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La Escuela Tradicional de La Administración

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Caracas, 26 de marzo del 2023

Universidad Central de Venezuela

Escuela de Administración y Contaduría

Prof. Omar Mosquera

Administración 2

Alumno: Deivy Vásquez

C.I: 24750075

Tlf: 04126540212.

La Escuela Tradicional
de la
Administración
INTRODUCCIÓN

Según la etimología, La palabra administración viene del latín ad (hacia,


dirección, tendencia) y minister (subordinación u obediencia), y significa: aquel que
realiza una función bajo el mando de otro, es decir, aquel que presta un servicio a
otro. Pero según el ingeniero Francés Henry Fayol, considerado el padre de la
administración moderna, administrar es prever, organizar, dirigir, coordinar y
controlar a través de la gerencia.
Las escuelas del pensamiento administrativo son los distintos enfoques empíricos
y teóricos que existen en la administración y cada una posee una forma de
concebir y aplicar esta ciencia en el mundo real, esto se debe a las diferentes
reflexiones de sus fundadores quienes pertenecieron a diferentes áreas científicas,
haciendo que cada escuela tenga una forma de analizar y ejecutar la
administración.

El ser humano, al ser social por naturaleza, tiende a organizarse y cooperar con
las personas de su entorno para lograr un objetivo, partiendo de la premisa “los
recursos son limitados y las necesidades son infinitas”, el ser humano se ha visto
en la obligación de gestionar correctamente los recursos para poder lograr sus
objetivos a lo largo de la historia, esa gestión de recursos, personas y tiempo,
puede simplificarse en una palabra, Administración. Por lo cual se pudiese
entender que, la humanidad ha sobrevivido gracias a la administración y he allí la
importancia de entenderla para mejorar su ejecución.
DESARROLLO

La escuela tradicional de la administración, según lo define Henry Fayol en uno de


sus libros más importantes y por el cual fue considerado el padre de la
administración moderna, “Administración Industrial y General”, es el conjunto de
operaciones que realizan las empresas, las cuales pueden dividirse para mejorar
su planificación y ejecución.
Entre las teorías que fundamentan la escuela clásica de la administración, existe
la división de las operaciones, las cuales son clave para el que una empresa sea
lo más eficiente y eficaz posible.
1. Operaciones técnicas.
Se basa en las funciones de fabricación, construcción y transformación de los
materiales y la materia prima.
2. Operaciones comerciales.
Son las funciones de compras y ventas, la operación comercial es una de las más
importantes de una empresa, ya que, es la actividad de la cual dependen los
ingresos de forma directa, por ello para la buena ejecución de estas operaciones
se requiere de un buen conocimiento del mercado y de los competidores.

3. Operaciones financieras.
Se trata de la búsqueda y la administración de capitales, esto es necesario para el
pago de salarios del personal, la adquisición de activos, creación de reservas y la
adquisición de compromisos. Esta es una actividad esencial para el éxito de la
compañía, ya que muchas empresas hubieran podido alcanzar una vida larga y
próspera, pero sufrieron de la falta de dinero durante su crecimiento.

4. Operaciones de seguridad.
Es la protección de bienes y personas contra robos, accidentes, atentados y
obstáculos de orden social que puedan poner en riesgo la vida de la empresa, sus
recursos y su personal.

5. Operaciones de contabilidad.
Es el órgano de la vista de la empresa, debe permitir conocer en cualquier
momento en dónde está y hacia dónde va, mostrando con informes y números de
forma clara y precisa la situación económica.
6. Operaciones administrativas.
Ninguna de las otras operaciones está encargada de formular el programa general
de acción de la empresa, de coordinar los esfuerzos y armonizar los actos. Estas
operaciones se encargan del control de la empresa, la organización de los
recursos y el personal, mejorar el programa de acción, vigilar que todo funcione de
acuerdo a las reglas, reclutar y formar al personal, dirigir al personal y conducir a
la empresa a su fin.
Otro de los puntos importantes de la administración son los principios bajo los
cuales está sustentada. Esos principios son:

1. División del trabajo.

El objetivo de este, el primer principio de la administración, es producir más y


mejor trabajo con menor esfuerzo. La especialización permite que el individuo
acumule experiencia, mejore continuamente sus habilidades y pueda ser cada vez
más productivo. La división del trabajo permite reducir el número de objetos sobre
los cuales deben aplicarse la atención y el esfuerzo.

