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El Cambio Climático

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El Cambio Climático

RESUMEN
El Cambio Climático es uno de los problemas ambientales que en nuestros días
pone en peligro la vida en la Tierra, este fenómeno ha provocado consecuencias
negativas en el planeta que afectan el bienestar y la seguridad de los seres vivos
lo que constituye una gran preocupación para la humanidad.

Por tales motivos la Comunidad Internacional ha elaborado diversos tratados y


normativas jurídicas teniendo en cuenta que para contrarrestar este fenómeno se
requieren de la cooperación de todos los países y su participación mediante una
respuesta internacional efectiva, de conformidad con sus responsabilidades en
cuanto a los daños causados a la sociedad. Sin embargo, los mismos no han
logrado revertir la mayoría de los problemas ambientales que padece la
humanidad al existir países que no han ratificado los convenios internacionales
siendo de los más contaminadores a nivel mundial.

El objetivo general del presente trabajo es fundamentar a partir de un estudio


teórico y legislativo, la necesidad de adhesión a la regulación jurídica internacional
sobre el Cambio Climático con vistas a la mitigación y adaptación ante sus efectos
a escala internacional.

INTRODUCCIÓN
Los problemas ambientales constituyen una gran problemática en la sociedad, los
mismos están motivados por el actuar del hombre, quienes realizan acciones
tendentes a vulnerar el medio ambiente. En la actualidad son muchos los que nos
afectan; enfatizando nuestra investigación en el cambio climático por ser en
nuestros días un tema recurrente y de gran preocupación, que está directamente
vinculado a la actividad humana.

El cambio climático puede llegar a convertirse en el problema ambiental más


complejo y grave de este siglo. Tanto en la comunidad científica como política
internacional, es reconocido como una de las mayores problemáticas que debe
enfrentar la humanidad, el que puede potencialmente afectar de forma importante
a las condiciones físicas en las que existen los ecosistemas terrestres y marinos;
es decir cada rincón del planeta. Una de las principales causas que lo propician es
la alta concentración de gases que provocan el fenómeno conocido como “efecto
invernadero”[1].

Los Gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron considerablemente a partir de


la Revolución industrial, pudiéndose evidenciar la responsabilidad del ser humano
en este incremento, debido a la indiscriminada quema de combustibles fósiles, la
ganadería, la deforestación, junto a otras actividades económicas responsables
del incremento en las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) y metano,
entre otros.

Las concentraciones de CO2 en la atmósfera a lo largo de los últimos 200 años


han aumentado en casi una tercera parte. Sin embargo, es en 1960 cuando las
cifras comienzan a mostrar un abrupto incremento[2] .

El cambio climático ha propiciado el calentamiento atmosférico, el período entre


2002 y 2011 fue la década más calurosa desde 1850, cuando comenzaron estas
mediciones[3] . Los científicos consideran que las temperaturas medias a nivel
mundial seguirán subiendo. La preocupación por este efecto no sólo es producto
de las temperaturas, sino también de las consecuencias de las alteraciones, las
precipitaciones y evaporaciones asociadas, lo que puede conllevar a que se
produzca cambios en la distribución geográfica de los cultivos, en su reducción y
en los niveles de los mares.

Algunos ecosistemas y culturas ya están en riesgo por el cambio climático.


Muchos sistemas con capacidad limitada de adaptación, particularmente aquellos
asociados al hielo marino del Ártico y los arrecifes de coral, están sujeto a riesgos
muy altos con un calentamiento adicional de 2 °C[4].

Esta temática ha sido tratada en literaturas foráneas por autores como Anna
Martínez Guallar en su trabajo “Derecho Ambiental. El Cambio Climático en Reino
Unido” y Gustavo Alanis-Ortega en “El Primer Paso de una Política Climática
Integral en México” los que han sustentado su investigación en el estudio de
aportes legislativos en materia de cambio climático, en países como México y
Reino Unido. Se ha abordado dicha temática desde diferentes perspectivas
regulatorias y programáticas, con la finalidad de crear sus propios marcos
regulatorios para afrontar este problema ambiental. En el escenario nacional
debemos resaltar a autores tales como, Eduardo Orlando Planos Gutiérrez, Roger
Rivero Vegas, Vladimir Guevara Velazco y Aida Hernández Zanuy, los que
desarrollaron el trabajo “Impacto del Cambio Climático y Medidas de Adaptación
en Cuba”, donde realizan un análisis científico-estadístico del impacto del cambio
climático en Cuba; pero no proponen presupuestos normativos para la mitigación
de los mismos[5], además se encuentra el trabajo de Judith Cid Soto y la MsC.
Leisy Pérez López las que trataron el tema “Mecanismos jurídicos para afrontar el
cambio climático. Consideraciones acerca de su regulación”, el mismo estudia
diferentes mecanismos jurídicos para minimizar el cambio climático en el plano
nacional e internacional; debido a la importancia que reviste la protección al medio
ambiente y el tratamiento del cambio climático, esta investigación además va
dirigida hacia el análisis de las normas jurídicas que regulan estas cuestiones.

