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Fis Caracter Espiritual 1-5
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Fis Caracter Espiritual 1-5
Enero 2000 La Alianza para la Fundación de Iglesias por Saturación – Curso Omega pg 80
Puntos Principales
La justificación es un cambio de nuestra naturaleza a la naturaleza de Cristo.
La justificación por fe es el fundamento de nuestra relación con Dios.
Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta lección haya sido dominado, cada participante deberá:
Conocer lo que significa la justificación por fe.
Tener un profundo aprecio y seguridad de la gracia de Dios que está enraizada en la justicia de
Cristo.
INTRODUCCIÓN
Como creyentes, nuestra relación con Dios es el punto focal de nuestras vidas. Nada importa más que el
como nos relacionamos con Dios y como El se relaciona con nosotros. Pero en esta relación tenemos
muchas preguntas:
¿Cómo podemos conocer a Dios íntimamente?
¿Verdaderamente nos acepta Dios?
¿De donde viene nuestra aceptación por Dios?
¿Cómo podemos vivir una vida que le agrade a El?
¿Qué pasa cuando pecamos?
Para responder a preguntas como estas debemos ir al principio, - al Evangelio, el fundamento de nuestra
relación con Dios. El Nuevo Testamento describe la salvación como un asunto de "justificación por fe". En
esta lección, consideraremos lo que justificación por fe significa y como este fundamento, edificado sobre la
justicia de Cristo, es el único fundamento seguro para nuestra relación con Dios.
I. JUSTIFICACIÓN NO ES...
Simplemente declarada, justificación significa ser declarado justo. Hay, comunmente, dos grandes
errores que la gente comete en lo que concierne a esta gran doctrina.
Aquellos que siguen la visión de Aristóteles podrían ser clasificados como siguiendo una religión.
Aquí, definimos religión como un intento por alcanzar a Dios. El Evangelio, sin embargo, enseña
algo enteramente diferente acerca de cómo llegar a ser bueno. De acuerdo con la Biblia, la única
manera de ser justificado es por aceptar por fe la salvación provista por la muerte y resurrección
de Jesucristo. El Evangelio, incluyendo la justificación por fe, está en contraste directo con todos
los otros sistemas religiosos de aceptación ante Dios.
Tabla 1.1 El Evangelio y la Religión
Evangelio Religión
(Obra sobrenatural de Dios (obra natural del hombre
para alcanzar al hombre) para alcanzar a Dios)
Gracia Obras
Fe Obediencia
Amor incondicional Juicio
Espíritu Santo transforma Esfuerzo Personal
La gracia guía a la Obediencia guía a la gracia
obediencia
Los Cristianos que creen en la Biblia entenderán pronto que el Evangelio es cierto y la religión es
falsa. No queremos reemplazar el Evangelio con religión, pero estamos tentados a mezclar los
dos. Pero cuando mezclamos el Evangelio con cualquier cosa lo destruimos (Gal 1:6-7).
Alguien podría decir rápidamente, "nosotros hacemos buenas obras". Cierto, pero no recibimos el
favor de Dios por ello. En lugar de esto hemos recibido el favor de Dios y por lo tanto hacemos
buenas obras.
B. Justificación No Es un Perdón
Muchos creyentes entienden correctamente que la justificación ante Dios es por fe y no por obras,
pero concluyen incorrectamente que la justificación es realmente un simple perdón en el cual Dios
elige pasar por alto nuestro pecado. Este es un gran error. Dios no escoge simplemente ignorar
nuestro pecado. Su santidad impide esa posibilidad. El pecado debe ser pagado. La justificación
es un acto por el cual alguien es declarado justo. Somos declarados justos con base en el hecho
de que Cristo pagó el precio de nuestro pecado.
Aquellos que piensan en la justificación como un mero perdón fallan en darse cuenta del gran
precio que fue pagado por nosotros y tienden a tomar la salvación como algo de hecho. Sin
embargo, nuestra justificación tuvo un gran precio que debe inspirarnos a vivir agradecidos por lo
que Dios ha hecho.
II. LA JUSTIFICACIÓN ES
B. El Gran Intercambio
En resumen, la justificación es el acto de la gracia de Dios por el cual El provoca que suceda
un gran intercambio. Cuando un pecador se acerca a Dios en arrepentimiento y fe, Dios
remueve la culpa de su pecado y se lo da a Cristo. También toma la justicia perfecta de Cristo y
se la da al nuevo creyente. El resultado es que el pecado del nuevo creyente es completamente
perdonado y él o ella reciben de Cristo la justicia perfecta requerida para estar en justicia ante
Dios. (2Co 5:21, Is 61:10, Ro 4:3-5, 8:1, Ef 4:22-24).
