Mexico">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

La Lápida de La Calzada, ¿Una Representación de Conquista en El Sur de La Huaxteca?

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 26

Anales de

Antropología
37
Volumen
2003

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ANTROPOLÓGICAS


UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Anales de Antropología
FUNDADOR JUAN COMAS

CONSEJO EDITORIAL
Lyle Campbell, Universidad de Canterbury
Milka Castro, Universidad de Chile
Mercedes Fernández-Martorell, Universidad de Barcelona
Santiago Genovés, Universidad Nacional Autónoma de México
David Grove, Universidad de Illinois, Universidad de Florida
Jane Hill, Universidad de Arizona
Kenneth Hirth, Universidad Estatal de Pennsylvania
Alfredo López Austin, Universidad Nacional Autónoma de México
Claudine Sauvain-Dugerdil, Universidad de Ginebra
Gian Franco De Stefano, Universidad de Roma
Cosimo Zene, Universidad de Londres

E DITORES ASOCIADOS
Yolanda Lastra, Universidad Nacional Autónoma de México
Rodrigo Liendo, Universidad Nacional Autónoma de México
Rafael Pérez-Taylor, Universidad Nacional Autónoma de México
Carlos Serrano Sánchez, Universidad Nacional Autónoma de México

E DITOR
Lorenzo Ochoa, Universidad Nacional Autónoma de México

Anales de Antropología, Vol. 37, 2003, es editada por el Instituto de Investigaciones


Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ciudad Universitaria, 04510, México, D.F. ISSN: 0185-1225. Certificado de licitud
de título (en trámite), Certificado de licitud de contenido (en trámite), reserva al título de
Derechos de Autor 04-2002-111910213800-102.
Se terminó de imprimir en diciembre de 2004, en Impresos ENACH, S.A. de C.V., México, D.F.
La edición consta de 500 ejemplares en papel cultural de 90g; responsable de la obra: Lorenzo
Ochoa; su composición se hizo en el IIA por Martha Elba González y Ada Ligia Torres; en ella se
emplearon tipos Tiasco y Futura de 8, 9, 11 y 12 puntos. La corrección de estilo estuvo a cargo de
Adriana Incháustegui; la edición estuvo al cuidado de Ada Ligia Torres y Hélida De Sales. Diseño
de portada: Francisco Villanueva. Realización: Martha González. Fotografía de portada: detalle de
textil totzil de Chiapas, México.
Adquisición de ejemplares: librería del Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM,
Circuito Exterior s/n, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, México, D.F., tel. 5622 9654,
e-mail: libreria@servidor.unam.mx
LA LÁPIDA DE LA CALZADA, ¿UNA REPRESENTACIÓN
DE CONQUISTA EN EL SUR DE LA HUAXTECA?

Michel Graulich
Universidad Libre de Bruselas
École Pratique des Hautes Études, Section des Sciences Religieuses, Sorbonne, Paris

Lorenzo Ochoa
Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM

Resumen: Entre las expresiones de la escultura huaxteca podemos distinguir tres grupos
claramente diferenciados: las típicamente huaxtecas, las híbridas y las alóctonas. La
Lápida de la Calzada, ejecutada en bajo relieve, corresponde al último grupo, cuya impor-
tancia radica en el lugar donde fue localizada, Tabuco, el antiguo Tuxpan, así como la
representación del signo Uno Muerte y el de guerra atl-tlachinolli, tal como aparece en
el teocalli de la Guerra Sagrada. El análisis de esta escultura desde la perspectiva de la
arqueología, las fuentes escritas, códices e iconografía, nos ha hecho pensar que se trata
de la representación de las guerras de conquista llevadas por los mexicas al sur de la Huaxteca,
específicamente en contra de Tuxpan. La discusión final nos lleva a plantear que puede
tratarse de la representación que conmemora el siglo indígena de tales conquistas.

Palabras clave: Huaxteca, mexicas, conquistas, arqueología, iconografía.

Abstract: Within the expression of Huaxteca sculpture it is possible to distinguish three


clearly defined groups: those typically Huaxtec, the hybrids and those carved in foreign
style. Executed on bass relief, the Lapida de la Calzada falls under the last grouping,
wich importance resides in the location where it was discovered, Tabuco, ancient Tuxpan;
as well as the representation of one-death and the corresponding one to war atl-tlachinolli,
just as it appears in the teocalli of the Sacred War. The analysis of this sculpture from an
archaeological perspective, the written sources and, codices and iconography, have
pointed out that it is the representation of the wars of conquest taken to the south of the Huax-
teca region by the mexicas, specifically against Tuxpan. The final discussion takes us to
propose that we can be dealing with a representation that commemorates the indigenous
century of such conquests.