Atendiendo a las temáticas anteriormente tratadas se propone como una nueva


visión teórica y normativa la regulación jurídica internacional frente al cambio
climático, de lo cual existe escaso tratamiento en la doctrina jurídica internacional
y nacional.
Los resultados que nos proponemos aportar con nuestra investigación son los
siguientes:

1. Proponer una sistematización mediante un estudio doctrinal y legislativo acerca


de las actuales consideraciones teóricas sobre el cambio climático y su impacto en
el medio ambiente como sustento jurídico.

2. Realizar un análisis de los instrumentos jurídicos internacionales y de las


normativas de derecho comparado para determinar las tendencias de regulación
internacional al respecto.

3. Brindar un material monográfico de interés, para el estudio del cambio climático


y las medidas de mitigación y adaptación frente a sus impactos mediante las
normas jurídicas internacionales que sustenten las conductas permisivas y
prohibitivas al respecto por parte de los Estados.

El cambio climático: sus efectos y los instrumentos jurídicos internacionales


que regulan la mitigación y adaptación a este fenómeno.

El presente artículo tiene como objetivo sistematizar mediante un estudio doctrinal


y legislativo la problemática del cambio climático, de manera que se permita
conocer su impacto en el medio ambiente. Así como realizar un análisis exegético-
jurídico de los instrumentos jurídicos internacionales para mostrar sus tendencias
de regulación jurídica al respecto.

1.1 Aspectos teóricos doctrinales del cambio climático. Su impacto negativo


sobre el medio ambiente mundial
Para comenzar el recorrido doctrinal por la institución del cambio climático y antes
de adentrarse en su concepto se enunciarán primeramente los fundamentos
teóricos del clima y la atmósfera, quienes también son objeto de protección
jurídica y guardan estrecha relación con el tema investigado.

La palabra clima viene del griego klima, que hace referencia a la inclinación del
Sol. Es el conjunto de condiciones ambientales de un lugar determinado, y se
caracteriza por ser el promedio de los estados del tiempo, calculado mediante
observaciones realizadas durante un largo período (entre 10 y 30 años). El clima
describe la sucesión periódica de los distintos tipos de tiempo que se repiten en
una región de forma característica durante un transcurso amplio de tiempo.

Este ejerce una gran influencia sobre nuestras vidas y la naturaleza, la fauna y la
flora de cada lugar, el agua, los cultivos, la manera de ser y la cultura de cada
rincón del mundo, dependen, entre otros factores, del clima local. Su influencia es
fácilmente perceptible en las actividades humanas basadas directamente en los
ecosistemas, sobre las que descansa la existencia de la humanidad y la economía
de cada nación[6] . Por tanto es comprensible que el cambio climático afecte
todas las áreas de la naturaleza, incluyendo la vida de los seres humanos.

Antes de conceptualizar al cambio climático, es necesario realizar una descripción


del término que ha venido cobrando cada vez mayor fuerza, y del cual se
desprenden a su vez una serie de consideraciones. Estamos hablando del
Calentamiento Global. El cambio climático no debe confundirse con el
calentamiento global. Este último se refiere al alza reciente y continua en la
temperatura media global cerca de la superficie terrestre. El calentamiento global
es causado mayormente por “aumentos en las concentraciones de gases de
efecto invernadero en la atmósfera”[7]. Asimismo, el calentamiento global está
provocando cambios en los patrones del clima. Este fenómeno en sí es tan solo un
aspecto del cambio climático.