Apocalipsis 20:12 habla del día en el cual Dios abrirá los libros que contienen el registro de
nuestras vidas y nos juzgará de acuerdo con nuestras obras. ¿Qué cree que encontraremos en
nuestros libros? El profeta Isaías explica que ante el juicio de un Dios Santo "todos nosotros
somos como suciedad y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia “ (Isa 64:6). La
mayoría de las personas se sorprenderían de saber que sus libros contienen largos registros de
pecados. Sin embargo, cuando vemos a la vida de Jesús, vemos que El fue perfectamente
obediente a Dios, porque El vivió una vida recta sin pecado. (Hebreos 4:15).
Cuando nos arrepentimos de nuestro pecado y aceptamos, por fe, a Jesucristo como Señor y
Salvador, Dios nos quita nuestro pecado y se lo da a Cristo, El, entonces, toma la justicia de Cristo
y nos la da a nosotros. El resultado es que nuestro registro de pecados fue dado a Cristo, y el
registro de Justicia de Cristo nos fue dado a nosotros. La justificación puede ser ilustrada
como el intercambio de nuestro "registro de pecados" por el "registro de justicia" de
Cristo.
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La Ilustración del Gran Intercambio (Fig. 1.2) nos ayuda a entender la justificación por fe.
Fig. 1.2 El Gran Intercambio
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CONCLUSIÓN
Al vivir nuestra vida cristiana, no podemos apartar nuestra fe del perdón y la justicia que Cristo ganó para
nosotros. La muerte de Jesús en una cruz pagó la pena y nos permite estar en justicia ante Dios. La
justificación por fe debe permanecer como el fundamento de nuestra relación con Dios. La cruz es la única
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esperanza para la paz con El. No hay otro lugar en que los pecadores, aún los pecadores justificados,
puedan encontrarse con Dios mas que la cruz.
Construir nuestra vida sobre la justificación por fe en Cristo Jesús debería liberarnos para servir a Dios
siempre en confianza, no porque siempre obedezcamos a Dios perfectamente, sino porque tenemos la
confianza de que nuestra relación con Dios está construida sobre la obra de Cristo por nosotros. La
justificación no es un asunto de nuestro propio esfuerzo. En lugar de esto, es por gracia por medio de la fe.
Mientras aprendemos que nuestra relación con Dios siempre ha sido y siempre será - basada sobre su
gracia, y al confiar en la obra terminada de su Hijo, nos damos cuenta de cuan verdaderamente grande su
amor es. Hemos sido salvados por gracia, y solo podemos vivir por gracia.
PLAN DE ACCIÓN
Enseñe a alguien más el significado de la justificación por fe, y entonces pídale que escriba su propia
definición. Traiga lo que escribieron para la próxima sesión de entrenamiento.
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CARÁCTER
ESPIRITUAL
Viviendo por el Evangelio
RECHAZANDO LA
LECCIÓN 2 AUTODEPENDENCIA
Propósito de la Lección
El propósito de esta lección es ayudar al fundador de Iglesias a ver la importancia de la fe enraizada en
Cristo como el medio para el crecimiento espiritual.
Puntos Principales
El evangelio es el centro del crecimiento espiritual personal
Debemos rechazar el depender de nosotros mismos para crecer en Cristo y tener éxito en el
ministerio.
Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta unidad haya sido dominado, cada fundador de Iglesias deberá:
Saber cómo entender los efectos del evangelio en el proceso del crecimiento cristiano.
Estar más apercibido de su necesidad por Cristo y crecer en humilde dependencia en El.
Entender la diferencia entre vivir por sus propias fuerzas y vivir por la fe en Cristo y sus logros.
INTRODUCCIÓN
La mayoría de los Cristianos entienden claramente que nuestra justificación ante Dios es solamente por fe.
Pero, ¿qué significa esa doctrina en nuestras vidas a partir de este punto y en lo sucesivo? ¿Qué debería
significar el Evangelio para aquellos que lo recibieron hace mucho tiempo? Muchos Cristianos están
confundidos en estos puntos. Muchos consideran los conceptos relacionados con la salvación, tales como la
justificación, de poco valor una vez que se ha sido Cristiano por muchos años. Ellos podrían estar tentados
a reemplazar estas enseñanzas tan importantes por formas que exalten el cumplimiento de reglas y la
dependencia en uno mismo. En esta lección, exploraremos como impacta el Evangelio aún a Cristianos
maduros y al mismo tiempo veremos las advertencias bíblicas en contra de reemplazar el Evangelio con
cualquier otra cosa.
la ejecución de escenas en lugar de vivir en dependencia de Cristo (Gal 4:10-11). Habían empezado a
buscar el favor de Dios a través de la ley y no a través del Evangelio (Gal 3:1-5). Al hacer esto, estaban
arrancándose a si mismos de la verdadera fuente de fuerza. Habían sido apartados de Cristo.
