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Apuntes Clase Gramática Española

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18/09/2023

TEMA 1: BREVE HISTORIA DE LA GRAMÁTICA ESPAÑOLA

Antecedentes en la edad media

La gramática de Nebrija y el periodo áureo (Correas y RAE del XVIII)

Salvat

Andrés Bello

Aroux y gramatización de las lenguas?

TEMA 2 MODELOS DE EXPLICACIÓN GRAMATICAL. DE LA GRAMÁTICA TRADICIONAL A LAS


DIFERENTES CONCEPCIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS ACTUALES.

1. Gramática tradicional y comparativismo

Dos obras claves en este periodo:

- F. Boop en 1816. Sobre el sistema de conjugación del sánscrito en comparación con el


del griego, el latín el persa y las lenguas germánicas.
- Curso de lingüística general de Ferdinand de Saussure, publicado en 1916 por Charles
Bally y Albert Sechehaye.

Durante el siglo XIX se persigue trasladar los supuestos teóricos metodológicos de las
ciencias naturales a la lingüística, la literatura, el pensamiento religioso… Los estudios de este
periodo se centran en la fonética, así como en la genealogía de las lenguas y su parentesco
entre ellas. Las corrientes positivistas dieron lugar en lingüística al comparativismo o a la
Neogramática.

Tuvo su máximo esplendor en la romanística alemana:

- Meyer-Lübke y sus obras Gramática de las lenguas románicas, Diccionario etimológico


de las lenguas romance e Introducción al estudio de la lingüística romance. En general
estas obras tuvieron cierta relevancia en el mundo hispánico, sobre todo la última, ya
que fue traducida al español por Américo Castro en 1914.
- F. Boop en 1816: Sobre el sistema de conjugación del sánscrito en comparación con el
del griego, el latín el persa y las lenguas germánicas.

August Schleicher empezó a tomar otras directrices. Fue el primero en elaborar leyes
fonéticas y pionero en acercarse a la reconstrucción del indoeuropeo. Además estableció la
teoría por la que se explica la relación genética o el parentesco de diversas lenguas del
mundo (Stammbaumtheorie). Algunas de sus obras son Compendio de diferentes
gramáticas de las lenguas indogermánicas (1861-1862) y La diferencia entre nombres y
verbos en las formas fonéticas (1865).
2. El Estructuralismo y El Funcionalismo

A partir del siglo XX se comienza a pensar que la lingüística debe considerarse una ciencia
independiente (con un método específico y no copiado de las ciencias naturales). Saussure,
Bloomfield y Jakobson son los máximos exponentes del estructuralismo, quienes defendían
que no era necesario acudir a criterios extralingüísticos para estudiar las lenguas. De este
modo, las teorías estructuralistas se basan en datos ofrecidos por el mismo lenguaje. La obra
más importante de los estructuralistas es el Curso de lingüística general.

2.1. Cours de linguistique générale (1916)

Hablamos de Saussure, autor de la obra. Divide su obra en varias partes:

 Naturaleza del signo lingüístico; lingüística estático-evolutiva.


 Lingüística sincrónica: se encarga de definir el papel de las relaciones asociativas y
sintagmáticas de una lengua; es en esta parte donde encontramos la cuestión de
las categorías gramaticales.
 Lingüística diacrónica
 Geografía lingüística
 Lingüística retrospectiva: es decir, método con el que poder reconstruir lenguas de
las que no poseemos testimonios.

A pesar de que la escuela de Saussure era comparatista, él le reprocha al


Comparativismo que no señala, no define, la naturaleza del objeto de estudio (¿qué voy a
estudiar?). El principal objetivo de Saussure era estudiar sincrónica y diacrónicamente el mayor
número de lenguas posibles. En segundo lugar, le interesaban los principios, las fuerzas que
subyacen en todas las lenguas e intervienen en ellas de manera permanente y universal.
Finalmente, pretendía definir la lengua desligándola de todo elemento extralingüístico,
estudiarla en sí misma y por sí misma. “La lingüística tiene por único y verdadero objeto la
lengua considerada en sí misma y por sí misma” (CLG, p.364) refiriéndose a esa independencia
de los métodos de las ciencias naturales. Aquí encontramos un problema: la lengua es algo
social, por lo que es imposible desligarla de otras disciplinas.

