Tecnicas Silviculturales
Tecnicas Silviculturales
Tecnicas Silviculturales
Universitaria
Coronel José Félix Bogado 2160
Posadas - Misiones
Tel-Fax: (0376) 4428601
Correo electrónico:
ventas@editorial.unam.edu.ar
Página Web:
www.editorial.unam.edu.ar
ISBN: 978-950-579-500-0
©Editorial Universitaria
Universidad Nacional de Misiones
Posadas, 2018.
Todos los derechos reservados para la primera edición.
AGRADECIMIENTOS
Introducción.............................................................................................................................7
Prácticas de manejo tradicional en la selva paranaense y sus conse-
cuencias sobre el ecosistema.....................................................................................11
La importancia de los sistemas silviculturales. Relación con el manejo
mejorado o “sustentable”.............................................................................................13
Prácticas de buen manejo del bosque nativo.......................................................14
Aspectos relevantes para la definición del sistema silvicultural...................15
Bibliografía ..........................................................................................................................63
INTRODUCCIÓN
9
En la formación de los bosques secundarios, muchas veces relacionado al
proceso de degradación extrema de los bosques primarios descripto, la vege-
tación remanente es talada (desmonte) en su totalidad para desarrollar otro
uso productivo. Luego de dicho uso (en general intensivo) sigue el abandono
y el desarrollo paulatino de la vegetación natural a través de un proceso di-
námico como es la sucesión secundaria. La duración de este proceso depende
de distintos factores, entre los cuales son claves el grado de degradación del
suelo (por el uso anterior) y la disponibilidad de fuentes de semillas.
A estos se suman los bosques secundarios en distintos estadios de la su-
cesión, originados luego de otro uso de la tierra, con un potencial de produc-
ción y manejo, aún no muy evaluado en la región de la selva paranaense, con-
trariamente a lo acontecido en otras regiones de América Tropical, donde son
manejados como sistemas de producción que requieren un manejo particular.
Estos dos tipos de ecosistemas que ocupan en la actualidad una superficie
importante de la selva paranaense, requieren técnicas silviculturales diferen-
tes según los objetivos de manejo. Para desarrollarlas es fundamental cono-
cer los procesos que han influido en su desarrollo.
En el caso de los bosques primarios degradados, aunque pierde el valor
de producción maderable, continúan los procesos ecosistémicos, se conserva
el valor de producción de servicios ambientales y la producción de productos
forestales no maderables.
En la sucesión secundaria, durante un tiempo que depende de los facto-
res condicionantes mencionados, se pierden las funciones protectoras de la
vegetación y la función productora del bosque secundario se recupera mu-
cho más lentamente. Si bien hay estudios para el Trópico centroamericano
que señalan producción de madera en bosques secundarios de 35 años, los
productos son de bajos diámetros y de especies de madera de baja a media
densidad por lo que su durabilidad y resistencia deben ser trabajadas.
El desafío de la silvicultura de estos ecosistemas es desarrollar siste-
mas silviculturales para recuperar valores funcionales, de biodiversidad, de
producción maderable, etc., según sea cada situación particular. En muchas
situaciones estos sistemas deberán priorizar la obtención de servicios y pro-
ductos no maderables, mientras se aplican técnicas para la recuperación de
la producción maderable.
La presentación de este material es en este sentido, aportar las experien-
cias de un grupo de trabajo en técnicas de plantación de especies nativas en
bosques degradados y un estudio de recuperación natural de bosque secun-
dario. En la primera parte se presenta una revisión de antecedentes de las
10
prácticas de manejo tradicionales en el bosque nativo de la selva paranaense,
sus consecuencias, fundamentos y necesidades para la aplicación de buenas
prácticas.
En los apartados siguientes se presentan los estudios de casos de los
proyectos desarrollados por el grupo de trabajo.
11
hay una baja utilización del bosque y una gran cantidad de desperdicios o
residuos (Fornasso, 2010).
En la Reserva de Biosfera Yabotí (RBY), la resolución 226/2004 estable-
ció la aplicación de sistemas de aprovechamiento de impacto reducido; este
tipo de aprovechamiento contempla la realización de un censo y mapeo de
los árboles por encima de un diámetro determinado (por ejemplo: 30 cm)
para cada rodal de corta, que no debe exceder una superficie de 75 ha. Esto
permite realizar una planificación optima de vías de arrastre y planchadas,
dirección de caídas de los árboles, reserva de árboles semilleros atendiendo
la distribución espacial de los mismos y de los árboles a talar. De esta forma
las prácticas de impacto reducido se complementan con el manejo para cum-
plir una función clave en el proceso de ordenación sostenible de los bosques.
