Death">
Cuestiones para El Examen El Mensaje Cristiano
Cuestiones para El Examen El Mensaje Cristiano
Cuestiones para El Examen El Mensaje Cristiano
Marcos
Hechos
Jesús, su Tradición oral Escritos de Fuentes de
sobre Jesús en Mateo
vida y sus carácter Mateo
liturgia y
palabras evangelización fragmentario
Fuentes de
AÑOS Dichos (Q) Lucas
AÑO 30
AÑOS
Lucas
50 – 60
30 – 50
AÑOS 65 – 75
4. Preguntas desde el número 71 al número 122 del Youcat (Creo en Jesucristo, Hijo único de Dios).
Pregunta 71. ¿Por qué se llaman «evangelio», es decir, «buena nueva» los relatos sobre Jesús?
Sin los evangelios no sabríamos que Dios nos envía a su Hijo por su amor eterno, para que, a pesar de nuestros pecados,
podamos retornar a la comunión eterna con Dios.
Los relatos acerca de la vida, muerte y resurrección de Jesús son la mejor noticia del mundo. Testimonian que Jesús
de Nazaret, nacido en Belén, es «el Hijo de Dios vivo» hecho hombre. Fue enviado por el Padre para que «todos se
salven y lleguen al conocimiento de la verdad».
Pregunta 72. ¿Qué significa el nombre «Jesús»?
Jesús en hebreo significa «Dios salva».
Pregunta 73. ¿Por qué se le da a Jesús el título de «Cristo»?
En la fórmula «Jesús es el Cristo» se expresa el núcleo de la fe cristiana: Jesús, el sencillo hijo del carpintero de Nazaret,
es el Mesías esperado y el Salvador. Por Cristo nos llamamos cristianos, como expresión de nuestra alta vocación.
Pregunta 74. ¿Qué quiere decir «Jesús es el Hijo único de Dios»?
Cuando Jesús se denomina a sí mismo «Hijo único de Dios» y así es testimoniado por Pedro y otros, se expresa con
ello que entre todos los hombres sólo Jesús es más que un hombre. Que Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios se
manifiesta en la Resurrección, aunque ya lo era eterna mente junto al Padre.
Pregunta 75. ¿Por qué los cristianos llaman «Señor» a Jesús?
Los primeros cristianos hablaban con naturalidad de Jesús como el «Señor», sabiendo que en el Antiguo Testamento
esta denominación estaba reservada para dirigirse a Dios. Mediante numerosos signos Jesús les había demostrado
que él tiene poder divino sobre la naturaleza, los demonios, el pecado y la muerte. El origen divino de la misión de
Jesús se reveló en la Resurrección de los muertos. Esto quiere decir para nosotros: si Jesús es el Señor, un cristiano no
debe doblar su rodilla ante ningún otro poder.
Pregunta 76. ¿Por qué se hizo Dios hombre en Jesús?
En Jesucristo, Dios ha reconciliado al mundo consigo y ha liberado a los hombres de la cautividad del pecado. En Jesús
Dios asumió nuestra carne humana mortal (encarnación), compartió nuestro destino terreno, nuestros sufrimientos y
nuestra muerte y se hizo en todo igual a nosotros, excepto en el pecado.
Pregunta 77. ¿Qué significa que Jesucristo es a la vez verdadero Dios y verdadero hombre?
En Jesús Dios se ha convertido realmente en uno de nosotros y con ello en nuestro hermano; pero no por ello dejó de
ser a la vez Dios y por tanto nuestro Señor.
La Iglesia se ha esforzado durante largo tiempo para poder expresar la relación entre divinidad y humanidad en Jesús.
La divinidad y la humanidad no están enfrentadas, de modo que Jesús sólo fuera parcialmente Dios y parcialmente
hombre. Contra todas estas herejías la Iglesia ha mantenido firme la fe en que Jesucristo es, en una persona, a la vez
verdadero Dios y verdadero hombre.
Pregunta 78. ¿Por qué sólo podemos comprender a Jesús como misterio?
Puesto que Jesús se adentra en el misterio de Dios, no se le puede comprender si excluimos la realidad divina invisible.
El lado visible de Jesús nos remite al invisible. En la vida de Jesús vemos numerosas realidades que están
poderosamente presentes, pero que sólo podemos comprender como misterio. Estos misterios son: la filiación divina,
la encarnación y la resurrección de Cristo.