A continuación analizaremos los puntos fundamentales del Estructuralismo, reflejados


en esta obra:

- “Al separar la lengua del habla (langue et parole), se separa a la vez: 1º, lo que es social
de lo que es individual; 2º, lo que es esencial de lo que es accesorio y más o menos
accidental. La lengua no es una función del sujeto hablante, es el producto que el
individuo registra previamente; nunca supone premeditación, y la reflexión no
interviene en ella más que para la actividad de clasificar […]. El habla es, por lo
contrario, un acto individual de voluntad y de inteligencia […].” (Saussure, 1972 [1916]:
57).

Diferencia entre langue (lengua) y parole (habla): en resumen, afirma que el lenguaje
es un fenómeno social y el habla individual. La lengua es algo innato (se parece al
Generativismo de Chomsky) mientras que el habla es un acto individual.

- La lengua es “un producto social de la facultad del lenguaje” y “un conjunto de


convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de
esa facultad en los individuos”.
Distingue Saussure entre la competencia lingüística del hablante como miembro de una
comunidad lingüística (langue) y la realización individual de esta competencia (parole).

- Obtención de los datos en la parole; objeto de estudio en la langue.

Los datos lingüísticos están en la parole, pero Saussure dice que es imposible de
estudiarla al estar en constante cambio. La langue es lo que tenemos que estudiar, aquella
implantada en nosotros por la sociedad. No obstante, si estudio la langue y no la parole tengo
que inventarme ejemplos para explicarla. Esto supone que no estudiemos la compleja realidad
de la parole. La realidad fenoménica del Estructuralismo es el conjunto de obras lingüísticas en
sí.

- Características de la langue:
o Sistema de elementos interrelacionados no autosuficientes: es un conjunto de
elementos gramaticales, léxicos y fonológicos se relacionan, no se pueden
entender por separados. Estos términos se deben definir los unos respecto a los
otros.
o Para Saussure el signo lingüístico tiene dos caras: un significante que es la huella
psíquica que une el cerebro del hablante, el conjunto de sonidos, con un concepto
que es el significado. La relación entre estas dos caras es arbitraria.
o Establece dos tipos de relaciones: sintagmáticas (en presencia, de Juan come
manzana cómo se relacionan cada uno de los miembros de esa frase con las
demás) y asociativas (entramado de factores lingüísticos y psicológicos, es decir,
cada unidad lingüística tiene una evocación en la memoria de cada uno de
nosotros). Estas últimas las elimina Hjelmslev, e incorpora las relaciones de tipo
paradigmático. Éstas serán relaciones en ausencia (por ejemplo los paradigmas
verbales: o se coge una forma u otra).
o Por último distingue la sincronía de la diacronía. Para Saussure la sinccronía es un
tipo de ficción metodológica, porque las lenguas están en constante cambio, lo que
imposibilita teorizar sobre una lengua.

Resumiendo: lengua/habla; sintagmático/asociativo; sincronía/diacronía.

2.2. Círculo lingüístico de Praga

Fundación en octubre del 26. Jakobson y Trubetskói. Sus trabajos se difundieron a


través de la revista Trabaux du Cercle Linguistique de Prague.

“La lengua es un sistema de medios de expresión apropiados para un fin. No puede


llegarse a comprender ningún hecho de lengua sin tener en cuenta el sistema al cual
pertenece”. Cuando nos acercamos a la lengua debemos preguntarnos “¿para qué la estamos
utilizando?” y “qué función desempeñan los elementos lingüísticos”. Esto va a dar lugar al
Funcionalismo. Ambos, Jakobson y Trubetskói, coinciden en la concepción de los elementos
lingüísticos como solidarios entre sí y dependientes del sistema. No se pueden estudiar por
separado, sino dentro del sistema.

