Estado de la cuestión acerca del boom de la gastronomía peruana y su influencia en

nuestra identidad nacional en el siglo XXI1

Katherine Almeida Chafloque

La identidad de un grupo no solo abarca la singularidad de éste respecto de otros sino que
también incluye la valoración y aceptación de todo lo que dicho grupo ha vivido a través
del tiempo, valga decir, su historia. Ésta puede estar representada por su música, literatura,
batallas, comida, arte, costumbres, imaginarios comunes entre otros. La identidad nacional,
en nuestros tiempos, está vista como un plan inalcanzable en el Perú 2. Esta mirada negativa
se sostiene en el supuesto que indica que para llegar a constituir una identidad nacional, se
necesita de la unificación de todos los peruanos y, esto, posiblemente, sea un imposible. No
debatiremos sobre las muchas aristas, problemas y conflictos que el término ‘identidad
nacional’ sugiere, tan solo diremos que uno de los grandes problemas que sufre el Perú es
el de mantener barreras entre sus ciudades y su gente, barreras que van más allá del
centralismo o el regionalismo y que nos enfrentan al racismo y la estereotipia presente en
nuestra sociedad. Sin embargo, si bien se puede hacer una lectura poco optimista de nuestra
identidad, nos gustaría recalcar que ésta es siempre un reflejo de la autoestima colectiva y
la valoración que los peruanos hacemos de nosotros mismos 3. Y es en este punto donde
consideramos que puede hacerse una lectura más positiva de nuestra identidad que, en los
últimos años, se ha visto gratamente nutrida por nuevos éxitos como lo son los últimos
logros deportivos, cinematográficos e, indudablemente, el apogeo de nuestra comida que
está logrando poner el nombre del Perú en boca de todos.
Lamentablemente, conocemos más los aspectos negativos de nuestro país como lo
son la corrupción o inseguridad vial, la criollada o el abuso de poder. Estos fenómenos
sociales opacan la imagen exitosa que cada individuo tiene de su país dificultando a su vez
la cohesión en una imagen representativa de todos. Como lo mencionamos anteriormente,
existe un nuevo proyecto que podría cambiar la imagen del Perú para los peruanos y ese
proyecto es la comida4. De pronto, las migraciones masivas a nuestras ciudades no
significan solo el traslado de personas y el caos que ello pudo generar para las ciudades
1
Versión modificada para efectos del curso.
2
Cfr. Neira 1979: 510
3
Cfr. Neira 1979: 506

1
receptoras, sino que también representa el contacto con nuevas culturas que nos han ido
impregnando sus modos de comer, sus ingredientes, sus tradiciones, su cultura. De modo
que, sin exagerar, toda nuestra historia podría estar representada en las múltiples fusiones
de nuestra comida. El éxito de nuestra comida, creemos, ha debido afectar de algún modo
esa imagen de país que tenemos nosotros los peruanos. No se trata de un fenómeno antiguo,
el apogeo y la fama de nuestra gastronomía viene dándose principalmente en los últimos 10
años5 y nos resulta importante investigar este proceso de influencia en nuestro imaginario
colectivo como nación. Siendo la cocina peruana, ahora, un asunto digno de orgullo para
los peruanos, en esta investigación se pretende dar respuesta a la siguiente interrogante, a
saber, si el boom de nuestra comida en nuestro siglo beneficia la formación de una nueva y
renovada identidad nacional. En relación a esta pregunta, podemos ver que no existe un
acuerdo unánime entre las posturas de los expertos: algunos creen que efectivamente el
boom de nuestra gastronomía viene representando una mejora en todos los aspectos y que
constituye una oportunidad de oro para revalorar nuestra identidad; otros, sin abordar el
tema gastrómico específicamente, consideran que la identidad no solo se regenera por los
logros de un país y el éxito que estos generan, sino en la superación de taras culturales que
obstaculizan nuestra unidad como país. Visto esto, para poder desarrollar esta

4
La gastronomía peruana es considerada como una de las más diversas del mundo, tiene más de 491 platos
típicos con un nivel equivalente a la comida francesa, china e hindú. (Cfr. Wikipedia 2010)
5
Esta investigación tiene como referencia temporal el siglo XXI, ya que, en este último siglo, se logró un
reconocimiento importante de la cocina peruana a nivel internacional que cambió la imagen de ella para los
peruanos, me refiero a la declaración de Lima como la capital gastronómica de América Latina en la Cuarta
Cumbre Internacional de Gastronomía Madrid-Fusión 2006 (Cfr. Wikipedia 2010)

