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Libro Michel Foucault 30 Años

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MICHEL FOUCAULT

3 0 A Ñ O S
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de Sí

Patrice Vermeren - Luz María Lozano Suárez - Marie Cuillerai


Luis Daniel Pico Páez - Mariela Cecilia Ávila - Fidel Negrete Estrada
Lucas Andrés Restrepo Orrego - Tuillang Yuing Alfaro - Senda Sferco
Gina Jihoana Celia Córdoba - Rodolfo Wenger Calvo
Alfonso Rodríguez Manzano - Víctor Florián B. - Numas Armando Gil Oliveira

Compiladores / editores:
Alfonso Rodríguez Manzano - Luz María Lozano Suárez
3

Catalogación en la publicación. Universidad del Atlántico.


Departamento de Bibliotecas
Michael Foucault 30 años: Gubernamentalidad,
Subjetivaciones, Escrituras de Sí / Compilado por, Alfonso
Rodríguez Manzano y Luz Marina Lozano Suárez. – 1ª ed. -
Barranquilla: Sello Editorial Universidad del Atlántico, 2018.
194 páginas.
Incluye referencias bibliográficas.
ISBN 978-958-5525-83-2
1. Filosofía francesa – Siglo XX – Investigación. 2. Michael
Foucault (1926-1984) – Crítica
PRESENTACIÓN
Patrice Vermeren
Michel Focault 30 años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de sí Universidad Paris 8
Autoría: Patrice Vermeren - Luz María Lozano Suárez - Marie Cuillerai - Luis
Daniel Pico Páez - Mariela Cecilia Ávila - Fidel Negrete Estrada - Lucas
Andrés Restrepo Orrego - Tuillang Yuing Alfaro - Senda Sferco - Gina Jihoana Michel Foucault es uno de los filósofos franceses más referenciados en la
Celia Córdoba - Rodolfo Wenger Calvo - Alfonso Rodríguez Manzano - Víctor actualidad. Su obra ha sido publicada en la Pleyade. Bien podría decirse
Florián B. - Numas Armando Gil Olivera
Compiladores y Editores: Luz María Lozano Suárez • Alfonso Rodríguez Manzano que “el siglo es foucaultiano”, para copiar sobre él mismo su frase lanzada
hacia Guille Deleuze. Las temáticas desarrolladas a partir del legado
© Universidad del Atlántico, 2018
dejado por Michel Foucault nutren muchos ámbitos de investigación más
Edición:
Sello Editorial Universidad del Atlántico allá de la filosofía y cubren el campo de la historia, el derecho, la pedagogía
Km 7 Vía Puerto Colombia (Atlántico) y el psicoanálisis, hasta llegar al teatro, la literatura y el mundo empre-
www.uniatlantico.edu.co
publicaciones@mail.uniatlantico.edu.co sarial. Podremos decir que hoy existe un nuevo Michel Foucault. Textos
inéditos han sido publicados: cursos del Collège de France, emisiones de
Université Paris 8
2rue de la liberté-93526 radio transcritas, conferencias en universidades alrededor del mundo. Se
Saint-Denis descubren nuevos temas y nuevas metodologías para abordar su obra.
Univ-paris8.fr
La recepción de Foucault en el mundo tomó un rumbo inesperado; sus
Producción editorial e Impresión:
Calidad Gráfica S.A. conceptos circulan por varias vías. Sin embargo, no es seguro que sea
Av. Circunvalar Calle 110 No. 6QSN-522 comprendido de la misma manera que es leído. Resulta así pertinente y
PBX: 336 8000
lsalcedo@calidadgrafica.com.co vigente vincularse al diálogo que se pueda establecer alrededor de su obra.
Barranquilla, Colombia

Tiraje: 200 Ejemplares En el coloquio sobre Foucault realizado en noviembre de 2014 en Barran-
Barranquilla (Colombia), 2018 quilla, conmemoramos los 30 años de su muerte, dialogando con las
Nota legal: Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su posibles lecturas que se han venido desarrollando. La Universidad del
transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros
medios conocidos o por conocerse) sin autorización previa y por escrito de los titulares de los derechos Atlántico y la Universidad París 8 a través de un convenio interinstitu-
patrimoniales. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.
La responsabilidad del contenido de este texto corresponde a sus autores. cional invitaron a investigadores latinoamericanos y franceses a presentar
Depósito legal según Ley 44 de 1993, Decreto 460 del 16 de marzo de 1995, Decreto 2150 de 1995 y
Decreto 358 de 2000. los trabajos en las líneas foucaultianas que hoy nutren este libro. ¿Qué
hacer hoy con el pensamiento de Foucault? ¿Cuál es su coherencia o su
Cómo citar este libro: pertinencia? El libro se organiza a partir de las nociones de gubernamen-
Lozano Suárez, L. M., y Rodríguez Manzano, A. (2018). Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subje-
tivaciones, Escrituras de sí. Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico. talidad, sujeción, subjetivación y experiencias literarias planteadas por

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 5

Foucault, lo cual nos sumerge en problemáticas que nos muestran a un


autor más allá del diálogo sobre el poder. Siguiendo esta empresa, este
libro se alimenta con trabajos de investigación de filósofos reconocidos en
su trayectoria, pero también con productos de investigación de masters y
de doctorados que realizan nuevas lecturas de Foucault. Contenido
La idea del libro es hacer un balance crítico, honesto y fecundo a partir
de la obra de Foucault, además de los trabajos que se adelantan hoy en Presentación........................................................................................... 3
día acerca de sus últimos escritos, y otros de un Foucault corregido y
rediseñado, dedicándole una atención especial a la recepción de su obra Prólogo................................................................................................... 7
en América Latina.
“¿Qué es un loco?”: ¿definir la norma
por exclusión de lo que no es ella?......................................................... 11
Patrice Vermeren

Constitución del sujeto ético en Michel Foucault:


subjetivación y de-subjetivación............................................................ 27

4 Luz María Lozano Suárez

De la gubernamentalidad a las contra-conductas.


Lectura cursiva de los tres cursos de Michel Foucault
sobre la evolución del liberalismo ......................................................... 43
Marie Cuillerai

Coaching: Neoliberalismo y subjetividad.


Nuevos mecanismos disciplinarios........................................................ 63
Luis Daniel Pico Páez

Entre los posibles usos (y abusos) de Foucault: claves analíticas para pen-
sar la tortura dictatorial en América Latina.......................................... 75
Mariela Cecilia Ávila

Educación, normalización y represión.................................................. 85


Fidel Negrete Estrada

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 7

Justicia: trascendencia, inmanencia, infamia.


Notas para escapar de un mal debate a propósito
del Derecho en Michel Foucault............................................................ 95
Lucas Andrés Restrepo Orrego

Filosofía y diagnóstico del presente:


la historia como límite........................................................................... 111 Prólogo
Tuillang Yuing Alfaro
Alfonso Rodríguez Manzano
Pharmakon y producción de verdad en Michel Foucault...................... 127 Universidad del Atlántico

Senda Sferco
Hay pues, no uno sino varios, al menos un Foucault argentino
o brasileño, como hay uno o varios otros Foucault franceses o
La cuestión del espacio en el pensamiento de Michel Foucault............ 139
de cualquier parte del mundo.
Gina Jihoana Celia Córdoba
(P. Vermeren)
Los dispositivos en M. Foucault como “cine” de la filosofía................. 149
¿Qué podemos aprender de Michel Foucault hoy en día, más de 30 años
6 Rodolfo Wenger Calvo
después de su fallecimiento? Este es un interrogante que ha sido abordado
de diversas maneras en las reflexiones del coloquio internacional celebrado
El ensayo como texto en Michel Foucault: en Barranquilla en 2014 que ahora prologamos.Aquí nos dedicaremos a
rasgos discursivos, relación, implicaciones .......................................... 163 mostrar los hilos conductores mayores y aledaños encontrados, las tensiones
y ausencias palpadas, los por hacer planteados.
Alfonso Rodríguez Manzano

En este libro que compila las intervenciones recibidas y seleccionadas, en


Aproximaciones: filosofía y literatura................................................... 177 las versiones enviadas y autocorregidas por sus autores, según la retroa-
Víctor Florián B. limentación de los pares evaluadores, encontramos mayormente exégesis
de la obra foucaultiana, “aplicaciones” contextualizadas a partir de los
postulados foucaultianos, tareas para estos tiempos que van; todo en una
Michel Foucault, lector de Kant............................................................. 187 atmósfera que se nombra con la expresión retomada del “pesimismo alegre”
Numas Armando Gil Olivera con el que se aborda “el diagnóstico del presente”.

Como exégesis, encontramos aquí reconstitución de un concepto, de una


Índice Onomástico................................................................................. 193
noción, de una relación en Foucault, ya sea en un momento o en toda su obra:
la locura (P. Vermeren), el derecho (L. Restrepo), el sujeto (L. Lozano), el
espacio (G. Celia), el ensayo como texto (A. Rodríguez), filosofía y literatura
(V. Florián), cine y filosofía (R. Wenger) puestos en paralelo, así como
Foucault-Kant (N. Gil). Podemos considerar como trabajo de aplicación, de
extrapolación, “la función” de un concepto como el de la tortura referido a

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: Prólogo
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Alfonso Rodríguez Manzano

un país de América Latina (M. Ávila). El núcleo de las nociones más traba- la inteligibilidad de resultados medibles, cuantificados, comparables en una
jadas gira alrededor de neoliberalismo, sujeto, poder que son asociadas aquí rejilla de competencias, nueva función del cuerpo: No se trata ya de cuidar
a globalización, competencia, coaching (M. Cuillerai, L. Pico, F. Negrete, T. el cuerpo para ser saludable, se trata más bien de cuidarlo para trabajar con
Yuing, G. Celia, P. Vermeren, L. Lozano), a veces desde visiones opuestas, un mejor desempeño estandarizable.
y otras, mostrando las “evoluciones”, las “contradicciones” en Foucault, o
sobre el “contenido” y la “forma” de su obra (L. Lozano, A. Rodríguez) y Y para F. Negrete, a su vez, en el caso de la educación infantil, estamos así
los modos de producción de los saberes y discontinuidades (S. Sferco). Se mismo ante el postulado foucaultiano según el cual lo moral se articula
marcan aquí los aportes, hay denuncias, se plantean tareas. por elevación de lo normal a lo normativo. La escuela sería así lugar de la
represión, estrategia extrema del poder que no se diferencia mucho de la
El núcleo central de los textos que siguen, decimos, gira alrededor de las tortura. Y, en esta normalización de los sujetos, el lenguaje de la psicope-
nociones gubernamentalidad, sujeto, poder, asociadas a las de globalización, dagogía moderna, los manuales de psicología, las obligaciones académicas
competencias, coaching. En ellos se plantea la manera como Foucault puso instauradas asumen un lugar definitivo: normalizar, homologar, estanda-
los pilares, explícitamente o no, para la descripción de los estados actuales rizar: aquí la anormalidad significa una competencia no alcanzada. Pero
de nuestras sociedades (en Occidente). En todos los casos, esas considera- frente a esto hay varios trabajos por hacer, ya figurados en Foucault.
ciones están atravesadas por una crítica encarnizada a los nuevos dispo-
sitivos propios del neoliberalismo. Las reflexiones centradas en la noción La alusión a la noción de sujeto en el caso del texto de P. Vermeren viene
de sujeto, en un caso, lo considera en referencia a una de las acepciones por referencia a la del Otro, una de las consideraciones que aparece en la
de locura reseñadas por Foucault, el Otro (P. Vermeren); o al Nuevo sujeto descripción foucaultiana a la pregunta ¿qué es un loco? Según ese recorrido,
de derecho moderno (L. Restrepo); o se recuerda la conocida crítica a la Foucault ha mostrado cómo el loco no siempre ha estado encerrado, a veces
noción de sujeto y se plantea que Foucault construye otra noción de sujeto fue tratado como un niño en contexto familiar, a veces desempeñaba tareas
(L. Lozano). subalternas (socialmente). Con esta visión del “sujeto loco”, Foucault se
8 distancia de las visiones contemporáneas de su época como las de Hegel, 9
La hipótesis que plantea M. Cuillerai en este libro, buscando resaltar el Sartre y el existencialismo, la de una consciencia crítica de la locura: ¿quién
vínculo con el saber y no lo que de alguna manera pudiera aclarar nuestro es la medida del Otro: la locura o la razón?
presente, es que el principio de Foucault en los tres libros dedicados al
liberalismo, y lo que constituye la unidad de los tres cursos, es sobre todo El trabajo de L. Lozano sí se centra en la noción de sujeto: en Foucault
proponer un análisis de las relaciones entre economía y política. Uno de no habría solamente una crítica a la noción de sujeto sino también una
los hilos conductores de esa unidad lo constituiría la gubernamentalidad, noción otra de sujeto que se base en ciertos autores, tiene ciertas funda-
entendida como el dispositivo que remite a la manera de conducirse uno mentaciones, plantea ciertas proyecciones. Freud, Lacan y Nietzsche, de
mismo y de conducir a los otros. Diversas lecturas, como las de Pierre Dadot, manera expresa o no, contribuirían a sus fuentes, pero la noción de azar
sustentarán a partir de ahí que en adelante se debe hablar de “sociedad de Canguillem tendría ahí un papel fundacional. Este sujeto subjetivado no
neoliberal” y no ya solamente de capitalismo neoliberal “en razón de la sería un sujeto absoluto, oscila entre lo normal y lo anormal, busca des-sub-
penetración de esta forma de racionalidad, la competencia, en todos los jetivarse, desprenderse de sí. Este ser experiencial está incluso asociado
campos de acción de lo social”. a un tipo de texto, el ensayo: la autoconstitución, la escritura, ser origen
de poder. Por oposición al sujeto moral cartesiano, este sujeto ético “se
L. Pico, por su parte, al resaltar la actualidad del aporte foucaultiano, a preocupa y se constituye por medio de prácticas individualizantes al estilo
partir de las mencionadas relaciones de poder en Foucault, se referirá a de las éticas griegas”.
las que llama “formas de gobierno neoliberales” y “las nuevas técnicas
de gobierno de la conducta individual”, con lo que estamos ante nuevos Hay, pues, nociones mayores y nociones aledañas que se abordan aquí en
mecanismos disciplinarios y nuevas formas de ejercicio del poder. Es el caso forma de ejercicios exegéticos, de extrapolaciones, de tablas para saltar
del coaching: manera actual de subjetividad neoliberal, técnica de gobierno a partir de ahí. Esos abordajes, hemos podido anunciar, traen consigo
de la conducta individual que exhorta a entenderse con sus clientes según denuncias, proyecciones, trabajos por hacer. Mencionábamos la denuncia
Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 11

generalizada a las nuevas formas de subjetividad de la sociedad neoliberal


(L. Pico); la normalización de sujetos producto de la represión como estra-
tegia extrema del poder en la educación primaria (F. Negrete); la violencia
infame del derecho contra indios que hay que civilizar, negros que hay que
disciplinar, Estados fallidos que hay que intervenir (L. Restrepo). Frente
a esto, se plantea que la infamia del derecho se reactualice permanente-
mente bajo la hipótesis de la desregulación, la desobediencia, el caos;
descubrir, recuperar el pensamiento crítico, deconstruir dogmas y construir
comunidad (L. Pico); delimitar y acorralar este presente que somos nosotros
“¿Qué es un loco?”: ¿definir
mismos y forcejearlo para pensar de otro modo (T. Yuing).
la norma por exclusión de
Podemos también encontrar la crítica de una verdad producida presentada
en la noción pharmakon (S. Sferco). Hoy, se han podido ver, pues, hilos
lo que no es ella?1
conductores mayores, nociones centrales potentes que se trabajan aquí,
así como temas, campos del saber, nociones aledañas también abordadas. Patrice Vermeren
Tenemos aportes faro, actualidad, vigencia de la obra foucaultiana: la Université Paris 8 - Vicennes Saint-Denis
problemática de Foucault está muy cerca del cine contemporáneo (nos
cita R. Wenger); el vigor filosófico del trabajo que se entromete con la
Partiré de dos paradojas, en el sentido propio del término: «quien va contra
historia… arqueología o genealogía… pensamiento sobre sí mismo que
sacude certezas (T. Yuing); género ensayístico, metodología ensayística, la doxa». La primera se referirá a la manera de abordar la sinrazón y su
escritura de sí: buscar la transformación de los otros transformándome (A. historia. Se podrá notar que Michel Foucault es el autor en 1970 de un
10 Rodríguez). prefacio a la reedición de un libro totalmente sinrazón, la Grammaire
logique [Gramática lógica], seguido de La Science de Dieu ou la création
Pero hay aquí también menciones que apenas se soslayan, nociones-tareas des grenouilles [La Ciencia de Dios o la creación de las ranas], bajo el título:
que apenas son consideradas. Es el caso de la procedencia y la “aplicación” «Siete propósitos sobre el séptimo ángel». Su autor, Jean-Pierre Brisset,
de lo Occidental, lo europeo, lo blanco, presentes en la crítica y los postu-
lados foucaultianos… a Occidente. Se lo ha aludido en el caso del derecho, probaba ahí que el hombre desciende de la rana mediante el análisis del
de la práctica de la tortura, de la noción de gubernamentalidad: el inevitable lenguaje. Foucault ya había consagrado en 1962, en la Nouvelle revue
“lugar de enunciación” en el que se han producido los postulados del autor française, una reseña a La Science de Dieu ou la création des grenouilles,
estudiado en este coloquio latinoamericano. aparecido en 1900, que muestra cómo Brisset «es puesto en la punta
extrema del delirio lingüístico, ahí donde lo arbitrario es recibido como
¿Foucault eurocéntrico, Foucault y la noción de postcolonialidad, Foucault la alegre e infranqueable ley del mundo». Pues para él Todas las ideas que
y el giro descolonial?: he aquí, ya, temáticas, centrales o periféricas, para
uno puede expresar con un mismo sonido, o una seguidilla de sonidos
futuros encuentros internacionales en Nuestra América como este que
presentamos/prologamos aquí. parecidos, tienen un mismo origen y presentan entre ellas una relación
cierta, más o menos evidente, de cosas que existen en todo tiempo o que
19/sep/2017 hayan existido antes de una manera continua o accidental. Se puede ver el
interés con el que Foucault otorga a Brisset la misma idea reguladora que
lo lleva a leer y a comentar a Raymond Roussel. Pero también, a causa de
la proximidad de este último artículo con la salida de l’Histoire de la folie à

1. Traducción de Alfonso Rodríguez Manzano y Luz María Lozano, Universidad del Atlántico.

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: “¿Qué es un loco?”: ¿definir la norma por exclusión de lo que no es ella?
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Patrice Vermeren

l’âge classique [Historia de la locura en la época clásica], lo que Canguilhem pretender agotar su riqueza. Jacques Rancière lo ha señalado en Brasil y
escribe en 1986: “Foucault atribuía al loco una libertad de su ser que no en Francia (Rancière, 2005, p.183) con ocasión del vigésimo aniversario
anulaba su libertad de ser loco” (Canguilhem, 1986, p.39). de la muerte de Foucault:

La segunda paradoja, sería aquella de las lecturas sucesivas, pasadas, si todo el recorrido de Foucault ha sido colocado bajo el signo
presentes y por venir, de l’Histoire de la folie à l’âge classique, [Historia de del desvío y del contratiempo, entonces no podría haber
la locura en la época clásica] como de toda la obra de Foucault. Robert relación de deducción entre el conocimiento del sistema
Castel, con ocasión del segundo aniversario de la muerte de Foucault en de relegación y de disciplina y la toma de consciencia que
1986, había mostrado que La historia de la locura ya había conocido al llevaría a la revuelta:
menos tres lecturas sucesivas: 1) una lectura académica que la resitúa
en la línea de los trabajos de Brunschvicg, Bachelard y Canguilhem, y Lo que la historia materialista de las condiciones de nuestro
sus condiciones de posibilidad: ya sea una interrogación sobre la origina- pensamiento y de nuestra acción nos enseña no es la necesidad
lidad y la radicalidad del trabajo de Foucault en esta tradición francesa, del orden de las cosas ni la libertad de los sujetos, [Sino] el
intervalo entre los dos, intervalo que solo llenan sentimientos
aplicada a un nuevo objeto, que abre un campo posible a una teoría
como «lo intolerable» que no traducen ninguna necesidad e
general del sistema psiquiátrico, y de la producción de regulación y de
indican una libertad que es simple capacidad de actuar, y no
control social asumido por la medicina mental de la que Castel producirá
dominio de sí. Entre el conocimiento y la acción, la filosofía
los prolegómenos de L’ordre des choses [El orden de las cosas], y también
no funda ninguna deducción. Abre solamente un intervalo en
la restitución de una palabra ocultada del loco, tal como la literatura de
12 Lautréamont y de Artaud podían hacerse eco. 2)Una lectura militante en la
el cual nos es permitido hacer vacilar las señales y las certezas 13
en las cuales se apoyan las dominaciones. (Rancière, 2004, p.
situación de mayo de 1988, que da a La historia de la locura la paternidad
183)
de los paradigmas para alimentar el análisis y las luchas de la subjeti-
vidad y de los deseos reprimidos no solamente en los asilos y las prisiones,
La dialéctica de lo Mismo y de lo Otro, consiste en que cada lectura
en las relaciones familiares y sexuales, sino también que da la clave del
pasada, presente o por venir, permite descubrir en La Historia de la locura
encerramiento como modelo explicativo de todas las exclusiones, y que en la época clásica un nuevo libro. De ello da testimonio, por ejemplo, la
viene a legitimar todos los grupúsculos que apuntan a la destrucción de recepción en Brasil de la obra de Michel Foucault, que comienza desde
las «instituciones totalitarias». 3) Una lectura que apuntaría a no resig- cuando estaba vivo. Pienso singularmente en las cinco célebres confe-
narse a la exclusión de una parte maldita de la humanidad y a sugerir rencias que pronunció en la Universidad Pontificale de Río de Janeiro,
transformaciones y reformas que, sin tener por meta implementar una para proseguir hasta hoy con los coloquios de ustedes, y los libros que
«mejor» psiquiatría, acogería a la locura sin someterla a la dominación se publican alrededor: y ahí también la dialéctica de lo Mismo y lo Otro
de la ideología y de las estructuras médicas. lo que es también el sentido trabaja, si se piensa, por ejemplo, en las interpretaciones tan originales
de la participación a menudo mesurada de Michel Foucault en el GIA que hacen los brasileños de la relación Foucault–Deleuze, o en aquellas
(Grupo de Información Asilos) y en los movimientos antipsiquiátricos, y de la lectura de Heidegger por Foucault emprendida por Salma Tannus
su apreciación sobre las reformas de la política de salud mental (Castel, Michael, o aun más en las prolongaciones inesperadas que Marco Alves
1986, p.41). Pero, en realidad, lo que caracteriza a la filosofía de Michel da Fonseca da de los análisis foucaultianos sobre el derecho. De ello dan
Foucault es que no se sabría encerrar en una genealogía, ni en una testimonio también las lecturas de Foucault en Argentina: la de Oscar
aplicación jurídica o política alguna, y que ninguna interpretación puede Terán, quien utiliza las categorías de Foucault para pensar el positivismo
Michel Foucault 30 Años: “¿Qué es un loco?”: ¿definir la norma por exclusión de lo que no es ella?
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Patrice Vermeren

latinoamericano, y singularmente de José Ingenieros, así como de Jorge la locura es mejor pasar por el loco encerrado en el asilo que por todas sus
Salessi en Médicos, maricas y maleantes las pone a prueba en un corpus imitaciones. Otro argumento, más esencial, se podría avanzar: si la locura
argentino para una historia de la diferencia (Foucault, 1966, p.135), existe un poco por todas partes, y en cada uno de nosotros, al menos ya
o incluso más allá de las divisiones, de la exclusión o de la segregación en el momento de la pasión amorosa, cuando se le confiesa al otro: «estoy
social, en una historia del poder o de la represión (Foucault, 1976, p.136); loco por ti», existe en la más grande intensidad en el loco internado en
o la de Edgardo Castro, quien quiere restituir el dispositivo especulativo el asilo. Si se quiere responder a la pregunta: ¿Qué es un loco?, es mejor
de Foucault, sus herramientas de trabajo y el mapa alfabético de su pensa- buscar responderla no ahí donde el loco es más o menos loco, sino donde
miento; o aun la que le da la paternidad de los estudios biopolíticos de él es completamente loco: en el asilo.
Marcelo Raffin a Mariela Ávila, con el riesgo paradójico de regresar el
dispositivo foucaultiano (análisis de la biopolítica como transformación La pregunta: «¿Qué es un loco?», se convierte entonces en la de las prácticas
del poder soberano, del poder de vida y muerte al poder como gestión de que se han desarrollado en relación con los locos. Foucault muestra que
la vida) en un enraizamiento vitalista de la política (Rancière, 2000, p.89); no siempre se les ha encerrado, Durante mucho tiempo el loco del pueblo
sin prejuicio de Thomas Abraham, más bien centrada en la cuestión de la era tratado como el niño, viviendo en el seno de la comunidad, pero desen-
ética. Hay, pues, y habrá si no varios, al menos un Foucault argentino o volviéndose en tareas subalternas. Se podía excluirlo de la ciudad, pero
brasileño, como hay uno o varios otros Foucault franceses o de cualquier darle de comer y dejarlo a la deriva en libertad sobre las aguas del Rhin,
parte del mundo. como lo testimonia al cuadro de Bosch «La nave de los locos». Hasta el
gran encierro, cuando los locos se encuentran en hospitales generales
¿Qué es un loco? Para plantear esta pregunta, se puede partir de los con los vagabundos, los mendigos, los sin trabajo y las prostitutas. Y la
14 discursos, de las teorías médicas que pretenden dar cuenta de los diferentes definición del loco se transforma: si el loco es aquel que está encerrado, 15
tipos patológicos, nombrarlos y clasificarlos, y de las representaciones entonces, para responder a la pregunta: ¿Qué es un loco? se trata de saber
comunes, teatrales o literarias que las ponen en palabra, en escena o en quién está encerrado.
escritos. Otra manera de plantear esta pregunta sería partiendo de las
prácticas y de las instituciones. Durante largo tiempo el loco ha sido pensado como impensable, siendo
el otro radical de la razón. Va finalmente a convertirse en una razón que
¿Por qué habría que partir de las prácticas y de las instituciones que sinrazona, según el modelo sobre el cual el monstruo en el siglo XVIII
acogen y retienen los locos más que de las teorías y de los discursos? se convierte en una naturaleza desnaturalizada. ¿Qué es un monstruo ?
Se podría decir, siguiendo a Stéphane Douailler: primero, porque todos Georges Canguilhem mostró cómo el monstruo siempre ha sido un ser
los usos metafóricos de la locura, todos los lugares cerrados en donde la orgánico: no hay monstruo mineral ni monstruo mecánico. Es el vivo
locura puede darse libre curso, están subordinados, en última instancia, valor negativo. En la historia primero fue divinizado (oriente), o sacri-
a la forma del asilo. El poeta o el filósofo inspirados son encerrados en ficado (en Grecia o en Roma). Después fue diabolizado, consecuencia de
un cenáculo, y a partir de la superación de un cierto umbral, tales como un carnaval de los animales después de beber. El monstruo es el símbolo
Nietzsche o Artaud, terminan en el asilo. El sabio genial opera en un del fallo de la razón: «El sueño de la razón engendra monstruos», escribe
laboratorio hasta que sus invenciones lo conducen fuera de lo real del Goya en leyenda de su estampa. Pero con el nacimiento de la terato-
mundo, hasta el asilo. El revolucionario radical es reconocido primero logía, ciencia de los monstruos, el monstruo ya no es pensado como una
en el espacio restringido de una secta o de un partido político, y termina aberración de la naturaleza, ahora es pensable, una naturaleza desnatu-
también encerrado. Se puede, por lo tanto, decir que para intentar definir ralizada, un desvío en relación con un funcionamiento biológico tipo. En
Michel Foucault 30 Años: “¿Qué es un loco?”: ¿definir la norma por exclusión de lo que no es ella?
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Patrice Vermeren

El sueño de d’Alembert de Diderot, y en su Carta sobre los ciegos para el uso o la locura como sinrazón, la época clásica o la locura como enfermedad
de quienes ven, el ciego innato de Saunderson es calificado de monstruo, mental, combinarían consciencias de locura (donde la locura no es sujeto
pero es a partir de él que puede operar el análisis y la descomposición sino objeto límite), que son consciencias de no estar loco y maneras
del origen de las ideas en los hombres. “Trátese de embriología, de siste- propias de la razón de aprehender la locura guardándose de modos de
mática o de fisiología, el siglo XVIII hizo del monstruo no solamente un limitación. Foucault enumera así los elementos de la combinatoria: 1) una
objeto, sino un instrumento de la ciencia” (Canguilhem, 1992a, p.179)», consciencia crítica de la locura (en la que la razón reconoce y designa la
escribe Canguilhem, quien muestra que la anomalía puede desde entonces locura, pero con el mismo gesto se da la reversibilidad de la oposición:
explicar la formación del normal, porque lo patológico no es sino lo normal ¿Quién es la medida del otro? ¿La locura o la razón?), 2) una consciencia
impedido o desviado. práctica de la locura (que designa a los locos como transgresores de las
normas establecidas de la sociedad, que presupone la percepción de un
Del mismo modo, la locura llega a ser pensable: ya no es el otro radical de peligro para la sociedad, pero, en lugar de reaccionar para defenderse
la razón, es una razón que sinrazona. Y entonces, si el loco ya no es impen- inmediatamente, reactiva los ritos inmemoriales de conjuración), 3) una
sable, llega a ser susceptible de un discurso racional: la ciencia psiquiá- consciencia enunciativa de la locura (denuncia de la existencia del loco, lo
trica, y de prácticas de reducción del desvío en relación con la norma: la que supone la consciencia de no estar loco), 4) una consciencia analítica
terapéutica. Se vuelve posible la liberación de los locos de sus cadenas por de la locura (que despliega una explicación con pretensión racional de los
Pinel, quien los separa de las prostitutas, de los ladrones y de los mendigos, mecanismos y especies de la locura) (Foucault, 1972, p.39). Cada época se
para recluirlos de mejor manera en el asilo de alienados. ¿Qué es un loco? definiría por una configuración singular de esas formas de consciencia.
La exclusión ya no se opera en nombre de su alteridad radical con la razón El Renacimiento ve la desaparición de la experiencia trágica de la locura,
16 (que esté poseído del demonio, como las brujas, o sin razón, como en lo que permite a la consciencia crítica implementar una estructura de
17
Descartes). Pero se convierte en loco, con el nacimiento de la psiquiatría, exclusión. La época clásica en los siglos XVII-XVIII procede a internar
aquel que es excluido a partir de un funcionamiento biológico tipo: aquel a los locos, consciencia práctica que se apoya en una consciencia crítica
a quien, en sentido propio, le falta un tornillo, en el caso de los trabajos de (el loco es aprehendido como el otro) y una consciencia analítica (imple-
Broca sobre las localizaciones cerebrales. Como se sabe, esta definición mentación de la separación radical entre los locos y los seres de razón). La
psiquiátrica de la locura puede perdurar hasta hoy. O ser reemplazada por época moderna (siglos XIX-XX) asigna a la consciencia analítica la tarea
una definición freudiana, si se quiere considerar que en la imposibilidad de dar la verdad total de la locura, en el olvido de la división.
de encontrar un sustrato anatómico en el caso de la histeria, al remitirla la
psiquiatría a la simulación, el psicoanálisis daría otra definición de loco: Foucault, según la lectura de Frédéric Gros, puede así mostrar cómo
el loco es aquel que no ha liquidado su Edipo. Occidente no puede hacer posible una historia de la división razón/sinrazón,
donde lo Mismo y lo Otro se divorcian (en el Renacimiento), se dividen
Frédéric Gros ha mostrado que no hay progreso en esta historia de la locura, trágicamente (en la época Clásica) y olvidan lo trágico de su separación
ni evolución en el conocimiento del loco por la aproximación reflexiva de (el discurso positivo y médico de la época Moderna). Y que la historia de
la esencia de la locura, la cual al término de la odisea de la definición esa división sobre fondo de consideraciones diseñadas por el estallido de
de la esencia de la locura se perfeccionaría con la psicología llamada las consciencias de locuras, que son tanto rechazos como limitaciones de
científica y sería finalmente revelada en su verdad para el espíritu positivo la locura, modalidades de separación, remite a experiencias de locura. El
del psiquiatra (Gros, 1997, p.28). Los tres momentos de esta historia: El análisis de Frédéric Gros lleva a esta conclusión: lo que Foucault arruina
renacimiento o la locura como una obsesión imaginaria, la época clásica es la idea de que la locura sea un objeto médico, una unidad positiva, una
Michel Foucault 30 Años: “¿Qué es un loco?”: ¿definir la norma por exclusión de lo que no es ella?
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Patrice Vermeren

sustancia inteligible, una entidad supra-histórica. Para él, no se trata de qué? Aquí hay una primera respuesta posible”. Y cuando su interlocutor le
definir la esencia de la locura, sino mostrar cómo el sistema del interna- pregunta si hay otras, evoca estudios de psicopatología y su estupefacción
miento es primero y ordena la constitución de la locura como enfermedad de que tan poco saber pueda dar tanto poder; sus estadías en Sainte Anne
mental. La experiencia médica de la locura se hace bajo condición de esta donde observaba el poder psiquiátrico y su experiencia personal con un
exclusión y la transferencia del loco, del hospital al asilo; es también la de sentimiento de exclusión a causa de su homosexualidad transformada
sus dos componentes propios: la reclusión del silencio y la condena moral. en una especie de amenaza: si no eres como todo el mundo, es que eres
No hay, en la historia de la locura, la exposición de una progresión hacia la anormal, y si eres anormal es que estás enfermo. Dice también que le
verdad natural de la locura, sino que la exclusión impone a la experiencia parecía paradójico plantear el problema del funcionamiento político del
médica sus propios modelos de representación. Lo que Pierre Macherey saber a partir de ciencias nobles y elaboradas como las matemáticas –
formula también así: confrontan Tran Duc Thao o Desanti –, la física y la biología, mientras que
ciencias apenas formadas y contemporáneas como la psiquiatría ofrecían
Recordemos que hablando de una historia de la locura, un campo en el cual ligeras películas de saber eran absolutamente ligadas
Foucault quería significar su decisión de arrancar la locura, a formas analizables de poder. Foucault dice una vez más, en esta entre-
o más bien lo que él llamaba “la experiencia de la locura”, vista, que él solo ha querido retomar un problema que era de los marxistas:
del estatuto pretendidamente natural que le había asignado la formación de una ciencia en el interior de una sociedad dada, pero que
la medicina psiquiátrica que, con su positivismo espontáneo no había comprendido que violaba la ley comtiana de la dignidad de las
e ingenuo, había identificado la locura con una especie de ciencias, y que ponía el dedo en el funcionamiento de la psiquiatría en la
fatalidad orgánica definida una vez por todas por sus rasgos Unión Soviética, lo que explicaba el silencio total de los marxistas sobre
18 inmutables. La idea de entrada de Foucault era en el fondo su libro, el cual, además, no hace ninguna referencia a Marx. Más bien son 19
muy simple: retomando la tesis de Nietzsche según la cual los literatos, Blanchot y Barthes, quienes le prestan atención.
no hay hechos sino sólo interpretaciones, la idea consistía
en recusar la hipótesis según la cual la locura es un hecho Otro que le presta atención, y antes que todos los otros es Georges
objetivo dado previamente a sus interpretaciones, lo que Canguilhem, a quien Jean Hyppolite le pidió mirar el manuscrito, ya
conducía a explicar en función de la mirada dirigida a ella, leído por Dumézil, y quien será comentador (rapporteur) de esta tesis.
mirada necesariamente histórica, por lo tanto sometida a las Canguilhem fue de 1924 a 1926 el condiscípulo de Daniel Lagache en la
condiciones propias de un cierto estado de civilización y de Escuela Normal Superior (con Raymond Aron, Paul Nizan y Jean-Paul
Sartre). Siguió con él lecciones y presentaciones de enfermos en el hospital
cultura, y por eso mismo también determinado a transfor-
Sainte Anne de Georges Dumas, fue su colega en la Facultad de Letras
marse cuando ese estado es modificado. (Macherey, 2002, p.
de Strasbourg en Clermont-Ferrand, después criticó su obra La unidad
1)
de la psicología, en una conferencia en el Collège Philosophique el 18 de
diciembre de 1956, la que se convirtió en un artículo vigoroso en la Revue
¿Cómo llega Foucault a escribir una historia de la locura? En una entre-
de Métaphysique et de Morale en 1958, bajo el título: ¿Qué es la psicología?2.
vista con Roger Pol Droit, responde con la anécdota siguiente: porque
Canguilhem es también el autor de una tesis de medicina sobre lo normal
había publicado en los años cincuenta algunos trabajos sobre la psico-
y lo patológico publicada en 1943 en la cual cita a Jaspers, Minkowski y
logía y la enfermedad mental, un editor le solicitó redactar una historia
de la psiquiatría: “Pensé escribir una historia que no aparecía nunca, la 2. Ver los análisis de Jean-Francois Braunstein, Alejandro Bilbao, Rachid Dehdouh et Aurore Jacquard en La Formation
de Georges Canguilhem: un entre-deux guerres philossophique bajo la dirección de Louise Ferté, Aurore Jaquard et Patrice
de los propios locos. ¿Qué es ser loco? ¿Quién lo decide? ¿A nombre de Vermeren, Paris, Hermann, 2013.
Michel Foucault 30 Años: “¿Qué es un loco?”: ¿definir la norma por exclusión de lo que no es ella?
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Patrice Vermeren

Henri Ey; es amigo de Lucien Bonnafé y de François Tosquelles. Incluso, lidad de las normas anónimas, lo que lo hace cómplice de Freud. Hizo una
en julio de 1944, en calidad de médico resistente cuidó y escondió heridos historia de la locura, es decir, de la exclusión y del internado, tomando por
en el hospital psiquiátrico Saint Alban, en Lozère, donde inventa un objeto un poder de relegación, y no una historia de la enfermedad mental,
tratamiento comunitario de la locura que tomará el nombre, diez años centrada en el asilo, la asistencia y el cuidado, que tiene por objeto un
más tarde, de psicoterapia institucional. Como profesor en la Sorbona saber de identificación. Es a la psicopatología lo que Raymond Aron fue a
(donde sucedió, en 1955, a Gaston Bachelard), recibe el manuscrito de 943 la historia: uno puso a la luz del día los límites de la filosofía de la historia;
páginas de las manos de Foucault y confesando que esta lectura lo había el otro, los límites de la cientificidad en psicología. En fin, aclarando con
apasionado, revelándole sus propios límites, propone la sustentación para una luz nueva la manera como una técnica de normalización se presenta
acceder a título de doctor y escribe en abril de 1960 su informe de tesis: como un saber, abre la puerta a la desacralización y al cuestionamiento de
las instituciones de normalización.
El señor Foucault selectivamente se ha interesado por la psico-
patología y su historia. Yo no sé si el señor Foucault tenía, al Quisiera indicar ahora brevemente cómo Foucault nace, después de
escribir su tesis, la menor intención o la menor consciencia de Canguilhem, en un suelo que lo confronta a una exigencia de ruptura
contribuir a una historia de lo que se llamaría hoy “la psico- con la filosofía de su tiempo, y singularmente con el hegelianismo. Los
logía social del anormal”. Me parece sin embargo que lo ha retos mayores de la filosofía en 1949 son centralmente el regreso a Hegel
hecho. Me parece también que, al hacerlo, ha contribuido a y al existencialismo: “La filosofía hegeliana conoció un verdadero renaci-
reanudar un diálogo fructífero entre psicología y filosofía, en miento, o mejor, resurrección, y lo cede sólo al existencialismo, con el
un momento en el que muchos psicólogos aceptan separar su cual, además, busca unirse” (Koyré, 1961; Wahl, 1946), escribe Alexandre
20 técnica de una interrogación sobre los orígenes y el sentido de Koyré (1961), quien ve ahí tres causas: la evolución normal, cíclica o 21
sus técnicas. (Canguilhem, 1960) en forma de espiral del pensamiento científico, que hace reaparecer
a Hegel después de un regreso a Kant, a Schelling y a Fichte; la acele-
Más tarde dirá: ración de la historia promovida –con Hegel– como juez supremo de su
acción; en fin, – last not least (por último pero no menos importante) –,
Aprendí a conocer otra figura de lo anormal diferente de la la emergencia de la Rusia soviética como potencia mundial y las victorias
patología orgánica. Y Foucault me enseñaba a reconocer de los ejércitos y de la ideología comunista… Hegel se arrodilla a Marx,
la existencia histórica de un poder médico equivocado. Marx se arrodilla a Lenin, Lenin se arrodilla a Stalin. Pero el neo-hegelia-
(Canguilhem, 1992b, p.40) nismo de la pos-guerra es diferente de los que lo han precedido y vigoro-
samente centrado en la Fenomenología del espíritu que Jean Hyppolite
Un Canguilhem que celebrará la aparición de La Historia de la locura en tradujo en francés en 1939-1941, y que comentó en su tesis de doctorado
1986, diciendo que para él “Foucault no ha cesado de seguir una línea: en 1946 (Génesis y estructura de la Fenomenología del espíritu de Hegel,
investigar del lado del poder la explicación de ciertas prácticas de las cuales París, Aubier, 1946); mientras que Kojève (1947) publica sus Lecciones
se habían afanado en buscar el aval del lado de los valores específicos de sobre la fenomenología del espíritu dictadas de 1933 a 1939 (Introduction
la ciencia” (Canguilhem, 1986, p.37). Foucault ha querido mostrar que la à la lecture de Hegel (1947), París; Gallimard, 1947). Canguilhem, condis-
psicología del siglo XIX solo buscó fundar en verdad la delimitación del cípulo de Jean Hyppolite en la Escuela Normal Superior, lo describe así:
“normal” para legitimar prácticas de establecimiento de la incapacidad “Uno de los que han hecho más para introducir a Hegel en Francia, en la
jurídica de los individuos: es, desde siempre, el denunciante de la norma- universidad, y, primero emprendiendo la traducción, es Jean Hyppolite,
Michel Foucault 30 Años: “¿Qué es un loco?”: ¿definir la norma por exclusión de lo que no es ella?
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Patrice Vermeren

quien entró a la Escuela un año después que Aron y yo. Escribió en 1948, trascendencia (y en esto está muy inspirado por la Fenomenología del
en su Introduction à la philosophie de l’histoire de Hegel: espíritu y la consciencia infeliz hegeliana), Jaspers descubre detrás del
fracaso del hombre una esperanza trascendente revelable por una cifra,
Para nosotros, franceses, la visión del mundo de Hegel, Gabriel Marcel, un misterio al umbral del cual nos conduce a una reflexión
cualquiera que sea el juicio que debíamos tener sobre ella, sobre la reflexión.
es indispensable conocerla. Según Hegel, razón e historia se
interpretan una por la otra… De Descartes a Bergson nuestra En los dos casos, la filosofía no puede ir más allá de la
existencia humana, desaparece en una acción, o termina en
filosofía parece rehusarse a la historia, es más bien dualista
una fe, consecuencias que hacen manifiesta una crisis de la
y busca la libertad en la reflexión del sujeto sobre sí mismo.”
especulación filosófica ya percibida por Kierkegaard, Marx y
(Hyppolite, 1946, p.94)
Nietzsche. Bergson no conoce ni la angustia del existencialista
ateo ni el pecado del existencialista cristiano. La idea seminal
A lo cual hace eco Aron, en sus Mémoires (Aron, 1983), a propósito del
de Bergson era que “la filosofía debería ser un esfuerzo por
neo-kantismo que él prestaba de Léon Brunschvicg y del cual dice que “se superar la condición humana”.
integraba cómodamente en el universalismo (a)histórico del pensamiento
francés, por lo menos tal como se expresaba en la Sorbona” (Canguilhem, Por el contrario, el existencialismo no conoce nada que pueda superarla,
1989, p.11). sino para algunos una fe injustificable por la sola filosofía. ¿Cómo
entonces superar esta crisis de la propia filosofía? Ese es sin duda el reto
Se comprenderá entonces la importancia de la conferencia de Jean de la cuestión del sentido de la historia, el problema que divide a existen-
22 Hyppolite en el Congreso Nacional de Filosofía de Mendoza, que tuvo cialistas, marxistas y cristianos en el campo agonístico de la filosofía 23
como título: Del bergsonismo al existencialismo. Se trata nada menos que contemporánea.
de evaluar un itinerario del pensamiento francés que lo conduce al éxito
de la renovación de todos los problemas por el bergsonismo antes de la Se tiene quizás una visión retrospectiva de Jean Hyppolite, esa que
guerra del 14, a ese nuevo suceso del existencialismo (que es más una está contenida en sus textos posteriores, y singularmente por Lógica y
atmósfera común en pensadores muy diferentes, que una cierta filosofía existencia aparecido en 1954, que invalida toda lectura antropológica o
particular. Hyppolite señala también las influencias de la filosofía alemana) humanista de Hegel y que Guilles Deleuze, su exalumno, ha resumido
así: “La filosofía debe ser ontología, no puede ser otra cosa, pero no hay
(Husserl, Heidegger, Jaspers y también la Fenomenología de Hegel) en los
ontología de la esencia, no hay ontología sino del sentido” (Deleuze, 2002,
existencialistas franceses. Pero toda la sutileza del análisis de Hyppolite
pp.7-9). También la de Michel Foucault, otro alumno, quien dice que el
consiste en cernir el éxito del existencialismo relacionándolo con insufi-
horizonte de su formación universitaria a comienzos de los años 50, era
ciencias del pensamiento bergsoniano que generaron las críticas hechas
Hegel y la fenomenología, y cómo después de la tragedia de la Segunda
en su contra, para aclarar mejor mediante el señalamiento de sus insufi-
Guerra Mundial y los grandes trastornos que la habían precedido, la
ciencias las exigencias que solicitan el pensamiento existencial actual y revolución rusa, el nazismo, etc…, el hegelianismo – descubrimiento
la crisis de la filosofía actual que esas exigencias representan. Mientras reciente en Francia después de los trabajos de Jean Wahl y de Hyppolite,
que el bergsonismo desconocía la angustia e iba más allá de la existencia y fuertemente penetrado de fenomenología y existencialismo, centrado
humana, los existencialismos hacen de ello su punto de partida: Sartre en el tema de la consciencia infeliz – era lo que la universidad francesa
para mostrar que el proyecto del hombre de ser Dios tiene la estructura podía ofrecer mejor como forma de comprensión, la más vasta posible, del
de una imposibilidad, y que la realidad humana no puede llegar a esa mundo contemporáneo:
Michel Foucault 30 Años: “¿Qué es un loco?”: ¿definir la norma por exclusión de lo que no es ella?
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Patrice Vermeren

Si el hegelianismo se presenta como la manera de pensar entre formas de discursos y prácticas que se elaboren en lugares diferentes
racionalmente lo trágico, vivido por la generación que nos – (Rancière, 2012)4.
había precedido inmediatamente y siempre amenazante
fuera de la universidad, Sartre era quien estaba en boga con REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
su filosofía del sujeto. Ningún punto de reencuentro entre la
Althusser, L. (1962). Foucault et la problématique des origines, séminaire
tradición universitaria y la fenomenología, Merleau-Ponty
1962-1963, Archives IMEC, fonds Louis Althusser, cité par par Philippe Artières
desarrollaba el discurso existencial en un terreno particular
et Jean-François Bert: Un succès philosophique. L’Histoire de la folie à l’âge
como el de la inteligibilidad del mundo, de lo real. (Foucault,
classique de Michel Foucault. Caen: PUC.
2001, p.867)
Aron, R. (1983). Mémoires. Paris: Julliard.
Canguilhem, G. (1960). Rapport en vue de l’autorisation d’imprimer comme
Un panorama intelectual que comandará las propias escogencias de
thèse principale au doctorat en lettres, daté du 9 avril 1960. Archives de l’Ecole
ruptura de Foucault: con la historia de la filosofía de sus profesores, con
Normales Supérieure, fonds Georges Canguilhem, GC. 19.4.
el existencialismo, por la lectura de Bataille, de Blanchot, y a través de
Canguilhem, G. (1986). Sur l’Histoire de la folie en tant qu’évènement. Le Débat.
ellos, de Nietzsche.
Canguilhem, G. (1989). Raymond Aron et la philosophie critique de l’histoire.

