aquel, el dios del desierto y la oscuridad Seth, mata a su hermano, per-
dona a su sobrino tras dejarlo ciego y se corona como todopoderoso soberano. El dios bueno
recuperará el cetro con la ayuda de un pequeño héroe mortal, un joven enamorado que solo
pretende recobrar a su chica del reino de los muertos y de paso salvar al mundo en el mismo
viaje; para alcanzar su objetivo contará con la ayuda del justo de Horus. En esta ocasión el
papel de villano, más lúcido y versátil, recae en el actor escocés Gerard Butler que ya sabe
bien lo que es vestir el peplo (la prenda griega que da nombre al género) en películas como
Coriolanus (Ralph Fiennes, 2013) y, sobre todo, 300 (Zack Snyder, 2007) donde daba vida
al rey espartano Leónidas, en una impactante iconografía procedente de una novela gráfica
desarrollada por Frank Miller y Lynn Varley, acertadamente trasladada a la pantalla. La
película dirigida por Alex Proyas utiliza la mitología egipcia para levantar un Universo de
dioses rodeados de pirámides y templos más parecidos a una hazaña galáctica que al maravi-
lloso mundo de los antiguos habitantes del valle del Nilo, y donde no faltan naves espaciales
surcando los cielos, esbirros antropomórficos ni alados transformers con poderes sobrehu-
manos. En fin, todos los elementos necesarios para construir una fantasía heroica cargada
de efectos especiales a la medida de un espectáculo servido con los mismos ingredientes de
siempre: fuegos artificiales y bonitas estrellas.
Dioses de Egipto es una espectacular aventura épica repleta de acción y efectos digitales;
un escaparate de género fantástico que dilapida la imaginación en un envoltorio inter-
cambiable para cualquier superproducción galáctica o de realidad virtual, que claramen-
te sacrifica toda dosis de verosimilitud en aras a una espectacularidad propia de un estilo
kitsch. En un mundo donde conviven los dioses con los humanos no basta mostrar la di-
ferencia de tamaño entre unos y otros (un tanto variable) para representar la desigualdad
de la lucha, además, en ocasiones se aprecian errores de continuidad tanto en los efectos
como en la recreación y clonación de masas. Aunque el guion no aporte ninguna novedad
especialmente reseñable (si acaso el acertijo planteado por la Esfinge) la película al final
resulta entretenida y bastante espectacular visualmente, donde seguro se han gastado la
mayor parte de un presupuesto descomunal de 140 millones de dólares.
Pompeya
en el cine
Péplum, melodrama y justicia divina
Pablo Pérez Rubio

Ad filium meum, Matheum

El péplum siempre se caracterizó por introducir dramas individuales en el marco


de los grandes episodios histórico-legendarios de la Antigüedad. Por ello, el recurso
a la representación melodramática es una estrategia común a los relatos fílmicos de
referencias al mundo clásico, que buscan —dentro de un entramado épico— un
apoyo sentimental para erigirse en gigantescos monumentos sobre la condición
humana, tanto individual como social. Con excepciones, desde luego, Hollywood ha
intentado a lo largo de su trayectoria humanizar (y cristianizar) la Historia para evitar
engorrosos planteamientos dialécticos: los grandes acontecimientos no aparecen
como producto de movimientos sociales, de luchas de clase o de pugnas de poderes
económicos, religiosos o étnicos, sino como fruto de la labor de individuos aislados
que decidieron sacrificar sus vidas en favor del progreso, la liberación de un pueblo o
la lucha por la libertad. La renuncia y el dolor de estos héroes, sin embargo, carecen
de la espesura necesaria para la existencia de un verdadero melodrama; más bien se
erigen en gestos de gran trascendencia para la Humanidad, en signos metonímicos
de las transformaciones históricas. Relatos con vocación esencialista y universal, a
veces auténticos itinerarios místicos, su gran paradigma —al que remiten y regresan
constantemente— sería la pasión de Jesucristo, aquel Mesías que habría sacrificado
su propia vida para la salvación de la Humanidad. Pensamos, por ejemplo, en los
dramas bíblicos de Cecil B. DeMille (El signo de la Cruz, 1932; las dos versiones
de Los diez mandamientos, de 1923 y 1956), Quo vadis? (Mervyn LeRoy, 1951),
Ben-Hur (William Wyler, 1959), Rey de reyes (De Mille, en 1927; Nicholas Ray en
1961), Sansón y Dalila (DeMille, 1949), Sinuhé el egipcio (Michael Curtiz, 1954),
Espartaco (Stanley Kubrick, 1960), etc. Y también la variante del cine catastrofista ha
adquirido en ocasiones el aspecto de lo que Àngel Quintana ha llamado “melodrama
117