Esta es la razón por la cual Pablo reprendió a los Cristianos Gálatas. Estaban confundidos acerca de
cómo el crecimiento tomaba parte en sus vidas. Llegaron a ser hechizados por las reglas y los rituales
de una vida religiosa y perdieron su enfoque en Cristo, poniéndolo en si mismos. Se habian vuelto a la
justificación por buenas obras, lo que es confiar en uno mismo, y así no entendieron su continua
necesidad de Cristo.
Ejemplo:
Durante la reforma protestante, Lutero y Erasmo estaba debatiendo acerca de que representaba mejor
nuestra salvación y nuestra necesidad de la gracia. Erasmo admitía que el pecado había hecho al
hombre enfermar, pero propuso que nuestra necesidad de gracia se parece a un pequeño que aprende
a dar sus primeros pasos. Una persona es capaz de dar algunos pasos hacia Dios, pero algunas veces
también necesita a su Padre Celestial para sujetarlo y ayudarle a continuar. Lutero sentía repulsión por
tal minúscula necesidad de gracia y le dijo a Erasmo que seguramente estaba equivocado. Él dijo que
nuestra salvación se compara más a un gusano que está completamente rodeado por un anillo de
fuego. A menos que alguien se incline y rescate al gusano, perecerá de seguro.
Nuestra necesidad de la gracia en la salvación es absoluta. La santidad perfecta de Dios demanda
justicia sobre el hombre que está lleno de pecado. Debemos abandonar toda esperanza con respecto
a nuestra propia justicia y asirnos de Cristo o pereceremos con toda seguridad. Dios debe rescatarnos
como a una oruga. Pero Dios también nos llama a esta entrega en la santificación. Debemos
mantenernos en la verdad del Evangelio y encontrar nuestra justicia en Cristo si es que vamos a
acercarnos a Dios. Su santidad se mantendrá exponiendo nuestro pecado en el corazón y si no
creemos que podemos estar con Dios por tan solo nuestra fe en la justicia de Cristo, dada a nosotros,
seremos devastados por Su santidad. Y si creemos que podremos curar esta enfermedad de nuestro
pecado interior por nuestras propias fuerzas, somos engañados al medir el poder del pecado. La fe es
el abandono total de nuestros propios recursos, porque vemos nuestra lamentable debilidad. Al sentir
nuestra gran necesidad, la fe se aferra a Cristo y a todos sus beneficios que solo El puede proveer
para nosotros. Cuanto más crezcamos en la fe, más buscaremos unirnos a Cristo y buscar la vida y el
poder que solo El puede darnos.
En el camino a casa usted tiene la oportunidad de compartir el Evangelio con alguien, y así que usted
comparte a Cristo y su salvación con él. El siguiente sábado es bastante diferente. Usted se levanta
tarde, se pierde la reunión de oración y habla poco amablemente a su vecino al salir. En general el día
está lleno de confusión y Dios parece no estar cerca. Usted empieza a sentirse mal por lo que ha
hecho, pero para su sorpresa, usted tiene otra oportunidad para compartir el Evangelio con alguien. La
pregunta es ¿dejaría pasar la oportunidad debido a que se siente indigno para compartir el evangelio
con esta persona? ¿Cree que es posible para Dios bendecirle en un tal día? Si no, ¿por qué no?
Frecuentemente pensamos que recibimos o perdemos la bendición de Dios basados en nuestro
desempeño. Pero debemos entender que si la justificación por gracia es la base de nuestra relación
con Dios, nuestros peores días nunca son tan malos que estemos más allá de la gracia de Dios, y
nuestros mejores días nunca son tan buenos como para no necesitarla.
Ejemplo:
El 21 de Agosto de 1544, Martín Lutero escribió a uno de sus fieles amigos de confianza, George
Spalatin. Spalatin había dado un consejo, el cual el mismo más tarde vendría a considerar como
pecaminoso. Cuando llegó a esta conclusión, fue sumido en tristeza y culpa. Estaba convencido de que
debería haber estado mejor informado, y de que él, de toda la gente, no debería haber hecho este
error. No podía ser consolado. Cuando Lutero supo de su condición, él escribió para ofrecerle consuelo
diciendo: "mi fiel petición y reprensión es que se una a nuestra compañía y se asocie con nosotros,
que somos reales, grandes y duros pecadores. Por ningún motivo debe hacer que Cristo nos parezca
insignificante ni de poca importancia, como si él pudiera ser nuestro ayudador solo cuando queremos
librarnos de pecados imaginarios, nominales e infantiles. ¡No! ¡No! Eso no sería bueno para nosotros.
