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Fis Caracter Espiritual 1-5

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Manual Uno-Carácter Espiritual

Enero 2000 La Alianza para la Fundación de Iglesias por Saturación – Curso Omega pg 80

CARÁCTER Justificación por Fe


ESPIRITUAL
EL FUNDAMENTO DE NUESTRA
RELACIÓN CON DIOS
LECCIÓN 1
 Propósito de la Lección
El propósito de esta lección es enseñar al fundador de Iglesias como ser libre de culpa, negatividad y
tendencia a mantener su reputación, debido a que la justicia de Cristo es el fundamento de la vida
Cristiana.

 Puntos Principales
 La justificación es un cambio de nuestra naturaleza a la naturaleza de Cristo.
 La justificación por fe es el fundamento de nuestra relación con Dios.
 Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta lección haya sido dominado, cada participante deberá:
 Conocer lo que significa la justificación por fe.
 Tener un profundo aprecio y seguridad de la gracia de Dios que está enraizada en la justicia de
Cristo.

INTRODUCCIÓN
Como creyentes, nuestra relación con Dios es el punto focal de nuestras vidas. Nada importa más que el
como nos relacionamos con Dios y como El se relaciona con nosotros. Pero en esta relación tenemos
muchas preguntas:
 ¿Cómo podemos conocer a Dios íntimamente?
 ¿Verdaderamente nos acepta Dios?
 ¿De donde viene nuestra aceptación por Dios?
 ¿Cómo podemos vivir una vida que le agrade a El?
 ¿Qué pasa cuando pecamos?
Para responder a preguntas como estas debemos ir al principio, - al Evangelio, el fundamento de nuestra
relación con Dios. El Nuevo Testamento describe la salvación como un asunto de "justificación por fe". En
esta lección, consideraremos lo que justificación por fe significa y como este fundamento, edificado sobre la
justicia de Cristo, es el único fundamento seguro para nuestra relación con Dios.

I. JUSTIFICACIÓN NO ES...
Simplemente declarada, justificación significa ser declarado justo. Hay, comunmente, dos grandes
errores que la gente comete en lo que concierne a esta gran doctrina.

A. La Justificación No Es por Obras


El gran filósofo Aristóteles - creyó que la gente podía llegar a ser buena (ser justificada) por la
práctica. Muchos están de acuerdo con él. En los días de Jesús parece que los fariseos habrían
estado de acuerdo con Aristóteles. Para ellos, el camino para ser bueno, para ser aceptable
delante de Dios era por la práctica, - específicamente por vivir una vida de acuerdo con la ley de
Dios. El bien conocido teólogo Tomás de Aquino estaba de acuerdo con Aristóteles - así, un
sistema de salvación por obras permanece como piedra angular de muchos seguidores de Aquino.
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Aquellos que siguen la visión de Aristóteles podrían ser clasificados como siguiendo una religión.
Aquí, definimos religión como un intento por alcanzar a Dios. El Evangelio, sin embargo, enseña
algo enteramente diferente acerca de cómo llegar a ser bueno. De acuerdo con la Biblia, la única
manera de ser justificado es por aceptar por fe la salvación provista por la muerte y resurrección
de Jesucristo. El Evangelio, incluyendo la justificación por fe, está en contraste directo con todos
los otros sistemas religiosos de aceptación ante Dios.
Tabla 1.1 El Evangelio y la Religión

Evangelio Religión
(Obra sobrenatural de Dios (obra natural del hombre
para alcanzar al hombre) para alcanzar a Dios)
Gracia Obras
Fe Obediencia
Amor incondicional Juicio
Espíritu Santo transforma Esfuerzo Personal
La gracia guía a la Obediencia guía a la gracia
obediencia

Los Cristianos que creen en la Biblia entenderán pronto que el Evangelio es cierto y la religión es
falsa. No queremos reemplazar el Evangelio con religión, pero estamos tentados a mezclar los
dos. Pero cuando mezclamos el Evangelio con cualquier cosa lo destruimos (Gal 1:6-7).
Alguien podría decir rápidamente, "nosotros hacemos buenas obras". Cierto, pero no recibimos el
favor de Dios por ello. En lugar de esto hemos recibido el favor de Dios y por lo tanto hacemos
buenas obras.

B. Justificación No Es un Perdón
Muchos creyentes entienden correctamente que la justificación ante Dios es por fe y no por obras,
pero concluyen incorrectamente que la justificación es realmente un simple perdón en el cual Dios
elige pasar por alto nuestro pecado. Este es un gran error. Dios no escoge simplemente ignorar
nuestro pecado. Su santidad impide esa posibilidad. El pecado debe ser pagado. La justificación
es un acto por el cual alguien es declarado justo. Somos declarados justos con base en el hecho
de que Cristo pagó el precio de nuestro pecado.
Aquellos que piensan en la justificación como un mero perdón fallan en darse cuenta del gran
precio que fue pagado por nosotros y tienden a tomar la salvación como algo de hecho. Sin
embargo, nuestra justificación tuvo un gran precio que debe inspirarnos a vivir agradecidos por lo
que Dios ha hecho.

II. LA JUSTIFICACIÓN ES

A. La Justicia de Dios: Romanos 3:21-24


Romanos 3:21-24 es uno de los pasajes más claros en lo que concierne a la justificación por fe. El
estudio del pasaje frase por frase revela muchos de los varios aspectos de la justificación por fe y
como la justicia de Cristo forma el fundamento de nuestra relación con Dios.
1. “aparte de la ley”
La justicia de Dios no es obtenida con base en nuestra obediencia a la ley de Dios. ¿Por qué
no? Porque ninguno de nosotros guarda la ley de Dios perfectamente -- lo cual es lo que
Dios requiere si hemos de ser justificados por nuestra obediencia a la ley de Dios (Gal 3:10).
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2. “Un Dios Justo…ha sido hecho conocido”


La justicia de Dios expresa su "pureza perfecta". Justicia para nosotros es en conformidad
exacta a esta pureza perfecta de Dios. Si tomamos el contexto en cuenta y el hecho de que la
justificación por fe está siendo explicada aquí, la "justicia de Dios" significa una pureza
perfecta que viene de Dios o es dada por Dios.
3. “del cual los profetas y la ley testifican”
En la mente hebrea, las dos principales divisiones del Antiguo Testamento eran la Ley y los
profetas. En ambos encontramos la revelación de Dios hablando de su rectitud obtenida a
parte de la obediencia. En otras palabras, toda la Biblia testifica de esta profunda verdad.
4. “esta justicia de Dios viene por medio de la fe en Cristo Jesús para todos aquel que cree”
La fe es el medio por el cual obtenemos esta justicia. El objeto de nuestra fe debe ser Cristo
Jesús, porque El es Aquel que murió en nuestro lugar, pagando la pena por nuestro pecado.
Solo El era capaz de pagar por completo nuestro pecado, porque El es el perfecto Hijo de
Dios. Esta es la razón por la cual es esencial poner nuestra fe en El.
5. “porque no hay diferencia; por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”
Todos nosotros necesitamos de esta justicia a través de la fe en Cristo Jesús. No hay
excepciones porque todos hemos pecado y nuestro pecado ha provocado que seamos
destituidos de la perfección de Dios que refleja su verdadera gloria.
6. “siendo justificados gratuitamente por su gracia"
La justicia perfecta requerida para estar con Dios nos es imputada cuando creemos. Es un
don debido a la gracia del carácter de Dios, no porque lo merezcamos. Es un regalo en su
verdadero sentido; no merecido, inesperado, pero aceptado.
7. “mediante la redención que es en Cristo Jesús”
En su amor, Dios nos quiso impartir este regalo de perdón y santidad, pero su santidad
requirió que la pena por el pecado, la cual es la muerte, fuera pagada. Por esto, Cristo vino y
murió en nuestro lugar pagando nuestra deuda. Como resultado, El cumplió con los justos
requisitos de Dios para darnos y declararnos justos ante sus ojos. La redención del pecado
por el pecado fue el precio pagado para adquirir nuestra justificación.

B. El Gran Intercambio
En resumen, la justificación es el acto de la gracia de Dios por el cual El provoca que suceda
un gran intercambio. Cuando un pecador se acerca a Dios en arrepentimiento y fe, Dios
remueve la culpa de su pecado y se lo da a Cristo. También toma la justicia perfecta de Cristo y
se la da al nuevo creyente. El resultado es que el pecado del nuevo creyente es completamente
perdonado y él o ella reciben de Cristo la justicia perfecta requerida para estar en justicia ante
Dios. (2Co 5:21, Is 61:10, Ro 4:3-5, 8:1, Ef 4:22-24).
Apocalipsis 20:12 habla del día en el cual Dios abrirá los libros que contienen el registro de
nuestras vidas y nos juzgará de acuerdo con nuestras obras. ¿Qué cree que encontraremos en
nuestros libros? El profeta Isaías explica que ante el juicio de un Dios Santo "todos nosotros
somos como suciedad y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia “ (Isa 64:6). La
mayoría de las personas se sorprenderían de saber que sus libros contienen largos registros de
pecados. Sin embargo, cuando vemos a la vida de Jesús, vemos que El fue perfectamente
obediente a Dios, porque El vivió una vida recta sin pecado. (Hebreos 4:15).
Cuando nos arrepentimos de nuestro pecado y aceptamos, por fe, a Jesucristo como Señor y
Salvador, Dios nos quita nuestro pecado y se lo da a Cristo, El, entonces, toma la justicia de Cristo
y nos la da a nosotros. El resultado es que nuestro registro de pecados fue dado a Cristo, y el
registro de Justicia de Cristo nos fue dado a nosotros. La justificación puede ser ilustrada
como el intercambio de nuestro "registro de pecados" por el "registro de justicia" de
Cristo.
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La Ilustración del Gran Intercambio (Fig. 1.2) nos ayuda a entender la justificación por fe.
Fig. 1.2 El Gran Intercambio