Keywords: Huaxteca, mexicas, conquests, archaeology, iconography.

An. Antrop., 37 (2003), 93-116, ISSN: 0185-1225


94 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

En esta oportunidad, a partir del análisis iconográfico y su exégesis, nos


interesa dar a conocer una escultura mexica, ejecutada en bajo relieve, que
procede de Tabuco, municipio de Tuxpan, Veracruz, en el extremo sur de la
Huaxteca (figura 1). Tal vez, técnicamente, no se trate de una talla excepcional,

Figura 1. Mapa arqueológico de la Huaxteca.


LA LÁPIDA DE LA CALZADA 95

pero, con todo, su contenido lo compensa. Antes de ocuparnos de su estudio,


anotaremos que por la forma como se presenta es posible dividir la escultura
huaxteca en tres grandes grupos de acuerdo con su naturaleza: I) Uno típi-
camente huaxteco (figuras 2a y 2b); II) otro de carácter híbrido en el cual se figuran
rasgos de otras culturas junto con elementos típicamente huaxtecos (figuras 3a
y 3b); y III) aquél que, tallado localmente o importado, se puede considerar alóc-
tono, ya sea de Veracruz central (figura 4a), ya del Altiplano Central (figura
4b). Aunque originalmente esta división se planteó en un estudio de iconografía
religiosa (Ochoa y Gutiérrez, 1996-99), nos parece que es posible aplicarla de
manera general a toda la escultura huaxteca.
Ahora bien, como anotamos, la lápida en cuestión fue recuperada en la
más sureña de las ciudades prehispánicas de la Huaxteca: Tabuco, factible de
ser identificada con el antiguo Tuxpan (Ochoa, 1979: 80), donde quizá tam-
bién fue tallada (figuras 1 y 5). Aunque no vamos a describir este sitio, vale la
pena subrayar que con anterioridad Joaquín Meade (1942: 289) y José Luis
Melgarejo Vivanco en su estudio de Los lienzos de Tuxpan (1970) habían
identificado Tabuco con el Tuxpan prehispánico. La milenaria ciudad tuvo
su enclave sobre la margen derecha del río Tuxpan, cuyo nombre original
pudo ser Tancupo (¿Tabuco?), si se atiene uno a la descripción hecha por
Alonso de la Mota y Escobar (1945: 235-236) en su viaje por el Totonacapan
y la Huaxteca a finales del siglo XVII.
Por cierto, poco queda ya de sus vestigios y menos todavía es lo que se sabe
de ciudad tan importante. En efecto, aunque a finales de los cuarenta por ahí
anduvo G. F. Ekholm (1952-53), colectando cerámica y haciendo algunos
pozos estratigráficos, y después la visitó Alfonso Medellín Zenil (apud, Ortiz y
Aquino, 1987), la descripción de la ciudad se pasó por alto. Años más tarde, en
los setenta, uno de nosotros estuvo allá y, en un par de ocasiones ha hecho
alguna consideración de lo que entonces era factible observar, sin que por ello
aumentara mucho el conocimiento del sitio (Ochoa, 1999: 121-122). También
en los setenta Ponciano Ortiz y Lourdes Aquino realizaron una serie de excava-
ciones de rescate y publicaron un informe general en 1987. En éste describen los
conjuntos arquitectónicos, cerámicas, enterramientos, entre otros asuntos. Por
desgracia no incluyeron el plano del sitio. De esta manera, Tabuco pasa a ser
uno más de los sitios olvidados por la arqueología veracruzana.
Por tradición oral llegan noticias de las esculturas, cerámica, “puntas de flecha”
y figurillas encontradas en el sitio. En esos comentarios se habló de una loza plana
que tiene dibujada una “calavera”, aunque la encontraron en la margen opuesta
del río, frente a la zona arqueológica de Tabuco.
96 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

Figura 2a. Dios Mam. Órganos, Municipio de Chinampa de Gorostiza, Veracruz.

Figura 2b. Deidad con yelmo de ave, procede del estado de San Luis Potosí.
LA LÁPIDA DE LA CALZADA 97

Figura 3a. Lápida de Huilocintla que presenta rasgos de la Huaxteca y Veracruz central.