En lugar de esto debe ser nuestro Salvador y Redentor de transgresiones e iniquidades reales,
grandes, graves y dañinas, si, y de los grandes y mas escandalosos pecados; para ser breve, de todos
los pecados sumados en conjunto y en total..." De: Martín Lutero Compañía para el Cristiano
Contemporáneo.
¿Hemos llegado a ser pequeños pecadores quienes solo necesitan un pequeño Salvador o somos
pecadores reales que necesitamos un Salvador real? La fe nos conecta a Jesús, y estar conectado a
Jesús significa que nos desconectamos de cualquier otra cosa. No podemos añadir nada a lo que
Cristo ha hecho por nosotros. Como un hombre dijo una vez : "cualquier cosa que tratemos de añadir a
la obra de Cristo la corrompe. Llega a ser como el olor de un zorrillo en un bello atardecer. Es una
escena maravillosa, pero tu no quieres estar allí."
Manual Uno-Carácter Espiritual
Enero 2000 La Alianza para la Fundación de Iglesias por Saturación – Curso Omega pg 90
Esto es especialmente cierto para aquellos con quienes vivimos y que ven realmente como somos. Si
tratamos de añadir nuestra rectitud a la de Cristo, nos convertimos en personas con la mira en su
propia justicia e impacientes con los demás. Si vivimos por nuestras propias fuerzas, nuestras
relaciones son para servirnos a nosotros mismo. Nunca cambiaremos realmente.
CONCLUSIÓN
El Evangelio debe permanecer como el centro de nuestra relación con Cristo. Reemplazar el Evangelio con
cualquier otro sistema de justificación destruye el valor de nuestra salvación. Los logros de Jesucristo en la
cruz son solo para aquellos que abandonan cualquier otro sistema de justificación y llegan a ser hombres y
mujeres de fe enraizados en Cristo. Cambiar nuestra confianza de los logros de Cristo a nuestros propios
logros y al cumplimiento de reglas o a cualquier otra cosa, solo produce una falsa justicia.
El problema es que muy frecuentemente no sentimos nuestra necesidad. Donde no hay sentido de
necesidad, no hay fe. Y donde no hay fe, no hay una conexión dinámica con Cristo, y su vida en nosotros
empieza a evaporarse. Nuestro crecimiento viene cuando aprendemos a abandonar nuestros recursos y
empezamos a caminar en la fe que está enraizada en Cristo. Es entonces que descubrimos lo que Dios
quiere que veamos: que necesitamos a Cristo mucho más de lo que imaginamos. Es a través de nuestra
necesidad de Cristo que Dios estimula nuestra fe.
Propósito de la Lección
El propósito de esta lección es ver que la cruz debe ser el punto focal de nuestra fe si hemos de crecer
verdaderamente.
Puntos Principales
Hay muchos malos entendidos en lo que concierne al crecimiento espiritual.
La cruz juega un papel muy importante en el crecimiento espiritual.
Nuestros malos entendidos retrasan el crecimiento.
Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta lección sea dominado, cada participante deberá:
Ser un Cristiano que se gloría en Cristo.
Saber que el crecimiento, (él debe enfocarse sobre la cruz) relaciona toda la vida a la obra de
Cristo..
Poner su auto dependencia a los pies de Cristo y, por fe, apropiarse del poder que solamente su
Salvador resucitado puede proveer.
INTRODUCCIÓN
En esta pista de carácter espiritual, buscamos construir un fundamento para una vida cristiana dinámica.
Esta área critica clama por atención al ver como nuestros líderes se convierten en náufragos espirituales
debido a un pecado o a otro. ¿Cómo podemos preservarnos del naufragio espiritual a nosotros mismos?
¿Cómo puede crecer fuerte nuestro amor por Dios y no llegar a enfriarse? ¿Cómo podemos crecer en
nuestra fe para que tengamos una relación viva con Jesucristo? Nos gustaría presentar una figura de cómo
crece un Cristiano para tener un amor por Dios más grande y una fe viva que le capacite para guiar
espiritualmente a la Iglesia de Jesucristo. Específicamente, aprenderemos como hacer de la cruz de Cristo
el punto focal de la vida espiritual.
del perdón de nuestros pecados a través de la sangre de Jesucristo y nuestra adopción como hijos de
Dios.
Muchas ilustraciones y diagramas han sido usados para explicar el proceso del crecimiento espiritual.