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III. ASUNTOS CRUCIALES DE LA JUSTIFICACIÓN POR FE

A. No Podemos Justificarnos a Nosotros Mismos


Observando estos aspectos claves de la justificación por fe en conjunto, nos damos cuenta que
hay una verdad importante entretejida a través de estas ideas. Cuando se nos dice que la
justificación es una justicia dada a parte de la obediencia a la ley, que nos es dada por la fe en
Cristo Jesús, que es dada a los pecadores por la gracia de Dios, y que ha sido pagada por la
redención en Cristo…todas estas ideas expresan que el hombre no tiene nada que hacer con esta
justicia.
Explicando la naturaleza de la justificación, Martín Lutero la ha descrito correctamente como una
"justicia pasiva", debido a que no podemos hacer nada para producirla. Jesucristo ganó esta
justicia para nosotros y solo debemos recibirla por medio de la fe. Esta verdad es el fundamento
de la justificación del hombre ante Dios y es aquí donde el verdadero Cristianismo
encuentra su gran diferencia con cualquier otra religión, así como con las falsas formas de
Cristianismo. Es aquí donde nosotros mismos tenemos la más grande dificultad, debido a que la
justificación por fe nos expresa el grado de nuestra verdadera pecaminosidad y nuestra necesidad
infinita de gracia. Nos dice que para ser justos ante Dios, debemos mirar afuera de nosotros
porque no tenemos esta justicia, y debemos aceptar humildemente el único medio por el cual
podemos estar bien con Dios a través de la fe en Cristo Jesús.
Esta es el asunto clave de la justificación, si pensamos que podemos ser justos ante Dios por
cualquier otra cosa que la provisión de Cristo, entonces nos equivocamos drásticamente en cuanto
a la santidad de Dios y a la profundidad de nuestra pecaminosidad, ¿Cómo podemos pensar que
somos dignos por nosotros mismos para tener paz con un Dios perfectamente santo? Este es el
peor tipo de presunción arrogante debido a que reduce a Dios al nivel de un hombre pecaminoso y
levanta al hombre corrupto al nivel de un Dios perfecto.
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B. No Podemos Tomar el Crédito por lo que Dios Ha Hecho


Al dar su vida Jesús pagó el precio por todos los infractores de la ley. Debido a quien es Jesús,
podemos confiar en que Dios nos justifique. No confiar en la muerte de Jesús sobre la cruz como
la base de nuestro perdón y relación con Dios es insultar a Dios cuando menos.
Ejemplo:
Considere a un hombre que ha cometido un crimen terrible, y está esperando la pena de muerte.
Mientras espera, uno de sus amigos va al juez y pide por su perdón. El juez replica, “Yo le dejaré
libre, si usted me da a su hijo para morir en su lugar." El amigo dice, "esto es ridículo, ¿cómo
podría hacer esto?" pero el juez dice, "esta es la única manera en que le dejaré en libertad."
Después de mucha agonía el padre decide que sacrificará a su hijo por su amigo…sabiendo que
este es el único camino. En obediencia, el hijo va al juez y está de acuerdo en morir en el lugar
del amigo de su padre. Al siguiente día el juez ejecuta al hijo y deja en libertad al hombre.
Poco tiempo después, el padre oye una conversación entre el prisionero liberado y un amigo.
Cuando se le pregunta ¿cómo es que te liberaron de la pena de muerte?" el hombre liberado
replica, " Bueno, mientras estuve en prisión me mantuve limpio, me comporté bien e hice lo que
los guardias pidieron. Por lo que ellos me dejaron ir por mi buen comportamiento."
¿Cómo cree que este hombre respondió a lo que su amigo dijo? ¿Cómo pudo este hombre pensar
que su comportamiento tuvo algo que ver con su liberación cuando su hijo había dado la vida por
él?
No es por nuestro comportamiento, o aún lo grande de nuestro arrepentimiento, que Dios perdona
nuestros pecados. Aunque la Palabra de Dios enseña que nuestra fe debe ser demostrada por
nuestro amor y obediencia a Dios, no debemos confundir esto con la verdad de que Dios nos ha
perdonado solamente por su amor y gracia, habiéndonos dado a su único Hijo para morir en
nuestro lugar en una cruz. Jesucristo pagó la pena de nuestro pecado, y este es el sacrificio que
nos compró la libertad de la ira de Dios.

C. Debemos Confiar en Dios Completamente


Aquellos que creen en la religión, y por lo tanto en la justificación por las obras, construyen su
relación con Dios sobre su obediencia a El. El problema es que su conciencia está recordándoles
continuamente que no están haciendo muy buen trabajo en obedecerle, y por lo tanto les
convence de que ellos no tienen ningún derecho de creer que Dios pasa por alto su pecado o les
perdona sin justicia. Esto crea una crisis, en la cual ellos concluyen que no son tan malos
(cauterizando la conciencia) o si ellos hacen algo que agrada a Dios, Dios pasará por alto su
pecado (comprometiendo la verdadera justicia de Dios).
Aún los Cristianos enfrentan este problema. Nuestra conciencia nos dice que nuestro trabajo por
agradar a Dios es pobre. En este punto, somos tentados a volvernos a soluciones falsas
para suavizar nuestra conciencia y resolver el problema del pecado. Algunas veces tratamos
de suavizar esto pensando que no somos tan malos como los demás; por lo tanto no podemos ser
tan malos en realidad. O buscamos hacer las cosas mucho mejor, tratando de reparar nuestras
fallas. Este es un error sutil debido a que la resolución de obedecer a Dios mejor no está mal.
Pero lo que estamos inclinados a hacer basada nuestra relación con Dios en nuestro desempeño,
en religión en lugar de en el Evangelio. Cometemos un error critico cuando cambiamos la base de
nuestra confianza en la salvación en otra cosa que en la obra de Cristo en la cruz, por nuestro
desempeño en la obediencia. Esta forma equivocada de pensar puede provocar que nos
escondamos de nuestra real pecaminosidad o que nos desanimemos o deprimamos.

CONCLUSIÓN
Al vivir nuestra vida cristiana, no podemos apartar nuestra fe del perdón y la justicia que Cristo ganó para
nosotros. La muerte de Jesús en una cruz pagó la pena y nos permite estar en justicia ante Dios. La
justificación por fe debe permanecer como el fundamento de nuestra relación con Dios. La cruz es la única
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esperanza para la paz con El. No hay otro lugar en que los pecadores, aún los pecadores justificados,
puedan encontrarse con Dios mas que la cruz.

Construir nuestra vida sobre la justificación por fe en Cristo Jesús debería liberarnos para servir a Dios
siempre en confianza, no porque siempre obedezcamos a Dios perfectamente, sino porque tenemos la
confianza de que nuestra relación con Dios está construida sobre la obra de Cristo por nosotros. La
justificación no es un asunto de nuestro propio esfuerzo. En lugar de esto, es por gracia por medio de la fe.
Mientras aprendemos que nuestra relación con Dios siempre ha sido y siempre será - basada sobre su
gracia, y al confiar en la obra terminada de su Hijo, nos damos cuenta de cuan verdaderamente grande su
amor es. Hemos sido salvados por gracia, y solo podemos vivir por gracia.

PREGUNTAS PARA CONSIDERACIÓN, REVISIÓN Y APLICACIÓN


 ¿Podría de manera simple, pero clara, definir la justificación por fe?
 ¿Qué significa cuando decimos que la justificación por fe es una "justicia pasiva"?
 En nuestro caminar diario con el Señor, ¿por qué es tan difícil para nosotros que empezamos en la
gracia continuar en la gracia, confiando en la obra terminada de Jesús por nosotros en la cruz?
 ¿Cómo es que la justificación por fe afecta la manera en que nos relacionamos con Dios y la forma en
que él se relaciona con nosotros?

PLAN DE ACCIÓN
Enseñe a alguien más el significado de la justificación por fe, y entonces pídale que escriba su propia
definición. Traiga lo que escribieron para la próxima sesión de entrenamiento.
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CARÁCTER
ESPIRITUAL
Viviendo por el Evangelio
RECHAZANDO LA

LECCIÓN 2 AUTODEPENDENCIA

 Propósito de la Lección
El propósito de esta lección es ayudar al fundador de Iglesias a ver la importancia de la fe enraizada en
Cristo como el medio para el crecimiento espiritual.

 Puntos Principales
 El evangelio es el centro del crecimiento espiritual personal
 Debemos rechazar el depender de nosotros mismos para crecer en Cristo y tener éxito en el
ministerio.
 Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta unidad haya sido dominado, cada fundador de Iglesias deberá:
 Saber cómo entender los efectos del evangelio en el proceso del crecimiento cristiano.
 Estar más apercibido de su necesidad por Cristo y crecer en humilde dependencia en El.
 Entender la diferencia entre vivir por sus propias fuerzas y vivir por la fe en Cristo y sus logros.

INTRODUCCIÓN
La mayoría de los Cristianos entienden claramente que nuestra justificación ante Dios es solamente por fe.
Pero, ¿qué significa esa doctrina en nuestras vidas a partir de este punto y en lo sucesivo? ¿Qué debería
significar el Evangelio para aquellos que lo recibieron hace mucho tiempo? Muchos Cristianos están
confundidos en estos puntos. Muchos consideran los conceptos relacionados con la salvación, tales como la
justificación, de poco valor una vez que se ha sido Cristiano por muchos años. Ellos podrían estar tentados
a reemplazar estas enseñanzas tan importantes por formas que exalten el cumplimiento de reglas y la
dependencia en uno mismo. En esta lección, exploraremos como impacta el Evangelio aún a Cristianos
maduros y al mismo tiempo veremos las advertencias bíblicas en contra de reemplazar el Evangelio con
cualquier otra cosa.

