Folleto 3o Trimestre Escuela Sabatica - Maestros
Folleto 3o Trimestre Escuela Sabatica - Maestros
Folleto 3o Trimestre Escuela Sabatica - Maestros
CONTENIDO
Introducción............................................................................................................................................................... 2
1. Me seréis testigos .............................................................................................................................. 5
2. El Pentecostés ..................................................................................................................................... 12
3. La vida en la iglesia primitiva ........................................................................................... 19
4. Los primeros dirigentes de la iglesia .................................................................... 26
5. La conversión de Pablo .......................................................................................................... 33
6. El ministerio de Pedro ............................................................................................................. 40
7. El primer viaje misionero de Pablo .......................................................................... 47
8. El concilio de Jerusalén .......................................................................................................... 54
9. El segundo viaje misionero ................................................................................................. 61
10. El tercer viaje misionero ........................................................................................................ 68
11. Arresto en Jerusalén ................................................................................................................... 75
12. Reclusión en Cesarea ................................................................................................................. 82
13. El viaje a Roma .................................................................................................................................. 89
LA VICTORIA
DEL EVANGELIO
M
uchos historiadores creen que las tres décadas más
cruciales de la historia mundial tuvieron lugar cuando
un pequeño grupo de hombres, en su mayoría judíos
bajo el poder del Espíritu Santo, llevó el evangelio al
mundo. El libro de Hechos de los apóstoles es un relato
de esas tres décadas cruciales, que abarcan desde la resurrección
de Jesús, en el año 31 d.C., hasta el fin del primer encarcelamiento
romano de Pablo, en el año 62 d.C. (Hech. 28:30). El libro debió de
haberse escrito poco después, ya que la narración se detiene en ese
punto, aunque existen evidencias de que Pablo fue liberado de ese
confinamiento y reanudó sus esfuerzos misioneros, predicando y
viajando hasta que lo arrestaron unos años más tarde, y luego lo
ejecutaron en Roma, en 67 d.C.
El libro de Hechos no dice nada sobre el autor, pero la tradición
de la iglesia siempre lo ha identificado con Lucas, “el médico amado”
de Colosenses 4:14 y compañero de viaje de Pablo (2 Tim. 4:11; Fil. 24).
Tradicionalmente, también se cree que Lucas es el autor del tercer
Evangelio, que sin duda alguna es el “primer libro” (NVI) mencio-
nado en Hechos 1:1 (comparar con Luc. 1:3). Lucas y Hechos son
volúmenes gemelos de los comienzos del cristianismo: su origen
(la vida y el ministerio de Jesús) y su expansión (los esfuerzos mi-
sioneros de los apóstoles).
Juntos forman alrededor del 27 por ciento del Nuevo Testa-
mento, la mayor contribución de un solo autor. En su carta a los
Colosenses, Pablo se refiere a Lucas como un colega gentil, alguien
que no era “de la circuncisión” (Col. 4:7-14). Lucas, entonces, es el
único autor no judío de un libro del Nuevo Testamento.
Esto parece explicar uno de sus temas principales: la universa-
lidad de la salvación. Dios no tiene favoritos. La iglesia ha sido lla-
mada a dar testimonio a todas las personas, independientemente
de su raza, clase social o género (Hech. 1:8; 2:21, 39, 40; 3:25; 10:28, 34,
35). El hecho de no testificar, ya sea por prejuicio o conveniencia, es
una distorsión del evangelio y contrario a las verdades más básicas
de la Palabra de Dios. Ante Dios, somos todos iguales: pecadores
que necesitan la redención que ofrece Cristo Jesús.
2
Por ende, no es casual que el principal
héroe de Lucas sea Pablo, el “apóstol a los
gentiles” (Rom. 11:13), al que le dedica casi
dos tercios del libro de Hechos.
Otros temas importantes que se encuen-
tran en Hechos son: la soberanía de Dios y
su propósito divino (Hech. 17:24, 25; 20:27;
23:11); la exaltación de Jesús como Señor y
Salvador (Hech. 2:32, 36; 3:13, 15; 4:10-12; 5:30,
31); y especialmente el papel del Espíritu en
facultar y guiar a la iglesia para su misión
(Hech. 2:1-4; 4:24-31; 8:14-17, 29, 39; 10:19, 20).
De hecho, los logros de la iglesia primitiva
no fueron resultado de la sabiduría ni de la
capacidad humana, aunque agradó a Dios
usar a alguien como Pablo para impactar
al mundo de una manera que ningún otro
apóstol pudo hacerlo (1 Cor. 15:10).
Hechos trata del período de formación
de la iglesia primitiva, en la que hubo un
crecimiento considerable, tanto adminis-
trativo como teológico. Podemos ver esto,
por ejemplo, en la forma en que la iglesia
trató cuestiones relacionadas con el tiempo
de la segunda venida de Jesús, el estatus de
los gentiles y el papel de la fe en la salva-
ción. Sin embargo, lo que la iglesia primitiva
pudo lograr en un período tan breve es un
testimonio perpetuo de lo que Dios puede
hacer por medio de aquellos que humillan
su corazón en oración, viven más allá de
las diferencias individuales, y se dejan usar
por el Espíritu para honra y gloria de Dios.
Hechos es la historia de quienes fueron
llamados por Dios para comenzar la obra.
Los que somos llamados por Dios para ter-
minarla ¿qué podemos aprender de esta
historia?
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Lección 1: Para el 7 de julio de 2018
ME SERÉIS TESTIGOS
Sábado 30 de junio
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 1:6-8; Lucas 24:25; 24:44-48;
Deuteronomio 19:15; Hechos 1:9-26; Proverbios 16:33.
PARA MEMORIZAR:
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo úl-
timo de la tierra” (Hech. 1:8).
L
a misión de Jesús en la Tierra había terminado. Dios pronto enviaría al
Espíritu Santo, quien, al ratificar sus esfuerzos con muchas señales y
prodigios, fortalecería y conduciría a los discípulos en una misión que
llegaría hasta los confines del mundo. Jesús no podía quedarse con ellos
para siempre en carne humana. No solo porque su encarnación le imponía
una limitación física en el contexto de una misión mundial, sino también
porque, para que el Espíritu llegara, eran necesarias la ascensión de Jesús
y su exaltación en el cielo.
Sin embargo, hasta la resurrección de Jesús, los discípulos no sabían
estas cosas con claridad. Cuando dejaron todo para seguirlo, creían que él
era un libertador político que, un día, expulsaría a los romanos de la tierra,
restablecería la dinastía de David y restauraría a Israel a su gloria pasada.
No era fácil para ellos pensar de otra manera.
Este es el tema fundamental de las instrucciones finales de Jesús a los
discípulos en Hechos 1. La promesa del Espíritu surge en este contexto. El
capítulo también describe el regreso de Jesús al cielo y de qué manera la
iglesia primitiva se preparó para el Pentecostés.
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Lección 1 | Domingo 1º de julio
LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL
Hay dos clases de profecías mesiánicas en el Antiguo Testamento: una
que prevé un Mesías majestuoso que gobierna para siempre (Sal. 89:3, 4, 35-37;
Isa. 9:6, 7; Eze. 37:25; Dan. 2:44; 7:13, 14), y otra que predice que el Mesías muere
por los pecados del pueblo (Isa. 52:13-53:12; Dan. 9:26). Esas profecías no se
contradicen entre sí. Solo apuntan a dos fases consecutivas del ministerio
del Mesías: primero sufre, y luego se convierte en Rey (Luc. 17:24, 25; 24:25, 26).
No obstante, el problema era que las expectativas mesiánicas judías
del siglo I eran unilaterales. La esperanza de un Mesías regio que traería
liberación política oscureció la noción de un Mesías que sufriría y moriría.
Al principio, los discípulos compartían esta esperanza de un Mesías
regio. Creían que Jesús era el Mesías (Mat. 16:16, 20) y, algunas veces, fueron
sorprendidos peleándose entre sí por quiénes se sentarían a su lado cuando
fuese entronizado (Mar. 10:35-37; Luc. 9:46). A pesar de las advertencias de
Jesús acerca del destino que le esperaba, ellos simplemente no podían en-
tender lo que él les quería decir. Por ende, cuando murió, se confundieron
y se desanimaron. Según sus propias palabras: “Nosotros esperábamos que
él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es
ya el tercer día que esto ha acontecido” (Luc. 24:21).
Lee Hechos 1:6. ¿Qué nos dice esta pregunta respecto de lo que todavía
no entendían? ¿De qué modo les respondió Jesús en Hechos 1:7?
Según Lucas 24:25, ¿cuál era el verdadero problema de los discípulos? ¿Por qué nos
resulta fácil creer lo que queremos creer, aunque difiera de lo que realmente enseña la
Biblia? ¿De qué forma podemos evitar esta trampa?
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Lunes 2 de julio | Lección 1
Lee Lucas 24:44 al 48. ¿Cuál era el mensaje central que los discípulos
debían predicar?
En los cuarenta días que pasó con los discípulos después de la resurrección (Hech. 1:3),
Jesús debió de haberles explicado muchas verdades sobre el Reino de Dios, incluso
cuando todavía había muchas cosas que ellos no entendían, como lo refleja la pregunta
de Hechos 1:6. Estaban familiarizados con las profecías, pero ahora podían verlas bajo
una nueva luz, una luz derramada desde la Cruz y la tumba vacía (ver Hech. 3:17-19).
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Lección 1 | Martes 3 de julio
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Miércoles 4 de julio | Lección 1
Lee Hechos 1:12 al 14. ¿Quiénes más estaban en el aposento alto, y de qué
modo se prepararon para la venida del Espíritu?
Al tomar nuestras decisiones diarias, ¿de qué manera ayudamos a preparar el camino
para la obra del Espíritu en nuestra vida?
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Lección 1 | Jueves 5 de julio
EL DUODÉCIMO APÓSTOL
La primera medida administrativa de la primera comunidad cristiana,
que contaba con unos 120 creyentes (Hech. 1:15), fue escoger el sucesor de
Judas.
Lee Hechos 1:21 y 22. ¿Qué cualidades debía tener el sucesor de Judas?
¿Por qué eran tan importantes?
Lee Hechos 1:23 al 26. ¿De qué forma fue escogido Matías?
El método que usaron para elegir a Matías puede parecer extraño, pero
echar suertes era una forma tradicional de tomar decisiones (por ejemplo,
Lev. 16:5-10; Núm. 26:55). Además, la elección fue entre dos candidatos pre-
viamente reconocidos de igual calificación, y no un paso hacia lo desco-
nocido. Los creyentes también oraron creyendo que el resultado reflejaría
la voluntad de Dios (comparar con Prov. 16:33). No hay pruebas de que la
decisión haya sido cuestionada alguna vez. Después del Pentecostés, el
echar suertes ya no fue necesario debido a la conducción directa del Espíritu
(Hech. 5:3; 11:15-18; 13:2; 16:6-9).
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Viernes 6 de julio | Lección 1
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Lección 2: Para el 14 de julio de 2018
EL PENTECOSTÉS
Sábado 7 de julio
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 2:1-4; Juan 14:16; Hechos
2:5-13; Joel 2:28-32; Hechos 2:22-39; Salmo 110:1-3.
