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Etología Aplicada en Los Ovinos

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Etología aplicada en los ovinos

Introducción:
Los ovinos pueden ser definidos como animales gregarios, cubiertos
generalmente de lana, con un patrón reproductivo estacional en zonas
templadas y grupos separados de hembras y machos en la época no
reproductiva. Los ovinos huyen fácilmente y se mantienen vigilantes poniendo
atención visual a sus compañeros y al medio ambiente. En caso de peligro
forman grupos cerrados, pero mantienen su espacio individual, por lo que
conviene manejarlos en grupo. Sus crías son seguidoras y forman lazos de unión
muy fuertes con sus madres, de las que aprenden por imitación.

Órganos de los sentidos y comunicación:


Los ovinos tienen un campo de visión amplio, con un punto ciego de solo 70º
atrás de la cabeza y uno de 2-3 cm. Directamente enfrente de la nariz. Su área
de visión binocular es de 40º y la monocular de 145º (Lynch y col. 1992).
Esta especie posee un amplio rango de sensibilidad auditiva, especialmente en
las frecuencias altas. Los sonidos incluyen las vocalizaciones realizadas por las
cuerdas vocales, al igual que los resoplidos gruñidos y silbidos. La comunicación
vocal es utilizada en diferentes situaciones incluyendo contacto madre-cría,
cortejo, territorialidad, alarma, agresión, estados de miedo y dolor.
El sentido del olfato es importante en esta especie para el reconocimiento del
territorio, reconocimiento individual y grupal y para el contacto sexual. El papel
de la olfacción en la habilidad de los carneros para discriminar entre ovejas en
estro y otras ovejas se demostró cuando carneros anósmicos (con pérdida total
del olfato) se acercaban al azar a las hembras y solo identificaban hembras en
estro al tratar de montar.
El sentido del gusto de los ovinos parece estar bien desarrollado. Se sabe que
el sentido del gusto o la palatabilidad en los ovinos puede tener implicaciones
importantes para la producción animal. Cuando tiene experiencia, los ovinos
pueden utilizar el tacto para identificar una planta o parte de ésta. Al haber un
área ciega de aproximadamente 3cm. Directamente al frente de la nariz,
parecería lógico asumir que la selección de una planta en particular se lleva a
cabo a través del olfato y el tacto.

Comportamiento individual:
Comportamiento trófico, locomoción y descanso.
Las actividades de mantenimiento que ocupan más tiempo en los ovinos son las
que están asociadas con la búsqueda y consumo de comida y agua, y con el
descanso. Este último es importante para la rumia y una digestión más eficiente.
Los ovinos pasan hasta 8 horas al día en climas templados y cuando escasea el
alimento no aumentarán su tiempo de pastoreo muy por encima de 10 horas
diarias. El pastoreo suele concentrarse en las primeras horas después del
amanecer y en las últimas horas del anochecer, pero es claramente diurno. La
selección de la dieta se basa en la decisión de los ovinos en cuanto a que
especies de plantes, plantas individuales y partes de la planta van a comer. La
preferencia de un animal puede aumentar o disminuir la velocidad de
alimentación. Por lo general disminuye cuando selecciona solamente el material
verde de una pastura que está básicamente seca. El consumo diario puede
mantenerse aumentando el tiempo de pastoreo. Arnold (1981) encontró
diferencias individuales y entre razas en la preferencia por diferentes especies
vegetales. Jung y Koong (1985) demostraron que el hambre también puede ser
un factor importante en la selección de la dieta, y que cuando los animales están
hambrientos seleccionan alimentos de alta calidad (Scott y Provenza, 1998).

La experiencia previa tiene una influencia marcada en la ingestión de un


alimento. Esta experiencia puede venir de diferentes fuentes: la madre, otros
adultos y compañeros de rebaño. El aprender a comer nuevos alimentos puede
acelerarse si los animales observan y participan con otros ovinos realizando esta
tarea. La transmisión social o “cultural” de información es un proceso mucho más
rápido que el aprendizaje a través de ensayo y error.