Muchos creyentes ven el crecimiento espiritual como una escalera o un conjunto de escalones que
tenemos que subir. Cuando somos realmente espirituales, nos consideramos a nosotros mismos
en un estado alto de la escalera. Sin embargo, cuando no somos espirituales, estamos en un lugar
bajo.
C. El Hueco Resultante
El darnos cuenta del hueco que existe entre el hombre pecador y un Dios Santo, fue por supuesto,
lo que nos trajo a la fe en Jesús en primer lugar. La cruz llena el hueco cuando una persona es
salvada. (Figura 3.1).
Pero, aún después de conocer a Cristo como nuestro salvador, deberíamos continuar creciendo
en la santidad de Dios y en el darnos cuenta de nuestra propia pecaminosidad. Esta puede ser
una experiencia pavorosa. Conocer a Dios y a Su santidad es invitar a la exposición propia, y esta
es una experiencia terrible para aquellos que quieren esconder Figura 3.1
sus faltas y deficiencias. Sin embargo, para el Cristiano en
crecimiento, el hueco muestra la continua necesidad de Cristo y
1) Mi percepción de la
la magnitud de lo que El ha hecho en la cruz. Perfección de Dios
2) Mi percepción de mi
pecaminosidad
Por lo que la cruz es más importante para nosotros al crecer nosotros en el conocimiento de la
grandeza de Dios. Cuanto más conocemos a Dios, tanto más nos sentimos indignos delante de El.
Al crecer este conocimiento, vemos lo significativo de nuestro perdón y reconciliación con Dios a
través de Jesucristo. Al descubrir la grandeza de Dios (como lo hizo Isaías cuando vio la gloria del
Señor en el Templo, o como lo hizo la nación de Israel cuando se encontraron con Dios en el
monte Sinaí), descubrimos la verdadera gloria de nuestro Salvador. Su sangre limpia a los
pecadores y nos viste con vestiduras blancas para que podamos acercarnos aún más cerca de
este Dios de gloria.
El problema aquí es que ellos no se dan cuenta de que hay otros aspectos, aún más importantes
de la vida cristiana que el servicio. Tales como conocer a Dios y tener una relación cercana con El
(Lc. 10:38-42). Los fariseos de los días modernos creen
falsamente que pueden cerrar el hueco que existe entre ellos Figure 3.2
mismos y Dios con sus propias buenas obras. El orgullo, o el
deseo de parecer bien a los ojos de los demás, podría motivar 1) Mi percepciónm
esto. Las obras llegan a ser el fundamento sobre el cual esta deness
De la perfección de Dios
gente construye su reputación. 4.
3)
2) Mi percepción de 5.
mi pecaminosidad
El pecado también influye al fariseo moderno de otras maneras. Él podría pensar que su pecado
no le importa a Dios (nótese la cuña número 4 en la Figura 3.2). En tal caso la importancia de la
cruz es disminuida. Lo que él está haciendo aquí realmente es reducir a Dios en su mente para
ser menos de lo que El verdaderamente es. Otros podrían pensar "¡Yo no soy realmente tan gran
pecador!" Esta gente pone una cuña (número 5 en la figura 3.2) en la parte inferior debajo de la
cruz. ¿No es cierto que es más fácil ver el pecado de los demás que el de nosotros mismos? ¿A
qué se debe esto? ¿Es cierto que tenemos menos problemas con el pecado que los demás? Si
pensamos esto, nos estamos engañando a nosotros mismos. Debido a que pensamos demasiado
alto de nosotros mismos, de nuevo la importancia de la cruz disminuye.
Para evitar el fariseismo, debemos crecer en el entendimiento de la verdadera santidad de Dios y
la verdadera pecaminosidad de nuestros propios corazones. Ver esto producirá humildad en
nosotros y revelará nuestra necesidad de la gracia de Dios.
B. Desesperación - Falta de Fe
Otros tienen una lucha diferente. Ellos reconocen la santidad de Dios, y así su propia
pecaminosidad, y ellos se desesperan porque no saben que hacer al respecto. Ellos tratan de
llenar el hueco con buenas obras, pero ellos sienten que nunca pueden hacer suficientes buenas
obras para agradar a Dios realmente. Ellos pueden esforzarse por pasar tiempo en la palabra de
Dios cada día, pero cuando fallan se sienten terriblemente derrotados en su caminar con Dios.
Tratan de mantener sus lenguas bajo control, pero cuando ellos fallan, se preguntan como Dios
puede amarlos realmente. Debido a todas sus fallas, ellos concluyen que nunca podrán agradar a
Dios. Así, ellos se desesperan.
El problema aquí es la falta de fe en lo que Dios ha hecho. Dios ha provisto todo lo que
necesitamos para ser aceptables ante El en el sacrificio de Jesucristo (Heb 10:14). No podemos
añadir nada a lo que El ya ha hecho.