PARA MEMORIZAR:
“A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así
que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la pro-
mesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís” (Hech.
2:32, 33).
“P
entecostés” viene de la palabra pentēkostē, el nombre griego para la
fiesta judía de las semanas (Éxo. 34:22), también conocida como día
de las primicias (Núm. 28:26). El término significa “quincuagésimo”,
y debe su uso al hecho de que la fiesta se celebraba el quincuagésimo día a
partir de la ofrenda de la gavilla de cebada, que se hacía el primer día después
de la Pascua. Era un día de alegría y de acción de gracias, cuando el pueblo de
Israel presentaba ante el Señor “las primicias de la siega del trigo” (Éxo. 34:22).
La fiesta llegó a ser un símbolo apropiado para la primera cosecha es-
piritual de la iglesia cristiana, cuando el Espíritu Santo se derramó más
abundantemente que nunca y se bautizaron tres mil personas en un solo
día (Hech. 2:41). Después de la ascensión de Jesús y su exaltación en el cielo,
este derramamiento del Espíritu fue un acontecimiento sobrenatural y re-
pentino que transformó a los apóstoles, de galileos sencillos y desconocidos,
en hombres de convicción y coraje que cambiarían el mundo.
A menudo se dice que el Pentecostés es el cumpleaños de la iglesia, el
momento en que los seguidores de Cristo –los judíos y, más adelante, los
gentiles– fueron legitimados como la nueva comunidad de Dios en la Tierra.
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Domingo 8 de julio | Lección 2
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Lección 2 | Lunes 9 de julio
EL DON DE LENGUAS
En Hechos 2:4, el don del Espíritu se manifestó a través del don de len-
guas. Sin embargo, este don era solo una de las tantas manifestaciones
diferentes del Espíritu (Hech. 10:45, 46; 19:6). Otras son: predicción del futuro
(Hech. 11:28), visiones (Hech. 7:55), discursos inspirados (Hech. 2:8; 28:25),
sanidad (Hech. 3:6, 12; 5:12, 16) y aptitud para el servicio (Hech. 6:3, 5).
El don de lenguas en Pentecostés no sucedió por ser la evidencia típica o
la más importante del derramamiento del Espíritu. Se manifestó con el fin
de lanzar la misión mundial de la iglesia. Es decir, el llamado que se presenta
en Hechos 1:8 requería el don de lenguas. Para que los apóstoles pudieran
superar las barreras culturales y llegar hasta los confines de la Tierra con el
evangelio, debían ser capaces de hablar en los idiomas de quienes tendrían
que escucharlos.
Una poderosa manifestación de Dios está ocurriendo frente a sus ojos, y sin embargo
estas personas piensan que es solo borrachera. ¿Cómo podemos estar atentos para no
ser tan ciegos espiritualmente?
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Martes 10 de julio | Lección 2
EL SERMÓN DE PEDRO
La acusación de que estaban borrachos le dio a Pedro la oportunidad de
explicar lo que estaba sucediendo. En su discurso, el apóstol señaló primero
la Biblia (Hech. 2:16-21), que describe el derramamiento del Espíritu como el
cumplimiento de la profecía.
Compara Hechos 2:17 con Joel 2:28. ¿De qué modo entendía Pedro el
tiempo del cumplimiento de la profecía de Joel?
Lee Hechos 2:22 al 32. ¿Cuál fue la idea principal en la presentación que
Pedro hizo del evangelio?
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Lección 2 | Miércoles 11 de julio
LA EXALTACIÓN DE JESÚS
“Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre
la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís”
(Hech. 2:33).
En la tercera parte del discurso, Pedro volvió al tema de las lenguas, que
había atraído al pueblo al principio. En vez de estar borrachos –lo que habría
sido extraño a las nueve de la mañana (Hech. 2:15)–, los creyentes estaban
hablando en lenguas porque el Espíritu Santo acababa de ser derramado
del cielo.
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Jueves 12 de julio | Lección 2
LAS PRIMICIAS
Las palabras de Pedro llegaron al corazón de sus oyentes. Es posible que
algunos de ellos hubiesen estado entre los que pedían que crucificaran a
Jesús unas semanas antes (Luc. 23:13-25). Pero ahora, persuadidos de que
Jesús de Nazaret era realmente el Mesías designado por Dios, clamaron con
tristeza: “¿Qué haremos?” (Hech. 2:37).
Lee Hechos 2:38. ¿Cuáles son los dos requisitos básicos para el perdón?
Lee Hechos 2:38 y 39. ¿Qué promesa especial reciben quienes se arre-
pienten y se bautizan?
¿Por qué es tan importante que todo el que quiera proclamar el evangelio entienda
que tenemos “perdón de los pecados”? Al fin y al cabo, ¿qué esperanza puedes ofre-
cerles a los demás en Jesús si tú no la tienes?
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Lección 2 | Viernes 13 de julio
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Lección 3: Para el 21 de julio de 2018
LA VIDA EN LA IGLESIA
PRIMITIVA
Sábado 14 de julio
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 2:42-46; 4:34, 35; 3:1-26;
4:1-18; 5:1-11; 5:34-39.
PARA MEMORIZAR:
“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las
casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y
teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los
que habían de ser salvos” (Hech. 2:46, 47).
E
l sentido de urgencia de la iglesia primitiva no podría haber sido más
fuerte. La manera en que Jesús había respondido la pregunta sobre
el establecimiento del reino mesiánico, que dejaba abierta la cuestión
del tiempo (Hech. 1:6-8), podía interpretarse como que todo dependía de la
venida del Espíritu y de la culminación de la misión apostólica. Por ende,
cuando llegó el Pentecostés, los primeros creyentes pensaban que todo se
había cumplido: recibieron al Espíritu y compartieron el evangelio con todos
aquellos con quienes se relacionaban.
La iglesia se desprendió de sus bienes materiales. Como percibían que el
tiempo era corto, vendieron todo lo que tenían, y se dedicaron a la camara-
dería mientras seguían dando testimonio de Jesús, pero solo en Jerusalén.
La vida comunitaria que establecieron, aunque era eficaz para ayudar a
los pobres, pronto se volvió un problema, y Dios tuvo que intervenir para
conservar la unidad de la iglesia. También empezaron a enfrentar oposición.
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Lección 3 | Domingo 15 de julio
LA ENSEÑANZA Y LA CAMARADERÍA
Después del Pentecostés, Lucas modifica la narración enfocándola en
una descripción general de la vida interna de la iglesia de Jerusalén. “Y per-
severaban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros,
en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hech. 2:42). Los cuatro puntos
señalados parecen resumirse básicamente en la enseñanza y la camaradería.
Según el versículo 46, la enseñanza se llevaba a cabo en el Templo, mientras
que la camaradería se realizaba en las casas particulares.
El atrio del Templo estaba rodeado de porches techados que a menudo
se usaban para la instrucción rabínica. El hecho de que los creyentes se
hayan dedicado a aprender de los apóstoles muestra que el don del Espíritu
no los condujo a una religión contemplativa, sino a un intenso proceso de
aprendizaje bajo la conducción de los apóstoles, cuya enseñanza autorizada
era autenticada por maravillas y señales (Hech. 2:43).
La comunión espiritual era otra marca distintiva de la piedad cris-
tiana primitiva. Los creyentes estaban constantemente juntos, no solo en
el Templo, sino también en sus hogares, donde compartían las comidas,
celebraban la Santa Cena y oraban (Hech. 2:42, 46). Con esas celebraciones
diarias, los cristianos primitivos expresaban su esperanza en el pronto re-
greso de Jesús, cuando su comunión con ellos sería restaurada en el reino
mesiánico (Mat. 26:29).
Los hogares particulares desempeñaron un papel clave en la vida de la
iglesia primitiva. Los creyentes todavía asistían a las ceremonias diarias del
Templo (Hech. 3:1), y los sábados probablemente estaban en las sinagogas
con sus hermanos judíos (Sant. 2:2), pero los elementos distintivos de la
devoción cristiana se llevaban a cabo en los hogares.
Lee Hechos 2:44 y 45; 4:34 y 35. ¿Qué aspecto importante existía en la
hermandad cristiana primitiva?
Como creían que el fin estaba cerca, decidieron que sus posesiones ma-
teriales (su “propiedad privada”, para usar una expresión más actualizada),
ya no eran tan importantes. Por lo tanto, les pareció apropiado hacer uso
común de sus recursos materiales. No había motivo para preocuparse por el
mañana, ya que el Mesías mismo proveería para sus necesidades en el reino
mesiánico (Luc. 22:29, 30). Este uso compartido les permitió experimentar un
sentido más profundo de unidad, además de llegar a ser un extraordinario
ejemplo de generosidad cristiana.
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Lunes 16 de julio | Lección 3
LA CURACIÓN DE UN COJO
En Hechos 3:1, Pedro y Juan fueron al Templo para el culto de oración de
las tres. Esto indica el carácter esencialmente judío de la fe de la iglesia en
este período temprano. Es decir, los apóstoles no iban al Templo solo para
instruir o hacer nuevos conversos, sino porque Pedro y Juan eran judíos y,
como tales, todavía seguían comprometidos con las tradiciones religiosas
judías (Hech. 20:16; 21:17-26), al menos hasta ese momento. Allí realizaron
un asombroso milagro (Hech. 3:1-10), que le dio a Pedro la oportunidad de
predicar otro sermón.
Lee Hechos 3:12 al 26. ¿Cuáles son algunos de los principales énfasis de
Pedro en su sermón?
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Lección 3 | Martes 17 de julio
EL SURGIMIENTO DE LA OPOSICIÓN
El éxito de la iglesia no tardó en suscitar la oposición de algunos líderes
de Jerusalén. El Templo de Jerusalén era administrado por el sumo sacerdote
y sus colaboradores, que mayormente eran saduceos. El sumo sacerdote
también era el presidente del concilio del Sanedrín, que en aquellos días
estaba compuesto en su mayoría por saduceos y fariseos. Dado que los
saduceos no creían en la resurrección, se sintieron muy molestos por el
hecho de que Pedro y Juan enseñaran que Jesús había resucitado de entre
los muertos. Los apóstoles fueron detenidos por los guardias del Templo y
puestos bajo custodia hasta el día siguiente, cuando fueron llevados ante
el Concilio (Hech. 4:1-7).
Lee Hechos 4:1 al 18. Cuando se les preguntó con qué autoridad habían
estado actuando, ¿cómo respondió Pedro? ¿Cuál era el mensaje subyacente
en lo dicho por Pedro que los líderes consideraban tan amenazante?
22
Miércoles 18 de julio | Lección 3
ANANÍAS Y SAFIRA
No era obligatorio compartir los bienes en la iglesia primitiva. Es decir,
no era una condición formal de afiliación. Sin embargo, indudablemente
hubo varios ejemplos de generosidad voluntaria que inspiraron a toda la
comunidad. Uno de esos ejemplos fue Bernabé (Hech. 4:36, 37), que desem-
peñará un papel importante más adelante en el libro.
