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El Crecimiento Espiritual Del Creyente
El Crecimiento Espiritual Del Creyente
El Crecimiento Espiritual Del Creyente
2. Una persona que viola las leyes de un país tiene una cuenta pendiente con la
justicia de ese país, hasta que no paga el castigo que la ley establece por esa
violación, sea tiempo en la cárcel, o sea penalidad económica o multa.
3. De igual modo todos los seres humanos tenemos una cuenta pendiente con la
justicia divina por causa del pecado, Rom. 5:12.
a. Cuando una persona pone su fe en Jesucristo recibe todas las cosas que
pertenecen a la vida y la piedad.
b. Cuando una persona pone su fe en Cristo recibe las grandísimas promesas.
c. Al recibir las grandísimas promesas de Dios la persona que ha puesto su fe en
Jesucristo, experimenta el nacimiento espiritual para llegar a ser participante de la
naturaleza divina de Dios.
2. Estas son parte de las bendiciones espirituales otorgadas por Dios, a los que
ponen su fe en Jesucristo y su obra de la cruz:
1. La palabra “también” aquí significa que los creyentes necesitamos ir más allá del
nuevo nacimiento, no podemos quedarnos como niños espirituales
3. Para crecer en la vida espiritual, Dios ordena añadir a nuestra vida ciertas
características piadosas y nos pide ser diligentes en esto.
2. El mandato de añadir sugiere que cada una de estas características nos ayuda a
desarrollar la siguiente. Son como los peldaños de una gran escalera que nos
conduce a la madurez.
a. “…añadid a vuestra fe virtud…” A la fe que salva, debemos añadirle
excelencia moral y bondad de carácter. Que nuestra vida alabe a Dios en todo lo
que hacemos. Significa elegir siempre el camino de Dios. La vida virtuosa es la
mejor manera de mostrar nuestra fe.
b. “…a la virtud, conocimiento…” El conocimiento de las cosas de la vida de
piedad nos da discernimiento espiritual y moral. Nos permite saber qué hacer en
cada situación. Los creyentes debemos ser capaces de discernir el bien del mal, lo
que conviene o no a nuestra vida espiritual, 1 Cor. 6:12, 1 Cor. 10:23.
12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son
lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.
23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
c. “…6al conocimiento, dominio propio…” El D.P. Nos permite dominar y
controlar la carne con sus pasiones y deseos. Dominar y controlar nuestros
impulsos, sentimientos y emociones. Nos mantiene controlados y reflexivos ante las
tentaciones y los atractivos vanidosos de este mundo. Es un fruto del Espíritu Santo
en nuestra vida, 1 Tim. 1:7.
7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.
d. “…al dominio propio, paciencia…” Es la capacidad de soportar, perseverar,
esperar el tiempo del Señor en cualquier circunstancia y en tiempos de pruebas.
e. “…a la paciencia, piedad” Piedad significa adoración correcta, consagración,
dependencia de Dios que se revela en una vida devota. Es entregarle a Dios todo
lo que somos y tenemos. Es caminar con Dios todo el día en obediencia y servicio
como al señor de nuestra vida. La vida de piedad se refleja en la forma en que
vestimos, en la música que escuchamos, los lugares que visitamos, la manera
como rechazamos lo mundano, etc.
f. “…7a la piedad, afecto fraternal…” Es el amor filial, el Amor por el pueblo de
Dios. Es el amor especial entre hermanos para cuidarse unos a otros.
g. “…y al afecto fraternal, amor” Es el amor Ágape, el amor de Dios, el amor
desinteresado y sin egoísmo que ama sin esperar, que ama al enemigo y a quien
pensamos no merece ser amado.
2. Los creyentes estamos llamados a glorificar a Dios en nuestra vida, para lo cual
nuestra vida debe producir frutos espirituales para Dios, Juan 15:8, Rom. 7:4.
8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis
discípulos.
4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo
de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que
llevemos fruto para Dios.
3. La biblia nos muestra que el perdón de pecados es el más grande regalo que una
persona puede recibir es este mundo, Salmo 32:1-2.
1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
1. El Apóstol Pedro deja ver ahora su corazón de pastor del rebaño de Cristo en el
desarrollo de su oficio. Los pastores cuidamos el alma de las ovejas del rebaño:
a. Enseñándoles una y otra vez la Palabra de Dios, 2 Pedro 1:12.
Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis,
y estéis confirmados en la verdad presente.
b. Amonestándole en amor para despertarle el deseo de obedecer, 2 Pedro 1:13.
Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con
amonestación;
c. Invirtiendo nuestra vida en el cuidado del alma de las ovejas del rebaño de Cristo,
2 Pedro 1:14.
sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo
me ha declarado.
d. Procurando la permanencia de la enseñanza de la palabra cuando ya no
estemos, 2 Pedro. 1:15
También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en
todo momento tener memoria de estas cosas.
2. Sin embargo, es necesario que las ovejas del rebaño de Cristo procuren y
acepten con humildad el cuido pastoral para su vida espiritual.
3. Dios exhorta a las ovejas a someterse con humildad al cuidado pastoral, 1 Pedro
5:5
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros,
revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los
humildes.
2. Aquí se comparan las Escrituras a una luz que brilla en un mundo que se opone
a los principios eternos y morales de Dios.
CONCLUSION
Hermanos, seamos diligentes en el crecimiento de nuestra vida espiritual y en la de
nuestros hijos, para poder combatir las enseñanzas falsas, Para poder
mantenernos firmes en el señor. Para poder mantenernos agradando a Dios en
nuestra vida. Para poder tomar decisiones sabias en nuestro diario vivir. Para poder
contrarrestar los ataques de Satanás. Para poder resistir las pasiones y deseos de
la carne. Para poder rechazar las presiones del mundo y su vanidad.
Haga una estrategia para crecer en su vida espiritual y para ayudar a su familia a
crecer en el Señor.