interrumpido”; aquel en el que el poder divino, a través de la


naturaleza desatada o de la causalidad más trágica, casi al modo
romántico, envía a la Humanidad avisos apocalípticos en forma
de destrucción y calamidad, y en el que las escenas de acción se
van combinando con situaciones dramáticas protagonizadas por
las víctimas que deben enfrentarse a la inminencia de la muerte y
luchar contra un destino que se revela como irremediable.1
Este es el caso del asunto que nos ocupa, la destrucción de
la ciudad de Pompeya por la erupción del Vesubio en el año 79,
que ha proporcionado material narrativo a un buen grupo de
películas, generalmente a partir de la novela que, con el título The
Last Days of Pompeii, escribió el inglés Edward Bulwer-Lytton en
1834. Fue el también británico Robert W. Paul el que inaugurara
la serie, en la temprana fecha de 1900, con una breve pieza de
treinta metros que mostraba la erupción del volcán y la huida
de los habitantes de la ciudad para evitar acabar sepultados bajo
la lava. En 1908, un óptico italiano llamado Arturo Ambrosio
y convertido en productor volvió a estos acontecimientos con
un film que se considera como la primera gran obra épica del
cinema, al mezclar suspense, colosalismo y Apocalipsis: Gli
ultimi giorni di Pompeii, dirigida por Luigi Maggi, que dio paso
a un sinnúmero de películas sobre Nerón, Babilonia, Nínive, la
Ilíada y la Odisea, Espartaco, Bruto, Catilina, Popea, Cleopatra,
Agripina, Ramsés, Julio César..., tanto en Italia como en Francia y Estados Unidos.
El profesor de la Universidad de Arizona y especialista en peplum Jon Solomon2
cataloga tres nuevas versiones pompeyanas en 1913, una de ellas dirigida por Mario
Caserini, y otra en 1926, de Carmine Gallone, que se convirtió en una auténtica
superproducción de decorados, estrellas y efectos.
Ha habido muchas más, así como series de televisión (especialmente la realizada
por Peter Hunt para Columbia TV y la RAI en 1984), que han llevado a la ficción
estos hechos ocurridos en época del emperador Tito, de la dinastía Flavia. Pero
hablaremos aquí de las tres versiones que están —más o menos— al alcance del
espectador actual: la hollywoodiense de 1935, la italiana de 1959 y la también
estadounidense-canadiense de 2014. Casi ochenta años, pues, median entre la
primera y la última, y no en balde, pues cada una de ellas es una relectura del
tema Pompeya condicionada por el momento de su producción y sus más precisos
referentes contextuales. Veamos.
El componente religioso ha sido protagonista activo de todas las versiones de
la leyenda. De entrada, la pugna entre paganismo y cristianismo o, lo que es lo
mismo, entre la vana superstición y la fe en un credo que ha revelado una verdad
superior (en términos parecidos se expresa Bulwer-Lytton en el prólogo de su
novela), se erige en algo más que un fondo contextual: es la filosofía sobre la que
se basa todo un género, de DeMille a Ben-Hur o Quo vadis? Además, en el caso
concreto de Pompeya, la fiebre volcánica del Vesubio será el castigo colectivo que
Dios enviará a toda una comunidad pecadora por los excesos del paganismo. Todo
ello está en The Last Days of Pompeii, realizada en 1935 por el mismo equipo que
1 Quintana, “Al borde del Apocalipsis”, Dirigido, número 267, abril de 1998, pp.
48-53.
2 Solomon, Peplum: el mundo antiguo en el cine, Alianza Editorial, Madrid,
2002.
Ricotí 118