Sin embargo, también hubo ejemplos negativos que amenazaron la
unidad de la iglesia desde adentro, justo en un momento en que acababan
de comenzar los ataques externos.
Lee Hechos 5:1 al 11. ¿Qué lecciones podemos extraer de esta historia?
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Lección 3 | Jueves 19 de julio
EL SEGUNDO ARRESTO
Si los apóstoles sirvieron como instrumentos para traer el juicio de Dios
sobre el pecado, como en el caso de Ananías y Safira, también se podían
prestar para traer la gracia de Dios sobre los pecadores. Su poderoso mi-
nisterio de curación (Hech. 5:12-16) era una evidencia tangible de que el
Espíritu de Dios estaba obrando a través de ellos. Es asombroso que se cre-
yera que incluso la sombra de Pedro podía sanar a la gente. El paralelismo
más parecido en los evangelios es el de la mujer que se sanó al tocar la ropa
de Jesús (Luc. 8:43, 44). Sin embargo, Lucas no dice que la sombra de Pedro
realmente tuviese poder curativo, sino que la gente creía que era así. Con
todo, aunque hubiese supersticiones populares de por medio, aun así Dios
impartía su gracia.
No obstante, cuanto más se llenaban del Espíritu los apóstoles, y cuanto
más se multiplicaban las señales y las maravillas, más celosos se ponían los
dirigentes religiosos. Esto los llevó a arrestar a los apóstoles por segunda
vez (Hech. 5:17, 18). Recién después de su escape milagroso (Hech. 5:19-24)
y de otro discurso audaz de Pedro, en el que hizo hincapié en que debían
“obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hech. 5:29), algunas de las auto-
ridades comenzaron a considerar la posibilidad de que estuviesen obrando
influencias sobrenaturales.
El Sanedrín estaba controlado por los saduceos, mientras que los fariseos
formaban una minoría influyente. Gamaliel era fariseo y doctor de la Ley.
Era tan respetado entre los judíos que se lo conocía como “Rabban” (“nuestro
maestro”), en vez de simplemente “Rabbi” (“mi maestro”). Pablo fue uno de
sus discípulos (Hech. 22:3).
Gamaliel trajo a la memoria que otros dos movimientos rebeldes en la
historia reciente de Israel también habían atraído seguidores y habían cau-
sado agitación. Sin embargo, los líderes fueron asesinados y sus seguidores
se dispersaron por completo. La lección que extrajo fue que si el movimiento
cristiano era de origen humano pronto desaparecería. Por otro lado, si se
trataba de un movimiento divino, como decían los apóstoles, ¿qué espe-
ranzas tenían ellos de poder resistirlo? El consejo de Gamaliel prevaleció.
Los apóstoles fueron azotados y nuevamente se les ordenó que no hablasen
en el nombre de Jesús.
¿Qué nos dice esta historia acerca de lo importante y útil que puede ser un buen con-
sejo? ¿Cómo podemos aprender a ser más abiertos para pedir consejos incluso cuando
quizá no necesariamente reflejen lo que queremos oír?
24
Viernes 20 de julio | Lección 3
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Lección 4: Para el 28 de julio de 2018
LOS PRIMEROS
DIRIGENTES DE LA IGLESIA
Sábado 21 de julio
PARA MEMORIZAR:
“Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a
la fe” (Hech. 6:7).
M
uchos conversos del Pentecostés eran judíos helenistas; es decir, los
judíos del mundo grecorromano que ahora vivían en Jerusalén (Hech.
2:5, 9-11). A pesar de ser judíos, diferían en muchos aspectos de los
judíos de Judea (los “hebreos” mencionados en Hech. 6:1). La diferencia más
visible era que generalmente no sabían arameo, el idioma que se hablaba
en Judea en ese entonces.
También había otras diferencias culturales y religiosas. Por haber nacido
en países extranjeros, no tenían raíces en las tradiciones judías de Judea,
o al menos sus raíces no eran tan profundas como las de estos últimos.
Probablemente no eran tan apegados a las ceremonias del Templo ni a los
aspectos de la ley mosaica que solo se aplicaban en el territorio de Israel.
Además, por haber pasado la mayor parte de su vida en un ambiente
grecorromano y por haber vivido en estrecho contacto con los gentiles,
naturalmente estarían más dispuestos a comprender el carácter inclusivo
de la fe cristiana.
26
Domingo 22 de julio | Lección 4
Lee Hechos 6:2 al 6. ¿Cómo se eligió y se nombró a los siete para el ser-
vicio?
Es muy fácil sembrar disensión en las filas, ¿verdad? ¿Qué podemos hacer para conser-
var la paz entre nosotros y concentrarnos en la misión?
27
Lección 4 | Lunes 23 de julio
EL MINISTERIO DE ESTEBAN
Después de su nombramiento, los siete se comprometieron no solo con el
ministerio eclesiástico sino también con la testificación eficaz. El resultado
fue que el evangelio siguió expandiéndose, y la cantidad de creyentes se in-
crementó (Hech. 6:7). Evidentemente, este crecimiento comenzó a presentar
oposición en la iglesia primitiva. El relato ahora se centra en Esteban, un
hombre de una estatura espiritual excepcional.
Lee Hechos 6:8 al 16. ¿Qué nos enseñan estos versículos sobre Esteban,
su fe y su carácter? Además, ¿qué predicaba Esteban que enfureció tanto
a sus oponentes?
28
Martes 24 de julio | Lección 4
ANTE EL SANEDRÍN
Lee Hechos 7:1 al 53. ¿Qué les dijo Esteban a sus acusadores?
¿Cuándo fue la última vez que tuviste que asumir una postura firme e inflexible en
favor de Jesús? ¿O, al contrario, te amilanaste? Si es así, ¿qué necesitas cambiar?
29
Lección 4 | Miércoles 25 de julio
“Al llegar Esteban a este punto, se produjo un tumulto entre los oyentes.
Cuando relacionó a Cristo con las profecías, y habló de aquel modo del
Templo, el sacerdote rasgó sus vestiduras, fingiéndose horrorizado. Esto
fue para Esteban un indicio de que su voz iba pronto a ser acallada para
siempre. Vio la resistencia que encontraban sus palabras y comprendió que
estaba dando su postrer testimonio. Aunque no había llegado más que a la
mitad de su discurso, lo terminó abruptamente” (HAp 82).
Mientras Estaban estaba de pie ante los dirigentes judíos exponiendo la
causa de Dios contra ellos, Jesús estaba de pie en la corte celestial, es decir,
en el Santuario celestial, junto al Padre: una indicación de que el juicio en
la Tierra era solo una expresión del verdadero juicio que tendría lugar en el
cielo. Dios juzgaría a los falsos maestros y dirigentes de Israel.
Esto explica por qué aquí falta el llamado al arrepentimiento, una ca-
racterística común en los discursos anteriores de Hechos (2:38; 3:19; 5:31). La
teocracia de Israel estaba llegando a su fin, lo que significa que Israel como
nación ya no mediaría en la salvación del mundo como se le prometió a
Abraham (Gén. 12:3; 18:18; 22:18); lo harían los seguidores de Jesús, judíos y
gentiles, que ahora se esperaba que abandonaran Jerusalén y dieran testi-
monio al mundo (Hech. 1:8).
Pedro le dijo a Simón que iba “camino a la amargura y a la esclavitud del pecado”
(Hech. 8:23). ¿Cuál era la solución para su problema, y para cualquier persona que
quizás esté en una situación similar?
31
Lección 4 | Viernes 27 de julio
32
Lección 5: Para el 4 de agosto de 2018
LA CONVERSIÓN DE PABLO
Sábado 28 de julio
PARA MEMORIZAR:
“Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en pre-
sencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hech. 9:15).
L
a conversión de Saulo de Tarso (quien se transformó en Pablo) fue uno
de los acontecimientos más notables de la historia de la iglesia apos-
tólica. No obstante, la importancia de Pablo va mucho más allá de su
conversión en sí, porque Pablo, indudablemente, no fue el único enemigo de
la iglesia en llegar a ser un cristiano auténtico. La cuestión más bien tiene
que ver con lo que terminó haciendo en favor del evangelio. Pablo había sido
un oponente incorregible para los primeros creyentes, y el daño que podría
haberle causado a la iglesia incipiente era enorme. Tenía determinación y
contaba con apoyo oficial para destruir a la nueva iglesia. Sin embargo,
respondió fielmente al llamado de Dios camino a Damasco, y se convirtió
en el más grande de los apóstoles. “De entre los perseguidores más amargos
e implacables de la iglesia de Cristo, surgió el mejor defensor y el heraldo
más exitoso del evangelio” (LP 9).
El accionar anterior de Pablo al perseguir a la iglesia primitiva siempre
le causaba un profundo sentido de indignidad, aunque podía expresar, con
un sentimiento aún más profundo de gratitud, que la gracia de Dios hacia
él no había sido en vano. Con la conversión de Pablo, el cristianismo cambió
para siempre.
33
Lección 5 | Domingo 29 de julio
PERSEGUIDOR DE LA IGLESIA
Pablo era un judío helenista. Su lugar de nacimiento fue Tarso, la capital
de Cilicia (Hech. 21:39). No obstante, hasta cierto punto, se desvió del este-
reotipo helénico, pues fue llevado a Jerusalén, donde estudió con Gamaliel
(Hech. 22:3), el maestro fariseo más influyente de la época. Como fariseo,
Pablo era estrictamente ortodoxo, aunque su celo rayaba en el fanatismo
(Gál. 1:14). Esta es la razón por la que llevó a Esteban a su muerte y se con-
virtió en la figura clave de la persecución resultante.
Lee Hechos 26:9 al 11. ¿De qué modo describió Pablo su accionar contra
la iglesia?
Pablo dice, en otra parte, que el evangelio era una piedra de tropiezo
para los judíos (1 Cor. 1:23). Además del hecho de que Jesús no encajaba en
las expectativas judías tradicionales de un Mesías regio, de ninguna manera
podían aceptar la idea de que el que había muerto en una cruz podría ser
el Mesías de Dios, porque la Escritura dice que cualquiera que sea colgado
está bajo la maldición de Dios (Deut. 21:23). Por lo tanto, para los judíos, la
crucifixión era en sí una contradicción grotesca, la evidencia más clara de
que las afirmaciones de la iglesia acerca de Jesús eran falsas.
Hechos 9:1 y 2 muestra a Saulo de Tarso actuando contra los creyentes.
Damasco era una ciudad importante, que estaba a 220 kilómetros al norte
de Jerusalén y tenía una numerosa población judía. Los judíos que vivían
fuera de Judea estaban organizados en una especie de red, cuya sede estaba
en Jerusalén (el Sanedrín), y las sinagogas funcionaban como centros de
apoyo para las comunidades locales. Había una comunicación constante
entre el Sanedrín y esas comunidades, a través de cartas normalmente
llevadas por un shalia, “el que es enviado” (del hebreo shala, “enviar”). Un
shaliaḥ era un agente oficial nombrado por el Sanedrín para realizar varias
funciones religiosas.