Estos lingüistas logran grandes avances en el terreno de la fonología (Gründzuge der


Phonologie de Trubetskói o Fundamentos de la fonología). Se va a hablar por primera vez de
sonidos (pertenecen al habla) y fonemas (pertenecen a la lengua). Lleva langue y parole a la
fonología. Cada fonema posee ciertos rasgos distintivos que los caracterizan por oposición a los
otros. La novedad radica en la creación de series específicas de rasgos de oposición de los
fonemas. Se hace un acercamiento específico desde el punto de vista metodológico en esta
disciplina. Jakobson contaba con un fonograma, con el que analizó los fonemas de todas las
lenguas del mundo conocidas hasta entonces.

2.3. Círculo lingüístico de Copenhague

Sus trabajos se publicaron en la revista Trabajos del círculo de Copenhague. Sus


fundamentos están en la obra de Hjelmslev Prolegómena de una teoría del lenguaje (1943).

Afirma que lo primero que debe hacerse es definir el objeto de estudio. Hay que
prescindir de cualquier elemento extralingüístico, centrándose únicamente en el lenguaje que
es un todo autosuficiente (por lo que se debe comprender como una estructura sui generis).

Para esto, Hjelsmlev pretende elaborar una teoría para todas las lenguas. La teoría ha
de cumplir el principio del empirismo (para él: la teoría construida no debe ser contradictoria,
ni vaga ni compleja).

Distingue tres elementos: sistema, proceso y texto. El sistema es similar a la langue


saussureana; el proceso sería la realización de la parole y el texto el conjunto de datos a
realizar.

2.4. El Funcionalismo

Explicado en el Prólogo de la Gramática funcional del español de Hernández Alonso (1996).


Otros funcionalistas son André Martinet, Coseriu, Pottier y Emilio Alarcos Llorach. Cuenta con
muchas escuelas repartidas por diferentes universidades españolas.

No existe una sola gramática funcional. Es el primer movimiento que lo reconoce. Son
varias corrientes las que se insertan en este modo metodológico. Son varios grupos de
corrientes y autores con grupos comunes, que no dicen lo mismo, su objeto de estudio no
tienen los mismos límites, aunque sí sus principios, que son los siguientes:

1. La lengua debe concebirse y estudiarse como instrumento de la comunicación humana.

Es un procedimiento de interacción personal a través de la capacidad del lenguaje.


Lenguaje es una capacidad que tenemos todos los humanos, que se encuentra en un nivel
superior a la lengua. No puede entenderse ni explicarse por sí misma. Hay que tener en cuenta
los condicionantes de cada hablante. Aquí empiezan las divergencias entre los diferentes
autores funcionalistas; hay autores que incluyen métodos pragmático-discursivos, abre el
camino a las consideraciones situacionales.

“Es como si se quisiera negar el carácter de estudio médico a aquel que se detiene
explicando perfectamente las formas, organización y articulación de los huesos de las
extremidades, sin que, en ese caso, atienda a los resultados de la articulación, a su dinamismo
y a las consecuencias que su funcionamiento lleva” (Hernández Alonso, 1996, 24). La cita
explica el lenguaje per se. No podemos entender la lengua sin el por qué, ni el en qué ni con
qué.
2. Un método funcional debe ser capaz de abordar todo tipo de mensaje lingüístico con
planteamientos paralelos en todos los niveles de la lengua, y sin necesidad de ponerse un
techo lingüístico. Alarcos, Gutiérrez Ordoñez / Pike, Longacre.

Tiene que explicar desde las unidades más mínimas de la lengua hasta las unidades
máximas. Alarcos sí tiene ese techo lingüístico en la oración, por ejemplo, y como no quieren
saber de elementos extralingüísticos pone su límite ahí; sin embargo hay otros que tienen su
límite más amplio. Esto pasa con autores ingleses como Pike o Longacre. Es el nacimiento del
Análisis del discurso.

3. La gramática funcional concibe el signo como unidad indisoluble con dos caras o
ángulos, que pueden ser enfocados individualmente: “forma de expresión””, “forma de
contenido” y “forma de función”. Hablamos de FORMANTES, no partes ni componentes.

Teoría defendida por César Hernández entre otros. Nos recuerda a la división en
significante y significado que hacían los estructuralistas. La diferencia radica en que los
estructuralistas dividen el signo en dos partes, y Hernández Alonso los divide en tres
formantes. La unidad para Hernández es mayor, más indisoluble que para los anteriores. No se
puede entender la lengua sin la función.