Los corderos y ovinos jóvenes aceptan alimentos nuevos más fácilmente que los
adultos. Lobato y colaboradores (1980) encontraron que cuando los corderos
eran expuestos a bloques de urea-melaza en los primeros nueves meses de
vida, los consumían mas fácilmente en etapas posteriores. Las madres pueden
tener un impacto considerable en la dieta seleccionada por los corderos,
enseñándoles no sólo qué comer sino también que evitar. Los corderos jóvenes
que observan a sus madres comer grano tendrán una memoria de por vida de
este alimento y lo consumirán más fácilmente años después (Lynch el. Al, 1992).
Los ovinos trataran siempre de evitar pastar en áreas contaminadas con heces
fecales, evitando indirectamente, y hasta cierto punto, el riesgo de infección
parasitaria (cooper et al.., 2000).
Los ovinos poseen varios mecanismos fisiológicos que les permiten pasar largos
periodos sin tomar agua. Si los ovinos se encuentran pastando en potreros
pequeños, el tiempo para ir a beber y regresar es muy corto. Dependiendo de la
época del año y del tipo de vegetación que se encuentre en la zona los ovinos
pueden tomar agua una o dos veces al día, sin alejarse más de 7 km del agua.
Durante el día los ovinos descansan en el lugar donde pastaron, a menos que
hayan pasado mucho tiempo caminando en busca de agua. En este último caso
pasan hasta 10 horas descansando bajo la sombra o cerca del agua.
Comportamiento Social:
En este sentido, la organización social del grupo debe permanecer lo
suficientemente flexible para permitir la adaptación a cambios en las condiciones
climáticas o de acuerdo a la distribución de recursos (Lynch et al.., 1992, Boissy
y Dumont, 2002). Es importante tomar en cuenta que en especies como los
ovinos, con la reproducción estacional, la organización social puede sufrir
cambios cíclicos, siendo más compleja durante la temporada de estro. Existe
evidencia de reconocimiento individual entre madre y cría, en donde el olfato y
el oído, y en menor grado la vista juega un papel importante.
Los ovinos son animales predominantemente visuales y en presencia de un
depredador la alarma es dada por los individuos que hacen contacto visual. En
animales ferales esta alarma es iniciada por animales “Vigilantes”. A pesar de
que muchas de las señales visuales reconocidas por los ovinos dependen de
posturas o señales dinámicas, existe evidencia de que los ovinos pueden
identificar formas y que varias regiones del cerebro responden en forma
diferenciada a distintos estímulos sociales.
Los ovinos se amenazan a través de movimientos de cabeza y por manoteo. Si
no existe respuesta de sumisión pueden empujarse, topetearse o jalarse la lana.
Los comportamientos de sumisión pueden variar desde la huida hasta la señal
de aceptación de haber perdido o no querer enfrentamiento, bajando la cabeza
y el cuello.
El topeteo es la conducta agresiva básica en los ovinos. Los encuentros frontales
son los más conocidos debido a su Parente ferocidad, ya que los carneros se
separan de 3 a 10 m antes de cargar el uno contra el otro y chocando con las
cabezas o los cuernos.
En ovinos las jerarquías suelen ser complejas y no lineales, por lo que la
dominancia de un ovino sobre otro no es absoluta. La agresión excesiva entre
animales en los extremos es rara y los encuentros suelen darse entre animales
con un rango social similar. El rango social en los ovinos no es tan obvio como
en otras especies, especialmente en rebaños domésticos en que es frecuente
que los grupos estén formados por animales de un solo sexo o edad y en los que
los encuentros agonísticos son relativamente raros. Se conoce poco sobre los
factores que determinan o influyen en el desarrollo de la dominancia en ovinos,
pero parecen estar involucrados la edad, el tamaño, el peso, el sexo y la
agresividad (Lynch et al.., 1992).
Las implicaciones del rango social en la productividad no están claras en los
ovinos, pero estudios de condicionamiento operante sugieren que los animales
de rango social más bajo tienen mayor dificultad para afrontar ambientes nuevos,
el manejo y las restricciones de espacio que los animales con un lugar más alto
en el orden de dominancia (Lynch et al., 1992).
Es frecuente que el concepto de liderazgo se confunda con el de dominancia,
pero son dos entidades totalmente diferentes. Los animales líderes son los que
inician el movimiento. El liderazgo es un comportamiento que funciona para
mantener el conocimiento del medio y para coordinar la cohesión del grupo en
términos de movimiento. La naturaleza “seguidora” de los ovinos trae como
resultado que caminen en una sola fila cuando se mueven de un área a otra o
hacia el agua. Es común observar caminos ondulantes más que rectos y se cree
que puede ser debido a que el líder trate de mantener contacto visual con los
animales que lo siguen. Esta conducta se establece cuando la cría sigue a la
madre y se mantiene en vida adulta entre compañeros de rebaño (Lynch et al..,
1992, Sibbald et al..,2000).
Las asociaciones entre pares de animales existen en varias especies de
ungulados incluyendo los ovinos. Existe jerarquía en estas asociaciones, siendo
la más fuerte entre madre y cría, entre gemelos, grupos filiales entre
compañeros.
La conducta de atención consiste de una postura de alerta, “congelada”, con el
animal mirando hacia la dirección del problema. El animal puede moverse en una
posición rígida con la cabeza levantada. Se ha observado que los ovinos ferales
y silvestres son animales extremadamente vigilantes que huyen si se asustan.
El repertorio social de las hembras es claramente más pequeño que el de los
machos. Es un estudio realizado en borrego cimarrón las hembras presentaban
el 50% aproximadamente de las conductas sociales de los machos (Eccles y
Shackleton, 1986).