Podemos decir que las principales diferencias entre calentamiento global y cambio
climático son:

El calentamiento global tiene que ver con el aumento de la temperatura a nivel


global, mientras que el cambio climático hace referencia al cambio en las
condiciones climáticas; ya sea a nivel global o regional (y no se limita únicamente
al aumento de temperatura). Incluye: humedad, lluvia, viento y demás sucesos
meteorológicos.

El calentamiento global tiene como causa principal la emisión de gases de efecto


invernadero, mientras que el cambio climático, además de otros factores naturales
y antrópicos, también tiene como causante el mismo calentamiento global.

El calentamiento global y el cambio climático se pueden ver a escala regional,


local y mundial.

Se ha llegado a considerar que el calentamiento global y el efecto invernadero no


son sinónimos, teniendo en cuenta su conceptualización. El efecto invernadero
engloba el fenómeno en que la atmósfera terrestre retiene la temperatura en el
planeta, bien sea de forma natural o por intervención del hombre. Podemos decir
que una es vista como causa y efecto de la otra, efecto invernadero es la causa y
el calentamiento global es dicho efecto.

El efecto invernadero acrecentado por la contaminación puede ser, según algunas


teorías, la causa del calentamiento global observado[8]. Por lo que citaremos a la
Teoría Antropogénica, la cual afirma que el calentamiento global se debe a las
acciones producidas por la actividad humana.

Esta teoría predice que el calentamiento global continuará si lo hacen las


emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), como es el caso del dióxido de
carbono o CO2. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático
(IPCC), indica que la mayoría de los aumentos observados en las temperaturas
medias del globo terrestre desde la mitad del siglo XX son probablemente debido
al aumento observado en las concentraciones de gases de efecto invernadero
antropogénicas[9].

El término calentamiento global suele usarse de manera poco apropiada como


sinónimo de cambio climático, para hacer referencia a los cambios climáticos que
suceden en el presente, pero este uso es incorrecto. Por tanto, es necesario
además de las razones anteriormente expuestas en nuestra investigación que
respaldan sus diferencias definir este concepto para evitar dichas confusiones.

Se denomina cambio climático a la modificación del clima con respecto al


historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a
muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros meteorológicos:
temperatura, presión atmosférica, precipitaciones, nubosidad, etc. En teoría, se
originan por causas naturales y debido a la acción humana las cuales se dicen que
son antropogénicas[10].

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)


define al cambio climático como “importante variación estadística en el estado
medio del clima o en su variabilidad, que persiste durante un período prolongado
(normalmente decenios o incluso más)”[11].

Por su parte la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio


Climático, en su artículo 1° lo define como “un cambio del clima atribuido directa o
indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera
mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante
períodos de tiempos comparables”.

Por lo que se puede concluir que cuando se habla de cambio climático en un


primer sentido se refiere al fenómeno que se manifiesta en un aumento de la
temperatura promedio del planeta.

Pero el que más influencia tiene hoy en día, de acuerdo con la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 9 de mayo de 1992, es el
que tiene origen en causas antropogénicas, siendo este último, objeto de nuestra
investigación.

La comunidad científica ha estimado, con un alto grado de probabilidad, que el


cambio climático se debe al llamado efecto invernadero. El mismo se produce
debido a que la atmósfera permite que una parte de la radiación solar ingrese a la
biosfera. Los mares reaccionan a este fenómeno absorbiendo o devolviendo el
calor en forma de radiación infrarroja.

Los gases de efecto invernadero actúan como un espejo reflejando de nuevo


dicha radiación. Esto conlleva a la mantención o aumento de la temperatura del
planeta.
Por esto se explica el constante cambio de temperaturas que ha sufrido la Tierra,
fluctuando continuamente, y por medio de diversos eventos, entre épocas de
glaciación y épocas de calentamiento global. Sin embargo, la problemática actual
del cambio climático radica en una superaceleración del calentamiento global
hasta un punto en que no se sabe a ciencia cierta si se tornará irreversible. Lo
anterior se aprecia en el aumento sostenido de la temperatura de la Tierra a partir
del siglo XIX y cuyos efectos, al principio meramente teóricos, se pueden apreciar
en la actualidad como ciertos.

Durante años existió incertidumbre respecto a si el actual calentamiento global


tenía causas naturales o antropogénicas. Al área científica que niega la incidencia
del ser humano en el cambio climático se le ha llamado “Corriente Negacionista
del Cambio Climático” y tuvo su mayor apogeo y aceptación entre los años 1970 y
1990.