“Porque un signo que no funciona, que no forma parte de una estructura, no es tal signo,
sino un significante capaz de convertirse en un signo”. (Hernández Alonso, 1996: 25). El signo
lingüístico es lingüístico porque funciona dentro de un sistema. No basta con la forma y el
contenido, debe tener una función a nivel discursivo.

4. Doble camino de la gramática: analítico (explica unidades y mecanismos) y genético o


productivo (aplica reglas y crea mensajes).

Los estructuralistas anteriores solo tenían un camino analítico. El camino genético es el que
explica cómo funcionan las unidades gramaticales.

5. El Generativismo

Sus antecedentes se encuentran en la Gramática de constituyentes (Boas, Sapir y


Bloomfield). Evoluciona hacia la Lingüística distribucional de Zellin Harris y finalmente a la
Gramática generativa, cuyo máximo representante es Noam Chomsky.

Ninguna línea de gramática anterior habían sido capaz de explicar ciertos vacíos esenciales,
como la naturaleza innata del lenguaje, la concordancia… Estas líneas de la lingüística se
dedicaban a desarrollar teorías taxonómicas. Chomsky define el lenguaje como un conjunto
finito de elementos capaces de crear infinitos mensajes.

El investigador para Chomsky tiene dos tareas: la primera es elaborar una teoría que de
cuenta de la capacidad lingüística innata de los hablantes que les permite crear mensajes
infinitos con elementos de un sistema finito (competencia de actuación, la competencia es la
facultad innata del lenguaje y la actuación es cada enunciado que proferimos); la segunda
tarea consiste en elaborar un modelo que corresponda a un hablante-oyente ideal o idealizado
(esto sería la gramática para Chomsky).
Chomsky dice que existe una estructura profunda de carácter sintáctico y abstracto que
funciona para todas las lenguas.

El generativismo no tiene mucho éxito para la lengua española, ni para cualquier lengua en
concreto. Chomsky teoriza sobre el lenguaje, no sobre las lenguas. La universalidad de la teoría
hace que se relacione más con el lenguaje en sí que con cualquier idioma.

6. Últimas líneas de investigación gramatical

6.1. Lingüística integral (Coseriu)

En primer lugar necesita posicionar de manera exacta las diferentes áreas. Las teorías
gramaticales anteriores eran taxonómicas. Coseriu se pregunta qué va a estudiar y dónde
centra su estudio. A raíz de la realidad fenoménica que es la variación lingüística, realizamos un
proceso de abstracción y así localizamos el objeto de estudio. Se homogeneiza la variación
lingüística.

La proliferación de teorías gramaticales han sido una consecuencia de la mala acotación del
objeto de estudio. (cita1984)

En segundo lugar, la lingüística necesita un marco homogéneo y unitario. Cuanto mayor sea el
grado de separación de las disciplinas, mayor debería ser el conocimiento de un área. La
lingüística integral pretende integrar todas las teorías gramaticales previas, las estudia y escoge
qué postulados acepta de ellas.

No se trata de una escuela determinada, porque quieren precisamente paliar los efectos de
pertenecer a una escuela.

En tercer lugar, la lengua es funcional porque funciona en cualquier punto del texto y del
discurso, siempre en una lengua homogénea y unitaria (histórica como el español). Narbona
critica esto en uno de sus artículos, ya que lo que la lingüística integral critica del funcionalismo
y del generativismo se repite. Que la lengua sea algo homogéneo no es real. La variación
lingüística existe y aunque lo fácil sea acercarse a ella con un modelo estático no es lo correcto.

Coseriu reconoce la variación lingüística, pero utiliza la lengua estática y homogénea


(funcional) para delimitar el objeto de estudio. La lengua funcional no existe en la variedad
fenoménica, sino que es un constructo teórico-metodológico que nos sirve para estudiarla. La
abstracción en ciencia no sólo es posible, sino también necesaria. No obstante, debemos tener
en cuenta que este constructo no existe. No se puede conferir realidad ontológica a
constructos metodológicos (Araceli López Serena). Es muy distinto pretender que las lenguas
funcionales pertenezcan a la realidad a aceptar que son constructos.