Cuando Pablo le pidió al sumo sacerdote, el presidente del Sanedrín,
que le diera cartas dirigidas a las sinagogas de Damasco, se convirtió en
shalia, con autoridad para arrestar a cualquier seguidor de Jesús y llevarlo
a Jerusalén (comparar con Hech. 26:12). En griego, el equivalente a shalia es
apostolos, término del que deriva la palabra apóstol. Por lo tanto, antes de
ser un apóstol de Jesucristo, Pablo era un apóstol del Sanedrín.
¿Cuándo fue la última vez que demostraste celo por algo (a favor o en contra) y más
tarde cambiaste de opinión? ¿Qué lecciones aprendiste de esta experiencia?
34
Lunes 30 de julio | Lección 5
CAMINO A DAMASCO
Lee Hechos 9:3 al 9. ¿Qué sucedió cuando Pablo se aproximaba a Da-
masco? ¿Cuál es el significado de las palabras de Jesús en Hechos 9:5 (ver
además Hech. 26:14)?
LA VISITA DE ANANÍAS
Cuando se dio cuenta de que estaba hablando con Jesús en persona,
Saulo hizo una pregunta que le dio a Jesús la oportunidad que estaba bus-
cando: “¿Qué haré, Señor?” (Hech. 22:10). La pregunta indica contrición a
la luz de lo que había sido su accionar hasta ese momento. No obstante,
lo más importante es que expresaba una voluntad incondicional de dejar
que Jesús guiara su vida de allí en más. Una vez en Damasco, Saulo debía
esperar más instrucciones.
En Hechos 9:10 al 19, la Biblia revela de qué modo estaba obrando el
Señor a fin de preparar a Saulo de Tarso para su nueva vida como el apóstol
Pablo. En una visión, Jesús le dio a Ananías la misión de visitar a Saulo para
imponerle las manos y restaurarle la vista. No obstante, Ananías ya sabía
quién era Saulo, y también sabía cuántos de los hermanos habían sufrido
y hasta perdido la vida a causa de él. Además, estaba bien informado de la
razón por la que Saulo estaba en Damasco; por lo tanto, indudablemente,
no quería convertirse en la primera víctima de Saulo allí. Su vacilación era
comprensible.
Pero, lo que Ananías no sabía era que Saulo acababa de tener un en-
cuentro personal con Jesús, que había cambiado su vida para siempre. No
sabía que, en lugar de seguir trabajando para el Sanedrín, Saulo, para el
asombro de Ananías, acababa de ser llamado por Jesús a trabajar para él;
lo que significa que Saulo ya no era un apóstol del Sanedrín, sino el ins-
trumento elegido por Jesús para llevar el evangelio tanto a judíos como a
gentiles.
Lee Gálatas 1:1, 11 y 12. ¿Qué afirmación especial hace Pablo con respecto
a su ministerio apostólico?
36
Miércoles 1º de agosto | Lección 5
Lee Hechos 9:20 al 25. ¿De qué manera describe Lucas el ministerio de
Pablo en Damasco? ¿Cuán bien le fue?
El objetivo original de Pablo al partir de Jerusalén con las cartas del sumo
sacerdote eran los creyentes judíos que, probablemente, habían buscado
refugio en las sinagogas de Damasco (Hech. 9:2). Ahora, después de regresar
de Arabia, llegó finalmente a las sinagogas, no para arrestar a los creyentes,
sino para multiplicarlos; no para calumniar a Jesús como un impostor, sino
para presentarlo como el Mesías de Israel. ¿Qué habrá pasado por la mente
de aquellos que, habiendo oído hablar de él solo como uno de sus persegui-
dores, ahora lo escuchaban dar testimonio de Jesús? ¿Qué otra cosa podían
hacer más que maravillarse por lo que Saulo de Tarso había llegado a ser y
por lo que estaba haciendo por la iglesia? (¡Probablemente no tenían idea
de la influencia que este nuevo converso tendría al final!)
Al no poder contradecir a Pablo, algunos de sus oponentes conspiraron
juntos para quitarle la vida. El relato que hizo Pablo de ese episodio (2 Cor.
11:32, 33) sugiere que sus oponentes lo denunciaron a las autoridades locales
para lograr su objetivo. Sin embargo, con la ayuda de los creyentes, Pablo
pudo escapar en una canasta, posiblemente por la ventana de una casa
construida en la muralla de la ciudad.
Pablo sabía desde el principio que enfrentaría desafíos (Hech. 9:16). La
oposición, la persecución y el sufrimiento de diversas fuentes serían una
constante en su ministerio; pero nada sacudió ni su fe ni su sentido del
deber, no obstante las dificultades y las pruebas que enfrentó prácticamente
a cada paso de su nueva vida en Cristo (2 Cor. 4:8, 9).
A pesar de las luchas y la oposición, Pablo no se dio por vencido. ¿De qué forma po-
demos aprender a hacer lo mismo en lo relativo a la fe? Es decir, ¿cómo podemos
perseverar en medio del desánimo y la oposición?
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Lección 5 | Jueves 2 de agosto
EL REGRESO A JERUSALÉN
Tres años después de su conversión (Gál. 1:18), y luego de escapar de
Damasco, esta era la primera vez que Pablo regresaba a Jerusalén desde
que había partido de allí como perseguidor. No fue un retorno fácil, ya que
enfrentó problemas tanto dentro como fuera de la iglesia.
Lee Hechos 9:26 al 30. ¿Qué le sucedió a Pablo cuando llegó a Jerusalén?
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Viernes 3 de agosto | Lección 5
39
Lección 6: Para el 11 de agosto de 2018
EL MINISTERIO DE PEDRO
Sábado 4 de agosto
PARA MEMORIZAR:
“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no
hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le
teme y hace justicia” (Hech. 10:34, 35).
C
on la partida de Pablo hacia Tarso, Pedro vuelve a ser el personaje
principal en la narración de Lucas de los primeros días de la iglesia
cristiana. Pedro es retratado en una especie de ministerio itinerante
en toda Judea y las regiones circundantes. El libro de Hechos, aquí, relata
dos breves historias de milagros: la curación de Eneas y la resurrección de
Tabita (Dorcas), y luego viene la historia de Cornelio en el capítulo 10.
La conversión de los gentiles era el tema más controvertido en la iglesia
apostólica. Aunque las discusiones que siguieron al bautismo de Cornelio
distaban mucho de resolver todas las dificultades, el derramamiento del
Espíritu, que recordaba lo sucedido en Pentecostés, ayudó a convencer a
Pedro y a los hermanos de Jerusalén de que las bendiciones del evangelio
no estaban restringidas a los judíos. Mientras tanto, la iglesia de Antioquía
ya había comenzado a avanzar hacia los gentiles también.
El estudio de esta semana también incluye el surgimiento de una nueva
y breve persecución (esta vez impulsada por el rey Herodes) y su impacto en
los apóstoles, que se habían salvado de la persecución impulsada por Pablo.
40
Domingo 5 de agosto | Lección 6
EN LIDA Y JOPE
Pedro estaba visitando las comunidades cristianas de la región cos-
tera de Judea. Su propósito probablemente era darles instrucción doctrinal
(Hech. 2:42), pero Dios lo usó poderosamente para obrar milagros como los
realizados por Jesús mismo.
Tabita (término arameo para “gacela”; en griego, Dorcas) era una creyente
muy querida en su barrio por sus obras de caridad cristiana. La historia de
su resurrección también es análoga a un milagro realizado por Jesús, la
resurrección de la hija de Jairo (Luc. 8:41, 42, 49-56), que Pedro había pre-
senciado. Siguiendo el ejemplo de Jesús, les pidió a todos que abandonaran
la habitación (ver Mar. 5:40). Entonces se arrodilló y oró, después de lo cual
llamó a la mujer: “Tabita, levántate” (Hech. 9:40).
Los apóstoles realizaron muchos milagros. Pero, en realidad eran actos
divinos realizados a través de las manos de los apóstoles (Hech. 5:12). Las
semejanzas con los milagros de Jesús quizá fueron para recordar a la iglesia,
incluidos nosotros hoy, que lo que más importa no es tanto el instrumento
sino el grado de entrega a Dios (ver Juan 14:12). Cuando permitimos ple-
namente que Dios nos utilice para la causa del evangelio, pueden ocurrir
grandes cosas. Pedro no solo resucitó a Tabita, sino también el milagro llevó
a muchas conversiones en Jope (Hech. 9:42).
Algunos piensan que si al menos pudieran ver un verdadero milagro, como el que ocu-
rrió aquí, entonces creerían. Y, si bien a veces los milagros ayudaron a acercar a algunas
personas a la fe, la Biblia está llena de historias de personas que vieron milagros y aun
así no creyeron. ¿En qué debería basarse nuestra fe, entonces?
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Lección 6 | Lunes 6 de agosto
EN LA CASA DE CORNELIO
En Jope, Pedro se hospedó con un tal Simón, curtidor de oficio (Hech.
9:43). Mientras tanto, en Cesarea, a unos cuarenta kilómetros de Jope, vivía
un centurión romano llamado Cornelio. Él y su familia eran adoradores
devotos de Dios, aunque todavía no se habían adherido formalmente al
judaísmo, lo que significaba que Cornelio todavía era un gentil incircunciso.
En una visión de Dios, se le indicó que enviara mensajeros a Jope para invitar
a Pedro a hacerle una visita (Hech. 10:1-8).
Lee Hechos 10:9 al 16, 28, 34 y 35. ¿Qué experimentó Pedro, y cómo lo
interpretó?
Lee Tito 2:11, Gálatas 3:26 al 28 y Efesios 2:11 al 19. ¿Qué nos enseñan estos
versículos sobre la universalidad del mensaje evangélico? ¿Y sobre el hecho
de que los cristianos alberguen prejuicios contra algún grupo basados en
la etnia?
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Martes 7 de agosto | Lección 6
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Lección 6 | Miércoles 8 de agosto
LA IGLESIA DE ANTIOQUÍA
Motivado por la conversión de Cornelio, Lucas interrumpe brevemente
su relato del ministerio de Pedro para mostrar el progreso inicial del evan-
gelio entre los gentiles.
Lee Hechos 11:19 al 26. ¿Qué pasó cuando algunos refugiados de Jerusalén
llegaron a Antioquía?
¿Qué significa para ti que te llamen “cristiano”? ¿Qué parte de tu vida es verdadera-
mente cristiana? Es decir, ¿en qué se diferencia tu vida de la de los no cristianos en lo
que verdaderamente importa?
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Jueves 9 de agosto | Lección 6
LA PERSECUCIÓN DE HERODES
De vuelta en Judea, ahora nos encontramos con el relato de la ejecución
de Jacobo, el hermano de Juan e hijo de Zebedeo (Mar. 1:19). Herodes también
quería hacer lo mismo con Pedro.
Lee Hechos 12:1 al 4. ¿Qué nos enseña esto sobre los desafíos que enfren-
taba la iglesia primitiva?
Lee Hechos 12:5 al 18. ¿Qué pasó como respuesta a las oraciones de los
hermanos?