Una de las últimas preguntas que dejaré en suspenso sería la de dar cuenta Raymond Aron, la philosophie de l’histoire et les sciences sociales. París: Editions

de la manera como Michel Foucault, con La Historia de la locura en la época ENS rue d’Ulm.

clásica, consume o no su ruptura con el hegelianismo y la fenomenología3. Canguilhem, G. (1992a). Qu’est-ce qu’un monstre?, La connaissance de la vie.
24 París: Vrin.
25
Una interrogación de la cual se encontraría ya un esbozo de formulación
contemporánea desde la publicación del libro leído por Louis Althusser Canguilhem, G. (1992b). Ouverture, dans Penser la folie. París: Galilée.
como “un libro sobre la razón tanto como sobre la locura: la sinrazón es Castel, R. (1986). Les aventures de la pratique. Le Débat 41:41-50.
lo contrario de la razón” (Althusser, 1962, p.160), que intentaría definir Deleuze, G. (2002). Jean Hyppolite, Logique et existence. Revue philosophique de la
una cultura a partir de sus gestos de exclusión y de rechazo, en la herencia France et de l‘étranger, (7-9), juillet-septembre 1954, 457, repris dans L’île déserte
sin testamento del Nacimiento de la tragedia de Nietzsche y de la Crisis et autres textes.
de Husserl. Otra pregunta, pero quizás es la misma pregunta, sería (re) Ferté, Louise, Jacquard, Aurore, Vermeren, Patrice. (2011) La formation de George
pensar lo que se jugó en esta filiación, siempre reafirmada, de Michel Canguilhem. Un entre-deux-guerres philosophique. París; Urin.
Foucault con Georges Canguilhem. Una tercera pregunta, planteada Foucault, M. (1966). Michel Foucault, Les mots et les choses, entretien avec
siguiendo a Jacques Rancière, sería la de evaluar la medida de una deuda Raymond Bellour, 1966, cité par Philippe Artières et Jean-François Bert: Un
debida a Michel Foucault, una actitud que consiste en preguntarse ya no succès philosophique. L’Histoire de la folie à l’âge classique de Michel Foucault.
lo que es necesario pensar, sino lo que hace que algo es pensable, que tal Caen: PUC.
enunciado es formulable: la idea de que lo interesante es el pensamiento Foucault, M. (1972). Histoire de la folie à l’âge classique. París: Gallimard.
que trabaja en las prácticas, y desunir teoría y práctica – no haciendo las Foucault, M. (1976). Entretien avec Michel Foucault, 1976, Dits et écrits. París:
articulaciones ya bajo el modo de un saber teórico que se aplicaría y se Gallimard.
transformaría en acción de la sociedad, sino bajo la forma de encuentros
4. Ver Patrice Vermeren: Michel Foucault, les Révoltes loguiques et la baiser Lamourette de la vaste indignation de
toutes les persécutions du monde , Actas del Coloqio Internacional Michel Foucault y América Latina, Universidad Nacio-
3. Ver Jean Hyppolite: Entre structure et existence, sous la direction de Giuseppe Bianco, París, Editions Rue d’Ulm, 2013. nal Tres de Febrero, Buenos Aires, 13, 14 y 15 de agosto de 2014.
Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 27

Foucault, M. (2001): «Entretien avec Michel Foucault», Il Contributo, 1980,


retomado en Dits et Ecrits, París: Gallimard seconde édition 2001, tomo II, p.
867.
Gros, F. (1997). Foucault et la folie. París: Puf.
Hyppolite, J. (1946). Genèse et structure de la phénoménologie de I’spirit de Hegel.
París: Aubier.
Hyppolite, J. (p. 29) (1983). Introduction a la philosophie de l’histoire de Hegel.
Paris: Gallimard. Constitución del
Hyppolite, J. (1991). Logique et existence. París: Puf.
Hyppolite, J. (2013). Entre structure et existence, sous la direction de Giuseppe sujeto ético en Michel
Bianco. París: Editions Rue d’Ulm.
Kojéve, A. (1947). Introduction à la lecture de Hegel. París: Gallimard. Foucault: subjetivación y
Koyré, A. (1961). Les études hégéliennes en France, Etudes d’histoire de la pensée
scientifique. París: Armand Colin.
de-subjetivación
Macherey, P. (2002). Querelles cartésiennes (2). Le débat Foucault-Derrida autour de
l’argument de la folie et du rêve, séminaire à l’Université Lille 3 du 13/11/2002. Luz María Lozano Suárez
Rancière, J. (2000). Biopolitique ou politique ? Entretien avec Jacques Rancière . Universidad del Atlántico
Multitudes, (1), mars, 89.
Rancière, J. (2004). “Foucault. Les philosophes sans porte-voix”, En: L’héritage de Michel Foucault es catalogado frecuentemente como el filósofo del
Michel Foucault, publicado en la Folha de Sao Pablo en junio de 2004.
26 Rancière, J. (2005). Foucault. Les philosophes sans porte-voix. En: Libération,
poder, sin embargo, en una entrevista realizada por Hubert Dreyfus y
Paul Rabinow (1984) anotan que más que la preocupación por la noción
vendredi 24 juin 2004, y «L’héritage difficile de Michel Foucault, publié dans la
de poder, su principal inquietud ha sido el concepto de sujeto. Si bien
Folha de Sao Paulo en juin 2004 et repris dans Chronique des temps consen-
Foucault negó una cierta noción de sujeto, al mismo tiempo se embarcó
suels. París: Seuil.
en una reelaboración de una teoría del sujeto. Es por ello que nos pregun-
Rancière, J. (2013). La méthode de l’égalité. París: Bayard.
Vermeren, P. (2008). 1949: ¿Decadencia y muerte del bergsonismo?. En: ¿Inactua- tamos si podría quizás extraerse una teoría del sujeto en los trabajos de
lidad del Bergsonismo?. H. Gonzalez y P. Vermeren (comp.), Buenos Aires: Foucault.
Colihue.
Vermeren, P. (2010) El error, el concepto, lo viviente. Georges Canguilhem en el En el presente trabajo se intentará mostrar cómo Foucault construye su
momento filosófico francés de la segunda mitad del siglo veinte. Pensamiento concepción del sujeto a partir de la relación entre lo normal y lo anormal,
de los confines. (26), invierno-primavera. Buenos Aires. para luego llegar al sujeto ético de las éticas antiguas. Es otras palabras,
Vermeren, P. (2014). Michel Foucault, les Révoltes logiques et le baiser Lamourette iremos desde su visión heredada de Canguilhem sobre el concepto de vida,
de la vaste indignation de toutes les persécutions du monde. Actas del Coloquio hasta llegar al bios en el cinismo, y, a través de este recorrido se analizará
Internacional Michel Foucault y América Latina. Universidad Nacional Tres de su idea de subjetivación y de-subjetivación como problematización de la
Febrero, Buenos Aires,13,14 y 15 de agosto.
teoría del sujeto ético. Para dar cuenta de una posible teoría del sujeto en
Wahl, J. (1946). Tableau de la philosophie française. París: Fontaine.
Foucault se tentará establecer una relación entre los conceptos “errar”,
Cómo citar este capítulo:
“experiencia”, “de-subjetivación” y “desprenderse de sí”. Primero estable-
Vermeren, P. (2018). “¿Qué es un loco?”: ¿definir la norma por exclusión de lo que no es ella? En L. M. ciendo la posible relación entre estos conceptos para luego analizar el
Lozano Suárez, y A. Rodríguez Manzano, (Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subje-
tivaciones, Escrituras de sí (págs. 11-26). Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico. tema de la libertad y del sujeto ético en las éticas greco-romanas.

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: Constitución del sujeto ético en Michel Foucault: subjetivación y de-subjetivación
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luz María Lozano Suárez

En 1978, Foucault redacta una introducción para la edición en inglés del perspectiva, toda idea de finalidad es un absurdo. Estamos condenados al
libro de G. Canguilhem Le normal et le pathologique. Aquí encontramos la error; si habláramos de un ser humano sería lo mismo que decir: “un ser
idea del ser humano como ser vivo, como ser biológico: errante”. De aquí es comprensible la crítica de Foucault a la normatividad
o a una moral establecida tan fuertemente determinada como el cristia-
La vida, es eso que es capaz de error. Y tal vez esta deter- nismo o la del humanismo por ser concepciones centradas en la felicidad
minación o más bien a esta eventualidad fundamental es a como finalidad humana sin tener en cuenta el azar.
la que hay que pedirle cuenta del hecho que la cuestión de
la anomalía atraviesa de par en par toda la biología. A ella En su libro publicado en 2015, La normativité du droit [La normatividad
también hay que pedirle cuenta de las mutaciones y de los del derecho], Simone Goyard-Fabre expresa con respecto a Foucault que el
procesos evolutivos que induce. A ella hay que pedir cuenta de rechazo de la normatividad es una especie de “salvajismo” muy próximo del
esta mutación singular, de este “error hereditario” que hace cinismo. Goyard-Fabre nos muestra a Foucault como un cínico, es decir,
que la vida con el hombre ha terminado convirtiéndose en un un anti-normativo. En realidad, esta idea sobre Foucault se extrae no solo
viviente que no se encuentra nunca totalmente en su lugar, a partir de la lectura de sus trabajos sobre el cinismo y la exaltación de la
en un viviente condenado a errar y destinado finalmente al parresia en Diógenes el cínico o Sócrates; desde los primeros trabajos de
“error”. (Foucault, 1978, p.441, traducción del autor como en Foucault, siguiendo los pasos de su maestro G. Canguilhem, está presente
el resto de este texto) la anormalidad como fuerza de su pensar. Y es de notar que todo este
recorrido fue una crítica a la teoría del sujeto.
Lo que propone Foucault a partir de su lectura de Canguilhem es el azar,
28 la anomalía, y, a través de esta concepción de la vida, nuevos modos de Con relación a la filosofía del error de Canguilhem, Foucault concibe 29
vida. No hay finalidad, no hay teleología, es decir, la naturaleza no tiene que es necesario reelaborar la teoría del sujeto: “¿Toda teoría del sujeto,
un fin. Para Canguilhem el error es el azar permanente alrededor del no debe ser reformulada, puesto que el conocimiento, más que abrirse
cual se articula la historia y el devenir de los hombres. Este concepto del a la verdad del mundo, se arraiga en los errores de la vida?” (Foucault,
error humano atraviesa toda su filosofía. Desde esta perspectiva se sitúa 1978, p.442). Jorge Dávila, en una conferencia presentada en París, el 9
la crítica foucaultiana a la teoría del sujeto que ha sido constituida en la de diciembre de 2015, nos dice que el error para Foucault consiste en un
modernidad de Descartes a Husserl, cuestionando cómo sería posible una movimiento histórico de la humanidad comprendido como sucesión de
teoría del sujeto auto-constituido, auto-controlado, si la biología muestra los modos de subjetivación; sin embargo, sin la idea de de-subjetivación,
que no hay nada terminado, acabado, y que todo es devenir. De aquí de experiencia y de desprendimiento, no podría hablarse de historia de
también podría problematizarse la cuestión de la libertad, pues, ¿cómo la humanidad en el sentido en que la concibe Foucault. Ahora bien, será
puede explicarse el ejercicio de la libertad lejos de la idea de sujeto? Recor- necesario explicitar qué es lo que Foucault concibe sobre subjetivación
demos que la libertad para Foucault es algo así como la resistencia al para luego entrar en los términos que proponemos.
poder/saber; la resistencia es un control del poder entendida como poder
vital, de eso que será el camino que lo llevaría a pensar en el sujeto ético. Paul Veyne (2008), en el libro Foucault: sa pensé, sa personne, nos recalca
que la palabra subjetivación es utilizada por el pensador Francés para
Lo importante es resaltar que el azar hace que la historia de la humanidad eliminar toda posibilidad de un sujeto metafísico-empírico-trascendental.
sea arbitraria, lo que nos plantea la idea de un devenir, no de finalidad. Para Foucault la subjetivación es la constitución de una subjetividad. Su
Todo lo humano, como ser viviente es arbitrario, por lo tanto, desde esta punto de partida es el de salir de la filosofía de la subjetividad haciendo
Michel Foucault 30 Años: Constitución del sujeto ético en Michel Foucault: subjetivación y de-subjetivación
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luz María Lozano Suárez

una genealogía del sujeto moderno, para ubicarlo dentro del azar de la para Foucault depende del análisis de las instituciones o de las forma-
historia, y de allí esta idea de un individuo que tiene posibilidad de trans- ciones del saber, porque preceden y constituyen la conciencia o los tipos
formarse, de no ser el mismo. de conciencia que los hombres toman de ellos mismos.

Para emprender el trabajo sobre el sujeto, Foucault elimina toda posibi- Se sabe que para Foucault, la constitución de los sujetos no es un proceso
lidad de este como constituido, incluso propone eliminar y analizarlo simple en el cual los individuos serían simplemente pasivos y modelados
dentro de la trama de la historia. Este es el trabajo de la genealogía, para del exterior, simples materiales y resultados de una fabricación. Los
Foucault, descrito de la siguiente manera: individuos son tomados en un proceso de objetivación, que los codifica
y los define como locos, delincuentes, pecadores, etc., pero los individuos
Historia de las morales, de los ideales, de los conceptos realizan un movimiento activo de subjetivación por el cual se constituyen
metafísicos, historia del concepto de libertad o de la vida al mismo tiempo como locos, delincuentes, pecadores, según los modos
ascética, como emergencia de interpretaciones diferentes. Se que no son estrictamente previstos por los códigos que los objetivan, por
trata de hacerlas aparecer como acontecimientos en el teatro las estructuras institucionales que los sujetan (Foucault, 1982, p.223).
de actuaciones. (Foucault, 1971, p.147) Por ello, la definición de subjetivación que hace Michel Foucault es la
siguiente: “Llamaré subjetivación el proceso mediante el cual se obtiene
Foucault analiza la función del sujeto, es decir, analiza las condiciones la constitución de un sujeto, más exactamente de una subjetividad, que
en las cuales un individuo llega a tener una función como sujeto. Una es evidentemente una de las posibilidades dadas de organización de una
precisión en el campo en el que el sujeto es sujeto y sujeto de qué. Pues conciencia de sí” (Foucault, 1984b, p.706.).
30 puede ser un sujeto del discurso, del deseo, de procesos económicos, 31
etc.; no hay un sujeto absoluto (Foucault, 1982, p.223). Por lo tanto, su Esta manera en que Foucault piensa la subjetividad le permitió llegar
análisis histórico del discurso científico debería surgir de una teoría de las entonces a la de-subjetivación, al desprenderse de sí mismo, su verdadero
prácticas discursivas y no de una teoría del conocimiento. interés filosófico. La subjetividad, tal y como la concibe Foucault, designa
muchas más modalidades para desprenderse de sí como maneras de
El sujeto, por lo tanto, tiene una historia. No puede hablarse de un sujeto regresar o de retornar al sujeto. La de-subjetivación puede entenderse
originario. Foucault, Freud y Lacan lo hacen aparecer claramente. Lejos entonces como una manera de desprenderse de sí, una pérdida, una
de ser soberano o libre, el sujeto es constituido. En este proceso natural, ruptura de sí. En una entrevista con Claude Bonnefoy en 1980, Foucault
el sujeto es para Foucault tal como lo expresa P. Veyne: “Él es modelado dice que su trabajo ha sido el de experimentar. Afirma que sus libros son
en cada época por el dispositivo y los discursos del momento, por las experiencias en el sentido pleno de la palabra. Le han permitido salir
reacciones de su libertad individual y por sus eventuales estetizaciones” transformado. La experiencia es definida como una transformación del
(Veyne, 2008, p.172). El interés de Foucault como filósofo será el de sujeto. Foucault nos dice:
indagar cuáles son las condiciones que hacen que los sujetos puedan tener
un rol o sentido en un momento histórico determinado, respondiendo a La experiencia en Nietzsche, Blanchot, Bataille tiene por
un sistema. El cambio es evidente, pues la sistematicidad es independiente función arrancar al sujeto de él mismo, de hacerlo salir y él
de la conciencia de los hombres y tiene una existencia propia e indepen- no pueda ser más el mismo o que él sea llevado a la nada
diente de la existencia de los sujetos. La subjetividad es derivada, es decir, o a su disolución. Esta es una empresa de de-subjetivación.
no es originaria, fundamento o principio. Una historia de la subjetividad La idea de una experiencia límite, que arranca al sujeto de él
Michel Foucault 30 Años: Constitución del sujeto ético en Michel Foucault: subjetivación y de-subjetivación
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luz María Lozano Suárez

mismo; he ahí lo que ha sido importante para mí en la lectura Foucault serían: “¿No habría experiencias a lo largo de las cuales el sujeto
de Nietzsche, de Bataille, de Blanchot, y que hace que, por no fuera dado en sus relaciones constitutivas, en aquello que él tiene de
muy aburridos, por muy eruditos que sean mis libros, yo los idéntico a sí mismo? ¿No habría experiencias en las cuales el sujeto pueda
he concebido siempre como experiencias directas apuntando disociarse, romper su relación consigo, perder su identidad?” (Foucault,
arrancarme de mí mismo, impedirme ser el mismo. (Foucault, 2001, 869). De esta manera el filosofo francés cuestiona el estatuto del
1980, p.43) sujeto, incluyendo el cuestionamiento al sujeto de una experiencia.

Estos autores le dieron la posibilidad de entender la experiencia como Foucault nos afirma que cada libro suyo surgió de una experiencia
metamorfosis, una transformación en la relación con las cosas, con los personal. En el caso de la locura, dice: “He tenido una relación personal,
otros, consigo mismo, con la verdad. En este caso podemos pensar sus compleja con la locura y con la institución psiquiátrica” (Foucault,
trabajos sobre la locura, la prisión, la sexualidad. 1980, p.46). Sin embargo, no se trata de una autobiografía. La paradoja:
¿Cómo un libro nace de una experiencia personal, pero desemboca en la
La noción de experiencia lleva a Foucault al límite invivible de la vida. abolición de este autor que las vivió? El libro parte de lo personal, pero
No la experiencia posible, sino la experiencia imposible. La experiencia no constituye una afirmación del sujeto que lo escribe. El libro es en sí
tal y como es concebida por Foucault, no permite un sujeto fundador. La mismo una experiencia en un sentido más radical, es una transformación
experiencia límite permite la de-subjetivación. Ella hace desaparecer el de sí y no como reproducción de una experiencia vivida. No es su traspo-
sujeto, cambiarlo, perder su identidad. “Sus análisis se proponen como sición directa. El libro permite vivir la experiencia y esa experiencia, como
experiencias y no como teorías a estudiar. Esta dimensión es profun- cualquier otra, no es ni verdadera ni falsa. Foucault afirma:
32 dizada a través de las problematizaciones inéditas de sus últimos cursos.” 33
(Lorenzini, Revel et Sforzini, 2013, p.13). Una experiencia es siempre una ficción, algo que se fabrica
para sí mismo, que no existe antes y que se encontrará
Foucault nos dice en una entrevista 1978: existiendo después. Es la relación difícil con la verdad, la
manera como esta última se encuentra comprometida en una
No pienso nunca completamente la misma cosa por la razón experiencia que no está ligada a ella y que, hasta cierto punto,
que mis libros son para mí experiencias, en un sentido que yo la destruye. (Foucault, 1980, p.45)
quisiera el más lleno posible. Una experiencia es algo de lo
cual uno mismo sale transformado […] yo soy un experimen- Por ejemplo, antes de escribir cada libro, Foucault ignora el método
tador y no un teórico. Llamo teórico a aquel que construye que utilizará: “Cada uno de mis libros es una manera de disección de un
un sistema general sea de deducción, de análisis, y lo aplica objeto y de forjar un método de análisis… lo que he escrito no es jamás
de manera uniforme a unos campos diferentes. Este no es mi prescriptivo para mí ni para los otros. Es algo más instrumental y fanta-
caso. Yo soy un experimentador en el sentido que yo escribo sioso.” (Foucault, 1980, p.42). No hay la intención de hacer teorías en la
para cambiarme a mí mismo y ya no pensar la misma cosa propuesta de Foucault. Según sus afirmaciones, no podríamos encontrar
que antes. (Foucault, 2001, p. 861) una teoría del poder, tampoco podríamos decir que hace una teoría del
discurso, mucho menos entonces podríamos hacer una teoría del sujeto,
Es una concepción muy particular de experiencia, ya que en general la incluso su concepto de sujeto sería todo lo contrario a constituir una
experiencia es remitida a un sujeto que la vive, pero las preguntas de teoría. Desde la perspectiva foucaultiana, una teoría podría resultar un
Michel Foucault 30 Años: Constitución del sujeto ético en Michel Foucault: subjetivación y de-subjetivación
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luz María Lozano Suárez

discurso que viene del exterior de los sujetos: “Hacer la ley para los otros, identidad del sujeto. Entonces tenemos que la de-subjetivación es la
decirles dónde está la verdad, cómo encontrarla” (Michel Foucault, 1984a, crítica a nuestro propio presente. El desprenderse emerge en un contexto
p.16). como una práctica ética de sí frente a la asignación identitaria y como
una modalidad de transformación del campo de organización subjetiva.
La cuestión para Foucault no es ¿quién soy yo?, o ¿cuál es mi identidad?, Precisamente, la práctica del desprenderse de sí engendra la desactivación
sino cómo cambiar la relación consigo mismo y la relación con los otros de cualquier tipo de identidad. Esta noción problemática que se encuentra
y cómo desprenderse de su identidad propia y de eso que han dicho sobre en el trabajo de Foucault no puede ser analizada como una subjetivación
lo que yo soy. Se trata de escapar de las asignaciones identitarias. Esta es comprendida como condición histórica de las formas singulares del sujeto,
la de-subjetivación o desprenderse de sí. El hacer teorías está entonces sino, por el contrario, el desprenderse de sí es un proceso de de-subjeti-
enmarcado dentro de los sistemas filosóficos de los que tanto ha huido. vación que está inmerso en el campo histórico-político de las prácticas de
Observemos la siguiente cita: resistencia.

Cuando Kant pregunta, en 1784, ¿A qué se llama ilustración?, La de-subjetivación podemos verla también en su visión de ensayo y la
quiere decir: “¿Qué pasa en este momento? ¿Qué nos sucede? relación de este con la tarea de la filosofía.
¿Cuál es este mundo, este período, este momento preciso
en el que vivimos?”. O por decir las cosas de otra manera: El ensayo –que hay que entender como prueba modificadora
¿Quiénes somos? ¿Quiénes somos en cuanto ilustración, en de sí mismo en el juego de la verdad y no como apropiación
tanto testimonios de este siglo de las Luces? Comparemos con simplificadora de otro con fines de comunicación– es el
34 la pregunta cartesiana: ¿Quién soy? ¿Yo, en tanto que sujeto cuerpo viviente de la filosofía, si al menos ésta es todavía
35
único, pero universal y no histórico? ¿Quien soy yo? yo, pues ahora lo que era antes, es decir, un “ascesis”, un ejercicio de sí
Descartes es todo el mundo, donde sea y a todo momento en el pensamiento. (Foucault, 1984a, p.16)
(Foucault, 1982, p.231).
Miremos también la siguiente afirmación de Foucault en L’ussage des
Para Foucault, Descartes dejó a un lado la cuestión del sujeto moral, y plaisirs: “Filosofar, es desprenderse de sí mismo” (Foucault, 1984a, p.15).
un sujeto moral es un sujeto histórico. Es solo un sujeto que accede a la Para él “el ensayo es la práctica de la filosofía, el cuerpo viviente de la
verdad sin tener en cuenta el azar. Por eso destruir ese tipo de subjetividad, filosofía” (foucault, 1984, p.16). Es decir, sus escritos que han sido ensayos
ya no se trata de develar verdades desde el punto de vista trascendente. no han sido otra cosa que un desprenderse de sí.
Bien lo recalca Riahi (2011), que Descartes presupone en las Méditations
métaphysiques que el mundo puede no existir, pero a pesar de esto, no Es decir, el trabajo filosófico de Foucault se puede llamar un despren-
podremos negar la existencia del sujeto. Es decir, el sujeto puede existir dimiento de sí mismo, devenir otro. La filosofía y la vida de quien hace
independientemente del mundo y de la historia. Para Foucault, el sujeto filosofía no podrían ser dos cosas distintas. La filosofía para Michel
está implantado en el mundo y en la historia y se constituye a partir de Foucault, tal y como lo explica en Uso de los placeres, es un trabajo crítico
esta referencia (Riahi, 2011, p.144). del pensamiento sobre sí mismo. Lejos de legitimar eso que se sabe de
antemano, la filosofía busca saber cómo y hasta dónde sería posible pensar
Foucault deseaba ser otro, completamente otro. Dejar de ser él mismo. de otro modo. Siguiendo esta idea, resulta irrisorio el discurso filosófico
Este es tema de la discontinuidad. La salida del hegelianismo y de la cuando quiere del exterior, hacer la ley a los otros, decirles dónde está su
Michel Foucault 30 Años: Constitución del sujeto ético en Michel Foucault: subjetivación y de-subjetivación
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luz María Lozano Suárez

verdad, y cómo encontrarla (foucault, 1984a, p.16). Sería algo así como propone Foucault, sin embargo, no podría pensarse que es la misma cosa,
una filosofía infecunda. Para Foucault, “Es la curiosidad –la única curio- pero sí lo que se acercaría a esta práctica.
sidad– en todo caso, que valga la pena ser practicada con un poco de obsti-
nación, no aquella que busca asimilarse a lo que conviene conocer, sino la Hay que tener muy presente lo que nos dice Foucault:
que permite desprenderse de sí mismo” (Foucault, 1984a, p.15).
El sujeto se constituye de una manera activa; por las prácticas
Por medio de la escritura –y de otros ejercicios– el sujeto es capaz de de sí, esas prácticas no son sin embargo algo que el individuo
alterarse para tomar otra forma, para cambiar su estilo de vida. En el
inventa por sí mismo. Son esquemas que encuentra en su
cristianismo el estilo de vida podía ser transformado, sin embargo, en
cultura y que son propuestas, sugeridas por su cultura, su
las prácticas del estoicismo, el cinismo o el epicureísmo, la manera de
sociedad y su grupo social. (Foucault, 1984c, p.719)
transformarse era mucho más libre. Este fenómeno resulta fascinante
a Foucault, pues esta es la impaciencia de la libertad. Foucault trata de
No cabe duda de que Foucault se sintió finalmente atraído por las
buscar cuáles son las prácticas históricas en las que la de-subjetivación
prácticas del estoicismo. Más que conocerse a sí, es el ocuparse de sí. En
ha sido una forma de resistencia al poder–este es un trabajo al estilo de
Montaigne–,es decir, el estilo del ensayista. El trabajo foucaultiano ha una entrevista con Hubert Dreyfus y Paul Rabinow, en la que Foucault es
sido para él mismo como el de Montaigne en sus ensayos: no ha realizado interrogado sobre sus proyectos, exclama: “Oh, voy primero a ocuparme
un trabajo para darle una forma de liberación a los otros. Foucault no de mí”.
es un teórico de la filosofía. El filósofo francés desconfía de todo tipo
36 de filosofía que tenga la pretensión de dar la salvación a la humanidad La filosofía está por eso emparentada con la ascesis. La ascesis es entendida 37
(Adorno, 1996). por Foucault en Historia de la Sexualidad como: “el trabajo ético que se
efectúa sobre sí mismo, no solamente por responder su comportamiento
De la subjetivación, hay que distinguir un proceso diferente que Foucault o a una regla dada, sino para intentar transformarse en sujeto moral de su
llamaba estetización. Esta estetización podría estar emparentada entonces conducta” (Foucault, 1984a, p.41). De ahí, por ejemplo, radica su crítica a
con el ejercicio de de-subjetivación. Foucault constata, en 1980, que la invención del sujeto de Descartes:
algunas sociedades como en la antigüedad greco-romana, han conocido
ciertas técnicas que trabajan sobre el yo como especie de artes de la Lo extraordinario en los textos de Descartes, es que logró
existencia. Hablar de estetización le servía para señalar la espontaneidad
sustituir un sujeto fundador de las prácticas de conocimiento
de esta iniciativa, opuesta a la subjetivación (Deyfrus, H. et Ravinow,
a un sujeto constituido gracias a las prácticas de sí… Pienso
1984, p.1984).
que Descartes rompió con esto diciendo: “para acceder a la
verdad, es suficiente que yo sea cualquier sujeto que pueda
¿Qué son las artes de la existencia? Prácticas voluntarias de reflexión
mediante las cuales los hombres se fijan reglas de conducta, pero buscan ver lo que es evidente”. La evidencia sustituyó a la ascesis
transformarse ellos mismos, modificarse en su ser singular, hacer de su en el punto de junción entre la relación consigo y la relación
vida una obra que tiene ciertos valores estéticos y responde a ciertos con los otros, la relación con el mundo. La relación consigo
criterios de estilo. Es decir, que evidentemente esa estetización o arte de la no necesita la ascética para estar en relación con la verdad.
existencia de los antiguos puede ser equiparada a la de-subjetivación que (Foucault, 1984d, p.630)
Michel Foucault 30 Años: Constitución del sujeto ético en Michel Foucault: subjetivación y de-subjetivación
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luz María Lozano Suárez

P. Hadot (1981) nos dice en Exercices spirituels et philosophie Antique, que ético. La preocupación pasa así de un sujeto a un sujeto ético. Frédéric
la filosofía era la especulación según Foucault. Es decir, la filosofía como Gros define al sujeto ético de Michel Foucault de la siguiente manera:
una ascesis. Según P. Hadot, esta concepción de la filosofía que tenía
Foucault alrededor del fin de su vida era una estética de la existencia, Por «sujeto ético» sin embargo no hay que entender un sujeto
un trabajo sobre sí, explicada como un arte de vivir, un estilo de vida que confrontado a unos problemas de valores morales: hay que
compromete toda la existencia, con la intención de ver en la estética el entender el sujeto en la instancia de su auto-constitución (las
amor de la belleza del ser. técnicas, las prácticas por las cuales, se instituye una relación
consigo determinada). (Gros, 1996, p.94)
El desprenderse de sí es devenir otro para Foucault. En esta idea de devenir
podemos encontrar la idea de hombre errante. No hay lugar de llegada, no Foucault preferiría hablar de individuo que de sujeto propiamente dicho,
hay subjetividad deseada. Es siempre el cambio que funciona a través del sin embargo, resulta un poco complicada esta visión cuando él afirma que
nunca ha pretendido negar al sujeto. La pretensión no era la de negar el
azar. Es la filosofía del devenir y no una filosofía sistemática. Es la vida
sujeto, sino la de analizar la forma en que se constituye y se reconoce un
filosófica y no el maestro de verdad como el caso de Diógenes el cínico o
individuo como sujeto. De esta manera, seguimos la idea de P. Veyne:
de Sócrates. Esta es otra concepción del bios del cinismo que no tiene una
referencia ontológica sino una referencia ética.
Él no fue el enemigo del hombre y del sujeto humano que se ha
creído; estimaba simplemente que ese sujeto no podía hacer
Siguiendo a Nietzsche, Foucault se inclinó a buscar en los griegos una
descender del cielo una verdad absoluta ni actuar soberana-
38 ética individual que le permitiera hacer de su existencia una obra de arte.
mente en el cielo de verdades; que él no podía sino reaccionar 39
contra las verdades y realidades de su época o innovar sobre
La obra de Foucault es una continuación de la genealogía de
ellas. (Veyne, 2008, p.10)
la moral nietzscheana: busca mostrar que toda concepción
que creemos eterna tiene una historia, es transformada y que
Parece ser que la crítica a la soberanía del sujeto moderno realizada por
sus orígenes no tienen nada de sublime. Entonces, cómo no el filósofo Michel Foucault, ha dado como resultado el regreso al sujeto
estaría Foucault del lado del escéptico? En sus notas íntimas, ético, es decir, se da el paso de un sujeto como sujeto de conocimiento a
Nietzsche hubiera deseado un día unos discípulos como él. uno que debe pensarse en términos de moral. Según Foucault, Descartes
(Veyne, 2008, p.184) logró sustituir un sujeto constituido gracias a las prácticas de sí, por
un sujeto fundador de las prácticas de conocimiento y acabó con este
Foucault no hace el trabajo de historia sino un ejercicio filosófico: el problema diciendo: “Para acceder a la verdad, es suficiente que yo sea no
esfuerzo es saber en qué medida el trabajo de pensar su propia historia importa qué sujeto que pueda ver lo que es evidente… antes de Descartes,
puede liberar el pensamiento de eso que ella piensa silenciosamente y no se podía ser impuro, inmoral, y conocer la verdad”(Foucault, 1984d,
permitirle pensar de otro modo. Es esta la intención de la genealogía del p.411). Es decir, antes de Descartes no se podía ser impuro o inmoral y
sujeto moderno. tener el conocimiento. Pero para Foucault, Kant es quien reintroduce el
tema del sujeto moral en su proyecto crítico. Sin embargo, al parecer, la
Cabe anotar que a partir de esos últimos trabajos de Foucault, la cuestión razón pura práctica no interesa a Foucault. La reivindicación kantiana de
principal es la manera como el sujeto se puede constituir como sujeto Foucault será solamente la Aufklärung.
Michel Foucault 30 Años: Constitución del sujeto ético en Michel Foucault: subjetivación y de-subjetivación
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luz María Lozano Suárez

A Foucault le interesaba un sujeto ético, que obviamente implica una Foucault, M. (1978). Introduction par Michel Foucault [Introduction by Michel
relación con la libertad. La libertad es la condición ontológica de la ética. Foucault. G. Canguilhem, On the Normal and the Pathological. En Dits et
Será este el sujeto que tenga el coraje, el sujeto que se atreva a pensar. Ecrits 1954-1988. (p.p. 429-442) Tomo III: 1976-1979. Editions établie sous la
Uno de los trabajos encontrados sobre está temática es el de Naima Riahi direction de Daniel Defert et François Ewald. Paris: Editions Gallimard.
(2011): Michel Foucault: subjectivité, pouvoir, éthique, en los que Riahi nos Foucault, M. (1980). Entretien avec Michel Foucault («Conversazione con Michel
hace notar que el sujeto kantiano ha sufrido unas racionalizaciones alien- Foucault»). Entretien avec D. Trombadori. En Dits et Ecrits 1954-1988. (p.p.
antes durante los dos últimos siglos, y que Foucault plantea la posibilidad 41-95) Tomo IV: 1980-1988. Editions établie sous la direction de Daniel Defert
de su libertad retornando a la experiencia original griega. El nuevo poder et François Ewald. Paris: Editions Gallimard.
es ahora el del sujeto creando una relación consigo mismo, forjando por Foucault, M. (1982). Le sujet et le pouvoir. («The subject and power»), (“Le sujet
sí mismo su verdad. El sujeto ético elabora una nueva realidad espiritual et le pouvoir”. Trad. F. Durand-Bogaert), in H. Deyfus et P. Rabinow, Michel
subjetiva donde el saber no es una crítica o una clínica, sino un ejercicio Foucault: Beyond Structuralism and Hermeneutics. En Dits et Ecrits 1954-1988.
espiritual, definido positivamente por la expresión griega, parresia. El (p.p. 222-243) Tomo IV: 1980-1988. Editions établie sous la direction de Daniel
poder así no es un poder exterior al sujeto, sino que se determina por un Defert et François Ewald. Paris: Editions Gallimard.
dominio de sí y una práctica de la franqueza y del decir la verdad sobre sí Foucault, M. (1984a). Histoire de la sexualité II. L’usage des plaisirs. Paris. Editions
mismo. El sujeto así no sufre el poder, sino que es él mismo el origen del Gallimard.
poder. El sujeto ético permite trascender toda alienación o toda coerción. Foucault, M. (1984b). Le retour de la moral (entretien avec G. Barbedette et
A. Scala, 29 mai 1984). En Dits et Ecrits 1954-1988. (p. 696-707). Tomo IV:
La de-subjetivación debe ser vista como crítica de nuestro propio presente. 1980-1988. Editions établie sous la direction de Daniel Defert et François
40 He allí donde se podrá encontrar la relación con los textos ¿Qué es la Ewald. París: Editions Gallimard. 41
ilustración? y ¿Qué es la crítica?, en referencia a Kant. Foucault finalmente Foucault, M. (1984c). L’Ethique du souci de soi comme pratique de la liberté
no propone una teoría acabada del sujeto, solo simples elementos para (entretien avec H. Becker, R. Fornet-Betancourt, A. Gomez-Muller, 20 janvier
encontrar otro tipo de subjetividad que resista al poder como un sujeto 1984). En Dits et Ecrits 1954-1988. (p. 708-729). Tomo IV: 1980-1988. Editions
ético que se preocupa y se constituye a sí mismo por medio de prácticas établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. Paris: Editions
individualizantes al estilo de las éticas griegas. Gallimard,
Foucault, M. (1984d). A propos de la généalogie de l’éthique: un aperçu du travail
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS en cours. «On the Genealogy of Ethics: An Overview of Work in progress»;
Adorno, F. (1996). Le style du philosophe. Foucault et le dire-vrai. Paris: Editions entretien avec H. Deyfus et P. Rabinow; trad. G. Barbedette. En Dits et Ecrits
Kimé. 1954-1988. (p. 609-631) Tomo IV: 1980-1988. Editions établie sous la direction
Deyfrus, H. et Rabinow, P. (1984). Michel Foucault, un Parcours philosophique. de Daniel Defert et François Ewald. Paris: Editions Gallimard.
Paris: Editions Gallimard. Dávila, J. (2015). L’errance de Foucault. En Vermeren, P. Dialogues philosophiques.
Lorenzini, Revel et Sforzini (dir.). (2013) Michel Foucault: éthique et vérité: Maison d’Amérique latine. Llevado a cabo en París, Francia.
1980-1984. Paris: Librairie philosophique J. Vrin. Goyard-Fabre, S. (2015). La normativité du droit, son autorité, sa légitimité. Paris:
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Editions établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. Paris: Hadot, P. (1981). Exercices spirituels et philosophie antique. Paris: Editions Albin
Editions Gallimard, 1994. Michel.
Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 43

Riahi, N. (2011). Michel Foucault: subjectivité, Pouvoir, Ethique. Paris: L’Harmattan.


Veyne, P. (2008). Foucault, sa pensée, sa personne. Paris: Editions Albin Michel.

De la gubernamentalidad
a las contra-conductas.
Lectura cursiva de los tres
cursos de Michel Foucault
sobre la evolución del
liberalismo1
Marie Cuillerai
42 Université Paris 7

Quisiera presentar algunos puntos del estudio que Michel Foucault


consagra a las tres épocas del liberalismo: el liberalismo clásico del siglo
XVIII, en Il Faut Défendre la Societé (IFDS) y Securité, Territoire, Population
(STP), luego, el ordoliberalismo austriaco y alemán, y el neoliberalismo
americano del siglo XX en Naissance de la biopolitique (NdB).

Uno de los hilos conductores de estos tres cursos es el concepto de guber-


namentalidad: el dispositivo que organiza la manera de conducirse y de
conducir a los otros. Este concepto describe formas de dominación en las
cuales las relaciones de poder se apoyan sobre disciplinas y normas de
conducta. La gubernamentalidad actúa en dos dimensiones: a escala de
los individuos, se trata tanto de gobernarse como de ser conducidos. Y la
gubernamentalidad también actúa a escala de los grandes conjuntos sobre
la manera de conducir las poblaciones. Esta escala, caracteriza el modo
Cómo citar este capítulo: biopolítico de la intervención del Estado. Es, pues, un concepto crítico en
Lozano Suárez, L. M. (2018). Constitución del sujeto ético en Michel Foucault: subjetivación y de-subjeti- cuanto desestabiliza los análisis clásicos del poder obsesionados por el rol
vación. En L. M. Lozano Suárez, y A. Rodríguez Manzano, (Comps.), Michel Focault 30 años: Guber-
namentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de sí (págs. 27-42). Barranquilla: Ediciones Universidad del
Atlántico. 1 Traducción de José Joaquín Andrade Álvarez, Universidad del Norte.

Universidad del Atlántico


De la gubernamentalidad a las contra-conductas. Lectura cursiva de los tres cursos
Michel Foucault 30 Años: de Michel Foucault sobre la evolución del liberalismo
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Marie Cuillerai

y la naturaleza del Estado, la relación con los gobernados, para concen- Ya sea que se insista más sobre lo biopolítico o sobre la competencia como
trarse más en las regulaciones económicas y en las gestiones cuantitativas; racionalidad, queda claro que este breve panorama de la fecundidad de las
pero es también un concepto analítico que permite describir la evolución investigaciones se debe al hecho de poner la gubernamentalidad frente a
de las sociedades contemporáneas y el debilitamiento de los Estados bajo frente con los grandes conjuntos institucionales: la sociedad y el Estado.
el efecto de la globalización neoliberal. Todo sucede como si la realidad de la globalización que corresponde a
la aparición de modos de regulación que compiten con los del Estado-
Por el lado de su uso analítico, el concepto de gubernamentalidad ha nación como son los mercados financieros, las instituciones transnacio-
seducido a la sociología política crítica, la cual analiza por ejemplo, el nales, hubiera vuelto indispensable para las ciencias sociales utilizar los
Estado y la acción pública adoptando la idea de que la competencia está análisis del filósofo.
en el corazón del arte de gobernar. Si se piensa en los “estudios de guber-
namentalidad” que se desarrollan en los Estados Unidos, se trata de tomar Pero cuando se leen los relatos biográficos alrededor de estos cursos,
nota de las mutaciones de las administraciones públicas bajo el efecto de la se sabe por F. Ewald que la problemática de la gubernamentalidad no
adopción de una racionalización de su acción por el principio de la compe- está guiada por algún tipo de anticipación de los efectos del final de los
gloriosos años 30. Según F. Ewald, estos cursos están todavía en el post-68
tencia en los servicios públicos. Para otros autores, la analítica del poder
y en la preocupación de tomar en cuenta un cierto número de críticas de
permite un análisis de la evolución del capitalismo. Dardot, Laval, Haber,
la izquierda. En general, Deleuze y Guattari habían sabido describir el 68
en Francia, pero también Hardt y Negri, o Lazaratto por ejemplo, reivin-
con una teoría del Estado enraizada con una teoría del deseo. En el 75,
dican un anclaje foucaultiano porque la gubernamentalidad biopolítica
44 describe una realidad del capitalismo contemporáneo que lo distingue de
Michel Foucault aportaba su propio análisis con la noción de disciplina 45
de los cuerpos en Surveiller et punir, pero se le reprochaba haber multi-
otros estadios del capitalismo. Para Hardt y Negri, el biopoder se carac-
plicado los lugares de luchas presentes y pasadas en microanálisis que
teriza como el estadio de la “subsunción real”, la subsunción integral de lo
terminaban fraccionando todo frente de lucha actual.
social por el capital, capturando las fuerzas de una biopolítica inmanente
a las nuevas formas del trabajo productivo, a los nuevos usos de las nuevas
La respuesta a esta búsqueda para Michel Foucault habría, pues,
tecnologías, a la inteligencia colectiva o incluso al impacto de lo que A. consistido en decir: poner en orden el principio de dominación: sí, pero
Gorz llama lo inmaterial en el proceso de creación de valor. En este marco, continuando sin una teoría del Estado e identificando lo que falta: una
es sobre todo la característica biopolítica de la gubernamentalidad la que teoría del gobierno, una teoría de la individualización de las conductas
sirve al análisis; en los estudios americanos o incluso en un autor como que explica al mismo tiempo la dimensión totalizadora. La gubernamen-
Pierre Dardot, el énfasis se pone sobre el principio de la competencia talidad es esta respuesta. No obstante, la luz que aportan estos relatos
organizada. De ahora en adelante se debe hablar de la “sociedad neoli- sobre la génesis de estos cursos, parece cierta, según los mismos cursos
beral” y no ya solamente del capitalismo neoliberal (Pierre Dardot) en que Michel Foucault prolonga en ellos dos ejes de investigación ya bien
razón de la penetración de esta forma de racionalidad, la competencia, en trabajados: la extensión del dominio de la biopolítica surgida de La Volonté
todos los campos de acción de lo social. La competencia ya no solamente de savoir, que va a actuar como un principio formal de unidad; y un cierto
define la lógica del universo económico, sino que se convirtió en un proce- retorno de la estrategia arqueológica en el corazón de la genealogía con un
dimiento de subjetivación por el cual los individuos se relacionan con los análisis del discurso de la economía política, en particular del discurso del
otros y también con ellos mismos. ordoliberalismo en términos de ruptura epistemológica.
De la gubernamentalidad a las contra-conductas. Lectura cursiva de los tres cursos
Michel Foucault 30 Años: de Michel Foucault sobre la evolución del liberalismo
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Marie Cuillerai