Esta corriente basa sus fundamentos en que aún no existen pruebas concluyentes
sobre la incidencia humana en el calentamiento global, y que en consecuencia, es
altamente probable que el fenómeno actual correspondiera al ciclo regular de
enfriamiento-calentamiento que sufre la tierra periódicamente. Sin embargo, este
punto de vista se encuentra extremadamente reducido en la actualidad, hasta el
punto en que algunos científicos lo consideran pseudociencia. [12]

Esto se debe a la sucesiva filtración de documentos[13] que demostraban que las


compañías petroleras, industria generadora de la mayoría de los gases de efecto
invernadero, fueron responsables de financiar en su totalidad durante décadas a
las investigaciones realizadas sobre esta corriente.

Los científicos han estimado casi sin margen de error que la aceleración en el
calentamiento global se debe entre otras causas a los gases de efecto invernadero
de origen antropogénico. Cuando las consecuencias del cambio en el clima son
producidas por procesos propios de la naturaleza, esta tiende a establecer un
equilibrio en el medio ambiente por sí misma. Sin embargo, los efectos adversos
sobre el clima que se producen como resultado de la acción humana son
irreversibles, lo que constituye un estigma con el que deben cargar las próximas
generaciones.

1.1.1 Impacto negativo del cambio climático sobre el medio ambiente


mundial.
En este epígrafe, se abordarán los impactos del cambio climático sobre el medio
ambiente, constituyendo este uno de los objetivos trazados. Dentro de estas
consecuencias se encuentran; el aumento del nivel del mar, las olas de calor, las
tormentas, la sequía, las especies en peligro de extinción, las enfermedades, la
inestabilidad económica y la destrucción de los ecosistemas.
En cuanto al nivel del mar se puede decir que al aumentar la temperatura de la
superficie se produce el derretimiento del hielo de los glaciares, del hielo marino,
así como de la plataforma de hielo polar. Cuando esto sucede, crece la cantidad
de agua que desemboca en los océanos de todo el mundo y conduce a que se
eleven los niveles del mar drásticamente, poniendo en riesgo numerosas ciudades
que se ubican bajo el nivel del mar. Los científicos han especulado que si se
derrite a este ritmo el hielo de la Antártida y Groenlandia podría elevar los niveles
del mar en más de 20 metros para el 2100[14].

Además es válido señalar que se han vuelto cada vez más comunes las olas de
calor severas, y esto se debe a que los gases de efecto invernadero están
atrapados dentro en la atmósfera. Los estudios indican que las mismas seguirán
creciendo en los próximos años y en el futuro. Esto dará lugar a un aumento de
enfermedades relacionadas con el calor y por consiguiente desencadenaría
innumerables incendios.

La Organización Meteorológica Mundial ha corroborado que la temperatura media


global en superficie en el año 2015 batió todos los registros anteriores por un
margen sorprendentemente amplio. Por primera vez se han medido temperaturas
medias que superan en un 1°C las de la era preindustrial[15].

Cuando la temperatura de los océanos se vuelve más cálida, las tormentas son
más intensas. El calentamiento global propiciará que las tormentas puedan llegar
a ser extremadamente graves. El agua caliente del océano alimentará la fuerza de
las tormentas y esto tendrá como consecuencia un mayor número de huracanes
extremadamente devastadores. Efectos como estos se están sintiendo hoy pues
en los últimos 30 años, la gravedad y número de ciclones, huracanes y tormentas
han aumentado y se han casi duplicado. Esto conduce a inundaciones, pérdida de
vidas, así como daños a la propiedad. Debido al cambio climático ha aumentado la
frecuencia de los huracanes más fuertes en una relación de 13 a 17, lo que viene
a ser un aumento del 31%[16] .

Las sequías, es otro efecto devastador del cambio climático, el cual ya está
causando estragos en varias partes de nuestro planeta. Este se está calentando y,
a su vez disminuye el agua dulce, lo que lleva a malas condiciones en la
agricultura. Hay una gran escasez de agua que está causando dificultades en la
producción mundial de alimentos y el hambre se está haciendo cada vez más
generalizada. Hay lagos históricos que están desapareciendo por todo el mundo,
como el caso del Poyang (el mayor de China), el Poopó (Bolivia) o el Mar de
Aral[17] .