Pregunta 79. ¿Tenía Jesús un alma, un espíritu y un cuerpo como nosotros?
Sí. A la humanidad plena de Jesús pertenece también que tuviera un alma y que se desarrollara espiritualmente. En
esta alma estaba radicada su identidad humana y su particular autoconciencia. Jesús conocía su unidad con su Padre
celeste en el Espíritu Santo, por quien se dejaba guiar en todas las situaciones de su vida.
Pregunta 80. ¿Por qué es virgen María?
Dios quiso que Jesucristo tuviera una verdadera madre humana, pero sólo a Dios como Padre, porque quería
establecer un nuevo comienzo, que no se debiera a ninguna fuerza del mundo, sino únicamente a él. La virginidad de
María no es ninguna idea mitológica ya superada, sino un dato fundamental para la vida de Jesús. Nació de una mujer,
pero no tenía un padre humano. Jesucristo es un nuevo comienzo en el mundo, fundado desde lo alto.
Pregunta 81. ¿Tuvo María otros hijos además de Jesús?
No. Jesús es el único hijo carnal de María.
Pregunta 82. ¿No es escandaloso llamar a María «Madre» de Dios?
No. La persona que llama a María Madre de Dios confiesa con ello que su hijo Jesús es Dios. Cuando la cristiandad
primitiva discutía quién era Jesús, el título Theotokos («la que da a luz a Dios») se convirtió en el signo de identidad de
la interpretación ortodoxa de la Sagrada Escritura.
Pregunta 83. ¿Qué significa la «Inmaculada Concepción de María»?
La fe en la «Inmaculada Concepción» de María existe desde el inicio de la Iglesia. Hoy a veces se entiende mal esta
expresión. Significa que Dios preservó a María del pecado original, y además desde el principio. Pero no dice nada
sobre la concepción de Jesús en el vientre de María.
Pregunta 84. ¿Fue María únicamente un instrumento de Dios?
María fue mucho más que un mero instrumento pasivo de Dios. También mediante su asentimiento activo se realizó
la Encarnación de Dios. La salvación de la humanidad por medio de Jesucristo comienza por tanto con una solicitud de
Dios, con el consentimiento libre de una persona, y con un embarazo antes de que María estuviera casada con José. A
través de estos caminos tan poco comunes, María se convirtió para nosotros en la «puerta de la Salvación».
Pregunta 85. ¿Por qué María es también nuestra madre?
María es nuestra madre porque Cristo, el Señor, nos la dio como madre.
En las palabras que Jesús dirigió a Juan desde la cruz ha entendido siempre la Iglesia que Jesús confiaba toda la Iglesia
a María. De este modo María es también nuestra madre. Podemos invocarla y suplicar su intercesión ante Dios.
Pregunta 86. ¿Por qué Jesús no se manifestó nunca en público a lo largo de treinta años de su vida?
Jesús quería compartir con nosotros su vida y santificar con ello nuestra vida cotidiana. Jesús fue un niño que recibió
de sus padres amor y afecto y fue educado por ellos. El hecho de que Dios quisiera en Jesús nacer en una familia
humana y crecer en ella, ha hecho de la familia un lugar de Dios y la ha convertido en prototipo de la comunidad
solidaria.
Pregunta 87. ¿Por qué Jesús se dejó bautizar por Juan, aunque no tenía pecado?
Bautizar significa sumergir. En su bautismo, Jesús se sumergió en la historia de pecado de toda la humanidad. Con ello
instituyó un signo. Para redimirnos de nuestros pecados sería sumergido un día en la muerte, pero por el poder de su
Padre sería despertado de nuevo a la vida.
En realidad, Jesús no necesitaba este bautismo, pues él no tenía pecado. El hecho de que se sometiera a este bautismo
nos demuestra dos cosas. Jesús toma sobre sí nuestros pecados. Jesús ve su bautismo como anticipación de su Pasión
y su Resurrección.
Pregunta 88. ¿Por qué fue tentado Jesús? ¿Acaso podía ser tentado realmente?
A la verdadera humanidad de Jesús pertenece la posibilidad de ser tentado. Pues en Jesús no tenemos un salvador
«incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el
pecado».
Pregunta 89. ¿A quién promete Jesús el «reino de Dios»?
Dios quiere «que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad». El «reino de Dios» comienza en las personas
que se dejan transformar por el amor de Dios. Según la experiencia de Jesús son sobre todo los pobres y los pequeños.