1) Mi percepción
De la perfección de Dios
2) Mi percepción
De mi pecaminosidad
Debemos creer las nuevas realidades de nuestra vida en Cristo Jesús. Aunque aún somos propensos a
pecar, Dios nos muestra Su gracia y perdona nuestro pecado. Estamos en justicia perfecta en Cristo
debido a Su obra en la cruz. Hemos llegado a ser hijos del Dios viviente y somos amados por El. Él se
deleita en nosotros y está comprometido a hacernos a la imagen de Cristo.
CONCLUSIÓN
La cruz es nuestra única esperanza de paz con El. No hay otro lugar en que pecadores, aún pecadores
justificados, puedan reunirse Dios excepto en la cruz.
Para crecer espiritualmente, nuestro enfoque debe estar en entender más plenamente las realidades de los
logros de Cristo en la cruz en lugar de tratar con más fuerza. Día a día, y momento a momento, debemos
recordar lo que Cristo ha hecho por nosotros en la cruz al quitar nuestro pecado y darnos una nueva vida.
En esta visión de santificación debemos entender que nuestra carne permanece malvada hasta el día en
que muramos. Pero también reconocemos la vida de Cristo en nosotros.
Al crecer en el conocimiento de Dios, también somos cambiados más y más a Su imagen. Nuestra
incapacidad para hacer esto por nosotros mismos llega a ser clara y desarrollamos una dependencia total
de Cristo. El Evangelio llega a ser más relevante para nosotros y nuestra necesidad de Cristo llega a ser
mayor. Entendemos más profundamente lo que creímos al principio. Nos recordamos a nosotros mismos las
verdades del Evangelio. Por fe estamos haciendo los logros de la muerte de Cristo y resurrección más una
realidad en nuestras vidas.
PLAN DE ACCIÓN
Describa a otra persona lo que usted ha aprendido acerca del crecimiento en la santidad y explíqueles como
usted aplica los logros de Cristo a su vida diaria. Dé ejemplos específicos de cambios en su vida de
creyente como resultado de su entendimiento de la santificación.
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CARÁCTER
ESPIRITUAL
El Poder Transformador del
Evangelio
LECCIÓN 4 LIBERTAD DEL DOMINIO DEL PECADO
Propósito de la Lección
El propósito de esta lección es explicar como fuimos liberados del dominio del pecado al ser unidos a
Cristo en Su muerte y resurrección, para que podamos experimentar el poder del Evangelio en nuestras
vidas al caminar por fe en esta nueva realidad.
Puntos Principales
Nuestra salvación significa que hemos sido transformados internamente.
Debido a nuestra nueva naturaleza tenemos el poder de vencer al pecado.
Dios quiere que andemos en el Espíritu para que no satisfagamos los deseos de la carne.
Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta lección haya sido dominado, cada participante deberá:
Entender el significado de la unión con Cristo y el poder disponible para hacer morir a la carne y no
ser más dominado por el pecado.
Caminar por fe personalmente en la muerte y resurrección de Cristo y en la salvación del poder del
pecado.
Sugerencias a los Entrenadores
Esta lección hace muchas referencias a Romanos 6:3-10. Estudiando cuidadosamente estos pasajes
en su preparación le capacitará para enseñar esta lección efectivamente.
INTRODUCCIÓN
El Evangelio es el fundamento de nuestra relación con Dios. Desde la perspectiva de Dios, nuestra relación
es construida solamente sobre el perdón de Cristo y la justicia perfecta dada por Dios para nosotros por fe.
Esta verdad debería traer la habilidad de conquistar el pecado en nuestras vidas resultando en una profunda
transformación personal. Aunque la mayoría de nosotros aún luchamos con el pecado y algunas veces nos
preguntamos como podemos ser transformados hoy en día. ¿Por qué pecan los creyentes? ¿Qué puede
hacerse al respecto? ¿Cómo podemos ser verdaderamente transformados de acuerdo con el Evangelio?
En nuestra salvación,
Dios ha provisto la
solución para
nuestras dos
necesidades más
fundamentales: Nos
ha libertado del
castigo por el
pecado, y nos ha
liberado del poder del
pecado.
B. La Respuesta Bíblica
La respuesta a esta pregunta es claramente "no". No podemos continuar pecando. Entendemos
esto, y nos esforzamos por no pecar. La autodisciplina y las reglas se convierten en la norma para
el Cristiano serio que quiere evitar el pecado. Pero el correctivo real para el pecado está
relacionado a la transformación interior del creyente.
