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Agustín-Doctrina de La Creación Influencia en Alejandro de Hales
Agustín-Doctrina de La Creación Influencia en Alejandro de Hales
Agustín-Doctrina de La Creación Influencia en Alejandro de Hales
Verónica Benavides
UNIVERSIDAD ADOLFO IBÁÑEZ
veronica.benavides@uai.cl
INTRODUCCIÓN
1
M.W.F. STONE, “Augustine and Medieval Philosophy”, en E. STUMP-N. KRETZ-
MANN, The Cambridge Companion to Augustine (Cambridge University Press, Cam-
bridge, 2006) 253.
2
Como lo aclara el P. Cayré: “Saint Augustin fut suivi par les meilleurs penseurs du
Haut Moyen âge, Boèce, Cassiodore, et des XIe et XIIe siècles, saint Anselme, Hu-
gues et Richard de Saint-Victor, sans qu’on puisse affirmer l’identité totale de leur
doctrine avec celle du maître”. F. CAYRÉ, Initiation à la philosophie de Saint Augustin
(Études Augustiniennes; Desclée de Brouwer, Paris, 1947) 285.
3
M.W.F. STONE, “Augustine and Medieval Philosophy”, en E. STUMP-N. KRETZ-
MANN, The Cambridge Companion to..., 255.
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 11
4
M. DE WULF, Histoire de la Philosophie Médiévale (Tome deuxième; Institut Su-
périeur de Philosophie de Louvain- J. Vrin, Louvain-Paris, 1936) 354. El estudio
citado por De Wulf es el del cardenal F. EHRLE, Der Augustinismus und der Aris-
totelismus in der Scholastik gegen Ende des dreizehnten Jahrhunderts, publicado en
1889 y, desde entonces, considerado por los especialistas como el comienzo de la
discusión erudita sobre el agustinismo y el aristotelismo medieval.
5
M. DE WULF, Histoire de la..., 356.
6
Cfr. M.W.F. STONE, “Augustine and Medieval Philosophy”, en E. STUMP-N. KRETZ-
MANN, The Cambridge Companion to..., 263.
7
No obstante, como afirma De Wulf, no es posible identificar sin más el agustinismo
con el pensamiento franciscano: “On ne peut donc pas identifier augustinisme et phi-
losophie franciscaine, bien que les franciscains, par leur nombre et par leur esprit de
corps, en aient été les principaux artisans”. M. DE WULF, Histoire de la …, 354.
12 Verónica Benavides
8
Según Christopher M. Cullen, “[Alexander] is the earliest scholastic to engage
Aristotle’s newly translated writings, in particular, the Metaphysics”. CH. CULLEN,
“Alexander of Hales”, en J. E. GRACIA- T. B. NOONE, A Companion to Philosophy in
the Middle Ages (Blackwell Publishing, Oxford, 2006) 104.
9
E. GILSON, La Filosofía en la Edad Media (Gredos, Madrid, 1995) 430.
10
Cfr. K. OSBORNE, The History of Franciscan Theology (Franciscan Institute, New
York, 1994) 3. La mejor presentación de la vida y obras de Alejandro de Hales se
encuentra en el Prolegomena de la edición de su Glossa in Quattuor Libros Senten-
tiarum Petri Lombardi (Vol. I; Collegium S. Bonaventurae, Quaracchi, Florencia,
1951) 7-75. Vid. también: R. HUBER, “Alexander of Hales O.F.M”, en Franciscan
Studies 5 (1945) 353-365.
11
Durante su docencia universitaria Alejandro de Hales formó a los más notables filó-
sofos y teólogos franciscanos de su época, entre los que se cuentan Juan de la Rochelle
‒su sucesor en la cátedra tras su retiro y posterior muerte en 1245‒, Richard Rufus de
Cornwall y el mismísimo San Buenaventura, quien llamaba a Alejandro padre y maes-
tro. Cfr. CH. CULLEN, “Alexander of Hales”, en J. E. GRACIA- T. B. NOONE, A Com-
panion to…, 104. Su obra capital es la Summa Theologica o Summa fratris Alexandri,
al parecer compuesta no antes de 1231 y terminada por sus discípulos después de la
muerte del maestro franciscano, en 1245. Un completo estudio acerca de la autentici-
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 13
dad de la Summa Theologica se encuentra en: V. DOUCET, “The History of the problem
of the authenticity of the Summa”, en Franciscan Studies 7 (1947) 26-41.