Matan a Jacobo, liberan a Pedro y Herodes recibe el juicio divino. En algunos casos,
vemos justicia; en otros, pareciera que no. ¿Qué debería enseñarnos esto a quienes no
tenemos todas las respuestas a todas las preguntas? Y, ¿por qué necesitamos vivir por
fe en cuanto a lo que no entendemos?
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Lección 6 | Viernes 10 de agosto
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Lección 7: Para el 18 de agosto de 2018
EL PRIMER VIAJE
MISIONERO DE PABLO
Sábado 11 de agosto
PARA MEMORIZAR:
“Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia
perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no
pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree” (Hech.
13:38, 39).
S
in ninguna duda, el evangelio debía llegar tanto a gentiles como a judíos.
El primer informe explícito que tenemos sobre gentiles que se unen
a la fe a gran escala corresponde a Antioquía. En otras palabras, fue
en Antioquía donde se fundó la primera iglesia gentil, aunque allí también
había un contingente importante de creyentes judíos (Gál. 2:11-13). Debido al
celo misionero de sus fundadores y al nuevo impulso proporcionado por la
llegada de Bernabé y Pablo, la iglesia creció rápidamente y se convirtió en
el primer centro cristiano importante fuera de Judea. De hecho, en algunos
aspectos incluso superó a la iglesia de Jerusalén.
Mientras los apóstoles todavía estaban apostados en Jerusalén, Antio-
quía pasó a ser el lugar de nacimiento de las misiones cristianas. Fue desde
allí, y con el apoyo inicial de los creyentes locales, que Pablo partió rumbo
a sus tres viajes misioneros. Debido al compromiso de ellos, el cristianismo
llegó a ser lo que Jesús había previsto: una religión mundial.
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Lección 7 | Domingo 12 de agosto
SALAMINA Y PAFOS
En Hechos 13, Lucas vuelve a trasladar la escena a Antioquía para pre-
sentar el primer viaje misionero de Pablo, que ocupa dos capítulos enteros
(Hech. 13, 14). Desde aquí hasta el final del libro, la atención está puesta en
Pablo y sus misiones gentiles.
Este es el primer esfuerzo misionero de Hechos planificado en forma
intencional y esmerada por una iglesia en particular. Sin embargo, Lucas
es cuidadoso al destacar que ese esfuerzo se originó en Dios, no por inicia-
tiva propia de los creyentes. No obstante, la clave es que Dios puede obrar
solamente cuando nos colocamos voluntariamente en una posición en la
que él puede usarnos.
Lee Hechos 13:1 al 12. ¿Qué elementos principales quiere enfatizar Lucas
sobre las actividades de Bernabé y Pablo en Chipre?
Piensa en lo siguiente: en este caso, fue un judío el que se resistió a la verdad, mientras
que un gentil la aceptó. Esto, ¿cómo podría ayudarnos a entender por qué a veces los
creyentes de otras confesiones cristianas son más difíciles de alcanzar con la “verdad
presente” que los no creyentes?
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Lunes 13 de agosto | Lección 7
Lee Hechos 13:38. ¿Cuál fue la esencia del mensaje de Pablo en la sinagoga
de Antioquía?
¿Qué significa que la salvación sea solo a través de Jesús? ¿Cómo concilias la necesidad
de guardar la Ley moral de Dios con el hecho de que la Ley es incapaz de justificar?
49
Lección 7 | Martes 14 de agosto
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Miércoles 15 de agosto | Lección 7
ICONIO
Bajo la instigación de los dirigentes judíos de Antioquía, las autoridades
locales incitaron a una multitud contra Pablo y Bernabé y los echaron de
la ciudad (Hech. 13:50). Sin embargo, los discípulos estaban llenos de gozo
y del Espíritu Santo (Hech. 13:52). Los misioneros se dirigieron, entonces, a
la ciudad de Iconio.
Más que simplemente oír el evangelio, el pueblo judío necesita verlo en la vida de los
que profesan el nombre de Jesús. Si tienes conocidos que son judíos, ¿qué tipo de
testimonio les estás ofreciendo?
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Lección 7 | Jueves 16 de agosto
LISTRA Y DERBE
El siguiente lugar que visitaron Pablo y Bernabé fue Listra, una aldea
recóndita a unos 29 kilómetros al suroeste de Iconio. Aunque se quedaron
un tiempo allí (Hech. 14:6, 7, 15), Lucas solamente relata el desarrollo de una
historia: la curación de un cojo, probablemente mendigo, que sufría esa
enfermedad de nacimiento.
Lee Hechos 14:5 al 19. La reacción de la gente ¿qué le reveló a Pablo? ¿Cuán
sumida en la ignorancia estaba?
Pablo dijo: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de
Dios” (Hech. 14:22). ¿Qué significa eso? ¿Alguna vez experimentaste algo así? ¿Cómo
puedes aprender a crecer en la fe como resultado de las “tribulaciones” que enfrentas?
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Viernes 17 de agosto | Lección 7
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Lección 8: Para el 25 de agosto de 2018
EL CONCILIO DE JERUSALÉN
Sábado 18 de agosto
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 15; Gálatas 2:11-13; Éxodo
12:43-49; Romanos 3:30; Levítico 18:30; Apocalipsis 2:14, 20.
PARA MEMORIZAR:
“Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual
modo que ellos” (Hech. 15:11).
D
espués de más de dos años, Pablo y Bernabé regresaron a Antioquía
de Siria. Puesto que toda la iglesia había participado enviándolos
como misioneros, era natural que dieran un informe. No obstante,
el énfasis de la crónica no estuvo en lo que ellos habían logrado, sino en lo
que Dios mismo había hecho a través de ellos.
El objetivo del informe, por supuesto, era el éxito de la misión entre los
gentiles, aunque muchos judíos también habían abrazado la fe. Desde lo
sucedido con Cornelio, la conversión de los gentiles no circuncidados se
había vuelto un problema (Hech. 11:1-18), pero ahora que muchos de ellos
ingresaban como miembros de iglesia el tema se volvió aún más complejo.
Muchos creyentes de Jerusalén no estaban satisfechos. Para ellos, los gen-
tiles primero debían circuncidarse, es decir, convertirse en prosélitos judíos,
para formar parte del pueblo de Dios y tener comunión con ellos.
Hechos 15 gira en torno al problema de los gentiles, que alcanza un nivel
crítico, y de qué manera trabaja la iglesia unida para hallar una solución. El
Concilio de Jerusalén fue un momento decisivo en la historia de la iglesia
apostólica en relación con su misión mundial.
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Domingo 19 de agosto | Lección 8
EL PUNTO EN CUESTIÓN
Desde el principio, la iglesia de Antioquía constó de judíos (helenistas)
y de gentiles incircuncisos (Hech. 11:19-21; Gál. 2:11-13) que, aparentemente,
vivían en comunión pacífica entre sí. Sin embargo, esa comunión se hizo
añicos con la llegada de un grupo de creyentes de Jerusalén.
Ponte en el lugar de los judaizantes. ¿Qué argumentos podrías presentar para defen-
der tu postura?
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Lección 8 | Lunes 20 de agosto
LA CIRCUNCISIÓN
Uno de los grandes problemas de este conflicto era la circuncisión. Esta
no era una institución humana (comparar con Mat. 15:2, 9). Al contrario,
había sido ordenada por Dios mismo como una señal de su pacto con los
descendientes de Abraham como pueblo elegido (Gén. 17:9-14).
Lee Romanos 3:30; 1 Corintios 7:18; y Gálatas 3:28 y 5:6. ¿Cuál era la opi-
nión de Pablo sobre la circuncisión?
Al decir que ningún gentil podía salvarse sin unirse primero al judaísmo,
estos hombres estaban mezclando dos conceptos distintos: el Pacto y la
salvación. Ser miembro de la comunidad del Pacto de Dios no garantiza la
salvación (Jer. 4:4; 9:25). Además, el mismo Abraham fue salvo (justificado)
por la fe; y esto ocurrió antes de circuncidarse, no a causa de haberse circun-
cidado (Rom. 4:9-13). La salvación siempre ha sido por la fe, mientras que el
Pacto era una provisión de la gracia de Dios mediante la cual él se reveló a
sí mismo y dio a conocer el plan de salvación al mundo entero (Gén. 12:1-3).
Sin embargo, el problema era que, al asociar tan íntimamente el Pacto
con la salvación, estos creyentes habían llegado a pensar que la circuncisión
era meritoria. Pero, la gracia salvífica de Dios no funciona en el ámbito de las
obras humanas. Por lo tanto, imponer la circuncisión a los gentiles creyentes
como medio de salvación era distorsionar la verdad del evangelio (Gál. 1:7; 2:3-
5), anular la gracia de Dios (Gál. 2:21) y hacer que Jesús no sirviera de nada (Gál.
5:2, NVI). Además, era una negación del carácter universal de la salvación (Col.
3:11; Tito 2:11). Pablo nunca podría estar de acuerdo con esta forma de pensar.
¿Cuál es el peligro de pensar que con solo ser miembro de la iglesia verdadera ya se
obtiene la salvación?
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Martes 21 de agosto | Lección 8
EL DEBATE
Lee Hechos 15:7 al 11. ¿Cuál fue la contribución de Pedro al debate en
Jerusalén?
Lee Hechos 15:13 al 21. ¿Qué solución propuso Jacobo al problema de los
gentiles?
Debido a esto, su decisión fue que no se impusieran más restricciones a los conversos
gentiles, aparte de las que normalmente se requerirían de los extranjeros que desea-
ban vivir en la tierra de Israel.
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Lección 8 | Miércoles 22 de agosto
EL DECRETO APOSTÓLICO
Lee Hechos 15:28 y 29. ¿Cuáles fueron las cuatro prohibiciones que el
Concilio decidió imponerles a los conversos gentiles?
Cuando surgen disputas, ¿de qué modo podemos aprender a reunirnos, a escucharnos
entre todos y, con un espíritu de respeto y humildad, resolver los problemas?
58
Jueves 23 de agosto | Lección 8
LA CARTA DE JERUSALÉN
Lee Hechos 15:22 al 29. ¿Qué medidas adicionales dispuso la iglesia de
Jerusalén en cuanto a la decisión del Concilio?
La primera medida fue escribir una carta a los creyentes gentiles para
informarles lo que se había decidido. La carta, escrita en nombre de los
apóstoles y los ancianos de Jerusalén, era un documento oficial que refle-
jaba la primacía de la iglesia de Jerusalén (desde luego, debido al liderazgo
de los apóstoles) sobre las otras comunidades cristianas. Redactada en el
año 49 d.C., que es la fecha más probable del Concilio, esta carta es uno de
los primeros documentos cristianos que tenemos.
La iglesia de Jerusalén también decidió designar a dos delegados, Judas
Barsabás y Silas, para que acompañaran a Pablo y a Bernabé hasta Antio-
quía; su misión era llevar la carta y confirmar su contenido.
Lee Hechos 15:30 al 33. ¿De qué forma reaccionó la iglesia de Antioquía
frente a la carta?