A pesar de la legislación, la observación de las prácticas utilizadas en esa
zona, señalan que la aplicación del aprovechamiento de impacto reducido
aún es escasa en la RBY y en toda la provincia de Misiones.
Cuando la tala selectiva no contempla la aplicación de una cosecha cui-
dadosa y actividades silviculturales sobre la masa remanente, otros efectos
negativos y consecuencias sobre el ecosistema son:
Generación de grandes claros (altos niveles de perturbación) en los que
se interrumpe el ciclo de regeneración natural del bosque.
Invasión de bambúceas en manchones de tacuarembó (Chusquea ramos-
sisima), tacuapí (Morostachys clausennii), provocando la inhibición de la
regeneración y el reclutamiento de árboles
Invasión de lianas que afectan el crecimiento de los árboles y la rege-
neración
La consecuencia inminente es que el bosque no puede recuperar el
nivel de productividad luego del aprovechamiento.
Se modifica la estructura, composición y diversidad del estrato arbóreo,
la regeneración natural y otras formas de vida; afecta la vitalidad de los
ecosistemas.
El estado de degradación progresiva del bosque con los sucesivos ciclos,
hace que aumente la presión para la trasformación a otros usos. La trans-
formación del bosque genera a su vez, otra de las problemáticas crecien-
tes: la fragmentación con todos sus efectos sobre la biodiversidad.
12
la mayoría de los casos este procedimiento no se cumple. Generalmente, en la
práctica tampoco se contempla la aplicación de tratamientos silvícolas para
la reposición por regeneración natural de los árboles cortados.
Una de las prácticas silvícolas más difundida es realizar el enriquecimien-
to bajo la cobertura de la vegetación arbórea existente; por plantación o
siembra, generalmente en fajas (y en menor medida en parcelas o bosque-
tes) se introducen plantas de especies nativas o exóticas. Muchas veces este
tratamiento no resulta exitoso en la recuperación del bosque debido a que
requiere un manejo más intensivo del que se realiza.
Puede concluirse, que en general se puede constatar en la ecorregión de
la selva paranaense la ausencia de un manejo ordenado del bosque nativo,
basado en la aplicación de un sistema silvicultural como el que requiere el
manejo actual del bosque nativo.
13
Para cada bosque en particular el silvicultor deberá ir desarrollando la
combinación particular de acciones para relevar la información y orientar los
tratamientos que deberán ser aplicados para cumplir los objetivos de pro-
ducción. A su vez, el manejo deberá ser adaptativo. Cada tratamiento aplicado
debe ser evaluado y los resultados deberían ser utilizados para ajustar las
sucesivas acciones del ciclo hasta el momento de la cosecha.
Figura 1: Actividades de manejo en ciclo de corta en bosque primario de Costa Rica (Louman,
2001, adaptado de Finegan et al, 1993)
14
especies, las respuestas de crecimiento de la masa y en especial de las espe-
cies de interés comercial, las técnicas silvícolas para aumentar el crecimiento
de árboles de futura cosecha y el reclutamiento e ingreso de renovales. Esto
significa que se deberá desarrollar, aplicar y evaluar los sistemas silvícolas
apropiados para cada bosque en distintas situaciones, monitoreando la evo-
lución y los efectos que los mismos producen sobre la biodiversidad, la salud
y vitalidad de los bosques. El manejo del bosque nativo debe basarse en
información clave, debe ser monitoreado continuamente a través de parcelas
permanentes y debe ser adaptativo, retroalimentado por los resultados del
monitoreo.
En todas las situaciones el aprovechamiento y los tratamientos deben
evitar la apertura de grandes claros para que no se produzca la invasión de
lianas o bambúceas que posteriormente impiden la aparición y el desarrollo
de la regeneración arbórea.
Los tratamientos silviculturales para mejorar la estructura y la composi-
ción del bosque tendrán como objetivo disminuir la participación de las espe-
cies indeseables y menos valiosas, favoreciendo la proporción y el desarrollo
de las especies de interés.