I. DISTRACTORES DEL EVANGELIO


Una de las primeras epístolas que el Apóstol Pablo escribió fue a las iglesias que fundó en su primer
viaje misionero en la región de Galacia. Estos Cristianos estaban confundidos acerca de cómo fueron
justificados ante Dios, así como también acerca de cómo crecían como Cristianos es decir su
santificación. Además, habían perdido su sentido de gozo en Cristo (Gal 4:15), y se estaban atacando
los unos a los otros (Gal 5:15).
De seguro Pablo estaba triste por la condición de estas iglesias recientemente fundadas. Pablo abrió su
carta ante ellos con una fuerte reprensión por lo que había pasado. Él dice "estoy maravillado de que
tan pronto os halláis alejado…para seguir un evangelio diferente" (Gal 1:6-7). Posteriormente, Pablo se
pregunta si él desperdició su tiempo en ellos (Gal 4:11). En su frustración, Pablo, llama a los Gálatas
"insensatos" (Gal. 3:1,3).
Pablo entendió que los Gálatas habían dejado de vivir en dependencia de Cristo, decía que habían sido
"embrujados" (Gal 3:1). Esta palabra expresa la idea de "ser fascinado" con algo. Habían sido llevados
a creer que podrían ser justificados por su observancia a la ley. Habían cambiado la vida cristiana por
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la ejecución de escenas en lugar de vivir en dependencia de Cristo (Gal 4:10-11). Habían empezado a
buscar el favor de Dios a través de la ley y no a través del Evangelio (Gal 3:1-5). Al hacer esto, estaban
arrancándose a si mismos de la verdadera fuente de fuerza. Habían sido apartados de Cristo.
Esta es la razón por la cual Pablo reprendió a los Cristianos Gálatas. Estaban confundidos acerca de
cómo el crecimiento tomaba parte en sus vidas. Llegaron a ser hechizados por las reglas y los rituales
de una vida religiosa y perdieron su enfoque en Cristo, poniéndolo en si mismos. Se habian vuelto a la
justificación por buenas obras, lo que es confiar en uno mismo, y así no entendieron su continua
necesidad de Cristo.

II. LOS PELIGROS DE CONFIAR EN UNO MISMO


Como los Gálatas, podemos apartarnos de Cristo y la cruz. Nuestras vidas frecuentemente reflejan falta
de dependencia de Cristo asociada a una subestimación del poder del pecado. Por ejemplo, podemos
cambiar la vida cristiana en una actuación. Atendemos a todos los servicios semanales prescritos y
externamente todo parece bien, por lo menos ante los ojos de los demás. Pero, aún si participamos en
estas actividades, podemos aburrirnos con l a predicación de la Palabra de Dios y nuestra adoración
puede convertirse en un mero servicio de labios. En el interior, hay poca fe y poco amor a Dios, pero lo
que es más peligroso es que difícilmente nos damos cuenta de este cambio que está teniendo lugar en
nosotros.
Este es el sutil y fatal peligro que Pablo estaba confrontando directamente en Gálatas 3. Es otra,
debido a que nuestra vida llega a ser un cristianismo superficial que solo se preocupa por las
apariencias mientras que morimos en nuestro interior. Es como un hombre que tiene cáncer, pero no lo
sabe, pero las células del cáncer se esparcen matando todo aquello con lo que tienen contacto. Un día
se siente mal y va al doctor solo para descubrir que es demasiado tarde.
Otro ejemplo es el pensar incorrectamente que podemos manejar el pecado con nuestras propias
fuerzas. Por ejemplo, un hombre podría pensar que puede entretenerse con deseos lujuriosos en su
corazón. "Después de todo", dice el hombre, "los deseos no determinan el comportamiento". Se
convence a si mismo de que la lujuria es una ofensa menor que puede permitirse…a diferencia del
adulterio, un pecado que nunca cometería. Él cree que ha dominado el pecado dentro de él, pero la
realidad es que entretenerse con el pecado, cualquier pecado, lo separa a él de la cercanía de Dios. En
Mt. 5:28, Jesús claramente declara, "pero yo les digo, que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.”
Como el cáncer, el pecado es una enfermedad mortal. No deberíamos ser engañados y pensar que
podemos ignorar esta enfermedad o vencerla a través de nuestro propio esfuerzo o por la conformidad
externa con los mandamientos que encontramos en la Biblia. Si continuamos confiando en esos débiles
medios para vencer el pecado, nos matará.

III. LA CENTRICIDAD DEL EVANGELIO EN EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL


Es a través de nuestra falla en vivir la vida cristiana por nuestras propias fuerzas que descubrimos
nuestra debilidad y la importancia de caminar por fe en Cristo. Muchas veces en Gálatas 3:2-5, Pablo
usa la preposición "por" para explicar el medio por el cual algo es obtenido. Primeramente se refiere al
comienzo de la vida cristiana y a la promesa del Espíritu Santo, y él pregunta "¿recibieron el Espíritu
por la observancia a la ley o por creer lo que oyeron?" (Gal 3:2). En otras palabras, ¿cómo recibimos el
Espíritu? ¿Cómo empezaron nuestras vidas cristianas? De acuerdo con Pablo, fue "por fe" en el
Evangelio (Gal 3:8). Entonces él se mueve hacia como es que los Cristianos crecen, también referido
como la doctrina de "santificación." Él pregunta "después de empezar por el Espíritu, están tratando de
alcanzar su objetivo por el esfuerzo humano?" (Gal 3:3). En otras palabras, si no pudimos empezar el
trabajo por nosotros mismos sino que tuvimos que creerle a Dios y confiar en la obra de Su Espíritu.
¿Por qué pensamos ahora que podemos perfeccionar su obra por nuestro propio esfuerzo? Por ultimo,
él pregunta algo realmente agudo. "Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre
vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?" (Gal 3:5). Debemos pensar acerca de
esta ultima pregunta cuidadosamente, porque la Biblia enseña claramente que en nuestra obediencia
experimentamos las bendiciones de Dios.
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Nuestros peores días


nunca son tan malos
que estemos más allá
de la gracia de Dios,
y nuestros mejores
días, nunca son tan
buenos como para no
necesitarla.
Note el contraste que Pablo está haciendo. Él contrasta la obediencia con la fe como el medio a través
del cual Dios obra. No fuimos salvados por nuestra obediencia, sino por gracia por medio de la fe. Más
aún, no solo es fe el medio por el cual somos justificados, este es el medio por el cual somos
santificados. Crecemos por la fe en el Evangelio y aceptamos los logros de Cristo por nosotros por
medio de la fe. En ambos casos, nuestra justificación y santificación, somos llamados a vivir por fe.
Confiar en nuestros propios recursos es probablemente la mejor descripción práctica de la incredulidad,
pero somos llamados a dejar de depender en nuestros propios recursos y a vivir por fe. Dios nos llama
a abandonar la persecución de la justicia propia. No tenemos ninguna justicia sino la que nos es dada a
través de nuestra unión con Cristo. La fe humildemente admite nuestra necesidad y mira fuera de
nosotros a Cristo y acepta el perdón y la justicia perfecta que El nos ofrece.

Ejemplo:
Durante la reforma protestante, Lutero y Erasmo estaba debatiendo acerca de que representaba mejor
nuestra salvación y nuestra necesidad de la gracia. Erasmo admitía que el pecado había hecho al
hombre enfermar, pero propuso que nuestra necesidad de gracia se parece a un pequeño que aprende
a dar sus primeros pasos. Una persona es capaz de dar algunos pasos hacia Dios, pero algunas veces
también necesita a su Padre Celestial para sujetarlo y ayudarle a continuar. Lutero sentía repulsión por
tal minúscula necesidad de gracia y le dijo a Erasmo que seguramente estaba equivocado. Él dijo que
nuestra salvación se compara más a un gusano que está completamente rodeado por un anillo de
fuego. A menos que alguien se incline y rescate al gusano, perecerá de seguro.
Nuestra necesidad de la gracia en la salvación es absoluta. La santidad perfecta de Dios demanda
justicia sobre el hombre que está lleno de pecado. Debemos abandonar toda esperanza con respecto
a nuestra propia justicia y asirnos de Cristo o pereceremos con toda seguridad. Dios debe rescatarnos
como a una oruga. Pero Dios también nos llama a esta entrega en la santificación. Debemos
mantenernos en la verdad del Evangelio y encontrar nuestra justicia en Cristo si es que vamos a
acercarnos a Dios. Su santidad se mantendrá exponiendo nuestro pecado en el corazón y si no
creemos que podemos estar con Dios por tan solo nuestra fe en la justicia de Cristo, dada a nosotros,
seremos devastados por Su santidad. Y si creemos que podremos curar esta enfermedad de nuestro
pecado interior por nuestras propias fuerzas, somos engañados al medir el poder del pecado. La fe es
el abandono total de nuestros propios recursos, porque vemos nuestra lamentable debilidad. Al sentir
nuestra gran necesidad, la fe se aferra a Cristo y a todos sus beneficios que solo El puede proveer
para nosotros. Cuanto más crezcamos en la fe, más buscaremos unirnos a Cristo y buscar la vida y el
poder que solo El puede darnos.