Sé honesto contigo mismo: ¿cuán difícil te resulta tener comunión con creyentes de
otras razas, culturas e incluso clases sociales? ¿De qué manera puedes deshacerte de
esta actitud decididamente antievangélica?
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Lección 8 | Viernes 24 de agosto
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Lección 9: Para el 1º de septiembre de 2018
EL SEGUNDO VIAJE
MISIONERO
Sábado 25 de agosto
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 16; Romanos 3:28; Gálatas
2:16; Hechos 17; 1 Corintios 1:23; Hechos 18:1-10.
PARA MEMORIZAR:
“No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno
pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo
en esta ciudad” (Hech. 18:9, 10).
E
n Antioquía, Pablo y Bernabé atendían la iglesia y se dedicaban a impulsar
la obra evangélica. Aparentemente esta fue la última vez que trabajaron
juntos, ya que un profundo desacuerdo llevó a su separación. La razón
del desacuerdo entre Pablo y Bernabé fue Marcos, el primo de Bernabé (Col.
4:10). Cuando Pablo invitó a Bernabé a regresar a los lugares que habían
evangelizado en su viaje anterior, Bernabé quería llevar a su primo consigo,
pero Pablo se opuso porque la vez anterior Marcos les había fallado (Hech.
13:13). No obstante, la separación de Pablo y Bernabé se tornó una bendición,
porque al dividir sus esfuerzos podrían cubrir una zona más amplia que
la del plan original. Bernabé tomó a Marcos y regresó a Chipre, el lugar de
origen de Bernabé (Hech. 4:36). En tanto, después de invitar a Silas a unirse a
él, Pablo pasó por Siria y Cilicia, fortaleciendo a las iglesias allí. Antes de ir a
Antioquía por primera vez, Pablo había pasado varios años en Tarso (Hech.
9:30; 11:25, 26). Ahora tuvo la oportunidad de volver a visitar las congregaciones
del lugar. Pero, el plan de Dios para él era mucho mejor de lo que Pablo creía.
61
Lección 9 | Domingo 26 de agosto
DE VUELTA EN LISTRA
El criterio selectivo de los acontecimientos por parte de Lucas lleva
a Pablo casi directamente a Derbe y a Listra. De Siria y Cilicia, lo único
que dice es que Pablo pasó por aquellas regiones confirmando las iglesias
(Hech. 15:41).
Lee Hechos 16:1 al 13. ¿Qué nos enseña lo que hizo Pablo? ¿Cuánta sensi-
bilidad tenía para tratar de alcanzar a los demás?
¿Por qué crees que Pablo circuncidó a Timoteo? ¿Qué debería enseñarnos esto acerca
de nuestra disposición a hacer ciertas cosas con las que quizá no siempre estamos de
acuerdo o que no consideramos necesarias, pero que contribuirán a una causa mayor?
62
Lunes 27 de agosto | Lección 9
FILIPOS
Una vez en Macedonia, Pablo y sus compañeros viajaron a Filipos, donde
establecieron la primera congregación cristiana en Europa.
Lee Hechos 16:11 al 24. ¿Adónde fueron los misioneros el sábado y por
qué? ¿Qué ocurrió con ellos finalmente?
Cada vez que Pablo llegaba a una ciudad, su práctica era visitar la si-
nagoga local el día de reposo para testificarles a los judíos (Hech. 13:14, 42,
44; 17:1, 2; 18:4). El hecho de que en Filipos él y su grupo fueran a un río
a orar, junto con algunas mujeres, judíos y gentiles adoradores de Dios,
probablemente signifique que no había ninguna sinagoga en la ciudad. La
importancia de esto es que Pablo no iba a las sinagogas judías en sábado
únicamente con propósitos evangelizadores, sino también porque este era
su día de adoración.
Lee Hechos 16:31 al 34. ¿Qué nos enseña esto acerca de cuán completo e
integral fue el sacrificio de Cristo en nuestro favor? ¿Cómo puedes aprender,
día a día, a descansar en la seguridad de la justicia de Cristo, que te cubre
como tu única esperanza de salvación?
63
Lección 9 | Martes 28 de agosto
TESALÓNICA Y BEREA
Cuando Pablo y Silas fueron liberados de la cárcel, los misioneros par-
tieron de Filipos (Hech. 16:35-40). De Filipos, Pablo y sus compañeros fueron
directamente a Tesalónica, la capital de Macedonia.
Una vez más vemos que Pablo buscó la sinagoga para compartir el
evangelio. Muchos griegos devotos y no pocas mujeres prominentes fueron
persuadidos por el mensaje de Pablo. El hecho de que estos conversos “se
juntar[a]n con Pablo y con Silas” (Hech. 17:4) parece indicar que formaron
un grupo aparte y que no se reunían en la sinagoga, sino probablemente
en la casa de Jasón.
Motivados por los celos, sus oponentes iniciaron una revuelta. Su inten-
ción era llevar a Pablo y a Silas (no se menciona a Timoteo) ante la asamblea
de la ciudad y acusarlos. Como no pudieron encontrar a los misioneros, el
propio Jasón y otros nuevos creyentes fueron arrastrados hasta las autori-
dades locales bajo la acusación de albergar a agitadores políticos.
Lee Hechos 17:10 al 15. ¿Cuál fue la respuesta de los judíos bereanos en
comparación con los de Tesalónica?
¿Cuándo fue la última vez que examinaste diligentemente las Escrituras para averiguar
“si estas cosas [cualesquiera que sean] eran así”?
64
Miércoles 29 de agosto | Lección 9
PABLO EN ATENAS
Atenas, el centro intelectual de la antigua Grecia, literalmente era dada
a los ídolos. En todas partes se hallaban estatuas de mármol de personas y
dioses, especialmente en la entrada del ágora (la plaza pública), que era el eje
de la vida urbana. Pablo estaba tan angustiado por esa idolatría dominante
que cambió su costumbre de ir primero a la sinagoga, y adoptó una doble
actitud: discutía semanalmente en la sinagoga con los judíos y los gentiles
devotos, y a diario en la plaza pública con los griegos. (Ver Hech. 17:15-22.)
Como los atenienses siempre estaban dispuestos a escuchar algo nuevo,
algunos filósofos se interesaron en las enseñanzas de Pablo y lo invitaron
a dirigirse al Areópago, el Alto Consejo de la ciudad. En su discurso, Pablo
no citó las Escrituras ni recapituló la historia de las relaciones de Dios con
Israel, como cuando se dirigía a un auditorio judío (comparar con Hech.
13:16-41); ese método no tendría mucho sentido con esta audiencia. En lugar
de eso, presentó algunas verdades bíblicas importantes de una manera que
los paganos cultos pudieran entender.
65
Lección 9 | Jueves 30 de agosto
PABLO EN CORINTO
Hechos 18:1 al 11 relata la experiencia de Pablo en Corinto, donde se quedó
durante un año y medio. Aquila y Priscila se hicieron grandes amigos de
Pablo (Rom. 16:3; 2 Tim. 4:19). El relato sugiere que ya eran cristianos cuando
llegaron a Corinto, probablemente por la deportación de judíos de Roma
por parte del emperador Claudio. El historiador romano Suetonio parece
indicar que la deportación se produjo debido a disturbios en la comunidad
judía asociados con el nombre de “Cristo” (Claudius 25.4), que quizá se pro-
dujeron como resultado de la predicación del evangelio por parte de los
creyentes judíos locales. Por lo tanto, es posible que Aquila y Priscila hayan
participado de esas actividades. En cualquier caso, además de compartir
la misma fe y el mismo origen judío, Pablo y sus nuevos amigos también
compartían el mismo oficio.
Lee Hechos 18:4 al 17. ¿Cuál fue el resultado de las actividades misioneras
de Pablo en Corinto?
Pablo, frustrado por el recibimiento que tuvo, necesitaba ánimo del Señor para la sal-
vación de las almas allí. Las palabras que Dios le impartió (Hech. 18:10) ¿qué nos dicen
a nosotros cuando quizá nos sentimos como Pablo?
66
Viernes 31 de agosto | Lección 9
67
Lección 10: Para el 8 de septiembre de 2018
EL TERCER VIAJE
MISIONERO
Sábado 1º de septiembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 18:24-28; 19; 20:7-12, 15-27;
2 Corintios 4:8-14; Hechos 21:1-15.
PARA MEMORIZAR:
“De ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con
tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús,
para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hech. 20:24).
E
l relato de Lucas sobre el tercer viaje de Pablo comienza abruptamente.
El texto solamente dice que después de pasar un tiempo en Antioquía,
el centro de las misiones de Pablo, el apóstol emprendió otro viaje, pa-
sando sucesivamente por “la región de Galacia y de Frigia, confirmando a
todos los discípulos” (Hech. 18:23). Así que, una sola frase abarca los primeros
2.400 kilómetros del viaje.
Esto se debe a que el objetivo principal del viaje era Éfeso, donde Pablo
pasó más tiempo que en ninguna otra ciudad en el transcurso de sus viajes.
Desde una perspectiva evangelizadora, el ministerio en Éfeso fue muy
fructífero; el impacto de la predicación de Pablo llegó a toda la provincia
de Asia (Hech. 19:10, 26). Probablemente durante esta época se fundaron las
iglesias de Colosas, Hierápolis y Laodicea, quizá por medio de Epafras (Col.
4:12, 13), uno de los colaboradores de Pablo (Col. 1:7; File. 23).
Es el último de Pablo que se registra en Hechos. Pablo lo inició como
hombre libre. En cambio, el viaje a Roma lo realizó como prisionero.
68
Domingo 2 de septiembre | Lección 10
Lee Hechos 19:23 al 41. ¿Cuál fue la verdadera razón de la oposición que
afrontó Pablo que se desató en Éfeso al final de su estadía allí?
La oposición tenía que ver con la adoración pagana, que se vio seriamente
amenazada por el ministerio de Pablo. La verdadera motivación de Deme-
trio evidentemente era económica, pero pudo convertirla en un problema
religioso porque el templo de Artemisa (o Diana), considerado una de las
siete maravillas del mundo antiguo, estaba situado en Éfeso.
Lee Hechos 19:27. Fíjate cuán ingenioso fue Demetrio para implantar la
“piedad” religiosa en su intento de hacer que el dinero siguiera fluyendo.
Como cristianos, ¿por qué debemos tener cuidado de no usar nuestra fe, o
una piedad fingida en relación con nuestra fe, de la misma manera?
70
Martes 4 de septiembre | Lección 10
TROAS
Después del motín (Hech. 19:23-41), Pablo decidió marcharse de Éfeso.
Pero tomó un desvío prolongado a través de Macedonia y de Acaya en vez
de ir directo a Jerusalén (Hech. 20:1-3). En este viaje, hubo representantes
de algunas iglesias gentiles que fueron con él (Hech. 20:4).
Lee Hechos 20:7 al 12. ¿Qué tiene de malo el argumento común de que
estos versículos ayudan a demostrar el cambio del sábado al domingo?
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Lección 10 | Miércoles 5 de septiembre
MILETO
De camino a Jerusalén, Pablo hizo otra parada, esta vez en Mileto, donde
tuvo la oportunidad de transmitir su discurso de despedida a los líderes de
la iglesia de Éfeso.