En las situaciones de bosques donde se determine a través de la evalua-
ción pertinente de los renovales que la cantidad es insuficiente o la com-
posición en especies no es la deseada, se deberán implementar técnicas de
promoción y/o conducción de la regeneración natural.
El enriquecimiento será la opción para la recuperación de bosques muy
degradados con poco potencial de regeneración natural de las especies de-
seables. Puede ser realizado en líneas o fajas con densidades más elevadas
cuando la degradación del bosque es mayor y en bosquetes a menores inten-
sidades cuando la degradación es menor.
Esta técnica muchas veces puede ser utilizada en combinación con el ma-
nejo de la regeneración natural.
15
El nivel de existencias actuales o la posibilidad de corta para realizar
un aprovechamiento.
El potencial productivo (de futuras cosechas) y el plazo de dicho poten-
cial productivo.
16
Bosques con escasa existencia de árboles aprovechables y abundante
árboles de futura cosecha (como el caso de los bosques secundarios jó-
venes y los primarios muy aprovechados). En estos casos la productividad
futura es en el largo plazo. Se deberán realizar tratamientos oportunos
para manejar la elevada densidad y conducir a los deseables de futura
cosecha aumentando su crecimiento. Sin embargo, cada situación debe
ser evaluada ya que si las intervenciones son muy drásticas o inoportunas
pueden favorecer el aumento de la densidad y la aparición de especies
indeseables.
Bosques con ausencia de regeneración natural y de árboles aprovecha-
bles maduros, como los bosques primarios, muy degradados. Esta situa-
ción es el resultado de las sobreexplotaciones continuas y la invasión de
bambúceas y lianas. La recuperación del bosque a través de este proceso
puede llegar a ser a muy largo plazo, por lo que el manejo a través de la
regeneración artificial como el enriquecimiento o la implantación a den-
sidades intermedias podrían ser las opciones más recomendables.
17
INTRODUCCIÓN
MATERIALES Y MÉTODOS
Sitios de estudio
Tabla 1-1: Localizaciones, propietarios y características de los sitios. Observación: (*) sitio no
incluido en esta publicación
Localización Propietario Descripción
Relieve plano. Suelo 9. Vegetación con
Andresito (Gral. M. Belgrano) Juan Liebrenz
cobertura baja, irregular.
Pendiente 18%. Suelo 6b. Vegetación
Col. Victoria (Eldorado) Jorge Zallio con cobertura alta, ejemplares de
grandes diámetros.
Pendientes leves (5%). Vegetación se-
Piray (Montecarlo) Oscar López cundaria y degradada con elevada co-
bertura y diámetros finos.
Pendientes elevadas (27%). Suelo 6b.
San Pedro (S. Pedro) (*) Juan Alberto S.A Vegetación nativa de cobertura eleva-
da y diámetros gruesos.
Diseño experimental
21
ques confundido con el efecto de los diferentes sitios (Montgomery, 1991). En
cada sitio se realizó la instalación de un bloque de cinco parcelas, asignándo-
se al azar una especie a cada parcela. Las especies en evaluación son cedrela
fissili (cedro), cordia trichotoma (loro negro), peltohorum dubium (cañafístula),
parapiptadenia rigida (anchico colorado) y enterolobium contortisiliquum (tim-
bó). Cada parcela consta de 4.000 m², la densidad inicial de plantación dentro
de cada una de ellas fue de 150 plantas por parcela, equivalente a 357 plan-
tas por hectárea. La distancia de plantación fue de 7 m entre líneas por 4 m
entre plantas, para lo que se abrieron líneas de 1,5 m de ancho.
La plantación fue realizada en mayo de 2010, con plantas en macetas de
aproximadamente 21 cm de altura. Se realizaron limpiezas o macheteos de
fajas en forma manual controles de hormiga y control de fallas hasta el tercer
año. A los seis, diez, dieciocho, veintidós y cincuenta y dos meses se realizaron
las mediciones de supervivencia, estado sanitario, DAC (diámetro al cuello) y
HT (altura total) para cada planta.
22
RESULTADOS
23
Tabla 1-2: Densidad y dominancia por sitio.
24
Supervivencia y estado sanitario de las plantas
25
En general, los porcentajes de daños de distinto tipo son bajos, con res-
pecto al número de muertes; las plantas que sobrevivieron conservan buen
estado sanitario en general. Se observan plantas de cedro y loro negro con
ataque foliar causado por insectos. También se detectan bifurcaciones por
daño en el ápice en plantas de cedro y algunos rebrotes, pero que no son
importantes en número y porcentaje (tabla 1-5).