Yo quisiera simplemente “revisitar” las nociones bien conocidas alrededor forma que ella da a la explotación del hombre por el hombre en el capita-
de la idea de que los campos del poder y las teorías del Estado y de la lismo proponen una nueva economía política, entendida como una positi-
soberanía, heredadas del cristianismo, han sufrido una transformación vidad, entre otras, en el conjunto de la episteme clásica. Pero, por otra
radical con el nacimiento de los saberes económicos. Y es el vínculo con parte, Michel Foucault reconoce en la Archéologie du savoir que Marx
el saber lo que deseo hacer resaltar. Ni una hipótesis de lectura, ni una no es solo un economista ricardiano. Marx, dice en substancia Michel
tesis sobre la manera como estos cursos pueden aclarar nuestro presente. Foucault, piensa como yo que la historia está “hecha de discontinuidad y
Más bien, algunas relecturas frente a lo que se perfila sino como una alter- de materialidad”; y es finalmente en su pensamiento de la historia que se
nativa por lo menos como una tensión entre el principio de racionalidad encuentra para Michel Foucault toda la carga crítica de la ruptura episte-
que es introducido por la economía en el arte de gobernar: la compe- mológica de El Capital.
tencia, y la forma y la extensión del viviente tomadas bajo el dominio de lo
político. Mi hipótesis es que esta tensión, aunque permite comprender las He dado esta vuelta muy esquemática solamente para indicar que estos dos
diferencias en los usos de la filosofía de Michel Foucault, deja de lado lo puntos de referencia, los significantes “antropología” y “Marx”, diseñan
que para mí constituye la unidad de estos tres cursos: proponer sobre todo un espacio en el cual los tres cursos de Michel Foucault adquieren otro
un análisis de las relaciones entre economía y política.
relieve en la perspectiva de un pensamiento crítico sobre la economía. La
genealogía del poder aplicada en estos cursos se encuentra así puesta en
Estos tres cursos hacen una crítica de la economía comprendida a la vez
relación con el esfuerzo arqueológico precedente en nombre de la perma-
como ciencia, disciplina académica y campo de realidades, como práctica
nencia de una inquietud: esta inquietud de la historia de la que habla el
discursiva y práctica no discursiva. Pero lo que estos tres cursos permiten
46 redefinir sus contornos. Así como Foucault puso el poder en todas las
filósofo Mathieu Potte-Bonneville (2004) a propósito de la obra de Michel 47
Foucault. Antropología y crítica marxiana para marcar lo que cuenta
relaciones interpersonales e hizo resaltar los dominios en los que el
en los análisis de estos tres cursos, que hay historia y que la historia es
pensamiento político no iba a buscarlo, gracias a estos cursos, lo mismo
siempre la de una lucha. Es una manera de conservar el uso crítico, es
sucede con lo que nosotros entendemos por economía. Ellos permiten
decir, estratégico, de los conceptos de gubernamentalidad. Me parece
reevaluar una crítica de la epistemología de la economía y de la episte-
que se pueden releer estos cursos como una escritura de la historia de
mología de la economía política que la antropología y la etnología, por
ejemplo, han aportado. Y antes, por supuesto, la crítica de la economía las relaciones entre economía y política, irreductible evidentemente a una
política de Marx había producido desplazamientos mayores comparables. historia del capitalismo. Por una parte, Michel Foucault acepta que el
Las relaciones entre Marx y Foucault son objeto de bibliotecas enteras. capitalismo cambió la relación entre el sujeto político y las instituciones
Pero, apoyándome en el estudio de Julien Copin aparecido en Actuel Marx que lo producen. No ignora nada de las determinaciones que ejerce el
en 2003, me parece que se puede decir que la referencia a Marx o a los capitalismo sobre la subjetividad política contemporánea. Pero Foucault
antropólogos en Foucault es bastante cercana en el tiempo y juega una no se contenta con definir y nombrar los parámetros económicos que
misma estrategia discursiva: son disciplinas que marcan rupturas episte- determinan y condicionan la práctica de la ciudadanía contemporánea en
mológicas; referencias que designan en el pensamiento la utilización de los Estados de derecho. Voy, entonces, a tratar dos puntos de estos cursos:
una relación entre la sociedad y la historia y sustraen estas mismas disci- I) Retomaré la manera como se introdujo el liberalismo, a saber, como el
plinas, la economía política o la etnología, al historicismo y al humanismo, discurso de una ciencia, la economía, que él concibe como productora de
llevando más lejos la positividad de sus campos respectivos. Para el Marx verdad. II) Luego, ver cómo este régimen de verdad se modifica entre las
de Les Mots et les Choses, la noción de plusvalía y la actualización de la diferentes épocas de los liberalismos y cómo, para concluir, este régimen
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de veridicción puede también metamorfosearse en experimentaciones de Los tres liberalismos: francés y escocés del siglo XVIII, el ordoliberalismo
contra-conducta. alemán y austríaco, y el neoliberalismo americano de G. Becker, no los
concibe Michel Foucault como unas ideologías, ni como pensamientos
I) El neoliberalismo es pensado en relación con el decir verdad. Desde políticos, ni como una filosofía moral como lo pudo haber sido el utilita-
el comienzo de Naissance de la biopolitique, Michel Focualt recuerda rismo. Tampoco pretende, bajo estos liberalismos, analizar una doctrina
tres desplazamientos que él pretende llevar a cabo. Primero, no analizar económica particular. Él se interesa en el liberalismo y sus variantes en la
el neoliberalismo únicamente desde el punto de vista económico. No medida que producen la economía como un marco de conocimiento y no
confundir entonces neoliberalismo y capitalismo, no hacer del neoli- como un sistema de valores.
beralismo la forma histórica actual de una lógica del capital idéntica a
ella misma. El segundo desplazamiento tiene que ver con la perspectiva El liberalismo del siglo XVIII aparece primero como un discurso de
sociológica sobre el neoliberalismo en tanto que él sería el apogeo de la verdad, un decir verdad sobre el arte de gobernar que define una tecnología
mercantilización de lo social, en el sentido de “la subsunción real” de lo de gobierno. Cada tecnología conoce en Foucault tres formas mayores:
(durante su desarrollo y su historia: un sueño, o mejor, una utopía; luego
social por la lógica del capital. Si Naissance de la biopolitique considera la
una práctica en la que las reglas rigen verdaderas instituciones; y final-
huella mercantil sobre el conjunto de la vida en sociedad, Michel Foucault
mente una disciplina académica). Son, pues, tres dimensiones indiso-
desplaza las dos referencias mayores de esta crítica que son la mercancía
ciables de los liberalismos en tanto que ellos son tecnologías de gobierno,
y la relación salarial, ocupándose del rol que juega en las políticas neolibe-
un discurso utópico, una ficción, unas prácticas, un dispositivo, y en
rales la noción de capital humano forjada por Gary Becker en los años 60.
el seno de este dispositivo un discurso de veridicción. Este discurso de
48 veridicción es la economía. La economía es un régimen de veridicción. 49
El tercer desplazamiento tiene que ver con una lectura estrictamente
Ella declara una verdad o una visión sobre el hombre y va a revelarse
política del neoliberalismo, como extensión unívoca del poder del Estado
como un principio de subjetivación, porque la economía produce una
disimulada bajo los aparatos del antiguo liberalismo y de su defensa del
forma de sujeto, el sujeto de interés.
“laissez-faire”. Michel Foucault describe las sociedades liberticidas bajo
la forma de sociedades que no son estrictamente disciplinarias sino más
Michel Foucault ve cumplirse este gesto conceptual por el hecho de que la
bien normativas y securitarias, o sea, como sociedades de control. Pero, no economía que nace en el siglo XVIII no es una simple teoría de la distri-
es menos cierto que al hablar de “redes de poder” queda una posibilidad bución y de la producción de las riquezas. La economía es más que eso:
de escapar, de aflojar el agarre. La perspectiva de escapar, de “resistir” va ella se da esencialmente en la articulación entre la conducta humana y la
entonces a desarrollarse como en negativo en sus tres cursos, como una vía producción de riquezas. Michel Foucault lo menciona de dos maneras:
silenciosa, abierta al nivel mismo del espacio de la gubernamentalidad, en Por una parte, la economía es una teoría de la evaluación, una ciencia
el seno de la conducción de las conductas de la que nada presagia que ella de la valorización. Y, por otra parte, ella produce un vínculo entre las
sea directamente identificable con una de estas tres perspectivas. No hay, dos escalas macro y micropolíticas. Este vínculo del individuo como
entonces, que esperarse que la resistencia sea directamente pensable en espécimen y la población como especie, se da primero en los fisiócratas,
términos tradicionales: someter la economía a la política o a la regulación en el esquema económico de Quesnay, el cual pone en relación de circula-
del Estado; o bien, esperar que la resistencia surja de los modelos alterna- ridad reproductiva el trabajo de la tierra por los campesinos en un sistema
tivos de otra economía o que esté en reserva en el alcance de las utopías de servidumbre, la distribución de sus frutos por los mercados y la redis-
sociales. tribución por el Estado bajo la forma de ordenación del territorio. En ese
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esquema, la economía revela como un saber especializado, apoyado en la qué se llama económico? Retomando el nacimiento de la disciplina en los
estadística naciente, que objetiva un nuevo dominio de intervención del fisiócratas, Michel Foucault hace visible que la consigna de la economía
poder real, que nosotros llamamos lo “social” solo por defecto. política del liberalismo del siglo XVIII, el laissez-faire no está confinado
al mercado, al intercambio y al modo de producción. Cuando habla que
STP, por su título mismo, define bien que lo social no es el socius. No es ni el liberalismo es en realidad un naturalismo, Michel Foucault quiere
la sociedad civil de los sujetos de derecho, ni el “sistema de necesidades”, la mostrar que el mercado se vuelve un régimen de veridicción porque la
sociedad de productores de Hegel. Este social no es más que la disposición verdad de la cual él es portador es directamente aprehensible en una cierta
de una población y de un territorio unidos por una misma relación con la idea de la naturaleza, heterónoma con relación a las leyes humanas, pero
seguridad o con lo que el antropólogo M. Abélès llama “la problemática de precisamente por este hecho, autónoma y evidente, natural. Es por eso
la sobrevivencia” en su libro Politique de la survie. La sociedad no repre- que estructuralmente el Estado es impotente para sustituirse a la lógica
senta el cohesionante social, el de la convivencia de los sujetos de derecho, de la autorregulación de la economía de mercado. Esta consigna liberal
sino el lugar de la preservación de la vida de lo que Michel Foucault llama constituye una crítica a la soberanía, un principio de autolimitación y
los sujetos de interés: un lugar de sobrevivencia que legitima la forma de racionalidad del Estado. La soberanía del Estado debe autolimitarse
biopolítica del ejercicio de la soberanía. Tal era la conclusión de La Volonté para dejar obrar el mecanismo natural de autorregulación. Y ahí está la
de savoir sobre el racismo de Estado y las políticas eugenésicas. El Estado dimensión de sueño o de ficción de esta tecnología de gobierno: hacer
moderno está orientado por una biopolítica; el Estado gubernamenta- imaginable una sociedad no coercitiva, pero autorregulada por las normas
lizado, última etapa del Estado moderno, no tiene por objeto un terri- mismas del viviente.
torio sino una población, una totalidad imprecisa: productiva en el campo
50 económico, pero activa también por el simple hecho de ser una masa de Hay que defender la sociedad contra el Estado, pero esto no significa 51
organismos vivos. El Estado gubernamentalizado gobierna en función del restituir y aumentar las prerrogativas de la sociedad, del poder arrancado
bienestar y de la sobrevivencia de esta masa viviente que es una población; de las manos del Estado, ni multiplicar los contra-poderes o reforzar el
y lo hace a través de saberes, de los cuales la economía se ha convertido mecanismo democrático. Esto solamente significa dejar obrar el verdadero
en el paradigma, y que se determina como un dispositivo de seguridad. regulador de las conductas: la espontaneidad productiva de la naturaleza.
Solo es, pues, por una proeza semántica que estas conductas pueden ser
Si “«es necesario defender la sociedad»” es, pues, en primer lugar redefi- llamadas prácticas de libertad.
niendo el término heredado de sociedad. Ahora bien, lo que la redefine no
es, como quiere la tradición de los teóricos del contrato social, el artificio Pero hay que defender la sociedad también contra ella misma: preservar la
de una construcción en ruptura con el estado de naturaleza. Es, por el libertad natural de sus miembros contra los obstáculos de su propia repro-
contrario, por todas las dimensiones naturales, biológicas de los especí- ducción y de su buena salud. Michel Foucault vuelve sobre el fenómeno de
menes que la pueblan. Son los mecanismos naturales que actúan en las las penurias y de las hambrunas. No son castigos divinos, pero tampoco
poblaciones, en lo social, lo que hay que defender contra la intervención son responsabilidades del Estado. IFDS insiste largamente sobre la
de un Estado que busca por los artificios de la ley y de la reglamentación evolución para la ciencia económica de los progresos que ha permitido el
intervenir en eso que es del dominio de una regulación inmanente y descubrimiento médico de la variolización. Michel Foucault habla igual-
natural de lo social. El liberalismo es la razón del menor Estado como mente del modelo de la peste como la ocasión de una invención de estas
principio de la organización de la razón de Estado porque la sociedad es tecnologías positivas del poder en la medida en que la peste, a diferencia
considerada como un “conjunto viviente”, un gran sujeto económico. ¿Por de las grandes epidemias de lepra, se maneja a través de cuarentenas que
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no excluyen a los individuos, como sucedía con los leprosos, expulsados su adecuación, no puede ser sino el producto del mercado. Lo político,
de las comunidades, sino, por el contrario, que reúnen a los individuos en el Estado, no puede ocupar el lugar providencial de donde emana esta
sus grupos para hacerlos disponibles de estudios minuciosos que indivi- regulación. Pero la economía como ciencia no pretende tampoco ocupar
dualicen los sujetos enfermos y así asegurar a los sujetos sanos. este espacio: como ciencia, ella no puede sino describir este mecanismo
para limitar las ambiciones demiúrgicas del Estado en nombre de la racio-
La economía como verdad del arte de gobernar engendra una sociedad que nalidad de su funcionamiento y de la redefinición de su objetivo: mejorar
se concibe ella misma como un social policíaco, o como dice Rancière, una las condiciones de vida de su población. Como práctica, la economía no se
policía. Turquet de Mayenne-terminando el siglo XVII-marca para Michel concibe sino como el dominio de la producción con miras al intercambio,
Foucault uno de los autores de referencia para identificar la invención de pero como racionalidad, la economía es el discurso de la providencialidad.
una población convertida en un muestreo de individuos agregados. Las El liberalismo es un naturalismo o un providencialismo.
funciones de policía deben, según él, contener: la instrucción de los niños
pobres, la salud pública, los accidentes de la vida, las normas de comercio Se puede concluir, pues, esta primera travesía de los tres cursos: la
y de producción; en resumen, la actividad de los hombres en relación al economía como discurso de verdad produce un social subsumible
control del Estado. por el mercado porque en realidad el mercado se concibe según cierta
representación occidental de la naturaleza. Es por esta concepción de
¿Cómo distinguir en este caso lo que es económico y lo que es policial? una naturaleza a la vez heterónoma y autorreguladora que el viviente
La economía es una ciencia policial que produce un social policíaco: desarrolla una racionalidad inmanente, un biopoder, cuyo mecanismo ha
el espacio constituido por los dispositivos, los saberes y las técnicas de expurgado la economía, concibiéndolo como un mercado: intercambio de
52 seguridad que amputan al Estado su rol de regulador social puesto que flujos autorregulados. 53
la racionalidad del arte de la economía consiste en la noción de autorre-
gulación. La autorregulación es una noción que atraviesa dos dominios Michel Foucault marcará así la gran diferencia introducida por el neoli-
de positividades: el de la salud y de la enfermedad: la medicina y la beralismo: la eliminación de la referencia natural. Pero la diferencia no se
economía. Por este hecho, la economía se encuentra ampliada más allá refiere a la escala de los grandes conjuntos de lo social, ni siquiera a la idea
del estricto dominio de los intercambios mercantiles, porque la raciona- de la autorregulación por el mercado. Estos mecanismos siguen siendo
lidad de la autorregulación, que el liberalismo atribuye al mercado, en los mismos y el principio de autolimitación del Estado también seguirá
realidad es deudora de la naturaleza. El liberalismo es un naturalismo sin cambios. No hay, contradicción entre providencialismo y liberalismo:
porque en el liberalismo del siglo XVIII el mercado solo se convierte en un esa será la lección del ordoliberalismo alemán. Si se tiene la tendencia a
régimen de veridicción puesto que es un mecanismo natural. En la Edad oponer hoy Estado providencia, política keynesiana y liberalismo es al rol
Media el mercado era un lugar de justicia, la justicia de los intercambios del Estado al que le toca la carga de la confrontación.
equitativos y del precio justo, enmarcados por las normas de las institu-
ciones del feudalismo cristiano. En el siglo XVIII el mercado se convirtió II) Para abordar la última parte de esta exposición que tiene que ver con la
en un espacio “natural” que funcionaba según sus propios mecanismos. subjetivación neoliberal hay que abandonar efectivamente el espacio del
Es un mecanismo providencial que funciona con la libertad natural de siglo XVIII, la problemática general del sujeto de interés incluso si esta
los individuos. Como insiste en ello Michel Foucault, lo que cuenta en el se desarrolla al final de NdeB, donde Michel Foucault retoma la escuela
mecanismo de la autorregulación o de la mano invisible, es más la invisi- escocesa del siglo XVIII. El liberalismo clásico del siglo XVIII pone la
bilidad que la mano. La armonía general de los intereses particulares, cuestión de saber cómo darle espacio, al interior de un Estado consti-
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tuido, a la libertad del laissez-faire. Pero para Foucault la gubernamenta- Se sabe la fórmula: no es que el mercado sea competitivo, es que sea un
lidad encuentra su expresión típica ideal en el paradigma del neolibera- entorno artificialmente constituido y mantenido. Lejos de toda “ingenuidad
lismo alemán pues es con él que la cuestión del siglo XVIII es simplemente natural”, el mercado, ya sea definido por el intercambio o definido por
derrocada. Para exponer esta teoría, Michel Foucault toma la situación la competencia, no es el resultado de un juego natural de apetitos, de
de Alemania al salir de la guerra. El problema será reformulado: ¿Cómo instintos, de comportamientos, etc. (…). Michel Foucault insiste en ello:
hacer existir un Estado a partir de una libertad económica? “la competencia es una esencia. La competencia es un eidos. La compe-
tencia es un principio de formalización. (…) (Foucault, 2004a, p.124).
El programa ordoliberal puesto en marcha en 1948 en Alemania por
Ludwig Erhard, nace de la toma de conciencia de las crisis de la guber-
El mercado sigue siendo, un régimen de veridicción, pero ya no es la
namentalidad liberal. Una es la de Weimar, la otra es la del New Deal. De
naturaleza la que le da su regla; en adelante es una esencia construida: la
estas dos crisis Erhard hace responsable al dirigismo y al intervencionismo
fórmula de una competencia autorreguladora. Se comprende, entonces,
del Estado, a su preocupación planificadora. Para Erhard, la legitimidad
por qué la estatización no desaparece sino que cambia solamente de
política se puede decir en una sola frase: el respeto de la libertad individual.
Es por esto que a sus ojos la única institución que puede hablar en nombre naturaleza: ya no es regular sino planificar, según la distinción de Walter
de una población no es la del Estado sino la de un sistema estatal “que Eucken. La acción estatal neoliberal no desaparece, lejos de ello, pero el
establezca a la vez la libertad y la responsabilidad de los ciudadanos”. Estado neoliberal ya no es, según Foucault, sino el “efecto móvil de un
Él muestra que la organización voluntarista de un mercado interior y la régimen de gubernamentalidad múltiple”.
creación de una moneda única para los cuatro territorios repartidos por
54 las potencias victoriosas, han valido el “contrato social al revés”, contrato La acción estatal se hace de otra manera: en dirección del entorno de la 55
de entrada en sociedad, en una situación en la que la vida política de una economía. Las políticas públicas tienen por objeto la transformación de
nación se construye sin Estado, pero se construye, sin embargo, por la este “gran sujeto” que es la sociedad vigilada, ellas tienen en la mira la
economía. Proceso que E. Balibar llamó un “estatismo sin Estado”. técnica, la naturaleza, los derechos de propiedad; dicho de otro modo, el
conjunto de variables del medio cultural y social en el que puede tener
La otra dimensión radical inédita que reemplaza el naturalismo del siglo lugar la competencia. Como en una repetición modernizada del programa
XVIII es que el mercado autorregulado construye una nueva experiencia
de Turquet de Mayenne, Foucault señala que la ciencia económica nunca
de la historia y de la temporalidad. Nueva dimensión de la historia que
es presentada como debiendo ser la línea de conducta, la programación
consiste en encontrar la fórmula para una regulación de la sociedad
completa de lo que podría ser la racionalidad gubernamental” (Foucault,
que ya no esté salpicada por la historia de las generaciones de propie-
2004a, p.290). La ciencia económica está a la vez más restringida y, sin
tarios y obreros, la constitución de carteles o de sindicatos, sino por la
embargo, diseminada en la acción pública. Es en eso que ella es “política
medida, eternamente recomenzada, del crecimiento y de la evaluación
de los mercados. La competencia como lógica económica esencial solo de la vida”, biopolítica o, dice entre otras cosas Foucault, “política de
aparecerá y producirá sus efectos bajo un cierto número de condiciones sociedad” que favorecerá, por ejemplo, la inversión en educación, en la
que habrán sido cuidadosa y artificialmente ordenadas. “La competencia cultura y, por supuesto, en la salud, y, más recientemente, en el medioam-
pura debe ser un objetivo y solo puede ser un objetivo, un objetivo que biente. El neoliberalismo critica y rechaza la planificación económica,
supone, por consiguiente, una política indefinidamente activa” (Foucault, pero promete en su lugar formas de planificación social: “contractuali-
2004a, p.124). zación de la vida común”, dice Michel Foucault (Foucault, 2004a, p.251).
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Es este cambio de gubernamentalidad lo que induce a una individuali- un productor valorizador de él mismo y que se vuelve así maleable para
zación de las medidas de aplicación, a una focalización de nicho, a una responder a las modificaciones normativas de su entorno.
responsabilización de los ciudadanos, lo que significa una juridización de
su existencia, con el objetivo de establecer y hacer respetar el principio Quisiera terminar interrogando la carga crítica que pesa sobre esta
totalizante de la competencia a través de toda la sociedad que se ve así evolución. De Lagasnery (2012) en un libro titulado La dernière leçon de
transformada en “sociedad de empresa” (Foucault, 2004a, p.152). Es así M. Foucault, buscaba ver en estos cursos una tentación liberal de Michel
como se establece la extensión máxima de la lógica competitiva en el Foucault: la tentación de un anarquismo de izquierda que encontraría en
corazón de la existencia individual. El principio del gobierno de sí y del la sociedad neoliberal y en el proyecto del capital humano un proyecto de
gobierno de los otros coincide en la idea de un sujeto que puede dictarse sociedad no disciplinaria y no coercitiva, donde el poder normalizador
a sí mismo principios de veridicción homólogos a los que valen para la sería en definitiva, menos pesado de soportar y más en la medida de
gubernamentalidad de grandes conjuntos. Para hacer esto, era necesario sostener el apego moderno a la libertad individual.
un operador racional y esta fue la invención del Capital Humano de Gary
Michel Foucault ve indiscutiblemente en el neoliberalismo una superación
Becker.
de la soberanía del Estado, pero cuya contrapartida es en realidad una
estatización aumentada de las conductas individuales y colectivas. Si se
La articulación entre omnes et singulatim, entre los especímenes y la especie,
separan estos análisis del fondo epistemológico de donde nacen se corre
encuentra su coherencia la noción de capital humano. representa también
en efecto el riesgo de ver en ellos la apología de un anarco-liberalismo
una ruptura epistemológica es porque él modifica radicalmente la manera
dudoso. En la lección del 28 de marzo de Naissance de la Biopolitique,
56 de aprehender el trabajo, volviéndolo disponible para una subjetivación.
Michel Foucault tiene cuidado de precisar su posición. Sostiene que el 57
El trabajo humano es considerado por los clásicos (Ricardo o Smith) como
concepto de capital humano ha dotado a la tecnología de gobierno de
un recurso indiferenciado y pasivo del proceso de producción. Incluso
un pilar extremadamente fuerte, individualizando las intervenciones de
en Marx el trabajo abstracto es una producción inasignable del capital,
la sociedad competitiva. Plantea el argumento que consistiría en identi-
pero que contribuye a subrayar el carácter de variable siempre ya dado e
ficar esta biopolítica con la biopolítica eugenésica del racismo de Estado
incluso en abundancia en el proceso de producción. Gary Becker cambia analizada en la Volonté de savoir. Pero él se rehúsa a hablar de eugenismo
la situación haciendo del trabajo un recurso productivo como los otros, en la medida en que una sociedad se concibe como medio de crecimiento
lo que quiere decir, un recurso que hay que considerar en su escasez. Es del capital humano. Por consiguiente, retoma la idea de una sociedad de
decir, según la calificación que le asignan con fines particulares. El trabajo control, es decir, de una sociedad cuyo control engendra una selección de
se transforma en una actividad que debe ser analizada no en términos de los humanos capitalizables, o más bien, una selectividad de las aptitudes
procesos de producción sino en términos de programación estratégica de capitalizables sobre las cuales hacer recaer el esfuerzo de inversión estatal.
las actividades individuales. El trabajador se convierte así en capital por En esta lección del 28 de marzo, sin ninguna duda, las sociedades liberales
sus aptitudes, por sus competencias. El hombre es puesto así en el centro se revelan por lo que son: sociedades de discriminaciones permanentes
de la economía: y por lo que parece lo más humanista, sus capacidades, que reposan sobre el proyecto de aumentar la riqueza social global a
sus aptitudes, se trata de “empoderar”. partir de las riquezas tradicionales, la tierra, el capital, el trabajo, pero que
complican la relación entre el valor creado y los medios de producción,
Yo no insisto más sobre la subjetivación de un homo oeconomicus que puesto que lo que la noción de capital humano resalta es una noción de
ya no es solamente un consumidor o un calculador sino esencialmente capital no sustantiva. Las competencias humanas a valorizar, en la medida
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en que se pueden segmentar las cualidades, se muestran dependientes ralismo es, pues, una construcción destinada a organizar la competencia a
de un poder semántico indeterminado. No es la fuerza de trabajo lo que través de la construcción de la escasez. Pero se pone la cuestión de saber lo
constituye el valor del capital humano. En la fuerza de trabajo en realidad, que puede hacer con las escaseces inducidas por su organización. Por una
la vida nunca está desnuda. La superación de Marx se hace aquí sobre inversión dialéctica bien real, el agotamiento de ciertos recursos energé-
la comprensión del hecho de que la identificación de un recurso se debe ticos se convierte en un objeto de luchas.
a la condición de escasez. Ahora bien, la escasez no es natural, nace de
una comparación, de una puesta en competencia entre los recursos dispo- Sin embargo, con el viviente se tenía, de cierto modo, un término sobre el
nibles. Ninguno de los sitios del valor es natural, ni dado, como tal, sino que cual instruir un reparto, preservar un invaluable, en sociedades que han
toda cualidad natural se vuelve constructible según el eidos competitivo. hecho de la vida el sitio de su admiración, el reflejo de lo divino, e incluso
El valor ya no tiene nada substancial sino que depende enteramente de su el valor último a proteger. Pero lo que revelan la gubernamentalidad y su
puesta en competencia con otros valores, de manera que cada cualidad veridicción por la competencia es un formalismo ciego a las determina-
del capital humano es el resultado de una segregación y de un abandono ciones cualitativas de los valores que se ponen en competencia. La noción
de otras potencialidades productivas. Una segregación que engendra la de capital humano significa el grado cero de esta identificación del ser
competencia que permite valorizar cualquier cosa. al capital, pues es capital todo lo que puede ser valorizado en función
de un cálculo del riesgo tomado al poner este valor en competencia con
Eso se ve claramente hoy con el desarrollo de un mercado de órganos, de otros valores. No es su calidad de ser viviente lo que hace de los humanos
un mercado de fetos, de un mercado de vientres maternos y se podrían animales políticos modernos; son sus conductas las que hacen de los
multiplicar los ejemplos. Pero estos dejan pensar que el viviente como tal, humanos un capital disponible para una valorización en un mercado.
58 la desnudez de un bios representa un valor que habría sido abandonado y Son, pues, las conductas más que el viviente el verdadero objeto de la
59
sustraído a su mercantilización. El mercado del arte está ahí para decirnos gubernamentalidad neoliberal.
que eso no es así de ninguna manera. Se podrían tomar otros ejemplos
de los aparatos inútiles de las producciones artificiales de la impresora Michel Foucault acredita así esta invención del neoliberalismo americano:
en tres dimensiones. La distinción de lo mercantil y de lo no mercantil en él, la economía se redefine como la ciencia de la sistematicidad de las
se ve reemplazada por lo que es competitivo y lo que no lo es. El valor respuestas posibles, de las conductas posibles, a un entorno competitivo.
no surge de la sola forma mercantil sino de la posibilidad para cualquier Pues, lo que une estas diferentes dimensiones que utilizan la noción de
cosa, viviente o no, útil o no, de insertarse en un marco de intercambio capital humano se refiere a la matriz de objetivación que las hace posibles.
competitivo. No hay capital humano sin Ciencias Sociales para objetivar las cualidades
capitalizables.
De allí resulta que el valor que se otorga al viviente como fuerza productiva
no es el único punto de mira de la gubernamentalidad. La gubernamenta- Para concluir, quisiera volver a un pasaje de IFDS en el que Michel
lidad no está pegada al biopoder. La biopolítica depende de lo que puede Foucault da un ejemplo de genealogía de los saberes en la organización de
ocurrir en términos de régimen de veridicción. El poder del viviente, el de los saberes técnicos y tecnológicos a finales del siglo XVII. Una genealogía
la multitud que ordena nuevas formas productivas, el de la inteligencia de las ciencias humanas como tecnologías de gobierno.
colectiva inasignable en términos de propiedad individual no es el punto
de mira único del neoliberalismo competitivo ya que cualquier cosa es Aludiendo al Kant de El Conflicto de las Facultades, Michel Foucault retoma
susceptible de ser puesta en competencia con cualquier cosa. El neolibe- la idea de que los saberes técnicos hasta esta época bisagra han estado
De la gubernamentalidad a las contra-conductas. Lectura cursiva de los tres cursos
Michel Foucault 30 Años: de Michel Foucault sobre la evolución del liberalismo
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Marie Cuillerai

caracterizados por la libertad y por el secreto. Secreto para garantizar la contra-conducta. Pero si se permite un salto en el tiempo, es en las Leçons
libertad de quien es su poseedor y libertad consentida por los poderosos, sur la Société punitive, casi 10 años antes, a propósito de las revueltas
al abrigo del secreto, para poder utilizar estos conocimientos peligrosos. del siglo XVI en Inglaterra, las de los Ludistas, y en el siglo XVIII, las de
Michel Foucault juega con la referencia a la alquimia y a la historia, a la los descalzos franceses, es en estas páginas que Michel Foucault (2013)
contrahistoria de la lucha de las razas. Pero el siglo XVII, con el empuje mejor describe una manera de conducirse colectivamente, de conducirse
del liberalismo y de este nuevo saber económico, conoce una forma de a sí mismo y de conducir así un movimiento de revuelta. Las contra-con-
lucha alrededor de los saberes que va a conducir-según Foucault-a cuatro ductas siempre son inmanentes a una gubernamentalidad, no le son
grandes nuevas operaciones: Eliminación de los saberes económicamente exteriores; están hechas de las mismas prácticas discursivas y no discur-
inútiles, normalización de los códigos de producción y de difusión de los sivas; obedecen en la lucha a los intereses en competencia y actúan por
saberes, clasificación jerárquica de los saberes en función de su poder pequeños toques; por el hecho, dice Michel Foucault, de apoderarse de
de generalización y, finalmente, centralización en las instituciones de ciertos fragmentos del poder “para reactivarlos, ponerlos al revés, recrear
enseñanza. La Enciclopedia aquí en Francia y la creación de las Grandes los mitos del poder” (p.31).
Escuelas son los emblemas de este procedimiento de disciplinarización
en los dos sentidos de la palabra, del conocimiento y de las ciencias. Este Puede ser que nos sea ofrecida una oportunidad de invertir la tendencia
momento señala un giro para la filosofía, obligada a dejar el lugar que Kant competitiva en la universidad haciendo de los lugares del saber y del saber
quería todavía conservarle. La voluntad de saber, la exigencia de conocer mismo un lugar de ejercicio de las contra-conductas, es decir, de resis-
le cede el lugar a la voluntad de verdad, el hablar experto se substituye al tencia a las conductas organizadas por el neoliberalismo. La selección
hablar verdadero. Y como se sabe, esta lucha alrededor de los saberes por de los saberes, la institucionalización de los conocimientos todavía están
60 los poderes constituyó la universidad moderna. Y continúa haciéndolo. en las manos de los investigadores y de los estudiantes; nos corresponde 61
Estamos en ello totalmente. a nosotros traer a la universidad los saberes aficionados, los saberes
profanos, la multitud de conocimientos y de disciplinas engendradas por
Frente a la constatación trágica de una política societal que nos engloba en una economía ampliada a las actividades soñadas por la policía de Turquet
un porvenir competitivo generalizado y para dar a estas últimas palabras de Mayenne y Walter Erhart; nos corresponde a nosotros apropiarnos de
una nota de “pesimismo alegre” que les gusta a Deleuze y a Foucault, los saberes tradicionales para hacer de ellos contra-saber y, como dice
quisiera recapitular esta travesía de la obra foucaultiana permitiéndome Foucault, poner al revés, recrear los mitos de otro poder.
lo sincrónico. IFDS viene en primer lugar, porque propone el análisis del
poder pastoral como una matriz de la formación de la gubernamenta-
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
lidad. Y es en el momento de analizar las sediciones de la pastoral que De Lagasnerie, G. (2012). La derniere leçon de Michel Foucault: Sur le néolibéra-
Michel Foucault le da más relieve a lo que entiende por conducta. Es en el lisme, la théorie et la politique. Paris: Fayard.
análisis de las formas de resistencia al poder pastoral que aparece todo el Foucault, M. (1966). Les mots et les choses. Paris: Gallimard.
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de la economía. Michel Foucault habla entonces de resistencias, de ilega- Foucault, M. (1975). Surveiller et punir. Paris: Gallimard.
lidades, de desobediencias. En una ida y vuelta con el presente, crea como Foucault, M. (1976). Histoire de la sexualité I. La volonté de savoir. Paris: Gallimard.
imágenes dialécticas a lo Benjamin, mezclando disidencia y revueltas Paris: EHESS/ Seuil/Gallimard.
religiosas y campesinas de la Edad Media. El término que se impone Foucault, M. (1997). Il faut defender la société. Cours au Collège de France (1976).
finalmente para reunir todas estas conductas insurreccionales es el de Paris: EHESS/ Seuil/Gallimard.
Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 63

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Coaching: Neoliberalismo
y subjetividad. Nuevos
mecanismos disciplinarios
Luis Daniel Pico Páez
Universidad de los Andes

Foucault reconoce un desplazamiento de las técnicas disciplinarias en sus


análisis sobre las relaciones de poder en la actualidad. Dichos análisis
cobran sentido a la luz de una reflexión sobre las formas de gobierno neoli-
62 berales y de las nuevas técnicas de gobierno de la conducta individual.
Este escrito busca articular la pregunta por los nuevos mecanismos disci-
plinarios y las nuevas formas de ejercicio del poder en el management
contemporáneo, específicamente el coaching, con una pregunta sobre la
producción de cierta subjetividad neoliberal. Se pretende mostrar cómo
dicha articulación ocurre en varios niveles y cuáles son sus caracterís-
ticas principales a la hora de pensar el cuerpo necesario para el arte de
gobernar neoliberal. Este cuerpo, ahora modificado y fragmentado de
una forma completamente nueva, es el cuerpo de las competencias, lo que
implica una nueva forma de trabajo sobre sí que reproduce el coaching.

¿RETIRO DE LAS TÉCNICAS DISCIPLINARIAS?

Foucault (1991) sostiene que el desarrollo del capitalismo exigía el


desarrollo y ampliación de las técnicas disciplinarias en la medida en que,
Cómo citar este capítulo: gracias a ellas, el poder podía actuar “positivamente”, creando fuerza de
Cuillerai, M. (2018). De la gubernamentalidad a las contra-conductas. Lectura cursiva de los tres cursos de
Michel Foucault sobre la evolución del liberalismo. En L. M. Lozano Suárez, y A. Rodríguez Manzano, trabajo, educando y adiestrando a los cuerpos a la vida de las fábricas, lo
(Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de sí (págs. 43-62).
Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico. que traería abundancia y riquezas para la nación, fomentando su calidad

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: Coaching: Neoliberalismo y subjetividad. Nuevos mecanismos disciplinarios
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luis Daniel Pico Páez

de vida. Sin embargo, Foucault en varias ocasiones admite un repliegue de Parecería entonces, que desde los años 60 Foucault reconoce que las
las técnicas disciplinarias en la actualidad. En una entrevista concebida a técnicas disciplinarias han retrocedido y han dado pie a formas de poder
la revista Quel Corps, Foucault (1992) admite desconocer el tipo de cuerpo individualizantes que aún no ha estudiado, no ha investigado1. ¿Cómo
que requieren los dispositivos actuales de poder, dada una “relajación” de podemos estudiar dichos desplazamientos? ¿Cómo podemos dar cuenta
de los nuevos cuerpos que son necesarios para las nuevas formas de
las técnicas disciplinarias sobre el mismo:
producción en el capitalismo? ¿Bajo qué tipo de metodología podemos
acercarnos para pensar la respuesta a estas preguntas? Para Foucault,
Pienso que desde el siglo XVIII hasta comienzos del XX, se ha
como lo ha mostrado en diversas ocasiones, el estudio de una experiencia
creído que la dominación del cuerpo por el poder debía ser
se da en términos de “la correlación, dentro de una cultura, entre campos
pesada, maciza, constante, meticulosa. De ahí esos regímenes
de saber, tipos de normatividad y formas de subjetividad” (Foucault, 2012,
disciplinarios formidables que uno encuentra en las escuelas, p.10). En consecuencia, si deseamos dar cuenta de la configuración del
los hospitales, los cuarteles, los talleres, las ciudades, los sujeto productivo en la actualidad, debemos hacer un seguimiento a los
inmuebles, las familias... y después, a partir de los años desplazamientos de las formaciones discursivas, de los cambios en las
sesenta, se da uno cuenta de que este poder tan pesado no técnicas de poder y en las distintas formas en las cuales los individuos
era tan indispensable como parecía, que las sociedades indus- realizan un trabajo sobre sí mismos con objetivos particulares. En otras
triales podían contentarse con un poder sobre el cuerpo palabras, debemos rastrear los desplazamientos más importantes en los
mucho más relajado. Se descubre entonces que los controles dispositivos de poder-saber que tienen efectos en las formas en que nos
de la sexualidad podían atenuarse y adoptar otras formas... configuramos como sujetos.
64 Queda por estudiar de qué cuerpo tiene necesidad la sociedad
65
¿QUÉ ES COACHING?
actual. (Foucault, 1992, P. 106)

Antes de empezar a dar pistas sobre dichos desplazamientos, hagamos


En otro momento, en una conferencia titulada Nuevo orden interior y
un repaso sobre algunas características de dicha práctica de gobierno de
control social, Foucault (1985) afirma que la disciplina exhaustiva ya no la conducta actual que consideramos importantes para nuestra investi-
es la que rige la racionalidad de los gobiernos y que estamos ad portas de gación2. El coaching es visto hoy como un proceso de “desarrollo humano”,
una nueva economía del poder, una nueva asignación de los esfuerzos y de una herramienta para el descubrimiento y afianzamiento de actitudes y
las formas de administrar las fuerzas de la población. Asimismo, en una hábitos que permiten desempeños óptimos en el trabajo y la vida en general
de sus clases en el Collège de France, en el marco del curso Nacimiento de (Cox, Bachkirova & Clutterbuck, 2010; Withmore, 2009; Biswas-Diener,
la Biopolítica, sostiene que en el análisis de la actualidad de la guberna- 2009). Por medio de unas preguntas dirigidas a potenciar el autoexamen y
mentalidad neoliberal el autocontrol, el coaching sostiene que los trabajadores, y eventualmente
cualquier persona, pueden incrementar su productividad, sus compe-
lo que aparece en el horizonte (…) no es de ningún modo el 1. El texto de Deleuze sobre las Sociedades de Control (1999), es también un intento por mostrar ciertos fenómenos
que dan pistas sobre nuevos tipos de racionalizaciones sobre la forma en que se ejerce el gobierno de la conducta
ideal o el proyecto de una sociedad exhaustivamente disci- poblacional. Sin embargo, las distancias metodológicas con Foucault son amplias y sus implicaciones en la investiga-
ción sobre el cuerpo necesario quedan apenas demarcadas por ciertos fenómenos que vale la pena examinar mejor
plinaria en la que la red legal que aprisiona a los individuos en otra oportunidad.
2. Dado el objetivo del texto y su extensión, no profundizaré en las múltiples facetas del Coaching identificadas por
sea relevada y prolongada desde adentro por mecanismos, sus defensores y en la múltiplicidad de formas para definirlo y abordarlo. Si se me permite, haré un barrido por
los elementos que constituyen principalmente sus discursos y en su generalidad, para pasar directamente a la parte
digamos normativos”. (Foucault, 2007, p.302) propositiva del texto.
Michel Foucault 30 Años: Coaching: Neoliberalismo y subjetividad. Nuevos mecanismos disciplinarios
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luis Daniel Pico Páez

tencias y lograr su autorrealización (Payne, 2007; Withworth, Kimsey- visibles y enunciables los “recursos” que tiene para reducirla, por medio de
House, Kimsey-House & Sandahl, 2007; Aragón & De Uña Repetto, 2009). preguntas abiertas que enfoquen al individuo y le ayuden a ser consciente
Esta técnica se ha convertido en una tendencia importante a la hora de de sí y responsable por su desempeño. De esta manera, el examen de sí no
pensar el gobierno de sí y de los demás en las empresas contemporáneas se detiene en la meta a lograr sino en los recursos que posee o tiene a la
y otros escenarios. mano y no ha “descubierto” para cumplirla.

¿De qué forma se logra esto? El coach hace preguntas, llamadas “poderosas” En segundo lugar, para que este examen tenga sentido, implica una noción
o “potentes”3, que aumenten la conciencia y la responsabilidad del coachee de veracidad: el coachee es sincero con el coach; no debe mentirle. Si el
respecto a información relevante sobre su entorno y sobre sí mismo, proceso es un autoexamen, cuyo fruto es un enunciado que es una identi-
para cumplir sus metas. Tal como afirman sus defensores: el coach no ficación por parte del coachee, con un ser futuro que surge de la propia
da órdenes, no enseña contenidos cognitivos, no juzga como correcto o biografía, es necesario que “no me mienta a mí mismo”, que rastree
incorrecto. mis deseos y les dé un sentido. Esto implica cierta configuración de la
identidad, una relación con una propia verdad, como ser de deseos, de
Repasemos brevemente el proceso donde dichos elementos cobran carencias, que se obtiene de un imbricado proceso de subjetivación, de
sentido. En primer lugar, encontramos la importancia de la distancia entre examen y trabajo sobre sí mismo.
el lugar en el cual se encuentra el dirigido y el lugar donde quiere estar.
Esta distancia es producida en la misma conversación entre los dos (coach NORMA: EJERCICIO “POSITIVO DEL PODER”
y coachee) y articulada verbalmente para que tenga el efecto requerido,
66 que sea visible e inteligible para los dos. Cuando el coach pregunta: ¿Cuál Pasemos ahora al análisis de las características y desplazamientos que 67
es tu objetivo? ¿Qué deseas? ¿Qué quieres?, etc., dicho objeto por el cual legitiman el uso de esta técnica de gobierno de la conducta como útil
se pregunta no está allí dado a la experiencia del dirigido, por ello, debe para lograr ciertos objetivos estratégicos. Para Foucault, el marco del
hacer un esfuerzo para crearlo, examinando su historia, sus pensamientos, biopoder es un dispositivo de intervención “positivo” sobre las fuerzas que
lo que le ha causado placer, lo que no, lo que soñó, lo que temió... etc. La la atraviesan. El desplazamiento del dispositivo jurídico, característico
pregunta como tal genera un movimiento que implica, que para respon- del poder soberano, que dio lugar al ejercicio del poder con base en la
derla, yo deba examinar mi biografía, esto es, quién he sido o logrado ser, normalización, es primeramente un cambio en la forma en que el poder
y a partir de allí, producir una distancia: quién no soy y quién quiero ser atravesaba los cuerpos de los sujetos. Bien muestra Foucault la forma en
o lograr ser. Dicha articulación debe atravesar una serie de obstáculos que la norma va a configurar una nueva herramienta en el objetivo de
para que su enunciado tenga características de posibilidad (que no esté gobernar la conducta de los sujetos, que se articula con estrategias de
fuera del alcance de su acción, que sea medible, fragmentable y, por lo
invididualización y totalización de la conducta correcta. A diferencia de
tanto, que sea posible vigilar y controlar su cumplimiento). Además, ya
la ley, cuya naturaleza es partición binaria entre lo permitido y lo vedado,
creada la distancia, es necesario que el dirigido se concentre en ella y haga
la norma–lo reconoce Foucault–permite cuadricular los espacios infinita-
3. Sobre el tipo de preguntas que hacen los Coaches, el ejemplo que da Whitmore es bastante ilustrativo: en el campo mente, segmentar los cuerpos, formular exámenes, vigilar los avances y
deportivo, muchos entrenadores dicen a sus deportistas: “¿estás mirando la pelota?”, o preguntan: “¿por qué no
estás mirando la pelota?”. Frente a estas preguntas, el deportista responde defendiéndose, mintiendo o desviando retrocesos y, en últimas, excluir la anormalidad.
su atención hacia el agarre del piso, el mango de la raqueta, etc. Sin embargo, cuando se hacen preguntas efectivas,
asegura Withmore, las cosas cambian. Una pregunta efectiva sería entonces: “¿en qué dirección gira la pelota cuando
se dirige hacia usted?” o “¿gira esta más rapido o más lento despues de rebotar?”. Con este tipo de preguntas, es
necesario que el deportista centre su atención en la pelota para responder, aumente su conciencia del entorno y ¿Qué tipo de normalización ocurre en el coaching? Es cierto que no es
se responsabilice de su acción frente al movimiento de la pelota (Withmore, 2009). Para saber más de los tipos de
preguntas y la racionalidad detrás de ellas, ver también: Aragón y De Uña Repetto (2009) y Payne (2007). evidente que lo que haga el coach sea un examen que ubique al sujeto
Michel Foucault 30 Años: Coaching: Neoliberalismo y subjetividad. Nuevos mecanismos disciplinarios
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luis Daniel Pico Páez

frente a un esquema de normalidad previamente establecido como se Una transformación es la libertad económica como principio de Estado.
haría en el taller del siglo XVIII, o la fábrica de inicios del siglo XX. Sin Para Foucault, esto implica un desplazamiento importante frente a
embargo, la forma en que la naturaleza de la norma se imbrica en el los liberales clásicos que consideraban que el intercambio era la pieza
proceso dice mucho de algo que podríamos llamar “nuevos mecanismos fundamental del análisis económico y de la política económica, un inter-
disciplinarios”. Lo que busca el coach es que, dialógicamente, el coachee cambio en el cual el Estado no debía mediar como un tercero, sino como
enuncie una norma de evaluación y diagnóstico, medible y cuantificable, un vigilante que velara por la protección de la propiedad privada. En esa
sobre sí mismo que le permita valorarse como exitoso o no exitoso, que medida, los liberales consideraban aquel espacio de intercambio como un
le permita vigilarse y autocorregirse. Podríamos llamar a este proceso escenario natural, donde el Estado debía intervenir lo menos posible. El
auto-normación, en el sentido de darse a sí mismo una norma que permita gran movimiento del neoliberalismo alemán es que al invertir el problema
ubicarse en una cuadrícula de medición, con variables explícitas sobre de legitimidad del Estado, también invierten su concepción de la política
el desempeño y la identidad personal. Evidentemente, dicha cuadrícula económica. Para los neoliberales alemanes –ordoliberales– más que el
de medición ya está soportada en la forma en que la institución plantea intercambio, la primera piedra del mercado es la competencia, y esta no es
sus metas y objetivos, en cuanto a sus desempeños y de los perfiles de necesariamente un dato natural del mercado. La competencia es el efecto
los empleados que van a ejecutarlos. No se trata de una vuelta al sujeto de una serie de actividades de gobierno bastante activas. El Estado debe
autónomo, sino a una incitación a hablar de sus deseos, para gobernarlos fomentar la competencia pura pura esta no es la naturaleza del mercado
bajo una red de posiciones diferenciales de éxito y fracaso, por medio de tal como afirma Foucault (2007) se trata de gobernar para el mercado y no
la comparación constante entre personas y resultados. a causa de él. Las consecuencias de esto en el arte de gobernar neoliberal
consisten en una amplificación del mecanismo de competencia a toda la
68 NEOLIBERALISMO Y CUERPOS COMPETENTES sociedad; se trata de reconfigurar el sujeto en uno ya no de intercambio,
69
como en el liberalismo, sino un sujeto de la empresa. La empresa como
En el curso titulado El Nacimiento de la Biopolítica, Foucault muestra dos actor competitivo en un mercado es la forma que se pretende generalizar
anclajes de la crítica al arte liberal de gobernar que al tiempo implicaba a toda la sociedad: la vivienda, la familia, el vecindario, la persona.
una reactivación y reapropiación de los principios liberales: el neolibe-
ralismo alemán y el estadounidense. El primero estuvo enmarcado en El neoliberalismo norteamericano tiene también un contexto parecido
tres exigencias: reconstrucción de Europa luego de la Segunda Guerra al alemán: la política del New Deal, el plan Beveridge, la diseminación y
Mundial, la planificación de dicha reconstrucción bajo la presión del Plan ejecución del intervencionismo keynesiano, además de una crítica fuerte
Marshall, y el compromiso para evitar la repetición de formas políticas a todo lo que pudiera pertenecer a un orden político militar. Sin embargo,
como el fascismo y el nazismo en Europa. Bajo estas exigencias, ocurre según Foucault (2007), tiene diferencias profundas. En Estados Unidos, el
uno de los principales desplazamientos del neoliberalismo frente al pensa- liberalismo como discurso y técnica gubernamental siempre estuvo como
miento liberal de Turgot y los fisiócratas. Mientras que para estos últimos piedra angular de todas las reflexiones políticas desde la independencia.
el problema era, dado un Estado, cómo permitir la libertad económica Más que ser una mera elección, una política económica de posguerra, el
necesaria para maximizar sus fuerzas, el problema para el neoliberalismo liberalismo en Estados Unidos hace parte fundamental de su constitución
alemán en la postguerra era el opuesto: dada la inexistencia de un Estado como nación, hace parte de toda discusión sobre sus formas y análisis
legítimo, deslegitimado por la historia, cómo crearlo a partir de la libertad de gobierno. Otra de las transformaciones más importantes que trae el
económica, del mercado como instancia de veridicción de la práctica neoliberalismo norteamericano, es hacer visible la complejidad del factor
gubernamental, que es un espacio no estatal (Foucault, 2007). trabajo, su descomposición en capital y renta, que no estaba en los análisis
Michel Foucault 30 Años: Coaching: Neoliberalismo y subjetividad. Nuevos mecanismos disciplinarios
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luis Daniel Pico Páez

de Marx, o los economistas clásicos como Smith o Ricardo. Consiste en En primer lugar, la escala del control: no estamos en el caso de tratar el
una introducción de este factor en el análisis económico, un giro episte- cuerpo, en masa, en líneas generales, como si fuera una unidad indiso-
mológico que implica nuevas formas de ver y entender lo que conlleva ciable, sino de trabajarlo en sus partes, de ejercer sobre él una coerción
la fuerza laboral en su producción de trabajo. ¿Por qué trabaja un asala- débil, de asegurar presas al nivel mismo de la mecánica: movimientos,
riado? Por su salario, y ¿qué significa para él este salario? Una renta a un gestos, actitudes, rapidez; poder infinitesimal sobre el cuerpo activo. A
capital humano, hereditario o adquirido, que se refiere a las características continuación, el objeto del control: no los elementos, o ya no los elementos
físicas y psicológicas del trabajador que pone a disposición en el mercado; significantes de la conducta o el lenguaje del cuerpo, sino la economía, la
el trabajador es ahora una idoneidad-máquina en constante adecuación eficacia de los movimientos, su organización interna; la coacción sobre
con el objetivo de maximizar su beneficio. El homo oeconomicus del las fuerzas más que sobre los signos; la única ceremonia que importa
neoliberalismo, ya lejano del sujeto de intercambio, es el empresario de sí realmente es la del ejercicio. La modalidad, en fin: implica una coerción
mismo: un sujeto que toma unas decisiones respecto a la inversión sobre ininterrumpida, constante, que vela sobre los procesos de la actividad más
sí, su capital humano, para obtener de él un beneficio, esto es, su propia que sobre su resultado y se ejerce según una codificación que reticula con
felicidad (Foucault, 2007). la mayor aproximación el tiempo, el espacio y los movimientos (Foucault,
2002, p.141).
Estos dos tipos de neoliberalismo, el ordoliberal y el nortamericano,
aunque diferentes, tienen en común el encontrar como fundamento de sus Así pues, encontramos tres características del control disciplinario que se
análisis a la empresa, ya no al individuo o algún mecanismo natural. La deben analizar: la escala del control, el objeto y la modalidad: una escala
empresa como grilla de inteligibilidad de los comportamientos humanos, coercitiva en los niveles más detallados del cuerpo, distinto a una escala
70 se vuelve capaz de integrar cualquier actividad que involucre una decisión de la masa o de la multitud; la eficacia de los movimientos y su organi- 71
entre fines alternativos a partir de recursos escasos, incluso que exceda zación interna, a diferencia de una preocupación por los signos, y un
el campo meramente económico. Desde el criminal, que maximiza su modo de coerción ininterrumpida y constante sobre el proceso, más que
beneficio al robar minimizando sus riesgos de ser atrapado; la actividad sobre el resultado. En efecto, tal como hemos visto en el caso de coaching,
de una madre de amamantar a su hijo, buscando maximizar el capital estas tres características fundamentales del tipo de control del dispositivo
humano de este, al tiempo que maximiza su placer psicológico, su satis- disciplinario se han desplazado. Tenemos más bien una relativa inversión,
facción; o un matrimonio que se configura como un grupo de contratos a un aparato finamente diseñado, pensado y configurado para velar por los
largo plazo para minimizar costos de transacción. resultados, por sus signos, y auscultar el cuerpo como una masa. Dicha
inversión se sostiene, no en la desaparición de la relevancia de los gestos,
NUEVOS MECANISMOS DISCIPLINARIOS Y NEOLIBERALISMO movimientos, etc: sino en la adición de un elemento sobre el cual estos se
subsumen y su medición implica un nuevo campo de saber y de poder: las
Veamos pues, cómo podemos rastrear los desplazamientos en las técnicas competencias.
de poder asociadas a los nuevos mecanismos disciplinarios ubicados en
el arte de gobierno neoliberal. En su exposición sobre el poder discipli- Tal como afirma Townley (1998), la competencia es un término asociado
nario y su esquema de producción de cuerpos dóciles, Foucault sostiene a la obra de McClenland, psicólogo estadounidense, donde se expone la
que el cuerpo ha sido objeto de interés para distintos tipos de poderes en imbricada relación que hay entre el ambiente y la conducta. Las compe-
distintas épocas históricas, pero que en dicho dispositivo disciplinario del tencias son aquellas características o habilidades que hacen capaz a un
siglo XVIII hay características que adquieren una novedad relevante. individuo de tomar decisiones apropiadas frente a un contexto dado. Una
Michel Foucault 30 Años: Coaching: Neoliberalismo y subjetividad. Nuevos mecanismos disciplinarios
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Luis Daniel Pico Páez

competencia es una característica subyacente de una persona que usa en inteligibilidad de las competencias. El coach busca configurar una serie
un efectivo o superior desempeño en un trabajo. Una competencia puede de elementos de la interioridad del dirigido para que estén organizados en
ser un motivo, un rasgo, un aspecto de la autoimagen o del rol social. Las función de la consecución de resultados objetivamente medibles y compa-
competencias están relacionadas con lo que un individuo puede hacer, rables. Allí se hace manifiesta una vez más la imbricación de los discursos
no necesariamente con lo que hace (Boyatzis, 2011). Lo importante no es de saber, las tecnologías de poder y las formas de subjetividad que hacen
ya la actitud o el movimiento eficaz realizado sino la capacidad que hizo posible la experiencia del sujeto productivo en la actualidad.
que dicho movimiento o gesto fuera traído y ejecutado en una situación.
Se trata pues de una dimensión añadida, una grilla de análisis de las CONCLUSIÓN
acciones, que agrupa de forma nueva los elementos del cuerpo sobre los
que se centraban las disciplinas. El desplazamiento de los mecanismos disciplinarios sobre el cuerpo exige
un replanteamiento sobre la producción de la subjetividad y el cuerpo
Podemos notar de qué manera la construcción de competencias implica necesario para el gobierno tanto individual como de la población en el
un examen de sí mismo en busca de todo tipo de rasgo, pensamiento, neoliberalismo. Dicho análisis nos pone frente al problema de examinar
actitud o gesto, que conlleve, en su articulación con otros, capacidades los desplazamientos en las formas en que se ejerce el poder en nuestra
de mejora en el desempeño productivo, medible y cuantificable. De este cotidianidad y el trabajo que se exige del individuo sobre sí mismo para
modo, se hace evidente una conexión esencial entre el cuerpo competente dar cuenta de la racionalidad que sostiene a estos nuevos mecanismos.
y la subjetividad del sujeto empresario de sí mismo, atravesada por una El coaching se muestra como un espacio privilegiado de investigación
comprensión de la interioridad en términos de la lógica de medios y fines. dada su localización; a la vez que promueve determinadas metas organi-
72 zacionales, afianza ciertos valores en la producción de cierta subjetividad. 73
En términos coloquiales, ya no se trata de tener un trabajo con un sueldo Queda por pensar de qué forma se hacen contrapesos o resistencias frente
para ganar cierta tranquilidad, se trata de ganar cierta tranquilidad, para a este tipo de mecanismos, de los cuales podamos empezar a reflexionar
poder desempeñar mejor el trabajo. Esto implica una nueva forma de sobre nuevas formas de contra-conducta en el marco del arte de gobierno
relacionarse con el cuerpo: no se trata de cuidarlo para ser saludable, sino neoliberal.
cuidarlo para que permita trabajar mejor y tener mejores desempeños. La
motivación para el trabajo ya no es producto de ciertas determinaciones REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
salariales u organizacionales, sino que primariamente es producto de Aragón, I., & De Uña Repetto, J. (2009). Coaching: La adaptación de un Clásico.
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más horas que antes. La homogeneización se desplaza hacia las compe- Clinical Psychology: In session, 65(5), 544-553.
tencias donde se crean perfiles ambiguos, que exigen un nuevo campo de Boyatzis, R. (2011). Managerial and Leadership Competencies: A Behavioral
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Townley, B. (1998). Beyond good and evil: Depth and Division in the management
of Human Resources. In A. McKinlay, & K. Starkey, Foucault, Management and Como bien indica el título, mi intención es esbozar una reflexión sobre
Organization Theory (p. 191-210). London: Sage. la tortura, y si bien podría considerarla desde una perspectiva amplia
Withmore, J. (2009). Coaching For Performance. London: Nicholas Brealey y general, he decidido dar a este análisis cierta inmanencia histórica y
Publishing. centrarlo en un acontecimiento particular. En efecto, la presente línea de
Withworth, L., Kimsey-House, K., Kimsey-House, H., & Sandahl, P. (2007). reflexión se dirige a pensar las últimas dictaduras del Cono Sur latinoa-
Co-active Coaching. New skills for coaching people toward success in work and mericano y más precisamente, el ejercicio de la tortura efectuado en los
life. California: Davies-Black Publishing. campos de concentración en la región durante este periodo histórico.