Incluso las personas que están alejadas de la Iglesia encuentran fascinante que Jesús, con una especie de amor
preferencial, se dirija primero a los excluidos sociales.
Pregunta 90. ¿Hizo Jesús milagros o son sólo cuentos piadosos?
Jesús hizo verdaderos milagros, así como los apóstoles. Los autores del Nuevo Testamento se refieren a sucesos reales.
Ya las fuentes más antiguas nos informan de numerosos milagros, incluso de resurrecciones de muertos, como
confirmación del anuncio de Jesús. Los milagros sucedieron en lugares públicos, las personas afectadas eran conocidas
a veces incluso por su nombre, por ejemplo el ciego Bartimeo o la suegra de Pedro. También hubo milagros que
representaban para el entorno judío delitos escandalosos, y que, sin embargo, no fueron negados por los judíos
contemporáneos de Jesús.
Pregunta 91. ¿Por qué hizo Jesús milagros?
Los milagros que hizo Jesús eran signos del comienzo del reino de Dios. Eran expresión de su amor a los hombres y
confirmaban su misión. Los milagros de Jesús no eran una representación mágica. Por medio de los milagros, Jesús
muestra que es el Mesías y que el reino de Dios comienza en él.
De este modo se podía experimentar el inicio del nuevo mundo: liberaba del hambre, de la injusticia, de la enfermedad
y la muerte. Sin embargo, Jesús no suprimió toda desgracia y todo mal de este mundo. Se fijó especialmente en la
liberación del hombre de la esclavitud del pecado. Le importaba ante todo la fe que suscitaba a través de los milagros.
Pregunta 92. ¿Para qué llamó Jesús a los apóstoles?
Jesús tenía un gran círculo de discípulos a su alrededor, eran hombres y mujeres. De ese círculo elige a doce hombres,
a los que llamó (apóstoles). Los apóstoles recibieron de él una formación especial y diferentes tareas: «y los envió a
proclamar el reino de Dios y a curar». Jesús llevó consigo sólo a estos doce apóstoles a la última cena, donde les
encargó: «Haced esto en memoria mía».
Los apóstoles se convirtieron en testigos de la Resurrección y garantes de su verdad. Después de la muerte de Jesús
continuaron su misión. Eligieron a sucesores para su ministerio: los obispos. Los sucesores de los apóstoles ejercen en
nuestros días los poderes otorgados por Jesús: gobiernan, enseñan y celebran los misterios divinos. La unión de los
apóstoles se convirtió en el fundamento de la unidad de la Iglesia (sucesión apostólica).
Pregunta 93. ¿Por qué se transfiguró Jesús en el monte?
La Transfiguración de Cristo tenía que ayudar/fortalecer después a los discípulos a comprender su muerte y
resurrección.
Pregunta 94. ¿Sabía Jesús que iba a morir cuando entró en Jerusalén?
Sí. Jesús había anunciado en tres ocasiones su Pasión y su Muerte, antes de dirigirse consciente y voluntariamente al
lugar de su Pasión y de su Resurrección.
Pregunta 95. ¿Por qué eligió Jesús la fecha de la fiesta judía de la Pascua para su Muerte y Resurrección?
Jesús eligió la fiesta de la Pascua de su pueblo como símbolo de lo que iba a suceder con él en la Muerte y Resurrección.
Al igual que el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto, así también nos libera Cristo de la esclavitud del
pecado y del poder de la muerte.
Pregunta 96. ¿Por qué se condenó a un hombre de paz como Jesús a morir en la cruz?
Jesús colocó a su entorno ante una cuestión decisiva: o bien él actuaba con poder divino, o bien era un impostor, un
blasfemo, un infractor de la ley, y debía rendir cuentas por ello según la ley.
Pregunta 97. ¿Son culpables los judíos de la muerte de Jesús?
Nadie puede atribuir a «los judíos» una culpa colectiva en la muerte de Jesús. Lo que la Iglesia confiesa con certeza,
por el contrario, es la responsabilidad de todos los pecadores en la muerte de Jesús. En el proceso de Jesús estuvieron
implicadas diferentes personas y autoridades romanas y judías (Caifas, Judas, el Sanedrín, Herodes, Poncio Pilato),
cuya culpa individual sólo Dios conoce.
Pregunta 98. ¿Quería Dios la muerte de su propio Hijo?