12
ALEXANDRI DE HALES, Summa Theologica, Tomus I, Prolegomena, XXX (iussu et auc-
toritate Rmi. P. Bernardini Klumper; Ex Typographia Collegii S. Bonaventurae, Ad
Claras Aquas, Quaracchi, Florentia, 1924). En adelante, se usará la abreviatura S.Th.
13
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Prolegomena, XXIX.
14
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 133, ad 1 et 2.
15
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 64, ad 12, ad 14.
16
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Prolegomena, XXXIX.
17
Según Merino, todo esto indica su “constante deseo de diálogo tratando de armo-
nizar tesis aristotélicas con el pensamiento agustiniano como asimismo de confron-
tar los pensadores cristianos con los paganos”. J. A. MERINO O.F.M., “Filosofía y
Teología en la Escuela Franciscana Medieval”, en Angelicum 71/1 (1994) 45.
14 Verónica Benavides
18
J.-G. BOUGEROL, Introduction à l’étude de Saint Bonaventure (Desclée et Cie. Édi-
teurs, Tournai, 1961) 50.
19
El término agustinismo avicenizante fue acuñado por Étienne Gilson en su artículo
“Les sources gréco-arabes de l’Augustinisme Avicennisant”, en Archives d’Histoire
Doctrinale et Littéraire du Moyen Âge I (1929) 80.
20
Cfr. J.-G. BOUGEROL, Introduction à l’étude…, 51.
21
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 18, Solutio (iussu et auctoritate Rmi. P. Bo-
naventurae Marrani; Ex Typographia Collegii S. Bonaventurae, Ad Claras Aquas,
Quaracchi, Florentia, 1928).
22
SAN AGUSTÍN, De Trinitate, III, 4, 9; De Diversis Quaestionibus 83, q. 28; De Civi-
tate Dei, XI, 24.
23
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 18, ad 1.
24
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 18, ad 5.
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 15
25
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 24, Contra. En la Solutio de este número, Ale-
jandro respalda su afirmación recurriendo, una vez más, al testimonio de San Agustín
en De Trinitate, III, 8, 13 y en De Genesi ad Litteram, V, 4, 11/ IX, 15, 26-28.
26
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 24, ad 1.
27
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 48, ad 1.
28
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 48, ad 1.
29
SAN AGUSTÍN, De Trinitate, III, 8, 14: “[...] ita creationem rerum visibilium Deus
interius operatur”. Para respaldar la tesis que las creaturas no pueden crear en sen-
tido propio, Alejandro vuelve ad auctoritatem Augustini y cita el De Diversis Quaes-
tionibus 83, q. 78.
30
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 21, Solutio.
31
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 48, Contra.
16 Verónica Benavides
32
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 50, Solutio: “[...] et secundum hunc modum
dicitur ‘creari’ fieri ex nihilo vel de nihilo, quia post omnino non-esse procedit
creatura in esse”. El argumento paralelo al citado puede encontrarse en SAN AGUS-
TÍN, De Civitate Dei, XII, 1, 3.
33
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 50, ad 2.
34
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 41, Resp.
35
Vid. ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 41, ad 1-2, donde el maestro franciscano
apela a la autoridad de San Isidoro de Sevilla y San Agustín para probar su aserto.
36
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 23, ad 2.
37
SAN AGUSTÍN, De natura Boni contra Manichaeos, XXVII: “Ex ipso autem non hoc
significat, quod de ipso. Quod enim de ipso est, potest dici ex ipso: non autem
omne quod ex ipso est, recte dicitur de ipso. Ex ipso enim caelum et terra, quia ipse
fecit ea: non autem de ipso, quia non de substantia sua”.
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 17
38
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 251, Solutio: “[...] creare caelum et te-
rram dicitur dupliciter: vel informem materiam facere vel per species et formas
distinguere”.
39
Vid. SAN AGUSTÍN, De Fide et Symbolo, II, 2.
40
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 22, ad 2: “creare respiciat materiam
informem”.
41
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 250, ad 2: “factio enim respicit formas dis-
tinctas, ubi ordo designatur”.
42
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 22, ad 2, p. 34. En De Fide et Symbolo, II, 2,
Agustín llama a las creaturas “quaecumque formata sunt”.