De este modo, el interrogante por la tortura que me interesa esbozar aquí,


que he situado entre la vigilancia y el castigo, abre el panorama para
pensar sobre ciertas formas de vejación que se han asentado sobre los
cuerpos particulares con finalidades específicas. Ahora bien, en principio,
aclaro que no es mi intención desarrollar una genealogía o una analítica
Cómo citar este capítulo: 1 Este artículo forma parte del proyecto de Iniciación en la Investigación FONDECYT No. 11160148 “Repensar el
Pico Páez, L. D. (2018). Coaching: Neoliberalismo y subjetividad. Nuevos mecanismos disciplinarios. En L. exilio: ampliaciones de sentido para un análisis filosófico en clave latinoamericana”. Un primer acercamiento a esta
M. Lozano Suárez, y A. Rodríguez Manzano, (Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, problemática fue publicado en Revista Izquierda No. 31 del año 2016, bajo el título “Aproximaciones foucaultianas
Subjetivaciones, Escrituras de sí (págs. 63-74). Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico. para pensar la tortura en el Cono Sur latinoamericano: una revisión”, en co-autoría con el Dr. Tuillang Yuing.

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: Entre los posibles usos (y abusos) de Foucault: claves analíticas para pensar la tortura dictatorial en América Latina
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Mariela Cecilia Ávila

de la tortura, sino que por el contrario, esbozar una posible reflexión que adonde debía ser ‘llevado y conducido en una carreta,
vaya en la línea de la comprensión, en sentido arendtiano (Arendt, 1953), desnudo, en camisa, con un hacha de cera encendida de dos
de ciertos sucesos de nuestro reciente pasado histórico-político. libras de peso en la mano’ (…) (Foucault, 1985, p.11)

Para lograr esto, recurriré a las investigaciones desarrolladas por Michel Sin entrar en mayores detalles, diré que el cuerpo de Damiens fue expuesto
Foucault. No obstante, indico desde ya que no pretendo hacer un uso a formas de tortura inimaginables, y que esto ocurrió a la vista de todo el
ortodoxo de sus categorías, sino que busco, tal como él mismo indica pueblo. En efecto, en este contexto la plaza pública y los ojos del pueblo se
sobre el pensamiento de Nietzsche, “(…) utilizarlo, deformarlo, hacerlo convierten en testigos del cumplimiento de la sentencia que pesaba sobre
chirriar, gritar” (Foucault, 1992, p.110). el acusado, que alcanzó su plena materialización bajo la forma de un
suplicio. Ahora bien, al definir el suplicio, Foucault acude a las palabras
I) Para comenzar, voy a indicar que soy consciente de las dificultades que de Louis de Jaucourt, quien indica que se trata de una “pena corporal,
esta indagación supone, pues al haber acudido en principio a la obra del dolorosa, más o menos atroz (…). Es un fenómeno inexplicable lo amplio
año 1975, Vigilar y castigar, más que coincidencias y caminos analíticos de la imaginación de los hombres en cuestión de barbarie y de crueldad”
allanados, me encontré con problemas y giros de aparente irresolución. (Foucault, 1985, p.39). No obstante, esta práctica no es ajena al ámbito
En efecto, el subtítulo de este texto es ‘El nacimiento de la prisión’, y esto penal, sino que responde a un “código jurídico del dolor” (Foucault, 1985,
ya representa un escollo, pues adelanta la intención de un trabajo que se p.40). Lo que nos sitúa nuevamente en el plano de la legalidad.
dirige a mostrar las mutaciones que el castigo y la institución peniten-
ciaria han sufrido a partir del siglo XVIII. Inmediatamente después de exponer el caso de Damiens, Foucault muestra
76 el reglamento de la Casa de Jóvenes Delincuentes de París, redactado por 77
Ahora bien, esto supone un problema para este trabajo en el sentido de León Faucher y que data del año 1838. En él, es posible vislumbrar un
que el suceso histórico-político puntual que busco analizar se sitúa, preci- exhaustivo reparto del tiempo y de las tareas de los prisioneros: cada
samente, al margen del sistema punitivo legal. En efecto, los campos de minuto tiene una ocupación asignada, así como cada espacio, un empleo
concentración del Cono Sur redundan en un ámbito de ilegalidad, pues específico. Por ejemplo, el artículo N° 17 de este reglamento indica: “La
se encuentran amparados en un estado de excepción que les confiere la jornada de los presos comenzará a las seis de la mañana en invierno,
posibilidad de actuar sin ninguna forma de referente ni represalia jurídica. y a las cinco en verano. El trabajo durará nueve horas diarias en toda
Dejo esto esbozado para mostrar otro problema que ya se perfila desde las estación. Se consagrarán dos horas al día a la enseñanza (…)” (Foucault,
primeras páginas del texto. 1985, p.14).

En el apartado ‘El cuerpo de los condenados’, Foucault explica el modo en Podemos observar, entonces, que en este caso, a diferencia del suplicio
que el suplicio y la tortura cambian de estatuto a finales del siglo XVIII. de Damiens, que es expuesto y abierto a la comunidad, los cuerpos de los
Para ello, al comienzo de la obra, narra cuidadosamente el suplicio que jóvenes prisioneros entran en un ámbito cerrado y vedado a los ojos de la
le es infringido a Damiens, acusado de parricidio, por haber intentado población. No obstante, en ambas situaciones se persigue el mismo fin:
asesinar al rey en el año 1757. Así comienza el texto de Foucault: lograr el cumplimiento de un castigo. Sin embargo, en el segundo caso
no encontramos golpes ni torturas físicas, sino el despliegue de un dispo-
Damiens fue condenado, el 2 de marzo de 1575, a ‘pública sitivo cuadricular en el que los cuerpos son cuidadosamente situados y
retractación ante la puerta principal de la Iglesia de París’, predispuestos en el espacio y el tiempo.
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Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Mariela Cecilia Ávila

Creo entonces, que al exponer estos dos casos de carácter e índole diferente, antaño. Así, según Foucault, la puesta en escena del suplicio dio lugar a
y separados tan solo por tres cuartos de siglo, Foucault busca mostrar dos otra forma de castigo más cercana a la privación, relegándose el cuerpo
estilos penales que a todas luces representan dos economías distintas del a un segundo plano. Precisamente, es la suspensión de ciertos derechos,
castigo. De esta manera, lleva a cabo un análisis que evidencia el modo en bienes y libertades lo que cae ahora en la categoría de acto punitivo. Dice
que el castigo se desprende finalmente de ese contexto teatral y especta- Foucault:
cular que lo había rodeado en los siglos anteriores.
El cuerpo, según esta penalidad, queda prendido en un sistema
En efecto, alrededor de la década del 20 del siglo XIX, es posible observar de coacción y de privación, de obligaciones y de prohibiciones.
una suerte de torsión en el modo de aplicación del castigo, pues este pasa El sufrimiento físico, el dolor del cuerpo mismo, no son ya los
a formar parte de un ámbito privado que se mantiene alejado de los ojos elementos constitutivos de la pena. El castigo ha pasado de un
del gran público. No son ya las escenas sangrientas desplegadas en las arte de las sensaciones insoportables a una economía de los
plazas o las calles las que anuncian el cumplimiento de las penas, sino derechos suspendidos. (Foucault, 1985, p.18)
que, por el contrario, la visibilización del castigo ha quedado fuera del
rango de observación de la población. Se podría pensar entonces, que la Me parece entonces, que a partir de lo anterior, podríamos pensar que nos
arquitectónica desplegada en torno al castigo, cambia su perfil. Indica encontramos frente a una mirada aséptica del castigo, que no osa rozar el
Foucault: cuerpo del prisionero, y que cuando debe hacerlo, ese roce es mínimo y
breve, centrado en no producir dolor innecesario, sino en finalizar cuanto
El castigo tenderá, pues, a convertirse en la parte más antes la tarea que obliga a trascender los márgenes del contacto fisiológico.
78 oculta del proceso penal. Lo cual lleva consigo varias conse- 79
cuencias: la de que abandona el dominio de la percepción casi No obstante, aclara Foucault, el sistema punitivo nunca ha estado ajeno
cotidiana, para entrar en el de la consciencia abstracta; se al dolor, ni siquiera a partir de la torsión que acabamos de describir, pues,
pide su eficacia a su fatalidad, no a su intensidad visible; es la desde su constitución siempre se ha relacionado con penas, golpes y priva-
certidumbre de ser castigado, y no ya el teatro abominable, lo ciones. Y en este sentido, se puede decir que el cuerpo sigue siendo el blanco
que debe apartar del crimen; la mecánica ejemplar del castigo de estas prácticas y castigos, pero ahora desde una nueva perspectiva.
cambia sus engranajes”. (Foucault, 1985, p.17)
II) Ahora bien, como ya indiqué con anterioridad, el subtítulo de Vigilar
Creo que es interesante notar que este cambio de engranaje no está y Castigar es el ‘Nacimiento de la prisión’, lo que supone un problema
solamente dado por el ocultamiento del castigo, sino también por la para esta investigación, dado que el análisis de Foucault se afinca clara-
desaparición del ejercicio del suplicio. En efecto, la economía de la mente en un ámbito jurídico reconocido y, en tanto tal, legal. Y en este
penalidad efectúa una suerte de giro respecto al modo en que el castigo escrito, por el contrario, nos centramos en el corazón de la ilegalidad,
recae sobre el cuerpo y el alma del preso, pues su tarea se corresponde pues buscamos reflexionar sobre el ejercicio y la función de la tortura en
ahora con la cura, cual enfermo, del prisionero, y no ya con una venganza los campos de concentración de las últimas dictaduras del Cono Sur.
o represalia por los delitos cometidos.
Podríamos decir, entonces, que el punto de partida de esta indagación
El sistema penal se asienta entonces en otro modo de punición, ya no no se correspondería con el ámbito analítico foucaultiano, lo que nos
centrado de modo particular sobre el dolor y el padecimiento físico como llevaría a pensar que el análisis de Foucault nada tendría que ver con estos
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espacios de excepción. Y más aún, si consideramos que ni el nazismo ni técnicas aprendidas y refinadas, pero que en lo concreto, contenían toda
sus Lager han sido una problemática a la que Foucault haya dedicado más la pulsión del castigo en su ejercicio. Dice Pilar Calveiro sobre el uso y el
que un breve análisis en alguno de sus cursos. abuso de la tortura durante estos periodos políticos: “(…) los campos de
concentración daban una nueva posibilidad: usarla de manera irrestricta
Sin embargo, aquí sostengo que la dinámica punitiva que Foucault presenta e ilimitada”. (Calveiro, 2008, p.63)
en Vigilar y Castigar resulta útil para pensar el modo en que tanto ese
castigo como ese suplicio que quedan velados en el ámbito penal regular, Si aludimos a la noción de racismo de Estado, presentada por Foucault
se despliegan con toda su potencialidad en un contexto de excepción. Es en el curso de 1976, Defender la sociedad (Foucault, 2012), vemos el modo
decir, aquella mirada supuestamente aséptica del régimen punitivo legal, en que el poder de vida responde a la decisión estatal de regular ciertos
en momentos de excepción, descarga toda su fuerza y su violencia sobre modos de existencia deseables y rentables. Por lo mismo, encontramos
aquellos cuerpos que se encuentran al margen del ámbito jurídico. formas de vida poco valiosas que pueden ser torturadas, cuerpos que
pueden ser flagelados y que, aunque son escondidos a los ojos del grueso
De esta manera, queda en evidencia que el objeto de análisis de este breve de la población, su presencia latente y simbólica inunda completamente
trabajo tiene que ver con la clandestinidad, la violencia y el terror adminis- el cuerpo social.
trados y ejercidos desde la institucionalidad de los aparatos terroristas
estatales del Cono Sur. Hablo de Cono Sur en su conjunto atendiendo a las He situado a la tortura entre la vigilancia y el castigo, y esto porque creo
palabras de Marcelo Raffin (2006), quien muestra un cúmulo de elementos que durante el periodo de las últimas dictaduras militares el ejercicio de la
comunes tanto a nivel interno como externo entre estos países. Aludo tortura actuó como un ojo vigilante, en tanto ordenador y organizador del
80 particularmente al lugar de la política y su relación con la suspensión de cuerpo social. No obstante, esta situación cobra mayor evidencia dentro de 81
la normalidad jurídica, lo que da lugar a una clara excepcionalidad legal. los centros clandestinos de detención. Respecto a esto, Calveiro dice: “(…)
la tortura era la clave, el eje sobre el que giraba toda la vida del campo”
Ahora bien, aunque el uso de la tortura está internacionalmente (Calveiro, 2008, p.61), pues era el mecanismo productivo que mantenía
prohibido, aun en el caso de los estados de excepción, tal como lo indica en movimiento la maquinaria dictatorial: su puesta en marcha y su solo
el abogado chileno Manuel Garretón (2004, p.147), en las dictaduras del reconocimiento generaban un reordenamiento social general, tanto en un
Cono Sur latinoamericano, esta disposición internacional fue completa- plano físico como en uno simbólico. El uso desmedido de la violencia
mente ignorada. En efecto, las Juntas Militares suspendieron la legalidad y del dolor tenían un efecto sobre la totalidad de la población, pues se
de sus países, reemplazándola por un Estado terrorista, cuyo blanco fue constituía como un secreto a voces, que era posible evidenciar en los
la totalidad de la población, pues cualquiera de sus miembros era un cuerpos y testimonios de los reaparecidos, pero también en los cadáveres
potencial secuestrado y desaparecido. Esta situación de excepcionalidad hallados en espacios públicos, y en la cada vez más larga ausencia de los
legal fue precisamente la que posibilitó la apertura de espacios clandes- desaparecidos.
tinos destinados a la tortura y a la desaparición de cuerpos particulares,
considerados indignos y sacrificables. En esta línea, creo también que el temor a la tortura, en tanto una situación
sabida pero velada, generaba una suerte de vigilancia sobre la población,
Los centros clandestinos de detención fueron los ámbitos en los que toda cuyo fin era la parálisis y la desarticulación general. El rumor cobra en
la violencia latente y aparentemente superada por los gobiernos democrá- estos contextos una fuerza particular, porque lo no dicho explícitamente
ticos reapareció potenciada, amparándose bajo un cúmulo de nuevas actúa como ese significante que se escapa, pero que pone en movimiento
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toda la cadena de significantes. Puedo decir entonces, que la tortura se y la vejación, y a la vez mostrar que su castigo podía alcanzar a cualquiera,
sitúa en un ámbito intermedio entre la vigilancia y el castigo. que todo miembro de la población era un posible desaparecido. La tortura
podía actualizarse sobre cualquiera y en cualquier momento, pues su
Ahora bien, a fin de develar la compleja relación existente entre la tortura ejercicio se desplegaba activamente en diversos planos materializándose
entre la vigilancia y el castigo.
y el castigo recurriré nuevamente a las lúcidas palabras de Calveiro, quien
dice:
A MODO DE CONCLUSIÓN
En algunos casos, relatados por sobrevivientes de campos de
Sin duda, lo que aquí he esbozado requiere una mayor profundización
la Fuerza Aérea y la policía, el tormento tomaba las carac- y reflexión. No obstante, creo al menos haber mostrado cómo ciertas
terísticas de un ritual purificador. Más que centrarse en categorías del pensamiento de Foucault me resultan útiles al momento
la información operativamente valiosa buscaba el castigo de pensar la tortura, a la que sitúo entre la vigilancia y el castigo. Una
de las víctimas, su desmembramiento físico, una especie vigilancia simbólica, pero con claros efectos reales, y un castigo infringido
de venganza que se concretaba en signos visibles sobre los con violencia sobre los cuerpos individuales, pero también sobre el cuerpo
cuerpos. (Calveiro, 2008, p.66) social.

En este sentido, se puede pensar que ese castigo, materializado en la tortura En efecto, lo que he presentado son algunas incipientes notas, que buscan
sobre cuerpos necesariamente exceptuables, expiaba pecados y culpas. La hacer uso de algunas categorías foucaultianas para pensar ciertos sucesos
y mostrar el modo en que en circunstancias políticas excepcionales, el
tortura era el medio utilizado para curar y recuperar esos cuerpos y esas
82 almas subversivas, pero esta vez no sin dolor, sino al contrario, descar-
cuerpo continúa siendo blanco de torturas, vejaciones, e incluso, suplicios. 83
gando sobre ellos toda la fuerza del suplicio. Esta suerte de rito purifi-
En este sentido, considero que esta reflexión abre las puertas para
cador tenía como fin el castigo de un supuesto delito, nunca declarado, vislumbrar otro posible nivel de análisis sobre nuestro problema, respecto
juzgado ni condenado, relacionado con tendencias políticas y modos de a las consecuencias de la tortura dictatorial desde un plano social, pero
vida diversos, y que, mediante el dolor, se buscaban revertir. también institucional. Tal como indica Patricia Verdugo en su libro De la
tortura no se habla:
Es decir, el ejercicio de la tortura guarda una relación directa con la
construcción de una verdad a la que era necesario adaptarse, porque “Haber sobrevivido a la represión de la dictadura tras perma-
cualquier desajuste o desavenencia con ella cobraba inmediatamente necer en campos de concentración y cárceles clandestinas
el estatuto de pecado. En este análisis resulta imposible dejar afuera la pasó a ser una suerte de privilegio que demandaba silencio
figura del suplicio, pues nunca estuvo ausente en estas prácticas, y como por parte de los “beneficiados” o sobrevivientes. Una demanda
que estaba implícita en el “discurso” oficial y social. (Verdugo,
dice Calveiro luego de nombrar algunos métodos de tortura: “De ahí en
2004, p.28)
más hicieron todo lo que una imaginación perversa y sádica pueda urdir
sobre cuerpos totalmente inermes y sin posibilidad de defensa” (Calveiro,
Ante esta demanda de silencio, el cuerpo torturado vuelve a ser castigado,
2008, p.65). la falta de reconocimiento y la “amnesia” social (Calveiro, 2008) laceran
nuevamente las heridas. Son las marcas en la piel, que unas veces parecen
La fuerza del suplicio se encarnó entonces en aquellos cuerpos abando- estar cerradas y otras no, las que reclaman la palabra. Puedo decir
nados por la ley, que se abrían para evidenciar la magnitud de las torturas entonces, que este pequeño texto intenta ir en la línea de poner en palabras
Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 85

y de reflexionar contra el olvido, lo que espero, se haya alcanzado aunque


sea de manera mínima.

Muchas son las voces que se alzan desde los márgenes para narrar las
torturas, los vejámenes, e incluso, los suplicios. El testimonio se convierte
así en aquel archivo que devela el pasado y lo pasado para comprender el
presente. De nosotros dependerá el uso que hagamos de estas voces que
cuentan la infamia, y que deconstruyen enunciados y discursos, pues en Educación, normalización
última instancia, son las que evidencian que los cuerpos hablan, y que de
la tortura sí se habla. y represión
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Profesor de la Facultad de Filosofía (UMSNH) México
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84 Foucault, M. (2010). Histoire de la sexualité. La volonté de savoir.Paris: Gallimard. realiza la transformación técnica de los individuos. En los primeros años
(Obra original publicada en 1976).
de escolarización, los profesores quieren que sus alumnos los escuchen,
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que aprendan de ellos, que reproduzcan conocimientos y desarrollen
México: Siglo XXI Editores. (Obra original publicada en 1975).
habilidades o competencias validadas por técnicos de la educación. Si al
Foucault, M. (2012). Il faut défendre la société. Paris: Gallimard, Seuil. (Obra
original publicada en 2001). final de los ciclos escolares se ha alcanzado cierto nivel de normalización,
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cidad con algunas psicologías educativas, las aptitudes anuladas como
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algo anormal. En el lenguaje de la psicopedagogía moderna, la anorma-
habla. (p.p. 17-44). Santiago de Chile: Catalonia.
lidad representa las competencias no alcanzadas. En este proceso de trans-
formación técnica de los individuos, a los educandos se les estigmatiza, se
Cómo citar este capítulo: les imponen significantes y se inicia un procedimiento de exclusión social
Ávila, M. C. (2018). Entre los posibles usos (y abusos) de Foucault: claves analíticas para pensar la tortura
dictatorial en América Latina. En L. M. Lozano Suárez, y A. Rodríguez Manzano, (Comps.), Michel y de higiene pública. Los mecanismos de represión (estrategias extremas
Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de sí (págs. 75-84). Barranquilla: Edi-
ciones Universidad del Atlántico. del poder) para anular el reclamo, la resistencia y la sedición social, están

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Michel Foucault 30 Años: Educación, normalización y represión
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Fidel Negrete Estrada

destinados para los sujetos no dispuestos a aceptar ese sistema de gestión En nuestras sociedades es de particular importancia llevar a cabo una
política. De lo que se trata es de reproducir una moral triunfante que, como crítica inteligente de estos novedosos medios de control y vigilancia,
dice Nietzsche, descarta y clasifica como egoísmo selecto o “epicureísmo cuyo trasfondo es la normalización de los individuos. Creo, particular-
inmoral de la cultura” al pensamiento solitario que coloca sus fines más mente, que discursos críticos de la demanda de normalización exigida a
allá del dinero y de la ganancia. De ahí la importancia y relevancia que la las instituciones educativas tienen aún mucho que decir al respecto. El
norma tiene en los centros educativos, de la rigidez de los principios, pues pensamiento crítico que descubre a la educación como parte nodal para
esta es la ordenanza vigente de la cultura y la educación, resultado de un la homologación de los sujetos, y la filosofía de Michel Foucault que
acuerdo tácito, un adversario invisible que anula al pensamiento que no denuncia la función normalizadora que tienen que cumplir las institu-
está de acuerdo con el estado presente. ciones educativas, extiende la revelación del real propósito de discursos
que aparentemente contribuyen para alcanzar la excelencia pedagógica.
En la introducción que hace Miguel Morey de la obra de Foucault titulada Foucault ha enseñado a descubrir el signo perverso de discursos aparen-
Un diálogo sobre el poder, dice: temente inocuos. Una arqueología de los saberes permite encontrar la
estratagema de las prácticas adaptativas y normalizadoras justificadas por
El poder produce, a través de una transformación técnica psicologías científicas.
de los individuos. Conviene tener muy presente este aspecto
Por ejemplo, en Enfermedad mental y personalidad (2002), Foucault
organizacional del poder que hace decir a Foucault: el poder
mostró que las categorías del discurso médico no se modificaron al carac-
produce lo real. En nuestras sociedades, esta transformación
terizar la enfermad orgánica y la enfermedad mental. De tal modo que
86 técnica de los individuos, esta elaboración de lo real, va a
diversas terapias psicológicas, respaldadas en la objetividad y probidad 87
recibir un nombre: normalización, la forma moderna de la
del discurso médico, imponen categorías de una moral social cada vez
servidumbre. (Foucault, 2001, p.11)
más universal. Tanto la figuración médica como la psicológica juegan un
papel desleal por vía de la imposición de tales categorías, de modo que
Como he mencionado anteriormente, la transformación técnica de los
haya un imperio de lo normal. ¿Para qué o a quiénes sirve esta función del
individuos ejecutada en las escuelas ha encontrado un buen aliado en
discurso médico? Al teorizar la noción de sujeto peligroso, desadaptado,
algunas psicologías educativas que se han constituido como discursos
enfermo, anormal o problemático, la psicología, la criminología y la
autorizados para caracterizar y diferenciar lo normal y lo patológico en psiquiatría cumplen una función de higiene pública; al hacerla extensiva
educación. En este sentido, proponen la depuración de medios sutiles de a los educadores, a los padres y a la población en general mediante un
vigilancia y control, medios que terminan imponiéndose en los espacios trabajo silencioso, justifican científicamente un ejercicio de poder en
educativos, ya que son parte de disciplinas de probada objetividad o cienti- el que las formas sutiles de tratamiento no se diferencian de la tortura:
ficidad. Además, por el hecho de provenir de una psicología científica, dar consejos permanentemente, tomar medidas de aislamiento, interna-
son aceptados por los docentes, aun por aquellos que no participan del miento o atención especializada en centros psicopedagógicos, clínicas o
empleo de mecanismos de represión en educación, pues los profesores espacios para tratamientos de síndromes y adicciones.
regularmente no sospechan de la formalidad y objetividad de la psico-
logía. Se precisa de un análisis agudo que permita demarcar los compo- Pero primero hay que convencer a la sociedad de que la enfermedad es
nentes científicos de tales psicologías con la pretensión de diferenciarlos una anormalidad, hay que teorizar el sufrimiento. Una vez hecho esto,
de sus sofismas ideológicos (las canciones científicas). la necesidad de aliviar su sufrimiento, la construcción de una ideología
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Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Fidel Negrete Estrada

del sufrimiento, traduce el lenguaje psiquiátrico a un lenguaje vulgar en Se trata, en todo caso, de conformar y perpetuar una cultura general subor-
el que el síntoma es sufrimiento que hay que curar. Así, lo que se ejecuta dinada al provecho y a la felicidad terrenal entendida groseramente, de una
es la elevación de un complejo y vasto entramado conceptual erudito – cultura de prosaicos, de clasificar y normalizar. Quizá por ello Foucault
que se constituye como aparato de legitimación de las prácticas antes insiste en la obra referida diciendo que “la concepción de Durkheim y los
mencionadas– a un saber común, a un saber prosaico sobre lo normal y psicólogos americanos tienen como rasgo común que encaran la enfer-
lo patológico. medad bajo un aspecto negativo y virtual al mismo tiempo” (Foucault,
2002, p.85), sea esta enfermedad orgánica o mental.
Pareciese un juego perverso del lenguaje, pues, parafraseando a Foucault,
No es necesario profundizar en el modo como estas psicologías ameri-
“en cuanto al lenguaje mismo, ¿A partir de qué momento, de qué modifi-
canas se han esparcido por el mundo. Lo cierto es que la transformación
cación semántica o sintáctica, se puede reconocer que se ha transformado
técnica de los individuos se produce a cencerros tapados. Desde su abrigo,
en discurso racional?” (Foucault, 1980, p.3). ¿Y a partir de qué momento
los educadores y los psicólogos tienen como misión la normalización de
o por qué propósito este discurso racional (“científico”) se ha vulgarizado
los sujetos apoyados en justificaciones legales de orden pedagógico o
o se ha convertido en lenguaje vulgar? psicológico. ¿Cuáles son los efectos de la acomodación o normalización
que ejecutan? ¿Qué tipo de sujeto produce la preeminencia de la norma y
En la obra antes referida, Foucault mostraba de qué modo las categorías el despoblamiento de la ley? ¿Qué sucede con los sujetos que no aprenden
de la medicina orgánica se trasladaban a la medicina mental. Algo similar las lecciones? Lo que ha enseñado Foucault es que al analizar a ese poder
acontece ahora con un saber docto sobre lo anormal que se transfiere a que penetra de un modo profundo, muy sutilmente, en toda la urdimbre
88 una sociedad que lo toma como verdadero. De tal modo que lo mórbido, social, se puede luchar para “hacerlo desaparecer y herirlo allí donde es
89
lo patológico es, como en el positivismo de Emil Durkheim, lo que se aleja más invisible y más insidioso” (Foucault, 2001, p.26). Y ese es un gran
de la media. A partir de esto, se construye en las escuelas, en los manuales mérito.
usados por psicólogos, en los hospitales psiquiátricos, una imagen universal
de lo patológico, de lo anormal, que los medios de comunicación masiva Si hacemos conciencia de que desde la educación de los infantes se inicia
se encargan de hacer extensiva a la sociedad entera. A decir de Foucault, la transformación técnica de los individuos y se operan ya dispositivos
“a pesar de sus contenidos antropológicos muy distintos, la concepción de de control abiertos aunque sutiles, enmascarados como reglamentos
escolares, normas de conducta u obligaciones académicas que repre-
los psicólogos americanos no está muy distante de la perspectiva durkhei-
sentan la somnolencia de lo acostumbrado, se puede desaparecer o herir a
miana” (Foucault, 2002, p.84). De esta manera, las estrategias empleadas
ese poder que penetra tan agudamente a los individuos. De tal modo que
por los psicólogos americanos se han expandido al resto de las socie-
veamos que el papel de las psicologías educativas en la educación de los
dades, particularmente mediante su aplicación en las escuelas a cargo del
infantes nos pone en contacto con este primitivo modelo de producción
Estado, pues no es difícil sospechar que la normalización de los sujetos es de lo real que permite asegurar la reproducción de ciertas categorías de
un cometido básico para que el Estado se perpetúe y elimine sutilmente la moral universal. Son, en pocas palabras, procesos de producción de
aquello que representa un peligro para su continuidad. Como lo advirtió individuos normalizados.
Nietzsche, “el Estado quiere formar lo antes posible a empleados útiles,
y asegurarse de su docilidad incondicional, con exámenes sobremanera Pero no se trata solo de un trabajo de descubrimiento, sino de lucha y
duros” (Nietzsche, 2000, p.48). recuperación del pensamiento crítico, esa enseñanza que nos recuerda
Michel Foucault 30 Años: Educación, normalización y represión
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Fidel Negrete Estrada

a Heráclito en voz de Plutarco: “debemos aprender a escuchar al logos de nuestra normalidad y envite moral privilegiado de una cultura como
a lo largo de la vida adulta” y entender que lo importante de la cultura la nuestra en la que lo moral se articula por elevación de lo normal a
del silencio radica en que se escucha al logos y no al maestro. La escuela normativo” (Foucault, 2001, p.19), es necesario levantar la voz cuando se
moderna ha olvidado este matiz de la cultura del silencio. Quizá eso echan a andar las estrategias extremas del poder.
implica también ir contra el modelo de la educación cristiana en el que
hay que creer ciertas cosas y demostrar que uno las cree y “aceptar insti- El escenario es complejo, pues la transformación técnica de los individuos
tucionalmente la autoridad” (Foucault, 2012, p.81). –que para las almas pedagogizadas es lo conveniente– en realidad nos
coloca frente a una educación defectuosa (defectuosa porque no significa
Pero también es necesario vulnerar el ejercicio tiránico del poder, las estra- la emancipación de los sujetos como pretendía el proyecto ilustrado
tegias extremas del poder: los mecanismos de represión. La concepción moderno) que convive y se alterna con la represión de lo anormal. Por
prefreudiana de represión entendía a esta como algo exterior al sujeto, ello, la relación pedagógica se aleja estratégicamente del diálogo. Dice
ejercida desde fuera por los cuerpos policiacos, por la norma moral o por Foucault:
la ideología. El médico vienés descubrió otra cara de la represión, por
la que el sujeto se priva a sí mismo de pensar, decir o actuar. Lo impor- Asistimos, en primer lugar, a la desaparición del diálogo y a la
tante de esto es que en ese inteligente estudio de la subjetividad se puntua- importancia creciente de una nueva relación pedagógica –un
lizan estrategias ingeniosas de las mociones reprimidas para alcanzar nuevo juego pedagógico- donde el maestro/profesor habla y
la conciencia. Si en la sociedad disciplinaria la represión constituye un no plantea preguntas al discípulo, y el discípulo no contesta,
mecanismo fundamental y en la sociedad de control se ha operado una sino que debe escuchar y permanecer silencioso. (Foucault,
90 evolución de las instituciones, cuya función es la transformación técnica 2012, p.68)
91
de los individuos, una sociedad como la nuestra que combina lo esencial
de la sociedad disciplinaria y la sociedad de control tiene que ser burlada En palabras de Foucault, “somos herederos de una moral social que
y evidenciada por el pensamiento. busca las reglas de la conducta aceptable en las relaciones con los demás”
(Foucault, 2012, p.54).
Es verdad que Foucault habló de la transición de una sociedad disciplinaria
a una sociedad de control. Sin embargo, cuando la transformación técnica Hay una concordancia incestuosa entre la normalización académica,
de los individuos ha fracasado, es decir, cuando no produce servidumbre, la comunicación instantánea y el triunfo policiaco. El ejercicio del
entra nuevamente en escena lo propio de las sociedades disciplinarias. pensamiento crítico es estratégicamente puesto ante una disyuntiva: al
Quizá por ello podemos afirmar que en nuestras sociedades el poder se intelectual se le alienta para que pase a desempeñar funciones públicas o
ejerce de dos modos: como transformación técnica de los individuos y se le desaparece. Citando a Foucault:
como estrategia extrema.
existe un sistema de poder que intercepta, prohíbe, invalida
Habrá que discutir permanentemente el papel del maestro, el discurso ese discurso y ese saber. Poder que no está tan solo en las
psiquiátrico, los objetivos de las psicologías o la arquitectura de las instancias superiores de la censura, sino que penetra de un
prisiones, así como la construcción artificial de lo normal y lo patológico modo más profundo, muy sutilmente, en toda la red de la
o la importancia del significante amo. Pero además de problematizar sociedad. Ellos mismos los intelectuales, forman parte de
nuestros objetos morales, “piezas fundamentales para el establecimiento ese sistema de poder, la propia idea de que son los agentes
Michel Foucault 30 Años: Educación, normalización y represión
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Fidel Negrete Estrada

de la conciencia y del discurso forma parte de ese sistema de aquello hostil a lo útil, en contra del que libera del presente. Normalizar
(Foucault, 2001, p.25). implica reprimir, ese es el objetivo de la escuela

Para los sujetos que no forman parte de ese sistema de poder, se tienen y el fin de las escuelas modernas deberá ser precisamente
dispuestos los cuerpos policiacos. En las sociedades represoras los sujetos ése: hacer progresar a cada individuo en la medida en que
que transgreden la norma son curiosamente confesores de su falta una vez su naturaleza le permite llegar a ser “corriente”, desarrollar a
que los cuerpos policiacos hacen su papel: confesión forzada, tortura, y esto todos los individuos de tal modo, que a partir de su cantidad
parece continuar en el futuro. Es necesario, dice Foucault (2012), llevar a de conocimiento y de saber obtengan la mayor cantidad
cabo el más famoso ejercicio de meditación practicada por los estoicos, a posible de felicidad y de ganancia. (Nietzsche, 2000, p.53)
saber, una praemeditatio malorum, una experiencia ética e imaginaria, una
visión negra y pesimista del futuro es verdad. Pero ejecutar una preaemedi- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
tatio malorum es una vía de emancipación. En la visión negra, lo peor es lo Foucault, M. (1980). El nacimiento de la clínica (Trad. Francisca Perujo). México:
cierto, una actualización de lo que podría pasar, no en un futuro distante, Siglo XXI Editores. (Obra original publicada en 1963).
sino como siendo ya actual e inscrita en el proceso de lo que está teniendo Nietzsche, F. (2000). Sobre el porvenir de nuestras escuelas (Trad. Carlos Manzano).
lugar. Barcelona: Tusquets Editores (Obra original publicada en 1971).
Foucault, M. (2001). Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones (Trad. Miguel
Hay que colocar en el otro extremo de la educación técnica, de la educación Morey). Madrid: Alianza Editorial. (Obra original publicada en 1981).
por competencias, de la brutalidad policiaca y de la ignorancia supina de Foucault, M. (2002). Enfermedad mental y personalidad (Trad. Emma Kestelboim).
92 los funcionarios y gobernantes, a la meditación y a la crítica filosófica. Barcelona: Paidós Studio. (Obra original publicada en 1953).
93
“La meditación filosófica es este tipo de meditación: está compuesta Foucault, M. (2012). Tecnologías del yo (Trad. Mercedes Allende Salazar). Barcelona:
de respuestas memorizadas y de la reactivación de estas respuestas, al Paidós Editorial. (Obra original publicada en 1981).
colocarse uno mismo en situación donde se pueda imaginar (no maquinar)
cómo se reaccionaría” (Foucault, 2012, p.74), sobre todo porque en
nuestras sociedades hay una economía política de la verdad, una verdad
que “está centrada sobre la forma del discurso científico y las instituciones
que lo producen” que “es producida y transmitida bajo el control no
exclusivo pero dominante de algunos grandes aparatos políticos o econó-
micos (universidad, ejército, escritura, media)” (Foucault, 2001, p.154).