2
investigación, echaremos mano de diversos especialistas en el tema, ellos son Hugo Neira6,
Mariano Valderrama7, Alberto Cordero8 y Agustín Espinosa9.
Retomando las palabras de Valderrama, la gastronomía sí es una fuente que ayuda a
contruir una renovada identidad nacional puesto que beneficia al país en tres niveles: 1.
fortalece la imagen del éxito/logro como impulso positivo del que nos enorgullecemos
como país; 2. es fuente de unificación y, 3. atrae riquezas económicas. Así, en una encuesta
hecha por el grupo APEGA10 y dirigida por Valderrama se pudo corroborar el incremento
del sentido de identidad reflejado en un 90% de limeños y chalacos que afirman sentirse
orgullosos de su país básicamente por dos cosas: por los paisajes naturales y turísticos con
los que cuenta nuestro territorio (97%) y por la variedad gastronómica (95%) 11. Los
peruanos afirman que tienen una nueva valoración por el producto nacional gracias al éxito
de la gastronomía peruana en el extranjero, es decir, no se valoran solo los platos de una
determinada región sino la variedad de todo el Perú: todos los peruanos la aceptan y esto
permite que las distintas variedades se relacionen entre sí. Sobre lo mencionado, se puede
agregar lo siguiente:

6
Historiador y sociólogo de profesión. Estudió Historia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
(UNMSM) y tiene Doctorado en CCSS en la École des Hautes Etudes de La Sorbona (Cfr. Libros peruanos
2010). Neira es coautor de Perú: Identidad nacional, el comité editor lo conforma Cesar Arróspide de la Flor;
musicólogo que publicó Introducción al estudio de la historia de la música (Cfr. PUCP 2010); Manuel M.
Marzal; estudió humanidades y filosofía, realizó un post grado en antropología social en la Universidad
Iberoamericana de México (Cfr. UARM 2010); Raúl Zamalloa Armejo, Doctor en Historia (Cfr. PUCP 2010);
Carlos Franco, Sociólogo e investigador principal del Centro de Estudios para el desarrollo y la participación
(CEDEP)(Cfr. La República 2010) y Francisco Guerra García, Abogado egresado de la UNMSM y es autor
de publicaciones sobre la realidad política nacional (Cfr. CCSM 2008).
7
Estudió Ciencias Sociales en Alemania, en la Universidad de Heidelberg, donde también se doctoró en
Ciencias Económicas y Sociales (Cfr. Libros peruanos 2010). Ahora, es un reconocido gastrónomo, científico
social, autor de libros sobre comida regional y vicepresidente ejecutivo de la Sociedad Peruana de
Gastronomía APEGA (Cfr. APEGA 2010)
8
Filósofo. Cursó sus estudios de maestría en las universidades de Oxford y Cambridge, doctorándose más
tarde en Maryland. Cuenta con un ingente número de artículos y textos publicados sobre filosofía e historia de
la ciencia.(Cfr. CESFIA 2010). Además, es coautor de cultura, identidad y cocina en el Perú, el cual fue
editado por Rosario olivas Weston quien ha realizado estudios de relaciones públicas, turismo y participación
en diversos cursos de historia, antropología y arqueología. Desde noviembre de 1987 se dedica a investigar
sobre la historia de la cocina peruana, sus variaciones e influencias en el transcurso de los siglos (Cfr. Olivas
1996)
9
Licenciado en Psicología Social por la PUCP. Candidato a Doctor en Psicología Social por la Universidad
del País Vasco (España), institución donde ha obtenido el Diploma de Estudios Avanzados en la misma
especialidad. (Cfr. PUCP 2010). Espinosa es coautor del articulo Relaciones entre la identidad nacional y la
valoración de la cultura culinaria peruana en una muestra de jóvenes de clase media de Lima junto con
Alicia Calderón-Prada, quien es profesora de Psicología en la PUCP, donde obtuvo su licenciatura.(Cfr.
Espinosa 2006:58)
10
Sociedad Peruana de Gastronomia
11
Cfr. APEGA 2010