En resumen ergon (producto acabado) / energeia (lo que se hace constantemente). La lengua
no está hecha, no es ergon, sino es energeia. Necesitamos postular una especie de ergon, sin
otorgarle realidad ontológica, para acotar el objeto de estudio y acercarme a la energeia (que
en este caso sería la realidad lingüística en constante cambio).

LA TRIPARTICIÓN COSERIANA
El sistema son los elementos esenciales e indispensables de las lenguas que se basan en
oposiciones. Coseriu lo define como un sistema de posibilidades que se le da al hablante.

La norma es lo “normal” para Coseriu. No debemos confundirla con la prescriptiva (lo que
debe decirse). Estructuras normales y tradicionales para contextos comunicativos concretos. no
se trata de lo que se debe decir sino de cómo se dice. Depende del contexto comunicativo en el
que estemos.

El habla se corresponde con el nivel expresivo, el saber comunicarse en situaciones concretas.

NIVELES PARA COSERIU.

- Nivel del hablar universal.

Saber hablar en general. En este nivel tenemos cosas que pertenecen a todas las lenguas (la
claridad, la congruencia…), básicos y comunes.

- Nivel histórico de las lenguas

Concreción del nivel anterior en una tradición o lengua histórica. Se compone de estas lenguas
históricas. En este nivel como en el anterior tenemos la función de la designación o la
referencia a la realidad. A este nivel le pertenece el saber idiomático (saber hablar de acuerdo
con las normas de la lengua que se utiliza). Hay una variación interlingüística o entre lenguas,
que las distingue y las diferencia.

- Nivel del discurso

Le corresponde el saber expresivo. Tenemos una capacidad de adaptación a situaciones


comunicativas concretas.

Tendríamos la lingüística del hablar, la lingüística de las lenguas, y la lingüística del discurso o
del texto. Esto último es un poco antiguo, pero es lo que más tarde dará lugar al análisis del
discurso. La lingüística integral intenta aunar estas tres lingüísticas, estos tres niveles.

6.2. Oralidad. Lingüística de la variación. Tradiciones Discursivas (Peter Koch y


Österreicher)

Parten de la teoría coseriana, les interesa la tripartición. Además, cogen un modelo de Lugwig
Söll, el cual distingue el medio de la concepción. El medio puede ser gráfico o fónico. La
concepción se corresponde con la configuración lingüística, que puede ser hablada o escrita.
Nosotros normalmente asociamos el medio hablado con la concepción hablada y el medio
escrito con la concepción escrita. con este modelo se pretende no combinar la concepción
hablada con medio hablado y la concepción escrita con el medio escrito, sino que puedan
combinarse también entre sí.

La línea que separa el medio es continua, es decir, no se puede hablar y escribir la vez. No
obstante, la concepción si es gradual. El problema es la dicotomía enorme que surge de este
esquema. Los lingüistas alemanes lo plantean entonces como un continuum: “todas las formas
de expresión, con independencia de su concepción, pueden ser transferidas desde su
realización medial típica al otro medio”. De este modo, la concepción hablada del modelo de
Söll pasa a ser llamada inmediatez comunicativa y la concepción escrita será ahora distancia
comunicativa. Estos autores establecen una serie de parámetros para saber si un discurso
pertenece a la distancia o a la inmediatez: proximidad física, relación personal, planificación del
discurso…

Hasta ahora tenemos tres niveles coserianos (universal, lenguas históricas y discurso), dos
concepciones (inmediatez y distancia) y dos medios (escritos y hablados). Kork y Osterreicher
plantean la cadena de variedades no en una tabla, sino como una línea que va desde dos polos
(inmediatez absoluta y distancia absoluta).

Dos niveles:

- Universal esencial: supremacía de la inmediatez comunicativa. Las dislocaciones


(cambiar cualquier elemento de su posición habitual), la parataxis (coordinación y
yuxtaposición).
- En el nivel idiomático-contingente encontramos flechas negras hacia arriba. Las flechas
indican que un rasgo fuertemente marcado diatópicamente (como el ceceo por
ejemplo), va a ser diastrática y diafásicamente bajos. En situaciones de inmediatez
comunicativa es más probable que aparezcan rasgos diatópicos fuertemente marcados.
En una situación de distancia no se esperan estos rasgos. Esto explica el sentido de la
flecha.