También es una preocupación a nivel internacional la cantidad de especies en


peligro de extinción que existe actualmente. La desertificación, el aumento de las
temperaturas de los océanos así como la deforestación están contribuyendo a los
cambios desastrosos e irreversibles que se están produciendo en el hábitat y
amenaza con poner en peligro a varias especies. Un ejemplo crucial es el caso del
oso polar ya que vemos que a medida que se produce la pérdida del hielo en las
regiones del ártico, los números que se tenían con respecto a esta especie han
descendido considerablemente.

Una característica trascendental para el éxito humano es la biodiversidad; y la


pérdida de flora y fauna a causa de la extinción en masa que amenazan a nuestro
planeta, por ejemplo el caso de las tortugas marinas, el pingüino, el orangután y la
ballena, entre otros, pone en serio peligro la continuidad de la raza humana.

Cuando hay un cambio en el hábitat, inmediatamente se produce un aumento


de las enfermedades en todo el mundo. Al combinarse las temperaturas más
cálidas, inundaciones y sequías, las condiciones adecuadas están creadas para
que las ratas, mosquitos, así como otras plagas que son portadores de
enfermedades prosperen y se proliferen enfermedades tales como el cólera, la
fiebre del dengue, el asma entre otras, ya que cada vez son mayores y no se
limitan a los climas tropicales.[18]

Es menester señalar que por causa del cambio climático se produjeron


aproximadamente 30.000 muertes en Europa en el verano de 2003; para España,
el Centro Nacional de Epidemiología cifra en 6.500[19] . Sin embargo existen
muchos más aspectos que hay que tener en cuenta, entre los que están el
aumento del cáncer de piel, del 15 al 20 % en la incidencia de cáncer de la piel en
poblaciones de piel fina; cataratas y otras lesiones oculares pueden aumentar del
0,6 al 0,8 % por cada 1 % de disminución del ozono y un aumento de la
vulnerabilidad en algunas enfermedades infecciosas como resultado de la
supresión de la inmunidad causada por la radiación ultra-violeta; problemas
respiratorios; mal nutrición; existe incremento del 5-10 % en el número de
personas desnutridas, sobre todo en los trópicos, entre otras[20].

La comunidad científica igualmente está preocupada por la creciente destrucción


de ecosistemas. El aumento de los gases de efecto invernadero no sólo está
provocando cambios drásticos en la atmósfera, sino que está causando estragos
en todo el planeta, lo que trae consigo que se afecte el suministro de agua, el aire
limpio, la agricultura, así como a los recursos energéticos.

Las plantas y los animales mueren o se trasladan a otros hábitats “no nativos”,
cuando los ecosistemas de los que dependen para sobrevivir; como los arrecifes
de coral, se ven amenazados por la influencia del calentamiento de la temperatura
del mar y el agua ácida. Debido a los cambios que se producen en el clima, la
forma de vida de todos los seres vivos se afecta considerablemente de manera en
que en algunos de los casos los seres humanos deberán migrar, resultando en
una mayor competencia y la guerra por la escasa cantidad de recursos naturales
para la satisfacción de sus necesidades socioeconómicas y culturales.

Las barreras de coral están siendo una de las grandes perjudicadas, el aumento
de temperatura del agua está provocando que se vaya destruyendo su
ecosistema. Si no se pone remedio podrían desaparecer para 2050, aunque hoy
día ya se han perdido muchas zonas que se consideran irrecuperables.
Podemos agregar además que el cambio climático es un hecho social, puesto que
sus causas están dadas en gran medida a las actividades humanas; igualmente
son las sociedades globales y específicas, así como las personas que componen
esas sociedades, quienes finalmente van a sufrir sus consecuencias ya sea
directa o indirectamente a través del cambio del medio biogeofísico. Es un hecho
social también por razón de que su solución o resolución, no puede hacerse por la
naturaleza, sino por la sociedad.

Por esta razón, es preciso abordar el análisis del impacto social del cambio
climático de manera amplia, incluyendo las diversas esferas que componen las
sociedades.