IV. LA CENTRICIDAD DEL EVANGELIO EN EL MINISTERIO


¿Cómo se aplica esto a la forma en que Dios se relaciona con usted en términos de su ministerio con
los demás? Muchos creyentes viven con la idea de que el resultado de su ministerio depende en cuan
bien lo hacen o que tanto del favor de Dios reposa sobre ellos en un momento determinado. Las
razones para el éxito o la falla del ministerio son numerosas. Pero debido a la manera en que Dios nos
ama y debido a la naturaleza del Evangelio, el éxito del Evangelio depende más del poder de Dios que
de nuestro desempeño.
Como un ejemplo, comparemos dos días de nuestra vida. Un sábado se levanta y va a una reunión de
oración como es su costumbre. En el camino usted tiene una conversación breve pero placentera con
su vecino. Usted tiene un día maravilloso en el que la presencia de Dios es obvia en muchas maneras.
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En el camino a casa usted tiene la oportunidad de compartir el Evangelio con alguien, y así que usted
comparte a Cristo y su salvación con él. El siguiente sábado es bastante diferente. Usted se levanta
tarde, se pierde la reunión de oración y habla poco amablemente a su vecino al salir. En general el día
está lleno de confusión y Dios parece no estar cerca. Usted empieza a sentirse mal por lo que ha
hecho, pero para su sorpresa, usted tiene otra oportunidad para compartir el Evangelio con alguien. La
pregunta es ¿dejaría pasar la oportunidad debido a que se siente indigno para compartir el evangelio
con esta persona? ¿Cree que es posible para Dios bendecirle en un tal día? Si no, ¿por qué no?
Frecuentemente pensamos que recibimos o perdemos la bendición de Dios basados en nuestro
desempeño. Pero debemos entender que si la justificación por gracia es la base de nuestra relación
con Dios, nuestros peores días nunca son tan malos que estemos más allá de la gracia de Dios, y
nuestros mejores días nunca son tan buenos como para no necesitarla.

V. APRENDIENDO A ENRAIZAR NUESTRA FE EN CRISTO


La solución de Dios a nuestra incapacidad para agradarle a El en nuestras propias fuerzas no es que
tratemos con más fuerza. Sino que creamos más firmemente las verdades del evangelio. Por vivir estas
verdades, empezamos a enraizar nuestras vidas en Cristo.
Frecuentemente, cuando enfrentamos una barrera en nuestra vida o una difícil responsabilidad,
empezamos a hacer estrategias y a pensar en formas en las que podemos lograr la tarea. Procuramos
evitar situaciones difíciles porque no podemos imaginar como hacer algo. Toda la preocupación aquí es
en cuanto a nuestra propia habilidad.
¿Qué pasa cuando somos sorprendidos un día con la verdadera pecaminosidad de nuestro corazón?
Aunque podríamos preferir que nuestro pecado permanezca en el secreto, Dios trabaja para exponer
nuestro pecado. ¿Qué hacemos cuando esto pasa? Podríamos querer hacer un par de semanas de
penitencia. O podríamos empezar a odiarnos a nosotros mismos debido a nuestra propia
pecaminosidad. No es hasta que hemos sufrido un poco que vamos a Dios y le confesamos nuestro
pecado.
¿Ve lo que está pasando? Estamos tratando de expiar nuestro pecado a través del sufrimiento. Este es
el principio básico detrás de la penitencia. Tratamos de hacernos dignos del perdón de Dios. Cuando
hacemos esto, restauramos nuestros propios recursos.

Ejemplo:
El 21 de Agosto de 1544, Martín Lutero escribió a uno de sus fieles amigos de confianza, George
Spalatin. Spalatin había dado un consejo, el cual el mismo más tarde vendría a considerar como
pecaminoso. Cuando llegó a esta conclusión, fue sumido en tristeza y culpa. Estaba convencido de que
debería haber estado mejor informado, y de que él, de toda la gente, no debería haber hecho este
error. No podía ser consolado. Cuando Lutero supo de su condición, él escribió para ofrecerle consuelo
diciendo: "mi fiel petición y reprensión es que se una a nuestra compañía y se asocie con nosotros,
que somos reales, grandes y duros pecadores. Por ningún motivo debe hacer que Cristo nos parezca
insignificante ni de poca importancia, como si él pudiera ser nuestro ayudador solo cuando queremos
librarnos de pecados imaginarios, nominales e infantiles. ¡No! ¡No! Eso no sería bueno para nosotros.
En lugar de esto debe ser nuestro Salvador y Redentor de transgresiones e iniquidades reales,
grandes, graves y dañinas, si, y de los grandes y mas escandalosos pecados; para ser breve, de todos
los pecados sumados en conjunto y en total..." De: Martín Lutero Compañía para el Cristiano
Contemporáneo.
¿Hemos llegado a ser pequeños pecadores quienes solo necesitan un pequeño Salvador o somos
pecadores reales que necesitamos un Salvador real? La fe nos conecta a Jesús, y estar conectado a
Jesús significa que nos desconectamos de cualquier otra cosa. No podemos añadir nada a lo que
Cristo ha hecho por nosotros. Como un hombre dijo una vez : "cualquier cosa que tratemos de añadir a
la obra de Cristo la corrompe. Llega a ser como el olor de un zorrillo en un bello atardecer. Es una
escena maravillosa, pero tu no quieres estar allí."
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Enero 2000 La Alianza para la Fundación de Iglesias por Saturación – Curso Omega pg 90

Esto es especialmente cierto para aquellos con quienes vivimos y que ven realmente como somos. Si
tratamos de añadir nuestra rectitud a la de Cristo, nos convertimos en personas con la mira en su
propia justicia e impacientes con los demás. Si vivimos por nuestras propias fuerzas, nuestras
relaciones son para servirnos a nosotros mismo. Nunca cambiaremos realmente.

CONCLUSIÓN
El Evangelio debe permanecer como el centro de nuestra relación con Cristo. Reemplazar el Evangelio con
cualquier otro sistema de justificación destruye el valor de nuestra salvación. Los logros de Jesucristo en la
cruz son solo para aquellos que abandonan cualquier otro sistema de justificación y llegan a ser hombres y
mujeres de fe enraizados en Cristo. Cambiar nuestra confianza de los logros de Cristo a nuestros propios
logros y al cumplimiento de reglas o a cualquier otra cosa, solo produce una falsa justicia.

El problema es que muy frecuentemente no sentimos nuestra necesidad. Donde no hay sentido de
necesidad, no hay fe. Y donde no hay fe, no hay una conexión dinámica con Cristo, y su vida en nosotros
empieza a evaporarse. Nuestro crecimiento viene cuando aprendemos a abandonar nuestros recursos y
empezamos a caminar en la fe que está enraizada en Cristo. Es entonces que descubrimos lo que Dios
quiere que veamos: que necesitamos a Cristo mucho más de lo que imaginamos. Es a través de nuestra
necesidad de Cristo que Dios estimula nuestra fe.

PREGUNTAS PARA CONSIDERACIÓN, REVISIÓN Y APLICACIÓN


 ¿Cómo se habían apartado los Gálatas del Evangelio?
 ¿Estás perdiendo tu sentido de gozo en Cristo?
 ¿Cómo se aplica el Evangelio a nosotros como creyentes?
 ¿Cuál es la diferencia entre esfuerzo propio y fe?
 ¿Cómo impacta nuestros pensamientos diarios y acciones en la vida el vivir por fe?
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CARÁCTER Crecimiento Cristiano


ESPIRITUAL
HACIENDO DE CRISTO EL PUNTO

LECCIÓN 3 FOCAL DE LA VIDA CRISTIANA

 Propósito de la Lección
El propósito de esta lección es ver que la cruz debe ser el punto focal de nuestra fe si hemos de crecer
verdaderamente.

 Puntos Principales
 Hay muchos malos entendidos en lo que concierne al crecimiento espiritual.
 La cruz juega un papel muy importante en el crecimiento espiritual.
 Nuestros malos entendidos retrasan el crecimiento.
 Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta lección sea dominado, cada participante deberá:
 Ser un Cristiano que se gloría en Cristo.
 Saber que el crecimiento, (él debe enfocarse sobre la cruz) relaciona toda la vida a la obra de
Cristo..
 Poner su auto dependencia a los pies de Cristo y, por fe, apropiarse del poder que solamente su
Salvador resucitado puede proveer.

INTRODUCCIÓN
En esta pista de carácter espiritual, buscamos construir un fundamento para una vida cristiana dinámica.
Esta área critica clama por atención al ver como nuestros líderes se convierten en náufragos espirituales
debido a un pecado o a otro. ¿Cómo podemos preservarnos del naufragio espiritual a nosotros mismos?
¿Cómo puede crecer fuerte nuestro amor por Dios y no llegar a enfriarse? ¿Cómo podemos crecer en
nuestra fe para que tengamos una relación viva con Jesucristo? Nos gustaría presentar una figura de cómo
crece un Cristiano para tener un amor por Dios más grande y una fe viva que le capacite para guiar
espiritualmente a la Iglesia de Jesucristo. Específicamente, aprenderemos como hacer de la cruz de Cristo
el punto focal de la vida espiritual.

I. ¿QUÉ ES EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL?


El crecimiento espiritual es la obra continua de Dios en la vida de un creyente, haciéndole a él o
a su actuar santo. La palabra santo aquí significa "tener una semejanza real con Dios". Mientras
crecemos como Cristianos, nuestra condición moral es conformada a nuestro estatus legal ante Dios
(como creyentes, somos declarados justos). El crecimiento espiritual es la continuación de lo que fue
hecho en la salvación, cuando una nueva vida es conferida sobre e infundida dentro del creyente.
Note las muchas facetas del crecimiento. El Espíritu Santo nos regeneró para que podamos llegar a ser
transformados a la imagen de Dios. Pero esta transformación es un proceso continuo, y este proceso
avanza a través de un trabajo cooperativo entre Dios y el Cristiano. Se nos dice en Filipenses 2:12-13 -
“Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que produce en vosotros el
querer como el hacer por su buena voluntad". Aquí vemos el compañerismo en el cual debemos de
participar con Dios. No podemos ser pasivos y pensar que Dios solo producirá su semejanza en
nosotros. Debemos ser activos también. Debemos "trabajar" pero este trabajo no es para ganar la
aceptación de Dios; antes bien es la expresión de nuestro entendimiento y agradecido reconocimiento
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del perdón de nuestros pecados a través de la sangre de Jesucristo y nuestra adopción como hijos de
Dios.
Muchas ilustraciones y diagramas han sido usados para explicar el proceso del crecimiento espiritual.

