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Caso Clinico Fisiopatologia
Caso Clinico Fisiopatologia
Caso Clinico Fisiopatologia
APELLIDOS Y
NOMBRES ANGIE DANAE CONDORI MENDOZA
GRUPO F - 3
ASIGNATURA FISIOPATOLOGIA
DOCENTE DRA.
PERÍODO I.2022
SUBSEDE COCHABAMBA
FECHA 19/06/2022
1.- Mujer de 20 años, de profesión comercial, sin antecedentes personales de interés salvo
ingreso por mononucleosis en 2002, fumadora desde los 16 años de 10 cigarrillos/día, sin otros
hábitos tóxicos, correcta inmunización durante su infancia y cuyo tratamiento habitual es la
toma de anticonceptivos orales.
Sana, hasta que consulta en nuestro centro de atención primaria por cuadro de dolor
abdominal difuso de carácter cólico, fiebre termometrada de hasta 39ºAx de tres días de
evolución y un episodio de vómitos de carácter alimentario, también aquejaba cierta
odinofagia, pero su hábito intestinal no estaba comprometido y tampoco refería síndrome
miccional. Durante la anamnesis se le pregunta por epidemiología familiar, trabajo y viajes, no
refiriendo ningún antecedente.
Bioquímica: Glucosa 84, Urea 51, Creatinina 0’7, Sodio 138, Potasio
Cirrosis hepática:
Las causas de cirrosis aparecen en la tabla 1. Aproximadamente el 90% de las causas de cirrosis
hepática en países occidentales son el abuso de alcohol, la enfermedad por hígado graso no
alcohólico (EHNA) y la hepatitis crónica vírica. A escala mundial, la hepatitis crónica por el virus
de la hepatitis B (VHB) y C (VHC) con más de 400 millones de enfermos infectados representa
la etiología más importante. La causa de la cirrosis permanece desconocida en cerca del 10%
de los casos (cirrosis criptogénica) y aproximadamente el 70% de estos casos se cree que en la
actualidad están relacionados con la EHNA dentro del contexto de resistencia a la insulina y
síndrome metabólico, mientras que el resto puede estar en relación con mecanismos
autoinmunes. Varios factores etiológicos tales como hemocromatosis y alcohol, o alcohol y
hepatitis C pueden acelerar la progresión a cirrosis.
Fisiopatologia
Los siguientes mecanismos fisiopatológicos son importantes en el desarrollo de cirrosis
hepática de cualquier etiología:
Dispepsia
Funcional: Se pueden considerar cuatro grandes causales:
3. Infección por Helicobacter pylori: la infección por Helicobacter pylori es muy frecuente en
nuestro medio y su relación con algunas patologías especificas como la gastritis crónica, úlcera
péptica, linfomas asociados a la mucosa y adenocarcinoma gástrico, está bien
documentada, sin embargo, en los pacientes con dispepsia funcional la colonización gástrica y
los efectos posteriores al tratamiento de erradicación son motivo de controversia. A pesar de
la gran variabilidad, dependiendo de la población estudiada, entre 30 y 65% de los pacientes
con diagnóstico de dispepsia funcional tiene gastritis asociada a Helicobacter pylori.
Orgánica: La definición de dispepsia funcional exige ausencia de lesión orgánica que explique
la sintomatología. Hay pacientes con manifestaciones clínicas atribuibles al tracto digestivo
superior en los que, durante la evaluación con métodos de diagnóstico específicos
(bioquímicos, radiológicos o endoscópicos), se documenta lesión orgánica que explica la
sintomatología. Las patologías que con mayor frecuencia se pueden presentar clínicamente
como dispepsia son: La enfermedad por reflujo gastroesofágico, la enfermedad ácido péptica y
las neoplasias gástricas.
El SCS tiene una frecuencia de hasta 20 % en pacientes a los que se les ha descubierto de
forma incidental un adenoma adrenal, y se puede encontrar aproximadamente en 4 % en las
personas de mediana edad, y en más de 10 % en ancianos. Se estima que la prevalencia
general en la población adulta se encuentra entre 0,2 y 2 %.
Constantes vitales: TA 105 mmHg/54 mmHg; FC 66 ppm; FR 20 rpm; Tª 36.3ºC; peso 71 kg;
talla 165 cm; IMC 26.07.
Exploración física:
La paciente es viuda y vive sola en su domicilio habitual. Dice que era autónoma para las
actividades básicas de la vida diaria (ABVD) antes de este episodio. Tiene hipoacusia y lleva un
audífono funcionante. Refiere cefaleas frecuentes y dolor lumbar, que conlleva pasar largos
periodos sentada o tumbada según presente síntomas como fatiga o palpitaciones. Durante la
entrevista se muestra colaboradora contestando a todas las preguntas de valoración.
Sin embargo, en algunos pacientes, la restricción marcada al llenado del ventrículo izquierdo
puede causar un volumen telediastólico ventricularmente bajo y, por lo tanto, causar un bajo
CO y síntomas sistémicos. La elevación de las presiones en la aurícula izquierda puede
ocasionar hipertensión pulmonar y congestión pulmonar.