Al estudiar la respuesta de Pablo en Romanos 6, entendemos no solo por que no podemos seguir
practicando el pecado, sino que también descubrimos la nueva libertad que tenemos del poder del
pecado. Esta es una parte vital de la vida cristiana victoriosa. En nuestra salvación, Dios ha
provisto la solución para nuestras dos necesidades más fundamentales: El nos ha liberado del
castigo del pecado, reconciliándonos consigo mismo, y nos ha liberado del poder del pecado, para
que podamos vivir en verdadera libertad para amarle. Romanos 6:1-2 nos dice que no podemos
continuar practicando el pecado, como lo hacíamos antes de ser Cristianos, porque hemos
"muerto al pecado."
antes de que podamos vivir en libertad, debemos morir primero, para que nuestro hombre
interior pueda ser separado de nuestra naturaleza de pecado. Por lo que estamos unidos a
Cristo en Su muerte.
Así, nuestra muerte con Cristo causó la separación entre nuestro hombre interior y nuestra
naturaleza de pecado, lo cual resulta en libertad del dominio del pecado. Aunque la
naturaleza pecaminosa aún existe, y es una fuerza maligna dentro de nosotros, su dominio
sobre nosotros ha sido roto y no estamos más encadenados a su poder. Esta ciertamente,
nuestra nueva realidad y debemos creer esta verdad si hemos de vivir exitosamente la vida
cristiana.
2. ¿Qué sucedió debido a nuestra muerte con Cristo?
Romanos 6:6 nos dice lo que pasó como resultado de nuestra muerte con Cristo: nuestro
"viejo hombre" fue crucificado. El viejo hombre es simplemente el hombre interior que existía
antes de que creyéramos en Cristo y nos diera nueva vida en El. Es el viejo hombre el que es
esclavo del pecado. Sin embargo, cuando fuimos unidos a Cristo en su muerte, el viejo
hombre fue crucificado con el resultado de que nuestro cuerpo fue "crucificado juntamente
con." La palabra Griega katargeο. “destruido,” no sugiere aniquilación, como si el pecado ha
sido eliminado de nuestro interior. Sin embargo, si significa "volverlo inoperante o invalidarlo,"
de esta manera es hecho inefectivo removiendo su poder de control. Pablo usa la misma
palabra en Romanos 3:3 cuando dice que la incredulidad de los hombres no "hace nula" la
fidelidad de Dios. En Romanos 7:2, él dice que una mujer es liberada de su marido si este
muere. Este es el significado en nuestro contexto. Hemos sido libertados del dominio del
pecado porque su poder de control ha sido removido. Las cadenas del pecado han sido rotas
y no somos más esclavos del pecado.
enseñadas. Somos exhortados por Pablo a poner nuestra confianza y creer completamente en
esta verdad fundamental acerca de nosotros. El viejo hombre no vive mas en nosotros. Él era un
esclavo del pecado, pero él ha sido crucificado al ser unidos a Cristo en Su muerte y resurrección,
y somos ahora transformados en nuevos hombres y mujeres. Ahora, debemos afirmar y creer que
tenemos vida en Cristo y que hemos sido hechos nuevas criaturas dentro de nosotros.
Nuestra vida cristiana es una vida en la cual caminamos por fe en esta verdad. Aunque no la
experimentemos perfectamente todo el tiempo, esto no cambia la realidad de lo que ha pasado.
Debemos continuar cada día arrepintiéndonos de nuestro pecado y creer que somos uno con
Cristo, y que ahora vivimos en unión con El.
B. Vivir en el Espíritu
Romanos 8:5-7 contrasta a aquellos que viven de acuerdo a la carne con aquellos que viven
conforme al Espíritu. Aquí encontramos que es la mente la que está puesta en las cosas de la
carne o del Espíritu. Su carne, que fue entrenada por el mundo, genera pensamientos mundanos e
ideas que le guían a pecar. Como creyentes no tenemos que estar más en la carne, sino en el
Espíritu (Ro 8:9, Gal 5:16). Pero es posible para nosotros el caminar en la carne (Ro 8:12,13). Los
no creyentes no tienen elección -- ellos caminan en la carne porque ellos viven en la carne. Pero
nosotros no estamos obligados a la carne… tenemos una alternativa. Debemos aprender y elegir
"andar en el Espíritu y no satisfacer los deseos de la carne" como dice Pablo (Gal 5:16).
creyentes deberían esforzarse por mantener la percepción de quienes son en el Cristo resucitado.
Cuando enfrentamos el pecado, debemos pensar en nosotros como hijos de Dios. Si pensamos en
nosotros mismos como pecadores, tenderemos a vivir como pecadores. Debemos vernos a
nosotros mismos como santos, como hijos de Dios para vivir como hijos de Dios.