La normalización es la pretensión de extender una cultura a su alrededor,


una forma sutil de influir en los sujetos de modo tal que una tendencia
cultural existente les haga sentirse completamente de acuerdo con el
presente. Si bien la escuela forma parte de las relaciones culturales, el
proceso de normalización de los sujetos al que regularmente tiende, como Cómo citar este capítulo:
bien lo vio Nietzsche, va en contra de todo aquello que signifique desin- Negrete Estrada, F. (2018). Educación, normalización y represión. En L. M. Lozano Suárez, y A. Rodríguez
Manzano, (Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de sí (págs.
terés. Por ello, reprime lo que va en contra del goce del instante, en contra 85-93). Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico.
95

Justicia: trascendencia,
inmanencia, infamia. Notas
para escapar de un mal
debate a propósito del
Derecho en Michel Foucault
Lucas Andrés Restrepo Orrego
Universidad de París 7 Denis Diderot

A CARLOS GAVIRIA DÍAZ

Parece ser que una lenta y silenciosa revolución “cultural” se llevó a cabo
en los años ochenta. La afirmación suena paradójica, reaccionaria incluso,
si entendemos que el nombre “Revolución” designa el proceso mediante
el cual dos mundos cualitativamente diferentes se enfrentan y la violencia
de la batalla final pare, al fin, al nuevo y mejor hijo del tiempo. El mundo
no se detiene y, en cambio, sacude sus “cadenas” y sigue avanzando hasta
la “efectuación” de su idea o hasta el desarrollo pleno de su experiencia,
etc. Bajo esta perspectiva, la Revolución, como solía escribirla Karl Marx,
no puede ser sino el anuncio de un nuevo mundo que viene a destruir las
cadenas que lo oprimen, a saber, el edificio que se derrumba. Sin embargo,
la historia es un cementerio de profecías: ella simplemente “sucede”, es
evento, sin telos, sin voluntad, aunque plagado de lógicas diversas. Desde
esta perspectiva, el carácter del “proceso revolucionario” que se inauguró
en los años ochenta podría definirse no como un “retroceso” o como una
“arrieración”1 de la historia o del movimiento respecto a su efectuación,

1 Nota de los Editores. Se conservan las palabras y expresiones originales, muchas de las cuales pueden ser conside-

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: Justicia: trascendencia, inmanencia, infamia. Notas para escapar de un mal debate a propósito del Derecho en Michel Foucault
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Lucas Andrés Restrepo Orrego

sino más bien como un desarrollo único, diferente, disparate que, sin de ejercer una violencia tanto discursiva como real sobre sus “objetos”
embargo, trajo efectos definitivos. Algunos le llaman “neoliberalismo” a jurídicos. Es allí donde los análisis de Michel Foucault, y cierta tradición
esta revolución; Michel Foucault prefirió “remarcar” que algo bien impor- que se inspira en sus trabajos, adquieren una fuerza difícil de evadir. En lo
tante comenzaba a mover los cimientos de su época. Y uno de los efectos que sigue se mostrará cómo esta tradición permite una analítica a partir
más interesantes de esa “transformación”, si se quiere, repercutió sobre de la cual, más que una “negación del derecho”, se opera la posibilidad
varios de los temas predilectos de la filosofía crítica francesa: el sujeto y de una crítica de su experiencia desde una genealogía de su actualidad.
su relación con el poder, siendo el Derecho uno de sus aspecto centrales. Este punto de vista remarca precisamente la proliferación inevitable de
sujeciones y de subjetividades que se manifiestan en el campo de la justicia
En efecto, los años ochenta, al menos en Europa, fueron años de crisis para procedimental. Elemento que, finalmente, abre el campo hacia un análisis
las “contestaciones” políticas y culturales que se reclamaron “herederas” efectivo de la infamia del Derecho.
de las luchas de los decenios precedentes. Su potencia crítica radicaba en
un rechazo sin concesiones a todo el edificio constituido por la sociedad Aprovecho este espacio para rendir mi homenaje: no, no era un radical
capitalista y disciplinaria consolidada a lo largo de los años de guerra como él mismo decía, actuaba como un pluralista. No, no era un guerri-
mundial. Su descrédito parecía radicar, ahora, en lo que alguna vez fue llero ambiguo como lo sugirieron ciertos de sus co-partidarios; luchaba
su mayor prestigio. Los ochenta, a decir verdad, fueron años intensos en por un republicanismo liberal difusamente presente en la Constitución,
términos de luchas “por los derechos”, haciendo de la frase taking rights pero ausente en la política. No, no era un politiquero como lo afirmaron
seriously un enunciado lleno de sentido. Allí, el “hombre” volvía con la ciertos opositores y colegas, era un maestro comprometido. Y como plura-
fuerza de sus juicios para romper no solamente los errores de la ideología lista, republicano y maestro en un país inundado de politiqueros, oportu-
96 anti-humanista sino además, muros de concreto, cortinas de hierro, nistas y sectarios, sus enseñanzas marcaron para siempre a toda una
97
sistemas totalitarios, imperios insoportables. El hombre, asesinado de un generación de juristas que crecimos leyéndolo e inspirándonos con sus
plumazo en 1966, resucitaría y ascendería en cuerpo y alma al cielo de la “herejías jurisprudenciales”. No sé si estamos listos para aceptar el desafío
sola perspectiva política y jurídica posible y perfectible: el Estado liberal que el Maestro Carlos Gaviria Díaz nos lanzó: ese de “deconstruir” nuestros
democrático. Y no llegaría solo, con él llegaría también la dimensión más dogmatismos y de constituir comunidad en nuestra pluralidad; de pensar
despreciada de todas por el anti-humanismo francés: el Derecho. Ahora una ética de la autonomía y del “cuidado de sí” (si es que la nueva iglesia
bien, esta lectura bastante particular de la revolución de los ochenta, foucaultiana me permite afirmar semejante herejía). Mi homenaje hereje
cree que el tema de la “muerte del hombre” fue un vil acontecimiento al Maestro, radicalizar su pluralismo en justicia y en política.
de cantina, al tiempo que concibe su resurrección como una afirmación
política de su consciencia eterna así como del aspecto trascendente de ANTIJURIDISMO Y CRÍTICA DEL DERECHO
la justicia que lo acompaña. Los problemas de esta postura no se dejan
esperar; no solo porque pierde de vista la configuración histórica específica El debate “Foucault y el derecho” pasa por el reciclaje permanente y
de eso que llamamos “hombre” (la dirección y el destino actual de sus mediocre de cierta interpelación que se le hizo al pensamiento llamado
fuerzas internas, las relaciones en las que esas fuerzas se entrecruzan) “posmoderno”. Para una tradición intelectual normativa, portentosamente
sino además porque el sistema de Derecho, propio de Occidente, no puede encaramada sobre los hombros del gigante Kant, cual niños traviesos de
ser generalizado como un sistema universal de justicia sino a condición la facultad de juicio, lo que se encuentra en el centro de los análisis genea-
lógicos no es más que un “antijuridismo” y un “relativismo” que niega
radas como “galicismos” a corregir (“arrieración”, “remarcar”, entre otras). Esto se hace para preservar la versión
original, tanto escrita como oral, del autor. de entrada toda analítica jurídica, incluyendo allí cualquier problemati-
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zación alrededor de lo que hemos conocido recientemente como “justicia positiva: descripción que, de todas maneras, sería siempre general a causa
política”. La consecuencia no podría ser más que inquietante: si se de la radical discontinuidad de la historia. En otros términos, a partir de
suprime al derecho, en tanto que principio de justicia, de todo análisis de la filosofía de Michel Foucault no hay ninguna posibilidad de pensar y
lo político o, al contrario, si introducimos una crítica política en el análisis actuar en justicia, lo que implica una imposibilidad de juzgar el poder más
jurídico mismo, el “hecho político” –sea él un simple desequilibrio de allá de los elementos positivos dados por el derecho de Estado (Renaut,
fuerzas en una relación bilateral, sea él el acto a través del cual una insti- 1992, 13).
tución política se manifiesta– no podría ser juzgado más que bajo el único
criterio de la fuerza misma. Así, el aporte teórico del “foucaultismo” sería Hilando un poco más fino, para esta “recuperación humanista” de la
no solo inconveniente metodológicamente sino especialmente peligroso, justicia frente al anti-humanismo, el problema que nos presenta la filosofía
teniendo en cuenta el efecto de “relativización historicista” de todo criterio de Foucault es profundamente filosófico porque arrastra una postura
de justicia. Si, como parece desprenderse de este supuesto “relativismo”, “negacionista” en la batalla por la posibilidad de una verdad normativa
toda discursividad jurídica no es más que la consecuencia de una sobre-de- que guíe las relaciones humanas, lo que en la tradición judeo-cristiana
terminación política, lo “verdadero”, el resultado no puede ser más que un suele denominarse como “mandamiento”. Pero es también un problema
reforzamiento del cientifismo que pretendía destruir la empresa genea-
profundamente político porque complica el estatuto del sujeto en sus
lógica, puesto que al final reduce la integralidad del discurso jurídico a los
relaciones frente a cualquier poder, entendido siempre como dominación.
sistemas jurídicos positivos. El derecho, así presentado, sería pura expre-
Para Luc Ferry y Alain Renaut, por ejemplo, la comprensión de la signi-
sividad positiva de la fijación histórica de las relaciones de poder. “La
ficación del llamado “retorno de la referencia a los derechos humanos”
historicidad filosófica vino a reforzar el positivismo jurídico para, conci-
98 biendo que ‘ningún principio jurídico puede pensarse desde lo universal’,
en las luchas políticas de los años ochenta y noventa impone proponer 99
la cuestión sobre el estatus del derecho y sus condiciones de posibilidad.
defender una total relativización del derecho respecto al hecho” (Renaut,
La filosofía de Foucault resulta simplemente inapta para comprender
1992, p.11). La cuestión filosófico-jurídica se vacía así de todo contenido
esta reactualización de la cuestión jurídica en la “globalización” de los
porque si la discontinuidad es la marca permanente del objeto “derecho”,
derechos humanos y en el incremento del rol protagónico de las jurisdic-
este no podría ser analizado más que como un “universal abstracto”,
ciones internacionales frente a conflictos locales y regionales. Pero sobre
esto es, un objeto inexistente o simple “significante” que designa ciertas
prácticas diferentes unas de otras sin que exista la más mínima posibi- todo, su inaptitud se manifiesta en la incomprensión del alcance político
lidad de suponer la permanencia de esencia alguna. Resumiendo, a partir del derecho en miras a intervenir sobre los procesos de fundación y refun-
del análisis foucaultiano, no tendríamos del Derecho más que “rostre- dación de lo político. Una actitud “foucaultiana” acarrea necesariamente
dades” sucesivas de la práctica jurídica, completamente inseparables de la imposibilidad de pensar y construir criterios de justicia en la consti-
los dispositivos de poder correspondientes, lo que acarrea, entonces, una tución de una sociedad política basada en la regulación de las relaciones
concepción “óptica” del objeto derecho, cuya fragmentación histórica de fuerza, trasladando la composición de lo social a la empiricidad de
imposibilita construir un criterio estable de juicio exterior a las relaciones las luchas, imponiendo en el horizonte vital de cada fuerza la opresión
de fuerza y al derecho positivo (siendo este último un efecto de aquellas). misma. Dicho de otra forma; solo es posible pensar y juzgar el orden
De allí que, un derecho atado a la sola “experiencia” y completamente político y social a partir de una referencia trascendente a la inmanencia
desprovisto del horizonte de juicio “que les es propio” no sería más que de las relaciones conflictuales que lo componen, generando criterios de
un derecho ineficaz o incluso peligroso porque la filosofía del derecho no estabilización de esas relaciones: la justicia como problema propiamente
sabría tener otro objeto diferente a los sistemas jurídicos en su existencia filosófico, pero, además, como apuesta de lo político.
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UNA HISTORIA POLÍTICA DE LAS VERIDICCIONES sus opciones “estilísticas” más importantes, a partir de las cuales puede
reconocerse una transformación, fundamentalmente, en el punto de vista
Un principio nodal orienta esta crítica de la obra de Michel Foucault a analítico que afecta las nociones clásicas del poder y, por supuesto, de
propósito del Derecho: la constitución de un momento trascendente a las Derecho. Como bien lo resume Didier Mineur, Foucault analiza menos
relaciones factuales a partir del cual es posible juzgar sus desequilibrios las condiciones de posibilidad del acceso a la verdad por parte de una
y, así, determinar el momento de objetividad, su momento normativo, no subjetividad consciente y más esos “procesos de formación de la subje-
solo es una necesidad sino una realidad verificada en la práctica política tividad, incluso de las subjetivaciones, inducidos2 por los discursos que
misma. Autores como Alain Renaut creen que es una “necesidad” pensar se consideran verdaderos” (Mineur, 2013, p.52). Esta inversión se opera
la justicia como un momento trascendente al mundo factual, ya que, en por una conceptualización de la relación de determinación entre los
tanto que elemento objetivo y objetivador de la experiencia humana por sujetos existentes y los conjuntos de enunciados emitidos en un momento
la vía del mandamiento, es lo que permite constituir un cuadro teórico y determinado, donde el discurso de la verdad sobre el sujeto opera menos
una base especulativa oponible al mundo empírico. Para evitar una indis- como un discurso apofántico (Agamben, 2013, p.28) y más como un
tinción fatal entre hechos y valores, lo que implicaría la imposibilidad de discurso que informa la subjetividad, puesto que ordena la concepción y
comprender el mundo contemporáneo –un mundo que se experimenta la comprensión. La verdad, más que informar el mundo, la identidad del
desde el sujeto y que, además, lo reclama–hay que rechazar imperativa- sujeto y de las cosas, determina el ser del sujeto y estructura la relación
mente todo historicismo jurídico. con los objetos y la relación consigo misma que se deriva de esa determi-
nación histórica. “[…] toda veridicción supone un régimen de verdad que
Como ya se sabe, el tema “Foucault y el Derecho” empieza a convertirse hace posible y ordena la enunciación” (Mineur, 2013, p.53). Sin embargo,
100 en una rama independiente de los estudios universitarios. Y, como tal, estos regímenes, estos niveles arcaicos del pensamiento y de las prácticas,
101
es susceptible de disecciones, reciclajes y circularidades. Para evitar la se constituyen sin “hombre” y sin “telos”; es un proceso, digamos, institu-
mediocridad, el llamado de Jean-Pierre Lefebvre resulta invaluable: cional y disparatado aunque rico en efectos, puesto que de allí emergen
constreñidos a ir rápido, a trabajar rápido, a pensar rápido, a ganar rápido, mundos y sujetos de ese mundo. No hay, pues, verdad del mundo que no
a morir rápido bajo el pretexto de vivir bien, vale la pena sin duda hoy día sea relevante de un régimen de verdad a través del cual un orden es. El
mismo Foucault es quien mejor lo explica ante un público de juristas en
oponer a la regresión electrónica hacia el ícono, a la parataxis la Universidad de Lovaina
universal del gran zapping-circus, esos gritos de ira de los
filósofos que, cierto, resuenan como profecías brutales, En el caso de una filosofía crítica que se interroga sobre la
pero que habían salido ellos mismos del lento trabajo, de la veridicción, el problema no es el de saber en qué condiciones
paciencia nadadora del concepto que une a Hegel, Michaux y un enunciado será verdad sino cuáles son los diferentes
todos los pobres de la tierra. (Hegel, 1996, p.13) juegos de verdad y de falsedad que se instauran y según cuáles
formas. En el caso de una filosofía crítica de las veridicciones,
Y es esa dificultad, precisamente la que caracteriza la obra de Michel el problema no es el de saber cómo un sujeto en general puede
Foucault a propósito de uno de los temas centrales que la atraviesa: el conocer un objeto en general. El problema es el de saber cómo
problema de las relaciones entre sujeto y verdad. En efecto, la manera los sujetos están efectivamente ligados en y por las formas
como el filósofo francés se posiciona en relación al estatuto filosófico
2 Las itálicas no pertenecen al texto; la relación de discurso a sujeto no puede considerarse como una relación de
y científico de las nociones de verdad y de sujeto traza la impronta de quitar esto, pues “inducción”, tal como lo explicaría Gilles Deleuze en su trabajo sobre Foucault.
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de veridicción en las que se comprometen. En ese caso, el ALGUNAS INDICACIONES CRÍTICAS SOBRE EL PROBLEMA DE
problema no consiste en determinar los accidentes históricos, “LA JUSTICIA”
las circunstancias externas, los mecanismos de ilusión o las
ideologías, o incluso la economía interna de los errores o de Uno de los aportes más importantes de Michel Foucault para una analítica
las faltas lógicas que pudo producir lo falso. El problema es del Derecho es tal vez esa monumental genealogía del sistema jurídico
determinar cómo un modo de veridicción, un Wahrsagen, moderno que puede rastrearse en sus cursos del Collège de France. En
pudo aparecer en la historia y en qué condiciones. Si desde un ese recorrido, las prácticas jurídicas occidentales son descritas como
punto de vista de la verdad, la historia no puede dar cuenta sino campos efectivos de producción de nuevas formas de subjetividad, ya que
de la existencia o de la desaparición de lo falso, desde el punto se trata de verdaderos escenarios de batalla donde se definen, en parte,
de vista de la veridicción, la historia puede dar cuenta de la los regímenes de verdad. El presupuesto de una historia de las prácticas
aparición de un decir la verdad. En fin, ustedes comprenden judiciales, en tanto que lugares de expresividad y de productividad de
que el objetivo de una filosofía crítica de las veridicciones no nuevas formas de racionalidad, implica pensar las prácticas mismas como
es el de constituir una “policía general” de la verdad, o de positividades, esto es, como prácticas tout court, sin “sentidos profundos”
constituir una instrumentación3 suficientemente general para que expliquen o que justifiquen las acciones de los individuos cuando
fijar las condiciones formales en las cuales esos enunciados actúan. No hay nada “detrás del velo” y, sin embargo, ellas solo pueden
podrán ser verdaderos. Se trata más bien de definir en su producirse en la medida en que las técnicas que presiden su ejecución se
pluralidad los modos de veridicción, de buscar las formas de incorporan en las conductas mismas, lo que implica la formación de un
determinado conjunto de gestos corporales y un determinado conjunto
102 obligación por las cuales cada uno de esos modos liga al sujeto
de imaginarios. Es por ello que la noción de “racionalidad” sustituye aquí
103
del decir la verdad, de especificar las regiones a las cuales ellos
se aplican y los dominios de objeto que hacen aparecer, en la noción de “mentalidad”: el conjunto de prácticas que se analizan no
fin, las relaciones, las conexiones, las interferencias que son dependen de los sujetos que actúan sino de la puesta en marcha misma
establecidas entre ellos. Digamos en una palabra, no se trata de esas reglas y de su devenir histórico en la formación de los sujetos.
en esta filosofía crítica de una economía de lo verdadero sino Las prácticas son, de esta manera, formas de experiencia a través de las
cuales los individuos se forman como aquello que ellos son en una época
más bien de una política histórica, o de una historia política
determinada. Como lo señala Santiago Castro-Gómez, con una historia
de las veridicciones (Foucault, 2012, p.9).
de las prácticas, el análisis genealógico se desliga de toda productividad
histórica e intelectual que presupone a un operador externo y a un sentido
Ahora bien, esa modificación en el punto de vista no es un elemento
de destino, permitiendo identificar el despliegue de esas formaciones histó-
menor: pensar un “objeto” de saber implicará ahora pensarlo como saber
ricas a partir de la descripción de sus racionalidades propias: “La ‘historia’
y como formación misma del objeto, aspectos que son siempre en devenir,
que traza la genealogía es la de la circunstancialidad de las prácticas y no
lo que implica introducir, necesariamente, un análisis de las dinámicas de
de sus correlatos” (Castro, 2011, p.250).
fuerza que impulsan ese movimiento; dinámicas que implican acciones
y acciones sobre esas acciones, ciertamente, pero jamás la realización
La experiencia jurídica como modo de definición de tipos de subjeti-
efectiva de una consciencia progresiva sobre un orden aparentemente fijo
vidad, de formas de saber, en breve, como una política de la verdad, es
del mundo.
pensada desde la actualización de esas prácticas regulares, pero incesan-
3 Esta palabra aparece a título de hipótesis en el texto, puesto que en el manuscrito del curso en Lovaina es ilegible. temente modificadas a través de la historia occidental, cuya racionalidad
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tendría la apariencia de trabajar en el orden de lo prescriptivo y de lo diversas dominaciones, sea ella fuerza en sí misma que no es física, pero
decisional (Foucault, 2012, p.10). Ahora bien, el dominio de lo jurídico que no obstante, le atribuye un “suplemento” de fuerza: la legitimidad de
no está jamás antepuesto a su propia historicidad: una de las adquisi- su ejercicio (Foucault, 1976b, pp.31 ss.). Bajo este presupuesto, un poder
ciones más importantes en el estilo foucaultiano es precisamente ese que que no sea sometido al imperio del derecho, en tanto que criterio trascen-
implica una ruptura frente a toda “metodología”, entregando el trabajo dente de justicia, será siempre un abuso. Sin embargo, en la formación
del historiador al movimiento mismo de su devenir. Esta cuestión de estilo misma del sistema judicial contemporáneo encontramos un proceso lento
impacta la definición misma de lo jurídico, desplazando el interés teórico de conformación de un aparato y de un discurso ligado directamente al
por su definición hacia el lugar de la visibilización de su proceso perma- poder soberano, esto es, el efecto de una acumulación de medios especí-
nente de redefinición y recentrando la reflexión en el movimiento mismo ficos de poder que permitió la invención del sistema jurídico institucional
a través del cual se producen esas transformaciones. Dicho de otra forma, y discursivo que es la experiencia contemporánea de Occidente (Foucault,
jamás la “definición” de lo jurídico puede constituir su propio dominio, lo 1973, pp.1406 ss., 1975; Grossi, 2003, pp.21 ss.).
que convierte todo esfuerzo de descripción de una “teoría del derecho” en
Foucault una tarea inútil y que exige, al contrario, tratar de asumir una Como se sabe, el análisis “cartográfico” que propone Foucault es
postura de rechazo a toda generalización de una teoría del derecho o de la concebido como un análisis que arrastra una ilusión, puesto que la verdad
justicia. Brevemente, en la obra de Foucault, lo jurídico (al menos en lo que del derecho no puede sino encontrarse al interior de su carácter trascen-
respecta a la experiencia occidental del derecho) no aparece jamás como dente para hacer posible el momento de estabilización normativa del
un a-priori en relación con las prácticas que podrían suponerlo sino como pacto político; su verdad es su enunciación imperativa e instituyente. No
el campo mismo de unas prácticas específicas; prácticas definidas por la obstante, esta defensa filosófica de una “trascendencia inmanente” (Ferry
104 construcción de un “juicio objetivo” sobre las conductas de los individuos & Renaut, 1987, p.100) no quiere ver que las dinámicas de fuerza que 105
a partir del cual es posible un tipo de acción sobre esas acciones. Dicho constituyen toda formación histórica no son puramente empíricas, tal
de otra forma, la experiencia jurídica ha sido en Occidente una de las como se muestra con brutal claridad en esa experiencia contemporánea
formas más importantes de problematización de las relaciones de poder. de la virtualidad y de la Big Data. Efectivamente, lo que salta a la vista
Así, un ángulo de análisis de lo jurídico, en Foucault, trata menos de los es que el sistema mismo de la norma pareciera bloquear el análisis de
códigos de procedimiento de construcción de un juicio determinado sobre su dimensión arcaica; el normativismo no puede ver más que relaciones
la conducta de una persona y más sobre los vectores de emergencia de binarias entre física y metafísica, como bibliotecarios de Alejandría clasi-
los regímenes de veridicción a partir del despliegue de las coacciones ficando las obras de Aristóteles, porque el “imperativo” de trascendencia
judiciales. en una relación cualquiera arrastra consigo una condición de espectra-
lidad sin la cual no podría asir la realidad. Normar la realidad debe ser
TRASCENDENCIA E INFAMIA: UNA ANALÍTICA DEL DERECHO siempre algo diferente de la realidad misma para que pueda existir como
discurso de la norma jurídica. Sin embargo, siguiendo a Peter Fitzpatrick,
Cuando partimos de una idea trascendental de justicia en una analítica quien se encuentra en la raíz de este dualismo propiamente occidental
del derecho cualquiera, el poder aparece como esa fuerza espectral y no es tanto el estagirita sino más bien el “salvaje”: porque si el derecho
amenazante, latente en la factualidad egoísta del mundo, llamada a ser manifiesta el momento trascendente a partir del cual el progreso permitió
conjurada por los medios “adecuados”. La fuerza no es jamás el derecho y, superar toda pre-sociabilidad sin sujeción a las normas, es el salvajismo,
sin embargo, el derecho es él mismo un tipo de fuerza: sea ella un instru- entonces, el operador de los límites del derecho como elemento constitu-
mento, cuando es pura expresividad de las instituciones que canalizan yente de la sociedad política.
Michel Foucault 30 Años: Justicia: trascendencia, inmanencia, infamia. Notas para escapar de un mal debate a propósito del Derecho en Michel Foucault
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Lucas Andrés Restrepo Orrego

Según su gran amigo, Paul Veyne, Foucault no rechazaba la tesis que al tiempo es su momento de objetividad, se constituye a partir de un
expresa el carácter histórico de lo trascendental (Veyne, 1986, p.936). Es movimiento de negación del “salvajismo” y de unificación de la hetero-
en este sentido que Deleuze remarca el carácter de fuerza constitutiva del geneidad en una voluntad común (Fitzpatrick, 2008, p.49). El sujeto de
horizonte de finitud en el “hombre” moderno (Deleuze, 1986, p.132), ese derecho moderno se elabora en la figura del hombre sujetado a un orden
hombre “soberano”, obligado a construir él mismo las reglas de su propia que lo completa y que lo inscribe en un horizonte de comunidad posible.
sociabilidad (Ewald, 1986, p.65), posible y pensable solo en un mundo Pero esta perspectiva de convivencia solo es posible en la medida en que en
donde la finitud aparece en su horizonte, tal como lo explica Foucault su fundamento y en su realización cotidiana funcione una hipótesis condi-
en Las palabras y las cosas. Radicalizando esta perspectiva etnológica de cionante de todo el procedimiento de unificación: el estado de naturaleza
Foucault, esta voluntad de “extrañeidad” respecto de la interioridad de lo como frontera crítica sobre la que se levanta tanto el orden jurídico como
pensable, lo decible y lo actuable, los análisis de Marshall Sahlins resultan todo orden político en general (2008, p.63). De allí, el derecho (cuyo modelo
preciosos. Adoptando el punto de vista de Eduardo Viveros de Castro, es el derecho estatal, pero que no se limita a los márgenes del Estado
Sahlins cree que el horizonte de finitud de los seres humanos (una finitud nación), inexorablemente unificador, deviene en un imperativo perentorio
que reenvía siempre a una exterioridad) implica una necesidad de toda
que, además, obliga a una conducta determinada, esto es, a un modelo
cultura: permanecer ligada, socialmente, a algo exterior a ella misma. Lo
de vida. El hombre deviene así en mandamiento: un hombre unificado
“extraño” se asocia al cosmos, en tanto que un estar-en-un-espacio-otro,
por el progreso, pero segmentado en intereses llamados “derechos subje-
esto es, lo “no-político”, la ausencia de control, lo que solemos llamar
tivos”; una forma en la cual deben ser contenidas todas las otras formas,
“sobrenatural”: aquello que no pude ser dominado, sobre lo que no puede
aunque se trate de individualidades “colectivas”. Poco importa aquí que
recaer ninguna voz de mando, ningún imperativo. O mejor, dimensión
106 que es ella misma imperativa. Ahora bien, este momento de “trascen-
ese momento de unidad adquiera la forma de una “raison d’État” o de una 107
“lex mercatoria”; lo importante es ese momento trascendente, momento
dencia” aparece como función más que como mistificación: las “exterio-
“mítico” que permite unificar en el procedimiento de ordenación de las
ridades” que actúan en la conformación de las dinámicas culturales son
cosas, de sus objetos, a partir de una exclusión fundamental; no en la
inmanentes; lo extranjero (y los extranjeros) en tanto que “pruebas” de
diferencia sino en la absorción de toda diferencia. El derecho occidental,
la posibilidad de la trascendencia de la vida, dotados de poderes trascen-
desde la diferenciación entre acciones sociales y acciones normativas,
dentes de vida y de muerte, deviene siempre un objeto ambiguo de deseo
y de rechazo (Sahlins, 2010, p.7). Frente a esta antropología política de procede a una operación de clausura de toda “otredad”, puesto que es
la alteridad habría que agregar, entre otras cosas, que lo trascendente se precisamente la heterogeneidad la que evidencia su diferencia última, que
vuelve objeto de acción, no para develar su falsedad mística sino para es una diferencia de fuerza respecto de otros modos de regulación (Fitz
elevar lo inmanente a una trascendencia indisputable. Es precisamente la Patrick, 2008, p.50). De allí que el derecho jamás pueda ser puramente
operación del dispositivo jurídico discursivo construido desde la confor- “procedimental”, ya que su momento conceptual es la puesta en marcha
mación misma del poder soberano e íntimamente ligado a la experiencia de una fuerza de fijación y, por ello, de neutralización de las fuerzas que
imperialista occidental. operan en sentido contrario. Ahora bien, ningún normativismo puede (ni
quiere) mostrar la operación política del derecho porque implica reenviar
Peter Fitzpatrick explica con claridad ese movimiento a partir del cual su problematización a sus propias condiciones de posibilidad; operación
el derecho, en tanto que experiencia cultural propiamente occidental, que por lo regular hacen todas las expresiones que ponen en cuestión el
pretende mostrarse como un modelo universal de regulación que trasciende orden existente. Si el derecho teme a esta pregunta es porque su infamia
el orden de las acciones humanas. Su momento de trascendencia, que se sustenta en el momento de fijación mítica de sus actos de fuerza, dada
Michel Foucault 30 Años: Justicia: trascendencia, inmanencia, infamia. Notas para escapar de un mal debate a propósito del Derecho en Michel Foucault
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la separación fundamental entre actos sociales y actos normativos a partir Ewald, F. (1986). L’Etat providence, Paris: Grasset & Fasquelle.
de la cual pretende construirse todo juicio. Ferry L., & Renaut, A. (1987). pp.68-86. Itinéraires de l’individu.Paris: Gallimard.
Fitzpatrick, P. (2008). El derecho como resistencia: modernismo, imperialismo,
A MANERA DE CONCLUSIÓN PROVISIONAL legalismo. Trad. María Carolina Olarte y Gustavo José Rojas Páez. Bogotá:
Siglo del Hombre-Universidad Libre. 2010.
El normativismo que quiere imponer una analítica trascendental del derecho Foucault, M. (1973). La vérité et les formes juridiques. En: Dits et écrits I.
en relación a las relaciones de fuerza no puede sino manifestar, en su propia 1954-1975, Daniel Defert et François Ewald. (eds.) Paris: Gallimard-Quarto.
preocupación, el temor propio de la experiencia jurídica contemporánea: 2001, pp.1406-1514.
pensado en términos históricos, una analítica “política” del derecho arries- Foucault, M. (1975). Surveiller et punir. Naissance de la prison. Paris: Gallimard-Tel,
garía la valoración positiva de las dominaciones, en tanto que formas de 1993.
justicia. Ahora bien, la experiencia actual del derecho es en ella misma una Foucault, M. (1976a). Histoire de la sexualité I. La volonté de savoir, París: Galli-
forma que implica una dinámica de fuerzas. ¿Qué tipo de forma? No tanto mard-Tel, 1994.
la representación falseada de una dominación sino más bien, la manera Foucault, M.(1976b). «Il faut défendre la société». Cours au Collège de France 1976.
“jurídica” en que es problematizado el diagrama de poder contemporáneo, Mauro Bertani et Alessandro Fontana (eds.). Paris: EHESS-Gallimard-Seuil,
donde el “conflicto” es remitido al lugar de una exterioridad amenazante. 1997.
Se trata de una re-movilización de la función de “trascendencia” que Foucault, M. (2012). Mal faire, dire vrai. Fonction de l’aveu en justice. Cours de
permite fijar esas fuerzas bajo nociones como el “orden” o la “estabilidad” Louvain, 1981. Fabienne Brion et Bernard Harcourt (eds.), Louvain-la-Neuve:
(o la “seguridad”, incluso). Sin embargo, dicha re-movilización opera solo Presse Universitaires de Louvain-University of Chicago Press.
108 en la medida en que la infamia del derecho se reactualice permanentemente Grossi, P. (2003). Mitología jurídica de la modernidad. Trad. Manuel Martínez. 109
bajo la hipótesis de la desregulación, la desobediencia, el caos. La prueba Madrid: Trotta.
empírica de esta exterioridad del orden sería el supuesto salvajismo de las Hegel, G. (1996). Preface de la Phénomenologie de l’esprit, traduction, présentation et
comunidades “pre-sociales” o “pre-políticas”, que justifican (por supuesto) vade-mecum par Jean-Pierre Lefebvre, Paris: Flammarion, 1996.

respuestas “institucionales” de una violencia inusitada: indios, a los que hay Mineur, D. Après Foucault. La philosophie politique en France depuis les années

que civilizar (o res-guardar); negros, a los que se debe disciplinar (o aislar); 1980. En: Cités (56), pp.51-76. 2013.

musulmanes, a los hay que integrar (o combatir); guerrilleros, a los que se Paponi, S. (2009). Experiencia Límite/Políticas de la Experiencia, texto de la ponencia
presentada en las 2as Jornadas de filosofía de la Cultura. Salta, Argentina.
debe reinsertar (o bombardear); Estados fallidos, a los que hay que inter-
Renault, A. (1992). Qu’est-ce que le droit? Aristote, Wolff, Fichte. Paris: J. Vrin.
venir (o bloquear); o lo que se les ocurra.
Sahlins, M. (2010). Stranger-Kings and Stranger-Kin: The Alterity of Power and Vice
Versa. En: http://www.iiac.cnrs.fr/spip.php?article43, (consultado el 5 de marzo
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Paris: L’Harmattan. 2013.
Castro-Gómez, S. (2011). Crítica de la razón latinoamericana, segunda edición. Cómo citar este capítulo:
Restrepo Orrego, L. A. (2018). Justicia: trascendencia, inmanencia, infamia. Notas para escapar de un mal
Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana-Instituto Pensar. debate a propósito del Derecho en Michel Foucault. En L. M. Lozano Suárez, y A. Rodríguez Manzano,
(Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de sí (págs. 95-109).
Deleuze, G. (1986). Foucault. Paris: Minuit. 2004. Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico.
111

Filosofía y diagnóstico
del presente:
la historia como límite1
Tuillang Yuing Alfaro
Universidad Autónoma de Chile

En una entrevista de 1968, comentando la polémica recepción que Sartre


había hecho de Las palabras y las cosas, Foucault se atreve a entregar una
suerte de definiciones de la filosofía como “un diagnóstico del presente”.
Estas son sus palabras:

[…] yo diría que si existe quizás hoy una actividad filosófica


autónoma […] se la podría definir del modo siguiente: una
actividad de diagnóstico. Diagnosticar el presente, decir eso
qué es el presente, decir en qué nuestro presente es diferente
y absolutamente diferente de todo lo que él no es, es decir, de
nuestro pasado, tal puede ser la tarea que le ha sido asignada
hoy al filósofo. (Foucault, 2001, vol. 1, p.693)

¿Cuál es el sentido de esta afirmación? ¿En qué medida compromete


el carácter decididamente histórico de sus investigaciones? ¿Cómo la
atención al presente se manifiesta entonces como una constante a lo largo
de la trayectoria del autor? Son estas preguntas las que nos permitirán
un balance que ilustre la articulación entre un ejercicio histórico con
una preocupación filosófica en la obra de Foucault. Esto amerita más de
una demora ya que Foucault no fue en extremo generoso en explicitar

1 Este trabajo es parte del FONDECYT 11180085 “Biopolítica y racionalidad gubernamentalidad: elementos para
una revisión de los aportes de Foucault a la educación”.

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: Filosofía y diagnóstico del presente: la historia como límite
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Tuillang Yuing Alfaro

el sustento filosófico que guarda una obra que se reparte en interro- un sujeto que trasciende los litigios del saber y que se corresponde, plena-
gantes y motivos históricamente dispersos. Debemos recoger algunos mente, con una conciencia sin pliegues para la que, pese a los avatares,
retazos y pistas repartidas por los distintos momentos de su obra y ver el nada queda finalmente oculto ni desconocido. Foucault está alerta a que
compromiso metodológico e incluso epistemológico que tiene la noción de una noción de este tipo se entrometa en su descripción arqueológica del
presente para ensayar una lectura global de su obra bajo esa perspectiva. discurso. Se cuida de no pensar que existe algo por detrás de la histori-
cidad del discurso que ordene el devenir del saber. Para ello, se abastece
EL PRESENTE Y LA ARQUEOLOGÍA: LO HISTÓRICO FRENTE A de un método que apuesta para que sea el mismo despliegue enunciativo
LO TRASCENDENTAL el que invente y abra un espacio de positividad en absoluta exterioridad:
un espacio patente, que deje traslucir lo burdo, lo cotidiano, lo evidente,
La noción de presente figura como un elemento clave en la extensa la banal franqueza del saber humano en su histórica discursividad. Dicho
primera etapa de las investigaciones de Foucault, aquella denominada espacio es el que Foucault denomina como a priori histórico. No se trata,
“arqueológica” y que se extiende desde Historia de la locura en la época por cierto, de un patrón común que unifica los discursos, sino de la elabo-
clásica (1961) hasta Las palabras y las cosas (1966). No obstante, es en ración de un campo de historicidad que, en todo caso, debe descubrir
La arqueología del saber (1969) donde Foucault entrega una reflexión el sistema que ordena la discursividad de una época y la regularidad de
general de lo que ha sido su apuesta filosófica y a la vez metodológica. aquello que puede ser dicho, vale decir, su sistema de enunciabilidad y
En este trabajo el autor muestra con detalle un debate, según el cual, a funcionamiento. En efecto, el despliegue de los discursos obedece a cierta
una investigación empírica muy situada, es decir, a un menudo trabajo legalidad y a un cierto régimen, pero este último no escapa al escenario
de historia, se le da el derecho de discutir la dimensión que la tradición que va dibujando y, en ese sentido, no se instala en una dimensión trascen-
112 filosófica moderna ha designado como trascendental (Foucault, 2002, dente a la historia. El a priori histórico no es, entonces, una constante o
113
p.341). ¿Qué indica esta oposición? Primeramente, una puesta en cuestión un paradigma que defina rígidamente un estado del conocimiento; antes
de las instancias trascendentales del pensamiento en razón de una histo- bien, describe lo que, en un cierto momento, hace posibles los debates y
ricidad que las atraviesa de pleno derecho2. En efecto, Foucault dispone autoriza la elaboración de los discursos:
sus esfuerzos para dislocar la perspectiva con la cual se había construido
tradicionalmente la historia del pensar, y que no dejaba de levantar Este a priori es lo que, en una época dada, recorta un campo
nociones que se restaban del cuestionamiento histórico. Por el contrario, posible del saber dentro de la experiencia, define el modo de
el autor concentra su pretensión en “liberar la historia del pensamiento ser de los objetos que aparecen en él, otorga poder teórico a
de la sujeción trascendental” (Foucault, 2002, p.340). Por esta razón, es la mirada cotidiana y define las condiciones en las que puede
necesario desenmascarar estas sujeciones: ellas se alojan, por ejemplo, sustentarse un discurso, reconocido como verdadero, sobre
en aquel gesto que ha intentado hacer de la ciencia, el saber, y de todas las cosas. (Foucault, 2003, p.158)
aquellas dimensiones del pensar –que, pese a todo, toman la forma de
discurso–, el doble de una razón, vale decir, el espejo de un pensar que se Sin embargo, la fórmula misma no es totalmente afortunada, ¿cómo
habría levantado por sobre los acontecimientos y habría ido, a lo largo del entender un a priori que a su vez se deposita en la historia, vale decir, en
tiempo, ganando terreno en la historia. Así, se pone en cuestión la figura de el terreno de la experiencia? Foucault ha tomado noticia de esta aparente
inconsistencia. Tratar, por cierto, de esclarecerla deja al descubierto una
2 Canguilhem es quien repara también en esta apuesta: “Foucault desacreditó las cuestiones de posibilidad trascen-
dental en beneficio de las cuestiones de posibilidad histórica, condenó la investigación de las profundidades (pues le ruptura filosófica profunda en la que Foucault se sumerge y que da por
pareció muy difícil discernir los puntos desde los cuales se perciben bien las superficies) y sustituyó la historia de los
sistemas por la historia de las problemáticas” (Canguilhem, 1999, p.11). resultado que el a priori no pueda ser sino histórico. En efecto, según una
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perspectiva más tradicional, hablar de a priori histórico nos enfrenta ante Sin embargo, insistamos en esta puesta en cuestión de las instancias
una suerte de oxímoron que debe dar lugar a un nuevo sentido3. Foucault trascendentales que tienen lugar a partir del a priori histórico como
está, sin duda, al tanto del “efecto un tanto detonante” que esta noción elemento de la arqueología. Foucault afirma:
gatilla y que hace necesario, por sobre todo, deslindar su sentido respecto
del a priori formal. El a priori histórico consiste en una figura puramente La posibilidad de un análisis enunciativo debe permitir, de
empírica que “[…] sería no condición de validez para unos juicios, sino estar establecida, levantar el tipo trascendental que cierta
condición de realidad para unos enunciados” (Foucault, 2002, pp.215- forma de discurso filosófico opone a todos los análisis del
216). Su espesura histórica captura y cubre el dominio del a priori formal: lenguaje, en nombre del ser de ese lenguaje y del fundamento
permite comprender su irrupción, sus enclaves y su emergencia. El a priori en el que deberían originarse. (Foucault, 2002, p.191)
histórico cancela la garantía de universalidad del a priori formal al desli-
zarlo hacia una zona de opacidad en la que su dominio se vuelve relativo, ¿Cómo puede ser eso posible? Ya señalamos que no se trata de entregarle
inseguro, resquebrajado. El encuentro de uno y otro tiene lugar única- fácilmente la primacía al discurso, sino más bien de no capturar la plura-
lidad de los discursos en una instancia unitaria que se correspondiese con
mente en el distrito de lo existente y del acontecimiento, donde obedecen
un pensar, y proyecte la conciencia en la historia como una concatenación
nada más que a la ley de la mutación4.
que atraviesa el tiempo: “El tiempo de los discursos no es la traducción,
en una cronología visible, del tiempo oscuro del pensamiento” (Foucault,
En virtud de lo anterior, es el a priori histórico el que debe dar cuenta
2002, p.207)5. Por el contrario, la discontinuidad en la historia debe ofrecer
de la acogida, implementación, gestión, exclusión o rechazo de cualquier
la oportunidad de rebelarse contra aquella noción que parece dominar
114 estructura formal en cuanto esta se formula discursivamente en la historia.
la historia de las ideas –y la filosofía– desde la modernidad: el cogito6,
115
noción que, para Foucault, más que ofrecer solvencia, sirve de refugio
Por otra parte, el a priori histórico debe desplegar el archivo de una época,
para que la historia –y con ella, la actualidad– se contemple y ratifique a
vale decir, el conjunto de los discursos efectivamente pronunciados en un
sí misma, finalmente desconociéndose: el predominio histórico-trascen-
momento histórico definido y que permanecen aún en la historia. Así,
dental, al amparo de la continuidad temporal, ha construido una “historia
busca poner en relieve toda una masa documental que toma forma en las
del pensamiento que es la historia de nosotros mismos”, que une el pensar
más diversas huellas enunciativas, además del conjunto de reglas que las
a los lazos trascendentales que amarran la historia, desde el siglo XIX, a la
organizan y que les permite su circulación. Por cierto, dado el carácter
problemática del origen y del sujeto.
amplio de esta noción de archivo, se verá transformada cuando las inves-
tigaciones de Foucault se amplíen al poder, y exijan, por tanto, otra masa
En estos terrenos, Foucault está pensando en Nietzsche cuando indica la
documental. necesidad de no recomponer un sostén trascendente en el discurso. En
3 Giorgio Agamben es quien se interroga con profundidad acerca del carácter del a priori histórico. Realizando una efecto, es Dios –aquel cuya muerte Nietzsche ha anunciado– el que no deja
meticulosa revisión que va desde Kant a Benjamín, pasando por Nietzsche, Freud, Dumezil, Mauss, entre otros, y,
por supuesto, Foucault. Agamben pone en forma las condiciones y sesgos que permiten hablar de una arqueología de reconstituirse, cuando todo lo dicho y pensado de maneras distintas a
filosófica. Para el italiano, finalmente, el a priori histórico se decide más que por su pertenencia a un pasado, por el
índice de futuro que arrebata al presente. Idea también decisiva para Nietzsche y Foucault: “Intentemos pensar la través del tiempo se refugia tras la máscara frágil de una actualidad en la
estructura temporal particular que está implícita en una arqueología filosófica. Lo que en ella está en cuestión, no
es propiamente un pasado, sino un punto de surgimiento [...] El punto de surgimiento, el arché de la arqueología, que es fácil reconocerse:
es el que no llegará y no se devolverá accesible y presente sino cuando la investigación arqueológica haya efectuado
su operación. Toma entonces la forma de un pasado en el futuro, es decir, de un futuro anterior. (Agamben, 2008,
p.122) [La traducción es nuestra]. 5 Así, también, señala: “¿Habría que admitir que el tiempo del discurso no es el tiempo de la conciencia llevado a las
4 “El apriori formal y el a priori histórico no son ni del mismo nivel ni de la misma naturaleza: si se cruzan, es porque dimensiones de la historia, o el tiempo de la historia presente en la forma de la conciencia?” (Foucault, 2002, p.354).
ocupan dos dimensiones diferentes” (Foucault, 2002, p.218). 6 “El análisis de los enunciados se efectúa, pues, sin referencia a un cogito” (Foucault, 2002, p.207).
Michel Foucault 30 Años: Filosofía y diagnóstico del presente: la historia como límite
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El discurso no es la vida: su tiempo no es el vuestro; en él, no Desde esa perspectiva, la historia ejercida a la manera del arqueólogo,
os reconciliaréis con la muerte; puede muy bien ocurrir que debe ayudar a la infinita tarea de percibir los límites de lo que es y ha sido
hayáis matado a Dios bajo el peso de todo lo que habéis dicho; el hombre en la inmensidad del tiempo.
pero no penséis que podréis hacer, de todo lo que decís, un
hombre que viva más que él. (Foucault, 2002, p.207) EL PRESENTE COMO DIFERENCIA

Al contrario, son las mismas palabras, los mismos discursos –como porta- No obstante, Foucault advierte la imposibilidad de describir el propio
voces de una historia que desborda cualquier intento de representación– archivo, es decir, de manifestar plenamente el régimen discursivo del cual
los que por sí solos fatigan todo intento de hacer del hombre una figura se es contemporáneo: es en el interior de sus reglas donde hablamos y es
trascendental, dando lugar a una crisis que ya venía anunciando Nietzsche bajo el dominio de su gramática desde donde se elabora toda crítica. De
como la retirada de los universales en que el Hombre se hace Sujeto: este modo, el archivo es incontorneable en su actualidad, pero inapren-
sible en su totalidad. Sin embargo, Foucault no busca eximir a la arqueo-
[…] crisis en la que interviene esa reflexión trascendental a logía de dar cuenta “aunque sea oblicuamente” de esa positividad a la
la que se ha identificado la filosofía desde Kant; en la que
cual obedece la misma descripción. En efecto, aquello que parece una
interviene esa temática del origen, esa promesa del retorno
limitación del método es, en realidad, uno de sus puntos más vigorosos: la
por el que esquivamos la diferencia de nuestro presente […].
intempestiva puesta en cuestión de los límites que definen el escenario en
(Foucault, 2002, p.343)
que el pensar tiene lugar:
116 Lo anterior nos deja instalados en la que se constituye como una de las 117
La descripción del archivo despliega sus posibilidades (y
preocupaciones mayores de Foucault, una en la que, a su juicio, se juega
el dominio de sus posibilidades) a partir de los discursos
la tarea de la filosofía: el presente. En último término, la arqueología
que acaban de cesar precisamente de ser los nuestros; su
persigue dar cuenta del presente al que pertenece, y que es parte de una
umbral de existencia se halla instaurado por el corte que nos
historia que es construida con base en discursos. Ahora bien, si el discurso
separa de lo que no podemos ya decir, y de lo que cae fuera
revela lo que el presente es, no es porque su acertado contenido pueda
decir con plenitud lo que hoy pasa, sino más bien porque –en contraste de nuestra práctica discursiva; comienza con el exterior de
con la historia– es testigo de lo que el hombre ha dicho y ha dejado de nuestro propio lenguaje; su lugar es el margen de nuestras
decir a lo largo de la historia. Interrogado arqueológicamente, el discurso propias prácticas discursivas. En tal sentido vale para nuestro
va mostrando sus fracturas, y estas a su vez, permiten vislumbrar los diagnóstico. (Foucault, 2002, p.222)
límites de lo que es nuestra contingencia, los límites del pensar hoy: “[El
discurso] es, de parte a parte, histórico: fragmento de historia, unidad De este modo, arribamos a la otra noción que constituye el centro de
y discontinuidad en la historia misma, planteando el problema de sus nuestras preocupaciones: el diagnóstico. En efecto, la apuesta filosófica
propios límites” (Foucault, 2002, p.198). de la arqueología se sumerge en la historia para escudriñar discursos y
hacer que hablen de una manera que no suene familiar. El diagnóstico es
Por cierto, esta es, a nuestro juicio, una de las apuestas más gravitantes de entonces el intento de dar la voz a un pensar que entra en litigio con lo que
la arqueología: hacer de la historia una herramienta para la deconstrucción es nuestra propia discursividad, para que ella tome noticia de su fragilidad
del propio presente, vale decir, para enfrentar la historia como límite. y así conocer sus límites:
Michel Foucault 30 Años: Filosofía y diagnóstico del presente: la historia como límite
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El análisis del archivo comporta, pues, una región privile- médico, en la medida que su mirada se dirija al cuerpo. Auscultando los
giada: a la vez próxima a nosotros, pero diferente de nuestra discursos, Foucault buscará hacer un diagnóstico de aquello de lo que
actualidad, es la orla del tiempo que rodea nuestro presente, el presente adolece. No se trata, entonces, de ratificar su salud, sino de
que se cierne sobre él y que lo indica en su alteridad; es lo que, buscar su debilidad. En definitiva, se persigue conseguir la consistencia
fuera de nosotros, nos delimita. (Foucault, 2002, p.222) de un presente histórico, a través del rescate de aquello que se le opone,
vale decir, de su pasado:
Es la historia la que proporciona esos discursos que ya no nos pertenecen
y aquellos pensamientos que ya no somos capaces de pensar. Su invasión El diagnóstico así entendido no establece la comprobación de nuestra
da cuenta de esa radical alteridad que nos constituye, en la medida identidad por el juego de las distinciones. Establece que somos diferencia,
que nuestro presente discursivo se ha constituido por su destierro. La que nuestra razón es la diferencia de los discursos, nuestra historia la
presencia distante de otros discursos, dibuja nuestro propio límite a la vez diferencia de los tiempos, nuestro yo la diferencia de las máscaras. Que la
que lo desvanece “como en el límite del mar un rostro de arena” (Foucault, diferencia, lejos de ser origen olvidado y recubierto, es esa dispersión que
2003, p.345). El diagnóstico es entonces ese ejercicio de delimitación y
somos y hacemos. (Foucault, 2002, p.223)
borradura de los contornos del propio pensar.
Con esto pensamos que hemos llegado al límite de la arqueología, aquel
Se trata de un diagnóstico que toma nota de la temporalidad y, en ese
primario intento que Foucault, con temprana lucidez, ha ensayado
sentido, se disputa entre filosofía e historia. Por esta razón, a partir de
desarrollar. Con todo, Foucault aprovechará estas mismas carencias de
la oposición entre trascendencia e historicidad, Foucault ficciona una
118 pregunta que se niega a responder. Al final de La arqueología del saber, el
su obra para realizar otra torsión en relación a la historia. Confluirán 119
varios elementos; Nietzsche juega en ello, nuevamente, un rol decisivo,
autor teatraliza aquel interlocutor fantasma que le ha susurrado desde el
incluso más potente que el que ya había ganado. Será también, por cierto,
inicio de su carrera, ese que, como un murmullo, demanda la identidad
su propia historia –el contexto social en el que Foucault transita– la que
de su trabajo:
le brindará también los elementos que gatillen un cambio. Esta torsión
En todo caso, está usted obligado a decirnos lo que son esos dispone la obra de Foucault en una nueva relación ante la historia, que
discursos que desde pronto hará diez años se obstina usted en esta vez, emergerá en un territorio diferente que demande por el cuerpo y
proseguir, sin haberse tomado jamás la molestia de establecer las relaciones de poder.
su estado civil. Con una palabra: ¿qué son: historia o filosofía?.
(Foucault, 2002, p.344) DIAGNÓSTICO DEL PRESENTE Y PODER:
LA TAREA DEL INTELECTUAL
Desde luego, como tantas otras veces, Foucault tendrá la destreza de
evadir la respuesta, pero deja establecida al menos una aproximación: Ahora bien, el diagnóstico del presente guarda además cierta relación
su discurso “[…] opera sin cesar las diferenciaciones, es diagnóstico” con el diagnóstico en sentido médico, tal como Foucault lo extrae de
(Foucault, 2002, p.345). Nietzsche. Es la figura del alemán, entre otros variados elementos, la que
da la ocasión para una revalorización del modo de operación del poder y
Un diagnóstico que, tal como la historia, se mantendrá como una sus implicaciones a nivel corporal. Se trata de una perspectiva que va a
constante en sus investigaciones, y que se hará cada vez más cercano al dirigir su trabajo y que incluso va a identificar como la tarea de la filosofía:
Michel Foucault 30 Años: Filosofía y diagnóstico del presente: la historia como límite
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Tuillang Yuing Alfaro

Yo busco diagnosticar, realizar un diagnóstico del presente: ¿En qué consisten estas líneas de fragilidad? Precisamente, aluden a
decir lo que nosotros somos hoy, y lo que significa, hoy, decir la persecución de inercias conceptuales, de certezas fatigadas, cuya
lo que somos. Este trabajo de excavación bajo nuestros pies soberanía es arruinada por su enfrentamiento con la historia. La ruptura
caracteriza desde Nietzsche al pensamiento contemporáneo. de evidencias que constituyen el presente es, por tanto, el modo de ejercer
En ese sentido me puedo declarar filósofo. (Foucault, 2001, el diagnóstico, y por cierto, la tarea de todo aquel trabajo intelectual que
vol. I, p.634) se entromete en las relaciones de poder.