Figura 3b. Lápida de Tepetzintla que presenta rasgos de la Huaxteca


y del Altiplano Central.
98 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

Figura 4a. Lápida funeraria con rasgos de El Tajín, Isla Juana Moza.
Municipio de Tuxpan, Veracruz.

Figura 4b. Tláloc y Xilonen en un relieve de Castillo de Teayo, Veracruz.


LA LÁPIDA DE LA CALZADA 99

Figura 5. Ubicación de Tuxpan en Los Lienzos de Tuxpan.

La loza es, en realidad, una lápida de arenisca con forma irregular que mide
0.72m en su parte más ancha por 0.68m de alto. Afortunadamente, ahora se
encuentra en el museo local. Se trata de un bajo relieve que nos lleva a discutir una
serie de ideas que se desprenden del estudio preliminar de su representación.
Nos pareció importante porque se puede pensar que a través del análisis de los
motivos plasmados en ella y la revisión de las fechas en que dicha provincia fue
sometida primero por los acolhuas de Tetzcoco y después por los mexicanos
de Tenochtitlan, acaso se obtenga una explicación al porqué de su presencia en
ese lugar y si se relaciona o no con tales conquistas.
El estudio de los motivos que se encuentran en este relieve, así como el
análisis y confrontación de las noticias de las fuentes históricas que se refieren
al sur de la Huaxteca, quizá permitan determinar si, por la importancia eco-
nómica que tuvo Tuxpan para Tenochtitlan o por otras razones, se trata de una
lápida conmemorativa de su Conquista por parte de los mexicas. Es posible
sugerir tal supuesto, toda vez que la imagen representada en esta lápida
guarda una gran similitud con el glifo Uno Muerte y el atl-tlachinolli, símbolo
de la Guerra Sagrada (Caso, 1927: 61-62) (Figuras 6a y 6b), representados sobre
100 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

Figura 6a. Glifo Uno Muerte en el Teocalli de la Guerra Sagrada.

Figura 6b. Atl-tlachinolli, símbolo de la Guerra Sagrada.


LA LÁPIDA DE LA CALZADA 101

la parte superior de uno de los lados del Teocalli de la Guerra Sagrada, como
si se tratara de una copia esculpida con la misma técnica, aunque en diferente
tipo de roca.
Una pregunta que surge de inmediato es, ¿por qué se reprodujo en este
lugar el mismo glifo que aparece en uno de los lados del Teocalli de la Guerra
Sagrada? Hasta ahora, aparentemente, nadie se ha preocupado por estudiar
este relieve que hemos bautizado como Lápida de la Calzada. Así le pusimos
por el lugar de donde procede, frente a Tabuco: La Calzada, ahí donde ahora
se encuentran las instalaciones de la Secretaría de Marina. Si hay algo más, quizá
no se llegue a saber nunca. Siempre se ha conocido así. Le dieron ese nombre
porque en ese lugar había unos bloques rectangulares hechos de conglomerado de
concha de ostión. Estaban bien acomodados, como formando un camino, por
esa razón le pusieron La Calzada.
El relieve que nos ocupa es un buen ejemplo de lo que se puede considerar
las esculturas alóctonas de la Huaxteca, aunque su talla sea local (figuras 7a y
7b). Su historia, pensamos, debe estar relacionada con el inicio de las guerras
entre México-Tenochtitlan y la Huaxteca, en la época de Moctezuma I, y se
atribuyen a un incidente ocurrido a un grupo de mercaderes mexicanos en la
Huaxteca, que fue emboscado y ultimado por gentes de Tzicóac y Tuxpan
(Durán, vol. I, cap. XIX; Tezozómoc, cap. XXX-XXXI). A pesar de esta infor-
mación, para entonces los huaxtecos no quedaron como tributarios de los mexicas;
por lo menos en el Códice Mendocino se registra pueblos tributarios huaxtecos
hasta la época de Axayácatl, lo cual es corroborado en los Anales de Cuauhtitlán
(p. 67). Tal supuesto lo anotó Nigel Davies en 1968 (pp. 27-28).
En verdad, el sur de la Huaxteca, por su importancia económica, había
sido sometido desde 1444 por los acolhuas de Tetzcoco. Don Fernando de
Alva Ixtlilxóchitl (vol. II: 197) dice que Tuxpan fue una de sus primeras provincias
tributarias. De esta fuente se infiere que tales conquistas quizá se facilitaron
debido a que Nezahualcóyotl, de acuerdo con la interpretación que hace Guy
Stresser Péan del Códice Xicotepec (1995), tenía cobradores de tributos y mayordo-
mos en ese lugar. Asimismo, de acuerdo con dicho autor, en Xicotepec (figura
8) tal vez gobernaba uno de sus hijos, llamado Cipactli (figura 9). En aquel año,
padre e hijo atacaron un lugar aparentemente fortificado que, acaso, podría
tratarse de Metlaltoyuca, de acuerdo con Stresser Péan (figuras 10a y 10b). El
que se trate de un lugar fortificado se evidencia en el hecho de que en esa lámina
del códice hay un guerrero con la mitad del cuerpo que cae flácidamente sobre unas
piedras que parecen conformar una construcción. Pero, en esa batalla el vencedor
real es un importante personaje llamado 7 Técpatl (figura 11), cercano a Nezahual-
102 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