dos años antes había producido la maravillosa e inolvidable King Kong: Ernest
B. Schoedsack y Merian C. Cooper como directores, este último también como
productor y Ruth Rose como guionista, todos bajo el paraguas de la RKO y la
creatividad de los efectos especiales de Willis O’Brien.
Se trata de la versión que más se aleja del original literario o de la letra de la
leyenda; de hecho, un cartel al final de los títulos de crédito avisa de que el relato no
adapta la novela de Bulwer-Lytton, y de que esta tan solo ha servido de inspiración
para la reconstrucción de la ciudad. La historia de Marco, un herrero que se convierte
en gladiador en época de Poncio Pilato, es un mero pretexto para conjugar en un
mismo film las luchas en el circo, la Judea de Jesucristo y la erupción vesubiana,
que es adelantada cronológicamente alrededor de cincuenta años: mera ilusión
hollywoodiense, pues. Los ingredientes melodramáticos inundan la primera parte
del film: el honrado y humilde herrero Marco pierde a su mujer y su hijo en un
accidente, se convierte en gladiador y, poco después, recoge y adopta a Flavio, un
huérfano que ha visto a su padre “cruzar el río”, y compra a Leaster, esclavo al que
tratará siempre con dignidad y nobleza (introito melodramático). Una pitonisa
augura que encontrarán la senda de la vida en Jerusalén, donde se toparán con un
hombre grande que les dará la gran revelación. El destino desempeña el papel de
la confusión moral, pues Marco cree que ese hombre es Poncio Pilato, justo en el
momento en que se lava las manos tras condenar a la crucifixión a un rebelde judío
(pugna entre paganismo y cristianismo). Curiosamente, Pilato devolverá años más
tarde la visita a Marco en Pompeya, cuando este ha enriquecido gracias a negocios
poco morales; en el momento de la celebración de una sesión de circo, con decenas
de esclavos inocentes —entre los que se encuentra Flavio, que se ha adherido a
la causa de los desfavorecidos— para diversión de la muchedumbre, explota el
volcán a modo de condena colectiva y justicia divina. Este es el momento en que la
película hace lucirse a Willis O’Brien con sus decorados y efectos artesanales pero
de gran eficacia y belleza.
De los protagonistas, el primero en morir, claro está, será el esclavo Leaster. El
fuego simbolizará el castigo, mientras el agua (el pueblo de Pompeya huye de la
ciudad en barcas) se erigirá en la salvación. También Marco morirá en los planos
finales, pero no sin antes tener una visión de Cristo, al que tiende la mano en señal
de súplica y de petición de perdón. Pompeya es ahora una metáfora bíblica, como
antes lo fueron Babilonia, Sodoma o Gomorra.
119

Veinticinco años más tarde, Mario Bonnard se enfrenta de nuevo al relato


pompeyano. Los últimos días de Pompeya ofrece unos créditos a la italiana, con
un total de cinco guionistas: Ennio de Concini, Sergio Leone (que, según los
testimonios coetáneos, llegó a rodar algunas escenas), Duccio Tessari, Sergio
Corbucci y Luigi Emmanuele, “basado en la novela de Bulwer Lytton”. Estamos
en 1959, en pleno apogeo del peplum italiano o de las “películas de romanos”, en
este caso al servicio de la musculatura de Steve Reeves. Los años pasados entre una
y otra se ponen de manifiesto con rapidez: uso del color, cabalgadas de romanos
al estilo del western, mejora técnica evidente en los efectos especiales, etc. Pero
el trasfondo religioso sigue presente, ahora con mayor respeto a la cronología
histórica: es el año 79, en el momento de persecución contra los cristianos en
una ciudad que dominan políticamente los paganos, tanto los que adoran a los
dioses romanos como los que siguen al Gran Sacerdote de Isis que ha importado a
Pompeya las deidades egipcias.
Tenemos, pues, tres religiones en pugna (las religiones, claro es, siempre están
en pugna) y un protagonista, el centurión Glauco Leto, que regresa a su casa tras
una larga campaña en Siria y Palestina y descubre que su familia ha muerto. Se ha
producido en la ciudad una serie de crímenes cuya culpa recae en manos de los
cristianos. De hecho, el edil Ascanio promulga un edicto, en nombre de Tito, que
condena a muerte a todos ellos como responsables de las matanzas. Hay quien
piensa, sin embargo, que “Roma quiere culpables, no mártires”, y se demostrará a
lo largo del metraje que los verdaderos culpables y traidores son el Gran Sacerdote
de Isis y Julia, la mujer de Ascanio, de ascendencia egipcia y que lucha por liberar
Egipto de los romanos. En el circo, lógicamente, serán los cristianos los que se
vean arrojados a la arena para enfrentarse a los leones (Glauco mata a uno con sus
Ricotí 120