No se llegó a la muerte violenta de Jesús por desgraciadas circunstancias externas. Por ambas partes (como de Padre
e Hijo) se trata de un amor que se demostró hasta el extremo en la Cruz. El Padre y el Hijo eran aliados inseparables
en esta misión, dispuestos y deseosos de asumir sobre sí lo máximo por amor al hombre. Dios quería llevar a cabo un
intercambio para salvarnos para siempre. Quería darnos su vida eterna, para que gocemos de su alegría, y quería sufrir
nuestra muerte, nuestra desesperación, nuestro abandono, para estar en comunión con nosotros en todo. Para
amarnos hasta el final y más allá. La muerte de Cristo es la voluntad del Padre, pero no su última palabra. Desde que
Cristo murió por nosotros, podemos cambiar nuestra muerte por su vida.
Pregunta 99. ¿Qué sucedió en la Última Cena?
Jesús lavó los pies a sus discípulos la víspera de su muerte; instituyó la eucaristía e inauguró el sacerdocio de la Nueva
Alianza. Jesús mostró su amor hasta el extremo de tres maneras:
Lavó los pies a sus discípulos y mostró que está entre nosotros como el que sirve.
Anticipó simbólicamente su muerte redentora, pronunciando sobre los dones del pan y del vino estas palabras: «Esto
es mi cuerpo, que se entrega por vosotros». De este modo instituyó la Sagrada Eucaristía.
Y al mandar a sus apóstoles: «Haced esto en memoria mía», los convirtió en sacerdotes de la Nueva Alianza.
Pregunta 100. ¿Tuvo Jesús miedo ante la muerte en el Huerto de los Olivos, la noche antes de morir?
Puesto que Jesús era verdaderamente hombre, experimentó en el Huerto de los Olivos verdaderamente el miedo
humano ante la muerte. Con las mismas fuerzas humanas que tenemos todos nosotros Jesús tuvo que luchar por su
asentimiento interior a la voluntad del Padre de dar su vida para la vida del mundo. En su hora más difícil, abandonado
por todo el mundo e incluso por sus amigos, Jesús se decidió finalmente por un sí.
Pregunta 101. ¿Por qué tuvo Jesús que redimirnos precisamente en la Cruz?
La Cruz, en la que Jesús inocente fue ajusticiado cruelmente, es el lugar de la máxima humillación y abandono. Cristo,
nuestro Redentor, eligió la Cruz para cargar con la culpa del mundo y sufrir el dolor del mundo. De este modo,
mediante su amor perfecto, ha conducido de nuevo el mundo a Dios. Dios no nos podía mostrar su amor de un modo
más penetrante que dejándose clavar en la cruz en la persona del Hijo. La cruz era el instrumento de ejecución más
vergonzoso y más cruel de La Antigüedad.
Pregunta 102. ¿Por qué debemos nosotros también aceptar el sufrimiento en nuestra vida y así «cargar con la cruz» y
con ello seguir a Jesús?
Los cristianos no tienen que buscar el dolor, pero cuando se enfrentan a un dolor que no se puede evitar, éste puede
cobrar sentido para ellos si unen su dolor al dolor de Cristo. En la fe podemos aceptar nuestro propio dolor y compartir
el ajeno. De este modo el dolor humano se hace uno con el amor redentor de Cristo y con ello se hace parte de la
fuerza divina que transforma el mundo hacia el bien.
Pregunta 103. ¿Murió Jesús realmente o quizás pudo resucitar precisamente porque sólo había sufrido la muerte en
apariencia?
Jesús murió realmente en la Cruz; su cuerpo fue enterrado. Esto lo atestiguan todas las fuentes. Los soldados
comprueban expresamente la muerte de Jesús: abren el costado de Jesús muerto con una Lanza y ven que salen sangre
y agua. Además se dice que a Los crucificados con él les quebraron las piernas, una medida para acelerar el proceso
de la muerte; esta medida ya no era necesaria en el caso de Jesús en el momento en cuestión, porque él ya estaba
muerto.
Pregunta 104. ¿Se puede ser cristiano sin creer en la Resurrección de Cristo?
No. «Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana también vuestra fe».
Pregunta 105. ¿Cómo llegaron a creer los discípulos que Jesús había resucitado?
Los discípulos, que antes habían perdido toda esperanza, llegaron a creer en la Resurrección de Jesús porque lo vieron
de formas diferentes después de su muerte, hablaron con él y experimentaron que estaba vivo. Sólo el encuentro con
Cristo resucitado los liberó de su espanto y los llenó de una fe entusiasta en Jesucristo, el Señor de la vida y de la
muerte.
