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DISCURSO

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NOMBRE Y APELLIDOS: Fiorella Danitza Paco Ccapa

CURSO: Oratoria
TURNO: “C”

EL ABORTO COMO DERECHO A LA VIDA

La guerra no tiene rostro de mujer, pero las víctimas de la guerra sí. Y la guerra en contra
de sus derechos sigue en curso, tal como lo dice la contraportada de este libro, “la sombra
omnipresente de la muerte” traga la vida de las mujeres de todas las épocas y de todas las
edades.
En todo el mundo, hay mujeres que buscan abortar y se ven forzadas a recurrir a la
clandestinidad y a métodos defectuosos y peligrosos para la gestante. En Burkina Faso,
algunas mujeres beben café mezclado con antibióticos, en la franja de Gaza, algunas
inhalan peligrosos productos químicos, y en Haití la práctica de abortos clandestinos se ha
convertidos en la tercera causa de mortalidad materna.
Es desde 2014 que Perú cuenta con un protocolo que hace viable el aborto terapéutico antes
de las 22 semanas de gestación, una fecha extremadamente tardía en comparación con el
primer país en legalizar el aborto como procedimiento legal, seguro y gratuito, me refiero a
la Rusia Soviética, que el 18 de noviembre de 1920, el Comisariado del Pueblo para la
Salud y la Justicia publicó un decreto sobre la terminación artificial del embarazo bajo el
siguiente argumento "La legislación de todos los países combate este mal mediante el
castigo a las mujeres que deciden abortar y a los médicos que llevan a cabo la operación.
Sin haber obtenido resultados favorables, este método de combatir el aborto condujo estas
operaciones a la clandestinidad y convirtió a la mujer en una víctima de mercenarios, a
menudo ignorantes, que hacen de las operaciones secretas su profesión".
Y aún después de una centuria del primer país en reconocer como un derecho el aborto,
Perú se encuentra muy retrasado en cuanto a este avance social. En la región
latinoamericana se encuentra al lamentable nivel de Paraguay, Venezuela y Surinam, y muy
por debajo de Uruguay, Argentina y Guyana.
Todas las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo y, por tanto, también a decidir
sobre si desean tener hijos y cuándo quieren que esto suceda; que el Estado considere a las
mujeres que abortan como objeto de tutela y persecución penal solo las empuja a la
clandestinidad privándolas de seguridad, igualdad y dignidad. El aborto es una cuestión de
reconocer justicia social pues se está reconociendo un derecho fundamental de todas las
gestantes.
Y aquí y ahora les pregunto ¿por qué el aborto debería despenalizarse? Puede ser que el
sentimiento religioso abunde en nuestro país ,no por nada somos uno de los países con más
población cristiana de la región, pero debemos dejar en claro que uno de los principios en
los cuales se fundó la democracia moderna es el laicismo, por lo cual a pesar de la evidente
contradicción en el artículo 50 de nuestra constitución pues nos dice que el Estado: “respeta
otras confesiones y puede establecer formas de colaboración con ellas”, pero también dice
que: “(…) el Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento importante en la
formación histórica, cultural y moral del Perú, y le presta su colaboración.” Asimismo, en
el preámbulo constitucional se invoca al “Dios Todopoderoso”, ocasiona que muchos
confundan la opinión religiosa con un argumento razonable en temas de dignidad y salud
pública. Además, internacionalmente nuestro país está reconocido como uno de los 161
estados laicos de los 193 estados miembros de las Naciones Unidas. Es así que podemos
concluir, a pesar de todas las contradicciones, nuestra nación es un Estado Laico.
Lo anteriormente analizado nos sirve para comprender el primer argumento a favor de la
legalización del aborto: ¿Tiene razón la Iglesia católica sobre el aborto? No.
En el Perú la influencia de la iglesia en el Estado evita el poder garantizar los derechos
sexuales y derechos reproductivos de la población en general, pero además de representar
un obstáculo para la educación sexual, el nivel en el que criminalizan a la gestante que
busca abortar es verdaderamente mórbido; no dan argumentos racionales ni ofrecen
alternativas viables para “combatir” el aborto, lo más cercano a una alternativa que tuvo el
sector clerical para “combatir” los abortos, fue el polémico proyecto “Cunas Salvadoras”
propuesto por el SODALICIO (organización religiosa con múltiples denuncias e
investigaciones por violencia sexual contra mujeres y niños) o que la decisión del Tribunal
Constitucional, en el año 2009, busco prohibir la distribución de la AOE (Anticoncepción
Oral de Emergencia) en establecimientos públicos de salud, atentando contra el derecho a la
salud de las mujeres, ya que genera que las mujeres de escasos recursos económicos no
puedan acceder a este anticonceptivo, afronten un embarazo no deseado y,
probablemente, un aborto clandestino. En el caso de una violación sexual, los servicios
públicos de salud tampoco pueden otorgar este anticonceptivo de emergencia a la mujer
agredida; propuestas como estas ocasionan que se dañe psicológicamente y hasta
físicamente a las mujeres que buscan abortar o que simplemente ejercen su derecho de
libertad sexual; ya sea por edad, nivel económico, entre otros; mientras que otras naciones
que limitan la opinión del sector clerical en el sector de salud han demostrado tener mejores
resultados en cuando a la enseñanza de la educación sexual y por consecuente en la
disminución de la tasa de abortos.