Tabla 1-5: Estado fitosanitario por especie en valores absolutos y relativos con respecto al total
de individuos por especie incluyendo los muertos
Especie Estado sanitario N° de individuos % sobre la especie
Total 195 100%
Brote lateral 9 5%
AC
Bueno 169 87%
Decapitado 17 9%
Total 272 100%
Ataque brote 74 27%
Ataque foliar 1 0,4%
Brote lateral 9 3%
CEDRO
Bueno 169 62%
Muy atacado tallo 13 5%
Regular 5 2%
Sin hojas 1 0,4%
Total 102 100%
Aplastado 1 1%
CF Bueno 99 97%
Decapitado 1 1%
Sin brote apical 1 1%
Total 119 100%
LN Ataque foliar 5 4%
Bueno 114 96%
Total 188 100%
Ataque foliar 1 1%
Brote lateral 4 2%
TB
Bueno 179 95%
Regular 2 1%
Sin brote apical 2 1%
26
Crecimiento de las plantas en diámetro del cuello (DAC) y altura
27
Gráfico 1-4: Diámetro a la altura del cuello por especie y por sitio.
28
Gráfico 1-6: Altura total media por especie
Gráfico 1-7: Evolución de la altura media para todas las especies en todos los meses de medi-
ción sin discriminar por sitio
29
Gráfico 1-8: Evolución del DAC medio para todas las especies en todos los meses de medición
sin discriminar por sitio
CONCLUSIONES
30
Hasta la edad evaluada no se observan los efectos de la competencia
entre las plantas, factor que se deberá continuar evaluando para ajustar la
conducción silvícola del sistema de producción bajo estudio.
31
INTRODUCCIÓN
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
35
Metodología
RESULTADOS
36
La altura del dosel superior de este bosque no supera los 15 m. En la tabla
2-1 se presenta un resumen de especies, su abundancia y dominancia en la
parcela medida de 100 m2 y por hectárea.
37
Resultados de la plantación
38
La Vega (2009) sobre el período activo de la mariposa del brote relacionado
con las altas temperaturas y mermando, cuya actividad hasta desaparecer en
el invierno.
39
Comparando los valores de altura con otros estudios de cedro de esta
zona, encontramos que en nuestro estudio el cedro creció poco en relación
con los datos de Maiocco (2014), que llegan a 2,92 m a los tres años, y los de
De La Vega (2009), que alcanzan los 3 m en tres años; en ambos casos con
aplicación de productos químicos para controlar la mariposa del brote.
40
Gráfico 2-3: Evolución del DAC
41
Las demás variables correlacionadas no pueden asociarse con los datos
evaluados hasta el momento: altura total e intensidad lumínica (R -0,12), al-
tura total y nivel de ataque por mariposa (R 0,33), DAC y la intensidad lumíni-
ca (R -0,094), nivel de ataque por mariposa y la intensidad lumínica (R 0,088).
CONCLUSIONES
42
tas. Sería conveniente disminuir la densidad de plantación del cedro y que la
masa boscosa que lo protege sea más desarrollada en cuanto a tamaño de
individuos, que permita analizar otros factores relacionados a densidad de
plantas y competencia con los individuos del sitio así como lo hicieron De la
Vega et al. (2009) con eucalyptus citriodora y cedro.
43
INTRODUCCIÓN
47
MATERIALES Y MÉTODOS
Metodología
48
RESULTADOS
Riqueza
Se puede observar que desde 2003 a la última medición existe una tendencia
de disminución de la riqueza en especies y en familias (tabla 3-1). Entre el
2003 y el 2008 se produjo una reducción del número de especies debido a
la alta mortandad de individuos de especies heliófitas principalmente (por
ejemplo: mandioca brava, burro caá, cestrum/palo capuera). En el 2015 no se
encontraron especies como horquetero, yuquerí, burro caá, caá- rá, carne de
vaca, vasuriña, catiguá, palo capuera, etc. Casi todas especies heliófitas efíme-
ras, características por su instalación en las primeras etapas de la sucesión
secundaria, conformando un dosel homogéneo, hasta su desaparición total al
cumplir su ciclo de vida. Estas fueron reemplazadas por heliófitas durables
como el ceibo, el curupí y el rabo molle, dándose el reemplazo característico
de las heliófitas efímeras por las heliófitas durables, que pasan a dominar el
dosel. El listado de las especies relevadas en los tres años de mediciones se
presenta en la tabla 3-3.