Comportamiento Sexual:
Los ovinos son especies estacionales en zonas templadas y la mayor parte de
las conductas reproductivas entre sexos caen en este periodo.
El comportamiento reproductivo es desencadenado por una serie de factores,
siendo el más importante la disminución en las horas luz. En los trópicos los
ovinos se reproducen todo el año.
Los machos alcanzan la madurez sexual entre los 6 y 9 meses.
Estudios realizados en ovinos ferales y silvestres se ha visto que dentro del grupo
de machos se llevan a cabo una serie de conductas relacionadas con el
comportamiento sexual. Pasan tiempo topeteando, amenazando, peleando y los
machos dominantes montan a otros machos. También existe la masturbación.
Una vez que localizan a una hembra en estro a través del olfato los machos
realizan el signo de flehmen o una serie de conductas de cortejo que incluyen
empujar y manotear a la hembra, varias vocalizaciones, intentos de monta e
inclusive algo de topeteo.
Si a través del olfateo el carnero encuentra que la hembra no esta en estro o
después de una monta efectiva, se mueve en busca de otras ovejas. Si la hembra
que montó continúa en estro unas horas después, el carnero puede repetir la
monta.
Los carneros domésticos no son territoriales y se reproducen en grupos con
varios machos en los que compiten entre sí para tener acceso a las hembras
(Price et al.., 2001). Cuando la reproducción se realiza en el campo y se utiliza
varios machos que habían estado alojados juntos, los carneros muestran una
estructura de dominancia que traen consigo desde el grupo original. Sin
embargo, otros observadores no han podido relacionar el rango social con el
comportamiento reproductivo en el campo, y se cree que solamente será de
interés cuando existan demasiados machos para la cantidad de hembras en
estro y los machos pierdan tiempo y energía peleando.
La pubertad en las hembras parece estar más asociada al peso corporal que con
la edad. La mayor parte de las hembras alcanzan la pubertad entre los 8 y 10
meses, pero en razas británicas los 35 kg parece ser el peso mínimo para
expresar el estro. Las ovejas primerizas comienzan la época reproductiva
aproximadamente 4 a 6 semanas después que las ovejas maduras.
El ciclo astral de la oveja varia de 16 a 20 días y el estro dura de 6 a 16 horas y
en zonas templadas la época reproductiva dura alrededor de tres meses.
Los machos estimulan el inicio de la época reproductiva y estro en las ovejas.
En ovejas que han sido sincronizadas, la exposición de estas a un macho
inmediatamente después de retirar las esponjas acelera el inicio del estro
(romano et al.., 2000).
Comportamiento materno:
Cerca del momento del parto, una oveja buscara un lugar para parir que se
encuentre alejado del resto del rebaño. En este momento las ovejas están más
vigilantes, nerviosas, pastan menos y manotean el piso. El sitio de parto es un
lugar focal, al cual la oveja puede regresar si se siente amenazada y es
claramente visible por las marcas de los manoteos, el pisoteo de la pastura y la
presencia de moco proveniente de la vulva.
Estudios realizados sobre los sitios de parto han resaltado implicaciones
importantes para el manejo de ovinos en pastoreo. Distintas razas difieren en
cuanto al tiempo que pasan en el sitio de parto; el merino australiano 2 h, el
Romney neozelandés 6 h. las ovejas jóvenes primerizas pasan más tiempo en
el sitio de parto que las más viejas con más experiencia. Las ovejas que están