3
 “La gastronomía es hoy uno de los elementos que nos distingue y que atesoramos
como bueno y sobre todo, como nuestro. Es una de las pocas expresiones nacionales
que no generan discusión ni antagonismos.”(Ginocchio en Valderrama 2010: 173)

Justamente, este es uno de los factores más importantes por el que los peruanos nos
sentimos como uno en general y orgullosos de la fama de nuestros platos a nivel mundial,
llegando a olvidar ciertas características poco alentadoras del país y creando una nueva
identidad peruana. Así podemos ver que una de las cualidades más importantes de este auge
de la comida peruana sería la relación que se consolida entre el productor de materia prima
y el chef12, creando una fusión. Este es un punto importante porque se propicia la
revaloración que se tiene de aquellos trabajadores peruanos indirectos quienes no salen en
la portada de alguna revista famosa pero que, sin embargo, son personajes fundamentales
para que se lleve a cabo este boom culinario. Consecuentemente, todo esto vendría a ser un
aporte para la cultura peruana que suele privilegiar relaciones de corte vertical no dando la
importancia del caso tanto a los productores locales como a la pequeña cadena de
producción de la mayoría de los insumos de nuestra comida, de manera tal, que crea orgullo
de nuestro territorio y de quienes lo trabajan: se crea el ambiente propicio para revalorar al
pequeño productor ya que sin su colaboración, su ayuda o su técnica, tener a la mano un
insumo vital para el más exitoso y equisito chef sería solo un sueño o, encarecería la
comida haciéndola inalcanzable para el público en general13.
Pero no solo genera orgullo y unificación. Económicamente, la gastronomía peruana
es fuente de trabajo; incrementa el PBI y el turismo, crea industria nacional y extranjera,
promueve los ingredientes peruanos a nivel mundial 14. Por tales motivos, es valorada sin
ninguna objeción por todos los peruanos. Los productos necesarios para la elaboración de
los platos peruanos son netamente nacionales propiciando de tal manera el desarrollo de la
agricultura, ganadería, pesca e industria. Hace pocos años, nadie imaginaría que existiría el
turismo netamente gastronómico; actualmente nuestra comida atrae turistas como si fuera
un imán elevándose en 8% cada año15. La fuerza que la comida peruana ha obtenido en el
12
Cfr. Valderrama 2010: 175
13
Podemos apreciar claramente este fenómeno en los mercados tradicionales de Lima donde se valora
muchisimo la existencia de ciertos puestos especializados en conseguir productos de difícil difusión. El
consumidor suele ser bastante amable con el vendedor puesto que de aquel depende el éxito o el fracaso de
una receta, de una cena familar, etc.
14
Cfr. Valderrama 2010: 172-173
15
Cfr. APEGA 2010

4
extranjero de la mano de varias ferias gastronímicas, exposiciones y eventos similares ha
generado que las personas de otros países sientan curiosidad por lo que enmarca nuestra
comida, es decir, nuestra cultura, nuestro país. A la par del crecimiento de la aceptación
extranjera, en Lima, ya se puede observar la proliferación de escuelas de chefs y
restaurantes de comida peruana como una actividad de moda. Además, según el INEI este
boom culinario ha permitido que el movimiento gastronómico en nuestro país represente el
11,2% del PBI para el 200916. Sin duda, otro motivo de orgullo.
Del mismo modo, Alberto Cordero dice de la comida peruana que se trata de una
franquicia que merece orgullo y aporta a la unión nacional, incluso la misma gastronomía
es una fusión de experiencias que pretende dar a conocer el mestizaje del Perú. Veamos:

“(…) en nuestro país, donde confluyen muchas culturas favorables al desarrollo

culinario, la preocupación por la buena comida ha sido por largo tiempo un
elemento de orgullo y de unión nacional.” (Cordero 1996: 338)