43
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 250, ad 2. Demás está decir acá que las
fuentes que sigue el maestro de Hales son las Sagradas Escrituras (Eccl. XVIII, 1:
“Qui vivit in aeternum creavit omnia simul”) y el mismo San Agustín (De Fide et
Symbolo, II, 2; De Genesi ad Litteram, V, 5, 13). En la Solutio de este mismo núme-
ro, Alejandro añade además la autoridad de Hugo de San Víctor.
44
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 250, III, Solutio.
18 Verónica Benavides
San Agustín con la fuerza que lo estará en el siglo XIII, pues el Santo da
por demostrado –ante las objeciones maniqueas– que el mundo ha sido
creado cum tempore45, interpretando aquel in principio genesíaco (Gen.,
I, 1) como el principio mismo del mundo y de los tiempos.
Una vez que se conocieron las traducciones árabes de los textos de
Aristóteles, en especial la Física y la Metafísica, la posibilidad de una
creación eterna cobró fuerza en las universidades medievales, a tal punto
que se transformó en la quaestio más disputada en el siglo XIII46. En
este contexto, Alejandro rechaza la eternidad del mundo ex parte initii,
ex parte finis y ex parte motus en clara alusión a las tesis aristotélicas al
respecto. Siguiendo a Agustín declara categóricamente que el mundo no
es eterno, pues la eternidad se dice de lo que no tiene principio de dura-
ción ni fin47; de allí que, a su juicio, la idea de un mundo eterno “deba
ser reprobada como enemiga de la fe, al devenir contraria a la Ley y los
Profetas”48, fórmula casi idéntica a las palabras de San Agustín al respec-
to: “[…] no afirmemos que alguna creatura es coeterna con el Creador,
pues lo condena la fe y la sana razón […]”49.
Consideremos, en primer lugar, el detalle de la refutación halesiana a
los argumentos que defienden la eternidad del mundo ex parte initii, es
decir, en cuanto a su origen en la voluntad y potencia creadora de Dios.
En primer lugar, el gastado argumento maniqueo –ya resuelto por San
Agustín (vid. De Civ. Dei, XII, 16-17)– de la supuesta ociosidad divina
45
SAN AGUSTÍN, De Civitate Dei, XI, 6: “[...] procul dubio non est mundus factus in
tempore, sed cum tempore”. Vid. además De Civitate Dei, XI, 4, 2; De Genesi ad
Litteram imperfectus Liber, III, 8.
46
CH. CULLEN, “Alexander of Hales”, en J. E. GRACIA- T. B. NOONE, A Companion to…,
107. Entre 1220 y 1230, época en que Alejandro de Hales compone una serie de
cuestiones sobre la eternidad del mundo, ya hay un intenso debate sobre el concepto
cristiano y pagano de eternidad, sobre la definición de eternidad que da Boecio en De
Consolatione Philosophiae y la duración a parte ante del universo. Así lo atestiguan las
Quaestiones de aeternitate de William of Durham (Douai, Bibliothèque Municipale
MS 434) y textos anónimos que llevan por título Questiones tres de eternitate (Douai,
Bibliothèque Municipale MS 434) o Si potuit Deus facere mundum ab eterno (Douai,
Bibliothèque Municipale MS 434), los cuales, según Dales y Argerami, podrían co-
rresponder a escritos de maestros franciscanos de París. Vid. R. C. DALES- O. ARGE-
RAMI, Medieval Latin texts on the Eternity of the World (E.J. Brill, Leiden, 1991).
47
Sobre el concepto halesiano de eternidad, vid. R. C. DALES, “Time and Eternity in
the Thirteenth Century”, en Journal of the History of Ideas 49/1 (1988) 29-31.
48
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 67, Solutio.
49
SAN AGUSTÍN, De Civ. Dei, XII, 15, 1.
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 19
antes de crear vuelve a tomar fuerza, ante lo cual Alejandro deja en claro
que la bondad divina “nunca estuvo ociosa”50, pues, respecto de la eter-
nidad, la procesión divina es desde siempre, y respecto del tiempo, Dios
no pasó del ocio a la actividad creadora, ya que no hay un antes temporal
respecto del cual pueda decirse que el crear es posterior a la decisión
libérrima de crear ex nihilo51. Por lo tanto, una cosa es que la bondad
divina esté actuando ab aeterno, desde siempre, sin atisbo de vacancia, y
otra que el mismo mundo sea eterno como consecuencia de lo anterior.