en trabajo de parto pueden sufrir mucho si son cambiadas a un nuevo potrero si
ya habían seleccionado su sitio de parto.
Las contracciones son tan rápidas en las ovejas que los partos no suelen durar
más de una hora. Estudios detallados de más de 300 partos, con presentación
normal de cabeza y miembros anteriores primero, el trabajo de parto duro una
hora. En el 95% de los casos el intervalo entre partos del primer y segundo
corderos fue menor de una hora.
Cuando el parto del segundo cordero es distócico el primer cordero puede
alejarse de la madre y seguir a otras ovejas o estar más expuestos a ser robado
por otras ovejas y posteriormente ser abandonado y morir de hambre o
exposición (kilgour y Dalton, 1984; Lynch et al.., 1992).
En ovejas la formación de lazos selectivos con su o sus corderos ocurre 2-4
horas después del parto (Poindron y Le Neindre, 1980) y dichos enlaces
dependen principalmente del reconocimiento sensorial olfatorio (pissioner et al..,
1985, Levy y poindron, 1987) y del gusto.
Así mismo, la estimulación vaginocervical que ocurre durante el parto parece ser
determinadamente para la aparición del comportamiento materno y la habilidad
de la oveja para reconocer a su cordero depende de una sensibilidad olfatoria y
del parto, así como de la experiencia maternal de la oveja.
Una vez que el cordero se incorpora, comienza a buscar el pezón bajo los
miembros anteriores o posteriores de su madre. La oveja los ayuda a encontrar
la dirección correcta lamiendo el área peri-anal de los corderos. Si la madre no
se encuentra presente realizaran la búsqueda a lo largo de paredes y bardas.
Minutos después del parto los corderos recién nacidos son atraídos por objetos
móviles tales como otras ovejas, pastores, perros y vehículos, lo que puede
separarlos del sitio de parto y aumentar el riesgo de mortalidad.
Días después los corderos seguirán a sus madres, mostrando el desarrollo inicial
de las reacciones de “seguimiento” y movimiento de rebaño.
Cuando las ovejas y los corderos pastan juntos durante la crianza, una vez que
se forma el vínculo madre-cría suelen existir pocos problemas de
comportamiento hasta el momento del destete. El cordero continuara siguiendo
a su madre después del destete si se le permite y esta relación de seguimiento
puede durar años dependiendo de la raza (Kilgour y Dalton, 1984, Lynch et al..,
1992). En la raza merino, Hinch y cols. (1990) encontraron que la asociación
puede durar por lo menos 2.5 años, aun cuando la hija haya parido.
Problemas de comportamiento y bienestar:
Se han reportado problemas de conductas rígidas como mamar ombligos y
orejas en corderos criados en corrales sin sus madres (Kilgour y Dalton, 1984).
Principales problemas de comportamiento y bienestar en ovinos:
Anormalidades del comportamiento Comportamiento materno inadecuado
(abandono, muerte, robo de crías), estereotipias (ingestión de lana, polidipsia
nerviosa, inmovilidad tónica), machos montando a otros machos, aumento de la
agresión, inmovilidad tónica, hiperactividad. Cojeras, linfadenitis caseosa.
Enfermedades relacionadas con el manejo Cojeras, linfadenitis caseosa |
Manejo Los ovinos deben manejarse siempre en grupos. Se deben inspeccionar
las instalaciones para evitar lugares donde se puedan herir, golpear o asustar.
Los cambios de alimentación deben ser lentos. Borregos recién tranquilizados
están más susceptibles al estrés por frio.

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