En este contexto, el diagnóstico debe acusar no solo una limitación del Esta concepción del trabajo intelectual constituirá una constante que
presente sino también una aproximación cuidadosa a sus malestares y atravesará el trabajo de Foucault hasta sus últimas investigaciones. Ya
debilidades tal y como se expresan somáticamente. Estos últimos han hacia el final de su vida, Foucault identificará en Kant aquella actitud
de manifestar el estado del presente histórico en su singularidad, en su intelectual que inaugura la preocupación por la actualidad y por la contin-
carácter arbitrario, azaroso, pero también, inédito. El diagnóstico del gencia del presente7. Sumando el recorrido de su obra a dicha tradición de
presente busca así notificar sobre el estado del presente sin cancelar corte crítico e histórico, Foucault señala:
la opción de vislumbrar otros estados de posible mejoría. Luego, no se
trata de mostrar al presente como un punto que ratifique el avance de la La cuestión se centra en lo que es este presente, trata en primer lugar
historia y el consecuente arribo a una actualidad ineludible. Trátese, por sobre la determinación de un cierto elemento del presente al que hay que
el contrario, de un diagnóstico que se dirige al presente para enunciar no reconocer, distinguir, descifrar de entre los otros. ¿Qué es lo que en el
120 su esencia, sino su contingencia. Así, el diagnóstico es también el señala- presente tiene sentido para una reflexión filosófica? (Foucault, 2001, vol. 121
miento de un umbral, una distinción de aquello que se muestra pasado y, II, p.1499)
por tanto, ajeno. Se comprende que tanto la arqueología como la genea-
logía –la aproximación metodológica que Foucault refina a partir de la Una reflexión filosófica que, para Foucault, reparte su tarea en todo trabajo
década del setenta–, ilustran la discontinuidad y se permiten friccionar intelectual que tome recaudo de algunas preguntas fundamentales: ¿Qué
la diferencia, enfatizar la ruptura como modo de elaborar la historia o al diferencia introduce el hoy respecto del ayer? ¿Cuál es la singularidad del
menos de indicar la imposibilidad de una unidad coherente. momento histórico presente? ¿Cuáles son los puntos en que se sostiene
nuestra actualidad? ¿Cómo revelan ellos su emergencia y, por tanto, su
Teniendo en vistas esta suerte de interrogación médica, en una entrevista contingencia?
de 1975, Foucault habla del rol del intelectual en la práctica militante
como un modo de atender a los puntos frágiles, a las dolencias, debili- Así, el trabajo de Foucault usa filosóficamente la historia para detectar
dades e impensados de la actualidad: fatigas y debilidades en un presente que se advierte frágil, hilvanado sobre
prácticas y verdades que tienen una aparición determinada, pero al cual
Se trata en efecto de tener del presente una percepción espesa, se pertenece, a veces, con comodidad:
amplia, que permita percibir dónde están las líneas de fragi- 7 Entre los años 1983 y 1984, Foucault dedica dos trabajos al texto Was ist Aufklä? de Kant. ¿En primer lugar, la clase
inaugural del curso “Le gouvernement de soi et des autres” (Foucault, 2009) y un artículo publicado en los Estados Unidos
lidad, dónde los puntos fuertes a los que se han aferrado los Qu’et-ce que les Lumiéres? (Foucault, 2001, vol. II, p.138). Esta reintroducción tardía de Kant a las reflexiones del
autor, está vinculada con su preocupación por la invención de sí y la preocupación de subjetividad, es decir, con la
poderes […]. (Foucault, 2001, vol. I, p.1627) posibilidad individual de producir un acontecimiento.
Michel Foucault 30 Años: Filosofía y diagnóstico del presente: la historia como límite
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Tuillang Yuing Alfaro

Sueño con el intelectual destructor de evidencias y universa- preocupación por el presente. El diagnóstico del presente como parte de
lismos, el que repara e indica en las inercias y limitaciones la historia, muestra todo el vigor filosófico de la obra de Foucault, en la
del presente los puntos débiles, las aperturas, las líneas de medida que indica una interrogación que exige al pensamiento experi-
fuerza, el que se desplaza incesantemente y no sabe a ciencia mentar y resignificar sus supuestos y certezas.
cierta donde estará ni qué pensará mañana, pues tiene toda
su atención centrada en el presente. (Foucault, 2001, vol. II, EXPERIMENTACIÓN, HISTORIA Y FILOSOFÍA:
pp.268-269) PENSAR DE OTRO MODO

Aquella tarea de atención y cuidado del presente acusa un modo de hacer Ahora bien, en virtud de los exiguos intentos del autor por englobar su
filosofía que orienta y guía el trabajo de Foucault. Por una parte, es una obra y de sus constantes evasivas a la hora de establecer una lectura de
historia que usa el archivo para detonar el asombro, el desencuentro y conjunto, resulta difícil tener una respuesta final a nuestras preguntas.
abrir experiencias inéditas al pensar; en ese sentido, es filosofía. Por otro Sin embargo, es Deleuze quien nos da algunas pistas y nos advierte sobre
lado, es una filosofía que usa la historia para señalar cómo las relaciones el carácter inédito de la vinculación entre filosofía e historia que tiene
de poder dibujan el territorio presente en que se han instalado el cuerpo, lugar en Foucault: “Foucault es un filósofo que ha inventado una relación
las prácticas sociales y la verdad. En fin, se trata de una apuesta por un con la historia completamente distinta a la de las filosofías de la historia”
filosofar histórico: “El interrogante de la filosofía se refiere a ese presente (Deleuze, 1990, p.130).
que somos nosotros mismos. Por eso la filosofía es hoy enteramente
política y enteramente historiadora” (Foucault, 2001, vol. II, p. 266). Se trata de un uso de la historia que opera sobre los fundamentos del
122 saber, del poder y del sujeto, en fin, sobre lo que sostiene la conformación 123
Para que la filosofía logre este cometido, debe marcar diferencias: delimitar epistemológica y política del momento actual. La historia actúa disipando
y acorralar ese presente que somos nosotros mismos y forcejearlo para la identidad en el juego de alteridad y diversidad que ella misma ofrece.
pensar de otro modo. La tarea de la filosofía no deja entonces de dirigirse El ejercicio de la discontinuidad fatiga las evidencias y pone al desnudo
hacia lo que constituye al hombre. Pero sucede que tras el “hombre”, tras aquellos elementos en los que la identidad no se reconoce: no hace mucho
ese vocativo de enormes dimensiones, han desfilado una multiplicidad se consideraba al loco como un insensato, no hace mucho se ejercían
de momentos, diferentes ensayos y variadas construcciones. ¿Dónde legítimamente suplicios. Aquellos discursos y prácticas que ya no son
dirigir la mirada? ¿Hacia dónde apuntar las preguntas? Para perseguir los nuestros, circundan nuestras propias certezas, volviéndolas frágiles y
esa respuesta, Foucault se ha sumergido en lo dicho y en lo hecho por el precarias, desvaneciendo toda solvencia en la inmensidad de lo histórico:
hombre a través del tiempo. “La historia, según Foucault, nos cerca y nos delimita, no dice lo que
somos sino aquello de lo que diferimos, no establece nuestra identidad
De esta manera, hemos podido observar el giro que tiene la cuestión del sino que la disipa en provecho de eso otro que somos” (Deleuze, 1990,
diagnóstico del presente respecto de sus primeras aproximaciones. En ese p.130).
sentido, Foucault va acercándose a un ejercicio de la historia que pone
al acontecimiento en el centro de su tarea y que lo lleva, finalmente, a El uso que Foucault hace de la historia es un uso filosófico, que se distancia
indicar sus distancias con la historiografía tradicional. Con todo, pese a de un tradicional ejercicio de historiador para hipotecar la propia actua-
esta dislocación evidente en el tenor de sus investigaciones ellas comparten lidad. En ese mismo sentido, Deleuze nos ratifica que, tanto la arqueología
una preocupación e intención que es transversal a todos sus trabajos: la como la genealogía, siempre se dirigen al presente. Ya la arqueología daba
Michel Foucault 30 Años: Filosofía y diagnóstico del presente: la historia como límite
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un lugar importante a la alteridad que constituye los discursos. Bajo esa el presente. La filosofía consistirá entonces en llevar al propio pensar a
mirada son otros discursos, –necesariamente pasados– los que en su in-ac- zonas de vacilación, para llegar así a ser distinto de lo que se es. Esta es la
tualidad, manifiestan que nuestro saber está hecho de diferencias y que la tarea de la filosofía:
solvencia de nuestro presente no es más que el resultado de una serie de
operaciones que establecen nuestros límites. Al desciframiento de dichas Pero ¿qué es la filosofía hoy –quiero decir la actividad
operaciones, Foucault denominaba también diagnóstico. Por su parte, la filosófica– sino el trabajo crítico del pensamiento sobre sí
genealogía atiende a los hábitos, prácticas e instituciones que ilustran, en mismo? ¿Y si no consiste, en vez de legitimar lo que ya se
su contraste, la fragilidad de aquellos modos en que el presente configura sabe, en emprender el saber cómo y hasta dónde sería posible
la relación con el cuerpo y con el cuerpo social. pensar distinto?. (Foucault, 2005, p.12)

Así vista, la apuesta filosófica de Foucault ensaya hacer de la historia un Explorar lo que en el propio pensar puede transformarse acusa, final-
juego de oposiciones. Advierte Deleuze: “Las formaciones históricas sólo mente, un ejercicio que compromete al sujeto por entero. Y es la historia
le interesan porque indican el lugar del cual hemos salido, aquello que la que permite de mejor manera este alejamiento de sí, pues ella deteriora
nos cierne, aquello con lo que hemos de romper para encontrar nuevas aquellas garantías que solventan al sujeto, aquel presente que lo constituye
relaciones que nos expresen” (Deleuze, 1990, p.144). y habla por él: “Se trata de un ejercicio filosófico: en él se ventila saber en
qué medida el trabajo de pensar su propia historia puede liberar al pensa-
En definitiva, la relación que hoy se tiene ya sea con la locura, la penalidad, miento de lo que piensa en silencio y permitirle pensar de otro modo”
la sexualidad u otros, es lo que ha de ponerse en cuestión a partir de la
124 confrontación con la historia: en esa búsqueda el pasado se vuelve actual
(Foucault, 2005, p.12).
125
y la historia vigente. De esta manera, Deleuze nos notifica en Foucault de He ahí, entonces, el vigor filosófico del trabajo que se entromete con la
una utilización de la historia que se hilvana íntimamente con una apuesta historia. Tenga este la forma de la arqueología o de la genealogía, siempre
filosófica. Y si Foucault realiza un ejercicio en que el presente se fricciona trae noticias de un trabajo del pensamiento sobre sí mismo, sacudiendo
con su propia alteridad manifestada como un modo de pensar histórica- sus más severas certezas y seguridades a través de la arremetida de un
mente anterior, en el mismo sentido implica una “experiencia del pensa- pasado que se vuelve irreconocible. Así, el presente cancela su necesidad
miento” (Deleuze, 1990, p.141), pues es el propio pensamiento –y, en ese
en beneficio de un posible modo de pensar y de existir que se encarniza
sentido, la misma subjetividad– el que entra en litigio frente a un modo de
en desafiarlo. En buena medida, es este el desafío que Foucault nos ha
pensar ajeno que le acecha. Se asiste, entonces, a una experimentación en
heredado.
la que se pone a prueba el mismo pensar en la medida en que deteriora y
fatiga el presente en el que anida y reposa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Lo anterior arremete con aún más severidad cuando Foucault, en sus Agamben, G. (2008). Signatura Rerum. Sur la méthode. París: Vrin.
últimos trabajos, formula una visión de la filosofía como el ejercicio Canguilhem, G. (1999). «Présentation». En E. Balibar, G. Deleuze, H. Dreyfus, et
de pensar de otra manera. En este momento, diagnosticar es también al., (1999). Michel Foucault, filósofo (pp.11-12). Barcelona: Editorial Gedisa.
elaborar nuevos modos de subjetivación por medio del pensar como una Deleuze, G. (1990). Pourparlers. París: Les Éditions de Minuit.
práctica de sí mismo. Diagnosticar es el esfuerzo de pensar de otra manera Foucault, M. (2001). Dits et écrits [Dos volúmenes]. París, Quarto Gallimard.
utilizando para ello la historia, o sea, utilizando el pasado para cambiar Foucault, M. (2002). La arqueología del saber. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.
Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 127

Foucault, M. (2003). Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias
humanas. Argentina: Siglo XXI Editores.
Foucault, M. (2005). Historia de la sexualidad II. El uso de los placeres. Madrid:
Siglo XXI Editores.
Foucault, M. (2009). El gobierno de sí y de los otros. Curso en el Collège de France
1982-1983. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Pharmakon y producción de
verdad en Michel Foucault
Senda Sferco
CONICET/IIGG-Universidad de Buenos Aires - Argentina

INTRODUCCIÓN: PHARMAKON EN CLAVE GENEALÓGICA

Es sabido que para adentrarse en una analítica discontinua de la historia,


Michel Foucault retoma de Nietzsche el método genealógico que, en lugar
de medir la validez de su acontecer por remisión a un origen, permite
en cambio indagar las relaciones de emergencia y de procedencia que
126 van produciendo los distintos elementos, arrastrando, sosteniendo y/o
perdiendo sus efectos en el tiempo. La perspectiva genealógica hace tajos
en la pretensión de linealidad de una historia garante del despliegue de
una Verdad. Su apuesta es atender al registro de la historia “efectiva” –a
su acontecer en tanto hechos, pensamientos y cosas–, poniendo el foco
no en el sentido de su continuidad sino en los efectos desbaratantes
de sus elementos discontinuos. Ahora bien, la tarea del genealogista –
recuerda Foucault (1979)–, no es un mero trabajo de historiografía sino
la tarea de una interrogación crítica: requiere adentrarse en la historia
llevado por una pregunta que todavía hace problema en su presente. Entre
presente y pasado no hay, empero, una relación determinista, ni causal,
tampoco natural u originaria. Sí, mejor, entre presente y pasado ocurre una
articulación entre posiciones y términos que puede producir la creación
de un tercer lugar; un lugar-tiempo de desplazamiento, un punto desde
donde pueda mirarse el material de las relaciones instituidas con cierta
Cómo citar este capítulo:
distancia y perspectiva crítica. Así, los restos discontinuos del pasado son
Yuing Alfaro, T. (2018). Filosofía y diagnóstico del presente: la historia como límite. En L. M. Lozano Suárez, traídos al presente para interpelarlo: estos restos forman parte del espesor
y A. Rodríguez Manzano, (Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escri-
turas de sí (págs. 111-126). Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico. sedimentado del suelo que tiembla bajo los pies de un presente en continua

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: Pharmakon y producción de verdad en Michel Foucault
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Tuillang Yuing Alfaro

construcción, y que Foucault se propone recuperar manteniendo las parti- imposibilidad humana de arribar a estos ideales. En el ámbito del saber
cularidades del enjambre relacional de sus saberes a partir del enfoque médico, medida, número y exactitud operan como criterios organizativos,
arqueológico con el que edifica parte de su metodología de trabajo. Los pero no como factores de validación epistémica. Es tanta la complejidad de
restos discontinuos del pasado son traídos al presente, además, porque su factores intervinientes en las causas de las enfermedades, en sus procesos
puesta en relación permite amplificar nuestros modos de visión e interpelar de evolución, en sus métodos de cura, que la cuestión de la exactitud en el
las lógicas establecidas y adormecidas en el sueño de lo ya dado por obvio ámbito médico no podría ser mantenida más que como horizonte ideal. La
y necesario. Entender que las cosas hayan sido pensadas de otro modo vastedad del Corpus Hipocrático (420 y 350 a.C.)1 no demuestra más que
implica saber que todavía pueden serlo. Y en esta constatación y en esta el gesto de una condición humana frente al infinito: los capítulos referidos
tarea afirmativa es donde filosofía y política se encuentran para amplificar a las causas de las enfermedades, a sus efectos, al estudio de los humores
el alcance de su fuerza inventiva. y de los equilibrios y desequilibrios de los flujos del cuerpo, muestran
la avidez de un campo de saber que sabe que siempre quedará incom-
El trabajo genealógico actual nos llevará a la antigua Grecia para retomar pleto. Las causas y factores a identificar no podrían ser sino resultado de
la noción de pharmakon cuya productividad creemos hoy clave en la mezclas de elementos tan dispares entre sí que es imposible siquiera soñar
lectura de los modos de acontecer que revisten ciertas prácticas en nuestro con anticiparlas completamente. Solo es posible acercarse a una escucha
mundo contemporáneo. de los síntomas, a la comprensión dialógica de su percepción, a la identi-
ficación precaria de sus causas y una inscripción en un campo de saber
Esta noción será estudiada en lo que sigue en un análisis que indaga dos epistémico que permita la formulación de un pronóstico de acciones para
niveles: la cura. Definitivamente, en el seno de la medicina hipocrática el momento
128 “crítico” asume la visión de su complejidad contingente: la crisis ya no 129
El primer nivel valoriza la fuerza semántica de esta idea en el contexto puede sino más que ser siempre resultado de varias cuestiones mezcladas
problemático que la produjo (es decir, la antigua Grecia). El segundo nivel y esta afirmación impide la conformación de un campo causal “exacta-
recupera la noción de pharmakon en su capacidad heurística como clave mente” sistematizado. Los equilibrios y desequilibrios de las mezclas que
de lectura de la obra de Michel Foucault, especialmente, en los escritos y 1 El Corpus Hipocrático data de los años 420 y 350 a.C. y la heterogeneidad de su estilo parece remitir no solo a
cursos dictados a partir de los años 70, donde las producciones de verdad diferentes autorías sino también a distintas etapas de escritura en las que, a su vez, se han ido agregando nuevos vo-
lúmenes –probablemente producidos por el núcleo hipocrático que existía en la Biblioteca de Alejandría–. Es decir,
van apareciendo ligadas a la recuperación de un acontecer bifurcativo la Colección ha sido organizada y reorganizada varias veces, compendiándose sus saberes con distintos criterios. En
consecuencia, solo nos cabe exponer lo que sería el bosquejo de un ordenamiento posible de su contenido: Prime-
capaz de plantear una problematización crítica de nuestra actualidad. ramente, la Colección presenta “Tratados anatómicos” cortos y fragmentarios que tratan acerca de una anatomía
primitiva y especulativa, basada en la disección de animales; los mismos no resultan muy significativos en términos
de contribución al saber médico. Luego le siguen los Tratados denominados “teóricos”, entre ellos, dos de los más
importantes son: Sobre la medicina antigua, una gran obra filosófica que se formula como crítica a la filosofía por su
“intromisión” en la medicina, y De la naturaleza del hombre, un texto identificado como “tardío” en el que se explicita
PHARMAKON Y KRISIS EN LA MEDICINA HIPOCRÁTICA la doctrina de los cuatro humores. Son destacables también los varios Tratados sobre la clínica de enfermedades,
cuya heterogeneidad es prueba, sin duda, de un ámbito de estudio continuamente renovado. Entre estos desarrollos
teóricos se encuentran los escritos Sobre las enfermedades y Sobre las afecciones, donde se enuncian las distintas
concepciones acerca de la salud y de la enfermedad y el tratado Sobre los humores, que versa sobre la constitución
Pharmakon, en la antigua Grecia es ante todo un vocablo de uso médico del cuerpo humano y su predisposición a la enfermedad en distintas épocas del año. En este corpus se cuentan tam-
bién el libro de las Epidemias, una de las mejores obras de la colección, célebre aún hoy día por su relato en forma
que designa etimológicamente a la pócima o droga que puede tanto curar de breves historias clínicas. También, el escrito Sobre la enfermedad sagrada, que es una de las primeras monografías
sobre el tratamiento puntual de una enfermedad. Y otros tratados clínicos, entre los cuales remarcamos Sobre las
como envenenar al enfermo. Es interesante tener en cuenta que en el crisis y Sobre los días críticos –que trataremos aquí especialmente–, el denominado Pronóstico, y también los estudios
climatológicos conocidos bajo el título Sobre aires, aguas y lugares, que trata lo que hoy podríamos denominar “geogra-
contexto de una Grecia preocupada por formular las pertinencias de sus fía médica”. Asimismo, existen varias obras que versan sobre terapéutica. En relación a la dietética, se encuentra el
Tratado Sobre la dieta en enfermedades agudas; y respecto de la práctica de la cirugía, hallamos los escritos Sobre fracturas,
diversas epistemes –organizando sus technai según criterios matemáticos Sobre las heridas de la cabeza y Sobre articulaciones, este último acompañado de muy gráficas ilustraciones. Además,
encontramos Tratados ginecológicos, de gran novedad para la época, como el denominado Sobre las enfermedades de
que rigen la necesidad de cotejar una medida, un número y su exactitud–, la mujer, que abarca el dominio de lo que conocemos hoy como ginecología y obstetricia. Están, por último, los
Tratados “deontólogicos”, entre ellos cabe resaltar: Juramento; Sobre el médico, un libro apologético de la medicina;
la medicina hipocrática fue el primer dominio que se animó a confesar la Sobre el arte; y el magnífico libro de los Aforismos, uno de los más conocidos de la literatura médica universal.
Michel Foucault 30 Años: Pharmakon y producción de verdad en Michel Foucault
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producen la salud como la enfermedad no podrían siquiera soñar con una Una, la tradición que resultó triunfante a lo largo de la historia de Occidente,
episteme capaz de estabilizar su acontecer. Por lo contrario, la crisis es que postulaba una verdad ligada a un logos estable (o al menos estabili-
marca aquí de un desequilibrio que se sabe nunca completamente reequi- zable), cuyo punto de equilibrio debía recurrir a una lógica de no-contra-
librable, y tampoco habría ontología ni método que le asegure la remisión dicción basada en el precepto “el ser es y el no ser no es” para sostener su
a este punto. verticalidad. Esta Verdad, que, tal como nos enseña Foucault fija su mirada
en la producción de particiones, entra en escena ya triunfante –recordarán
el poema de Parménides–, montada en un carro dorado llevado por caballos
En este sentido, es preciso recordar que krisis –vocablo que por su etimo-
que recuerdan las figuraciones arcaicas del saber mítico. Como si fuese
logía remite al radical *krr, marcando la idea de corte y de redistribución–,
necesario proteger determinada palabra de la labilidad de los juegos de
asigna un momento clave para el saber médico. Frente a la ‘crisis’ que
composición de la polis naciente, la Verdad se afianza en un logos brillante
supone la panoplia de humores y regímenes mezclados en un cuerpo
capaz de licuar todo movimiento para lograr la estabilidad de su propuesta.
enfermo –frente a esta policromía de saberes puestos en relación–, el Las particiones de un ser que es y de un no ser que no es instalan la lógica
médico asume “su” lugar, finito, humano y, sin darse a la exactitud de una de inclusión/exclusión de la que ya conocemos los efectos. La filosofía,
verdad proclamada, solo se atiene a formular el “pronóstico” de posibles aturdida, pierde sus posibilidades de inventiva y queda acantonada a
curaciones. El saber médico habilita esta movilidad, que sabe que debe problematizar sus términos en (falsas) dicotomías. Su ontología no será
actuar arriesgando un resultado. La clave de este momento pivote, incierto otra que la que escriban los predicados indicativos de un ser que es. El no
y crítico es tratada en el Corpus Hipocrático en términos de pharmakon. ser quedará escondido, controlado, anticipado, previsto. No será más que el
Esta es la herramienta de un juego de saber que tiene el coraje de enfren- reverso erróneo de una escritura clara y distinta, la de lo Mismo. La imagen
130 tarse al vacío: el resultado de las pócimas-pharmakon, decíamos, porta la borrada de la larga historia de lo Otro (Foucault, 1969). 131
ambigüedad de la cura o del envenenamiento. Tal es la aporía que mueve
La segunda tradición, en cambio, tiene el don de la extranjería. Los
esta producción de verdad y es imposible anticipar el costo de su riesgo.
sofistas, estos personajes venidos de mil lugares hacia Atenas a trocar
monedas por discursos, y a discutir, en los bordes de la polis, los modos
PHARMAKON Y RETÓRICA EN LOS SOFISTAS
de su conformación más justa, proclamaban en cambio que el ser es solo
un decir y sus criterios de validez los efectos de su discurso2. El saber de
En el mundo clásico griego, pharmakon ostenta un alcance semántico que
los sofistas trae nuevamente la cuestión de la verdad ligada a un logos
ha sido retomado por otros saberes, como es el caso, por ejemplo, de su móvil que sabe que solo puede producir ser en la medida en que lo dice.
uso en el seno de las prácticas de discurso de los sofistas. Recordemos que Así, a nivel epistémico, no hay producciones de verdad si no hay un
en un mundo que todavía debate los modos de legitimidad de una verdad manejo estratégico de las circunstancias, de los modos y tácticas puestas
ligada al logos, esto es, ligada a los modos de producción de una palabra, en marcha para realizar el atravesamiento hacia un objetivo. El quid de
y en un contexto marcado por la emergencia de la polis como problema
2 Visiblemente, las producciones de verdad ligadas a la movilidad de este logos son radicalmente diferentes a las de
central, el logos circula y es reclamado por diversos actores que ostentan la un ser instalado en salvaguardar la inmutabilidad de su esencia. También herederos de los resabios arcaicos el saber
de los sofistas encarna, empero, las ambivalencias propias del mundo de pares complementarios (y no de pares
maestría de su arte. Simplificando someramente, pero a los fines de poner “contradictorios”) que configuraba el mundo mágico-religioso. Recordemos, la verdad era, en el mundo arcaico,
rayo divino que caía a tierra, pero luego de haber sorteado los pormenores de las circunstancias opacas de la finitud.
Estas circunstancias cambiantes obedecían a la dinámica del accionar constante e irremediable tanto de las fuerzas
en valor los contrastes que darán lugar a la estrategia sofística, podemos de Alethéia (la luminosidad, la memoria, la belleza del discurso) como de las fuerzas de Lethé (la oscuridad, el olvido
y la ironía del discurso). Ambas potencias regían en la misma proporción en el mundo de los hombres. Los ideales
decir que al menos dos grandes tradiciones de pensamiento sustentan su divinos debían asegurar la continuidad del brillo de la Alethéia (de hecho, no es otro más que este el proyecto de la
secta parmenideana), pero humano era el vivir en este mundo de opuestos y su tarea procurar un equilibrio siempre
práctica y su legitimidad: en tensión entre estas fuerzas complementarias, aporéticas.
Michel Foucault 30 Años: Pharmakon y producción de verdad en Michel Foucault
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esta tarea no estriba en la facultad de reconocer un punto de partida o en de la verdad, y que esta distancia puede echar luz sobre los modos en los
la capacidad de identificar un punto de llegada, por el contrario, estriba que podemos producir, en la actualidad, una lectura crítica respecto de las
en el cómo se habite el entremedio. El ser es solo un efecto del discurso, relaciones de poder que buscan guiar estos acoplamientos. Así, reiterando
entonces, el espacio de su productividad exige una inventiva incansable, una metodología que hace de los anacronismos una ocasión de ampli-
donde la destreza no solo reclama un saber en la toma de la palabra, ficación de nuestra comprensión del presente, en el curso dictado en el
sino el arte de manejo de sus cadencias, sonoridades, ritmos, timbres, Collège de France durante los años 1970-1971, Lecciones sobre la voluntad
silencios. Pharmakon, una vez más, es la clave de este ser librado al riesgo de saber, la noción pharmakon aparece tras las cortinas de los juegos de
de producirse en el tiempo. En la boca de los sofistas, las palabras curan o verdad que llevan a Foucault a la antigua Grecia para rastrear los modos
envenenan su auditorio, consolidan equilibrios o desestabilizan certezas, de producción de saberes que confluyen en la creación de la polis. En este
convencen o confunden. Pharmakon es la modalidad con la que Gorgias análisis, pharmakon es una idea subsidiaria de otro concepto que ocupa
(485 a.C.), por ejemplo, uno de los principales sofistas de este tiempo, el plano central del estudio que propone el Curso: krinein-noción prove-
denuncia las pretensiones de verdad de un logos filosófico que se ufana en niente de krino –la separación–, cuya filo-semántica también remite a la
fundamentar las prácticas jurídicas (La Defensa de Palamedes, 427 a.C.). idea de crisis, indagación, juicio, discriminación, decisión, etc.; en suma,
Si el ser puede ser y no ser al mismo tiempo, no hay punto estable para a todo el cortejo de mezclas y relaciones sin fundamento solicitado por la
emitir juicios certeros. ¿Cómo establecer criterios de juicio más allá de producción de un saber crítico. Sobre el telón de la lectura de Nietzsche y
su vinculación concreta a las circunstancias? ¿Cómo sopesar la angustia de los estudios de Jean Pierre Vernant y de Marcel Detienne sobre el mundo
que implica desasirse de tal Verdad? Pharmakon opera aquí, una vez más, arcaico babilónico-griego, Michel Foucault se adentra en los confines de
figurando tanto una denuncia como una potencialidad: su funcionar nuestra historia para rastrear los modos en los cuales la verdad se fue
132 arriesgado instaura un momento bisagra, una apertura de posibles. Los conformando como problema revistiendo características diversas. En su
133
dobleces que su tercer lugar habilitan, cartografían, el aquí y ahora de la análisis, la verdad es una cuestión que emerge ligada a los modos en los
coyuntura de una oportunidad que puede ser aprovechada. Claro está, no cuales se dirimen las posibilidades de decirla, esto es, a los repartos entre
hay ley que asegure la consecución completa del recorrido, ni galardón quienes pueden ostentarla y tomarla y quienes actúan en consecuencia.
dorado que se ofrezca al final del camino. Las producciones de verdad Krinein, en este contexto, a pesar de comportar acepciones y usos varios,
vienen de la mano de un logos ambivalente, productivo, crítico. Este logos “actúa” con una fuerza semántica similar a la de la noción de pharmakon:
tiene el coraje de asumir el riesgo de la tarea política y de su demanda de es la marca de un momento de coyuntura crítica, la clave para una lectura
inventiva. de las condiciones de posibilidad y para una preparación de la acción de
la escena actual –cualesquiera ella sea–. Este aquí y ahora de las condi-
MICHEL FOUCAULT EN CLAVE PHARMAKON ciones de posibilidad distribuye posiciones, y el valor político de su carto-
grafía habilita la producción de otra cosa. Así, en el cortejo semántico
Es preciso explicitar que en la obra de Michel Foucault la noción de de krinein, pharmakon permite identificar las coordenadas de un espacio-
pharmakon no aparece sino de un modo oblicuo. Es tratada en distintos tiempo cuya crisis demanda la ligazón del problema de la verdad a la toma
momentos como parte del engranaje tejido en ocasión de diversos trabajos de una decisión; en definitiva, a la producción de un corte respecto de las
genealógicos para recuperar la fuerza crítica atenta a asir el vínculo asignaciones vigentes en las que descansa lo verdadero.
discontinuo entre saber y verdad. En este sentido, como si recuperara el
guante crítico de los médicos y de los sofistas, Foucault nos advierte que Pharmakon sumará más efectos semánticos cuando se una al cortejo de
la historia del conocimiento no coincide necesariamente con la historia nociones dinamizadas en el rastrillaje histórico que ocupa a Foucault en
Michel Foucault 30 Años: Pharmakon y producción de verdad en Michel Foucault
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Tuillang Yuing Alfaro

El Poder Psiquiátrico, curso dictado en el Collège de France en los años entre el “gobierno de sí y de los otros”. Volver a Grecia en este punto,
1973-1974. Aquí, pharmakon permite poner sobre la mesa las mutaciones permite a Foucault ubicarse en la panoplia de saberes que dará lugar a
que la noción de crisis sufrirá respecto de su presencia/ausencia en las esta articulación: la polis emerge como espacio de la práctica política
disciplinas que se ocupan de ordenar y de habilitar los tiempos para por excelencia, procurando sostener a lo largo del tiempo la composición
el tratamiento de una enfermedad. Crisis, que en la breve genealogía cambiante de sus saberes en su mayor apertura. Tanto en sus estudios sobre
realizada marcaba el momento de riesgo del pronóstico médico, la proba- la resignificación de los resabios arcaicos que persisten en la antesala de la
bilidad de un saber ambivalente en el corazón mismo de la disciplina que polis, como en la particularidad de su lectura de las reflexiones de Platón,
se ocupa del cuidado de la vida, se verá progresivamente anulada en su por ejemplo, desahuciado por el avance tiránico de una democracia en
dimensión de fuerza bifurcativa debido al avance de las determinaciones crisis, Foucault, genealogista, en este período de escritura se adentrará
que llevarán a la conformación del saber psiquiátrico y a la puesta en en el tiempo para rastrear el viejo problema de cómo asegurar un buen
marcha de diversos dispositivos de prevención y de anticipación de los gobierno y de cómo sostener la dinámica de tejidos y destejidos propia de
riesgos organizados por la disciplina psiquiátrica. El ‘saber crítico del loco’ una gubernamentalidad democrática como política afirmativa.
–por llamarlo de algún modo– es así acallado por un cálculo minucioso de
estrategias dirigidas a controlar su crisis. El grito del loco es insoportable En mi opinión, en este contexto de problemas pharmakon constituye una
y es preciso silenciarlo, reitera Foucault (1961; 1973-1974). Pharmakon clave analítica fértil para la lectura de los desafíos que la gubernamenta-
de la mano del poder psiquiátrico pierde su potencia crítica para ensimis- lidad democrática exige a las producciones de verdad. También, pharmakon
marse en el juego de confusiones de las drogas a las que también pertenece deviene clave de lectura de los modos en los cuales el último período de
su etimología. Entre el sueño y la vigilia, entre delirio y sopor, el loco es la obra de Foucault caracteriza y selecciona las figuras con las que se
134 objeto narcótico de una administración farmacológica que lo deja siempre equipa el autor (y la filosofía) para pensar críticamente los problemas del 135
entre dormido, impidiéndole transitar cualquier saber crítico y efectuar gobierno y asegurar una dinámica creativa de producciones de verdad.
cualquier acción. La verdad al servicio del “hablar franco” de la parresía es la figura de este
compromiso. En este texto, finalmente, quiero sugerir que la articulación
CRISIS, PHARMAKON Y PARRESÍA: entre pharmakon y parresía forma una pareja productiva en su capacidad
EL RIESGO FUNDANTE DE TODA ACCIÓN BIFURCATIVA heurística para adentrarnos en los últimos textos de Foucault, donde se
desprenden al menos dos gestos políticos que encuentran en estas figuras
Sea al servicio de una genealogía crítica o de una crítica a los discursos su fuente: el gesto (parresiástico) socrático de decir la verdad como
de verdad, pharmakon emerge como una clave heurística interesante para parte de un juego dialógico de interrogación constante, cuyo propósito
es sostener un trabajo de sí-mismo-con-otros a lo largo del tiempo. Es
abordar los momentos en que los pretendidos fundamentos de los saberes
importante remarcar que se trata de dar lugar y tiempo a un sostenimiento
instituidos son basculés en la obra de Foucault. Sin duda, podríamos identi-
crítico, que no esquive el riesgo pharmakon de ir eligiendo y seleccionando
ficar varios motivos blandidos de este gesto, pero tal vez la recuperación
una y cada vez un equipamiento verdadero y diferencial. En este proceso
de la acción crítica de pharmakon ligada al problema del “riesgo” y del
selectivo las producciones de saber solicitan la participación de todo un
“cuándo” del hablar franco –la parresía–, sea el que nos interese puntua-
espectro de matices3, que invita a metaforizar la tarea con el oficio de un
lizar especialmente en el estudio que ocupa este artículo. La parresía,
noción clásica griega que ocupa el centro de los últimos escritos de Michel 3 En este sentido, pharmakon también es convocado por el trabajo hermenéutico de producción del sujeto. En el
centro de la cuestión del examen de las técnicas de sí y del uso de las aphrodisia, Foucault retorna una vez más a la
Foucault viene a discontinuar el vínculo dado entre democracia y guber- antigua Grecia para recuperar críticamente la potencialidad de nociones capaces de desandar el triste entendimiento
dicotómico en el que la filosofía ha naturalizado su imposibilidad como práctica política. Así, en el marco de sus es-
namentalidad para indagar otras modalidades posibles de las relaciones tudios sobre el dispositivo desexualidad –como signo de un trabajo de sí en el juego de la vida con otros–, pharmakon
Michel Foucault 30 Años: Pharmakon y producción de verdad en Michel Foucault
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Tuillang Yuing Alfaro

pilotaje, tal como lo recordaba el estoico Sereno navegando por el mar Para terminar, pharmakon ya enraizada como figura crítica de una verdad
inmenso, es preciso equiparse de predicados que afiancen el gobierno de productiva, acarrea el doble poder implicado por toda producción de
sí mismos y la templanza que permita ejercer el gobierno de los otros. Las verdad que se ligue a una coyuntura. Si junto a Foucault afirmamos que
producciones de verdad no son sino resultado del trabajo ethopoiético del en tanto sujetos estamos “sujetados” a predicados de control a la vez que
sujeto: este se va produciendo a sí mismo como efecto de la mezcla de “desujetados” por la libertad de un poder que nos es cuerpo, en el vínculo
saberes, por su toma de decisiones, por su mirar atento a las coyunturas entre uno mismo y los otros, en el juego componible de las mezclas de
y por la valentía del riesgo siempre implicado por el vínculo con los otros. la democracia, la política recupera el agon de su aporía constitutiva. Sus
producciones de verdad no quedarán subsumidas a la presión de una
El otro gesto político de la articulación entre pharmakon y parresía ocurre Verdad represiva; tampoco existirán, díscolas, en un afuera que comple-
taría el borde de la escena que las excluye. Sus producciones de verdad
cuando las producciones de verdad no solo dan dar lugar a un ejercicio
arriesgarán, en cambio, la actitud activa del que tal vez sea el único
sostenido, sino que vienen a producir una interrupción radical del recorrido
modo posible de sostener una inventiva política efectiva: cartografiar
emprendido. En esta circunstancia, decir la verdad es acto discontinuante.
las posiciones que nos sujetan a determinadas condiciones de verdad, y
Asumir la verdad implica romperse en pedazos. La parresía en el seno del
en ese registro minucioso de las relaciones que tejen el aquí y ahora de
problema del gobierno de los otros instala la fuerza crítica y la apertura
nuestras posibilidades, arriesgar desujeciones, lanzarlas a que produzcan
de posibles propia de pharmakon. La crisis es tanto ocasión de pronóstico
sus efectos de verdad en las mezclas cualitativas del tiempo, a que vayan
de reequilibrio como oportunidad de un grito: aullar y gritar la verdad que moviendo terrenos y modificándose a sí mismas, reafirmando la política
nunca ingresa en la serie inerte de una crisis perpetuada al infinito; serie –o lo que aquí devendría lo mismo–, parafraseando a Foucault (1984b), la
que como único accionar posible reproduce los intentos (fallidos) de su
136 reequilibrio.
crítica- como lo real de la filosofía.
137
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crítico también reclama el coraje de una toma de decisión que pueda dar
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lugar y tiempo para una apertura de posibles, pharmakon. Sin duda, en
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del Valle, Santiago de Cali. sobre todo entenderlo como una construcción social donde lo simbólico,
lo heterogéneo y lo múltiple juegan un papel primordial.
Cómo citar este capítulo:
Sferco, S. (2018). Pharmakon y producción de verdad en Michel Foucault. En L. M. Lozano Suárez, y A. 1 Este capítulo es producto de la tesis de maestría titulada “El espacio en la filosofía contemporánea: un análisis desde
Rodríguez Manzano, (Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras el pensamiento de Michel Foucault y Gilles Deleuze” presentada para optar el título de Magíster en Filosofía en la
de sí (págs. 127-138). Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico. Universidad del Norte, Barranquilla - Colombia.

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: La cuestión del espacio en el pensamiento de Michel Foucault
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Gina Jihoana Celia Córdoba

En todo caso, creo que la inquietud actual concierne funda- Primer principio: “no hay probablemente una sola cultura en el mundo
mentalmente al espacio, sin duda mucho más que al tiempo: que no constituya heterotopías. Es una constante de todo grupo humano”
el tiempo no aparece probablemente sino como uno de los (Foucault, 1967, p.3). Sin embargo, estas adquieren formas que son muy
juegos de distribución posibles entre los elementos que se variadas, y tal vez, no sean absolutamente universales. Se pueden clasi-
reparten en el espacio”. (Foucault, 1967, p.2) ficar en dos grandes tipos: las heterotopías de crisis y de desviación.

Según Foucault (1967) el espacio aparece hoy en el horizonte de nuestras Segundo principio: una sociedad puede hacer funcionar una heterotopía
preocupaciones, de nuestra teoría, de nuestros sistemas, no es pura de una forma u otra. Se puede tomar como ejemplo la heterotopía del
innovación (p.1). Su concepción en la contemporaneidad es muy diferente cementerio; los cuales constituyen “no solo el viento sagrado e inmortal de
a la que afloró en la antigüedad y en la modernidad. En la antigüedad, la ciudad, sino la otra ciudad donde cada familia posee su negra morada”
Platón, por ejemplo, lo concebía como un receptáculo, un contenedor (Foucault, 1967, p.4).
de todos los objetos, las ideas y los números; mientras que Aristóteles lo
relacionaba con el lugar, el locus, el topos, con esa superficie que contenía Tercer principio: “la heterotopía tiene el poder de yuxtaponer en un solo
algo, el espacio era visto como cualidad posicional de los objetos. En la lugar múltiples espacios, múltiples emplazamientos que son en sí mismos
modernidad, Descartes lo identificaba con la extensión, la cual se encon- incompatibles” (Foucault, 1967, p.4). Por su forma y función, es posible
traba ligada a los objetos materiales, y Kant, en La Crítica de la razón pura, que lugares contradictorios e incompatibles se encuentren juntos en una
lo describía como único, universal y representación necesaria a priori a heterotopía.
140 todas las intuiciones externas. 141
Cuarto principio: las heterotopías están asociadas a espacios de tiempo,
En este orden de ideas, se puede afirmar en palabras de Foucault, que se es decir, que operan sobre lo que podríamos llamar Heterocronías. En
ha sustituido la extensión, la localización y lo trascendental por emplaza- una sociedad como la nuestra, las heterotopías y las heterocronías se
mientos; vecindad, dinámicas e historias: “estamos en la época en que el organizan y se ordenan de manera relativamente compleja. Por un lado,
espacio se nos muestra, se nos da bajo la forma de relaciones de emplaza- se pueden distinguir las heterotopías ligadas a la acumulación del tiempo
miento” (Foucault, 1967, p.2). (museos y bibliotecas), mientras que, por otro lado, podemos encontrar
las heterotopías ligadas al tiempo pasajero, que no tienen un carácter
En su conferencia de 1967 “De los espacios otros” nos dice que vivimos eternizante sino que son absolutamente crónicas (ferias y las ciudades de
en un espacio heterogéneo, que realmente nos interpela, nos atraviesa. verano).
No habitamos una especie de vacío en el que se sitúan individuos y cosas,
vivimos en un conjunto de relaciones definidas por emplazamientos, Quinto principio: “las heterotopías suponen siempre un sistema de
siendo estos de dos grandes tipos. apertura y otro de cierre, que a la vez las aíslan y las vuelven penetrables”
(Foucault 1967,p.6). La entrada a los emplazamientos heterotópicos es
Por un lado, encontramos las Utopías, emplazamientos irreales y por otro permitida para todos. Sin embargo, esto se vuelve una ilusión, pues uno
lado, las Heterotopías, lugares reales, pero que la mayoría de veces se cree penetrar, pero al mismo tiempo es excluido. No en vano en el primer
han acondicionado al margen de la sociedad. En consecuencia, Foucault principio hacíamos alusión a aquellas heterotopías de desviación, a esos
sugiere seis principios generales que las regirán. A saber: lugares donde se ubican los individuos cuyo comportamiento está en
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contra de la norma establecida (casas de reposo, clínicas psiquiátricas, Con la siguiente revisión teórica, se pretende, además de reafirmar la
prisiones y hospitales geriátricos). concepción foucaultiana de espacio, que dista de los discursos tradicio-
nales, abordar la relación espacio, poder y saber.
Sexto principio: las heterotopías son una función, pues se despliegan sobre
dos funcionalidades extremas: crear un espacio de ilusión que expone más A lo largo de la historia la palabra “poder” se ha visto amenazada por
ilusorio el espacio real o, por el contrario, crear un espacio que es consi- acepciones que no le han favorecido en absoluto, afectando de una u otra
derado otro, “tan perfecto, meticuloso, tan ordenado como el nuestro es forma su identidad, forma y unidad. En palabras de Foucault, el poder
desordenado, mal construido y revuelto” (Foucault, 1967, p.9). no tiene relación alguna con un conjunto de instituciones o aparatos que
permiten la sujeción de los ciudadanos en un Estado determinado, ni con
Por lo tanto, el espacio después de haber sido asociado con la naturaleza la dominación ejercida por un elemento o un grupo sobre otro y mucho
(geografía física), con el suelo (fronteras), con lo sideral, con la finitud e menos con la soberanía estatal, es decir, que no es posible localizarlo en el
infinitud, adquiere características que lo hacen completamente funcional, aparato burocrático de un Estado, sino que se manifiesta de manera local,
tanto así que surge una relación que estaría escrita para la historia, para nunca como unidad global y sí en forma difusa.
nuestros días: la de espacio, poder y saber, con la cual Foucault anuncia
que se ha producido una nueva forma de espacialidad, que se encuentra No debemos esperar que se encuentre en un punto central o en un epicentro
inscrita en las fuerzas y en los dispositivos de poder. único, más bien, debemos buscarlo en las relaciones de fuerzas. No es una
potencia que algunos poseen, pues no se conquista, solo se ejerce.
142 La geografía en la obra foucaultiana, arroja conceptos espaciales tales 143
como Territorio, Campo, Medio, Desplazamiento, Dominio, Suelo, Con esta concepción de poder, que ha sido catalogada por algunos como
Región, Horizonte y Archipiélago, permitiendo de esta manera que sea distinta, innovadora y en muchos casos atrevida, Foucault rompe con los
posible percibir luchas, combates, líneas de fuerza, encuentros, puntos de postulados tradicionales, especialmente con aquellos que tienen que ver
enfrentamiento y tensiones que permean constantemente las relaciones con la propiedad, y lo presenta [al poder] como aquello que no puede ser
existentes entre espacio, poder y saber: conquistado sino ejercido; es una estrategia, sus efectos tienen que ver
más bien con tácticas o técnicas, nunca con apropiaciones.
desde el momento en que se puede analizar el saber en
términos de región, de dominio, de implantación, de despla- El poder, que hasta entonces había estado relacionado con violencia,
zamiento, de transferencia, se puede comprender un proceso represión y subordinación, gracias a la reformulación que Foucault hace
en el cual el saber funciona como un poder y reconduce a él de este, será asociado a la “producción de realidad, de saber, de discurso”,
todos sus efectos. (Foucault, 1979, p.116) es decir, que todo ejercicio de poder siempre va a estar ligado o unido a un
saber. El poder como estrategia tendrá la propiedad de adaptar y exterio-
Teniendo en cuenta lo anterior, podemos inscribir el poder sobre un rizar lo que se ve y se dice, tanto así que el punto clave de la relación
suelo, hacerlo discurso y, por medio de las metáforas espaciales mencio- espacio, poder y saber, radicaría en la exposición de las cosas, lo que
nadas anteriormente, activar y sacar a flote un pensamiento estratégico simultáneamente se relacionaría con la necesidad de un espacio. Ahora,
y combativo presto a contribuir en el terreno de las prácticas políticas, es necesario un plano en el cual sea posible espacializar el pensamiento,
humanas, sociales y económicas. el orden de las cosas.
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Al decir Foucault que el poder es productivo, lo que realmente pretende determinados y absolutamente visibles, pero ¿qué se pretende con este
es esclarecer, en últimas, su acción como generador de espacio: “la multi- dispositivo? La respuesta sería: hacer uso del poder por medio de una
plicidad de las relaciones de fuerzas son inmanentes y propias del campo constante vigilancia, de una constante visibilidad, produciendo así lo que
en el que se ejercen y que son constitutivas de su organización” (Foucault, Foucault ha denominado cuerpos dóciles.
2011b, p.87).
En este sentido, estamos frente a lo que Foucault llamaría un Archipiélago
Es el poder el que permite que las cosas arrojadas en un plano determinado Carcelario. Se dispone entonces, de toda una arquitectura en aras de una
sean descritas, quedando demostrado que las relaciones espaciales, a lo permanente vigilancia,
largo de la obra foucaultiana, no son simple geometría, más bien, son
geografía, acontecimientos, personajes, historias, problemáticas, resis- que no solo se encuentra ahí para ser vista o para vigilar
tencias y devenires, y es de esta manera, como se puede afirmar que la al espacio exterior sino para permitir un control interno,
relación de los poderes y saberes se encuentra inscrita a partir de una articulado y detallado, en términos generales, una arqui-
concepción espacial, el saber y el poder se encuentran, se unen, pero lo tectura que habría de ser un operador para la transformación
hacen bajo una óptica, una mirada espacial. de los individuos, permitir apresar su conducta, conducir
hasta ellos los efectos del poder, darlos a conocer, modifi-
A continuación, se abordarán dos categorías espaciales usadas por carlos. (Foucault, 2009, p.201)
Foucault. En primer lugar, la de Panóptico descrita en su obra Vigilar y
Castigar, y en segundo lugar, la de Medio [relacionada con el biopoder y Basta entonces con situar un vigilante en la torre central y
144 la biopolítica], descrita en los Cursos del Colegio de Francia, Seguridad, encerrar en cada celda un loco, un enfermo, un condenado, 145
Territorio y Población. un obrero o un escolar. Por el efecto de la contraluz, se puede
percibir desde la torre, recortándose perfectamente sobre la
En Vigilar y Castigar, además de narrarse la historia de la prisión, también luz, las pequeñas siluetas cautivas en las celdas de la periferia.
se hace hincapié en otra historia, la del espacio. El poder usa al espacio Tanto pequeños teatros como celdas, en los que cada actor
como terreno concreto para instaurarse y desplegar ahí toda su tecno- está solo, perfectamente individualizado y constantemente
logía. Como bien lo describe Frédéric Gross en su obra titulada Michel visible. (Foucault, 2009, p.203)
Foucault (2007), no solo se trataba de presentar una teoría acerca de la
cárcel, sino recoger las experiencias, reivindicaciones y condiciones de los Es así, como esta construcción arquitectónica se encuentra ligada íntima-
presos en un plano determinado. mente a la cuestión de la espacialidad, se describe a través de ella la
idea sobre cómo funciona una sociedad, de ahí que su concepción no
El panóptico [dispositivo de poder] funciona como una construcción solo sea utilizada para referirnos a la prisión, sino a cualquier espacio
periférica en forma de anillo, que en el centro posee una torre, la cual se del que seamos parte. Al encontrarse nuestra sociedad atravesada por
encuentra dividida en celdas que atraviesan toda la construcción. Posee mecanismos disciplinarios, la labor de la tecnología del poder será, en
dos ventanas, una hacia el interior [ventanas de la torre], y la otra hacia el últimas, “producir individuos socialmente dóciles y útiles”, siempre
exterior. La luz se encarga de atravesar cada una de las celdas. Un vigilante teniendo en cuenta que la disciplina procede si y solo si se distribuyen los
se encuentra ubicado en la torre central y los actores de cada una de las individuos en un espacio, si se configura un espacio para dar paso a un
celdas [locos, enfermos, condenados, obreros, etc.] se encuentran solos, poder efectivo. Foucault observa la necesidad e importancia de repartir los
Michel Foucault 30 Años: La cuestión del espacio en el pensamiento de Michel Foucault
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Gina Jihoana Celia Córdoba

cuerpos en un espacio, razón por la cual expone la disciplina, en primera y el soberano será quien tenga que ejercer su poder en ese
instancia, como una nueva Anatomía política, es decir, la disposición de punto de articulación donde la naturaleza, en el sentido de los
los individuos en un espacio. elementos físicos, interfiere con la naturaleza en el sentido de
la naturaleza de la especie humana; en este punto de articu-
En el Curso del Colegio de Francia “Seguridad, Territorio y Población”, lación donde el medio se convierte en determinante de la
Foucault propone, a través de la adecuación espacial “Medio”, una naturaleza (Foucault, 2011b, p.44).
relación precisa entre espacio y biopoder: lo biológico empieza a refle-
jarse en lo político. Cabe anotar que el biopoder nace debido al paso del En segundo lugar, es la cantidad de efectos masivos que interpelan a los
estudio de la disciplina de los cuerpos y los mecanismos de los sistemas que residen en él:
penitenciarios al análisis e historia de las tecnologías de seguridad, las
cuales tienen como fin último la regulación de la población. es un elemento en cuyo interior se produce un cierre circular
de los efectos y las causas, porque lo que es efecto de un lado
En este orden de ideas, el medio empieza a regirse en función de aconte- se convertirá en causa de otro lado. Por ejemplo, cuanto
cimientos aleatorios, elementos o series que será preciso regularizar, mayor es el amontonamiento, más miasmas y enfermos
controlar, modular o detener. No tiene que ver con la distribución de habrá. (Foucault, 2011b, p.41)
cuerpos en un espacio en sentido jerárquico, tampoco es un espacio solo
de vigilancia. Se trata más bien, del mismo sujeto población que suele A partir de esta definición, el medio, además de ser geografía, se convertirá
presentarse como un campo susceptible de ser intervenido, recordemos en un campo estratégico donde siempre hay cálculo y control de eventos
146 que el último espacio del poder es nuestro cuerpo. posibles, siendo así el espacio propio de las técnicas de seguridad. 147

Será el medio la idea que dé cuenta, una vez más, de la forma de interre- Finalmente, Foucault asocia esta categoría espacial con un campo suscep-
lación “espacio, poder y saber”, pues, con el paso de los dispositivos de tible de ser intervenido, donde los organismos no son afectados en calidad
disciplina a los de seguridad, como se había mencionado anteriormente, de multiplicidad, tal como pasaba en la disciplina, sino en calidad de
el territorio deja de ser un espacio de localización para ser un espacio población: la población misma se presenta como un campo susceptible a
de delimitación de la circulación y control de la población. Sin embargo, ser intervenido.
¿qué es el medio para Foucault? A continuación, presentamos tres
aproximaciones: Por lo tanto, la población tiene que ver con la especie humana y a la vez,
con lo que solemos llamar “público”, forjándose así su doble carácter.
En primer lugar, es el espacio, el ámbito en el cual se da la circulación Por un lado, se controlan sus acontecimientos vitales, y, por otro lado, las
y articulación de elementos naturales (ríos, montañas) y artificiales técnicas de seguridad dirigen una acción a distancia en aras de regular/
(aglomeración de individuos, casas): controlar sus variables. Así el medio es considerado como el entrecruza-
miento de elementos naturales y artificiales.
Es algo que tiene que ver con una naturaleza o, mejor, con
la interferencia, el enredo perpetuo de un medio geográfico, Entonces, a partir de las tres definiciones anteriores, podemos concluir
climático y físico con la especie humana, en cuanto ésta que el medio se comporta como un espacio biológico y a la vez artificial,
tiene un cuerpo y un alma, una existencia física [y] moral; en el cual tienen lugar acciones susceptibles de un control político. Es un
Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 149

espacio biológico en tanto que se presenta como un contexto natural y


geográfico, que interpela a los que lo habitan, y artificial, en el sentido que
tiene que ver con la prevención, contención o regulación de ciertos aconte-
cimientos aleatorios que afectan al sujeto población y que requieren una
acción a distancia, es decir, un control político.