A. La Escalera o los Escalones

Muchos creyentes ven el crecimiento espiritual como una escalera o un conjunto de escalones que
tenemos que subir. Cuando somos realmente espirituales, nos consideramos a nosotros mismos
en un estado alto de la escalera. Sin embargo, cuando no somos espirituales, estamos en un lugar
bajo.

B. La Muerte del Viejo Hombre


Otros ven el crecimiento espiritual como un proceso de intercambiar nuestra vieja naturaleza
pecaminosa por el nuevo hombre creado en Cristo. Al morir el viejo hombre, el nuevo hombre
viene a ser. Cuando esto pasa, la persona crece espiritualmente
Diagramas como estos no están necesariamente equivocados, pero como veremos, hay una mejor
manera de entender el crecimiento espiritual.

II. EL PAPEL DE LA CRUZ EN EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

A. Creciendo en el Conocimiento de la Santidad de Dios


La primera parte del proceso del crecimiento implica crecer en el conocimiento de Dios. El Señor
declara a través del profeta Jeremías "no se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se
alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de
alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en
la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová" (Jer 9:23,24). En Juan 17:3 Jesús dice, ”Y esta
es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has
enviado.”
Conocer a Dios es el significado y el propósito de la vida eterna. El objetivo principal de la vida
cristiana debería ser conocer a Dios en verdad. Por lo tanto, cuando continuamente crecemos en
conocerle en toda su grandeza, crecemos en ser como El. La clave para conocer a Dios es
entender Su carácter santo. Aprendemos a sentir como el Apóstol Pablo cuando él dijo "Y
ciertamente aún estimo todas las cosas como perdida, por la excelencia del conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor” (Fil. 3:8a). Esta es una parte del proceso de santificación.

B. Aprendiendo a Reconocer Nuestro Pecado


Al crecer en nuestro conocimiento de Dios en toda su perfección, crecemos en conocernos a
nosotros mismos también. En particular, nos damos cuenta de nuestra pecaminosidad en
contraste con el carácter perfecto Dios. Cuanto más cerca estemos de Dios, vemos cuan lejos
estamos de El. Cuanto más glorioso es nuestro entendimiento de Él, más terrible nuestro pecado
llega a ser.
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El crecimiento en el entendimiento de nuestra propia pecaminosidad puede ser ilustrado en la vida


de Pablo, el apóstol. En el año 55 DC. Pablo se describe a si mismo como "el ultimo de los
apóstoles" (1Co 15:9). Posteriormente en el 60 DC. Pablo se describe a si mismo como "el ultimo
de todos los santos" (Ef. 3:8). Aún más tarde, al final de su vida en 64 DC. se describe como el
"primero de todos los pecadores" (1Ti 1:15). ¿Se convirtió Pablo en un mayor pecador al
madurar? De seguro que no fue de esta manera. Pero, parece que él desarrolló más y más
humildad y sensitividad en lo que concierne al pecado a lo largo de su vida. Al madurar, vino a
darse cuenta de que algunas de sus propias actitudes que no le molestaban a él previamente eran
en realidad pecaminosas. Esta es una parte del proceso de crecimiento espiritual.

C. El Hueco Resultante
El darnos cuenta del hueco que existe entre el hombre pecador y un Dios Santo, fue por supuesto,
lo que nos trajo a la fe en Jesús en primer lugar. La cruz llena el hueco cuando una persona es
salvada. (Figura 3.1).
Pero, aún después de conocer a Cristo como nuestro salvador, deberíamos continuar creciendo
en la santidad de Dios y en el darnos cuenta de nuestra propia pecaminosidad. Esta puede ser
una experiencia pavorosa. Conocer a Dios y a Su santidad es invitar a la exposición propia, y esta
es una experiencia terrible para aquellos que quieren esconder Figura 3.1
sus faltas y deficiencias. Sin embargo, para el Cristiano en
crecimiento, el hueco muestra la continua necesidad de Cristo y
1) Mi percepción de la
la magnitud de lo que El ha hecho en la cruz. Perfección de Dios

2) Mi percepción de mi
pecaminosidad

Por lo que la cruz es más importante para nosotros al crecer nosotros en el conocimiento de la
grandeza de Dios. Cuanto más conocemos a Dios, tanto más nos sentimos indignos delante de El.
Al crecer este conocimiento, vemos lo significativo de nuestro perdón y reconciliación con Dios a
través de Jesucristo. Al descubrir la grandeza de Dios (como lo hizo Isaías cuando vio la gloria del
Señor en el Templo, o como lo hizo la nación de Israel cuando se encontraron con Dios en el
monte Sinaí), descubrimos la verdadera gloria de nuestro Salvador. Su sangre limpia a los
pecadores y nos viste con vestiduras blancas para que podamos acercarnos aún más cerca de
este Dios de gloria.

III. OBSTACULOS PARA EL CRECIMIENTO CRISTIANO


Habiendo aceptado en algún punto el hecho de que Jesús pagó el precio para cubrir el hueco, nos
esforzamos por avanzar en nuestro crecimiento cristiano. Muchos Cristianos tienen uno de dos
problemas básicos de crecimiento en su fe.

A. Fariseismo - El Problema del Orgullo


Muchos creyentes son atrapados en las acciones y así caen en la trampa de buscar el ganar la
aceptación de Dios y de los demás por lo que hacen. Frecuentemente, el enfoque cambia de la
obra de Cristo en la cruz a su servicio a Dios. Como los Fariseos en los tiempos del Nuevo
Testamento, ellos viven como si la vida cristiana consistiera solo en lo que hacemos para Dios.
Manual Uno-Carácter Espiritual
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El problema aquí es que ellos no se dan cuenta de que hay otros aspectos, aún más importantes
de la vida cristiana que el servicio. Tales como conocer a Dios y tener una relación cercana con El
(Lc. 10:38-42). Los fariseos de los días modernos creen
falsamente que pueden cerrar el hueco que existe entre ellos Figure 3.2
mismos y Dios con sus propias buenas obras. El orgullo, o el
deseo de parecer bien a los ojos de los demás, podría motivar 1) Mi percepciónm
esto. Las obras llegan a ser el fundamento sobre el cual esta deness
De la perfección de Dios
gente construye su reputación. 4.

3)

2) Mi percepción de 5.
mi pecaminosidad

El pecado también influye al fariseo moderno de otras maneras. Él podría pensar que su pecado
no le importa a Dios (nótese la cuña número 4 en la Figura 3.2). En tal caso la importancia de la
cruz es disminuida. Lo que él está haciendo aquí realmente es reducir a Dios en su mente para
ser menos de lo que El verdaderamente es. Otros podrían pensar "¡Yo no soy realmente tan gran
pecador!" Esta gente pone una cuña (número 5 en la figura 3.2) en la parte inferior debajo de la
cruz. ¿No es cierto que es más fácil ver el pecado de los demás que el de nosotros mismos? ¿A
qué se debe esto? ¿Es cierto que tenemos menos problemas con el pecado que los demás? Si
pensamos esto, nos estamos engañando a nosotros mismos. Debido a que pensamos demasiado
alto de nosotros mismos, de nuevo la importancia de la cruz disminuye.
Para evitar el fariseismo, debemos crecer en el entendimiento de la verdadera santidad de Dios y
la verdadera pecaminosidad de nuestros propios corazones. Ver esto producirá humildad en
nosotros y revelará nuestra necesidad de la gracia de Dios.

B. Desesperación - Falta de Fe
Otros tienen una lucha diferente. Ellos reconocen la santidad de Dios, y así su propia
pecaminosidad, y ellos se desesperan porque no saben que hacer al respecto. Ellos tratan de
llenar el hueco con buenas obras, pero ellos sienten que nunca pueden hacer suficientes buenas
obras para agradar a Dios realmente. Ellos pueden esforzarse por pasar tiempo en la palabra de
Dios cada día, pero cuando fallan se sienten terriblemente derrotados en su caminar con Dios.
Tratan de mantener sus lenguas bajo control, pero cuando ellos fallan, se preguntan como Dios
puede amarlos realmente. Debido a todas sus fallas, ellos concluyen que nunca podrán agradar a
Dios. Así, ellos se desesperan.
El problema aquí es la falta de fe en lo que Dios ha hecho. Dios ha provisto todo lo que
necesitamos para ser aceptables ante El en el sacrificio de Jesucristo (Heb 10:14). No podemos
añadir nada a lo que El ya ha hecho.

C. La Respuesta: La Cruz Debe Crecer


Los dos problemas descritos arriba son muy similares entre si. El fariseo incorrectamente cree que
puede ganar el favor de Dios por sus obras mientras que él que se desespera correctamente sabe
que no puede ganar el favor de Dios por sus obras. Pero en ambos casos el estándar está
equivocado. El enfoque de ganar el favor de Dios es el problema fundamental.
Debido a que los problemas son similares, las soluciones son casi las mismas. Básicamente, para
que el hueco sea llenado la cruz debe crecer. Nada de lo que podamos hacer podrá llenar el
hueco. Como Pablo dijo, "Pero lejos esté de mi gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo." (Gal 6:14). Jesucristo y Su obra en la cruz llegan a ser más y más importantes para
nosotros.
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Figura 3.3 - La Cruz Creciente

1) Mi percepción
De la perfección de Dios

2) Mi percepción
De mi pecaminosidad

Debemos creer las nuevas realidades de nuestra vida en Cristo Jesús. Aunque aún somos propensos a
pecar, Dios nos muestra Su gracia y perdona nuestro pecado. Estamos en justicia perfecta en Cristo
debido a Su obra en la cruz. Hemos llegado a ser hijos del Dios viviente y somos amados por El. Él se
deleita en nosotros y está comprometido a hacernos a la imagen de Cristo.

CONCLUSIÓN
La cruz es nuestra única esperanza de paz con El. No hay otro lugar en que pecadores, aún pecadores
justificados, puedan reunirse Dios excepto en la cruz.