D. Renueve Su Mente
Muchas conductas pecaminosas empiezan por un estilo de vida de malos pensamientos. Los
modelos de pensamientos pecaminosos deben ser "transformados por la renovación de nuestra
mente" (Ro 12:2). La mente es el punto focal de nuestra batalla contra el pecado. 2 Corintios 11:3
indica que como Eva fue engañada por Satanás, nuestras mentes pueden ser extraviadas de una
devoción sincera y pura a Cristo. Satanás influenció las mentes de David, Salomón, Ananías los
Cristianos de Corinto, y él puede influenciar nuestras mentes también. El puede poner sus
pensamientos en nuestras mentes y engañarnos haciéndonos creer que son nuestros o aún de
Dios. Pero debemos "traer cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo " (2Co 10:5).
E. Conozca la Verdad
¿Dónde está el poder del pecado? Satanás, de acuerdo con Juan 8:44, "es un mentiroso y padre
de mentira." Cuando somos tentados a pecar hay siempre una mentira detrás de todo esto. Pero
Jesús dice en el mismo capítulo "y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres " (Jn 8:32).
Nuestra defensa en contra del pecado es la verdad. Al conocer nuestra verdadera y victoriosa
identidad como creyentes en Cristo, encontramos libertad del poder del pecado.
CONCLUSIÓN
El Evangelio es el fundamento de nuestra relación con Dios. Desde la perspectiva de Dios, nuestra relación
es construida solamente sobre el perdón de Cristo y Su justicia perfecta dada a nosotros por medio de la fe.
Esta verdad debería darnos la habilidad de ser honestos con Dios acerca de nuestro pecado, y la seguridad
de Su gracia abundante hacia nosotros. Esto debería inspirarnos a vivir en rectitud, no debido a que nos
hemos hecho justos a nosotros mismos, sino debido a que eso es lo que Dios, por su gracia, ha declarado
que somos.
Lo que es realmente importante en lo que concierne a nuestra victoria sobre el pecado es una fe en Cristo
en crecimiento y dinámica, una fe que está basada en los logros de Cristo en la cruz, para que Su poder
actúe en nosotros revelando nuestros pecados y debilidades más claramente. Esta fe entiende y aprecia la
gracia de Dios más profundamente y nos guía a conocer a Dios más íntimamente.
Puntos Principales
¿Por qué tener un diario espiritual?
Tiempo diario con Dios
Diario
Resultados Deseados
Cuando el contenido de esta unidad sea dominado, cada participante deberá:
Ser capaz de usar un diario como una herramienta efectiva para registrar sus devocionales,
peticiones de oración y respuestas, contactos del ministerio, notas de grupos celulares y reflexiones
diarias..
Sugerencias a Entrenadores
Podría usted querer hacer u ordenar un diario para mostrarlo a los participantes durante el seminario de
entrenamiento. El diario del Sembrador de Iglesias de la Liga Bíblica es un diario muy simple y útil (vea
la Bibliografía para información de las direcciones).
INTRODUCCIÓN
En el rápido ritmo de la vida, poca gente encuentra el tiempo y el lugar para meditar sobre Dios y Su
palabra, y su aplicación a nuestra vida diaria personalmente. Debido a que un discípulo tiene el
deseo de crecer y cambiar, él continuamente evalúa su vida. Como el Rey David, él pide al Señor que
examine su corazón y vida para revelar sus faltas y pecados para poder cambiar y crecer (Sal.
139:23-24). Tenemos una gran necesidad de tomar tiempo para estar en la presencia de Dios cada
día y romper las barreras de nuestras ocupaciones. (Sal. 46:10; 37:7)
El tener un diario le será de gran ayuda a través del proceso de fundación de iglesias. La siguiente
lección describe los elementos del diario de un fundador de Iglesias, para que pueda usarlos en su
propio diario.
CONCLUSIÓN
Si su entrenador o mentor no tiene un diario para que usted lo use, adapte un cuaderno común para
cumplir con sus propósitos. Lo importante es que este diario le ayude a reflexionar en lo que Dios le
está enseñando a través de Su palabra y la oración y para registrar el progreso y lecciones
aprendidas en su ministerio de fundación de iglesias.
PLAN DE ACCIÓN
A través del ciclo de fundación de iglesias, mantenga un diario para sus devocionales y progreso en el
ministerio basado en la figura 5.1. Usted podría querer transcribir el ejemplo a un cuaderno para su
uso personal. Prepárese para mostrar su diario a su mentor o entrenador.
BIBLIOGRAFÍA
The Church Planter's Daily Journal. The Bible League, 16801 Van Dam Rd., South Holland, IL 60473
USA. E-mail: bibleleague@xc.org