En conclusión, se puede afirmar, en primer lugar, que la concepción


de espacio en el pensamiento de Michel Foucault dista de los discursos
Los dispositivos en M.
filosóficos tradicionales, los cuales apuntan a una teorización trascen- Foucault como “cine” de la
filosofía
dental, sistemática, universal y homogeneizante de este y, en segundo
lugar, que a partir de la relación “espacio, poder y saber”, nos anuncia que
se ha producido una nueva forma de espacialidad en la cual se encuentran
inscritas/ancladas las relaciones de fuerza y dispositivos de poder. Siendo
Rodolfo Wenger Calvo
la relación poder-saber, en el pensamiento foucaultiano, concebible bajo Universidad del Atlántico
una óptica espacial.
INTRODUCCIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
En esta intervención se buscará determinar si se puede hablar de un cierto
Foucault, M (1967). Des Espaces Autres. Architecture, Mouvement, Continuité, (5).
148 Foucault, M. (2011a). Historia de la Sexualidad: La Voluntad de Saber. Vol. I, Ciudad
“cine” en la filosofía de Michel Foucault, en la medida en que existe en
su arqueología del saber y en su genealogía del poder una proximidad
de México: Siglo Veintiuno Editores.
a cierto cine contemporáneo. Se partirá del presupuesto de que el gran
Foucault, M. (1980). El Ojo y el Poder. Tomado de: http://www.philosophia.cl/
principio histórico de Foucault es el de que toda formación histórica:
biblioteca/Foucault/El%20ojo%20del%20poder.pdf
Foucault, M. (1979). Preguntas a Michael Foucault sobre la Geografía. En Micro-
“dice lo que puede decir y ve todo lo que puede ver”. También se hará
física del Poder (pp.111-125). Madrid: Las Ediciones de la Piqueta. énfasis en la fisura que existe entre lo visible y lo decible; la disyunción
Foucault, M. (2009). Vigilar y Castigar. Ciudad de México: Siglo Veintiuno Editores. entre el ver y el hablar. Porque para Foucault lo que se ve nunca aparece
Foucault, M. (2011b). Seguridad, Territorio y Población. Buenos Aires: Fondo de en lo que se dice, y a la inversa: lo que se dice no aparece en lo que se
Cultura Económica. ve. Y porque podemos identificar en su filosofía una teoría diferencial de
Gros, F. (2007). Michel Foucault. Buenos Aires: Amorrortu Editores. las facultades que establece una división entre un “ser del lenguaje” y un
“ser de la luz”, muy semejante a lo que se da en cierto cine experimental
contemporáneo que pone de presente esta disyunción entre lo auditivo y
lo visual; un intersticio a través del cual emerge el sentido. Esto sucede en
el cine de la escritora y realizadora Marguerite Duras, en donde son las
fuerzas que provienen de una “exterioridad” las que articulan lo visible y lo
invisible para provocar la emergencia de la pasión, lo imposible del amor,
Cómo citar este capítulo:
Celia Córdoba, G. J (2018). La cuestión del espacio en el pensamiento de Michel Foucault. En L. M. Lozano lo insoportable del dolor; pero también la solidaridad y la posibilidad de
Suárez, y A. Rodríguez Manzano, (Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivacio-
nes, Escrituras de sí (págs. 127-148). Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico. un reencuentro con las dimensiones más esperanzadoras del ser humano.

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: Los dispositivos en M. Foucault como “cine” de la filosofía
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Rodolfo Wenger Calvo

EL CINE DE MARGUERITE DURAS Y LA FISURA AUDIOVISUAL ÉL: -Tú no has visto nada en Hiroshima, nada (...). (Duras, 1960,
p.16)
ÉL: -No has visto nada de Hiroshima. Nada.
La música –una música que tiene algo de jadeo, de la alterada respiración
ELLA: -Lo he visto todo. Todo. que precede al placer o al anuncio de alguna catástrofe– ha cesado y se
escucha solo la voz de él, su laboriosa negativa. El “no has visto nada” de
ELLA: -El hospital, lo he visto. Estoy segura. ¿Cómo podría no “él” que se repite varias veces y que se encadena una y otra vez con el tema
haberlo visto? melódico, con el que regresa la oleada de las palabras y la música:

ÉL: -No has visto ningún hospital en Hiroshima, no has visto nada […] lo he visto todo en Hiroshima. He visto el hospital, el
museo, los enfermos, el dulce espesor negro de unos cabellos
en Hiroshima.
desprendidos y que en la mano perpleja se convierten en algo
inmundo, los niños ardidos y estupefactos, las lápidas calci-
ELLA: -Cuatro veces en el museo...
nadas como por la geología, el trote atroz del perro con su
pata nítidamente cercenada [....]”. (Duras, 1960, p18)
ÉL: -¿Qué museo de Hiroshima?

Con esta conversación que sostienen los cuerpos desnudos de la francesa


ELLA: -Cuatro veces en el museo de Hiroshima. Yo he visto a las
(Emanuelle Riva) y el japonés en la cama, que es alternada con imágenes
150 personas pasearse. Las personas pasean, pensativas a lo largo de que se aproximan a los horrores de la bomba atómica descritos por “ella”1 151
las fotografías, las reconstrucciones, a falta de otra cosa, a lo largo –y en donde la imagen verbal basada en los sustantivos es más vigorosa
de las fotografías, las fotografías, las reconstrucciones, a falta de que las imágenes mostradas de las sobrecogedoras escenas de horror de
otra cosa, las explicaciones, a falta de otra cosa. las películas japonesas–, comienza Hiroshima mi amor (1959) de Alain
Resnais con guion y diálogos de M. Duras, quien dijo a propósito de su
CUATRO VECES EN EL MUSEO DE HIROSHIMA colaboración con el director, lo siguiente:

Yo he visto las personas. Yo he visto por mí misma de manera pensativa, el Resnais y yo estábamos de acuerdo en que no podíamos imagi-
hierro. El hierro derretido. El hierro quebrado, el hierro hecho vulnerable narnos una película sobre Japón que no tratase de Hiroshima,
como la piel. He visto pústulas en ramilletes: ¿quién lo hubiera pensado? y también pensábamos que podía ser realizada mostrando el
Pieles humanas flotantes, sobrevivientes todavía en la frescura de su horror de Hiroshima con las escenas de horror que habían
sufrimiento. Piedras. Piedras derretidas. Piedras estalladas. Cabelleras sido realizadas –y muy bien– por los propios japoneses en Los
anónimas que las mujeres de Hiroshima encontraban totalmente caídas niños de Hiroshima. Por tanto traté de hacer algo diferente
al día siguiente, a la hora de levantarse. [...] Todo lo que dijo Resnais fue: “No te preocupes por mí,
olvida la cámara, escribe literatura, escribe como si estuvieras
haciendo una novela”. Su idea era rodar mi guion del mismo
Tuve calor en la Plaza de la Paz. Diez mil grados sobre la Plaza de la Paz.
Yo lo sé. La temperatura del sol sobre la Plaza de la Paz. ¿Cómo ignorarlo? 1 Jean-Luc Godard en una mesa redonda celebrada con ocasión de la proyección de Hiroshima mi amor señala lo
siguiente: “Hay algo que me molesta un poco en Hiroshima [...] Es esa cierta facilidad para mostrar esceneas de
La hierba, es simple... horror, las cuales lo sitúan a uno prontamente más alla de la estética [...]” (Godard, 1959, p.).
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modo que un compositor le pondría música a una obra. seres que se encuentran más allá de las premuras de lo cotidiano. Técnica-
(Kobal, 1990, p.116) mente, esto se logra con la utilización de planos fijos, de planos-secuencia
que a veces son cortados de manera abrupta, además de una puesta en
Marguerite Duras (1914-1996) es conocida como escritora en nuestro escena que privilegia la inmovilidad de los personajes.
medio cultural y académico a raíz del inusitado éxito de su libro El
amante (1984), pero se olvida que ella también fue directora de cine y Estos cambios abruptos, o cortes, ponen de manifiesto el montaje; se
escribió numerosas obras de teatro. Su escritura es catalogada de difícil trata de rupturas enfatizadas, tal como se dieron en los comienzos del
comprensión y muy emparentada con las pautas literarias del movimiento cine (para lograr este efecto generalmente, se hace un fundido en negro,
francés del Nouveau roman. Nació en Saigón (Vietnam actual) en 1914, es decir, se intercala una imagen negra al hacer el montaje entre planos).
y desde muy joven comenzó a escribir novelas, muchas de ellas llevadas Esto evidencia el trabajo fílmico y pone de manifiesto un mundo de
al cine (entre ellas: Una presa para el Pacífico de René Clément, 1958; huecos blancos, o de huecos negros, de fisuras, en el que la continuidad
Moderato cantabile de Peter Brook, 1960). Pero, es a partir de la colabo- solo es una ilusión; de esta manera, el cine se convierte en una verdadera
ración con Resnais en Hiroshima mi amour (1959), que tiene lugar su escritura. Otro fenómeno de ruptura es el que se pone de presente con
verdadero encuentro con el cine, porque desde allí, ella misma dirigirá sus el divorcio entre la imagen y el sonido. Esto aparece por primera vez en
propias películas, de las cuales escribirá y publicará los guiones. La mujer del Ganges (1974) y adquiere mayor relevancia en India Song
(1975) y Su nombre de Venecia en Calcuta desierta (1976), que tiene la
En términos generales, puede decirse que en el cine de M. Duras se misma banda sonora –¡en toda su integridad!–, de India Song, pero cuyas
pretende alcanzar la realidad cambiante de los seres utilizando una estra- imágenes fueron filmadas en el interior de un palacete en ruinas ubicado
152 tegia de aproximación envolvente junto con una voluntad de anular su en las afueras de París, perteneciente a la familia Rothschild, abandonado 153
subjetividad, de desdibujar su identidad. Para lograrlo se utiliza el recurso
porque durante la ocupación nazi sirvió de vivienda a Goering. Los lentos
del discurso indirecto libre2, el diálogo desfasado, los comentarios, las
travellings, cuasi oníricos, que nos conducen por los pasillos destruidos y
palabras errantes y textos que en lugar de evidenciar las situaciones las
carcomidos por el tiempo, fueron soberbiamente filmados (fotografía de
hacen más veladas para hacer vibrar su contenido latente. Este propósito
Bruno Nuytten) utilizando también, la banda sonora de India Song. El
también se consigue con el uso sistemático del fuera de campo3. Sus
resultado es una obra poética que provoca en el intersticio de lo que se
películas se separan de un cine representativo y/o narrativo y se aproximan
ve y de lo que se oye una curiosa sensación de “presencia-ausencia” de la
más hacia un cine de ensayo, de experimentación, que se gesta en los
cual participa tanto el espectador que vio la película anterior como del que
márgenes, las tensiones y las transformaciones. La impresión que se tiene
no la vio, aunque este último lo hará en menor proporción porque bien
al ver sus películas es la de que se alcanza una especie de estaticismo,
puede decirse que ambas películas conforman un solo conjunto en el que
los personajes parecen estar fijos en la indeterminación del tiempo y de
lo visible y lo que se dice forman un solo estrato que posee como caracte-
la voluntad, o si se mueven lo hacen con la languidez propia de ciertos
rística una escisión entre estos dos ámbitos.
2 El discurso indirecto libre o estilo indirecto libre es definido como una enunciación que forma parte de un enun-
ciado que depende de otro sujeto de enunciación, y en donde quien habla tiende a hacerse indiscernible, porque
el discurso del narrador se funde con el del personaje. De esta manera, en la lectura de un texto literario en estilo Esta situación de separación entre las imágenes y las voces produce cierto
indirecto libre se hace difícil identificar cuándo habla el narrador y cuándo lo hace el personaje, porque el narrador
no produce las palabras del personaje de manera textual sino que adopta su perspectiva, sin utilizar marcas gráficas vértigo que genera toda una gama de significados posibles, porque el signi-
para introducir las palabras del personaje (guiones, comillas o verbos como: dijo, pensó, afirmó, etc.).
3 El afuera de campo puede ser definido como el conjunto de elementos espaciales y sonoros (espacio en off y sonido ficado en las películas de M. Duras nunca está dado de antemano sino que
en off) que forman parte de la escena, pero que no se muestran en la parte de la escena, y tampoco en la pantalla. El
uso del afuera de campo permite sugerir sin mostrar. Con ello se motiva al espectador para que se esfuerce en ima- siempre se da en la construcción mental que el espectador haga de ellos,
ginar lo que no ve explícitamente en la pantalla, pero que se deriva de lo que ve. También se logra que el espectador
participe de manera más activa en la narración cinematográfica. y se presenta como una inalcanzable línea de fuga siempre en otro lugar:
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“El significado se encuentra en la fisura entre lo que se dice y lo que es dos preguntas acerca del saber: ¿cuáles son las condiciones para que algo
mostrado” (Borgomano, 1985, p.78). sea dicho?, y ¿cuáles son las condiciones para que algo sea visto? Pero
aquí hay que tener cierto cuidado, porque si bien puede hablarse de un
En los filmes posteriores a 1976, los textos son leídos por una misma voz “neokantismo” de Foucault al referirse a las “condiciones de posibilidad”
en off, la de M. Duras, una extraña voz grave de sempiterna adolescente del conocer, es necesario hacer algunas precisiones: las condiciones de las
que le da a la imagen una extraña sensación de profundidad poética. que habla Foucault son las condiciones de la experiencia real y no las de
También –tal como ya lo señalamos–, hay un fenómeno “post-filmación” toda experiencia posible tipo trascendental kantiano; y están más bien del
que hace que M. Duras publique los guiones que ha escrito para hacer lado del “objeto”, del lado de la formación histórica y no del lado de un
sus películas, con el propósito de devolverle a lo escrito lo que había sido sujeto universal. Entonces, el “a priori” en Foucault es histórico; y se trata
solo vagamente entendido y percibido en el cine, y para mostrar que los fundamentalmente de formas de exterioridad. Además, es de resaltar que
guiones son también, y antes que todo, textos. Textos que no se reducen la arqueología del saber foucaultiana abandona el eje tradicional de la
a una descripción de las imágenes o a diálogos que presentarían una filosofía, que está compuesto en la modernidad por la conciencia, es decir,
historia, sino que proponen su propia escritura-fílmica, porque para esta del conocimiento (que depende de la conciencia) y la ciencia equiparada
escritora-cineasta hacer guiones es escribir lo que no podría ser visto, sino al conocimiento científico; para intentar abrir otro eje compuesto por las
escrito. prácticas discursivas, el saber (definido como instancia material que no
se ubica en un sujeto constituyente o en una conciencia a priori, sino en
Algo parecido a la “disyunción” presente en el cine de M. Duras, en donde cosas dichas que dependen de determinadas prácticas discursivas) que
las voces van por un lado –como una historia que ya no tiene lugar–, y lo configuran –a su vez–, diferentes dominios científicos:
154 visible por otro –como un lugar vacío que ya no tiene historia–, vamos 155
a encontrar en la filosofía de Foucault. Porque en su filosofía se da una En lugar de recorrer el eje conciencia-conocimiento-ciencia
disyunción similar entre el Hablar y Ver, entre lo decible y lo visible, tal (que no puede ser liberado del índice de la subjetividad), la
como lo veremos a continuación. arqueología recorre el eje práctica discursiva-saber ciencia.
Y mientras la historia de las ideas encuentra el punto de
“LO DECIBLE” Y “LO VISIBLE” EN MICHEL FOUCAULT equilibrio de su análisis en el elemento del conocimiento
(hallándose así obligada, aun en contra suya, a dar con la
Tratando de conjurar el peligro que conlleva lo esquemático, podemos interrogación trascendental), la arqueología encuentra el
decir que para Foucault en la historia del pensamiento occidental hay dos punto de equilibrio de su análisis en el saber, es decir en un
fuentes principales del saber: lo decible y lo visible. La vía del discurso, dominio en que el sujeto está necesariamente situado y es
de la palabra y la vía de lo que se ve. Lo novedoso que se introduce con dependiente, sin que pueda figurar en él jamás como titular
su perspectiva filosófica en relación con esta problemática, es la de consi- (ya sea como actividad trascendental, o como conciencia
derar el poder como fuerza que articula al saber, es decir, como fuerza que empírica) (Foucault, 1988, p.307).
une lo decible con lo visible.
De esta manera, el “neokantismo” de Foucault iría más en el sentido de
Según esto, la pregunta clave de la “epistemología foucaultiana” no es la asumir a las “condiciones de posibilidad históricas” de las visibilidades
que se interroga por las condiciones generales de toda experiencia posible (lo que se puede “ver” en una determinada época) como una receptividad
(a la manera de Kant), sino que más bien se trata de hacerse las siguientes y a las “condiciones de posibilidad históricas” de los enunciados (lo que
Michel Foucault 30 Años: Los dispositivos en M. Foucault como “cine” de la filosofía
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Rodolfo Wenger Calvo

se puede decir en un determinada época), como una “[…] espontaneidad: de luz que ilumina y que produce los reflejos sobre las cosas (por eso
Espontaneidad del lenguaje y Receptividad de la luz” (Deleuze, 1987, p.88). es necesario extraer las visibilidades de las cosas); y lo enunciable de
una época, el régimen del lenguaje con sus variaciones inherentes que
Lo decible para Foucault depende, entre otras cosas, del lugar que ocupa lo transforman constantemente (por eso hay que descomponer las frases
el que habla en el espacio social, de un “desde dónde” se habla. Recor- y las palabras para extraer los enunciados). Porque, en últimas, el gran
demos, a propósito de esto, la hipótesis central que articula su lección principio histórico de Foucault es el de que “[…] toda formación histórica
inaugural en el Collège de France, titulada El orden del discurso: dice lo que puede decir y ve todo lo que puede ver” (Deleuze, 1990a, p.132).

[...] yo supongo que en toda sociedad la producción del DE LAS EPISTEMES A LOS DISPOSITIVOS
discurso está a la vez controlada, seleccionada y redistribuida
por un cierto número de procedimientos que tienen por En Las palabras y las cosas, Foucault habla de las epistemes, los modos de
función conjurar los poderes y peligros, dominar el aconteci- ser del pensamiento que varían históricamente, en cuanto se modifica la
miento aleatorio y esquivar su pesada y temible materialidad. experiencia del espacio y el tiempo. Por ejemplo, en la episteme de la Edad
(Foucault, 1973, p.11) Media el espacio es continuo, extensivo, y de acuerdo con él se pretendía
buscar la semejanza entre los seres y no su constitución interior, según un
Entre estos procedimientos están: los de exclusión, los de enrareci- tiempo que corresponde a los ciclos de la naturaleza, es decir, un tiempo
miento, distribución y ordenación del discurso, entre otros. Incluso los circular, cíclico. Pero al variar la episteme hacia el siglo XVII, el espacio se
sistemas de educación serían formas políticas de mantener o de modificar vuelve discontinuo y se busca determinar –más bien– los caracteres parti-
156 la adecuación de los discursos con los saberes y los poderes que estos culares que singularizan a un ser, siendo el tiempo, un tiempo interior al 157
implican. ser y al pensamiento. Por el contrario, en el siglo XIX lo que prima es el
pensamiento histórico, se asume un tiempo lineal abierto hacia el infinito,
A su vez, para Foucault, la visibilidad solo se puede explicar por un se trata de un tiempo formal porque con su linealidad ideal tiende hacia
espacio y un tiempo, los cuales no son considerados en una dimensión una meta final, teleológica; desde ese momento se empieza a hablar insis-
trascendental, sino que se trata de problematizaciones; son formas proble- tentemente en el “progreso”.
máticas. Cada época posee su tiempo y su espacio (su crono-topo) que la
caracterizan en cuanto que abren un campo de visibilidad, distribuyen lo Los análisis foucaultianos sobre la locura y la cárcel son definitivos en
que se ve y lo que no se ve, porque ponen en una determinada relación este sentido. En La historia de la locura en la época clásica, se plantea el
al sujeto que ve y al objeto que es visto. Pero no se trata solamente de siguiente interrogante: ¿en qué campo de visibilidad se construye lo que
considerar al campo social como determinante de la experiencia, sino de permite ver al loco?:
constatar que más allá de lo social existe una materia común, automática,
que constituye las condiciones de la experiencia. Durante el período clásico se la muestra [a la locura], pero
detrás de los barrotes; si se manifiesta, es a distancia, bajo la
Lo fundamental aquí es considerar el proyecto arqueológico de Foucault mirada de una razón que ya no tiene parentesco con ella y que
y más concretamente al archivo como un conjunto audio-visual, es no se siente comprometida con una excesiva semejanza. La
decir, como un conjunto que consta de dos componentes: lo visible y locura se ha convertido en una cosa para mirar [...]. (Foucault,
lo enunciable (o decible), siendo la visibilidad de una época el régimen 1967, p.231)
Michel Foucault 30 Años: Los dispositivos en M. Foucault como “cine” de la filosofía
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Con el surgimiento de los asilos se introduce todo un cambio radical en decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas,
la manera de ver la locura, ya no es simplemente el loco como prisionero, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales,
sino como “sujeto moral” que ha de ser responsable de sus actos. Entonces, filantrópicas; en resumen: los elementos del dispositivo perte-
se establece una relación entre la acción de ver como vigilante y la de ser necen tanto a lo dicho como a lo no dicho. El dispositivo es
visto como loco. Se trata de un cambio de “visibilidad”, porque al loco la red que puede establecerse entre todos estos elementos.
antes se le escondía, no se le veía, e incluso se le temía. Igualmente, en esa (Foucault, 1984, p.128)
época se da toda una transformación de los discursos sobre el loco, en los
cuales se cuestiona su antiguo estatuto y se habla de su “psicologización”, Lo que particulariza al “dispositivo” es su carácter esencialmente estra-
de su “moralización”. También ya clásica y bastante conocida es la noción tégico, porque el dispositivo es ante todo una formación que en un
de “panóptico”, tomada de Jeremías Bentham y que Foucault desarrolla momento histórico tiene como función la de responder a una urgencia,
en su obra sobre la prisión: Vigilar y Castigar. El panóptico constituye un tal como Foucault lo señaló en otro pasaje de la entrevista publicada en la
cambio de visibilidad, ya no se trata del calabozo en donde se recluye al revista Ornicar en 1977 que acabamos de citar:
preso sino de una celda-prisión que no se esconde de la luz, más bien, es
atravesada por ella: […] El dispositivo se halla pues siempre inscrito en un juego
de poder, aunque también siempre esté ligado a uno de los
[...] tantos pequeños teatros como celdas, en los que cada bornes del saber, que nacen de él pero que, asimismo, lo condi-
actor está solo, perfectamente individualizado y constante- cionan. El dispositivo es esto: unas estrategias de relaciones
mente visible: el dispositivo panóptico dispone unas unidades de fuerzas soportando unos tipos de saber, y soportadas por
158 espaciales que permiten ver sin cesar y reconocer al punto [...] ellas. (Foucault, 1984, pp.130-131)
159
[el detenido] es visto, pero él no ve; objeto de una información,
jamás sujeto de una comunicación. [...] De ahí el efecto mayor De esta manera, lo que Foucault llama “dispositivo” es mucho más general
del Panóptico: inducir en el detenido un estado consciente y que la episteme, es un dispositivo específicamente discursivo, mientras
permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento que el dispositivo puede ser discursivo o no, al ser sus elementos mucho
automático del poder. Hacer que la vigilancia sea permanente más heterogéneos.
en sus efectos, incluso si es discontinua en su acción [...]. El
Panóptico es una máquina de disociar la pareja ver-ser visto: Tratando de ir más lejos en la caracterización de lo que es un “dispo-
en el anillo periférico, se es totalmente visto, sin ver jamás; sitivo”, podemos decir en consonancia con lo anotado anteriormente, y
en la torre central, se ve todo, sin ser jamás visto. (Foucault, de acuerdo con los lúcidos y cómplices análisis de Deleuze sobre el pensa-
1989, pp. 204-205) miento de Foucault, que un dispositivo es un conjunto multilineal, que
implica al menos tres dimensiones; las dos primeras son curvas de visibi-
El panóptico es una forma maquínica de visibilidad, ya no solo hace parte lidad y curvas de enunciación, los dispositivos son máquinas para hacer
de una episteme sino que es un “dispositivo”, si entendemos por dispo- ver y para hacer hablar.
sitivo, según términos del mismo Foucault:
En cuanto a la visibilidad no se trata de una luz en general que ilumina
[…] un conjunto decididamente heterogéneo, que comprende objetos preexistentes, sino más bien de líneas de luz que forman figuras
discursos, instituciones, instalaciones arquitectónicas, variables e inseparables de este o aquel dispositivo. Cada dispositivo posee
Michel Foucault 30 Años: Los dispositivos en M. Foucault como “cine” de la filosofía
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su régimen de luz, la manera en que ésta cae, se esfuma, se difunde, al Con esto comprobamos, en consonancia con G. Deleuze, que no es
distribuir lo visible y lo invisible, al hacer nacer o desaparecer el objeto exagerado afirmar que: “La problemática de Foucault está muy cerca de
que no existe sin ella. Se trata de una historicidad de los regímenes de luz, la del cine contemporáneo” (Deleuze, 1987, p.94), tal como lo abordamos
como también de los regímenes de enunciación (Deleuze, 1990b, pp.155- en nuestra primera parte con el cine de M. Duras.
156). Por ejemplo, la episteme, el conjunto de condiciones de posibilidad
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
de un saber dado, puede ser considerado como el dispositivo estratégico
que permite escoger entre todos los enunciados posibles, los que van a ser Borgomano, M. (1985). Cinéma-écriture. Revista L’arc (98), 75-80.
aceptables en el interior de un campo de cientificidad. De esta manera, Deleuze, G. (1987). Foucault (Trad. Vásquez J. P.). Barcelona: Paidós (Obra original
la episteme por ser un dispositivo específicamente discursivo permite publicada en 1986).
separar no lo verdadero de lo falso, sino lo incalificable científicamente Deleuze, G. (1990a). Pourparlers. París: Les éditions de Minuit.
Deleuze, G. (1990b). “¿Qué es un dispositivo?”. en: E. Balbier, et al. Michel
de lo calificable.
Foucault, Filósofo (Trad. Bixio A. L.), (pp. 155-163). Barcelona: Gedisa. (Textos
de las conferencias publicadas del Encuentro Internacional organizado en
Pero en tercera instancia, el dispositivo implica líneas de fuerzas. Invisibles París en 1988 por la Association pour le Centre Michel Foucault. Obra original
e indecibles, esas líneas están estrechamente vinculadas con las otras y, sin publicada en 1989).
embargo, no se las puede distinguir. Se trata de la “dimensión del poder”, y Duras, M. (1960). Hiroshima mon amour. (Scénario et dialogues).París: Gallimard.
el poder es la tercera dimensión del espacio interno del “dispositivo”. Aquí Foucault, M. (1967). Historia de la locura en la época clásica, vol. I. (trad. J. J.
hay una aclaración que nos parece clave: el poder para Foucault “produce Utrilla). México: F.C.E. (Obra original publicada en 1964).
realidades” más que reprimir, y produce “verdades” antes que ideologizar, Foucault, M. (1973). El orden del discurso (trad. A. Gonzáles T.). Barcelona:
160 antes que limitar o enmascarar. En este sentido, la “verdad” en Foucault Tusquets (Obra original publicada en 1970). 161
Foucault, M. (1984). El juego de Michel Foucault (Entrevista por A. Grossrichard
es histórica, porque implica una relación cambiante entre lo visible y lo
y otros). En (ed., trad. y prólogo) J. Varela, & Álvarez-Uría F. Saber y verdad.
enunciable, y en ese mismo sentido es problemática porque se topa con la
Madrid: La Piqueta. (pp. 127-162). (Texto original, “Le jeu de Michel Foucault”.
no correspondencia entre lo visible y lo enunciable, y confirma –a la vez–
Entrevista publicada originalmente en Ornicar, 10 julio, 1977, pp. 62-93).
lo que Nietzsche había señalado en su Zaratustra, de que: “detrás de toda Foucault, M. (1988). La arqueología del saber (trad. A. Garzón). México: Siglo XXI
voluntad de verdad hay una voluntad de poder”. Editores. (Obra original publicada en 1969).
Foucault, M. (1989). Vigilar y castigar; nacimiento de la prisión (trad. A. Garzón).
Al final de su recorrido filosófico, Foucault descubre las líneas de subjeti- México: Siglo XXI (Obra original publicada en 1975).
vación: Estas líneas también implican un proceso, y es el de la producción Garavito, E. (1994). Las visibilidades en el discurso. Revista Politeia (14). 63-70.
de subjetividad en un dispositivo: una línea de subjetivación debe hacerse Godard, J. L. (1959). Mesa Redonda sobre Hiroshima mon amour integrada por: E.
en la medida en que el dispositivo lo deje o lo haga posible. Se trata de Rohmer, J.L. Godard, Pierre Kast, J. Rivette, J. Domarchi y J. Doniol- Valcroze,
Cahiers du Cinéma, (97).
considerar a los modos de existencia según criterios inmanentes, es decir,
Kobal, J. (1990). Las 100 mejores películas (trad. R. Artola). Madrid: Alianza (Obra
de acuerdo con sus “posibilidades” de libertad, de creatividad, sin apelar
original publicada en 1988).
necesariamente a valores trascendentes. Así, Foucault hablará de criterios
“estéticos”, entendidos como “criterios de vida”, que habrán de sustituir, de
manera creativa, y de acuerdo con una evaluación inmanente, las preten- Cómo citar este capítulo:
siones que siempre se han esgrimido para “legislar” la existencia individual Wenger Calvo, R. J (2018). Los dispositivos en M. Foucault como “cine” de la filosofía. En L. M. Lozano
Suárez, y A. Rodríguez Manzano, (Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivacio-
y colectiva haciendo referencia a un supuesto elemento trascendente. nes, Escrituras de sí (págs. 149-161). Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico.
163

El ensayo como texto en


Michel Foucault: rasgos
discursivos, relación,
implicaciones
Alfonso Rodríguez Manzano
Universidad del Atlántico

Y aunque nadie me lea, ¿he perdido acaso el tiempo


dedicándome durante tantas horas ociosas a pensamientos
tan útiles y agradables? […] Al representarme para otros, me
he representado en mí, con colores más nítidos que los que
antes tenía. No he hecho más mi libro de lo que mi libro me ha
hecho.
Michel de Montaigne

El género literario menos configurado,


el ensayo precisamente.
Paul Ricoeur

El ensayo –que hay que entender como la prueba modifi-


cadora de sí mismo en el juego de la verdad y no como
apropiación simplificadora de otro con fines de comunicación–
es el cuerpo vivo de la filosofía.
Michel Foucault

El presente trabajo acerca de la noción de ensayo en la obra de Michel


Foucault se enmarca en una problemática de tipo académico local; ella

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: El ensayo como texto en Michel Foucault: rasgos discursivos, relación, implicaciones
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Alfonso Rodríguez Manzano

orienta el propósito con el que se aborda el estudio; así mismo, enruta las contexto de la enseñanza de la filosofía en la universidad, basándome en
implicaciones finales a las que se llega. ese inicio de Historia de la sexualidad. Sin embargo, para intentar abarcar
con amplitud cómo aparece en la práctica escritural esta noción de este
Una primera arista de la problemática está relacionada con lo que se autor, surgieron enseguida varias rutas: ¿hay otros pasajes de la obra
puede llamar el alto grado de desconfiguración textual que se le atribuye foucaultiana en los que también se refiere al ensayo como texto?; ¿cómo
al tipo de texto denominado ensayo, o al género ensayístico o a la clase es esta caracterización del ensayo en relación con otras caracterizaciones,
ensayo del género argumentativo o al “antigénero” o al “género espurio”, por ejemplo, de quienes son considerados el inventor o uno de los mayores
según las diversas terminologías de los diversos enfoques que lo estudian teóricos del ensayo?; ¿cómo podemos aterrizar, considerar estas caracte-
(Glaudes et Louette, 2011; Dumont, 2003; Newsweek Education Program, rizaciones en nuestro contexto académico, en nuestras clases, en nuestra
2003; Weinberg, 2001; Arenas, 1997; Tremblay, 1994). De tal manera que la práctica personal como escritores (producción intelectual)?
definición más socorrida, la más utilizada por la mayoría de los docentes,
la que se encuentra a primera mano, reza: “el ensayo es un género literario En la noción de configuración discursiva consideramos discurso como
que se caracteriza por permitir desarrollar un tema determinado de una texto + contexto; en vez de la noción de estructura, preferimos lo dinámico,
manera libre y personal”, de donde se ha podido postular, a diferencia en posible en la noción de configuración; en vez de la noción de unidades
principio de otros tipos de textos, que no tiene cabeza ni cuerpo ni pies textuales, trabajamos con las de modos de organización del discurso,
preestablecidos o exigibles. De aquí nos surgen las preguntas, habiendo secciones y secuencias (Charaudeau, 2012; Adam, 2011; Derrida, 1980;
conocido ya el pasaje de Historia de la sexualidad en donde al final de su Fuentes, 2000; Bronckart, 2008).
vida Foucault caracteriza su obra: ¿se puede ubicar la obra de Foucault
164 como ensayística?, ¿tendrá también ese grado de indeterminación?, LA NOCIÓN DE ENSAYO EN FOUCAULT 165
¿habrá algún aporte o novedad en esa práctica discursiva del ensayo?
La noción, caracterización, conceptualización del tipo de texto llamado
Una segunda arista está relacionada con la encrucijada en la que, decimos, ensayo se encuentra, como hemos anunciado, en Historia de la sexualidad
se encuentra la escritura filosófica hoy en día debido a la que se ha volumen 2, El uso de los placeres, publicado en 1984 (Foucault, 2003). Pero
denominado la estandarización de la escritura académica en el mundo. en El orden del discurso, publicado en 1970 (Foucault, 2008), nuestro autor
¿Cuál sería la visión foucaultiana acerca de esta problemática sin duda se refiere a un tipo de texto que podemos poner en relación con el ensayo,
más aguda 30 años después de su muerte? el llamado comentario de texto. Hemos encontrado, además, que, en 1973,
Foucault subtitula uno de sus textos, precisamente con la palabra ensayo:
Y la tercera tiene que ver con la práctica docente de lengua o disci- Esto no es una pipa. Ensayo sobre Magritte (Foucault, 1997). Miremos esas
plinar, acerca del tratamiento o enseñanza o aprendizaje del tipo de texto instancias en el orden histórico.
llamado ensayo: ¿dejamos esas prácticas de lectura y escritura solo a los
docentes de lengua, o solo al docente de filosofía, o a una práctica conjunta Sabemos que “el comentario de textos” es uno los tipos de textos más solici-
interdisciplinar? tados en el sistema escolar francés y francófono, cada vez más propuestos
en los sistemas educativos español y colombiano para la enseñanza de
Esos factores me hicieron centrarme en la noción de ensayo como texto en la filosofía. Consiste, con sus diversos tipos, matices y discusiones, en
la obra de Foucault. Se trataría, en principio, de caracterizar el sentido de realizar una tarea de exégesis y de exposición, siguiendo ciertas pautas,
esta noción en este autor, su práctica, su función, para considerarlo en el sobre el sentido del texto de otro autor (Gómez Pardo, 2007; Gómez
Michel Foucault 30 Años: El ensayo como texto en Michel Foucault: rasgos discursivos, relación, implicaciones
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Alfonso Rodríguez Manzano

Mendoza, 2003; Aguilar & Vilana, 1996; Russ, 1996; Choulet, Folscheid & ¿Qué rasgos discursivos o textuales particulares puede tener Esto no es
Wunnenburger, 2005). una pipa como para que Foucault le haya colocado el subtítulo de ensayo?
(Foucault, 1997). Sin contar con un eventual “azar objetivo” que haya
En El orden del discurso, Foucault (2008) se refiere al comentario de podido ocasionar esa decisión, me parece que se trata de rasgos parti-
textos considerándolo como uno de los que llama procedimientos que culares al tipo de texto llamado ensayo y de rasgos comunes a la compo-
permiten el control del discurso o principios de control de la producción sición foucaultiana en general. El título ensayo se lo podría haber dado el
del discurso o “policía” discursiva. El comentario de textos sería uno de gran peso de lo personal, dudoso y extraño que atraviesa todo el escrito, la
los procedimientos internos de enrarecimiento, junto con la función autor importancia que tiene en el texto lo dialogal, lo conversacional, lo teatral;
y las disciplinas. Se trata, como el caso de las glosas religiosas, las exégesis la impronta narrativa, descriptiva, ficcional con que cuenta –lo literario.
jurídicas o retomas literarias como Ulises de Joyce, de actos nuevos de De hecho, el texto es atravesado por las expresiones: “Me parece”. También
palabras que reanudan otros discursos considerados primarios, funda- “me sorprende”. “Lo que me parece muy dudoso”, “Lo que desconcierta”,
cionales, sospechosos: en principio permiten que se reconstruyan nuevos “Lo extraño”. Según Foucault, el cuadro de Magritte es un enunciado
discursos de manera indefinida pero tan solo diciendo lo implícito o la en el que hablan siete discursos, los cuales vemos expresarse como en
una escena: un maestro, un alumno, el pintor, el texto, el objeto repre-
esencia o lo profundo de un texto que se conserva porque se sospecha
sentado… Pero el texto tiene además varias de las constantes que identi-
que esconde algo: o un secreto o una riqueza. Se trata de un discurso
ficamos como la composición foucaultiana: planteamiento en el Inicio de
que aparentemente dice otra cosa, pero tan solo dice un texto ya dicho.
una tesis que se puede contraponer a una hipótesis o contra-argumen-
(Escolarmente) estaríamos en presencia de un tipo de texto que de hecho
tación, recurrencia de una exposición o argumentación que relaciona,
166 tan solo recita: “Lo nuevo no está en lo que se dice –señala Foucault–, sino
compara, confronta los puntos de vista; existencia inmancable de un cierre
167
en el acontecimiento de su retorno” (p.29).
con ciertos componentes hasta donde llegan siempre las transiciones, los
resúmenes, los anuncios.
El llamado principio de las disciplinas, también otro principio de limitación
de los discursos, como el de autor y el comentario de textos, a pesar de, en
¿Encontramos todos estos rasgos en el texto nuclear en el que Foucault
teoria, permitir la producción de nuevos enunciados, limita en la práctica
enuncia los rasgos que retiene del ensayo? ¿Qué rasgos atribuye a ensayo?
el azar del discurso por medio del juego de una identidad que tendría
¿Cómo se pueden relacionar estos rasgos con los dados por otros teóricos
la forma de la repetición y de lo mismo. La razón es que las disciplinas reconocidos del ensayo?
están constituidas tanto sobre errores como sobre verdades y, para que
una proposición cualquiera pueda ser considerada como perteneciente a La alusión al tipo de texto llamado ensayo se encuentra, como se ha dicho,
una disciplina, se necesita que cumpla ciertas condiciones relacionadas en el volumen 2 de Historia de la sexualidad, publicada en tres volúmenes
con su conceptualización, modelos, horizontes teóricos –tipos de textos de 1976 a 1984, obras en las que hallamos las que hemos denominado
agregamos nosotros–. Es cierto que podemos quedar obnubilados por constantes composicionales foucaultianas con sus inmancables retomas
la producción, multiplicidad y recursos que recogemos de las funciones que pueden confundir, su significativa alusión al ensayo, a la filosofía, a la
de autor, principios de disciplina y comentarios de textos para no verlos estética de la existencia.
como policías discursivos: “Y es probable –nos dice Foucault– que no se
pueda dar cuenta de su papel positivo y multiplicador si no se toma en Una constante inmancable en la composición foucaultiana es la cuidadosa
consideración su función restrictiva y coactiva” (p.38). dedicación a lo que se puede llamar metodología al Inicio de sus obras
Michel Foucault 30 Años: El ensayo como texto en Michel Foucault: rasgos discursivos, relación, implicaciones
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como Historia de la sexualidad. Es el caso del volumen 1, La voluntad Los Cierres conclusivos están generalmente compuestos por pasajes que
de saber con el capítulo I. ‘Nosotros los victorianos’ y, en una titulación sintetizan de otra manera lo dicho anteriormente, anunciados por expre-
particular por el equívoco al que se puede prestar, el subcapítulo 2. siones como “Ya los vimos…, Hemos podido encontrar… Así pues […]
Método del capítulo IV. ‘El dispositivo de la sexualidad’ (Foucault, 2007). los griegos se interrogaron sobre el comportamiento sexual como postura
En efecto, en el caso del capítulo inicial encontramos en qué consiste el moral…” (Foucault, 2003); así mismo, por generalizaciones o macro-ar-
libro, los propósitos que busca, la tesis propuesta por oposición a una gumentaciones que retoman las tesis sustentadas. Cito: “Si queremos fijar
un origen a estos pocos grandes temas que dieron forma a nuestra moral
hipótesis que desmentirá: Cito: “Este libro es, a la vez, la introducción y
sexual […] sobre todo no hay que buscar ahí la función intemporal de la
un primer acercamiento…”; “se trata, en suma, de interrogar el caso de
interdicción o la forma permanente de la ley” (Foucault, 2003, p.228).
una sociedad que desde hace más de un siglo se fustiga ruidosamente por
su hipocresía… desearía presentar el panorama no solo de esos discursos,
El texto en el que Foucault caracteriza lo que retiene del tipo de texto
sino de la voluntad que los mueve …”; “la pregunta que querría formular llamado ensayo tiene las que hemos llamado las constantes inmancables
no es ¿por qué somos reprimidos?, sino: ¿por qué decimos con tanta de la composición foucaultiana, y, quizás también, rasgo ensayístico,
pasión, tanto rencor contra nuestro pasado más próximo, contra nuestro un mayor involucramiento del investigador como persona, al punto de
presente y contra nosotros mismos que somos reprimidos?” (p.16-17). asociarlo a una ética.
En el capítulo sobre método, Foucault se dedica esta vez a definir, carac-
terizar, conceptualizar lo que va a entender por la noción de poder, sus En efecto, en este Uso de los placeres, en un Inicio llamado INTRO-
imperativos metodológicos o prescripciones de prudencia, el campo o los DUCCIÓN encontramos expuestos lo que se llama Método (dimensiones
168 documentos en los que trabajará. Cito: el poder no como represión o ley arqueológica y genealógica), Objeto Cronología Orden que se seguirá en el 169
o Estado sino como relaciones, apoyos, estrategias; reglas imperativas de texto; un Cierre (CONCLUSIONES), un Cuerpo o centro o núcleo en el que
inmanencia, variaciones continuas, doble condicionamiento, polivalencia se argumenta, contra-argumenta y concede atravesado por Transiciones.
táctica; la “abundosa [sic] producción de discursos sobre el sexo en el
En ese Inicio, Foucault caracteriza al ensayo, no como la transmisión de
campo de las relaciones de poder múltiples y móviles” (p.119).
un contenido con el que se busca llegar a un destinatario al que realmente
no se considera, sino, más bien, como un ejercicio, un examen, una lucha
En el caso del volumen III, quizás porque ya lo ha hecho en l y II, pero
que conlleva por definición la transformación de la persona que escribe
también por el parecido que pueda tener con la metodología foucaultiana,
en el marco de lo que pueda ser considerado como verdad con todo en lo
la alusión, en el Inicio, al método, se refiere a la práctica interpretativa
que este estado o situación o consenso puede consistir. Este ejercicio que
de los sueños sexuales según el libro Clave de los sueños de Artemidoro
cambia al escritor en lo relacionado con las reglas y prácticas encami-
(Foucault, 1987). nadas a una liberación del espíritu y al logro de un bienestar es consi-
derado por Foucault como filosófico en la medida en que es un trabajo
A esta constante inmancable metodológica situada generalmente al Inicio, reflexivo cuestionador sobre la propia persona que lo llevaría a consi-
pero que puede aparecer aun en el Centro y ser la efectivamente trabajada derar para sí otras ideologías, otras prácticas otras inclinaciones. En él se
u otra encontrada en los documentos o asociada a la propia, encontramos ventila saber –nos dice Foucault– en qué medida el trabajo de pensar su
en Foucault los Cierres conclusivos con componentes determinados y los propia historia puede liberar al pensamiento de lo que piensa en silencio y
pasajes meta-discursivos que anuncian, resumen lo anterior, transicionan. permitir pensar de otro modo. Ese trabajo, ese ejercicio, esa investigación
Michel Foucault 30 Años: El ensayo como texto en Michel Foucault: rasgos discursivos, relación, implicaciones
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Alfonso Rodríguez Manzano