Las familias que más abundan en este bosque secundario en esta etapa
de la recuperación son las lauráceas (29,01%), las sapindáceas (16,03%), las
leguminosas (15,69%), las aquifoliáceas (12,98%) y las tiliáceas (12,53%).
Tabla 3-1: Evolución de la riqueza, y estructura total (individuos medidos: DAP >= 5cm)
Año de medición
2003 2008 2015
Superficie parcela (ha) 0,5625 0,5625 0,5625
Riqueza 52 46 42
Área basal (m /ha )
2
21,72 27,59 36,54
Densidad 1.464 1.394,7 1.575,11
Familias 26 26 21
Índices de diversidad
49
que las mismas pertenezcan a la misma especie es alta.
Tabla 3-3: Especies presentes en las distintas mediciones (2003, 2008 y 2015)
Año de medición
Código Nombre común Nombre científico Familia
2003 2008 2015
Chrysophillum gono-
AY Aguay Sapotaceae X
carpum
Sebastiana komerso-
BQ Blanquillo Euphorbiaceae X X X
niana
50
CERELLA Cerella Eugenia involucrata Mirtaceae X X
Cestrum/Palo ca-
PC Cestrum levigatum Solanaceae X
puera
Sapium haematosper-
CUR Curupí Euphorbiaceae X
mum
Guazatumba gran-
GZB Banara tomentosa Flacourtiaceae X X
de
Tabernaemontana aus-
HQ Horquetero Borraginaceae X X
trale
Laurel batalla - L
LBT Phoebe porfiria Lauraceae X X
layana
Nectandra megapota-
LN Laurel negro Lauraceae X X X
mica
51
MP María preta Diatenopteryx sorbifolia Sapindaceae X X X
NI NI No identificado NI X X X
Lonchocarpus leucan-
RI Rabo itá Leguminoseae X X X
thus
Lonchocarpus muhelber-
RM Rabo molle Leguminoseae X
gianus
Enterolobium contorti-
T Timbó colorado Leguminoseae X X
siliquum
Chrysophillum margi-
VS Vasuriña Sapotaceae X X
natum
TOTAL 59 52 46 42
52
Estructura total
53
Gráfico 3-2: Estructura total: Distribución de frecuencias diamétricas
54
Estructura por especies
Tabla 3-4: Estructura por especie del bosque secundario Guaraní (año 2015). En orden según
índice de cobertura de las especies de mayor a menor valor (DAP>=5 cm)
Ab. Abs. Ab. Relativa Dom. Abs. Dom. Relativa Índice
Especie
(1ha) (%) (m2/ha) (%) cobertura
55
Canela de venado 17,78 1,13 0,467 1,277 2,406
56
Regeneración natural
Tabla 3-5: Abundancia absoluta y relativa por hectárea de la regeneración natural con altura
mayor a 30 cm y DAP menor a 4,99 cm
Abundan-
Nombre Nombre Abundan- Abundan-
Código Familia cia relati-
común científico cia (96 m2) cia/ ha
va (%)
Camboatá Matayba
CB Sapindaceae 24 2500,00 9,92
blanco eleagnoides
Miconia Melastomata-
Miconia 24 2500,00 9,92
triplinervis ceae
Ocotea dyos-
LY Laurel ayuí Lauraceae 23 2395,83 9,50
pirifolia
Allophyllus
K Kokú Sapindaceae 20 2083,33 8,26
edulis
Cestrum/
Cestrum
PC Palo ca- Solanaceae 15 1562,50 6,20
levigatum
puera
Lonchocarpus Legumino-
RI Rabo itá 14 1458,33 5,79
leucanthus seae
Pororoca/ Rapanea
RL Mircinaceae 11 1145,83 4,55
Canelon lorentziana
Rapanea
Rapanea Mircinaceae 10 1041,67 4,13
ferruginia
Camboatá Cupania
CC Sapindaceae 8 833,33 3,31
colorado vernalis
57
ID Yerba Ilex dumosa Aquifoliaceae 7 729,17 2,89
Hellietta
IO Ibira oby Rutaceae 6 625,00 2,48
apiculata
Prunus sub-
PG Persiguero Rosaceae 6 625,00 2,48
coriacea
Ilex paragua-
YM Yerba mate Aquifoliaceae 6 625,00 2,48
rensis
Anchico Parapiptade- Legumino-
AC 5 520,83 2,07
colorado nia rigida seae
Trichilia
CG Catiguá Meliaceae 5 520,83 2,07