Figura 7a. Lápida de La Calzada.

Figura 7b. Dibujo de la Lápida de La Calzada.


LA LÁPIDA DE LA CALZADA 103

Figura 8. Glifo de Xicotepec, en el códice del mismo nombre.

Figura 9. Netzahualcóyotl y su hijo Cipactli, gobernante de Xicotepec.


104 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

Figura 10a. Vista aérea de la muralla de Metlaltoyuca.

Figura 10b. Detalle de la muralla de Metlaltoyuca.


LA LÁPIDA DE LA CALZADA 105

cóyotl, quien capturó al jefe de los huaxtecos, según se aprecia en el Códice


Xicotepec (figura 12).
Consideramos que la identificación del lugar fortificado es plausible, ya
que la fortificación de Metlaltoyuca tiene una sección construida de piedra que
se complementa con otra protegida de manera natural. Además, en la Lámina
10 del Códice se escribió de manera clara la siguiente glosa: Tepantli hueytepetl,
que Stresser Péan lee como “gran cerro con muralla” (Códice Xicotepec, 1995:
88). A pesar de ello, dada la distancia geográfica existente entre Xicotepec y
Metlaltoyuca, el lugar de la batalla también podría corresponder a Cacahua-
tengo, otro lugar fortificado de la Huaxteca que Joaquín Meade identificó
como Tzicóac o Xiuhcóac (Meade, 1942: 290-291), en su momento tributario
de Tetzcoco. No se debe olvidar que ese fue uno de los dos mercados más
importantes del sur de la Huaxteca, de donde partió el grupo que emboscó a
los mercaderes mexicas.

Figura 11. 7 Técpal, capturador de los huaxtecos.


106 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

Figura 12. Jefe huaxteco, reconocido por la perforación del septum


y los cascabeles en la cintura.

Después hay un vacío de información y no es hasta el incidente de los


mercaderes cuando nuevamente contamos con otras noticias. Por lo menos éste
fue el pretexto, ya que para entonces, al finalizar las hambrunas acaecidas entre
1449 y 1454 en la Cuenca de México, los pueblos de Tuxpan, Tzicóac y Temapa-
che fueron atacados por una gran expedición encabezada por guerreros de México-
Tenochtitlan. Según fray Diego Durán y Alvarado Tezozómoc (véase también
el estudio de Guy Stresser Péan al Códice Xicotepec, 1995: 100-101), este incidente
orilló y aceleró la conquista de la Huaxteca. Durán (1965, vol. I, cap.: XX)
explica que los prisioneros de Tuxpan fueron sacrificados para inaugurar el
nuevo cuauhxicalli-temalacatl de Moctezuma. Tezozómoc (1944, cap. XXXII)
confirma lo anterior y agrega que dicho sacrificio tuvo lugar también en ocasión
de la inauguración de una ampliación de la gran pirámide de Tenochtitlan, “el
quinceno año de su reinado en Tenochtitlan”, correspondiente a 1454-1455, que
era también “año de bisiesto”, es decir, para Tezozómoc, de Fuego Nuevo (cfr.
lo que dice en su capítulo 1: “el postrer año que llaman bisexto, o acabamiento
de una vida, o término de tiempo justificado, que llaman inxiuh molpilli”). En
LA LÁPIDA DE LA CALZADA 107