2. Autoridad – Responsabilidad.

Es el derecho a dictar órdenes junto con las cuales debe ir equilibrada la


responsabilidad de su función, con lo cual es necesario la existencia de la sanción,
que tiene su fuente en el sentimiento de justicia como consecuencia natural. Esto
es indispensable para una buena administración.

3. Disciplina.

Consiste esencialmente en la obediencia, puntualidad y la aplicación constante de


la actividad que debe ser desempeñada para el logro de objetivos. La disciplina
del equipo de trabajo es necesaria para la buena marcha de los negocios, ninguna
empresa podría prosperar sin ella.

4. Unidad de mando.

Cada trabajador debe tener solamente un jefe sin otras líneas de mando en
conflicto. Este principio está fundamentado en que, si la unidad de mando se
rompe, la autoridad se resiente, la disciplina se compromete, el orden se perturba
y la estabilidad se altera, en el momento que 2 jefes ejercen su autoridad sobre un
mismo individuo, comienza la confusión y esto ejerce estragos en la empresa,
desde las más pequeñas hasta las más grandes.
5. Unidad de dirección.

La gente contratada para la misma clase de actividades debe de tener los mismos
objetivos en un único plan. Esto es esencial para asegurar la unidad y la
coordinación en la empresa. La unidad del comando no existe sin la unidad de la
dirección, un solo jefe y un solo programa para un conjunto de operaciones que
tienden al mismo fin.

6. Subordinación del interés individual al interés general.

Este principio establece que el interés de un individuo o un grupo, no debe


prevalecer contra el interés de la empresa. La forma de realizar esta conciliación
es:

- La firmeza y el buen ejemplo de los jefes.

- Convenios tan equitativos como sea posible.

- Una atenta vigilancia.

7. Remuneración.

El pago es un motivador importante, pero cuando Fayol analiza un número de


posibilidades, precisa que no existe un sistema de remuneración perfecto, pero
debe ser lo más equitativa posible, dar satisfacción al personal y a la empresa, la
tasa de la remuneración depende de las circunstancias de la voluntad del patrón,
la abundancia o escasez de personal, estado general de los negocios, situación
económica de la empresa y el modo de retribución adoptado. Este modo de
retribución tiene una influencia considerable sobre la marcha de los negocios, los
modos de retribución más usados suelen ser:

- Pago por jornada


- Pago por tarea
- Pago por pieza fabricada

8. Centralización.

Este es un tema de grado dependiendo de la condición del negocio y de la calidad


del personal. Se basa en delegar tareas al equipo y que cada actividad sea
supervisada por una persona distintita. Los gerentes deben conservar la
responsabilidad final pero también deben dar autoridad suficiente a sus
subalternos, por lo cual la centralización del mando nunca es buena para las
empresas.
9. Cadena escalonada (línea de autoridad).

Una jerarquía es necesaria para la unidad de la dirección. Pero la comunicación


lateral es también fundamental, mientras que los superiores sepan que está
ocurriendo tal comunicación. La cadena escalonada se refiere al número de
niveles en la jerarquía, desde la autoridad de mayor nivel hasta el más bajo de la
organización. No debe ser muy amplia o constar de demasiados niveles.

10. Orden.

El orden material y el orden social son necesarios. El primero disminuye la pérdida


de tiempo y la manipulación innecesaria de materiales. El segundo se logra con la
organización y control del personal.

11. Equidad.

En el funcionamiento de un negocio es necesaria una combinación de amabilidad


y justicia. Tratar bien a los empleados es importante lograr equidad, pero es
necesario que el personal sea estimulado en el sentido de emplear el ejercicio de
sus funciones con toda la buena voluntad y el sacrificio que es capaz.

12. Estabilidad de la contratación del personal.

Los empleados trabajan mejor si tienen la seguridad en su empleo y en el


progreso de su carrera. Una contratación insegura y un alto índice de rotación de
personal afecta de forma negativa a las empresas.

13. Iniciativa.

Permitir que todo el personal muestre su iniciativa de cierta manera es una fuente
de la fortaleza para la organización. Aun cuando puede implicar un sacrificio de la
vanidad personal de parte de muchos gerentes.

14. La unión del personal.

La administración debe fomentar la motivación moral de sus empleados. Es


necesario un verdadero talento para coordinar esfuerzos, provocar el entusiasmo,
utilizar las capacidades de cada persona, y recompensar a cada uno según sus
méritos, sin despertar posibles celos y disturbar las relaciones armoniosas.