Para crecer espiritualmente, nuestro enfoque debe estar en entender más plenamente las realidades de los
logros de Cristo en la cruz en lugar de tratar con más fuerza. Día a día, y momento a momento, debemos
recordar lo que Cristo ha hecho por nosotros en la cruz al quitar nuestro pecado y darnos una nueva vida.
En esta visión de santificación debemos entender que nuestra carne permanece malvada hasta el día en
que muramos. Pero también reconocemos la vida de Cristo en nosotros.

Al crecer en el conocimiento de Dios, también somos cambiados más y más a Su imagen. Nuestra
incapacidad para hacer esto por nosotros mismos llega a ser clara y desarrollamos una dependencia total
de Cristo. El Evangelio llega a ser más relevante para nosotros y nuestra necesidad de Cristo llega a ser
mayor. Entendemos más profundamente lo que creímos al principio. Nos recordamos a nosotros mismos las
verdades del Evangelio. Por fe estamos haciendo los logros de la muerte de Cristo y resurrección más una
realidad en nuestras vidas.

PREGUNTAS PARA CONSIDERACIÓN, REVISIÓN Y APLICACIÓN


 ¿Qué es el crecimiento espiritual? ¿Cómo se relaciona con la salvación?
 ¿Cómo crece usted en la santidad? Describa el proceso en términos diarios y como ha usted
aprendido que los logros de Cristo se aplican a este proceso.
 ¿Cuál es su dificultad más grande en lo que concierne al crecimiento espiritual?
 Enliste los logros de la muerte de Cristo en la cruz y Su resurrección de la muerte. Escriba una
descripción de cómo puede hacer más de esos logros una realidad en su vida.
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PLAN DE ACCIÓN
Describa a otra persona lo que usted ha aprendido acerca del crecimiento en la santidad y explíqueles como
usted aplica los logros de Cristo a su vida diaria. Dé ejemplos específicos de cambios en su vida de
creyente como resultado de su entendimiento de la santificación.
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CARÁCTER
ESPIRITUAL
El Poder Transformador del
Evangelio
LECCIÓN 4 LIBERTAD DEL DOMINIO DEL PECADO

 Propósito de la Lección
El propósito de esta lección es explicar como fuimos liberados del dominio del pecado al ser unidos a
Cristo en Su muerte y resurrección, para que podamos experimentar el poder del Evangelio en nuestras
vidas al caminar por fe en esta nueva realidad.

 Puntos Principales
 Nuestra salvación significa que hemos sido transformados internamente.
 Debido a nuestra nueva naturaleza tenemos el poder de vencer al pecado.
 Dios quiere que andemos en el Espíritu para que no satisfagamos los deseos de la carne.
 Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta lección haya sido dominado, cada participante deberá:
 Entender el significado de la unión con Cristo y el poder disponible para hacer morir a la carne y no
ser más dominado por el pecado.
 Caminar por fe personalmente en la muerte y resurrección de Cristo y en la salvación del poder del
pecado.
 Sugerencias a los Entrenadores
Esta lección hace muchas referencias a Romanos 6:3-10. Estudiando cuidadosamente estos pasajes
en su preparación le capacitará para enseñar esta lección efectivamente.

INTRODUCCIÓN
El Evangelio es el fundamento de nuestra relación con Dios. Desde la perspectiva de Dios, nuestra relación
es construida solamente sobre el perdón de Cristo y la justicia perfecta dada por Dios para nosotros por fe.
Esta verdad debería traer la habilidad de conquistar el pecado en nuestras vidas resultando en una profunda
transformación personal. Aunque la mayoría de nosotros aún luchamos con el pecado y algunas veces nos
preguntamos como podemos ser transformados hoy en día. ¿Por qué pecan los creyentes? ¿Qué puede
hacerse al respecto? ¿Cómo podemos ser verdaderamente transformados de acuerdo con el Evangelio?

I. LA GRACIA DE DIOS Y LA PRÁCTICA DEL PECADO

A. ¿Podemos Continuar Pecando?


Si la gracia de Dios verdaderamente abunda más allá de nuestro pecado y somos justificados por
fe aparte de nuestra obediencia, ¿podemos continuar pecando? Si la gracia de Dios es ofrecida a
aquellos que no la merecen, pero la reciben por la fe en Jesucristo, es totalmente natural hacer
esta pregunta. ¿Podemos continuar pecando y esperar que la gracia de Dios lo cubra?
El Apóstol Pablo anticipó esta pregunta en su carta a los Galatas cuando él dijo, "no useís vuestra
libertad como ocasión para la carne” (Gal 5:13). Y esta es la misma pregunta que Pablo responde
en Romanos 6 donde pregunta, "¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? ¡De
ninguna manera! Hemos muerto al pecado; ¿cómo podríamos continuar viviendo en él?” (Ro 6:1b,
2).
Manual Uno-Carácter Espiritual
Enero 2000 La Alianza para la Fundación de Iglesias por Saturación – Curso Omega pg 98

En nuestra salvación,
Dios ha provisto la
solución para
nuestras dos
necesidades más
fundamentales: Nos
ha libertado del
castigo por el
pecado, y nos ha
liberado del poder del
pecado.
B. La Respuesta Bíblica
La respuesta a esta pregunta es claramente "no". No podemos continuar pecando. Entendemos
esto, y nos esforzamos por no pecar. La autodisciplina y las reglas se convierten en la norma para
el Cristiano serio que quiere evitar el pecado. Pero el correctivo real para el pecado está
relacionado a la transformación interior del creyente.
Al estudiar la respuesta de Pablo en Romanos 6, entendemos no solo por que no podemos seguir
practicando el pecado, sino que también descubrimos la nueva libertad que tenemos del poder del
pecado. Esta es una parte vital de la vida cristiana victoriosa. En nuestra salvación, Dios ha
provisto la solución para nuestras dos necesidades más fundamentales: El nos ha liberado del
castigo del pecado, reconciliándonos consigo mismo, y nos ha liberado del poder del pecado, para
que podamos vivir en verdadera libertad para amarle. Romanos 6:1-2 nos dice que no podemos
continuar practicando el pecado, como lo hacíamos antes de ser Cristianos, porque hemos
"muerto al pecado."

II. BAUTIZADOS EN SU MUERTE - RESUCITADOS EN SU RESURRECCIÓN (RO 6:3-10)


En su carta a los Romanos al contestar la pregunta concerniente al pecado, Pablo usa el bautismo para
ilustrar el cambio que tiene lugar cuando una persona llega a ser hijo de Dios. Lea Romanos 6:3-10
cuidadosamente.

A. Nuestra Muerte con Cristo


1. ¿Cómo es que morimos?
En Romanos 6:2-5 Pablo explica como es que morimos al pecado. Fuimos unidos a Cristo y
fuimos bautizados en Su muerte. Antes de que consideremos nuestro bautismo en la muerte
de Cristo, debemos enfocarnos en el asunto real que nos llevó a nuestra muerte al pecado.
Esto sucedió a través de nuestra unión con Cristo. Hay muchas declaraciones de acción en
éste pasaje, las cuales expresan la unión entre Cristo y nosotros. En el versículo 3 vemos que
"todos los que han sido bautizados en Cristo Jesús han sido bautizados en su muerte;" En el
versículo 4 "fuimos sepultados juntamente con él;" En el verso 5, "hemos sido unidos a él," y
en el verso 8, hemos "muerto con Cristo".
Todas estas declaraciones hacen claro que a través de nuestra unión con Cristo en Su
muerte, hemos muerto a nosotros mismos. Si queremos ser libres de nuestra naturaleza de
pecado que está dentro de nosotros, debemos experimentar la muerte de nuestro hombre
interior aunque el exterior continúe vivo.
El término "unido" (sumfutoi en griego) en el versículo 5 “. . . fuimos plantados juntamente
con él . . . ” es un término que era usado para describir cuando dos plantas separadas eran
injertadas. Cuando una rama extraña era injertada en un árbol, con el tiempo, empezaba a
tomar vida del árbol y con esto se decía que había sido sumfutoi, “unida” con él. Había una
unión viva y orgánica. Este es el tipo de unión viva que tiene lugar cuando creemos en Cristo.
Estamos sobrenaturalmente unidos a Cristo, y Su vida da vida a nuestro hombre interior. Pero
Manual Uno-Carácter Espiritual
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antes de que podamos vivir en libertad, debemos morir primero, para que nuestro hombre
interior pueda ser separado de nuestra naturaleza de pecado. Por lo que estamos unidos a
Cristo en Su muerte.
Así, nuestra muerte con Cristo causó la separación entre nuestro hombre interior y nuestra
naturaleza de pecado, lo cual resulta en libertad del dominio del pecado. Aunque la
naturaleza pecaminosa aún existe, y es una fuerza maligna dentro de nosotros, su dominio
sobre nosotros ha sido roto y no estamos más encadenados a su poder. Esta ciertamente,
nuestra nueva realidad y debemos creer esta verdad si hemos de vivir exitosamente la vida
cristiana.
2. ¿Qué sucedió debido a nuestra muerte con Cristo?
Romanos 6:6 nos dice lo que pasó como resultado de nuestra muerte con Cristo: nuestro
"viejo hombre" fue crucificado. El viejo hombre es simplemente el hombre interior que existía
antes de que creyéramos en Cristo y nos diera nueva vida en El. Es el viejo hombre el que es
esclavo del pecado. Sin embargo, cuando fuimos unidos a Cristo en su muerte, el viejo
hombre fue crucificado con el resultado de que nuestro cuerpo fue "crucificado juntamente
con." La palabra Griega katargeο. “destruido,” no sugiere aniquilación, como si el pecado ha
sido eliminado de nuestro interior. Sin embargo, si significa "volverlo inoperante o invalidarlo,"
de esta manera es hecho inefectivo removiendo su poder de control. Pablo usa la misma
palabra en Romanos 3:3 cuando dice que la incredulidad de los hombres no "hace nula" la
fidelidad de Dios. En Romanos 7:2, él dice que una mujer es liberada de su marido si este
muere. Este es el significado en nuestro contexto. Hemos sido libertados del dominio del
pecado porque su poder de control ha sido removido. Las cadenas del pecado han sido rotas
y no somos más esclavos del pecado.