Lee Hechos 20:15 al 27. ¿Cuál fue el énfasis de Pablo en la parte intro-
ductoria de su discurso?
Como ya había hecho planes para un nuevo viaje, que incluía Roma y
España (Rom. 15:22-29), Pablo creía que nunca más volvería a Asia. Entonces,
comenzó su discurso con una especie de rendición de cuentas por los años
que pasó en Éfeso. Sin embargo, ese informe apuntaba no solo al pasado,
es decir, a la forma en que había vivido entre los efesios, sino también al
futuro, ya que temía lo que pudiera ocurrirle en Jerusalén.
El temor de Pablo no era infundado. La iglesia de Jerusalén lo miraba con
cierto escepticismo, por no decir con hostilidad, debido a su pasado como
perseguidor y por predicar un evangelio sin circuncisión (Hech. 21:20-26).
Para las autoridades judías, él no era más que un traidor y un apóstata de
sus tradiciones religiosas (Hech. 23:1, 2). A mediados del siglo I, especial-
mente a causa del desgobierno romano, Judea también era presa de los
ideales revolucionarios y nacionalistas. Esta atmósfera influía en todos
los segmentos de la sociedad judía, incluida la iglesia posiblemente. En ese
contexto, las actividades de aquel ex fariseo entre los gentiles debieron de
haberlo convertido en una figura notoria (Hech. 21:27-36).
Pablo también tenía otras preocupaciones. En Hechos 20:28 al 31, se
centró en cómo los dirigentes de la iglesia de Éfeso debían manejar el tema
de los falsos maestros, a quienes comparó con lobos salvajes que tratarían
de extraviar y pervertir el rebaño. Así que en la iglesia misma, e incluso en
los primeros días de la iglesia, el peligro de los falsos maestros era real. Como
dijo Salomón en otro momento y en otro contexto: “Nada hay nuevo debajo
del sol” (Ecl. 1:9). La historia de la iglesia cristiana revela los increíbles daños
que los falsos maestros le han ocasionado a la iglesia. El problema también
seguirá existiendo hasta el fin (2 Tim. 4:3).
Sin duda Pablo tenía muchas cosas en mente, muchas preocupaciones;
sin embargo, su fidelidad y su diligencia nunca vacilaron.
Lee 2 Corintios 4:8 al 14. ¿Qué dice Pablo aquí que debemos aplicar a
nuestra vida, especialmente cuando vienen las pruebas? ¿Dónde pone Pablo
su esperanza última?
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Jueves 6 de septiembre | Lección 10
TIRO Y CESAREA
Después de Mileto, Lucas registra el viaje de Pablo con cierto detalle.
Aún en camino a Jerusalén, el apóstol pasó una semana en Tiro, en la costa
fenicia, donde debía descargar el barco (Hech. 21:1-6). Sin embargo, mientras
estuvo allí, los creyentes lo instaron a que no fuera a Jerusalén. El hecho
de que los creyentes fueran guiados por el Espíritu para advertirle a Pablo
que no fuera a Jerusalén no necesariamente está en contradicción con la
orientación anterior del apóstol. El griego eteto en tō pneumati, de Hechos
19:21, debería traducirse como “resolvió/se propuso en el Espíritu”, en lugar
de dar a entender que Pablo tomó esta decisión por su cuenta. El hecho es
que el Espíritu quizá les haya mostrado a los cristianos de Tiro los peligros
que le sobrevendrían a Pablo; y por ende, con gran preocupación, le recomen-
daron que no prosiguiera con su objetivo. Ni siquiera Pablo estaba seguro
de lo que le sucedería en Jerusalén (Hech. 20:22, 23). La dirección divina no
siempre deja todo en claro, incluso para alguien como Pablo.
Lee Hechos 21:10 al 14. ¿Qué incidente especial tuvo lugar en Cesarea con
respecto al viaje de Pablo a Jerusalén?
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Lección 10 | Viernes 7 de septiembre
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Lección 11: Para el 15 de septiembre de 2018
ARRESTO EN JERUSALÉN
Sábado 8 de septiembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 21; Romanos 2:28, 29;
Gálatas 5:6; Hechos 22; 23:1-30; Mateo 22:23-32.
PARA MEMORIZAR:
“A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues
como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques
también en Roma” (Hech. 23:11).
P
oco después del primer viaje misionero de Pablo, se hizo evidente que
había un desacuerdo elemental en la iglesia sobre cómo admitir a los
gentiles en la fe (Hech. 15:1-5). Quizás al percibir la escalada del con-
flicto, Pablo concibió un plan para promover la unidad de la iglesia. Como
en el Concilio le pidieron que se acordara de los pobres (Gál. 2:10), decidió
invitar a las iglesias gentiles a brindar ayuda financiera para los hermanos
de Judea, la “ofrenda para los santos” (1 Cor. 16:1), tal vez con la esperanza de
ayudar a construir puentes entre los dos grupos.
Esto podría explicar su determinación de ir a Jerusalén al final de su
tercer viaje, a pesar de los riesgos. Por un lado, tenía un amor sincero por
sus compatriotas judíos (Rom. 9:1-5); por el otro, anhelaba ver una iglesia
unida (Gál. 3:28; 5:6). Como los judíos y los gentiles eran salvos por igual,
no por las obras sino por la fe (Rom. 3:28-30), cualquier marginación social
entre ellos basada en los requisitos ceremoniales de la Ley iba en contra de
la naturaleza inclusiva del evangelio (Efe. 2:11-22).
Sigamos a Pablo al entrar en esta nueva etapa de su vida y su misión.
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Lección 11 | Domingo 9 de septiembre
Lee Hechos 21:23 al 26. ¿De qué forma demostró Pablo que aún era un
fiel judío?
En nuestros intentos por ser atinados, ¿cómo podemos cuidarnos para no cometer un
error similar?
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Lunes 10 de septiembre | Lección 11
DISTURBIOS EN EL TEMPLO
Luego de aceptar la sugerencia de los dirigentes de la iglesia, Pablo debió
someterse a una purificación ritual de siete días para ayudar a cumplir el
voto de los hombres (Núm. 19:11-13). Al mismo tiempo, la tradición judía esti-
pulaba que cualquier persona proveniente de tierras gentiles era inmunda
y, por lo tanto, no podía ingresar en el Templo. Esta es la razón por la que
Pablo tuvo que purificarse antes de ir a los sacerdotes para dar aviso de su
proceso de purificación relacionado con los nazareos (Hech. 21:26).
Lee Hechos 21:27 al 36. ¿Qué ocurrió con Pablo al final de su período de
siete días de purificación?
Los rumores, falsos por cierto, ayudaron a iniciar este motín. ¿Por qué debemos ser tan
cuidadosos con los rumores que oímos o, peor aún, con difundirlos?
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Lección 11 | Martes 11 de septiembre
ANTE LA MULTITUD
Hechos 21:37 al 40 relata lo que sucedió después. Mientras llevaban a
Pablo a la fortaleza romana para interrogarlo, le pidió permiso al coman-
dante para hablarle a la gente, que aún clamaba frenéticamente por su
muerte.
Cuando le habló en griego al comandante, este pensó que Pablo podría
ser un cierto judío de Egipto que tres años antes había iniciado una revuelta
en Jerusalén contra la ocupación romana. Sin embargo, la revuelta fue sofo-
cada por las fuerzas romanas; muchos de sus seguidores fueron asesinados
o arrestados, mientras que el egipcio escapó.
78
Miércoles 12 de septiembre | Lección 11
ANTE EL SANEDRÍN
Cuando el comandante romano se dio cuenta de que Pablo no represen-
taba ninguna amenaza para el imperio; es decir, que el problema entrañaba
disputas internas de los judíos, le pidió al Sanedrín que asumiera el caso
(Hech. 22:30; 23:29).
EL TRASLADO A CESAREA
Enfadados por el hecho de que aún no se habían librado de Pablo por
medios legales, un grupo decidió orquestar un plan en el que lo emboscarían
y lo matarían por mano propia.
Lee Hechos 23:12 al 17. ¿Cuál era el plan de ellos y cómo se frustró? ¿Qué
nos enseña esto sobre lo apasionadas que pueden ser las personas por cau-
sas equivocadas?
Lee Hechos 23:26 al 30. ¿Qué mensaje envió el comandante Lisias al go-
bernador Félix referente a Pablo?
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Viernes 14 de septiembre | Lección 11
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Lección 12: Para el 22 de septiembre de 2018
RECLUSIÓN EN CESAREA
Sábado 15 de septiembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 24; 25; 26; 1 Corintios 1:23.
PARA MEMORIZAR:
“¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también
todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas
cadenas!” (Hech. 26:29).
E
l traslado de Pablo a Cesarea dio comienzo a una reclusión de dos años
en esa ciudad (Hech. 24:27), más precisamente en el pretorio de Hero-
des (Hech. 23:35), que era la residencia oficial del gobernador romano.
Durante esos años, tuvo varias audiencias en las que se presentó ante dos
gobernadores romanos (Félix y Festo) y un rey (Agripa II), cumpliendo así
aún más el ministerio que Dios le dio (Hech. 9:15).
En todas las audiencias, Pablo siempre afirmó que era inocente, alegando
que no se podían presentar pruebas contra él, como lo demostró la ausencia
de testigos. De hecho, toda la narrativa pretende mostrar que Pablo no
hizo nada digno de arresto y que habría podido ser liberado si no hubiera
apelado al César (Hech. 26:32). Sin embargo, estas audiencias le ofrecieron
oportunidades de testificar sobre Jesús y la gran esperanza que se encuentra
en la promesa de la resurrección.
No obstante, fueron años de profunda ansiedad y de un tedioso en-
cierro en el que el apóstol parece no haber recibido ningún tipo de apoyo
por parte de la iglesia de Jerusalén, cuyos dirigentes todavía acariciaban el
sentimiento “de que Pablo debía ser considerado en alto grado responsable
por los prejuicios existentes” (HAp 323).
82
Domingo 16 de septiembre | Lección 12
ANTE FÉLIX
Cinco días después del traslado de Pablo a Cesarea, un grupo de impor-
tantes dirigentes judíos (el sumo sacerdote, algunos miembros del Sanedrín
y un abogado profesional llamado Tértulo) descendieron de Jerusalén y
presentaron formalmente ante Félix su caso contra el apóstol (Hech. 24:1-9).
Este es el único juicio en Hechos en el que los acusadores contrataron a
un abogado. En su discurso, Tértulo probó una estrategia interesante para
ganarse el favor del gobernador. No era cierto que, bajo el gobierno de Félix,
los judíos hubiesen disfrutado de un largo período de paz. De hecho, ningún
otro gobernador había sido tan represivo y violento, y esta represión generó
un enorme antagonismo entre los judíos hacia la dominación romana. Con
mucho ingenio, Tértulo utilizó la política administrativa del gobernador
para convencerlo de que también lograría la estabilidad política en este
caso únicamente mediante una dura represión.