otras palabras, esta conquista tuvo lugar un “siglo” de 52 años antes de la dedicación
del Teocalli de la Guerra Sagrada.
Por otra parte, en el Códice Telleriano-Remensis aparece la conquista de
Tzicóac, en 5 tochtli, 1458, que se atribuye a Moctezuma I. No debe olvidarse que
posteriormente, por el tipo de organización política de los huaxtecos, sólo queda-
ron como tributarias de los mexicanos algunas de las provincias y no siempre
permanecieron sojuzgadas.
Con todo, como anotamos, Nigel Davies en su trabajo (1968) pone en tela
de juicio que Moctezuma I haya sido el primer conquistador de la Huaxteca,
como dejaron anotado Durán y Tezozómoc y responsabiliza a Axayácatl de
tales conquistas. Davies considera que Moctezuma I dejó a Axayácatl la tarea
de cercar Metztitlán y Tototepec y a él achaca el sometimiento de Tuxpan. En
el Códice Mendocino y en los Anales de Tlatelolco así se consigna, aunque por
la Crónica X, de la cual fray Diego Durán y Alvarado Tezozómoc tomaron los
datos, se infiere que la primera conquista de Tuxpan la llevó a cabo Moctezuma
I (Barlow, 1945). En el Códice Mendocino, también se atribuye a Axayácatl la
conquista de Tuxpan, Tanpatel y Tenextícpac (f. 10v), en tanto que Tízoc
sometió las provincias de Miquetlan (¿Castillo de Teayo?) y Temapachco
(Temapache) (f. 12r). Pero esto ocurrió mucho tiempo después, ya que son
conquistas tardías sobre la Huaxteca.
Aunque esta información es confusa, lo cierto es que esas conquistas no
tuvieron carácter permanente. En la Piedra del ex-Arzobispado o de Axayácatl
no aparecen lugares conquistados en la Huaxteca. En cambio, Tuxpan sí
aparece en la Piedra de Tízoc (figura 13), como segunda de las cuatro con-
quistas del rey mencionadas en este monumento (Graulich, 1997). Entonces
se debe pensar que este tlatoani tuvo que reconquistar la provincia de Tux-
pan; posteriormente tuvo que someter a Tzicóac, ya que, al salir mal librado
de sus campañas contra Metztitlán, perdió la sujeción de aquella provincia.
Más tarde, Ahuítzotl pudo debilitar y dividir aquel señorío usando una
estrategia diferente. De acuerdo con Nigel Davies: Ahuítzotl, para no repetir
el desastre de Tízoc, hizo un movimineto de pinzas desde Tuxpan en un lado
y Atotonilco de otro, contra el importante centro de Xiuhcóac (Tzicóac). Esto
sucedió en 1487, debido a que imputaba a los huaxtecos el desastre sufrido por
Tízoc en las campañas contra Metztitlán.
Con Ahuítzotl pues, quedó sujeta al imperio mexicano casi toda la Huax-
teca, con excepción de algunas provincias, Pánuco entre otras, que quizá fue
una de las más importantes. Robert Barlow (1949) hizo un estudio bastante
completo de los pueblos que pagaban tributo al imperio mexicano y da a cono-
108 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

Figura 13. El sometimiento de Tuxpan en la Piedra de Tízoc.

cer una lista de los productos que algunas provincias huaxtecas debían enviar
a Tenochtitlan, entre ellas la de Tuxpan (figura 14).
Ahora bien, de acuerdo con don Alfonso Caso (1927), el Teocalli de la
Guerra Sagrada es un monumento conmemorativo del Sol y la Guerra Sagra-
da, xochiyaoyotl, la cual fue instaurada para remediar las grandes hambrunas
de 1449 a 1454. Nueve de los once protagonistas que figuran en sus relieves
hablan de o cantan la guerra simbolizada por el glifo atl-tlachinolli, guerra-
fuego, delante de la boca. Pero, al mismo tiempo, el Teocalli proclama las grandes
reformas emprendidas por Moctezuma II, el cual mudó la fecha del Fuego
Nuevo de 1 Conejo (1506) a 2 Caña (1507). El Códice Telleriano Remensis (f.
41v) dice al respecto, que “avia dozientos años que siempre tenian hanbre el
año de un conejo; en este año se solian atar los años segun su cuenta y porque
sienpre les hera año trabajoso la mudo monteçuma a dos cañas”. En la fachada
del Teocalli se observan la fecha 1 Conejo por un lado y 2 Caña por el otro,
esta última fecha con la cuerda de la atadura de los años. El monumento simboliza
al mismo tiempo la reanimación de la guerra sagrada conducida por México-
Tenochtitlan.
En la parte superior de la fachada del Teocalli vemos un Sol –destinatario
principal de la guerra sagrada–, con la Tierra, figurada delante de él. Este Sol
se encuentra flanqueado a su derecha por Huitzilopochtli, el sol joven de la
LA LÁPIDA DE LA CALZADA 109

Figura 14. Tributación que pagaba Tuxpan a Tenochtitlan.