El cambio climático también posee un impacto en la organización social; estructura


social y política, conflictos, normas y valores sociales, está produciendo ya un
impacto en diversos aspectos de la organización social. Concretamente, la
desigualdad social[21] aumenta también por razón del cambio climático, tanto en
lo referido a los países de desarrollo alto y a los de desarrollo bajo. Los riesgos
que trae consigo afectan en gran medida a los sectores más vulnerables de todas
las sociedades, dígase los pobres, los ancianos, los niños, las mujeres, los más
débiles, entre otros, ya que poseen menos recursos, en los que debemos resaltar
no sólo los económicos, sino también los de información, educación e incluso los
de necesario ánimo y autoestima para prevenir y mitigar estos efectos.

La base económica de la sociedad también se ha visto severamente dañada.


Cuando hablamos de los asentamientos humanos, ya sea de núcleos rurales y
urbanos, viviendas, infraestructuras, afectados por el cambio climático se puede
decir que en grandes partes del mundo existe un riesgo directo de inundaciones y
movimientos de tierra. Estos son agravados por el aumento previsto de la
intensidad de las lluvias y además, en las zonas costeras, por la subida del nivel
del mar y por un mayor número e intensidad de temporales huracanes. Se puede
decir que el riesgo de inundaciones es mayor para las poblaciones localizadas en
las vertientes de los ríos y del mar.

La inundación urbana puede convertirse en un problema en cualquier zona en que


la capacidad de los sistemas de alcantarillado, suministro de agua y gestión de
residuos sea insuficiente, es decir, los núcleos y sociedades que cuentan con
menos recursos de infraestructuras.

Existen zonas en las que son altamente vulnerables los asentamientos urbanos
oficiosos con elevada densidad de población, sin poder contar con refugios para la
evacuación, con un escaso acceso a recursos tales como agua potable y servicios
sanitarios públicos, así como poca capacidad de adaptación. Ejemplo de ello: en
Europa, las inundaciones constituyen el 43% de todas las catástrofes acontecidas
en el período 1998-2002[22].

Los asentamientos humanos que presentan una poca diversificación económica, y


en los que el ingreso económico principal proviene de sectores sensibles al clima,
como es el caso de la agricultura, la silvicultura y la pesca, son más vulnerables al
cambio climático que aquellos con economías más diversificadas.

Por lo anteriormente planteado, se puede expresar que el cambio climático es uno


de los desafíos más injustos, pues es generado por el modelo de consumo de los
países más ricos y en cambio los efectos tienen un mayor impacto en las naciones
más subdesarrolladas.

La ruta del dinero ha impedido alcanzar los acuerdos que requiere la gravedad del
cambio climático, tampoco disponen del financiamiento que necesitan los países
más pobres para adaptarse a sus efectos actuales y futuros.

Como expresara Fidel: “Son los países desarrollados los que han contaminado la
atmósfera, los que han saturado la atmósfera de dióxido de carbono y las
consecuencias la están pagando los pobres”. (…) “La solución no puede ser
impedir el desarrollo a los que más lo necesitan, lo real es que todo lo que
contribuya hoy al subdesarrollo y la pobreza constituya una violación flagrante de
la ecología”[23].

El cambio climático posee innumerables impactos a nivel mundial los que pueden
observarse en cuanto a su repercusión en el aumento del nivel del mar, las olas de
calor, las tormentas, la sequía, las especies en peligro de extinción, las
enfermedades, la desaparición de glaciares, las guerras, la inestabilidad
económica y la destrucción de los ecosistemas, además de poseer un impacto en
la estructura social y política, conflictos, normas y valores sociales. Aunque es
necesario aclarar que muchas de estas problemáticas son causa-efecto, es decir
en ocasiones la deforestación, la sequía son causas provocadas por la actividad
humana y en otras ocasiones efectos del cambio climático natural o
antropocéntrico, denotando el carácter dialéctico de esa relación causa-efecto. Por
tales razones es preciso estudiar su regulación jurídica internacional.

1.2 La regulación jurídica internacional del cambio climático


En el ámbito de la protección internacional del medio ambiente la Comunidad
Internacional ha abordado cuestiones referentes al cambio climático; como
resultado de ello, se han realizado importantes acciones internacionales y se han
promulgado diversos instrumentos jurídicos de gran relevancia, dentro de los que
se encuentran: La Cumbre de la Tierra, la Agenda 21, la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, las Conferencias de las Partes de
dicha Convención y diversos acuerdos internacionales.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo


o Cumbre de la Tierra fue llevada a cabo entre el 3 y el 14 de junio de 1992 en
Río de Janeiro, Brasil. En esta los países participantes acordaron adoptar un
enfoque de desarrollo que protegiera el medio ambiente. Asistieron jefes de
Estado o de Gobierno de todos los continentes; al mismo tiempo, participaron en
cien actos veinte mil representantes de organizaciones no gubernamentales en el
Foro Global de Río, quienes llevaron la voz de los pueblos al magno evento
ecológico. Constituyó un momento importante en la aspiración de lograr un
equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales,
mientras se aseguraba el desarrollo económico y social[24].

