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TRABAJO DE CAMPOrastagnol
TRABAJO DE CAMPOrastagnol
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Ficha 2
TRABAJO DE CAMPO
marca distintiva de la antropología
Susana Rostagnol
Desde mediados del siglo pasado los viajes de los exploradores llenos de
aventura, anticipan lo que más tarde será el trabajo de campo. Los registros
provenientes de ellos proporcionaban valiosa información para la naciente
antropología. Los administradores coloniales también proporcionaban
información. Sin embargo, tanto unos como otros, no siempre la registraban de la
manera adecuada. Así es que en 1875, el British Museum publica las Notes and
queries on anthropology for use of travellers and residents in uncivilised lands,
hecha con el propósito de "promover observación antropológica exacta por parte
de los viajeros, y para posibilitar a aquellos que no son antropólogos a
proporcionar la información requerida para el estudio específico de antropología
en el gabinete". La Notes and queries .. por lo tanto, proporciona una guía tanto
para la obtención de información como para su organización.
Otra zona del mundo también era visitada tempranamente, nos referimos al
estrecho de Torres .
Paralelamente, también en los últimos años del siglo XIX, Spencer viaja a
Australia. Su adentrado evolucionismo con francos ribetes etnocéntricos no fueron
una barrera para llegar a una relación con considerable identificación empática
con grupos australianos, donde observó ceremonias y obtuvo información de los
aborígenes sobre las asociaciones de los mitos con las creencias religiosas,
descubriendo el profundo significado religioso de los churingas.
En la primer década del siglo XX, la antropología británica se caracterizó por una
preocupación casi obsesiva por la acumulación de información de pueblos
"primitivos", y el trabajo de campo desarrollado tenía esa finalidad.
Bronislaw Malinowski nace en Polonia en 1884, era conde, aunque rehusó usar su
título. Estudió matemática y física en Cracovia, doctorándose en 1908. Su mala
salud le permitió investigar, mientras se recuperaba leyó La rama dorada de
Frazer. A partir de ese momento decidió dedicarse a la antropología. Estudia en
Leipzig con K. Bücher y W. Wundt, quien también había sido profesor de Durkheim
y de Boas. Luego se traslada a Inglaterra donde la antropología estaba más
consolidada. Allí va a la London School of Economics, contando a Seligman y
Wetermarck entre sus profesores. En 1913 dictó clases en la universidad y una
año después parte rumbo al Pacífico gracias a una beca que le consigue
Seligman, en la expedición de R. Mond. Vuelve a Europa recién en 1920, después
de la I Guerra Mundial; como era súbdito austríaco, era un enemigo, igual le
permitieron permanecer breves períodos en Australia. Llega a las I. Trobriand
como consecuencia de la guerra, apartándose de la expedición que componía.
Permaneció poco más de dos años con los nativos.
Lo cierto es que ahora, cerca de un siglo después que Malinowski hizo su trabajo
de campo, podría decirse que las Islas Trobriand son un lugar sagrado para la
antropología.
B. Malinowski llega al Pacífico con una expedición, debe trabajar en Port Moresby.
En seguida se siente incómodo con la exploración antropológica, porque no tenía
nada que ver con los nativos ni hablaba su lengua. Pronto logró bastante
destreza en la lingua franca de la zona. Comienza un breve trabajo en Mailu, y
luego de haber recorrido varias aldeas, permaneciendo en la casa de hombres,
incluyendo días de celebraciones, concluye que debe iniciar una nueva forma de
trabajo de campo. Queda solo en Mailu y se da cuenta de las ventajas de estar
solo con los nativos. Una vez terminado ese periodo en el campo, parte
nuevamente hacia el norte de Nueva Guinea, se detiene en Kiriwina porque
Seligman había estado allí brevemente y le había comentado que eran los líderes
de toda una cultura artística y material. Llega durante una celebración y
permanece primero atraído por las ceremonias en torno a los cultivos. Estaba
solo, estaba obteniendo información tremendamente rica, que lo hizo dejar
totalmente de lado ir a su destino inicial. Malinowski tenía una fuerte influencia
metodológica de Rivers, quería desarrollar el método de documentación objetiva.
Baloma: the spirits of the dead in the Trobriand publicado en 1916 lo muestra
como un trabajador de campo en interacción con los nativos, insiste en que "el
trabajo de campo es sólo y exclusivamente la interpretación de la realidad social
caótica, y subordinarla a reglas generales" (citado por Stocking, 1983:99).
- cortar relación con otros blancos, es decir estar solo con el grupo estudiado, lo
cual ya había sido planteado por Rivers.
- le da una gran importancia a la teoría para poder ver los hechos, esto no
significa que haya ideas preconcebidas, la mente debe estar abierta. De esta
forma se aleja del empirismo ingenuo que plantea ir al campo sin teorías
previas. Malinowski señala asimismo, la estrecha relación que debe haber
entre el trabajo de campo en tanto registro empírico y el análisis, de modo que
se desarrolla un constante interjuego de intentos constructivos y chequeos
empíricos.