Lámina 30 de la Matrícula de Tributos.

mañana, y a su izquierda por Moctezuma vestido de jaguar, el sol-jaguar de


la tarde (figura 15). Detrás de Huitzilopochtli, en el lado del santuario está el
nombre calendárico del dios, 1 Pedernal, como apuntó de la Serna (1900: 317),
mientras que detrás de Moctezuma II-jaguar-sol poniente se registra la fecha
1 Muerte. Ambas fechas hablan o cantan también la guerra. La primera es el
nombre de Huitzilopochtli y también la fecha de la salida de los mexicas de
Aztlán y del principio de sus migraciones a la salida de una nueva tierra pro-
metida. La segunda fecha, 1 Muerte, es el nombre calendárico de Tezcatlipoca
y el día de la muerte de Huitzilopochtli, según interpreta Caso (1967: 193) a
Cristóbal del Castillo quien, de acuerdo con la traducción de F. del Paso y
110 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

Figura 15. Fachada del Teocalli de la Guerra Sagrada.

Troncoso, literalmente dice: “[dentro de] 5 días morirás en su signo del señor
de los muertos” (1900: 92). Federico Navarrete por su parte tradujo: “en sólo
cinco días morirás, en la cuenta de Mictlan Teuhtli” (1991: 153). Guilhem
Olivier está en desacuerdo con la interpretación de Caso, pues considera que
Mictlantecuhtli no está asociado con el signo Ce Miquiztli (1997: 203). Y puesto
que Caso no lo menciona bajo la entrada de 1 Muerte, entonces, concluye, Ce
Miquiztli no puede ser el día de la muerte de Huitzilopochtli (idem).
LA LÁPIDA DE LA CALZADA 111

Este glifo de 1 Muerte es el que se encuentra en la Lápida de la Calzada


junto con el símbolo de atl-tlachinolli. Ahora bien, en el Teocalli de la Guerra
Sagrada parece que las dos fechas juntas, 1 Muerte y 1 Pedernal, pueden también
simbolizar armas de guerra. Ruiz de Alarcón (Ic.1; 1892: 153; 1984: 73-75)
menciona un conjuro con el cual un viajero vencía a sus salteadores. El hombre
se identifica con Quetzalcóatl y el guerrero, y habla del “sacerdote vnica
muerte [1 Muerte] vn pedernal [1 Pedernal]” que son la piedra y el cuchillo
concebidos como armas de guerra, y que se han de “teñir de sangre”. Es
probable entonces que los glifos 1 Muerte y 1 Pedernal en el Teocalli de la
Guerra Sagrada simbolicen de igual modo las armas y la guerra, y por lo tanto,
no es extraño que tengan el glifo de guerra ante la boca.
Las famosas hambrunas de los años 1 Conejo, 1454 y 1506, dieron lugar
a las guerras floridas y a sacrificios humanos para regar la tierra. El Telleriano
Remensis menciona que en “Año de un conejo y de 1506”, “Este año asaeteo
Monteçuma. Vn onbre desta manera dizen los Viejos que fue por aplacar a los
dioses porque bien que avia dozientos años que siempre tenian hanbre el año
de un conejo” (f. 41v). El sacrificado se representó amarrado a postes paralelos
(figura 16a), y su sangre fecundaba la tierra. También en la última página del
Códice Nuttall (figura 16b) se encuentra representado el sacrificio por
flechamiento de manera semejante al del Telleriano Remensis. Esto no deja de
ser interesante, ya que, según el mito, las primeras víctimas de esta modalidad
de sacrificios fueron precisamente huaxtecos –supuestamente muy viriles.
Este tipo de oblación fue introducido al Altiplano Central por las Ixcuinanme,
llegadas de la costa del Golfo:
Así es la plática de los viejos. Cuentan que salieron y vinieron de Cuextlan;
y donde se dice cuextecatlichocayan (lugar en donde lloró el cuexteca),
hablaron con sus cautivos que apresaron en Cuextlan, y les certificaron esto
que les dijeron: “ya vamos a Tollan; seguramente llegaremos a la tierra y ha-
remos fiesta; hasta ahora nunca ha habido flechamiento y nosotras vamos a
iniciarlo; nosotras os flecharemos.” Después que lo oyeron sus cautivos, se
afligieron y echaron a llorar [cuextecatlichocayan]. Ahí empezó este flecha-
miento, con que se celebraba la fiesta de las Ixcuinanme, cuando se decía (el
mes) Izcalli. 9 acatl. En este año llegaron a Tollan las Ixcuinanme: llegaron
a la tierra con sus cautivos, y flecharon a dos. Los demonios eran diablesas; sus
maridos eran cautivos cuextecas. Ahí por primera vez comenzó el flechamiento
(Anales de Cuauhtitlán, 1992:13).
La Lápida de la Calzada, en donde se registra por lo menos la fecha 1
Muerte-guerra, podría entonces, como el Teocalli, aludir a las hambrunas de
112 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