B. El Resultado Final: Nueva Vida con Cristo


Hay una idea final comunicada en este pasaje que explica la transformación por la que nuestro
hombre interior ha pasado. Se nos dice que no solo hemos sido unidos a Cristo en Su muerte, sino
también en Su resurrección. No solo hemos muerto, sino que hemos resucitado a una nueva vida.
A través de nuestra unión con Cristo, debido a que Cristo vive, nuestro hombre interior también
vive. Romanos 6:4 nos dice que como el poder del Padre fue demostrado al levantar a Cristo de
la muerte, así hemos sido hechos para andar en novedad de vida como una demostración de ese
mismo poder. El mismo poder que levanto a Cristo de los muertos nos ha levantado a nosotros de
la muerte.
El resultado de todo esto es que algo muy poderoso y sobrenatural ha sucedido en nosotros, y
nuestro hombre interior no es más lo que solía ser. El viejo hombre ha muerto y el nuevo hombre
vive. ¿Qué tipo de hombre es este? En los versículos 6 y 7 de Romanos 6 aprendemos que este
nuevo hombre interior es libre del pecado y nunca más esclavo de él. Esto es lo que ahora somos
en Cristo.

C. Reconociendo por Fe Nuestra Nueva Vida en Cristo


Es imperativo para los Cristianos traer estas verdades a la vida diaria. Todos nosotros sabemos
que el pecado aún existe dentro de nosotros, y al continuar con nuestra lucha terrenal con el
pecado, podemos perder la visión de que nuestra verdadera vida aún existe en Cristo. Hay
ocasiones en las que no nos sentimos muy libres del pecado, y nos preguntamos si algo
sobrenatural en realidad ha pasado en nosotros. Podemos estar de acuerdo con el Apóstol Pablo,
quien dijo "porque no hago el bien que quiero, sino lo que aborrezco eso hago" (Ro 7:19).
Por esta razón las palabras de Pablo en Romanos 6 son tan importantes para nosotros. Tres
veces en este pasaje Pablo nos ha mandado "conocer" esta verdad (vv. 3, 6, 9). Él quiere que
entendamos lo que verdaderamente ha pasado en nosotros en Cristo. Así, en el verso 11, Pablo
concluye, “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo
Jesús, Señor nuestro.". En este versículo, el griego logizomai, “consideraos,” era un término
matemático usado cuando alguien estaba calculando un problema o contando números. Es usado
figurativamente en este pasaje para "afirmar plenamente" las verdades que son aquí también
Manual Uno-Carácter Espiritual
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enseñadas. Somos exhortados por Pablo a poner nuestra confianza y creer completamente en
esta verdad fundamental acerca de nosotros. El viejo hombre no vive mas en nosotros. Él era un
esclavo del pecado, pero él ha sido crucificado al ser unidos a Cristo en Su muerte y resurrección,
y somos ahora transformados en nuevos hombres y mujeres. Ahora, debemos afirmar y creer que
tenemos vida en Cristo y que hemos sido hechos nuevas criaturas dentro de nosotros.
Nuestra vida cristiana es una vida en la cual caminamos por fe en esta verdad. Aunque no la
experimentemos perfectamente todo el tiempo, esto no cambia la realidad de lo que ha pasado.
Debemos continuar cada día arrepintiéndonos de nuestro pecado y creer que somos uno con
Cristo, y que ahora vivimos en unión con El.

III. EL PODER DE NO PECAR


De acuerdo con Romanos 6, debido a que estamos unidos con Cristo, morimos y fuimos resucitados
con El. Su victoria sobre el pecado fue también nuestra victoria. El pecado ya no es nuestro amo. Pero
esta gran realidad cristiana no significa que el pecado ya no busque esclavizarnos. El pecado no es
nuestro amo, aunque siempre se está esforzando por volver a ganar su autoridad y poder sobre
nosotros.
Usted podría estar pensando. "Pero yo lucho constantemente con el pecado. ¿Cómo puedo vencerlo? "
Tenga la seguridad de que ningunas reglas o autodisciplina sola pueden guiarle a una vida cristiana
victoriosa. Podemos tratar y tratar en el poder de la carne y fallaremos porque nuestra carne es
propensa a pecar. El correctivo adecuado para el pecado es el relacionado con la transformación
interna del creyente. Peleamos con el pecado al fortalecer nuestra conciencia de quienes somos en
Cristo.

A. Entendiendo la Nueva Naturaleza


Cuando se convirtió en Cristiano, usted no añadió una naturaleza divina a su antigua naturaleza
pecaminosa. Usted intercambió naturalezas--usted llegó a ser una nueva creación (2Co 5:17).
Usted fue trasladado del reino de las tinieblas al reino de luz, cuando usted se convirtió en un hijo
de Dios. "Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él" (Ro. 6:6). ¡La vieja naturaleza ya
no tiene poder!
Si tenemos una nueva naturaleza, ¿por qué pecamos? Hay una palabra griega usada muchas
veces en el Nuevo Testamento como una fuente del pecado en la vida del creyente. Es la palabra
carne. ¿Qué es la carne? Es la parte de nuestra mente, emociones, y voluntad que ha sido
condicionada o inclinada al pecado. Los hábitos y modelos de pensamiento nos son transferidos
por el mundo, por maestros no piadosos y por los ataques directos de Satanás. Nuestras
experiencias mundanas programaron nuestros cerebros para vivir independientemente de Dios y
de acuerdo con lo que el mundo dice.

B. Vivir en el Espíritu
Romanos 8:5-7 contrasta a aquellos que viven de acuerdo a la carne con aquellos que viven
conforme al Espíritu. Aquí encontramos que es la mente la que está puesta en las cosas de la
carne o del Espíritu. Su carne, que fue entrenada por el mundo, genera pensamientos mundanos e
ideas que le guían a pecar. Como creyentes no tenemos que estar más en la carne, sino en el
Espíritu (Ro 8:9, Gal 5:16). Pero es posible para nosotros el caminar en la carne (Ro 8:12,13). Los
no creyentes no tienen elección -- ellos caminan en la carne porque ellos viven en la carne. Pero
nosotros no estamos obligados a la carne… tenemos una alternativa. Debemos aprender y elegir
"andar en el Espíritu y no satisfacer los deseos de la carne" como dice Pablo (Gal 5:16).

C. Identifíquese a Usted Mismo Como un Hijo de Dios


Antes de conocer a Cristo nosotros éramos pecadores, pero cuando nos convertimos en hijos de
Dios somos 'santos.' ¿Somos santos o pecadores? La respuesta puede ser difícil. Pero si piensa
que usted es en parte santo y en parte pecador, parte luz y parte oscuridad, continuará luchando y
viviendo en una vida de derrota. Habiendo entendido la transformación que ha tenido lugar, los
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creyentes deberían esforzarse por mantener la percepción de quienes son en el Cristo resucitado.
Cuando enfrentamos el pecado, debemos pensar en nosotros como hijos de Dios. Si pensamos en
nosotros mismos como pecadores, tenderemos a vivir como pecadores. Debemos vernos a
nosotros mismos como santos, como hijos de Dios para vivir como hijos de Dios.

D. Renueve Su Mente
Muchas conductas pecaminosas empiezan por un estilo de vida de malos pensamientos. Los
modelos de pensamientos pecaminosos deben ser "transformados por la renovación de nuestra
mente" (Ro 12:2). La mente es el punto focal de nuestra batalla contra el pecado. 2 Corintios 11:3
indica que como Eva fue engañada por Satanás, nuestras mentes pueden ser extraviadas de una
devoción sincera y pura a Cristo. Satanás influenció las mentes de David, Salomón, Ananías los
Cristianos de Corinto, y él puede influenciar nuestras mentes también. El puede poner sus
pensamientos en nuestras mentes y engañarnos haciéndonos creer que son nuestros o aún de
Dios. Pero debemos "traer cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo " (2Co 10:5).

E. Conozca la Verdad
¿Dónde está el poder del pecado? Satanás, de acuerdo con Juan 8:44, "es un mentiroso y padre
de mentira." Cuando somos tentados a pecar hay siempre una mentira detrás de todo esto. Pero
Jesús dice en el mismo capítulo "y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres " (Jn 8:32).
Nuestra defensa en contra del pecado es la verdad. Al conocer nuestra verdadera y victoriosa
identidad como creyentes en Cristo, encontramos libertad del poder del pecado.

CONCLUSIÓN
El Evangelio es el fundamento de nuestra relación con Dios. Desde la perspectiva de Dios, nuestra relación
es construida solamente sobre el perdón de Cristo y Su justicia perfecta dada a nosotros por medio de la fe.
Esta verdad debería darnos la habilidad de ser honestos con Dios acerca de nuestro pecado, y la seguridad
de Su gracia abundante hacia nosotros. Esto debería inspirarnos a vivir en rectitud, no debido a que nos
hemos hecho justos a nosotros mismos, sino debido a que eso es lo que Dios, por su gracia, ha declarado
que somos.

Lo que es realmente importante en lo que concierne a nuestra victoria sobre el pecado es una fe en Cristo
en crecimiento y dinámica, una fe que está basada en los logros de Cristo en la cruz, para que Su poder
actúe en nosotros revelando nuestros pecados y debilidades más claramente. Esta fe entiende y aprecia la
gracia de Dios más profundamente y nos guía a conocer a Dios más íntimamente.