Si así fuese, las creaturas serían coeternas con el Creador52, lo cual es, a
todas luces, contradictorio.
Otra objeción radica en el mal entendimiento de la eternidad de la
voluntad de Dios: si, desde esa misma eternidad, primero no quiso hacer
el mundo ab aeterno y posteriormente sí lo quiso, eso muestra que hay
mutación en la voluntad divina. Sin embargo, en la voluntad de Dios
no hay mutación –responde el maestro de Hales– en el sentido de que
haya un antes y un después de la determinación adoptada, como sucede
en el caso de la voluntad humana53; de allí que ab aeterno haya querido
crear las cosas que serían en el tiempo, de lo cual se sigue que la decisión
divina es eterna e inmutable, pero su efecto es temporal, no eterno54.
Por lo tanto, la mutación no está en la voluntad divina, sino en las cosas
creadas: “el cambio estaría del lado de las cosas creadas”55. En ellas se da
la mutación como su constitutivo propio, de modo que por naturaleza
no les conviene la permanencia que supone la eternidad.
En definitiva, la razón más poderosa que esgrime Alejandro contra la
eternidad del mundo ex parte initii descansa en que, si bien Dios desde
siempre quiso y pudo crear el mundo, su voluntad quiso hacer las cosas
temporalmente, esto es, en el tiempo o con el tiempo56, y no de otro
modo. Así pues, concordando con lo sostenido por San Agustín57, el
50
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 67, ad 1.
51
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 67, ad 1.
52
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 67, ad 12.
53
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 67, ad 3.
54
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 67, ad 5.
55
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 67, ad 2. Para mayor abundamiento sobre la
inmutabilidad de la voluntad divina, vid. ad 3, ad 4 y ad 9.
56
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 67, ad 7.
57
SAN AGUSTÍN, De Genesi contra Manichaeos, I, 2, 4: “Cum ipsa creatura, quam fecit
Deus, tempora esse coeperunt”.
20 Verónica Benavides
58
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 49, Contra, 1.
59
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 49, ad 1: “Dicendum quod tempus accipitur
ibi pro mensura mutationis, quae subito fit sive exitus rei de non-esse in esse”.
60
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 68, Solutio, I.
61
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 68, I, Circa quod sit, 1-4.
62
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 68, Solutio, II. Vid. también ad 1.
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 21
63
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 68, II, ad b-c.
64
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 69, Contra, b.
65
ARISTÓTELES, Física, VIII, 5-9.
66
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 69, Contra, c.
67
SAN BUENAVENTURA, II Sent., d. 1, p. 1, a. 1, q. 2, ad 4.
68
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 69, ad 4.
22 Verónica Benavides
modo que ambos no pueden tener la misma duración69, pues esto equi-
vale a igualar a la creatura con Creador.
En suma, la oposición de Alejandro a todas estas maneras de sostener
la eternidad del mundo tienen por denominador común una implacable
lógica argumentativa, pero por sobre todo, la impronta filosófica agus-
tiniana sumada al ardiente deseo de defender la fe ante las amenazas de
la filosofía aristotélica que recién comienza a ganar adeptos en la Uni-
versidad de París.
69
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 64, ad 2.
70
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., Tomus I, Prolegomena, XXXI.
71
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 175, I.
72
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 4, In contrarium, a.
73
Para respaldar esta tesis, Alejandro cita las palabras de San Agustín en De Civitate
Dei, VII, 28: “Ideae sunt in mente divina”. Cfr. ALEXANDRI DE HALES, S. Th., I,
Núm. 175, I.
74
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 10, Videtur, 2. En este punto, Alejandro
transcribe íntegramente el pasaje agustiniano del De Diversis Quaestionibus 83, q.
46, 2, en que San Agustín define la naturaleza y función de las Ideas divinas.
75
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 175, I, Respondeo.
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 23
76
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 175, VI, Respondeo: “Haec autem rationes
sunt ipsa Dei sapientia, quae aeternaliter est”.
77
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 175, II.
78
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 10, Ad obiecta, 1.
79
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 175, III, Respondeo.
80
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 175, VI, Respondeo.
81
Cfr. ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 175, V, Respondeo, 4.