Es claro que para nuestro autor la gastronomía es un factor que provoca el acercamiento
entre los peruanos y manifiesta el orgullo que tenemos por ella. Asimismo, muestra la
interacción e inclusión de las culturas que aportan a la cocina de nuestro país, lo que resulta
una muestra de aceptación a la multiculturalidad peruana que se ve reflejada en sus platos.
Esta idea es coincidente con la de Valderrama, aunque en este caso existe una lectura
cultural respecto de nuestra gastronomía mientras que Valderrama apunta más a una mirada
social de la comida donde las diferencias parecen verse superadas en la cadena productiva
culinaria. Por otra parte, para Cordero, la gastronomía es entendida como arte y ciencia de
la buena comida que promueve las nuevas creaciones a partir de la cocina preexistente y los
ingredientes disponibles17 y la experiencia gastronómica que aporta es compleja y,
usualmente, es el resultado de las experiencias vividas a través del tiempo 18. Esto nos dice
que la gastronomía no solo es individual o exclusivamente de quienes la preparan sino que
está ligada con nuestra historia y con todos los personajes, incluyéndonos. Por ende, nuestra
comida puede ser elaborada en el lugar más caro de Perú como también en un lugar
modestísimo y, con todo, seguirá siendo digna de orgullo y representativa de la misma
cultura, del mismo momento histórico. Quizá ésta no sea la lectura más común al analizar
16
Cfr. El Comercio 2010
17
Cfr. Cordero 1996: 341
18
Cfr. Cordero 1996: 345

5
nuestra gastronomía, pero lo que sugiere Cordero es que la comida ya muestra, en sí misma,
nuestra identidad nacional. De lo que se trataría es de aprender a identificar esas raíces
históricas que están detrás de cada platillo de nuestra comida y, sobre todo, aprender a
entender esta historia como una historia común.
No obstante, Cordero asegura que la cocina peruana presenta variaciones y,
efectivamente, va seguir cambiando con el pasar de los años, modernizándose,
fusionándose con otras influencias pero lo que no va cambiar es la dimensión cultural que
puede abarcar, dado que es parte de nuestra identidad mestiza. De este modo, la búsqueda
de sabores nuevos en la gastronomía es una práctica evidente que acoge el desarrollo de los
protagonistas de nuestra época mezclándola con la herencia culinaria que nos brindaron
nuestros antepasados19. Una fusión de nuestra historia resumida en un plato de cocina.
Como hemos podido apreciar, Cordero y Valderrama, miran con cierto optimismo
las repercusiones del boom culinario en nuestro país, no sin precisar ciertos problemas o
retos que esto nos puede traer a nivel económico, industrial o cultural. Entrando de lleno al
tema cultural, que es el que nos importa, Hugo Neira, a diferencia de nuestros dos autores
previos, considera que la identidad nacional solo puede ser recontruida bajo la consigna de
aceptar la multiculturalidad en el Perú y que este logro pasa por superar las consecuencias
del imperialismo que aún sufre el Perú como nación20. Si la identidad es algo que se
construye en la base de la estima de los logros como país y éxito colectivo que esto genera,
para nuestro autor, estamos aún lejos de lograr tal estado.
Ahora bien, Neira deja en claro que el problema de la identidad nacional no solo es
un tema pendiente para el Perú o Latinoamérica sino también para muchos países del
mundo. En nuestro caso, las huellas del imperialismo amenazan o entorpecen la
conformación de nuestra identidad porque, de alguna manera, forja peruanos con poca
autoestima y que, en virtud de ellos, piensan que su cultura no es valiosa no se
permitiéndose ver la riqueza del país en el que viven. Por este motivo, nuestro autor
propone que aún antes de poder hablar de ‘identidad nacional’ deben erradicarse en primer
lugar las huellas que el imperialismo deja en nosotros. De tal modo, Neira comenta que es
necesario un proyecto para corregir la idea de identidad en el país 21. Afortunadamente,

19
Cfr. Cordero 1996: 342
20
Cfr. Neira 1979: 469
21
Cfr. Neira 1979: 471

6
existen líderes que se centran sus esfuerzos en cambiar el pensamiento peruano; es decir,
hacen una modificación en la manera de ver al Perú. Gastón Acurio22 es un ejemplo actual,
ya que se propuso crear una asociación que difundiera a la comida peruana en el mundo y
lograra fomentar la conciencia de identidad peruana: la APEGA23. Aunque, cabe resaltar,
que existen otras figuras nacionales no vinculadas a lo gastronómico que sin proponerse un
proyecto como el Acurio, han logrado despertar el reconocimiento al éxito y al esfuerzo de
un compatriota, casos como el de Sofía Mulanovich, Kina Malpartida, Juan Diego Flores o
Claudia Llosa son muestra de ello.
No obstante, como ya dijimos, otro asunto pendiente es el de la multiculturalidad.
Quizá, diría Neira, estamos entendiendo mal lo que supone ser un país multicultural. La
multiculturalidad no es una fusión sin más, sino que implica respeto por lo que la otra
cultura es, fomentar la interrelación cultural que garantiza la unidad de una cultura frente a
otra: reconocer lo que un grupo humano posee ‘una’ cultura dentro de la gran gama de
culturas que coexisten en nuestro país24. Mal entendida, el multiculturalismo puede generar
rechazo de los unos frente a los otros. De acuerdo a esto, Neira dice lo siguiente:

“Es en esta heteronomía, en que un país como el Perú debe saber que radica su
poder de renovación histórica. Y no en su homogeneización de los modelos
dominantes con pretensiones al imperio mundial.”(Neira 1979: 471)

Lo que propone Neira es asumir una idea más heterogénea, es decir disfrutar de la
diversidad del país y no poner límites a los grupos para que pretendan ser uno nuevo.
Indudablemente, los peruanos deberíamos sacar provecho con esta característica diversa y,
así, contribuiríamos a la reformación de nuestra identidad porque la misma acción de
aceptarnos involucra el reconocimiento de nuestra historia: el respeto de lo diverso. Por los
mismos motivos, la gastronomía peruana es tan aceptada en estos tiempos, ya que no
pretende poner límites para su desarrollo ni beneficiar a un solo grupo cultural sino a todo
el Perú en su diversidad, lo cual contribuiría a la renovación de nuestra identidad. Neira
también propone otro punto que favorece a la búsqueda de la identidad nacional:

22
Chef, empresario peruano y un importante impulsor de la difusión de la culinaria peruana. Dueño de la
cadena de restaurantes Astrid & Gastón, La Mar, T’anta con presencia en varios de los más importantes países
a nive mundial. Presidente de APEGA.
23
Asociación que se encarga de promover nuestra gastronomía, reforzar la identidad nacional y posicionar al
Perú como destino turístico de primera clase. (Cfr. APEGA 2010)
24
Cfr. Neira 1979: 470

7
 “La identidad puede ser múltiple. Y en nuestro país multilingüe entre otras cosas, lo
es. Sin embargo, para una identificación intensa con la identidad nacional es preciso
que el Perú como nación haya tenido algún éxito.” (Neira 1979: 506)

Efectivamente, la identificación con un país, según el autor, es más que todo una filiación
triunfalista que provocaría una sensación de agrado colectivo en los peruanos. Los éxitos
del Perú cada vez van aumentando pero no necesariamente en los criterios que alguna vez
pensamos y uno de ellos viene a ser la gastronomía, la cual revolucionó en los últimos
tiempos y se hizo merecedora de premios internacionalmente. Al tener, nuestra cocina,
varias victorias entonces ésta brinda orgullo a los peruanos y por consiguiente, sí favorece a
la formación de la identidad nacional. No afirmamos que esto puede ser un fenómeno que
repercuta de inmediato en nuestro imaginario colectivo, sin embargo sí creemos, de la
mano de nuestros autores, que ir formando una costumbre al éxito, al reconocimiento y a la
valoración de características positivas y altamente apreciadas nos encamina hacia un
proyecto de país bastante más unificado, y la cocina parece ser una vía privilegiada en esta
dirección.
Por otro lado, Espinosa y Calderón-Prada están de acuerdo en que la gastronomía es
un tema que posibilita la formación de una nueva identidad peruana. No obstante,
consideran que la identidad nacional tiene como impedimento las fronteras étnicas y
sociales y que, además, para lograr un desarrollo de nuestra identidad, se necesita una
estrategia de competencia social. Nuestro país es característico de poseer una exquisita
cultura llena de diversidad pero estas características nos dotan de buenas y malas
consecuencias. El problema de esta multiplicidad es que cada grupo étnico o social actúa
como uno solo y solo busca el progreso para una sola sección del país, así que no
involucran a todos los peruanos. Por esta razón, es más factible que se verifiquen las
diferentes críticas en contra del Perú, hechas por los mismos peruanos, que el orgullo de
serlo y aceptación de su historia. Indudablemente, esto no es un hecho actual sino que se
hereda de todos los tiempos por las injusticias y discriminación que los ciudadanos han
sufrido por parte de sus mismos compatriotas. Por este motivo, los factores de unificación
en el Perú son pocos y uno de ellos es la gastronomía porque es capaz de promover una
identidad positiva en los peruanos sin lugar a conflictos entre ellos25.