A la parte izquierda del continuum se la conoce como situaciones prototípicas de inmediatez y


a la parte derecha como prototípicamente distante. No obstante, entre ambas partes hay
grises, un continuum.

La cuarta dimensión (inmediatez-distancia): se trata de hechos que no se pueden caracterizar


de otra forma que con los términos hablado/escrito o inmediatez/distancia. Es una explicación
escueta que no nos dan pista de a qué se referían con este cuarto nivel.

Podemos distinguir entre un hablar inmediato y un hablar distante, una lengua inmediata de
una distante, y en el nivel idiomático-contingente además tenemos una tradición discursiva
(buscar, es de historia 1) distante de inmediata.

En el tercer nivel tenemos el ??.

Es importante distinguir la concepción para estudiar diacrónicamente la lengua. Este modelo es


dinámico, lo que permite la inclusión de las variedades de la lengua. los rasgos no son
inmediatos o distantes, pueden cambiar (f- latina era un rasgo inmediato hasta que se
generalizó). Es un modelo de expectativas, puede cambiar según el hablante.

Leer artículo.

25/09/2023

 Práctica tema 2
- Tipos de ejemplos:
Cogidos de un corpus literario (no representan la realidad fenoménica de la lengua)
Tenemos el de la Gramática de la lengua castellana de Bello (Gramática XIX,
tradicional, usando un método empírico que parte de un corpus real) o de Alcina y
Blecua?.
Los demás ejemplos son tomados a través de la introspección. La gramática evoluciona
y va observando la importancia de acotar el objeto de estudio. Aceptan que estudiar la
variación lingüística (que es la realidad fenoménica) resulta imposible, por lo que para
estudiarla parten de las lenguas históricas (que son un constructo metodológico) y
construyen ejemplos para explicar sus teorías .

En el ejemplo de Marcos Marín ya observamos la posibilidad de dos realizaciones


posibles según el contexto o situación en la que se presente este ejemplo, aceptando
una elipsis en una construcción explicativa.

Alarcos es funcionalista, movimiento que concibe la lengua como instrumento de la


comunicación humana, y pretende abordar todos los niveles de la lengua. por ello
vemos ejemplos en su gramática que van desde oraciones propias de la escritura o de
registros más formales a oraciones propias de la inmediatez (las dos últimas).

Para Narbona todos son insuficientes.

Corrección
Todos explican oraciones subordinadas consecutivas.
Hacer una correlación, continuidad entre los periodos. Desde Bello hasta Bosque y
Demonte observamos una gradación desde lo más formal hasta ejemplos propios de la
inmediatez comunicativa.
Bello, gramática tradicional, norma prescriptiva, adopta ejemplos de un corpus literario
(en este caso Cervantes).
Ya con Marcos Marín tenemos un ejemplo propio de la oralidad. A pesar de esto, se
tiene que valer de la escritura para explicar este ejemplo (poniendo entre paréntesis
una estructura consecutiva tradicional).
Con Alcina y Blecua (estructuralistas moderados) vuelven a la gramática tradicional
para coger ejemplos de un corpus literario.
El problema de la obra de Narbona es que no es una gramática, sino un libro de
carácter crítico (más sencillo, pues no se busca llegar a ninguna conclusión,
simplemente busca la reflexión). Aquí si se tiene en cuenta la variación.
En Alarcos vemos ejemplos propios de la oralidad, más coloquiales. En el ejemplo 12
importa más la entonación que los elementos que componen esta oración.
Bosque y Demonte, Gramática descriptiva, es muy prescriptiva. Los ejemplos que
utiliza no son extraídos de ningún lado, están sacadas de la introspección de cada autor
(se lo inventan según convenga). Esto ayuda mucho a acotar un estudio, pero no es lo
ideal. Lo ideal sería sacar ejemplos de la realidad y tras ello homogeneizarlos. La
introspección es el método recomendado en esta gramática. Al ser recomendado cada
lingüista extraerá los ejemplos de donde ellos vean oportunos, por lo que la Gramática
descriptiva es bastante heterogénea. La introspección conlleva prescritptividad y
normatividad.