Griaule inició una escuela, la cual trabajó en esa zona del continente africano por
un período de cinco décadas. El resultado de tales investigaciones proporciona un
marco para entender el mundo Dogon como un todo integrado.
Su visión del trabajo de campo distaba de ser romántica, más bien él suponía que
implicaba un recurrente conflicto de intereses, un drama agónico, resultante en el
respeto mutuo, y en la complicidad por un productivo equilibrio de poder (Clifford,
1983:140) En tal sentido, Griaule siempre vio el trabajo de campo como algo
intrusivo, por lo tanto, la verdad a la que se podía arribar, siempre era sólo la
verdad provocada por el etnógrafo. Como Jean Rouche diría más tarde, no se
trata de una verdad objetivamente grabada por la cámara, sino una provocada por
la presencia activa (Clifford, 1983:141)
Por otra parte, mantenía una persistente desconfianza por la palabra -tal vez de
ahí su reticencia a hablar la lengua local- privilegiaba la observación. Trasladaba
su visión de aviador a su trabajo etnográfico. Adoptó una perspectiva panóptica
como hábito y táctica.
-Por supuesto,
El viaje
El rito de pasaje
El trabajo de campo pasó del corredor, a la sala de reuniones hace poco más de
30 años, y es necesario remarcar que al principio fue muy tímidamente. La
renuencia de los antropólogos a hacer referencias sobre el trabajo de campo es
relatada por Freilich (citada por Dumont, 1978) en los siguientes términos "la
parquedad de los escritos sobre métodos y experiencias de campo en
antropología se explica por dos razones, en primer término, porque hay una
cultura de trabajo de campo que por un lado quita relieve a la metodología y por
otro mantiene las comunicaciones sobre las experiencias de campo más en el
terreno privado que en el público; y segundo, por las "recompensas" que los
antropólogos de campo reciben al mantener sus errores y personalidades
escondidas continuando con la adhesión romántica a la mística del trabajo de
campo".
Los secretos del trabajo de campo comienzan a salir a luz hacia fines de la década
del ´60, siendo un dato importante para analizar este proceso, el creciente número
de mujeres antropólogas realizando trabajo de campo. Poner sobre la mesa los
aspectos metodológicos y técnicos referidos al trabajo de campo, así como los
aspectos subjetivos guarda una estrecha relación con esta mayor participación
femenina. Miriam Grossi (1993) analiza el papel de la subjetividad de hombres y
mujeres en el trabajo de campo, señala que los antropólogos clásicosi hacen
relatos tardíos de sus experiencias de campo, aclarando que éstas no están
encuadradas en lo antropológico, sin más bien en el campo literario, allí es posible
encontrar las angustias del antropólogo ser humano frente al otro exótico.
En realidad son las mujeres quienes comienzan a cuestionarse sobre las posibles
interferencias de su subjetividad en el trabajo de campo, y de esa manera la
incorporan como parte constitutiva del proceso cognitivo. Las ciencias en general,
y la antropología no escapa a esto- bajo el paradigma positivista inviste al
investigador científico de un manto de neutralidad que en realidad corresponde a
patrón de hombre blanco occidental. Las mujeres que por su propia identidad
femenina no se ajustan a este patrón medida cuentan entre las primeras en
cuestionar la supuesta neutralidad. Por ello quizás no deba sorprendernos que
uno de los más importantes antecedentes de la reflexión sobre el trabajo de
campo es el libro que Laura Bohanan publica en 1954 bajo un pseudónimo,
titulado Return from laugher, el cual recoge de manera novelada diversas
experiencias de la antropóloga entre los Tiv de Africa. La lectura de sus páginas
permite apreciar entre varios aspectos sobresalientes, el lugar central
desempeñado por las emociones para lograr entender las irracionalidades. Es
particularmente elocuente el pasaje donde un grupo de mujeres tiv le explican las
ventajas de ser co-esposas en el régimen polígamo que caracteriza a este grupo,
al tiempo que se lamentan que la antropóloga no cuente con co-esposas. Laura
Bohanan relata, asimismo, sus intentos por entender a estas mujeres buscando
referencias en la vida de su abuela intentando encontrar los sentimientos y
emociones que alimentaban los argumentos de las mujeres tiv.
Parece que J.P. Dumont (1978) tiene razón cuando afirma que a partir de los ´60,
a las mujeres, quienes habían logrado ya establecer su reputación dentro de la
antropología tradicional, "se les había dejado la tarea de conjurar las impurezas de
la experiencia. Ellas debían hacer frente a la sangre, sudor y lágrimas del trabajo
de campo -sentimientos incluidos- mientras que los hombres estaban haciendo
exclusivamente 'la cosa de verdad'.
BIBLIOGRAFIA
Hatch, Elvin 1975 Teorías del hombre y de la cultura. Prolán, Buenos Aires
i
C. Lévi-Strauss, Tristes tropicos; G. Balandier, Afrique ambigue; D. Maybury-Lewis, O salvagem e
o inocente; M. Leiris, Afrique fantome, son algunos ejemplos.