La Declaración de Río 92 establece un conjunto de principios y acciones para el


enfrentamiento al cambio climático. Por lo que hacemos referencia a dos de ellos:

1. Deben crearse y ponerse en práctica estrategias y planes de acción para


revertir el cambio climático inducido por el ser humano sobre la base de un
principio de precaución; la falta de un consenso total sobre las conclusiones
científicas no puede usarse como justificación para no actuar.

2. Todos los seres humanos deben tener el mismo acceso a una cantidad total de
emisiones de gases de invernadero que puede soportar la atmósfera de manera
sustentable.

En cuanto a las acciones, se señalan; promover la conciencia y movilizar a la


sociedad para identificar y combatir las causas y posibles consecuencias del
cambio climático y problemas con él relacionados y contribuir en la identificación
de los impactos sociales y ambientales del cambio climático a nivel local y
mundial[25].

La celebración en Río de Janeiro de la Primera Cumbre de la Tierra fue el más


importante de los acontecimientos ecológicos y de protección a la naturaleza
jamás realizado por la humanidad. Este evento proporcionó un indudable impulso
a la potencial solución de algunos de los grandes problemas del medio ambiente
planteados hasta ese momento.

Fidel Castro Ruz refirió en su discurso pronunciado en esta Cumbre[26]:

“Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y


progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre. Ahora
tomamos conciencia de este problema cuando casi es tarde para impedirlo. Es
necesario señalar que las sociedades de consumo son las responsables
fundamentales de la atroz destrucción del Medio Ambiente. Ellas nacieron de las
antiguas metrópolis coloniales y de políticas imperiales que, a su vez, engendraron
el atraso y la pobreza que hoy azotan a la inmensa mayoría de la humanidad.

Con sólo el 20 por ciento de la población mundial, ellas consumen las dos terceras
partes de la energía que se produce en el mundo. Han envenenado el aire, han
debilitado y perforado la capa de ozono, han saturado la atmósfera de gases que
alteran las condiciones climáticas con efectos catastróficos que ya empezamos a
padecer.
Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir
mejor las riquezas y las tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos
despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre
en gran parte de la Tierra. No más transferencias al Tercer Mundo de estilos de
vida y hábitos de consumo que arruinan el Medio Ambiente.

Cesen los egoísmos, cesen los hegemonismos, cesen la insensibilidad, la


irresponsabilidad y el engaño. Mañana será demasiado tarde para hacer lo que
debimos haber hecho hace mucho tiempo.”

Sin duda alguna nuestro Comandante avizoró desde fecha temprana como el
cambio climático se convertiría en uno de los problemas que afectaría la
humanidad en el siglo XXI.

Han transcurrido más de 20 años desde que fue celebrada esta Cumbre y se
aprecia que no ha habido cambios significativos en el actuar de la mayoría de los
países industrializados. La globalización neoliberal unido a la apertura comercial y
a la desregulación financiera ha traído como consecuencia un gran aumento en el
deterioro ambiental, la elevación de los niveles de desigualdad entre las naciones
del primer mundo y las del Tercer Mundo, lo que ha llevado consigo la viabilidad
de alcanzar un desarrollo sustentable. Esta situación resulta enormemente
contradictoria a los principios y acuerdos tomados en Río 1992.

Esta Cumbre fue la oportunidad de adoptar un programa de acción para el siglo


XXI, llamado Programa 21 (Agenda 21), que enumera algunas de las 2500
recomendaciones relativas a la aplicación de los principios de la Declaración[27].

La Agenda 21 es un plan estratégico para este nuevo siglo, documento que


establece las pautas para aproximarnos hacia un mundo más respetuoso con el
medio ambiente y plan de acción propuesto por la Organización de Naciones
Unidas.

Fue aprobado oficialmente y firmado por 173 gobiernos, donde se hizo un


llamamiento para que sean los gobiernos locales los que pongan en marcha sus
propios p

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