catigua
Espolón de Strychnos
EG Loganiaceae 5 520,83 2,07
gallo brasiliensis
Patagonula Borragin-
GB Guayubira 5 520,83 2,07
americana aceae
Nectandra
Laurel
LN megapota- Lauraceae 5 520,83 2,07
negro
mica
Anchico Albizia hass- Legumino-
AB 4 416,67 1,65
blanco leri seae
Allophyllus
KR Kokú- rá Sapindaceae 4 416,67 1,65
guraniticus
Laurel Ocotea pu-
LG Lauraceae 4 416,67 1,65
guaicá berula
Diatenop-
María
MP teryx sorbi- Sapindaceae 4 416,67 1,65
preta
folia
Ilex brevi-
CO Caona Aquifoliaceae 3 312,50 1,24
cuspis
Laurel Nectandra
LA Lauraceae 3 312,50 1,24
amarillo lanceolata
Acacia betu- Legumino-
YQ Yuquerí 3 312,50 1,24
lina seae
Cedro Cedrela
C Meliaceae 2 208,33 0,83
colorado fissilis
Isapuy-pa- Machaerium Legumino-
ISP 2 208,33 0,83
rá brasiliensis seae
Holocalyx
AL Alecrín Leguminosae 1 104,17 0,41
balansae
58
Canela de Fagara hie-
MC Rutaceae 1 104,17 0,41
venado malis
CERE- Eugenia
Cerella Mirtaceae 1 104,17 0,41
LLA involucrata
Conejo Trichilla
Meliaceae 1 104,17 0,41
colorado trifolia
Guabi- Campomane-
GU rá-Guabi- sia xantho- Myrtaceae 1 104,17 0,41
roba carpa
Guazatum- Casearia Flacourtia-
GZ 1 104,17 0,41
ba silvestris ceae
Timbó Ateleia gla- Legumino-
TB 1 104,17 0,41
blanco zioviana seae
Chrysophi-
VS Vasuriña llum margi- Sapotaceae 1 104,17 0,41
natum
Legumino-
YQ Yuquerí Acacia betulina 7 26,92
seae
Sapinda-
K Kokú Allophyllus edulis 4 15,38
ceae
Mircin-
RL Pororoca/Canelón Rapanea lorentziana 2 7,69
aceae
59
Matayba Sapinda-
CB Camboatá blanco 1 3,85
eleagnoides ceae
Cabralea oblongi-
CA Cancharana Meliaceae 1 3,85
foliola
Nectandra
LA Laurel amarillo Lauraceae 1 3,85
lanceolata
Nectandra
LN Laurel negro Lauraceae 1 3,85
megapotamica
Melasto-
Miconia Miconia triplinervis 1 3,85
mataceae
Lonchocarpus Legumino-
RI Rabo itá 1 3,85
leucanthus seae
Aquifolia-
YM Yerba mate Ilex paraguarensis 1 3,85
ceae
Total 26 100,00
CONCLUSIONES
60
se ajusta a antecedentes de distintas regiones tropicales y subtropicales que
señalan que estos atributos son de lenta recuperación en los bosques secun-
darios. La composición en las especies y la estructura tienen la particularidad
de los bosques secundarios: pocas especies representan un elevado peso en
la estructura del bosque.
La evolución de la estructura total se ajusta a los resultados obtenidos
en estudios realizados en Centroamérica en relación con la rápida evolución
del área basal y la elevada abundancia de árboles de pequeños diámetros.
En este caso particular, la densidad en el período de estudio (12 años) no ha
variado significativamente. Se concluye que las características de este bosque
se ajustan a modelos que señalan que la tercera etapa de desarrollo de los
bosques secundarios es la más extensa y apropiada para iniciar tratamientos
silviculturales como los raleos y las liberaciones, con el propósito de dismi-
nuir la densidad y favorecer el desarrollo de las especies de interés. En este
bosque, solamente el 2,08% de la superficie se encuentra en fase de claro, por
lo que el ciclo de la regeneración natural es aún incipiente y sería favorecido
a través de la aplicación de los tratamientos mencionados.
61
BIBLIOGRAFÍA
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