La disfunción diastólica ha sido reconocida cada vez con mayor frecuencia como causa de
insuficiencia cardíaca. Las estimaciones son variables, pero alrededor del 50% de los pacientes
con insuficiencia cardíaca tienen ICpFE; la prevalencia aumenta con la edad y en los pacientes
con diabetes. Ahora se sabe que la ICpFE es un síndrome sistémico complejo, heterogéneo y
multiorgánico, a menudo con múltiples fisiopatologías concomitantes. Los datos actuales
sugieren que múltiples comorbilidades (p. ej., obesidad, hipertensión, diabetes, enfermedad
renal crónica) conducen a inflamación sistémica, disfunción endotelial generalizada, disfunción
microvascular cardíaca y, en última instancia, cambios moleculares en el corazón que causan
aumento de la fibrosis miocárdica y rigidez ventricular. Por lo tanto, aunque la ICrFE
típicamente se asocia con lesión miocárdica primaria, la ICpFE puede asociarse con una lesión
secundaria del miocardio debido a anomalías en la periferia.
Cuando las presiones de llenado del ventrículo izquierdo aumentan en forma súbita, el líquido
plasmático se desplaza rápidamente desde los capilares pulmonares hacia los espacios
intersticiales y los alvéolos, con generación de edema de pulmón. Si bien las causas
desencadenantes varían según la edad y el país, alrededor de la mitad de los casos es
secundaria a una isquemia coronaria aguda, algunos se deben a una descompensación
provocada por una insuficiencia cardíaca subyacente grave, incluso una insuficiencia cardíaca
con fracción de eyección pre.aivada secundaria a hipertensión arterial, y el resto se debe a
arritmias, valvulopatías agudas o sobrecarga aguda de volumen generada por la infusión de
líquido por vía intravenosa. A menudo, el cuadro también se relaciona con la falta de
cumplimiento de la terapia farmacológica o dietética.
Los pacientes consultan por disnea extrema, agitación y ansiedad asociadas con una sensación
de asfixia. Con frecuencia, también presentan tos productiva asociada con esputo teñido de
sangre, palidez, cianosis y sudoración abundante. Algunos pacientes expulsan espuma por la
boca. La hemoptisis franca es inusual. El pulso es rápido y de volumen bajo, y la tensión arterial
es variable. La hipertensión marcada indica una significativa re.aiva cardíaca, mientras que la
tensión arterial sistólica < 100 mmHg se considera ominosa. Durante la inspiración se
auscultan estertores finos dispersos en las caras anterior y posterior de ambos campos
pulmonares. También pueden auscultarse sibilancias abundantes (asma cardíaco). El esfuerzo
respiratorio que genera ruido intenso a menudo dificulta la auscultación del corazón. El
paciente puede presentar un ritmo de galope, con fusión del tercero (S3) y el cuarto ruido (S4).
Asimismo, pueden detectarse signos de insuficiencia ventricular derecha (p. ej., distensión de
las venas del cuello, edema periférico).
La fibrilación auricular es una de las arritmias más frecuentes que afecta a alrededor de 2,3
millones de adultos en los Estados Unidos. Los hombres, sobre todo los de etnia blanca, tienen
más probabilidades de desarrollar fibrilación auricular que las mujeres y los individuos de etnia
negra. La prevalencia aumenta con la edad y casi el 10% de las personas > 80 años está
afectada. La fibrilación auricular tiende a ocurrir en pacientes con una cardiopatía subyacente.
- Hipertensión
- Enfermedad coronaria
- Miocardiopatía
- Valvulopatías: estenosis mitral, insuficiencia mitral, insuficiencia tricuspídea
- Hipertiroidismo
- Consumo excesivo de alcohol (corazón posfiesta)
- Embolia pulmonar
- Defectos del tabique interauricular y otros defectos cardíacos congénitos
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
- Miocarditis
- Pericarditis
La fibrilación auricular paroxística es la fibrilación auricular que dura < 1 semana después de
haberse convertido a ritmo sinusal normal espontáneamente o con una intervención. Los
episodios pueden recidivar.
La fibrilación auricular persistente es la fibrilación auricular continua que dura > 1 semana.
Fibrilación auricular persistente de larga data que prevalece > 1 año, pero todavía existe la
posibilidad de restaurar el ritmo sinusal.
La fibrilación auricular permanente no se puede convertir al ritmo sinusal (el término también
incluye pacientes para quienes se ha tomado la decisión de no intentar la conversión a ritmo
sinusal). Cuanto más prolongada es la fibrilación auricular, menos probable es su conversión
espontánea y más difícil la cardioversión debido al remodelado de las aurículas (cambios
inducidos por la frecuencia auricular rápida en los parámetros electrofisiológicos auriculares,
en los que predomina una disminución de la refractariedad auricular y también podría
ob.aivarse una dispersión espacial de la refractariedad auricular, con reducción de la velocidad
de conducción auricular o ambas).