Figura 16a. Sacrificio por flechamiento en Códice Nuttall.

Figura 16b. Sacrificio por flechamiento en Códice Telleriano Remensis.


LA LÁPIDA DE LA CALZADA 113

1 Conejo, a las víctimas huaxtecas inmoladas en estas ocasiones a la Guerra Sagrada


instaurada en 1454 para evitar tales catástrofes y conmemorar un “siglo” después
el aniversario de las primeras guerras de conquista llevadas a cabo en la época
de Moctezuma I en la Huaxteca.

Agradecimientos

Agradecemos los comentarios, sugerencias y el apoyo de varias personas que


ayudaron a mejorar la primera versión de este trabajo, especialmente Johanna
Broda, Katarzina Mikulska y Guilhem Olivier. Damos las gracias al señor
Rubén González por elaborar el dibujo del detalle de la Piedra Tízoc, a César
Fernández por el dibujo de la lápida y al arqueólogo Eladio Terreros que hizo
el acopio y captura de las ilustraciones.

REFERENCIAS

ALVA IXTLILXÓCHITL, F ERNANDO


1965 Obras Históricas. 2 volúmenes, Ed. Nacional, México.

ALVARADO T EZOZÓMOC, HERNANDO


1944 Crónica Mexicana. Editorial Leyenda, México.

ANALES DE C UAUHTITLÁN (VÉASE CÓDICE C HIMALPOPOCA)

ANALES DE TLATELOLCO (UNOS ANALES HISTÓRICOS DE LA NACIÓN MEXICANA)


YCÓDICE DE T LATELOLCO
1948 H. Berlin (ed.) Antigua Librería Robredo, México.

BARLOW , ROBERT
1945 La Crónica X. Versiones coloniales de la historia mexica tenochca. Revista
Mexicana de Estudios Antropológicos, tomo VII: 65-87.
1949 The Extent of the Empire of the Colhua-Mexica. Berkeley and Los Angeles,
University of California Press, Iberoamericana 28.

CASO , ALFONSO
1927 El Teocalli de la Guerra Sagrada. Talleres Gráficos de la Nación, Museo
Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, México.
1967 Los calendarios prehispánicos. Instituto de Investigaciones Históricas, Uni-
versidad Nacional Autónoma de México, México.
114 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

CASTILLO, CRISTÓBAL DEL


1991 Historia de la venida de los mexicanos y otros pueblos e historia de la conquista.
Federico Navarrete Linares (trad. y estudio introductorio), Colección
Divulgación, Instituto Nacional de Antropología e Historia, GV Editores,
México.

CÓDICE C HIMALPOPOCA. ANALES DE C UAUHTITLAN Y L EYENDA DE LOS SOLES


1992 Traducción del náhuatl de Primo Feliciano Velázquez, Instituto de
Investigaciones Históricas, Universidad Nacional Autónoma de México,
México.

CÓDICE MENDOCINO
1980 Facsimile fototípico dispuesto por don Francisco del Paso y Troncoso,
Editorial Innovación, México.

CÓDICE M ENDOCINO O COLECCIÓN M ENDOZA


1979 J. I. Echeagaray (ed.) Prefacio de E. de la Torre Villar, San Ángel Ediciones,
México.

CÓDICE NUTTALL (CODEX NUTTALL)


1902 Facsimile of an Ancient Mexican Codex. Comentario de Z. Nuttall, Cam-
bridge Mass., Peabody Museum of American Archaeology and Ethno-
logy, Harvard University.