82
La obra de Escoto Eriúgena a la que se refiere Alejandro de Hales es Peri Physeon,
III, n. 20.
83
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 43, Contra, a. Vid. también el Respondendum
del mismo número.
24 Verónica Benavides
84
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 55, Solutio: “Si vero quaeratur quare pro-
ducta est rerum diversitas prima, respondendum est: ad manifestationem divinae
potentia, sapientiae et bonitatis”.
85
ALEXANDRI DE HALES, S.Th, II, Núm. 55, Solutio.
86
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 55, Solutio: “[...] non ex indigentia, sed ex
supereffluentia divinae bonitatis, cuius est communicare esse secundum omnem
eius differentiam”. Un par de textos sorprendentemente paralelos pueden encon-
trarse en SAN AGUSTÍN, De Civitate Dei, XI, 24: “[...] Deum nulla necesitate, nulla
suae cuiusquam utilitatis indigentia, sed sola bonitate fecisse quod factum est, id
est, quia bonum est [...]”. Y De Genesi ad Litteram, I, V, 11: “Inest enim Deo be-
nignitas summa et sancta et iusta et quidam non ex indigentia, sed ex beneficientia
ueniens amor in opera sua”.
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 25
87
F. VAN STEENBERGHEN, Introduction Générale à les Oeuvres de Saint Augustin, Tome
I, 44, en Oeuvres de Saint Augustin (Desclée de Brouwer, Paris, 1949).
88
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 47, Respondendum.
89
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 89, Solutio. Nuevamente, Alejandro remite
el respaldo de esta doctrina a San Agustín, De Genesi ad Litteram, VIII, 23, 44.
90
Cfr. ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 47, citas 5-9.
91
“Ordo est parium dispariumque rerum sua cuique loca tribuens dispositio”.Vid.
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 86, Caput I.
92
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 90, Solutio, 1. Las autoridades citadas acá son
San Gregorio Magno (Moral., XXVI, 12, 18) y San Agustín (De Civitate Dei, V, 8).
26 Verónica Benavides
93
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 28, Solutio, 4.
94
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 29, Quod Videtur, 1.
95
SAN AGUSTÍN, De Genesi ad Litteram, IV, 4, 8. Este mismo pasaje es citado por Ale-
jandro de Hales en la Solutio del Núm. 29, p. 42, haciéndose eco del clásico texto
de Sap. XI, 21: “omnia in mensura et numero et pondere disposuisti”.
96
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 27, Solutio.
97
Cfr. ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 33, Solutio. Allí el Maestro franciscano
cita también las tríadas agustinianas quo constat, quo congruit, quo discernitur, y
essentia, virtus et operatio, explicitando el sentido particular en que se debe entender
cada una, aun cuando todas remiten a la misma realidad creatural.
98
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 36, Videtur, a. Un parágrafo más adelante,
en la letra b, sostiene nuevamente: “ratio vestigii inest omni creaturae”.
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 27
99
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 35, 1.
100
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 35, Respondendum.
101
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 37, Contra.
102
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 34, Solutio.
103
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 40, Solutio.
104
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 422, Respondeo.
105
SAN AGUSTÍN, De Genesi ad Litteram imperfectus Liber, XVI, 57: “Qua propter
etiam similitudo Dei, per quam facta sunt omnia, proprie dicitur similitudo; quia
non participatione alicuius similitudinis similis est, sed ipsa est prima similitudo,
cuius participatione similia sunt, quaecumque per illam fecit Deus”.
106
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 73, Respondeo.
28 Verónica Benavides
que es, e incluso más: el alma humana, más que vestigio trinitario es una
imagen de la Trinidad “según la memoria, inteligencia y voluntad que
hay en la mente (mens)”107, doctrina característica del naciente agusti-
nismo franciscano medieval.
107
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 417, Respondeo.
108
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 56, II, ad 1.
109
Tal como lo señala De Wulf, las teorías ajenas a San Agustín, pero que en la Edad
Media gozan del status de agustinianas son todas las relativas a la materia y la forma.
De allí surgirá el hilemorfismo universal y la doctrina de la pluralidad de formas
sustanciales. M. DE WULF, Histoire de la…, 356.
110
Cfr. CH. CULLEN, “Alexander of Hales”, en J. E. GRACIA- T. B. NOONE, A Compa-
nion to…, 107.