Entonces, pasó a presentar tres cargos específicos contra Pablo: (1) que
Pablo era un agitador que constantemente fomentaba disturbios entre los
judíos de todo el imperio (Hech. 24:5); (2) que era cabecilla de los nazarenos
(Hech. 24:5), lo que implicaba que el cristianismo como un todo era una
especie de movimiento disruptivo; y (3) que había tratado de profanar el
Templo de Jerusalén (Hech. 24:6).
Lee Hechos 24:10 al 19. ¿Cómo respondió Pablo a cada una de las acusa-
ciones?
Lee Hechos 24:16. Pablo dijo que siempre se esforzó por tener una “con-
ciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres”. ¿Qué significa eso? ¿Qué
tendrías que cambiar tú para poder decir lo mismo?
83
Lección 12 | Lunes 17 de septiembre
ANTE FESTO
Después de dos años de retener a Pablo en prisión solo para ganarse el
favor de los judíos, Félix fue reemplazado por Porcio Festo como gobernador
de Judea (Hech. 24:27). Festo gobernó de 60 a 62 d.C.
Lee Hechos 25:1 al 5. ¿Cómo ayuda esto a reflejar el odio que la predica-
ción de la verdad puede causar en aquellos que no quieren creer en ella?
Lee Hechos 25:9 al 12. Cuando percibió que Festo podría usarlo con in-
tenciones políticas, ¿cómo reaccionó Pablo?
Al fin y al cabo, Festo no resultó ser muy diferente de Félix con respecto
a sus estrategias políticas (Hech. 24:27). Como no estaba dispuesto a perder
el apoyo de los judíos tan rápidamente en su administración al declarar
inocente a Pablo, pensó en concederles su pedido original: que el apóstol
fuera juzgado por el Sanedrín en Jerusalén.
Sin embargo, esto no era aceptable para Pablo: bien sabía que no podía esperar que
le dieran un trato justo allí, librado al capricho de sus enemigos. Por lo tanto, apro-
vechando sus derechos romanos, insistió en que tenía derecho a ser juzgado por un
tribunal romano, y como no vislumbraba ninguna otra salida de esa situación precaria
decidió apelar al más alto ejemplo de la justicia romana, que era el propio emperador.
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Martes 18 de septiembre | Lección 12
ANTE AGRIPA
Festo aceptó concederle el pedido a Pablo de ser enviado a Roma (Hech.
25:12). Mientras tanto, el gobernador aprovechó una visita de Estado por
parte de Herodes Agripa II para consultarle sobre el caso de Pablo, en es-
pecial sobre qué tipo de información debía enviarle al emperador en su
informe oficial. Festo aún no estaba muy familiarizado con los asuntos
judíos, y Agripa sin duda podía ayudarlo (Hech. 26:2, 3).
Lee Hechos 25:13 al 22. ¿Qué le dijo Festo a Agripa acerca de Pablo, y
cómo respondió el rey?
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Lección 12 | Miércoles 19 de septiembre
LA DEFENSA DE PABLO
Con la escena dispuesta y los invitados reales sentados junto al gober-
nador, el prisionero fue llevado para presentar su defensa, que estaba diri-
gida principalmente a Agripa, dado que Festo ya lo había escuchado antes
(Hech. 25:8-11).
Lee Hechos 26:1 al 23. ¿Qué hizo Pablo en su discurso ante Agripa?
Lee Hechos 26:18. Según ese texto, ¿qué ocurre con aquellos que tienen
salvación en Cristo? ¿Cómo viviste esta realidad?
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Jueves 20 de septiembre | Lección 12
Lee Hechos 26:24 al 28. ¿A qué apeló Pablo finalmente, y qué debería
decirnos esto sobre cuál tendría que ser siempre nuestra autoridad final
en materia de fe?
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Lección 12 | Viernes 21 de septiembre
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Lección 13: Para el 29 de septiembre de 2018
EL VIAJE A ROMA
Sábado 22 de septiembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 27, 28; Romanos 1:18-20.
PARA MEMORIZAR:
“No temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha
concedido todos los que navegan contigo” (Hech. 27:24).
H
acía tiempo que Pablo deseaba visitar Roma, pero su arresto en Je-
rusalén cambió todo. Al ceder a la presión legalista de los líderes de
la iglesia de Jerusalén, terminó bajo custodia romana durante casi
cinco años, incluido el tiempo que pasó en el viaje marítimo a Italia. Este
cambio representó un duro golpe para sus planes misioneros.
A pesar del revés, Jesús mismo prometió que el apóstol todavía daría
testimonio de él en Roma (Hech. 23:11). Incluso cuando le fallamos, Dios
puede darnos otra oportunidad, aunque no siempre nos libra de las conse-
cuencias de nuestros actos. Pablo fue llevado a Roma como prisionero, y no
hay evidencias bíblicas de que alguna vez haya ido a España como pensaba
(Rom. 15:24). Después de ser liberado de lo que se conoce como el primer
encarcelamiento romano, Pablo fue arrestado nuevamente, esta vez para
sufrir el martirio (2 Tim. 4:6-8) bajo Nerón en el año 67 d.C.
Sí, Pablo llegó a Roma, y mientras esperaba en su prisión domiciliaria
para ser juzgado ante el emperador, le hablaba sin tapujos, a pesar de sus
cadenas (Efe. 6:20; Fil. 1:13), a todo el que se acercaba a él (Hech. 28:30, 31),
incluyendo a figuras importantes de la casa del César (Fil. 4:22).
89
Lección 13 | Domingo 23 de septiembre
DE CAMINO A ROMA
Después de aproximadamente dos años de confinamiento en Cesarea
(Hech. 24:27), Pablo fue enviado a Roma. A juzgar por la primera persona del
plural y la riqueza de detalles utilizados para describir el largo y turbulento
viaje por mar a Italia (Hech. 27:1-28:16), Lucas acompañaba a Pablo, al igual
que otro cristiano llamado Aristarco (Hech. 27:2). Otro personaje importante
en la historia fue el centurión romano, Julio, que tenía otros prisioneros a
su cargo (Hech. 27:1).
Partieron al final del verano mediterráneo. El ayuno (Hech. 27:9) se re-
fiere al Día de la Expiación, en la segunda quincena de octubre. Debido
a las condiciones invernales, los viajes en el Mediterráneo normalmente
se evitaban entre noviembre y marzo. No obstante, esta vez afrontaron
dificultades desde el principio, y llegaron con mucho retraso a la pequeña
bahía de Buenos Puertos, en la isla de Creta (Hech. 27:8).
¿Por qué tenía que sufrir tanto un servidor tan fiel y dedicado del Señor como Pablo?
¿Qué lecciones podemos aprender de sus experiencias?
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Lunes 24 de septiembre | Lección 13
EL NAUFRAGIO
En su segunda intervención en la historia, Pablo les aseguró a todos
los que estaban a bordo (276 personas en total; Hech. 27:37) que, aunque no
todo saldría bien, no habría que lamentar víctimas; solo el barco se hundiría
(Hech. 27:22). Catorce días después, las palabras del apóstol se cumplieron.
Todavía bajo una terrible tormenta y con el barco completamente a la de-
riva, los marineros detectaron que había tierra cerca, posiblemente porque
podían oír el ruido de las rompientes (Hech. 27:27). Después de una serie de
sondeos, y temiendo que la nave fuera empujada contra las rocas a lo largo
de la orilla, lanzaron cuatro anclas desde la parte posterior de la nave, para
reducir la velocidad. Mientras tanto, desesperadamente les pedían a sus
dioses que se hiciera de día (Hech. 27:28, 29).
Lee Hechos 27:30 al 44. ¿Qué lecciones podemos extraer para nosotros
de esta historia?
Al comienzo del viaje, el centurión trató bien a Pablo, pero no tenía mo-
tivos para confiar en el criterio náutico del apóstol. Sin embargo, después de
dos semanas, las cosas cambiaron. Pablo ya se había ganado el respeto del
centurión con su intervención profética sobre el naufragio (Hech. 27:21-26),
que ahora convergía hacia su cumplimiento.
Pablo instó a la gente de a bordo a que comiese; de lo contrario, no ten-
drían fuerzas para nadar y llegar a tierra. La providencia divina no nece-
sariamente nos exime de hacer lo que normalmente sería nuestro deber.
“En esta narración, se mantiene un buen equilibrio entre la certeza de la
protección de Dios y los esfuerzos de los involucrados para garantizarla”.–D.
J. Williams, Acts, p. 438.
Al rayar el alba, los marineros avistaron tierra; era una bahía con playa,
donde decidieron encallar la nave. Sin embargo, el barco nunca llegó a la
playa. Chocó contra un banco de arena y terminó rompiéndose por la fuerza
de las olas. Principalmente a causa de Pablo, el centurión frenó el plan de
los soldados de matar a los prisioneros para evitar que escaparan. Al final,
como Dios había prometido, no se perdió ni una sola vida.
¿Qué debería decirnos esto acerca del poder del testimonio de Pablo, y de su carácter,
que en el afán de conservar a Pablo con vida se les prohibió a los soldados que mata-
ran a ningún prisionero?
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Lección 13 | Martes 25 de septiembre
EN MALTA
Recién al llegar a la orilla los sobrevivientes supieron que se encontraban
en Malta, una islita en medio del Mediterráneo, justo al sur de Sicilia. En las
dos semanas que habían estado a la deriva en el mar, a merced de la fuerza
del viento, habían recorrido unos 764 kilómetros desde Buenos Puertos,
Creta. Ahora tendrían que esperar los tres meses invernales antes de seguir
viaje (Hech. 28:11).
Lee Hechos 28:1 al 10. ¿Qué le pasó a Pablo en la isla de Malta y cómo lo
utilizó Dios?
Qué fascinante es que estos isleños ignorantes del Dios verdadero tuviesen un sentido
de la justicia divina. ¿De dónde proviene esto, en definitiva? Ver Romanos 1:18 al 20.
92
Miércoles 26 de septiembre | Lección 13
Lee Hechos 28:22. ¿Qué nos dice esto sobre la hostilidad contra los cre-
yentes todavía en esta época? ¿Cómo podemos permanecer fieles incluso
cuando los demás hablan en contra de nuestra fe?
93
Lección 13 | Jueves 27 de septiembre
Lee Hechos 28:24 al 31. ¿Cuál fue el argumento de Pablo al citar a Isaías
en este contexto?
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TODO
MIEMBRO,
INVOLUCRADO
MOMENTO DE TODO MIEMBRO, INVOLUCRADO
¿Qué es Todo miembro, involucrado?
Todo miembro, involucrado (TMI) es un programa mundial de evangelismo a gran
escala que involucra a cada miembro, cada iglesia, cada entidad administrativa, cada
tipo de ministerio de evangelismo público, como así también la testificación personal
e institucional.
Es un plan intencional de ganancia de almas que sigue un calendario preestablecido
en busca de descubrir las necesidades de las familias, los amigos y los vecinos. Luego,
comparte cómo Dios suple cada necesidad, llevando al crecimiento de iglesia y plan-
tación de nuevas iglesias, con un enfoque en retener, predicar, compartir y discipular.
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