Se suele invocar un derecho a la vida desde la concepción para sostener posturas contrarias
a la legalización del aborto. Sin embargo, es falso afirmar que hay derecho a la vida desde
la concepción. El embrión es un embrión (“principio no desarrollado de algo”, según la
cuarta acepción de la Real Academia Española). no es un individuo o persona humana, por
ello no posee el titular del derecho a la vida, más si tiene un derecho potencial a la vida.
Podemos explicar esto desde el lado científico que tanto emplean para considerar el aborto
como un delito: a partir de un encefalograma, el cual indica conexiones cerebrales que
puede indicar si una persona está viva o no, al emplearlo con el embrión este no muestra
señales de conexiones cerebrales hasta la semana 23. Un embrión no es un ser vivo, pero sí
es una célula viva al igual que lo es las células de la piel o las mismas que se encuentran en
el semen, y no hay nadie prohibiendo la masturbación masculina por lo anterior
La Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) dejó expresamente un margen
legal para que los Estados puedan regular soberanamente la legalización o despenalización
del aborto, mientras que la Convención sobre Derechos del Niño (CDN) no reconoce el
derecho a la vida antes del nacimiento ni tampoco se refiere al momento en el cual debe
comenzar la protección de la vida, además de nunca aplicar el artículo 6 de la Convención
para proteger embriones e incluso recomienda avanzar hacia la despenalización del aborto.
Pidiendo “medidas urgentes para reducir la mortalidad materna relacionadas con el aborto”.

Los derechos de las gestantes son prioridad en el proceso de embarazo, pues al protegerse
la vida de forma incremental, se deben ponderar los de las gestantes. La protección de los
embriones no se puede alegar para justificar la negación total de otros derechos. Cabe
mencionar que el Tribunal Constitucional de Alemania decretó que: “los derechos
fundamentales de la mujer […] subsisten de cara al derecho a la vida del nasciturus y
consecuentemente han de ser protegidos”. Bajo el mismo debate, el Tribunal Constitucional
de España dijo que “la protección que la Constitución dispensa al nasciturus [...] no
significa que dicha protección haya de revestir carácter absoluto”. Y la Corte
Constitucional de Colombia en su sentencia C-355/06 dijo que “el legislador, al adoptar
normas de carácter penal, no puede desconocer que la mujer es un ser humano plenamente
digno y por tanto debe tratarla como tal, en lugar de considerarla y convertirla en un simple
instrumento de reproducción de la especie humana, o de imponerle en ciertos casos, contra
su voluntad, servir de herramienta efectivamente útil para procrear”.

El derecho a abortar va más allá de juzgar a la gestante bajo una mirada religiosa que
puede conducir a juicios irracionales, o bajo la vaga interpretación del derecho a la vida
estipulado en la Carta de Derechos Humanos de 1948. Se trata de comprender a la gestante
como lo que es: un ser humano (no una potencial vida) a la que se le está vulnerando
múltiples derechos como el derecho a la vida, a la salud, a la integridad física, psíquica y
moral, a la autonomía, intimidad, a estar libres de tratos crueles y degradantes; y
fundamentalmente, se está violando su derecho a la dignidad.

Es por ello que el aborto es un derecho fundamental de la gestante, además de un


reconocimiento de justicia social por toda la discriminación y trato indigno que ha
sufrido la mujer en nuestro país, al buscar acceder al procedimiento del aborto.
“La igualdad ante la ley es igualdad ante la vida, y eso supone la legalización del
aborto. Los mismos que hoy están en contra del aborto, estaban en contra del
divorcio. Los derechos que amplían posibilidades a las personas son salud para la
población. Nos hicieron más felices. Igualdad ante la ley y ante la vida, eso supone
legalización y despenalización del aborto”

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