propias manos) y se oyen frases como “perros cristianos” mientras estos rezan y
cantan plegarias y se preparan para el sacrificio y el martirio. El volcán, como en el
film anterior, se ocupará de ejecutar la justicia divina en la ciudad.
¿Qué aporta a las anteriores la versión de 2014, Pompeya (Pompeii), dirigida
por el aparatoso cineasta británico Paul W S Anderson y que ya fue comentada
por Pepe Alfaro en el número anterior de esta revista? De entrada, por supuesto,
los efectos digitales, que en un film kolossal hollywoodiense no es poco; y, como
complemento y añadidura, la espectacularidad de lava, ceniza, derrumbamientos,
tsunamis, etc. en 3-D y la mostración más explícita de la violencia y la sangre. En
otros terrenos —narrativo, dramático, ideológico, fílmico— poco añade, salvo
el menor peso de la religión (la nueva religión cristiana está totalmente ausente
de la trama) en beneficio de una visión apocalíptica más acorde con los nuevos
tiempos. El relato es bien distinto a los anteriores, y ahora el protagonista es un
niño britano que, saqueada su aldea y asesinada su familia por los romanos, se
convertirá en esclavo gladiador y será conducido
a Pompeya, donde se enamora de Casia, la hija
del gobernador Severo, a su vez enemigo político
del senador Corvo. El trasfondo político
también es explícito: Roma ha caído en una
época corrupta por culpa del emperador Tito,
que es poco amado por su pueblo y que desprecia
la vida en las provincias para centrar su interés
en la metrópoli. Hay, por tanto, corrupción
política, pero también intereses inmobiliarios
(se quiere reconstruir Pompeya, aunque lo que
121

se producirá será su definitiva destrucción), lucha por el poder y turbios negocios


en el circo y con el tráfico de esclavos. De ahí que Casia se pregunte, tras la
erupción vesubiana: “¿Es el fin del mundo? ¿Por qué han permitido los dioses que
esto pase?”. Ella sabe la respuesta: la inmoralidad generalizada. El film se inicia
con una cita de la carta que Plinio el Joven escribió a Tácito con motivo de la
destrucción de Pompeya, y no se alude en absoluto a la novela de Bulwer-Lytton,
ni siquiera como mero pretexto argumental. Y concluye con la imagen de los dos
amantes —patricia ella, esclavo bárbaro él—, abrazados, envueltos por las llamas
y la ceniza, como sacrificados ritualmente por el futuro de la Humanidad. Claro
que, puestos a elegir una pareja pompeyana abrazada, nos quedamos con la que
mostró Roberto Rossellini en Te querré siempre (Viaggo in Italia, 1954): casi dos
mil años después de caer sepultados, los amantes petrificados, suspendidos en el
túnel invisible del tiempo, enterrados, abrazos por el miedo y el amor. Y todo ello
bajo la mirada conmovida de Ingrid Bergman.
LA COCINA
DE ROMA
Julián torrecillas
María José Collado

Continuamos con la sección “La cocina de Roma” y las aportaciones de Apicio (S. I d.c.)
y su obra “De re coquinaria”.
Proponemos dos nuevos platos:

Piñones

ALITER PASTINA VERSATILIS


NVCLEVS, NVCES FRACTAS; TORRES EAS ET TERES CVM MELLE,
PIPERE, LIQVAMINE, LACTE ET OVIS. OLEI MODICVM.

PASTEL
(adaptación, para ocho o diez personas) Nueces

Tostar ligeramente 250 gramos de nueces.


Triturarlas junto con 50 gramos de piño-
nes y 5 granos de pimienta.
Mezclar todo con al menos 3 cucharadas
de miel, dos de soja,
2 de pasta de anchoas, medio litro de le-
che, 3 huevos y 2 cucharadas de aceite.
123

Batir todo bien y verterlo en un molde desmontable.


Cubrirlo con piñones.
Cocer al baño María durante una hora o hasta que cuaje.
Dejarlo reposar y servir frío.

ALITER DVLCIA
SILIGINEOS RASOS FRANGIS, ET BVCELLAS MAIORES FACIES.
IN LACTE INFVNDIS, FRIGIS, EX (IN) OLEO, MEL
SVPERFVNDIS ET INFERES.

Pan

ROSQUILLAS DE PAN FRITAS


(adaptación, para cuatro personas)

Quitar la corteza a un pan tierno.


Desmigajarlo y amasarlo en forma de rosca con poca leche.
Freírlo y ponerlo sobre papel para que escurra el aceite.
Ponerlo en un plato y cubrirlo con miel previamente calentada al baño María.
Servir caliente.
Miel
Ricotí 124

Valeria condita
Aúlla el viento que barre tus parajes,
solitarios secanos, desgarrados
barrancos, por los buitres dominados.
Y como un fondo al cuadro, tus paisajes

y tus hombres sencillos, personajes


herederos de la historia, abnegados
labriegos, con sus rostros agrietados
modelados en ardientes estiajes.

Esa Valeria oculta, renacida,


recuerda, con sus ruinas, su esplendor
para contar al mundo su grandeza.

Y alzando con orgullo la cabeza,


muestra al mundo su gloria, y el valor
de ser, historia misma, detenida.

Ángel Trifón
Placa de cinturón procedente de Valeria. S. XIII.
Museo de Cuenca
Imagen. Aurelio Lorente

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