–con su dimensión arqueológica (“análisis que permite analizar las formas era, por oposición a los tratados, el ensayo, decimos nosotros, sería de
mismas de la problematización”) y su dimensión genealógica (“formación esos textos que constituyen la escritura de sí (Foucault, 2012).
de las prácticas y sus modificaciones”)–estando enmarcada en principio
en una preocupación general, histórica, filosófica, de hecho está enraizada RELACIÓN
profundamente en él como individuo, como persona, como ser, al menos
en esta época de su vida, poco antes de morir. “¿A través de qué juegos Esta noción del ensayo como texto en Michel Foucault –su conceptuali-
de verdad el ser humano se ha reconocido como hombre de deseo?” –se zación del término, su práctica discursiva en diversos textos, los sentidos,
pregunta Foucault de manera general– y punto y seguido continúa: “Me implicaciones o funciones que le atribuye– prolonga la de quien se
pareció que planteando así la pregunta […] abandonaba sin duda el plan considera de manera generalizada el creador de este tipo de texto, Michel
contemplado, pero me acercaba mucho más a la pregunta que desde de Montaigne. Tiene, así mismo, mucho de uno de los mayores teóricos
tanto tiempo era mi intención plantear” (p.10); “Me sentí atrapado en una del ensayo en el terreno filosófico, T. W. Adorno; se constituye en una
empresa de una historia de la verdad” (p.14); “he sido llevado […] a una visión en paralelo a la de quien ha hecho del ensayo un arquetipo para
historia de las problematizaciones éticas hecha a partir de las prácticas de (la metodología de) la investigación, Edgar Morin. Todas estas visiones se
sí” (p.16). han opuesto a la visión que en su conjunto traen el tratado, el artículo de
investigación científico, la investigación científica positivista.
¿Qué podemos entender nosotros, ahora, pues,por loque hemos llamado
la “noción de ensayo” en Foucault?, ¿podemos afirmar que la obra de Podemos decir que desde las primeras palabras de Montaigne los rasgos
Foucault es una obra ensayística?, ¿cómo podemos relacionar esta noción que caracterizarán al ensayo son: el uso consciente de la escritura para
170 de ensayo con otras reconocidas? reflexionar documentadamente acerca del propio ser; la utilización de la 171
reflexión en todo tipo de tema; lo relativamente corto en la extensión de
Diríamos que para Foucault, pues, el ensayo, el tipo de discurso ensayístico, esa reflexión (Montaigne, 2008).
es el tipo de texto opuesto a aquellos que, como el comentario de texto,
se quedan en decir lo Mismo de otro texto con el fin de comunicar un El Inicio para todos los ensayos del libro de Montaigne (prólogo “Al lector”)
contenido oculto que repite una instancia de control policial. El ensayo, el contiene la que se puede considerar como una (macro) tesis principal del
discurso ensayístico, por el contrario, es aquel que consiste en un ejercicio libro, el Propósito o intención comunicativa, el Contexto o circunstancia
de deliberación, contraste, confrontación consigo mismo que produce un en que se producen los ensayos y la mención a quien va dirigido el texto o
texto Otro, expresión de un sí mismo transformado. El trabajo investi- Lector previsto o destinatario previsto. Se trata, sabemos, de un libro en
gativo –en cuya comunicación es importantísimo dilucidar al Inicio el que el autor plantea que él mismo será la materia del libro: “Me pinto
la metodología utilizada, hermenéuticas, arqueologías, genealogías en a mí mismo (Je me peins-moi-même)”; con el fin de dar(se) a conocer a
archivos, compuesto en su núcleo por confrontación de tesis y exposi- parientes y amigos, porque cree que morirá pronto; por lo que dice al
ciones, terminado en un Cierre que recapitula generalizando–puede ser lector real del libro, hecho enunciatario o narratario que mejor no pierda
atravesado por el espíritu ensayístico. Un texto marcado desde su título el tiempo en seguir leyendo. Se puede notar, también, en ese Inicio varias
con la palabra ensayo se singularizaría por, teniendo los rasgos de una de las temáticas que atravesarán esta obra: denuncia de la falsedad de las
comunicación investigativa, el peso ahí de lo personal, lo narrativo, lo costumbres de sus contemporáneos, un interés mayor en los individuos
dialogal. Como en el caso de las hupomnêmata, cuadernos de notas y de todos los universos, el esbozo del ser humano como un ente informe,
reflexiones, practicados en la antigüedad grecolatina de inicios de nuestra voluble, contradictorio. La caracterización del tipo de texto en el que se
Michel Foucault 30 Años: El ensayo como texto en Michel Foucault: rasgos discursivos, relación, implicaciones
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está escribiendo, lo que se está escribiendo aparecerá esparcido a lo largo planetaria, postula, desde la que podemos llamar una visión ensayística,
del libro (los ensayos). Encontramos así mismo un ataque frontal al tipo los que denomina principios generativos y estrategias del método (Morin,
de conocimiento (a los textos) que pretenden alcanzar la totalidad, la Cuirama & Motta, 2009).
profundidad, lo sistemático.
Para Morin, desde la que denomina perspectiva compleja, “el ensayo es
Un sentido parecido encontramos en “El ensayo como forma” de 1958 también un método”. Sin duda, uno de los rasgos que marcará este énfasis
(Adorno, 1962): contra lo que se conoce como ciencia positiva y todo el en lo ensayístico como texto es la intervención indispensable que le otorga
universo que según el pensador de Frankfurt la compone: presuntuosa al sujeto en la investigación. “Es preciso devolver el protagonismo a
sistematicidad, imposible unidad, arbitraria tiranía. Además, se define aquel que había sido excluido por un objetivismo epistemológico ciego
aquí el ensayo, por oposición al tratado de las ciencias particulares, –leemos en Educar en la era planetaria– en uno de los que denomina “el
como interpretación, comunicación, lo efímero, lo estructurado según la principio de reintroducción del cognoscente en todo conocimiento”: “hay
lógica musical, lo feliz. Desde un deber ser, también, Adorno aquí afirma que reintroducir el papel del sujeto observador/computador/conceptuali-
el carácter crítico del ensayo, su necesidad interna de coordinación, de zador/estratega en todo el conocimiento” (p.42). Los otros principios son:
dialéctica, de no contradicción, para no convertirse en un “mal ensayo”. el sistémico u organizacional, holográmico, de retroactividad, de recursi-
vidad, de autonomía/dependencia y de diálogo. En el nivel de la obra “el
Para Adorno cada “buen ensayo” es una provocación al ideal de la pensamiento complejo reconoce a la vez la imposibilidad y la necesidad de
percepción clara y distinta cartesiana de la que se apropió la ciencia una totalización, de una unificación, de una síntesis” (p.46).
positiva. Cada ensayo protestaría contra la segunda regla del Discurso del
172 método, la de la división del objeto; contra la tercera, la del orden del IMPLICACIONES 173
pensamiento; y contra la cuarta, la de la sistematicidad en la exposición. El
ensayo se constituye así con base en una idea específica del tema tratado; Con las enormes dificultades epistemológicas que ello implica, si hay
parte de lo más complejo, no de lo más simple; finalmente, “incluye en que hacerlo, con los diversos énfasis o aportes o digresiones, caracte-
sí infinitos aspectos de cuya elección no decide sino la intención del que rizaríamos la obra foucaultiana como ensayística por su asunción, por
conoce” (p.26). los rasgos textuales y discursivos de su composición escritural, por las
marcas textuales y discursivas que ha tenido este tipo de texto desde sus
El ensayo, finalmente, podemos decir, para caracterizarlo con Adorno, antecedentes, su creación y sus prolongaciones –su historia–. Esta “visión
es interpretación, categoría crítica, dialéctica. Consume, así mismo, las textual” foucaultiana, como la de muchos desde las ciencias sociales y
teorías que le son próximas: su tendencia es siempre la liquidación de la humanas, se opone a la visión textual practicada, exigida, militarizada
opinión, incluso la propia de la cual parte. El ensayo, de esta manera, es lo desde el llamado artículo de investigación científico, propio de la actual
que fue desde el principio: la forma crítica par exellence. “indexación del conocimiento”. Esta problematización puede tener varias
implicaciones de tipo pedagógico, investigativo, personal, entre nosotros.
También en Morin encontramos esta oposición al proyecto de sistema
filosófico absoluto tipo hegeliano, así como la asunción del ensayo, de lo Patrick Charaudeau nos dice recientemente las dificultades de definición,
ensayístico, como modo de abordar plenamente la investigación. Como categorización, individualización en lo relacionado con los géneros
en Foucault, con las “observaciones en previsión de todo equívoco” de La textuales, tipos de textos, géneros discursivos. Conocemos así mismo la
Arqueología del saber (Foucault, 2010), nuestro coautor de Educar en la era enorme dificultad de “categorizar” por ejemplo el tipo de metodología
Michel Foucault 30 Años: El ensayo como texto en Michel Foucault: rasgos discursivos, relación, implicaciones
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Alfonso Rodríguez Manzano

postulado, practicado, hipotetizado por Foucault, lo mismo podríamos Aguilar, J. & Vilana, V.(1996). Teoría y práctica del comentario de texto filosófico.
decir de su “tipología textual”. Ubicarlo dentro del género ensayístico Madrid: Editorial Síntesis.
mostraría precisamente que los géneros discursivos son históricos, Arenas, M. (1997). Hacia una teoría general del ensayo. Construcción del texto
producto de una práctica social, tienen su identidad (mismidad e ipseidad ensayístico. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.
en la terminología de Paul Ricoeur). Creo haber mostrado la continuidad al Bronckart, J. P. (2008). Genres de textes, types de discours et “degrés” de langue.
relacionarlo con Montaigne, Adorno, Morin. Digo que la ipseidad foucaul- Hommage à François Rastier. Texto!, XIII, (1). Consulté sur: www.revue-texto.
tiana, su discontinuidad, la daría la enorme importancia que atribuye a lo
net/docannexe/file/86/bronckart_rastier.pdf
que podemos llamar lo metodológico: decir desde dónde se habla, proli-
Charaudeau, P. (2012). Los géneros. Una perspectiva sociocomunicativa. En M.
jearse en los síes y los noes de las escogencias o postulaciones, atribuirle
Shiro, P. Charaudeau y L. Granato. (eds). Los géneros discursivos desde múltiples
a esa explicitación un carácter ético –esto constituye, me parece, un
gran valor– esa discontinuidad lo alejaría del formato montaigniano, por perspectivas. Madrid: Iberoamericana Vervuert.
ejemplo. Choulet, Ph., Folscheid, D. & Wunnenburger, J. J. (2005). Méthodologie philoso-
phique. Paris: Presses Universitaires de France.
Esas complejidades pertenecientes al campo de lo discursivo, al campo Derrida, J. (1980). La ley del género. Trad. Ariel Schettini. Buenos Aires:
de lo disciplinar, nos llevan a plantear la conveniencia en lo pedagógico UBA-FFyL. Consultado en http://es.scribd.com/doc/102170682/
de abordar la lectura, la escritura, la práctica de la tipología textual de Derrida-Jacques-La-ley-del-genero
manera conjunta entre “docentes de lengua” y “miembros de las otras disci- Dumont, F. (2003). Approches de l’essai. Anthologie. Quebec: Éditions Nota Bene.
plinas”: vemos cada campo del saber con sus propias verdades y mentiras Foucault, M. (2012-2001 [1983]). L’écriture de soi. Dits et Écrits II. 1976-1988.
(Foucault), con sus propias retóricas, con sus propias conceptualizaciones. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald avec la
174 Lo ideal sería acompañar conjuntamente, interdisciplinariamente al novel
collaboration de Jacques Lagrange. Paris: Éditions Gallimard/Quarto.
175
lector escritor de textos disciplinares en filosofía” –categoría ya de por sí
Foucault, M. (2010). La arqueología del saber. Traducción de Aurelio Garzón. 2ed.
problemática–, Foucault un ejemplo. En este acompañamiento, disiento
revisada. México: Siglo XXI [L’arquéologie du savoir, 1969].
aquí con el Foucault de El orden del discurso, el trabajo en el comentario
Foucault, M. (2008) El orden del discurso. Trad. Alberto González. Barcelona:
de texto me parece necesario, “positivo”, “multiplicador”.
Tusquets Editores [L’ordre du discours, 1970].
Y en la medida de nuestras fuerzas y posibilidades, frente a la norma- Foucault, M. (2007). Historia de la sexualidad 1. La voluntad de saber (Trad. Ulises
lizada estandarización del pensamiento, indexación del conocimiento, Guiñazú). México: Siglo XXI Editores [Histoire de la sexualité I. La volonté de
uniformización textual de la producción individual, defender lo que savoir, 1976].
aquí se ha llamado el género ensayístico, la metodología ensayística, la Foucault, M. (2003). Historia de la sexualidad 2. El uso de los placeres. Trad. Martí
escritura de sí: buscar, con el ensayo en mí, la transformación de los otros, Soler. México: Siglo XXI Editores [Histoire de la sexualité 2. L’usage des
transformándome. plaisirs, 1984].
Foucault, M.(1997). Esto no es una pipa. Ensayo sobre Magritte. (Trad. Francisco
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Adam, J. M. (2011). Les textes: types et prototypes. Séquences descriptives, narra- Magritte, 1973]
tives, argumentatives, explicatives, dialogales et genres de l’injonction-instruction. Foucault, M. (1987). Historia de la sexualidad 3. La inquietud de sí. México: Siglo
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y literatura o también la literatura y las artes sobre la que giró buena
parte de su reflexión en los años 60 y que, como él mismo lo expresa sin
ninguna vacilación, “fueron maneras de salir de la filosofía”1, una especie
de liberación. Frente a autores que no se pueden clasificar simplemente
como filósofos o como literatos porque reunieron a la vez los dos aspectos
de una única vocación, la creatividad, y en ese singular encuentro constan-
temente renovado, rompieron con modos tradicionales de expresión, se
sientan los propósitos para la elaboración de una ontología del lenguaje y
de la literatura. El pensamiento del afuera se resume como esa instancia
en la que se juntan dos hilos, el pensamiento y el “afuera” como no-lugar
de desarrollo autónomo de la palabra literaria a partir de ella misma. La
experiencia del afuera es para Foucault “la disociación del yo pienso y del
yo hablo en la medida en que el lenguaje debe enfrentar la desaparición
del sujeto que habla” (Artières, 2004, p.53).
Cómo citar este capítulo:
Rodríguez Manzano, A. (2018). El ensayo como texto en Michel Foucault: rasgos discursivos, relación, im- 1 Cf. las referencias a la enciclopedia china de Borges, a las Meninas en Las palabras y las cosas (1966), a don Quijote,
plicaciones. En L. M. Lozano Suárez, y A. Rodríguez Manzano, (Comps.), Michel Focault 30 años: Gu- al sobrino de Rameau en La historia de la locura en la época clásica, los textos que conforman De lenguaje, las sesiones
bernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de sí (págs. 163-176). Barranquilla: Ediciones Universidad sobre Lenguaje y literatura en la Universidad Saint-Louis de Bruselas, la arqueología de las ciencias humanas, las
del Atlántico. entrevistas.

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años: Aproximaciones: filosofía y literatura
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Víctor Florián B.

El interés por Blanchot, Klossowski, Bataille en la década del 60 se funda- Pierre Macherey en la obra ¿En qué piensa la literatura? (2003), le dedica
mentaba en la condición de discursos exteriores a la filosofía más que en el capítulo diez a “Foucault, lector de Roussel: la literatura como filosofía”
las obras literarias en sí mismas. De esta manera ,confronta la literatura subrayando, en primer lugar, el espacio excepcional que le reservó a la
con las violencias de Bataille, las dulzuras insidiosas e inquietantes de literatura y al lenguaje. ¿Qué clase de pensamiento podríamos encontrar
Blanchot, y con Klossowski, quien por su procedencia de la filosofía la en la literatura? y ¿por qué se le reconoce “valor de pensamiento”?, son
ponía en juego, la cuestionaba entrando y saliendo de ella, incluso con su preguntas que a la vez nos remiten a la verdad, a los juegos del lenguaje,
al uso que hacemos del lenguaje y, por lo tanto, a la relación entre
teoría del soplo. Por otra parte, la entrevista con Moriaki Watanabe aporta
hablar-escribir, entre palabra-cosa. Foucault consideró entonces que los
un dato importante para la filosofía francesa, pues “fueron los primeros
juegos del lenguaje eran en Roussel una experiencia del pensamiento,
que alrededor de 1950, nos hicieron abandonar la fascinación hegeliana en
pero en realidad eran una experiencia de la literatura por sus nexos con
la que estábamos atrapados, o que en todo caso, nos aplastaba” (Foucault,
el lenguaje; la literatura era ahí una máscara. El autor de Cómo escribí
1999, pp.168-169). En segundo lugar, “fueron ellos los que por primera
algunos libros míos, Locus solus (novela de 1914), Impresiones de África
vez plantearon el problema del sujeto como problema fundamental de (1910), nacido en París (1877) falleció en Sicilia por un exceso de barbi-
la filosofía y del pensamiento moderno”. Problema que se inscribía en túricos en 1933. Cómo escribí algunos libros míos, escrita para que fuera
un plan general que será desarrollado a lo largo de los cursos y publica- publicada después de su muerte, da cuenta de un procedimiento utilizado
ciones como indagación por la constitución de la subjetividad y del sujeto por él en la composición de sus textos y recomendado a futuros escritores.
en diversos momentos y contextos institucionales muy particularmente Consiste en escoger dos palabras semejantes por su fonética, por ejemplo,
en relación con la verdad. Las palabras y las cosas nos recuerdan cómo billard (billar) y pillard (bandido). Enseguida les agrega a cada una
178 problematiza y analiza lo que es el sujeto que habla, que trabaja, que palabras idénticas con sentidos diferentes y crea dos frases. Todo el proce-
179
vive; otros registros en acto serán la sexualidad, la locura, el criminal y el dimiento se apoya en el desdoblamiento de las palabras, en hacer mover
sistema penal, el poder, el cuerpo, la libertad. las palabras para traspasar el uso que hacemos del lenguaje cotidiano y
romper con la función de repetir el pasado y las cosas.
“Hay pensamiento en la filosofía, pero también existe en una novela, en
la jurisprudencia, en el derecho, incluso en un sistema administrativo, en Ahora bien, explorar tres escritores-pensadores del siglo XX (Klossowski,
Bataille, Blanchot) implica volver sobre la ruta de autores como André
una prisión”, le declaraba en la primera entrevista a Raymond Bellour,
Gide, Raymond Roussel, A. Artaud, F. Nietzsche, y tratar de convocar de
desde la tarea de plantear el problema del ser del lenguaje. En el contexto
nuevo al ser del lenguaje a un retorno como experiencia del límite, del
de la problematización de las formas de pensamiento y de subjetividad la
exceso, de la risa y la transgresión. “Pienso que lo que me obliga a escribir
actividad filosófica va a quedar definida en La Historia de la sexualidad 2
es el miedo a volverme loco… Somos en la medida en que jugamos…
como la posibilidad de pensar distinto. La problematización o práctica
jugar es rozar el límite, ir lo más lejos posible y vivir al borde del abismo”,
crítica consiste en preguntarse sobre la forma como algo se convierte exclama Bataille (1979, pp.11, 45, 115). No es extraña la actitud de Luca
históricamente en objeto de pensamiento moral, científico, político: ¿a qué Paltriniere de establecer un paralelo muy estrecho entre Foucault y
preocupaciones intenta dar respuesta y qué estrategias están presentes? Wittgenstein justamente alrededor del juego.
¿por qué tales reglas de acción?, etc. ¿Qué pasa ahí cuando un discurso
no literario entra a formar parte del campo literario y es reconocido como En esta perspectiva los juegos de lenguaje de Roussel, el excéntrico
tal? razonable que aspiraba a construir una obra que lo volvería célebre,
Michel Foucault 30 Años: Aproximaciones: filosofía y literatura
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Víctor Florián B.

son para Foucault una experiencia en la que podemos encontrar que la posible sino en ciertos momentos, y es por esta como encuentra su deseo
literatura no era más que una máscara, un remedo ficticio de la actividad y lo distingue del animal.
de escritor de literatura.
En la obra de Bataille se pueden distinguir momentos de fractura del sujeto
La literatura está compuesta de lenguaje, es un lenguaje, pero no es re-pre- filosófico: yuxtaposición de obras, novelas y textos de reflexión, el tránsito
sentación como en la obra clásica. Es en este sentido como plantea la permanente en los niveles del habla como “escribía esto”, volviendo atrás,
crisis de la re-presentación en la obra clásica “porque tenía que re-pre- prefacios por el mismo autor, seudónimos, anónimos. Historia del ojo
sentar un lenguaje que estaba ya hecho” (Foucault, 1996, p.79). Para la narra cómo el torero Granero pierde un ojo, lo que desencadena una serie
invención de la literatura a partir del siglo XIX, es preciso tener en cuenta de asociaciones y de imágenes que evocan el ojo: los huevos y el ojo, la
otros signos (sociales, religiosos, económicos, políticos) que emergen de la obsesión visual del voyerismo, el sol y el ojo, los testículos del toro, el
experiencia heterogénea del afuera y hacen ver que el lenguaje literario es globo ocular, globo de noche, el ojo como volcán en erupción, el ojo como
símbolo del sol. Lo indecible en el lenguaje y lo irrepresentable en el arte
simulacro, es un lenguaje transgresivo, redoblado al infinito, es asunto del
se fundan en la repetición de la diferencia que se despliega en transgre-
tiempo y del espacio; pertenece al espacio libro, es juego. Comprendemos,
siones y trastornan los límites y las categorías de pensamiento. Es así
entonces, con el filósofo de la imaginación literaria que “el pensamiento,
como Bataille y la literatura moderna hacen nacer “lo escandaloso, lo
al expresarse en una imagen nueva, se enriquece enriqueciendo la lengua”.
feo, lo imposible” (Foucault, 1984, p. 293) en medio de ese doble camino
marcado por el formalismo del pensamiento de Roussel y Freud en el siglo
GEORGES BATAILLE (1897-1962)
XIX.
180 181
La producción de Bataille gira en torno a una temática polifacética: los
PIERRE KLOSSOWSKI (1905-2001)
límites del lenguaje para expresar lo inexpresable; la experiencia interior;
pensamiento y escritura; prohibición y transgresión; erotismo y sexua-
El arte es necesario para dar sentido a la vida. Novelista, ensayista, filósofo,
lidad; el surrealismo, particularmente presente en la Historia del ojo y El
pintor, traductor de Virgilio, de Wittgenstein, Nietzsche, Heidegger,
azul del cielo; el nacimiento del arte en Lascaux ou la naissance de l´Art. Lucrecio, Ovidio, San Agustín, Sade, Nietzsche y Freud son autores por
los que transita a lo largo de su producción escrita. Hermano de Balthazar,
Con ocasión del primer aniversario de la muerte de Bataille, Foucault más conocido como el pintor Balthus. Amigo de Rainer María Rilke y
escribe el Prefacio a la transgresión, publicado por la revista Critique, en el de André Gide y de Georges Bataille. Tradujo con Pierre Jean Jouve, en
que encontramos temas que ya se anticipan a la historia de la sexualidad 1929, los Poemas de la locura de Friedrih Hölderlin. Perteneció al grupo
como la “felicidad de expresión” frente a la hipótesis represiva, la genea- Contre-Attaque. Participó en Acéphale, revista de Bataille. Colaborador
logía del hombre de deseo, el lenguaje desdialectizado que no busca quién con el Colegio de Sociología Sagrada (1938). Contrajo matrimonio con
habla, sino que descubre que hay un lenguaje del que no es dueño, porque Denise Morin Sinclaire, quien aparece como Roberte en varias obras. En
no es el sujeto el que habla. 1947 publicó el ensayo Sade mon prochain. La moneda viviente, traducción,
notas y posfacio de Axel Gasquet, publicada en Alción Editora, Córdoba,
Hay dos factores de desorden en la sociedad humana: la muerte y la sexua- Argentina,1998. La novela El Baphomet de 1965, mantiene un interés
lidad. Es por esto que surgen las prohibiciones que la parte animal trata especial por la reciente traducción en castellano de Julián Fava y Lucía
de infringir. El erotismo es, precisamente, esa transgresión que no es Tixi.
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Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Víctor Florián B.

La vocación suspendida (1950), escrita como exégesis de una novela y la mente que todas las figuras del lenguaje de Klossowski son simulacros que
multiplicación de recursos no pocas veces presentes a través del diario, se pueden encontrar inmediatamente como representación de algo que
el enunciado, el diálogo, la comedia, la descripción de gestos, el mito y el se manifiesta y se oculta, como venida simultánea de lo Mismo y lo Otro,
comentario de mitos son signos con los que está hecha esta obra literaria, como una vaga imagen que se opone a la realidad. El simulacro es vana
pero este sistema de signos hace parte también, nos recuerda Foucault, imagen opuesta a la realidad. Dionysos y el Crucificado son simulacros
de otro conjunto de signos más amplio, más general, o red significante de uno del otro. El propósito del simulacro, dirá más adelante, nos traza
orden social, institucional, religioso, político, económico.
aquí un múltiple programa, el de inventar primeramente un fin, fijar un
fin, dar un sentido, y suscitar nuevas invenciones. “¿A partir de qué? de
Obra tensa y ambigua, poblada de ascensos arriesgados y
los fantasmas de la vida pulsional, siendo la pulsión, como voluntad de
vertiginosas caídas, desarrollada en la tierra de nadie de la
poder, la primera intérprete” (Klossowski, 1986, p.136). En contravía del
pura comedia mental dentro de una continua oscilación entre
la extrema lucidez y la locura, disimula bajo una apariencia principio de identidad el cuerpo nunca es igual a sí mismo, es producto o
siempre brillante sus cimas y sus abismos y al final nos deja resultado de lo fortuito. Desde esta perspectiva o finalidad los análisis de
exactamente ante ellos. (García-Ponce, 1975, p.15) Deleuze tienden a caracterizar toda la obra de Klossowski.

Desde esta inscripción de los signos del lenguaje dentro de un significante Esta capacidad de devenir del cuerpo que se deja libremente sin embargo,
mayor que une hilos en todas las sociedades, La vocación suspendida, surgirá como disimulo del ser en el lenguaje a través del ensayo El baño de
primera novela de Klossowski, nos muestra en estilo indirecto el ser de Diana (1990), historia mitológica que conjuga a la vez el deseo, la mirada
182 la literatura y el espacio del doble. La vocación religiosa que queda en y el lenguaje. El pensamiento del afuera lo comprendemos ahora con
183
suspenso no es realmente un fracaso ni una crisis de fe, es el punto de mayor claridad. Es “ese pensamiento que se mantiene fuera de toda subje-
partida de otra vocación, la de ser artista, identidad que se hace coherente tividad”, leemos en la presentación de Fernando Castro Flórez.
con la vida en cuanto forma de realización también y, en esta medida, el
arte es necesario para dar sentido a la vida. Es una forma de realización En el examen comparado de los politeísmos de la antigüedad, el filósofo
que encuentra el protagonista Jérome. Pero esta realización sustituta Jean-Pierre Vernant presta a los griegos una atención especial. Un dios,
no es crisis de fe porque lo que está en juego es la posibilidad de vivir afirma, es una potencia que traduce una forma de acción, una forma
dentro de la Iglesia como institución social en la que esa fe se expresa en
de poder. Un universo divino sería el conjunto de divinidades puestas
el mundo como identidades que se apoyan mutuamente. De esta forma,
en relaciones que se oponen y unen entre sí, pero sin trascendencia ni
se manifiesta la trasposición y la ambigüedad del deseo con todas las
inmanencia en relación con el mundo (1979, p.11). Basta mencionar a
sucesivas aventuras. Enamoramiento de Sor Théo y matrimonio, aunque
Poseidón, hijo de Cronos y cómo compartió el mundo con sus hermanos
con ella no se realice, y posteriormente matrimonio con una falsa viuda
cuyo marido ha entrado a la orden de la Trapa. Zeus y Hades; a Temis, diosa de la justicia eterna que hacía reinar la
concordia en el Olimpo y en el universo; a Hermes, el mensajero de los
Trasposición, ambigüedad y diversidad de niveles constituyen desde dioses, dios del comercio y de la elocuencia; a Asclepios (Esculapio), hijo
el principio esa constelación propia de la literatura de Klossowski que de Apolo, dios curador, nacido cerca de Epidauro; a Dionysos, hijo de
Foucault apreció y calificó enfáticamente como “simulacro, similitud, Zeus y Sémele, dios del vino y la embriaguez; a Orestes, quien cumple las
simultaneidad, simulación y disimulo”. En este aspecto señala resuelta- órdenes de Apolo de vengar a su padre Agamenón rey de Micenas.
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Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Víctor Florián B.

La historia mitológica de Artemisa ocupa todavía un lugar importante en comienzo de cada ocho años, y en el estadio construido en el siglo V a.C.
Éfeso, donde precisamente hoy se puede observar la única columna que sobre una llanura artificial se desarrollaban las competencias atléticas.
queda del templo construido en columnas jónicas, en el que se guardaba la
imagen de la diosa virgen de la caza, de los animales salvajes y de los partos. En el Apéndice II “Fantasma y literatura moderna. Klossowski o los
Ayudó a su madre en el parto de Apolo el hermano gemelo. A los tres años cuerpos-lenguaje”, Gilles Deleuze destaca el paralelismo entre cuerpo-len-
pidió a su padre varios deseos como no tener que casarse nunca, ciervos guaje como característica que define toda la obra y la distribución entre la
que halaran su carro, ninfas compañeras de cacería. Según la tradición, operación del razonamiento mediante el lenguaje y la pantomima a través
nació en Delos, una isla de las Cícladas muy recordada por el templo de del cuerpo. Si los cuerpos hablan es porque las palabras son imitaciones
Artemisa allí mismo presente junto con el grupo de los tres templos consa- de los gestos, según Deleuze. Asegurar la pérdida de la identidad, enfatiza,
grados a Apolo y el Santuario de Dionysos con símbolos fálicos. Acteón, es disolver el yo, es la finalidad a la que tiende el “espléndido trofeo que
cazador, sorprendió a Artemisa en el baño, la ve, pero no puede decir los personajes de Klossowski traen a la vuelta de un viaje al borde de la
que la ve, fue transformado en ciervo y devorado por sus propios perros. locura” (Deleuze, 2005, p.201). Dios ha muerto adquiere un nuevo signi-
El Acteón de Klossowski, a diferencia de la leyenda tradicional, mata al ficado que se precisa en las páginas finales de Tan funesto deseo a través de
ciervo, logra escapar de los perros después de su metamorfosis en ciervo, la equivalencia entre jugar y disimularse.
estos le reconocen y lo dejan. “Y porque dudaba de la castidad de Ártemis,
dudaba también de su propia metamorfosis” (Klossowski, 1990, p.23). Desde sus intereses por la literatura, la filosofía y la teología (entendida
como la ciencia de las entidades no existentes) plantea una profunda
La historia de Artemisa es narrada por Pierre Hadot (2004) desde la reflexión sobre el cuerpo y el deseo. De ahí que los análisis foucaultianos
exégesis alegórica y el aforismo 123 de Heráclito: “la naturaleza aprecia apunten al juego de los dobles, de la vista y del lenguaje, en síntesis, al
184 el ocultarse”, que remite a las dificultades para encontrar la naturaleza juego como problema filosófico en tanto puede ser objeto de la meditación 185
propia de cada cosa, o también los secretos divinos y los de la naturaleza filosófica e instrumento para la pérdida de la identidad personal y
considerados como partes invisibles que escapan a la observación, disolución del yo, enfatiza Deleuze. La carta de Foucault enviada a Pierre
comenta Hadot, o que las cosas invisibles pueden llegar a ser visibles, o Klossowski sobre la publicación de La moneda viviente (invierno de 1970)
lo inexplicable en los fenómenos de la naturaleza. Simbólicamente, hay sintetiza este breve escrito con la metáfora del triángulo que nos hacía
una historia para contar en Éfeso el día en que Heráclito hacia el 500 a.C. falta pensar: deseo, valor y simulacro.
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Cómo citar este capítulo:
Florián V. (2018). Aproximaciones: filosofía y literatura. En L. M. Lozano Suárez, y A. Rodríguez Manzano, prácticas de la vida. Aufklärung implica la exhortación a oponerse a los
(Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de sí (págs. 177-186).
Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico. residuos oscurantistas de una mentalidad aferrada a los valores del pasado.

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Michel Foucault 30 Años: Michel Foucault, lector de Kant
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Numas Armando Gil Olivera

De ahí la polémica contra el conservadurismo, la defensa de las libertades lismos innatistas; es una razón-facultad dinámica de principios; una razón
de pensamiento, la palabra e imprenta, el animar a la crítica, a la tolerancia, legalizante desde sí misma de los procesos de adquisición y objetivación;
a la liberación de los prejuicios. Además, los descubrimientos realizados una razón que, si bien está constreñida por unos límites, conlleva dentro
por la física del siglo XVIII, refuerzan las interpretaciones mecanicistas de ellos un proceso teológico progresivo. La razón es, fundamentalmente,
de la naturaleza, a tenor de las cuales sería posible explicar todos los una fuerza, una energía, pero también hay que reglamentar metodológi-
fenómenos naturales por medio de causas estructurales y eficientes. camente esos cauces. Criticismo, “libertad científica” de pensar, estricta
atenencia al método, pueden ser los caracteres que definan la razón
Estos progresos refuerzan la confianza en la razón natural y la colocación kantiana y su trascendentalismo.
del hombre y de su actividad, en un ambiental natural.
En ningún filósofo ilustrado se había hecho cargo de sí misma la razón,
En el ilustrado siglo XVIII, el hombre deja de ser visto como un ser con un con tanta profundidad y rigor, ni se habían distinguido tampoco con tanta
componente espiritual y trascendente, elevado por encima de la naturaleza precisión los ámbitos teóricos y prácticos de efectivo ejercicio, como lo
y pasa a ser considerado como un organismo obligado a interactuar en el hace Kant.
interior de un ambiente natural.
LO CLÁSICO SIEMPRE PRESENTE
PEREZA Y COBARDÍA
Michel Foucault, ese animal curioso e intuitivo, retoma el llamado, la alerta
La Ilustración consiste en rebasar la minoría de edad de la razón. De esta de Kant, a finales del siglo XX, para recuperar lo clásico y actualizarlo a
188 minoría solo se sale cuando el hombre se aventura a servirse automática- la luz del presente. Es el partir del preguntar al siglo XVIII, asimilándolo 189
mente de su propio entendimiento, dejando a un lado la dirección de toda críticamente para luego interrogar nuevamente el presente, diagnosticarlo
autoridad o tutela. Y para esto se necesita de una cierta audacia, ¡Sapere y definirlo.
aude! No asumir esta decisión significa culpabilidad, ya que la mayoría de
los hombres “permanecen con gusto”, bajo la conducción ajena “a lo largo Cuando en 1784, Kant pregunta ¿Was ist Aufkärung?, quiere
de la vida, debido a la pereza y la cobardía”. Ha llegado la hora de dejar de decir: ¿Qué ocurre en este momento? ¿Qué nos sucede?
ser “reses domesticadas” para correr el riesgo de movernos con libertad ¿Qué es este mundo, este periodo, este momento preciso en
fuera de los caminos impuestos, aunque cómodos, de una razón domes- que vivimos?... ¿Quiénes somos nosotros en este momento
ticada. Kant, resume todo en una sola expresión: pensar por sí mismo1.
preciso de la historia? Este interrogante nos analiza a la vez
a nosotros y a nuestra situación presente. (Foucault, 1982,
En efecto, todo el quehacer de Kant, está en profundo acorde con su
p.307, traducción mía)
tiempo, aunque sea el acorde del genio que acaba imponiendo una nueva
melodía que se resume en el ejercicio crítico de la razón y en un esfuerzo
Michel Foucault ha localizado en Kant y en su interrogación por la
gigantesco por plantear y reglamentar ese ejercicio crítico.
Aufklärung, el umbral de este nuevo modo de entender el trabajo filosófico.
Hasta entonces los filósofos habían cuestionado al presente poniéndolo en
La razón que trabaja Kant, no es la razón discursiva o lógica de algunas
relación con algo exterior. Era el tema de la filosofía antigua y medieval.
tradiciones aristotélicas, ni tampoco la razón-continente de los raciona-
En esta actualidad que transcurre y muda constantemente, ¿qué es lo
1 Ver para más argumentos Kaut, I ¿Qué es la ilustración? Edición Tecnos. Madrid, 1999. eterno?, ¿qué es lo inmutable?
Michel Foucault 30 Años: Michel Foucault, lector de Kant
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí Numas Armando Gil Olivera

Era también el asunto de la filosofía moderna entre los siglos XVII y de posibilidad de nuestras evidencias -valores, normas, creencias-, son
XVIII: ¿de qué modo se relacionan los autores antiguos y sus doctrinas siempre singulares, contingentes. Foucault hablará de un a priori histórico
con el presente, esto es, con los autores modernos? ¿Se establece una y de Ontología Histórica, nunca trascendentales y universales2.
relación de complementariedad o de superioridad de los segundos sobre
los primeros? En el caso de Kant y de su pregunta por la Ilustración, se La crítica establece unos límites que no son fundamentos trascendentales,
interroga a la actualidad por sí misma, no de un modo horizontal, sino de pero tampoco son el resultado de un proceso teleológicamente orientado.
una manera sagital. La cuestión es como una flecha lanzada al corazón del
presente –como dice Habermas. Una búsqueda de su singularidad en tanto El profesor Foucault logró alcanzar el objetivo que se había
que acontecimiento: ¿Qué es lo que somos precisamente en este momento propuesto en su lección inaugural del Colegio de Francia, a
histórico? ¿Qué campo de evidencia componen el horizonte actual del
saber: introducir en la raíz misma del pensamiento al azar,
pensamiento y de la acción? ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad?
lo discontinuo y la materialidad, tratase de la práctica de una
Es decir, ¿qué clase de racionalidad nos hace aceptar un orden de cosas
razón impura, de un vuelo de grandes cuestiones kantianas.
como evidente?
(Bernauer, 1999, p.265).

ONTOLOGÍA DE LA ACTUALIDAD
En resumen, los análisis de Foucault desnaturalizan o historicizan las
La crítica que hace Foucault no pregunta por las condiciones del conoci- grandes preguntas de Kant sobre el saber. Si Kant pregunta ¿qué puedo
miento verdadero, sino, más bien, por los rasgos propios de las socie- saber?, Foucault la ontologiza preguntando ¿cómo se produjeron mis
190 dades contemporáneas occidentales: ¿Qué tipo de racionalidad carac- preguntas?, ¿qué ha determinado el camino que sigue mi conocimiento? 191
teriza la organización política, económica y cultural de sociedades como
las nuestras? ¿Cómo ha sido posible esta racionalidad? ¿Cuáles son sus No “¿qué debo hacer? como dice Kant, sino ¿qué es lo que sitúo, dónde
costos y sus peligros para la humanidad? Es lo que Foucault ha llamado estoy para aprender lo real?”, “¿cómo las exclusiones operaron de manera
Ontología de la actualidad, que brilló con luz propia en pensadores como que definen para mí la esfera de la obligación?”. No “¿qué puedo esperar?”,
Hegel y sus seguidores de Derecha o de Izquierda, Feuerbach, Marx, Max sino “¿en qué luchas estoy envuelto?”, “¿qué define los parámetros de mis
Weber, Nietzsche, la Escuela de Frankfurt y la propia preocupación inves- aspiraciones?”. La intención de Foucault al transformar estas preguntas
tigativa de Foucault. La crítica del pensador francés no se identifica con es liberar al pensamiento de las estructuras formales para situarlo en
una falsación, sino que pone al descubierto las condiciones que hacen un campo histórico en el cual el pensamiento enfrentará “lo singular, lo
aceptables las creencias y valores sobre los que nos movemos. Estos dejan contingente y lo arbitrario que obran en lo que se presenta como universal,
de parecer incondicionados, obvios, al hacerse manifiestos los límites necesario y obligatorio”. (ibid. p.266).
restrictivos y contingentes dentro de los cuales pueden funcionar.
El pensamiento singular de Foucault, ese fuego no extinguido sigue susci-
Estos límites descubiertos por Foucault, no son condiciones trascenden-
tando nuevas hogueras de pensamiento. Acatar y seguir el pensamiento
tales –como las intuiciones puras del espacio y el tiempo o las categorías
trazado por Foucault es renunciar a muchas certidumbres y seguridades.
de entendimiento– como plantea Kant en La Crítica de la Razón Pura. No
No existe en ese pensamiento garantía trascendental de la racionalidad.
se trata de estructuras universales que la razón no pueda sobrepasar sin
caer en el dogmatismo y perder su autonomía. Los límites, las condiciones 2 Ver: Vásquez, F. La historia como crítica de la razón. Francisco Vásquez. Ed. Montesinos. Barcelona, 1995.
Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí 193

La palabra humana no es precedida, llamada ni respaldada por una


garantía exterior. No viene a alojarse en el progreso continuo de una razón
universal, no tiene aval de un Dios, una naturaleza o una esencia humana.
El pensamiento está siempre cercado por una especie de noche sin lucero;
lo rodea un precipicio. Pero con una energía desbordante que nos hace
recordar a la reacción del personaje Alioschka de Fedor Dostoievski, en Los
hermanos Karamazov, cuando se encuentra con la chocante y humillante
visión del cadáver en descomposición del Starets Zosima…su alma, que
Índice Onomástico
desborda de alegría, necesita espacio y libertad…Alioschka, inmóvil, en
actitud meditativa, contempla todo cuanto se extiende a su alrededor. Y de
Dispositivo: 8, 14, 30, 43, 49, 50, 67, 70, 71, 77, 106, 135, 144, 145, 158,
pronto cae en tierra, como herido por un rayo.
159, 160, 168

No se sabe por qué se abraza la tierra, no comprende de dónde le viene Dispositivos: 8, 52, 64, 65, 85, 89, 98, 134, 142, 146, 148, 159
esa irresistible necesidad de abrazarla y de besarla, pero lo cierto es que Escritura: 9, 10, 36, 47, 92, 129, 131, 135, 152, 153, 164, 171, 174, 180
la besa una y otra vez, sollozando, inundándola con sus lágrimas. En su Escritura-fílmica: 154
éxtasis de entusiasmo, se jura a sí mismo amarla siempre, por toda la Escritural: 165, 173
eternidad (Dostoievski, 1968, p.227).
Exclusión: 12, 14, 16, 17, 18, 19, 21, 24, 85, 107, 114, 156

192 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Inclusión/Exclusión: 131


Experiencia: 17, 18, 19, 27, 29, 31, 32, 33, 40, 54, 65, 66, 73, 92, 95, 97, 98,
Bernauer, J. (1999). Más allá de la vida y de la muerte, Foucault y la ética después
100, 103, 104, 105, 106, 108, 113, 124, 154, 155, 156, 157, 177, 179, 180
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51, 57, 58, 60, 61, 63, 64, 65, 67, 70, 71, 72, 73, 81, 85, 86, 87, 89, 90,
Montesinos.
91, 92, 96, 98, 99, 101, 104, 105, 106, 108, 113, 114, 119, 121, 122, 123,
133, 134, 137, 141, 142, 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 154, 158,
159, 160, 168, 178, 183
Contra-poderes: 51
Biopoder: 44, 53, 58, 67, 144, 146
Cómo citar este capítulo:
Gil Olivera N. A (2018). Michel Foucault, lector de Kant. En L. M. Lozano Suárez, y A. Rodríguez Manzano, Poder/Saber: 28, 65, 148
(Comps.), Michel Focault 30 años: Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras de sí (págs. 187-192).
Barranquilla: Ediciones Universidad del Atlántico. Poderes: 60, 70, 106, 120, 139, 144, 156

Universidad del Atlántico


Michel Foucault 30 Años:
Gubernamentalidad, Subjetivaciones, Escrituras en sí

Política: 8, 12, 14, 44, 45, 46, 47, 48, 51, 53, 54, 55, 60, 69, 80, 85, 86, 92,
96, 97, 98, 99, 100, 102, 103, 105, 106, 107, 108, 122, 123, 128, 132,
135, 136, 137, 146, 190
Económico-políticas: 139
Biopolítica: 14, 44, 45, 50, 55, 57, 58, 64, 68, 111, 144
Geopolítica: 139
Micropolíticas: 49
Políticas: 48, 50, 55, 68, 69, 82, 83, 96, 99, 142, 156
Pre-políticas: 108
Saber: 8, 10, 15, 19, 21, 24, 31, 35, 38, 40, 46, 50, 53, 59, 60, 61, 65, 66, 71,
73, 88, 91, 92, 93, 95, 101, 102, 103, 112, 113, 118, 123, 124, 125, 128,
129, 130, 131, 132, 133, 134, 135, 136, 140, 142, 143, 144, 146, 148,
149, 154, 155, 159, 160, 168, 169, 172, 174, 184, 191
Contra-saber: 61
Discursiva-saber: 155
Saberes: 8, 46, 47, 50, 52, 59, 60, 61, 87, 128, 129, 130, 133, 134, 135, 136,
194 144, 156
Subjetivación: 3, 27, 29, 31, 35, 36, 44, 49, 53, 56, 67, 124, 136, 160
De-subjetivación: 27, 29, 31, 32, 34, 35, 36, 40
Subjetividad: 8, 10, 12, 29, 30, 31, 34, 38, 40, 47, 63, 65, 72, 73, 90, 101,
103, 121, 124, 152, 155, 160, 178, 183
Subjetividades: 97
Verdad: 10, 16, 17, 18, 20, 29, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 47, 48, 49,
51, 52, 53, 60, 67, 82, 90, 92, 96, 99, 100, 101, 102, 103, 105, 122, 127,
128, 130, 131, 132, 133, 134, 135, 136, 137, 160, 163, 169, 170, 178,
179, 184, 187
Verdades: 34, 39, 121, 160, 166, 174
Verdadero, a(s): 21, 31, 33, 49, 51, 59, 60, 88, 98, 101, 102, 103, 113, 133,
135, 136, 152, 153, 160, 190

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