25
Cfr. Espinosa y Calderón -Prada 2009: 23

8
 Según Tajfel y Turner, mencionados en el artículo de Espinosa y Calderón-Prada,
existen tres estrategias para eliminar la identidad social negativa, caso de Perú, y son: la
movilidad individual que consiste en el abandono del grupo hacia otro de mejor posición; la
creatividad social, que consiste en alterar los términos para la comparación entre países y,
por último; la competición social que trata de mejorar los atributos de todo el grupo pero
sugiere el esfuerzo colectivo26. La última estrategia es la que involucra a nuestra comida, ya
que es un reforzador de autoestima colectiva por los premios y la admiración que tiene en el
mundo. Obviamente, es uno de los atributos más reconocidos del Perú, en este último siglo,
que se está explotando para garantizar su gran posición en la mente de todos los peruanos y
extranjeros.
Respecto al tema de la autoestima, los autores realizaron una investigación para
encontrar el nivel de identificación al autoconcepto peruano y a la autoestima colectiva.
Esta investigación estuvo dirigida a personas entre los 18 y 30 años de ambos sexos de
clase media. Los resultados mostraron lo siguiente:

“(…) la valoración de la cultura culinaria, sí se encontraba asociada positivamente a

una mayor identificación con el Perú y a una mejor autoestima colectiva nacional.
Pero además, la valoración de la cocina peruana, no solo aparecía como un atributo
asociado a la autoestima nacional, sino que también la predecía.”(Espinosa y
Calderón -Prada 2009: 26)

Esto indica que la autoestima hacia el Perú depende de la capacidad exitosa del país, es
decir aumenta conforme se tiene un logro. En cuanto a la valoración culinaria, se asocia con
una mayor identidad peruana pero no solo en el presente sino también se abarca el tema
como fuente de autoestima e identidad futura. Además, la gastronomía se relaciona con la
identidad por ser una propuesta colectiva e inclusiva27 no como otras situaciones exitosas en
el Perú que involucran a peruanos pero de un modo más individual; en esto radicaría su
riqueza y su impulso para la conformación de una renovada identidad nacional.

Sintetizando, el boom de la comida peruana sí facilita la formación de la identidad

peruana aunque no exenta de problemas, como hemos visto: (i)unifica a los peruanos y
atrae riquezas económicas propiciando el funcionamiento de una cadena productiva que a

26
Cfr. Espinosa y Calderón -Prada 2009: 22-23
27
Cfr. Espinosa y Calderón -Prada 2009: 27

9
su vez es revalorada como motor fundamental de nuestra variedad gastronómica; (ii)
propicia la unión nacional y es elemento de orgullo; (iii) ejemplifica un triunfo
internacional para nuestro país y es parte de un proyecto de cambio peruano; y (iv) derriba
las fronteras étnicas y sociales al ser aceptada sin ningún problema por todos los peruanos.
Tras lo investigado, planteamos como hipótesis que el boom de la comida peruana
beneficia enormemente la formación de una identidad nacional renovada y asentada en
nuestros aspectos positivos porque ha logrado que los peruanos se identifiquen y valoren
nuestra historia a través de la fusión que representa nuestra gastronomía. Evidentemente, no
es una influencia inmediata, pero la comida peruana de hoy es la comida que representa el
paso de los años, desde los Incas hasta nuestros días, y con ellos, todos los cambios en el
Perú. Asimismo, gracias a estos cambios se obtuvo una cocina diversa pues tiene tantas
culturas en ella que es muestra de nuestra variedad en la actualidad. Así que al sentirnos
orgullosos de nuestra cultura gastronómica quiere decir que estamos dispuestos,
paulatinamente, a sentirnos identificados con nuestra historia y su mestizaje.

Finalizada nuestra investigación, es pertinente preguntarse si el desarrollo de la

gastronomía ayuda a la erradicación de la pobreza en el Perú en la actualidad, o, cuáles son
las consecuencias de la proliferación actual de escuelas de chefs en Lima. Queda claro que
este estado de la cuestión no responderá a las preguntas anteriormente planteadas pero
pueden ser útiles para futuros trabajos de investigación, sobre todo tomando en cuenta que
el boom culinario en nuestro país tiene poco tiempo aún y que se necesitan mucho más
investigaciones que ayuden a entender mejor el panorama social, cultural y económico que
este auge representa para todos nosotros.

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