111
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 60, Solutio.
112
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 58, Solutio.
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 29
113
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 60, ad 1-2.
114
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 58, ad 1.
115
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 59, Videtur, b.
116
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 61, Solutio.
117
Cfr. M. DE WULF, Histoire de la…, 107.
118
T. RUDAVSKY, “Avencebrol”, en J. E. GRACIA- T. B. NOONE, A Companion to Philo-
sophy in the Middle Ages (Blackwell Publishing, Oxford, 2006) 176.
119
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 328, b.
120
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 56, Solutio, II, 2.
30 Verónica Benavides
127
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 453, Solutio.
128
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 34, ad 1.
129
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 248, Ad obiecta, b.
130
Cfr. SAN AGUSTÍN, De Natura Boni, XVIII.
131
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 5, Quod sic, 2. La conclusión del argumento
halesiano no puede ser más enfática: “sed sicut aeternitas praecedit ‘nunc’ temporis,
ita essentia opificis praecedet materiam; non ergo erit materia ab opifice et aeterna-
liter ens”.
132
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 254, Solutio: “Vel per terram et aquam, sicut
dicit Augustinus Contra Manichaeos, intelligitur materia informis, quae se habet ad
omnia”.Cfr. SAN AGUSTÍN, De Genesi contra Manichaeos, I, 7, 12 y Conf. XII, 4, 4.
32 Verónica Benavides
133
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 249, Solutio, ad 1.
134
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., Núm. 249, Solutio, ad 1: “Non ergo est communis
materia spirituum et corporum nec corporum supercaelestium et inferiorum se-
cundum Philosophum”. La influencia de la noción de materia de Avicebrón es cla-
rísima. Como comenta Rudavsky, “types of matter are ordered in a hierarchy that
corresponds to a criterion of simplicity: general spiritual matter; general corporeal
matter; general celestial matter; general natural matter; and particular natural mat-
ter. Individual matter is associated with prime matter, which lies at the periphery
of the hierarchy, thus epitomizing the very limits of being. Each level of matter
is coarser ontologically than its predecessor”. T. RUDAVSKY, “Avencebrol”, en J. E.
GRACIA- T. B. NOONE, A Companion to Philosophy…, 176-177.
135
F. CANALS VIDAL, Historia de la Filosofía Medieval (Herder, Barcelona, 1976) 194.
136
Al respecto, vid. J. MC EVOY, “The Metaphysics of light in the Middle Ages”, en
Philosophical Studies Dublin 26 (1979) 126-145. Ciertamente, “the main point of
Grosseteste’s doctrine is that light is the prime bodily form. At the beginning of
time, God has created a point of light as the first form of the prime matter”. L.
MICCOLI, “Two thirteenth-century theories of light: Robert Grosseteste and St.
Bonaventure”, en Semiotica 136 1/4 (2001) 74.
137
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 282, ad 1. En S.Th., I, Núm. 89, ad 6, llama a
Dios fons lucis spiritualis y lux ipsa intelligibilis, en un lenguaje deudor de la noción
La influencia de San Agustín en la doctrina de la creación de Alejandro de Hales 33
agustiniana de Dios como lux vera. Vid. F.-J. THONNARD, “La notion de Lumière en
philosophie augustinienne”, Recherches Augustiniennes, Hommage au R.P. Fulbert
Cayré (Vol. II; Études Augustiniennes, Paris, 1962) 125-175.
138
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 175, ad 1.
139
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., I, Núm. 46, ad 2.
140
G. FRAILE, Historia de la Filosofía (Tomo II-2; B.A.C, Madrid, 1983) 141.
141
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 45, Solutio, ad 3.
142
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 45, Solutio, ad 3.
143
Cfr. SAN AGUSTÍN, De Genesi ad Litteram, V, 20, 40: “[…] usque nunc operari
Deum, ut, si conditis ab eo rebus operatio eius subtrahatur, intercidant”.
144
ALEXANDRI DE HALES, S.Th., II, Núm. 45, Solutio, ad 1.
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CONCLUSIONES
respaldar esta afirmación cita el conocido texto de San Agustín, De Trinitate, III, 9,
17: “Qualibuscumque angelis vicinas causas ex elementis contrahere quanto faci-
lius est, tanto mirabiliores in huiusmodi operibus existent eorum celeritates”.
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