Conociendo las teorías de la escuela clásica de la administración, se puede


extraer información clave para sentar las bases de una empresa, pero esta no es
la única escuela administrativa ni Henry Fayol es el único pensador de la
administración, es necesario conocer las demás escuelas del pensamiento
administrativo para tener un pensamiento crítico objetivo sobre la administración.
Escuela Empírica.

Uno de los grandes teóricos empíricos de la administración fue el germano-


estadounidense Ernest Dale, uno de los pensadores que más aportó a la
administración y la gerencia en el siglo XX, esta escuela recibe su nombre de
la doctrina filosófica del empirismo, la cual sostiene que la experiencia no es la
mejor forma -si no la única válida- de obtener conocimientos y tomar así las
mejores decisiones.

En consecuencia, los mejores administradores son aquellos que se forman


revisando las experiencias pasadas, con el propósito de dar con patrones
generales, factores decisivos y en general, indicaciones válidas para emprender
proyectos administrativos actuales. Por lo tanto, la escuela empírica otorga poco
valor a los principios administrativos, ya que prefiere que sus conclusiones
provengan del análisis de la experiencia ocurrida y no que sean formulados a por
pura teoría.

Sus críticos, en ese sentido, sostienen que nunca dos experiencias administrativas
serán tan similares como para repetir todos sus elementos y poder aplicar
soluciones idénticas. Por eso, se hace indispensable la existencia de teorías y
aproximaciones teóricas, no sólo del análisis meramente práctico.

Escuela Científica.

El fundador de esta corriente fue el estadounidense Frederick W. Taylor, cuya


obra escrita giró en torno a la organización científica del trabajo, en libros
como Shop management o Principios de administración científica, en dichas
obras, Taylor revolucionó el concepto tradicional de gerencia, asignándole a los
administradores una mayor cuota de responsabilidad en la producción.

La escuela científica de la administración nació a finales del siglo XIX, cuando los
ingenieros e industriales comenzaron a interesarse en modelos administrativos
que les permitieran mejorar la producción, esta escuela aspiraba a estudiar la
administración desde un punto de vista comprobable, objetivo, científico, que diera
con sus reglas universales, tal y como ocurre con las ciencias exactas. La mayor
parte de las veces, implicaba dar con fórmulas para maximizar la producción y
mejorar la eficiencia de los trabajadores.

Taylor compartía ciertos prejuicios sociales en torno a la clase trabajadora, que


consideraba inherentemente perezosa, por esa razón, aspiraba a medir y controlar
detalles como la cantidad de movimientos que un obrero debía hacer para
mantener su producción al máximo, como si de robots se tratara. Los críticos de la
escuela científica señalan, con razón, la rigidez de sus postulados y su aspiración,
propia de la época, a entender el proceso de producción como un mero asunto de
engranajes a controlar, sin tomar en consideración los factores subjetivos o
psicológicos del trabajo.

Las dinámicas que esta escuela proponía acababan enajenando al trabajador de


la tarea monótona y repetitiva que hacía, lo cual trae consigo importantes cuotas
de frustración y malestar.

Escuela Humano-Relacionista.

Esta escuela nació a partir de los estudios del psicólogo australiano Elton Mayo en
los Estados Unidos, quien buscó comprender el ausentismo, la deserción y la
baja productividad de muchas empresas. Así, demostró que es imposible esperar
compromiso y colaboración de parte de los trabajadores si estos se encuentran
enajenados del proceso de producción mismo, sobre todo si no son escuchados ni
tomados en cuenta. Esta escuela rompe con las vistas hasta ahora, ya que se
centra en el elemento humano de los procesos administrativos, haciendo énfasis
en que no es lo mismo lidiar con gente que con procesos automáticos.

Escuela Estructuralista.

Es también conocida como “escuela del sistema social”, propone un


enfoque sociológico de la administración, heredero en particular de los libros del
sociólogo alemán Max Weber. El enfoque estructuralista ve la administración
como una dinámica integrada al sistema social, o sea, a todo tipo de
organizaciones externas y medios sociales de los que recibe una importante
influencia. Por eso, se propone en primer lugar entender la evolución histórica de
las sociedades y sus principales tipos de organizaciones, para entender el impacto
que tuvo en la sociedad la llegada de la Revolución Industrial, un impacto que se
podía rastrear no sólo en las organizaciones productivas, sino en las comerciales,
políticas, sociales y educativas.

Escuela Humano-Conductista.