PREGUNTAS PARA CONSIDERACIÓN, REVISIÓN Y APLICACIÓN


 ¿Cómo permite que sus sentimientos e lugar de su fe en la Palabra de Dios afecten la forma en que ve
su vida en Cristo?
 Cuando lucha en contra del pecado, ¿qué trae más poder a su vida: esforzarse más o creer más?
 ¿Cómo se relaciona el "consideraos" en Romanos 6:11 con la fe?
 ¿Qué ha pasado con su naturaleza pecaminosa de cuerdo con la carta de Pablo a los Romanos?
 ¿Cómo puede vivir por el Espíritu?
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CARÁCTER Manteniendo un Diario


ESPIRITUAL
Espiritual
LECCIÓN 5
Propósito de la Lección
El propósito de esta lección es presentarle el diario como una herramienta práctica que puede ayudar a
los creyentes a enfocarse en el crecimiento espiritual personal y en el crecimiento en el ministerio.

 Puntos Principales
 ¿Por qué tener un diario espiritual?
 Tiempo diario con Dios
 Diario
 Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta unidad sea dominado, cada participante deberá:
 Ser capaz de usar un diario como una herramienta efectiva para registrar sus devocionales,
peticiones de oración y respuestas, contactos del ministerio, notas de grupos celulares y reflexiones
diarias..
 Sugerencias a Entrenadores
Podría usted querer hacer u ordenar un diario para mostrarlo a los participantes durante el seminario de
entrenamiento. El diario del Sembrador de Iglesias de la Liga Bíblica es un diario muy simple y útil (vea
la Bibliografía para información de las direcciones).

INTRODUCCIÓN
En el rápido ritmo de la vida, poca gente encuentra el tiempo y el lugar para meditar sobre Dios y Su
palabra, y su aplicación a nuestra vida diaria personalmente. Debido a que un discípulo tiene el
deseo de crecer y cambiar, él continuamente evalúa su vida. Como el Rey David, él pide al Señor que
examine su corazón y vida para revelar sus faltas y pecados para poder cambiar y crecer (Sal.
139:23-24). Tenemos una gran necesidad de tomar tiempo para estar en la presencia de Dios cada
día y romper las barreras de nuestras ocupaciones. (Sal. 46:10; 37:7)

El tener un diario le será de gran ayuda a través del proceso de fundación de iglesias. La siguiente
lección describe los elementos del diario de un fundador de Iglesias, para que pueda usarlos en su
propio diario.

I. ¿POR QUE TENER UN DIARIO ESPIRITUAL?


Cuando los Israelitas cruzaron el río Jordán para entrar a la tierra prometida, Dios les mandó
tomar doce piedras del río y construir un memorial. El propósito de este memorial era servir
como recordatorio para la generación de ese momento y del futuro de los Israelitas de la
fidelidad y poder de Dios en medio de ellos. (Jos 4:1-9).
De una manera similar, cuando registramos lecciones que el Señor nos ha enseñado, o
experiencias que hemos tenido, o peticiones de oración y respuestas, ellas también, sirven como
recordatorios para nosotros del amor de Dios y Su fidelidad en nuestras vidas cuando
enfrentamos luchas o desanimo. El tener regularmente un diario es una de las formas más
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Enero 2000 La Alianza para la Fundación de Iglesias por Saturación – Curso Omega pg 103
efectivas de desarrollar responsabilidad en nuestro crecimiento espiritual y vida de ministerio. Un
diario nos obliga a reflexionar en nuestras vidas y a ajustar nuestras prioridades. También nos
ayuda a crecer en la fe al ver como nuestro conocimiento y entendimiento de Dios ha crecido con
el paso del tiempo, así como también al ver como Dios ha respondido nuestras oraciones.
A través de los siglos, los Cristianos han aprendido mucho de los diarios de Cristianos famosos
como Jonathan Edwards, Hudson Taylor, y Amy Carmichael. Ellos han tenido un testimonio
escrito de cómo Dios ha vivido en relación a una persona en particular y animado a una relación
intima que podemos tener nosotros también con El.
Además de ser un registro de nuestro crecimiento espiritual personal, un diario puede ser una
herramienta efectiva en nuestro ministerio. Si Dios le está llamando a fundar una Iglesia o ser
parte de un equipo de fundación de Iglesias, estará involucrado en tareas particulares -
evangelismo, discipulado, desarrollo de grupos pequeños, etc. Un diario puede ser de gran
ayuda para registrar contactos hechos con la gente, puntos de vista y metas para reuniones de
grupos celulares, preguntas y preocupaciones que quiera discutir con su mentor, etc. Sirve como
un recordatorio visible de su ministerio y también le permite ver como Dios le usa
específicamente de diferentes maneras para traer gente a El mismo y establecer una iglesia. Un
diario también provee un registro que puede revisar con su entrenador o mentor.

II. TIEMPO DIARIO CON DIOS (FIGURA 5.1)


La figura 5.1 es una forma de muestra para registrar las reflexiones de su tiempo devocional
diario en la Palabra de Dios y en peticiones de oración y respuestas. Note lo siguiente en la
forma:
 El pasaje de hoy: Anote el pasaje de la Biblia que está leyendo en su devocional.
 Puntos de vista personales: Lea el pasaje de la Biblia, tome tiempo para pensar y orar
respecto a él. Anote cualquier idea que el Espíritu Santo le dé este pasaje. ¿Qué dice el
pasaje? ¿Qué observó? ¿Cómo puede aplicar este pasaje a su vida diaria hoy?
 Promesas para apropiarse ¿Hay alguna promesa en este pasaje? Anótelas y agradezca
a Dios por estas verdades.
 Mandamientos para obedecer: ¿Tiene este pasaje algún mandamiento que necesita
obedecer?
 Oración: Enliste cualquier petición de oración por la que usted tenga una carga particular
y también las respuestas a peticiones previas. Sea tan especifico como sea posible. Esto
le permitirá ver a Dios obrando en sus oraciones.

III. DIARIO (FIGURA 5.1)


La figura 5.1 es una muestra de un diario. El diario le ayuda a monitorear el progreso de su
ministerio de fundación de iglesias. Note los siguientes temas que puede registrar en su diario:
 Planes de acción: Anote cualquier acción que halla realizado en sus planes de acción.
Enliste las actividades completadas de los planes de acción o del trabajo en proceso.
 Contactos: Enliste sus contactos evangelísticos de ese día. Anote los resultados de su
tiempo juntos. ¿Compartió su testimonio? ¿Cómo respondieron? ¿Son cerrados o
abiertos al Evangelio?
 Reuniones: Haga notas concernientes a los grupos celulares, grupos en casa o
reuniones especiales. ¿Cuándo y dónde se tendrá la reunión? ¿Quién la dirigirá? ¿Qué
hará usted(estudio bíblico, grupo de oración, mostrar la película de Jesús a sus amigos)?
¿Cuanta gente asistió? ¿Asisten regularmente? ¿Visitantes? ¿Alguien hizo un
compromiso con Cristo? Anote algunos problemas que requieran posterior atención.
 Reflexiones: Tome tiempo para pensar acerca del día. ¿Hay algo relevante para usted?
¿Aprendió u observó algo acerca de su ministerio o vida que quisiera notar? Estas
reflexiones son notas personales que hace acerca de su propia vida. No necesitan ser
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compartidas con nadie. Ellas le ayudan a poner su día en perspectiva y a notar
cualquier cosa que el Espíritu Santo le esté enseñando.
Figura 5.1. Devocional y Diario
DEVOCIONAL DIARIO DEVOCIONAL DIARIO
PASAJE DE HOY: 1Corintios 13 FECHA:________
 Puntos de vista personales: Todas Plan de acción:
mis acciones deben ser motivadas  Establecimiento de tripletas de oración
por el amor. Yo demuestro mi amor
por mis acciones. El amor siempre  Área de blanco identificada
persevera necesito perseverar en mi
 Empezó el estudio inductivo de Juan
amor hacia los demás . necesito ser
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centrado en los demás, no centrado
en mi mismo _____________________________________
 Promesas para apropiarse: Ahora Contactos
somos imperfectos, pero en el cielo
seremos perfectos y veremos a Dios Nombre Comentarios
cara a cara como él realmente es. Dr. Miller Testimonio Compartido
Ahora solo entendemos en parte Tía Sandra Se mostró película Jesús
Sra. Jones Testimonio Compartido
 Mandamientos para obedecer:
¡arrepentido!
Demostrar amor de acuerdo con los
atributos listados en este capítulo, Reuniones
asegurarme de que mis acciones son ( grupos celulares, reuniones en casa,
motivadas por el amor, de otra forma especiales)
son vanas.
Casa de Juana 7 p.m. la tripleta de oración se
ORACIÓN reunió. (Juana, Mari y yo ) oramos por 2 horas.
Peticiones y respuestas de oración Acordamos reunirnos en casa de Juana
semanalmente.
P: Por oportunidades para compartir mi fe con
el Dr. Miller Reflexión del día
P: por un equipo de ministerio para desarrollar Estoy muy contento por la tripleta de oración,
nunca había orado consistentemente con los
R: la salud de mi madre está mucho mejor demás por los no creyentes. Estoy emocionado
por como Dios usará nuestras oraciones.

CONCLUSIÓN
Si su entrenador o mentor no tiene un diario para que usted lo use, adapte un cuaderno común para
cumplir con sus propósitos. Lo importante es que este diario le ayude a reflexionar en lo que Dios le
está enseñando a través de Su palabra y la oración y para registrar el progreso y lecciones
aprendidas en su ministerio de fundación de iglesias.

PLAN DE ACCIÓN
A través del ciclo de fundación de iglesias, mantenga un diario para sus devocionales y progreso en el
ministerio basado en la figura 5.1. Usted podría querer transcribir el ejemplo a un cuaderno para su
uso personal. Prepárese para mostrar su diario a su mentor o entrenador.

BIBLIOGRAFÍA
The Church Planter's Daily Journal. The Bible League, 16801 Van Dam Rd., South Holland, IL 60473
USA. E-mail: bibleleague@xc.org

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