Problemas:
- Dejamos fuera de la gramática todo lo que pertenece a la realidad fenoménica
- Selección de ejemplos a partir de la teoría.
- Todos los gramáticos al final (incluso los que extraen ejemplos de la realidad)
seleccionan, por lo que entra en juego la “subjetividad” de cada autor.
- Sesgo escriturista: siempre tenemos en mente la escritura como modelo, como norma.
- Establecimiento de equivalencias; para explicar ejemplos sin estructuras nos tenemos
que valer de las tradicionales (ya que la entonación, por ejemplo, no se refleja en la
escritura). Por ejemplo, las dislocaciones son propias del sesgo escriturista.
- Cuando seleccionamos ejemplos siempre deben seleccionar variantes, aunque siempre
suelen seleccionar las variantes del propio autor (en los ejemplos de la práctica no se
tiene en cuenta la norma americana).
- El problema de las obras colectivas es que tienen diferentes fuentes para extraer los
datos y diferentes puntos de vista.

*FALTAN 2 CLASES

04/10/2023

TEMA 4

2. Sintaxis del sustantivo: núcleo del SN, preposiciones, artículo

Cita diapositiva 16

La cita ilustra que no necesariamente cuando los miembros son no correferentes implican
subordinación. Hay casos en los que nos elementos no lo son y tampoco son subordinados. Es
el caso de los tres últimos ejemplos de la diapositiva anterior.

Todo lo que establezca una relación de subordinación no son aposiciones.

Los grupos I y IV, que no son subordinados, establecen una relación de coordinación entre ellos
(según H. Martín y C. Hernández). Para Sánchez Márquez, Barenchea y Manacorda serían
coordinadas disyuntivas. Otros autores, como Martinet, estarían a medio camino entre las
coordinadas y las subordinadas. Hay otros autores que por el asíndeton (la falta de nexo),
serían yuxtapuestos. Hjelsmlev llama a este tipo de uniones como relación de constelación (la
relación entre dos términos equifuncionales). Características en diapositiva 17.

Una aposición, entonces, debería definirse por tener correferencia (Grupos I y IV): *Madrid y la
capital de España (I); Estoy aquí o dentro (IV). Equifuncionalidad: la aposición no es
subordinación. Relación directa sin nexo. Posee valor explicativo.

Se tienen que dar TODAS estas características para que se consideren aposición (serían los
grupos I y IV del ejemplario).

Los ejemplos del grupo IV son todos correferentes y sintácticamente constituyen relaciones de
constelación. El ejemplo 23 no es equifuncionales, el 24 sí, por lo que en este último sí hay
aposición y en el 23 no.

3.1. El género
El género, junto al número, son recursos sintácticos para la concordancia del sustantivo. En
principio, en las gramáticas tradicionales, el género tuvo la base lógica. Sin embargo, ya Bello
comenzó a diferenciar las nociones de género natural de género gramatical. Es decir, a partir de
1931 en las gramáticas de la RAE tiene el género una connotación gramatical. El género, por
tanto, es una categoría arbitraria heredada del indoeuropeo (excepto aquellas voces que hacen
referencia a una realidad animada y si podemos asignarle el género según la diferencia de
sexo). Es un fenómeno sintáctico para manifestar la concordancia, y además, puede tener un
contenido semántico pero no necesariamente este contenido semántico debe atender a la
diferencia de sexo.

¿Cómo se manifiesta?

Tradicionalmente se ha dicho que se manifiesta con una marca morfemática (-a fem y -o masc),
pero esto no es así, porque luego tenemos sustantivos del tipo padre/madre que no entran
dentro de esta distinción. Existen diversas teorías a cerca de las marcas morfemáticas que
puede tener el género: Badía? Dice que es -a frente a no -a. Hay otros como Roldan que
establecen más de una oposición (-a vs -o, -a vs -e, y -a vs Ø). La única marca existente es -a. El
masculino carece de marca y muchos gramáticos lo explican por ser el género no marcado.