Esta escuela reivindica las experiencias de Elton Mayo, aunque en realidad sus
principales exponentes fueron el alemán Kurt Lewin y el estadounidense Douglas
McGregor. Lewin fue uno de los pioneros de la psicología social experimental, la
psicología organizacional y la psicología aplicada, considerado uno de los “Cuatro
grandes” de la psicología alemana. Su aporte a la escuela fue fundacional, a
través del estudio dinámico de pequeños grupos, en el que destacó las virtudes de
la integración y participación de los trabajadores en el proceso productivo.

Por su parte, McGregor publicó en 1960 su libro El aspecto humano de las


empresas, en el que proponía dos enfoques diferentes al manejo de personal con
fines productivos:
 La “teoría X”, el enfoque más tradicional y menos eficaz, que entiende
al empleado como un individuo negado al trabajo cuya única motivación
laboral es recibir el dinero del salario.
 La “teoría Y”, el enfoque que tomaba en cuenta los hallazgos de
la psicología moderna respecto de la motivación y que por lo tanto
propone un cambio en el modo de actuar de los administradores.

Escuela Cuántica.

Esta corriente centra su interés en el estudio de los procesos de la toma de


decisiones dentro de una organización social, prestando menos atención al resto
de los aspectos. Esta escuela fue propuesta por especialistas de la matemática y
la economía como el economista y politólogo estadounidense Herbert A. Simon y
James Gary March.
ANÁLISIS CRÍTICO

Las teorías de la administración han sido creadas hace más de 100 años, pero si
evaluamos a profundidad todos los “cursos intensivos” que intentan vender
fórmulas mágicas para el crecimiento de las empresas, se pueden observar que la
gran mayoría están sustentados en las teorías de los pensadores de la
administración filtradas y explicadas con palabras menos técnicas para los menos
entendidos en el área, lo cual demuestra que dichas teorías siguen estando
vigentes para el buen manejo de una compañía.
Uno de los puntos más importantes es la operación financiera de las empresas, la
cual en la teoría indica que es necesario la búsqueda y administración del capital
para el éxito de la empresa, esto sigue estando más vigente que nunca, millones
de negocios nacen y mueren a diario, y la gran mayoría fracasa por falta de
capital, la mayoría decide crear una empresa con sus ahorros o con un capital
inicial para comenzar y luego retroalimentarse cubriendo los gastos de la empresa
con los ingresos que esperan obtener en el corto plazo, y lo que nos ha enseñado
la historia y el mercado, es que no todas las empresas obtienen rendimientos
durante su inicio.
Los gastos siguen llegando y los ingresos son escasos durante el crecimiento, y
cuando la empresa no tiene capital para cumplir con sus compromisos es cuando
todos deciden abandonar. Esto demuestra que el fracaso de una empresa también
puede venir por el simple desconocimiento de una antigua teoría de la
administración.
Otro aspecto a destacar es que es necesario conocer las teorías que sostienen las
diversas escuelas de la administración para extraer lo mejor de cada una.
En la escuela empírica se sostiene que el conocimiento viene de la experiencia, lo
cual es cierto, pero no al 100%, ya que si no existieran las teorías, nadie sabría
por dónde empezar al momento de dirigir una empresa, a su vez, no es un secreto
que el aprendizaje por experiencia es el del que más se aprende pero también
suele ser el más caro, no es un secreto que los grandes empresarios que
aprendieron de forma empírica tienen una lista de fracasos bastante extensa
cuyos detalles se suelen omitir al momento de contar las historias de éxito, por lo
cual sí es necesario evaluar la realidad y las experiencias pasadas para tomar
decisiones, pero también es necesario extraer información de las teorías para
minimizar los riesgos lo más posible.
Todos los principios de la administración clásica son aplicables a la actualidad y
sin embargo, ya sea por desconocimiento o por decisión, estos no son aplicados
por la mayoría de las empresas. En su mayoría la remuneración no suele ser bien
considerada por los empleados, los cuales suelen no estar motivados, no son
respetados ni tomados en cuenta y las líneas de comunicación con las unidades
de mando también suelen causar inestabilidad a los trabajadores. Por parte de los
jefes, no siempre hay un buen manejo del equipo y existe un gran
desconocimiento sobre las formas de incentivar al personal.
Cuando las empresas desean solventar estas situaciones, suelen contratar
asesores y consultores, elevando los gastos de la compañía, cuando la realidad es
que sus administradores podrían identificar estos problemas comunes en las
empresas simplemente analizando a profundidad las teorías básicas de la
administración que se suelen tachar de “antiguas” u “obsoletas” pero que deberían
ser la base de todo negocio.
REFERENCIAS

“Administración Industrial y General” (Henry Fayol, 1916).


www.economipedia.com

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