CODEX T ELLERIANO -REMENSIS : RITUAL , D IVINATION AND H ISTORY IN A


PICTORIAL AZTEC MANUSCRIPT
1995 Eloise Quiñones (ed.) University of Texas Press, Austin.

CÓDICE X ICOTEPEC
1995 Estudio e interpretación de Guy Stresser Péan, Fondo de Cultura Económica,
Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, Gobierno del
Estado de Puebla, México.

DAVIES , NIGEL
1968 Los señoríos independientes del imperio azteca. Instituto Nacional de
Antropología e Historia , México.

DURÁN , FRAY DIEGO


1965 Historia de las Indias de Nueva España y Islas de Tierra Firme. 2 volúmenes,
Ed. Nacional, México.
LA LÁPIDA DE LA CALZADA 115

E KHOLM, GORDON F.
1952-1953 Notas arqueológicas sobre el valle de Tuxpan y áreas circunvecinas. I.
Bernal y E. Dávalos Hurtado (eds.) Revista Mexicana de Estudios Antropológicos
(huastecos, totonacos y sus vecinos), Sociedad Mexicana de Antropología,
tomo XIII (2-3): 413-421.

GRAULICH, MICHEL
1997 Reflexiones sobre dos obras maestras del arte azteca: la Piedra del Calen-
dario y el Teocalli de la Guerra Sagrada, X. Noguez y A. López Austin
(eds.) De hombres y dioses. El Colegio de México, El Colegio Mexiquense,
México: 155-207.
1998 Nota sobre el llamado “Cuauhxicalli-temalacatl de Motecuhzoma
Ilhuicamina”, Cuicuilco. Escuela Nacional de Antropología e Historia
(14): 239-250.

L OS LIENZOS DE TUXPAN
1970 Estudio e interpretación de José Luis Melgarejo Vivanco, La Estampa
Mexicana, México.

MEADE JOAQUÍN
1942 La Huasteca. Época antigua. Editorial Cossío, México.

MOTA Y ESCOBAR, ALONSO DE LA


1939-1940 Memoriales del obispo de Tlaxcala fray Alonso de la Mota y Escobar,
Anales, tomo I, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México:
191-306.

OCHOA, LORENZO
1979 Historia prehispánica de la Huaxteca. Instituto de Investigaciones Antropo-
lógicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México.
1999 Frente al espejo de la memoria. La costa del Golfo al momento del contacto. Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes, México.

OCHOA, LORENZO Y GERARDO G UTIÉRREZ


1996-1999 Notas en torno a la cosmogonía y religión de los huaxtecos. Anales de Antro-
pología 33: 91-163.

OLIVIER, GUILHEM
1997 Moqueries et métamorphoses d’un dieu aztèque. Tezcatlipoca, le “Seigneur au
miroir fumant”. Muséum National d’Histoire Naturelle, Institute de
Ethnologie, Centro Francés de Estudios Mesoamericanos y Centroame-
ricanos, París.
116 MICHEL GRAULICH Y LORENZO OCHOA

ORTIZ, PONCIANO Y LOURDES AQUINO


1987 Rescate arqueológico en Tabuco, Tuxpan, Veracruz, México. Boletín
Informativo del Instituto de Antropología 6, Universidad Veracruzana,
Instituto de Antropología, número extraordinario.

PASO Y TRONCOSO, FRANCISCO DEL (ED. Y TRAD.)


1966 Fragmentos de la obra general sobre la historia de los mexicanos en lengua
náhuatl, por Cristóbal del Castillo a fines del siglo XVI. Reimpresión facsimilar,
Editorial Erandi, Ciudad Juárez, México.

RUIZ DE ALARCÓN, HERNANDO


1892 Tratado de las supersticiones y costumbres gentílicas que hoy viven
entre los indios naturales de esta Nueva España. Anales del Museo Nacional
de Historia 6: 123-224.
1984 Treatise on the Heathen Superstitions that Today Live Among the Indians
Native to this New Spain. J. Richard Andrews y Ross Hassig (eds., trads.
y comentarios) University of Oklahoma Press.

SERNA, J ACINTO DE LA
1900 Manual de ministros de indios para el conocimiento de sus idolatrías y ex-
tirpación de ellas. Anales del Museo Nacional de México, tomo VI: 261-475.

También podría gustarte