Lo mismo ocurre con los plurales, la oposición es no pluralidad frente a pluralidad. Aquí
ocurriría lo mismo, femenino frente a no femenino (el femenino es el marcado).

Existe la moción de género. Ocurre cuando tenemos un mismo sustantivo que podemos
cambiar su género, es posible que en una misma palabra se pongan dos alomorfos (o bien -o o
bien -a). Por ejemplo león/leona. Cuando existe esta moción de género, en estos casos el
morfo femenino siempre es -a, pero el morfo masculino no tiene por qué ser -o (puede acabar
en cualquiera). Si tenemos un sustantivo que termina en -a y en ese sustantivo hay moción de
género, este sustantivo siempre va a ser femenino.

Por razones históricas, aunque no la única, la oposición más frecuente es -o frente a -a; por lo
que el hablante cuando quiera construir una palabra en femenino utilizará -a y -o para
masculino.

Ocurre algo similar con los plurales. El morfema de plural tiene tres morfos en función del
contexto fónico (0, -s, -es). En realidad, en el tipo -es tenemos dos alomorfos (e y s). La e es
una recuperación de las e que se perdieron del latín al romance (PANE > pan, panes). No
depende del contexto fónico, sino que recupera en una etapa más tardía.

Volviendo al género. No se puede hablar de género natural pero los sustantivos siempre van a
tener género gramatical.

Hay más formas de marcar el género, no solo con la morfología. El género siempre es una
categoría de tipo sintáctico, pero no es siempre morfológica ni léxica, aunque puede serlo.

Por ejemplo en “La mesa es alta”: el género se manifiesta de manera sintáctica (el adjetivo
concuerda con el sustantivo, y el actualizador está marcado también en femenino; lo que nos
indica que la a de mesa no es marca de femenino).

En “la vaca es grande”: el género nos lo marca el actualizador, sintáctico.

En “la niña es alta”: tenemos moción genérica, la -a es marca de género femenino. Se marca
también de manera sintáctica con el actualizador y con la terminación del adjetivo también en
femenino. Esto se conoce como redundancia (se marca un mismo fenómeno con varios
procedimientos).

Esto nos conduce a distinguir como manifiestan el género los seres animados frente a los seres
inanimados. Los animados son susceptibles de recibir moción genérica (niño/niña), y en caso
de recibirla, siempre se va a indicar un contenido semántico específico que sería la diferencia
de sexo macho (no marcado) frente a hembra (-a). cuando un desconoce el sexo de la realidad
a la que se está refiriendo, mediante el empleo del masculino NO estamos indicando NO
femenino. Algunos de los sustantivos de esta clase sí que manifiestan el género de forma léxica
a través de parejas opositivas (toro/vaca, hombre/mujer). No puede haber expresión léxica y
morfemática al mismo tiempo. Si la hay es pura coincidencia. El punto común de toda esta
clase de seres animados, indiferentemente de como se manifiesten, es que llevan carga
semántica: la distinción de sexo.

Debemos de hacer una distinción dentro de los seres animados: [+humano] o [-humano]. Con
palabras como artista (que posee la característica [+humano], podemos marcarlo de manera
sintáctica con un actualizador o a través de la concordancia con un adjetivo. Con los no
humanos no expresan su género ni desde el punto de vista morfemático, ni léxico, ni
sintácticamente (la perdiz o el lince, se ha de indicar si la realidad es masculina o femenina con
macho o hembra). En estos casos, el género seguiría siendo una categoría de tipo sintáctica, lo
único que no se marca de manera sintáctica. El género siempre es una categoría sintáctica, lo
único que parra los +humanos, además de sintáctica es semántica. Pero no ocurre lo mismo
con los que poseen el rasgo -humanos, en este caso el género simplemente es una categoría de
tipo sintáctico.

Con los seres inanimados, va a seguir siendo una categoría sintáctica pero NO van a tener
contenido semántico. Nunca van a expresar el género desde el punto de vista semántico. Hay
algunos, como techo, inanimado, no se distingue el género desde el punto de vista
morfemático, pero no tienen … semántico.

En cuanto al género neutro, en la gramática gramatical sería las marcas gramaticales acabadas
en o (aquello, esto, lo); aunque actualmente se reconoce su género masculino.

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