Pregunta 106. ¿Hay pruebas de la Resurrección de Jesús?
No hay pruebas de su Resurrección en el sentido de las ciencias positivas. Pero, como hecho histórico y trascendente
a la vez, dio lugar a testimonios individuales y colectivos muy poderosos, por parte de un gran número de testigos de
los acontecimientos de Jerusalén.
El testimonio escrito más antiguo de la Resurrección es una carta que escribió san Pablo a los Corintios
aproximadamente veinte años después de la muerte de Cristo. Pablo informa aquí de una tradición viva, que él se
encontró en la comunidad primitiva, cuando uno o dos años después de la Muerte y Resurrección de Jesús llegó él
mismo a ser cristiano a causa de su propio encuentro deslumbrante con el Señor resucitado. Como primer indicio de
la realidad de la Resurrección entendieron los discípulos el hecho de la tumba vacía. Y precisamente fueron mujeres,
que según el derecho entonces vigente no eran testigos válidos, las que la descubrieron. La multitud de encuentros
con el Resucitado acabaron con la Ascensión de Cristo a los cielos. Sin embargo hubo después y hay hoy encuentros
con el Señor resucitado: Cristo vive.
Pregunta 107. ¿Volvió Jesús por la Resurrección al estado corporal que tenía durante su vida terrena?
El Señor resucitado se dejó tocar por sus discípulos, comió con ellos y les enseñó las heridas de la Pasión. Sin embargo,
su cuerpo ya no pertenece únicamente a la tierra, sino al ámbito divino del Padre.
Cristo resucitado, que lleva las heridas del Crucificado, ya no está ligado al tiempo y al espacio. Podía pasar a través de
puertas cerradas y aparecerse en lugares diferentes y bajo una forma en la que no lo reconocían inmediatamente. La
Resurrección de Cristo no fue por tanto un retorno a la vida terrena normal, sino la entrada en un nuevo modo de ser.
Pregunta 108. ¿Qué ha cambiado en el mundo por la Resurrección?
Puesto que ya no todo termina con la muerte, la alegría y la esperanza han entrado en el mundo. Después de que la
muerte «ya no tiene dominio» sobre Jesús, no tiene ya tampoco poder sobre nosotros, que pertenecemos a Jesús.
Pregunta 109. ¿Qué quiere decir que Jesús ha ascendido a los cielos?
Con Jesús uno de nosotros ha llegado junto a Dios y está allí para siempre. En su Hijo, Dios está humanamente cercano
a nosotros los hombres.
En el Nuevo Testamento, la Ascensión de Cristo a los cielos marca el final de una cercanía especial del Resucitado con
sus discípulos a lo largo de cuarenta días. Acabado este tiempo, Jesús entra con toda su humanidad en la gloria de
Dios. La Sagrada Escritura expresa esto mediante los símbolos de la «nube» y el «cielo». La Ascensión significa que
Jesús ya no está en la tierra de forma visible, aunque está presente y está aquí.
Pregunta 110. ¿Por qué es Jesucristo Señor del mundo entero?
Jesucristo es Señor del mundo y Señor de la historia porque todo fue creado para él. Todos los hombres han sido
salvados por él y serán juzgados por él.
Él está sobre nosotros como el único ante quien doblamos la rodilla en adoración; está junto a nosotros como Cabeza
de su Iglesia, en la que comienza ya ahora el reino de Dios; va por delante de nosotros como Señor de la historia, en
quien los poderes de las tinieblas serán definitivamente derrotados y los destinos del mundo se cumplirán según el
plan de Dios; sale a nuestro encuentro en gloria, en un día que no conocemos, para renovar y llevar a consumación el
mundo. Su cercanía se puede experimentar sobre todo en la Palabra de Dios, en la recepción de los sacramentos, en
la atención a los pobres, etc.
Pregunta 111. ¿Qué pasará cuando el mundo llegue a su fin?
Cuando el mundo llegue a su fin, vendrá Cristo, visible para todos. Las conmociones dramáticas anunciadas en la
Sagrada Escritura son sólo la cara oscura de la nueva realidad: la victoria definitiva de Dios sobre el mal se hará visible.
La gloria, la verdad y la justicia de Dios saldrán a la luz resplandeciente. Con la venida de Cristo habrá «un cielo nuevo
y una tierra nueva».
Pregunta 112. ¿Y cuándo Cristo nos juzgue a nosotros y a todo el mundo?
A quien no quiere saber nada del amor, no le puede ayudar Cristo; se juzga a sí mismo. Según el criterio de lo que es
la vida de Jesús saldrá a la luz la verdad completa de todos los hombres, de todas las cosas y de todos los pensamientos
y acontecimientos.
La Providencia de Dios
Pregunta 49. ¿Dirige Dios el mundo y también mi vida?
Sí, pero de un modo misterioso; Dios conduce todo por caminos que sólo él conoce, hacia su consumación. En ningún
momento deja de su mano aquello que ha creado. Dios influye tanto en los grandes acontecimientos de la historia
como en los pequeños acontecimientos de nuestra vida personal, sin que por ello quede recortada nuestra libertad y
seamos únicamente marionetas de sus planes eternos.
Pregunta 50. ¿Qué papel juega el hombre en la providencia divina?
La consumación de la Creación a través de la providencia divina no sucede sin nuestra intervención. Dios nos invita a
colaborar en la perfección de la Creación. El hombre puede rechazar la voluntad de Dios. Pero es mejor convertirse en
un instrumento del amor divino. Si Dios actúa también con nosotros y a través nuestro, no debemos confundir nunca
nuestros propios pensamientos, planes y actos con la acción de Dios. Dios no necesita nuestro trabajo como si a Dios
le faltara algo sin él.
Pregunta 51. Si Dios lo sabe todo, ¿por qué no impide entonces el mal?
«Dios permite el mal sólo para hacer surgir de él algo mejor». El mal en el mundo es un misterio oscuro y doloroso.
Hay muchas cosas incomprensibles. Pero tenemos una certeza: Dios es totalmente bueno. Nunca puede ser el
causante de algo malo. Dios creó el mundo bueno, pero éste no es aún perfecto. En medio de rebeliones violentas y
de procesos dolorosos se desarrolla hasta su consumación definitiva.
El hombre caído
Pregunta 67. ¿Qué es el pecado?
En el fondo el pecado es el rechazo de Dios y la negativa a aceptar su amor. Esto se muestra en el desprecio de sus
mandamientos. El pecado es más que un comportamiento incorrecto; tampoco es una debilidad psíquica. En lo más
hondo de su ser, todo rechazo o destrucción de algo bueno es el rechazo del Bien por excelencia, el rechazo de Dios.
En su dimensión más honda y terrible, el pecado es la separación de Dios y con ello la separación de la fuente de la
vida. Por eso también la muerte es la consecuencia del pecado. Solamente en Jesús comprendemos la
inconmensurable dimensión del pecado: Jesús sufrió el rechazo de Dios en su propio cuerpo.
Pregunta 68. ¿Pecado original? ¿Y qué tenemos que ver nosotros con el pecado original de Adán y Eva?
El pecado en sentido propio es una culpa de la que hay que responder personalmente. El término «pecado original»
no se refiere por tanto a un pecado personal, sino al estado caído de la humanidad en el que nace cada individuo antes
de pecar por decisión propia.
Pregunta 69. ¿Estamos obligados a pecar por el pecado original?
No. Pero el hombre está profundamente herido por el pecado original y tiende a pecar. Sin embargo, con la ayuda de
Dios, es capaz de hacer el bien.
No deberíamos pecar en ningún caso. Pero, de hecho, pecamos una y otra vez, porque somos débiles, ignorantes y
caemos en la tentación. Por lo demás, un pecado a la fuerza no sería tal pecado, porque el pecado implica siempre la
decisión libre.
Pregunta 70. ¿Cómo nos saca Dios del remolino del mal?
Dios no se limita a contemplar cómo el hombre se destruye cada vez más a sí mismo y a la creación a través de la
reacción en cadena del pecado. Nos envía a Jesucristo, el Salvador y Redentor, que nos arranca del poder del pecado.
«Nadie me puede ayudar»: esta formulación de la experiencia humana ya no es válida. Llegue a donde llegue el
hombre a través de sus pecados, hasta allí ha enviado Dios Padre a su Hijo. La consecuencia del pecado es la
muerte. La consecuencia del pecado es sin embargo también la maravillosa solidaridad de Dios, que nos envía a
Jesús como amigo y salvador. Por eso al pecado original se le llama también fetix culpa.